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Enseñanza e Investigación en Psicología ISSN: 0185-1594 [email protected] Consejo Nacional para la Enseñanza en Investigación en Psicología A.C. México Rivas Miranda, Diego Josafat; López García, Dulce Alejandra; Barcelata Eguiarte, Blanca Estela EFECTOS DEL SEXO Y LA EDAD SOBRE EL AFRONTAMIENTO Y EL BIENESTAR SUBJETIVO EN ADOLESCENTES ESCOLARES Enseñanza e Investigación en Psicología, vol. 22, núm. 1, enero-abril, 2017, pp. 27-41 Consejo Nacional para la Enseñanza en Investigación en Psicología A.C. Xalapa, México Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=29251161003 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Enseñanza e Investigación en Psicología

ISSN: 0185-1594

[email protected]

Consejo Nacional para la Enseñanza en

Investigación en Psicología A.C.

México

Rivas Miranda, Diego Josafat; López García, Dulce Alejandra; Barcelata Eguiarte, Blanca

Estela

EFECTOS DEL SEXO Y LA EDAD SOBRE EL AFRONTAMIENTO Y EL BIENESTAR

SUBJETIVO EN ADOLESCENTES ESCOLARES

Enseñanza e Investigación en Psicología, vol. 22, núm. 1, enero-abril, 2017, pp. 27-41

Consejo Nacional para la Enseñanza en Investigación en Psicología A.C.

Xalapa, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=29251161003

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EFECTOS DEL SEXO Y LA EDAD SOBRE EL AFRONTAMIENTO Y EL BIENESTAR SUBJETIVO EN

EFECTOS DEL SEXO Y LA EDAD SOBRE EL AFRONTAMIENTO Y EL BIENESTAR SUBJETIVO EN ADOLESCENTES ESCOLARES1

Sex and gender effects on coping and subjective well-being in adolescent students

Diego Josafat Rivas Miranda, Dulce Alejandra López Garcíay Blanca Estela Barcelata Eguiarte

Universidad Nacional Autónoma de México2

Artículo recibido el 10 de mayo y aceptado el 27 de julio de 2016.RESUMEN

Este estudio analizó la influencia del sexo y la edad en el afrontamiento y el bienestar subjetivo y su posible interrelación en adolescentes, pues ambos pueden ser indicadores de su desarrollo positivo. Participaron 559 adolescentes de 13 a 18 años, de secundaria y bachillerato, quienes completaron la Cédula Sociodemográfica del Adolescente y su Familia, la Escala de Afronta-miento para Adolescentes y la Escala Multidimensional para la Medición del Bienestar Subje-tivo. Los análisis multivariados indicaron efectos principales del sexo y la edad sobre el afron-tamiento y el bienestar subjetivo, sin efectos significativos de su interacción. Se encontraron relaciones positivas entre el afrontamiento productivo con la satisfacción vital y las emociones positivas, así como correlaciones negativas con los afectos negativos en frecuencia y en inten-sidad de ocurrencia. Estos resultados muestran la importancia de fortalecer el afrontamiento productivo con base en su relación positiva con el bienestar subjetivo.

Indicadores: Afrontamiento; Bienestar; Adolescencia; Desarrollo positivo; Estudiantes.

ABSTRACT

Coping and subjective well-being may be indicators of positive youth development. This study ana-lyzed the influence of sex and age on coping and subjective well-being, and its possible relationship. The study included 559 adolescents from high school, aged 13 to 18 years, who completed the Socio-demographic Adolescent and Family Schedule, the Adolescent Coping Scale, and the Anguas-Plata and Reyes-Lagunes’ Multidimensional Measurement Subjective Well-being Scale. The multivariate analyses indicated significant sex and age main effects on coping and subjective well-being, but not interaction effects were found. Analyses of data showed positive relationships between productive coping and vital satisfaction and positive emotions, as well as negative correlations with negative emotions in both, frequency and intensity occurrence. These results showed the importance of strengthening productive coping due its positive relation with subjective well-being.

Keywords: Coping; Well-being; Adolescence; Positive development; Students.

1 Proyecto papiit in303714-3 financiado por la Dirección General de Asuntos del Personal Académico de la Universidad Nacional Autónoma de México.2 Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, Av. Guelatao No. 66, Col. Ejército de Oriente, Del. Iztapalapa, 09320 Ciudad de México, México, tel. (55)56-23-05-97, correos electrónicos: [email protected], [email protected] y [email protected].

Enseñanza e Investigación en Psicología Vol. 22, Nº1: 27-41. Enero-abril, 2017

Citación: Rivas, D. J.; López, D. A. y Barcelata, B. E.(2017). Efectos del sexo y la edad sobre el afrontamiento y el bienestar subjetivo en adolescentes escolares . Enseñanza e Investigación en Psicología, 22(1), 27-41.

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INTRODUCCIÓN

Durante mucho tiempo la psicología se centró en evaluar los aspectos negativos del ser huma-no, llegando incluso al punto de asumir la salud como ausencia de enfermedad con base en un pa-radigma centrado en el déficit (Seligman y Csik-szentmihalyi, 2000). Desde esta perspectiva, el desarrollo positivo de los adolescentes se concep-tualizaba también como la inexistencia de com-portamientos negativos o indeseables (Benson, 2003). A tal descripción subyace el supuesto de que los adolescentes representan “problemas que hay que manejar” (Roth y Brooks-Gunn, 2000). Dicha visión, orientada al comportamiento de-sadaptativo, conlleva la idea de que hay que to-mar acciones a fin de prevenir el desarrollo de los problemas, que de otro modo son inevitables. De esta forma, es común que los políticos y los pro-fesionales de la salud estén satisfechos cuando sus acciones se asocian a la reducción de proble-mas tales como el embarazo adolescente, la mala crianza de los hijos, el uso y abuso de sustancias, el fracaso y el abandono escolar, la delincuencia y violencia (Roth y Brooks-Gunn, 2000).

