asentamientos 1980

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Scripta Nova REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98 Vol. IX, núm. 194 (52), 1 de agosto de 2005 GRAN BUENOS AIRES, CONURBANO Y PARTIDO DE SAN MARTÍN: EXCLUSIÓN SOCIAL Y SEGREGACIÓN URBANA Gabriel Horacio Álvarez Docente e investigador de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), Docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Docente de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) E- mail: [email protected] Gran Buenos Aires, conurbano y partido de San Martín: exclusión social y segregación urbana (Resumen) Cultura, Naturaleza y relaciones sociales, en ése u otro orden, constituyen a nuestro criterio conceptos centrales para la explicación de la producción de ciudad y las formaciones territoriales. El Gran Buenos Aires de la República Argentina, como se entiende aquí, históricamente escenario de un complejo entramado territorial-ambiental de economía, política e ideología ha sufrido durante los últimos treinta años un proceso semejante a lo que ha sucedido con las denominadas ciudades del neoliberalismo. Asiento complejo y denso de interacciones económicas y simbólicas entre diferentes niveles de centralidad (regional, nacional, global) y desarrollo geográfico desigual, el AMBA y algunos de sus municipios, con “imágenes de marca” histórica y culturalmente significadas de pleno empleo y relativo desarrollo de su infraestructura urbana, son hoy asociados a territorios de nueva pobreza, exclusión social y segregación urbana. El Partido de San Martín, limítrofe con Buenos Aires, por varias razones a exponer, ha adquirido alta visibilidad en este sentido.

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como se formaron los asentamientos en la capital federal y como repercutio en el ambito social estos movimientos de masas tanto en lo social y economico

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Scripta NovaREVISTA ELECTRNICA DE GEOGRAFA Y CIENCIAS SOCIALESUniversidad de Barcelona.ISSN: 1138-9788. Depsito Legal: B. 21.741-98Vol. IX, nm. 194 (52), 1 de agosto de 2005

GRAN BUENOS AIRES, CONURBANO Y PARTIDO DE SAN MARTN: EXCLUSIN SOCIAL Y SEGREGACIN URBANAGabriel Horacio lvarezDocente e investigador dela Universidad Nacionalde San Martn (UNSAM), Docente dela Universidadde Buenos Aires (UBA), Docente dela Universidad Nacionalde Tres de Febrero (UNTREF)E- mail:[email protected]

Gran Buenos Aires, conurbano y partido de San Martn: exclusin social y segregacin urbana(Resumen)Cultura, Naturaleza y relaciones sociales, en se u otro orden, constituyen a nuestro criterio conceptos centrales para la explicacin de la produccin de ciudad y las formaciones territoriales.

El Gran Buenos Aires dela Repblica Argentina, como se entiende aqu, histricamente escenario de un complejo entramado territorial-ambiental de economa, poltica e ideologa ha sufrido durante los ltimos treinta aos un proceso semejante a lo que ha sucedido con las denominadas ciudades del neoliberalismo. Asiento complejo y denso de interacciones econmicas y simblicas entre diferentes niveles de centralidad (regional, nacional, global) y desarrollo geogrfico desigual, el AMBA y algunos de susmunicipios, con imgenes de marca histrica y culturalmente significadas de pleno empleo y relativo desarrollo de su infraestructura urbana, son hoy asociados a territorios de nueva pobreza, exclusin social y segregacin urbana. El Partido de San Martn, limtrofe con Buenos Aires, por varias razones a exponer, ha adquirido alta visibilidad en este sentido.

Palabras clave:Ciudad, Lugar, Desarrollo desigual, Segregacin Urbana

IntroduccinEste trabajo tiene como finalidad la presentacin de una serie de elementos terico- metodolgicos que permitan, por una parte ensayar de manera breve una clave de lectura sobre la estructuracin del AMBA, y combinadamente con ella la reflexin sobre la emergencia y construccin delugarde la localidad del Partido de San Martn. Solidario a esta perspectiva se han tomado de manera plural determinados elementos interpretativos de lo que Alan Pred sostiene como Teora del Lugar y James OConnor denominado marxismo ecolgico. Asimismo se ha atendido a la pertinencia de los aportes de los marxismos de Henri Lefebvre en sus consideraciones acerca de la produccin de espacio urbano y de David Harvey con relacin al desarrollo desigual y los arreglos espaciales del capitalismo.

Por otra parte, se pone a consideracin de manera combinada con lo anterior las orientaciones generales (objeto que se estudia, supuestos y preguntas orientadoras) que corresponden a un proyecto de investigacin sobre la exclusin social y la segregacin urbana en el mismo Partido. Se expondr una caracterizacin del mismo que permita establecer las lneas de trabajo centrales para la investigacin que se ha iniciado durante el ao 2004 y que se ha denominado: Exclusin social y segregacin urbana en el Partido de San Martn/Pcia. de Buenos Aires. Un abordaje geogrfico desde los conceptos de lugar y territorio/territorialidades.[1]

Geohistoria. Buenos Aires/Ciudad y MundoExiste por nuestra parte el supuesto fuerte que el AMBA[2]es sede de una compleja y densa trama de interacciones econmicas y simblicas entre diferentes niveles de centralidad (local, metropolitana, nacional, global), que en orden a espacio y tiempola constituyeron y constituyen como metrpolis.Estos procesos son concebidos aqu como cultural/naturales y que en tensin a complejas transformaciones materiales y simblicas en el orden de la larga duracin, fundaron y an lo hacen, la urbanizacin capitalista de la economa-mundo.

Es en este sentido que la metropolizacin de Buenos Aires y otras ciudades latinoamericanas pueden ser asociadas en perspectiva geohistrica, a una herencia espacial que desde la ciudad indiana y colonial es producto de procesos diversos y complejos, que culturalmente vinieron a significar distintos modelos de acumulacin, desarrollo y valorizacin territorial con relacin ala Divisin Internacionaldel Trabajo de siglo XIX, los sucesivos modelos sustitutivos de importaciones y el modelo neoliberal del ltimo cuarto del siglo XX.

A riesgo de someter a una hiptesis omnicomprensiva y dominantemente estructural la complejidad de la urbanizacin capitalista de Buenos Aires y la estructuracin de un sistema urbano de ciudades en el interior del pas, es que algunas interpretaciones histrico-estructurales han comprendido los fenmenos de urbanizacin, peri y/o suburbanizacin de la ciudad, como el producto de una divisin espacial del trabajo y la produccin, que para Harvey (1978, 1989, 1990, 2003) inspirado en sus concepciones del imperialismo para el siglo XIX encuentran su expresin en la solucin espacial. Lo cual implica una insercin desigual de los diferentes territorios y formaciones espaciales en el mercado del mundo capitalista, y particulares relaciones que los pases han idoestructurando entre Estado y Sociedad, local-regional-nacionales, y relaciones sociales de produccin y poder (Soja, 1989).

