Artículo Humanisticas

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Velorios, santos y marimbas en el Museo Nacional de Colombia: ¿de quién es el patrimonio de la Nación? 1 Juliana Botero Mejía 2 Investigadora independiente [email protected] Sofía Natalia González Ayala 3 Universidad de Manchester, Manchester, Reino Unido 4 [email protected] Recibido: 23 de julio de 2013 Aceptado: 9 de septiembre de 2013 1 Artículo de reflexión con base en la experiencia laboral e investigativa previa de las autoras, entrevistas, revisión de literatura académica, prensa y documentos oficiales. Sofía Natalia González realiza este escrito mientras hace el trabajo de campo para su investigación doctoral en la Universidad de Manchester, titulada “Comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras en el Museo Nacional de Colombia: una aproximación desde la antropología visual y reflexiva”, con financiación de Colciencias. Sin embargo, aunque las reflexiones del presente artículo se relacionan con este proyecto, no constituyen un avance de investigación del mismo. 2 Antropóloga de la Universidad Nacional de Colombia. Magíster en Antropología social y etnografía de la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París, Francia. 3 Antropóloga de la Universidad Nacional de Colombia. 4 Estudiante de Doctorado en Antropología social con medios visuales. doi:10.11144/Javeriana.UH77.vsym

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Velorios, santos y marimbas en el Museo Nacional de Colombia: de quin es el patrimonio de la Nacin?1Juliana Botero Meja2Investigadora [email protected] Natalia Gonzlez Ayala3Universidad de Manchester, Manchester, Reino Unido4 [email protected]: 23 de julio de 2013Aceptado: 9 de septiembre de 20131 Artculoderefexinconbaseenlaexperiencialaboraleinvestigativapreviadelasautoras, entrevistas,revisindeliteraturaacadmica,prensaydocumentosofciales.SofaNatalia Gonzlez realiza este escrito mientras hace el trabajo de campo para su investigacin doctoral enlaUniversidaddeManchester,tituladaComunidadesnegras,afrocolombianas,raizalesy palenqueras en el Museo Nacional de Colombia: una aproximacin desde la antropologa visual y refexiva, con fnanciacin de Colciencias. Sin embargo, aunque las refexiones del presente artculo se relacionan con este proyecto, no constituyen un avance de investigacin del mismo.2 Antroploga de la Universidad Nacional de Colombia. Magster en Antropologa social y etnografa de la cole des Hautes tudes en Sciences Sociales de Pars, Francia. 3 Antroploga de la Universidad Nacional de Colombia. 4 Estudiante de Doctorado en Antropologa social con medios visuales.doi:10.11144/Javeriana.UH77.vsym278universitas humanstica 77 enero-junio de 2014 pp: 277-301bogot - Colombia issn 0120-4807Juliana Botero et al. Velorios, santos y marimbas en el Museo Nacional de Colombia: de quin es el patrimonio de la nacin?ResumenEnesteartculorefexionaremosacercadedosexposicionestemporalesllevadasacaboenlas instalaciones del Museo Nacional de Colombia, a partir de discusiones sobre el multiculturalismo, los procesos de patrimonializacin, la nueva museologa y la poltica de la representacin. Por una parte, trataremos el caso de Velorios y santos vivos. Comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras y, por otra, Del monumento al pensamiento. Patrimonio de Colombia para la humanidad, dos experiencias expositivas que dan cuenta de formas diferentes de concebir la nacin pluritnica y multicultural, tanto en el proceso de produccin, como en el producto fnal presentado al pblico y que a su vez, evidencian los retos a los que se enfrenta esta institucin estatal al buscar plasmar la lgica de la afrmacin y la valorizacin de las diferencias introducida en la Constitucin de 1991 y en la poltica de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial (PCI).Palabras clave: Nacin, Patrimonio cultural inmaterial, Museos, Afrocolombianos, Inclusin.Palabrasclavedescriptores:MuseoNacionaldeColombia,Multiculturalismo-Exposiciones, patrimonio cultural, Museos-Bogot (colombia)Wakes, Saints and Marimbas in the National Museum of Colombia: Whose the Heritage of the Nation is?AbstractIn this article we will refect on two temporal exhibitions held in the premises of the National Museum of Colombia, from discussions about multiculturalism, patrimonial appropriation processes, the new museology and politics of representation. First, we will consider the case of Velorios y santos vivos. Comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras and, on the other hand, Del monumento al pensamiento. Patrimonio de Colombia para la humanidad, two exhibition experiences that account fordifferentwaysofconceivingamultiethnicandmulticulturalnation,bothintheproduction processandinthefnalproductpresentedtothepublicandthatinturn,showthechallenges which this state institution faces when looking to capture the logic of affrmation and appreciation of difference introduced in the 1991 Constitution and in the politics of intangible cultural heritage (ICH) safeguarding . Keywords: Nation, Intangible Cultural Heritage, Museums, Afro-colombian, Inclusion.Key words plus: National Museum Of Colombia, Multiculturalism-Exhibitions, Cultural Heritage, Museums Bogota (Colombia)Velrios, santos e marimbas no Museu Nacional da Colmbia: de quem o patrimnio da nao?ResumoNeste artigo refetimos em duas exposies temporais levadas a cabo nas instalaes do Museu Nacional da Colmbia, a partir de discusses sobre multiculturalismo, os processos de patrimonializao, a nova museologia e a poltica da representao. De uma parte, trataremos o caso de Velrios e santos vivos.Comunidadesnegras,afrocolombianas,raizaisepalenqueirase,deoutra,Domonumentoa pensamento.PatrimniodaColmbiaparaahumanidade,duasexperinciasexpositivasquedo conta de formas diferentes de conceber a nao pluritnica e multicultural, tanto no processo de produo quanto no produto fnal apresentado ao pblico e que, por sua vez, evidenciam os retos aos que enfrentada esta instituio estatal ao tentar plasmar a lgica da afrmao e a avaliao das diferenas introduzida na Constituio de 1991 e na poltica de salvaguarda do patrimnio cultural imaterial (PCI).Palavras-chave: Nao, Patrimnio cultural imaterial, Museus, Afrocolombianos, Incluso.Palavras-chave descritores: Museu Nacional da Colmbia, Multiculturalismo-exposies, Patrimnio cultural, Museus de Bogot (Colmbia)279universitas humanstica no.77 enero-junio de 2014 pp: 277-301bogot - Colombia issn 0120-4807Velorios, santos y marimbas en el Museo Nacional de Colombia: de quin es el patrimonio de la nacin?IntroduccinEl proyecto decimonnico de nacin5 imaginado por las lites andinas, requiri la construccin de un sujeto nacional homogneo y para ello se vali, entre otras instituciones, del joven Museo Nacional de Colombia, cuyo relato neg la presencia de todos aquellos que, con su diferencia, difcultaban y erosionaban dicho ideal. La segunda mitad del siglo XX trajo consigo rupturas que llevaron a generar una conciencia por lo menos en el discurso y en el papel sobre la importancia de incluir y valorar a las ahora llamadas minoras tnicas, cambios que quedaron consignados en la Constitucin poltica en 1991, la cual reconoci el carcter pluritnico y multicultural del pas, poniendo fn al discurso de la nacin mestiza. En este artculo refexionaremos sobre dos exposiciones temporales llevadas a cabo en las instalaciones del Museo Nacional de