ARQUITECTURA Y PATRIMONIO - fnac-static.com

11
ARQUITECTURA Y PATRIMONIO Éditions OUEST-FRANCE Texto: Édouard Maret Fotografías: Hervé Ronné Traducción: id2m SAINT-MALO

Transcript of ARQUITECTURA Y PATRIMONIO - fnac-static.com

Page 1: ARQUITECTURA Y PATRIMONIO - fnac-static.com

ARQUITECTURA Y PATRIMONIO

Éditions OUEST-FRANCE

Texto: Édouard MaretFotografías: Hervé Ronné

Traducción: id2m

SAINT-MALO

Page 2: ARQUITECTURA Y PATRIMONIO - fnac-static.com

2 3

ÍNDICE

La embarcación Étoile du Roy, Réplica del S. XVIII, es una bella fragata corsaria que se encuentra amarrada en el embarcadero de Duguay-Trouin.

Introducción • 4

Los orígenes de Saint-Malo • 5

Saint-Malo se distingue • 8

Una patria de ilustres hombres • 12

Símbolos e identidad • 18

Una arquitectura defensiva • 22

Una estación balnearia • 28

Saint-Malo en la Segunda guerra mundial • 34

Saint-Malo, villa portuaria • 38

Recomendaciones • 42

Page 3: ARQUITECTURA Y PATRIMONIO - fnac-static.com

54

INTRODUCCIÓN

Saint-Malo es una villa histórica. Su alma es eterna. También es un puerto. La villa corsaria vio nacer a Jacques Cartier, Robert Surcouf, Chateaubriand, Duguay-Trouin, Lamennais

y Mahé de La Bourdonnais. También fue cuna de otros muchos personajes importantes que descansan en paz en sus cementerios. Una villa que se expande mucho más allá de la roca en la que fue fundada.

Saint- Malo nació de la fusión con sus vecinos, Paramé y Saint-Servan, en octubre de 1967, cuando la villa se marcó una nueva ambición. Este poderoso territorio debía consolidarse, y para ello necesitaba la fuerza y el temperamento de sus ilustres hombres, así como sus obras.

Sus periplos, sus ideas y una visión muy propia de los insulares los llevaron a abrirse al mundo para desarrollar una audaz economía. Fueron armadores, negociantes e intelectuales, en definitiva, artesanos de la famosa villa, cuyo atractivo turístico seduce más allá del tiempo.

Este es el Saint-Malo que deseamos mostrarle. Un Saint-Malo construido a lo largo de los siglos y destruido en tan solo unas horas. para ser reconstruido durante más de una década.

En julio de 1948, Pierre-Henri Teitgen, entonces ministro de las Fuerzas armadas, entregó a la villa la Legión de honor francesa y la Cruz de guerra, así como la Palma de bronce. Esta última, que acompaña a las dos distinciones anteriores, pone de relieve el comportamiento de sus habitantes durante la Segunda guerra mundial, en la que «escribieron una nueva página de gloria».

En un principio, Saint-Malo era una roca y una isla. (©AKG images, anónimo)

Playa de Môle, muy visitada por las familias.

AARON

En un principio, Saint-Malo no existe. En efecto, la roca, como se denomina en la actuali-dad esta villa fortificada, es una roca azotada por el viento sin campanario, ni castillo, ni murallas. Sigue así hasta que un monje bretón desembarca en la Costa Esmeralda (cuyo nombre se debe a un

LOS ORÍGENES DE SAINT-MALO

poeta e historiador local, Eugène Herpin, nacido en 1860 y fallecido en 1942, que designó así la banda litoral francesa que va desde Cancale hasta el cabo Fréhel). Dicho monje se llamaba Mac Low (o Maclou). Era discípulo de Brandan. Y fue acogido por el eremita Aaron. Este último dio nombre a una plaza situada en el punto culminante de la roca, Saint-Aaron.

Page 4: ARQUITECTURA Y PATRIMONIO - fnac-static.com

6 7

MAC LOWAaron fue el primer habitante de esta roca.

