Arqueología Del Saber y Orden Del Discurso_ Un Comentario Sobre Las Formaciones Discursivas

download Arqueología Del Saber y Orden Del Discurso_ Un Comentario Sobre Las Formaciones Discursivas

of 16

Transcript of Arqueología Del Saber y Orden Del Discurso_ Un Comentario Sobre Las Formaciones Discursivas

  • 7/25/2019 Arqueologa Del Saber y Orden Del Discurso_ Un Comentario Sobre Las Formaciones Discursivas

    1/16

    En-claves del Pensamiento

    ISSN: 1870-879X

    [email protected]

    Instituto Tecnolgico y de Estudios Superiores

    de Monterrey Campus Ciudad de Mxico

    Mxico

    Hernndez Castellanos, Donovan Adrin

    ARQUEOLOGA DEL SABER Y ORDEN DEL DISCURSO: UN COMENTARIO SOBRE LAS

    FORMACIONES DISCURSIVASEn-claves del Pensamiento, vol. IV, nm. 7, junio, 2010, pp. 47-61

    Instituto Tecnolgico y de Estudios Superiores de Monterrey Campus Ciudad de Mxico

    Distrito Federal, Mxico

    Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=141115666003

    Cmo citar el artculo

    Nmero completo

    Ms informacin del artculo

    Pgina de la revista en redalyc.org

    Sistema de Informacin Cientfica

    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y Portugal

    Proyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

    http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=141115666003http://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=141115666003http://www.redalyc.org/fasciculo.oa?id=1411&numero=15666http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=141115666003http://www.redalyc.org/revista.oa?id=1411http://www.redalyc.org/http://www.redalyc.org/revista.oa?id=1411http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=141115666003http://www.redalyc.org/fasciculo.oa?id=1411&numero=15666http://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=141115666003http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=141115666003http://www.redalyc.org/revista.oa?id=1411
  • 7/25/2019 Arqueologa Del Saber y Orden Del Discurso_ Un Comentario Sobre Las Formaciones Discursivas

    2/16

    EN-CLAVES del pensamiento, ao IV, nm. 7, junio 2010, pp. 47-61.47

    ARQUEOLOGA DEL SABER Y ORDENDEL DISCURSO: UN COMENTARIO SOBRE

    LAS FORMACIONES DISCURSIVAS

    DONOVANADRINHERNNDEZCASTELLANOS

    Usted me preguntaba dnde estoy; yo le

    respondera, muy sencillamente, en el hoy.

    Michel Foucault

    Pero bastar con conocer el sistema

    de nuestras vidas para librarnos de l?

    Fredric Gros

    Resumen

    En este artculo se propone una revisin minuciosa de dos conceptos fundamen-

    tales del pensamiento foucaultiano: las formaciones discursivas y el ordendel discurso. Se trata de dos categoras de gran relevancia para comprender elproyecto de una arqueologa del saber de las que podemos extraer numerosasconclusiones y tareas para practicar el anlisis de los discursos contemporneos.Si bien el anlisis no es una teora de los conjuntos signicantes, su condicines una poltica que habr que entender como crtica de la dominacin y de losefectos de poder del discurso en nuestras sociedades. Como argumento en estetrabajo, la crtica elaborada por Foucault conduce a una estrategia de resistenciay no al examen trascendental de las condiciones del juicio.

    Palabras clave: formacin discursiva, orden del discurso, crtica, anlisis deldiscurso, poltica de la verdad.

  • 7/25/2019 Arqueologa Del Saber y Orden Del Discurso_ Un Comentario Sobre Las Formaciones Discursivas

    3/16

    48 Donovan Adrin Hernndez Castellanos

    EN-CLAVES del pensamiento, ao IV, nm. 7, junio 2010, pp. 47-61.

    Abstract

    This article proposes a thorough review of two fundamental concepts of foucaul-dian thought: the discursive formations and order of discourse. These twocategories are of great importance for understanding the project of an archeologyof knowledge from which we can draw many conclusions and tasks for practicediscourse analysis contemporaries. While the analysis is not a signicant set

    theory, its status is a policy to be understood as a critique of domination andpower effects of discourse in our societies. As I argue in this paper, the cri-tique developed by Foucault leads to a strategy of resistance and not to thetranscendental examination of the conditions of the judgement.

    Key words: discursive formation, order of discourse, critical discourse analysis,policy of truth.

    Introduccin

    En este artculo sern revisadas y expuestas las nociones de formacin dis-cursivay orden del discursoque se encuentran en el pensamiento de MichelFoucault. Ambas nociones son fundamentales para comprender la crtica delas relaciones de poder comenzada por Foucault en los aos setentas, en lamedida que suponen el anlisis de las prcticas discursivas de los sistemasde pensamiento que la arqueologadescribe en sus discontinuidades y en suinmanencia en el campo social. A su vez, estos sistemas de racionalidad, localeso globales, estructuran el campo de accin del que somos partcipes en las rela-ciones de poder. Para Foucault, el poder es un ejercicio permanente que debeser analizado en trminos de estrategiay de relaciones de fuerza, en una com-

    pleja tensin entre libertades; lo cual implica la extensin de controles que pe-san sobre la discursividad. Tensiones y rdenes que sern objeto de anlisisen nuestra conclusin.

