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1 ARTÍCULO CIENTÍFICO “PROPAGACIÓN POR ESTACAS JUVENILES DE IGUAGUANA (Cordia iguaguana Melchior) UTILIZANDO PROPAGADORES DE SUB - IRRIGACIÓN” Neyser Joel Villalobos Dávila 1 Marcela N. Arteaga Cuba 2 Vitoly Becerra Montalvo 3 RESUMEN El árbol de Cordia iguaguana Melchior (iguaguana), es una especie leñosa de la Familia de las Boragináceas, cuya madera es importante desde el punto de vista económico y ecológico en los bosques secos de la Provincia de Jaén - Perú. Se determinó la eficacia del método de enraizamiento de estacas juveniles de Cordia iguaguana Melchior (iguaguana) utilizando propagadores de sub-irrigación. Se probaron cinco concentraciones de la auxina ácido indol-3-butírico (0.0%, 0.2%, 0.4%, 0.8% y 1.6%) y tres áreas foliares (20, 30 y 40 cm 2 ). Se obtuvieron los más altos porcentajes de enraizamiento (91.67%) al utilizar concentraciones de AIB al 1.6% y áreas foliares de 20 y 30 cm 2 ; para la variable número promedio de raíces por estaca, se demostró que, aunque se utilizó dosis de AIB al 1.6%, se tuvo que incrementar el tamaño de las áreas foliares a 40 cm 2 para obtener el mayor número promedio de raíces por estaca (8.59 raíces); las mejores longitudes promedio de raíces por estaca se obtuvieron considerando dosis de AIB al 0.8% y áreas foliares de 40 cm 2 (9.91 cm) y considerando dosis de AIB al 0.4% y áreas foliares de 20 cm 2 (9.65 cm). El propagador de sub-irrigación, demostró su eficiencia para el enraizamiento de estacas juveniles de C. iguaguana Melchior, ya que al controlar el efecto negativo de la humedad relativa, radiación solar y la temperatura en la cámara de propagación, se evitó la pérdida de agua de las hojas, obteniéndose un buen enraizamiento. Palabras claves: Cordia iguaguana Melchior (iguaguana), estacas juveniles, propagadores de sub-irrigación. PROPAGATION FOR JUVENILE CUTTINGS OF IGUAGUANA ( Cordia iguaguana Melchior) USING NON-MIST PROPAGATORSABSTACT The tree of Cordia iguaguana Melchior (iguaguana) is a woody species of the Boraginaceous Family, whose wood is important from the standpoint economic and ecological in the dry forests of the Province of Jaen Peru. It was determined the efficacy of the method of rooting of juvenile cuttings of Cordia iguaguana Melchior (iguaguana) using non-mist propagators. In the experiment, the following treatments were applied: five doses of indole-3-butyric acid (0.0%, 0.2%, 0.4%, 0.8% and 1.6%) and three leaf areas (20, 30 and 40 cm 2 ). The highest percentages of rooting (91.67%) were obtained using concentrations of IBA to 1.6% and leaf areas of 20 and 30 cm 2 ; for the variable average number of roots for cutting was demonstrated that although IBA was used at doses of 1.6%, had to increase the size of the leaf areas of 40 cm 2 for the highest average number of roots per cutting (8.59 roots); the best average lengths of roots for cutting were obtained considering dose of IBA at 0.8% and leaf areas of 40 cm 2 (9.91 cm) and considering dose of IBA at 0.4% and leaf areas of 20 cm 2 (9.65 cm). The non-mist propagators, demonstrated its efficiency for the rooting of juvenile cutting of C. iguaguana, right now than controlling the negative effect of the relative humidity, solar radiation and the temperature in the chamber of propagation, it avoided the loss of water for transpiration of the leaves, stimulated photosynthesis and produced acceptable rooting percentages for this species. Key words: Cordia iguaguana Melchior (iguaguana), juvenile cuttings, non-mist propagators. 1 Bachiller en Ciencias Forestales. Universidad Nacional de Cajamarca - Sede Jaén, Perú. 2 Blga. Mcblga. M.SC. Catedrática de la Universidad Nacional de Cajamarca - Sede Jaén, Perú. 3 Ing. Catedrático de la Universidad Nacional de Cajamarca - Sede Jaén, Perú.

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ARTÍCULO CIENTÍFICO

“PROPAGACIÓN POR ESTACAS JUVENILES DE IGUAGUANA (Cordia iguaguana Melchior) UTILIZANDO PROPAGADORES DE SUB - IRRIGACIÓN”

Neyser Joel Villalobos Dávila1

Marcela N. Arteaga Cuba2

Vitoly Becerra Montalvo3

RESUMEN

El árbol de Cordia iguaguana Melchior (iguaguana), es una especie leñosa de la Familia de las Boragináceas,

cuya madera es importante desde el punto de vista económico y ecológico en los bosques secos de la Provincia

de Jaén - Perú. Se determinó la eficacia del método de enraizamiento de estacas juveniles de Cordia iguaguana

Melchior (iguaguana) utilizando propagadores de sub-irrigación. Se probaron cinco concentraciones de la auxina

ácido indol-3-butírico (0.0%, 0.2%, 0.4%, 0.8% y 1.6%) y tres áreas foliares (20, 30 y 40 cm2). Se obtuvieron los

más altos porcentajes de enraizamiento (91.67%) al utilizar concentraciones de AIB al 1.6% y áreas foliares de