Colombia, lascualesestuvieronenmarcadasenlalgicadelaafrmacinyla valorizacin de las diferencias introducida en la Carta de 1991 y en la poltica de salvaguardia del Patrimonio cultural inmaterial (PCI). Por una parte, Velorios y santos vivos. Comunidades negras, afrocolombia-nas, raizales y palenqueras (2008) y por otra, Del monumento al pen-samiento. Patrimonio de Colombia para la humanidad (2012-2013) dos proyectosexpositivosqueobedecenadistintasagendaseintereses, pero que dan cuenta de los retos que implica para una institucin es-tatal como el Museo Nacional de Colombia, redefnir los conceptos de Nacin, memoria, historia y patrimonio; pensar en las categoras t-nico-raciales y en las implicaciones del uso de unas y otras, as como problematizar su relacin con los sujetos tnicos y el papel que ellos cumplen en la toma de decisiones sobre qu dice el Museo6 acerca de la historia de la nacin y cmo lo dice.Paraello,larefexinsesustentaennuestraexperienciadirecta como integrantes del grupo de trabajo que produjo Velorios y santos vivos y en visitas crticas a la exposicin Del monumento al pensamiento, a la luz de revisiones tericas del multiculturalismo y a los procesos de patri-monializacin, y las discusiones desde la nueva museologa y la poltica 5 En el presente artculo utilizamos las palabras nacin y estado en minscula intencionalmente, en concordancia con nuestro intento por mostrar que son categoras construidas histricamente y situadas en contextos particulares.6 En adelante, para hacer ms fuida la lectura, cuando usamos la palabra Museo en mayscula nos referimos al Museo Nacional de Colombia. De igual forma, en varias ocasiones usamos solo la primera parte de los ttulos de las exposiciones examinadas, as: Velorios y santos vivos y Del monumento al pensamiento.280universitas humanstica 77 enero-junio de 2014 pp: 277-301bogot - Colombia issn 0120-4807Juliana Botero et al. de la representacin, aplicadas particularmente a las relaciones entre los estados nacionales, los museos y las comunidades.Enlaprimerapartedeesteescrito,pondremosencontextola construccin de la nacin mestiza, para luego tratar desde un ngulo crtico las polticas del multiculturalismo y la patrimonializacin que fueron desarrolladas a partir de la Constitucin de 1991. A continua-cin discutiremos el caso de las dos exposiciones temporales, eviden-ciandoaplicacionesdiferentesdelaideadeunanacincolombiana pluritnicaymulticulturalenelMuseoNacional,paraconcluircon algunas preguntas y refexiones acerca de quin posee los medios para el uso y circulacin de los patrimonios nacionales. El nacimiento de una nacin mestiza Luego del proceso independentista, las lites criollas ellas mismas he-terogneas y con proyectos de nacin muy diferentes (Mnera, 2005) descontextualizaron cultural, histrica y subjetivamente todos aquellos elementos que eran identifcables con el antiguo rgimen, para impo-nerles un sentido y una signifcacin acordes con los preceptos de de-sarrollo, modernidad y civilizacin que guiaran el futuro de la naciente Nacin. Lo anterior, requiri del uso de la violencia fsica y simblica, al igual que de la instrumentalizacin de ceremonias, smbolos e institu-ciones como la iglesia, la escuela y los museos, dado que para que los discursos sobre la nacin puedan retener su poder (zkirimli, 2005, citado por Lleras, 2011, p. 12), deben ser aprendidos e internalizados por medio de la socializacin y ser reproducidos a diario. En la marcha hacia el progreso y la felicidad (Mnera, 2005, p. 28), la tesis del mestizaje sirvi a las lites como panacea para civilizar a la poblacin y fundar sobre ella una unidad nacional que fuera resu-mida en el lema de la Academia Colombiana de la Lengua: una sola lengua, una sola raza, un solo Dios. Para lograrlo, era necesario llevar a cabo un proceso jerarquizado de blanqueamiento cultural y racial de las poblaciones denominadas salvajes7. Los indgenas y negros fueron entonces sometidos a la obra evangelizadora de las misiones catlicas 7 Desde fnales del siglo XVIII en Europa, pero sobre todo en el siglo XIX, la civilizacin se comenz a percibir cada vez ms en trminos raciales de manera que caractersticas fsicas como el color de la piel, la forma de la nariz, la contextura del pelo, entre otros factores biolgicos, fueron directamente asociados con inteligencia, prestigio y atributos morales. En otras palabras, las razas empezaron a construirse como entidades separadas y la civilizacin como un estadio del desarrollo espiritual y material al que solo podan acceder las razas ms avanzadas (Mnera, 2005).281universitas humanstica no.77 enero-junio de 2014 pp: 277-301bogot - Colombia issn 0120-4807Velorios, santos y marimbas en el Museo Nacional de Colombia: de quin es el patrimonio de la nacin?para ser reducidos a la vida civilizada y territorializados en la periferia, es decir, por fuera de la regin andina, no sin una gran dosis de fantasa. En concordancia, estos territorios llamados territorios nacionales odefronterayconsideradosbaldos,fueronigualmenteimaginados como salvajes, lo que legitim su conquista y sometimiento por parte de quienes se presuman civilizados las lites criollas asentadas en lasalturasdelosAndesyevidenciunordenamientoterritorialde tipo zonal a partir de una geografa racializada (Mnera, 2005) o, como lo denomina Briones (2005), unas geografas de inclusin y exclusin quesupusieronlaconstruccindeformasderepresentacindelos indgenas y negros al margen de sus propios intereses (Cunin, 2003; Rojas y Castillo, 2005; Wade, 1997; 2002).El museo, al igual que la escuela y la iglesia, fue una de las institu-ciones instauradas por las elites criollas como medio de comunicacin y herramienta de educacin para transmitir los principios civilizatorios, de identifcacin grupal, de legitimacin del orden social, del imaginario de la Nacin y de la jerarqua de poder (Urizar, 2008). Estas institucio-nes tambin sirvieron para organizarse y presentarse en tanto naciones modernas (Navarro, 2006) y como lugares para materializar la memoria y la historia nacional recientemente adoptada8. Por eso estas exhibieron un conjunto de objetos que se constituiran en smbolos colectivos por lo tanto declarados patrimonio nacional (Therrien, 2011) y cuya fun-cin sera producir una idea de madre patria. Los museos como formas culturales con tecnologas de represen-tacin, han expresado y contribuido a generar ciertos tipos de iden-tidad(Macdonald,2003),convirtindoseensitiosalserviciodela Nacin, de su posicionamiento poltico, de sus discursos cannicos y de su imaginario (Robb, 1992, citado por Navarro, 2006). Esto explica por qu las narrativas de los museos sobre el pasado y el presente son incluyentes o excluyentes, dan voz o silencian a las colectividades y a las minoras, representan o no a los ciudadanos (Lleras, 2011).El naciente Museo Nacional de Colombia, en concordancia con su poca, se convirti en un lugar de ostentacin, en un panten de hroes 8 La historiografa americana protagonizada por los europeos estuvo marcada en el siglo XVIII por el racionalismo ordenador que justifc la opresin y en el siglo XIX, por el darwinismo social. Esta historiografa pretendi olvidar a la mayora de los actores histricos dando lugar a una crnicadelaslitesqueneglasrelacionesypuentesdeintercambioentrelosgruposyen algunos casos, hasta los hizo desaparecer de la historia escrita. Un ejemplo de ello es el caso de los descendientes de las castas que pasan a ser denominados en los documentos