    El primer apartado de este trabajo consiste en una descripcin detalladadel vocabulario empleado por Foucault en La arqueologa del saber. Cabemencionar que este lxico terico fue desarrollado por el pensador francs ensus primeras obras. Aunque fue elaborado paulatinamente en el curso de susinvestigaciones, conforma un conjunto slido y formalizado; tal como podemosencontrarlo en su obra de 1966 conocida como Las palabras y las cosas. Eneste libro Foucault explora las condiciones que permitieron la formacin delas ciencias humanas. Exponer detalladamente las tesis principales de esaobra rebasa los lmites de este artculo, pero la discusin de sus acepciones

  • 7/25/2019 Arqueologa Del Saber y Orden Del Discurso_ Un Comentario Sobre Las Formaciones Discursivas

    4/16

  • 7/25/2019 Arqueologa Del Saber y Orden Del Discurso_ Un Comentario Sobre Las Formaciones Discursivas

    5/16

    50 Donovan Adrin Hernndez Castellanos

    EN-CLAVES del pensamiento, ao IV, nm. 7, junio 2010, pp. 47-61.

    pecto a la historia de las ciencias para dedicarse a las condiciones ms genera-les del saber.1Saber que, por otra parte, recibe una signicacin muy peculiaren la arqueologa desarrollada por el francs. Encontramos la caracterizacinde este concepto fundamental en La arqueologa del saber, texto publicado en1969, donde Foucault sistematiza su pensamiento. Apoyndonos en esa obrapodemos explicar este concepto de la siguiente manera: se trata de una nocinque est constituida por cuatro variables bien especicadas:

    1) Un saber es aquello de lo que se puede hablar en una prctica discursiva,que de esta forma encuentra especicado un dominio constituido por

    objetos que podrn o no adquirir un estatuto cientco.

    2) Un saber es el espacio en el que un sujeto puede tomar una posicinpara hablar de los objetos de los que trata en su discurso.

    3) Un saber es el campo de coordinacin y subordinacin de enunciadosque posibilitan la aparicin de conceptos; donde se denen, se aplican yse transforman.

    4) Por ltimo, un saber es denido por las posibilidades de utilizacin y de

    apropiaciones estratgicas, ofrecidas por el discurso.2

    La arqueologa del saberes la descripcin del archivode los sistemas dediscursividad para los que el terico debe encontrar las condiciones histricasde posibilidad (que son modicables), sus respectivas formaciones discursivasylos umbralesque muestran cmo lapositividadde cada saberse modica suma-riamente y transforma la epistemede una poca, reordenndola o sustituyndolapor otra.3Para Foucault, el hecho de que haya sido posible el desarrollo de unadisciplina arqueolgica sobre los sistemas de discursividad es el resultado deuna larga mutacin en la disciplina histrica que ha tenido lugar en la cultura

    europea del siglo XIX. Dicha mutacin en los estudios histricos consiste en la mo-dicacin del estatuto de los documentos. Los documentoshan pasado a ser parala historia monumentosque deben ser descritos en su propia dispersin. El do-

    1Cf. Dominique Lecourt, Para una crtica de la epistemologa.Mxico, Siglo XXI, 1978, p. 14.2Cf. Michel Foucault, La arqueologa del saber. Mxico, Siglo XXI, 2005, pp. 306-307.3El archivo,tal como lo comprende Foucault, es el sistema de la discursividad que conforma

    los lmites y las formas de la enunciacin, de la conservacin de los enunciados, de la memoria,reactivacin y apropiacin de lo dicho en una trama poltico-discursiva. Lapositividaden cambio de-signa la condicin de los enunciados que remiten a reglas de construccin de las formaciones dis-cursivas, son aprioris histricos. Finalmente la epistemees un espacio de dispersin de enunciadosque determinan la condicin de posibilidad de lo que puede ser pensable y lo que no puede serloen un periodo determinado, al interior de su conguracin epistemolgica.

  • 7/25/2019 Arqueologa Del Saber y Orden Del Discurso_ Un Comentario Sobre Las Formaciones Discursivas

    6/16

    EN-CLAVES del pensamiento, ao IV, nm. 7, junio 2010, pp. 47-61.

    Arqueologa del saber y orden del discurso 51

    cumentodel que se ocupaba el historiador, y en el que lea para describir elpasado, ha devenido a su vez un monumentoque el arquelogo debe describir,no tanto para reconstruir su historia y su origen, como para mostrar las grietas,los cortes y las rupturas que el propio monumentotestica. La arqueologa, queantes dependa de la historia y reconstrua el pasado que creamos leer en losmonumentos, se ha independizado y ha reclamado la autonoma de su propiocampo de estudio: la historia entonces es dependiente de la arqueologa.4stase separa de la historia de las ciencias en la medida que:

    1) Dene los discursos en tanto que prcticas y acontecimientos que obede-cen a reglas de formacin y no como los remitentes de signicados ocultos.La arqueologa no es una historia de los pensamientos, representacionese imaginarios que pueden leerse en los discursos. No es un mtodo delectura alegrica que describa los monumentoscomo documentosen losque las voces del pasado puedan ser odas e interpretadas. No se trata,pues, de una exgesis de los documentos. En este sentido podemosarmar que Foucault no es un representante de la hermenutica.