20 y 30 cm2; para la variable número promedio de raíces por estaca, se demostró que, aunque se utilizó dosis de

AIB al 1.6%, se tuvo que incrementar el tamaño de las áreas foliares a 40 cm2 para obtener el mayor número

promedio de raíces por estaca (8.59 raíces); las mejores longitudes promedio de raíces por estaca se obtuvieron

considerando dosis de AIB al 0.8% y áreas foliares de 40 cm2 (9.91 cm) y considerando dosis de AIB al 0.4% y

áreas foliares de 20 cm2 (9.65 cm). El propagador de sub-irrigación, demostró su eficiencia para el enraizamiento

de estacas juveniles de C. iguaguana Melchior, ya que al controlar el efecto negativo de la humedad relativa,

radiación solar y la temperatura en la cámara de propagación, se evitó la pérdida de agua de las hojas,

obteniéndose un buen enraizamiento.

Palabras claves: Cordia iguaguana Melchior (iguaguana), estacas juveniles, propagadores de sub-irrigación.

“PROPAGATION FOR JUVENILE CUTTINGS OF IGUAGUANA (Cordia iguaguana Melchior) USING NON-MIST PROPAGATORS”

ABSTACT

The tree of Cordia iguaguana Melchior (iguaguana) is a woody species of the Boraginaceous Family, whose

wood is important from the standpoint economic and ecological in the dry forests of the Province of Jaen – Peru.

It was determined the efficacy of the method of rooting of juvenile cuttings of Cordia iguaguana Melchior

(iguaguana) using non-mist propagators. In the experiment, the following treatments were applied: five doses of

indole-3-butyric acid (0.0%, 0.2%, 0.4%, 0.8% and 1.6%) and three leaf areas (20, 30 and 40 cm2). The highest

percentages of rooting (91.67%) were obtained using concentrations of IBA to 1.6% and leaf areas of 20 and 30

cm2; for the variable average number of roots for cutting was demonstrated that although IBA was used at doses

of 1.6%, had to increase the size of the leaf areas of 40 cm2 for the highest average number of roots per cutting

(8.59 roots); the best average lengths of roots for cutting were obtained considering dose of IBA at 0.8% and leaf

areas of 40 cm2 (9.91 cm) and considering dose of IBA at 0.4% and leaf areas of 20 cm

2 (9.65 cm). The non-mist

propagators, demonstrated its efficiency for the rooting of juvenile cutting of C. iguaguana, right now than

controlling the negative effect of the relative humidity, solar radiation and the temperature in the chamber of

propagation, it avoided the loss of water for transpiration of the leaves, stimulated photosynthesis and produced

acceptable rooting percentages for this species.

Key words: Cordia iguaguana Melchior (iguaguana), juvenile cuttings, non-mist propagators.

1 Bachiller en Ciencias Forestales. Universidad Nacional de Cajamarca - Sede Jaén, Perú.

2 Blga. Mcblga. M.SC. Catedrática de la Universidad Nacional de Cajamarca - Sede Jaén, Perú.

3 Ing. Catedrático de la Universidad Nacional de Cajamarca - Sede Jaén, Perú.

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I. INTRODUCCIÓN

El árbol de Cordia iguaguana Melchior (iguaguana), es una especie leñosa de la Familia de las Boraginaceae, de unos 20 m de alto y de 10 a 20 cm de diámetro que generalmente se lo encuentra en las Provincias de Jaén y San Ignacio (Cajamarca) entre los 600 – 850 msnm. La madera de Cordia iguaguana juega un papel muy importante desde el punto de vista económico, en especial para los pobladores rurales; es usado para la obtención de postes, cercos, puntales, vigas y leña, por sus características tecnológicas se lo considera con potencial para ser usado en la fabricación del parquet. El árbol de C. iguaguana es importante ecológicamente pues este provee sombra y abrigo a los animales y al hombre que habita en su cercanía; debemos destacar su utilidad como barrera rompevientos o cercos vivos, estos sistemas de uso regulan y mantienen el microclima de la zona permitiendo así mantener el equilibrio de los ecosistemas frágiles (algunos de ellos endémicos) de los Bosques Secos de los trópicos.

Hoy el árbol de Cordia iguaguana Melchior (iguaguana) está siendo amenazado por la tala indiscriminada de los pobladores rurales, especialmente por los que han hecho de él una forma de sustento diario; además, no existe un plan de manejo apropiado para su aprovechamiento y la madera que se vende en el mercado local y en otras regiones lo hacen de manera ilegal.

Es necesario realizar estudios de investigación sobre las características dendrológicas, tecnológicas y los medios de propagación de C. iguaguana, por ser una especie poco estudiada y de valor socioeconómico importante para el Departamento de Cajamarca.

En la Provincia de Jaén, es necesario el desarrollo de una metodología eficiente, que permita al agricultor optimizar su productividad agroforestal y mejorar la calidad genética de C. iguaguana; es por eso que el enraizamiento de estacas juveniles en los propagadores de sub - irrigación, podría jugar un papel muy importante, ya que es considerada como un sistema de propagación que hace uso de una tecnología sencilla, eficiente y de bajo costo.