La interpretacin de Harvey orienta a interpretar y explicar que la sobreacumulacin de capital a la que se ve sometida cclicamente un rea geogrfica (Europa de siglo XIX) y la necesidad estructural de buscar arreglosenel espacio es para el propio Harvey y otros autores (Taylor, 1994; Wallerstein, 1980) eminentemente el producto de sucesivas reestructuraciones geogrficas del capitalismo. Si por tal entendemos el conjunto de los cambios culturales, econmicos, polticos, tecnolgicos, ambientales, etc. que fueron impulsados hegemnicamente desde el centro del sistema econmico-poltico-cultural para remontar a mediados de siglo XIX los rendimientos decrecientes de las economas centrales.

Estas reas capital, fuerza de trabajo y cultura de siglo XIX- estructuradas en torno a una particular relacin Estado-Nacin y Sociedad, producen y significan a Buenos Aires y sus espacios de borde como uno de los destinosde las inversiones y creacin de nuevos mercados[3].

En trminos abstractos Harvey presenta de esta manera la situacin: La urbanizacin concentra espacialmente las fuerzas productivas, as como la fuerza de trabajo, transformando las poblaciones dispersas y los sistemas de derechos sobre la propiedad descentralizados en masivas concentraciones de poder poltico y econmico que finalmente se consolidan en el aparato jurdico militar del Estado-nacin. Las fuerzas dela Naturaleza son sometidas al control humano, mientras se crean sistemas de transporte y comunicaciones, divisiones territoriales del trabajo e infraestructuras urbanas que forman los cimientos de la acumulacin de capital (Harvey, 2003:39)

Esta suerte de revolucin material (Liernur, 2000) que las fuerzas productivas,hoy tambin reconocidas como culturales (OConnor, 1992 ), desarrollan hacia principios de siglo XX en Buenos Aires (antes Ciudad Histrica Central en tanto puerta de la pampa y puerto) dieron cuenta de una significativa expansin del sistema urbano[4].

Gran Buenos Aires/Ciudad y MundoLa revolucin material a la que se ha hecho referencia ms arriba tiene como propsitodesplegar aqu una clave de lectura que favorezca la explicacin del fenmeno de la urbanizacin capitalista del AMBA, asimilando naturaleza, tecnologa y relaciones sociales en orden a los procesos que la escala de la economa poltica configura para el sistema-mundo (Taylor, 1994). El proceso se entiende aqu involucra la significacin y recreacin que las distintas culturas nacionales y locales realizan del proceso que ha creado la periferia, su campo-ciudad, y que an con rasgos diferentes y contradictorios contina recrendola.

El rea Metropolitana de Buenos Aires en su conjunto (Ciudad Histrica Central y regin), en orden a lo expuesto, es entendida aqu como el producto de una sucesin de olas expansivas desiguales del desarrollo capitalistaa la vez que de la ciudad y el campo -que de manera combinada y contradictoria- dinamizaron procesos glocales significados culturalmente[5].

Hacia los aos 30 se conviene en que el proceso se nacionaliza, y la modernizacin territorialcomo ideario mayormente estatal de la poca,opera como productor de sentido urbano e imaginario geogrfico y social, contribuyendo de manera interdependiente a la estructuracin de relaciones de produccin y poder, metrpolis y ciudad.

La modernizacin territorial y las imgenes de pas urbano (Liernur, 2000; Ballent-Gorelik, 2001) que impuls el poder estatal y clases dominantes por esos aos fueron culturalmente significadas por las polticas pblicas, el emprendimiento privado nacional/extranjero y la vida de los sectores populares.

La metrpolis/ciudad de Buenos Aires, a pesar del ideal modernizador y pretendidamente hegemnico estatal de los aos 30, orientado a la transformacin del imaginario agroexportador en uno de urbanizacin total para el pas,creci de tal manera que ya en los aos 20, como resultado de la integracin de los nuevos barrios populares dentro dela Capital, desde el propio poder se vena planteando la necesidad de una nueva ampliacin jurisdiccional que contemplara urbana, social y polticamente los procesos de expansin territorial y que lograra mayor eficacia en la gestin pblica (Ballent-Gorelik 2001 :183).

Con anterioridad a 1930 haba comenzado a gestarse una experiencia argentina, urbana y fundamentalmente metropolitana de industrializacin por sustitucin de importaciones que haba dado buenos resultados en las ramas de alimentos, bebidas y tabaco, de carcter vegetativo[6]y que utilizaban insumos y materias primas preponderantemente de origen nacional (Neffa, 1998: 125).

La base productiva se fue conformando a partir de la incorporacin de las ramas de la actividadtextil, confeccin, cuero y calzado e inclusive ciertas ramas dinmicas que tuvieron fuerte crecimiento, como las de maquinarias, vehculos, aparatos elctricos, derivados del petrleo, caucho, etc. Otras, de mayor dimensin, que utilizaban tecnologas ms avanzadas, empleaban fuerza de trabajo ms calificada y destinaban buena parte de su produccin a las exportaciones de origen manufacturero y eran propiedad de capitales extranjeros.

Todas de alguna manera tuvieron como epicentro y ncleo de sentido para la produccin, el consumo y la circulacin, las ciudades del litoral fluvial. Principalmente as fue para Buenos Aires en su crecimiento desde el centro hacia los barrios, pero tambin en distintos procesos de sub-urbanizacin perifrica, ms all de los lmites dela Av. GeneralPaz.

El Gran Buenos Aires, comolugaren el que se fueron desarrollando con mayor densidad las transformaciones material-simblicas de la poca, aparece hacia 1925 como preocupacin estatal-urbanstica[7]. El objeto y naturaleza que significa y designa ste parece corresponder en elProyecto Orgnico para la urbanizacin del Municipio. El plano regulador y de reforma dela Capital Federal,ala grilla y el parque de la ciudad del- capital y regincircundante.

Buenos Aires como centro de significado se fue estructurando a la par de distintos tipos de representaciones y prcticas que interpelaron proyectos culturales institucionales de mayor o menor espontaneidad y/o burocratizacin, en una esfera de contacto entre lo pblico y lo privado. A la vez puede pensarse allugaren cuestin como esfera de contacto que se abre al Mundo en tanto se puede decir que la ciudad contiene lo mundial, es su propia expresin. En la medida en que la metrpoli se conecta con un espacio ms amplio, desarrollando la funcin de articulacin entre los lugares, uniendo territorios, ella tambin contempla, en la multiplicidad de las prcticas sociales que produce, identidades entre reas en su interior (Carlos, 1996: 155) creandolugaresyterritoriosdistintos a partir de usos diferenciados.

Gorelik-Silvestri (2004) interpretan que las caractersticas salientes del singular proceso, que para nosotros en la metrpolis articula Lugar/Mundo y Lugar/Centro de Significado estuvo marcado bsicamente, por el trazado inclusivo de las infraestructuras pblicas por parte del Estado desde finales del siglo XIX y por la expansin, sobre aquel soporte pblico, de un mercado habitacional privado diseminado ampliamente en la sociedad a travs de operaciones de pequea escala (Gorelik-Silvestri, 2004: 7).