    2) La arqueologa dene los discursos en su especicidad; no sigue una te-leologa progresiva. Para sta el conocimiento no reside en la acumulacinde los descubrimientos ni en los saltos dialcticos de la conciencia en lahistoria. No se trata, por consiguiente, de ninguna clase de doxologaque relate el desarrollo del saber desde el largo murmullo del no saber.Por lo tanto, la arqueologa foucaultiana realiza una crtica explcita delconcepto ilustrado deprogreso.

    Como vemos, la arqueologa del saber no es una reconstruccin histricade los cdigos lingsticos, gramaticales, semiticos o semnticos del discurso;

    por estas razones Foucault no puede ser considerado como un estructuralista.La arqueologa del saber es la descripcin de los sistemas de discursividaden su dispersin, de los acontecimientos enunciativos que permiten identicar

    la unidad de un discurso (como lapsiquiatra, laeconoma poltica, lahistorianatural, etctera) mediante las reglas de formacin de los discursos y no me-diante el sistema de la lengua, entendido como la relacin diacrnica entre unsignicante, un signicado y su referente. El problema de la arqueologa del

    saberser individualizar las formaciones discursivas que conforman el campoepistemolgico de los saberes de una poca. Para Foucault existen cuatro

    4Cf. M. Foucault, op. cit., p. 11.

  • 7/25/2019 Arqueologa Del Saber y Orden Del Discurso_ Un Comentario Sobre Las Formaciones Discursivas

    7/16

    52 Donovan Adrin Hernndez Castellanos

    EN-CLAVES del pensamiento, ao IV, nm. 7, junio 2010, pp. 47-61.

    formas, cada una de ellas con sus variables y constantes, de denir la unidadde los saberes. Son las siguientes condiciones:

    1) La unidad de los discursos depende del juego de las reglas que posibilitanen un periodo la aparicin de objetos recortados por prcticas, ademsde las reglas de transformacin de esos objetos.

    2) La unidad de un discurso depende del conjunto de reglas que posibilitan,de manera simultnea y sucesiva, la descripcin perceptiva, as comosus instrumentos, para que se haga la reparticin de los enunciados; loscuales se apoyan unos a otros de maneras integradoras o excluyentes.

    3) La unidad de un discurso depende de la emergencia simultnea o sucesivaque separa y vuelve eventualmente incompatibles ciertos enunciados.

    4) Finalmente, la unidad de un discurso depende menos de la permanenciade los temas, imgenes u opiniones, que de la descripcin de su disper-

    sin debida a un campo de posibilidades estratgicas junto a prcticasno discursivas.5

    Una vez denidas estas cuatro formas de individualizar los discursos y de

    ubicar su unidad en la dispersin de los enunciados, podemos describir unaformacin discursiva por mera convencin.6Para ello es necesario determi-nar las reglas de formacin que posibilitan esos enunciados. Foucault describeestas reglas de formacin de la siguiente manera: Las reglas de formacin soncondiciones de existencia (pero tambin de coexistencia, de conservacin, de

    modicacin y de desaparicin) en una reparticin discursiva determinada.7

    Pasemos, pues, a denir rpidamente las cuatro reglas de formacin de losenunciados de los discursos.

    Formacin de los objetos

    a) Consiste en localizar las superfciesprimeras de la emergenciade los ob-jetos en una formacin discursiva; esto es: mostrar los emplazamientosenunciativos donde pueden surgir los objetos de un saber, para despusser asignados y analizados en los discursos.

    b) Consiste en describir las instancias de delimitacinde los objetos de unaformacin discursiva.

    5Cf. Ibid., pp. 62-63.6Cf. Ibid., p. 62.7Ibid., pp. 62-63.

  • 7/25/2019 Arqueologa Del Saber y Orden Del Discurso_ Un Comentario Sobre Las Formaciones Discursivas

    8/16

    EN-CLAVES del pensamiento, ao IV, nm. 7, junio 2010, pp. 47-61.

    Arqueologa del saber y orden del discurso 53

    c) Consiste en analizar sus rejillas de especifcacin; esto es: analizar lossistemas segn los cuales se separa, se opone, se entronca, se reagrupa,se clasica, se hacen derivar unas de otras los diferentes objetos de una

    formacin discursiva como objetos de saber.

    Formacin de las modalidades enunciativas

    a) Consiste en localizar la procedencia de los discursos al interior de las insti-tuciones y las prcticas discursivas.

    b) Consiste en describir los mbitosinstitucionales de los discursos.c) Consiste en denir las posiciones del sujeto por la situacin que le es po-

    sible ocupar en cuanto a los diversos dominios o grupos de objetos de unaformacin discursiva. Esto es: el sujeto es un emplazamiento posibilitadopor la discursividad.