La técnica de propagación por estacas juveniles de C. iguaguana utilizando propagadores de sub – irrigación, permitiría la conservación de germoplasma valioso que está amenazado en desaparecer, mediante el establecimiento de huertos semilleros clonales y jardines de multiplicación. La generación de material de alto valor genético de especies nativas resultará además en estímulos a la reforestación, afectada por el uso de material de propagación inapropiado y de calidad genética desconocida.

La presente investigación está orientada a aunar esfuerzos para el desarrollo de técnicas nuevas de enraizamiento de estacas juveniles, que permitan producir un gran número de estacas de fácil enraizamiento de manera periódica y con un adecuado sistema radical, manifestar la importancia de un uso adecuado de las sustancias promotoras del enraizamiento como el ácido indol-3-butírico (AIB) y que la técnica sea accesible al pequeño agricultor o a grupos rurales.

Es por eso, que en esta investigación se evaluó el efecto de distintas concentraciones de Ácido indol-3-butírico (AIB) y de determinadas áreas foliares sobre la calidad del enraizamiento de estacas juveniles de Cordia iguaguana Melchior (iguaguana), utilizando propagadores de sub – irrigación, bajo un nivel de luz, temperatura, sustrato y humedad controlada. Se puso a consideración el efecto del experimento sobre el porcentaje de enraizamiento, el número promedio de las raíces por estaca y sobre la longitud promedio de las raíces por estaca.

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II. MATERIALES Y MÉTODOS

Las pruebas de enraizamiento para esta especie fueron realizadas en el Vivero Municipal “Manuela Díaz Estela” de la Provincia y ciudad de Jaén, Departamento de Cajamarca, Perú. El Vivero Municipal está ubicado a una altura de 733 msnm y sus coordenadas UTM son: 0743387 E y 9369422 N. La ciudad de Jaén presenta una temperatura media anual de 24 ºC, una humedad relativa del 56% y una precipitación anual de 710 mm.

Se consideró pertinente dar una mayor importancia al material vegetal que procedía de los rebrotes de tocones por tener estos una mayor concentración de hormonas y por ser más juveniles que los rebrotes que proceden de la copa del árbol. Se colectó rebrotes ortotrópicos sanos y vigorosos de 30-50 cm de longitud. Se eliminó los entrenudos apicales, por ser demasiados suaves y propensos al marchitamiento, lo mismo se hizo con los entrenudos basales muy lignificados.

Se probaron cinco dosis de ácido indol-3-butírico (0, 0.2, 0.4, 0.8 y 1.6%) y tres áreas foliares (20, 30 y 40 cm

2); el AIB fue aplicado a la base de cada

estaca, en 10 ml de metanol e insertadas inmediatamente en el sustrato de propagación luego que el alcohol fue evaporado. Las estacas fueron puestas a enraizar en sustrato arena fina en propagadores de sub-irrigación. Las estacas empleadas para todos los tratamientos tuvieron una longitud de 6 cm y con diámetros centrales de 3-6 mm.

Se utilizó cinco (05) dosis de ácido indol-3-butírico (AIB), con tres (03) áreas foliares en un Experimento Factorial 3Ax5B (A= ÁREAS FOLIARES, B= DOSIS DE AIB), probado en un Diseño de Bloques Completamente Randomizado (DBCR), con 02 repeticiones (bloques) y unidades experimentales de 06 estacas por tratamiento. Cada combinación en el experimento factorial adoptado tuvo el carácter de un tratamiento.

Se consideró pertinente analizar el efecto de las cinco dosis de la auxina ácido indol-3-butírico y las tres áreas foliares sobre la respuesta en el porcentaje de enraizamiento, el efecto sobre la producción promedio de raíces por estaca y la longitud promedio de las raíces por estaca.

El propagador de sub-irrigación ha sido descrito en detalle por Leakey et al. (1990). Mesén (1998), afirma que el propagador es básicamente un marco de madera o de metal rodeado por plástico transparente para hacerlo impermeable. Los primeros 20 cm se cubrieron por capas sucesivas de piedras grandes (6-10 cm de diámetro), piedras pequeñas (3-6 cm) y grava, y los últimos 5 cm se cubrieron con un sustrato de enraizamiento (arena fina). Los 20 cm basales se llenaron con agua, de manera que el sustrato de enraizamiento siempre se mantuvo húmedo por capilaridad.

Con el fin de disminuir la temperatura y la luz, la cámara propagadora fue puesta bajo niveles de sombra de 75 - 85% (irradiación que oscila entre los 300-600 µmol m

-2s

-1), a temperaturas de 28 a 33 ºC,

de esta manera la humedad relativa del interior del propagador fue cercana al 100%.

El efecto de los tratamientos sobre las variables porcentaje de enraizamiento, número promedio de raíces por estaca y longitud promedio de las raíces por estaca, fue analizado después de ocho semanas de haber colocado las estacas juveniles en la cámara propagadora.