No obstante, otros enfoques se han plantea-do algunas interrogantes: ¿Qué tipo de mensajes se envían a los adolescentes cuando se les trata como personas con un destino inevitable plaga-do de problemas a menos que sus padres o mae-stros emprendan acciones preventivas? ¿Cómo es que estos mensajes afectan su autoestima y cuál es el impacto en su espíritu y motivación? (Ler-ner et al., 2006). De ahí que hayan surgido di-versos modelos que dirigen su foco de atención hacia el estudio de aspectos positivos al identifi-car factores que contribuyen al bienestar y que se orientan a la promoción más que a la prevención. Uno de esos enfoques es el denominado desarrollo positivo del adolescente (positive youth development), según el cual “preven ción” no es un sinónimo de “promoción”. Así, una adolescencia saludable y una adecuada tran sición a la vida adulta pre-cisan de la consecución de diversos logros evo-lutivos. Ciertamente, el referido modelo adopta una perspectiva centrada en el bienestar, pone én-fasis especial en la existencia de condiciones sa-ludables, y expande el concepto de salud al incluir

las habilidades, conductas y competencias nece-sarias para tener éxito en la vida social, académica y profesional (Benson, Mannes, Pittman y Ferber, 2004). Retoma asimismo conceptos como “desar-rollo moral”, “compromiso social”, “bienestar” y “prosperidad”, todos ellos basados en la idea de que cualquier adolescente posee el potencial para triunfar y para desarrollarse de manera positiva. Además, se basa en una perspectiva sistémica bi-direccional individuo-contexto, que supone que la interacción dinámica entre ambos elementos provee las bases para el desarrollo y el cambio. Esto deriva en una “plasticidad en el desarrollo”, que proporciona una visión optimista del poten-cial humano para promover cambios positivos en sus vidas y entornos (Lerner et al., 2006).

ESTILOS Y ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO

Las exigencias internas y externas inducen al adolescente a poner en marcha mecanismos para adaptarse a diversas situaciones, las cuales pue-den generar estrés (Figueroa, Contini, Lacunza, Levín y Estévez, 2005). Dicho estrés es regula-do o mediado por el afrontamiento. Algunos mo-delos explicativos del afrontamiento adolescente (cf. Frydenberg y Lewis, 2009) lo definen como el conjunto de estrategias conductuales y cognitivas que contribuyen a lograr una transición y adap-tación efectiva ante situaciones problemáticas o estresantes. Frydenberg y Lewis (2009) plantean la existencia de dieciocho estrategias de afronta-miento que se agrupan en tres estilos: productivo, relación con otros e improductivo. Los dos pri-meros se consideran funcionales ya que reflejan la tendencia a abordar las dificultades de manera di-recta y a compartir las preocupaciones con otros; por el contrario, el estilo improductivo se consi-dera disfuncional en virtud de que no se encamina a encontrar una solución directa a los problemas, orientándose más bien a evitar el acontecimien-to percibido como estresante (Carver y Connor-Smith, 2010; Frydenberg, 2008).

Tanto los estilos como las estrategias de afrontamiento pueden variar en función del sexo. Hay evidencias (Casado, 2002; Casullo y Fernán-dez, 2001; Figueroa et al., 2005; Frydenberg y

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Lewis, 1991, 1993; Martín, Lucas y Pulido, 2011) de que las mujeres disponen de una gama mayor de estrategias de afrontamiento que los hombres, entre las que se encuentran el buscar apoyo social, concentrarse en resolver los problemas, preocu-parse, reducir la tensión y evitar las dificultades. Los hombres, por su parte, tienden más a utilizar estrategias como ignorar el problema y distraerse físicamente; asimismo, el perfil de afrontamien-to masculino es más homogéneo y el número de estrategias que emplean es más reducido, a dife-rencia de las mujeres (Barcelata, Luna, Lucio y Durán, 2016; Casullo y Fernández, 2001).

Con respecto a la edad, González, Montoya, Casullo y Bernabéu (2002) encontraron que los ado-lescentes más jóvenes se enfocan prioritariamente en la emoción, mientras que los mayores tienden a centrarse en el problema. Sin embargo, estudios rea-lizados por Mullis y Chapman (2000) y Frydenberg (2008) señalan lo opuesto: con la edad, los adoles-centes tienden a utilizar más las estrategias impro-ductivas y menos las productivas. A pesar de estas discrepancias, parece haber acuerdo en que a me-dida que la edad aumenta, también incrementa el uso de un estilo productivo y se posee un repertorio más amplio de respuestas de afrontamiento (Carver y Connor-Smith, 2010; Mayordomo, 2013).

BIENESTAR SUBJETIVO

La investigación muestra que este concepto tie-ne dos componentes: uno cognitivo y otro afec-tivo, los cuales reflejan la percepción de bienestar de los individuos. El componente cognitivo, o sa-tisfacción con la vida, se refiere a las evaluaciones generales que un individuo hace con respecto a su vida; el componente afectivo se refiere a la pre-sencia de emociones positivas y ausencia de las negativas (Diener, 1984). Park (2004) señala que el bienestar subjetivo puede ser un indicador del desarrollo positivo adolescente. Así, se ha encon-trado que la mayoría de los adolescentes muestra un nivel de bienestar subjetivo que se halla por encima de la media (Castellá et al., 2012; Gilman y Huebner, 2006; Luna, Laca y Mejía, 2011).

Diversos estudios han demostrado que el bienestar subjetivo puede también variar en función del sexo (Luna et al., 2011; Ma y Huebner, 2008;

Tarazona, 2005). Respecto al componente cogni-tivo del bienestar subjetivo, las investigaciones han encontrado que las mujeres se perciben más satis-fechas con la religión, así como con la interacción social recibida y expresada. Los varones son los que exhiben mayores niveles de satisfacción general en sus atributos, logros personales y vida familiar.

Por otra parte, los resultados en relación a la edad tienden a ser controversiales. Una investiga-ción llevada a cabo por Suldo y Huebner (2004) mostró que la satisfacción global con la vida (SGV) es estable a lo largo de la adolescencia; sin embar-go, otros estudios aseguran lo contrario al indicar que existe una disminución en el nivel de la SGV a medida que los adolescentes crecen (Goldbeck, Schmitz, Besier, Herschbach y Henrich, 2007), sobre todo las mujeres (Casas et al., 2007; Coen-ders, Casas, Figuer y González, 2005; Reina, Oli-va y Parra, 2010).