    Formacin de los conceptos

    a) Consiste en describir la organizacin del campo de enunciados en el queaparecen y circulan los conceptos. Esto se logra al analizar las formas desucesiny las diversas ordenaciones de las series enunciativas, los tiposde dependenciade los enunciados, y sus esquemasretricos.

    b) La confguracin del campo enunciativoconsiste en analizar las formas decoexistencia de los enunciados. Entre los que hay campos de presencia,campos de concomitancia, as como dominios de memoria.

    c) Consiste en denir los procedimientos de intervencin que pueden serlegtimamente aplicados a los enunciados. Tales como: tcnicas de rees-crituracin, mtodos de transcripcin, modos de traduccin y mtodos de

    sistematizacin.

    Formacin de las estrategias

    Finalmente, la determinacin de las elecciones tericas realmente efectuadastambin depende de otra instancia; a saber, de la funcin que el saber debeejercer en un campo de prcticas no discursivas, en el campo de las estrategiasy las relaciones de fuerza.

    Por estas razones es que Foucault arma que es imposible hablar de cual-quier cosa en cualquier poca. Las formaciones discursivas son complejas y laaparicin de los enunciados depende del complicado entretejido de las sucesi-vas reglas de formacin de los objetos, de las modalidades enunciativas, de la

  • 7/25/2019 Arqueologa Del Saber y Orden Del Discurso_ Un Comentario Sobre Las Formaciones Discursivas

    9/16

    54 Donovan Adrin Hernndez Castellanos

    EN-CLAVES del pensamiento, ao IV, nm. 7, junio 2010, pp. 47-61.

    formacin de conceptos y de la formacin de estrategias mediante las cualesel saber se introduce en las prcticas y posibilita tambin la conformacin demicrofsicasdel poder. La arqueologa del saber es por lo tanto un anlisis deldiscurso que no busca sus leyes de construccin (sintcticas o semnticas) enel cdigo de la lengua, sino en sus condiciones de existencia, en su ejercicio;para Foucault el discurso es un campo prctico, un lugar de accin, un puntode emergencia de acontecimientos. Por otra parte si no hay libertad real parapensar, esto se debe a que hay otras formas de sujecin de la discursividad que,sin dejar de suponer estos sistemas arbitrarios de reglas, actan sobre nuestrosdiscursos regulando sus efectos, mediante instituciones y procedimientos queintroducen las relaciones de poder al anlisis. Pues el discurso tambin est enel orden de las leyes. A partir de la concepcin estratgica de las formacionesdiscursivas entra el registro poltico del archivocon todas sus fuerzas; puestoque una vez que se ha identicado el discurso como una prctica inserta en

    un campo de prcticas, acciones y conictos, podemos llegar a percibir su di-mensin agonaly no slo heurstica. Habr que concluir entonces que hay unorden social especco y propio que regula la conictualidad del discurso en su

    dimensin de acontecimiento. ste es el orden del discurso.

    El orden del discurso

    En su conocida leccin inaugural para la ctedra de historia de los sistemas depensamientosen el Colegio de Francia, Foucault sostuvo ante la mirada atentade su auditorio lo siguiente: supongo que en toda sociedad la produccin del dis-curso est a la vez controlada, seleccionada y redistribuida por cierto nmero deprocedimientos que tienen por funcin conjurar sus poderes y peligros, dominar

    el acontecimiento aleatorio y esquivar su pesada y temible materialidad.8

    El discurso entonces es un campo de existencia annimo donde el sujetoconstitutivopensado por la losofa desaparece.9La discursividad, pues, es un sis-tema arbitrario de reglas que norman la produccin del saber, centralizandosus efectos de verdad y sus efectos de poder.10Ambos efectos performativos

    8M. Foucault, El orden del discurso. Barcelona, Tusquets, 2005, p. 14. 9Cf. Frdric Gros, Michel Foucault. Buenos Aires, Amorrortu, 2007, p. 75. Con la expresin

    sujeto constitutivopensamos de manera muy general en todas las losofas modernas que, de

    Descartes a nuestros das, hacen de la subjetividad o del hombre el elemento constitutivo o fundantede la accin poltica, del conocimiento y de las prcticas artsticas. Vase M. Foucault, La verdady las formas jurdicas, en Estrategias de poder. Barcelona, Paids, 1999, pp. 169-281.

    10Conviene destacar que cuando hablamos de efectos de verdad no defendemos una postura

  • 7/25/2019 Arqueologa Del Saber y Orden Del Discurso_ Un Comentario Sobre Las Formaciones Discursivas

    10/16

    EN-CLAVES del pensamiento, ao IV, nm. 7, junio 2010, pp. 47-61.