Le dio nombre hasta que éste fue sustituido por Saint-Malo. Sin embargo, fue Mac Low el que le dio su nombre definitivo cuando sus reliquias, en

Aaron d’Alet, por Alphonse le Hénaff. (Catedral de Rennes, © Wikimédia Commons - GO69)

Alet, donde se encuentra el memorial de la Segunda guerra mundial.

un principio conservadas en Saintes, donde había sido inhumado, fueron llevadas a la región del Rance, en concreto a Alet.

ALET

Es un lugar pintoresco. Desde lo alto, sus vistas a la bahía de Saint-Malo justifican sin duda la visita. Este lugar conserva aún estigmas de la historia, especialmente de los duros combates que aquí se libraron en la Segunda guerra mundial. En el siglo vi, Alet cuenta con una sociedad humana organizada bajo la influencia de inmi-grantes provenientes casi en su totalidad del otro lado del canal de la Mancha. Dicha organización social condujo a la llegada de una diócesis en el siglo ix, lo que confirió a Alet el papel de capital religiosa. A mediados del siglo xiii, la sede del obispado se transfiere a la isla de Saint-Malo (que ya en esta época era una península, puesto que un istmo de arena, denominado «el surco», la unía a tierra firme). JEAN DE CHÂTILLON

Alet no desaparece con el tiempo. No obs-tante, entra en un letargo del que posteriormente despertará y los siglos la protegerán de un ador-mecimiento fatal. Desde el siglo xiv, Alet cuenta con la protección de la torre Solidor y de la nueva villa fortificada que la defiende por su parte norte. Alet y Solidor, que a menudo visitantes y turistas pasan por alto en la actualidad, aportan encanto y autenticidad histórica a este lugar.

Jean de Châtillon, elegido obispo en 1144, fue quien otorgó el rango de villa a lo que hasta entonces no había sido más que un recinto monás-tico. Este impulso resultó vital. Por ello podemos afirmar que Jean de Châtillon fue el segundo fundador de Saint-Malo. Fallece en 1163.

NI BRETONES, NI FRANCESES

El dominio del obispo es tal que el derecho de asilo de la catedral se amplía al conjunto de la villa. Esto hace que se genere rápidamente una población de renegados, granujas, marginados y

proscritos que, más adelante, se reunirán bajo un mismo lema: «Ni bretón, ni francés: malouino soy yo» Todos ellos convierten a Saint-Malo en una villa muy dinámica, dado que forman una pobla-ción muy unida a la labor de marineros, comer-ciantes y artesanos que van saliendo lentamente de la sombra. Esto genera codicia, de la que deberán defenderse los malouinos del siglo xiv. Para ello, necesitan más defensas alrededor de la villa. Pero se las deniegan. Y esto genera un levantamiento en 1308, que finaliza con la efímera creación de un municipio libre. Más adelante, los malouinos crean la república de Saint-Malo, que durará cuatro años.

Jean de Châtillon, verdadero fundador de la villa malouina, por Alphonse le Hénaff. (Catedral de Rennes, © Wikimédia Commons - GO69)

Lo que queda de la catedral de Saint-Pierre de Alet.

Page 5: ARQUITECTURA Y PATRIMONIO - fnac-static.com

8

SAINT-MALO SE DISTINGUE

UNA REPÚBLICA

La villa se enriquece en el siglo xvii y sus habitantes continúan fieles a su lema. El 11 de marzo de 1590, para dejar claro su carácter específico e independiente, se erigen como repú-blica. De este modo expresan su rechazo al rey

Enrique IV de Francia (Enrique III de Navarra), quien busca apoyos entre sus adversarios natos: los ingleses. Unos ingleses que son devueltos al mar en varias ocasiones, tras numerosas tentativas de desembarco con el fin de tomar la ciudad en noviembre de 1693, julio de 1695 y septiembre de 1758.

8 9

El corso revelará al mundo entero a dos de los hijos más valerosos de Saint-Malo: René Duguay-Trouin y Robert Surcouf.