Con respecto al componente afectivo, se ha constatado que los adolescentes muestran un may-or afecto positivo que negativo (Gómez, 2007; Sandín, 2003; Valiente, Sandín y Chorot, 2002). En cuanto al sexo, se ha encontrado que las ad-olescentes puntúan más alto en afecto negativo que los hombres (Sandín, 2003), los cuales a su vez presentan más afecto positivo (Gómez, 2007; Si-mon y Nath, 2004). Robles y Páez (2003), por su parte, señalan que las mujeres expresan una mayor gama de afectos, aunque son con mayor frecuencia emociones de felicidad, tristeza y miedo, mientras que las de los hombres son de cólera. No obstan-te, el estudio de Pelechano, Peñate, Ramírez y Díaz (2005) no reveló diferencias por sexo, aunque sí en función de la edad. Dichos autores encon-traron que a medida que los adolescentes crecen, sus emociones positivas disminuyen. Por su parte, Goleman (1996) argumenta que los adolescentes de mayor edad manifiestan un mayor afecto posi-tivo y negativo, ya que reconocen una mayor canti-dad de emociones y tienden a reportarlas más que los adolescentes más jóvenes.

RELACIÓN ENTRE AFRONTAMIENTO Y BIENESTAR SUBJETIVO

Algunos estudios sobre la relación entre afronta-miento y bienestar reportan, por un lado, que la

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evitación se relaciona con un bienestar bajo y ma-yor angustia y por otro, que un estilo de afronta-miento productivo se asocia con un mayor bienestar (Frydenberg y Lewis, 2009). Así mismo, el bien-estar se relaciona positivamente con estrategias como fijarse en lo positivo y la distracción física y negativamente con autoinculparse (Viñas, Gon-zález, García, Malo y Casas, 2015).

Los hallazgos con respecto a los componen-tes cognitivo y afectivo del bienestar subjetivo y el afrontamiento indican que el primero se relacio-na positivamente con la búsqueda de apoyo so-cial, y en general con un estilo de afrontamiento productivo (Hatice y Özkan, 2012; Matheny, Ro-que y Curlette, 2008; Verdugo et al., 2013). Tam-bién Cantón, Checa y Budzynska (2013) hallaron que la utilización de estrategias de afrontamiento centradas en el problema se relaciona con nive-les altos de bienestar subjetivo, y la de las estra-tegias de afrontamiento centradas en la emoción con menores niveles.

Por otro lado, se reporta que el afrontamien-to centrado en el problema se asocia positiva-mente con el afecto positivo y negativamente con el afecto negativo, mientras que el afronta-miento de evitación mostró el patrón opuesto (Coyle y Vera, 2013; Reschly, Huebner, Apple-ton y Antaramian, 2008; Vera et al., 2012). Mes-tre, Samper, Tur-Pocar, Richaud y Mesurado (2012) apuntan que las emociones negativas se relacionan positivamente con el afrontamiento improductivo, en tanto que las emociones posi-tivas favorecen el afrontamiento centrado en la solución de problemas. Para el caso del afronta-miento en relación con los demás, ambos tipos de emociones se relacionaron positivamente.

En suma, existe evidencia de la importancia del afrontamiento y el bienestar subjetivo para el desarrollo positivo del adolescente. Sin embar-go, algunos datos son dicutibles debido a la com-pleja relación entre ambas variables, así como a la influencia del sexo y la edad en la adolescencia. Ciertamente, se reportan varios estudios sobre al-gunos aspectos del afrontamiento y del bienestar subjetivo, aunque parecen ser escasos los que im-plican en sus análisis a todas las dimensiones del afrontamiento y del bienestar subjetivo, y de ma-nera conjunta al sexo y la edad tal como se plantea

en el presente estudio, lo que representaría una aportación al estado del arte respectivo. Hechas estas consideraciones, los objetivos fueron, por un lado, analizar el efecto del sexo y la edad en los es-tilos y estrategias de afrontamiento y el bienestar subjetivo, y por el otro, examinar su relación en una muestra de adolescentes de la zona metropolitana de la Ciudad de México, con la expectativa de que los resultados derivados de esta investigación pue-dan tener una utilidad potencial para el diseño de programas universales y selectivos de promoción para la salud mental de los adolescentes.

MÉTODO Participantes

La muestra fue no probabilística e intencional y estuvo conformada por 559 adolescentes de 13 a 18 años de edad (49.7% hombres y 50.3% mu-jeres), estudiantes de secundarias y bachilleratos, públicos y privados, de la zona metropolitana de la Ciudad de México.

Instrumentos

Cédula Sociodemográfica del Adolescente y su Fami-lia (Barcelata, 2014).Consta de doce reactivos de opción múltiple que exploran los datos sociodemográficos básicos del adolescente y su familia, como escolaridad y ocu-pación de los padres (Kuder-Richardson = .698).

Escala de Afrontamiento para Adolescentes (Ado-lescent Coping Scale, ACS, por sus siglas en inglés) (Frydenberg y Lewis, 1991).En su versión adaptada para adolescentes mexi-canos por Barcelata, Coppari y Márquez (2014), está compuesta por 79 reactivos Likert de cinco puntos y una pregunta abierta que indaga otras estrategias de afrontamiento que el adolescente utiliza y que no se consideran dentro del instru-mento. Evalúa tres estilos de afrontamiento: Pro-ductivo (α = .642), Improductivo (α = .788) y con Referencia a otros (α = .663), los cuales engloban dieciocho estrategias de afrontamiento (índices alfa de Cronbach de .862 a .884; α global = .874).

Escala Multidimensional para la Medición del Bienestar Subjetivo (EMMBSAR) (Anguas y

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Reyes, 1999). Consta de dos escalas: la primera es Experiencia emocional, que cuenta con dos subes-calas denominadas Frecuencia emocional (α = .81) e Intensidad emocional (α = .83). Ante cada estí-mulo-emoción, el adolescente contesta dos veces: a la izquierda (frecuencia) y a la derecha (intensi-dad), de forma que ante treinta estímulos de emo-ción se obtienen sesenta respuestas. La escala es tipo Likert, con siete opciones de respuesta tanto a la derecha como a la izquierda, las cuales están representadas en forma de cuadros idénticos con las leyendas en los extremos “Siempre” y “Nunca” (derecha), que representan la frecuencia, así como “Mucho” y “Nada” (izquierda), que representan la intensidad. La subescala de frecuencia está confor-mada por seis factores que explican 70.83% de la varianza: 1) Afectividad positiva (α = .75), 2) Ex-presividad positiva (α = .87), 3) Hedonismo emo-cional (α = .77), 4) Afectividad negativa (α = .79), 5) Expresividad negativa (α = .84) y 6) Inseguridad afectiva (α = .70). A su vez, la subescala de intensi-dad contiene cinco factores que explican 54.4% de la varianza: 1) Afectividad positiva (α = .86), 2) Ex-presividad positiva (α = .84), 3) Hedonismo emo-cional (α = .76), 4) Afectividad negativa (α = .78) y 5) Expresividad negativa (α = .70).