    Arqueologa del saber y orden del discurso 55

    de los actos de habla son el objeto de una serie de regulaciones que funcionanen las formaciones discursivas medianteprocedimientosmuy denidos. Foucaultllama orden del discursoa la implementacin de las instituciones (entre ellas lalengua como institucin por excelencia) de estosprocedimientos. De maneramuy esquemtica podemos distinguir tres tipos de procedimientos que regulanel discurso en su dimensin de acontecimiento. Los primeros son losproce-dimientos de exclusin. El ms evidente es lo prohibido, la interdiccin, quepesa particularmente sobre los temas de la sexualidad y la poltica. Tambinse encuentra el rechazo o la segregacin de los discursos en la relacin con laalteridad: se trata de la oposicin entre razn y locura, analizada por Foucault enotros trabajos. Hay que considerar tambin a la voluntad de verdado voluntadde saber, un dispositivoque organiza el campo de los enunciados cientcos oenunciados sobre la verdad, cuya historia Foucault encuentra en el discursode los poetas griegos del siglo VI,que decida sobre la justicia profetizando elporvenir y contribuyendo a su realizacin; un siglo ms tarde (con Platn) la ver-dad no radicara en lo que el discurso haca, sino en lo que deca, en el enun-ciado mismo con independencia del acto ritualizado.11

    Por consiguiente tenemos tres subsistemas de exclusin: la palabra prohibi-da, separacin entre razn y locura y la voluntad de verdad. Por otra parte, en laleccin inaugural del Colegio de Francia, Foucault describe los procedimientosque se ejercen al interior del propio discurso. Para el pensador francs stos sonprocedimientos internos, puesto que son los discursos mismos los que ejercensu propio control; procedimientos que juegan un tanto en calidad de principiosde clasicacin, de ordenamiento, de distribucin12de enunciados. Entre ellosFoucault destaca el comentario, donde el nuevo enunciado no se encuentraen la invencin, sino en el acontecimiento de su retorno, en la repeticin deun enunciado anterior en una larga exgesis. Pero tambin la funcin del autor,

    que pasa por ser la autoridad ltima del sentido real asignable a un texto. Ambos,

    relativista en la losofa de la historia, ni un pluralismo rampln y simplista. Por el contrario, esta

    nocin realiza un distanciamiento crtico con respecto de la concepcin tradicional de la verdadque la dene de manera muy general como la adecuacin del discurso al ser. En cambio, Foucault

    opta por sealar el peso que las reglas de construccin de los enunciados han desempeado en suproduccin histrica. En este sentido la verdad no debe ser pensada como la norma constituyente deldiscurso cientco y de su anlisis, sino que ms bien, como sugiere Philippe Sabot, debe ser des-crita como el efecto de una disposicin del saber que determina histricamente los criterios de va-lidacin cientca en el orden del discurso. Cf. Philippe Sabot, Para leer las palabras y las cosasde Michel Foucault. Buenos Aires, Nueva Visin, 2007, p. 14.

    11Cf. M. Foucault, El orden del discurso. Barcelona, Tusquets, 2005, p. 20.12Ibid., p. 25.

  • 7/25/2019 Arqueologa Del Saber y Orden Del Discurso_ Un Comentario Sobre Las Formaciones Discursivas

    11/16

    56 Donovan Adrin Hernndez Castellanos

    EN-CLAVES del pensamiento, ao IV, nm. 7, junio 2010, pp. 47-61.

    el comentario y la funcin-autor, imponen una identidadal discurso bajo la formade la repeticin de lo dicho o de la individualidad del yo. Finalmente, el tercersubsistema de estosprocedimientos internoslo conforma la disciplina, que noes entendida todava como una tecnologa poltica que se aplica a los cuerposindividuales para volverlos obedientes y productivos,13 sino que es descritacomo un sistema annimo que norma la construccin de nuevos enunciados.La disciplina de los saberes acadmicos es entonces una maquinaria que regulala produccin del discurso cientco.14

    Por ltimo Foucault identica un tercer conjunto de relaciones de poder queregulan la distribucin de los discursos en el cuerpo social: losprocedimientosde enrarecimiento de los sujetos que hablan. stos no dominan los poderes deldiscurso, sino que determinan sus condiciones de utilizacin, imponiendo a losindividuos cierto nmero de reglas (por ejemplo, el uso de criterios para citar

    documentos en una exposicin cientca, losca o ensaystica) e impidiendo,

    por otra parte, el acceso universal al discurso, restringiendo su entrada. Unejemplo de ello, propuesto por el propio Foucault, son los sistemas escolares,los cuales denen criterios para ingresar a los grupos sociales al dominio de

    ciertos saberes, excluyendo de ellos a otros sectores sociales.15

    Estos tres procedimientos de sumisin de los discursos son las condicionesde la logofobia en nuestras sociedades. Sin embargo esta condicin puede serrebatida mediante tres estrategias metodolgicas para el anlisis de los discur-sos; a saber: 1) replantear nuestra voluntad de verdad; 2) restituir al discursosu carcter de acontecimiento (con efectos performativos incalculables); y 3)

    borrar la soberana del signicante.16Hacer una historia poltica de la verdad yrestituir a los enunciados su carcter histrico-performativo (en vez de buscar-los en estructuras que organizan la lengua) ser la tarea de la genealoga, queFoucault recupera del pensamiento nietzscheano.17Rpidamente diremos

    13Cf. M. Foucault, Vigilar y castigar. Mxico, Siglo XXI, 2003, p. 33.14Cabe mencionar que Foucault sigue ntegramente los criterios con los cuales elabor el tema

    de la autora en su conferencia ante la Sociedad Francesa de Filosofa; este texto fue publicado conel titulo de qu es un autor?Esa comunicacin resulta de gran importancia, pues en ella Foucaultelabora el concepto de instauracin de discursividades. A su manera, tambin Foucault podra serun instaurador de discursos como lo fueron Marx, Freud y Nietzsche.

