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  • 8/18/2019 Argumentación. DDHH

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    Especialización de Educación y Derechos Humanos. PNFPMomento 3. Argumentación

    La memoria y la teora de los dos demonios!

    Explicar qué es la teoría de los «dos demonios» obliga a realizar algunasconsideraciones previas. Por un lado, hay que contextualizar el eercicio dela violencia política. Es decir, tener en cuenta que la violencia política es unrasgo característico de la historia de nuestro país y que la misma sesostiene en un esquema de oposiciones binarias, de lucha y con!rontaci"namigo#enemigo. Esta visi"n polarizada de la política se remonta al siglo $%$y estuvo !uertemente arraigada en las pr&cticas sociales de los a'ossesenta y setenta. (u materializaci"n aparecía, sobre todo, en elen!rentamiento entre la violencia estatal y la violencia resistente)insurgente.

    Por otro lado, es necesario resaltar que hasta las elecciones de *+- «la

    violencia de las organizaciones armadas y otros grupos había sidoconsiderada legítima/ en tanto y en cuanto era el resultado de la violenciade arriba/ producida por los gobiernos autoritarios y sin cabida para laparticipaci"n popular o la presencia electoral del peronismo, proscriptodesde *+00»1. Esa consideraci"n, sin embargo, se !ue resquebraando, entreotras cosas porque con posterioridad a la muerte del general Per"n en uliode *+2 la violencia armada de la derecha comenz" a radicalizarse y areprimir de manera sistem&tica a través de las bandas parapoliciales 3comola 4riple 5 y el 6omando 7ibertadores de 5mérica8. 7os distintos sectoressociales comenzaron a repudiar el uso de la violencia de cualquier signo, o,por decirlo de otra !orma, a condenar los «extremismos de ambos lados».

    7o que queremos se'alar con estas primeras re9exiones es que, comoa:rma ;ugo

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    Este pr"logo, como ya hemos dicho, coloca en el mismo nivel al terrorismode Estado implementado por la dictadura militar y a la violencia insurgenteeercida por las organizaciones armadas surgidas a comienzos de lossetenta 3!undamentalmente Aontoneros y el Eército >evolucionario delPueblo KE>P8. Ce este modo, considera terroristas a estas organizaciones ysus respectivas acciones armadas.

    En segunda instancia, la «teoría de los dos demonios » asume que laCoctrina de (eguridad @acional y la metodología represiva empleada por ladictadura !ueron eercidas como respuestas a una violencia precedente, lade los grupos guerrilleros. En ese sentido, si bien esta visi"n caracteriza algolpe, la dictadura y la represi"n clandestina como una reacci"n exageradae inusti:cada, reproduce el argumento de las GG.55., es decir? aquel quesostiene que ha sido la «subversi"n» la generadora de la violencia.

    En tercer lugar, este relato reduce el con9icto sociopolítico de la época alen!rentamiento de dos grupos armados y coloca a la mayor parte de la

    sociedad argentina como una víctima inocente, aena al en!rentamiento y asus consecuencias. Es decir, a partir de atribuirle a las conducciones de dosactores especí:cos la responsabilidad del eercicio de la violencia política,genera y provee a «la sociedad» una imagen de tranquilizadora inocencia,de espectadora silenciosa y de víctima, !undamentalmente enga'ada por elpoder militar quien, en su «guerra antisubversiva», ocult" su estrategiarepresiva concentracionaria y desaparecedora.

    En cuarto lugar, hay que destacar que la «teoría de los dos demonios»,presente en el pr"logo del @unca A&s, est& desmentida por el contenidomismo del libro? los nombres y apellidos de los desaparecidos que :guranallí pertenecen mayoritariamente, seg=n a:rma la propia 6B@5CEP, a

    estudiantes y obreros. Es decir que del propio texto se desprende que larepresi"n no tenía por =nico obetivo eliminar a la guerrilla sino disciplinar atoda la sociedad. 5simismo, podemos atender a las palabras del :l"so!oargentino ;éctor (chmucler quien se'al" en un encuentro realizado por elAinisterio de Educaci"n de la @aci"n que? «El problema de la demonizaci"nno reside en comparar a los guerrilleros, por eemplo, con las !uerzasrepresivas. @o es ese el problema de los demonios. 4ampoco que hayan sidolas !uerzas represivas los demonios. El problema es que si !ueron demonioslos estaríamos inocentando. 7os demonios no pueden ser m&s quedemonios. Es decir, no son, en ese sentido, responsables por ser demonios.(i somos responsables, si cada uno de nosotros somos responsables de

    nuestros actos, si la violencia que nos envolvi" durante a'os, hace treinta ocuarenta a'os, es signi:cativa, es porque son seres humanos los que lahicieron y por eso son condenables»2.