Sobre stos y otros conjuntos de artefactos materiales y culturales, a manera de herencia espacial, se inicia el segundo ciclo de la expansin metropolitana, el del Gran Buenos Aires a partir de la dcada de 1930, el soporte pblico se hizo crecientemente deficiente: las normas de uso del suelo en las coronas suburbanas provinciales fueron mucho ms permisivas que enla Capital, no se produjo un plano pblico de conjunto ni se realizaron infraestructuras que garantizaran una llegada equitativa y universal de lo servicios; sin embargo, la expansin continu realimentada por una combinacin de factores independientes de polticas urbanas especficas: una economa en crecimiento, la tradicin estatal del bienestar y la inercia de una estructura urbana, la cuadrcula pblica, potencialmente inclusiva, se encargaron de sostener en el tiempo aquella tensin igualadora (Gorelik-Silvestri, 2004: 7).

El Gran Buenos Aires como asiento de las transformaciones hacia adentro que el perodo sustitutivo de importaciones promueve, no sin contradicciones, fue el escenario de alguna manera privilegiado de la instalacin de una serie de emprendimientos productivos, vivienda y reproduccin social en sentido amplio que congregan tensionadamente, en tanto esfera de contacto entre lo pblico y lo privado, a las instituciones de gestin estatal, capital y fuerza de trabajo del momento.

Gran Buenos Aires/Conurbano Bonaerense

En trminos de Gran Buenos Aires una creciente morfologa social del Conurbano Bonaerense, como archipilago de estos emprendimientos que crecen y articulan en la pampa con sus espacios ms inmediatos, resto del pas y mundo, se convirti por esos aos y cada vez ms densamente tambin enlugar. En su desarrollo atrajo adems de inversiones privadas nacionales y extranjeras, grandes excedentes poblacionales del interior del pas que asimilaron ms tarde al Gran Buenos Aires/Conurbano Bonaerense como centro de significado y produccin de experiencias para los ms importantes y principales movimientos polticos y sociales de la poca.

Desde 1930 la actividad industrial se localiza en un primer momento en los espacios de borde y municipios del primer cordn como Avellaneda y Lans al sur-, San Martn al oeste- y que ms tarde materializar en un poderoso y ms o menos continuo cordn/cinturn industrial, el Conurbano Bonaerense.

En su frontera, los espacios de borde fueron creciendo a la vez que disolviendo una serie de relaciones sociales, tipos de sociabilidad y socializacin ahora ms acordes con el de la vida urbana y creacin de nuevoslugarescomo producto del proceso descrito.

Gran Buenos Aires y Conurbano, por construccin social, vinieron a significar una poderosa imagen de marca que hasta las dcadas de 1970-1980 fueronasociados al mundo del trabajo y la produccin y la residencia de sectores mayormente subalternos provenientes del interior del pas, que atrados por propia situacin social se localizaron segn sus niveles de ingreso, precio de la tierra y accesibilidad a la infraestructura urbana.

En esa dinmica, desde la dcada de 1930, el Gran Buenos Aires/Conurbano Bonaerense concentroen la capital, se fue consolidando interdependientemente con un sector terciario activo, la extincin de lapampa, la vida rural y la consolidacin de los bordes urbanos de la industria, la vivienda y el hbitat de la ciudad.

La poblacin se fue estableciendo de manera diferencial en el Conurbano segn sus niveles de ingreso, conformando socio-ecolgicamente mltiplescentrosyperiferias. Los primeros ncleos poblacionales histricos de lo que hoy son los partidos del Conurbano fueron integrados por los actores y clases ms poderosas de la poltica y la economa local. En sus periferias,una amplsima gama de sectores subalternos que como referamos trabajaban en el cada vez msincipientemente industrializado Conurbano o bien la ciudad de Buenos Aires[8].

En el Conurbano se puede esquematizar desde entonces, y sujeto a variaciones locales que merecen detenimiento para su anlisis, un surmayormente de bajos y medios ingresos, el oeste de ingresos medios y un norte de altos ingresos.

A la vez, en trminos generales, se puede establecer que para el Conurbano, la racionalidad de espacio pblicogrilla y parque- que caracteriz la gestin de la ciudad de Buenos Aires como garanta de igualacin (Gorelik, 1997), por mltiples circunstancias (entre las que se cuenta la inexistencia de un plan urbanstico para la regin y la fragmentacin territorial-municipal de la gestin) estuvo prcticamente ausente salvo en alguno de sus centros y experiencias aisladas de planificacin urbanstica.

El presente del ConurbanoDesde los aos en que el crecimiento poblacional vegetativo y migraciones- se increment notablemente hasta la actualidad[9]. El Conurbano histricamente ha tenido importantes dficit en relacin a la vivienda y hbitat (servicios urbanos bsicos y equipamientos) que se han agravado fuertemente desde los aos 80.

La poblacin desplazada de otros lugares (Interior/Gran Buenos Aires) y que ha localizado su vivienda y hbitat en el Conurbano y otros municipios ms alejados han desarrollado una serie de estrategias de supervivencia y reproduccin que desde el perodo que se inicia en1976 haencontrado en las villas miseria y asentamientos algunos de los modos ms de habitar. Clichevsky (2002) adjudica la situacin actual a una serie de razones:

Una poltica urbana de la ciudad de Buenos Aires que expuls alrededor de 28.000 familias.

Una nueva legislacin (Ley 8.912/1977) de uso de la tierra que impuso a los loteadores normas de viabilizacin que seal el fin de la produccin de los loteos populares como se venan desarrollando desde principios de siglo[10].

Una fuerte cada en el salario, la indexacin e inflacin de los precios de la tierra urbana y otros bienes de consumo.

La agudizacin de las crisis regionales del interior del pas que por entonces dinamizan las clsicas migraciones rural-urbano o bien las urbano-urbano hacia Buenos Aires.

Debe comprenderse esta situacin en el contexto ms amplio, local-global, que promuevela crisis y paulatino retiro del llamado Estado de Bienestar, la crisis del trabajo y empleo, la declinacin en la recaudacin de los municipios y otro conjunto de situaciones sociales compartidas que dan cuenta de la desafiliacin y la segregacin urbana de los aos 90 (Castel, 1998). Situacin compleja y de mltiples dimensiones que por construccin social ha interpelado la imagen de marca que antes referamos como mbito de la produccin y el trabajo, por otra que ahora tambin socialmente construida, significa al Conurbano como un espacio de profundas contradicciones.

Hoy el Conurbano conjuga una serie de imgenes construidas en orden al modelo sustitutivo de importaciones y pleno empleo, con una ms actual de desempleo, segregacin urbana, vulnerabilidad social y violencia que los sectores ms damnificados han culturalmente significado de manera muy diversa a partir de nuevas formas de organizacin social y poltica.

Rofman (1998) caracteriza actualmente a este primer cordn del Conurbano -del cual el Partido de General San Martn comparte numerosos rasgos y geografa- como una unidad territorial en la que en trminos generales coexisten grandes emprendimientos industriales con zonas en las que el cuentapropismo ocasional es la nica fuente de subsistencia[11].

