asI hb

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STAFF Moderadora:

Mery St. Clair

Traductoras: Maca

Delos

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Sofía

Belikov

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17

Larosky_3

Vaviro78

Mery St.

Clair

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Mitzi.C

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Juli

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Correctoras:

Melii

vaviro78

Findareaso

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Lalu♥

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Cami G.

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Juli

Vericity

Aimetz14

Alaska

Young

Melky2012

mterx

Mel

Markham

*Andreina

F*

Meliizza

Lectura Final: Mel Cipriano & Sofía Belikov

Diseño:

Jazz

ÍNDICE Sinopsis

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Capítulo 10

Capítulo 11

Capítulo 12

Capítulo 13

Capítulo 14

Capítulo 15

Capítulo 16

Capítulo 17

Capítulo 18

Capítulo 19

Capítulo 20

Capítulo 21

Capítulo 22

Capítulo 23

Capítulo 24

Capítulo 25

Capítulo 26

Epílogo

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Sinopsis Paige Rice, de dieciocho, es una exquisita belleza de East

Hampton, Nueva York. Acaba de celebrar su graduación y espera pasar

su verano en fiestas con todos sus amigos ricos. Pero sus padres tienen

una idea diferente. Debe irse a las montañas de Vermont por todo el

verano, ¡En una casa rodante!

A pesar de asumir que sería una paria entre los otros adolescentes

en el campamento, no está preparada para el tratamiento que recibe, el

cual es mucho peor de lo que imaginó. Tampoco está preparada para

Travis, el hijo del propietario del campamento y el chico más lindo que

sus ojos han visto. Travis es el único que no parece interesado en conocer

a Paige. El único problema es que ellos guardan varias mentiras en

secreto. Pero una vez que todos los secretos salgan a la luz, la verdad

puede ser muy devastadora.

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1 Traducido por Maca Delos

Corregido por Melii

Estaba volviendo a casa luego mi almuerzo de despedida con unos

amigos, cuando encontré a mi futura prisión de verano prácticamente

ocupando todo nuestro camino de entrada. Se sentía tan fuera de lugar ver

cualquier forma de remolque en los Hamptons, y allí me encontraba yo,

observando la enorme casa rodante que mis padres habían decidido comprar

por antojo. Mamá me había contado la noticia unos días atrás, que pasaríamos

el verano entero en algún camping arriba de las montañas, en Vermont. Sin

tener nada de tiempo para procesarlo, ahora estaba observando a lo que iba a

ser literalmente mi realidad.

—¡¡Oh por Dios!! ¡Mira esa cosa! —chilló Tracey mientras salía del lado

del conductor e inmediatamente corría hacia mis padres, que estaban

ocupados cargándola.

Me quedé en el auto sorprendida ante la ridiculez de toda la situación.

Era obvio que mis padres estaban pasándolo mal teniendo que lidiar con el

hecho de que me iba a ir a la universidad en un par de meses, pero aquello era

excederse un poco. Intenté decirle a mamá que no tenían que ir a tales

extremos para pasar tiempo conmigo, pero ella insistió en que esto nos daría el

tiempo de calidad juntos que necesitábamos. Papá incluso había arreglado dos

meses sabáticos en el hospital, lo cual jamás había hecho en mis dieciocho años

de vida. Así que me gustara o no, mañana en la mañana me iría en ese

remolque, dejando a todos mis amigos atrás mientras que ellos pasaban el

último verano "juntos" antes de irnos a la universidad.

—Paige, cariño —llamó mi mamá mientras de mala gana salía del

todoterreno—. ¡Ven aquí y observa nuestra casa de verano! —aclamó con

alegría.

Era sorprendente ver lo emocionada que estaba por la idea de vivir en

esa cosa. Mi mamá, quien tenía un chef personal que nos cocinaba diariamente

y una señora de la limpieza que lo hacía todo, incluyendo lavar la ropa, iba a

vivir en una caja de veintiocho metros cuadrados, cocinando todo por si

misma en una pequeña cocina miniatura, y lavando la ropa en un servicio de

pago con monedas. Sip, oficialmente se había vuelto loca. —Esto debe ser parte

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de su crisis de la mediana edad —susurré. Pero como mis padres ya eran

dueños de una mansión y de autos deportivos, sus crisis de mediana edad

consistían en ponerse en contacto con sus fuertes raíces—. ¡Soy tan afortunada!

Cerré de un golpe la puerta del auto, e hice una sonrisa falsa mientras

me acercaba hacia donde estaban parados Tracey y mis padres.

—Paige, tienes que ir adentro y ver tu nueva habitación. —Rió Tracey—

. ¡Es asombrosa!

Siendo mi mejor amiga desde el jardín de niños y prácticamente la

segunda hija de mis padres, sabía exactamente que su tono significaba que mi

nueva vivienda no iba a ser tan lujosa como a lo que estaba acostumbrada. A

pesar de que no era tan pretenciosa o estirada como el resto de la gente en esa

ciudad, aún no me volvía loca la idea de tener que estar amontonada en una

caja para ver a mis padres por los siguientes dos meses. Ni siquiera se habían

estado llevando bien durante el último año, por lo que no entendía por qué

nos querrían a los tres apretados en un pequeño lugar, forzados a estar el uno

con el otro todos los días.

Mis padres se estaban dirigiendo adentro para terminar de empacar, y

mamá me recordó que necesitaba hacer lo mismo. —Vamos a tenerlo

completamente cargado para la noche, cariño, ya que estamos intentando salir

temprano en la mañana. Necesitas entrar y empacar tus cosas. Oh, y recuerda,

sólo una maleta y un bolso pequeño, ¿de acuerdo?, y tu cartera, por supuesto.

No tenemos demasiado espacio.

Me sentía como si estuviera pasando a través del control de seguridad

en el aeropuerto y recibiendo una lista de instrucciones de qué no llevar, así

que me burlé de mi mamá con mi imitación de azafata. —Hay dos salidas en la

parte delantera, dos en el medio de la cabina principal y una en la parte

posterior del avión. En caso de una emergencia... —Detuve mis señales con la

mano y mi suave voz melodiosa—. O en caso de que sus padres decidan

mantenerlo cautivo durante el verano, empuje a todos fuera de su camino y

corra como el infierno hacia la salida más cercana —grité burlonamente.

Tracey y yo comenzamos a reírnos y mamá también lo hizo a pesar de que sus

ojos se pusieron en blanco ante mi broma.

—¡Ja, ja, cariño! Tan sólo espera. Va a ser genial. Estaremos juntos,

habrá un grupo entero de chicos de tu edad para poder pasar el rato y un

montón de cosas que hacer: asar malvaviscos, historias nocturnas frente a una

fogata, tienen un parque de juegos, una piscina, una cancha de básquet y una

sala de juegos, además de todo tipo de eventos sociales planeados para el

verano. Lucille me ha asegurado que será genial. —Los ojos de mi madre

estaban alumbrados con emoción, y yo sacudí la cabeza sin poder creerlo.

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—¿Quién es Lucille? —dije, preguntándome quién era la persona que le

había lavado el cerebro a mi mamá para que creyera que me encantaría esta

idea.

—Lucille Medler y su esposo Barney son dueños del lugar. De hecho

tienen un hijo de tu edad que va a ir a la universidad en otoño, también. De

casualidad, Barney y tu papá están en el mismo campo médico. De todas

formas, ella y yo hemos hablado algunas veces por teléfono. Están muy

emocionados de que nos unamos este verano y ella está segura de que lo

pasarás genial.

—¡Genial! —respondí, intentando desesperadamente esconder mi falta

de entusiasmo por nuestro viaje.

Mi mamá se dio la vuelta para entrar a la casa, y Tracey y yo nos

metimos en la casa rodante.

—¿Por qué frunces el ceño? Ya escuchaste a tu mamá; TÚ vas a pasarlo

fabulosamente. ¡Jugando en el parque y escuchando historias de fantasmas

alrededor‖ de‖ la‖ fogata,‖ saliendo‖ con‖ todos‖ los‖ dem{s‖ ‚chicos‖ del‖

campamento‛!‖—se burló.

—¡Qué afortunada! No sólo consigo ser la marginada chica rica de los

Hamptons, con mis puritanos padres que no saben absolutamente nada sobre

acampar, sino que también seré la única chica nueva por allí cuando el resto de

ellos se reúnen para su fiesta de final del verano en el campamento. ¡Sí! —dije

sarcásticamente, levantando los brazos en el aire de manera animada.

—¡Vaya! Suerte con eso —dijo Tracey, sacudiendo la cabeza con una

mirada de terror exagerada en su rostro, que resultaba ser exactamente igual a

lo que yo estaba sintiendo en mi interior: TERROR—. Bueno, mira el lado

positivo, tu papá, el señor Neurocirujano que jamás se toma un día libre, estará

contigo y con tu mamá durante todo el verano. Y tu mamá, bueno, puede que

aprenda cómo hervir agua. —No pude evitar unirme a Tracey cuando se rió,

porque era tan cierto. Mis padres carecían de cualquier habilidad de real

supervivencia y aún así, aquí estábamos a punto de dirigirnos al bosque, lejos

de la civilización para intentar... sobrevivir. Afortunadamente, yo ya había ido

de campamento cuando era niña, y había aprendido lo suficiente sobre

acampar como para que lo lográramos.

—Sí, claro. Ambas sabemos cómo va a terminar esto. Luego del primer

día, mi papá estará atado sin parar a su computadora o a su teléfono, mientras

que mamá encontrará un grupo de mujeres con las que jugar a las cartas, o

leerá novelas románticas en el sillón todo el día. Mientras tanto, yo estaré

completamente aburrida y manteniéndome ocupada con la limpieza y la

cocina —resoplé mientras me dejaba caer en el sofá, que de hecho se iba a

desdoblar en dos para ser mi cama.

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—Oh, y no te olvides del baile. También estarás haciendo el baile para el

festival del Día del Trabajo —añadió Tracey, incapaz de dejar de reírse de mi

dilema.

—Cierto, al menos tendré eso para mantenerme ocupada.

Tracey y yo éramos co-fundadoras de la organización de caridad

Pri*Tee Pixies, la cual juntaba dinero para las familias necesitadas y

hambrientas. Yo estaba a cargo de la coreografía, así que al menos tendría el

baile de nuestro próximo evento para recaudar fondos para mantenerme

ocupada. ¡Gracias al cielo!

—¡Paige! ¿Qué voy a hacer sin ti todo el verano? —dijo Tracey haciendo

pucheros mientras se dejaba caer a mi lado.

—Bueno, voy a suponer que ahora que Tom te ha invitado a su primer

cita oficial, estarás besuqueándote con él todo el verano. Dudo que vayas a

tomar aire durante el tiempo suficiente como para extrañarme —me burlé,

dándole un codazo en el brazo.

—Sí —se rió ella, pero luego su expresión cayó—. Una verdadera pena

que este otoño se vaya a la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill,

lo cual es muuuuy lejos. A los chicos no les gusta toda la cosa de relaciones a

distancia, así que voy a quedarme sola con el corazón roto.

No quería que se preocupara sobre el futuro y sabotear el incipiente

romance con el que había estado fantaseando durante los últimos seis meses,

así que intenté pensar en cómo alegrarla. —Bueno, primero que nada, él va a

darse cuenta en los próximos dos meses de lo asombrosa que eres y de que no

hay manera de que encuentre otra chica como tú. Segundo, es un vuelo de una

hora así que puedes ir a verlo cualquier fin de semana que te apetezca. Incluso

iré contigo si eso te hace sentir mejor, y tal vez hasta podamos conseguir que

Jared venga con nosotras. Apuesto a que querrá ver a su mejor amigo.

Instantáneamente me gustó la idea, y no pude evitar la sonrisa que

apareció en mi rostro. Había estado pensando en Jared por los últimos dos

años, y aparentemente no estaba lista para dejar ir mi enamoramiento. El

hecho de que él iba a ir a Columbia con nosotras en otoño me estaba haciendo

pensar que aún podíamos tener una oportunidad.

—Y así va a seguir. Tengo tanta suerte de tener la posibilidad de pasar

los siguientes cuatro años escuchándote desear a Jared Thompson todos los

días. No es como si ya me hubiera llenado de eso durante los últimos dos años

—dijo, rodeando los ojos.

Sabía que Tracey estaba bromeando, pero me sentí mal de que tuviera

que escucharme obsesionarme por mi enamoramiento durante tanto tiempo.

—Lo siento —dije, disculpándome por el constante y exagerado amor no

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correspondido del que hablaba con ella cada vez que lo veía. Desde la

perspectiva de Tracey, probablemente se sentía como si estuviera viendo a una

conservadora fanática de Justin Bieber llorando por tan sólo verlo. Realmente

no podía evitarlo. Jared era precioso, y cada vez que cruzaba por el gimnasio

durante nuestra práctica de baile para dirigirse a los vestuarios luego de su

entrenamiento de fútbol, yo prácticamente lloraba por él, al menos por dentro.

Jared tenía una rutina en la que se sacaba su camiseta justo mientras

entraba por las puertas del gimnasio, luego pasaba las manos a través de su

desgreñado cabello rubio mientras se dirigía a los vestuarios. Entre sus

abdominales perfectamente esculpidos y brillantes que rogaban ser tocados,

los brazos fuertes que lucían como si no tuvieran problemas en sujetarme

contra los casilleros mientras me llevaba hacia el campo de deportes, y su parte

trasera perfectamente curvada que me hacía querer golpearlo cada vez que

pasaba a mi lado, no podía evitarlo.

—Sólo estoy esperando que despierte y se de cuenta de la increíble

chica que eres y finalmente te invite a salir. Luego…‖—Tracey hizo una pausa

y una gigante sonrisa iluminó su rostro—. ¡Luego podemos casarnos con

mejores amigos, tener hijos juntas y vivir felices para siempre! —exclamó,

aplaudiendo con sus manos como una atolondrada chica de colegio.

—¿Casarse conmigo? Ni siquiera puedo conseguir que me invite a salir

—dije frustrada.

—En serio, estoy comenzando a pensar que debe tener muerte cerebral,

Paige, y que no quiero que salgas con él después de todo. Eres la chica más

ardiente de la ciudad, además de ser la más dulce y la más divertida. Puedes

tener al chico que quieras; todo lo que tienes que hacer es batir esos ojos

marrones y los chicos caen a tus pies. También eres la bailarina más increíble

que conozco, lo cual debería darle una pista del hecho de que tu cuerpo se

mueve de maneras que harán que sus fantasías se vuelvan realidad en el

dormitorio. Así que, seriamente estoy cuestionándome su nivel de coeficiente

intelectual —dijo, y sus palabras me hicieron sonreír.

—Tienes tanta razón. Es un idiota. Un idiota realmente ardiente, alto,

rubio y sexy, pero un idiota —bromeé, sacándome mi incontenible sensación

de rechazo.

—¡Exacto! —declaró—. Además, ¿quién sabe?, puede que vayas al

bosque y te enamores de un hombre de montaña. —Ambas reímos al unísono

ante la ridiculez de su observación, y luego ella se levantó—. Bueno, Paige,

necesito dejarte. ¿Estás segura de que no quieres venir al cine con nosotros? —

preguntó, intentando convencerme con su mejor cara de cachorro.

Durante el almuerzo, todos nuestros amigos habían planeado

encontrarse para ver la última película de Rápido y Furioso. Había rechazado la

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invitación porque ya era lo suficientemente difícil despedirme de todos más

temprano y no quería tener que pasar por eso por segunda vez.

—Me encantaría, pero tengo que ir a descifrar cómo embutir mi armario

entero, y mi vida, dentro de una valija, un bolso pequeño, y una cartera. —Reí.

Iba a ser una hazaña imposible, así que realmente necesitaba comenzar.

—Sólo mete todas tus bikinis y tu cuaderno de danza en un bolso, y da

por terminado el tema —dijo ella.

—¡Cierto! ¿Qué ropa debería empacar? No tengo idea de qué usa la

gente en el bosque, y dudo que mi Prada vaya bien.

—Sí, probablemente debas ir con tus Vaqueros de la Suerte, y si todo lo

demás falla simplemente saca tu tatuaje a la luz. Eso te hará encajar a la

perfección, ¡apuesto a que todos estarán entintados! —se burló ella, pero la

broma era para ella también porque ambas habíamos decidido hacernos

tatuajes a juego en nuestras caderas, así que ella también estaba "entintada".

—De acuerdo, ¡dame un abrazo, Missy! —Ella se acercó y me apretó

fuerte. Ninguna quería soltar a la otra; aquel sería nuestro primer verano

separadas e iba a ser difícil no tener a mi secuaz conmigo. Al menos ella y yo

íbamos a ser compañeras de cuarto el próximo año en la ciudad, así que había

una luz al final de éste túnel.

—¡Adiós, Trace! Voy a extrañarte. ¡Diviértete con Tom! Mándame

mensajes todo el tiempo, ¡y asegúrate de que cada vez que veas a Jared, darle

una palmada en su muy buena parte trasera por mí! Puede que eso haga que

deje las Ds y pase a las Ps en su libro de citas.

—Definitivamente me aseguraré de que no te olvide. Te amo, y llámame

todo el tiempo —dijo ella y salimos del remolque.

Luego de despedirme de Tracey, fui a mi habitación y observé la lista de

cosas que empacar que había creado la noche anterior:

Libros, libros, y más libros descargados en el iPad

Mucha música descargada

Revistas

Zapatillas, y ropa para correr

Bikinis

Cosas para la manicura

Celular y cargador

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Películas

Provisiones de dulces

Ropa/¿¿¿Zapatos???

Artículos de tocador

Maquillaje

Cuaderno de danza

Pídolas anticonceptivas (Aparentemente, ¡para mi hombre de la

montaña!)

Bueno, era hora de comenzar. ¡Tal vez Tracey tenía razón y sólo debñia

llevar todos mis bikinis y terminar con eso!

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2 Traducido por Aimetz14

Corregido por vaviro78

Estuvimos en camino a las siete de la mañana en punto y parecíamos

ser los únicos fuera, el resto del mundo estaba empezando a dormirse, aquella

hermosa mañana del sábado. Aún así, papá manejaba a la lenta velocidad de

cuarenta kilómetros por hora, en una autopista. Ya que estábamos remolcando

el auto en la parte posterior de la casa rodante, se ponía nervioso si cambiaba

de carril, por lo que se quedó a la derecha y se mantuvo así a lo largo de la vía.

Afortunadamente, mis padres me dejaron dormir durante la primera parte del

viaje, pero cuando me desperté me bombardearon con preguntas sobre la

universidad y mis planes para Pri*Tee Pixies. Después de almorzar, ellos

lograron incluso obligarme a jugar un cursi juego de carretera. Por suerte,

Tracey me llamó e interrumpí el bingo.

—¡Hola Trace! ¿Qué pasa? ¿Ya me extrañas? —pregunté agradecida por

la interrupción.

—¡Sí! ¿Ya estás allí? —bromeó.

—Ni siquiera cerca. Mi papá está conduciendo

¡LEEEENNNNTTOOOO! —hice hincapié con mi tono, haciendo que él riera en

el fondo.

—Así que, ¿adivina que pasó anoche? —exigió, y pude oír la emoción

en su voz.

—¿Qué? —pregunté, deseosa de saber la primicia.

—Bueno, Tom y Jared decidieron reunirse con nosotros en el cine, lo

cual fue ¡I-N-C-R-E-I-B-L-E!, por supuesto, me aseguré de anotar mi primer

beso, el cual fue ¡I-M-P-R-E-S-I-O-N-A-N-T-E!

Sabía que ella se encontraba radiante por el sonido de su voz, su

felicidad estaba prácticamente estallando a través del teléfono. —¡Vamos,

nena! —animé compartiendo su emoción.

—Sí, bueno no fue todo lo que pasó. —dijo y su voz subió un par de

octavas. Por un segundo me puse nerviosa de si lo que iba a contarme era que

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ya había dormido con él, pero luego rellenó con un—: Jared preguntó por ti —

cantó.

—Espera, ¿QUÉ? —grité.

—SÍ. El preguntó por qué no estabas allí y se entristeció al saber que se

había perdido tu gran almuerzo de despedida. De alguna manera, él no recibió

el mensaje donde decía que te ibas por todo el verano, y estaba decepcionado.

No podía creer lo que estaba escuchando. —Hablando de un mal

momento. ¿Qué demonios? —dije y miré a mis padres dirigir su atención hacia

mi conversación.

—En realidad, esto podría trabajar totalmente a tu favor. Sabes lo que

dicen, las distancias hacen crecer el cariño.

—Sí, también dicen: ‚Fuera de la vista, fuera de la mente‛. —igualé su

tono en mi frustración.

—De acuerdo, Paige, no seas una aguafiestas. Después de dos años

esperando que él reconociera tu existencia, y ahora está decepcionado de que

no estés aquí. Además no me dejas terminar. Comprobó tu número telefónico

conmigo para asegurarse de tener el correcto y me dijo que iba a llamarte.

De acuerdo, ahora yo iba a estallar de emoción. —Vaya, ¿en serio? —

pregunté sólo para asegurarme de que ella no me estaba jugando alguna mala

pasada.

—Sí, en serio —aseguró.

Estaba tan entusiasmada con la posibilidad y la esperanza de que me

llamaría. El problema era que ahora iba a estar obsesionada con mi teléfono.

—Así que, ¿cuándo saldrán Tom y tú de nuevo? —pregunté, cambiando

la conversación de regreso hacia ella, para que mis padres pararan de mirarme

por los espejos.

—¡Mañana en la noche! —prácticamente gritó.

—Bueno, tienes que llamarme inmediatamente después. Quiero

escuchar todos los detalles —dije.

—¡Absolutamente! Y envíame un mensaje de texto cuando llegues

porque quiero saber que lo hiciste a salvo. —pidió.

—Lo haré, ¡te quiero mucho, Trace! Adiós.

Terminamos la llamada y estaba de repente con un ánimo más

brillante, obviamente debido a la novedad con Jared. Así que retomé el juego

de bingo con mis padres pero esta vez con un poco más de entusiasmo. Mi

mamá, por supuesto, trató de entrometerse un poquito acerca de la llamada

preguntando—: Entonces, ¿Tracey está saliendo con Tom ahora?

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—Sí, bueno, mañana tendrán su primera cita oficial, pero sí —respondí.

—Ah, eso es estupendo. Tal vez encuentres algún amor de verano

también. —Bromeó y vi a mi papá temblar con la idea. Era tan obvio que a él

no le gustaba hacia donde se dirigía la conversación, por lo que rápidamente

intervino para pedir algunos cartones y distraernos con el juego. Estaba

agradecida por su distracción, porque tanto él como yo no queríamos escuchar

de mi vida amorosa y todas las posibles aventuras salvajes que podría tener

durante este verano, de las que tampoco quería ni hablar. Particularmente no

ahora, no después de que acababa de descubrir que Jared podría estar

interesado en mí. Continuamos jugando hasta que mi mamá y yo estuvimos

hartas, luego saqué mis revistas y ella tomó su nuevo libro.

Nos detuvimos en el Willow Falls Campground alrededor de las seis de

la tarde. Se suponía que el viaje sólo nos tomaría ocho horas, de acuerdo a

nuestro GPS cuando empezamos, pero acabamos haciéndolo en once. Aún no

habíamos parado para cenar, porque mi papá quería entrar antes de que

anocheciera para poder ver lo que estaba haciendo, mientras enganchaba

todo. Mi mamá y yo esperamos en la casa rodante mientras que papá entró en

el edificio principal y nos registró. Tomé ese momento para saltar por la parte

de atrás y estirar mis piernas. Me veía como un gato haciendo ejercicios de

calentamiento, pero se sentía tan bien después de haber tenido calambres

durante todo el día. Cuando me di la vuelta para ir a la casa rodante, noté un

montón de chicos que se dirigían al interior del edificio. Como no estaba

segura de mi apariencia, entré rápidamente esperando no haber sido vista.

—¡Muy bien todo listo! —dijo mi papá regresando con un mapa y

nuestra información del campamento. Luego lentamente maniobró la casa

rodante a través del bosque hasta nuestro lugar, el cual era una amplia zona

rodeada de árboles.

Una vez que estuvo estacionada, inmediatamente salimos y echamos un

vistazo alrededor. Me di cuenta que había bastante espacio entre cada lugar,

así que aunque podíamos ver a los vecinos, ellos no podrán escucharnos. —

Bueno, este es nuestro hogar por los próximos dos meses. ¿Qué opinas? —

preguntó mi padre, llegando a mi lado y colocando su brazo en mi hombro.

—Es genial papá. ¿Ahora puedes enganchar esa cosa para que pueda

usar el baño? —Había estado conteniéndome durante unas horas y necesitaba

ir desesperadamente.

—Bueno, probablemente deberías ir al edificio principal. Necesito leer el

manual de cómo conseguir que todo esté instalado, y eso podría tomar un

tiempo. —dijo no teniendo ni idea de donde comenzar.

—Cariño, necesito usar el baño también, así que voy a caminar contigo.

Puede ser que eche un vistazo alrededor mientras tu papá averigua como

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funciona esto —intervino mamá, agarrando mi brazo para hacer nuestro

camino de vuelta a la parte delantera del campamento.

El edificio principal parecía una cabaña realmente grande. Fuera de eso,

se podía ver nuestro camino en la carretera, era un gigante patio cubierto por

un pasto alto. Había una piscina cercada de tamaño decente a la izquierda, con

una cancha de baloncesto detrás de ella. En el lado derecho estaba el parque de

recreo y en el medio del gran patio había una enorme fogata rodeada de

bancos de madera. Casi parecía una hacienda con todas las comodidades, sólo

que rodeada de bosques.

Mi madre y yo hicimos nuestro camino por el patio admirándolo todo,

encontrando finalmente el letrero del baño que apuntaba hacia un lado del

edificio. El baño era sorprendentemente grande y tenía tres puestos de

duchas/vestidores separadas en la parte de atrás, ocultas por cortinas. Cuando

volvimos a salir, vimos que el cuarto de lavandería estaba debajo del patio

próximo a la sala de juegos. Ahí había mesas de billar, ping-pong, futbolín y

todo tipo de juegos Arcade1. Me sorprendió lo mucho que el lugar tenía.

—Oye cariño, vamos a entrar al edificio y veamos qué podemos tomar

del pasillo de alimentos. Necesito ir al supermercado, pero dudo que tu padre

tenga el auto desenganchado para esta noche. Él dijo que tenían un pequeño

mercado en el interior, así que podemos conseguir algunas cosas para salir

adelante —sugirió mamá, encabezando el camino hacia la entrada principal.

Vagamos a través de los pasillos mirando todos los tontos souvenirs

que había, y luego encontramos nuestro camino hacia la sección de alimentos.

—¡Oh, mira cariño! —mamá estallo en emoción con su hallazgo.

—¿Qué es eso? —dije, rodeándola y viendo lo que había encontrado.

—¡Mira! Tienen pan y mantequilla de maní con jalea. Yo podría hacer

unos emparedados esta noche. —su tono fue completamente serio y me

pareció ridículo que estuviese realmente emocionada con la idea.

—¡Qué rico! —respondí sarcásticamente y continúe examinando el

estante con la esperanza de una mejor opción.

—Paige, ¿te molesta qué nunca haya cocinado para ti? ¿O qué nunca

hiciera un pastel de cumpleaños casero, y nunca hemos horneado galletas

juntas como otras mamás hacen con sus hijas?

1 Arcade es el término genérico de las máquinas recreativas de videojuegos disponibles en

lugares públicos de diversión, centros comerciales, restaurantes, bares, o salones

recreativos especializados. Son similares a los pinball y a las tragamonedas o

máquinas tragaperras de los casinos, pero debido a que no son juegos de azar ni de apuestas

–ya que se basan en la destreza del jugador– por lo general no tienen las limitaciones legales

de éstas.

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El tono de mamá era sombrío, emparejado con la mirada de su rostro, y

supe que estaba siendo seria. Inmediatamente me sentí culpable porque mi

comentario la había hecho sentir un poco mal. —Mamá. Si puedes o no

cocinar para mí no tiene nada que ver con que seas una buena madre. Tú eres

una madre tan increíble. Por favor nunca dudes eso. ¡Te amo! —respondí

envolviendo mi brazo alrededor de su hombro.

—Voy a extrañarte, cariño —dijo, devolviéndome el abrazo con fuerza.

—Lo dudo, mamá. Después de pasar los próximos dos meses

encerradas juntas en esa caja ahí afuera, estarás ansiosa para que me vaya a la

escuela. Además, no es que me voy para la universidad a California. Me

quedaré en New York. Así que si quieres venir a la ciudad, puedes hacerlo. —

Pude ver el cambio de expresión en su rostro y como la esperanza reapareció.

Finalmente entendió que las cosas podrían ser mucho peores de lo que son.

—Así que, ¿estás de acuerdo con PB & J2 para cenar? —preguntó,

tratando de hacerme ceder con su pestañeo.

—¿Por qué no nos saltamos la cena‖y‖vamos‖directo‖al‖postre?‖¡S’mores!3

—sonreí y levanté una bolsa de malvaviscos y un paquete de chocolates.

—¡Seguro! Pero necesitamos averiguar dónde conseguir leña y luego

ver si tu papá puede realmente encender una fogata —dijo, sonriendo con

ironía.

—¡Oh, por favor! No es como si fuera una cirugía de cerebro. Estoy

segura de que lo logrará —dije, recogiendo los ingredientes.

—Es tu papá de quién estamos hablando, Paige. —Mamá reiteró su

duda sacudiendo su cabeza.

Lo pensé por un segundo y estuve de acuerdo. —Sí, probablemente

tienes razón. No podremos comer esta noche si lo ponemos a cargo. Yo lo haré.

En realidad, seremos afortunadas si no conecta el tubo del desagüe con la

tubería del agua —bromeé, y ambas nos reímos con la posibilidad. Mi papá es

un genio en su trabajo, pero definitivamente no era un Sr. Arréglalo-todo

cuando se trataba de otra cosa que no fueran cerebros.

Reunimos algunos artículos más, y luego nos acercamos al mostrador

para pagar por ellos. Coloqué los productos que estaba sosteniendo y

finalmente levanté la mirada.

Cuando lo hice me encontré con los ojos azules más impresionantes en

el más hermoso rostro que jamás había visto. ¡Guau! Pensé en cómo mi cuerpo

2 Peanut butter and jelly sándwich. En español: sándwich de mantequilla de maní y mermelada. 3 Es un postre tradicional de Estados Unidos y Canadá, que se consume habitualmente en

fogatas nocturnas como las de los exploradores, y que consiste en un malvavisco tostado y una

capa de chocolate entre dos trozos de galleta Graham.

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reaccionó al instante. Traté de no comérmelo con los ojos pero me era

imposible mirar hacia otro lado. Rápidamente, le eché un vistazo. Era alto, con

el cabello corto, oscuro y en punta, y lucía una ligera sombra de barba en su

perfecta barbilla. ¡Tan SEXY! Mi mente ronroneó mientras miraba hacia abajo

para apreciar el resto. Aunque llevaba una camiseta de manga larga y

vaqueros, podía decir que estaba bien constituido y que su cuerpo, debajo, era

muy increíble. Nuestros ojos se encontraron y él sonrió. Su boca

inmediatamente captó mi atención y tuve que desviar la mirada antes de que

pudiese leer los pensamientos en mi rostro.

—Hola —dijo, y por supuesto su voz era tan sexy como todo el resto. —

¿Ustedes deben ser la familia Rice?

Me sorprendió que supiera quiénes éramos, pero probablemente no

debería, ya que trabajaba allí y posiblemente conocía todo sobre todo el

mundo. —Sí, soy Maxime y esta es mi hija, Paige —dijo mi mamá de

inmediato. Yo aún no podía pronunciar una sola palabra, asombrada por su

aspecto.

—Un gusto conocerlas. Soy Travis Medler, mis padres son los dueños

del lugar —explicó.

—Oh, tu eres el hijo de Barney y Lucille. He escuchado mucho sobre ti.

Tus padres han sido tan amables por ayudarnos a situarnos este verano. Tú y

Paige resultan ser de la misma edad y ambos irán a la universidad este otoño,

así que tu mamá y yo hemos estado consolándonos la una a la otra por

teléfono. En realidad nunca le pregunté a tu mamá, pero, ¿a qué escuela irás?

Mientras esperaba que respondiera la pregunta, me encontré a mí

misma cruzando los dedos y rezando por un milagro.

—Me metí a Columbia, por lo que estaré en New York —respondió y mi

corazón empezó a latir un poquito más rápido, en realidad MUCHO más

rápido.

—Que coincidencia. Es donde Paige va a ir. ¡Qué divertido! No puedo

esperar para hablar con tu mamá otra vez. —Ella se deleitaba del hecho

mientras yo estaba tratando de convencer a mis mejillas para que obedecieran,

porque sabía que estaban de un rojo flamante. Mil, no un millón de dólares, a

que aquel Dios del Sexo tenía novia, por lo que necesitaba mantener mi cabeza

en su lugar.

—¡No puede ser! —dijo Travis y luego dirigió su atención hacia mí. —

¿Sabes dónde te vas a quedar? —preguntó, dándome la más sexy de las

sonrisas.

19

—Sí, mi amiga Tracey y yo encontramos un lugar fuera del campus,

pero está cruzando la calle. —Odiaba admitir que mis padres compraron para

mí una hermosa casa de piedra rojiza, así que mantuve mi respuesta simple.

—Genial. Bueno, yo voy a estar en los dormitorios, pero al menos estaré

solo en él. —Basándome en su respuesta entendí que provenía de un lugar

más modesto. A pesar de que su padre estaba en el mismo campo que el mío,

no era seguro asumir que gozaban de los mismos ingresos. Me sentí

repentinamente nerviosa al pensar que Travis iba a juzgarme como una niña

rica y mimada. Me sentí cohibida.

—¡Qué bien! He escuchado que es difícil conseguir tu propio

dormitorio, así que es genial —dije, esperando no sonar degradante de

ninguna manera.

—Sí, mi papá claramente dio una importante donación para hacer eso

posible —dijo rodando los ojos. Su comentario me pareció tan gracioso y

espere que no estuviera tratando de presumir a mis espaldas.

—Bueno, me alegro de que tendrán todo el verano para conocerse. Será

agradable tener una cara familiar al comenzar el próximo año —aseguró

mamá, mirando entre nosotros dos.

Estaba bastante segura que mi madre podía leerme como un libro,

notando mis mejillas sonrojadas. Sólo esperaba que no dijera nada para

avergonzarme.

—Sí, sería agradable. —Travis estuvo de acuerdo, dándome otra

sonrisa, y luego dirigió su atención de vuelta a mi mamá—. Así que, he

escuchado que necesitan leña. Permítanme terminar aquí y la traeré en cinco

minutos. ¿También puedo ayudar si su padre necesita una mano? —por su

comentario, era obvio que Travis había escuchado nuestra conversación

mientras estuvimos comprando alrededor.

—¡Oh, eso sería maravilloso, Travis! —aceptó mamá, entusiastamente.

—Déjeme cuadrar aquí y voy a estar abajo en poco tiempo para que

puedan tener su cena o postre —dijo, dándome un guiño.

Sonreí de regreso, y entonces decidí coquetear sólo un poquito. Pensé

que si tenía una novia no haría daño a nadie ser amigable. —¡Tengo un amor

por todas las cosas dulces! —dije regresándole el guiño, y agarre la bolsa con

los artículos del mostrador.

—¡Gracias, Travis! Nos encontraremos allí —agregó mi madre, y ambas

tomamos la salida del edificio.

La oí bromear todo el camino de vuelta sobre mis mejillas rojas y el

hecho obvio de que encontré a Travis atractivo. Ignoré todos sus intentos de

avergonzarme y sólo rodé mis ojos.

20

Travis se presentó en un carrito de golf para entregar la leña unos diez

minutos más tarde. Él y mi papá se habían conocido durante el registro, así

que se saludaron y hablaron casualmente. Travis ofreció a mi papá una mano,

lo cual aceptó voluntariosamente. Procedió a mostrarle como conectar la

caravana mientras se conocían más. Mi papá apreció la ayuda y también lo

hizo el resto de nosotros. Si no fuera por Travis no hubiéramos tenido agua

corriente.

Papá comenzó sacando unas sillas de jardín y las bolsas debajo de la

caravana mientras mi madre fue adentro a ver si todo estaba funcionando.

Travis apiló la leña por nosotros y empezó a construir la fogata.

—¡Gracias! —dije, tocada por el gesto.

—No hay problema. Te voy a mostrar cómo hacerlo y entonces podrás

tener‖s’mores‖cada‖noche‖si‖quieres. —Era evidente que Travis era un anfitrión

amable, pero su bondad era más profunda que sólo un buen servicio al cliente.

—¡Fabuloso! ¿Significa que también vas a asar mis malvaviscos? —

Bromeé y reí sobre mi observación. Se rió y me di cuenta que mi comentario

podía erróneamente ser considerado como sexual.

—Para asar un buen malvavisco, necesitas un palo muy largo.

No pude evitar soltar una carcajada ante eso. Ahora que mi cabeza

estaba en el canal, sonaba tan mal. Me miró confundido porque lo encontré tan

gracioso, y estaba agradecida de que nuestras mentes no estuvieran en el

mismo lugar.

—Lo siento —me disculpé, tratando de inventar algo para hacerle frente

a mi vergüenza—. Es sólo que no tenía ni idea que había un arte para asar

malvaviscos —finalicé agradeciendo mi rápida recuperación.

—El arte principal es asegurarse de no quemarse —dijo y me encontré

leyendo su comentario entre líneas. ¿Eso quiere decir que piensa que soy una

niña rica cabeza hueca? Sabe que estoy rumbo a Columbia, la cual es de la Ivy

League4. Voy a tomar el consejo pensando que está mostrando preocupación

por nuestra seguridad y no quiere que ningún accidente se dé en su sitio.

—Bueno, gracias por el dato —dije y fui a buscar un palo largo.

Travis terminó ayudando a papá con algunas otras cosas y luego subió

hacia el carrito de golf para irse. Dijo que necesitaba volver a la oficina porque

era el único de turno en el lugar, pero que si necesitábamos cualquier cosa le

hiciéramos saber. Antes de irse, rápidamente asé un malvavisco y se lo di. —

¡Aquí! Uno para el camino. ¿Satisface tus estándares? —pregunté, mordiendo

4 La Ivy League (Liga Ivy o Liga de la Hiedra) es una conferencia deportiva de la NCAA de

ocho universidades privadas del noreste de los Estados Unidos. (Brown, Columbia, Cornell,

Darmouth, Harvard, Pensilvania, Princeton y Yale.)

21

mi labio inferior mientras le daba una sonrisa coqueta. Él nunca miró el

malvavisco sólo se quedó mirándome a los ojos mientras hablaba.

—Va más allá de mis expectativas —Entonces dio la vuelta y arrancó el

carrito. Mi estómago se agitó e instantáneamente, y me gustó el hecho de que

iba a estar aquí por los próximos dos meses.

22

3 Traducido por Kelly.apple1

Corregido por Findareasontosmile

Me levanté tarde, dándome cuenta que mis padres ya estaban

despiertos y estaba sola en la casa rodante. Me asomé por la cortina de la

ventana y los encontré fuera. Sip, como lo esperaba. Mamá estaba recostada en

una silla, absorta en su nueva novela, y papá estaba sentado en la mesa de

picnic, trabajando en su computadora. —Bueno, demasiado tiempo en familia.

—Rodé mis ojos viendo que mi predicción había sido acertada. Decidí ir a

correr y explorar el terreno un poco. Me limpié y me cambié a mis rosados

pantalones cortos de algodón y una camiseta negra. Até mi cabello en una

coleta caída, tomé mi móvil y me dirigí afuera para sentir el calor del sol que

ya estaba saliendo. —En serio, son sólo las nueve de la mañana —me quejé al

salir de la casa rodante.

—Hola, cariño, ¿por qué no tomas un libro y vienes a leer conmigo? Es

tan bonito aquí fuera en el aire fresco —dijo mamá mientras tomaba una

exagerada exhalación.

—Gracias mamá, pero creo que voy a ir a correr. —No podía soportar la

idea de quedarme sentada por un minuto más después de estar encerrada once

horas durante el viaje, y en serio, quería hacer un poco de ejercicio. Lo último

que necesitaba era estar fuera de forma este verano y aumentar de peso como

una estudiante de primer año antes de irme a la universidad.

—Esa es una buena idea, cariño. Ten cuidado, asegúrate de llevar tu

móvil y mantenerte en el camino. —Por supuesto, ella iba a recordarme tener

cuidado como cuando tenía doce años, pero la amaba por cuidarme.

—Sip, lo haré. El circuito no es tan grande, me aseguraré que me vean

pasar cada cinco minutos. Sólo háganme el favor y no me aclamen, ¿sí? —pedí,

esperando que me salvara de la humillación.

—¡No te preocupes cariño, lo haré! —bromeó, pero podía apostar veinte

dólares a que ella no estaba bromeando.

Me aparté hacia el camino de tierra que serpenteaba por el

campamento.

23

Técnicamente era el camino, pero no parecía haber coches esa mañana.

Supuse que era porque todo mundo había llegado el día anterior, y aún no se

habían instalado. Aparentemente, iba a haber una barbacoa esa tarde, para

celebrar el inicio de la temporada de verano. Supuse que allí íbamos a

conocernos todos.

A medida que continuaba trotando por el camino de torres frente la

oficina, noté un grupo de jóvenes que se veían de mi edad a un lado de la

cancha de básquetbol. Ellos debían ser el grupo que el propietario le había

mencionado a mi madre. Intenté recuperar eñ ritmo para que ellos no lo

notaran, y continué por el sendero. Por lo que pude ver, había siete de ellos,

cuatro chicas y tres chicos. Me pregunté si esos eran todos, o algunos seguían

durmiendo.

Empecé a trotar un poco más rápido cuando la canción cambio en mi

lista de reproducción y una más rápida comenzó. Justo cuando estaba

pasándolo bien, di vuelta en la esquina y me encontré de golpe a Travis que

estaba cruzando la carretera a un camino que llevaba hacia el bosque. Nos

resbalamos uno al lado de otro, pero por suerte no tropezamos. —Lo siento

mucho —tartamudeé. Cuando volteé vi que él también estaba trotando.

—No te preocupes —respondió de vuelta, dándome una cálida sonrisa.

Durante la breve conversación, no pude dejar de notar lo ardiente que se veía.

Llevaba pantalones de chándal negros y una camiseta negra que se aferraba a

sus bíceps y abdominales, dándole una completa definición. Era evidente que

hacía ejercicio; estaba en buena forma. Las mangas cortas mostraban sus

brazos y pude ver que su brazo izquierdo estaba cubierto de tatuajes que se

extendían hasta la muñeca. ¡Ahora, está seriamente tatuado! Solté una risita ante

el pensamiento, ¡y seriamente caliente!

Mientras continuaba, me pregunté en qué ruta trotaba Travis. Tal vez

iba a explorar más tarde, después de que él regrese. Quizás era mejor que

aquel circulante camino. No quise preguntarle en ese instante porque tal vez

podía pensar que quería acompañarlo. Si descubría que era mejor camino, lo

usaría durante otros días. Estaba segura que tenía suficiente de tiempo libre

para estar en forma con sólo correr cuando quisiera.

Mi madre me saludaba cada vez que pasaba alrededor, pero seguía

adelante. Después de la primera vuelta, ni siquiera miré hacia la cancha para

ver si los adolescentes todavía estaban allí. No quería atravesarla porque podía

parecer demasiado curiosa, así que sólo esperaría y vería qué sucedía luego, en

la barbacoa. Corrí por unos cuarenta y cinco minutos, y me dirigí a tomar un

baño. Definitivamente había sido interesante meterme en un baño de dos pies

mientras intentaba lavarme a mí misma.

24

—¿Cómo estuvo tu corrida, cariño? —preguntó mi madre en cuanto

regresé. Seguía en la silla leyendo y mi padre continuaba escribiendo en la

computadora.

—Estuvo bien —jadeé, intentando recuperar el aliento.

—¿Viste a alguien más mientras estabas afuera? —Sabía que se

encontraba ansiosa de conocer a alguien más para que la entretuviera, como lo

esperaba.

—Sí, unos pocos. La mayoría de las personas hacen una parrillada para

el desayuno, y se sientan alrededor como ustedes dos —dije mientras

intentaba terminar mi entrenamiento con algunos estiramientos.

—¿Has visto a otros chicos? —presionó más lejos, probablemente

intentando animarme para ir a presentarme, pero no me sentía deseosa de

socializar.

—Unos pocos, pero estoy segura que todos van a estar en la barbacoa

más tarde. ¿Qué es lo que vamos a hacer hoy, de todos modos? —pregunté,

con ganas de cambiar el tema.

Cuando estaba recostada en el puente tomando un descanso, vi a un

grupo de chicas caminando a mi lado, mirándome con bastante curiosidad.

Claro, ellas me estaban viendo en mi estado después de correr. Rodé mis ojos

con el pensamiento de la primera gran impresión que estaba dando.

—Bueno,‖¿qué‖quieres‖hacer?‖Oye,‖cariño…‖—mi mamá se volvió hacia

mi padre—. ¿Qué deberíamos de hacer hoy?

Mi padre rápidamente terminó de escribir lo que sea que estuviera

escribiendo en la mitad del trabajo y levantó la mirada. —Bueno, voy a

terminar más o menos en una hora. ¿Quieres ir a hacer rafting5 después? Hay

un río al que puedes ir a hacer inner tubing6, Barney dijo que es divertido y

relajante.

Guau, papá estaba seriamente sugiriendo hacer inner tubing. —¡Seguro!

—respondí, emocionada con la idea.

—Grandioso, inner tubing será. Déjame terminar esto primero —dijo,

volviendo la nariz a su trabajo.

—Iré a hacer un poco de limpieza, y comer. ¿Quieres algo, mamá? —le

pregunté, sabiendo que probablemente aún no había tomado el desayuno por

miedo de quemar la comida.

—Estoy bien. Comí algo de cereal —me respondió, dejándome

totalmente sorprendida. Bueno, ¿quién sabe? Papá nos llevaría a hacer tubing

5 Navegar ríos rápidos. 6 Paseos recreativos en balsas.

25

y mamá estaba comiendo cereal. Tal vez ese verano no sería tan malo después

de todo.

Después de tomar un bocado, limpié un poco y me puse mi traje de

baño. Lo había ordenado por internet y estaba emocionada de tener la

oportunidad de poder usarlo. La parte superior era de color ciruela, amarrado

al cuello, y la parte inferior era rayado con un pliegue sobre la banda. —Sí,

demasiado lindo. —Admiré mi reflejo y entonces miré hacia abajo, hacia mi

cadera izquierda, para asegurarme de que nada se mostraba antes de

deslizarme en mi vestido—. Y mi tatuaje está escondido.