El corso es la actividad de los corsarios, a los que no debe confundirse con piratas, que son bandidos de alta mar sin fe ni ley que eran ahorcados de inmediato.

Los corsarios, por su parte, son marinos legales que solamente actúan en tiempo de guerra pro-tegidos por una «patente de corso» otorgada por la autoridad real (o republicana, o imperial, según la época). Los malouinos son muy puntillosos con este matiz, que aún en la actualidad sigue siendo mucho más que eso.

LA COMPAÑÍA DE INDIAS

Cuando pasee por la villa, no deje que su imaginación quede anclada en el corso. En aquella época, la mar fue también escenario de periplos mucho más largos hacia los mares del sur. Como consecuencia de ellos, el reino de Francia recibió numerosos ingresos que permitieron realizar inversiones de capital. Este periodo continúa con La torre Solidor, junto a la cual se encuentra una réplica

de la cruz erigida por Jacques Cartier en Gaspé.

EL CORSO

La aparición de una coyuntura económica internacional menos favorable, debida a sucesos políticos a los que el reino de Francia no es ajeno, lleva a la villa corsaria a diversificar sus actividades portuarias. Así aparece el corso. Se trata de una técnica naval. Consiste en que un navío y su tri-pulación ataquen buques mercantes considerados enemigos.

Cézembre, la isla mártir, es ideal para amantes del sol o de la historia.

La captura del navío Kent por la embarcación La Confiance, armada por Surcouf, por Ambroise Louis Garneray. (Museo de La Roche-sur-Yon, © Wikimédia Commons – CC-BY-SA 3.0)

Page 6: ARQUITECTURA Y PATRIMONIO - fnac-static.com

10 11

la fundación de la Compañía de Indias por Colbert en 1664. En 1715, pasó a llamarse la Compañía de las Indias orientales de Saint-Malo, un nombre que mantendría durante una década. El monopolio del comercio oriental amplía el espacio marítimo y comercial de quienes pasan a denominarse los Señores de Saint-Malo.

La influencia malouina llega entonces hasta el Océano Índico y queda claramente ilustrada por otro hijo del lugar: François Mahé de La Bourdonnais (1699-1753), cuyo nombre quedará por siempre ligado a la Compañía de Indias y a la función de gobernador de las islas Mauricio y Reunión.

LOS MARINEROS DE TERRANOVALa pesca es la base de la economía del puerto

de Saint-Malo y los marineros de Terranova se instalan en él. Esta actividad es una de las bases de la expansión económica local en los siglos xvi y xvii. A lo largo del siglo xvii, cada año parten entre cuarenta y ochenta veleros cargados de sal para volver varios meses después cargados de bacalao. Es en esta época cuando se abre realmente el cua-derno de bitácora de la pesca de altura malouina.

El auge económico y comercial del siglo xviii aporta a la villa una gran población que conoce un periodo de auge. Estos flujos se deben a que, antes de partir hacia Terranova, miles de marinos frecuentan las estrechas callejas de la villa y visitan famosos cabarets como «La pía bebedora» o «El gato bailarín». Algunas calles de la villa corsaria aún tienen nombres que se hacen eco de estos locales.

CORSARIOS, NO PIRATAS

Aún en la actualidad, en Saint-Malo, este matiz marca la diferencia. Piratas y corsarios son aventu-reros de los mares en busca de embarcaciones que capturar, pero los primeros se encuentran fuera de la ley, mientras que los segundos tienen legitimidad real. Armadores y tripulantes corsarios se encuen-tran asociados mediante un sistema de contratos de fletamento (que dan fe de la existencia de un acuerdo de fletamento marítimo). Su objetivo, por

lo tanto, es noble. El corsario no saquea, sino que confisca. Todo es cuestión de matices. Confisca legalmente. Para los malouinos, es importante marcar la diferencia. Y no le diga nunca a nadie que sus ancestros eran piratas. Nunca critican a piratas como Borgnefesse (tuerto-trasero), Boit-sans-soif (bebe sin sed), Roi-des-Manchots (rey de los mancos) o Capitaine Je-Pique (capitán yo afano), pero recuerdan con cariño a corsarios como Magon, Danycan, Beauvais, Le Fer, Duguay-Trouin o Surcouf.

