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PLASTICAS 24 ARTES T ODA creación es un act? de amor, un acto erótico. Y los pinto- res tienen distintas maneras de amar la pintura. Dos polos opuestos las comprenden y definen. Unos pintores seducen al con la caricia, el suave cuidado del pincel conquista, oexplorando y hurgando, excI- tando y deteniendo con pa- sión. Aquí el acto amaros? de creaClOn no es un acto de absoluta libertad: la obra responde el creador, pero el creador res- ponde a su vez a la de la Atados por un acto que y de uno a otro, píntor y pmtura se Impo- nen condiciones mutuas. El consentimien- to amoroso total sólo es logrado en la ter- minación de la obra. Obra y autor se en- tregan cuando su diálogo acaba. El en- cuentro de los amantes se hace ya en el silencio. En otros pintores el amor a la pintura es violento, agresivo, anterior al proceso de creación. Esoun amor a golpes que em- pieza siempre por una violación. La obra no es conquistada, sino sometida en un acto de absoluta libertacl que irrümpe en el lienzo sin escuchar, sin contestar, sólo afirmando. Aquí no hay diálogo, sino dos grandes monólogos. Primero habla el pin- tor, y cuando él calla habla la obra. Y son dos gritos que expresan idénticas pasio- nes. Juan Soriano es de estos últimos pinto- res. y la condición de su amor a la pin- tura es esta libertad total de afirmación. ¿ Total? Pasemos a su última exposi- ción de la Galería de Antonio Souza. La exposición es desigual. Y es des- igual precisamente en la medida l'11 que opera o no esa libertad. El comentario parece fácil. Pero no. En esta exposición libertad no significa bueno y falta de libertadmc- nos bt:eno. El ute de Juan Soriano está vinculado a la libertad en una forma muy distinta o y mucho menos simplista. Vea- mos. Toda libertad tiene límites. Y en la li- bertad del arte los ohay de dos grande clases: limites heterónomos, impuestos por los medios. la materia. la expresión e- cogidos, y limites autónomos impuestos por no se qué dialéctica interna del a r- tista que surge en el proceso de crea- Clan. Si observamos los diversos y principa- les medios de expresión utilizados por Soriano en los últimos años, veremos que hay en ellos limites heterónomos muy de- finidos. . En la escenogra fía y vestuario teatral estos límites son precisos. irrebasables. Los materiales utilizables, los colores po- sibles. la función pre-determinada impo- nen al arti la condiciones muy estrictas (por no añadir el presupuesto que a'lu! desempeña un papel muy importante). Pues bien, dentro de e tas 1imitaciones Soriar:o consigue hacer explotar la más alta y luminosa libertad creadora (alcan- zando de paso una belleza. una calidad y una continuidad únicas en la historia o tea- tral de nue tro país). Pero sigamos. JUAN SORIANO O L A LI B·E R T A D CONDICIONADA Por ]. M. GARCIA Aseor En la cerámica los límites heterónomos son también estrictos, exigentes. Las po- sibilidades de la materia y el color son re- lativamente reducidas y la forma misma depende hasta de leyes físicas absoluta- mente irrebasables. Pues bien, en sus ce- rámicas Soriano consigue nuevamente "María Luisa" r- oo- _o I I I ¡ 1 I I I I -FoloS de José Gómez "La Ola" UNIVERSIDAD DE MEXICO manifestar una libertad que irradia en absoluta plenitud en cada fragmento de cada obra. (Y que nuevamente de paso lo hace también en este género un artista único en México.) y llegamos a la pintura. Aquí las limi- taciones heterónomas de la libertad crea- dora casi desaparecen. De todos los me- dios escogidos por Soriano este es el que o deja mayor campo de acción a la forma, el color y hasta la materia. Para un artis- ta cuya condición creadora fundamental es la libertad llegamos al terreno en donde aparentemente su poder podrá .manifes- tarse con mayor riqueza. o y aquí Soriano es desigual -aunque de una desigualdad que muchos quisieran. Pero es desigual. ¿ Qué ha pásado? ¿ Por qué. el artista de la libertad creadora no se realiza siem- pre en la forma más libre como consigue hacerlo -sierripre- en formas mucho más limitadas? Para resolver esta aparente paradoja es necesario pasar a otros límites de la libertad artística: los límites autónomos, los límites impuestos por el propio crea- dor. ¿ Cuáles son estos límites? Es imposible precisarlos. Son los mismos que en la co- municación humana dan sentido a una frase, los que delimitan una intención, los que dan su expresión justa a un gesto, los que organizan el pensamiento, los que dan forma al sueño ya la imagen poética. Allí están, en la obra, en todas las obras. En la pintura se ven, se palpan casi. A veces son límites formales, a veces de co- lor, a veces de movimiento, a veces de temática. N o le son impuestos al artista; los impone él, quizás sin darse cuenta. No son, desde luego, racionales ni estéticos, pero los necesita para expresarse con sen- sentído, con su sentido. Si ah01-a observamos bien los cuadros de Juan Soriano nos daremos cuenta in- mediata de algo. ¿ Son mejores aquellos cuadros en donde las limitaciones autó- nomas del pintor son menores? No. Los I1wjores son aquellos en donde las limita- ciones autónomas del pintor -volunta- rias o no- son °m.ayores. El arte de Juan Soriano coincide así en todas sus mani- festaciones: se eleva en las formas limi- tadas "por fuera" (cerámica, escenogra- fía. \Oestuario) y se eleva también en las formas no-limitadas por fuera cuando estos limites heterónomos son reemplaza- dos por limites autónomos, que vienen "de dentro". Asi la función de la libertad -que es el fundamento mismo de la obra de Juan Soriano- se cumple siempre cuando esta libertad es forzada, constreñida. La vio- lación amorosa del lienzo es violada a su vez por algo más fuerte, que la concen- tra ... y la hace más violenta aún. hav diálogo en este proceso de creación, pe- ro la diferencia está en que el interlo- cutor del artista no es la obra, sino que se origina en el artista mismo. Como un explosivo la libertad y el ta- lento creador de Soriano sólo estallan bien cuando están comprimidos -por fuera o por dentro-- y cuanto más. me- jor. Cuando no existe el "cartucho" com- presor tan sólo brota un fogonazo, lumi- noso y alegre, sí, pero fogonazo al fin, llamarada . .. y no estallido como en las demás obras.