Aunque a mis padres probablemente no les importaría (bueno, tal vez

un poco), les tendría que haber dicho que me había hecho un tatuaje. Tracey y

yo habíamos salido en mi decimoctavo cumpleaños y teníamos pequeñas

hadas tatuadas en las caderas izquierdas. La mía tenía el cabello marrón y ojos

color café, como yo, y tenía puesto un vestido rosa. Estaba sosteniendo una

varita mágica que tenía unas diminutas letras que parecían polvo de hada

rociado, donde se podía deletrear la palabra Inspire. El hada de Tracey tenía el

cabello rubio y ojos azules, como ella, y estaba vistiendo un vestido morado.

Las letras que estaban rociadas a su alrededor podían deletrear la

palabra Hope.

Habíamos pasado mucho tiempo pensando el perfecto arte y mensaje

que queríamos tener con nosotras por el resto de nuestras vidas. Me decidí

por ‘Inspire’ porque no importaba a quién me encontrara en mi vida, esperaba

poder inspirarlos de alguna forma, para mejor. Tracey siempre ha creído que si

tienes esperanza, puedes hacer cualquier cosa. Juntas, decidimos que nuestra

misión como lindas hadas era ‚Inspirar‖ esperanza‛, y dar a las personas un

futuro mejor. Aún así, había guardado en secreto el tatuaje de mis padres, a

pesar de que había algo en él que hacía que tuviera aspecto de una total

estupidez. En realidad, la única persona que sabía qué significaba era Tracey.

Fiel a su palabra, papá terminó en una hora y nos dirigimos hacia el río.

Mis padres eran realmente listos al traer el coche en el camino hacia el río,

porque no podía imaginar desenganchar la casa rodante y conducir alrededor

de la ciudad cada vez que quisiéramos ir a alguna parte.

—¡Ya llegamos! —exclamó papá, parqueando en un montón de tierra.

Al final sólo había una enorme cabaña llena de nada, sólo balsas de caucho

negro—. Esto debe ser —murmuró mientras todos salíamos del auto.

—¿Qué es lo que se supone que haremos, cariño? —preguntó mamá,

quien no tenía ni idea de todo esto de las actividades al aire libre.

—Creo que vamos a pagarle al chico por algunas balsas, ¿y luego flotar

en el agua? —dijo papá, encogiéndose de hombros. Era tan despistado.

26

—Dmn na nana —tarareé burlonamente una canción de banjo sobre la

liberación.

—Deja de hacer eso —protestó mamá, riendo.

—Entonces, cariño, ¿cómo llegaremos de nuevo al auto una vez que

naveguemos río abajo? —Aún estaba tratando de averiguar cómo iba a

funcionar todo.

—Vamos, chicos. Estos lugares generalmente te dejan en un punto y

luego de flotar te traen de vuelta aquí. Miren —les dije, señalando la orilla del

río, que parecía ser el punto de partida, con algunas balsas ya extendidas sobre

la hierba.

—Muy bien, ¡vamos a hacer esto! —dijo papá, que nos conducía hacía el

interior de la cabaña.

Había dos chicos dentro, que se hacían cargo de los trámites de alquiler.

Uno era moderadamente guapo y parecía estar en los treinta años, y el otro

parecía ser de unos veinte. Realmente alto, cabello oscuro, ojos azules, y muy

guapo. Entre Travis y este chico, de seguro saben cómo cautivarlas aquí en Vermont.

¡Guau! Pensé mientras admiraba su hermoso rostro y grandioso cuerpo. Mi

mamá claramente tuvo la misma opinión porque estaba moviendo sus cejas

hacía mi mientras asentía en su dirección. Sabía exactamente lo que me

insinuaba, y definitivamente estaba de acuerdo, pero te todas maneras me

sentía humillada por su falta de sutileza.

Una vez que todo estuvo preparado, el más joven de los dos nos llevó

por la carretera a unos pocos kilómetros con las balsas amarradas en la parte

delantera de la camioneta. Todo el camino, mi papá se mantuvo haciendo un

montón de preguntas acerca de la temporada de rafting, la pesca, la

temperatura del agua, y cualquier otra cosa que se le pudiera ocurrir. Corey

estaba siendo un buen guía respondiendo a todas ellas, pero pude notar que

me miraba a través del espejo retrovisor. Un par de veces, nos miramos a los

ojos y me encontré ruborizándome a la segunda. Finalmente, decidí

concentrarme en la ventana y mirar el río. Después de todo, mis padres

estaban conmigo y nada iba a suceder.

Llegamos al punto de partida, y Corey desató nuestras balsas. —Está

bien, aquí es donde ustedes se van a meter, debería tomarles dos horas

regresar, como mucho —explicó.

—Grandioso, ¿podemos dejar nuestros zapatos y nuestros pareos

contigo? —preguntó mamá, consiente que podría perder sus sandalias Gucci.

Estaba lista al traer mis sandalias, pero aún me preocupaba dejar mi pareo.

—Claro, pueden dejarlos en la camioneta y pasarlos a recoger a la

cabaña cuando regresen. No hay problema —dijo Corey, mirándome

27

directamente mientras respondía. Está bien, señor sexy, estás empezando a ser

un poquito enérgico con tu mirada. ¡Hola! Mi padre está junto a mí, grité

mentalmente, avergonzada del hecho de que me estaba comiendo con los ojos

frente a él.

—Grandioso. Bueno, pongan sus cosas en la camioneta y vamos a

navegar —dijo mi padre mientras se dirigía a su balsa, poniéndose en posición.

Mi madre puso sus cosas en la camioneta, y luego se unió a mi padre en

el agua. Me quité mi ropa y la lancé con las cosas de mi madre. Corey, por

supuesto, estaba en la puerta de la camioneta viendo cada uno de mis

movimientos. Una vez que revelé mi traje de baño, realmente no apartó su

mirada. A pesar de ser guapo, estaba empezando a sentirme un poco

incómoda.

—Entonces, ¿de dónde eres? —preguntó, claramente intentando hacer

su movimiento.

—New York —respondí simplemente.

—¿Estarás en la ciudad por un rato? —curioseó más a fondo.

—Por el verano —respondí, arrepintiéndome de las palabras en el

segundo en que salieron de mi boca. Nunca había sido buena mentirosa, pero

debería haber simplemente ignorado la pregunta. Ahora, parecía que lo estaba

animando.

—Así que, ¿dónde te estás quedando? —No, no iba a responder eso.

—Lo siento, voy a ir a navegar —le dije, pasando junto a él, haciendo mi

camino hacia el agua. Se quedó en la orilla, y esperó hasta que nuestros ojos se

encontraron para hacerme un guiño. Está bien, ¡qué asco! Sexy o no, no me

gustaban los chicos agresivos que me joden en el acto.

Le resté importancia, agradecida de que no iba a volver a verlo, y luego

me uní a mis padres para disfrutar de la tarde. El agua estaba un poco fría,

pero absolutamente clara. Era poco profundo y si me ponía de pie, sólo me

llegaba hasta las rodillas, así que fácilmente podía ver el fondo. Después de

flotar un poco, empecé a buscar rocas en los riachuelos para ver si había

alguna que valiera la pena guardar. Mi padre estaba recostado sobre su

espalda, absorbiendo tranquilamente el sol, y mi madre estaba apuntando

todas las cosas que veía a lo largo de la orilla.

—Así que, ¡Corey era lindo, Paige! —dijo mi madre una vez que papá

estuvo lejos.

—No, muchas gracias —respondí, sacudiendo mi cabeza

terminantemente.

28

—¿Por qué no? Estás de vacaciones; vive un poco, Paige. Deberías ir a

citas y tener un poco de diversión antes de que sólo tengas que estudiar —

declaró.

—Era un poco demasiado ansioso, y no me dio una buena vibra —

respondí, esperando que ella entendiera el punto.

—Sí, definitivamente no estaba intentándolo. Sé cuánto te gusta eso —

comentó, descolocándome.

—Mamá, ¿qué se supone que significa eso? —pregunté, tratando de

entender su comentario.

—¡Paige, cariño! Han sido dos años desde Jared, cuando podrías haber

escogido a cualquier chico de la ciudad. ¿Por qué? Debido a que no mostró

interés —declaró y luego apoyó la cabeza en la balsa.

—Esa no es la razón, mamá. Es sólo el único inteligente, de alguna

manera tiene los pies en la tierra, ¡Y súper sexy! —me quejé y solté una risita

por mi confesión.

—Ese es él —bromeó mi madre y se rió de su propia observación.

—Mamá —chillé, fingiendo estar disgustada por su comentario.

—Cálmate, Paige, sólo estoy bromeando —dijo y luego me salpicó con

fría agua.

—Tú eres la que necesita calmarse. —Reí y la salpiqué de vuelta.

La próxima cosa que supe era que mi madre y yo estábamos en una

tonta guerra de salpicaduras y nos reíamos histéricamente. Era honestamente

la mayor diversión que había tenido con ella en un tiempo. Mi padre se sentía

claramente excluido, porque regresó y me lanzó al agua, tomándome

desprevenida. Después de regresar a la superficie, sacudí mi cabello y no

podía evitar participar mientras mis padres reían fuera de sus balsas. —

¡Ustedes dos apestan! —dije, tratando de acomodar mi traje de baño y regresar

a mi balsa.

Justo cuando me subí de nuevo, noté que ellos no eran los únicos en el

río. De alguna manera nos las habíamos arreglamos para alcanzar las otras

balsas, y cuando vi más de cerca, me di cuenta de que reconocía a las personas.

Eran el grupo de chicos que había visto más temprano en el campamento.

Aunque en ese momento eran ocho, ya que Travis estaba con ellos.

Era obvio por sus miradas que acababan de ser testigos de toda la

guerra de agua que acababa de tener con mis padres. Algunas de las chicas

estaban murmurando y mirando fijamente, mientras que algunos de los chicos

estaban mirando y riendo. Travis nos miró, saludó por cortesía y volvió su

atención a todos los demás. Su comportamiento parecía un poco menos

29

agradable que la noche anterior, así que me pregunté si su novia estaba en

alguna de las balsas. Aunque esperaba que ese fuera el caso, la idea fue

decepcionante.

Un momento después, me di cuenta que estaba lanzándole un poco de

agua a uno de los otros chicos y sacudiendo su cabeza. Por suerte, mis padres

no dieron señales de reconocerlos y me evité tener una mayor vergüenza.

Estaba sorprendida de que mi madre no reconociera a Travis, pero estaba sin

camisa. Mostrando sus tatuajes y llevaba lentes de sol, lo que le hacía parecer

completamente diferente. En mi opinión, lo hacía verse increíblemente sexy.

Ahora, me daba cuenta de que la parte superior de su pecho también estaba

cubierta de tatuajes. Se veían como un montón de diferentes símbolos chinos, y

no podía dejar de preguntarme cuál era su significado.

Seguimos flotando en el río y por último nos dirigimos de nuevo al

comienzo. Salí disparada de la balsa, y la jalé hacía la orilla cuando me di

cuenta que el grupo de Travis no se quedó atrás. Ellos estaban a punto de jalar

sus balsas hacía la orilla también. Esperaba que pudiera hacer mi camino hacía

algún cuarto de baño y reponerme un poco antes de tener otro encuentro con

ellos.

En cuestión de segundos, Corey estaba en la orilla, ayudándonos a salir

del agua y poniendo nuestras balsas a un lado. —Así que, ¿cómo estuvo? —

preguntó, tomando la mano de mi madre y ayudándola a salir del agua.

—¡Grandioso! —respondieron mis padres al mismo tiempo.

—¿Y qué me dices tú? ¿Lo disfrutaste? —me preguntó directamente y

me guiñó de nuevo.

—Sí, estuvo bien —respondí, tratando de ser cortés.

—Entonces tendrás que volver y hacerlo de nuevo. Abrimos durante

todo el verano y damos descuentos a los clientes frecuentes —dijo Corey,

claramente intentando persuadirnos de volver. Uhm, me pregunto por

qué, pensé, rodando los ojos ante su persistencia—. ¿Dónde se están

quedando? —preguntó, mientras sus ojos deambulaban sobre mi cuerpo una

vez más. Odiaba que me estuviera dando otra maldita mirada. Mi cuerpo tenía

la piel de gallina y realmente quería vestirme rápidamente.

—Estamos en el campamento Willow Falls —respondió mi padre y me

molestó que Corey supiera dónde encontrarme ahora. Claramente, era de aquí

y había oído hablar de ese lugar.

—¿En serio? Mi nov…‖quiero‖decir…‖Umm, tengo unos amigos que se

quedan ahí todo el verano. —Era obvio que Corey iba a decir novia, lo cual

probaba que mi presentimiento era correcto. Siempre tenía razón en ese tipo

de cosas.

30

—¡Oh, fantástico! —continuó papá, sin prestar atención al avance de las

miradas que estaba recibiendo su hija—. Tal vez puedas presentarle tus

amigos a Paige. Somos nuevos este verano, y sería genial si ella no tuviera que

quedarse encerrada con nosotros todo el tiempo. —Papá intentando

encontrarme amigos era bastante humillante, pero Corey sólo me miró y

enarcó una ceja sugestivamente mientras asentía con la cabeza.

—¡Corey, bebé! —gritó una chica desde atrás, distrayéndonos del

embarazoso e incómodo momento. Era una de las chicas del grupo de Travis,

llamándolo desde el agua. Esperaba que esa fuera su novia, por lo que su

coqueteo finalmente terminaría.

—¡Hola, Brit! —dijo mientras se movía nerviosamente. Ella rápidamente

saltó de su balsa e hizo su camino a través del agua, acercándose a la orilla

rápidamente.

—¡Hola, cielo! Te extrañé —dijo, moviéndose hacia su lado y poniendo

sus brazos alrededor de él. De mala gana le devolvió el abrazo, y luego le

dirigió una mirada desdeñosa.

—Estos son algunos de nuestros clientes, Brit, ¿te importa? Estoy

trabajando. —Britney recibió el mensaje fuerte y claro, y no parecía contenta en

absoluto.

—DISCULPEN —espetó mientras se giraba para darme una mirada

desagradable antes de regresar al grupo. ¡Increíble! Bueno, acabo de hacer un

amigo, pensé, frustrada por toda la situación. No dudé que regresaría con las

chicas y les diría que estaba intentando hacer algún tipo de movimiento con su

novio. Los celos eran como un veneno que, probablemente, no sería amiga

ahora.

Me giré para ir a buscar mi ropa y encontrar el baño. Mi madre me

siguió, así que decidí probar mi punto. —¡Ves, te lo dije, mamá! No tenía un

buen presentimiento. Claramente es un patán coqueteando conmigo cuando

tiene novia —dije, disgustada.

—Tenías razón. Definitivamente no quiero que salgas con él ahora —

afirmó.

—Gracias, capitana obvia —murmuré mientras me alejaba de mi madre

y entraba a la cabaña para tomar nuestras cosas. Luego me dirigí hacia el baño

en la parte de atrás para poder recuperarme.

Una vez que estuve lista y me había vestido, salí del baño para volver al

auto. Travis estaba esperando afuera de la puerta, y me di cuenta de que sólo

había un baño. —Lo siento, todo tuyo —le dije en tono de disculpa, al darme

cuenta de que me había tomado más tiempo de lo necesario y probablemente

lo había hecho esperar.

31

—No te preocupes. ¿Tuviste un buen rato? —preguntó y su actitud

amistosa había regresado.

—Sí, claro, fue divertido —respondí y luego me volví para caminar

hacia el auto.

No me quedé para continuar la conversación porque tenía miedo de que

su novia apareciera y fuera acusada de intentar robar dos chicos en el mismo

día. Sin embargo, volví mi cabeza y noté que Travis aún estaba de pie allí, con

una desconcertada sonrisa en su rostro. Así que le respondí con una sonrisa.

—¡Te veo luego, Paige! —gritó. Le di un pequeño saludo y luego me

dirigí directamente al auto.

En el camino de regreso al campamento, no podía dejar de repetir las

miradas que recibí de las chicas y luego la pequeña conversación que tuve con

Travis. Sólo estaba siendo amable, lo que me hacía sentir mal por haberle dado

un mal rato. Estaba segura de que simplemente intentaba tener una

conversación y yo había huido como un gato asustado. ¡Aghhh! Sabía que iba

a ser difícil hacer amigos ese verano si seguía con este comportamiento. Tenía

que pensar qué podía hacer aquella noche en la barbacoa. Tal vez si bajaba la

guardia, se darían cuenta de que no trataba de entrometerme en su territorio.

Sí, probablemente eso sería lo mejor: esperar a las presentaciones y no

importaba qué, no coquetear con ninguno de los chicos. Probablemente ni

siquiera hacer contacto visual con ellos.

32

4 Traducido por Karlamirandar & Vericity

Corregido por Lalu

Una vez que regresamos al campamento, decidí ir a caminar y explorar

el sendero en el que había visto a Travis más temprano ese día. Mis padres

iban a tomar una ducha primero, así que tenía mucho tiempo que quemar.

Cuando llegué al inicio del camino, estaba marcado con un letrero que decía

‚Lago‛, y una brillante flecha roja en él. No había señales que indicaran la

longitud o si era un sendero circular. Me imaginé que en el peor de los casos,

caminaría tan lejos como sintiera que tenía tiempo para ir y regresar.

Cuando empecé mi caminata, me di cuenta de que el camino era, en su

mayoría, de bajada. Estaba muy arbolado por los dos lados, con exuberantes

árboles verdes, y hermosas flores creciendo a lo largo. De vez en cuando, una

ardilla pasaba corriendo en los árboles o escuchaba a un pájaro cantar, pero

además de eso, no vi ninguna otra forma de vida salvaje. El camino parecía

bueno para trotar porque estaba libre de troncos y arbustos, pero tendría que

recordar que, al regresar, el viaje será colina arriba. Luego de alrededor de

veinte minutos, empecé a ver un claro en los árboles y lo que parecía ser el

final del camino. Aceleré el paso para ver qué había al final, y cuando llegue

ahí encontré un hermoso lago.

Era grande y magnifico, y el agua se veía azul cristalina. Había una

pequeña área playera, así que camine hacia el borde y deslice mi pie en el

agua. Estaba definitivamente helada, pero se sentía increíble en un día como

aquel. Todo estaba tan tranquilo y callado que decidí hacerlo mi lugar perfecto

para huir, y tal vez hasta trabajar en mi baile sin tener audiencia. Sólo esperaba

que no fuera muy frecuentado por otros campistas. Me senté en la orilla y me

quedé ahí por un rato. Admiré la vista y los botes navegando alrededor, y

pensé en lo ¡divertido que eso podría ser! Pero se estaba haciendo tarde, y

sabía que necesitaba regresar y prepararme para la barbacoa. Así que, me

levanté y camine de regreso por el camino a nuestra parcela.

Bañarse en la casa rodante era uno de los festines más difíciles que

había intentado en un largo tiempo. No solamente apenas era capaz de caber

en la casilla, sino que la rociadora era muy corta para alcanzar todo el cuerpo.

Lavar mi cabello y depilarme me debió haber tomado al menos treinta minutos

33

y luego tenía que lavar y enjuagar el resto de mi cuerpo. —Estoy en serio

considerando el usar las instalaciones de la ducha principal, de ahora en

adelante. Esto es ridículo. —Gruñí, frustrada por toda la cosa. Enredarme en la

toalla después era aún más desafiante, y sabía que no había forma de secar mi

cabello o ponerme maquillaje en aquel espacio reducido. Tendría que usar la

mesa de la cocina para eso.

Deje que mi cabello largo cayera en rizos flojos, y me decidí por mi

pequeño vestido de hombro caído y color púrpura como vestimenta para la

barbacoa. Al ver que todavía estaba brillante afuera, puse mis lentes de sol en

mi cabello, por si acaso, y luego elegí usar mis sandalias blancas-anudadas. Me

imaginé que mucho maquillaje se vería como si estuviera exagerando, así que

lo mantuve simple con sólo un poco de rímel y algo de brillo de labios. Con

suerte, no sería demasiado. Ese iba a ser mi primer evento de campamento y

no tenía idea de qué era lo apropiado.

—¿Estas lista, dulzura? —pregunto mamá, asomando su cabeza por la

puerta.

—Sip. ¡Vayamos por un poco de BBQ! —Animé sarcásticamente, porque

mis nervios se estaban llevando lo mejor de mí.

—Te ves hermosa, no te preocupes. Estoy segura de que todos serán

amables y bienvenidos. Después de todo, ¿no son amantes de los árboles? —El

intento de broma de mi mamá provocó una débil risita de mi parte, pero

todavía anticipaba lo peor basándome en las miradas fulminantes que recibí en

el río más temprano.

Cuando llegamos al campo principal donde la barbacoa se llevaba a

cabo, parecía que había música tocando por los altavoces. Por supuesto,

inmediatamente me di cuenta que estaba demasiado vestida para la ocasión,

porque los demás lucían shorts de mezclilla y playeras. Demasiado para

mantener un perfil bajo esta noche, pensé mientras caminaba hacia la multitud

con mis padres.

Inmediatamente, un alto señor mayor se acercó y nos saludó. —¡Ey!

Ustedes deben ser la familia Rice. Es bueno conocerlos. Soy Barney Medler —

dijo, sacudiendo la mano de mi papá.

—Sí, lo somos, es un gusto conocerte finalmente, también. Esta es mi

esposa, Maxine, y mi hija, Pixie, es decir… Paige. —Mi papá hizo las

introducciones y por supuesto, tenía que decir mi sobrenombre.

—Gusto en conocerte Maxine —dijo Barney, sacudiendo la mano de mi

mamá—. ¡Y a ti, Pixie! —soltó una risita y me dio un guiño.

Justo después, Travis se acercó hacia donde estábamos parados. —¡Oye,

papá! Los Connors están preguntando si tienes otro tanque de gas. La parrilla

34

dos parece estar quedándose sin nada. —Travis entregó el mensaje y se volvió

para saludarnos.

—De acuerdo, me encargaré de eso. Estos son el Sr. Y la Sra. Rice y esta

es su hija, Pixie, digo Paige —nos presentó Barney, teniendo el mismo desliz

que mi padre. ¡Caray, gracias papi!—. Paige es de tu edad, quizá podrías

presentarle a todos. Ellos estarán con nosotros todo el verano. Si me disculpan,

necesito ir a arreglar la parrilla —se disculpó antes de voltearse y hacer su

camino hacia la multitud.

—Bueno, sírvanse algo de comida. Todos los ingredientes están en esa

mesa, y pueden tomar un hot-dog o una hamburguesa o lo que sea de las

parrillas —dijo Travis, apuntando a mis padres en la dirección correcta—.

Paige, ¿quieres venir y conocer a los demás primero? —preguntó, siendo

formal y siguiendo las instrucciones de su padre.

—Uh, seguro —dudé, sin querer ser una carga ni enfrentar al pelotón de

fusilamiento.

—Ve a conocer a los demás, Pix. Buscaremos algo de comida para ti, si

quieres —incitó papá, dándome un codazo hacia Travis.

—Buscaré comida en un rato —dije, y luego seguí a Travis hacia la

multitud.

—De acuerdo,‖bueno‖aquí‖es‖la‖mesa‖de‖‚Chicos‖grandes‛. —Travis se

rió entre dientes de su broma—. Esta es la banda que viste en el río más

temprano —dijo, guiando el camino hacia la mesa de picnic en la esquina más

lejana. No pude evitar ver a Travis desde atrás mientras caminaba. Sus jeans

colgaban bajos en sus caderas y su retaguardia era muy sexy. Su camiseta azul

marino se aferraba a sus bíceps y exponía sus tatuajes. Me dio una

oportunidad de ver que se trataba de una imagen de un remolino alrededor de

diferentes símbolos. Guau, era un poco hermoso, si se podía decir eso de un

tatuaje. Miré al frente mientras nos acercábamos a la mesa para ver a todos

riendo y comiendo. Una vez que se dieron cuenta de nosotros, o debería decir

de mí, inmediatamente se callaron.

—¡Oigan, chicos! Quiero que conozcan a Paige. Su familia está

acampando con nosotros esta temporada, y ella saldrá de la escuela este otoño,

también. —Hizo mi introducción, y luego se volteó y comenzó a caminar

alrededor de la mesa para las presentaciones—. Paige, este es Scott. Él es de

Burlington como yo, pero es un total despistado —bromeó, por lo que se ganó

un puñetazo en el brazo—. Luego, este es Kevin de Maine, Maggie y Amber de

New Hampshire, Tood de Maine, Britney de Rhode Island, y Ashley es de

Massachusetts —dijo, descansando sus manos en los hombros de la chica

mientras se paraba detrás de ella. Sus gestos me dieron a entender que quizá

ellos eran una pareja, así que me di cuenta que ella podría ser su novia.

35

Los chicos me saludaron y sonrieron mientras Travis hablaba, pero las

chicas apenas hicieron un asentimiento o una sonrisa. Las ignoré por su falta

de hospitalidad y traté de romper el hielo con una pequeña charla. —Vaya, así

que todos son de Nueva Inglaterra. Eso es genial. ¿Han estado viniendo por un

tiempo? —pregunté, tratando de mantener mi atención en las chicas para que

no me fastidiaran.

—Sí, la mayoría de nosotros hemos estado viniendo cada verano por los

últimos diez años —habló Ashley, sonando cortante.

—Así que, ¿de dónde eres, Paige? —Quiso saber Scott, con un tono más

dulce y sonando genuinamente interesando.

—De East Hampton, Nueva York —contesté, esperando que todos los

ojos no rodaran por ese hecho.

—¿Es tu primera vez acampando? —continuó Kevin

—Sí, lo es —respondí, luego escuche el comentario de Ashley: “Se nota”.

Sin dejar que su tono me perturbara, simplemente contraataqué—. Sí, es obvio.

—Supe que debía ser bastante evidente por la casa rodante nueva, la placa de

licencia temporal, y el hecho de que no teníamos ni idea de lo que estábamos

haciendo, así que no podía culpar a ninguno de ellos por notarlo.

—Bueno, llevas puesto un vestido —dijo cortante, atrayendo la atención

hacia mi vestimenta. Mis mejillas se tornaron rojas y estaba sorprendida por lo

descaradamente ruda que estaba siendo Ashley. Bueno, no debería estar tan

sorprendida. Después de todo, ya habían formado su opinión de mí más

temprano.

—Sí, creo que estoy mal vestida —dije, mirando hacia mi vestido y

tratando de sacar su comentario.

—No la escuches. ¡Te ves ardiente! —dijo Scott, dándome un guiño. No

supe cómo responder, e inmediatamente vi las caras irritadas de las chicas así

que me encontré moviendo nerviosamente mi brazalete.

—¿Quieres ir por un poco de comida mientras todavía hay? —preguntó

Travis, con una mirada de disculpa que liberó algo de mi tensión. Al menos

me salvó del momento incómodo y me dio una salida.

—Seguro. Iré a tomar algo. Bueno, fue un gusto conocerlos a todos —

dije antes de voltearme y dirigirme hacia mis padres en la parrilla. ¡Fiu! Guau,

eso fue peor de lo que esperaba.

—¡Ey, dulzura! ¿Conociste a los otros chicos? —preguntó mamá cuando

llegué a su lado.

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—Sí. Sólo digamos que no me aman, al menos las chicas —bromeé

haciendo referencia a su chiste anterior, encogiéndome de hombros y

mostrando mi decepción.

—No, el problema es que ¡no eres un árbol! Sólo están celosas de tus

curvas. Bueno, ven y toma algo de comer con nosotros —sugirió, aceptando mi

decisión de quedarme en su compañía. Así que me serví un plato, y luego me

uní a mis padres en la mesa de picnic.

Mientras comía y hablaba con ellos, discretamente tomé la oportunidad

para observar‖a‖los‖‚Chicos‖Grandes‛.‖Por‖lo‖que‖pude‖apreciar, parecía como

si Maggie y Todd fuesen una pareja. Se besaban continuamente y él se sentó

con sus brazos alrededor de ella todo el tiempo. Kevin claramente tenía una

cosa con Amber, si es que no eran ya una pareja, porque él seguía encontrando

una razón para tocarla y había un serio coqueteo. Scott y Travis parecían ser

amigos muy cercanos, reían y bromeaban juntos, lo que dejaba a Britney y

Ashley a solas para conversar. No podía escuchar lo que las dos chicas estaban

diciendo desde nuestra mesa, pero tuve la impresión de que era sobre mí, por

las miradas que me daban mientras susurraban.

Ambas eran realmente lindas, así que no podía entender por qué

estaban actuando como si se sintieran intimidadas por mí. Britney tenía el

cabello corto y de color negro, el cual llevaba en un corte estilizado, ojos cafés

y, aunque no era súper delgada, era definitivamente linda. El cabello y los ojos

de Ashley eran negros y hermosos, y tenía una linda figura también. Ninguna

de ellas tenía algo de lo que deberían sentirse inseguras, así que no sabía por

qué estaban intentando hacerme sentir insegura. Sabía que el novio de Britney,

‚el Desagradable Corey‛‖podría‖haberla‖avergonzado‖un‖poco‖esta‖tarde,‖pero‖

¿eso justificaba aquel resentimiento? Después de todo, ni siquiera estaba cerca

de ser testigo del desnudo que él me había hecho con sus ojos. Gracias a Dios

por eso, o las cosas serían aún peor. Probablemente me despertaría con pasta

de dientes en el cabello, o encontraría nuestra casa rodante cubierta de papel

higiénico.

Barney y su esposa Lucille, los dueños, se acercaron para sentarse con

nosotros por un rato. Mis padres y ellos se estaban conociendo, les encantaba

el hecho de que estuvieran en campos médicos similares. Lucille y mi madre se

llevaron bien al instante, ella llenó a mamá con todas las cosas que vendrían.

Había, aparentemente, un puente colgante, días de spa en el pueblo, pruebas

de vino, y todo tipo de sorpresas que no creía que se pudieran planear en un

campamento. Bueno, podía asegurar que mamá estaría absorta muy pronto.

Lucille también le informó el evento planeado para los adultos, el día

siguiente, lo que consistía en tour por el molino de sidra. Mi mamá estuvo de

acuerdo, ansiosamente, en unírseles, e hicieron planes para compartir autos

juntas.

37

—Paige, habrá muchas cosas para los niños también, es decir, para los

adolescentes. Todavía veo a Travis como un niño, pero odia que lo llame así.

De cualquier forma, mañana habrá una fiesta en la alberca a las 2 de la tarde,

así que espero que asistas. Tenemos un montón de chicos y sé que te recibirán

con los brazos abiertos. ¿Tuviste la oportunidad de conocerlos? —Lucille

obviamente había pasado sus veranos viendo a todos crecer, y había formado

una opinión diferente de ellos. Claramente sobreestimaba su amistad, pero no

estaba ahí para cambiar su punto de vista.

—Sí, ya lo hice. Gracias. Todos parecen muy dulces, definitivamente

trataré de ir a la fiesta en la alberca —contesté cortésmente, pero mentalmente

había determinado que no había ninguna MALDITA forma de que fuera.

—Bien. Espero que lo consigas. —La voz de Travis me sorprendió desde

atrás. Rodeó la mesa y se sentó a horcajadas del banco al lado de su madre.

—Hola, cariño. ¿Todo bajo control? —preguntó ella, haciendo referencia

al manejo de la barbacoa.

—Sí, estamos bien. Queda una pila de comida, y la gente aún está

comiendo —informó y dirigió su atención a mí—. ¿Conseguiste suficiente,

Paige?

—Sí, gracias. ¡Estaba delicioso! —respondí sonriendo, y sentí los nervios

reaparecer en mi estómago.

—Bien. Un grupo de nosotros vamos a‖ ir‖ ver‖ ‚Misión:‖ Imposible‖ 3‛.‖

¿Quieres unirte? —preguntó, sonando genuinamente esperanzado de que

aceptara. Estaba agradecida de haber visto la película, porque de otra manera

no hubiera sido capaz de rechazar la oferta. Realmente no quería ser sometida

a más Ashley hoy, y estar con mis padres para leer en el tráiler hubiera sido

una excusa lamentable.

—Gracias por la invitación, pero literalmente justo lo vi hace unos días.

Es buena. Le va a gustar a todos —dije con pesar, declinando la oferta.

—¿Cuándo van a ir? —preguntó la mamá de Travis.

—No por un tiempo. Vamos a salir aquí por un rato, y luego ir. Me

aseguraré que limpiemos todo en primer lugar y haré que los chicos me

ayuden a apilar otra vez las mesas.

Aunque estuviera cubierto de tatuajes, Travis realmente era un chico

responsable. Para nada lo que esperaba, pero hasta el momento no había

banderas rojas excepto por el hecho de que podría tener mal gusto para elegir

a sus novias. Esto si de verdad estaba saliendo con Ashley, de lo que aún no

estaba segura.

—De acuerdo, gracias —dijo su mamá, extendiéndose para darle un

apretón. Él correspondió el abrazo y entonces se levantó para irse.

38

—Regresaré al trabajo. Bueno, te veré mañana, Paige. ¿A menos que

quieras ver la película otra vez? —preguntó en un último intento por hacerme

ir.

—Gracias, pero probablemente me quedaré frita temprano. Los tubos

me mataron hoy —repliqué dulcemente a su gentil oferta.

—Está bien, te veré mañana entonces. —Me dio la más adorable sonrisa

antes de voltear para acercarse al grupo. Mariposas revoletearon un poco

mientras me daba cuenta de cuán encantador era Travis, pero

instantáneamente lo disipé cuando eché un vistazo y vi a Ashley, quien me

estaba dando una mirada de odio otra vez.

—¿Así que todos fueron a hacer tubing hoy? —preguntó Lucille,

interrumpiendo mis pensamientos.

—Sí, fue muy divertido —respondió mamá.

—Lo es. Travis mencionó que todos habían ido hoy, también. Fue un

día hermoso para ello.

—Sin duda lo fue —estuvo de acuerdo mi madre.

Justo entonces, Ashley caminó cerca de la mesa. Intentó disfrazar su

interés en nuestra conversación, pero noté de inmediato su intención. —

Ashley, cariño, ¿has conocido a Paige? —preguntó Lucille, moviéndola más

cerca de la mesa.

—Sí, señora Medler —declaró Ashley sin saludarme.

—Ustedes chicas muéstrenle los alrededores mañana y háganla sentir

en casa, ¿de acuerdo? —preguntó Lucille, aún intentando ser la huésped

atenta.

—Todos vamos a salir mañana, pero la fiesta en la piscina es a las dos

de la tarde. Ella puede venir a eso. —Ashley se dirigió a Lucille una vez más

en lugar de a mí cuando habló y entonces se fue. Resueltamente no había

tratado incluirme en sus planes, pero no estaba sorprendida. Sin embargo, era

un poco chocante que no hubiera hecho ninguna pretensión delante de mi

mamá y Lucille. Si la chica quería estar con Travis, pensarías que por lo menos

pretendería delante de su madre. Afortunadamente, Lucille no la llamó de

vuelta para presionarla, y me evitó otra vergüenza.

—No le hagas caso a Ashley, Paige —dijo suavemente Lucille—. He

notado que ha estado de mal humor estos pasados dos días, pero Travis no va

a decirme qué está pasando con ella. Los chicos no les dicen nada a sus madres

—admitió, sacudiendo su cabeza con arrepentimiento—. Espero que tú y tu

mamá tengan una línea de comunicación abierta —agregó, y mamá y yo

asentimos en respuesta.

39

—De todos modos, Ashley realmente puede ser un encanto cuando

quiere serlo. Desafortunadamente, su madre y padre se divorciaron hace dos

años, así que Janice no viene más durante los veranos. Su papá, Richard, el

hombre con la camiseta de los Red Socks y los jeans que está parado cerca de la

parrilla, se casó otra vez hace un año y medio. Su nueva esposa, Brianna, es la

mujer con una camiseta sin mangas roja y pantalones ajustados blancos parada

a su lado.

Tan pronto como mi madre y yo encontramos la pareja en la

muchedumbre y vimos a Brianna, notamos la diferencia de edad. —Guau, es

tan joven —comentó mamá, incapaz de contener su lengua.

—Sí, ella está definitivamente más cerca de la edad de Ashley. —Lucille

asintió efusivamente en acuerdo—. Travis se enteró por Ashley que Brianna

tiene veintiséis, pero eso es todo lo que pude sacar de él —dijo Lucille con

frustración—. Este es en realidad el segundo verano que Richard ha traído a

Brianna aquí. Ella es muy dulce y son buenas personas, pero puedes decir que

hay mucho más detrás de las escenas. —Lucille le dio una mirada mamá y era

obvio que estaba expresando la especulación de una aventura—. De todos

modos, de acuerdo a la custodia, Ashley está con su padre durante los

veranos, así que por lo menos aún podemos tenerla con nosotros. No puedo

imaginar que nada de eso fuera fácil para ella y aún así ha sido muy fuerte.

Pero otra vez, algo le ha pasado durante estos días. —Yo estaba bastante

segura de que la actitud de Ashley hacia mí tenía más que ver con Travis que

con su madrastra, pero no pude evitar simpatizar con ella.

—Oh, pobre chica. Eso probablemente lo explica, cariño —me dijo mi

madre, revelando el hecho de que estaba teniendo problemas con Ashley.

—Sabes, Paige, tal vez debería hacerte saber algo sobre el grupo de

chicos, así entenderás mejor. Quiero que tengas un buen verano, pero sé cómo

los adolescentes pueden ser a veces, especialmente esos chicos —dijo,

señalando con su cabeza en dirección del grupo—. Es duro ser un chico nuevo,

pero tal vez conociendo un poco el fondo, te será más fácil. —Lucille escaneó

la cercanía para asegurarse que no tenía audiencia antes de proceder. Yo

estaba entusiasta de oír lo que tenía para decir, pero encontré divertido que

estuviera tan dispuesta a chismear. Tal vez había visto la ira de Ashley hacia

otros en los años precedentes y estaba tratando de evitarme la misma agonía—

.Bueno, Maggie, la pequeña morena —dijo Lucille, y asentí sabiendo a quién se

estaba refiriendo—. Ella es extremadamente tímida. Recuerdo el primer

verano en el que su familia vino aquí; estuvo sola todo el tiempo. No fue hasta

que Todd y su familia aparecieron que realmente empezó a participar en

eventos sociales. Sus familias tienen campamentos uno cerca del otro y los

chicos de inmediato se llevaron bien. Han estado saliendo juntos desde aquel

momento y yo apostaría dinero a van a casarse. Son de verdad chicos buenos,

40

pero a menudo hacen su propia cosa. —Hizo una pausa por un segundo para

tomar un sorbo de su bebida, y luego continuó—: Vamos a ver, luego está

Kevin, quién sólo es un gran osito de peluche. Él y Travis se han vuelto muy

buenos amigos a lo largo de los años, y es un chico tan educado. No creo que

vayas a tener problema con él. En realidad pienso que él y Amber son pareja,

así que veremos cómo va este verano. Amber parece una chica dulce, pero no

la conozco muy bien. Su familia ha estado viniendo sólo por los pasados dos

veranos, no tanto tiempo como otras.

Lucille echó un vistazo al grupo y entonces continuó—: Después está

Scott, quien es como mi segundo hijo. Él y Travis han ido juntos a la escuela

desde el jardín de infantes y son mejores amigos. Nuestras familias son muy

cercanas, pero desafortunadamente este año su madre, Gloria, eligió enseñar

en la escuela de verano y no pudo venir. Ambos son profesores, en realidad, y

siempre han tenido los veranos libres, razón por la cual hemos sido tan

afortunados de pasar las vacaciones con ellos a lo largo de los años. No tuve la

oportunidad de hablar con Charles, pero estoy bastante segura de que Gloria

decidió trabajar ya que están preparándose para enviar Scott a la universidad.

—Seguro —dijo mamá, entendiendo la decisión.

—Scott y Charles nos ayudaron aquí afuera los otros veranos, así que

este es el trabajo de Charles. —Por como sonaba, Scott venía de un sistema

más modesto, y sus padres estaban haciendo todo lo que estaba en su poder

para ofrecerle educación.

Lucille miró alrededor otra vez y su cambio de comportamiento distrajo

mis pensamientos. Podía decir que se estaba preparando para decir algo

jugoso y quería asegurarse de que nadie la escuchara.

—Ahora, Britney. —Hizo una pausa, sacudiendo la cabeza antes de

continuar—. Ella es definitivamente alguien que podría ser difícil de romper.

Desafortunadamente, se involucró con un chico que no tiene la mejor

influencia sobre ella, Corey. Quizás lo hayan visto hoy en el parque.

—Lo hicimos —intervino mi madre.

—Bueno, él definitivamente se considera una gran pieza y hace cosas

para cortar su autoestima. He visto un cambio en ella desde que se han vuelto

una pareja y es tan descorazonador. Ella solía ser tan segura de sí misma y

amable, pero ahora parece ser distante e insegura. Con suerte, esto cambiará

una vez que ella se vaya a la universidad el próximo año y se dé cuenta de

cuánto vale. Por el momento, está demasiado cegada por el amor adolescente

para ver más allá del exterior.

La declaración de Lucille acerca de Britney me dio un mejor

entendimiento de la manera en que ella me había tratado más temprano, no

que fuera excusable o justificado, pero por lo menos ahora entendía.

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—Divertido, cuando conocimos Corey en el parque hoy tengo que decir

que no dio la mejor primera impresión. Qué lástima, Britney es una chica muy

linda —dijo mamá.

—Es una lástima —repitió Lucille y luego añadió—: Así que, por último

pero no menos importante, está mi exquisito hermoso hijo, Travis. —Los ojos

de Lucille se encendieron con calidez y afecto mientras hablaba de él—. Ahora,

por supuesto soy parcial y podría estar sonando mi propia bocina de madre,

pero es realmente un buen chico, quiero decir, un buen hombre —se corrigió

rápidamente, rodando los ojos—. No diferentemente de la mayoría de los

adolescentes, supongo, pero afortunadamente ha crecido volviéndose un

inteligente y amable caballero, y es un chico de mamá. —Sonrió con calidez y

estaba claramente feliz de este hecho. Creía que la manera en que un chico

trataba a su madre decía mucho de su carácter, así que otro punto para

Travis—. En fin, esos son todos. Ha habido algunos otros a lo largo de los

años, pero desafortunadamente no creo que vayan a regresar este verano, sin

embargo los Compsons podrían regresar.

Lucille terminó su corto listado del grupo, y yo estaba agradecida por la

información. Definitivamente me dio un mejor entendimiento de todos y a

qué, o debería decir a quién, podría tener en contra. Aunque todavía me daba

la sensación de que no iba a ser introducida a su grupo en un corto plazo. Mi

madre y Lucille siguieron hablando, porque mamá quería una descripción de

todos sus padres. También una exclusiva privilegiada, que Lucille estaba

demasiado dispuesta a ofrecer.

Mientras me sentaba, no demasiado enganchada en la conversación,

noté a Travis y Scott hablando en un rincón. Sucedió que Travis miró en mi

dirección, y yo no sabía si mantener el contacto visual o alejar la mirada.

Ofrecí una pequeña sonrisa, que él regresó, y entonces me uní a la

conversación de mi madre. Sólo por curiosidad, eché un vistazo algunas otras

veces para descubrir que él aún me estaba mirando. Scott me observaba a

escondidas también, lo que me puso nerviosa porque ahora iban a hablar de

mí, si aún no lo estaban haciendo. Decidí entonces regresar a la casa rodante

para evitar ser el argumento de la conversación. Realmente había tenido toda

la atención que podía manejar por un día, y estaba exhausta. Así que

interrumpí la conversación de mamá y Lucille para excusarme cortésmente.

Mi madre me dio un abrazo de buenas noches, y Lucille se levantó para

hacer lo mismo. —Fue genial conocerte, Paige. Estoy entusiasmada de que

estarás aquí este verano, y eres siempre bienvenida a unirte a nosotras, las

señoras, si quieres. Puede que seamos viejas, pero aún sabemos cómo

divertirnos.

Su oferta era dulce. Le sonreí otra vez, agradeciéndole por la tarde, y

luego me despedí. Cuando me di la vuelta para salir por las escaleras, vi que

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los ojos de Travis me seguían. Mariposas revoletearon en mi estómago y todo

el camino hacia mis mejillas, así que aceleré mi paso y me dirigí de vuelta a la

casa rodante rápidamente.

Pasé lo que quedaba de la noche mirando una película y esperando que

Tracey me llamara después de su cita con Tom. Pero el día había sido de

verdad agotador, por lo que caí dormida de inmediato.

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5 Traducido por BeaG

Corregido por Lalu♥

Me desperté tarde a la mañana siguiente y vi que había perdido la

llamada de Tracey. —Supongo que mi celular estaba en vibrador —dije,

marcando al buzón de voz para escuchar su mensaje.

“Paige, se supone que estás despierta. Acabo de tener la mejor cita de mi vida y

no puedo esperar para contarte sobre ello. ¡Llámame!”

Decido arreglarme e ir al lago antes de devolverle la llamada a Tracey.

No tenía nada más que hacer ya que mis padres se habían ido a su tour de

Cider Mill. Desde que Ashley dijo que ellos no estarían por los alrededores

tampoco, esperaba poder tener la playa para mi sola. Me puse mi traje de baño

azul náutico, debajo de mi short de correr, una camiseta blanca y salí.

Mientras corría por el camino, vi a Travis caminando de regreso. Su

cabello estaba mojado y llevaba una camisa encima de su hombro. Eso me dio

una visión clara de su abdomen, y el chico estaba rayado. Su piel bronceada

brillaba ya sea con sudor o agua, lo que acentuaba aún más sus músculos. En

serio, es demasiado sexy para su propio bien, pensé, frené mi ritmo mientras lo

alcanzaba. Justo cuando estaba a punto de pararme y charlar, noté a Ashley y a

Scott viniendo detrás de él. Interesante, creí que ellos no estarían por aquí esa

mañana. Aparentemente, había mentido para evitar tener que incluirme en sus

planes. — ¡Hola, Paige! —dijo Travis cuando pasé.

—!Hola! —respondí, corriendo por la derecha. Luego pasé a Ashley y

Scott y, para nada sorprendente, Scott fue el único que me respondió.

Cuando llegué a la playa llamé a Tracey. Necesitaba escuchar su

amigable voz y estaba ansiosa por saber de su cita. Por supuesto, pasamos los

primeros treinta minutos de la llamada discutiendo todos los detalles de su

noche con Tom, que al parecer había ido muy bien.

—Así que, ¿Cómo está yendo todo por allá? —preguntó y la

conversación se volvió hacia mí.

—Está yendo —dije, aturdida por la helada bienvenida que había

recibido por parte de las chicas.

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—Oh, oh. ¿Qué paso? —se interesó Tracey, notando mi tono de

inmediato.

—Hasta ahora ha ido genial con mis padres, realmente están metidos en

esto del campamento, y mi papá hasta dio un paseo en balsas. —Destaqué lo

positivo primero.

—Guau, Paul en una balsa. Eso es impactante.

—Lo sé, ¿cierto? Sin embargo, fue divertido. Mi madre incluso ha

intentado cocinar, bueno, digamos que ha estado vertiendo el cereal —dije,

riéndome ante el hecho.

—¿En serio? ¡Tus padres realmente están en eso! Así qué, ¿Qué anda

mal? —cuestionó, presionando en lo negativo.

—Bueno, los chicos aquí son como dioses del sexo. Literalmente, los

chicos más atractivos que he visto.