LAS «MALOUINIÈRES» O RESIDENCIAS DE ARMADORESEn este periodo eclosionan residencias cons-

truidas en zonas más tranquilas, alejadas de las orillas del mar. Se denominan «malouinières» y algunas de ellas aún conservan todo su esplendor e incluso se abren al público en verano o con motivo de eventos patrimoniales o culturales. Se trata de residencias de arquitectura imponente situadas a orillas del río Rance o en el camino de Cancale.

La «malouinière» de Bos vista desde el río Rance.

Son pocos los negocios que no cuentan con este tipo de diseño típico de la historia local.

Saint-Malo, al igual que Cancale, fue puerto de marineros que se dirigían a Terranova y Cabo de Hornos.

Page 7: ARQUITECTURA Y PATRIMONIO - fnac-static.com

ROBERT SURCOUF

Es el último gran corsario malouino. Fue uno de los principales armadores de la villa en la época de la Restauración. Amasó su fortuna a lo largo de múltiples abordajes, el más célebre de los cuales tuvo lugar el 7 de octubre de 1800. Constituye el summum corsario. Se trata de la captura del Kent, uno de los más bellos navíos de la Compañía de Indias, por parte de una embarcación comandada por el malouino. Ciento treinta corsarios hacen capitular a ciento treinta y siete marinos ingleses y logran un triunfo histórico. La captura es impresio-nante. Tanto, que Surcouf puede jubilarse cuando

12 13

tan solo cuenta con 28 años de edad. Surcouf nació en 1773 en Saint-Malo. Se cree que nació en la calle del «Gato bailarín». Falleció en 1827. Sus restos descansan en el panteón familiar del cementerio de Rocabey.

La supuesta residencia natal del corsario con-serva su escalera de balaustrada y se encuentra cerca de la Escuela nacional de la marina mercante, justo encima de la playa Malo. Robert Surcouf era conocido como un gran marino, pero también era un hombre de gran aplomo.

Se cuenta la anécdota de que un oficial inglés quería humillarlo diciéndole:«¡Los franceses luchan por dinero, mientras que nosotros, los ingleses, luchamos por honor! », y él le respondió: «¡Y qué quiere! Cada uno lucha por aquello de lo que carece. ».

Desde mayo de 2000, la villa de Saint-Malo apadrina la fragata furtiva de la Marina nacional, llamada Surcouf.

RENÉ DUGUAY-TROUIN

Es uno de los principales agentes del corso. En la actualidad, su rastro aún puede verse por los mares del globo, ya que la Marina nacional ha bautizado con su nombre una fragata que antes estaba apadrinada por la villa de Saint-Malo. La fragata fue, cómo no, desarmada. Duguay-Trouin logró gran renombre en octubre de 1711. A la cabeza de

un verdadero escuadrón (17 navíos, 34 cañones, 5.600 hombres), el corsario logró desembarcar en Río de Janeiro e imponer a la capital de Brasil un botín impresionante (oro y azúcar). Ya en 1709 Luis XIV le había concedido títulos de nobleza por sus logros. René Duguay-Trouin fue capitán de barco a los 24 años (era marinero desde

UNA PATRIA DE ILUSTRES HOMBRES

La estatua de Surcouf, situada en la plaza de Quebec, cerca de la puerta de Champs-Vauverts.

El Renard, réplica del balandro de Surcouf. Se puede embarcar en él con la empresa Étoile Marine.

La casa natal de René Duguay-Trouin, calle de la Corne-du-Cerf.