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ODA creación artísti~a es un act? deamor, un acto erótico. Y los pinto­res tienen distintas maneras de

amar la pintura. Dos polos opuestos lascomprenden y definen.

Unos pintores seducen al lien~o con lacaricia, el suave cuidado del pincel q~econquista, oexplorando y hurgando, excI­tando y deteniendo con concentra~~ pa­sión. Aquí el acto amaros? de creaClOn noes un acto de absoluta libertad: la obraresponde el creador, pero el creador res­ponde a su vez a la reacc~ón de la ~bra.Atados por un acto que ~Ierte y re~lerte

de uno a otro, píntor y pmtura se Impo­nen condiciones mutuas. El consentimien­to amoroso total sólo es logrado en la ter­minación de la obra. Obra y autor se en­tregan cuando su diálogo acaba. El en­cuentro de los amantes se hace ya en elsilencio.

En otros pintores el amor a la pinturaes violento, agresivo, anterior al procesode creación. Esoun amor a golpes que em­pieza siempre por una violación. La obrano es conquistada, sino sometida en unacto de absoluta libertacl que irrümpe enel lienzo sin escuchar, sin contestar, sóloafirmando. Aquí no hay diálogo, sino dosgrandes monólogos. Primero habla el pin­tor, y cuando él calla habla la obra. Y sondos gritos que expresan idénticas pasio­nes.

Juan Soriano es de estos últimos pinto­res. y la condición de su amor a la pin­tura es esta libertad total de afirmación.

¿Total? Pasemos a su última exposi­ción de la Galería de Antonio Souza.

La exposición es desigual. Y es des­igual precisamente en la medida l'11 queopera o no esa libertad. El comentarioparece fácil.

Pero no. En esta exposición libertadno significa bueno y falta de libertadmc­nos bt:eno. El ute de Juan Soriano estávinculado a la libertad en una forma muydistinta oy mucho menos simplista. Vea­mos.

Toda libertad tiene límites. Y en la li­bertad del arte los ohay de dos grandeclases: limites heterónomos, impuestospor los medios. la materia. la expresión e ­cogidos, y limites autónomos impuestospor no se qué dialéctica interna del a r­tista que surge en el proceso de crea­Clan.

Si observamos los diversos y principa­les medios de expresión utilizados porSoriano en los últimos años, veremos quehay en ellos limites heterónomos muy de­finidos. .