—¿Qué hay de malo en eso? No suena nada mal en lo absoluto —me

interrumpió.

—Bueno, las chicas son como las mujeres de Satán. Ellas prácticamente

me miraron y decidieron que yo no les gustaba.

—Uf, ¿así de malo? —Tracey sintió mi empatía y entendió de inmediato

a lo que estaba siendo sometida. Viviendo en East Hampton, habíamos tenido

nuestra cuota de chicas rudas que se creían los mejores regalos de Dios. Así

que Tracey sabía exactamente al tipo al que me estaba refiriendo.

—Sí, así de malo. Nada más que bajas y groseras miradas. Incluso en

frente de la mamá de Travis, esta chica, Ashley, me evitó descaradamente.

—Espera, ¿quién es Travis? —interrumpió.

—El más hermoso de todos, y quien resulta ser hijo del dueño. En

realidad, él ira a la universidad con nosotras el año que viene —exclamé.

—Uh. ¡Hola! —Gritó Tracey—. ¿Por qué no me escribiste sobre él?

¿Cómo es? —preguntó, curiosa por cualquier chisme jugoso.

—Bueno, es súper dulce, increíblemente sexy, me hace querer arrancarle

la ropa y devorarlo cada vez que sonríe, y creo que está saliendo con la chica

más odiosa de aquí —expliqué con total naturalidad.

—¡Vaya, Paige! Creo que estás babeando a través del teléfono —bromeó

Tracey—. Así que, ¿sabes con certeza que está saliendo con ella? —preguntó.

—No, pero tengo la impresión de que lo hacen.

—Bueno, definitivamente deberías averiguarlo. Tal vez puedas disfrutar

un poco de la madera mientras estás atrapada en ese bosque durante todo el

verano. —Rió ante su ridícula broma y alimenté su ego al reírme con ella—. De

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cualquier manera, pienso que deberías darle más tiempo. ¡Solo ha sido un

DÍA! — resaltó el hecho, e insinuó que tal vez estaba exagerando.

No creo que ellas quieran más tiempo conmigo, y yo de seguro no

quiero ser objeto de burlas por los próximos dos meses. Así que, pienso que

voy a pasar el tiempo con mis padres y trabajar en el baile. ¡Me gustaría

disfrutar de mi verano! —dije, determinada a mantenerme sola y no estar

envuelta en ningún drama.

—No dejes que te asuste, Paige. Probablemente están nerviosas de tener

una chica nueva alrededor. Por favor, no te encierres en esa caja todo el

verano. Prométeme que por lo menos le darás una última oportunidad —me

alentó, convenciéndome de que lo intentará de nuevo.

—Van a tener una fiesta en la piscina más tarde, tal vez vaya y vea lo

que pasa —concedí, pero silenciosamente decidí que si aún actuaban como

imbéciles, iba a comenzar a participar en los eventos de los adultos.

—Bien. Bueno, llámame si me necesitas y mándame algunos

movimientos cuando los tengas listos. —Tracey y yo terminamos nuestra

llamada discutiendo el baile para el festival y otras cosas de las que debíamos

hacernos cargo con respecto a algún desembolso del fondo de caridad.

Una vez que colgamos, me desplacé a través de mi lista de reproducción

tratando de encontrar la canción perfecta para el baile. Por alguna razón Travis

y sus tatuajes estaban en mi mente, así que decidí por One More Night de

Maroon 5. Definitivamente tenía un gran ritmo, e incorporaría a todos nuestros

bailarines, incluyendo a los chicos. —¡Perfecto! —dije, luego miré la hora en mi

teléfono. Ya era la 1:30pm, así que decidí regresar al remolque, tomar mi

cuaderno de baile y luego ir a la fiesta en la piscina. Pensé que tal vez pudiera

recostarme y trabajar un poco. Las chicas verían que no estaba tratando de

forzarme a entrar en su grupo, pero que me gustaría participar en las cosas. —

No lo sé, vale la pena intentarlo —murmuré y comencé a correr de nuevo hacia

el camino.

La fiesta ya había comenzado cuando yo llegué. Música para bailar

sonaba a través de los altavoces, la gente estaba recostaba sobre las sillas, y

otros chapoteando en la piscina. A un lado había una mesa, donde Travis

estaba repartiendo helado a todo el mundo. Aunque algunos niños pequeños

se encontraban por allí, más que nada eran ‚Niños‖ Grandes‛.‖ Todos‖ ellos‖

pasando el rato alrededor de la parte más profunda, por lo que decidí buscar

un lugar en el lado opuesto. Cuando entré en la zona de la piscina cada una de

las chicas se me quedó mirando. Afortunadamente, Travis y los chicos estaban

demasiado concentrados en el helado como para darse cuenta.

Desenvolví el pareo que tenía a la cintura y luego me volví para

conseguir que mi silla se pusiera en la posición correcta. Por alguna razón, no

46

podía hacer que se quedara en posición vertical, y no importaba lo que

intentara, seguía cayéndose hasta quedar de forma horizontal. Las otras chicas

seguro estaban amando el espectáculo. Rodé mis ojos por el pensamiento.

Cuando estaba haciendo mi último intento, oí a Travis venir por detrás.

—¡Hola, Pagie! Estoy contento de que hayas venido. ¿Puedo darte una

mano con eso? —ofreció, moviéndose hacia el respaldo de la silla y

enganchándolo.

—¡Gracias! —dije, avergonzada por la situación.

—¿Tuviste una buena carrera hoy? —preguntó, observándome con su

hermosa sonrisa.

Miré hacia arriba para responderle y me encontré a mí misma

admirando sus ojos azules. También noté que él, discretamente, le estaba

dando un vistazo a mi cuerpo. Era sutil, pero no pude evitar darme cuenta que

lo estaba haciendo. Eso hizo que mi estómago diera una voltereta.

—Sí, ese camino es genial y el lago es absolutamente impresionante —

finalmente hablé.

En realidad, ver a Travis en su traje de baño azul marino y su camiseta

aferrada a sus músculos era igual de impresionante. Tuve que borrar ese

pensamiento, porque sabía que mis mejillas se estaban ruborizando.

—Entonces, ¿eres una dura corredora? —preguntó. Eso me desconcertó,

pero tal vez él sólo había tenido esa impresión desde que había ido a correr

dos días seguidos.

—No. Me encanta, pero no compito, o corro en maratones, o algo así.

—Oh —dijo, mostrándose un poco decepcionado por mi respuesta.

—¿Por qué lo preguntas? ¿Tú compites? —regresé la pregunta, tratando

de entender la razón de su expresión.

—No. Sólo me pareció que no querías romper tu paso hoy para hablar,

así que pensé que estabas cronometrando el tiempo o algo así.

La respuesta de Travis me hizo darme cuenta de que había sido una

idiota. Tal vez Tracey tenía razón, y necesitaba darle a todo el mundo una

oportunidad justa, y ser yo misma. Haberlo pasado hoy estaba tan fuera de mí

que estaba molesta conmigo misma por haberlo hecho. —Lo siento. Sólo tenía

mucho en mi mente esta mañana y necesitaba drenarlo —expliqué, con la

esperanza de suavizar la situación.

—Lo entiendo. Correr aclara mi mente también. ¿Está todo bien? —se

preocupó, y me di cuenta de que había dicho demasiado.

47

—Si, todo está bien. Así que, ¿qué tipo de helado estás sirviendo? —

Cambié el tema para evitar tener que revelar mi dilema con Ashley y el hecho

de que todo el mundo me había rechazado.

—Chocolate y vainilla. En realidad tengo que ir a buscar otros

contenedores al congelador, pero estaré de regreso. ¿Puedo traerte un poco? —

ofreció, dándome esa sonrisa sexy de nuevo.

—Seguro. Me encantaría algo de chocolate.

—Chocolate será. ¡Vuelvo en seguida!

Me guiñó un ojo y se giró para caminar fuera del área de la piscina. Al

salir, sin embargo, se detuvo para sacarse la camisa por sobre su cabeza y

tirarla en una silla vacía. Se volteó y me dio otro guiño antes de irse. Yo

prácticamente estaba babeando sobre su cuerpo, y me pregunté si

intencionalmente se había parado para darme aquel espectáculo. Con un

cuerpo como el suyo, tenía que tener novia así que me obligue a mí misma a

desechar los pensamientos inapropiados que estaban corriendo a través de mi

cabeza.

Mientras esperaba a que Travis regresara con el helado, comencé a

trabajar en mi baile. La música sobre los altavoces era un poco molesta, desde

que estaba tratando de imaginarme los movimientos para una canción

diferente. Así que conecté mis auriculares, y puse One More Night en

repetición. Los movimientos empezaron a venir a mí y comencé a apuntarlos

en mi cuaderno. Por supuesto que iba levantarme y probarlos, pero había

estado bailando el suficiente tiempo para poder visualizar la mayoría de ellos.

Luego, más tarde, los practicaría en la playa para asegurarme de que todos

fluían juntos.

Estaba completamente absorta en lo que estaba haciendo y escribiendo

rápidamente en mi cuaderno, cuando me sobresalté por una sensación helada

en mi pierna. Sacudí mi cabeza para ver a Travis de pie junto a la silla,

sosteniendo un pote de helado.

—¡Helado de chocolate! —exclamó, y me entregó el recipiente,

ofreciéndome un guiño. Me quité los auriculares de modo que pudiera oírlo y

le di las gracias.

—Entonces, ¿en qué estás tan ocupada trabajando? He estado parado

ahí por un minuto, pero no podía conseguir tu atención. Comenzaba a pensar

que estabas tratando de ignorarme —dijo, dándome un adorable puchero que

fue percibido como un poco coqueto. Luego tomó asiento en el borde de la silla

de al lado, poniendo las manos en sus rodillas.

—Sólo haciendo un baile para algo. Lo siento, suelo concentrarme

cuando trabajo. ¡Gracias por esto! —dije, tomando un bocado.

48

—No hay problema. Así que eres bailarina.

—Sí, es solo algo que hago en mi tiempo libre —respondí, y luego eché

un vistazo para ver que Britney y Ashley ahora estaban nadando hacia

nosotros.

—¿Y también haces coreografías? ¿Trabajas para un estudio de danza o

algo así?

—No. Bueno a veces ayudo con las clases de los más jóvenes en nuestro

estudio de danza local. Pero esto es para el Festival Anual del Día del

Trabajador en East Hampton. Mis amigos y yo estaremos presentándonos. —

No profundicé en los detalles sobre mi organización porque no quería que él

pensara que yo estaba tratando de alardear, o hacerme la buena.

—Así que, ¿trabajas aquí todo el verano? —pregunté, queriendo cambiar

el tema, y poniéndolo a él en la mira.

—Sí, reemplazo a mi papá cuando es necesario y luego me hago cargo

de todos los eventos juveniles —dijo, señalando con su mano hacia la fiesta.

Miré y vi que las dos chicas ahora estaban en el borde de la piscina,

escuchando nuestra conversación. Los nervios comenzaron a construirse en mi

estómago, pero tenía que recordar no permitir que se llevaran lo mejor de mí.

—Eso está bien. ¿Te gusta?

—Sí. Me encanta estar aquí, y ayuda mucho a mi papá, así que todo está

bien —dijo.

—Es bastante genial por aquí. Especialmente el lago, estoy enamorada

— admití y luego la próxima cosa que supe era que estaba siendo bañada en

agua fría.

—¡Demonios! —Travis saltó y se volvió hacia la piscina—. ¿Por qué fue

eso Ash? —gritó, y yo me di cuenta de que las chicas nos habían salpicado.

Todavía estaba tratando de limpiar mis ojos cuando miré hacia abajo y vi que

mi cuaderno estaba mojado.

—¡Oh, no! —grité, saltando para agarrar la toalla de la silla y secar el

cuaderno.

Las chicas se rieron y respondieron—: Parecía que necesitaban

refrescarse. —Luego hicieron su camino de regreso a la parte más profunda de

la piscina. Estaba preocupada tratando de secar mis pertenencias y mi

cuaderno de baile. Tenía más de treinta de mis bailes y no podía perderlos.

Travis se dio la vuelta para ayudarme a recoger mis cosas. —Lo siento

por eso —dijo, siendo completamente honesto—. ¿Tu cuaderno está

arruinado? —preguntó, notando que me encontraba desesperadamente

tratando de secarlo

49

—Está empapado.

—Lo siento. ¿Es importante, verdad? —Podía escuchar la preocupación

en su voz, y lo miré para ver que también se mostraba en su rostro.

—Sí —respondí, incapaz de ocultar mi tristeza. Empezaba a sentir las

lágrimas pinchar mis ojos, por lo que quise alejarme de la situación—. Voy a ir

al baño a probar con uno de los secadores.

Recogí mis cosas para salir y estaba dando vuelta hacia el baño cuando

sentí a Travis detenerme. —Paige, ¿puedo ayudarte? —Extendió una mano

para tocar mi brazo y nuestros ojos se encontraron. Sentí una lágrima resbalar

por mi mejilla, pero cuando vi la tierna expresión en el rostro de Travis

comencé a calmarme. Su bondad era como una poción mágica que me

tranquilizó.

—No, está bien. Iré a ver qué puedo hacer —dije, y luego hice mi

salida.

Pasé unos buenos veinte minutos tratando de secar el cuaderno debajo

de uno de los secadores para manos en el baño. Parecía que iba a estar bien.

Las páginas estaban un poco duras, pero ninguna de las escrituras se habían

chorreado, por lo que todavía podía leerlas todas. ¡Gracias a Dios!, pensé y

tomé el resto de mis pertenencias para irme.

Estaba a punto de abrir la puerta cuando Ashley entró corriendo. Mis

nervios explotaron en mi estómago cuando la vi, porque podía asegurar que

venía a darme más problemas. Ella estaba desesperada y podía ver el pánico

en sus ojos mientras corría a mi lado y se dirigía directamente a uno de los

baños. —¡No! —gritó, y al instante me preocupé de que algo anduviera mal.

—Ashley, ¿estás bien? —pregunté, tratando de ser amigable y

queriendo asegurarme de que ella estaba bien.

—No —espetó.

—¿Hay algo que pueda hacer? ¿Necesitas algo? —Quería ser de ayuda

pero no tenía idea de lo que iba mal.

—¿Tienes una toalla o algo? —preguntó a regañadientes desde detrás

de la puerta.

—Sí, ¿por qué?

—Me llegó el período y manché mi traje de baño. Por eso —gritó,

pagando claramente su frustración conmigo.

Al instante, me sentí mal por ella. Era la peor pesadilla de una chica ser

sorprendida sin protección y tener una mancha mostrándose a través de tu

ropa. —Mi toalla está empapada, así que tal vez no funcione. ¿Pero por qué no

50

tomas mi pareo? Es oscuro y simplemente puedes ponerlo alrededor de tu

cintura —propuse, dándole una opción diferente.

—¿Cómo voy a explicarle eso a todo el mundo? ¿Qué fui al baño y tú

me prestaste tu ropa? —Era evidente que no quería tener que llegar a

explicarle a sus amigos, pero no la podía culpar.

—Sólo diles que lo dejé en el baño y querías probártelo. Luego, puedes

decirles que irás a devolvérmelo, y en cambio vas a tu casa rodante a

cambiarte. No diré nada, lo prometo. ¿De acuerdo?

Ella tomó el pareo de mis manos y lo amarró a su cintura. Hizo el truco

y no había manera de que alguien se diera cuenta de la sangre. —Estás bien —

le aseguré, y luego tomé mis cosas para irme. Ella estaba mirando su reflejo

desde el espejo para asegurarse, y apenas me ofreció un gracias.

—No hay problema —dije, luego empujé la puerta del baño para irme—

. ¡Oh Dios mío! —grité mientras me tropezaba contra el pecho de alguien—.

Lo siento —escupí levantando los ojos para darme cuenta de que era Travis.

—No te preocupes. ¿Estás bien? —preguntó y me ayudo a encontrar el

equilibrio.

—Estoy bien.

—¿Cómo está el cuaderno? —Me encantaba su preocupación, y me

pregunté si él me había estado esperando todo el tiempo.

—¡Sobrevivió! —animé.

—!Bien! ¿Ashley está bien? —Oh, el debió haber notado su escape

apresurado hacia el baño y se había alarmado. Instantáneamente me sentí

tonta por haber pensado otra cosa. Sólo chequeaba a su novia, pensé, sintiendo

una punzada de celos.

—Ella está bien, sólo está usando el baño. Te veré por ahí, Travis —dije,

dándome la vuelta para hacer mi salida.

—Nos vemos, Paige.

51

6 Traducido por val_17

Corregido por Jezel07

Me pasé el resto de la tarde leyendo en el remolque y evité la escena

social. Ashley nunca se detuvo a devolver mi pareo, pero no me sorprendió.

Mis padres regresaron alrededor de las 5:30 e inmediatamente me informaron

de que nos íbamos a cenar con los Medlers. Teníamos que estar allí en una

hora, así que tuve que empezar a prepararme. De repente, me pregunté si

Travis iba a cenar con nosotros, o si eso significaba que estaría reemplazando a

su padre en la oficina.

—Esperemos, que tú y Travis tengan la oportunidad de hablar esta

noche, y llegar a conocerse mejor —dijo mi mamá, respondiendo a mi

pregunta no formulada.

—Así que, ¿quién dirige la oficina? —le pregunté, sólo por curiosidad.

—Es domingo. La tienda cierra a las 18:00. Lucille quería asegurarse de

que Travis podría unirse a nosotros, por lo que el padre de Scott estará de

guardia esta noche, por si alguien necesita algo —dijo, y yo me encontré al

instante aturdida ante la idea de pasar tiempo con él. Esa era probablemente

una mala cosa, ya que estaba segura de que su novia se vengaría más tarde.

Aún así, iba a asegurarme de lucir linda para la noche.

Me puse una mini falda blanca de encaje con volados, que dejaba ver

mis piernas, a la par con un top de encaje sin mangas, ajustado, de color rosa

claro, y añadí un collar de perlas largo. Tomé mi chaqueta de jean en caso de

que hiciera frío más tarde, y completé el atuendo con mis botas de gamuza

color canela.

—¡Te ves linda, cariño! —dijo mamá cuando salí de la casa rodante. Mis

padres estaban vestidos muy bien, así que no me sentí muy fuera de lugar.

Comenzamos nuestro paseo por la carretera y me di cuenta de que no

sabía dónde vivían los Medlers. No estaba segura de sí se quedaban en el

edificio principal, si tenían un remolque, o qué. Mis padres lideraron el camino

y me dijeron que estábamos buscando el campamento número uno. Cuando

finalmente lo encontramos, estaba sorprendida al ver que se trataba de una

casa rodante similar a la nuestra. Por alguna razón supuse que habrían estado

52

en la casa principal, o en algo más grande. Después de todo, ellos eran los

dueños. Pero la única diferencia entre los dos sitios era el hecho de que la suya

estaba llena de árboles que se encadenaban con luces blancas de Navidad. En

realidad le daba un ambiente hogareño, y lo hacía parecer como un pequeño

patio. Me reí ante la comprensión de que Travis tenía que dormir en el sofá

como yo. ¡Pobre hombre!

—¡Hola! Bienvenidos a nuestra casa de verano —dijo Lucille mientras

salía de la casa rodante y se acercaba a saludarnos.

Llevaba servilletas y utensilios en sus manos, pero se las arregló para

darme un abrazo. La mesa de picnic estaba ya cubierta con un mantel y los

platos distribuidos. A la izquierda de la mesa, en‖su‖‚patio‛, se encontraba un

pozo de fuego que tenía una chimenea encendida con un montón de sillas

colocadas alrededor de ella. Mi padre apareció de inmediato en una posición

en cuclillas junto al fuego, y Lucille le ofreció una cerveza. Luego nos sirvió a

mamá y a mí un poco de limonada mientras ayudamos a poner los utensilios y

servilletas en la mesa.

Barney y Travis todavía no habían salido, y ni siquiera estaba segura de

sí estaban en el interior.

—Entonces, ¿cómo fue tu día, Paige? ¿Fuiste a la fiesta en la piscina? —

preguntó Lucille y su pregunta transmitió que Travis no le había dicho nada.

—Tuve un buen día, y sí, fui a la fiesta por un rato. Fue divertido y

Travis fue muy hospitalario —mantuve mi respuesta simple y cortés, dejando

de lado todo el drama que tuvo lugar hacia el final.

De repente sentí manos agarrar mi cintura desde atrás, y escuche un

suave—: ¡Bú! — en mi oído. Grité, completamente sorprendida por la

aproximación de Travis y prácticamente salté en el aire. Había venido desde

los bosques detrás de mí, y nadie me había advertido sobre su presencia. Por

supuesto, todo el mundo se echó a reír ante mi reacción, y me volví para ver

Travis riendo también.

—Idiota —resoplé sarcásticamente y lo golpeé en el pecho. Me guiñó un

ojo y luego liberó sus manos de mi cadera. La pérdida del contacto envió un

escalofrío por mi espalda y me di cuenta de lo coqueta que habían sido sus

acciones.

—¡Te tengo! —dijo mientras se acercó a saludar a mis padres: beso la

mejilla de mi madre y estrecho la mano de papá. Tuve la oportunidad de

observar su cuerpo en aquellos vaqueros rotos de corte bajo y su camiseta

negra. Su pelo seguía un poco húmedo por lo que estaba más levantado, ¡pero

se veía bien!

53

Un auto se detuvo en la unidad unos momentos más tarde, y Barney

saltó con un par de cajas de pizza.

—La cena está servida —gritó mientras se dirigía a la mesa. Saludó a

todos y luego se sentó con mi padre en el fuego, mientras Lucille y mamá

terminaban de poner las ensaladas y aderezos.

—Hospitalario, ¿eh? —dijo Travis, viniendo a mi lado para charlar,

obviamente, habiendo escuchado el comentario que le había hecho a su madre.

—Sep. Se aseguró de que todo el mundo tuviera su helado —me reí.

—Sí, también fui la causa de que te empaparan. Lo siento por eso.

Ashley puede ser molesta a veces —su comentario sobre Ashley carecía de

cariño, me dejó curiosa. Estaba desesperada por saber si salían o no, pero no

quería sonar demasiado propuesta preguntando.

—No te preocupes por eso. No creo que le guste, sin embargo —fracasé

en mi intento de encontrarme ilesa de su tratamiento, y me arrepentí de

inmediato de mi comentario.

—No le gusta el hecho de que eres hermosa —el tono de Travis se oía

casual, pero era el cumplido más dulce que jamás había recibido.

—Chicos, ¿están listos para comer? —preguntó Barney, que venía detrás

de nosotros poniendo sus brazos sobre nuestros hombros.

—Sep, me muero de hambre —dijo Travis, luego se volvió a darme un

guiño y una sonrisa. A medida que nos dirigimos hacia la mesa, sentí su mano

presionar sobre la parte baja de mi espalda mientras me guiaba a mi asiento.

—Gracias —le dije mientras se sentaba frente a mí. El contacto suave me

dejó con ganas de más, y me preocupaba estar desarrollando sentimientos por

alguien que era intocable.

Pasamos la mayor parte de la cena hablando de Travis y de mí, rumbo a

Columbia en el otoño. Nuestros padres estaban discutiendo los temas

educativos y dándonos recomendaciones de programación, mientras nuestras

madres corrían sobre todas sus preocupaciones e inquietudes de vivir solos

por primera vez. Estaba claro que a Lucille se le haría difícil adaptarse al hecho

de que su único hijo se iría a la universidad y dejaría el nido. Estaba feliz de

que nuestras madres tuvieran ese verano para ayudarse mutuamente a

enfrentar la realidad.

Travis y yo nos sentamos, interponiéndonos y contestando las

preguntas de todos. Durante toda la comida, no pude dejar de robarle miradas.

Cada vez me gustaba más verlo. Encontré sus ojos en mí todo el tiempo, y su

sonrisa torcida como si hubiera sido atrapado con la mano en el tarro de

caramelos. Era adorable y me hacía sentir mariposas alrededor del estómago.

54

Era obvio que nuestros padres habían conectado realmente, porque ya

se reían de bromas y tenían mucho de qué hablar.

—Así que Paige, tus padres nos contaron sobre Pri*Tee Pixies hoy.

Impresionante es un eufemismo. Es increíble lo que alguien de tu edad ha sido

capaz de lograr. Debes estar muy orgullosa de ti misma —dijo Barney, y

Lucille asintió con la cabeza. El comentario estalló a través de nuestro silencio

comiéndome con los ojos, y mis mejillas ardían de vergüenza al darme cuenta

de que Travis y yo habíamos estado mirándonos fijamente.

—Gracias, me siento afortunada de poder hacerlo, y por todo el apoyo

que ha brindado a la comunidad —le dije y luego miré hacia atrás para ver la

expresión confundida de Travis.

—Travis —dijo Lucille, llamando su atención—, ¿te ha dicho Paige que

comenzó una organización hace unos años con el fin de apoyar a las familias

necesitadas y con hambre? Ella hace eventos y bailes recaudando dinero para

la caridad y ha logrado juntar más de unos pocos millones de dólares —la

breve explicación de Lucille capturó la esencia de mi organización, por lo que

ahora Travis tenía un indicio a mi vida como Pixie7.

—Guau, Paige, eso es increíble. ¿Así que es por eso que bailas? —me

preguntó y parecía estar dándose cuenta de todo.

—Sí, vamos a realizar el próximo evento durante el Día del Trabajo. Por

lo general es uno de nuestros más grandes desvíos. Así que, tengo que trabajar

en el baile mientras esté aquí este verano —le respondí y miré sus ojos. Se veía

sumido en sus pensamientos, y me hubiera gustado saber lo que estaba

pensando.

—¿Tienes otros bailarines, Paige? —preguntó Lucille, llamando mi

atención hacia los adultos.

—Sí, mi mejor amiga Tracey y yo somos las conductoras, pero tenemos

un grupo de diez chicos y chicas que tienen que sacar un número diferente —

le contesté, y volví a mirar a Travis.

—Entonces, ¿cómo vas a prepararte para el baile mientras estés aquí? —

Lucille parecía realmente interesada y quería conocer los detalles.

—Bueno, por lo general escribo todos los movimientos y luego hago un

video de toda la danza. Tracey está le enseñará al grupo, y luego todos ellos

serán capaces de ver el video en línea para la práctica.

—Vaya, la tecnología moderna —dijo Barney, meneando la cabeza con

asombro.

—Sí, les resultará más fácil, eso es seguro —estuve de acuerdo.

7 Pixie: Duendecillo.

55

Después de la cena, cuando estuvo todo limpio, nos sentamos alrededor

del fuego para asar malvaviscos como postre. Travis hizo alarde de su técnica

para conseguir un malvavisco tostado perfectamente.

—¡Este es para ti! Perfectamente marrón dorado —dijo,

entregándomelo. Me tomó un bocado e inmediatamente asentí con aprobación.

Travis continuó haciéndolo por mí. Traté de devolverle el favor, y terminé

dándole un malvavisco totalmente calcinado.

—Guau, eso se ve delicioso —bromeó, mirándolo desde todos los

ángulos.

—¿No vas a por lo menos intentarlo? No quieres insultar al cocinero —

lo presioné. Se lo metió en la boca y luego mi madre se echó a reír.

—Lo siento, Travis, es mi culpa. ¡Heredó mis habilidades culinarias!

Todos nos reímos y bromeamos, y no podía creer lo cómoda que estaba

con él y su familia. Era como si nos conociéramos desde hace años. Finalmente,

llegó el punto donde tenía que usar el baño porque había bebido mucha

limonada. Barney estaba en la casa rodante, tomándose su tiempo, así que me

excusé del grupo para ir al edificio principal.

— Te acompaño otra vez —dijo Travis, agarrando una linterna para

mostrarme el camino.

—Gracias —le dije, encantada por su oferta. Toda la noche había estado

nerviosa por las mariposas y el hormigueo de todos sus coqueteos, pero aún

así tenía que saber si estaba tomado. Los chicos tienen una tendencia a

coquetear sin importar nada, así que no estaba leyendo nada en él.

—¿Así que es por eso que tu padre te llama Pixie, debido a tu

organización? —preguntó Travis cuando caminábamos en la oscuridad.

—No, es al revés. Mi papá siempre me ha llamado su pequeño Pixie,

porque dijo que cuando entré en su vida, la llené de magia por todas partes. Es

lo que quería hacer con la caridad, espolvorear la magia a su alrededor para

ayudar a las personas, por‖lo‖que‖sólo‖funcionaba…‖—le aclaré. Nunca le había

dicho a nadie más que a Tracey mi razón del nombre antes—. Somos Pri * Tee

Pixies, porque usamos nuestras iniciales de Paige Rice y Tracey Eemer. No lo

pusimos en vano —añadí para que no se piense que éramos sólo dos niñas

desagradables pensando que lo éramos todo.

—Bueno, se adapta. Eres linda, Paige —Travis me felicitó por mi

aspecto por segunda vez en la noche y me sonrojé. Afortunadamente, estaba

demasiado oscuro para que lo viera bien.

Me esperó fuera del baño, así podíamos caminar de nuevo juntos, me

pareció muy considerado.

56

—¿Ashley te devolvió tu pareo? —me preguntó, sorprendiéndome

cuando salí del baño.

—No, ¿lo encontró? —Traté de mantener la ignorancia para que no se

enterara de su secreto.

—Sé lo que pasó, Paige, y lo que le diste. Me preguntaba si ella te lo

había devuelto.

No entendía cómo podía saberlo a menos que Ashley le hubiera dicho, y

dudaba que fuera a decirle a alguien que no sea su mejor amigo o su novio.

Eso demostraba que era su novio, lo que pensaba, y la confirmación me dejó

más que decepcionada. No estaba muy sorprendida de que estuviera tomado,

porque realmente era un tipo increíble.

—No avergüences a tu novia, ya fue lo suficientemente humillante.

Puede mantener el pareo si quiere —le dije, asegurándome de que no se

enojara con ella por no devolvérmelo. Travis se detuvo justo en frente de mí.

—Ashley NO es mi novia, Paige —la voz de Travis se puso seria y

parecía como si estuviera tratando firmemente de verse así.

—Oh. Entonces, ¿cómo lo sabes? —le pregunté.

—Las escuche a las dos en el cuarto de baño. Cuando la vi entrar, quería

asegurarme de que ella no fuera a sacar nada más de sus trucos. Así que

escuché por la ventana de atrás —su admisión hace que me derrita y estaba

encantada de saber que se había preocupado por mí.

—Oh —dije, es el único que podía reunir—. Bueno, no digas nada, ¿de

acuerdo? Va a devolverlo, y si no lo hace, no estoy preocupada.

—Eres dulce, Paige.

Travis se inclinó y me dio un suave beso en mi mejilla. La sensación

envió un hormigueo por todo mi cuerpo, era tan inocente y sin embargo, la

expresión de su rostro me hizo recalentarme. Ahora que sabía que estaba solo,

esperaba que todas sus acciones a lo largo de la noche significaran que él

estaba interesado en mí. Decidí en ese momento que iba a tener que

intensificar mis coqueteos, ahora que sabía que no estaba infringiendo en

territorio de nadie, y ver qué pasaba.

Hicimos nuestro camino de regreso a su casa y nuestros padres ya se

deseaban las buenas noches. Travis y yo hicimos las rondas, al igual que

nuestros padres, y luego se volvió a mi lado.

—¿Así que vas a estar aquí mañana, o vas a salir con tus padres? —me

preguntó, de pie con las manos en los bolsillos, dándome la sonrisa más

adorable.

57

—No lo sé. No hemos hecho planes todavía, pero no estoy segura. —

Quería dejarlo abierto porque tenía muchas ganas de pasar algún tiempo con

él, pero no estaba segura de lo que mis padres habían planeado.

—Bueno, estoy trabajando en la mañana, pero tengo la esperanza de

verte por aquí después de eso —dijo, mordiéndose el labio inferior. La acción

me dio ganas de besarlo y, posiblemente, morderle los labios también.

Rápidamente tuve que quitar esos pensamientos, debido a que nuestros

padres estaban presentes y podrían no apreciar que hiciera eso.

—¡Espero que sí! —le dije, volviendo a salir con mis padres. No pude

resistirme a mirar atrás una vez más, sólo para darle un guiño y una sonrisa,

que regresó con la misma sensualidad.

En nuestro camino de regreso al campamento, me sentía mareada sobre

cómo fueron las cosas con Travis, y no podía dejar de repetir todos los eventos

de la noche en mi mente. Realmente era un tipo increíble y sin duda estaba

desarrollando un flechazo por él. ¡Uno grande! Pensé, disfrutando en silencio

de la noche y el aire fresco. Mamá y papá estaban haciendo una repetición de

la noche entre ellos, expresando lo mucho que le gustaron los Medlers y, ¡no

podría estar más de acuerdo!

58

7 Traducido por SomerholicSwiftie & CoralDone

Corregido por Cami G.

Mis padres habían reanudado sus tareas la mañana siguiente; papá en

su computadora en la mesa de picnic, y mi mamá sentada leyendo un libro.

Pidieron un día de baja intensidad debido a que habíamos tenido una larga

noche y todo el aire fresco iba hacia ellos. Decidí que sería un buen momento

para trabajar en mi danza y, con suerte, enviarle algunos movimientos a

Tracey mas tarde. Sabía que Travis estaba trabajando, y aparte de mi

esperanza de verlo, no tenía nada mejor que hacer con mi día.

Me vestí en mi bikini rosa claro, me puse unos pantalones cortos de

jeans con una camiseta cuello V encima, y salí con una bolsa con todo lo que

necesitaba para mi mañana. Mientras caminaba por el sendero de tierra para

llegar a la ruta del lago, vi a Travis y a su padre conducir hacia mí en el carrito

de golf. La parte posterior estaba llena de leña, así que supuse que estaban

haciendo entregas.

—¡Buenos días, Paige! —me saludó Barney, deteniéndose.

—¡Hola! —se hizo eco Travis, parecía feliz de verme así.

—Hola —le dije, sin poder evitar la sonrisa que apareció en mi rostro, al

solo verlo.

Llegué hasta estar junto a Travis en el carro y admiré su buena

apariencia. Su barba mañanera daba ganas de desmayarse, y todo en mí quería

extender la mano y tocarlo.

—¿A dónde te diriges? —preguntó Barney. Metí la cabeza debajo de su

parte superior para poder mirarlo a los ojos y responder, y me encontré

apoyada en la pierna de Travis.

—Voy a bajar a la playa por un rato —le dije, y luego sentí la mano de

Travis discretamente rozar mi lado. El contacto envió un hormigueo por todo

mi cuerpo, y deseé más. Fue increíble cómo, después de una noche, habíamos

llegado a un nuevo nivel de coquetear y me sentía mucho más cerca de él.

—Bueno, disfruta del hermoso día —dijo Barney.

—Te veré cuando termine —agregó Travis, y me dio una sonrisa

59

adorable que mantenía una promesa. Quitaron el carro y crucé la carretera al

mismo tiempo que reproducía todos los detalles de la interacción en mi mente.

Era claro que había una atracción mutua entre Travis y yo, y estaba ansiosa

por ver a dónde conduciría.

Comencé a practicar los pasos de baile que había hecho el día anterior,

cuando escuché un fuerte sonido en el lago, alrededor de la curva arbolada.

Me detuve a ver lo que era, y, después de unos segundos, vi a Travis conducir

hacia la playa en una moto acuática. Pensé que estaba trabajando. ¿Cómo había

llegado hasta aquí tan rápido? Me pregunté, haciendo mi camino hacia él.

—¡Oye! ¿Quieres ir a dar un paseo? —preguntó, el entusiasmo brillando

en sus ojos.

—¡Sí! Pero pensé que estabas trabajando —le dije, subiendo en el asiento

detrás de él.

—Mi papá me dijo que podía hacerse cargo del resto de las entregas,

por lo que me dio la mañana libre. Sin embargo, tengo que trabajar esta tarde.

Entonces, ¿puedo llevarte a un recorrido por el lago? —parecía que Travis

había venido intencionalmente a pasar tiempo conmigo, y me encantaba el

hecho.

—¡Por supuesto! —declaré, poniendo mis brazos alrededor de su

cintura para sostenerme. No iba a ser tímida, y definitivamente quería tener

una idea de su cuerpo.

—¡No me sueltes! ¿De acuerdo? —dijo, acelerando el motor, listo para

arrancar.

—¡No lo haré! —En realidad, eso era lo último que quería.

Travis arrancó, mojándonos con agua. Casi no había otros botes, así que

prácticamente teníamos todo el lago para nosotros; podíamos ir tan rápido

como quisiéramos. Él se estaba mostrando y yo me divertía mucho. Era

totalmente relajante y calmante sentir el aire en contra de nosotros, y no podía

evitar la sonrisa tonta pegada a mi cara todo el tiempo. También estaba

disfrutando de la sensación de Travis en mis brazos, y no quería que el

momento terminara.

Finalmente, después de estar conduciendo por todo el lugar, Travis

desaceleró hacia una ensenada en el lado norte del lago, y apagó el motor. La

zona era tranquila y apartada, sin nada más que árboles que nos rodeara. Era

tan tranquilo y parecía que no había nadie alrededor por millas. Travis se

movió delante de mí y se volvió de modo que estábamos uno enfrente del otro

en el asiento. Todavía estaba sorprendida de lo cómoda que me sentía con él.

No había ninguna bola de nervios en mi estómago, sólo pequeñas mariposas

volando alrededor, preguntándose qué vendría después.

60

—Entonces, ¿te pareció divertido? —preguntó, y me dio una sonrisa tan

sexy que casi salto en el acto. El chico era caliente y sin duda sabía lo que

estaba haciendo.

—¡Ha sido fantástico! Así que, ¿vas a dejarme conducir ahora? —

bromeé, probando para ver su reacción.

—Tal vez —dijo en broma, y me dio un pequeño guiño.

—¿Tal vez? —pregunté enseguida para averiguar su estipulación.

—Tienes que decirme algo más sobre ti, primero, y luego voy a dejar

que conduzcas.

—Oh, ya veo. ¿Qué te gustaría saber? —sonreí, siguiéndole el juego.

—Dime todo. Sólo quiero aprender más acerca de ti, Paige —dijo,

inclinándose hacia adelante y poniendo sus manos sobre mis rodillas.

—Tú me preguntaste. ¿Algo en específico que quieras saber? —estaba

tan distraída por su toque que no sabía por dónde empezar.

—Dime lo que te hizo iniciar la Organización Pri*Tee Pixies.

Pensé en ello durante un segundo antes de hablar, porque esa parte de

mi vida siempre había sido muy personal. Aparte de Tracey y mis padres, no

estaba tan segura de que alguien más supiera lo que me hizo querer iniciarme

en la caridad. Por alguna razón sentí que podía ser honesta con Travis y él no

iba a juzgarlo, él entendería. Realmente tenía este miedo de ser etiquetada

como una pordiosera, pero por alguna razón sentía que Travis simplemente lo

entendería.

—Es algo que se remonta a cuando era pequeña. Mi padre siempre ha

querido mantenerme castigada, no importa lo ricos que éramos o donde

vivíamos. Por lo tanto, me dio algunas opciones diferentes sobre cómo podía

ofrecer mi tiempo en las tardes de domingo. Decidí trabajar en el comedor de

la ciudad porque pensé que podría ser la más fácil de todas mis opciones. Yo

era joven e ingenua en el momento —añadí sólo para que Travis no juzgara el

motivo de mi decisión—. Bueno, después de un tiempo, llegué a conocer

algunas personas y me di cuenta de que es una lucha que muchos enfrentan.

Pero no importaba lo difícil que eran sus vidas, ellos siempre se las arreglaban

para decir gracias y mostrar su aprecio. Algunos incluso venían a contarme

chistes, luego decían que era su manera de pagarme por mi bondad. Tocó mi

corazón estar ahí, y siempre esperaba los domingos por la tarde. De todos

modos, un domingo por la noche, mis amigos y yo nos reunimos en un

restaurante después de regresar desde la ciudad. Era un lugar bastante caro,

que me hizo sentir culpable, así que terminé ordenando sopa. Mis amigos, en

cambio, ordenaron filetes, atún, y otros platos caros. —Travis me observaba

atentamente mientras hablaba, y pude ver sus ojos cambiantes entre los míos y

61

mi boca. Me hizo pasar instintivamente la lengua por mi labio inferior, lo que

hizo apretar la piel bajo sus manos. Mi deseo era conseguir lo mejor de mí, así

que tenía que concentrarme en lo que estaba diciendo—. Todo el mundo

obtenía su comida y no estoy bromeando, todos y cada uno de ellos tenía un

problema con algo de comer, y se quejaban todo el tiempo. Fue increíble ver

cómo un poco de patata quemada podría molestar a alguien, o el hecho de que

no había tomates cherry, en lugar de tomates reliquia en la ensalada. Toda la

escena era escalofriante. Acababa de ver un montón de gente llorar de gratitud

por un poco de caldo suave, y mis amigos estaban quisquillosos sobre los

tomates. No es que mis amigos fueran malas personas, pero se convirtieron en

una experiencia reveladora para mí. Así que decidí, después de esa noche, que

a pesar de que no podía cambiar los caminos de todo el mundo y hacerles ver

la luz, podría llegar a donar, lo que luego podría ser utilizado para ayudar a

otras personas que realmente lo necesitaban. Así nació Pri*Tee Pixies. He

combinado mi pasión por el baile con mi amor por ayudar a la gente, y

comenzamos a realizar eventos con boleto donde todos los ingresos vayan a la

caridad. Y, tres años más tarde, nos hemos convertido en algo increíble. Pero,

por supuesto, no podría haberlo hecho sin mi mejor amiga, Tracey. Ella es mi

cómplice en todo esto.

Travis todavía no tenía algo que decir, pero seguía mirándome

directamente a los ojos con una mirada de asombro en su rostro. —Paige, eso

es…‖No‖sé‖ni‖qué‖decir.‖Eres‖simplemente‖increíble.‖Eso‖es…‖increíble‖—dijo, y

me sentí como si fuera a pensar que era la Madre Teresa.

—Tengo que ser honesta, me sigue gustando mi Gucci y mi Prada, y me

han conocido totalmente por malgastar el dinero en ropa. Por lo tanto, no soy

tan santa —añadí sólo para que se diera cuenta de que no era perfecta.

—¡Oye! Todo el mundo tiene permitido sentirse culpable. No puedes

golpearte por eso. Además, no conozco a mucha gente de nuestra edad que se

preocupe por hacer una diferencia para los demás, así que diría que merece la

Prada —Travis podía ver lo importante que era mi trabajo y apreciaba mis

esfuerzos. Mi ex novio me dijo que debería dejar de preocuparme por los

demás y disfrutar de ser una adolescente, por lo que la respuesta de Travis

hizo que mi corazón latiera más rápido.

—¿Y qué hay de ti? ¿Cómo fue crecer en Burlington y pasar tus veranos

aquí? —le pregunté, desviando la atención, que ahora estaba en él. Sabía que

mis mejillas ardían, así que quería estar fuera del centro de atención.

—Estaba bien. Mi papá es el cirujano de la ciudad, por lo que siempre he

tenido una gran cantidad de atención. Crecí en una casa grande, en la parte

arrogante de la ciudad, y todo el mundo parecía saber quiénes éramos. El tipo

de atención llegó a mí después de un rato, así que empecé a rebelarme, como

un adolescente típico, supongo. Fue entonces cuando me fui y conseguí trabajo

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en el Coffee House, en lugar de una pasantía en la oficina de mi padre. Algo en

mí tenía que romperse un poco, a veces. Quería encontrar mi propia identidad

lejos de mi familia. Estoy agradecido de haberlo hecho, es donde conocí a la

mayoría de mis amigos más cercanos. —Travis estaba siendo tan abierto que

me sentí cómoda pidiéndole más sobre su vida.

—¿Cómo lo tomó tu padre? —pregunté, curiosa por saber si su decisión

en aquel momento había provocado una ruptura en la familia.

—Mis padres no estaban contentos, porque poco después de que

empecé a trabajar allí comencé a hacerme tatuajes. Creo que mi madre se ha

dado cuenta de que no encajo en la imagen de "niño rico" y siempre han sido

un poco más duros alrededor de los bordes. Así que, ella está bien con eso

ahora, pero le tomó un poco de tiempo acostumbrarse, porque cuando era más

joven yo era un completo estereotipo.

—¿En serio? —dije, sorprendida por su admisión.

—Oh sí, he jugado fútbol americano y al fútbol normal, siempre tuve

una apariencia impecable, y asistía a todos los eventos de la ciudad —se rió de

eso, y de repente me sentí un poco nerviosa sabiendo que caía en la categoría

de muy buen gusto—. El trabajo me dio independencia, responsabilidad, y los

tatuajes en mi cuerpo me han permitido expresarme.

Su sinceridad era refrescante, y me alegré de que estuviera siendo él

mismo y no tratando de impresionarme.

—De todos modos, después de un rato, me uní a un equipo de remo,

consiguiendo una gran medalla en eso. Así que, aunque no era el mariscal de

campo estrella, mis padres estaban contentos de que estuviera involucrado en

algún tipo de deporte organizado de nuevo, y no gastando mis días con el

skate o tomando drogas.

—Oh, ¿así que vas a unirte al equipo de Columbia? He oído que tienen

uno excelente. —No podía dejar de interrumpir, su comentario despertó mi

interés. Había pensado en convertirme en timonel, así que tenía mucha

curiosidad por saber si él estaba considerándolo.

—Sí, creo que sí. He investigado un poco, y probablemente lo haga —

dijo, asintiendo con la cabeza.

Todo lo que aprendía sobre Travis estaba haciendo que me enamorara

más y más de él. A pesar de que venía de una familia rica, estaba decidido a

ser él mismo y no dejar que la sociedad dictara quién debía ser. Me parecía que

teníamos eso en común, y no pude evitar sonreír.

—Entonces, ¿qué quieren decir tus tatuajes? —pregunté, muriendo por

tener una mirada más cercana, y poder comprender cada símbolo. Travis se

vio emocionado con mi pregunta e inmediatamente se quitó la camisa.

63

¡Gracias!, animé silenciosamente, incapaz de detener mis pensamientos

inapropiados, mirando su maravilloso cuerpo. Travis comenzó con

impaciencia su explicación, señalando los diferentes símbolos, y podía decir

que ellos realmente significaban mucho para él.

—Así como puedes ver, este es el agua, y se extiende alrededor de estos

diferentes símbolos chinos. Este —dijo señalando el símbolo de su muñeca—

representa la vida; este —dijo moviéndose hacia su antebrazo— representa el

coraje. Este significa fuerza —se movió un poco más allá y apuntó al que

acunaba sus increíbles bíceps. Su dedo se deslizó hacia su hombro y seguí la

línea del músculo, ansiando trazar el camino que tomó con mi boca—. Este

representa a los árboles —hizo un gesto a nuestro alrededor y pude ver la

belleza en ella y entender su importancia sin necesidad de mayores

explicaciones—. Básicamente es con fuerza y coraje que pretendo enfrentarme

a la vida y a todo lo que tiene para ofrecerme. He tenido que romper con las

expectativas, por lo tanto, ambas me han ayudado a encontrar mi propio

camino. —Admiraba su honestidad, y me encontré pasando mis dedos por los

dos símbolos. Me miró mientras lo hacía. Sentía su cuerpo calentarse con mi

toque, pero mantuve mi concentración en el tatuaje, estudiando los detalles,

sabiendo que mis mejillas estaban delatando mis sentimientos.