III. RESULTADOS Y DISCUSIONES

3.1. ANÁLISIS DE LA VARIABLE PORCENTAJE ..DE ENRAIZAMIENTO

Cuadro 1. Número de estacas enraizadas según .la distribución de tratamientos para la .variable porcentaje de enraizamiento

Figura 1. Porcentajes de enraizamiento para la .interacción área foliar-dosis de AIB

La figura 1, muestra que el tratamiento con AIB al 1.6% (T5) y áreas foliares de 20 y 30 cm

2 (AFI y

AFII),

produjeron un porcentaje similar de

0.00

10.00

20.00

30.00

40.00

50.00

60.00

70.00

80.00

90.00

100.00

T1 T2 T3 T4 T5

33.33

50.00

41.67

66.67

91.67

16.67

33.33

50.00

58.33

91.67

8.33

33.33

16.67

83.33

58.33

po

rcen

taje

de e

nra

izam

ien

to

AF I

AF II

AF III

Nº DE ESTACAS ENRAIZADAS POR TRATAMIENTO

AF

FITOHORMONA AIB T1 T2 T3 T4 T5

BLOQUE 1

I 3 2 4 4 5

18

II 1 2 2 2 6

13

III 1 3 1 5 3

13

BLOQUE 2

I 1 4 1 4 6

16

II 1 2 4 5 5

17

III 0 1 1 5 4

11

Σ total

7 14 13 25 29

AF I 34

AF II 30

AF III 24

Σ Bloque I+II AF= área foliar

Σ total

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enraizamiento, habiendo alcanzado un 91.67%, que corresponde a la mayor cifra entre los tratamientos; sin embargo, el porcentaje de enraizamiento usando la misma dosis de AIB, fue menor (58.33%) cuando se utilizó áreas foliares de 40 cm

2 (AFIII). El

menor porcentaje de enraizamiento obtenido cuando se utilizó un área foliar de 40 cm

2, tal vez

sea debido a que el incremento del ácido indol acético (AIA) (producto del metabolismo de una mayor foliar y/o que se encontraban acumuladas) sumado al efecto del AIB al 1.6%, causaran cierto efecto tóxico en desmedro sobre el enraizamiento; es posible también, que la disminución del potencial hídrico en las estacas por periodos cortos, originado por las frecuentes evaluaciones del estado fisiológico, de salubridad y de las condiciones medioambientales sobre las estacas, al abrirse la tapa del propagador de sub-irrigación, adicionando además el estrés provocado en las hojas por incremento de la temperatura y disminución de la humedad relativa (HR) en horas de mayor radiación solar, es probable que estos hayan estimulado por periodos breves la síntesis de ácido abscísico (ABA); aunque se sabe que las concentraciones de ABA en condiciones de estrés se reduce considerablemente cuando el potencial hídrico de las células de la planta se normaliza; quizás, el efecto de trazas aculadas de ABA en estos periodos temporales de estrés, haya disminuido en un 33.34% el porcentaje de enraizamiento cuando se consideró áreas foliares de 40 cm

2. El ABA,

según Bidwell (1983) puede tal vez formarse en 7 minutos de haberse producido la marchitez en las hojas (es el mismo tiempo que le toma presumiblemente a la HR atrapada en el propagador de sub-irrigación reducirse por debajo del 50% cuando se realiza las inspecciones regulares de las estacas), para luego producir el cierre de los estomas bajo condiciones de estrés, inhibir el crecimiento y provocar el letargo, en este caso, el de las yemas y los brote; este mismo autor también asevera que, cuando se suministra agua a las hojas marchitas, se detiene de inmediato la síntesis de ABA, no obstante, aunque no todo el ABA desaparezca inmediatamente, los estomas se reabren por lo regular, es posible que en estas circunstancias el ABA pudiera estar confinado o encerrado en un sitio de la célula donde ya no está activo.

También es probable, que en este periodo de iniciación de las raíces, la aplicación de dosis de AIB al 1.6% y el efecto producido por el AIA (auxina que fue sintetizada y/o acumulada naturalmente por las áreas foliares de 40 cm

2, yemas y brotes),

hayan favorecido la expresión del efecto negativo del etileno sobre la iniciación y desarrollo de las raíces. Al respecto Zimmerman y Hitchcock (1933) y otros investigadores, citados por Hartmann y Kester (1992), demostraron que el etileno a bajas concentraciones, a 10 ppm, en algunas especies es posible ocasionar la producción de raíces en tejidos de tallos y de hojas así como el desarrollo de raíces preexistentes en los tallos; en estudios sobre la iniciación de raíces en estacas de frijol mungo, mostraron que el etileno, en dosis de 0 a 1000 ppm disminuyó la iniciación de las raíces. Bidwell (1983), afirma que el AIA continúa teniendo un efecto

estimulante sobre las raíces a concentraciones muy altas por sí mismo, pero el efecto inhibitorio del etileno, producido como resultado de la acción de la acción del AIA, se sobrepone a dicha estimulación y eventualmente determina la inhibición cuando se alcanza un nivel crítico de AIA. Al respecto Salisbury (1991), también señala que la formación de las raíces adventicias puede ser producto de factores hormonales como las auxinas, que si bien inducen la formación de raíces adventicias, también pueden inhibir el crecimiento de estas, debido a que las auxinas estimulan la producción de etileno, en especial cuando se agregan cantidades relativamente elevadas.