En la escenogra fía y vestuario teatralestos límites son precisos. irrebasables.Los materiales utilizables, los colores po­sibles. la función pre-determinada impo­nen al arti la condiciones muy estrictas(por no añadir el presupuesto que a'lu!desempeña un papel muy importante).Pues bien, dentro de e tas 1imi tacionesSoriar:o consigue hacer explotar la másalta y luminosa libertad creadora (alcan­zando de paso una belleza. una calidad yuna continuidad únicas en la historia otea­tral de nue tro país). Pero sigamos.

JUAN SORIANOO

L A L I B·E R T A D

CONDICIONADA

Por ]. M. GARCIA Aseor

En la cerámica los límites heterónomosson también estrictos, exigentes. Las po­sibilidades de la materia y el color son re­lativamente reducidas y la forma mismadepende hasta de leyes físicas absoluta­mente irrebasables. Pues bien, en sus ce­rámicas Soriano consigue nuevamente

"María Luisa"

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-FoloS de José Gómez"La Ola"

UNIVERSIDAD DE MEXICO

manifestar una libertad que irradia enabsoluta plenitud en cada fragmento decada obra. (Y que nuevamente de pasolo hace también en este género un artistaúnico en México.)

y llegamos a la pintura. Aquí las limi­taciones heterónomas de la libertad crea­dora casi desaparecen. De todos los me­dios escogidos por Soriano este es el que odeja mayor campo de acción a la forma,el color y hasta la materia. Para un artis­ta cuya condición creadora fundamentales la libertad llegamos al terreno en dondeaparentemente su poder podrá .manifes­tarse con mayor riqueza. o

y aquí Soriano es desigual -aunquede una desigualdad que muchos quisieran.Pero es desigual.

¿Qué ha pásado? ¿ Por qué. el artista dela libertad creadora no se realiza siem­pre en la forma más libre como consiguehacerlo -sierripre- en formas muchomás limitadas?

Para resolver esta aparente paradojaes necesario pasar a otros límites de lalibertad artística: los límites autónomos,los límites impuestos por el propio crea­dor.

¿Cuáles son estos límites? Es imposibleprecisarlos. Son los mismos que en la co­municación humana dan sentido a unafrase, los que delimitan una intención, losque dan su expresión justa a un gesto,los que organizan el pensamiento, los quedan forma al sueño y a la imagen poética.Allí están, en la obra, en todas las obras.En la pintura se ven, se palpan casi. Aveces son límites formales, a veces de co­lor, a veces de movimiento, a veces detemática. N o le son impuestos al artista;los impone él, quizás sin darse cuenta. Noson, desde luego, racionales ni estéticos,pero los necesita para expresarse con sen­sentído, con su sentido.

Si ah01-a observamos bien los cuadrosde Juan Soriano nos daremos cuenta in­mediata de algo. ¿ Son mejores aquelloscuadros en donde las limitaciones autó­nomas del pintor son menores? No. LosI1wjores son aquellos en donde las limita­ciones autónomas del pintor -volunta­rias o no- son °m.ayores. El arte de JuanSoriano coincide así en todas sus mani­festaciones: se eleva en las formas limi­tadas "por fuera" (cerámica, escenogra­fía. \Oestuario) y se eleva también en lasformas no-limitadas por fuera cuandoestos limites heterónomos son reemplaza­dos por limites autónomos, que vienen"de dentro".

Asi la función de la libertad -que esel fundamento mismo de la obra de JuanSoriano- se cumple siempre cuando estalibertad es forzada, constreñida. La vio­lación amorosa del lienzo es violada a suvez por algo más fuerte, que la concen­tra ... y la hace más violenta aún. Sí havdiálogo en este proceso de creación, pe­ro la diferencia está en que el interlo­cutor del artista no es la obra, sino quese origina en el artista mismo.

Como un explosivo la libertad y el ta­lento creador de Soriano sólo estallanbien cuando están comprimidos -porfuera o por dentro-- y cuanto más. me­jor. Cuando no existe el "cartucho" com­presor tan sólo brota un fogonazo, lumi­noso y alegre, sí, pero fogonazo al fin,llamarada . .. y no estallido como en lasdemás obras.

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Rojo" ~

,nO surge aquí de la presión de dos fuer~zas antagónicas, S1\10 de su perfecto enlace. Libertad y concreción no se oponen,se funden. y el resultado es de una raraperfección dentro de la mayor soltura,gracia y vitalidad.

y llegamos ahora al campo opuesto ydecisivo, allí en donde la n:ayor lib~rtad .encuentra su poder expresIvo gracias ala "compresión" que recibe por part.e de!propio pintor (y no vuelvo a mencl?narla cerámica en donde esto se logra. siem­pre hasta culminar en la maravJ1la de"La Ola" que alcanza la calidad de lasmejores esculturas de Lipchizt). ~uchoscuadros pertenecen a esta categona,. mu­chos. Y especialmente las ya menClOna­das' "Bicicletas en Rojo", el "Desnudoen la Ventana", "Ojo Verde", "OjoAzul", "La Hija de Rappaccini", las dos"Calaveras" y sobre todo e! mejor cuadrode la exposición: "La Urraca Ladrona",una de las grandes obras de la pinturamexicana contemporánea.