—Entonces, vamos a ver, este representa la familia —dijo señalando al

de la derecha de su corazón; noté su colocación—. El cual es obviamente

porque mis padres significan mucho para mí y estoy agradecido por todo lo

que han hecho y me han dado. No siempre las cosas fueron fáciles, pero ellos

jamás se alejaron de mí. Por lo tanto, los sostengo cerca de mi corazón. —Me

derretí con su comentario y dejé a mi mano vagar sobre su pecho, tocando el

símbolo y admirando el significado del mismo. Esta vez se movió más cerca y

deslizó sus manos más alto para descansarlas en los lados de mis muslos. Mis

piernas se envolvieron al instante, con la piel de gallina, y mis entrañas se

encendieron.

—Este, a la izquierda de mi corazón —dijo, tomando mi mano y

deslizándola hacia el otro símbolo—, representa al amor, el cual espero

encontrar. —Levanté la cabeza y nuestros ojos se encontraron. Algo en mi

interior gritaba que quería ser su amor, y estaba sorprendida por lo rápido que

me podía encontrar a mí misma enamorándome de un chico.

Apresuradamente, aparté el pensamiento y rompí la mirada.

—Entonces, ¿qué pasa con el agua? ¿Qué significa para ti? —pregunté,

remolineando mis dedos alrededor de las olas que rodeaban todos los demás

símbolos, haciendo mi camino a través de su pecho y debajo de su brazo. Su

piel estaba caliente, y lo sentí apretando el lado de mis piernas mientras yo

frotaba suavemente su piel.

Le tomó un segundo, pero finalmente habló. —Me encuentro más en

64

paz cuando estoy en el agua; es tan tranquilo aquí afuera, así que de alguna

manera el agua siempre envuelve mi vida.

Terminó y me quedé sin habla. Estaba fascinada por todo; los tatuajes

de Travis, su explicación de lo que significaban, el hecho de que tenía un

corazón muy cálido y quería encontrar el amor, y que no era sólo un rico idiota

que no se preocupaba por el mundo que lo rodeaba.

En su lugar, había hecho de la familia, la vida y el amor una prioridad.

—Entonces, ¿qué piensas? —preguntó, interrumpiendo mi ensoñación

silenciosa.

—Creo que son hermosos. Espero que no venga a ser tan castrante, pero

pienso que lo que representan es verdaderamente hermoso —dije, mirando

por encima de todos los símbolos de nuevo. Lentamente llevé mis ojos arriba

de nuevo y me encontré con su mirada. La energía entre nosotros estaba

electrificada, y podía sentir algo profundo fabricándose en ambos extremos,

solamente no iba a ser yo quien diera el primer paso.

—Así que, ¿alguna vez vas a conseguir uno? —preguntó, dándome una

sonrisa entrañable.

—Umm…‖ De‖ hecho,‖ tengo‖ uno,‖ pero‖ nadie‖ lo‖ sabe,‖ a‖ excepción‖ de‖

Tracey; así que no tienes permitido decírselo a nadie, ¿de acuerdo?

—¿Qué? ¿En serio? —casi gritó de sorpresa, y la expresión de su rostro

intentaba igualar su tono.

—Sí —le dije en voz baja, asintiendo con la cabeza.

—¿Dónde?

Una vez más me encontré queriendo compartir todos mis secretos con

Travis, así que le dije—: Es aquí —señalando mi cadera.

—Vaya, ¿de verdad? —preguntó de nuevo, sonando como si dudara del

hecho.

—Sí, de verdad —insistí.

—Así que, ¿es un pequeño corazón o algo así?, porque te vi en ese bikini

ayer y no había mucho cubierto. No es que me importara —bromeó,

meneando las cejas hacia mí.

—Oye —grité, y golpeé su pecho juguetonamente—. Estaba tapada, mi

tatuaje puede ser pequeño, pero algunas de las mejores cosas en la vida vienen

en paquetes chicos —le dije, sonriendo con mi barbilla muy alta en el aire,

orgullosa de mi replica.

—Eso es muy cierto —dijo, dándome un guiño—. Así que, ¿no es un

corazón?

65

—No, es un duende —dije finalmente.

—¿Puedo verlo? —preguntó inmediatamente, mirando hacia abajo con

nostalgia, hacia mi cadera cubierta.

—Tal vez —le respondí tímidamente.

—¿Tal vez? —repitió con mi mismo tono de antes y con ganas de

escuchar la estipulación.

—Si me dejas conducir esto, entonces te lo voy a mostrar —dije con

dulzura.

—Trato. Pero hay una última cosa que quiero saber de ti por ahora —

dijo, su voz sonando muy seria.

—¿Qué cosa? —le pregunté con curiosidad.

—¿Tienes novio? —Inmediatamente sonreí a su pregunta y luego me

incliné hacia delante para susurrar mi respuesta en su oído.

—No —dije, rozando mi labio contra su lóbulo y moviéndome

alrededor de él para asumir el puesto de conducción.

Travis sonrió en respuesta y amablemente se deslizó de vuelta en su

asiento, permitiéndome tomar el control. Una vez ubicada envolvió sus brazos

en mi cintura con fuerza y se apoyó en mí. Al instante sentí que su cuerpo

había reaccionado de la misma forma que el mío, porque su estado caliente

estaba presionado largo y duro contra mi espalda baja. Un escalofrió me

recorrió, y piel de gallina envolvió mis brazos. Era obvio que los dos nos

queríamos el uno al otro, y que nos estábamos resistiendo a los mismos deseos.

Conduje alrededor del lago por un rato mientras decidía que Travis

había esperado lo suficiente, y que ya era hora de revelarle mi tatuaje.

Desacelerando la moto acuática para una parada, la apagué en el medio del

agua. Me puse de pie con cuidado y di la vuelta tratando de mantener mi

equilibrio. Travis apoyó sus manos en mis caderas, así no iba a caer. Sin decir

una palabra, empecé a desabotonar mis pantalones cortos y luego ligeramente

los bajé hasta la cintura, de forma que pudiera conseguir acceso a la parte

inferior de mi bikini. Travis me miraba con lujuria escrita en su rostro y mi

cuerpo se quemó hasta las entrañas. Poco a poco me bajé la parte superior del

material mientras miraba la expresión de Travis cuando revelé mi duende. Se

mordió el labio mientras se inclinaba más cerca para leer las letras cayendo de

la varita.

—Inspire —susurró, y yo podía ver el fuego en sus ojos. Asentí, incapaz

de hablar. Luego, lo sentí impulsándome hacia abajo en el asiento con sus

manos.

Nuestras miradas se cruzaron y se quemaron una a la otra con deseo,

66

mientras la corriente entre nosotros se cargaba. En silencio lo atraje para que

me besara y sin dudarlo su boca estaba presionando la mía, sus labios eran

cálidos y suaves, y fácilmente caímos en un ritmo. No había ninguna

incomodidad con el beso, lo que causó que mis nervios se derritieran, siendo

remplazados por una necesidad lujuriosa. Mientras nuestras lenguas

comenzaban a deslizarse suavemente juntas y exploraban los sentidos de cada

uno, sentí sus manos correr por mi espalda, haciendo su camino hacia la base

de mi cuello, tirando de mí hacia adelante para profundizar aún más el beso.

La intensidad de nuestras lenguas ahora empujando juntas lo hizo gemir, y eso

a su vez envió electricidad a través de mis venas. Me encontré a mí misma

necesitando estar más cerca, así que agarré la base de su cuello, haciendo que

nuestros pechos chocaran. Su boca continúo explorando la mía por otro

minuto antes de apartarse. Fruncí el ceño internamente por la pérdida de

contacto, pero tomé el segundo para recuperar mi aliento y calmar los latidos

de mi corazón.

—¡Vaya! Tú definitivamente me inspiraste —susurró, apoyando su

frente en la mía. Se inclinó hacia delante para colocar otro suave beso en mis

labios y luego se retiró de nuevo—. Lo siento, no estoy siendo más un

caballero, pero he estado queriendo hacer eso desde que te vi esta mañana. En

realidad, retiro lo dicho, desde anoche.

Me reí ante el comentario de Travis y luego me incliné para besarlo de

nuevo. Yo también había estado esperando por un beso desde la noche

anterior.

—¿Quieres ir a una caminata conmigo? —preguntó, alejándose para

mirarme a los ojos. Su pregunta me agarró con la guardia baja porque mi

mente estaba puramente en otros lugares, pero pensé que ya que la energía

entre nosotros era demasiado fuerte para resistir, probablemente era mejor si

encontramos una actividad real para llenar nuestro tiempo. De lo contrario,

seguramente nos encontraríamos a nosotros mismos con los labios bloqueados

durante toda la tarde.

—Sí —le respondí.

—Bien, ¿nos conducirías a ese lado? —dijo, señalando una zona de la

playa, directamente enfrente de nosotros.

—Seguro —estuve de acuerdo, emocionada porque todavía seguiría en

el asiento del conductor.

Me puse de pie para dar la vuelta y me situé de nuevo en el asiento de

la manera correcta. Mientras encendía el motor, Travis envolvió sus brazos a

mi alrededor y esta vez intencionalmente presionó su cuerpo contra el mío. Me

di cuenta de que quería que yo supiera el efecto que tenía en él, y amé saberlo.

Besó mi cuello y me derretí—. Bien, mejor me detengo. Cuando quieras —dijo.

67

Nos llevé a la costa y aparqué en la playa.

Pasamos el resto de la tarde caminando y hablando acerca de todo. Era

increíble lo fácil que resultaba hablar con Travis. Me encontré a mi misma

diciéndole todos los detalles de mi vida; cómo fue crecer en East Hampton,

quiénes eran mi amigos, todas mis cosas favoritas, incluso compartí algunos

momentos embarazosos y hablé acerca de mis sueños futuros. Era un buen

oyente y mostró interés en todo.

Cuando Travis se volvió a poner en el foco de atención aprendí acerca

de sus amigos y cómo Scott era realmente como un hermano para él. Me habló

de sus lugares favoritos, de lo que era pasar sus veranos en el campamento, y

también compartió su aspiración de convertirse en un arquitecto y diseñar

casas en el agua. Su sueño era encapsular el medio ambiente en sus diseños y

armonizar cada casa con su entorno. También habló de sus esperanzas de

tener una familia y de querer niños con los cuales hacer rafting. Todas sus

admisiones eran dulces y me encontré, con cada una de ellas, enamorándome

un poco más fuerte de él.

Hablamos todo el tiempo y ni una vez nos encontramos en un

incómodo silencio. Convenientemente, sin embargo, ambos dejamos fuera los

detalles acerca de las ex relaciones y nuestras vidas amorosas a través del

tiempo. Estaba agradecida, siendo nuestra primera cita, no quería asustarlo al

revelar mis dos años de enamoramiento por Jared. Estaba preocupada de que

Travis pensara que estaba fuera de sus límites por eso y, en este momento, me

encontraba sorpresivamente, sin duda, no fuera de los limites.

Comenzó a hacerse tarde y Travis se dio cuenta de que tenía que volver

al trabajo, así que caminamos de nuevo a la moto acuática y regresamos al

campamento. Travis se detuvo en una gran casa de botes, donde los Medlers

aparentemente guardaban todos sus juguetes de agua. Había kayaks, balsas,

canoas, otra moto acuática, y lo que parecía ser una lancha con una cabina en

el interior.

—¡Guau! Realmente te gusta el agua, ¿no? —dije admirando todo el

equipo.

—Sí, voy a tener que llevarte en ese alguna vez —prometió, haciendo

un gesto hacia la lancha—. Es muy divertida.

Travis terminó de atar la moto acuática e hicimos nuestro camino hacia

afuera de la casa de botes. Luego de cerrar la puerta, se dio la vuelta y de

repente me apretó contra la pared del edificio. Su boca reclamó la mía mientras

sostenía mis manos sobre mi cabeza, fijándome a la pared. Inmediatamente me

uní al beso y dejé que nuestras lenguas danzaran juntas de nuevo: esta vez no

eran tímidas, y el beso fue intenso. Después de algunos minutos, él retrocedió,

liberándome, e inclinó su cabeza hacia la mía.

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—Eres increíble —susurró y me di cuenta en ese momento que me había

ido, la tarde había sido perfecta, Travis era perfecto, y yo me había enamorado

con fuerza.

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8 Traducido por Findareasontosmile

Corregido por NnancyC

Cuando regresé a nuestro campamento, encontré a mamá en aprietos

con el lavado de ropa. Lucía confundida mientras ordenaba los colores, y había

cerca de diez diferentes pilas listas, cada una formada por dos piezas. —¿Vas a

lavar la ropa, mamá? —pregunté, sorprendida de que supiera cómo hacerlo.

—Sí, ese es el plan —respondió, sonando del todo exhausta.

—¿Por qué no dejas que me ocupe? Necesito una ducha y estaba

planeando usar una en el edificio principal. Así que puedo lavar allí y luego

cambiarla a la secadora cuando termine —ofrecí. Mi madre rápidamente

estuvo de acuerdo y podía decir que estaba verdaderamente agradecida de

que hiciera la tarea por ella. Recogí mis cosas y la ropa sucia, y luego me dirigí

al frente.

Vi‖ a‖ todos‖ los‖ ‚Chicos‖Grandes‛ en la cancha de baloncesto mientras

hacía mi camino al cuarto de lavado, pero ignoré cualquier mirada que

pudiera estar recibiendo. Cuando terminé de poner en marcha la lavadora,

tomé mi cambio de ropa y fui directamente al baño. Cada cabina de ducha

tenía una pequeña área de cambio con un banco que estaba separado por dos

cortinas de baño. Una separaba la cabina de ducha del área de cambio, y la

otra separaba el área de cambio del resto del baño. Puse mi ropa en el banco y

luego me dirigí al interior de la ducha para limpiarme. Mientras el agua estaba

corriendo, oí a algunas chicas entrar al baño e inmediatamente reconocí las

voces de Ashley y Britney. Estaban riendo, pero no podía descifrar alguna otra

cosa. Me encontraba demasiado mareada por mi tarde con Travis para dejar

que cualquier cosa cambiara mi estado de ánimo, así que sólo las ignoré y

terminé mi baño.

Mientras salía de la ducha, escuché a las chicas regresar al baño. Bien,

¿qué están haciendo? ¿Revisando su maquillaje por décima vez? Pensé mientras

retorcía mi cabello con las manos. Me incliné por mi toalla para comenzar a

secarme y noté que mis cosas no estaban en el banco. Me doblé para verificar

el piso y encontré mi sujetador y bragas arrugadas en el suelo, pero nada más.

Oh, Dios mío, ¡tienes que estar bromeando! Grité mentalmente. Las chicas han

tomado mi ropa, aulló mi mente de nuevo. Rápidamente me deslicé en mi suave

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sujetador medio azul marino y bragas a juego, que apenas cubría algo y

elaboré un plan. Jugaría al tonto y me iría de allí.

—Hola, Ashley —dije, empujando mi cabeza a través de la cortina. Ella

y Britney estaban de pie frente a los espejos, poniéndose brillo labial.

—¿Qué sucede? —preguntó, y podía oír la risa en su voz indicando que

en realidad sabía que había perdido algo.

—¿Por casualidad has visto algo de ropa encima del banco? Creo que

podría haberlas dejado allí —dije, manteniendo mi voz tranquila.

—¡No! —exclamó, tratando de sofocar la risa.

—¡Oh, no! Debí haberlas dejado fuera. ¿Has visto por casualidad algo

de ropa en la entrada? —pregunté, aún no dejando que supiesen que sabía.

Entonces las chicas estallaron en carcajadas.

—Sí —dijo Ashley, empujando el brazo de Britney—. Encontramos

algunas ropas en el suelo y parece que las dejaste en el camino al cuarto de

lavado, así que las añadimos en tu lavadora. —¡Qué perra! Mi mente gritó

silenciosamente las palabras que quería decirle, pero me mantuve indiferente y

no les mostré ninguna señal de que estaba molesta por su broma.

—Oh, gracias. En realidad era la ropa que necesitaba ponerme. Bueno,

supongo que soy afortunada de tener todavía mi ropa interior —dije, saliendo

de atrás de la cortina. La mirada en el rostro de las chicas me dijo que no se

habían dado cuenta de que habían olvidado mi lencería—. Sólo tendré que ir al

cuarto de lavado para conseguir algo que ponerme. ¡Espero que ninguno de

los chicos esté allí afuera o realmente obtendrán un espectáculo! —aseguré

despreocupadamente. Podía decir, por las expresiones que tenían después de

mirar mi cuerpo, que las chicas no había estudiado su plan detenidamente. Era

obvio que no estaban emocionadas con la idea de que los chicos me vieran así,

y ahora se arrepentían de sus acciones.

—Bueno, puedo ir a recoger algo para ti —ofreció Ashley rápidamente,

reconsiderando su plan.

—Está bien —dije, caminando más allá de ellas hacia la puerta—. Es

algo así como un bikini, así que sólo iré. ¡Pero gracias!

Hice mi camino fuera del baño y luego caminé indiferentemente hacia la

lavandería. Algunos silbidos llegaron desde la cancha de baloncesto, y sabía

que todos estaban mirándome. Internamente me sentía demasiado

avergonzada, pero no quería darle a nadie más esa impresión. Buen cuerpo o

no, no estaba emocionada siendo vista en mi ropa interior; era definitivamente

la vestimenta más íntima. Pero no había manera de que las chicas consiguieran

lo mejor de mí, así que no intenté correr.

71

Mientras entraba en la lavandería, estuve cerca de tener un ataque al

corazón cuando vi a un hombre de pie en la esquina junto a la máquina de

cambio. Se volvió ante sonido de la puerta cerrándose detrás de mí, y dejé salir

un enorme suspiro de alivio dándome cuenta de que era Travis. —¿Paige? —

dijo con una entretenida pero perpleja mirada en su rostro. Traté de cubrir mi

pecho y trasero con los brazos, pero aún seguía considerablemente expuesta.

—Por favor, no te hagas una idea equivocada. Las chicas tomaron mi

ropa del baño, porque ellas ‚supuestamente‛ pensaban que quería lavarlas.

Así que me hicieron un favor y la agregaron a mi lavadora. Afortunadamente,

olvidaron mi ropa interior o estaría de pie aquí, desnuda —dije, mirando hacia

abajo en mi estado ridículamente desnudo.

—Hombre, ellas son unas perras —declaró Travis y asentí de acuerdo—.

Aunque, tal vez debería agradecerles. —Se rió entre dientes, caminando hacia

mí. Rodé los ojos sarcásticamente ante su comentario, aún recuperándome de

la situación—. ¡Oye, lo siento! ¡Soy un chico y tú eres jodidamente ardiente! —

Me dio un guiño. Entonces, se sacó su camiseta y me la entregó.

—¡Gracias, y gracias! —dije mientras rápidamente me deslizaba en ella.

Apenas cubría mi trasero pero sería suficiente hasta que la lavadora terminara.

—¿Así que también estás lavando ropa? —pregunté, admirando su

ahora desnudo pecho, y curiosa por saber por qué estaba aquí.

—No. Alguien se quejó de que la máquina de cambio no estaba

funcionando así que vine a revisarla. Estoy feliz de haberlo hecho, o me habría

perdido el espectáculo —dijo, cerrando el espacio entre nosotros.

—¡Ja! ¡Ja! —Sonreí con suficiencia

—Tuve una increíble tarde contigo, por cierto, y estaba deprimido

porque tuve que trabajar. Pero conseguir verte así… —dijo, metiendo sus

manos bajo la base de la camiseta para ahuecar mi trasero— ¡me levanta el

ánimo! —Sus labios encontraron los míos mientras presionaba mi espalda

contra la lavadora. Lentamente deslizó su lengua en mi boca mientras sus

manos apretaban mis nalgas. Mi cuerpo se encendió una vez más, y envolví

mis brazos a su alrededor, agarrando su cabello cuando la intensidad de su

beso aumentó. Se volverán cada vez mejor y mejor, pensé, cuando nuestras

lenguas se exploraron vorazmente.

Justo cuando Travis comenzaba a deslizar sus manos hacia arriba, el

sonido de la puerta al abrirse rompió nuestro beso, y Travis se alejó.

Rápidamente se movió hacia la máquina de cambio. Por supuesto eran Ashley

y Britney, probablemente viniendo a asegurarse de que tuviera ropa antes de

salir.

72

—¡Hola, cariño! —ronroneó Ashley mientras se acercaba a Travis—.

¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó, mirando su desnudo pecho, y luego

reconoció que yo estaba vistiendo su camiseta.

—Estoy arreglando la máquina de cambio. Por cierto, ¡gracias por el

espectáculo, señoritas! Pero en serio, preferiría que no todos los hombres en la

tierra preguntaran qué tipo de establecimiento tenemos, así que, por favor,

eviten sus infantiles bromas —declaró antes de volverse y tomar su bolso de

herramientas.

—Fue honestamente un error. Pensamos que había dejado su ropa en el

camino y sólo estábamos tratando de ser útiles —dijo Ashley, aferrándose a su

mentira—. Pero tienes razón. Deberías ponerte ropa, Paige, todos podrían

obtener una mala impresión de ti —expresó, insinuando que era una puta.

Travis se volvió sin decir ninguna palabra, y luego salió. Las chicas

fueron directamente detrás de él y me quedé sola en el cuarto. Me enfureció

que Travis no me defendiera después del comentario de Ashley, pero parecía

que estaba apresurado por regresar a la oficina. Me sentía realmente

agradecida en ese momento en que Travis se alejó de mí cuando las chicas

entraron, porque si nos hubieran atrapado envueltos juntos, realmente luciría

como una puta.

Después de que la lavadora terminara, regresé a la casa rodante e

inmediatamente llamé a Tracey. Quería ponerla al día y por supuesto, decirle

sobre Travis. Terminé hablando con ella por casi una hora y le prometí que

tendría la mitad del baile para enviarlo al día siguiente, por la tarde. Había

estado desviándome un poco y tenía olvidado todo sobre eso. Desde que sabía

que Travis estaba trabajando, el resto de mi noche lo gasté en un interminable

juego de Monopoly con mis padres, al que finalmente terminamos llamando

un empate.

73

9 Traducido por por Adriana Tate & Polilla

Corregido por Juli

La mañana siguiente, desperté temprano. Me adelanté y tomé una

ducha en la casa rodante. Había sido marcada de por vida con los

acontecimientos del día anterior, por lo que no me quedaba otra opción que

lidiar con el estrecho espacio en el baño de ahora en adelante. Después de

vestirme, vi que tenía una llamada perdida de Tracey, y un nuevo correo de

voz.

¡Hola, Paige! El grupo se reúne hoy en mi casa a las tres de la tarde para

empezar a trabajar con el baile, así que por favor envía el video antes. Te extrañamos.

Tenía que ponerme en movimiento para enviar el video de inmediato,

así que les dije a mis padres que debía ir a trabajar en él. Tomé mis cosas y me

dirigí hacia el lago por un poco de privacidad.

Una vez que había terminado y confirmado con Tracey que había

recibido el archivo, decidí pasear por alrededor de la playa un rato. Ya tenía

mi bikini negro puesto y nada más planeado para el día, aparte de desear ver a

Travis en algún momento, por lo que puse un poco de música en mi ipad y me

recosté a tomar algo de sol.

Estaba moviendo mi cabeza al ritmo de la canción, cuando fui ahogada

de repente por un fuerte rugido que provenía de los bosques detrás de mí. Me

giré para ver que causaba el sonido, pero no pude ver nada a través de la línea

de los árboles. Sin embargo, el ruido parecía estar volviéndose más fuerte.

Fuera lo que fuera se estaba acercando. Después de unos segundos más, fui

capaz de distinguir el origen y vi un montón de vehículos todo terreno

alrededor del camino de tierra.

Mientras viajaban cerca de la costa, podía decir quiénes eran los

conductores. En el primero que pasó volando vi a Kevin con Amber como

pasajera detrás de él. El siguiente en llegar a través de los árboles era

conducido por Todd, quien viajaba con Maggie, el otro le siguió de cerca y era

conducido por Scott con Britney en la parte posterior. Por lo tanto, sólo

quedaba Ashley. Me imaginé por los números que había una buena

posibilidad de que ella estuviera corriendo con Travis. Y síp, justo cuando la

74

bola de nervios golpeó la boca de mi estómago, vi a Travis pasar volando a

través de los árboles con Ashley envuelta alrededor de su cintura.

La vista instantáneamente me molestó. No sólo me sentí decepcionada

de que Travis no me haya invitado, sino también impresionada por el hecho de

que estaba corriendo con Ashley. Después de todo, supuestamente no le

gustaba ella, y estaba al tanto de todas las desagradables artimañas que había

estado tirando sobre mí los últimos días. No entendía, pero uno siempre tiene

que dar a la gente el beneficio de la duda. Esperé para ver qué pasaba después.

Fueron ralentizando los vehículos hasta detenerse, y luego uno por uno

apagaron sus motores. Me imaginé que eso significaba que venían al lago.

—Parece que alguien se está colando a la fiesta —cortó Ashley mientras

hacia su camino a la playa.

—Vamos a ir por aquí, Ash, hay un montón de espacio para todos

nosotros —dijo Maggie, dirigiendo el camino hacia el extremo opuesto de la

playa. Decidí ignorar todo el asunto y permanecí recostada con el brazo

encima de mi frente para bloquear el sol de mis ojos. El resto del grupo hizo su

camino hacia abajo y fingí no notarlos, pero mantuve mis orejas paradas para

escuchar atentamente. Tenía curiosidad de si Travis iba a venir a saludarme.

Unos pocos segundos más tarde, escuché un silbido y luego Scott

gritó—: Hola, Paige. —Lo saludé ligeramente con mi mano, pero no lo miré.

Alguien debió haberle hecho algo. Ashley o Britney, estaba segura, porque su

saludo fue seguido por un fuerte—: ¡Ay, mierda, eso duele!

Parecía que las chicas estaban acomodándose en las toallas para trabajar

en su bronceado, mientras que los chicos armaban un partido de futbol. Travis

aún tenía que venir, pero lo oía a hablarles a los demás, por lo que sabía que

estaba presente. Las chicas colocaron algo de música, y yo apenas pude

distinguir gran parte de su conversación, aparte del hecho de que mencionaran

los malvaviscos que asarían más tarde esa noche. Los chicos parecían estar en

el agua, lanzándose el balón de futbol, y aún nada. Cuanto más tiempo me

quedaba allí, peor comenzaba a sentirme sobre las cosas con Travis. Sé que lo

de ayer, o la noche con su familia no fue un sueño, así que ¿qué demonios está

pasando? Me está ignorando por completo, pensé mientras seguía escuchando

cuidadosamente todo.

La siguiente cosa que oí fue el balón aterrizando en la arena justo al lado

de mi pie. Discretamente curioseé por debajo de mi brazo para ver quién venía

a recogerlo, y como era de esperar, Travis corría hacia mi lado. Un oleaje de

alivio comenzó por encima de mí cuando pensé que él había perdido el balón a

propósito como una excusa para venir a verme. Pero cuando alcanzó el balón,

no había nada. No pude ver otra cosa que no fueran sus piernas de pie a mi

lado. No‖pronunció‖ni‖una‖palabra,‖ni‖siquiera‖susurró‖un‖‚Hola‛.‖Entonces‖se

estaba yendo, corriendo de regreso al agua para unirse de vuelta al juego. Mi

75

corazón se hundió en ese momento, y nada tenía sentido. Incluso si él trataba

de mantener las cosas en secreto, a causa de lo que Ashley y los otros podrían

decir, todavía podría haber susurrado algo para dejarme saber que reconoció

mi existencia. En su lugar, no había absolutamente nada.

Mientras las lágrimas comenzaban a pinchar mis ojos, agarré mi

teléfono de mi bolso, y decidí mandarle un mensaje a Tracey. No estaba segura

de qué hacer, o si solamente debería irme, y necesitaba a mi amiga para darme

apoyo. Podría decirme cómo manejar esta situación y cuál debería ser mi

siguiente paso. Después de todo, ella era la experta cuando se trata de chicos.

Yo: ¡Hola, T! Necesito tu ayuda. ¿Estás ahí?

Tracey: Sí, ¿qué pasó?

Yo: Estoy en el lago, todo el mundo se presentó, incluyendo a Travis, pero no

me ha dicho nada. ¿Qué debería hacer?

Tracey: ¿Hablaste con él?

Yo: No, pensé que él vendría y me saludaría. No quiero parecer atrevida delante

de sus amigos.

Tracey: Cierto, ¿entonces no te dijo nada, o sólo te saludo con la mano? Él

podría estar tratando de mantener las cosas en secreto debido a la mezquina de Ashley.

Yo: No, nada. ¡Incluso Scott dijo hola! Travis tuvo la oportunidad de decir algo

discretamente, pero no lo hizo. Esa fue mi teoría también, pero aun así, él podría haber

susurrado algo.

Tracey: ??? Me pregunto qué pasará. Bueno, no vayas a arrastrarte por

atención o hacer nada en absoluto. Deja que eche un vistazo de tu sexy cuerpo y vuelva

rogando ;-) jajaja.

Yo: ¡Gracias! Estoy usando mi bikini negro con círculos dorados a los lados ;-)

Me aseguraré de darles un show a los chicos antes de irme. Jaja

Tracey: Jajaja llámame más tarde, besos y abrazos.

Yo: Lo haré, besos.

Seguí el consejo de Tracey y decidí irme, aunque antes de hacerlo, iba a

asegurarme de que Travis obtuviera un vistazo de lo que se estaba perdiendo.

No era mi intención usar el cuerpo para llamar la atención de los chicos, pero

buscaba desencadenar la furia de sus hormonas adolescentes y conseguir que

se le caiga la fachada frente a sus amigos. Después de todo, no entendía

porque se sentía tan avergonzado de ser visto conmigo. Sé que no éramos

76

pareja ni nada, pero el día anterior había sido realmente especial. Al menos

para mí.

Me levanté de mi toalla y luego hice un poco de estiramiento, mientras

lanzaba mi cabeza hacia atrás para ondular mi largo cabello con mis dedos.

Cuando levanté la cabeza, vi que la mayoría de los ojos estaban puestos en mí.

Las chicas (específicamente Britney y Ashley) cuidadosamente observaban con

miradas de envidia en sus caras, y los chicos viendo con miradas de lujuria.

Sí, eso es exactamente lo que buscaba.

Me tomé un poco más de lo que es necesario para recoger mis cosas,

sólo para ver si Travis vendría otra vez, pero no lo hizo. Tiré mi bolso sobre mi

hombro, me puse mis sandalias e hice mi camino de regreso por el sendero

hacia el campamento. Travis nunca corrió para alcanzarme, y cuando miré

hacia atrás antes de pasar la tala de árboles al final del lago, vi que todos

habían reanudado sus actividades y nadie me perseguía. Mi corazón cayó en la

decepción y me di cuenta que de alguna manera había mal interpretado las

cosas con Travis. O eso, o había hecho algo mal.

Cuando llegué, inmediatamente llamé a Tracey. Quería ponerla al

corriente con todos los detalles, y le hice saber que nuestro pequeño plan no

había funcionado.

—¡Paige! Eres demasiado hermosa y demasiado dulce para ser

ignorada. Al parecer ese chico no tiene ni idea de lo que dejó ir. Además hoy

cuando vi a Jared temprano, mencionó que te iba a llamar más tarde. Así que,

¡eso debe animarte! —dijo tratando de consolarme.

—Estoy decepcionada porque Travis parecía un tipo muy agradable,

pero tal vez sólo estaba cegada por su extrema sensualidad —le dije, tratando

de racionalizar mis sentimientos—. Pero tienes razón, voy a dejarlo ir y volver

a la realidad. Así que, ¿qué dijo Jared? —le pregunté, queriendo sacudir la

tristeza que estaba sintiendo, y tratando de distraerme con otra cosa.

—Bueno, me preguntó si había oído de ti, por lo que le dije que sí. Pero

no te preocupes; definitivamente le dejé saber todo los detalles. Luego dijo que

te iba a llamar más tarde para saber cómo es acampar.

Tracey estaba muy emocionada por el hecho, pero me encontré incapaz

de participar en su entusiasmo. Hacía dos días podría haber estado saltando

de emoción, pero ahora mis sentimientos parecían estar confundidos. —Está

bien, bueno te mantendré informada. ¡Gracias Tracey! Me tengo que ir de

compras al supermercado con mamá ahora, así que tengo que dejarte.

Hablamos más tarde.

—Definitivamente, hazme saber si Jared llamó. Y Paige, no te preocupes

por todo lo demás, te mereces algo mejor. —Aprecié el último intento de

77

Tracey para hacerme sentir bien, pero todavía me sentía completamente

desanimada.

—¡Adiós, T! —dije y terminamos la llamada.

Mi madre y yo nos dirigimos hacia la tienda de comestibles para

abastecernos de comida y suministros. Tratábamos de comprar alimentos

fáciles de preparar, y cosas con las que mamá se sintiera realmente cómoda

cocinando. Mientras pensábamos, caminando a través de los pasillos, mi

madre notó mi humor y me confrontó.

—¡Oye, cariño! ¿Quieres decirme qué te tiene mal? —preguntó con

preocupación en su voz.

—No mucho, mamá. Supongo que sólo estoy un poco confundida —

dije, encogiendo mis hombros.

—¿Sobre qué, cariño?

Se detuvo y dirigió su atención hacia mí. Nunca fue de dejar pasar las

cosas, entonces decidí hablar con ella. —Travis y yo pasamos la tarde juntos

ayer, y parecía interesado. Sin embargo, hoy en el lago me ignoró

completamente. No sé por qué, o si hice algo malo, pero me gusta mucho, así

que me encuentro algo desilusionada —respondí, brevemente, tratando de

explicar mi dilema sin divulgar demasiados detalles.

—Oh, Paige, cariño. Escúchame atentamente. Los chicos, en especial los

adolescentes, no saben cómo actuar alrededor de las chicas. Particularmente

con hermosas chicas como tú. No lo tomes como algo personal, sólo ve con la

corriente. Recapacitará. Puedo decir que la otra noche estaba interesado en ti,

sólo tienes que darle tiempo.

Mi madre creía que tenía la respuesta correcta, y que todo estaría bien,

pero yo no estaba tan segura. —Gracias por el consejo, mamá. Por cierto,

prométeme que no le mencionarás nada de esto a los Medlers, ¿de acuerdo? —

Sabía que ella se estaba haciendo amiga de la mamá de Travis y no quería que

discutieran esto con un café.

—Prometo que no lo haré, cariño. Pero sí sé que a ellos les gustas.

Lucille mencionó la noche anterior que le dijo a Travis, luego de nuestra cena

familiar, que eras la clase de chica que esperaba conocer. —El intento de mamá

para hacerme sentir mejor en realidad no funcionó, pero la amé por tratar.

Luego de la cena, mis padres me arrastraron al jardín principal para la

fogata de malvavisco. El fuego ardía en la gran cantera, y las personas se

encontraban sentadas a su alrededor en los bancos. Bolsas de malvaviscos y

palitos pasaban alrededor para todos, y las personas estaban ocupadas

asándolos. Barney y Lucille nos saludaron e insistieron en que nos sentáramos

con ellos. Travis no estaba a la vista, así que asumí que se encontraba

78

trabajando. Nuestros padres conversaron y rieron mientras me senté mirando

al fuego, disfrutando de su calidez. Un rato más tarde, los chicos grandes se

detuvieron en el estacionamiento y saltaron de dos camionetas. Llegaron

corriendo por el campo para unirse a la diversión. Travis se encontraba con

ellos. Aparentemente, no había estado trabajando. Tuve otra pequeña puntada

de decepción, pero me mantuve concentrada en el fuego, y me rehusé a hacer

contacto visual con ellos.

Travis nos saludó cuando vino a hablar con mis padres, y sus ojos se

fijaron en mí. —Travis, querido, ¿todos tuvieron una buena cena? —preguntó

Lucille de modo maternal.

—Sí, la tuvimos —respondió, echando un vistazo en mi dirección de

nuevo.

—Deberías haber invitado a Paige con ustedes, hubiera sido una buena

manera para que conociera a todos —agregó y me dio vergüenza al instante.

Antes de que Travis pudiera tartamudear alguna pobre excusa que me

avergonzaría aún más, hablé—: Gracias Lucille, pero no había manera de que

fuera a perderme la primera comida casera de mi mamá —me burlé,

empujando el brazo de mi madre.

—Estoy feliz de que no te lo hayas perdido. Me llevó toda la tarde

prepararla —agregó mamá, riéndose de lo ridículas que eran sus habilidades

culinarias.

Travis no continuó con su propia excusa, de lo que me sentí agradecida,

pero continuó mirándome y sonriéndome. Era una hermosa sonrisa, una de las

que me había dado tantas veces el día anterior; no pude evitar regresársela. Mi

teléfono zumbó en mi bolsillo con un mensaje de texto, por lo que me vi

obligada a romper el contacto. Lo saqué para ver quién me había enviado el

mensaje, y vi que se trataba de Jared. La mamá de Travis le pidió que fuera a

agregar más troncos al fuego, y asegurarse de que hubiera suficientes

malvaviscos todavía flotando alrededor. Él inmediatamente tomó sus órdenes

y se excusó de nuestra compañía.

Mientras estaba a punto de abrir el mensaje de Jared, noté a Travis

añadiendo más leños y avivando el fuego. Ashley y el resto del grupo fueron y

se unieron a él. Ella le entregó a Travis un palito con un malvavisco, y él no

hizo ningún movimiento para volver y hablar conmigo, pero en cambio, se

unió a sus amigos en el asado. Estaba tan furiosa por toda la situación, que

decidí irme y tener mi intercambio de mensajes con Jared en otro lugar.

Caminé hacia el patio de juegos y me senté en el columpio antes de abrir y leer

su mensaje.

Jared: ¡Hola Paige! ¿Cómo está el campamento?

79

¡En este momento totalmente apesta! No quería responderle con ese

mensaje, así que sólo escribí:

Yo: Bien. Muchos árboles y mucho aire fresco.

Jared: ¿Estarás allí todo el verano?

Yo: Sip, mis padres me mantienen cautiva. Jajaja.

Jared: Qué lástima.

¿Cómo? Estaba sorprendida de que él estaba básicamente admitiendo

que mi ausencia era una decepción. Realmente nunca había sido así de obvio

antes.

Yo: Supongo que te veré en Columbia el año que viene.

Jared: Falta mucho ;-(

Sus mensajes volvían inmediatamente sin pensarlo, y me encontraba

todavía sorprendida por cuán abiertamente coqueto estaba siendo.

Yo: ¿Por qué, me extrañas?

Jared: Sí, ¿tú me extrañas?

Aunque me sentía emocionada por su confesión, estaba confundida por

mis sentimientos, así que mantuve mi respuesta normal.

Yo: Extraño a todos.

Jared: Bueno, ¿tal vez Tom, Tracey y yo podemos ir allí por el fin de semana?

Yo: ¿En serio?

Guau, realmente está mostrando un interés de repente. Hablando de

mala sincronización. No sólo no estoy allí, sino que ahora tengo sentimientos

por otra persona.

Jared: Sí, no hay nada sucediendo por aquí. Podría ser un divertido viaje por la

carretera. ¿Estarías de acuerdo con una visita?

Yo: Por supuesto, sin embargo déjenme saber cuándo, porque mis padres tienen

un montón de excursiones planeadas, por lo que quiero asegurarme que me encontraré

por aquí.

No quería rechazar la oferta de Jared porque había esperado dos años

para ese momento, pero en el fondo, mi corazón se sentía desconectado, así

que tampoco quería comprometerme con esta visita. Entonces lo dejé abierto.

Jared: Hablaré con el resto y te lo haré saber.

Yo: Suena divertido ;-)

Jared: Bueno, tengo que correr. Me dirijo al minigolf con la pandilla.

Yo: Estoy triste por perdérmelo. Diles a todos hola por mí.

80

Jared: Lo haré. Deseo que estuvieras aquí. Besos.

Guau, acabábamos de tener nuestro primer beso por texto. ¡No podía

esperar para compartir eso con Tracey! He esperado dos años y ahora obtengo

un besuqueo por texto. No quería dejar a Jared colgando, así que regresé el

sentimiento aunque probablemente lo alentaba. Todavía necesitaba averiguar

lo que sucedía con Travis antes de cerrar la puerta a mi corazón. Entonces,

escribí mi respuesta y luego pulsé enviar.

Yo: Igualmente Besos.

Regresé a la barbacoa para avisarle a mamá que estaba dando por

terminada la noche. Estaba de un mejor estado de ánimo luego de mi

conversación con Jared, sin embargo todavía sólo quería acurrucarme en mis

pijamas y ver una película. Había sido un día emocionalmente exhausto.

Además, realmente no estaba de humor para ver a Ashley y Travis perder la

cabeza el uno por el otro. Cuando regresé a la fogata, encontré a Travis

sentado con nuestras madres. Me sonrió, pero escogí no contestarle esta vez.

Ya no estaba de humor para ser cordial con el chico que me había usado

totalmente por un instante, y luego pasado el día ignorándome. Así que le dije

a todo el mundo buenas noches, y me fui para regresar a la casa rodante.

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10 Traducido por NnancyC

Corregido por Vericity

Justo mientras estaba instalándome para mi noche de película, escuché

un golpecito en la puerta. La había bloqueado, así que asumí que mis padres

necesitaban que los dejase entrar. Cuando abrí la cortina para asegurarme que

eran ellos, vi a Travis parado allí, en su lugar. Estaba mirando al piso, con las

manos en sus bolsillos y dudé antes de abrirla.

—Hola, Paige. —Levantó la mirada y sonrió dulcemente.

—Hola, ¿qué pasa? —quise saber, preguntándome por qué diablos

estaba en mi puerta.

—Te fuiste temprano de la fiesta. ¿Todo está bien? —preguntó, sonando

decepcionado por el hecho.

—Síp, estoy bien. Solamente cansada y quería regresar para relajarme.

—Mi voz era como hielo, pero no estaba para impresionar.

Luego, como si hoy nunca hubiera sucedido, dijo—: Estaba esperando

que pudiéramos pasar algún tiempo juntos esta noche. —Su comentario me

enfureció ya que no entendía por qué ahora, de repente, estaba reconociendo

mi existencia otra vez.

—¿En serio? ¿Por qué querrías hacer eso? ¿Tus amigos te plantaron, o

algo? —pregunté, transmitiendo la ira en mi tono.

—Estás enojada conmigo, ¿cierto?

—Podrías decir eso —indiqué claramente.

—Escucha, sé que hoy he sido un idiota. Pero tengo una buena

explicación.

Lo interrumpí antes que pudiera seguir y darme alguna excusa. —¿De

verdad hay una buena explicación de por qué ayer pasaste el día conmigo,

esperando aprender todo sobre mí y besándome, y entonces hoy ignoraste mi

existencia completamente? Me encantaría escucharlo.

—¡Mierda, Paige! De verdad lo lamento. Sé que todo luce mal, pero

honestamente, tengo una buena razón. Bueno, pensé que era buena hasta este

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momento, pero ahora no estoy tan seguro de si alguna razón es bastante buena

para disculparme por la forma en que he actuado.

Era todo oídos, mirándolo pude observar la honestidad atormentar su

rostro por la forma en que se había comportado, por lo que sentía curiosidad

por lo que iba a decir

—Paige, me gustas —admitió, moviéndose más cerca de donde yo

estaba parada—. Ayer fue la mejor cita que he tenido jamás. Espero que no te

importe que la llame una cita —Negué con mi cabeza en respuesta porque me

había sentido de la misma forma sobre nuestro día juntos—. Bueno cuando

regresamos, después del pequeño incidente en el cuarto de lavado, me di

cuenta de que Ashley es más vengativa que lo que esperaba. Sabía que ella

estaba tratando con algunos problemas de celos hacia ti, pero no que llevaría

las cosas tan lejos. Especialmente desde que has sido tan agradable con ella en

el baño el otro día y le evitaste un poco de vergüenza. De cualquier forma, me

hizo pensar que por ahora deberíamos mantener las cosas en secreto, hasta que

consigamos conocernos mejor el uno al otro. No quiero que ella haga las cosas

peores para ti, y que te asuste. Conociendo a Ashley, podrías despertar para

encontrar tu guardarropa quemado o todo tu cabello cortado. —Él rió, luego

agregó—: Sólo estoy bromeando. No, pero realmente, solamente por ahora,

mientras logramos conocernos más, pensé que podríamos mantener las cosas

tranquilas. En verdad me gustaría mantenerte para mí por ahora, y ver qué

sucede. ¿Estarías de acuerdo con eso?

La forma en que Travis dijo que quería mantenerme para él mismo, me

mostró que meramente quería ser egoísta con mi tiempo, y mi corazón palpitó

rápidamente ante el pensamiento. Su explicación en verdad tenía sentido y

podía entender su lógica. Si Ashley sinceramente tenía sentimientos por él, me

odiaría si después de solamente cinco días, ya era su novia. Mi verano

probablemente estaría condenado al fracaso por ese motivo. Pero tal vez si las

cosas comenzaban a funcionar entre Travis y yo, él podría gradualmente

introducirme con cuidado en el grupo, y ella podría llegar a conocerme

primero. Probablemente, de seguro haría mi vida más fácil por aquí. Así que

después de darle alguna reflexión, estuve de acuerdo con su plan.

—Puedo entender dónde estás llegando, y por qué, sólo esperaba que

me hubieras dicho. Habría sido agradable si me hubieras dejado entrar en tu

plan, así no pasaría mi día preguntándome ¿qué fue mal?

—Nada fue mal, eres perfecta —dijo, agarrando mis manos—. En serio

me gustas, Paige. Que no haya duda en tu mente, quiero que sepas eso.

—¿Sabes? Podrías haberme susurrado un hola en la playa, temprano,

mientras recuperabas el balón. Me habría ahorrado un montón de confusión.

83

—Sí, lo siento. Eso es porque soy un chico. Estaba tan concentrado en

mirar tu cuerpo en ese bikini negro y sexy, que las palabras me fallaron

completamente. —Se encogió de hombros y luego me dio una sonrisa sexy.

—Es bueno saber eso. Por un segundo estaba preocupada de que no te

hubiera gustado —coqueteé mientras bajaba un escalón para llegar al nivel de

sus ojos.

—Maldición, eres hermosa —susurró mientras se inclinaba hacia

adelante para besarme. Nuestros labios se encontraron brevemente, pero luego

oí algunos pasos en la grava detrás del tráiler y me preocupé de que fueran

mis padres llegando, así que me alejé.

—Oye, ¿quieres venir conmigo a algún lugar? —preguntó con

entusiasmo repentinamente irradiando en su voz.

—Seguro, ¿dónde vamos?

—Es una sorpresa, pero ve y ponte un suéter porque está un poco fresco

esta noche.