Al utilizar dosis al 0.8% de AIB (T4) con un área foliar de 40 cm

2 se obtuvo un porcentaje de

enraizamiento del 83.33%; resultado aparentemente contradictorio a lo obtenido con la dosis de AIB al 1.6 % y considerando un área foliar de 40 cm

2; sin embargo, la explicación de este

resultado, podría atribuirse a que, esta mayor área fotosintetizante (40 cm

2 de hoja) fue lo suficiente

para haber inducido sustancias reguladoras del crecimiento como las auxinas, sin inhibir el proceso de iniciación de las raíces, cuando ésta fue conjugada con una dosis de AIB a la mitad (0.8%). El enraizamiento de estacas a la dosis de 0.8% de AIB y una área foliar de 20 y 30 cm

2 (AFI y AFII), el

porcentaje de enraizamiento fue de 66.67% y 58.33% respectivamente.

A dosis de 0.4%, 0.2% y 0% de AIB (T3, T2 y T1) y considerando las tres áreas foliares en estudio, el enraizamiento no superó el 50%, hecho que indica que la concentración de aplicación de AIB, tiene fuerte influencia en el enraizamiento.

En términos generales, se ha observado que a un incremento de la dosis de AIB, desde 0% a 1.6%, el porcentaje de estacas con formación de raíces también se incrementa; estas observaciones son concordantes con lo determinado por Mesén (1993), trabajando con otras especies de plantas; indica así, que en Cordia alliodora, un aumento en la concentración de AIB desde 0% hasta 1.6%, aumentó el porcentaje de enraizamiento de estacas de 10% a 70%, en tanto que en el presente trabajo el incremento fue de 8.33% a 91.67%.

Al realizar la prueba de rango múltiple Tukey, para el estudio de los efectos simples; aunque indique que no haya una diferencia estadística significativa (p>0.05) entre las cinco dosis de AIB en las áreas foliares de 20 cm

2 y 30 cm

2, muestra que el efecto

sobre el porcentaje de enraizamiento es elevado, cuando el tratamiento T5 causa efecto en el AF1 (91.67%) y el T5 en AF2 (91.67%); se encontró una diferencia significativa de efectos (p<0.05) de las cinco dosis de AIB sobre el AF3, siendo el más notable efecto el que causó el T4 en el AF3 (83.33%); el mismo efecto causan las áreas foliares en las dosis de AIB cuando los roles se anteponen aún cuando no se haya presentado una diferencia de efectos significativo.

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3.2. ANÁLISIS DE LA VARIABLE NÚMERO

.PROMEDIO DE RAÍCES POR ESTACA

Cuadro 2. Promedio de raíces por estaca según .la distribución de tratamientos para la .variable número promedio de raíces .por estaca

Nº (X) DE RAÍCES/ ESTACA/ TRATAMIENTO

AF

FITOHORMONA AIB

T1 T2 T3 T4 T5

BLOQUE 1

I 1.33 4.00 2.50 4.25 5.40

3.50

II 2.00 4.00 2.50 4.00 4.67

3.43

III 2.00 1.00 1.00 5.60 8.67

3.65

BLOQUE 2

I 2.00 2.00 2.00 4.50 4.50

3.00

II 2.00 2.00 5.25 3.00 8.20

4.09

III 0.00 1.00 2.00 4.00 8.50

3.10

Σ X total

1.87 2.33 2.54 4.23 6.66

AF I 3.25

AF II 3.76

AF III 3.38

Figura 2. Número promedio de raíces por estaca para la interacción área foliar-dosis de AIB

La figura 2, muestra que el tratamiento de las estacas con AIB al 1.6% (T5) y áreas foliares de 40 cm

2 (AFIII),

produjeron el mayor número promedio

de raíces por estaca, 8.59 raíces; sin embargo, el número de raíces tiende a disminuir cuando se utilizó la misma dosis y áreas foliares de 20 cm

2 y

30 cm2 (4.95 y 6.44 raíces respectivamente). Es

posible que el efecto negativo que produjo etileno en ciertos periodos de tiempo sobre la iniciación de las raíces (figura 1) considerando áreas foliares de 40 cm

2 y dosis de AIB al 1.6%, tal vez, no lo fue

para la obtención de un buen sistema radical; al respecto Azcon Bieto y Talon (1993), señalan que las auxinas aplicadas en forma exógena inducen la síntesis de etileno, el cual tiene una relación con la formación de raíces laterales, pelos radicales e

inducción de raíces. Es muy probable que cuando las raíces de C. iguaguana estuvieron ya formadas, la presencia del ABA causado por el estrés hídrico temporal de las estacas y del sustrato debido a las continuas inspecciones del propagador y a el efecto de las altas temperaturas en las horas más luminosas, estimulase el desarrollo de las raíces al prevenir que el etileno se sintetizara a proporciones inhibitorias; al respecto Spollen et al., 1993, citado por Reigosa et al. (2004), sugieren que el desarrollo continuo de raíces de las plantas en suelos desecados puede ser el resultado de la acumulación de la hormona vegetal ácido abscísico (ABA), la cual previene la acumulación de etileno liberado cuando los potenciales hídricos son bajos.

El número de raíces por estaca en la especie C. iguaguana aumentó conforme se incrementó las dosis de AIB; el mismo comportamiento se ha visto con otras especies, tales como en estacas de Cordia alliodora (Mesén et al., 1997), Vochysia guatemalensis (Mesén et al., 1992) y Khaya ivorensis (Tchoundjeu y Leakey, 1996), entre otras.