con el ttulo genrico de mestizos luego de la abolicin de las clasifcaciones raciales en el siglo XIX (Guevara Sanguins, 2005).282universitas humanstica 77 enero-junio de 2014 pp: 277-301bogot - Colombia issn 0120-4807Juliana Botero et al. y batallas y en una coleccin de fechas signifcativas cabe preguntarse para quin que privilegi a los victoriosos, a las lites polticas y eco-nmicas, y (predominantemente) a los hombres blancos heterosexua-les (Lleras, 2011, p. 36). El Museo funcion pues como un espacio de legitimacin que, no solo construy el patrimonio como valor, sino que le adscribi validez a diferentes cosmologas o prcticas (Lleras, 2011). Por eso, las culturas precolombinas fueron representadas solo en tanto hicieron parte de una historia lineal expresada en discursos estticos y biolgicos, mientras que los indgenas, los negros, las mujeres9, los pobres, lo cotidiano, lo popular y todo aquello que difcultaba y erosio-naba la construccin de un sujeto nacional homogneo no apareca en el relato o tena una representacin mnima y subordinada. Esto llev esto a que el Museo se constituyera en una de las instituciones testigo de la dominacin de unos pocos centros de poder sobre otros grupos (Navarro, 2006). De ah todo lo que las representaciones [y narraciones] funda-cionales [de la nacin] tuvieron de simulacro: de representacin sin realidad representada, de imgenes deformadas y espejos deforman-tes en los que las mayoras no podan reconocerse. (Martn-Barbero, 2000, p. 42)Una nacin pluritnica y multiculturalDurante la segunda mitad del siglo XX el mundo vivi intensos proce-sos de fractura, reconfguracin y recomposicin a escala local y global del espacio, de las identidades y de las relaciones de poder, que forzaron cambios drsticos en los estados. Ello gener, entre otras cosas, una con-ciencia por lo menos en el discurso y en el papel sobre la importancia de incluir y valorar a las llamadas minoras nacionales que hasta hace pocohabansidosilenciadas,ignoradasyconcebidascomoelementos disonantes de la nacin, segn una visin homognea de la misma. Se comenz entonces a hablar desde una nueva perspectiva sobre la con-tribucin que, en trminos de diversidad, ciertos grupos haban hecho a la construccin de las naciones y se desarrollaron mecanismos jurdicos 9 Vale aclarar que no todas las mujeres ocupaban el mismo lugar. Las mujeres negras ocupaban el peldao inferior de la sociedad, las blancas se posicionaban en la cspide y las indgenas en el medio.283universitas humanstica no.77 enero-junio de 2014 pp: 277-301bogot - Colombia issn 0120-4807Velorios, santos y marimbas en el Museo Nacional de Colombia: de quin es el patrimonio de la nacin?para reconocer, defender y proteger los derechos de esos grupos10 (Boni-lla, 1999; Gupta y Ferguson, 2008).En este marco, Colombia aprob una nueva Constitucin en 1991, un hecho social e histrico que expresa las formas de concebir y re-presentar la cultura y la diferencia cultural en contextos especfcos en donde lo tnico adquiere un lugar defnitorio (Restrepo, 2004). En dicha Carta, el pas reconoci formalmente su carcter pluritnico y multicultural, tomndolo como un valor y no como un defecto (Bo-nilla,1999,p.10)ypusofnaldiscursodelanacinmestiza.Ese principio y los diferentes articulados que lo desarrollan establecieron una transformacin en el orden consuetudinario de la representacin y de las prcticas del estado, que permitieron inaugurar una serie de espacios de participacin ciudadana y crear instrumentos legales para los grupos tnicos con miras a reconocerles sus derechos colectivos11 (Restrepo, 2004; Rojas y Castillo, 2005). Sin embargo, esta oposicin esquemtica entre un pasado en el que [...] el mestizaje signifcaba un proceso de homogeneizacin ca-racterizado por la hegemona del mestizo y un presente en el cual el multiculturalismo12 remitira a una yuxtaposicin de grupos con fronteras delimitadas, trasmite una visin lineal de la construccin de las naciones latinoamericanas. (Cunin, 2010, p. 13)As mismo, ignora que la gente ordinaria no ha sido un simple tes-tigo silencioso del proceso histrico sino que, por el contrario, siempre hasidoagenteactivodelmismo(Wolf,1987).Larupturaradicalque introduce la Constitucin de 1991 con la instauracin de una lgica de afrmacin y de valorizacin de la diferencia (Cunin, 2004) es producto 10 EstosderechosespecialesdeacuerdoconWillKymlicka,tienencomoobjetivopreservarel horizonte cultural que otorga sentido a la libertad individual y a su ejercicio, as como hacer posible la pertenencia a su grupo cultural considerando un bien fundamental para la construccin de la identidad de muchos individuos y promover la desaparicin de las desigualdades que afectan a las minoras culturales (Bonilla, 1999, p. 38). 11 No obstante, mientras que los indgenas fueron objeto explcito de disposiciones territoriales, econmicas,educativasypoltico-administrativas,lascomunidadesnegrascomofueron denominadas en la Constitucin solo encontraron en un artculo transitorio las posibilidades de materializar sus derechos especfcos, haciendo necesario el establecimiento de una comisin especial para desarrollar la Ley 70 de 1993.12 Segn Restrepo (2004) el multiculturalismo es la expresin de las formas de representacin de la diferencia y la mismidad en las acciones jurdicas y polticas de los estados. La multiculturalidad, en cambio, debe entenderse como la emergencia de la diferencia y mismidad puntuada de cultural en regmenes de verdad y de experiencia en contextos sociales y situaciones concretos, objeto de disputas y disensos (p. 279).284universitas humanstica 77 enero-junio de 2014 pp: 277-301bogot - Colombia issn 0120-4807Juliana Botero et al. de un complejo entramado de relaciones que superponen los intereses del estado, los procesos organizativos y las movilizaciones polticas de los grupos tnicos; el renovado inters acadmico por el estudio de las identidades tnico-raciales, los imperativos de la poltica internacional promovidas por entidades como el Banco Mundial, as como las necesi-dades de la globalizacin y la expansin del capitalismo neoliberal (Ro-jas y Castillo, 2005; Wade, 2004).Multiculturalismo y patrimonializacin: los medios se vuelven fnesComo una manera de apostarle al multiculturalismo, el estado ha in-tentado integrar a los otros13 a la Nacin por medio de la promocin de sus diferencias tnicas o culturales (Chaves, 2011). Esta promocin, segnMartnez-Novo(2011),habrindadoparaelcasodeMxicoy Ecuador un marco de incorporacin corporativa al estado que enfatiza en una sensibilidad hacia las diferencias culturales sin cuestionar la exclusindelosderechosdedichosgrupos,reproduciendoasdes-igualdades histricas. En Colombia la situacin no es muy diferente. Elreconocimientodeladiversidadculturalporpartedelestado ha sido reducida a la difusin de una imagen nacionalista, folclrica y armoniosa de un pas diverso (Salcedo, 2011, p. 287), que no se ha despojado del pensamiento decimonnico (Therrien, 2011) y que, por lo tanto, ha permitido un reconocimiento sustantivo en rasgos, prc-ticasydiacrticosdeunasupuestadiferenciavisible,queniegaque la diferencia tnico-racial de los indgenas y de los afrodescendientes estenraizadaenrelacionesdesubordinacindeviejadata,enlas que confuyen de manera compleja desigualdad social y diferencia cul-tural, territorializadas de acuerdo con las necesidades e intereses del poder del estado (Chaves, 2011, p. 