La segunda es la escala de Evaluación afec-tivo-cognitiva de la vida (α = .94), que está con-formada por cincuenta reactivos tipo Likert con siete opciones de respuesta, en la que las op-ciones están representadas por siete cuadrados, ordenados de mayor a menor y de izquierda a derecha. El adolescente debe marcar el cuadra-do que mejor representa la cantidad de satisfac-ción que percibe. Se compone de seis factores (63.10% de la varianza): 1) Interacción social re-cibida y expresada (α = .84), 2) Logros persona-les (α = 83), 3) Religión (α = .82), 4) Calidad de vida (α = 82), 5) Clima familiar (α = .91) y 6) Lo-gros nacionales (α = .84).

Procedimiento

Se acudió a las distintas instituciones educativas a fin de solicitar autorización a sus directivos para realizar la evaluación explicándoles el propósito del estudio. Una vez que se autorizó la aplicación de los instrumentos, se entregaron los formatos

de consentimiento informado a los padres y los asentimientos al alumnado. La aplicación se lle-vó a cabo por un grupo de psicólogos capacitados y un supervisor en las aulas habituales de clase, donde el profesor del curso estaba presente. La participación fue voluntaria y se informó a los participantes que podrían abandonar la evalua-ción en cualquier momento.

Análisis de datos

En primer lugar, se llevaron a cabo análisis des-criptivos para caracterizar a los participantes y para evaluar el comportamiento de las variables de estudio en la muestra total, incluyéndose aná-lisis de normalidad de la distribución a través del estadístico d de Kolmogorov-Smirnov. Luego, para evaluar los efectos principales y de interac-ción del sexo y la edad sobre el afrontamiento y el bienestar subjetivo, se realizaron análisis mul-tivariados (manova), introduciéndose el ajuste para comparaciones múltiples de Bonferroni en cada una de las variables. Se incluyeron los aná-lisis univariados (anova), que permiten observar las diferencias por sexo y edad por separado. Asi-mismo, se comprobó la homogeneidad de las va-rianzas a través de las pruebas de Box y de Levene (cf. Tabachnick y Fidell, 2001). Finalmente, para analizar la relación entre las estrategias y estilos de afrontamiento y las dimensiones de bienestar sujetivo, se llevaron a cabo análisis de correlación producto-momento r de Pearson entre los estilos y estrategias de afrontamiento y los componentes cognitivo y afectivo del bienestar subjetivo. Para el procesamiento de da-tos se utilizó el programa spss, v. 19.

RESULTADOS Características de los participantes

En la Tabla 1 se muestran algunos de los datos sociodemográficos de los adolescentes. Se puede apreciar que hubo un número similar de parti-cipantes por sexo y que más de la mitad fueron adolescentes tempranos de 13 a 15 años. Por otro lado, se observa asimismo que la mayoría de los adolescentes fueron estudiantes de escuelas pú-blicas y vivían en familias integradas por ambos

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padres. Además, los adolescentes percibían que el dinero que ganaba su familia era suficiente.

Análisis descriptivos del afrontamiento y el bienestar subjetivo de la muestra general

En primer lugar, los datos indican que las varia-bles de estudio presentan una distribución nor-mal. En el caso del afrontamiento, los valores d fluctuaron entre .466 y 1.032, con valores p > .05 (.232-.982), mientras que para el bienestar sub-jetivo dichos valores oscilaron de 1.158 a 1.211, con niveles de significancia de p = .137 a p = .106. Por otro lado, los análisis descriptivos del afronta-miento de toda la muestra revelaron que el estilo con el puntaje más alto fue el Productivo (M = 3.29; D.E. = .492) y el más bajo el de Referencia a otros (M = 2.52; D.E. = .580). En el caso de las estrate-gias, la que puntuó más alto fue Esforzarse y tener éxito (M = 3.57; D.E. = .681), mientras que la más baja fue Acción social (M = 2.04; D.E. = .757).

En cuanto a los componentes cognitivo y afec-tivo del bienestar subjetivo, se encontró que para el primero, Calidad de vida (M = 5.82; D.E. = .835), es con lo que más satisfechos se sentían los ado-lescentes, y los Logros nacionales (M = 3.47; D.E. = 1.40) con lo que menos lo estaban. Esta úl-tima dimensión fue la única que puntuó por de-bajo de la media estadística. Por otro lado, en el componente afectivo, en términos de frecuencia,

la dimensión de Expresividad positiva fue la que obtuvo la media más alta (M = 5.18; D.E. = 1.17), mientras que Inseguridad afectiva la más baja (M = 3.31; D.E. = 1.28). En intensidad, la Afec-tividad positiva fue la dimensión con la media más alta (M = 5.11; D.E. = 1.12), mientras que la media más baja fue la de Afectividad negativa (M = 3.79; D.E. = 1.24).

Diferencias de medias del afrontamiento y el bienestar subjetivo por sexo y edad

En primer término, las pruebas de homogenei-dad de Levene comprueban que las varianzas de los grupos contrastados con anova en cuanto al afrontamiento fueron similares, con valores f sig-nificativos mayores de .05, que van de .087 a .706. Los valores f respecto al bienestar subjetivo para todas las dimensiones resultaron no significativos (de p = .056 a p = .742). Asimismo, la prueba de Box para el modelo de afrontamiento (f = 1.065; p = .086) y para el bienestar subjetivo (f = .918; p = .63) indica que los grupos tuvieron varianzas similares en cuanto a las variables de estudio. Los datos del afrontamiento respecto al sexo indican que las mujeres fueron quienes puntuaron más alto en el estilo de afrontamiento improductivo y en la mayoría de sus estrategias, pero también en la estrategia productiva de Fijarse en lo po-sitivo, en comparación con los hombres, quienes

Tabla 1. Distribución de las variables sociodemográficas (N = 559).Variables Categorías Frec. %

Sexo Hombres 278 49.7Mujeres 281 50.3

Edad 13-15 años 311 55.616-18 años 248 44.4

Escolaridad Secundaria 259 46.3Bachillerato 300 53.7

Tipo de familia Nuclear 373 66.7Monoparental 114 20.3Reconstituida 72 13

Percepción del dineroque gana la familia

Mucho 32 5.6Lo suficiente 456 81.8Poco 61 10.8Menos de lo necesario 10 1.8

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obtuvieron las medias más altas en las estrategias de Ayuda profesional, Distracción física y Acción social. En lo relativo a la edad, los adolescentes de 13 a 15 años fueron quienes puntuaron más alto en las estrategias de Ignorar el problema y Dis-tracción física (Tabla 2).