Aunque se utilizó sólo una longitud específica de estaca (6 cm) y un sólo diámetro central que oscilaba entre los 3-6 mm; las dimensiones de las estacas y los carbohidratos acumulados en ella, al parecer fueron lo suficiente para producir un aceptable número promedio de raíces por estaca, cuando se utilizó dosis de AIB al 1.6% y áreas foliares de 40 cm

2, a pesar de que se recomienda el

uso de una mayor longitud y diámetro de las estacas. Según Haissing (1986), este incremento en el número de raíces por estaca al aumentar las dosis de AIB, puede estar relacionado con la función del AIB de promover la movilización de carbohidratos de hojas del tallo a la base de las estacas. Según Veierskov et al. (1982), una de las funciones de los carbohidratos en algunas especies es la de producir un incremento en el número de raíces por estaca.

Faulds (1986), señala que el diámetro inicial de las estacas puede determinar el número de raíces que se van a formar, considerando que mientras mayor sea el diámetro, mayor será la inducción de raíces. Un estudio realizado con la especie Cordia alliodora (Mesén, 1993), mostró una correlación positiva entre el diámetro de las estacas juveniles y el número de raíces producidas por estaca enraizada. Mesén (1993), también asevera que, desde que ocurre un estimulo inicial para el comienzo de la formación de raíces, las estacas grandes, con una gran capacidad de almacenar carbohidratos, son capaces de soportar un gran número de raíces, un factor el cual puede explicar la fuente de relación entre el diámetro de las estacas y el número de raíces producidas por las estacas.

Cuando se utilizó dosis de AIB al 0.8% (T4) y un área foliar de 40 cm

2 se produjo un similar número

promedio de raíces por estaca (4.80) si se le compara con la dosis al 1.6% de AIB considerando un área foliar de 20 cm

2 (4.95); luego de estas

interacciones el número promedio de raíces tiende

0.00

1.00

2.00

3.00

4.00

5.00

6.00

7.00

8.00

9.00

T1 T2 T3 T4 T5

1.6

7

3.0

0

2.2

5

4.3

8 4.9

5

2.0

0

3.0

0

3.8

8

3.5

0

6.4

4

2.0

0

1.0

0 1.5

0

4.8

0

8.5

9

me

ro p

rom

ed

io d

e r

aíc

es

po

r e

sta

ca AF I

AF II

AF III

Σ X total

Σ Bloque I+II

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a decaer en producción, aleatoriamente. Es necesario recordar que los mismos factores que incitan la iniciación de las raíces son también las que estimulan la formación de un buen sistema radical; entonces, la semejanza de resultados entre la dosis de AIB al 0.8% y áreas foliares de 40 cm

2 y

entre la dosis de AIB al 1.6% y áreas foliares de 20 cm

2, quizás sea debido, a que con una menor dosis

de AIB (0.8%) se hace necesario incrementar las áreas foliares (40 cm

2) para poder estimular una

mayor producción de sustancias reguladoras del crecimiento como las auxinas, y de esta manera suplir la menor concentración de la auxina sintética; es posible que el estímulo de dosis de AIB al 0.8% sobre áreas foliares de 40 cm

2 para promover la

síntesis y transporte de carbohidratos hacia la base de la estaca, haya sido lo suficiente para que estos carbohidratos provocasen la producción de un buen número promedio de raíces por estaca.

Utilizando dosis de AIB al 0.4, 0.2 y 0.0% y áreas foliares de 20, 30 y 40 cm

2, se hace evidente la

importancia de aplicar una mayor dosis de AIB para obtener una mejora en la producción de raíces por estacas. Las áreas foliares al parecer no tiene un efecto importante sobre la obtención de un buen sistema radical si no va acompañada de una adecuada dosis de AIB; quizás a menor dosis de AIB se hace muy necesaria la presencia de auxinas naturales de las hojas antes de iniciar la propagación por estaquillas; Al respecto Hartmann y Kester (1990), señalan la importancia de un buen contenido endógeno de auxinas en las estacas en el momento de ser propagadas.

Al realizar la prueba de rango múltiple Tukey, para el estudio de los efectos simples; aunque indique que no haya una diferencia estadística significativa (p>0.05) entre las cinco dosis de AIB en el área foliar de 30 cm

2 (AF2), muestra que hubo un

importante incremento en el número de raíces por estacas, cuando el tratamiento T5 causó efecto en el AF2 (6.44 raíces); se presenció una diferencia significativa de efectos (p<0.05) de las cinco dosis de AIB sobre el AF3, siendo el más notable efecto el que causó el T5 en el AF3 (8.59 raíces); el mismo efecto causan las áreas foliares en las dosis de AIB cuando los roles se contraponen aún cuando no se haya presentado una diferencia de efectos significativo.

Es necesario recordar que, en la propagación vegetativa por estacas juveniles utilizando propagadores de sub-irrigación, basta obtener un promedio de tres raíces por estaca y dispuestas alrededor de su eje para ser consideradas como viables para ser trasplantas y aclimatas en el vivero. Al respecto Mesén (1998), afirma que las estacas con menos de tres raíces o que tengan las raíces agrupadas a un solo lado, deben ser eliminadas.