12).Deestaforma,lossectoressocialesqueseautodenominanma-yoritariosydominantes,reconocenladiversidadylaparticularidad tnica y cultural de otros mientras se reafrman como poseedores de unaculturauniversal.As,quienesahorasonreconocidos,aunque cuentan con mayores oportunidades y posibilidades para la participa-cin poltica, sern ubicados siempre en una condicin de minora 13 Los otros seran esos grupos que en otros contextos han sido llamados como minoras.285universitas humanstica no.77 enero-junio de 2014 pp: 277-301bogot - Colombia issn 0120-4807Velorios, santos y marimbas en el Museo Nacional de Colombia: de quin es el patrimonio de la nacin?entrminosdelreconocimientorealdesuserysusaber(Rojasy Castillo, 2005, p. 140). Para responder a las crticas sobre el carcter contradictorio y dis-criminatorio de la puesta en prctica del discurso multicultural en el pas que no es otra cosa que una poltica para tramitar la diferencia cultural (Rojas y Castillo, 2005), el estado colombiano ha desarrolla-do una poltica de proteccin del Patrimonio cultural inmaterial (PCI) (Therrien,2011).Dichomecanismo,promovidoporelMinisteriode CulturaconbaseenlasdirectricesdeUnesco,proponedarcabida aladiversidadtnicaeneldiscursohegemnicodelpatrimoniopor medio de la insercin de los grupos excluidos del repertorio de bienes culturales de la Nacin en las listas representativas del PCI. Tambin, busca orientar la gestin cultural entre grupos tradicionales diferen-ciadoshacialarevitalizacinyelfortalecimientodesusidentidades (Chaves, 2011). Las crticas a este proceso han sealado que los valores y mtodos utilizados para recolectar, documentar, inventariar y registrar; preser-var,evaluareinterpretarexperienciasvivascomolosconocimientos y prcticas sustentadas en formas ancestrales de ver y aprehender el mundo, son los mismos que fueron creados dcadas atrs para los pa-trimonios materiales (Kirshenblatt-Gimblett, 2006), bajo el supuesto retrico de que uno y otro deben ser vistos como igualmente valiosos. ParaMeza(2011),estemodeloestticoyesencialistadelpatri-monio inmaterial, fcilmente lo reduce a expresiones muertas y em-balsamadas, propensas a su diseccin y clasifcacin taxonmica en saberes,destrezas,recetasycosmovisionesajenasalaexperiencia vividadelosgruposhumanosparalosquedichasprcticascultu-ralestienensentido.Deigualmanera,ignoraquelastradiciones son una construccin histrica ntimamente relacionada con univer-sos estticos y simblicos, as como con sistemas socioeconmicos y medioambientales que actan de manera integral en la comprensin y generacin de respuestas frente a los procesos de cambio, por lo que pueden desaparecer, ser reinventadas o puestas en escena en contex-tos radicalmente diferentes (Chaves, Montenegro y Zambrano, 2010; Hobsbawm y Ranger, 2002; Meza, 2011).Laconstruccindelpatrimonioesunaprcticaculturalquese valedelparadjicoefectomuseo14(Alpers,1991,citadoporKratz, 14 El efecto museo es el proceso por el cual los museos extraen y reubican objetos y prcticas de la cotidianidad en nuevos contextos, y de tal forma generan y validan maneras particulares de ver y de prestar atencin (Alpers, 1991, citado por Kratz, 2002).286universitas humanstica 77 enero-junio de 2014 pp: 277-301bogot - Colombia issn 0120-4807Juliana Botero et al. 2002),enelcual,locotidianosevuelveespectacular(Kirshenblatt-Gimblett, 1998) y se re-categoriza como bien cultural susceptible de hacerpartedelaslistasdelPCI(Chavesetal.,2010),controladas desde el lugar y los discursos dominantes, sometidas a sus formas y tramitadas en su espacio (Rojas y Castillo, 2005). Aunque la poltica delPCIseproponecomounprocesoincluyenteyparticipativo,las decisionessobrequsepatrimonializa,cmosedistribuyenlosbe-nefcios que este patrimonio produce y quines tienen derecho al uso, la propiedad, la circulacin y la distribucin de los bienes y saberes patrimonializados, no son inmunes a las desigualdades que producen las jerarquas y el direccionamiento del centro a la periferia (Chaves, 2011; Chaves et al., 2010).Un museo del siglo XIX se vuelve multicultural?Con todo lo anterior como teln de fondo, el Museo Nacional de Colombia se encontr ante un amplio desafo: enfrentarse a la defnicin de una nuevaformadeentenderlasociedad,pensarcmomaterializarlos cambios acarreados por el multiculturalismo, redefnir los conceptos deNacin,memoria,historiaypatrimonionacionalylasformasde narrar el pasado y el presente; reevaluar la relacin que tiene con el pblicoyconlosciudadanos,ascomolaparticipacindelosdife-rentes sectores de la sociedad y de las regiones del pas en la toma de decisiones sobre sus contenidos (Lleras, 2011; Urizar, 2008). Como respuesta a este reto y en concordancia con el Plan estratgico 2001-2010. Bases para el Museo Nacional del futuro, la Curadura de Arte e Historia del Museo lider un proyecto que buscaba nutrir las colecciones con nuevas formas de patrimonio, ampliar las nociones de ciudadana y del papel de los ciudadanos en la institucin, de forma que refejaran los planteamientos de la Carta de 1991. Esta necesidad surgi a partir de la deteccin de vacos en las colecciones relaciona-dosconfenmenossociales,econmicosyculturalesdelasegunda mitaddelsigloXX,perotambin,conelreconocimientodequela narrativa del Museo haba sido hecha a partir de la exclusin de his-torias,personajesyperspectivasfundamentaleseneldevenirdela Nacin (Lleras, 2011).A continuacin analizaremos dos actividades expositivas llevadas a cabo en las instalaciones del Museo que dan cuenta de la compleji-dad y difcultades que comporta la intencin de refejar la nueva idea 287universitas humanstica no.77 enero-junio de 2014 pp: 277-301bogot - Colombia issn 0120-4807Velorios, santos y marimbas en el Museo Nacional de Colombia: de quin es el patrimonio de la nacin?de nacin colombiana pluritnica y multicultural, en una institucin creada como parte de un proyecto de nacin del siglo XIX. Exposicin temporal Velorios y Santos Vivos. Comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenquerasLas refexiones que presentamos en la siguiente seccin se basan, por una parte, en nuestra vinculacin como miembros del equipo de trabajo encargado de la investigacin y produccin de Velorios y santos vivos, ascomoconactividadesyproyectosderivadosdeestamuestra.Por otra parte, nos remitimos al estudio de pblicos de la exposicin y a la tesisdoctoralrealizadaporCristinaLleras(2011),entoncescuradora jefe de la Curadura de Arte e Historia del Museo Nacional de Colombia.Segn relata Lleras (2011), luego de algunos intentos iniciales en la dcada de 1990 por refexionar, investigar o transformar la partici-pacin de los afrodescendientes en las narrativas del Museo Nacional de Colombia, algunos acadmicos volvieron a disparar las alarmas en el 2005 sobre la inadecuada representacin de los grupos negros en el museo de la Nacin. A partir de entonces, miembros de las comu-nidadesafrocolombianas,historiadores,antroplogosyfuncionarios del Museo comenzaron un proceso de discusin sobre el tema y deci-dieron realizar una exposicin temporal, la primera en su gnero en el Museo Nacional de Colombia, que buscaba subsanar con la concien-cia de que esta no era una solucin defnitiva la ausencia y tergiver-sacin en las representaciones de los afrodescendientes, en el marco de las reparaciones establecidas por la Conferencia de Durban 200115.Elgrupodetrabajoconsiderdiferentestemasparalaexposi-cin y opt por exaltar la riqueza esttica, simblica y espiritual con-tenidaenlosritualesfnebres,larelacinconlosancestrosyla