    En quinto lugar, vamos a detenernos por un momento sobre la de:nici"n delos Cerechos ;umanos, para desandar el relato de la memoria quepretendi" explicar los a'os F a partir del en!rentamiento/. En los acuerdosinternacionales sobre Cerechos ;umanos, el Estado tiene la o"ligaciónde respetar# proteger# promo$er y garantizar los derechosL cuandoincumple estas obligaciones se est& ante una situaci"n de violaci"n de

    4 Ainisterio de Educaci"n de la @aci"n, Equipo «Entre el pasado y el !uturo», (eminario 1FFH?

    entre el pasado y el !uturo, los "venes y la transmisi"n de la experiencia argentina reciente,Juenos 5ires, Ainisterio de Educaci"n, 1FF.

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    derechos. En tal sentido, los Estados pueden $iolar los derechos  por acción 3como pueden ser las detenciones arbitrarias, los malos tratos apersonas detenidas, la desaparici"n !orzada, entre otros8 o  por omisión 3cuando las políticas no garantizan el derecho de las personas atener un nivel de vida digno, como el acceso y dis!rute del derecho altrabao, a la educaci"n, a la libertad de expresi"n, entre otros grupos dederechos8.

    En la de:nici"n de Cerechos ;umanos también se'alamos que estosprotegen a todas las personas, sin ning=n tipo de distinci"n. Entonces, si elEstado comete acciones de terrorismo y)o de violencia institucional apersonas o grupos, est& vulnerando o violando sus derechos humanos.6omo se'ala Pedro @iMMen 3*++28, el Estado no est% en condiciones deigualdad con personas o grupos &ue se encuentren 'uera de la ley ,cualquiera sea su prop"sito. Por eso no es posible igualar la !uerza delEstado y todas sus instituciones y recursos con la de ciertos grupos osectores sociales que, en ese sentido, se encuentran en clara desventaa.

    En este sentido, las de:niciones acerca de quién garantiza y)o viola losCC;; resultan necesarias al momento de interpelar la teoría de los dosdemonios/ que pretendi" instaurar la idea de que en *+H se instituy" unaguerra/ y denunci" la violencia política por parte de civiles y militantesorganizados.

    “La nota característica de las violaciones a los Derechos Humanos es queellas se cometen desde el poder público o gracias a los medios que éste

     pone a disposición de quienes lo ejercen. No todo abuso contra una personani toda orma de violencia social son técnicamente atentados contra losderechos humanos. !ueden ser crímenes" incluso gravísimos" pero si es lamera obra de particulares no ser# una violación de los derechos humanos$ % 

    6uando el pasado reciente entra a la escuela, y trabaamos sobre lamemoria, se nos presentan problem&ticas sobre c"mo representarlos y quérelatos de la memoria trabaar. Pensemos que la memoria es consideradacomo un proceso activo de elaboraci"n y construcci"n simb"lica de sentidossobre el pasado. @o se trata de la capacidad pasiva de evocar eventospasados sino m&s bien del proceso activo de articulaci"n de sentidos yrepresentaciones sobre ese pasado en el presente, atendiendo a loscontextos regionales y a los climas de época.

    Cesde esta perspectiva, se entiende que la noci"n de memoria mantieneuna estrecha vinculaci"n con las inquietudes, preguntas y necesidadespresentes y, por tanto, con el horizonte de expectativas !uturas. En otrostérminos, esta perspectiva tiende a considerar que es en !unci"n de losproblemas y cuestiones que ata'en a un sueto y a una sociedad que seelaboran y construyen sentidos del pasado. N que esos sentidos, adem&s,son pasibles de ser expresados en relatos comunicables en !orma narrativa.6omo puede apreciarse, la noci"n de memoria, así entendida, puede aludira tanto a los procesos mediante los cuales los suetos se relacionanindividualmente con su pasado como a las modalidades mediante las cualesuna sociedad elabora y negocia sentidos colectivos sobre su pasado.

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      Pedro @iMMen, El concepto de Cerechos ;umanos/, Estudios J&sicos de Cerechos;umanos, %%C;, (an Oosé, *++2.

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     >egresando a la teoría de los demonios/, si bien hacia mediados de losa'os noventa dicho relato comenz" a ser impugnado, a=n hoy para algunossectores sociales sigue teniendo vigencia como explicaci"n de nuestrahistoria reciente.