3.3. ANÁLISIS DE LA VARIABLE LONGITUD .PROMEDIO DE RAÍCES POR ESTACA

Cuadro 3. Longitud promedio de raíces por .estaca según la distribución de .tratamientos para la variable .longitud promedio de raíces por .estaca

LONGITUD (X) DE RAÍCES/ ESTACA/ TRATAMIENTO

AF

FITOHORMONA AIB

T1 T2 T3 T4 T5

BLOQUE 1

I 5.83 3.34 9.14 8.55 7.33

6.84

II 4.00 4.76 1.87 5.42 6.13

4.44

III 4.60 4.07 12.50 7.64 7.51

7.26

BLOQUE 2

I 0.70 3.80 10.15 4.64 7.14

5.28

II 5.15 6.90 6.04 8.91 6.31

6.66

III 0.00 9.50 3.10 12.18 7.60

6.48

ΣX total

4.06 5.39 7.13 7.89 7.00

AF I 6.06

AF II 5.55

AF III 6.87

Figura 3. Longitud promedio (cm) de raíces por estaca para la interacción área foliar- dosis de AIB

La figura 3, muestra que se obtuvo las mejores y similares longitudes promedios de raíces por estaca cuando se consideró interactuar dosis de AIB al 0.4% con áreas foliares de 20 cm

2 (9.65 cm) y al

interactuar dosis de AIB al 0.8% con áreas foliares de 40 cm

2 (9.91cm); al parecer no existe un patrón

con tendencia coherente del efecto producido por las dosis de AIB y las áreas foliares sobre la longitud de las raíces, ya que todas las interacciones de los niveles de los dos factores en estudio produjeron resultados heterogéneos. Esta heterogeneidad en los resultados podría deberse tal vez a factores medioambientales y al efecto diferente que producen las auxinas sobre la iniciación, desarrollo y crecimiento en longitud de las raíces; es posible que la presencia del etileno

0.00

1.00

2.00

3.00

4.00

5.00

6.00

7.00

8.00

9.00

10.00

T1 T2 T3 T4 T5

3.2

7

3.5

7

9.6

5

6.5

9 7.2

4

4.5

8

5.8

3

3.9

5

7.1

6

6.2

2

4.6

0

6.7

8

7.8

0

9.9

1

7.5

5

Lo

ng

itu

d p

rom

ed

io d

e la

s r

aíc

es

p

or

es

tac

a (

cm

)

AF I

AF II

AF III

Σ X total

Σ Bloque I+II

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haya alterado en cierta forma el efecto que pudo haber realizado el AIB, el AIA, quizás hasta de las citokininas sobre el alargamiento radicular. Al respecto, Salisbury (1991), señala que el crecimiento de las raíces puede ser controlado por factores hormonales, entre otros, por las auxinas que, si bien inducen la formación de raíces adventicias, también pueden inhibir el crecimiento de estas. Esta inhibición se debe a que las auxinas estimulan la producción de etileno, en especial cuando se agregan cantidades relativamente elevadas. En este mismo sentido Azcon Bieto y Talon (1993), afirman que el etileno produce una reducción de las divisiones celulares y una alteración del desarrollo en las zonas de elongación, esto último debido a que el depósito de las microfibrillas de celulosa, que conforman los microtúbulos, se realiza en forma transversal al eje de crecimiento y que cuando existe producción de etileno, este produce un cambio en la orientación de estas estructuras, depositándose longitudinalmente al eje de crecimiento, lo que origina un incremento del crecimiento radial de la célula y por consiguiente una disminución del crecimiento longitudinal.

En C. iguaguana, aunque se produjo un menor enraizamiento a medida que se reducía las dosis de AIB (Figura 1), se sabe que éste factor es independiente del crecimiento de las raíces debido a procesos morfogenéticos diferentes y a factores medioambientales (Figura 3); esto explicaría lo importante que fue controlar el microambiente del propagador para conseguir evitar alterar la síntesis normales de sustancias reguladoras del crecimiento como el AIB, AIA, IBA, etileno, giberalinas, citokininas, entre otras. En este mismo sentido Cámeron (1968) afirma que, la iniciación de raíces y el crecimiento radicular son procesos morfogenéticos separados y posiblemente, cada uno requiere diferentes condiciones. Este mismo autor considera que el crecimiento de las raíces es principalmente afectado por factores medioambientales, mientras que la iniciación de raíces se encuentra directamente influenciada por condiciones hormonales, nutricionales y ontogénicas.

Como ya se sabe que el efecto de factores hormonales no parece ser única la causa de la heterogeneidad en el crecimiento de las raíces de la especie C. iguaguana; en el propagador de sub-

irrigación, los factores medioambientales más resaltantes que posiblemente contribuyeron en este proceso de crecimiento aleatorio en las raíces (Figura 3), son, el sustrato y su humedad sobre el cual las raíces de las estacas se desarrollaron, esto, debido a que no se conoce a seguridad (mientras no se prueben otros sustratos) si la textura del sustrato arena fina fue la más apropiada para esta especie, además, no se podría dilucidar si la tabla de agua disponible en arena por efecto de la capilaridad producto de la evapotranspiración, haya sido disponible para cada raicilla en particular. Al respecto, Salisbury (1991) señala que el crecimiento y morfología de las raíces sigue un control genético, pero también influye su entorno edáfico; en este mismo sentido Von Guttenberg