devocinalossantoscatlicoscomorenovadoresdeloslazosde solidaridad de las comunidades de ascendencia africana en Colom-bia. Escogieron este tema porque involucraba a todos los grupos de ascendencia africana en el pas y serva como medio para manifestar la inconformidad de muchas comunidades por la manera como los gruposarmadosdetodaslastendenciasyafliacionesdemanera 15 Del31deagostoal8deseptiembrede2001secelebrenDurban,Sudfrica,laTercera Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminacin Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia. En virtud de la Declaracin y el Programa de Accin de Durban, los estados se comprometieron a luchar contra esas formas de racismo y reconocieron que la esclavitud y la trata de esclavos eran delitos de lesa humanidad y fomentaban el racismo. Para mayor informacin sobre la Conferencia vase: http://www.un.org/spanish/CMCR/288universitas humanstica 77 enero-junio de 2014 pp: 277-301bogot - Colombia issn 0120-4807Juliana Botero et al. sistemtica han impedido que la gente lleve a cabo las ceremonias alrededordelamuerte,incluyendoelentierropropiamentedicho (Arocha, Botero, Camargo, Gonzlez y Lleras, 2008, p. 21).En 2007 se conform un seminario permanente compuesto por cinco profesionales afrocolombianos provenientes de varias regiones del pas y residentes en Bogot, antroplogos y funcionarios del Museo para discutir peridicamente sobre la metodologa de investigacin16, los contenidos, la curadura y museografa de la exhibicin. El proce-so se caracteriz por el dilogo, los desacuerdos y descubrimientos. Desdeuncomienzo,losafrocolombianosparticipantesenelsemi-nario dejaron claro que cualquier decisin respecto a qu mostrar y cmo y qu excluir de la exposicin deba consultarse con ellos: su voz deba ser escuchada a lo largo del proceso y ser visible en su re-sultado (Lleras, 2011). FueascomolaexposicintemporalVeloriosysantosvivos. Comunidadesnegras,afrocolombianas,raizalesypalenqueras17se abri al pblico entre el 21 de agosto y el 2 de noviembre 2008 en la saladeexhibicionestemporalesdelMuseoNacional.Loselementos centrales de esta muestra fueron tres altares a santos patronos: San Pacho en Quibd (Choc), la Virgen del Carmen en Tumaco (Nario) y el pesebre de las adoraciones del norte del Cauca, as como cuatro es-pacios que buscaban reproducir el lugar de la casa donde tiene lugar el velorio de acuerdo con las diferentes tradiciones locales: una habitacin vestida de blanco en las islas San Andrs, Providencia y Santa Catali-na, un altar de angelito en Ur (Crdoba), un altar de novena y otro de ltima noche en San Basilio de Palenque (Bolvar) y un altar de ltima nocheenGuapi(Cauca).Cadaunodeestosespaciosfuediseadoy construido por una o varias personas de las regiones representadas en la muestra, que viajaron a Bogot para ello. De igual manera, la expo-sicin vincul a varios jvenes afrocolombianos como monitores guas y fue acompaada de un programa semanal de actividades a cargo 16 LainvestigacinfuelideradaporelantroplogoJaimeArochaencompaaconvariosotros antroplogosmiembrosdelGrupodeEstudiosAfrocolombianos,enmarcadosenlatradicin investigativa de Nina S. de Friedemann. Esto hizo que el mtodo utilizado fuera el etnogrfco. El trabajo de campo para reunir informacin, fotografas y videos para la exposicin fue llevado a cabo en periodos cortos entre mayo de 2007 y abril de 2008 en el archipilago de San Andrs, Providencia y Santa Catalina, Choc, la zona plana del norte del Cauca, Guapi y Limones del mismo departamento, Tumaco y el ro Mira en Nario, San Basilio de Palenque en Bolvar y San Jos de Ur en Crdoba. En cada lugar visitado se cont con la participacin de un profesional afrocolombiano oriundo de la regin y al menos un antroplogo.17 Paramayorinformacinsobrelaexposicintemporalvase:http://www.museonacional.gov.co/sites/velorios/veloriospre.html 289universitas humanstica no.77 enero-junio de 2014 pp: 277-301bogot - Colombia issn 0120-4807Velorios, santos y marimbas en el Museo Nacional de Colombia: de quin es el patrimonio de la nacin?de personas de las regiones representadas, el cual sirvi para conver-sar con el pblico sobre los temas expuestos.Todasestasacciones,pensadascomomecanismosdeparticipa-cinoautorepresentacinyporlotantodeinclusin,moldearonel desarrollo del proyecto. Sin embargo, cabe preguntarse si hubo trans-formaciones profundas respecto a quin representa a quin, o quin toma las decisiones sobre qu mostrar o no en el Museo. Como fue evi-dente durante todo el proceso de investigacin y curadura, as como en los grupos focales y las entrevistas realizadas por Lleras (2011), la iniciativa de Velorios y santos vivos gener mltiples reacciones antes y despus del montaje de la exhibicin temporal. Quienes estaban de acuerdo con el proyecto lo vean como un mecanismo de exaltacin de la cultura afrocolombiana, como un medio para legitimar su historia y visibilizar los aportes que estas comunidades han realizado a la for-macin de la Nacin. Para algunos visitantes la exposicin semejaba un espejo, un lugar donde propios y extraos pudieron verse refeja-dos y una herramienta para la memoria. Hubo incluso quienes, con base en sus contenidos, tendieron a idealizar las tradiciones, prcticas y grupos representados en la exposicin18.Entre quienes criticaron la exposicin, algunos opinaron que re-forzaba los estereotipos sobre la gente negra y la exotizaba, mientras otrosexpresaronsudesacuerdoconhacerpartedeunainstitucin que, para ellos, representa el status quo y la hegemona de las lites colombianas.Huboquienesdesaprobaronquesuprimeraaparicin en el Museo estuviera relacionada con la muerte y otros, manifestaron que las espiritualidades de los afrocolombianos, negros, raizales y pa-lenqueros con sus altares a los difuntos y a los santos son sagrados y por ello, no deban ser descontextualizados y puestos en escena en un museo. Tal descontento merece atencin si consideramos que de acuerdo conKirshenblatt-Gimblett(1998),unadelascaractersticasdefni-torias de las producciones patrimoniales es que los lugares donde se muestran,talescomofestivalesyexposicionesdemuseos,sonex-traos a su tradicin. Estos nuevos contextos o interfaces son en s mismos formas culturales y mquinas poderosas de signifcados, as como productores de mensajes de reconciliacin, multiculturalismo o biculturalismo, o de desarrollo (Kirshenblatt-Gimblett, 1998, p. 157).18 Esta reaccin fue problematizada en la tesis de Lleras (2011), en el sentido de que tal idealizacin puede ser, aunque positiva, estereotipada y esencialista. 