    15Cf. M. Foucault, El orden del discurso. Barcelona, Tusquets, 2005, p. 45.16Ibid., p. 68.17A partir de 1887 la palabra genealoga fue presentada por Nietzsche como su mtodo

    crtico-lolgico para historizar los valores de la metafsica. Su nalidad era hacer una crtica de

    los valores para mostrar que no eran trascendentes, sino que eran el resultado de una serie deprocesos histricos y de mecanismos sociales muy especcos. La crtica nietzscheana a los valores

  • 7/25/2019 Arqueologa Del Saber y Orden Del Discurso_ Un Comentario Sobre Las Formaciones Discursivas

    12/16

    EN-CLAVES del pensamiento, ao IV, nm. 7, junio 2010, pp. 47-61.

    Arqueologa del saber y orden del discurso 57

    que la genealoga es una estrategia anti-metafsica que busca laprocedenciay las condiciones de emergenciadeprocedimientoshistricamente acaecidos,distinguindolos de las fnalidadesque diversas luchas les han asignado ensucesivos procesos de debelacin, al imponerles una relacin de fuerza.

    Este trabajo genealgico sobre el acontecimiento, que se desmarca de lahistoria en la medida en que no estudia un periodo sino que trata un problema,es necesario para desarrollar una analtica del poder sobre las objetivacionesde la teora poltica. Foucault denomina de esta forma a la prctica terica, que sebasa en las estrategias de resistencia contra diferentes tipos de poder en su mo-mento inicial, como punto de partida de sus anlisis. Un trabajo necesario para es-tablecer crticamente las relaciones entre racionalidad y poder, as como para de-nir el dominio especco que forman las relaciones de poder, al determinar los

    instrumentos que permiten analizarlo.De tal forma que la analtica del poder ser una forma de historizar el presen-

    te para delinear la cartografa poltica de nuestro tiempo, preguntndose siemprepor el modo de circulacin de las relaciones de poder en nuestras sociedades.En este sentido, la pregunta poltica de la analtica desarrollada por Foucaultes cmo se ejerce el poder? y no qu es el poder? Pregunta a la que se suele

    responder con modelos institucionales o jurdicos. Para Foucault, la teora polticaes una conceptualizacin esencialista que estructura el anlisis del poder enuna disyuntiva como la siguiente: o bien el poder es represivo y restrictivo, porlo cual adopta la forma de la ley y del consenso (modelo legal estructurado en lapregunta qu es lo que legitima el poder?), o bien es isomorfo a la economa y

    por consiguiente desempea la funcin formal de ser un instrumento de la cla-se dominante (modelo institucional que gobierna la pregunta qu es el

    Estado?)18En ambos casos, argumenta el pensador francs, la especicidad y

    la materialidad de las relaciones de poder resultan invisibilizadas por la teora

    al plantearse preguntas metafsicas para cuestiones polticas.Sin embargo, podemos preguntarnos cul es la relacin que la analtica delpoder establece entre las formaciones discursivas, que organizan los saberesdominantes, y el orden del discurso, que regula la performatividad de las discur-sividades (incluso de las locales y sometidas); o es que ambos procedimientos

    de control y de formacin de los discursos son equiparables entre s? ParaFoucault esta relacin se da de la siguiente manera:

    pone en evidencia que estos forman parte de la estructura nihilista de la historia de la metafsicaen Occidente.

    18Cf. M. Foucault, El sujeto y el poder, en Hubert L. Dreyfus y Paul Rabinow, Michel Foucault:ms all del estructuralismo y la hermenutica. Buenos Aires, Nueva Visin, 2001, p. 242.

  • 7/25/2019 Arqueologa Del Saber y Orden Del Discurso_ Un Comentario Sobre Las Formaciones Discursivas

    13/16

    58 Donovan Adrin Hernndez Castellanos

    EN-CLAVES del pensamiento, ao IV, nm. 7, junio 2010, pp. 47-61.

    La formacin regular del discurso puede integrar, en ciertas condiciones yhasta cierto punto, los procedimientos de control (es lo que pasa, por ejem-plo, cuando una disciplina toma forma y estatuto de discurso cientco); e

    inversamente, las guras de control pueden tomar cuerpo en el interior de

    una formacin discursiva (as, la crtica literaria como discurso constitutivo del

    autor): as pues, toda tarea crtica que ponga en duda las instancias de controldebe analizar al mismo tiempo las regularidades discursivas a travs de lascules se forman; y toda descripcin genealgica debe tener en cuenta los l-mites que intervienen en las formaciones reales. Entre la empresa crtica y laempresa genealgica la diferencia no es tanto de objeto o de dominio comode punto de ataque, de perspectiva y de delimitacin.19

    De la misma manera podemos decir que entre la arqueologa del saber y lagenealoga del poder la diferencia no son los objetos o los lugares de ataque,sino la perspectiva y el campo de delimitacin. Mientras la arqueologa descri-be el archivo de los sistemas de pensamiento que organizan las hegemonasepistemolgicas de nuestro tiempo, la genealoga estudia las relaciones entreesas discursividades y su interrelacin con otro tipo de procedimientos de poderque se ejercen sobre el cuerpo social.