As a las actividades industriales extinguidas desde los 90, en este territorio se agrega un importante nmero de ex trabajadores estatales, en especial de las empresas privatizadas, como los que operaban en el sistema ferroviario, en la petrolera estatal y en otras empresas prestatarias de servicios pblicos que expulsaron fuerza de trabajo antes del traspaso a manos privadas. Adems, en el Conurbano residen trabajadores manuales y empleados de pequeas y medianas empresas desplazadas del mercado por el incesante proceso de concentracin econmica, que fue muy intenso en el rea del comercio minorista. Finalmente, las ms grandes firmas productoras de bienes manufactureros estn instaladas en dicha regin urbana y es en ellas donde el proceso de penetracin de las innovaciones tecnolgicas, la sustitucin de fuerza de trabajo por bienes de produccin y las nuevas modalidades de la gestin en la actividad laboral han experimentado los avances ms significativos con el consiguiente impacto negativo sobre la demanda laboral (Rofman, 1998: 130). Situacin que ha derivado en la proliferacin de una poblacin supernumeraria (Castel, 1998).

El Partido de San Martn

La grilla y fundacin de lo que fue el pueblo de San Martn en 1856, impuls junto a otros acontecimientos el avance y agrupamiento territorial de lo que aos ms tarde fuera, bajo la denominacin Partido de San Martn, un dominio territorial-estatal de relativa extensin que inclua, casi en uno de sus extremos, hasta el paraje de Caseros[12].

Predominantemente agrcola-ganadero, pampa y naturaleza transformadas, las actividades que all se desarrollaron hasta fines de siglo XIX daban cuenta para el censo provincial de 1881 de casi3000 hectreasdedicadas a distintas formas de agricultura entre las que minoritariamente podan contarse las huertas y casi 30.000 cabezas de ganado principalmente lanar, pero adems vacunos, caballares y porcinos (Levene, 1941).

La desruralizacin y proceso de valorizacin que supone la inclusin paulatina de este dominio al mercado de tierras urbano, est ligada principalmente al crecimiento de la ciudad de Buenos Aires, su mercado de consumo y los efectos de distanciafavorables que supone la cercana entre Buenos Aires y San Martn.

La actividad ganadera hacia principios de siglo va disminuyendo y en los espacios de borde de la frontera con Buenos Aires se estructura una compleja malla de nuevas relaciones sociales que asimismo es estructurante de nuevoslugares. Los lugares y las actividades que conforman las nuevas formas de sociabilidad y socializacin[13]estn mayormente ligados a un tipo de explotacin agrcola de quintas y huertas (que la ciudad ahora demandaba) y otras actividades manufactureras. Desapareciendo desde la dcada de 1930 quizs antes- lo que los censos de entonces consideraron predios rurales[14].

San Martn comolugarhace necesario, como se sugiri anteriormente tambin para otros rdenes espaciales, considerar que los proyectos de produccin y distribucin que contribuyen a la constitucin y transformacin de un lugar no surgen de la nada en un determinado punto determinado de tiempo. Esos proyectos, y sus consecuentes divisiones espacial y social del trabajo, son en s mismos una consecuencia del flujo espacial-temporal de procesos de estructuracin locales o de mayor escala (Pred, 1986:32).

Los procesos de los que estamos hablando, por cierto en trminos bien generales, dan cuenta de un conjunto de transformaciones de relaciones sociales de produccin y poder (poltica-economa-cultura) que lapampaen su vecindad con la ciudad y ms all de la avenida General Paz significan en su relacin con las transformaciones de Buenos Aires y de sta con el Mundo. Dando cuenta como dice Pred de procesos de estructuracin locales, pero adems directa/indirectamente conectados con la dialctica de procesos de estructuracin de nivel macro.

En orden a lo anterior, la primera ola de sustitucin de importaciones encontr a San Martn como ciudad-dormitorio de los que trabajaban en la ciudad de Buenos Aires y vivienda de los que lo hacan en la localidad. Tambin sede de pequeas y medianas empresas, fundamentalmente de capital nacional que elaboraban alimentos, el comercio minorista, predios rurales en extincin y talleres ferroviarios entre otras actividades.

Estaherencia espacial, que combina relaciones sociales y divisin espacial, social y tcnica del trabajo, buena accesibilidad ala Capital, una relativa buena infraestructura, tierras baratas en desruralizacin a la espera de su incorporacin al mercado de tierras urbano, y fuerza de trabajo relativamente capacitada, conforman en su conjunto atractivascondiciones generales de produccin, que actuaron a manera de ventajas comparativas con relacin a otros distritos.

La segunda guerra mundial como se sabe fue privando al pas de materias primas e insumos esenciales. Algunas de las pequeas y medianas industrias de capital nacional por lo dicho antes, se fueron instalando en San Martn aprovechando las ventajas y convirtiendo al distrito en lo que desde antes de su marca oficial (la ciudad de la industria)exista de hecho, un distrito industrial[15].

Elpaisajeindustrial y comercial que se va estructurando desde estos aos combina, como todo fenmeno de industrializacin una serie de transformaciones que se hacenlugary que generalmente se asocian a todoespacio urbanoy que dan cuenta en trminos estructurales de una complejageografaque concentra medios de produccin,fuerza de trabajo y mercado de consumo de manera espacial y socialmente articulada con el resto del Gran Buenos Aires/Pas/Mundo. Estructura que la agencia humana y el universo de prcticas significa y materializa adems a travs de gobierno (planificacin y ordenamiento territorial) y sociedad civil (extensa red de organizaciones polticas, sindicales, fomentistas, cooperadoras, poltico-partidarias, etc).

Pueden observarse a continuacin algunos datos, a manera de aproximacin, sobre las transformaciones en la actividad econmica y el empleo que permiten comprender en rasgos generales losactuales fenmenos de precarizacin y vulnerabilidad social en el Partido.

De todas maneras cabe consignar que las personas vinculadas a la perdida del empleo no pueden ser automticamente asimiladas y en su totalidad a las ms difundidas expresiones de lo que aqu se comprender comosegregacin urbanay/o modos de habitar ligados a villas y asentamientos[16].

Por otra parte la poblacin que hoy vive en villas, focos de emergencia y asentamientos en el Partido tiene un origen geogrfico diverso[17]. La diversidad en este sentido corresponde a familias que viven en estos lugares desde al menos dos generaciones anteriores, y otras que vivan en reas ms centrales del Partido por precarizacin laboral hoy lo hacen all. Mientras que otras familias provienen del interior del pas y otras reas del Gran Buenos Aires. Poblacin que en su mayora tienen un pasado de ligado a la urbanizacin (Panigo y Lorenzetti, 2000).

Por lo que la segregacin urbana actual en el Partido no es explicable excluyentemente por el proceso de desindustrializacin local sino que adems deben considerarse las transformaciones socioeconmicas del conjunto del Gran Buenos Aires y resto del pas que hicieron que por diversas razones las personas en cuestin eligieran la residencia en el distrito.

Cuadro N 1Evolucin de unidades censales y asalariados correspondientes a industrias 1935-1994 para el partido de San Martn.