(1968), citado por Fitter (1996), señala que existen varios factores asociados al suelo como la humedad, que modifican el área de la superficie de la raíz, su sobrevivencia y desarrollo; ya que al parecer tiene un efecto en el alargamiento de las raíces, pero no en su diferenciación; además Connack, et al. citado por Fitter (1996), afirma que

varios factores como el nivel de oxigeno y textura del suelo, concentración de dióxido de carbono, luz y reguladores de crecimiento, también parecen ser importantes. Esto tiene directa relación con el medio en el cual se enraízan las estacas, ya que como señalan Hartmann y Kester (1997), el sustrato puede afectar el tipo de sistema radical, así estacas de algunas especies forman raíces largas, no ramificadas, gruesas y quebradizas, cuando se hacen enraizar solo en arena, pero cuando lo hacen en arena y musgo turboso o perlita y musgo turboso, desarrollan raíces más cortas, ramificadas y flexibles. Por otra parte, Rose et al. (1990), afirman que las raíces largas pueden ser una característica importante en áreas en que la exploración de las zonas más profundas del perfil del suelo son necesarias para mantener el estado hídrico de la plántula.

Al realizar la prueba de rango múltiple Tukey, para el estudio de los efectos simples; aunque indique que no haya una diferencia estadística significativa (p>0.05) entre las cinco dosis de AIB en las áreas foliares de 20 cm

2, 30 cm

2 y 40 cm

2, muestra que

los dos más importantes incrementos en la longitud promedio de las raíces fue debido al efecto que causaron el T3 en el AF1 (9.65 cm) y el T4 en el AF3 (9.91 cm); el mismo efecto causan las áreas foliares en las dosis de AIB cuando los roles se anteponen aún cuando no se haya presentado una diferencia de efectos significativo.

Cabe señalar que, cuando se trata de propagación por estacas juveniles, algunos investigadores consideran que con solo obtener una longitud de 1-2 cm de raíz y en un número de tres raíces por estaca es suficiente para extraer las estacas enraizadas del propagador y ser trasplantadas en bolsa, ya que se considera ya aptas para ser adaptadas previamente en el vivero antes de ser llevadas a campo definitivo; además se sugiere que es más importante la obtención de un mayor porcentaje de enraizamiento con una mayor cantidad de raíces distribuidas alrededor del perímetro de la estaca que obtener estacas con uno u dos raíces largas. De igual forma se dice que el tamaño de las raíces se puede estimular e incrementar el número de estas cuando son sometidas a fertilizaciones con estimulantes foliares en el vivero. Al respecto Mesén (1998), afirma que cuando las raíces tengan 1-2 cm de longitud, se debe extraer la estaca del propagador y plantarla en un recipiente adecuado, que contenga una buena mezcla de sustrato de acuerdo a las prácticas normales de vivero para la especie en particular. Así mismo afirma, que las estacas con menos de tres raíces o que tengan las raíces agrupadas a un solo lado, deben ser eliminadas.

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En el experimento se consideró estaquillas de 6 cm de longitud, con diámetros centrales de 3-6 mm, es posible que al no definir un solo diámetro central por estaca haya producido cierta diferencias no solo en la formación de la raíces, también en su crecimiento; esto es debido a que se considera que un mayor diámetro y longitud de la estaca tienen un mayor contenido de carbohidratos de reserva necesario para la iniciación, formación y crecimiento de las raíces; ya que como señalan Breen y Muraoka (1974), los carbohidratos de reserva son importantes como aportadores de energía; y cantidades insuficientes en las estacas pueden disminuir e incluso inhibir la formación y el crecimiento de raíces. Hartmann y Kester (1988), afirman que el almidón cumple un papel nutricional importante en el desarrollo de las raíces adventicias.

IV. CONCLUSIONES

1. El propagador de sub-irrigación demostró ser eficiente en el enraizamiento de estacas juveniles de Cordia iguaguana Melchior.

2. El mayor porcentaje de enraizamiento obtenido fue el 91.67%, considerando dosis de AIB al 1.6% y áreas foliares de 20 y 30 cm

2.

3. El mayor número promedio de raíces por estaca (4.95, 6.44 y 8.59 raíces) se obtuvo al utilizar dosis de AIB al 1.6% con áreas foliares de 20, 30 y 40 cm

2 respectivamente.

4. La mayor longitud promedio de raíces por estaca se obtuvo al utilizar dosis de AIB al 0.4% con áreas foliares de 20 cm

2 (9.65 cm) y al utilizar dosis de

AIB al 0.8% con áreas foliares de 40 cm2

(9.91cm).

V. AGRADECIMIENTOS

A las instituciones: IIAP-Pucallpa, FINCyT e INCAGRO por haber permitido capacitarme en las técnicas que me favorecieron lograr la destreza necesaria para que este estudio sea lo más exitoso posible.

Al M.Sc. Manuel Soudre Sambrano, Coordinador del Proyecto PROVEFOR y al Ph.D. Francisco Mesén Sequeira; mis mentores en las bases técnicas para la propagación vegetativa de árboles tropicales mediante enraizamiento de estaquillas.

VI. LITERATURA CITADA

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