290universitas humanstica 77 enero-junio de 2014 pp: 277-301bogot - Colombia issn 0120-4807Juliana Botero et al. A su vez, hubo cuestionamientos sobre la composicin del equi-po curatorial. Los grupos focales que realiz Lleras (2011) con perso-nas pertenecientes a las comunidades negras, raizales, palenqueras y afrocolombianas, dejaron ver que algunos de ellos y ellas pusieron en duda la representatividad de los miembros de los grupos que partici-paron en el proceso e incluso, expresaron su descontento con respecto a la participacin de funcionarios y profesionales blancos o mestizos en esta muestra pionera en el Museo Nacional. Lo anterior confrma-raque,pesealossupuestoscambiosgeneradosconelmulticultu-ralismo, los grupos tnicos an carecen del poder y los medios para representarse a s mismos y requieren de la intermediacin de agentes externos para interactuar con instancias pblicas (Lleras, 2011). El estudio de pblicos de Velorios y santos vivos dej ver que nin-guna de las formas de inclusin llevadas a cabo en su desarrollo fue vistacomosufcienteparadarcuentadelaporteafroonegroala Nacincolombiana(Lleras,2011).Tantoelprocesodeinvestigacin y montaje como las reacciones frente a la exposicin temporal, mos-traron cun heterogneas son las visiones acerca de la identidad, la autoridad y la representacin, as como lo complejo de la idea misma deintentarhablaracercadelosafrocolombianos,negros,raizalesy palenqueros simultneamente19 y de incluir a quienes han sido exclui-dos como tema y como voz del relato de nacin que el Museo narra en sus paredes, vitrinas y corredores. En este contexto se dio inicio a la itinerancia de la exposicin, plan-teada desde el proyecto original como un mecanismo para devolver los resultados de la investigacin a los participantes de la misma20. A partir de 2009 y por cuatro aos consecutivos, la muestra viaj por todo el pas21 en respuesta a las peticiones que formularon organizaciones afro, instituciones educativas y casas de la cultura, entre otras instancias. El diseo de la exposicin fue particular en cada caso, correspondi a las tradiciones locales y a los intereses de los organizadores y respon-sables, por eso, si en algunas muestras construyeron altares fnebres, 19 La exposicin se adscribi a la nocin ofcial de comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras, pero busc ampliarla en la pared exterior de la sala de exposiciones temporales con denominaciones de uso local como niches, libres, renacientes, morenos, entre otros, respetando el hecho de que algunas personas defenden la afliacin tnica y, por eso, se autodenominan como afrocolombianos, mientras otras defenden la idea de raza para referirse a s mismas (Lleras, 2011).20 Paramayorinformacinsobrelaexposicinitinerantevase:http://museonacional.gov.co/sites/Velorios_site/Index.html21 El tercer y cuarto ao de itinerancia estuvo a cargo de una joven afrocolombiana que particip de la versin temporal como monitora gua. Los primeros sitios visitados fueron los lugares donde se llev a cabo el trabajo de campo, luego continu viajando por todo el pas. 291universitas humanstica no.77 enero-junio de 2014 pp: 277-301bogot - Colombia issn 0120-4807Velorios, santos y marimbas en el Museo Nacional de Colombia: de quin es el patrimonio de la nacin?en otras, los encargados no lo consideraron apropiado porque, como lo manifestaron en San Basilio de Palenque y en Guapi, armar un altar fnebresindifuntotraeraruinaollamaramuerto,mientrasqueen ciudades como Buenaventura, Padilla o Medelln, el altar fue dedicado a una persona destacada de la comunidad, fallecida con anterioridad. Durante el recorrido de esta exposicin, la recepcin y apropiacin por parte de los asistentes tambin vari de lugar a lugar, insertn-dose en mayor o menor medida en sistemas locales de visibilizacin y reconocimiento de la gente negra, afrocolombiana, raizal y palenquera y en sistemas burocrticos e institucionales de gestin de la multicul-turalidadenlasregiones.Enalgunoscasos,ellaseconvirtienun escenario o en motivador para la realizacin de rituales casi olvidados. En otros, fue una herramienta para interactuar o crear alianzas con instancias ofciales y no ofciales a nivel regional y nacional, o simple-mente pas desapercibida para los habitantes locales.Exposicin temporal Del monumento al pensamiento. Patrimonio de Colombia para la humanidad A diferencia de la seccin anterior donde la experiencia directa en el proceso de investigacin y produccin de la exposicin sustent nues-tras refexiones, basaremos el subsiguiente anlisis en nuestra expe-rienciacomovisitantesaDelmonumentoalpensamiento.Patrimonio de Colombia para la humanidad, en el estudio de pblicos de la exhibi-cin que contrat el Museo Nacional, en una entrevista a su curador, el antroplogo Germn Ferro, realizada por una de las autoras de este artculo y en algunos documentos pblicos relacionados con la decla-ratoria patrimonial de las Msicas de marimba y cantos tradicionales del Pacfco sur de Colombia.Con motivo de la celebracin del cuadragsimo aniversario de la Convencin sobre la Proteccin del Patrimonio Mundial Cultural y Na-tural de 1972 y del dcimo aniversario de la Convencin para la Sal-vaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de 2003, la Direccin de Patrimonio del Ministerio de Cultura contrat a la Fundacin Erigaie22 para realizar una exposicin temporal cuyo objetivo fundamental era 22 El equipo de la Fundacin Erigaie tambin realiz la curadura de la exposicin temporal Ro Magdalena. Navegando por una Nacin (28 de febrero al 4 de mayo de 2008) en el Museo Nacional y organiz la muestra que Colombia present en julio de 2011 en el Smithsonian Folklife Festival en Washington D.C. como pas invitado de honor. Para mayor informacin sobre la Fundacin Erigaie, vase: http://www.erigaie.org/292universitas humanstica 77 enero-junio de 2014 pp: 277-301bogot - Colombia issn 0120-4807Juliana Botero et al. que los ciudadanos colombianos conocieran su patrimonio cultural y lo valoraran como una de sus mayores riquezas (Ministerio de Cultura, 2010, p. 236).As, la exposicin temporal Del Monumento al pensamiento23 abri sus puertas al pblico en las instalaciones del Museo del 25 de octubre de 2012 al 20 de enero de 2013. Consisti en una invitacin a compren-der y reconocer el signifcado cultural (Museo Nacional de Colombia, 2012) de los siete lugares24 y las siete manifestaciones25 colombianas inscritas hasta ese momento26 en las listas de Patrimonio Mundial y Patrimonio de la Humanidad de Unesco. Tambin fue un llamado a explorarsusaportesanuestraconstitucincomopuebloynacin (Museo Nacional de Colombia, 2012) puesto que, en conjunto: [...] forman una herencia histrica que incita a una refexin so-bre nuestro presente, y motivan nuevas maneras de percibir, sentir y comunicarnos con las comunidades portadoras de este patrimonio y con el legado moral que este entrega a la humanidad. (Museo Nacional de Colombia, 2012) La exposicin fue planteada como un recorrido del monumento al pensamiento tal como lo seala su ttulo organizado en cinco ejes te-mticos: herencia hispnica, huella precolombina, ecosistemas cultu-rales y biodiversidad, mestizaje cultural festivo, palabra y pensamiento ancestral.Cadasitioomanifestacinfuecondensadoenunaespecie de estacin donde se expusieron textiles, instrumentos musicales, mo-biliario, obras de arte, material audiovisual, textos; recreaciones como 23 Paramayorinformacinsobrelaexposicintemporalvase:http://www.museonacional.gov.co/sitio/patrimonio/default.aspx24 De los 962 sitios que hacen parte de la lista de Patrimonio Mundial, siete de ellos se encuentran en Colombia: Puerto, fortifcaciones y conjunto monumental de Cartagena (1984), Parque Nacional Natural Los Katos (1994), Centro Histrico de Santa Cruz de Mompox (1995), Parque Arqueolgico de San Agustn (1995), Parque Arqueolgico de Tierradentro (1995), Santuario de Fauna y Flora de Malpelo (2006) y Paisaje Cultural Cafetero (2011).25 Siete de las 232 manifestaciones registradas en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial son colombianas: Carnaval de Barranquilla (declarado obra maestra del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad en 2003 e inscrito en la Lista en 2008), Espacio cultural de Palenque de San Basilio (tuvo igual declaratoria en 2005 y fue inscrito en la Lista en 2008), Carnaval de Negros y Blancos de Pasto (2009), Procesiones