En referencia al bienestar subjetivo (Tabla 3), se observa que, en el caso del componente cogniti-vo, las mujeres puntuaron más alto en la dimensión Religión y los hombres en Logros y atributos per-sonales, Calidad de vida y Logros nacionales. Por el contrario, en el componente afectivo, las muje-res fueron las que puntuaron más alto en la ma-yoría de las dimensiones. En cuanto a la edad, los

adolescentes de entre 13 y 15 años fueron quienes obtuvieron las medias más altas en las dimensiones Calidad de vida, Logros nacionales y Satisfacción global con la vida. Sin embargo, en el componen-te afectivo, fueron los adolescentes de 16 a 18 años quienes obtuvieron los mayores valores en la ma-yor parte de los componentes afectivos: en cuatro de ellos (Afectividad negativa, Expresividad posi-tiva, Expresividad negativa y Hedonismo emocio-nal) en términos de frecuencia, y en la mayoría de los componentes en cuanto a intensidad.

Los MANOVA indican efectos principales sig-nificativos del sexo y la edad tanto en el afronta-miento como en el bienestar subjetivo (Tabla 4).

Tabla 2. Análisis univariados de los estilos y estrategias de afrontamiento.

Estilos de afrontamiento

Sexo

F

Edad

FHombres(n = 278)

Mujeres (n = 281)

13-15 años(n = 311)

16-18 años(n = 248)

M D.E. M D.E. M D.E. M D.E.Productivo 3.306 .30 3.284 .30 .276 3.329 .028 3.260 .031 2.755Resolver el problema 3.351 .45 3.446 .45 2.210 3.378 .042 3.419 .047 .415Fijarse en lo positivo 3.232 .42 3.349 .42 3.88*** 3.323 .039 3.258 .044 1.235Invertir en amigos íntimos 3.046 .49 3.009 .49 .287 3.047 .046 3.007 .051 .339Distracción física 3.413 .61 3.021 .61 20.35*** 3.318 .058 3.116 .065 5.45*Diversiones relajantes 3.404 .47 3.390 .47 .043 3.446 .045 3.348 .050 2.139Buscar pertenencia 3.152 .42 3.162 .41 .035 3.208 .039 3.106 .044 2.988Esforzarse y tener éxito

3.542 .41 3.609 .41 1.328 3.585 .039 3.566 .043 .110

Improductivo 2.553 .29 2.727 .29 18.24*** 2.645 .027 2.636 .030 .051Ignorar el problema

2.224 .47 2.142 .47 1.527 2.287 .044 2.079 .050 9.75*

Reservarlo para sí

2.718 .51 2.977 .51 12.80*** 2.794 .048 2.900 .054 2.131

No afrontar 2.184 .38 2.366 .38 11.23** 2.306 .036 2.244 .040 1.317Autoinculparse 2.561 .51 2.869 .51 18.05*** 2.675 .048 2.755 .054 1.225Reducción de la tensión

2.022 .43 2.347 .43 28.86*** 2.167 .040 2.202 .045 .336

Hacerse ilusiones 2.766 .43 2.850 .43 1.883 2.842 .041 2.773 .046 1.276Preocuparse 3.396 .43 3.539 .43 5.46* 3.441 .041 3.495 .046 .778Referencia a otros

2.543 .35 2.500 .35 .758 2.563 .033 2.480 .037 2.838

Ayuda profesional 2.762 .54 2.611 .54 3.94*** 2.737 .051 2.637 .057 1.747Apoyo social 3.015 .44 3.120 .44 2.856 3.129 .042 3.006 .047 3.832Apoyo espiritual 2.248 .46 2.320 .46 1.266 2.312 .043 2.256 .048 .726Acción social 2.147 .45 1.947 .45 9.76* 2.074 .043 2.020 .048 .736***p ≤ .001; **p ≤. 01; *p ≤ .05

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Tabla 3. Análisis univariados del sexo y edad en el bienestar subjetivo.

Bienestarsubjetivo

Sexo

F

Edad

FHombres(n = 278)

Mujeres (n = 281)

13-15 años(n = 311)

16-18 años(n = 248)

Componente cognitivo M D.E M D.E M D.E M D.E

LAP 5.85 .49 5.69 .49 5.32* 5.83 .46 5.70 .51 3.24CF 5.74 .56 5.63 .55 1.97 5.76 .52 5.61 .59 3.70CV 5.87 .49 5.73 .49 3.97* 5.97 .46 5.63 .52 23.73***ISRE 5.67 .51 5.79 .50 2.94 5.78 .48 5.69 .53 1.52R 4.51 .93 4.97 .93 12.41*** 4.74 .88 4.74 .98 1.00LN 3.67 .82 3.23 .82 14.27* 3.71 .77 3.19 .86 20.18***SGV 5.22 .46 5.17 .46 .45 5.30 .43 5.09 .48 10.01**

Componente afectivo M D.E M D.E F M D.E M D.E F

AP 4.56 .70 4.60 .70 .141 4.54 .66 4.61 .74 .498AN 4.97 .69 5.41 .068 41.50*** 5.06 .65 5.32 .72 13.32***EP 4.31 .77 4.49 .077 20.89*** 4.13 .72 4.67 .81 6.99**EN 3.10 .75 3.78 .074 12.13** 3.25 .70 3.64 .79 13.32***HE 3.69 .74 4.03 .074 2,47 3.80 .70 3.95 .78 24.51***IA 3.01 .75 3.63 .075 33.70*** 3.24 .71 3.40 .79 2.28