1935194719541963197419851994

CANTIDAD UNIDADES CENSALES

282

1673

5169

4202

4381

3747

3420

CANTIDAD ASALARIAD

3420

21643

40682

41256

61650

54897

43701

Fuente:Censos econmicos correspondientes a distintos perodos (INDEC).

Cuadro N 2Evolucin de la relacin asalariados/poblacin total 1947-1994 para el partido de San Martn

1935194719601970/19741980/19851991/1994

% DE ASALARIADOS SOBRE POBLACIN TOTAL

Sin infor-macin

8

14

17

15

10

Fuente: Elaboracin propia a partir de Censos Nacional de Poblacin y Censos econmicos (INDEC).

Cuadro N 3Actividad econmica por sector para el perodo 1974-1985. Variacin intercensal

Censos

Sectores1974

Cantidad de establecimientos1985

Cantidad de establecimientosDiferencia porcentual

Alimenticias269256- 5

Textil1390801- 42

Madera482378- 21

Papel111146+ 32

Qumicas380534+ 40

Productos Minerales15094- 38

Metlicas bsicas11930- 75

Productos metlicos13851466+ 6

Otras industrias9542- 55

Fuente: elaboracin propia a partir de censos econmicos de los perodos (INDEC)[18].Gran Buenos Aires/Conurbano Bonaerense/San Martn: La exclusin social y segregacin urbana hoy

El objeto que se estudiaEl presente trabajo de investigacin se encuentra inscripto en un campo terico amplio que es el de la segregacin socio-espacial de carcter urbano. A partir del cual se ha recortado para este trabajo, un tipo, que es el de la segregacin residencial de tipo socio-econmica(SRSE)[19].Considerada para numerosos autores como una de las dimensiones empricas y tericas ms importantes de laexclusin social.

En torno al significado conceptual y real de la exclusin social (Agull Toms, 2001; Villareal, 1996; Estivill, 2003) existe una extenssima y heterognea produccin discursiva a partir de la cual parecen explicarse, a veces de manera combinada y otras contradictorias, toda una cantidad de realidades empricas asociadas. Sus distintos sentidos la vinculan a marginalizacin (Castel, 1998), alienacin, pobreza, discriminacin(Agull Toms, 2001), segregacin urbanay estrictamente espacial (Castells, 1974, 1971).

En rigor cada uno de estos conceptos, sus sentidos y los enunciados en los que se inscriben, a manera de regla de formacin parecieran tener como se sabe, contextos de diversa ndole que los acompaan y que segn los autores y perspectivas vienen a significar lo mismo o no.

Nuestra indagacin en torno a los conceptos de exclusin social y segregacin urbana ha considerado que entre ambos existe una mutua significacin. Supuesto a partir del cual se pueden observar superficies de emergencia y regularidades temticas comunes que dan cuenta de: centros/periferias, pobreza/riqueza e igualdad/desigualdad en el acceso y uso de una amplia gama de bienes econmicos y simblicos producidos/distribuidos socialmente. La base mnima de explicacin de la exclusin social da cuenta del deshilachamiento de las redes sociales existentes, la fragmentacin de la sociedad, la heterogeneidad de los valores e imgenes centrales, la dificultad de constituir otros ncleos de agrupacin e identificacin y de encontrar respuestas colectivas transversales que superen las sucesivas rupturas y distancias (Estivill, 2003: 15).

Para una amplia variedad de autores y perspectivas (Estivill, 2003; Castells, 1979, 1971) aunque con variaciones,la exclusin social causalsticamente corresponde a una suma articulada de procesos que deben ser localizados en la poltica, la economa y la sociedad, aunque tambin en la esfera subjetiva. En trminos estrictamente socio-econmicos, como corresponde a este estudio, por mecanismos dedesigualdad socialydesarrollo geogrfico desigualva inferiorizando a personas, grupos y comunidades en integracin e interdependencia con sus contextos vitales. Espacios, lugares y territorios con respecto a los centros de poder, los recursos, la cultura, el bienestar material y el consumo en su amplia gama.

En el sentido de la mutua significacin, el tipo de segregacin urbana estudiada aqu,significa primero la separacin de individuos, los ms dbiles en el seno de un espacio dado, y que asimismo en ese caminoda cuenta tambin de mltiples abordajes y sentidos, de los cuales indagaremos sobre aquellos que ms convienen a su caracterizacin en trmino de espacios/territorios en la/s geografa/s de la desestructuracin y la relegacin dentro de los lmites que fijan la explicacin socio-econmica.

Hoy, el significado ms general de segregacin urbana subsume y da cuenta adems, de distintos dominios empricos que hacen referencia no slo a los excluidos, de la segregacin impuesta -sobre los cuales se fija la atencin aqu, sino a los que en el otro polo social han optado por la auto segregacin (Corra do Lago, 2000; Correa 1993), la suburbanizacin de las lites (Torres, 2001), el refugiarse y aislarse en countrys, barrios cerrados, clubes de campo y otras nuevas formas de urbanizacin y nueva segregacin".

El trmino ms general agrupa entoncesno slo a los que vieron obturada su inclusin en una serie procesos de la poltica, la economa y la cultura reforzado todo ello por sulugarde residencia ymodos de habitar,sino que tambin hace referencia a los que ganaron (Svampa, 2001) y autosegregaron.Como se dijo, uno de los presupuestos tericos que aqu se sostienen y forman parte de los supuestos que orientan esta investigacin es que la segregacin urbana en tanto significado que genricamente se asocia con separacin, es uno de los factores ms significativos de la exclusin socialy la polarizacin, en el contexto de las relaciones sociales dominantes que caracterizan la desigualdad social y el desarrollo geogrfico desigual de las formaciones sociales contemporneas.

Los nuevos pobres de los 90 y los pobres estructurales como aquellos que integran el universo de la pobreza, lo son para nosotros, por perpetuacin y agudizacin de la privacin material y la marginacin econmica y cultural, aunque cada vez ms se considera aqu, por segregacin urbana (Prevot Schapira, 2000).

El universo de la pobreza hace referencia a una serie de carencias ligadasal trabajo/no trabajo y el consumo/no consumo colectivodesempleo, precariedad laboral y privacin en el uso y acceso diferencial a medios de consumo colectivo- tales como vivienda, salud, recreacin, alimentacin y educacin.

Esta es la situacin que caracteriza los barrios del desempleo en el Conurbano resultado de la desafiliacin de la sociedad salarial y que abarca all a casi la cuarta parte de los hogares y al 32,5 de la poblacin (Andino, 2001:247)[20].