En estos cuadros Soriano manifiestauna fuerza creadora que nunca había al­canzado antes. En estos cmdros a medi­da que su libertad expresiva crece hastalograr una increíble pctencia los límitesde esta expresión comprimen, aprietan,constriñen al máximo su fuego interno.N os encontramos ante un alarde artí ticade "resistencia de materiales", ante unalucha prodigiosa entre dos fuerza queoponen ,11 límite de su tensión. Dentro dcada cuadro hay una bombil. Y dil la im­presión de que la menor ruptura de rSlé

constre~imiento traería consigo illla ful­minar:te liberación de energía (y utilizovaJunta riamente términos de actualidad),una liberación qne destruiría marco, pa­red, p;alería y hasta los espectadores mis­n~os.

Toda ex¡;osición de Soriano asusta unpoco. Y es indudablemente un gran ar­ti sta el que consigue trilnsm i ti rnos algode "miedo atómico", encerrado ahora 110

en una bomba, sino en pintura, en p esía,en amor, en arte."Desnudo en h Ventana"

(Carrá, Boccioni). Aquí la. I~bertad sedescompone, se des-hace. El Juego ana-lítico debilita el impulso creador. .

A veces también este impulso de llber­tad es menos fuerte. En "Letras", en losdos "Espejos" (azul y rojo) y en ];~s ?oS"Cabezas" (azul y verde) hay llmItespero falla la violencia que tiepda a rom­perios y cuya presión contemda producelos grandes cuadros de Soriano. Estasobras bajan de tono. El erotismo creadores menos cálido y se entretiene un pocoen experimentar y hasta en estetizar. Nosfalta otra vez la explosión, pero ahorano es por falta de cartucho sino por faltade explosivo. Y es que se puede ser exi­gente con Soriano.

Un cuadro se sitúa en un soberbio equi­libriCY de fuerzas entre los dos camposmencionados: "El Pez". En un pintor tanviolentamente apasionado este ejemplo deperfecta armonía es .un prodigio. El arte

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Claro que nos preguntaremos ahora larazón de esto. Creo por mi parte que sedebe fundamentalmente a una cosa: elhecho de que Juan Soriano -en contrade lo que pueda parecer en un examenmuy superficial de muchas de sus obras­no es un pintor abstracto sino un pintorconcreto, un pintor concreto por excelen­cia. Y huelga decir que concreto no tienenada que ver con realista.

El pintor asbtracto expresa general­mente la libertad en la libertad. Soriano,como cualquier pintor concreto -Kleepor ejemplo- expresa la libertad en laconcreción. Sus obras requieren ineludi­blemente la concreció:1. De aquí su podercuando encuentra sus límites, heteróno­mos o autónomos. De aqui también elsignificado de estos límites en su obra:son los límites de lo concreto. CuandoSoriano no los encuentra su libertad sepierde, se evapora not with a bang huta whimper . .. se vuelve pintor abstracto.y no lo es.

Toda su exposición y su desigualdad-magnífica y reveladora- se divide asíy explica por el juego de estos dos ele­mentas: concreción y libertad, dividiendolas obras en campos netamente opuestosy de calidad netamente diferenciada.

Vayamos de menos a más.En algunas de las pinturas la libertad

no ha encontrado su expresión concreta.La rebasa y se pierde. Pueden citarse en­tre ellas "Amor" y "Retrato de la Filó­sofa". Y por ellas confirmamos nueva­mente que los límites de que hablábamosno son meramente formales. Hay límitesformales por ejemplo en el "Retrato dela Filósofa", pero allí el humor libre delcreador 'desborda la expresión plástica yno encuentra su necesaria concreción-como la encuentra por ejemplo en las"'Bicicletas en Rojo" o en la cerámica dela "Vespa".

Hay obras intermedias en que juegantambién estos valores, aunque en formadistinta. En los "Perros Amarillos" y los"Perros Verdes" la ruptura proviene delanálisis abstraccionista del movimientoen donde encontramos un eco de la bús­queda de algunos futuristas italianos

"Cabeza"

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