Intensidad M D.E M D.E F M D.E M D.E FAP 4.97 .67 5.26 .067 9.50* 5.02 .63 5.21 .71 3.875AN 4.67 .86 4.67 .086 33.51*** 4.56 .81 4.78 .90 14.95***EP 4.47 .80 4.37 .080 .12 4.11 .75 4.73 .84 29.62EN 3.52 .72 4.11 .072 11.71** 3.62 .68 4.01 .76 10.55***HE 3.74 .94 4.20 .094 .882 3.76 .88 4.19 .99 29.62****p ≤ .05; **p ≤ .01; ***p ≤ .001. Nota: N = 559; LAP = Logros y atributos personales; CF = Clima familiar; CV = Calidad de vida; ISRE = Interacción social recibida y expresada; R = Religión; LN = Logros nacionales; SGV = Satisfacción global con la vida; AP = Afectividad positiva; AN = Afectividad negativa; EP = Expresividad positiva; EN = Expresividad negativa; HE = Hedonismo emocional; IA = Inseguridad afectiva.

Tabla 4. Modelo general de los efectos principales y de interacción del sexo y edad sobre el afrontamiento y el

bienestar subjetivo.

Variables Fa gl Error gl Sig.Afrontamiento

Sexo 7.151 18.00 538.00 .000Edad 1.768 18.00 538.00 .026Sexo*Edad 1.198 18.00 538.00 .257

Bienestar subjetivoSexo 8.969 17.00 539.00 .000Edad 6.675 17.00 539.00 .000Sexo*Edad 1.238 17.00 539.00 .263N = 559; Fa = Lambda de Wilks.

Los adolescentes varones de 13 a 15 años obtuvieron las medias más altas en Distracción física (f = 8.77; p = .003) en el caso del afrontamiento, aunque en Bienestar subjetivo fueron los hombres de 16 a 18 años los que puntuaron más alto en Afectividad positiva (f = 4.88; p = .028) y en Expresividad ne-gativa (f = 4.25; p = .040). No se encontraron in-teracciones significativas del Sexo*Edad sobre el afrontamiento y el bienestar sujetivo.

Correlatos entre el afrontamiento y el bienestar subjetivo

Se obtuvieron correlaciones positivas y negati-vas de baja a moderada intensidad entre la mayor parte de las variables (Tabla 5).

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Enseñanza e Investigación en Psicología Vol. 22, Nº 1, enero-abril, 2017Las correlaciones positivas más altas se encontra-

ron entre el estilo Productivo y las dimensiones de Logros y atributos personales, Calidad de vida e Interacción social recibida y expresada; la estra-tegia de Esforzarse y tener éxito con la Satisfac-ción global con la vida, y la dimensión de Religión con la estrategia de Apoyo espiritual. Las corre-laciones negativas más altas del bienestar subjeti-vo fueron las dimensiones de Logros y atributos personales, Calidad de vida, Satisfacción global con la vida y Clima familiar con la estrategia de Autoinculparse, y la dimensión de Logros nacio-nales con la estrategia Reservarlo para sí.

En la Tabla 6 se puede apreciar que las co-rrelaciones positivas más altas fueron Afectivi-dad positiva, Expresividad positiva y Hedonismo emocional con el estilo Productivo, y Afectividad negativa, Expresividad negativa e Inseguridad afectiva con el estilo Improductivo. Las correla-ciones negativas más altas se encontraron entre las estrategias Fijarse en lo positivo con Afectividad

negativa, Reservarlo para sí con Expresividad po-sitiva, Autoinculparse con Afectividad positiva y Esforzarse y tener éxito con Expresividad positi-va e Inseguridad afectiva.

Por último, los datos de la Tabla 7 mues-tran que el estilo Productivo y las dimensiones de bienestar subjetivo Afectividad positiva, Expresi-vidad positiva, Hedonismo emocional e Inseguri-dad afectiva obtuvieron las correlaciones positivas más altas, al igual que el estilo Improductivo con Afectividad negativa y la estrategia Autoincul-parse con Expresividad negativa. Por otro lado, las correlaciones negativas más elevadas se en-contraron entre Afectividad y Expresividad nega-tivas con la estrategia de Esforzarse y tener éxito.

DISCUSIÓN

Los objetivos de este estudio fueron, por un lado, analizar el efecto del sexo y la edad en los estilos y estrategias de afrontamiento y el bienestar subjetivo,

Tabla 5. Correlaciones entre el afrontamiento el componente cognitivo del bienestar subjetivo.

Estilo de afrontamientoComponente cognitivo

LyAP CF ISRE R CV LN SGVProductivo .307** .219** .304** .082 .228** .012 .228**

Resolver el problema .165** .165** .249** .095* .115** –.076 .138**

Fijarse en lo positivo .272** .224** .219** .122** .165** –.029 .197**

Invertir amigos íntimos .128** .058 .212** –.005 .086* –.012 .083*

Física .258** .174** .172** .051 .194** .087* .192**

Diversiones relajantes .112** .081 .149** –.043 .111** –.026 .061Buscar pertenencia .112** .043 .190** .025 .111** .039 .104*

Esforzarse y tener éxito .302** .227** .164** .139** .219** .044 .230**

Improductivo –.281** –.259** –.153** –.067 –.223** –.124** –.231**

Ignorar el Problema –.085* –.081 –.094* –.022 –.088* .098* –.042Reservarlo para sí –.297** –.285** –.213** –.125** –.214** –.209** –.295**

No afrontar –.283** –.231** –.185** –.103* –.220** –.069 –.227**

Auto-inculparse –.363** –.314** –.180** –.060 –.240** –.198** –.285**

Reducción de la tensión –.224** –.216** –.114** –.084* –.200** –.051 –.185**

Hacerse ilusiones –.020 –.021 .052 .069 –.030 .019 .025Preocuparse .054 .026 .081 .037 .016 –.110** .012Referencia a otros .137** .163** .186** .159** .082 .179** .215**