de Semana Santa de Popayn (2009), Sistema normativo Wayu aplicado por el Putchipuui (palabrero) (2010), Msicas de marimba y cantos tradicionales del Pacfco sur de Colombia (2010) y Los conocimientos tradicionales de los chamanes Jaguares de Yurupar (2011).26 En diciembre de 2012, Unesco inscribi en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad la Fiesta de San Pacho, celebrada en homenaje a San Francisco de Ass, santo patrono de la ciudad de Quibd (Choc), completando as 15 sitios y expresiones colombianas.293universitas humanstica no.77 enero-junio de 2014 pp: 277-301bogot - Colombia issn 0120-4807Velorios, santos y marimbas en el Museo Nacional de Colombia: de quin es el patrimonio de la nacin?el hipogeo de Tierradentro con sus pinturas murales, reproducciones deconstruccionestradicionalescomolarancherawayu,lamaloka amaznica o la empalizada palenquera, al igual que materiales origina-les como la irnica carroza Don Patrimonio que mostraba las implica-ciones ambiguas de las declaratorias patrimoniales y que fue fabricada especialmente para la seccin del Carnaval de Negros y Blancos de la exposicin.Nuestra familiaridad con el tema de los velorios entre la gente del Pacfco hizo inevitable notar con desconcierto que la curadura de Del monumento al pensamiento agrupara a las Msicas de marimba y can-tostradicionalesdelPacfcosurdeColombiaconlosCarnavalesde Barranquilla y de Negros y Blancos de Pasto en el eje temtico Mestizaje culturalfestivoporcompartiresaalegrafestivaquerecorreamplias regiones de Colombia (Museo Nacional de Colombia, 2012).Tal desconcierto se basa por una parte, en que esa decisin cura-torial seala una desatencin al artculo 7 de la Constitucin de 1991 que identifca a Colombia como un pas multitnico y pluricultural y por otra, en que todos los documentos pblicos acerca de las Msicas de marimba y cantos tradicionales del Pacfco sur los reconocen como patrimonio cultural de los afrocolombianos y afrodescendientes de los departamentos del Valle del Cauca, Cauca y Nario, donde constitu-yen 90% de la poblacin y que, segn el Expediente de candidatura, comparten la condicin de descender de contingentes de esclavos que fueronbrutalmenteimportadosalVirreinatodelaNuevaGranada, hoy Colombia, desde el siglo XVIII (Unesco, 2010, p. 2). Estos cantos y msicas fueron incluidos en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial en noviembre de 2010 y declarados como tal con base en procesos de consulta con lderes y miembros de consejos comunitarios de los tres departamentos. Elexpediente(Unesco,2010)tambinafrmaquelasMsicasde marimba y cantos tradicionales del Pacfco sur combinan las canciones de mujeres y hombres con el sonido de instrumentos acsticos fabrica-dos localmente. Las interpretaciones musicales se dan durante la cele-bracin de uno de estos cuatro ritos: el arrullo, el currulao, el chigualo yelalabao.Elarrulloesunritoenhonoralossantoscatlicosque fue ilustrado en la exposicin con un altar a San Pacho. El currulao o baile marimbas, es un evento festivo en el que los hombres tocan estos instrumentos e interpretan cantos profanos acompaados de tambores yguass,mientraslosparticipantescantan,bailan,comen,bebeny narran relatos; evento que fue ilustrado con una pintura de Guillermo 294universitas humanstica 77 enero-junio de 2014 pp: 277-301bogot - Colombia issn 0120-4807Juliana Botero et al. Wiedemann as como con varios tambores y una marimba fabricados por don Baudilio Cuama, un hombre mestizo de la regin de Buenaven-tura que hace marimbas como estrategia para enfrentarse a la realidad de la guerra que vive el pas (Ferro, 2013). El chigualo, de otra parte, es la ceremonia fnebre realizada a ni-os y nias menores de siete aos que incluye bailes, juegos y cantos anteelcuerpodeldifuntocubiertodefores,escenaquefuerepre-sentadaenlaexposicinconlapresenciadeunatadpequeode color blanco. El alabao es el velorio de un adulto en el que se entonan cantos a cappella que trasmiten muchos sentimientos. Por lo general, amigosyfamiliaresdeldifuntoserenenenlaparteexteriordela casa para jugar, contar chistes e historias, beber y fumar; espacio que fue posible apreciar en la exhibicin gracias a una mesa en la que se poda jugar parqus27. Adicionalmente, el expediente seala que este patrimonio musical de los afrocolombianos y los conocimientos aso-ciados, se transmiten oralmente de generacin en generacin y de los pueblos de origen a las zonas urbanas, donde siguen siendo fuente de identidad comunitaria. Aludiendo a la autonoma curatorial la opcin de valerse de in-terpretaciones y posiciones personales como recurso para ordenar los contenidosdeunaexhibicinyenfatizandoquesuposicinseci-mienta en aos de experiencia etnogrfca en la regin, el curador de la exposicin temporal defendi el uso de las categoras de mestizo y mestizajeentrminosculturales,puesconsiderabaque,aunquela marimba es un instrumento de tradicin afro, ha sido enriquecida y compartida por varios grupos28 y es justamente en los procesos de so-brevivencia, transformacin, resignifcacin y reafrmacin en nuevos escenarios que yace su riqueza y su carcter mestizo.Aunque la autonoma curatorial puede ser un criterio vlido para tomar decisiones con respecto a qu mostrar y decir en una exposi-cin, nombrar o dejar de hacerlo es un acto de poder (Olson, 1998). Qu implicaciones tiene entonces utilizar nombres y categoras dife-rentes a los usados durante el proceso de consulta y validacin que 27 Tanto el tablero de parqus con sus dados y fchas como los instrumentos musicales podan ser manipulados por los visitantes, rompiendo as, la tradicional barrera de los museos de no tocar. De acuerdo con el estudio de pblicos de la exposicin, esta idea y la sensacin de encontrarse viajando por el territorio nacional a medida que se recorra la exhibicin, fueron muy bien recibidas por los visitantes, en su mayora colombianos y nacidos en Bogot (Lozano y Quiroga, 2012).28 Segn el expediente de candidatura, aunque los afrocolombianos son los portadores principales de esta manifestacin, tambin es practicada por mestizos e indgenas del departamento de Nario (Unesco, 2010).295universitas humanstica no.77 enero-junio de 2014 pp: 277-301bogot - Colombia issn 0120-4807Velorios, santos y marimbas en el Museo Nacional de Colombia: de quin es el patrimonio de la nacin?dio lugar a la declaratoria y que designa a los afrocolombianos y afro-descendientesdelPacfcosurcolombianocomoposeedoresdeeste patrimonio cultural particular? Quin cuenta con las herramientas para tomar una decisin de este tipo? Lo que est aqu en juego es el uso, la circulacin y el usufructo de este patrimonio y es responsabi-lidad del Ministerio deCultura, desuDireccin dePatrimonio y del Museo Nacional, garantizar que sean los grupos que detentan un pa-trimonio quienes decidan cmo proceder, para as evitar que por me-dio del proceso de patrimonializacin, se detenga o embargue lo que se muestra (Kirshenblatt-Gimblett, 1998, p. 159).Reconocemos que las categoras tnicas y raciales pueden ser pro-blemticas, en parte porque se han convertido en herramientas para un tipo de inclusin que es meramente nominal, pero no hacer alu-sinaellasesunamaneradedesconoceralaspoblacionesnegras, afrocolombianasraizalesypalenqueras,regresandoalpensamiento decimonnico del ciudadano universal y de la nacin mestiza29. A con-tinuacin discutiremos las posibles consecuencias de un retroceso tal y sealaremos posibles alternativas.El patrimonio marca Unesco30 exhibido en el Museo NacionalLosmuseosrefejan,invocanyproducenlarealidad(Lleras,2011; Macdonald,2003).Susexposicionesfuncionancomoformascultu-rales de representacin y de comunicacin a mltiples niveles (Kratz, 2002) y de esta forma, constituyen lo que exhiben con mayor o me-nor xito en arte, patrimonio o cultura (Kirshenblatt-Gimblett, 1998). Perosibienestasprcticasdecarcterhegemnicohanlegitima-dotradicionalmentejerarquasyestereotipos,tambinpuedenser-virparacontarhistoriasderesurgimiento,rememoracinylucha (Clifford, 1997). 