Estimados lectores y lectoras. En estos días de invierno cuando recrudece el clima, a poco de finalizar Julio, en los aniversarios legislativos del matrimonio igualitario, nos vemos nuevamente (como un círculo que repite lo mismo un mismo monólogo una y otra vez) con un proceso judicial y su cobertura mediática vejatorias. Las formas en que lamentablemente se representa a Gays y Lesbianas, insistamos a poco más de un año de la sanción del matrimonio igualitario (con todas las enseñanzas y desdichas que nos dejó), sigue siendo materia de condena moral y social. Me gustaría invitar a periodistas, redactores y corresponsables de este mismo diario, a una serie de preguntas e interrogantes, que nos surge a quienes cada vez que leemos, escuchamos y vemos artículos como los publicados recientemente por este mismo medio nos surgen: ¿Por qué bajo los prejuicios más arraigados de las normas morales y sociales, Gays-Lesbianas y Trans son estigmatizados, puestos como signos de aquello más negativo y oscuro de nuestras sociedades? ¿qué ideales de ciudadanía pretendemos construir si bajo la “tolerancia” a lo diferencia, se esgrimen toda una construcción imaginaria de condenas? ¿Lesbianas?. Siempre y cuando las Lesbianas sean aceptadas bajo la censura básica de ser chicas decentes, monogámicas y ultra femeninas.

En los últimos días, la sospecha siquiera, de la conducta promiscua, agresiva y presuntamente masculina de Natalia -Pepa el Gordo- Gaitán, hizo que todos los comentarios se desplazaran de Daniel Torres (quien fue único responsable) del homicidio a Natalia. ¿Acaso ser ciudadanos heterosexuales promedio implica toda esta corrección moral de ser rubios, blancos, pacientes, buena gente y apacibles?. ¿Por qué nuevamente toda esta arquitectura social se interesa más en la conducta, de quien fue asesinada en plena calle, que en cambio por quien disparó su escopeta?. Quienes nos preguntamos a diario, cada vez que nos miran en la calle de la mano, quienes con sus miradas (las mismas que leen estas páginas llenas de tinta moral) nos desaprueban, nos gritan o en el mejor de los casos nos integran bajo los modelos de la decencia…

¿Por qué son las páginas policiales donde figuran nuestros obituarios, de tantas pepas gaitán, de tantos gordos, de tantas Trans que nadie se atreve ajusticiar?. Como en el país del nunca jamás, estas secciones podrían componer relatos literarios, afanados en la criminología de conductas y normas sexuales, en donde figuras jurídicas como “merodeo”, “pervertidos” , “mendigos y vagos” sean figuras de relatos fantásticos y fábulas imposibles. En este país del nunca jamás nadie merece ese lugar, al final de los diarios, en el oscuro bajo fondo de nuestras sociedades. Esas no son nuestras páginas, como las que nadie se merece….

Es la fobia a nuestras lesbianas Tortas Travestis Putos Gays y Trans la que nos mata, es la injusticia con la que se nos condena bajo los modelos de la decencia social, que se reparte solo de este lado en la frontera del género. El problema no son las Pepa Gaitán, el problema no es solamente Daniel Torres quien disparó con su escopeta lesbofóbica sino todas nuestras sociedades fóbicas, todas nuestras actitudes de indiferencia, todas nuestras fobias a lo distinto-lo diferente , todas estas líneas editoriales, todas estas integraciones higiénicas de los otros…

Martin Adrian De Mauro Rucovsky

DNI 31056730