Ayuda profesional .161** .165** .197** .071 .112** .114** .178**

Apoyo social .102* .117** .215** .100* .073 .076 .152**

Apoyo espiritual .075 .123** .082 .285** .082 .151** .211**

Acción social .057 .069 .047 .020 –.035 .189** .091*

*p ≤ .05; **p ≤ .001

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y por el otro examinar la relación entre ambas varia-bles. En el caso del afrontamiento, los adolescentes utilizaban en su mayor parte estrategias producti-vas, como esforzarse y tener éxito, principalmente. Esto concuerda con lo planteado por González et al. (2002), quienes afirman que la adolescencia está marcada generalmente por la utilización de estra-tegias dirigidas a la solución del problema. Sin em-bargo, la puntuación baja del estilo de Referencia a otros en esta muestra contrasta con lo hallado en otros estudios (Casullo y Castro, 2000; Viñas et al., 2015), lo cual sugiere que los adolescentes que par-ticiparon en el estudio se percibían con suficientes herramientas o un mejor repertorio de estrategias centradas en el problema, en lugar de orientarse a la búsqueda del apoyo social, lo que en un momento dado puede ser positivo cuando se trata de contex-tos de riesgo (Barcelata et al., 2016). No obstante, debe considerarse que la deseabilidad puede haber generado que los adolescentes reportaran la men-cionada estrategia productiva.

En cuanto al sexo, las mujeres puntuaron más alto en el afrontamiento improductivo, aunque también utilizaban estrategias productivas, como atender lo positivo. Contrariamente a lo espera-do, los hombres obtuvieron las medias más altas en las estrategias de ayuda profesional, que frecuente y prioritariamente son empleadas por las mujeres (Frydenberg y Lewis, 1993); no obstante, también reportaron estrategias como Distracción física y Acción social, lo que coincide con la evidencia exis-tente (Casado, 2002; Casullo y Fernández, 2001; Fantin, Florentino y Correché, 2005; Figueroa et al., 2005; Martín et al., 2011). Además, se pudo observar que el perfil de afrontamiento masculino fue más homogéneo y estable, si bien el número de estrategias que empleaban fue más reducido, a di-ferencia del amplio repertorio de estrategias usa-das por las mujeres (Barcelata et al., 2014; Casullo y Fernández, 2001; Frydenberg y Lewis, 1991).

El análisis por edad muestra que los adoles-centes de 13 a 15 años fueron quienes puntuaron

Tabla 6. Correlaciones entre el afrontamiento y el componente afectivo en frecuencia del bienestar subjetivo.

Estilos de afrontamientoComponente afectivo (Frecuencia)

AP AN EP EN HE IAProductivo .285** –.038 .240** –.038 .228** –.070Resolver el problema .203** .024 .192** –.045 .189** –.032Fijarse en lo positivo .260** –.093* .208** –.049 .161** –.076Invertir amigos íntimos .126** .086* .156** .084* .185** .055Distracción física .197** –.085* .080 –.042 .122** –.101*

Diversiones relajantes .108* –.005 .080 –.019 .097* –.027Buscar pertenencia .155** .024 .193** .003 .102* .021Esforzarse y tener éxito .217** –.113** .196** –.110** .160** –.142**

Improductivo –.052 .394** –.037 .244** .040 .369**

Ignorar el problema –.021 .095* –.039 .110** –.043 .139**

Reservarlo para sí –.128** .289** –.114** .139** –.037 .234**

No afrontar –.124** .339** –.052 .224** .006 .352**

Autoinculparse –.138** .382** –.097* .235** –.013 .344**

Reducción de la tensión –.037 .394** –.021 .230** .062 .363**

Hacerse ilusiones .120** .119** .069 .110** .097* .135**

Preocuparse .126** .136** .120** .042 .132** .085*

Referencia a otros .200** .016 .138** .020 .146** .026Ayuda profesional .175** –.002 .117** –.017 .129** –.024Apoyo social .213** .024 .184** .043 .129** .038Apoyo espiritual .118** .041 .084* .040 .051 .062Acción social .080 –.013 .022 –.002 .119** .007*p ≤ .05**; p ≤ .001

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Enseñanza e Investigación en Psicología Vol. 22, Nº 1, enero-abril, 2017

Tabla 7. Correlaciones entre el afrontamiento con el componente afectivo en intensidad del bienestar subjetivo.

Estilos de afrontamientoComponente afectivo (Intensidad)

AP AN EP EN HE IAProductivo .218** –.024 .243** –.075 .218** .218**

Resolver el problema .194** .047 .228** –.043 .206** .194**

Fijarse en lo positivo .186** –.077 .134** –.118** .105* .186**

Invertir amigos íntimos .169** .100* .191** .065 .213** .169**

Distracción física .049 –.094* .144** –.064 .110** .049Diversiones relajantes .070 –.017 .080 –.009 .086* .070Buscar pertenencia .166** .054 .212** –.020 .146** .166**

Esforzarse y tener éxito .173** –.104* .086* –.158** .101* .173**

Improductivo .000 .388** .029 .220** .080 .000Ignorar el problema –.077 .090* –.061 .047 –.058 –.077Reservarlo para sí –.082 .304** –.066 .208** .003 –.082No afrontar –.032 .303** –.036 .170** .041 –.032Autoinculparse –.038 .384** –.025 .287** .066 –.038Reducción de la tensión .046 .337** .058 .179** .087* .046Hacerse ilusiones .080 .158** .129** .055 .089* .080Preocuparse .131** .144** .157** .007 .145** .131**

Referencia a otros .127** .015 .148** –.040 .132** .127**

Ayuda profesional .099* –.007 .141** –.045 .121** .099*

Apoyo social .160** .056 .181** –.012 .120** .160**

Apoyo espiritual .083 .009 .026 –.015 .013 .083Acción social .034 –.010 .084* –.045 .131** .034**p ≤ .01; *p ≤ .05

más alto en las estrategias de Ignorar el problema y Distracción física, lo que concuerda con los da-tos de González et al. (2002), pero que sin embar-go discrepa de los de Mullis y Chapman (2000) y Frydenberg y Lewis (2009), quienes señalan que con la edad los adolescentes utilizan con más fre-cuencia el estilo focalizado en la emoción y el im-productivo, y con menos frecuencia las estrategias focalizadas en el problema.

Respecto al bienestar subjetivo, los adoles-centes reportaron estar satisfechos en la mayoría de las dimensiones, excepto en la correspondien-te a Logros nacionales, de manera muy similar a lo hallado en los estudios de Gilman y Huebner (2006), Luna et al. (2011) y Castellá et al. (2012).