Fui adentro de nuevo, agarré mi suéter blanco tejido y me lo puse. Era

de hombro caído, pero me imaginé que le pediría a Travis que me calentara

más si tenía frío.

Travis me llevó calle abajo y dentro del bosque detrás del auto de sus

padres. Serpenteamos en la oscuridad a través de los árboles por un tiempo y,

aunque no podía ver, me sentí a salvo a su lado. Él sabía dónde íbamos y me

sujetó cerca, dándome seguridad que no tropezaríamos con ningún tronco o

rama. Me encantaba la sensación de estar en sus brazos y sentir la paz por

primera vez en todo el día. Estaba claro que había sobre-reaccionado más

temprano, pero realmente esperaba que no pasase mucho tiempo antes que

hiciéramos público nuestros sentimientos.

Después de casi cinco minutos de caminata, llegamos a un camping.

Había una tienda instalada, y un pozo de fuego, y nada más que árboles

alrededor.

—¡Bienvenida a mi casa! —dijo Travis mientras me guiaba hacia el lugar

de acampada.

—Espera, ¿qué? ¿Vives aquí? ¿Pensé que te quedabas con tus padres?

—Nop. No hay manera que sería capaz de sobrevivir un verano entero

en el sofá de Barney y Lucille, escuchándolos roncar cada noche. Así que aquí

es donde duermo —dijo.

Travis hizo su camino el pozo de fuego y encendió una fogata para

nosotros. Una vez que estaba iluminado, pude ver mejor y me di cuenta del

lindo y acogedor campamento que tenía. La tienda era suficientemente grande

84

para dos personas y estaba llena con mantas y almohadas. Tenía una manta de

franela en el suelo, junto al pozo de fuego, y allí fue donde me dirigí y me

senté. Él vino a sentarse a mi lado, una vez que el fuego estuvo listo, y se

ajustó cerca. —¿Así que aquí es donde traes a todas tus citas? —coqueteé,

acurrucándome más cerca de él.

—Eres la primera chica que he traído aquí, entonces no —dijo,

envolviendo sus brazos a mi alrededor.

Disfruté del calor del fuego, y de estar en los brazos de Travis mientras

hablábamos. Estaba contándome sobre Willow Falls y todas las cosas

agradables para hacer en el área. De alguna forma, la charla cambió a sus

padres y la vida familiar, y comenzó a contarme como el camping salvó el

matrimonio de sus padres.

—Yo era joven, pero lo recuerdo, realmente apestó por un tiempo. Mis

padres siempre peleaban y si no estaban peleando, apenas se hablaban. Pero

una vez que compraron estas tierras y abrieron el camping, las cosas

cambiaron. Mi papá hacía el esfuerzo de estar con nosotros todos los veranos,

a menos que fuera llamado por una emergencia, lo que hacía que mi mamá se

sintiera menos abandonada. Después de nuestro primer verano juntos aquí,

mis padres de verdad se enamoraron otra vez. No sé si era porque estaban

llevando los negocios juntos, o sólo por disfrutar su tiempo sin las

distracciones del mundo exterior, pero lo que sea que fue, nos volvió una

familia de nuevo. —Él estaba mirando el fuego, y no podía evitar inclinarme y

rozar el lado de su mejilla con mis dedos. Estaba todavía pasmada por cuán

sincero y honesto era conmigo, y todo se sentía tan real.

Me encontraba pensando sobre lo que Travis había dicho mientras

pasaba mis dedos por su mejilla y por su cabello, y me hizo cuestionarme si

mis padres estaban buscando lo mismo. Sabía que mamá había sido infeliz por

el último par de años desde que el trabajo de papá se incrementó, y que

también se sentía abandonada. Tenía sentido ahora porque ella había sido tan

insistente para que nosotros tomáramos unas vacaciones en un lugar con

distracciones limitadas. Estaba comenzando a pensar que no solamente quería

tiempo conmigo, sino también quería ver si podía reavivar las cosas con mi

padre. El hecho que estaría yéndome el próximo año, probablemente la hacía

notar que solamente estarían ella y papá a partir ahora, y si no lograban que

las cosas regresaran a su lugar, entonces su matrimonio podría no sobrevivir.

Desde que llegamos aquí, ellos parecían realmente felices, así que esperaba en

serio que continuasen haciéndose más cercanos antes del final del verano.

Mientras la preocupación se mostraba en mi rostro, Travis rompió el

silencio.

—¿Estás bien? —preguntó, alejando el cabello de mi mejilla y

girándome para enfrentarlo.

85

—Sí, solamente pienso que mis padres están pasando por una fase

similar en su matrimonio y espero que estar aquí los ayude. —Travis asintió en

entendimiento y se inclinó para besar mi mejilla. La sensación de sus suaves

labios me hicieron sonreír, y mis miedos instantáneamente desaparecieron.

—Ellos lucían realmente felices juntos, y puedo decirte cuánto te aman,

así que tengo fe que sobrevivirán una vez que su niñita deje el nido. —Sus

palabras me confortaban en cada nivel y estaba una vez más asombrada por su

efecto calmante.

Continuamos hablando por lo que se sintió como un par de horas. De

alguna manera, el asunto de cumpleaños salió, entonces me volví hacia él para

preguntar—: Bueno, ¿cuándo es tu cumpleaños? —Me sonrió y luego mordió

su labio inferior, mientras provocaba toda clase de estremecimientos por todo

mi cuerpo antes de que hablara.

—De hecho, es mañana.

—¿Qué? ¿Es cierto o estás intentando engañarme? —pregunté.

—Sí, es cierto. Tendré diecinueve años mañana —declaró, acostándose

hacia atrás sobre las mantas, con sus manos metidas detrás de su cabeza.

Lucía tan sexy, y yo había pasado suficiente tiempo sin besarlo.

Entonces me moví para sentarme a horcajadas sobre su cuerpo y hablé. —

Bueno, en ese caso necesito asegurarme de poner todo mis besos en ti ahora

porque mañana serás viejo para mí. —Me incliné adelante, para estar

prácticamente acostada sobre él con mis manos ubicadas en el suelo,

sosteniéndome a mí misma.

—¿Ah sí? ¿Demasiado viejo? Bueno, en ese caso, mejor lo tomo mientras

pueda conseguirlo.

Se extendió, agarrando la base de mi cuello y empujó mi cabeza abajo

para encontrar su boca. Nuestros labios se juntaron y nuestras lenguas se

deslizaron con ansias. Era tan suave y sensual, y me llenó con muchísimo

deseo. Gemidos salieron de ambos mientras continuábamos, y en poco tiempo,

él nos giró así que yo estaba tendida debajo de él, y él estaba preparándose

encima de mí.

Nuestros labios se rehusaron a desprenderse el uno del otro y nuestras

manos comenzaron a explorar. Justo mientras sus manos estaban deslizándose

al frente de mi cuerpo y habían llevado bajo el dobladillo de mi suéter,

retrocedió. Hice una mueca ante la pérdida de contacto y me pregunté porque

se había detenido.

Se giró para mirar su reloj y dijo—: Son las 12:01, tengo diecinueve

ahora, así que supongo que soy demasiado viejo para que me beses.

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Sonreí a su comentario y luego di a conocer mi deseo. —¡Feliz

Cumpleaños, Viejo! ¡Ahora bésame!

—¡Hecho! —indicó y luego me empujó de nuevo contra él, con una

fuerza hambrienta.

Su mano comenzó a deslizar su camino por la parte de atrás, bajo mi

suéter y recordé que estaba sin sostén. Lo había sacado preparándome para

dormir, entonces todo lo que lo separaba de mis pechos era una camiseta

delgada de algodón. Travis gimió ante el descubrimiento, y le dio a mi pecho

un apretón. Sentí la sensación de él frotando sobre mi pezón por la tela, y

estaba perdida en el momento. Él empezó a darle a ambos de mis pechos toda

la atención mientras yo me deleitaba en las sensaciones que estaban fluyendo

por mi cuerpo. Aunque me había tocado con otros chicos antes, nada jamás se

sintió así. Mi cuerpo estaba ardiendo.

Travis se mantuvo por encima de la tela, sin llevar las cosas más lejos, lo

que pensé que era dulce. Aunque mi cuerpo rogaba por más, aprecié su auto-

contención. Incluso yo podía sentir cuanto me quería, ya que su longitud

estaba presionando duro contra mi pierna. No tenía tanto auto-control y

quería llevar las cosas un poco más lejos. Estaba ardiendo en deseo por sentir

el alivio de la corriente entre mis piernas. Entonces extendí mi mano hacia

abajo, y lo toqué a través de sus pantalones. Él inmediatamente respondió con

un gruñido bajo que vibró en la parte de atrás de su garganta por nuestro beso,

lo que me animó a continuar. Lo agarré por sobre la tela y comencé a

deslizarme arriba y abajo sobre sus pantalones, admirando cada centímetro de

su dureza.

Travis siguió mi ejemplo y movió su mano abajo entre mis muslos. Él

estaba frotándose sobre mí y la delgada tela de mis calzas estaba

permitiéndole encontrar el punto exacto donde necesitaba que estuviera. Se

frotó sobre mí con la cantidad correcta de presión y empujé mis caderas arriba

para encontrar su palma. Ninguno de nosotros jamás hizo ningún intento de ir

bajo la ropa del otro, pero en poco tiempo estábamos encontrando nuestra

liberación sincronizados. —Travis —grité mientras caía sobre el borde del

éxtasis.

Nuestros labios finalmente se separaron, y nos acostamos allí, jadeando,

intentando recuperar nuestro aliento. Después de un par de segundos, Travis

comenzó a poner besos suaves bajo mi mejilla y se detuvo para dar

mordisquitos en mi oreja.

—Hasta el momento diría que está siendo un cumpleaños increíble —

susurró, echando atrás su cabeza para encontrar mis ojos. Le sonreí,

sacudiendo mi cabeza.

87

—Los chicos son tan fáciles de complacer —bromeé. Él se levantó para

ir dentro de su tienda y me dijo que le diera dos segundos. Me imaginé que él

quería limpiarse a sí mismo, y noté que estaba en lo correcto cuando regresó

en sus pantalones deportivos negros. Se acostó de nuevo conmigo después de

alimentar la fogata, y me abrazó mientras hablábamos y mirábamos las

estrellas. Era tan fácil estar con él, y noté que nunca me había sentido de esta

forma con ninguno de los otros chicos que había salido.

—Pareces cansada —dijo, rozando un lado de mi mejilla mientras yo

estaba acostada con mis ojos cerrados—. Debería llevarte de regreso. A menos

que quieras… ¿quedarte esta noche? —Abrí mis ojos para verlo sonriendo y

mordiendo su labio inferior como si en verdad le gustara la idea.

—Aunque me gustaría, mejor regreso. No quiero que mis padres se

preocupen en la mañana, o que mi mamá obtenga la peor impresión de mí —

dije, poniéndome de pie y acomodando mi ropa.

—Paige, tuve una noche asombrosa. Es tan fácil ser yo mismo contigo

—susurró, moviendo su cabeza mientras sus labios permanecían sobre los

míos.

—He estado pensando lo mismo toda la noche. Gracias por traerme a tu

lugar y por compartir tu vida conmigo.

—Gracias por escucharme —dijo. Se inclinó para darme un último beso

apasionado, y luego entré. Estaba brillando con felicidad, así que por supuesto

me tomó una eternidad dormir.

Travis había caminado conmigo de vuelta a mi campamento. Eran casi

las dos de la mañana, y mis padres estaban profundamente dormidos. Había

enviado a mi mamá un mensaje temprano para que no se preocupara, lo que

claramente no hizo ya que no había esperado despierta. Travis me presionó

contra la casa rodante, y me besó por enésima vez antes de decir buenas

noches.

88

11 Traducido por Melusanti

Corregido por Aimetz14

Me desperté tarde y descubrí que mis padres ya se habían ido. Mamá

me dejó una nota:

¡Cariño!

Fuimos a desayunar con los Medlers, te veremos en poco tiempo.

Con amor,

Mamá.

Me duché y tomé un bocado rápido antes de ir hacia la oficina a

desearle a Travis un feliz cumpleaños. Me dijo que estaba saliendo a las diez,

así que sólo me quedaba una hora. Tenía la esperanza de tener suerte y

conseguir un momento a solas con él.

Entré para encontrar a Travis detrás del mostrador, leyendo una revista.

Cuando el timbre de la puerta sonó al abrirla, levantó la vista y me honró con

la más magnífica sonrisa. Llevaba su típica camiseta negra y pantalones de

corte bajo, con un brazalete de cuero negro alrededor de su muñeca. Su cabello

estaba ligeramente parado y se veía bien. No pude evitar saltar hacia él. —

¡Feliz cumpleaños! —grité.

—Gracias —dijo, poniendo la revista sobre el mostrador—. Así que vas

a besarme hoy. ¿O soy demasiado viejo para ti ahora? —preguntó con una

sonrisa divertida en su rostro.

Levanté la vista hacia el techo pretendiendo contemplarlo durante un

segundo, cuando agarro mi cintura, tirando de mí a través del mostrador por

un beso. Fue mejor que todos los demás y me derretí en el acto.

—Creo que seis meses realmente no es mucho mayor —bromeé

mientras nuestro labios se separaban. Podía sentir su sonrisa contra mi boca.

—Así que, ¿tu cumpleaños es en diciembre? —preguntó.

—Sí, veinticuatro de diciembre, en realidad.

—Oh, así que fuiste un bebé de Nochebuena —dijo, rozando mi mejilla

con su dedo.

89

—Sip. Entonces, ¿qué estás haciendo? —pregunté pasando mis dedos

por su pecho.

—Tratando desesperadamente de leer un párrafo de este artículo de la

revista, pero me parece que no puedo dejar de pensar en ti. —Sus coqueteos

eran lindos y su honestidad era un soplo de aire fresco. No había juegos

reproduciéndose, acababa de poner sus sentimientos sobre la mesa o sobre el

mostrador diría yo, y eso me hizo sentir bien.

—¿Qué vas a hacer cuando salgas del trabajo? —pregunté. Quería saber

si iba a ser capaz de pasar el día con él. Era consciente de que había una

posibilidad de que sus padres o sus amigos fueran a celebrar con él, pero una

parte de mi esperaba que quisiera pasarlo conmigo. Justo cuando estaba a

punto de responder, las campanas de la puerta sonaron y Ashley, Britney y

Scott entraron.

—¡Hola, Paige! —dijo Scott.

—Hola —respondí, colocando un paquete de dulces en el mostrador

para comprar. Travis me atendió mientras todos le deseaban feliz cumpleaños.

—Así que, bebé. ¿Qué vamos a hacer hoy? —preguntó Ashley y su

término de cariño me hizo temblar. No quería quedarme a escuchar los planes

que yo sabía que no me incluían, así que pagué rápido por mis dulces y me fui.

Llamé a mamá en el camino de vuelta al camping para preguntarle si

estaba bien que tomara el coche. Ya que no iba a pasar el día con Travis, pensé

que un poco de terapia de compras estaría bien. No me sentía muy contenta de

tener que mantener las cosas en secreto con Travis, pero tenía que recordarme

a mí misma que hasta el momento todo lo que estaba diciéndome era que él

valía la pena. Mi madre me dio permiso para usar el coche, por lo que le hice

saber que me estaba aventurando hacia Burlington por la tarde, para tomar un

descanso de todos los árboles. Al parecer entendió mi mensaje oculto, porque

estaba más que dispuesta a que lo hiciera.

—El centro debería animarte. ¡Déjame saber si encuentras algunas

lindas tiendas, cariño! —dijo antes de colgar el teléfono. Agarré un par de

cosas y luego me dirigí hacia la ciudad.

Cuando llegué allí, me sorprendí al ver que Burlington en realidad era

una pequeña ciudad bulliciosa. El mercado del centro estaba lleno de

vendedores callejeros y tiendas exclusivas. La gente comía en los cafés al aire

libre y eran entretenidos por los músicos. Era lindo. Comencé a pasear por las

tiendas y pasé por una que estaba llena de un montón de baratijas. En

realidad, no buscaba nada en particular. Me topé con un pequeño llavero de

madera que tenía forma de paleta de kayak. Me recordó a Travis, así que

decidí conseguirlo para él como regalo de cumpleaños. No parecía demasiado,

ya que nos acabábamos de conocer, pero esperaba poder mostrarle que lo

90

estaba escuchando cuando me dijo lo mucho que se sentía en paz en el agua.

Metí mi compra en mi bolso y seguí hacia otra tienda.

Mientras estaba escogiendo algo de ropa para probarme en una de las

tiendas locales, sonó mi teléfono. No reconocí el número, pero decidí contestar

por si era alguien que trataba de ponerse en contacto conmigo sobre Pri*Tee

Pixies.

—¡Hola! —dije, atendiendo la llamada. Oí una voz masculina decir

‚¡Hola!‛ y luego‖‚¿Qué‖est{s‖haciendo?‛‖Eso‖me hizo darme cuenta que era

Travis—. ¡Oye! ¿Cómo conseguiste mi número? —pregunté, curiosa, ya que yo

no se lo había dado.

—Tú mamá. Lo siento, fui a verte y me dijo que estabas conduciendo

hacia Burlington hoy. Entonces, le pedí tú número. —No era una sorpresa,

estoy segura de que mi mamá estaba muy ansiosa por dárselo después de que

tuvimos nuestra pequeña charla ayer.

—¿Por qué te fuiste?¿No querías pasar el día conmigo? —Honestamente

parecía tan decepcionado por ese hecho que me hizo lamentar irme.

—Sí, pero me di cuenta que querías pasar el día con tus padres y tus

amigos.

—Bueno, este chico del cumpleaños está disgustado. Quería pasar el día

contigo. —Su admisión me dio ganas de saltar de vuelta al coche y volver al

campamento.

—Lo siento. ¿Puedo volver? —ofrecí.

—¿Dónde estás, por cierto?

—En una pequeña tienda de ropa en el mercado.

—¿Cuál? —preguntó.

—Um,‖Lilly’s‖creo.‖¿Por qué, conoces al propietario?

—Mi mamá probablemente lo hace. Así que, ¿qué es lo que quieres

comprar?

—Nada en particular, estoy yendo al vestuario en este momento con un

par de cosas para probarme, luego me iré de nuevo a Willow Falls —dije.

Estaba ansiosa por volver a él, pero como ya había hecho el viaje pensé en

probarme un par de cosas que había encontrado y luego irme.

—Está bien, te veré pronto —dijo y terminamos nuestra llamada.

Estaba a punto de deslizarme en un pequeño vestido negro en el

probador, cuando se produjo un golpe en la puerta. —¿Si? —contesté.

—¡Oye!¿Que estás haciendo? —Reconocí la voz de Travis enseguida y

abrí la puerta inmediatamente. Estaba completamente sorprendida.

91

—¡Hola! ¿Qué está haciendo aquí, señor? —pregunté, encantada de

verlo, pero curiosa en cuanto a cómo podría haber llegado hasta mí en cinco

minutos. El viaje me había tomado más de una hora.

—En este momento, estoy mirando a una increíblemente hermosa chica

medio desnuda. —Se rió entre dientes, y me dio un guiño. Entonces registré

que estaba de pie en ropa interior. Mis mejillas ardían y rápidamente deslicé el

vestido por encima de mi cabeza.

—Guau, te ves tan bien en ese vestido —dijo, evaluando mi apariencia.

Me volví a mirar al espejo y reconocí lo lindo que era, un poco del lado sexy,

pero sin duda un ganador.

—Me gusta. Ahora ¿Qué estás haciendo aquí? —Le pregunté de nuevo.

—Vine a buscarte —dijo, sonriendo alegremente—. ¿Vas a pasar el día

conmigo?

—Si, por supuesto que lo haré. Deja que me vista y podemos salir de

aquí.

—¿Me puedo quedar? —bromeó.

—No, estoy segura de que el amigo de tú mamá no apreciaría que estés

aquí —chillé, empujándolo fuera de vestuario. Rápidamente me cambié y fui

con mis artículos para registrarlos.

Travis luchó conmigo sobre comprar el vestido, lo que me pareció

ridículo. —Detente. Es tú cumpleaños, Yo tengo que comprarte cosas, no al

revés —dije, no dando marcha atrás.

—Bueno, estamos oficialmente en una cita, y el chico paga todo. —

Guiñó un ojo mientras le pagaba al empleado. Acepté amablemente su regalo

y a cambio le di el llavero que había tomado para él antes.

—Gracias por el vestido; esto es para ti, por cierto —dije, entregándole

el pequeño paquete. Travis lo abrió y sonrió al segundo en que lo vio.

—Gracias, esto es realmente perfecto. —Me sorprendió lo encantado

que estaba por el simple llavero.

—Guau, eres muy fácil de complacer —bromeé, empujando su brazo.

—Mis padres me compraron un coche nuevo para mi cumpleaños, así

que ahora mis nuevas llaves irán en mi nuevo llavero ¡Gracias! —dijo,

inclinándose para darme un beso.

Me encontré con su boca con ambición y dejé que su lengua separara

mis labios. Cuando las cosas estaban empezando a ponerse un poco indecentes

en la acera, me alejé. —Entonces ¿Qué tipo de coche conseguiste?

No respondió al principio, pero en cambio parecía nervioso de decirlo.

92

—Está bien, no puedes pensar mal de mí si te lo digo. No tuve nada que

ver con eso. Ellos me sorprendieron completamente. —Su respuesta era rara

¿Por qué yo iba a pensar mal de él?

—Bueno, no soy un hombre. Así que no sé mucho sobre coches. No

tienes nada de qué preocuparte —aseguré.

—Me trajeron un nuevo Cayman S. negro.

—No sé qué es eso.

—Es un Porsche. —Guau, la familia de Travis realmente estaba cargada.

En realidad, me tranquilizó saber que nuestros mundos no estaban tan lejos.

—¡Que dulce! —exclamé, realmente emocionada.

—Tal vez más tarde te puedo llevar a mi casa y mostrártelo —dijo,

aturdiéndome ante la idea.

—Por supuesto. Ahora, ¿qué te gustaría hacer, cumpleañero? —dije,

envolviendo mis brazos alrededor de su cintura. Se inclinó, me besó la frente y

luego respondió—: Bueno, primero quiero llevarte a mi trabajo y presentarte a

mis amigos ¿Estás de acuerdo con eso?

—Claro —dije. Estaba muy entusiasmada con la idea, y quería

aprender más acerca de su mundo. En realidad me sorprendió que quisiera

que conozca a sus amigos, pero luego me di cuenta de que probablemente

iba a presentarme como una amiga. La idea me dejó un poco decepcionada,

pero escondí mis sentimientos y le tomé la mano de buena gana.

93

12 Traducido por Tefi_wayland19

Corregido por Alaska Young

La cafetería se encontraba llena cuando entramos. Había una fila casi

hasta la puerta, y todas las mesas estaban ocupadas. —Comida rápida —dijo

Travis mientras nos conducía a través de la multitud hacia la barra lateral. De

inmediato, fue recibido por uno de los meseros.

—¡Hola, Trav, hombre! ¡Feliz cumpleaños, viejo! —gritó el chico y me vi

sorprendida por su aspecto. Era alto, con oscuro cabello en picos, tatuajes

cubriendo sus brazos y tenía barras negras en ambas orejas. Lucía una

apariencia totalmente alternativa, pero aun así me parecía increíblemente

atractivo.

—¡Hola, Mikey, chico! —respondió Travis, chocando los puños con él.

Mike estaba terminando de hacer un café, y se volvió hacia nosotros una vez

que lo entregó—. Esta es mi novia, Paige. Paige, este es el idiota número dos —

dijo Travis presentándonos. Me di cuenta por como lo llamaba que él y Mike

debían ser muy buenos amigos.

—Demonios, Trav. Tengo que ir a pasar el rato en tu campamento —

dijo Mike mientras agitaba mi mano. Su apreciación era dulce, y me sonrojé

por su comentario—. Mucho gusto, Paige.

—Encantada de conocerte —devolví el saludo. Parecía como si Mike ya

tuviera algún conocimiento acerca de mí porque no estaba sorprendido por la

introducción. De hecho, yo estaba más sorprendida de que Travis me

presentara como su novia.

—Entonces, ¿puedo conseguirles algo? —preguntó Mike.

—Estoy bien —respondió Travis, volviéndose hacia mí—. Bebé,

¿quieres algo? —Su expresión de cariño me apretó el corazón, y yo estaba

gritando de alegría en silencio.

—No, estoy bien. Gracias —respondí.

—Preparo un latte estupendo —ofreció Mike, moviendo sus cejas.

—No, gracias. Aunque lo recordaré la próxima vez —respondí

dulcemente.

94

—Escucha, viejo, nos iremos rápido, ya que la gente está aquí pero te

llamaré después —dijo Travis, volviendo a golpear el puño de Mike.

—Está bien. Por cierto, tienes que comenzar a pensar sobre tu nuevo

arte porque eso es lo que te daré para tu cumpleaños.

—Cierto, lo haré. Te hablo después, Mike.

Travis envolvió con sus brazos alrededor de mi cintura y me empujó

hacia la puerta mientras acariciaba mi cuello.

—¡Te veo después, Paige! —gritó Mike.

—¡Nos vemos! —le respondí, riéndome de las insinuaciones de Travis.

Era tan juguetón, y no le importaba para nada expresar sus sentimientos hacia

mí, delante de todos. La situación me dio la tranquilidad que necesitaba,

porque realmente parecía que sólo había una razón por la que nosotros nos

manteníamos en secreto en el campamento: Ashley.

—Lo siento, te hubiera presentado a todos los demás, pero estaban

inundados allí —se disculpó Travis cuando salimos fuera.

—No te preocupes, el lugar estaba lleno. Por lo tanto, ¿son tú y Mike

cercanos? —le pregunté.

—Sí, es mi chico. Él y Scott son mis dos mejores amigos y estoy bastante

seguro de que paso la mayor parte de mi tiempo con ellos —explicó.

—Oh. Entonces, ¿ahora a dónde, cumpleañero?

—Bueno, hay algo que quiero ir a ver contigo pero no es hasta las tres

de la tarde, así que mientras tanto, ¿puedo mostrarte mi ciudad? —preguntó.

—Claro, me encantaría ver los lugares que frecuentas y dónde están tus

favoritos. Así que, ¿qué haremos a las tres?

—Es una sorpresa. Vamos —dijo, entrelazando nuestras manos y

empujándome hacia adelante.

Travis me mostró toda la ciudad. Comenzó dándome un pequeño

recorrido histórico por el área, impresionándome por lo mucho que sabía.

Luego caminamos por una calle a su pizzería favorita donde compartimos una

porción. Después, nos detuvimos en una heladería para el postre. Todo el

tiempo, Travis me hizo reír contándome toda clase de historias, incluyendo

una sobre una ridícula cita a la que fue de niño, donde él terminó tirándole al

suelo la bola de helado a la chica y luego procedió a recogerla y ponerla de

nuevo un su cono, esperando que ella la comiera.

—Sí, no tenía juego en ese entonces —dijo haciéndome reír aún más.

—Entonces, ¿se lo comió? —pregunté.

95

—En realidad, terminó dándole un bocado —dijo riendo ante el

recuerdo—. Nuestra cita terminó en ese momento, y sobra decir que las cosas

entre nosotros habían acabado.

—Estaba claro que le gustabas lo suficiente como para tomar un bocado,

tienes que darle crédito por eso. Yo no lo haría —bromeé.

—¿No hubieras querido impresionarme? —preguntó, deteniéndose

delante de mí y dándome un puchero adorable.

—Yo hubiera hecho esto para hacerlo. —Me incliné hacia adelante casi

tocando sus labios y luego justo antes de que se tocaran, me volví para lamer

de su cono—. Soy fan de compartir —añadí sonriendo, mientras tomaba un

paso hacia atrás. Él me agarró de la cintura tirando de mí para darme un beso,

el cual casi me hace caer.

—Si hubiera estado en la cita contigo, te habría dado del mío —dijo,

sonriendo dulcemente.

—Definitivamente tienes juego ahora —le dije, colocando otro beso en

sus labios. Nos separamos cuando las personas que nos pasaban aclaraban sus

gargantas, aparentemente ofendidos por nuestra DPA8.

Travis miró el reloj y vio que teníamos más tiempo para matar, así que

quería llevarme a un lugar más. —Y‖aquí…‖—dijo, al entrar en una tienda que

parecía muy brillante—, es donde me he hecho todos mis tatuajes. —El lugar

estaba vacío, pero la música sonaba a todo volumen. Un tipo vino de la

trastienda y Travis se acercó a estrecharle la mano—. ¡Hola, Tye! Esta es mi

novia, Paige. Paige este es el Hombre, Tye —dijo Travis, claramente con gran

respeto.

—¡Hola, Paige! Es un placer conocerte.

Cuando Travis y Tye tomaron un momento para ponerse al día, no

pude dejar de mirar sus tatuajes. Aparte de a la distancia, en realidad nunca

había interactuado con personas que estuvieran cubiertas con ellos antes, y

Tye estaba cubierto de pies a cabeza. Tenía uno que bajaba por detrás de su

cuello, y continuaba hasta las muñecas de ambos brazos. De lo que me di

cuenta fue de que éste se veía descender por debajo de la parte frontal de su

cuello, por lo que pensé que probablemente también abarcaba todo el pecho.

Supongo que si se trabaja en una tienda como ésta, tienes que apasionarte por ello,

pensé. Sin embargo, Tye parecía un tipo muy agradable, un poco mayor que

nosotros, pero probablemente no más de veintidós años.

—¡Oye, Paige! Entonces, ¿quieres hacerte un tatuaje? —preguntó Tye,

claramente tratando de conseguir un aumento de mi parte.

8 DPA: Demostración Pública de Afecto.

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—Estoy bien. Gracias —le dije, acercándome a Travis.

—De ninguna manera, no te tocará. Su piel es demasiado perfecta —

dijo, envolviendo su brazo alrededor de mi cintura—. Además, ella ya tiene

uno. Y no, no puedes verlo.

Travis estaba actuando muy protector y me pareció dulce. También

estaba agradecida de que agregara la última parte, porque mi tatuaje era muy

personal para mí, y por el momento no quería explicarle el significado, ni tener

que bajarme mi pantalón delante de Tye.

—¡Lindo! Bueno, si alguna vez quieres otro, podemos cuidar de ti. Por

cierto, ¿cuándo vas a venir por uno, hombre? —preguntó Tye, volviendo su

atención a Travis. Tenía curiosidad por su respuesta porque no sabía que

pensaba conseguir otro.

—No lo sé. Mike me preguntó antes, pero todavía no he descubierto lo

que quiero. Tengo que pensar en ello. —Él miró su reloj y notó la hora—. Oye,

nena, tenemos que irnos o vamos a llegar tarde. —Nos despedimos y luego

hicimos nuestro camino fuera de la tienda.

Cuando entramos en lo que parecía ser un viejo almacén, estaba un

poco preocupada. Me sentía nerviosa de que Travis me llevara a algún club

subterráneo extraño o algo. Pero una vez que estuvimos dentro, me di cuenta

de que era una especie de antigua fábrica que había sido convertida en

diferentes estudios de arte y tiendas. Caminamos por el pasillo principal, y

Travis se detuvo frente a una de las tiendas. —Aquí —dijo sosteniendo la

puerta abierta para mí.

Cuando entré, vi las paredes cubiertas de estanterías de cerámica, y me

di cuenta que era una tienda de pintura de cerámica. —Oh, ¿elegiremos algo

para pintar? —le pregunté, después de haber estado en uno de estos lugares

antes.

—En realidad, vamos a hacer nuestra propia cerámica —dijo Travis—.

Hablé con la propietaria y ella nos va a enseñar cómo hacer platos de sopa que

serán donados al comedor comunitario local. Ellos ya han hecho un montón,

así que vamos a añadir los nuestros a la gran cantidad.

Las lágrimas pinchaban en mis ojos, por la consideración del plan de

Travis. Nadie, especialmente ningún chico, había salido nunca de su zona para

planear algo tan remotamente considerado antes.

—Travis —dije, y me encontré sin habla. No pude encontrar las

palabras, por lo que sólo me incliné y lo besé expresando todo lo que quería

decir con el toque de mis labios—. ¡Gracias!

97

—No hay de qué. Vamos, vamos a empezar para que así podamos hacer

un montón —dijo, tirando de mí hacia atrás. Él estaba igualmente

entusiasmado con la idea, lo cual calentaba mi corazón aún más.

Después de una rápida lección, nos encontramos disfrutando de hacer

los platos. El proceso no fue tan difícil como me imaginaba que iba a ser, y los

dos estábamos realmente haciendo replicas decentes. Hasta ahora habíamos

hecho demasiadas.

—¡Esto es increíble, Travis, gracias! —le dije, girando las manos en

torno a la arcilla. La rueda daba vueltas, y mis dedos estaban formando los

lados de la taza en la que trabajaba. Travis terminó otra y la colocó en el

estante para secar. Después se sentó detrás de mí. A horcajadas sobre la silla, y

acarició mi oído.

—¡Eh, tú! —Me reí, tratando de no estropear mi obra maestra.

—¿Te puedo ayudar con eso? —preguntó. Asentí con la cabeza y luego

puso sus manos en el centro conmigo para que podamos formar juntos el

recipiente. Aunque era sucio barro fangoso el que estábamos trabajando, era

uno de los momentos más eróticos que he experimentado. Nuestros dedos se

mezclaban juntos, y transmitían a los demás lo que realmente estaba en

nuestras mentes. Una vez que terminamos el recipiente, me giró, tomó mis

mejillas en sus manos y me besó sensualmente. El ardor de mi cuerpo me

estaba quemando y sentí su cuerpo reaccionar de la misma manera.

—Tus labios son increíbles. No puedo tener suficiente de ellos —

susurró en mi boca mientras sus manos ahuecaban mi cuello acercándome.

Cuando escuchamos un ruido en la otra habitación, Travis se apartó

para mirarme y luego se echó a reír. —¿Qué? —pregunté, queriendo saber lo

que encontraba tan gracioso.

—Ahora te ves como si llevaras una mascarilla de belleza de barro.

En el calor del momento, ni siquiera me había dado cuenta de que

estaba poniendo sus sucias manos en mi cara, pero ahora que lo había traído a

mi atención, podía sentir el pegote en las majillas y el cuello. —Travis —grité,

sintiendo la rigidez en mi piel. Él se echó a reír aún más fuerte por mi reacción,

lo que me incitó. Así que tomé un poco de la arcilla y se la unté toda en la

barbilla—. Ahí. Ahora estamos a mano —le dije, sonriendo ante mi obra.

—Uh, uh —dijo sacudiendo la cabeza. Rápidamente me deslicé fuera

del asiento para evitar su ataque, que sólo lo animó.

Travis y yo estábamos riéndonos muy fuerte cuando nuestros labios se

juntaron de nuevo. —¿Hay que hacer algo más o puedo ir a limpiarme? —

preguntó.

98

—¿A dónde iremos para limpiarnos? —No había llevado un cambio de

ropa, pero supuse que podía comprar algo.

—Mi casa —dijo.

—Oh, está bien. —Estaba emocionada de que en realidad iría a su casa y

vería donde creció.

Rápidamente limpiamos el desorden que habíamos hecho, antes de

agradecer a los propietarios por permitirnos venir. Ella nos dio las gracias a

cambio, y admiró las catorce copas que habíamos terminado. —¡Ellos amarán

estos! Vuelvan cuando quieran —dijo.

99

13 Traducido por SomerholicSwiftie

Corregido por Alaska Young

Travis y yo nos dirigimos de nuevo al mercado principal para recuperar

mi coche, y luego me llevó a su casa. Llegamos a una puerta y admiré la gran

finca que se encontraba detrás de ella. La casa era de tamaño similar a la mía, y

reforzó la idea de que Travis venía de una familia bien posicionada. Era

increíble como nada en él gritaba ‚malcriado‖niño rico‛, que era una de las

cosas que me encantaban de él. Se metió en el coche y lo aparcó.

—Por cierto, ¿cómo llegaste a la ciudad? —pregunté, cuestionándome si

teníamos que dejar su vehículo allá.

—Mis padres me dejaron para que me pudieran dar mi coche nuevo.

—Oh, está bien —dije, luego de haber olvidado todo. Me sorprendió

que él no estuviera dispuesto a correr en el garaje para conducir la cosa.

Después de todo, era un chico.

—Bienvenida —dijo, abriendo la puerta de su casa para dejarme entrar.

Miré a mi alrededor cuando entré y admiré lo hermosa y moderna que era la

casa. Su madre claramente tenía una habilidad especial para decorar, porque el

lugar era impresionante.

—Guau, Travis. Lindo lugar —bromeé. Se encogió de hombros, como la

mayoría de los hombres hacían, realmente sin preocuparse por la decoración.

—Entonces, ¿y si pedimos un poco de comida así ambos podemos

limpiarnos?

—¡Claro! —dije.

—¿Para qué estás de humor? —preguntó.

—De ninguna manera —dije interrumpiéndolo—, es tu cumpleaños, ¡tú

elige, yo pago! —Sabía que no iba a ir por ello, pero valía la pena intentarlo.

—Nop, está absolutamente prohibido que pagues. Pero, ¿qué hay de

comida china?

—Suena delicioso —estuve de acuerdo.

100

Después de ordenar la comida, Travis me mostró el camino hasta su

dormitorio y cuarto de baño. —Guau, señor, tienes todo el lugar —dije,

admirando su habitación muy ordenada.

—Gracias. ¿Estás lista para ser limpiada? —preguntó, moviendo las

cejas. No estaba segura de lo serio que estaba siendo sobre nosotros

duchándonos juntos, así que sólo le seguí la corriente.

—Sí, ¿estás planeando lavarme y quitarme toda esta suciedad? —

pregunté, mordiéndome el labio inferior.

Se veía sorprendido por mi petición, y yo no podía dejar de reír. Parecía

que lo había agarrado con la guardia baja. Se calmó y se acercó hasta estar

delante de mí.

—Me encantaría lavar cada centímetro de tu cuerpo —dijo, pasando sus

dedos suavemente por mis brazos, enviando un hormigueo a mi centro—. Sin

embargo, tengo que estar atento a la comida, así que voy a ducharme

rápidamente en el otro cuarto de baño. Aunque, ¿puedo tener un chequeo

rápido?

Guau, un tipo acababa de rechazar la oportunidad de ducharse con una

chica. O estaba tratando de ser todo un caballero, que era lo que sospechaba, o

se encontraba nervioso acerca de llevar las cosas más allá. Basándome en sus

besos y todos sus movimientos, sabía claramente lo que estaba haciendo y ha

tenido experiencia, así que me inclinaba por la teoría A.

—Voy a poner la ropa en la lavadora, así que puedes tomar un par de

mis sudaderas, o cualquier otra cosa que te quieras poner de mis cajones —

dijo, señalando a su vestidor.

—Gracias, aquí tienes —dije, desabrochándome lentamente mi camiseta

para dársela—. Oh, y también necesitas estos —añadí, deslizando mis

pantalones cortos por mis piernas. Travis ya me había visto en mi ropa interior

antes, así que no había nada que me hiciera sentir tímida. Él me miraba con

lujuria filtrándose a través de sus ojos, y luego tragó saliva mientras tomaba la

ropa de mi mano. Tratando de mantenerme seductora, volví a hacer mi

camino al baño y en pocos segundos estaba lanzando mi sujetador y las bragas

hacia a él. Asomé mi cabeza por la puerta y lo vi de pie sosteniendo mis cosas.

Parecía estar pensando si debía o no unirse a mí—. Gracias —dije de nuevo, y

luego me metí en la ducha.

En ningún momento Travis se unió a mí, lo que me dejó un poco

decepcionada, pero, una vez más, al mismo tiempo apreciaba su resistencia y

el respeto que me estaba mostrando. Me sentía más cerca de él, y una conexión

más profunda se estaba formando, la realidad era que todavía necesitábamos

aprender más el uno del otro antes de llevar las cosas al siguiente nivel. Aún

101

no habíamos hablado de nuestra historia o experiencia sexual, por lo que

tendría que ser lo próximo.

Me tomé mi tiempo para disfrutar de la muy amplia ducha y el agua

caliente. Había pasado una semana desde que había tenido una ducha normal,

por lo que la sensación era lujosa. Eso me hizo preguntarme dónde se duchaba

Travis al volver del campamento. Me imaginé que él debía usar la ducha del

baño de hombres. Aunque, podría usar el de la caravana de sus padres. Voy a

tener que preguntárselo, tengo curiosidad, pensé, mientras estaba terminando.

Después me sequé, fui adelante y tomé un par de boxers de Travis y

una playera negra. La ropa olía a él, así que disfruté de la fragancia. Cuando

bajé, vi que la comida ya había llegado y Travis estaba destapando nuestras

bebidas. —Huele bien. ¿Puedo ayudarte en algo? —pregunté.

—¿Puedes traerme algunas de esas servilletas? Pensé que podríamos

comer en la sala de estar —dijo, tomando la bolsa y los vasos para liderar el

camino.

Lo seguí a la habitación que estaba ocupada por un sofá gigante a la

derecha, y una muy grande pantalla plana que ocupaba toda la pared

izquierda. Travis no hizo ningún movimiento para poner la televisión, sino

que nos preparó un pequeño picnic en el centro del suelo. Comimos y

charlamos acerca de la tarde, y le pregunté cómo había tenido la idea de

llevarme al lugar de cerámica.

—En realidad, estaba buscando comedores locales en línea por

curiosidad, y cuando hice una búsqueda, el sitio de cerámica apareció con la

publicidad‖‚El‖don‖de‖la‖sopa‛.‖Leí más sobre él, y me di cuenta que era algo

que quería que hiciéramos juntos. Así que llamé al propietario esta mañana y

lo programé. En realidad te iba a decir al respecto, pero Scott y las chicas

entraron esta mañana. Me gustó cómo salieron las cosas, y que terminara

siendo una sorpresa. ¿Te has divertido?

Me conmovió la consideración de Travis y pareció increíblemente dulce

que estuviera investigando los comedores comunitarios. —Travis, me la pasé

muy bien. Nadie ha planeado nada tan increíble para mí antes, o puesto

mucho esfuerzo en una cita, así que gracias. ¿Tú te la pasaste bien? —

pregunté, con la esperanza de que hubiera disfrutado de su cumpleaños tanto

como yo.

—Tuve el mejor día —dijo, sonriendo dulcemente.

Nuestros ojos se quedaron bloqueados y Travis se inclinó por encima

para darme un beso. Esta vez el beso no sólo estaba lleno de pasión y lujuria,

sino que una emoción más profunda corrió a través de mi boca hacia abajo, a

mi corazón. En ese momento, me di cuenta de que me estaba enamorando de

él, o tal vez ya lo estaba. Daba un poco de miedo saber lo rápido que había

102

pasado, pero no se podía negar la fuerte conexión que había entre nosotros. Se

echó hacia atrás, apoyando su frente contra la mía, y luego susurró—:

Realmente eres un duende mágico. —Su comentario me hizo sonreír y lo

recompensé con otro beso.

Después de que limpiamos la cena, nos instalamos en el sofá para ver

una película, pero en su lugar terminamos hablando. Los dos estábamos

riendo tan fuerte y yo todavía no podía superar el hecho de que Travis hubiera

sido un total chico rico cuando era más joven. Me mostró fotos para probarlo,

y aunque parecía él, me di cuenta de que el verdadero espíritu de Travis

faltaba en ellas. —Creo que estás muy sexy ahora —dije, besando su brazo.

—Así que amas cómo luce el tatuaje, ¿eh? —preguntó, acostado sobre

uno de sus lados, con su mano apoyando su cabeza.

—En ti, lo hago —dije, volviéndome hacia él.

—Entonces, ¿qué te parece? ¿Debo hacerme otro?

—No lo sé. Si quieres —respondí, sin querer influir en él de una manera

u otra.

—No iba a hacerlo, pero Mike quiere que me haga uno por mi

cumpleaños, así que he estado pensando en conseguir algo pequeño.

—Siempre puedes ir con un pequeño duendecillo —bromeé.

—Me gusta tu pequeña hada —dijo, levantándose sobre mí y

presionándome contra mi espalda—. En realidad, déjame echar un vistazo.

Voy a tener que considerarlo —dijo, levantando mi camisa ligeramente para

exponer mi estómago. A continuación, quitó suavemente la parte superior de

los boxers que llevaba para exponer mi tatuaje—. Tan sexy —susurró sobre mi

piel cuando se inclinó hacia abajo, colocando suavemente un beso en ella.

Travis me miró a los ojos, y yo sonreía de felicidad por estar con él. Mi

cuerpo estaba en llamas, pero parecía quedarse permanentemente de esa

manera en su presencia. Sin decir una palabra, se inclinó y volvió a besar mi

tatuaje.

—Definitivamente me inspiras —susurró contra mi piel. Sentí su aliento

caliente sobre mi cadera y mi cuerpo dolió en respuesta. Comenzó a plantar

besos suaves por todo mi tatuaje y mi cintura. En poco tiempo, sus besos

comenzaron a moverse más abajo y luego sentí los boxers deslizándose por

mis piernas. El placer que sentía de su boca en mi cuerpo me envió en un

frenesí, y cuando llegó allí y comenzó a chupar lentamente, grité de puro

placer.

Sus labios y su lengua estaban bailando alrededor de mi clítoris,

barriendo lentamente entre mis labios y luego rodeando la cima de nuevo. Su

boca era suave pero firme, y sabía exactamente lo que necesitaba. La

103

construcción estaba aumentando demasiado rápido, y estaba a punto de

pedirle que esperara para que el placer durará más tiempo, pero luego sentí

dos dedos deslizarse dentro de mí y perdí todo el control. Cada gramo de mi

cuerpo irradiaba con la electricidad sensual que crepitaba a través de mis

venas. —Oh, Dios mío... ¡Travis! —grité mientras mi cuerpo era lanzado al

reino del éxtasis y me vine en espiral hacia abajo—. Fue increíble —dije en voz

baja, recuperando el aliento.

Después de mi liberación, Travis besó su camino de regreso a mi cuerpo

y se detuvo cuando llegó a mi boca. Tiré de la parte posterior de su cuello

haciendo que presionara sus labios con los míos. Me podía probar en su

lengua y la combinación de ella junto con su erección presionando contra mí,

me daban ganas de más. Me volví para que pudiera tomar la primera posición,

y procedí a darle el mismo tratamiento a Travis, besando todo el camino por

su cuerpo. Cuando lo liberé de sus pantalones, me di cuenta de lo mucho que

tenía que ofrecer y encontré mi cuerpo ansioso por cada centímetro de él. Lo

llevé a mi boca y lo recompensé con el mismo placer que había depositado en

mí. Lamí arriba y abajo y todo alrededor, chupé largo y duro. Sólo tomó lo que

parecieron ser segundos antes de que su cuerpo explotara, pero disfruté cada

uno de ellos. Lo chupé hasta el fondo y, su miembro palpitaba con las secuelas

sexuales que encendía mi lengua. Continuó gimiendo en voz alta por mi

caricia oral, y me sonrió con satisfacción.

Travis y yo yacíamos en el sofá, juntos, saciados, y no quería moverme.