Para el Censo Nacional del ao 2001, antes de la grave crisis devaluatoria nacional, algunos indicadores sociales como los que corresponden a NBI[21](Ver cuadro N4) asignaba para la provincia de Buenos Aires y el Partido de General San Martn la siguiente situacin:

Cuadro N 4Hogares y Poblacin: total y con Necesidades Bsicas Insatisfechas (NBI) Ao 2001

PartidoHogaresPoblacin

TotalCon NBI%TotalCon NBI%

Total provincia de Buenos Aires3.921.455508.67113,013.708.9022.161.06415,8

General San Martn119.11113.05311,0400.71852.11113,0

Fuente: INDEC. Censo Nacional de Poblacin, Hogares y Viviendas 2001

Esta situacin social si bien puede ser explicada en trminos del deterioro en el consumo de los sectores ms afectados por la profundizacin del modelo neoliberal de los aos 90, debe decirse que ms ampliamente, la exclusin y marginalizacin corresponde a una produccin social que tiene su origen en las estructuras de base de la sociedad, la organizacin del trabajo y el sistema de valores dominantes a partir de los cuales se reparten los lugares y fundan las jerarquas, dndole a cada uno su dignidad o indignidad social (Castel, 1998: 131).

Cabe consignar que si bien la magnitud de los datos expuestos para el Partido no corresponde a las peores condiciones de vida del Conurbano debe consignarse que es uno de los territorios que durante los ltimos treinta aos ha presentado:

Uno de los deterioros de mayor importancia de su base productiva en trminos absolutos y relativos- del Conurbano (Ver cuadros 1, 2 y 3).

Un profundo crecimiento de la desigualdad social y segregacin urbana con relacin a otros perodos de la historia del Partido.

Una notable presencia en los medios de comunicacin metropolitanos y nacionales en orden a su estigmatizacin por violencia e inseguridad.

Probablemente en esos puntos descanse la singularidad actual de la situacin social del partido y la preocupacin e inters en el inicio de esta investigacin.

Villas y asentamientos en San MartnLa existencia de villas de emergencia y otros modos precarios de habitar en el Partido de San Martn, como en el conjunto del Conurbano Bonaerense, estn histricamente ligados a las sucesivas oleadas migratorias que arribaron al Gran Buenos Aires desde 1930 (Ciaiati, 1995, Gammalson, 1988, (Gonzlez Polero, 1997).

Si bien para este trabajo no se pudo obtener registros fiables, algunas entrevistas y trabajos de campo sobre los primeros habitantes de algunos de los barrios que alguna vez fueron villas indican que hacia 1950 se instalaron algunos de ellos. A partir de entonces se puede establecer que una serie de oleadas migratorias al instalarse bajo la organizacin socio-territorial villa miseria ampliaron los lmites y fronteras de laciudad.

Las villas miseria a diferencia de otras expresiones ms contemporneas de asentamiento precario son definidas como ocupaciones irregulares de tierras urbanas vacantes (fiscales o privadas) que producen tramas muy irregulares de angostos pasillos, donde por lo general no pueden acceder los vehculos. Responden en general a prcticas individuales diferidas en el tiempo y son construidas con materiales de desecho (Cravino, 2001).

Su localizacin en el partido ha sido cercana a centros de produccin y consumo y sus pobladores fueron siempre trabajadores poco calificados o informales, proveniente hasta los aos 60 del interior de nuestro pas. Desde sa dcada y con mayor intensidad hacia los aos 90 recibe adems el aporte migratorio de pases limtrofes.

Desde los aos 80 por circunstancias que referimos antes a partir de la interpretacin que hace Clichevsky, la composicin social y el origen geogrfico del migrante ha variado albergando estos lugares a antiguos villeros y nuevos migrantes (interior y pases vecinos) y desde los 90 a sectores pauperizados (nuevos pobres).

A la tradicional villa miseria se le han sumado en la actualidad otras formas de acceso a la tierra y/o la vivienda que para el caso de San Martn son de heterognea caracterizacin. Van desde la ocupacin de vacos urbanos y va pblica en la ciudad (la toma de domicilios abandonados, la ocupacin de terrenos baldos fiscales y privados en plena ciudad, ex fbricas, talleres, locales comerciales cerrados, terrenos de ferrocarriles, bajos de puentes, la calle, plazas y plazoletas y zanjones) hasta las que albergan a gran cantidad de familias bajo la denominacin de un barrio y que responden ms plenamente a la categora de asentamiento.

Un censo habitacional realizado porla Secretarade Obras y Servicios Pblicos Direccin de Arquitectura y Vivienda del Municipio del Partido de General San Martn (Boletn Informativo, 2003) ha establecido una categorizacin para los modos de habitar de los sectores ms vulnerables que corresponde a:

Mutuales y Cooperativas de vivienda y consumo

Villas y focos de emergencia

Asentamientos y loteos

Correspondiendo a las dos ltimas categoras a aquellos sectores sociales que aqu son considerados en situacin de segregacin urbana. Siendo el estado ms crtico para aquellos que corresponden al tipo villas y focos de emergencia.

El nmero de villas y focos de emergencia (escasas dimensiones) censado por el organismo reconoce 26 barrios (villas y focos) en los que viven ms de 6.000 familias. Cabe consignar que sobre tres de los barrios el organismo no tiene registrado el nmero de familias. No obstante ocupan una superficie relativamente pequea pero densamente poblada y en vecindad e inclusin crecientes con relacin a la ms grande de las villas del Partido, Villa Hidalgo (Diarios Clarn, 1997).

El nmero de los miembros de cada una de las familias es para el organismo difcil de precisar. Las familias estn conformadas en general por no menos de tres integrantes hasta un lmite difcil de precisar pero que oscila entre diez o quince miembros. Lo que hace un total poco preciso que para las autoridades oscila entre 35.000 y 45.000 personas.

A diferencia de las histricamente denominadas villas de emergencia existe un fenmeno caracterstico del Conurbano Bonaerense y Partido de San Martn. Desde los aos `80 el asentamiento como forma de producir ciudad, tiene para Cravino (2001) una serie de caractersticas diferenciadas que radican en trazados urbanos, regulares y planificados que asemejan a la cuadrcula[22].

Los pobladores lo perciben como de destino no transitorio, como mejora a corto y mediano plazo, resultado de decisiones consensuadas y colectivamente organizadas previamente a la toma de las tierras,que incluye en muchos casos el asesoramiento de partidos polticos, profesionales y distintas organizaciones intermedias. En su mayora estn ubicados en tierras privadas o del municipio (es as en San Martn) que generalmente por condiciones ambientales (pajonales, reas inundables, basurales) no estn en la oferta del mercado de tierras urbano[23].

Inmediatamente a la ocupacin, la organizacin socio-territorial que impuls la toma junto a organizaciones intermedias- busca el dilogo con el estado local para alcanzar su legitimidad y regularizacin. Por lo que evolucionan desde las precarsimas taperas a barrios consolidados segn la relacin que puedan construir con el municipio. Un rasgo que los diferencian de otros modos precarios de habitar, como el caso de la villa, es que sus pobladores tienen un pasado urbano y en su mayora no son migrantes del interior rural.

Los asentamientos para el caso de San Martn (Barragn, 1994) renen en trminos generales los rasgos que lo caracterizan para el resto del Conurbano y son de hecho los que han logrado los mayores en trminos relativos y profundamente diferentes y diversos- avances en materia de urbanizacin con relacin a los modos de habitar antes sealados. El nmero de familias que los habitan, segn la fuente mencionada, es de alrededor de tres mil trescientas familias. Quedando sin datos alrededor de cuatro asentamientos de gran tamao, cuarenta y cinco de tamao pequeo y cuatro de tamao mediano[24].