En lo que respecta al sexo, se encontró que los hombres estaban más satisfechos con sus atri-butos y logros personales, mientras que las mu-jeres lo estaban con la religión, lo que podría relacionarse con ciertos estereotipos, tal como su-gieren Hess et al. (2000). Las creencias y roles de

género tradicionales que predominan en las fa-milias mexicanas pueden facilitar una mayor au-tonomía en el hombre, en tanto que se tiende a ver a las mujeres como más sensibles a las ne-cesidades de los demás al ser más comprensivas e intuitivas (Cuadrado, 2007). También se halló un efecto significativo de la edad sobre la satis-facción. En particular, los adolescentes de menor edad fueron los que se sentían más satisfechos en algunos dominios, como Calidad de vida y Logros nacionales, así como con la Satisfacción global, lo que concuerda con los hallazgos de Coenders et al. (2005), Casas et al. (2007) y Gol-dbeck et al. (2007). Es posible que esto se deba a que los adolescentes de menor edad manifiestan autopercepciones positivas irreales que aumentan las puntuaciones en el componente cognitivo del bienestar subjetivo (Park, 2004).

En relación al componente afectivo del bien-estar subjetivo, los datos indican que los adoles-centes exhiben mayores niveles de emociones

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positivas, tanto en frecuencia como en intensi-dad, como Valiente et al. (2002), Sandín (2003) y Gómez (2007) han mostrado en sus estudios. Sin embargo, hay discrepancias con los resulta-dos de otras investigaciones, que reportan que las mujeres tienden a presentar emociones negativas y los hombres positivas (Gómez, 2007; Simon y Nath, 2004). En este estudio, las mujeres pun-tuaron significativamente más alto que los hom-bres en ambos tipos de afecto, lo que concuerda con Ma y Huebner (2008), además de que este hecho parece reflejar algunas creencias respecto a los roles de género en las culturas occidentales en cuanto a que las mujeres son más expresivas emo-cionalmente que los hombres; específicamente, se espera que sonrían más y que muestren más tris-teza, miedo y culpa (Hess et al., 2000).

En referencia a la edad, los resultados son contrarios a los de Pelechano et al. (2005), quie-nes reportaron que el afecto positivo disminuye conforme avanza la edad. No obstante, concuer-dan con los de Goleman (1996), que explica que conforme el adolescente va desarrollándose, debe comenzar a dominar las habilidades emocionales necesarias para manejar el estrés y ser así sensible y eficaz en sus relaciones con otras personas, por lo que los adolescentes de más edad reconocen una mayor cantidad de emociones y las reportan más que los adolescentes más jóvenes.

Los análisis de correlación entre el afronta-miento y el bienestar subjetivo mostraron rela-ciones positivas entre los estilos y estrategias de afrontamiento productivo con Satisfacción con la vida (Cantón et al., 2013; Frydenberg y Lewis, 2009; Hatice y Özkan, 2012; Matheny et al., 2008; Verdugo et al., 2013) y con el Afecto po-sitivo (Mestre et al., 2012). De modo similar, se encontraron relaciones negativas entre el afron-tamiento improductivo y ambos componentes del bienestar subjetivo (Casas, García, González, Malo y Viñas, 2015; Coyle y Vera, 2013; Vera et al., 2012). En relación al componente cognitivo del bienestar subjetivo, se afirma que los adoles-centes que son menos capaces de utilizar estrate-gias productivas para hacer frente a los factores estresantes de la vida pueden perder los benefi-cios potenciales de protección que ofrece ese tipo de afrontamiento; como resultado, se pueden

sentir abrumados, desanimados y, en general, in-satisfechos con los resultados de su vida (Coyle y Vera, 2013; Matheny et al., 2008).

Fredrickson (2001) en su teoría de “Ampliar y Construir” sobre las emociones y el afronta-miento, postula que la experiencia de tener emo-ciones positivas frecuentes sirve para ampliar los pensamientos y el comportamiento en los seres humanos, lo que resulta en una acumulación de recursos, incluidos los de afrontamiento, que cata-lizan espirales hacia arriba, hacia el futuro bienes-tar; lo inverso ocurre con las emociones negativas, que fueron las que más estrechamente se relacio-naron con los estilos y estrategias improductivas, lo que podría representar un marco a partir del cual se puedan proponer estrategias para promo-ver la expresión de emociones positivas como un medio de fortalecer el afrontamiento productivo.

Estos hallazgos hacen posible plantear que la forma de afrontamiento de los adolescentes de la muestra estudiada fue principalmente la producti-va; sin embargo, las diferencias por sexo y por edad sugieren que se tendrían que desarrollar programas que fortalezcan el uso de estrategias productivas que consideren estas variables, pues los adolescen-tes, hombres y mujeres, afrontan de manera dis-tinta los problemas, difiriendo también los factores que les proporcionan bienestar subjetivo.

Se pudo observar que el grueso de la pobla-ción estudiada tuvo un nivel adecuado de bienes-tar, lo cual se relaciona con el uso prioritario de estrategias productivas que les permiten afron-tar las dificultades de manera adecuada, aunque podrían incluirse otros indicadores de desarro-llo positivo, como el nivel de adaptación, variable que no se analizó en este estudio.

Algunas limitaciones como la anterior indican la necesidad de llevar a cabo más estudios sobre la relación entre afrontamiento y el bienestar subjeti-vo empleando muestras más equilibradas en cuan-to a la edad, y que también incluyan técnicas más robustas que hagan posible evaluar la naturaleza de la relación entre dichas variables y su compor-tamiento a lo largo de la adolescencia, y que sean preferentemente estudios longitudinales.

En síntesis, el afrontamiento y el bienestar subjetivo se relacionan y representan indicado-res de salud mental y de desarrollo positivo. En

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Enseñanza e Investigación en Psicología Vol. 22, Nº 1, enero-abril, 2017

este sentido, los datos del presente estudio re-presentan una aportación para planear acciones orientadas a la promoción y cuyo objetivo sea au-mentar el bienestar de los jóvenes considerando

su contexto. Como apuntan Lerner et al. (2006), identificar los puntos fuertes de los adolescentes y promoverlos los ayudará a ser agentes de cambio en su familia, escuela y comunidad.

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