Sabiendo que probablemente deberíamos haber tenido la charla a sexual antes

de haber hecho lo que hicimos, decidí abordar el tema. —Entonces, ¿puedo

hacerte una pregunta?

—Seguro, cualquier cosa —dijo, poniéndose de lado para verme. Su

mano estaba corriendo arriba y abajo de mi estómago, lo cual era una

distracción, pero traté de mantener la concentración.

—¿Con cuántas mujeres te has acostado? —La expresión de su cara no

vaciló, por lo que mi pregunta no lo había disgustado.

—Dos. Mi primera vez fue con la hermana mayor de un amigo con

quien tuve un flechazo importante cuando era más joven. Nos conectamos en

una fiesta y las cosas se fueron más allá de lo debido. Pero creo que fue bueno

tener mi primera vez con alguien que sabía lo que estaba haciendo. Aunque su

hermano se enojó cuando se enteró —dijo, riéndose del recuerdo.

—¿Y la otra? —pregunté, curiosa acerca de la chica número dos.

—La otra era una chica que estuve viendo por un tiempo. Tuvimos citas

durante casi dos años, y llevó nuestra relación a ese nivel.

Estaba tranquila por su respuesta, aunque ahora tenía muchísimas

preguntas que quería hacer sobre la chica número dos y por qué la relación no

104

continuó. Sin embargo, todas mis preguntas tendrían que esperar, porque no

quería estropear la noche. Por ahora, estaba contenta sabiendo que Travis no

era del tipo que dormía con muchas mujeres. Basándose en su aspecto, las

podría tener. Por no mencionar el hecho de que él era bastante increíble

también. Además era bueno saber que no tenía una fobia al compromiso,

porque para un chico adolescente, dos años es significativo. —¿Qué hay de ti?

—preguntó, devolviendo la pregunta.

—He estado con un hombre. Era alguien con quien salí durante un año,

pero al final del día no estaba tan loca por él. Lo hice sólo para conseguir mi

primera vez. Pasó un par de veces más antes de que finalmente terminara las

cosas —dije, ahora lamentaba la decisión que había hecho, porque habría sido

agradable darle mi virginidad a un hombre como Travis.

—Bueno, me alegro de que tengamos eso fuera del camino —dijo—.

Quería tocar el tema, pero no quiero que te dé la impresión de que estaba

tratando de entrar en tus pantalones. Así que me alegra que lo preguntaras —

dijo.

—Oh, ¡así que ahora parece que me quiero meter en los tuyos! —dije,

riendo ante el hecho.

—Acabas de hacerlo —dijo, riendo conmigo.

—Es verdad —dije—. Por cierto, gracias por ser tan abierto conmigo,

realmente es fácil hablar.

—De nada —dijo y luego me besó apasionadamente.

El timbre de la secadora sonó y nos alertó sobre el hecho de que nuestra

ropa estaba lista. —¿Hay que vestirnos y regresar al campamento? No quiero

que tus padres se preocupen —dijo, empujándose a sí mismo a una posición

sentada.

—Les envié un mensaje antes, pero probablemente debería irme. Por

cierto, ¿cómo regresarás? —pregunté, queriendo saber si iba a estar conmigo o

al volante de su coche nuevo.

—¿Puedo ir contigo? —preguntó, mirándome preocupado por mi

pregunta.

—Por supuesto. No estaba segura de si regresarías en tu coche nuevo o

no —le expliqué.

—Prefiero ir contigo, si eso está bien. Iré por él más tarde. —Guau,

prefería viajar conmigo a conducir su fantasía de Porsche nuevo de vuelta al

campamento y mostrárselo a todo el mundo. Sí que era un caballero. No había

manera de que alguno de los chicos de casa hubiera tomado la misma decisión,

ni siquiera Jared.

105

Regresamos al campamento alrededor de la medianoche, y todo estaba

tranquilo. Aparqué el coche en el estacionamiento principal y Travis me

acompañó a mi campamento. —¡Gracias por hoy, Travis! Me la pasé increíble

y realmente espero que hayas disfrutado de tu cumpleaños. —Hablé en voz

baja para no despertar a nadie. Podía oír los ronquidos de mi padre a través de

la ventana abierta de la casa rodante, así que sabía que no se escuchaba nuestra

conversación.

—Paige, fue de lejos el mejor cumpleaños que he tenido, gracias por ser

tan increíble —dijo, inclinándose para besarme, y luego se echó hacia atrás

para mirarme a los ojos—. Estoy enamorándome fuertemente de ti, Paige —

susurró. Mi corazón martilleó por su admisión, haciendo eco de mis propios

sentimientos. No sabía cómo responder, si debía admitir mis sentimientos o

esperar hasta llegara a decir las palabras.

Entonces él se acercó más, me presionó contra el remolque para

besarme de nuevo, y sentí su longitud presionando con fuerza en mi pierna. —

Puedo decirlo —dije, rozando mi mano sobre la parte delantera de sus

pantalones vaqueros.

—Sí, lo siento. Él ya está fuertemente enamorado —bromeó. Los dos

encontramos los labios del otro, e inmediatamente callamos cuando nuestras

lenguas se deslizaron juntas expresando nuestros verdaderos sentimientos. Mi

cuerpo irradiaba calor y mi corazón reconoció que era innegable que estaba

enamorada de él.

—Será mejor que duermas un poco, señorita. Si seguimos así, te llevaré

a mi tienda y te haré el amor —dijo, colocando un suave beso en mis labios y

por mi mejilla hacia mi oído.

—Entonces no quiero pares —murmuré, dejando que mis verdaderos

sentimientos se dieran a conocer. Mi cuerpo quería hacer el amor con él,

independientemente de lo que mi mente pensaba que era lo correcto.

—Cariño, me estás matando, antes con la ducha, y ahora. Un hombre no

tiene tanta fuerza de voluntad —dijo, besando su camino de vuelta a mi boca.

—¿Por qué utilizas eso en mí entonces? Guárdalo para cuando estés

tratando de resistirte a una galleta de chocolate —dije, riéndome de mi broma.

Se rió entre dientes, y luego respondió.

—Quiero que esto —dijo, señalando entre nosotros—, funcione. Por lo

tanto, quiero hacerlo todo bien, tomar las cosas con calma y hacer que nuestra

primera vez juntos sea especial. Cuando llegue el momento, quiero llevarte a

la ciudad y conseguir una suite en el mejor hotel, y luego cuidarte en exceso

durante toda la noche.

106

—No necesito todo eso, pero está bien —dije, haciendo un mohín con

mi labio—. Eso sí, no me hagas esperar demasiado tiempo —bromeé, dándole

un guiño.

Travis era el primer hombre por el que he tenido esos sentimientos.

También era el primer chico con en el que me había sentido tan a gusto y

cómoda, lo que probablemente estaba explicando mi deseosa impaciencia.

—No creo que sea capaz de retenerme por mucho tiempo, pero vamos a

tratar de tomar las cosas con calma. ¿De acuerdo?

—Está bien —respondí.

Antes de ir adentro, lo dejé con un beso que le haría replantearse su

decisión. Aunque, sinceramente, me quedé encantada de que no fuera otro

hombre tratando de entrar en mis pantalones. Estaba tan metida en mis

sentimientos, y cuán perfecto estaba resultando todo que no pude conciliar el

sueño. Contemplé enviarle un mensaje de texto a Tracey para ver si estaba

despierta, pero decidí no hacerlo. Por el momento, probablemente era mejor si

no le contaba acerca de Travis. Hasta que las cosas sobre nosotros no salieran a

la luz, Tracey no lo aprobaría y probablemente me alejaría de él. Por lo tanto,

me gustaría esperar un par de días y luego decirle lo perfecto que iban las

cosas. Después de la forma en que todo había salido ese día, no pensaba que

pasaría mucho antes de eso.

107

14 Traducido por ashmcfly

Corregido por Aimetz14

Mis padres querían que pasáramos el día juntos y que visitáramos

algunos sitios de interés histórico. Después de la charla que tuve con Travis

aquella noche, cuando comprendí que mis padres necesitaban este tiempo

para reconectar, también comprendí lo importante que era mostrarles lo bien

que estábamos juntos como una familia unida. Por eso acepté pasar tiempo con

ellos, a pesar de que significaba que no iba a ver a Travis en todo el día.

Me vestí y me dirigí hacia la oficina para recuperar el auto del

aparcamiento. Pensé que mientras estaba allí, le diría a Travis que íbamos a

salir durante el día. No hicimos ningún plan oficial juntos, pero no me quería

ir sin decirle. Cuando entré a la oficina me quedé sorprendida al ver a Ashley

y a Travis abrazándose.

—¡Gracias bebé! Ahora me siento mucho mejor. ¿Vamos a celebrar tu

cumpleaños hoy? Por cierto, ¿dónde está el nuevo auto? Pensé que iba a poder

viajar en él —dijo Ashley, dando un paso atrás y cruzando sus brazos mientras

hacia un puchero. Mi corazón se hundió al verlos y estuve cerca de caer al

suelo. Sabía que las cosas eran demasiado buenas para ser verdad y comprendí

la razón por la que él quería mantener las cosas entre nosotros en secreto.

Justo cuando intentaba averiguar cómo salir de ahí sin ser notada,

observé a Travis voltear y sonreírme. No parecía molesto por el hecho de que

lo atrapé con Ashley, lo cual me hizo sentir peor. Cuando no le devolví la

sonrisa, él la hizo a un lado y se acercó hasta donde yo estaba. —¿Estás bien,

Paige? —preguntó mirándome con preocupación. ¿Esto es una especie de broma?

Te atrapo con tu novia mientras que seguramente le estás dando una patética excusa de

por qué ayer no pasaste el día con ella y estás actuando como si nada hubiera pasado,

gritó mi menté silenciosamente.

En vez de repetir mis pensamientos en voz alta, simplemente contesté—

: Sí.

—¿Necesitas ayuda para encontrar algo? —preguntó, aún

desconcertado por mi comportamiento.

108

—No, estoy bien. Cambié de idea. Gracias —mentí, dándome vuelta

para irme antes de sucumbir a mi pánico.

—Oye, Ash. ¿Por qué no vas a buscar a Scott y le dices que por supuesto

quieres ser su novia? Luego decidimos cual será el plan para hoy —dijo

Travis.

—Creo que me haré la difícil al principio, sólo para tomarle el pelo.

Después de todo, es un poco infantil que te dijera que me invitaras a salir por

él. Vamos Trav, ya no estamos en la secundaria.

—No lo hagas rogar Ash, tú sabes que para él nunca ha sido fácil hablar

con chicas —contesto Travis.

—Tienes razón, tal vez sólo voy a correr hacía él y lo besaré —dijo

emocionada por la idea.

Mi mente estaba intentando ponerse al día mientras la conversación se

desarrollaba. Parecía que Scott quería salir con Ashley y Travis estaba

transmitiendo el mensaje. Ashley tuvo que estar muy emocionada de

enterarse, y por eso ella lo estaba abrazando. Ella también parecía estar de

muy buen humor porque no le importó en lo más mínimo mi presencia. Mi

corazón empezó a calmarse y mi mente se tranquilizó. Ashley salió de la

oficina y literalmente me desplomé en los brazos de Travis.

—¡Oye, nena! ¿Qué está mal? —dijo frotando mi espalda suavemente—.

¿Qué está pasando? —Estaba nerviosa de decirle que me estaba molestando.

No quería verme como la novia paranoica e insegura que acababa de tener un

ataque de pánico pensando que su novio estaba tonteando con otra chica. Pero

no quiero que haya mentiras entre nosotros o negar la verdad, por lo que le

dije.

—Cuando entré y te vi abrazando a Ashley, me asusté. Lo siento por no

darte el beneficio de la duda y por asumir automáticamente que estabas

ocultando nuestra relación porque también estabas saliendo con ella. Lo

declaro un caso de locura momentánea. Lo siento —me disculpé encontrando

sus ojos a regañadientes para ver su reacción. Sus ojos vacilaron con dolor, y

estaba nerviosa de que lo hubiera ofendido por completo con mi falta de

confianza.

—Paige, no necesitas disculparte. Yo…‖—vaciló por un momento antes

de continuar—. Escucha, nunca tienes que disculparte por cosas como esa.

Sólo me demuestra de te importa. ¿Lo que realmente espero que hagas?

A‖ pesar‖ de‖ que‖ él‖ no‖ dijo‖ ‚te‖ amo‛,‖ sus‖ palabras‖ seguían‖ siendo‖

reconfortantes y me sentí completamente animada ante toda la situación. —Sí

me importa, Travis. Más de lo que crees. Da miedo lo rápido que me he estado

109

enamorando. —No estaba diciendo la palabra con A, pero estaba haciéndole

saber lo profundo que corrían mis emociones.

—¡Ídem9!—dijo agarrando mis mejillas y besándome profundamente.

Quedé sin aliento por la intensidad del beso y vi estrellas cuando me

dejó ir. —Se supone que voy a pasar el día con la pandilla debido a que ayer

los abandoné, pero si quieres puedo salirme de esta para que nosotros dos

pasemos el día juntos.

—De hecho, venía a decirte que mis padres y yo vamos a hacer turismo

por el día, por lo que regresaré en la noche. Así que ve a divertirte con tus

amigos —dije.

—Sí, estoy seguro que voy a pasar un muy buen rato viendo a Scott y a

Ashley besándose todo el día —se quejó, poniendo sus ojos en blanco ante la

idea.

—Bueno, estoy segura de que muy pronto estaremos dándoles el mismo

espectáculo, así que no seas muy duro con ellos —aconsejé moviendo mis

cejas.

—Eso es verdad —dijo, besándome de nuevo. Me tuve que ir porque

mis padres me estaban esperando, así que nos despedimos y entré al auto para

ir a recogerlos.

Mi padre estaba absorto en el audio de la visita guiada a la Hacienda

Ethan Allen10, por lo que mamá y yo aprovechamos para ir por una taza de

café. Aunque nos gustaba visitar sitios históricos, ella y yo estábamos de

acuerdo en que preferiríamos estar de compras. Debía de ser una cosa de

chicas.

—Así que, ¿qué pasa entre Travis y tú? Ayer se acercó a la casa rodante

buscándote y le di tu número —admitió mamá.

—Sé que lo hiciste, y gracias por eso. Terminó yendo a Burlington y

pasamos el día juntos.

—¿En serio? Ves, sabía que iba a entrar en razón. Las mamás siempre

saben —bromeó.

—¡Tan cierto! —Estuve de acuerdo.

—¿Y bueno? ¿Qué hicieron? —preguntó rogando por detalles.

—¡Oh! Fue muy divertido, mama —contesté efusivamente, incapaz de

ocultar mis sentimientos de alegría.

—Eso es bueno, ¿eh? —dijo levantando una ceja hacia mí.

9 Expresión que se usa para expresar que piensa lo mismo.

10 La Hacienda Ethan Allen es un museo en honor al fundador de Vermont, Ethan Allen.

110

—Mamá, ¡NO! —chillé—. Sólo pasamos el día juntos haciendo turismo

por la ciudad. Me llevó a todos sus sitios favoritos y llegué a conocer a sus

amigos. Después, me llevó a un sito de alfarería donde realmente hicimos

tazones de cerámica para ser donados a un comedor de beneficencia.

—¿Qué? —me interrumpió mi mamá.

—Travis encontró este sitio en internet y se enteró de que están

trabajando‖ en‖ un‖ proyecto‖ llamado‖ ‚El don de la Sopa‛. Así que llamó al

dueño y nos consiguió una sesión privada.

—¡Oh, Dios mío! —Mi madre prácticamente chilló de la emoción—.

Paige, él vale la pena. Por mucho que ame a tu padre, y realmente lo hago,

cuando él tenía tu edad no era así de romántico. Ni ninguno de los otros

chicos, si vamos al caso. Travis es sorprendentemente maduro para su edad y

muy dulce. Me di cuenta al hablar con su madre de que lo han criado bien.

Guau, ahora te voy a decir que es exactamente el tipo de chico que siempre

deseé que encontraras —dijo mamá, repitiendo las palabras que Lucille le dijo

a Travis, lo que me hizo reír.

—Cálmate mamá, todavía no necesito que elijas tu vestido de madre de

la novia. Pero si voy a decir que me he enamorado, como realmente enamorado,

de él.

Mi madre se acercó apretando mi mano y habló con lágrimas en sus

ojos—: ¡Estoy tan feliz por ti, cariño! Recuerda siempre darle el beneficio de la

duda porque los chicos pueden, disculpa mi francés11 joderla magníficamente.

Pero son chicos, les toma un tiempo aprender nuestras costumbres —comentó

riendo. Su consejo no podía ser más adecuado, ya que después del desastre de

la mañana había descubierto la importancia de hacer eso.

—¡Gracias, mamá! Las palabras de los sabios son siempre apreciadas —

respondí, apretándole la mano.

Terminamos nuestro café riendo de todas las historias que compartí con

ella de la niñez de Travis, y luego volvimos a buscar a papá. —Está bien,

supongo que ustedes señoritas están listas para ir de compras, ¿eh? —

preguntó papá, envolviendo su brazo alrededor de la cintura de mamá.

—Estamos bien, hoy es acerca de ti y de ver lugares. Podemos ir de

compras en cualquier otro momento —contestó mamá.

Fue bonito ver a mis padres siendo tan considerados y amorosos entre

sí. Definitivamente había pasado un tiempo desde que se pusieron

acaramelados frente a mí, y estaba feliz de ver que las cosas se iban

solucionando tan bien para ellos. —Bueno, mi amor, sé que esto va a sonar un

poco sorpresivo, pero tuve mi ración de historia por el día, y preferiría llevar a

11

Expresión usada antes o después de soltar una maldición.

111

mis chicas a la ciudad, comprarles a ambas algo hermoso y brillante, y luego ir

a cenar contigo. ¿Qué te parece? —La oferta de mi padre fue tan dulce, y no

había forma de negar lo mucho que nos amaba.

Mamá contestó dándole a mi padre un beso que me hizo apartar la

mirada, pero estaba muy entusiasmada con el nuevo plan. —Ves, Paige, ¡elegí

bien! —dijo mamá, sonriendo dulcemente y enganchando mi brazo con el de

ella. Los tres caminamos de vuelta al auto y condujimos hacia Burlington para

comenzar nuestro día de compras. Se sentía como si estuviéramos

volviéndonos de nuevo una familia. y estaba perfectamente contenta.

Después de un largo día lleno de compras y comida, finalmente

regresamos al campamento. Estaba emocionada de estar de vuelta y quería

encontrar a Travis. No podía esperar para compartir toda la diversión que

tuvimos y las noticias sobre lo bien que se estaban llevando mis padres.

Además, quería enseñarle la nueva pulsera que mi padre me había comprado.

Él y mi mamá eligieron el dije para ponerle. Mi papá eligió una pequeña hada

y dijo—: Siempre serás mi hada mágica. —Y mamá eligió un pequeño número

tres y me dijo que—: Somos y siempre seremos el trío perfecto. —Sentí que el

mensaje era más profundo, y que me intentaba decir que ella nunca iba a

dividir nuestra familia. Aunque en el pasado nunca hablamos de divorcio, me

había preguntado si eso iba a suceder cuando me fuera de casa. Ahora, estaba

segura de que no pasaría.

112

15

Traducido por nelshia

Corregido por Melky2012

Ya eran más de las nueve cuando regresamos. Mis padres se fueron

inmediatamente para subir y jugar cartas con los Medler, así que aproveché la

oportunidad para buscar a Travis. Caminé hacia el edificio principal para usar

el baño, y vi a Travis y los chicos jugando baloncesto en la cancha. Maggie y

Amber se encontraban a un lado platicando, pero Britney y Ashley no se

hallaban por ninguna parte.

—¡Hola, Paige! —gritó Travis mientras pasaba. Que me saludara frente

a todo el mundo me tomó por sorpresa, pero demostró que su guardia ya

bajaba. Que Ashley estuviera con Scott seguramente hacía más probable que

pudiésemos seguir adelante y ser más sinceros con nuestros sentimientos. Pero

noté que los chicos se encontraban totalmente absortos en el juego, así que usé

el baño y regresé al campamento.

Mientras bajaba por la carretera, oí algunos crujidos en el bosque cerca

del camino al lago. Me puse nerviosa al principio, pensando que podría ser un

gran oso o algún tipo de animal, así que aceleré el paso. Cuando me hallaba a

punto de entrar en el vehículo recreacional, oí un aullido seguido de lo que

sonaba como una chica gritando—: ¡No! Rápidamente regresé al lugar donde

escuché el ruido, y encontré Ashley luchando con alguien. Estaba oscuro, así

que tuve problemas para ver quién era el tipo, pero cuando me acerqué, vi que

era Corey. Sabía que eran amigos, pero no sabía con certeza si sólo discutían o

si sucedía algo más. Así que, para evitar la vergüenza de meter la nariz en los

asuntos de otra persona, permanecí escondida detrás de un árbol para

inspeccionar la escena y asegurarme de que Ashley estuviera bien.

Corey se estiró, agarrando el brazo de Ashley. —Lo harás. No me

importa hacer del mejor amigo de Britney —dijo.

—Corey, detente. Estás borracho. ¡Quítame las manos de encima! —

protestó. Parecía que Corey debía de haber confundido a Ashley por Britney,

ya que en ese momento lucía empeñado en conquistarla y hacer insinuaciones

para nada bienvenidas. Ashley se las estaba arreglando por su cuenta hasta

cierto punto, pero no había forma de que la dejara sola. Esperaría para ver si

113

necesitaba intervenir, y me aseguraría de que Ashley saliera del bosque a

salvo.

—¿Por qué te resistes, Ash? Sabes que has estado mirándome por los

dos últimos veranos.

—Retrocede, Corey. No voy a hacer nada contigo —declaró Ashley

firmemente, alejándose y dando un paso hacia atrás.

—Sí, lo harás. Ahora, ¿vas a acercarte voluntariamente, o voy a tener

que obligarte? Porque créeme,‖voy‖a‖hacer…‖que…‖vengas… —Las palabras

brotaron de su boca de una manera tan repugnante que no pude aguantar más.

Me decidí por un plan, y le escribí rápidamente un mensaje a Travis antes de

implementarlo.

Yo: 911, en mi campamento.

—¡Ashley, oye, Ash! —grité, saliendo de detrás de los árboles y

caminando en su dirección—. ¡Oye, Ash! Me pareció oír tu voz por aquí. ¿Aún

vamos a ir a mi casa para ver la película? —le pregunté, estirándome para

apretar su mano así entendería que tenía un plan y que me encontraba allí

para ayudar.

—¡Hola! La sexy Paige, mejor aún —farfulló Corey, dando traspiés

hacia mí. Ashley vaciló, todavía sorprendida por toda la situación.

—Sí,‖yo…‖Eh,‖estaba‖yendo a tu casa. Corey me detuvo en el camino,

pero creo que me confundió con otra persona —dijo, confundida.

—Corey, el alcohol está cegándote, esta no es Britney —razoné, tratando

de mantener a Corey calmado. Era un tipo tan grande que podría noquear a

una de nosotras y hacer lo que quisiera con la otra. Así que, no quería

presionarlo.

—No quiero a Britney. Ya he hecho eso —dijo con dureza.

Independientemente del alcohol, el tipo era un verdadero idiota. Ashley me

miró sin saber qué debíamos hacer—. Te quiero a ti, Paige, o a Ash, o a ambas

—dijo, acercándose a nosotras. Le hice un gesto con la cabeza a Ashley para

que me dejara hablar a mí.

—Creo que necesitas bajarte de tu nube, Corey. Vamos, Ash, vamos a

ver la película. —Le agarré la mano y rápidamente tiré de ella hacia atrás así

podríamos empezar a salir de la arboleada.

—Creo que les agrado a tus padres, Paige —dijo Corey, dando un paso

adelante—. No creo que les importe si me uno a ustedes.

Retrocedimos unos cuantos pasos más, y susurré—: Ahora.

Las dos nos dimos la vuelta y echamos a correr hacia mi campamento.

Podía oír los pasos de Corey detrás de nosotras, pero luego lo oí tropezar. —

114

Ay, mierda. Malditos árboles. —Su caída nos dio el tiempo suficiente como

para escapar. Doblamos la curva y vi a Travis y Scott parados fuera de mi

vehículo recreacional.

—Ash, Paige, ¿qué sucede? ¿Vieron un oso o algo así? —preguntó

Travis.

—No te peleaste con Paige, ¿no, Ashley? —preguntó Scott.

—No,‖Corey… —jadeó, tratando de recuperar el aliento. Se desplomó

en el suelo, claramente tratando con el shock de lo que había sucedido, por lo

que tuve que llenar los espacios en blanco.

—Corey está borracho —dije, tratando de recuperar el aliento

también—. Estaba tratando de obligar a Ashley a acostarse con él cuando

aparecí.

—¡Ese bastardo! —gritó Scott.

Se arrodilló junto a Ashley para consolarla. —¿Estás bien, cariño? —

preguntó, abrazándola apretadamente.

—Estoy bien. Al‖principio… —Se detuvo, aún tratando de recuperar el

aliento─, al principio pensó que era Paige, pero luego, cuando se dio cuenta de

que era yo, dijo que tenía derecho a acostarse con la mejor amiga de Britney y

que necesitaba dejar de intentar escapar. Paige llegó justo en el momento

adecuado; Corey comenzó a perder el control y me tenía cogida del brazo.

Pero huimos. Nos estaba siguiendo por el camino, pero tropezó. —Ashley

hablaba con lágrimas fluyendo por sus mejillas. Sus emociones estaban

emergiendo finalmente y pude ver lo vulnerable que era. Me sentí agradecida

de haberla encontrado a tiempo.

—¿Pensaba que eras Paige? —preguntó Travis, con ira filtrándose en su

voz. Me sorprendí ante eso, aunque recordando la forma en que el idiota me

folló con la mirada en el río, realmente no debería haberlo estado.

—Sí —afirmó Ashley.

—Lo siento mucho, Ashley. ─Me volví hacia ella para disculparme.

—¿Por qué lo sientes, Paige? No has hecho nada malo —me recordó

Travis.

—Lo sé, pero la atacó pensando que era yo. Lamento que Ashley se

viera envuelta en una situación tan horrible.

—Paige, no fue tu culpa. En realidad, fue bueno que no fueras tú,

porque el darse cuenta de que era yo le hizo cuestionarse por un momento. Al

principio, cuando pensaba que eras tú en lugar de mí, me agarró, y me pegó a

un árbol. Grité ‚no‛, lo que hizo que me soltara. Lo sorprendí, dándome la

115

oportunidad de alejarme mientras pensaba en ello por un segundo, antes de

que continuara. Allí fue cuando apareciste.

Me di cuenta de que fue el grito de Ashley lo que hizo que regresara,

por lo que me perdí lo que sucedió antes.

Travis echaba humo. Tanto él como Scott tenían un interés personal y

estaban obviamente ansiosos por conseguir su venganza. Travis se paró a mi

lado mientras Scott reconfortaba a Ashley en el suelo. Envolvió sus brazos a mí

alrededor y luego me susurró al oído—: ¿Estás bien? —Asentí en respuesta y

me apretó con fuerza antes de alejarse. No soltó mi mano, lo que me

reconfortó.

—Vamos, Scott, tenemos que hacernos cargo de esto antes de que

cualquiera de las otras chicas salga lastimada. Llama a los chicos. —Me puse

nerviosa al pensar en lo que iban a hacer; no quería que nadie saliera herido,

como tampoco quería que cuatro chicos golpearan a Corey y terminaran en la

cárcel.

—¿Qué van a hacer? —le pregunté, expresando mi preocupación.

—Vamos a llevar a Corey a la casa de su padre —dijo Travis con calma,

por lo que no sabía con certeza de qué me perdía.

—Sí —se rió Scott mientras se levantaba.

—Su padre es el alguacil local y en gran medida, un ciudadano que

respeta la ley. Se encargará de Corey —explicó Ashley. Todos se rieron ante

eso; claramente sabían que tendría un castigo lo suficientemente grave.

—Oh —dije, aún sin estar segura acerca de la situación.

—Paige, tú y Ashley quédense aquí hasta que regresemos. Vamos a

venir por ustedes cuando terminemos —ordenó Travis. Ashley y yo hicimos lo

que dijo y entramos en el vehículo recreacional.

—¿Crees que Corey aprenderá de esto? ¿Es suficiente castigo llevarlo

con su padre? —pregunté.

—Oh, sí. No conoces al alguacil Clark. Definitivamente no es alguien

con quien quieras meterte. Probablemente también es la razón de por qué

Corey es tan idiota. Pero se encargará de esto. Metió a Corey en la cárcel por

un año cuando hizo una broma en la ciudad, y Corey aprendió su lección. Al

parecer, necesita un recordatorio de cómo portarse bien, así que ya veremos

cómo lo castigará su padre. Estoy segura de que Britney se enterará y nos lo

hará saber —dijo Ashley, rodando los ojos.

—¿Dónde está Britney de todas formas?—pregunté.

—Salió con sus padres. Volverán por la mañana. No puedo esperar para

decirle a Britney lo que sucedió, tal vez esto finalmente le demostrará lo idiota

116

que es Corey. —Era obvio, por la declaración de Ashley, que se sentía igual

que la madre de Travis sobre Corey y Britney siendo pareja—. Ella sigue

enganchada a él, incluso a pesar de que la trata como basura, pero tal vez esta

sea la prueba que necesita para terminar con él finalmente. Es triste que

tuviera que llegar a esto para que se diera cuenta, pero afortunadamente, no

llegó a mayores. Hombre, ¿cómo puede seguir saliendo con el tipo? Sé que es

guapo, pero eso es todo —dijo, y con todo corazón, concordé con su

comentario.

—Paige, tengo que pedirte disculpas —dijo Ashley y su voz se

suavizó—, porque por un momento en el bosque, en realidad me pregunté si

había algo entre tú y Corey, y si tratabas de ocultarlo. No fue hasta que vi el

miedo en tu cara que me di cuenta de que no era así. Así que, sólo quería

decirte que lo siento por asumir lo peor de ti. También siento la forma en que

te he tratado desde que llegaste. Sé que he sido una completa perra —confesó

y pude oír el arrepentimiento en su voz─. No es razón suficiente, Paige, pero

pensé que le gustabas a Scott. Casi siempre le decía a Travis cosas como:

"Mírala" y "¡Ella es caliente, hombre!”, tanto que empecé a sentirme insegura. He

estado enamorada de él desde el año pasado, y me puse nerviosa al pensar en

que pudieras atraer su atención, así que traté de mantenerte alejada de él.

Realmente lo siento, Paige. Y, por cierto, lavé tu paño, mañana te lo entregaré.

Me salvaste ese día y no te he dado las gracias apropiadamente. Gracias —dijo

Ashley, y no le guardé rencor. Si ella sentía algo por Scott, al igual que yo por

Travis, entonces podía entender completamente el motivo detrás de su

comportamiento. Además, ambas nos habíamos equivocado al hacer

suposiciones equivocadas.

Ashley me puso al corriente de todas las despreciables cosas que Corey

había dicho y hecho en el último par de años, y no pude imaginar a nadie que

tuviera una autoestima tan baja como para aguantarlo. —Guau, ¿cómo puede

soportarlo Britney? —le pregunté, pensando qué demonios tenía en la cabeza.

—Bueno, Corey puede ser encantador cuando quiere, pero también hay

algunas cosas con las que Britney ha tenido que tratar que la hacen dudar de

su propia valía. Una mala combinación —explicó Ashley. No pregunté más,

porque por lo que sea que haya pasado Britney era algo personal y no asunto

mío. También admiré a Ashley por guardar los secretos de Britney como algo

sagrado y no compartirlos conmigo. Una señal de que era buena amiga.

Alguien llamó a la puerta un momento más tarde, cuando Travis y Scott

regresaron. Ashley y yo habíamos estado hablando todo el tiempo, así que no

tenía idea de cuánto tiempo había pasado.

—¿Cómo les fue? —le preguntó Ashley a los chicos.

117

—Lo llevamos a la casa de su padre. En realidad, se desmayó en el

coche antes de que llegáramos allí, pero le contamos todo a su padre. Creo que

no tendrá una buena mañana —dijo Travis, luciendo tranquilo.

—Sí, no me gustaría ser él —añadió Scott, negando con la cabeza—.

¿Quieres ir a casa, Ash? —preguntó, agarrando su mano.

—Sí, sería genial. Gracias, Paige, por todo. Por cierto, mañana iremos a

dar una vuelta en el barco, ¿quieres ir? —Me sentí encantada por la invitación,

y supe de inmediato que toda barrera entre nosotras había desaparecido.

—Me encantaría —le respondí y miré Travis para ver su reacción. Me

sonrió dulcemente, dándome un guiño. Probablemente no pasaría mucho

antes de que él y yo pudiésemos decirle a todos que éramos pareja. Pero

después de lo que pasó hace un rato, sin duda no era el momento apropiado.

Travis se quedó después de que Ashley y Scott se fueron, con la excusa

de que necesitaba información para la declaración. Le dijo a Ashley que

obtendría su declaración en la mañana. Una vez que se fueron, se volvió y me

abrazó fuertemente. —Siento mucho lo que has pasado esta noche. Lo habría

matado si te hubiera hecho cualquier cosa —declaró y pude oír la ira que

sentía en su voz—. Por cierto, gracias por defender a Ash. Cualquier otra

persona que ha sufrido su ira, habría hecho la vista gorda, pero no lo hiciste.

Realmente eres un amor, Paige —dijo, y luego me besó suavemente en la

mejilla—. Parece que tú y Ashley son amigas ahora —dijo, tirando de mí hacia

el sofá para que nos sentáramos.

—Sí, creo que finalmente he sido aceptada en el club —bromeé.

Se rió un poco, pero luego su actitud se volvió más seria. Sus dedos

comenzaron a acariciar un lado de mi cara y me jaló para besarme. —Estoy

muy agradecido de que estés bien. No estaba bromeando cuando dije que el

chico estaría muerto si te hubiera hecho daño. En el segundo en que Ashley

dijo que Corey pensó que eras tú en el bosque, vi‖rojo.‖Paige…‖—Se detuvo por

un segundo y luego me miró a los ojos—,‖ estoy… enamorado de ti. —

Prácticamente salté al regazo de Travis, besándolo después de que dijera esas

palabras. Mi corazón explotó y no podría haber estado más feliz—. Guau, ¿eso

significa que sientes lo mismo? —preguntó cuando finalmente lo dejé respirar.

—¿Quizás? —bromeé, intentando jugar el papel de la tímida. Pero no

podía aguantar un segundo más sin compartir mis sentimientos. Le dije—: Sí.

Te quiero, Travis.

Nuestros cuerpos reaccionaron sin dudarlo, y lo siguiente que supe era

que estábamos en una sesión de besuqueo completo. La mano de Travis bajaba

mis pantalones cuando oí las voces de mis padres a través de la ventana

abierta. Nos separamos rápidamente y nos encontrábamos en los extremos

opuestos del sofá para el momento que abrieron la puerta.

118

—Travis —dijo mi padre, sorprendido de encontrarlo conmigo.

—Señor y señora Rice —los saludó Travis formalmente.

—Hola, Travis —dijo mamá, guiñándome un ojo por detrás.

—Acabamos de hablar con tus padres, ¿qué han estado haciendo hasta

tan tarde? —preguntó papá, tomando un tono sobreprotector.

—Bueno, señor, hubo un incidente más temprano que estoy seguro de

que Paige le contará. Sólo me aseguraba de que estuviera bien, y además tenía

que tomar su declaración.

El pánico llenó el rostro de papá, y de inmediato se volteó hacia mí. —

Pixie, ¿qué pasó?

—Todo está bien, papá, no te pongas histérico. Un chico se detuvo para

visitar a su novia más temprano, borracho, y estaba molestando a Ashley en el

bosque, por lo que intervine para ayudarla. Travis y los otros chicos lo llevaron

a la oficina del alguacil, así que todo está bien —le dije. Dejé fuera la mayor

parte de los detalles, porque me preocupaba que mi padre se pusiera

extremista y pensara que teníamos que irnos al saber que su hija casi había

sido violada. Era eso, o que nunca me dejara salir sola por la noche de nuevo,

por lo que nunca volvería a ver a Travis.

Travis asintió hacía mí, pareciendo entender el razonamiento detrás de

mí explicación de los hechos. Pasó los siguientes diez minutos respondiendo

las preguntas de mi padre y asegurándole que todo el mundo estaba a salvo y

que no veríamos a Corey por allí de nuevo. Mi padre se sintió tan aliviado por

las respuestas de Travis que en realidad le pidió que se asegurara de que

nunca fuera a ningún lado por la noche sin él. Me emocioné internamente al

pensar que mi padre acabase de pedirle a mi novio secreto que fuera mi

acompañante, lo que significaba que tendría más libertad para verlo. Mi mamá

se rió en la trastienda, obviamente divirtiéndose por la petición de mi padre.

Claramente no le había contado a mi padre de mi relación, lo que apreciaba

realmente. Subrayó el hecho de que podía decirle cualquier cosa, y que sólo se

lo contaría a mi padre si quería que lo hiciera. Cuando mi padre terminó,

acompañé a Travis fuera para darle las gracias y decirle buenas noches. —Así

que, te ganaste a mi padre otra vez —dije mientras nos alejábamos un poco del

lugar para conseguir un poco de intimidad.

—Lo sé. Tengo que ser tu protector de ahora en adelante —dijo Travis,

riéndose ante la idea.

—Sí, tienes que —dije, inclinándome para darle un beso.

—Siento que no tuviéramos la oportunidad de terminar las cosas, pero

me comprometo a compensarte mañana —dijo, refiriéndose a nuestro

momento de calentura sexual. Sonreí al recordarlo y el hormigueo regresó.

119

—Estaré esperándolo —le dije.

—Te amo, Paige. Duerme bien, y envíame un mensaje si necesitas algo.

Dudo que pueda dormir mucho esta noche, así que voy a estar despierto.

La idea de Travis estando solo en el bosque me molestó de repente. Me

preocupé por su seguridad ante la posibilidad de Corey regresara para

vengarse. —No quiero que duermas solo en el bosque. ¿Qué pasa si Corey

vuelve? —le pregunté nerviosamente, aferrándome a él.

—No lo hará. Estaba inconsciente, y de seguro no volverá a estarlo hasta

mañana por la tarde. Además, él no sabe dónde me quedo, así que voy a estar

bien. Gracias por tu interés, sin embargo —me tranquilizó.

—Te amo, Travis, y no quiero que nada te pase.

—No pasará nada. También te quiero. Será mejor que vuelvas dentro

porque sé que tu padre todavía quiere interrogarte por lo que pasó, así que

puede que no duermas mucho esta noche, tampoco —dijo. Nos despedimos

con un increíble beso que hizo que mi cuerpo se calentara, y mis rodillas se

debilitaran, y luego volví a entrar para hacer frente al pelotón de fusilamiento.

120

16 Traducido por vaanicai & Christicki

Corregido por Juli

Ashley se detuvo en mi casa a las diez de la mañana, sosteniendo mi

paño en sus manos.

—Aquí tienes, gracias de nuevo —dijo, entregándomelo—. Entonces,

¿estás lista? Nos reuniremos con los chicos al comienzo del sendero.

—Sí, llevo mi bikini debajo de los pantalones cortos, ¿necesito algo más?

—le pregunté, queriendo asegurarme de que tenía todo.

—No, está bien. Los chicos llevan la comida y hay toallas en el barco.

Así que sólo te necesitamos a ti —dijo, tomando mi mano. Era increíble cómo

habían desaparecido los días anteriores, cómo actuaba como si fuéramos

amigas de toda la vida. No me quejaba, pero me sorprendió la facilidad con la

que pasamos de enemigas a amigas. No había ninguna incomodidad entre

nosotras.

Caminamos hasta el grupo que nos esperaba en la cabecera de la pista

del lago. Travis hizo contacto visual conmigo enseguida, dándome un guiño y

una sonrisa. Todo el mundo me recibió con los brazos abiertos, lo que me

pareció extraño. Maggie, Amber, Kevin y Todd apenas habían reconocido mi

existencia durante la última semana, pero ahora actuaban tan agradablemente

como se podría ser. Supongo que Ashley realmente tenía un gran control sobre

todos, pensé mientras me metía fácilmente en una conversación con todos.

Caminamos hasta la cabaña de botes y Travis, Scott y yo nos detuvimos junto

al barco.

El barco era de color amarillo y negro, y lo suficientemente grande para

llevarnos a todos. Tan pronto como nos encontrábamos a bordo, Ashley me

dio un rápido tour que duró dos minutos. Había una cabina interior por

debajo con una cama, un baño y una pequeña cocina, y la parte superior tenía

una terraza delantera y trasera, donde la gente podía sentarse o salir. Todo el

mundo se acomodó y tomó su lugar en el barco. Maggie, Amber, Todd y Kevin

fueron a la cubierta de proa, mientras que Travis, Scott, Ashley y yo nos

quedamos en la parte trasera. Travis conducía el barco, lo que me pareció ser

una de las principales cosas que deseaba. Se encontraba sentado en la silla del

121

capitán, usando nada más que su traje de baño negro. Prácticamente me

desmayé al verlo.

Nos deslizamos por el agua un rato antes de que Travis aminorara en

una ensenada donde dejó caer el ancla. Todo el mundo se bajó de un salto del

barco, llevando sus zapatos en la mano para caminar por la orilla. Justo

cuando estaba a punto de hacer lo mismo, mi teléfono sonó con un mensaje de

texto.

Travis: Finge tener mareos y di que necesitas usar el baño. Estaré detrás

de ti.

Pensé que era lindo que Travis tratase de conseguir un poco de tiempo a

solas conmigo, así que hice lo que me pidió. —Travis, ¿puedo usar el baño por

un minuto? No me siento muy bien —le dije, agarrándome el estómago.

—Por supuesto. ¿Necesitas algo? —preguntó Travis, fingiendo

preocupación.

—No, estoy bien. Sólo será un momento.

—Oigan, ¿por qué no se adelantan? Esperaré a Paige. Iremos con

ustedes en un par de minutos —le dijo al grupo mientras me dirigía al baño.

Salí unos minutos más tarde para encontrar a Travis y Ashley sentados

en la cama esperando por mí. Travis me miró con los ojos llenos de disculpa,

pero no me molestó. De hecho, me pareció entrañable que Ashley estuviera

haciendo el papel de amiga en cuestión. —Oye, ¿estás bien? —preguntó.

—Sí, estoy mejor. Deberías haber ido con Scott. Podría haberlos

alcanzado —le dije.

—Quería asegurarme de que estuvieras bien. Me sentí mal por haberte

arrastrado hasta aquí, sin saber que el movimiento te mareaba—dijo.

—No, estoy bien. De hecho, creo que fueron los huevos que mi madre

me hizo para el desayuno, no es la mejor cocinera. —Era mentira,

parcialmente, pero podría vivir con eso.

—Está bien, ¿estamos listos? —preguntó.

—Síp. Estoy bien. —Travis aún tenía que decir algo, y pude ver su

mente tratando de encontrar la manera de recuperar la situación, pero por el

momento me pareció que lo mejor era conocer a todos, así que no iba a

ayudarlo en sus esfuerzos.

Ashley se dirigió escaleras arriba primero, y luego se metió en el agua.

Estaba esperando a que fuera a la orilla, pero me decidí a pasar un pequeño

momento con Travis. —Olvidé mi teléfono. Estaré ahí en un segundo —le dije,

corriendo por las escaleras. Travis estaba tumbado en la cama, luciendo

nervioso. Así que me subí y me deslicé a través de su cuerpo. Sin decir una

122

palabra, le di un beso, haciéndolo gemir. Ninguno de nosotros quería

romperlo, y el resto de nuestros cuerpos empezó a dejarse llevar. Empecé a

deslizarme de arriba abajo por su mitad inferior, sintiendo el roce de la ropa y

su longitud entre las piernas. La sensación fue encendiendo mi centro y cada

movimiento construía un fuego interior. Travis se sentó, llevándome con él, así

estaba a horcajadas sobre su regazo. Comenzamos a movernos juntos. Podía

sentirlo presionándose contra mí con cada uno de mis movimientos y

encontrar su propia satisfacción en ellos. Había pensado simplemente darle un

beso y luego regresar a cubierta, pero me encontré hecha una esclava de la

pasión.

—Paige, ¿estás bien? —Escuché a Ashley llamando. Era evidente que

había vuelto al barco. Así que me bajé de su regazo de un salto y corrí

escaleras arriba.

—Lo siento, tuve que ir al baño otra vez —me excusé rápidamente.

—Sí, tus mejillas están rojas, puedo ver que no te estás sintiendo bien. Si

quieres, puedo pasar de la caminata, y quedarme contigo para jugar cartas —

ofreció. Ashley estaba siendo muy considerada, pero la realidad de mis

mejillas sonrosadas era por otra razón.

—No, estoy bien ahora. Vamos.

Travis subió las escaleras cuando me estaba metiendo en el agua y

rápidamente saltó a mi lado, mojándose por completo. —¿Natación o

senderismo, Trav? —preguntó Ashley desde el barco.

—Senderismo. Sólo necesitaba refrescarme. ¿Puedes pasarme mis

zapatos? —preguntó, y me dio un guiño, salpicándome con un poco de agua

fría.

—¡Oye! —grité y luego me eché hacia atrás. Después de unos segundos,

me encontré empapada, pero sorprendentemente fresca. Ahora entendía todo

eso de la ducha fría.

—¿Han terminado? ¿Es seguro entrar ahora? —preguntó Ashley,

preocupada de poder encontrarse empapada en la línea de fuego.

—Síp, estamos bien —dijo Travis. Luego nos dirigimos a la orilla y nos

pusimos nuestros calcetines y zapatillas de deporte de nuevo.

Ashley y yo escalamos juntas y hablamos. Me sorprendí al descubrir lo

mucho que teníamos en común, como el hecho de que nuestra comida favorita

eran los tacos, y nuestro postre favorito era el pastel de chocolate, lo mucho

que nos gustaba leer, y nuestra serie de libros y películas favorita era

Crepúsculo de Stephenie Meyer. Travis se había excusado de la charla de chicas

y siguió adelante con Scott y los otros.

123

—Así que, ¿tienes algún hermano o hermana, Paige? —dijo Ashley al

patear una piedra del camino.

—No, pienso en mi mejor amiga, Tracey, como una hermana ya que

crecimos juntas, pero aparte de eso, soy sólo yo —respondí, y luego le

pregunté lo mismo—. ¿Qué hay de ti?

—Lo mismo, soy hija única. Britney siempre ha sido como una hermana

para mí y también me siento como si todos estos chicos fuesen mi familia. ¡Así

que, creo que tenemos lo de ser hijas únicas en común, también! —Aplaudió

ante ese hecho y luego su cara cayó—. Sin embargo, no compartimos lo de la

familia divorciada —dijo Ashley y podía oír el borde en su voz. No quería

presionarla para obtener información, pero fue ella quien lo sacó a colación, así

que me sentí como si tuviera que reconocer su comentario.