René Duguay-Trouin, el hombre de Río, por Antoine Graincourt. (Museo nacional de la Marina, © Wikimédia Commons)

Page 8: ARQUITECTURA Y PATRIMONIO - fnac-static.com

14 15

los 16 años) y fue nombrado capitán de escuadra a los 42 años. Nació en Saint-Malo en 1673 y falleció en París en 1736. Sus restos descansan en la catedral de Saint-Vincent desde la noche del 9 al 10 de junio de 1973. Antes del desastre de 1944, su casa natal podía verse en el número 2 de la calle 1a Corne-de-Cerf (la que fuera en su época calle Jean-de Châtillon).

JACQUES CARTIER

Jacques Cartier nació en 1491 en Saint-Malo y falleció en 1557, probablemente en su mansión de Limoëlou. El lugar puede visitarse (principal-mente en verano). El acceso está indicado desde Rothéneuf. Los restos de la sepultura de este gran personaje malouino se encuentran en la catedral de Saint-Vincent, en una capilla situada en la parte norte del coro.

Cartier descubrió Canadá y fue, si no uno de sus «padres fundadores», al menos sí su padrino en 1534. Gracias a él, y por primera vez, los colores del rey de Francia, que en la actualidad son los colores de la bandera quebequesa, ondearon a orillas del río San Lorezo. El descubrimiento de nueva Francia por parte del navegante no desembocó en una verdadera explotación económica y comercial por parte de Saint-Malo. Normandía y La Rochelle, por su parte, lo aprovecharon mucho más. Aún no conocemos la razón que explique este hecho.

¿Qué queda en la actualidad de esta bella aven-tura? Una carrera trasatlántica que parte de las orillas del río San Lorenzo y llega a Saint-Malo. La prueba se

celebra cada cuatro años. Su primera edición fue en 1984. También queda una casa en la que la asociación Quebec-Saint-Malo desarrolla sus actividades. Se inauguró en 1984, con motivo de la celebración del 450º aniversario del primer viaje de Jacques Cartier. La casa se encuentra abierta al público (consultar horarios) en la parte alta de la villa antigua, cerca del caballero de Champs-Vauverts, de la estatua de Robert Surcouf y de la torre Bidouane.

FRANÇOIS MAHÉ DE LA BOURDONNAISNació en Saint-Malo, el 11 de febrero de 1699.

Grumete a la edad de 10 años, oficial subalterno a los 14, surca los mares del mundo sin cesar hasta que, a los 20 años, asume el cargo de lugarteniente y posteriormente de capitán de la Compañía de Indias. Se dice que su obra le granjeó los celos de François-Joseph Dupleix, entonces gobernador de los Establecimientos franceses en India. François Mahé de La Bourdonnais lo pagó caro, ya que, después de sufrir calumnias, fue encerrado en la Bastilla durante tres años. Jamás pudo superar esta afrenta y murió de pena en 1753, después de ser declarado inocente y rehabilitado. «El peor infor-tunio, después del de ser culpable, es tener que justificarse», declaró un día.

No descubrió la nueva Francia, pero sí fue la imagen malouina en las islas francesas. Muy joven, fue nombrado gobernador de las islas Mauricio y Reunión, donde hizo maravillas. Bajo su gobierno, y en tan solo unos años, estas islas situadas en la

ruta de las Indias se desarrollaron y generaron grandes riquezas de las que también se benefició la villa corsaria y de las que se enorgullece aún en la actualidad.

La estatua de François Mahé de La Bourdonnais puede verse en la rotonda de isla Mauricio, entre los muros del casco viejo y la estación marítima de La Bourse.

FRANÇOIS-JOSEPH BROUSSAIS

Es uno de los grandes nombres de la medi-cina francesa. Nació en Saint-Malo en 1772, en un edificio (desaparecido en la actualidad) de la calle que lleva su nombre. Era hijo de un cirujano navegante. Tras pasar su más tierna infancia en Saint-Malo, Broussais empezó a estudiar en el hospital de la villa, denominado «hôtel-Dieu» (situado intramuros) y del cual solamente queda la capilla Saint-Sauveur, para posteriormente con-tinuar sus estudios en París. Se fue de Saint-Malo en 1799. Fue médico militar del Imperio francés.