    Conclusin: vigencia de Michel Foucault

    En nuestro tiempo se ha discutido, con una intensidad pocas veces vista enel mbito de la teora, acerca del papel emancipatorio y contestatario de lasproblematizaciones hechas por Michel Foucault en el campo de los saberes.Sin embargo, la sospecha de una cierta clausura de los procesos libertarioscontemporneos sigue pesando sobre sus polmicas intervenciones sobre la

    actualidad, generando posiciones y distanciamientos alternos y ambivalentesen la recepcin de su obra. Una pregunta parece caer por su propio peso:qu debemos hacer con Foucault? Entre los que se empean en olvidarlo y

    quienes plantean alianzas estratgicas contra el enemigo comn (el capitalis-mo), parece haber un acuerdo tcito: relegar las herramientas de la analticadel poder a una especie de limbo, a su tratamiento en la erudicin, al goce delos estetas. Pues Foucault, se dice, no nos ayudar a hacer la revolucin, ni asoar con sociedades perfectas. Pero ello signica necesariamente el n de

    la imaginacin poltica? Ms all de la nostalgia, real o asumida, de la crisis

    19M. Foucault, El orden del discurso. Barcelona, Tusquets, 2005, pp. 64-65.

  • 7/25/2019 Arqueologa Del Saber y Orden Del Discurso_ Un Comentario Sobre Las Formaciones Discursivas

    14/16

    EN-CLAVES del pensamiento, ao IV, nm. 7, junio 2010, pp. 47-61.

    Arqueologa del saber y orden del discurso 59

    de los relatos, lo cierto es que las tareas de la crtica de la razn poltica, lejos dehaberse difuminado en medio de la festividad postmoderna, se han visto refor-zadas y multiplicadas por el desarrollo de formas de dominacin globales y dehegemonas que rebasan el mbito de accin de las fuerzas estatales. Des-de las prisiones hasta la gestin biopoltica de las poblaciones, el poder se haglobalizado junto con los mercados; y en los recientes aos ha dado muestrasespectaculares de su presencia en el escenario mundial. Por ello es necesarioinsistir nuevamente en que la utopa de las sociedades informatizadas no hasuperado las relaciones de poder que se crean aejas; clara muestra de ello esla persistencia, terca para muchos, de las guerras y los conictos armados entrelas sociedades occidentales y los pases de Oriente prximo. La persistenciadel conicto y de la crisis del sistema econmico dominante, menos que de

    choques entre civilizaciones, nos habla de un recrudecimiento de la dominacinque no da seales de su prxima desaparicin. Al parecer la crisis sigue siendo

    el nombre del capitalismo.Sin embargo, en los momentos de peligro, hay oportunidades para el de-

    sarrollo de la crtica. En esta medida, sabemos que las relaciones de poderms recrudecidas de la modernidad europea (el fascismo y el nazismo) dieron

    lugar a pensamientos estratgicos y crticos que contrarrestaban la evidenciade la racionalidad unilateral (hegemnica) del sistema, al postular y ejecutar laevidencia de una crtica de la razn poltica, como la hemos llamado. Bajo estenombre no tratamos de invocar ningn discurso global que ponga en cuestin eldesenvolvimiento dialctico de constantes antropolgicas (tales como la racio-nalidad y el trabajo), sino el ejercicio atento que describe los procedimientos queejercen el poder en focos locales de conicto, con racionalidades especcas,a los que los individuos se enfrentan en sus luchas cotidianas. Este posiciona-miento estratgico frente a la racionalidad hegemnica de las discursividades

    imperantes es lo que mantiene vigente el pensamiento de Foucault. Por ello suanlisis del discurso, como l lo llama, es una herramienta poltica y no sloepistemolgica. Su ecacia reside en localizar los enclaves entre el saber y la

    dominacin, renando sus herramientas y mostrando que la discontinuidad his-trica es constitutiva de nuestra experiencia poltica. En ltima instancia, quotra cosa se propone Foucault sino mostrar lapoltica de verdadque construyea prioriel contenido de nuestros dichos, los enunciados en los que presumimosrevelarnos a nosotros mismo al tiempo que otorgamos sentido a las cosas enel mundo? Lapoltica de la verdadconstrie de manera especca la posibili-dad del reconocimiento intersubjetivo, as como los mbitos institucionales enlos que se desenvuelven nuestras vidas. Desujetarsede estas relaciones depoder que nos asignan identidades particulares es la funcin de la crtica,

  • 7/25/2019 Arqueologa Del Saber y Orden Del Discurso_ Un Comentario Sobre Las Formaciones Discursivas