—Entonces, ¿tú y tu madrastra se llevan bien? —le pregunté, con la

esperanza de que mi pregunta no la enojara.

—No —dijo Ashley y su tono era inflexible—. En primer lugar, la chica

tiene veintiséis años, es sólo siete años mayor que yo. Mi padre, por supuesto,

no lo ha admitido, pero estoy bastante segura de que tenía una aventura con

ella antes de que mis padres terminaran las cosas. Después de todo, Brianna

trabajó para mi padre por sólo un año antes de que consiguiera el ascenso para

ser‖su‖secretaria‖‚personal‛.‖—Sabía, por su uso de comillas, exactamente a lo

que se refería, lo que hacía que tampoco me gustara Brianna—. De cualquier

modo, es un poco difícil que te guste la chica cuando mi madre todavía tiene el

corazón roto.

La voz de Ashley era sombría y me di cuenta de que la situación

también pesaba sobre su corazón. —¿Sabes? Lo que está hecho, hecho está.

Brianna se divorció de su propio esposo y se casó con mi padre un mes más

tarde, por lo que sería bueno que fuesen sinceros sobre su aventura. Hasta que

lo hagan, no siento ningún respeto por ellos o su ridícula relación.

Afortunadamente, este es el último verano que tengo que estar con mi padre

en base al acuerdo de custodia entre mis padres. Una vez que me vaya a la

universidad en otoño, voy a tener que decidir con quién quiero pasar mi

tiempo. Y déjame decirte, no va a ser con ellos.

Aunque apestaba saber que Ashley se sentía herida por el divorcio de

sus padres y su nueva situación, tuve el honor de saber que lo había

compartido conmigo. Me ayudó a entender un poco más las facetas de su

personalidad y la forma en que se comportó durante los primeros dos días de

mi llegada. También me hizo sentir como si ella y yo estuviéramos dando un

paso más para convertirnos en muy buenas amigas.

—Lo siento. Eso es una mierda —le susurré, al no encontrar las palabras

adecuadas.

124

—Gracias —dijo, dándome una sonrisa—. Ahora, dejemos de hablar de

temas tan deprimentes y averigüemos qué más tenemos en común. Entonces,

acerca de ser una porrista o bailarina, ¿hiciste alguna de las dos en la escuela?

—La voz de Ashley sonaba normal de nuevo, así que haciendo juego con su

espíritu, empecé a hablar de mi vida como bailarina.

Una vez que ella me habló de su amor por el baile, le informé de la

Pri*Tee Pixies. —¡Guau, Paige, eso es increíble! —Su voz estaba llena de

asombro—. Sé que en realidad no nos conocemos tan bien, pero me gustaría

ayudar de cualquier manera posible. Incluso si sólo significa hacer una

donación o hacer correr la voz, mi padre es dueño de una gran empresa de

relaciones públicas, de manera que sería fácil.

La oferta de Ashley era tan amable y generosa, que me dio una gran

idea. —Oye, ¿te gustaría presentarte en el próximo festival? Te puedo enseñar

el baile este verano, y entonces podrías estar con nosotros.

La mirada en el rostro de Ashley me dijo que se sentía emocionada por

la idea. —Oh, Dios mío, me encantaría. Pero, ¿dónde se llevará a cabo? Iré a la

Universidad de Nueva York en otoño, por lo que mi viaje podría ser un

problema —dijo.

—Es perfecto, ya que será en mi ciudad natal, East Hampton, así que

puedes tomar el tren conmigo. Voy a Columbia en otoño, por lo que vamos a

ser vecinas —le dije y me sentí mareada por el hecho de que fuésemos a estar

tan cerca.

—¡Impresionante! —Se animó—. ¡Entonces, sí! ¡Quiero estar en el baile!

Me sentí emocionada por la idea de que Ashley, Travis y yo

estuviéramos cerca en la ciudad, porque me dio la esperanza de que nuestras

relaciones durarían. Lo que me hizo preguntarme a dónde iría Scott, y si él y

Ashley irían a la universidad juntos, para que pudiésemos hacer citas dobles.

—Oye, Scott —dije, llamando su atención—. ¿A qué universidad irás en

otoño? —le pregunté, con la esperanza de que fuera a estar en Nueva York con

nosotros.

—Voy a estar en Michigan, con Cora, en realidad —dijo. No sabía quién

era Cora, pero supuse que era una de sus amigas.

—Ugh, no me lo recuerdes. Bueno, por lo menos serás capaz de

cuidarla. Ahora, ¿podemos cambiar de tema? —preguntó Ashley.

Era obvio que le entristecía saber que ella y Scott no iban a estar en la

misma universidad el próximo año, por lo que cambié voluntariamente a otro

tema de conversación. —¿A dónde lleva este camino? —le pregunté.

—A Falls Willow —respondió Scott.

125

—¿Es por eso que le pusieron ese nombre al lugar donde se acampa? —

pregunté. Travis iba más adelante, por lo que Ashley respondió por él.

—Sí —dijo—. Son las más bellas cascadas de la zona. Ya verás.

Seguimos caminando y hablando y Travis comenzó a quedarse atrás

con nosotras, uniéndose a nuestra conversación. —¡Oye, Trav! Paige va a estar

en Columbia contigo en otoño, así que todos estaremos en Nueva York, juntos.

¿No es genial? —dijo Ashley.

—Vaya, qué bueno. Tal vez tengamos algunas clases juntos. ¿Cuál va a

ser tu especialidad? —preguntó Travis, fingiendo que toda esa información era

nueva, aunque él y yo habíamos hablado tanto que prácticamente sabía todo

sobre mí.

—Soy una gran empresaria. ¿Qué hay de ti? —le pregunté, continuando

la fachada.

—Voy a estar en diseño arquitectónico, pero todavía tengo que tomar

todas las clases estándar para el primer par de años. Por lo tanto, voy a verte

en todas —dijo, guiñándome un ojo. Travis y yo no habíamos discutido si

realmente íbamos a inscribirnos en clases juntos o no, pero en ese momento en

serio que lo esperaba.

Ashley y Scott se adelantaron con los demás, mientras que Travis y yo

nos quedábamos atrás. —¡Hola, cariño! —dijo, empujando mi brazo con su

codo—. Así que, todo el mundo te adora. No es una sorpresa —habló en voz

baja, para que nadie más pudiera oírnos.

—Todos son geniales. Me alegro haber sido capaz de pasar las barreras

—me reí.

—Ashley era la barrera —dijo.

—Sí, ¿cómo es posible que pueda tener tanto poder sobre todo el

mundo? —le pregunté.

—Desde el divorcio de sus padres, los cambios de humor de Ashley han

sido como terremotos (estamos hablando de diez en la escala Richter), por lo

que todo el mundo le gusta estar al nivel del suelo sólo para estar seguro.

Además, está el hecho de que este es nuestro último verano juntos;

probablemente pensaron que no valía la pena llegar a conocerte si eso

significaba que Ashley iba a actuar como una perra todo el verano, en el

pasado habrían hecho más esfuerzos —explicó Travis.

—Oh, así que tengo que asegurarme de no hacer enojar a Ashley, ¿eh?

Guau, hablando de presión —le dije.

126

—¡Eres buena! Una vez que la conoces bien, no tienes nada de qué

preocuparte. Su madrastra, por otro lado, no ha tenido tanta suerte. —Travis

sacudió la cabeza, casi con compasión, y no pude entender por qué.

—Sí, bueno, puedo entender por qué no podría ser la mayor fan de

Brianna. Ashley me contó un poco acerca de la situación, así que no la culpo

necesariamente por no querer ser muy amiga de la chica.

—Sí, pero es como lo que Britney le está diciendo siempre: ‚Hay‖que‖

perdonar para seguir adelante con la vida‛,‖ por‖ lo‖ que‖ en‖ algún‖ momento‖

tiene que dejarlo ir. Después de todo, no se puede evitar enamorarse —dijo

Travis, y aunque entendía y concordaba con lo que decía, todavía sentía que

Ashley tenía derecho a estar enfadada, sus heridas todavía se encontraban

frescas.

—Creo que Ashley sólo quiere honestidad. Si supiera la verdad en lugar

de ser forzada a creer una mentira, probablemente lo dejaría todo en el pasado.

Pero su madre está herida, por lo que creo que Ashley siente que si su papá y

Brianna lo confesaran, por lo menos le estarían dando a su madre el respeto

que se merece. De todos modos, estoy feliz de que por fin me haya aceptado.

Ashley es una chica genial —admití.

—Sí. Es como una hermana o una prima para mí, la conozco desde hace

tanto tiempo, hay días en que la amo y otros, no tanto. —Se rió entre dientes.

Finalmente comprendía la dinámica del grupo y cómo se llevaban tan

bien. Algunos habían crecido juntos; pasaron todos los días de sus veranos

juntos, pasando por la pubertad y todo el drama que viene con los años de la

adolescencia. Así que la mayoría de ellos se conocía muy bien. —¿Crees que

este va a ser el último verano para todos? ¿No volverás? —le pregunté.

—En realidad, estuvimos hablando de eso ayer. Como tal vez

podríamos volver en el verano y vivir en las cabañas, las niñas en una y los

chicos en otra. A todos les gustó la idea, así que veremos si podemos hacer que

suceda.

Me sentí un poco dejada de lado sabiendo que discutían los cuatro

chicos a un lado, y las cuatro chicas en el otro. Definitivamente no me

encontraba en la ecuación. —Tal vez tú y yo podamos tener la suite en la parte

superior del edificio principal para nosotros. A menos que prefieras dormir en

la tienda —dijo, al instante aliviando mis preocupaciones.

—¿Hay una suite arriba? —le pregunté, oyendo de ella por primera vez.

—Sí, es donde guardo mi ropa y me ducho. También duermo allí

cuando llueve. Aunque últimamente he terminado en el sofá de la sala de

juegos —dijo, poniendo los ojos en blanco.

127

Me di cuenta de que había algo que me perdía, así que le pregunté—:

¿Por qué el sofá?

—En realidad, la suite se‖ha‖convertido‖en‖la‖‚sala‖de besuqueo‛. Y con

todo el mundo saliendo ahora, nunca está vacía —dijo con una sonrisa en su

rostro.

—Guau, la sala del besuqueo, ¿eh? ¿Quieres que me quede contigo en la

sala del besuqueo durante todo el verano? —Me reí cuando asintió

efusivamente—.‖Bueno,‖mi‖respuesta‖es… tal vez —bromeé.

—¿Tal vez? —preguntó, alzando la ceja para averiguar la respuesta.

—Si compramos sábanas nuevas, y tal vez un colchón nuevo, lo haré —

dije, haciendo que Travis se riera por mi comentario.

—Oigan, ustedes dos. ¿Qué es tan gracioso? —preguntó Ashley,

volviendo a unirse a nosotros.

—Simplemente le contaba a Paige algunas de las mierdas que han

pasado a través de los últimos años en el campamento.

—Oh, Dios mío, ¿le contaste cuando Britney y Cora vieron un oso y

pensaron que era pie grande? Esa fue buena —dijo Ashley, riendo ante el

recuerdo. Estaba preparándome para preguntarle quién era esta chica, Cora,

cuando noté el cambio de expresión en la cara de Travis; tenía una mirada de

preocupación.

—Oh, rayos. Maldita sea, me olvidé de darle a mi padre tu declaración.

Ash, ¿puedes ir más tarde y dar cuentas? Estoy seguro de que el alguacil Clark

ya ha llamado a mi padre —dijo Travis y me di cuenta que se sentía

preocupado porque su padre se enfadara con él.

—Por supuesto. No hay problema —respondió Ashley.

—Por cierto, ¿cómo lo tomó Britney? ¿Has hablado con ella? —preguntó

Travis.

—Ugh, no se lo tomó bien. Es una de las razones por las que no está

aquí hoy. Piensa que estoy dramatizando el incidente, y tratando de hacer que

rompa con Corey. Me preocupa que Corey consiga salirse con la suya y se

quede con el idiota. También está molesta porque ahora soy amiga de Paige y

dice que estoy de su lado. Así que, digamos que nuestra conversación no salió

bien, pero espero que venga por aquí. —Podía escuchar la tristeza y

preocupación en su voz. Era evidente que realmente adoraba a Britney y se

preocupaba mucho de su amistad.

—Lo hará —dijo Travis tranquilizadoramente—. Por cierto, el alguacil

Clark nos preguntó si ustedes dos querían presentar cargos anoche.

128

—Me encantaría que lo encerraran para alejarlo de Britney, pero no creo

que las cosas fueran lo suficientemente lejos como para justificar eso —dijo

Ashley.

—Sí, si no hubiera estado completamente borracho, diría que sí. No creo

que se merezca ir a la cárcel, pero definitivamente tiene que aprender que

nunca debe hacer eso con una mujer —le dije.

—Bueno, su padre dijo que iba a asegurarse de que Corey no se quedara

sin compañía. Por lo tanto, va a tener que ir a trabajar con él en el

departamento de policías todos los días y hacer el trabajo de oficina. Lo que

significa que ya no va a andar en la balsa con su hermano. Su padre le

acompañará hasta y desde el trabajo, y luego lo llevará a Alcohólicos

Anónimos cada noche. Espera que Corey entienda las consecuencias que

vienen con las escorias que se comportan de tal manera, estando en la oficina y

siendo testigo de primera mano. Corey es lo suficientemente inteligente para

entenderlo y es de esperar que vaya a superar su problema con la bebida

también —dijo Travis.

—Así que, ¿tiene un problema de alcohol? —le pregunté.

—Sí, desde que su madre se fue ha estado fuera de control. —Una pieza

del rompecabezas encajó en su lugar, y pude ver todo mejor.

—¡Oye, Trav! —gritó Scott desde el frente.

—¿Qué sucede? —respondió Travis.

—El arroyo se ha triplicado en tamaño, por lo que ya no podemos saltar.

Tenemos que sacarnos los zapatos y calcetines y caminar —dijo Scott.

—¡Qué asco, no quiero caminar en el agua! ¡Podría haber serpientes! —

se quejó Ashley mientras nos acercábamos a donde el grupo se había detenido.

Miré la sucia agua y no pude estar más de acuerdo. Aunque tuviera que

hacerlo, realmente no quería pasar por él, tampoco. Travis me miró y luego se

volvió hacia Scott.

—¿Qué tal si cargamos a las chicas y las llevemos? Pueden llevar los

zapatos por nosotros —ofreció Travis.

—Bien por mí —dijo Scott, y los demás estuvieron de acuerdo.

Travis dejó ir a los otros primero antes de darme la mano. Las chicas

estaban ocupadas quejándose de lo apestosos que estaban los zapatos, y los

chicos se reían acerca de quién los tenía peor. Travis y yo nos paramos por un

momento y cuando todos se hallaban en el arroyo, abriéndose paso por el

agua, se volvió y me dio un rápido beso.

—¿Lista? —preguntó, retrocediendo y mirándome a los ojos.

129

—Sí, estoy lista para más de eso también —le dije, rozando sus labios

con mis dedos. Se mordió el labio inferior mientras la lujuria llenaba sus ojos, y

me encontré teniendo dificultades para retenerme. Se estaba volviendo más y

más difícil contenerme cuando cada minuto quería abrazarlo, besarlo, o saltar

sobre sus huesos.

—Más tarde, nena, te lo prometo. Ahora, salta —dijo, guiñándome y

poniéndose de cuclillas.

Me subí a su espalda y luego me incliné hacia la derecha para hablar en

su oreja. —No creo que pueda esperar hasta más tarde; te deseo, Travis —le

susurré seductoramente y mordisqué su lóbulo. Dejó escapar un gemido, y me

di cuenta de lo mucho que lo afectó.

—Oigan, chicos, nos vemos en las cataratas. Voy a acompañar a Paige al

baño —le gritó a‖la‖multitud‖y‖luego‖susurró‖un‖‚lo siento‛,‖sólo‖para‖mí.‖Sentí‖

algo de vergüenza por su anuncio, pero entendía su plan.

—Está bien, nos encontramos allí —respondió Scott.

—Asegúrate de darla algo de privacidad, Travis —bromeó Ashley.

Travis se levantó, tomó mi mano y me llevó por el bosque hasta unas

gigantescas rocas. No dijo ni una palabra hasta que llegamos allí. Luego se

volvió y me presionó contra ellas. Estábamos fuera de vista, como también del

alcance del oído de los demás, y me encantaba. Mi cuerpo lo ansiaba, así que

iba aprovechar el momento.

—No tienes que esperar ahora —dijo y luego apretó sus labios contra

los míos. Respondí inmediatamente y me encontré con su lengua. El calor de

su boca hacía juego con el calor que irradiaba entre mis piernas, y nuestras

lenguas se juntaron con necesidad. Travis dejó que sus manos vagaran por mi

cuerpo y las deslizó hasta mi camisa. Lenta y suavemente, deslizó los dedos

bajo las copas de mi bikini y rozó mis senos. Mis pezones alcanzaron su

máximo punto, lo que hizo que los recompensara con un ligero apretón de sus

dedos. Gemí en su boca mientras la sensación vibraba por todo mi cuerpo, y

luego sentí a Travis explorar mis pechos con más firmeza. Mis manos se

aferraban a la parte trasera de su cuello, intentando acercarlo más a mi cuerpo.

Travis liberó uno de mis pechos, dejando que su mano se deslizara por

el lado de mi estómago. Sentí sus dedos viajar más allá del borde de mis

pantalones cortos y deslizarse a través de la piel bajo de mi cintura. Parecía

como si estuvieran pidiendo permiso para entrar, así que asentí en respuesta.

Sin dudarlo, sus dedos se deslizaron en mi interior y comenzaron a moverse

suavemente entre mis piernas. La sensación era increíble, siendo intensificada

por las prohibidas circunstancias. No pasó mucho tiempo antes de que cayera

por el borde y le diera vueltas a mi clímax. —Sí —susurré en su boca cuando

encontré mi liberación. Tiré la cabeza hacia atrás para recuperar el aliento y

130

calmar mi pulso. Fue el momento más intenso que había experimentado

alguna vez y necesitaba un segundo para recuperarme. Encontré sus ojos

llenos de orgullo y deseo cuando finalmente abrí los míos para mirarlo.

—¡Eres tan sexy, Paige! —susurró, besándome suavemente.

—Ahora es mi turno —le dije.

Nuestros ojos permanecieron trabados mientras que, poco a poco,

deslizaba las manos por debajo de la tela del traje de baño que llevaba para

encontrarlo duro como una roca, listo. Lo saqué para no hacer un lío de su

ropa y comencé a explorar su longitud con las manos. Su piel era tan suave y

sin embargo, su eje se sentía tan duro. Disfruté de la sensación mientras lo

acariciaba de arriba abajo, aferrándome su deseo. Le tomó menos de un

minuto encontrar su liberación, y me sentí satisfecha.

—Guau, no creo que me haya venido nunca tan rápido —dijo,

recuperando el aliento y sacudiendo la cabeza.

—¡Lo mismo digo! —le dije.

—Tal vez deberíamos volver al grupo antes de que empiecen a

preocuparse —dijo Travis, depositando besos en mi boca y mejilla.

—Deberíamos —acordé de mala gana, encendiéndome nuevamente por

su contacto.

—Siempre puedo decir que necesitábamos volver al barco porque no te

estabas sintiendo bien —dijo, besando mi cuello y más allá de la V de mi

camiseta.

—Por mucho que quiera, Travis, preferiría que no pensaran que estuve

pegada al inodoro toda la tarde, haciendo que el barco huela mal. Este es mi

primer día con todo el mundo y preferiría no dejarlos con esa impresión —le

dije, explicándome.

—Está bien. Pero quiero más luego —dijo, besándome. Le devolví el

beso duramente y, a continuación, respondí a su comentario.

—Puedes tener todo de mí más tarde. —Sus ojos se agrandaron ante el

comentario y sonrió.

Nos unimos al resto del grupo y nos encontramos con un picnic en las

cataratas. —Guau, así que este es Willow Falls —dije, admirando la belleza de

la cascada. Las cataratas y sus alrededores eran absolutamente impresionantes.

Era tan tranquilo y calmado que entendí completamente lo que todo el mundo

decía.

—Ahora puedes ver por qué nombramos así la tierra detrás de ellas,

¿no? —dijo Travis.

131

—Sí —le contesté, absorbiendo todo. Travis y yo nos sentamos con el

resto del grupo para almorzar y ninguno pudo quitar las ridículas sonrisas en

nuestros rostros.

Después del almuerzo, pasamos mucho tiempo nadando en el agua y

jugando bajo las cataratas. Los hombres apostaron en un juego de gallinas, por

lo que las chicas fuimos divididas por eso. Estaba en los hombros de Travis

jugando contra Ashley y Scott, pero tuvimos que llamarlo un empate ya que

ninguno podía botar al otro. Los chicos finalmente se atrevieron a mojarse, así

que comenzamos una guerra contra ellos. Por supuesto, eran demasiado para

nosotras, pero dimos nuestro mejor esfuerzo. Fue divertido pasar la tarde con

todo el mundo, hablando y riendo. Me sentí aliviada de que todo hubiera ido

bien.

Cuando regresamos al campamento, era cerca de la hora de cenar, así

que todos decidimos limpiarnos e ir a la ciudad por hamburguesas. Travis se

sentó a mi lado en el restaurante, y encontró la forma para acariciar mi pierna

por debajo de la mesa. Por alguna razón, el hecho de que tuviéramos que

esconder nuestros afectos aumentó la excitación de todo. Estaba descubriendo

que me gustaba andar a escondidas con él y tal vez quería prolongar el decirles

a todos acerca de nuestra relación. Pero decidí que, aunque era estimulante,

por el momento, no podía ser la opción más saludable.

132

17 Traducido por Apolineah17

Corregido por Jezel07

Me puse las mallas negras y una camiseta de tirantes de color amarillo,

y luego me senté en la mesa de la cocina con mi cuaderno de baile para

trabajar un poco. Después de que habíamos regresado al campamento de la

cena, Travis tuvo que ir a ayudar con algunas entregas de leña. Todos los

demás se dirigieron a la sala de juegos a jugar billar, pero yo decidí volver a la

casa rodante de modo que Travis y yo pudiéramos tener algo de tiempo a

solas. Dijo que iba a venir a buscarme cuando hubiera terminado, así que me

pareció que conseguiría terminar algo del baile mientras esperaba. Los

movimientos me llegaban rápidamente y me resultaba más fácil concentrarme

ahora que todo lo demás parecía estar cayendo en su lugar.

Poco después, hubo un golpe en la puerta. Fui a abrir pensando que se

trataba de Travis, pero me sorprendió ver a Britney parada allí en su lugar.

Inmediatamente me preocupé de que algo anduviera mal, y entonces la

realidad se impuso, ella probablemente se encontraba allí para gritarme por lo

que pasó con Corey. Por lo que Ashley me había dicho antes, Britney de

alguna manera sentía que yo era el enemigo en todo esto. Con la esperanza de

que me tratara con consideración, la saludé con dulzura.

—¡Hola, Britney! ¿Sucede algo?

—¿Podemos hablar, Paige? —preguntó. Su voz no era amenazadora,

sino casi sombría.

—Claro. ¿Quieres entrar o prefieres sentarte afuera en las sillas? —

pregunté.

—Aquí afuera está bien. Es una noche agradable —dijo.

Tomamos asiento en las sillas que rodeaban la vacía fogata y al unísono,

ambas descansamos nuestras cabezas contra los respaldos de las sillas y

levantamos la vista hacia el cielo nocturno. Las estrellas estaban brillando y la

luna se encontraba redonda y magnífica. Era una noche tranquila, excepto por

algunos pocos grillos a la distancia, pero aparte de eso, no se podía oír mucho.

Mis padres estaban jugando cartas con los Medler, así que Britney y yo

teníamos nuestra privacidad.

133

Levanté la cabeza para mirar a Britney. Parecía tranquila, pero aún así

me estaba preparando para la conversación. —Así que, ¿cómo estás? —

pregunté.

—No muy bien —admitió en voz baja—. Me enteré que mi novio acosó

a mi mejor amiga anoche, confundiéndola contigo; aparentemente una

amenaza de violación o un intento de violación en su estado de embriaguez.

Luego, esta mañana me metí en una gran pelea con mi mejor amiga por ello,

culpando a los demás por el problema, excepto al único culpable, y ahora

estoy aquí sentada, preguntándome cómo diablos las cosas pudieron

derrumbarse tan rápido. —Su voz se quebró y aunque trataba de sonar

sarcástica, podía escuchar lo mal que se sentía en ese momento. Con todo lo

que estaba pasando, sabía con certeza que pendía de un hilo.

—Lo siento tanto, Britney. —No sabía qué decir exactamente y me

encontré a mí misma sin palabras.

—No lo sientas. No es tu culpa. En realidad, soy yo la que lamenta lo

que tuvieron que experimentar la noche anterior. Sabía que Corey sentía algo

por ti, me lo dejó bastante en claro —murmuró, rodando los ojos—. Pero no

tenía idea de que llevaría las cosas tan lejos como lo hizo. —La admisión de

Britney fue impactante, pero me dio un indicio del por qué me había tratado

como lo había hecho desde el principio. Evidentemente, el tipo era un idiota en

todos los ámbitos, y esperaba más que cualquier otra cosa que Britney hubiera

terminado con el imbécil.

—¿Fuiste a verlo hoy? —le pregunté, sintiéndome curiosa en cuanto al

estado de su relación, pero tratando de no ser demasiado directa.

—Síp. Corey lo admitió todo. Dijo que había bebido demasiado, como

de costumbre, y luego se acercó a los campos para pasar el rato. Al parecer, en

su estado de embriaguez se encontraba buscando algo de atención física, y

pensó que tal vez tú quisieras darle alguna.

Me horroricé por el comentario de Britney y quería que supiera que no

habría hecho nada con el chico, sin importar cuáles fueran las circunstancias,

así que la interrumpí. —Britney, sólo quiero que sepas que no había

sentimientos mutuos allí. No habría hecho nada con él —dije

terminantemente, tratando de hacerme entender.

—Lo sé, Paige. Corey cree que puede salirse con la suya debido a su

buena apariencia, y que ninguna chica puede resistirse a sus encantos, pero

soy muy consciente de sus delirios y de lo que realmente es verdad. De todos

modos, dijo que pensaba que te sorprendería con un beso, pero terminó con

Ashley en sus brazos. Decidió en el momento que se sentía bastante solo y que

ella sería suficiente, y se encontró a sí mismo siendo rechazado. Se sintió

134

ofendido porque Ashley no se interesara en él; una vez más, él y sus delirios lo

metieron en problemas —dijo, sacudiendo la cabeza ante el pensamiento.

Me sorprendí de que lo estuviera tomando tan bien, incluso a pesar de

que estaba hablando sobre las admisiones de Corey de querer estar con

alguien más. La forma en la que hablaba era tan verídica, como si fuera

insensible a ello.

—Corey dijo que comenzó a presionar más para ver si Ashley cedía,

pero fue entonces cuando tú apareciste. Una vez que había sido rechazado por

las dos, dijo que se dejó llevar por su herido ego, y comenzó a decir y hacer

cosas de las que no se siente orgulloso. Aunque jura por su vida que nunca

habría seguido adelante con nada.

Me sorprendió cuán abierto y honesto había sido Corey con Britney. No

podía imaginar lo devastador que debía haber sido escuchar al chico del que

estás enamorada decirte que actuó con la intención de ligar con otra chica. El

hecho de que hubiera jurado que realmente no habría violado a ninguna de

nosotras no lo hizo parecer mejor en mi mente. Sólo esperaba que Corey no

estuviera tratando de usar la táctica de honestidad para convencer de alguna

manera a Britney para que se quedara con él.

—Entonces, ¿dónde se encuentran tú y Corey ahora? —pregunté.

—Hemos terminado —susurró Britney, con la mirada perdida en la

vacía fogata. No me encontraba cien por ciento convencida al respecto y algo

en mí quería asegurarse de que Britney tuviera intención de nunca volver a

estar con Corey alguna vez, así que decidí preguntar.

—Han terminado para bien, ¿cierto, Britney? ¿No vas a volver con él?

—Sí, he terminado definitivamente. Lo que hizo me dolió demasiado,

por lo que ya no puedo mirarlo del mismo modo —dijo. No sabía lo que

insinuaba, o si algo le había sucedido a ella, a un miembro de su familia o a

uno de sus amigos, pero claramente sabía lo que decía, lo que me hizo sentir

aliviada.

—Siento que las cosas resultaran del modo en que lo hicieron para ti,

Britney. Espero que sepas que puedes acudir a mí o a cualquiera de tus amigos

aquí, si lo necesitas.

—Gracias. Aunque sé que la mayoría de mis amigos aquí

probablemente no quieren escucharme llorar por Corey. Querían que

terminara las cosas el verano pasado después de la forma en que me trató,

pero seguí pensando que las cosas volverían a ser como antes. Sé que

realmente no debería lamentar la pérdida de esta relación, pero al principio fue

maravillosa.

135

Britney se volvió hacia mí mientras continuaba, poniendo ambas

rodillas contra su pecho en la silla y apoyando la barbilla en ellas.

—Cuando empezamos a salir fue increíble. Corey era bastante dulce y

cariñoso. Dábamos estas largas caminatas y hablábamos por horas acerca de

todo. Su madre simplemente los dejó para estar con alguien más, así que las

cosas no eran así de geniales en el frente interno. Corey no sentía ninguna

empatía por su padre o su hermano, quien parecía importarle menos, así que

ocultaba sus verdaderas emociones. Pero conmigo no tenía miedo de

compartir lo que le pasaba. Lloraba en mis brazos y me mostraba su lado

vulnerable, lo cual es una de las razones por las que me enamoré de él.

Nuestro amor creció muy rápidamente debido a eso y Corey fue quien lo dijo

primero.

Era obvio por la manera en que Britney hablaba de Corey que en

realidad lo había amado.

—Pasamos ese verano haciendo todo tipo de cosas increíbles,

senderismo y exploración de área, besándonos por todo el lugar, por supuesto

—dijo Britney, riéndose nerviosamente ante su comentario—. Incluso cuando

regresé a casa para comenzar la escuela en otoño las cosas estaban bien entre

nosotros. Él vino a visitarme para las vacaciones y fue a todos mis bailes. Era

mágico. Las cosas continuaron así hasta la primavera. Fue entonces cuando

yo…‖—Britney se detuvo y giró la cabeza para mirar la fogata vacía. Pareció

perdida en un trance por un momento, pero esperé en silencio a que ella

encontrara el coraje para continuar—. Fue en la primavera cuando las cosas

cambiaron, justo después de que le dije que había sido violada.

Mi corazón se hundió ante su revelación, y me quedé sin palabras.

—Britney…‖lo‖siento mucho —tartamudeé.

—Yo también. Tomé la decisión equivocada en nuestro viaje escolar de

primavera y fui por mi cuenta a buscar el baño. Terminé en una muy mala

situación —dijo, apretando fuertemente los ojos, como si estuviera tratando de

bloquear el recuerdo—. No me gusta hablar de los detalles, pero si puedo

ofrecerte algún consejo, Paige, sobre todo porque irás a la universidad en

otoño, es no ir a ninguna parte sola. Siempre asegúrate de tener a un amigo

contigo. Yo sólo fui y un chico de una de las otras escuelas me arrinconó. —

Ahora entendía por completo su comentario anterior y porque había roto tan

fácilmente los lazos con Corey.

—De todos modos, todo terminó. El chico fue a la cárcel porque tenía

dieciocho años, así que fue juzgado como adulto y puesto en la consejería. Fue

traumatizante, pero tuve la suerte de tener una gran cantidad de apoyo por

parte de mis amigos y familiares. Aunque el único que no fue un gran apoyo

fue Corey. Ni siquiera sé lo que pasó o porqué reaccionó como lo hizo, pero

136

una vez que se lo conté, se cerró. Dejó de llamar tan a menudo. Canceló sus

planes de asistir a mi fiesta de graduación, y las cosas simplemente fueron

diferentes —dijo, sacudiendo la cabeza, confundida—. Fue sólo un par de

meses antes de que volviéramos aquí para el verano, así que esperé para ver

qué pasaba. De todos modos, me encontraba en medio de una prueba, así que

el tiempo pasó. Pensé que cuando Corey me viera de nuevo, se daría cuenta de

que seguía siendo yo misma y que nada había cambiado, al menos no en el

exterior. Le ahorré el trauma emocional con el que liaba en el interior, para que

olvidara que incluso pasó.

Sentí pena por Britney mientras la escuchaba. Ella había ayudado a

Corey a atravesar por un momento traumático en su vida cuando su madre los

había abandonado sin previo aviso, pero cuando Britney pasó por algo trágico,

no pudo acudir a él por el mismo apoyo. Sus palabras me dieron ganas de

extender los brazos y abrazarla, pero permanecí en silencio, dándole la

atención que se merecía.

—Algunos chicos no saben cómo reaccionar en ciertas situaciones,

incluso mi consejero dijo que los chicos pueden tener un tiempo difícil cuando

alguien que les importa resulta herido. Así que le di el beneficio de la duda y

esperé a que el verano llegara. Pero cuando llegué aquí, las cosas no habían

cambiado. En realidad, Corey parecía más distante y‖ comenzó‖ a‖ beber…‖

mucho —enfatizó—. Quería creer que la mayor parte de sus problemas eran

causados por el alcohol. Aunque él no quería escucharme, traté de hablar con

él sobre ello, así que les pedí ayuda a las chicas. Entonces, Coraline, fue a

hablar un día en privado con él, pero eso no pareció ayudar. De hecho, sólo

empeoró las cosas. Después de su pequeña charla, Corey parecía haber

desarrollado un ligero enamoramiento hacia ella. Seguía haciendo comentarios

sobre lo bonita que era, y como debería tomar algunos consejos de moda de

ella. Estaba bastante segura de que si ella hubiera estado soltera, me habría

dejado y habría seguido con ella. —Supuse, mientras hablaba, que Coraline era

la misma Cora que había mencionado antes—. Por supuesto, después de

presenciar todo eso, Travis y Ashley me animaron a terminar las cosas,

especialmente Travis. Pero por alguna razón, no pude alejarme.

Me pareció adorable que Travis estuviera cuidando de Britney y que no

quisiera ver a su amiga ser tratada de esa manera. Animó a mi corazón saber

que no era un idiota como Corey, y que distinguiera el bien del mal. Dejé eso a

un lado para concentrarme en Britney mientras ella continuaba. —Ya había

pasado por muchas cosas y realmente creía que Corey reaccionaría y saldría de

ello, así que lamentablemente no tomé en cuenta su consejo. Cuando me enteré

de que Cora no iba a regresar este año, me sentí aliviada, esperaba que saliera

del sistema de Corey. Pero cuando vi la forma en la que él te miraba ese día en

el río, supe que las cosas iban a ser las mismas. Es por eso que uní fuerzas con

Ashley para mantenerte alejada. Esperaba que eso pudiera mantenerte lejos de

137

Corey, así podría tratar de recuperar lo que tuvimos alguna vez. Sin embargo,

con todos mis esfuerzos lo único que conseguí hacer fue tratar a una chica

inocente con rudeza, porque Corey se las arregló para mantenerte en su mente.

Me doy cuenta de que todo se reduce a que él no me quiere. Al menos ya no

m{s,‖y‖la‖verdad‖es…‖que‖merezco‖algo‖mejor.

Los comentarios de Britney me hicieron consciente de que sanaría con el

tiempo. Ya enfrentaba la dura realidad, eligiendo no culparse a sí misma, lo

cual era un gran paso en el proceso de sanación.

—Estuve preocupada durante todo el día por lo que dijo y me fui dando

cuenta de que en nuestra relación, Corey había pasado más tiempo siendo un

idiota conmigo que siendo un novio cariñoso. La ira se había ido construyendo

en mí por un tiempo y supongo que sus acciones de anoche sólo me ayudaron

a despertar. Lamento que hayas quedado atrapada en medio de esto, Paige, y

lo siento mucho por la forma en que te traté. Definitivamente no mereces el

trato que recibiste. Así que espero que me perdones.

—Estás perdonada; considéranos amigas, Britney —dije, queriendo

darle una mano. Ella sentía que los otros no tendrían ninguna paciencia con

ella, pero yo sabía que tarde o temprano pasaría por una mala racha y

necesitaría un hombro para llorar, y estaría más que dispuesta a estar ahí para

ella.

—¡Gracias, Paige! —dijo y luego regresó su mirada a la fogata vacía,

centrándose una vez más en los leños sin luz.

—Oigan, ¿están bien ustedes dos? —preguntó Travis, sorprendiéndonos

por atrás. Había estado tan profundamente concentrada escuchando a Britney,

que no había escuchado su llegada.

—¿Quieren que prenda la fogata? —preguntó.

—Estamos bien, Trav. Simplemente hablando. Le debía una disculpa a

Paige, así que me detuve por aquí. Es‖una‖persona‖muy‖comprensiva‖―dijo

Britney, dándome una sonrisa.

—Me estoy dando cuenta de ello —acordó Travis, tocando mi hombro

mientras caminaba alrededor de mi silla.

—¿Estás bien, Brit? ¿Cómo lo llevas? —dijo, tomando asiento a su lado.

—Estoy bien. Las cosas podrían estar mejor, pero estoy lidiando con ello

—dijo simplemente.

—Sé que lo amabas, Brit. Siento que las cosas hayan salido como lo

hicieron, pero no tengo ninguna duda de que algún súper semental de la

Universidad de Nueva York vendrá y caerá a tus pies. Te mereces un cuento

de hadas, Brit, así que lo vas a tener.

138

El comentario de Travis fue muy amable, y dio la impresión de ser

verdaderamente sincero y no sólo tratar de apaciguar la situación. Otra señal

que me demostraba el buen chico que era y me hacía desear poder subirme a

su regazo.

—Gracias, Trav. Creo que primero voy a concentrarme en mis estudios,

pero cuando llegue el momento, sé que mi príncipe estará esperando. —Se rió

ante su comentario y un poco de alivio iluminó su rostro. Me di cuenta de que

su corazón ya estaba en camino a la recuperación y era tranquilizador saberlo.

Britney había pasado por mucho durante el último año, y se merecía un futuro

mejor. Realmente parecía una gran chica, con un corazón muy dulce. Su

autoestima probablemente había sufrido una pequeña paliza por todo lo que

había soportado, pero sabía que no pasaría mucho tiempo antes de que su

confianza regresara.

Travis, Britney y yo nos quedamos en mi casa hablando por un rato.

Travis quería asegurarse de que Corey estuviera fuera del cuadro para

siempre, y la presionó por la primicia. Ella le aseguró que ese era el caso,

ahorrándole todos los detalles que me había dado. Sin embargo, Travis parecía

conocer su historia y entendió completamente por qué nunca podría perdonar

a Corey por la forma en que se comportó. Continuamos hablando un rato

sobre nosotros cuatro: Ashley, Travis, Brit, y yo estando juntos en Nueva York

el próximo año y cómo debíamos asegurarnos de mantenernos en contacto. Me

di cuenta de que el lado de Travis que actuaba como hermano mayor estaba

saliendo y quería ser capaz de mantener un ojo sobre Britney en el otoño. Nos

reímos un poco y luego Britney decidió enfrentar lo inevitable.

—Bueno, chicos, creo que necesito hacer las paces con Ashley. Le debo

una gran disculpa por nuestra pelea de esta mañana, así que voy a ir a

buscarla —dijo mientras se levantaba de la silla.

—Están en la sala de juegos. Vayamos juntos —ofreció Travis, actuando

como el caballero que era al querer asegurarse de su seguridad.

—Gracias. Oye, Paige, si las cosas salen bien, ¿quieres desayunar

mañana con las chicas y luego ir al salón de belleza? —preguntó.

—Por supuesto. Y sé que las cosas saldrán bien, así que cuenta conmigo

—respondí.

Los tres nos dirigimos a la sala de juegos para encontrar a Scott y a

Ashley jugando billar, mientras el resto del grupo jugaba futbolito y ping-

pong. Ashley se detuvo a la mitad de su tiro cuando vio a Britney. Puso su taco

arriba de la mesa de billar y se dirigió directamente hacia su amiga para darle

un abrazo.

139

—¿Estás bien, Brit? —preguntó. Britney inmediatamente rompió a

llorar, así que salí para dejarla tener un momento con sus amigos. Travis me

siguió, tomando mi mano cuando salimos.

—Así que, estoy empezando a creer que realmente espolvoreas magia a

tu alrededor. Realmente inspiras a la gente —dijo Travis en tono cariñoso.

Cuando estábamos bajando la colina y nos encontrábamos fuera de vista, se

detuvo frente a mí y me besó con fuerza.

—Guau —dijo, recuperando el aliento después de que liberara mi

boca—. Tú definitivamente me inspiras —dijo, sonriendo contra mis labios.

—Lo mismo digo —le dije, besándolo de nuevo.

—Entonces, ¿estás muy cansada o quieres venir conmigo? —me

preguntó.

—Creo que me dieron un segundo impulso, así que vamos —le

contesté.

—Bien —dijo y entonces encabezó la marcha a través del bosque hasta

su tienda de campaña.

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18

Traducido por Larosky_3

Corregido por mterx

Travis prendió un fuego para nosotros, y esperé pacientemente en la

manta a que se sentara conmigo. —¿Tuviste un buen día, bebé? —preguntó,

poniéndose de cuclillas detrás mío y empujándome contra su pecho.

—¡Sí, fue un día estupendo! —dije, volteándome para poder ver su

rostro.

—Me puse nervioso cuando te vi a ti y a Britney sentadas juntas.

¿Sucedió algo? —preguntó, agachándose para acariciar mi nariz con la suya.

—Sí, se disculpó por todo y me puso al tanto de su pasado con Corey. El

chico es un verdadero imbécil —declaré.

—Sí, no sé qué pasó, pero‖luego‖de‖su‖‚incidente‛, él perdió interés y la

hizo a un lado. Fue duro verlo. Traté de hablar con él al respecto el verano

pasado, pero no podía superar su mierda.

—¿Qué tenía que superar? —solté—. A ella le tocó la peor parte.

—Lo sé. No sé cuál era su problema, pero creo que por alguna razón

tenía un problema con que Britney hubiera estado con alguien más. Trató de

fingir diciendo que quería darle espacio para sanar y no quería que se sintiera

presionada teniendo un chico alrededor, pero no me lo creí —dijo Travis,

sacudiendo la cabeza y mirando el fuego.

—No es como si ella hubiera querido estar con alguien más. La chica fue

violada. ¿Cómo pudo hacerla a un lado de esa forma? —Me estaba enojando

más con cada segundo que pasaba al comprender que Britney había sido

botada como si fuera basura. Empezaba a repensar mi decisión de presentar

cargos; basada en esta nueva revelación, el chico merecía ser encerrado por un

tiempo.

—No sé qué está mal con Corey. Claramente tiene un montón de

problemas —dijo Travis.

—Britney dijo que Coraline trató de hablar con él, pero que sólo

empeoró las cosas. Lugo dijo que tú y Ashley trataron de convencerla de que

lo dejara. —Travis parecía afectado por mi declaración y noté que estaba

recordando cosas no bienvenidas.

141

—Sí, pensé que se lo merecía. Una cosa era darle a Britney espacio para

sanar y otra era enamorarse públicamente de otra chica y hacer comparaciones

evidentes. —Travis apretó los dientes, enojado por el pensamiento.

—¿Qué hizo Cora? De todas formas, ¿quién es Cora? —pregunté.

Travis se retorció en su asiento y se puso incómodo por mi pregunta.

Era una reacción rara, lo que me hizo cuestionarme incluso más. —Cora sólo le

siguió la corriente, pero definitivamente le gustaba la atención —dijo,

sacudiendo la cabeza con disgusto.

—Así que, ¿viene regularmente en los veranos? —pregunté.

—Sí, su familia ha venido por los últimos cinco años —dijo.

—Pero bueno, ¿tú y las chicas van a salir mañana? —preguntó,

cambiando el tema. No había forma de que lo dejara escapar tan fácilmente.

Había algo sobre esta chica, Cora, que no estaba compartiendo e iba a

averiguar qué.

—Oye, señor evasión. ¿Qué pasa? ¿Por qué te incómoda hablar de Cora?

—pregunté, frotando el lado de su rostro que ahora se encontraba de un

brillante rosado.

—Mierda, sabía que esto iba a salir tarde o temprano —dijo, mirándome

y haciendo una pausa. Me senté frente a él, abrazándome para lo que venía.

No tenía un buen presentimiento y quería asegurarme de poder ver sus ojos

mientras hablaba—.‖ Ella‖ es…‖ —Hizo una pausa, sin decir nada mientras

buscaba mis ojos, y luego continuó—: Mi ex-novia —dijo. Colapsé contra su

pecho para que no pudiera ver mi dolorida expresión.

Miré hacia un costado mientras la punzada de celos golpeaba mi

estómago. No me sorprendió saber que una de sus ex-novias era una chica que

había conocido aquí, pero por alguna razón, todavía me sentía increíblemente

celosa del hecho. —Así que, ¿esa es la chica con la que saliste por dos años? —

pregunté, tratando de obtener los hechos para poder superar rápidamente mi

problema. Además, quería entender porque se separaron, ya que no quería

repetir el comportamiento que los había llevado hacia su ruptura.

—Sí —dijo Travis, mirando el fuego. Podía ver que no le gustaba el

hecho de estar hablando de ella, pero de verdad quería saberlo.

—Así que, ¿por qué rompieron? —pregunté juguetonamente, para que

se sintiera más cómodo contándome de ello.

—Ella y yo simplemente no encajábamos. Hay una larga lista de

razones, pero las más importantes eran que era demasiado ensimismada, lo

que no la hacía una novia o amiga muy preocupada. Todo era siempre sobre

ella, y si no lo era, buscaba peleas. También coqueteaba demasiado y estoy

142

segura de que causó parte del problema con Corey. No le importaba toda la

atención que él le daba, y siempre hacía cosas para obtener más.

No conocía a la chica, pero sabía que no me caería bien. Todo lo que

podía decir era—: Bueno, su pérdida es mi ganancia. —Me incliné para darle

un beso, queriendo recordarle mi deseo por él y mostrarle que era el único con

quien quería coquetear.

—Soy tuyo, Paige —dijo, hablando contra mi boca.

Cuando finalmente nos separamos para respirar, Travis tenía una

mirada perpleja en su rostro. —¿Qué pasa? —le pregunté.

—¿Qué hay sobre ti? ¿Con quién saliste en el pasado?

—Nadie que valga la pena mencionar. Ni siquiera el chico que fue mi

primero vale la pena discutir. Y por el último año y medio estuve soltera.

—¡De ninguna forma! Paige, eres muy hermosa para no tener a todos

los chicos en el estado de Nueva York golpeando tu puerta y rogando por una

cita. Así que hay algo que no me estás diciendo —dijo, sosteniéndome y

buscando mis ojos por la verdad. Quería ser abierta con él, así que lo compartí.

—Estaba enamorada de un chico llamado Jared, y no podía superarlo.

Así que rechacé a todos los demás mientras esperaba por él —admití,

mirándolo, buscando en su expresión. Podía verlo en sus ojos y sabía lo que

venía después.