La informacin suministrada por el municipio coloca dentro de una misma categora a Asentamientos y Loteos

La investigacinAnte la diversidad de sentidos que existe sobre la cuestin, la investigacin estar orientada sobre dos lneas de trabajo que a nuestro juicio son complementarias. Una, como se vio de orden ms estructural tiene como unidad de anlisis el municipio. Otra toma como unidad de anlisis un barrio de la localidad de Jos Len Surez en el mismo partido.

La primera lnea de trabajo tiene como finalidad la elaboracin de una base de datos que tiene como fuente principal la informacin proveniente del Censo Nacional de Poblacin2001. Apartir del cual se realizar mapeo dela SRSEen el partido.

La segunda lnea, en tensin micro-macro, indagar desde perspectivas tericas que sostienen al lugar y territorio como categoras de anlisis que permiten producciones de sentido en tanto significan no solamente las expresiones ms inmediatas y concretas de las realidades vividas, sino(tambin)contar elementos aparentemente invisibles, ms significativos, que dan cuenta de valores, sentimientos y perspectivas que rodean las vidas en estas poblaciones (Koga, 2003: 53).

Por lo que la segregacin urbana para nosotros queda circunscripta a cuestiones de orden socio-residencial, pero que complementariamente son territorialmente vividas y experimentadas (Bourdieu, 2000).

El primero de los planteos se encuadra como dijimos en determinadas categorizacionesde tipo fundamentalmente estructural y que piensan a la segregacin urbana, principal aunque no excluyentemente, en trminos socio-residenciales. Lo cual hace que en la misma se circunscriba el concepto residencial la vivienda y su hbitat- a condiciones de localizacin de viviendas, hogares y personas .

El segundo planteo considera, en virtud de los antecedentes que existen sobre la perspectiva,que el abordaje desde los conceptos de lugar y territorio permite ir ms all de una visin estrictamente micro y localizada (Guber, 2004). Complementariamente a los abordajes ms estructurales tiene como perspectiva la relacin entre lugar y sujeto, sus proyectos individuales a la vez que sus condiciones de vida, la vida organizacional, las luchas por el acceso a la ciudadana y los sentidos que para los mismos tiene el barrio.

Las preguntas que orientan la investigacinEl trabajo con el objeto-problema, la segregacin urbana en el Partido de San Martn, se ha organizado en torno a dos preguntas que subsumen a otras de menor jerarqua y determinacin. Cada una de las cuales proponen temticas y problemticas de relativa autonoma.

Preguntas orientadoras del Proyecto de investigacin:

Cules son las condiciones materiales de existencia de las personas que viven en el Partido de San Martn y que para esta investigacin permitirn identificar y medir la segregacin urbana y exclusin social? B) Cules son los lazos sociales e instancias de sociabilidad y socializacin que definen a los asentamientos urbano-marginales (villas, barrios-asentamientos) comolugares yterritoriosen los cuales los sectores populares para el caso de un barrio de Jos Len Surez- construyen desde la cooperacin y el conflicto-tambin ciudad?

Para la primera pregunta se ha intentado operacionalizar la variable segregacin urbana a partir del trabajo con distintas dimensiones de anlisis. Ellas son: a) ingreso, b) educacin y c) los medios de consumo colectivo (la infraestructura fsica y social). Informacin que ser obtenida a partir de los datos oficiales que Indec ha elaborado en el Censo Nacional de Poblacin 2001 e informacin brindada por las empresas a cargo de las redes de infraestructura urbana.

Para la segunda el abordaje de la segregacin urbana ha sido propuesto desde una perspectiva de tipo cualitativa que se propone a travs de distintas tcnicas de investigacin el trabajo en el barrio partir de entrevistas, entrevistas en profundidad, historias y geografas de vida, mapas mentales, registros de observacin y la utilizacin de distintas fuentesde informacin barrial y local.

La estrategia de investigacin para esta segunda parte estar desarrollada en el sentido de reconstruir los sentidos de lugar y territorio a partir de la indagacin sobre: situacin socio-econmica (actividad laboral, educacin, vivienda), los modos de habitar (escala de las prcticas urbanas y usos de la ciudad), las relaciones de vecindad entre el adentro y el afuera del barrio (la determinacin de distintos tipos de fronteras), la presencia/ausencia y relevancia de las instituciones redes o no- generadas desde afuera y desde adentro.

Notas

[1]El proyecto de investigacin se encuentra inscripto en el Centro de Investigaciones Etnogrficas (CIETNO) dela Escuelade Humanidades dela UNSAM(Universidad Nacional de General San Martn) de la cual el autor es becario de investigacin.[2]Actualmente se considera por legitimidad operativa ( en ese sentido se asume aqu) como Gran Buenos Aires (AMBA) al rea comprendida por la Ciudad de Buenos Aires y los siguientes 24 partidos del conurbano: Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Esteban Echeverra, Florencio Varela, General San Martn, Hurlingham, Ituzaing, Jos C. Paz,La Matanza, Lans, Lomas de Zamora, Malvinas Argentinas, Merlo, Moreno, Morn, Quilmes, San Fernando, San Isidro, San Miguel, Tigre, Tres de Febrero y Vicente Lpez.[3]Concedamos brevemente que Buenos Aires como ciudad de la periferia, ytejido urbanoque se extiende consumiendo en las fronteras los residuos de la vida agraria, no es slo y unilateralmente elresultado, sino coactivamente elmedio, que dinamiza las transformaciones cultural/naturales. Pero no slo como ciudad metropolitana hacia el exterior, sino a la vez en orden a las relaciones sociales que al interior de la formacin social se estructuran con relacin al campo, las ciudades del interior y sus propias economas primarias; co-habitando simultneamente muchas veces en ellas la era rural, urbana e incipientemente la industrial.[4]Es un tipo de expansin que articula distintas escalas de la economa poltica en el desarrollo de su infraestructura fsico-social y los proyectos estatales que tensionadamente con otras formas de representacin socialprocuraron la organizacin de un sistema vvido de significados y valores sobre la geografa y sociedad de la poca.[5]Sobre la relacin entre el lugar y lo glocal puede leerse Di Cione (2004) que en parte inspir el tratamiento que aqu recibe las dimensiones en cuestin.[6]El trmino es empleado aqu a partir de lo que Neffa (1998) entiende por empresas de pequea o mediana dimensin que utilizaban tecnologas relativamente simples, de carcter trabajo-intensivas, las cuales empleaban mano de obra sin alta calificacin y se haban constituido con base en capitales de origen nacional[7]Segn Ballent-Gorelik, no es sino hasta 1948 que se institucionaliza el Gran Buenos Aires pero sin ningn criterio territorial regionaltotalizador en la gestin, simplemente integrando los diecinueve partidos conurbanizados de la provincia de Buenos Aires, separados del ncleo que les daba sentido urbano y ambiental. Informacin coincidente tambin puede hallarse en Plan Urbano Ambiental. Documento Final (2000)[8]Entre ellos el pueblo y ms tarde Partido de San Martn que aqu se refiere.[9]La distribucin geogrfica de la poblacin para el Conurbano ha evolucionado de la siguiente manera con relacin al Gran Buenos Aires, 1869: 13,5%; 1895: 9,3%; 1914: 16,6%; 1947: 26,3%; 1960: 39,4%;1970: 43,7%; 1980: 42,8% (Fuente: SEVOA, 1987, p.15 extrado aqu de Clichevsky, 1990). Debe concluirse que el perodo de mximo crecimiento poblacional (70%) es el de mayor perfil industrialista comprendido entre 1947-1980.[10]Los loteos populares constituyeron una de las formas ms difundidas de acceso a la tierra urbana y la vivienda para los sectores subalternos ms precarizados desde principios de siglo y con mayor importancia para la periferia de Gran Buenos Aires desde aproximadamente 1950. El acceso es interrumpido por la dictadura militar en 1977 porla Ley8.912.Hasta entonces el acceso a la tierra en la periferia del Gran Buenos Aires (eventualmente Conurbano) era producto de: a) una legislacin de poca exigencia que permitalotear tierras para vivienda sin servicios (con la nueva ley expresamente no), b) salarios que permitan pagar una cuota accesible por el lote. Posteriormente a 1976/1977 la retraccin en la demanda por crisis en el empleo e inflacin y las medidas restrictivas inducen de alguna manera la obtencin ilegal de tierra urbana.