Jacques Cartier, por Théophile Hamel.(Museo Nacional de Bellas Artes de Quebec, © Wikimédia Commons)

La mansión de Limoëlou, el hogar de Jacques Cartier.

François Mahé de La Bourdonnais, el mauriciano.

Page 9: ARQUITECTURA Y PATRIMONIO - fnac-static.com

16 17

Participó en una de las principales batallas de las que Napoleón salió victorioso, la de Austerlitz, el 2 de diciembre de 1805.

Broussais, conocido por haber sido el principal impulsor de la orientación de la medicina hacia la fisiología, falleció en 1838 en Vitry, cerca de París. El actual hospital de Saint-Malo lleva su nombre.

PIERRE-LOUIS MAUPERTUIS

Nació en Saint-Malo en 1698. Fue uno de los matemáticos más conocidos de su época. Debe su reputación a un descubrimiento. En 1736, tras haber sido elegido miembro de la Academia francesa de ciencias con tan solo 25 años de edad, mide el achatamiento del globo terrestre. Es decir, consigue confirmar que la Tierra está achatada en el polo Norte. Necesitó mucha energía para defen-der dicha afirmación. De hecho, la historia nos deja el recuerdo de una violenta discusión con Voltaire.

Maupertuis dejó su huella en la historia y la cien-cia de su país. Fue miembro de la Royal Society de Londres, miembro de la Academia francesa en 1749, y Federico II de Prusia lo puso, en 1744, a la cabeza de la nueva Academia de Berlín. Este malouino hijo de corsario falleció en 1759 en Basilea (Suiza).

FRANÇOIS-RENÉ CHATEAUBRIAND

El vizconde François-René de Chateaubriand nació en Saint-Malo en 1768, aunque no perma-neció allí mucho tiempo. Tras tres años al cuidado de su nodriza en Plancoët (departamento de Côtes-d’Armor), pasó su infancia en el castillo de Combourg. Los estudios, que comenzó en Dol y

posteriormente continuó en Rennes, lo alejaron de la villa corsaria, en la que pasó breves periodos de tiempo.

No obstante, conservó a lo largo de toda su vida recuerdos de su infancia en la roca. Ese apego sentimental explica su decisión de ser sepultado en Grand Bé, un islote situado frente a la playa de Bon Secours. Tras mucho debate, las autoridades locales terminan por otorgar un permiso histórico. El padre Bernard Heudré, antiguo sacerdote de la catedral y autor de una increíble obra editada por Jean-Pierre Bihr (Saint Jacut-de-la-Mer), cuenta cómo este gran escritor no contemplaba otro lugar que no fuera Grand Bé para su sepultura.

Los restos de Chateaubriand descansan en solitario en dicho islote desde 1848. Tras fallecer en París, sus restos mortales llegaron a Saint-Malo en una ceremonia comparable a los más importantes funerales de estado. Su tumba continúa siendo uno de los atractivos de los viajeros que acuden a la villa. Pero, cuidado, el vizconde solamente recibe a sus visitantes con marea baja.

También pueden visitarse la plaza y la calle Chateaubriand. En el número 3 de la calle que lleva su nombre en la actualidad se encuentra el palacete de la Gicquelais, donde residiera este autor, uno de los más importantes de la literatura francesa. El lugar no está abierto al visitante. Sin embargo, sus actuales propietarios se encargan del cuidado y mantenimiento de tan importante

edificio. El turista puede ver la entrada del mismo y su frontispicio a continuación de la fachada del hotel Chateaubriand, situado junto a la plaza.

La plaza Chateaubriand es la más animada de toda la zona intramuros. En verano, la fiesta no termina nunca y las terrazas de las cafeterías no se terminan de vaciar jamás, especialmente la del Univers, el bar marinero por el que han pasado los mayores navegantes. El lugar parece un club náu-tico. De hecho, lo fue durante mucho tiempo, antes de que el muelle Bajoyer acogiera a la Sociedad náutica de la bahía de Saint-Malo (SNBSM).