    15/16

    60 Donovan Adrin Hernndez Castellanos

    EN-CLAVES del pensamiento, ao IV, nm. 7, junio 2010, pp. 47-61.

    as como del anlisis de los discursos pblicos o cientcos que constituyen ydelinean la trama en la que nos desempeamos.20

    La crtica entonces no se reduce al establecimiento de los lmites de la raznfrente a la experiencia, ni a la condena de la racionalidad terica por su perver-sin como totalitarismo; por el contrario, toma la forma de prcticas y ejerciciosdiscontinuos que describen los sistemas de pensamiento, las relaciones de podery las formas de subjetivacin que moldean la experiencia y el presente. Trabajoterico que se cumple comoproblematizacinde la actualidad. Diagnosticar elpresente y mostrar la regionalidad de las luchas ser la tarea de esta crticapoltica. Su condicin ser el anlisis de las formas dominantes del discurso yla performatividad agonalque los constituye. La condicin poltica del archivoser determinante para la arqueologa de los saberes y la genealoga de lospoderes que parten del ejercicio de la resistencia como modelo para la prcticaterica que llamamos analtica del poder.

    Haciendo uso de ese pensamiento estratgico, Foucault muestra que lacondicin para el ejercicio del poder es la alteridad y la prctica de la libertad.En sus palabras:

    [] una relacin de poder slo puede articularse sobre la base de dos ele-mentos que son cada uno indispensable si se trata realmente de una relacinde poder: ese otro (sobre quien se ejerce una accin de poder) debe ser

    enteramente reconocido y mantenido hasta el n como una persona que ac-ta; y que, ante una relacin de poder, se abra todo un campo de respuestas,reacciones, resultados y posibles invenciones.21

    Las relaciones entre el poder y la resistencia fundamentan el agonismo dela libertad, que no es ni su agotamiento ni su adelgazamiento, sino la condicinpropia de la tensin entre estrategias de resistenciay estrategias de poder,

    entre la salvaguarda de la diferencia y su gestin en rdenes cada vez mscentralizados y omnipresentes. En este sentido, resistir a la opresin es ejercerel poder. La resistencia no es el otro del poder, su negacin, ni su inveterado

    20En sus conferencias sobre el texto de Kant, tituladas Sobre la ilustracin, Foucault llega adeterminar que la crtica, en el sentido en que l la encuentra conformada en Europa desde el sigloXVII, posee una genealoga poltica que marcha en una direccin distinta a la que el lsofo de

    Knigsberg le haba asignado. Si para Kant la crtica se realiza mediante el juicio, para Foucault lacrtica se la encuentra sobre todo en la resistencia: crtica es entonces estrategia de desujetacinfrente a relaciones de poder especcas que someten a los individuos en dominaciones locales o

    globales. Cf.M. Foucault, Sobre la Ilustracin.Barcelona, Tecnos, 2003, p. 11.21M. Foucault, El sujeto y el poder, ibid., p. 253.

  • 7/25/2019 Arqueologa Del Saber y Orden Del Discurso_ Un Comentario Sobre Las Formaciones Discursivas

    16/16

    EN-CLAVES del pensamiento, ao IV, nm. 7, junio 2010, pp. 47-61.

    Arqueologa del saber y orden del discurso 61

    rechazo. Por ello las estrategias de resistencia locales no son el abandono de lapoltica. Es indudable, como han sealado los defensores de la macropolticade antao, que sin la resistencia es imposible el ejercicio del poder, que esta re-fuerza las armas de aqul; pero tambin es cierto que el poder se desgasta,pierde efectividad, y que con este desgaste logrado en las batallas cotidianaspodemos encontrar ancos abiertos por los cuales transitar. Abrir esos espacios

    y desarrollarlos ser labor de la crtica y la prctica poltica de quienes resisten,desde la discursividad o desde otros mbitos de la praxis, el embate inmediato delpoder en nuestras vidas.

    Por estas razones la actualidad de Foucault sigue a la orden del da. Sinembargo, y precisamente por ello, la preocupacin debe permanecer; puesbastar con describir los sistemas de pensamiento que rigen nuestras vidaspara poder librarnos de ellos? El anlisis del discurso ser, sin duda, una he-rramienta fundamental en la tarea de la crtica por venir; por ello su desarrollo

    es indispensable para los tericos que estudian el impacto de la dominacinpoltica, econmica, tnica o de gnero sobre la alteridad. Si bien Foucault noresolvi todas las dudas y los problemas con los que su pensamiento irrum-pi en la escena de la modernidad, la capacidad de problematizacin que sutrabajo nos ha heredado puede contribuir a establecer frentes en pro de laemancipacin; toda vez que la nalidad de la analtica del poder es establecerfrentes de solidaridad contra las relaciones jerrquicas y verticales. El estudiode las formas del discurso pblico y sus efectos de poder ser, entonces, uninstrumento ms que podremos usar de la caja de herramientas que constituyeel pensamiento foucaultiano. La crtica del orden del discursoes una tarea quetodava est por hacerse.

    Fecha de recepcin: 11/09/2009

    Fecha de aceptacin: 21/01/2010