[11]Algunos indicadores, durante los momentos de mxima crisis post-devaluatoria del ao 2002 estimaban que sobre 31 centros urbanos de todo el pas existaun 57,5 % de pobres. Sobre el total de la poblacin urbana el 27,5 %a corresponda a indigentes. Entre la poblacin de0 a14 aos el 73,5 %era pobre y41,4indigente. La misma informacin seala que el54,3 por ciento del aglomerado Buenos Aires era pobre y el 24,5 indigente (INDEC,octubre de 2002).[12]A partir de la escisin del partido de San Martn y configuracin territorial del partido de Tres de Febrero hacia inicios de la dcada de 1960, el primero reconoce como dominio territorial su actual superficie.[13]Sobre sociabilidad y socializacin como condiciones de lo urbano puede leerse Di Cione (2004).[14]La poblacin ha evolucionado conforme la urbanizacin y desruralizacin avanzaron y liberaron tierras para el poblamiento. En 1869, de acuerdo al censo de ese ao el partido contaba con 2867 habitantes; en 1881 existan 3.423 habitantes; en 1914, 50.852 y hacia 1937, 80.523 (Levene, 1941) y 280.000 en 1947 hasta ms de 400.000 hoy.

[15]Se hace referencia aqu y brevemente a fbricas textiles y metalrgicas, de la industria de la carne y alimentacin (frigorficos de los hermanos Fezza; de Tronconi, Ercoli;la fbrica de fideos Oneto. Ms tarde a fbrica de armas porttiles (IMPA), fbrica de bicicletas Cometa, la fbrica de automotores General Motors comparta el predio complejo fabril con la planta de Martn y Rossi, Alfombras Atlntida y tejidos San Andrs; la elaboradora de corcho de Cardoner, Riva y Ca; las botoneras de Maggiorini y Rabbini Hnos; la de pinturas Sherwin-Williams; la de acumuladores Willard y Buxton; fbricas de avionetas y planeadores, las imprentas e industrias grficas,libreras Peirano, Mariano Martn y una decena ms (Fuente: Historia del Pueblo de San Martn. 1995; El municipio de San Martn. 1981; Argentina paso a paso. 1999 y otros).

[16]No existe informacin distrital ni de otro orden suficiente para realizar conclusiones en este sentido.[17]Esto es sostenido aqu a partir de un Censo de Villas, Focos de Emergencia, Asentamientos, Loteos, Mutuales yCooperativas de Consumo, que elabor recientementela Direccinde Arquitectura y Vivienda dela Secretarade Obras y Servicios Pblicos del Partido de General San Martn.

[18]Los cuadros de la pgina han sido cedidos por Silvia Bello elaborados para su propia investigacin en curso.[19]De aqu en adelante(SRSE).[20]Datos que el autor de referencia elabora sobre EPH-INDEC fines del ao 2000 y publica en marzo de 2001. Estas fuentes estiman que para Capital y Gran Buenos Aires, el rea ms poblada del pas, hay 3,5 millones de hogares y 12 millones de personas en su mayora de clase media- de los que unos 673.000 hogares donde viven unas 3.167.000 personas son considerados pobres[21]La informacin proveniente de los datos del INDEC en relacin a lo que el organismo reconoce comoNBIcomporta para esta investigacin un insumo fundamental. Los hogares con Necesidades Bsicas Insatisfechas (NBI) son los hogares que presentan al menos uno de los siguientes indicadores de privacin:1- Hacinamiento: hogares que tuvieran ms de tres personas por cuarto.2- Vivienda: hogares en una vivienda de tipo inconveniente (pieza de inquilinato, vivienda precaria u otro tipo, lo que excluye casa, departamento y rancho).3- Condiciones sanitarias: hogares que no tuvieran ningn tipo de retrete.4- Asistencia escolar: hogares que tuvieran algn nio en edad escolar (6 a12 aos) que no asistiera a la escuela.5- Capacidad de subsistencia: hogares que tuvieran cuatro o ms personas por miembro ocupado y, adems, cuyo jefe no hayacompletado tercer grado de escolaridad primaria.[22]Se debe observar aqu a diferencia de lo que se sealaba para la ciudad de Buenos Aires en la primera parte de este trabajo, que la grilla igualadora de oportunidades es en estos lugares desarrollada por los propios actores de la toma de tierras a la espera y presin de instancias futuras de urbanizar el barrio.

[23]Cabe consignar aqu que estas tierras son valorizadas,ahora mercanca, e incorporadas al mercado de tierras urbano desruralizadas- en tensin con el derecho de propiedad vigente. Sin embargo (esto tambin es as en San Martn) aos ms tarde si las negociaciones con el municipio/propietarios privados prosperan forman parte aunque con evidentes carencias- de barrios urbanizados. Es el caso de numerosos barrios en el Ceamse rea altamente inundable y txica- y otros como Villa 9 de julio, San Lorenzo, San Ignacio de Loyola, Las araucarias, El zanjn, Independencia entre otros. El total de asentamientos y loteos censados por el municipio es de alrededor de 160. Los cuales varan significativamente el nmero de las familias que los integran.[24]La clasificacin responde a criterios con los que el propio municipio lo ha hecho. Se considera all comopequeoa aquellosde media hectrea, comomedianoentre media y una hectrea ygrandealos de una hectrea (corresponde sealar que a criterio del organismo responsable la informacin sobre este punto no est del todo actualizada adems de incompleta). Sin embargo dejan sentado que la informacin sobre la que existen datos es de alta fiabilidad.Bibliografa

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