FÉLICITÉ DE LAMENNAIS

Nació en 1782 en la residencia Éon, situada en la esquina de la calle Sainte-Barbe y la calle Saint-Vincent (el n° 7 de la calle actual), y fue sepultado de forma anónima en 1854 en una fosa común de París. Fue sacerdote, filósofo y teólogo. Publicó varios textos que provocarían revuelo en el seno de la Iglesia y fuera de ella.

A pesar de ello, este sacerdote reunió en el siglo xix a la élite de los católicos liberales. Fundó

el diario francés L’Avenir (el futuro), en el que profetizó algunas ideas endiabladamente audaces.

«Féli», defendía la libertad de prensa, la libertad de asociación, la de enseñanza y la separación entre Iglesia y Estado.

Estas profecías fueron rechazadas por el papa y Félicité de Lamennais tuvo que dejar la Iglesia. En aquel momento, algunos grandes nombres de la época rompieron definitivamente con él. Ejemplos claros son Montalembert y Lacordaire.

Explicó perfectamente su disidencia en una obra excepcional (que aún hoy puede encontrarse en las librerías francesas) titulada «Palabras de un creyente». Fue miembro de la Asamblea nacional francesa de 1848. Fue entonces cuando se le atri-buyó una inclinación por opiniones socialistas.

Cuando sufrió grandes dificultades materiales, Félicité de Lamennais no pudo contar con la amis-tad de François-René de Chateaubriand. Ambos eran brillantes y apasionados.

El hermano de Félicité, Jean-Marie de Lamennais, también sacerdote, tuvo un destino bien distinto. Se mantuvo fiel a la ortodoxia de la Iglesia católica y fue fundador del Instituto de hermanos de la instrucción cristiana.

La plaza Chateaubriand.

La tumba de Chateaubriand, en el islote de Grand Bé.

La estatua de Chateaubriand, junto al Casino y al Palacio Grand Large.

Page 10: ARQUITECTURA Y PATRIMONIO - fnac-static.com

19

de 1949, cuando la villa adopta la divisa «Semper fidelis» y una nueva simbología en la que apare-cen dogos, torres, murallas, un cabo y un ancla. El escudo está rematado por una corona mural de oro.

Desde un decreto de julio de 1948, la cruz de la Legión de honor y la cruz de guerra completan el conjunto. A lo largo de los años, el escudo de armas de la ciudad ha incluido casi siempre un escudo rojo con una reja amarilla sobre la cual aparece un armiño; en la parte inferior, la divisa Semper fidelis y en la parte superior una corona amarilla.

UN PABELLÓN

El gran torreón está coronado por los colores de Saint-Malo. Estos pueden verse por encima de los colores del Estado francés, sobre el porche que da acceso al patio del Ayuntamiento. Luis XIV otorgó a la villa el privilegio de colocar su pabellón corsario por encima de la bandera tricolor nacional francesa. Aún puede verse la réplica del Renard, balandro de Surcouf, enarbolando en lo alto el pabellón malouino en invierno en la dársena Duguay-Trouin y en verano en la dársena Vauban. ¿Pero podemos realmente hablar de pabellón corsario cuando hablamos de los colores de Saint-Malo? Dado que los corsarios son piratas legítimos, quedan dispensados del uso de la bandera negra con cráneo y dos tibias cruzadas.

18

El escudo de armas de Saint-Malo.

(© Wikimedia Commons - Olivier Garaud)

SÍMBOLOS E IDENTIDAD

UNA DIVISA

«Semper fidelis». Es la divisa de la villa. Proviene del latín y se traduciría como: «Siempre fiel». La villa, en ocasiones rebelde ante la autoridad real, estatal o eclesiástica, nunca ha incumplido su destino. Quedó marcada por las agresiones que la incendaron en 1661 durante «el gran fuego» (iniciado por el incendio de una casa) y por los combates de la Liberación en 1944, pero la ciudad corsaria siempre ha sido fiel a su honor. Esta divisa inspiró a los habitantes locales que, durante un

tiempo, prefirieron el lema «Cave canem» (cuidado con el perro). Se trataba de una referencia explí-cita a los perros que guardaban la villa durante la noche, una vez se cerraban las puertas.