29 Luegodelaabolicinlegaldelaesclavituden1851,losdescendientesdeafricanosexistan como grupo pero no tenan un estatus administrativo diferente al de cualquier otra comunidad campesina.Lacategoradenegro/aerareconocidasocialmente,susmiembrossufrande discriminacin por su causa y sin embargo, no tenan la calidad de otro que tenan los indgenas. Ellos eran vistos como ciudadanos universales de acuerdo con el modelo republicano francs, por eso los trminos de raza, etnia o color fueron suprimidos del lenguaje administrativo, mientras que las personas debieron ser integradas a la nacin en el marco del mestizaje (Cunin, 2003; Rojas y Castillo, 2005; Wade, 1997; 2002). 30 Isaza (2012), director de la Divisin de Patrimonio del Ministerio de Cultura, afrm que ser patrimonio mundial es una marca muy codiciada, un sello de calidad. Estos bienes representan todo esto y un esfuerzo de la comunidad internacional por lo ms granado, lo ms selecto, lo ms valioso de ese transcurrir de la humanidad por este planeta.296universitas humanstica 77 enero-junio de 2014 pp: 277-301bogot - Colombia issn 0120-4807Juliana Botero et al. Es fcil criticar diciendo que cualquier representacin de un grupo subalterno por parte del estado es slo simblica o que no representa adecuadamente al grupo en cuestin. Pero es importante reconocer los elementos potencialmente transformadores de esos procesos. Aunque Velorios y santos vivos fue percibida como una iniciativa insufciente y en muchos casos problemtica, abri las puertas para hacer las cosas deotramanera,sealposiblescaminosparatransformacionesms profundas y puso sobre la mesa la complejidad de incorporar a quienes han sido excluidos de la idea de nacin representada en las salas del Museo. Que tenga lugar una exposicin acerca de los afrocolombianos, negros, raizales y palenqueros en el Museo Nacional fcilmente se pue-de reducir a un mecanismo de inclusin nominal. Que se abran espa-cios para que personas adscritas a estas categoras hagan exposiciones sobre s mismas, trasciende el cumplimiento de un requisito burocr-tico y da pie a que sean ellas quienes decidan y defnan cmo quieren aparecer, nombrarse e incluso, si quieren o no hacerlo. LaexposicinDelmonumentoalpensamientotomotrocamino. En ella prim esa idea de la patrimonializacin que le arrebata las tra-diciones culturales a sus dueos (Kirshenblatt-Gimblett, 1998), para tramitarlas segn conveniencia del estado o del mercado. Al exhibir las manifestaciones portadoras de la marca Unesco en el Museo Nacional, elMinisteriodeCulturaysuDireccindePatrimoniolasvalidan como patrimonio de la humanidad y como patrimonio de la Nacin colombiana, legitimando un modelo de patrimonializacin que provie-ne de Unesco. Cabe entonces preguntarse dnde qued la razn inicial por la que las Msicas de marimba y cantos tradicionales del Pacfco sur de Colombia merecan ser protegidos: su valor como herramienta para la visibilizacin, la resistencia y la supervivencia de un grupo hu-mano (Unesco, 2010). Desafortunadamente,enColombiaellenguajedelainclusiny la diversidad no tiene repercusiones en la calidad de vida de las co-munidades, puesto que no se ha entendido que el reconocimiento de losaportesalaconstruccindelanacin,ascomodelasparticu-laridadesdelagentenegrayafrocolombianacomodetantosotros excluidos no es un fn en s, sino una herramienta para tratar otras inequidades, como el despojo territorial y la negacin de los derechos fundamentales (Arocha, 2006; Lleras, 2011).Los cuestionamientos sobre quines conformaron los equipos cu-ratorialesyeltipodedecisionesqueellostomarondejanabiertala pregunta sobre cmo hacer para que los grupos tnicos cuenten con 297universitas humanstica no.77 enero-junio de 2014 pp: 277-301bogot - Colombia issn 0120-4807Velorios, santos y marimbas en el Museo Nacional de Colombia: de quin es el patrimonio de la nacin?el poder y los medios para representarse a s mismos sin la interme-diacin de agentes externos para interactuar con instancias pblicas. Elretoactualparalosmuseosascomoparaotrasinstitucio-nes encargadas de proteger, investigar, comunicar, usar y circular el patrimonio est en cambiar tanto las narrativas y las formas de re-presentacin, como su funcionamiento interno (Lleras, 2011) y para ello,podranvalersedefgurascomolaconfanzaradicalpropuesta por Lynch y Alberti (2010) y la zona de contacto acuada por Pratt a comienzos de la dcada de 1990 y posteriormente aplicada a la mu-seologa por Clifford en 1997 (Boast, 2011). En un proyecto basado en la confanza radical, el museo no controla el resultado fnal (Lynch y Alberti, 2010, p. 19), por el contrario, desarrolla una serie de rela-ciones y habilidades que incluyen el disenso como medio para la ge-neracin de conversaciones y admite los confictos e incluso el fracaso como parte necesaria en los procesos de incorporacin de voces antes silenciadas en las narrativas de los museos. Un compromiso de este estilo ira ms all de la retrica de la aso-ciacin y de las prcticas de consulta superfciales (Lynch y Alberti, 2010, p.20),paraubicarseenunazonadecontacto,dondetienenlugar procesosautnticosdecolaboracinycoproduccin,deintercambio de saberes, as como de traduccin y transculturacin, en los cuales los colonizados, pueden producir auto-etnografas o expresiones auto-etnogrfcas (Boast, 2011). ElMuseoNacionalseencuentraactualmenteenunprocesode renovacin de los guiones de sus salas permanentes. Segn afrm re-cientemente su directora Mara Victoria de Robayo en una entrevista:[...] el museo est absolutamente comprometido con una trans-formacindelosguiones,detalmaneraquecuentelahistoriadel pas vista desde distintas perspectivas, no solo desde la historia de los gobernantes, del liderazgo, sino de quienes han hecho esta Na-cin,quesomostodosloscolombianos:lostrabajadores,loscam-pesinos,etc.Hayqueagrandarelmuseo,nosloentrminosde espacio, sino de concepcin de pas. (El Espectador, 2013) CmoseenfrentarelMuseoNacional deColombiaalosretos que plantea la intencin de narrar la historia del pas desde mltiples lugaresdeenunciacin?Existenlascondicionesylavoluntadins-titucionales para que en su equipo de trabajo se incluyan a los dife-rentes grupos poblacionales? Caer en la trampa de la museifcacin 298universitas humanstica 77 enero-junio de 2014 pp: 277-301bogot - Colombia issn 0120-4807Juliana Botero et al. decimonnica de la historia y de la disney-ifcacin del patrimonio cul-turalinmaterial?OContinuarsiendounlugardelegitimacinde una visin de Nacin que se realiza desde el poder? Para evitarlo, es necesario que revise y construya sobre su propia historia.ReferenciasArocha,J.(2006).Afro-Colombiaenlosaospost-Durban.Palimpsesto,5, 26-41.Arocha, J., Botero, J., Camargo, A., Gonzlez, S. y Lleras, C. (2008). Velorios y santos vivos. Comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras. Bogot: Museo Nacional de Colombia. Bonilla, D. (1999). 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