ESCUDOS DE ARMAS

En 1615, los malouinos solicitan al rey Luis XII un escudo de armas para la villa. Este está formado por un escudo rojo con un armiño blanco sobre una reja amarilla. A medida que pasa el tiempo, el escudo de armas va variando, hasta el 26 de marzo

El Renard y la torre Bidouane, dos símbolos de Saint-Malo.

El torreón del castillo, en cuyo punto culminante ondea el pabellón malouino por encima del pabellón francés.

El escudo de armas de la villa en la puerta Saint-Vincent.

Page 11: ARQUITECTURA Y PATRIMONIO - fnac-static.com

21

Jacques-Cartier, Jean-de-Châtillon y Noguette, esta última la más conocida de todas). Antes de tañer en lo alto de la villa, Noguette cumplía una función vital: era la campana que marcaba el toque de queda y se encontraba entre las dos torres de la Grand-Porte. Al caer la noche, sonaban diez campanadas seguidas de un repique: era la señal para que los guardas cerraran las puertas de la villa fortificada. El perrero podría entonces soltar los dogos por las murallas, como dicen unos, o por los arenales situados fuera de la villa, como dicen otros. Se dice que los perros se soltaban por los arenales para evitar robos en los navíos encallados

y alertar en caso de que el toque de queda no se respetara. ¡Había que ser inconsciente para hacer el mal de noche en Saint-Malo! Noguette repica así desde hace siglos. Los dogos han desaparecido y las puertas ya no cierran, aunque a veces los turistas muestran su preocupación al respecto en la oficina de turismo. Sin embargo, Noguette, sigue repicando todos los días a las 22 horas.

LA PICOTAEl término picota habla por sí mismo. En

Saint-Malo (como en tantos otros lugares), la picota era una plataforma sobre la que debía subir el condenado para ser atado de pies y manos y mostrado ante la multitud. Esta pena se eliminó en 1789. La picota es ahora una plaza o, más bien una intersección en la que convergen las calles Porcon-de-La Barbinais, Pourpris, Gouin-de-Beauchesne y Broussais. Se cuenta que, antes de la guerra, los jóvenes malouinos se citaban al final de la jornada para «dar la vuelta a la picota», es decir, para deam-bular por las calles de la ciudad (Saint-Vincent, Porcon-de-La Barbinais y Broussais) con el fin de cortejar a las damas, a modo de ‘paseo’ español. ¡Pero dicen que los tiempos han cambiado mucho!

20

La bandera malouina es azul, blanca y roja. Los corsarios utilizaban el rojo como pabellón de ata-que. En tiempos de Luis XIV, todos los pabellones de los puertos en guerra mostraban una cruz de plata (blanca) sobre el fondo específico de cada puerto, que en el caso de Saint-Malo era azul.

UNA CATEDRALLa catedral de Saint-Vincent se encuentra

intramuros. Fue reconstruida en la Segunda guerra mundial (las obras duraron treinta años). Cuenta con elementos destacables, como un espléndido rosetón y un altar de excepcional inspiración sagrada. El primero fue diseñado por Raymond Cornon (1908-1982), arquitecto jefe de Monumentos históricos, realizado por el maestro vidriero Bernard Allain y coloreado por el pintor Jean Le Moal (1909-2007). El altar y el mobiliario fueron diseñados y realizados por Arcabas (1926-2018) y Étienne.

NOGUETTELa catedral cumple una función adicional en

Saint-Malo. Si bien su aguja es una de las balizas más seguras para los navegantes, también oculta una serie de campanas (denominadas Gros-Malo,

El maravilloso rosetón de la catedral Saint-Vincent.

Intramuros, plaza de la Croix du fief.

Una indicación, en la zona central de la catedral, del lugar en el que Jacques Cartier se arrodilló antes de embarcar.

El coro de la catedral y su mobiliario litúrgico bajo las bóvedas.