—¿Todavía tienes sentimientos por este chico, Jared?

—Travis, te amo. Nunca le había dicho eso a nadie antes, y puedo

asegurarte que nunca me sentí de esta forma con nadie, ni siquiera con Jared.

¡Así que no! No tengo absolutamente ningún sentimiento por él. De hecho,

desde la noche que te conocí, todos los pensamientos de Jared dejaron de

existir —dije, estirándome para besar su mejilla.

—¿Pero crees que si te hubiera invitado a salir en ese entonces, sentirías

lo mismo que sientes por mí con él? —Sus celos eran lindos y podía decir que

le importaba.

—No. Dudo que pudiera tener estos sentimientos por alguien más.

Aparte, Jared tuvo su oportunidad y no la tomó, lo que te permitió venir y

reclamar mi corazón. Ahora estoy completa y absolutamente prendada y no

tengo ningún interés en lo que otros chicos piensen —dije, tratando de

reconfortarlo.

Me subí a su regazo, montándolo a horcajadas para que pudiéramos

estar cara a cara. —¡Travis, te amo! Soy tuya y solamente tuya —dije, besando

sus labios suavemente entre cada palabra.

143

—Todo lo que puedo decir es que este Jared es un idiota y gracias a

Dios por eso, ya que su ignorancia es mi ganancia —declaró y agarró mis

mejillas, acercándome para darme un extremadamente apasionado beso que

hizo que mi centro respondiera. Su cuerpo reaccionó de la misma forma y lo

sentí entre mis piernas. Me sentía lista para ser suya en todo sentido, pero

tenía una última pregunta para él antes llevar las cosas hasta el final.

—Ahora que fui iniciada en el grupo, ¿significa que le vamos a contar a

los demás sobre nosotros?

Travis apartó la mirada, estudiando el fuego, y su respuesta me

molestó. No pensé que necesitaría tiempo para contestar. Supuse que sería un

inmediato‖‚¡Sí!‛. Esperé pacientemente por su respuesta antes de reaccionar.

—Dado todo el problema con Corey y Britney, creo que deberíamos esperar un

par de días. No quiero restregarle nuestra relación en la cara a Britney, ni

quiero a ninguna de las chicas despreciándote. Así que, mantengámoslo de

esta forma —sugirió.

Aunque más o menos podía entender su razonamiento, sentí que el

momento en el cual le dijéramos a todos de verdad no importaba. —¿No te

parece que si esperamos, se molestarán por nuestra falta de confianza?

Después de todo, Ashley y Britney fueron honestas ayer y hoy conmigo, así

que me quiero asegurar de ser de la misma forma con ellas. Además creo que

entenderán porque mantuvimos las cosas así. Ambas admitieron que trataron

de molestarme al principio. ¡Después de todo dijiste que les gustaba! —dije,

besando su mejilla y dándole mi mejor mirada de cachorro.

De verdad odiaba que no pudiéramos ser abiertos con nuestra relación,

especialmente desde que estos sentimientos eran tan intensos. Me excitaba la

idea de estar enamorada y quería compartirlo con todo el mundo.

—Creo que deberíamos darle algunos días más —dijo, besando mi

mejilla, y dejando un rastro de besos por mi cuello.

—Travis, ¿qué diferencia hacen unos pocos días? —pregunté,

echándome para atrás.

—Da tiempo para que las cosas se calmen, Paige. Además, ¿no te gusto

escaparte hoy conmigo? —dijo, trazando besos por mi clavícula mientras sus

manos recorrían suavemente los costados de mi cuerpo para agarrar mi

trasero.

—Sí, pero eso no significa que me guste ser la noviecita secreta que

mantienes a un lado. Quiero que estés orgulloso de mostrarme a todos —

declaré, creyendo firmemente en mi opinión y mi misión.

—Lo estoy. Las cosas se tranquilizarán y luego podremos contárselo a

todos —dijo, poniéndome de espaldas.

144

Me sentí irritada por su menosprecio, y el hecho de que tratara de

seducirme para que aceptara. —No —dije, alejándome de su agarre y

sentándome.

—Paige —dijo, tomando mi mano—, te amo. Esto no tiene nada que ver

con eso. ¿Podrías darme solo unos pocos días más?

—Está bien. Puedes tener algunos días más, pero en ese tiempo no

tienes permitido tocarme. Mientras todos piensen que solo somos amigos, así

nos vamos a comportar —dije, alejándome de él para poder mantener la

distancia suficiente para resistir la tentación.

No era lo que quería, pero no quería ser mantenida en secreto; los chicos

se guiaban por sus penes, así que imaginé que no pasaría mucho tiempo hasta

que Travis cediera.

—¿En serio? —preguntó, dudando de mi declaración.

—Sí. ¡En serio! —dije, cruzando los brazos—. Mientras quieras esconder

lo que tenemos como si fuera un vergonzoso secreto, tendrás que esperar para

tocarme.

—No estoy avergonzado de ti —declaró, mirándome.

—No voy a cambiar de opinión, Travis. Podemos comportarnos como

amigos mientras sea lo que todos piensan que somos. —Me paré, lista para que

me llevara de vuelta a mi casa rodante, porque sabía que si me quedaba

cedería, y él tendría su torta y la comería también.

—¿A dónde vas? —preguntó.

—¿Puedes acompañarme? Quiero volver —dije.

—Paige —dijo, parándose y tomando mi mano. Luego se detuvo y

pensó dos veces antes de hablar—. Bueno, los amigos se toman de las manos,

así que ¿puedo por lo menos sostener tu mano mientras te acompaño? —

Esperaba una respuesta diferente. Una que sonara más como: Volvamos así

puedo gritarles a todos que eres mía, porque no hay forma de que pase un día

sin tus besos; pero en cambio se conformaba sin mi contacto. Mi corazón se

hundió aunque hubiera sido mi brillante idea.

145

19 Traducido por Vani

Corregido por mterx

Ashley me envió un mensaje diciéndome que encontrara con ella y

Britney en la parte delantera de los campos en una hora y media para nuestra

excursión por la mañana. Acababa de regresar de una carrera temprana, así

que necesitaba desesperadamente una ducha. Después de lo sucedido con

Travis anoche, me había encontrado incapaz de dormir demasiado y levantado

antes que mis padres. Mi madre estaba utilizando el baño para prepararse, así

que sabía que iba a tener que esperar bastante. Puesto que las cosas se habían

resuelto con todo el mundo, me imaginé que estaría a salvo si me duchaba en

el edificio principal. Agarré mi ropa para el día, que consistía en unos

pantalones cortos de mezclilla y una camisa rosada con manga de tres cuartos

de largo y me dirigí por el camino hacia el frente.

Mientras caminaba por la carretera con mi equipo en la mano, vi a

Travis y a su madre hablando. Travis parecía que también acababa de tener su

carrera matutina. Llevaba pantalones de chándal negros, con una camiseta del

mismo color que se aferraba a su cuerpo por el sudor. La definición de su

abdomen se mostraba a través de la tela y me encontré pensando en algunas

ideas muy inapropiadas para esas horas del día. Probablemente era porque

tuve que detener sus avances anoche, y mi deseo de darle un beso de buenas

noches, lo que hacía que mis sentidos sexuales aumentaran.

—Buenos días, Paige —dijo Lucille, indicando con su mano que me

acercara a su campamento.

—Buenos días —le dije, caminando hacia ellos. Travis se volvió para

mirarme cuando escuchó a su madre, y me saludó con una cálida sonrisa.

—¡Hola! ¿Acabas de terminar de correr? —preguntó.

—Sí, ¿tú también? —respondí.

—Sí. El agua estaba muy tranquila.

—¿Vas al edificio principal para bañarte, Paige? —preguntó Lucille,

interrumpiendo nuestras miradas.

146

—Sí. Voy a salir con las chicas esta mañana, y mi madre está usando el

baño. Puede tardar un rato. Todo parece tardar más en ese pequeño espacio —

le dije, riendo ante el pensamiento.

—Deberías usar el baño en la habitación de Travis en el edificio

principal. En realidad, a partir de ahora no dudes en ir allí para bañarte o lo

que sea. Sé lo que es necesitar un poco de privacidad y espacio para alistarte,

así que considéralo tu propio cuarto de baño privado. No te importa, ¿verdad,

Travis? —preguntó, volviéndose hacia él.

—No. No, en absoluto. Puedes guardar tus cosas allí, si quieres —dijo,

volviéndose y guiñándome discretamente. Me di cuenta de que le gustaba la

idea.

—Está bien, gracias. Sería realmente genial —le dije.

—Travis, cariño, ¿podrías mostrarle a Paige dónde se encuentra y

ponerla al tanto de todo? —pidió Lucille.

—Claro, mamá. Vamos, Paige —dijo, liderando el camino.

Caminamos por el sendero, y luego Travis habló una vez que estábamos

fuera del alcance del oído. —Lo siento, cariño, por como terminaron las cosas

anoche —dijo dulcemente.

—Yo también —estuve de acuerdo.

—He pensado mucho en lo que dijiste y tengo pensado hablar con

Ashley más tarde. —El anuncio me hizo bastante feliz, pero no podía abrazarlo

porque la gente nos estaba mirando.

—¿En serio? —pregunté con entusiasmo.

—Sí. Cuando vuelvan, le haré a un lado para hablar con ella.

—Oh, ¿cómo es que quieres hablar con ella en vez de sólo decírselo a

Scott y luego contárselo casualmente a los otros? —No entendía por qué

Ashley era el problema. Ella y yo ya habíamos logrado superar lo nuestro.

—Debido a que Ashley es la prima de Cora. No quiero que me odie por

seguir adelante. —Esta pequeña pieza de información hizo que comprendiera

un poco más las cosas. Entendí un poco mejor por qué quería mantener las

cosas en secreto. Tenía la esperanza de que Ashley no se enfadara conmigo en

nombre de su prima. Si Cora aún estaba molesta por la ruptura, entonces

Ashley podría albergar cierta animosidad hacia mí.

—Bien, luego me cuentas cómo te fue. Me gustaría hablar con ella

primero si voy a volver a ser el blanco de un montón de bromas —dije.

—Me aseguraré de que no suceda nada, cariño —me aseguró.

147

Entramos en la oficina y subimos las escaleras hasta la suite. Aún tenía

que darme un recorrido del lugar, y me sentía emocionada de ver la habitación

de Travis, o la sala de maquillaje, debería decir. Mientras entrábamos, me di

cuenta del cartel‖de‖‚No‖Molestar‛‖colgando‖del‖pomo‖de‖la‖puerta, y reconocí

el propósito de él de inmediato. La habitación era enorme, con una cama con

un dosel de gran tamaño en el costado izquierdo. Había un armario y un

escritorio apoyados contra otra pared, y una pantalla plana en la pared frente a

la cama, pero eso era todo. En el lado opuesto de la habitación, vi la puerta que

daba al vestidor y una para el baño. La ropa de Travis llenaba el armario; pero

aún queda suficiente espacio como para la mía, pensé, recordando su plan para el

próximo verano, donde compartiríamos la habitación.

El cuarto de baño tenía una gran bañera de hidromasaje, una cabina de

ducha, y un tocador doble. Era bastante amplio, y sorprendentemente limpio.

Para un chico, Travis era realmente aseado. Me sentía emocionada por tener

acceso al cuarto de baño, y definitivamente usaría la bañera. Sonreí al pensar

que, con suerte, Travis y yo usaríamos la bañera juntos en algún momento.

—Así que, aquí es —dijo Travis—. Estos cajones están vacíos, por si

quieres poner tus cosas allí. A nadie le molestará que lo hagas —añadió,

abriendo los cajones.

—Gracias. De verdad que es genial, Travis. Me emociono de sólo pensar

que tendré una ducha decente.

—¿Quieres que me una a ti? —preguntó, meneando las cejas mientras se

paraba detrás de mí. Miró seductoramente mi reflejo en el espejo, y su

expresión hizo que se me apretara el estómago. Tenía muchas ganas de aceptar

su oferta, pero también quería mantenerme firme.

—Oh, no, no, señor. Todavía pienso lo que dije ayer por la noche, y

estoy bastante segura de que los amigos no se duchan juntos —dije, negando

con la cabeza.

Travis se puso frente a mí. —¿Estás segura? Podría ser tu propia esponja

personal —susurró, inclinándose para besar mi mejilla. Deslizó sus manos

hasta mi pelo y pasó los dedos por mi cuero cabelludo. La sensación se sintió

tan bien que mi cuerpo empezó a palpitar—. Primero, voy a lavarte el cabello

—dijo en voz baja, y su voz sonó llena de seducción mientras rozaba

suavemente con las uñas mi cuero cabelludo—. Luego, voy a lavarte el cuello

—dijo, pasando los dedos por esa zona, una donde presionó besos a lo largo

de mi clavícula—. Prometo que me aseguraré de limpiar cada centímetro de tu

cuerpo —dijo, moviendo los dedos a lo largo de mis hombros y luego

deslizando sus uñas ligeramente por la longitud de mis brazos—. Incluso tus

dedos tendrán su debida atención —dijo, poniéndolos en sus manos y

apretándolos con fuerza—. Así que, ¿qué dices? —preguntó. Podía ver el

deseo ardiendo en sus ojos, tal y como quemaba a través de todo mi cuerpo.

148

A pesar de que sabía que él estaba tratando de ser respetuoso y no

cruzar los límites, quería que me mostrara sus verdaderos deseos. —Pensé que

dijiste que te asegurarías de que cada centímetro de mí esté totalmente limpio

—me opuse, mordiéndome el labio para contener mi sonrisa.

Incluso aunque sabía que estaba tratando de ser respetuoso y no romper

mis reglas, quería que me mostrara sus verdaderos deseos. —Creo que dijiste

que te asegurarías de limpiar cada centímetro de mi cuerpo —señalé,

mordiendo mi labio para contener la sonrisa.

Permaneció en silencio, mirándome fijamente, antes de continuar. —No

te preocupes.

No descuidaré ningún centímetro —me aseguró, dándome un seductor

guiño.

—Muéstrame —susurré. Quería sentir sus manos en mí un poco más de

tiempo, y sin dudar, Travis comenzó de nuevo.

—Luego, tomaré el jabón y enjabonaré mis manos de nuevo, así puedo

pasarlas suavemente por tu estómago y pechos. —Sus manos imitaron sus

palabras y sentí sus palmas ahuecando mi pecho a través del material de mi

sujetador deportivo. Gemí ante la sensación mientras él los apretaba

ligeramente—. Me aseguraré de que cada pecho y pezón sean limpiados —

dijo, haciendo que mis pezones ansiaran su toque. Estaba frotándolo con los

lados de sus pulgares, y otro gemido lleno de deseo escapó de mi boca

mientras el fuego crecía entre mis piernas—. Después de que tus pechos estén

limpios y correctamente masajeados, seguiré con tu espalda —dijo,

moviéndose nuevamente hasta ponerse detrás de mí y observando mi reflejo

en el espejo.

Me incliné contra él, incapaz de contenerme cuando el deseo llenaba

todo mi cuerpo. —Tendré que deslizar mis dedos de arriba abajo por cada

centímetro de tu espala, sólo para asegurarme de que tiene la atención que

merece. Después de todo, tú probablemente no puedes alcanzar cada parte —

señalé mientras arañaba mi espalda con sus uñas, haciendo que escalofríos

recorrieran mi espina dorsal—. Luego lavaré tus caderas hasta alcanzar tus

pies.

Se saltó las partes que más quería que tocara y deslizó sus manos a lo

largo de mis piernas, deteniéndose justo en la cima de mis muslos internos. —

Una vez que estés limpia y totalmente satisfecha con el trabajo que he hecho,

tendré que limpiar las partes más importantes —dijo, moviendo su mano

ligeramente, quedando a unos cuantos centímetros de mi centro. Volvió a

poner las manos en mi espalda y ahuecó mi trasero. La mirada en su rostro me

dijo que estaba disfrutando de su demostración tanto como yo, y que quería

desesperadamente que le dijera que sí—: Una vez que ese sexy trasero tuyo

149

esté limpio —susurró, besando mi oreja y dejando un rastro de calidez a su

paso—, lavaré tus labios. —Esperé a que sus manos se movieran entre mis

piernas, pero en su lugar, su dedo se deslizó a lo largo del labio inferior de mi

boca, para luego hacer lo mismo con el superior.

—Oh, cierto, no puedes olvidar esos labios —dije, pasando la lengua a

través de mis labios, por el mismo camino que él había tomado. Mi voz sonaba

baja y áspera, expresando el deseo que mi cuerpo sentía.

—No puedo olvidar esos labios, tampoco —dijo, girándome para que lo

enfrentase, y luego deslizando una mano entre mis piernas, haciendo que

gimiera ante el contacto directo de mi centro—. También necesitan ser

limpiados —dijo.

La cabeza de Travis descansó contra mi frente, y ambos cerramos

nuestros ojos mientras disfrutábamos del momento. Incluso aunque él no era

el que estaba siendo tocado, definitivamente lo disfrutaba. Los gemidos y la

respiración acelerada era la clara prueba de ello, junto con la erección

presionándose contra sus pantalones de chándal. Sus dedos subieron y bajaron por el

material entre mis muslos, y con cada desliz, sentía mi clímax construyéndose.

—Quiero hacerlo sin ropa —susurró. Tanto como quería que continuara, que

sacara nuestras ropas y nos bañáramos juntos, mi mente me recordaba que Travis aún

no le había dicho a nadie sobre nosotros, y que por lo tanto, no podía ceder, incluso

aunque cada porción de mi alma quería.

—Travis —gemí cuando comenzó a hacer círculos en mi clítoris—. No creo

que los amigos hagan esto.

—Paige, quiero ser tu mejor amigo, y tu amante, y hacer todo tipo de cosas

contigo —gimió mientras comenzaba a besar furiosamente mis labios.

La sensación de su boca moviéndose desesperadamente contra la mía casi me

envió sobre el borde, así que me aparté rápidamente. Di un par de pasos hacia atrás

para calmar mi respiración. —¡No! Tenemos que detenernos —solté sin aliento—.

Quiero esto, Travis, pero quiero que esto —dije, apuntando entre nosotros—, sea de la

forma correcta. Así que, voy a ducharme y sacarle provecho a esa ducha después de

que le cuentes a todos sobre nosotros.

—¿Estás segura? —dijo, acercándome a él una vez más, tratando de

convencerme con sus ojos.

—Sí —respondí, suspirando con la decepción que sentía por la situación.

Era la decisión correcta, pero no fue fácil tomarla cuando todo en mi cuerpo

gritaba que sólo me rindiera. —Necesito encontrarme con las chicas en un rato, así

que voy a bañarme —dije, sacándome la camiseta y revelando mi sujetador deportivo.

—¿Puedo quedarme para el espectáculo por lo menos? —preguntó, dándome

una infantil sonrisa.

150

—No. Los amigos no ven a sus amigos dándose placer a sí mismo —bromeé,

tratando de molestarlo un poco. Desde que mi frustración sexual estaba matándome,

quería que lo sintiera también.

—Maldita sea, también debería haber instalado una cámara de seguridad aquí

—bromeó—. Bueno, te diría que no uses toda el agua fría, porque necesitaré algo,

pero supongo que tú tienes cosas más calientes y humeantes allí.

—Bastante calientes y humeantes —dije, sacándome los pantalones cortos y

lanzándoselos a él. Agarré sus mejillas y luego lo besé. Mi lengua encontró la suya y

comenzaron a deslizarse como dos cuerpos que encajaban. Continué besándolo

mientras nos guiaba hacia la cama y luego lo empujaba sobre su espalda. Me alejé, y

le sonreí antes de girarme para regresar al baño.

—Podrías‖necesitar‖ usar‖ esa‖ señal‖ de‖ ‚No‖Molestar‛‖—dije, girándome para

ver su expresión.

—¿En serio? —preguntó, excitado al pensar que estaba rindiéndome.

—Sí, ¿no quieres algo de privacidad mientras de ocupas de ti mismo? —

bromeé, dándole una última sonrisa antes de que me encerrara en el baño y entrara a

la ducha.

Mientras la cálida agua se deslizaba por mi cuerpo, mi estado físico se volvió

tan ardiente que no pude soportarlo más. El pensar en Travis corriendo sus manos

por mi cuerpo y la mirada en su rostro tuvo mi cuerpo temblando, así que en realidad

decidí hacer algo al respecto. Decidí no esconder mis sonidos, en casi de que Travis

hubiera decidido quedarse en la habitación, sólo para darle algo de inspiración extra.

Cuando estaba limpia y lista, abrí lentamente la puerta, queriendo saber si

Travis aún se hallaba allí. Estaba recostado en la cama, pero se sentó cuando escuchó

la puerta del baño abrirse. Me acerqué hasta quedar de pie frente a él, y vi que sus

mejillas estaban más que rojas. No pude evitar sonreír ante el pensamiento, sabiendo

exactamente lo que había hecho mientras me encontraba en el baño.

—Esa ducha estuvo bastante increíble —dije.

—Sí —estuvo de acuerdo, asintiendo profusamente—. Paige, eres de lejos, una

de las chicas más sexys que he conocido. Sólo espero que alguna vez sea capaz de

conseguir la misma reacción de ti cuando sea yo quien te lave —dijo, dándome un

guiño.

—No dudo, Travis, que me tendrás gritando —dije, y luego deposité un beso

en sus labios—. Ahora, tengo que irme, ya voy tarde.

—Sí, y yo necesito tomar una ducha fría —bromeó.

—Yo digo que tomes una caliente y humeante, realmente funciona. —Salí de la

habitación, dándole un pequeño movimiento de mi mano mientras salía, y luego me

encontré con las chicas.

151

20 Traducido por vaviro78

Corregido por Jezel07

Ashley, Britney y yo nos detuvimos para desayunar antes de dirigirnos

hacia el salón para hacernos la manicura y pedicura. Britney y yo habíamos

pasado la mayor parte del tiempo durante el desayuno conociéndonos la una a

la otra. Ashley, por supuesto, podía llenar los vacíos que Britney dejaba

cuando me contaba historias divertidas de cosas que sucedieron en el pasado.

Era evidente que las chicas eran mejores amigas, y sabían todo sobre la otra.

Verlas reír mientras evocaban el pasado me hizo extrañar a Tracey, así que

me prometí llamarla esta tarde y ponerla al corriente de todo lo que había

estado pasando. Independientemente de la opinión que podría tener, quería

que supiera lo que pasaba en mi vida y me sentía culpable por no haberla

mantenido al tanto hasta el momento.

Ambas chicas me hablaron sobre la caridad, y quería ayudar de

cualquier manera posible. Britney había sido una animadora y bailarina, así

que me sentí más que emocionada de que me permitiera ser parte del baile. Iba

a ser muy divertido trabajar con las chicas, y enseñarles el baile este verano.

—¡Eh! —dijo Ashley que estaba mirando su teléfono con una mirada de

asombro en su rostro.

—¿Qué pasa? —preguntó Britney, adelantándose.

—Travis quiere hablar conmigo después de que regresemos. Me

pregunto qué pasa —dijo Ashley—. La última vez que quería hablar, me contó

que Scott quería salir conmigo y me preguntó en lugar de él. Esperemos que

no me lo vaya a proponer por Scott esta vez —bromeó, soltando una carcajada

ante su observación, haciendo que todas nos riésemos.

—Bien, esto debe ser bueno. No puedo esperar a escuchar lo que quiere

decirte —intervino Britney. Sonreí en secreto, sabiendo condenadamente bien

cuál iba a ser el tema de conversación. Mi risa fue causada por la comprensión

de cómo los acontecimientos de esta mañana fueron realmente motivadores.

—¿Sabes qué? Creo que voy a hacerme una depilación con cera del área

del bikini mientras estoy aquí. —dije y luego le dejé saber a la manicurista mi

idea.

152

—¡Ay, que te diviertas con eso! —dijo Ashley y luego volvió su

atención a Britney mientras especulaban de qué podría querer hablar

Travis. Mis uñas fueron terminadas y secadas, por lo que la señora me llevó de

nuevo a la sala de depilación. Me dio un menú que consistía en un montón de

diferentes opciones de estilo. El que acabé eligiendo se llamaba ‚Vaso de

martini‛. Pensé en honor de Travis haciéndonos salir del armario hoy, que

me gustaría sorprenderlo con un diseño especial de depilación.

Después de que todo estuviera listo, me encontré con las chicas en el

vestíbulo. También terminaron con sus tratamientos de belleza, así que

hicimos el camino de regreso al coche de Ashley.

—Entonces, señorita Paige. ¿Hay un hombre en su vida? —preguntó

Ashley. Al cabo de media hora, una vez que hablara con Travis, la respuesta a

esa pregunta iba a ser evidente. Como no quería que pensara que le había

mentido descaradamente, le respondí vagamente.

—Sí, posiblemente. Estamos trabajando en ello, déjame ponerlo de esa

manera —le dije.

—¡Ay, qué lindo! Bueno, espero que estar aquí con nosotros este verano

no esté poniendo un freno a su relación —dijo Britney. Lo que era algo fácil de

comentar, por eso hablé.

—No, en realidad mejoró nuestra relación.

—Sí, es lo que siempre dicen, la distancia hace crecer el cariño —agregó

Ashley.

—Lástima que no tenemos chicos solteros en el campamento, tenemos

que encontrar a un hombre británico. —dijo Ashley.

El comentario de Ashley me confundió por un minuto porque no

reconocía a Travis, pero supuse que ya que era como un hermano mayor para

las chicas, ella no lo contaba.

—No, estoy bien. Quiero estar sola por un tiempo. Quizá una vez que

llegue a Nueva York estaré lista para una cita —dijo Britney.

—Sí, supongo que tienes razón —admitió Ashley, abandonando el

tema.

Estábamos entrando en el campamento, cuando me di cuenta que el

Porsche de Travis se encontraba aparcado en el estacionamiento.

—Adorable. ¡Travis trajo el nuevo auto! Espero que me lleve a dar una

vuelta en él. Tal vez acerca de eso era su mensaje —dijo Ashley, girando en

una plaza del aparcamiento y estacionando el auto.

Nos bajamos del vehículo de un salto y las chicas de inmediato

corrieron a verlo. Travis salió del edificio, y sonrió al vernos.

153

—Entonces, ¿qué les parece, damas? —preguntó Travis.

—¡Excelente! Tengo que decir que eres el mocoso mimado menos

mimado que conozco —bromeó Ashley. Su declaración fue tan precisa porque

aunque Travis tenía todo, nunca lo supondrías basado en su personalidad.

—Entonces, ¿quieres llevarme a dar una vuelta en esa cosa, mientras

que tenemos nuestra pequeña charla? —preguntó Ashley.

—No quiero apartarte de tu tiempo de chicas, podemos ir después —

dijo Travis.

—De hecho, tengo que ir a trabajar en el baile por un rato, así que todos

pueden ir. ¿Quieres venir a trabajar en ello conmigo, Brit? Luego Ashley puede

unirse a nosotros cuando regresen —le ofrecí. Quería asegurarme que Travis

tuviera la oportunidad de hablar con Ashley y que nada se interpusiera en su

camino.

—Ah, bueno, entonces, Ashley debería ir a trabajar en el baile con

ustedes. Ella y yo podemos hablar más tarde —dijo Travis.

Aquí le estaba dando a Travis su oportunidad de tener la discusión

privada con Ashley, y él se echaba para atrás. Empezaba a molestarme por la

situación, lo que podía decir que se empezaba a mostrar en mi rostro.

—Puede ser que salga con Scott después. Además, tenemos la fogata

esta noche, así que vamos a hablar ya. Voy a reunirme con las chicas cuando

terminemos —dijo Ashley. Parecía desde su perspectiva que era ahora o

nunca si la charla iba a suceder hoy, así que crucé los dedos y esperé que

Travis hubiera conseguido el valor suficiente para hacerse cargo de esto ahora,

si los nervios aún eran el asunto aquí.

—¡Hola, bebé! —dijo Scott saliendo del edificio a un lado—. ¿Tuvieron

un día agradable? —preguntó, abrazando a Ashley.

—Sí —respondió Ashley, dándole un casto beso.

—¡Oye, hombre! ¿Por qué no te llevas a tu chica a dar una vuelta en el

Porsche? —sugirió Travis a Scott.

—¿En serio? ¡Diablos, sí! —prácticamente gritó Scott de alegría—.

Vamos, nena, ¿quieres ir? —le preguntó. La expresión confundida de Ashley

igualó lo que mi mente estaba pensando. Travis había evitado la oportunidad

de tener la conversación, y ahora Ashley era consciente de ello también.

—Está bien. Eh, claro. Oye, Trav, cuando vuelva, vamos a tener que

hablar —manifestó con bastante firmeza.

—Está bien —coincidió Travis. Scott tomó las llaves y luego él y Ashley

se metieron en el coche y se fueron.

154

—Oye, Paige. Déjame ponerme algo más apropiado y luego me reuniré

contigo para trabajar en el baile. ¿Dónde quieres trabajar? —preguntó

Britney—.

—¿Qué hay de la terraza de atrás? —le dije.

—Está bien, estaré allí en quince minutos —dijo, volviéndose irse.

—Creo que has cambiado de opinión —le dije a Travis una vez que

estábamos solos.

—No, sólo quería dejar que Scott sea quién llevase a Ashley en su

primera vuelta en el auto. Es más una cosa romántica —dijo Travis como

excusa, pero me pareció que era débil.

—Bueno, supongo que tienes tus prioridades —afirmé, y entonces

empecé a hacer mi camino de regreso hacia mi campamento.

—Paige, no era un buen momento —dijo, agarrando mi brazo y

frenándome hasta detenerme.

—No me di cuenta de que había un momento o lugar perfecto para

decirle a Ashley que estás enamorado de mí. Lo siento, mi error. Supongo que

sus sentimientos al respecto son más importantes que los míos —corté y luego

comencé a caminar una vez más por el camino. Travis me llamó, pero opté por

ignorarlo.

Podía oír sus pasos alcanzándome cuando, de repente, empezaron a

tocar la bocina detrás de nosotros. Me giré para ver de quién se trataba,

pensando que podía ser Ashley y Scott tratando de llamar nuestra atención

para mostrar el Porsche, pero no eran ellos. Reconocí el Jeep sin embargo, y

estaba completamente sorprendida de ver Tracey colgando de la ventanilla del

pasajero.

—¡Paige! —gritó mientras se detenían junto a mí.

—¡Oh, Dios mío, Trace! —grité y luego me estiré para darle un abrazo a

través de la ventana. Rápidamente abrió la puerta y saltó para darme uno real.

Tom estaba conduciendo, así que puso el coche en el aparcamiento y se bajó

también. Me di cuenta entonces la apertura de la puerta trasera de pasajeros y

vi a Jared saliendo. Él había mencionado que quería visitarme durante nuestro

intercambio de textos, y puesto que aún tenía que discutir algo con alguien,

sabía la razón detrás de su viaje. Al instante me sentí culpable porque Jared

pronto estaría decepcionado, una vez que se enterara de que Travis y yo

estábamos juntos.

—¡Hola, Paige! —dijo Jared, acercándome y levantándome para darme

un gran abrazo. Era alto, con el pelo rubio todo alborotado por el movimiento,

pero todavía se veía muy bien.

155

—¡Hola! —le dije, estrujándolo de nuevo.

—¡Sorpresa, sorpresa! —dijo, sonriendo alegremente colocando mis pies

de nuevo en el suelo. Tom se acercó para darme un abrazo también, y tuve la

oportunidad de echar una ojeada a la expresión en el rostro de Travis.

Definitivamente parecía confundido por la escena que se desarrollaba frente a

él. Pensé que ahora sería un buen momento para presentarlos a todos.

—Trace, Tom, Jared, quiero que conozcan a Travis. Él es el hijo del

dueño campamento, y Travis, estos son mis buenos amigos de casa. Esta es mi

mejor amiga Tracey, su novio Tom, y su mejor amigo Jared. —Vi el cambio en

la expresión de Travis cuando le presenté a Jared y sabía que estaba

acordándose de lo que habíamos hablado la noche anterior y se dio cuenta que

este era: "El Jared‛.

—Es un placer conocerlos a todos —dijo Travis—. No me di cuenta que

había gente que venía hoy —dijo, mirándome acusatoriamente, como si le

hubiera ocultado información.

—Llamamos anoche y hablamos con Barney, que es tu… ¿papá? —

preguntó Tracey—. Fue una decisión de último minuto para venir a

sorprender a Paige —animó, poniendo su brazo a mí alrededor. Me sentí

agradecida por su observación con la esperanza de que podría aliviar el

malestar de Travis hacia mí.

—Bueno, déjenme ver si todos están registrados. Supongo que ustedes

se hospedan en uno de nuestros sitios de acampar —preguntó.

—Sí, salimos y compramos carpas ayer. Ahora, tendremos que ver si

estos chicos pueden llegar a armarlas —bromeó Tracey.

—¡Oye, ya! —dijo Tom, acercándola a su lado. Jared se acercó a mí y

puso su brazo alrededor de mi hombro. Estaba preocupada por lo que

pensaría Travis, pero no iba a menospreciar a mi amigo. Era inocente y muy

pronto sabría que estaba fuera del mercado.

—Oye, ¿podemos acampar en tu sitio, Paige? ¿Hay espacio para dos

tiendas de campaña para que podamos estar todos juntos? —preguntó Tracey.

—¿Por qué no conseguimos nuestro propio sitio, e invitamos a Paige a

quedarse con nosotros? Así no tendremos padres toda la noche —propuso

Jared.

—Bien, buen punto —estuvo de acuerdo Tracey. Travis estaba oyendo

todo y me di cuenta que se sentía molesto por el plan. Él debería saber que,

realmente, no iba a dormir en una tienda con Jared.

—¡Oye, hombre! ¿Dónde está el baño? —preguntó Jared.

—Es por el lado de la construcción —contestó Travis.

156

—Oye, tengo que ir también —dijo Tom.

—Yo también —intervino Tracey.

—Por esa puerta a la izquierda —señalé, y luego los tres se desplazaron

juntos.

—Ese es Jared, ¿eh? —preguntó Travis una vez que nos quedamos

solos—. Resulta que él siente algo por ti después de todo. —Su voz transmitía

su irritación en el tema.

—Perdió la oportunidad —dije.

—Probablemente no. Parece que vas a quedarte con ellos en las tiendas.

—Los celos de Travis eran evidentes, lo que era un poco irritante considerando

que él era quién nos hacía mantener nuestra relación en secreto.

—No te preocupes por nada. Me quedaré con Tracey, y si por alguna

razón decide compartir una tienda con Tom entonces volveré al vehículo

recreacional.

—Correcto —dijo Travis, poniendo los ojos en blanco con incredulidad.

—No seas idiota, Travis. Estoy enamorada de ti y no soy ninguna zorra

que engañaría a alguien nunca. Así que deja de asumir lo contrario. Mis

amigos vinieron a visitarme y voy a pasar el rato con ellos. Eso es todo —

afirmé, agarrando su camiseta del otro lado del mostrador para jalarlo hacia

adelante por un beso. Las campanas sonaron mientras las puertas se abrían, lo

que hizo a Travis se alejara antes de que nuestros labios se tocaran.

—Ese es un lindo auto, estoy oficialmente celoso —le dijo Scott a Travis,

lanzándole las llaves.

Ashley y Scott habían regresado de su pequeño paseo de la alegría, y

alucinaban por la suavidad con la que se conducía el Porsche. Ashley brincó

sobre el mostrador, colocándose al lado de Travis.

—Entonces, ¿estás listo para tener esa pequeña charla ahora? —

preguntó.

—No puedo en este momento, algunos de los amigos de Paige acaban

de aparecer y tengo que ubicarlos.

—Todo lo que tienes que hacer es darles nuestro número de sitio y

podemos resolver el resto —le dije, no permitiéndole salirse esta vez.

—¿En serio? ¿Algunos de tus amigos están aquí? ¿Sabías que iban a

venir? —preguntó Ashley, entusiasmado con su llegada.

—No, vinieron a sorprenderme —le dije.

157

—¿Por casualidad este es el chico con el que estás en una especie de

relación ahora? —susurró Ashley, haciendo un gesto con la cabeza hacia la

puerta, donde vimos entrar a Jared seguido de Tom y Tracey.

—No —dije firmemente, moviendo la cabeza para reiterar así lo que

Travis sabía, que no había nada entre Jared y yo.

—Bueno, él es súper sexy. Si no tiene novia, tal vez deberíamos

presentarle a Britney —dijo.

—Buena idea —estuve de acuerdo.

Tom, Tracey y Jared volvieron al mostrador y terminaron de registrarse

en la noche. Necesitábamos leña, pero les dije que Travis podía entregarla

cuando él y Ashley hubieran terminado. Ella apretó su brazo, instándolo a

decirle lo que pasaba y el resto de nosotros hicimos nuestro camino afuera.

Tom y Jared se metieron dentro del auto para llevarnos al sitio, pero

antes de que Trace y yo llegáramos a la parte de atrás, susurró en mi oído—:

Tú y yo necesitamos tener una pequeña charla, Missy. Al parecer, tú y Travis

resolvieron sus cosas y no me lo has contado —dijo.

—Sí, tú y yo tenemos que hablar, pero ¿cómo lo sabes? —le pregunté,

sintiendo curiosidad en cuanto a lo que nos delató.

—Eh, era bastante obvio. Todas las miradas furiosas que te dio y la

mirada celosa que recibió Jared. —Sonreí ante la idea de cómo de evidentes

eran los sentimientos que Travis tenía por mí, y esperaba que fuera capaz de

expresárselo a todos los demás.

158

21 Traducido por Mery St. Clair

Corregido por Cami G.

Mientras Tom y Jared estaban ocupados intentado armar las tiendas,

Tracey y yo fuimos a mi caravana a hablar. Ella les contó a los chicos que había

visto a mis padres, así que fue evidente que necesitábamos un momento para

chismear. Le informé de todo lo que había sucedido, y noté cuán molestaba se

sentía porque no la hubiese mantenido al tanto de la situación.

—Pensé que te decepcionarías por mis elecciones y querrías que

terminara con Travis. En serio, me gusta mucho, Tracey, y a pesar de este

pequeño contratiempo, quiero estar con él.

—Esto no me gusta mucho, Paige. Él está manteniendo su relación en

secreto. Comprendo que al principio quizás fue lo mejor para ti, ya que las

Perras de Eastwick intentaban lastimarte. Pero ahora que han resuelto sus

problemas, deberían estar gritándole su amor al mundo —insistió. Tracey

tenía la razón, y con todo el dolor de mi corazón no podía negarlo.

—Lo sé. Estábamos en medio de una pelea cuando tú llegaste esta tarde

—dije.

—Sí, eso fue raro. Jared preguntó quién era el chico que estaba

persiguiéndote y se dio cuenta de que tiene algo de competencia. Ahora me

siento como una idiota, animándole a venir a verte. Pensé que ustedes tenían

algo —admitió.

—Sí, lo siento. Voy a contarle lo que está pasando. Con suerte, no se

molestará mucho. Él tuvo un año y medio para hacer su movimiento y no lo

hizo —dije.

—Sí, ¿quién sabía que ibas a huir al medio de la nada y te enamorarías

de un pueblerino? —dijo—. Pensé que bromeabas cuando salí de casa. Siendo

sincera, no esperé que fuera cierto —dijo Tracey, sacudiendo la cabeza con

incredulidad.

—Quizás tú deberías decírselo a Ashley, Paige, y así Travis no tendrá

que enfrentarse a ella. Es sorprendente cuánto miedo puede hacerte sentir una

chica tan pequeña. Bueno, a mí ella no me intimida —dijo Tracey.

159

—De hecho, creo que tiene más que ver con no querer lidiar con la

confrontación. Seguramente tiene miedo de que una vez que se lo diga a

Ashley, ella correrá hacia Cora y él recibirá una llamada telefónica llena de

lágrimas. Esa es mi teoría —dije.

—Sí, probablemente tengas razón, no quiere que los fantasmas de su ex

lo persigan. Bueno, tiene que superar ese miedo si espera seguir contigo.

Decidí guardar la sugerencia de Tracey de contárselo yo mismo a

Ashley en mi bolsillo trasero. Si Travis no quería enfrentar esto, yo lo haría.

Después de que Tom y Jared consiguieran armar las tiendas, lo que

prácticamente tomó siglos, decidimos ir a cenar algo. Me informaron del

último drama que sucedía en casa y quién salía con quién. Jared coqueteó

conmigo, pero evité sus avances físicos. La oportunidad de hablarle de Travis

y yo no se había presentado todavía, así que estaba haciendo mi mejor

esfuerzo para no animar sus coqueteos.

Terminamos nuestra cena y volvimos al campamento. La fogata ardía y

todo el mundo se reunió alrededor para asar malvaviscos. Decidimos unirnos

a la diversión, ya que aún no habíamos comido el postre. Tom y Jared nunca

habían asado malvaviscos antes, así que estaban muy dispuestos a intentarlo.

Mientras los veía intentar torpemente no quemar los malvaviscos, no pude

evitar comparar a Jared con Travis. A pesar de que eran de buenas familias,

listos, amables y atractivos, Jared era el tipo de príncipe que se tomaba su

tiempo en que su cabello estuviera siempre en su lugar y llevaba su auto a

lavar, mientras que Travis trabajaba en una cafetería y pasaba los veranos

trabajando en el campamento con el fin de ayudar a sus padres. La

comparación me hizo admirar a Travis mucho más. Ya sabía cuán increíble era

Travis, pero ver a Jared en acción, especialmente fuera de su elemento, me

hizo más consciente de la suerte que tenía al encontrar a Travis. Él era el chico

correcto que esperaba, pero que nunca soñé encontrar.

Travis y el resto se acercaron a nosotros. —¡Hola, Paige! —gritó Ashley.

—¡Hola! —respondí. Intenté leer en su comportamiento para saber si

Travis había hablado con ella esta tarde. Pensé que ella iba a decir algo, o

darme un guiño o algún tipo de señal para hacerme saber que estaba puesta al

tanto, pero no ocurrió nada. Tratando de quitarme la decepción, aproveché la

oportunidad para presentarle a mis amigos. Travis estuvo callado y no se unió

a la conversación. Fue solo cuando Jared me dio un par de malvaviscos

perfectamente asados cuando Travis finalmente notó nuestra existencia, lo

cual era evidente por las malas miradas que comenzó a lanzarle a Jared.

Tracey también las notó, porque inmediatamente intervino e introdujo a

Travis en la conversación. Mientras charlaba con Tom, podía oír un poco de su

conversación y escuché las preguntas de Tracey para intentar conocer más a

160

Travis. Sabía que ella quería conocer más al chico que le robó el corazón a su

mejor amiga. En poco tiempo, Travis y Tracey reían y yo sabía que él se la

había ganado. No tardó mucho en ver el gran chico que era, y a juzgar por la

actitud de Tracey, ahora era su fan.

Jared y Britney platicaban mientras los demás se dirigían a la cancha de

baloncesto para lanzar algunas pelotas. Tom le preguntó a Tracey si quería

regresar al campamento, había un claro objetivo oculto y estaba intentando

quedar a solas con ella. Disculpándose con Travis, ella aceptó su oferta y se

despidió antes de desaparecer por la colina con el brazo de Tom alrededor de

su cintura. Travis se movió a mi lado, y extendió su mano para rozar

discretamente su dedo con el mío. Quería abrazarlo, pero no lo hice.

—Oigan, ¿quieren unirse a los demás en el juego de baloncesto o ir a la

sala de juegos para jugar billar? —preguntó Travis, interrumpiendo la

conversación de Jared y Britney.

—¿Qué dices, Paige? —Jared se volvió para preguntarme.

—¿Qué tal un poco de billar? —dije.

—Genial. ¿Te unes a nosotros, Britney? —preguntó Jared. Su repentino

interés en Britney era lindo, y me hizo pensar que no tomaría mi rechazo tan

fuerte.

Después de un par de juegos de billar, Jared me preguntó si quería dar

un paseo de vuelta al campamento. Acepté porque quería aprovechar la

oportunidad para hablarle de Travis y yo. Sabía que Travis se molestaría por el

hecho de irme con Jared, pero tendría que aguantarse. Después de todo, no

tenía derecho a molestarse cuando era evidente que no le había dicho la

verdad a ninguno de sus amigos todavía.

—Claro. Vamos —dije. Travis inmediatamente trató de hacer contacto

visual conmigo, pero apartó su mirada cuando me volví hacia Britney para

desearle una buena noche. Le di un abrazo y luego me marché con Jared.

Rápidamente le escribí un mensaje para Travis para que no se preocupara de

mis intenciones.

Yo: Espero que no te importe. Voy a decirle a Jared que me has robado

el corazón. Me aseguraré de que no se lo mencione a nadie. Aunque espero

que para mañana no sea necesario.

Travis: He estado todo el día volviéndome loco al saber que está aquí

para conquistarte, y al mismo tiempo pensando que tú estás molesta conmigo.

Yo: No estoy molesta. Sólo decepcionada. Espero que rectifiques eso.

Travis: Estoy en eso. Lo prometo. Sólo no duermas en la tienda con él.

Yo: Te prometo que no lo haré.

161

Travis: ¿Aún me amas?

Yo: ¿Quizás?

Travis: ¿Quizás? ¿Cómo puedo relajarme con esa respuesta?

Yo: Puedes reunirte conmigo al lado de los baños y darme un beso de

buenas noches. ¡Un muy bueeeen beso!

Travis: ¿Los amigos no se besan?

Yo: Correcto, gracias por el recordatorio. Casi lo olvido.

Travis: ¡Espera, no! Te veré en cinco minutos.

Yo: ¡Besos!

Sabía que tenía que mantener las distancias, pero no quería terminar la

noche estando peleados. Después de todo, él se ganó a Tracey y fue amable

con mis amigos durante la última parte de la noche, a pesar de sus

preocupaciones. Luego le dije a Jared que necesitaba ir al baño y que me

encontraría con él en el campamento en unos minutos. Le aseguré que no

necesitaba una escolta antes de girarse y caminar en dirección opuesta a donde

me dirigía.

Travis me esperaba cuando llegué al lateral del edificio con una sexy

sonrisa en el rostro. —¡Hola, nena! —dijo, envolviendo sus brazos alrededor

de mi cintura—. Me gustaría que vinieras a mi cabaña y tuviéramos una fiesta

de pijama —dijo.

—Tengo que ir a hablar con Jared, pero creo que él lo tomará bien. ¿Lo

viste coquetear con Britney?

—Creo que no notaste cuál era su intensión al coquetear. Creo que

Britney era su manera de intentar ponerte celosa —opinó Travis.

—Bueno, si esa era su táctica, es evidente que no funcionó

correctamente. Tu trasero —dije, metiendo las manos en los bolsillos traseros

de sus vaqueros—, me distrajo durante toda la noche —bromeé.

—¿Estás acusándome? —bromeó—. Bueno, tengo que decir lo mismo

del tuyo —dijo, imitando mis movimientos.

Travis me presionó contra la pared del edificio y me besó de una

manera que hizo que mis piernas se debilitaran. Mientras el beso continuaba,

nuestras lenguas se mezclaban entre sí. Travis levantó mis piernas alrededor

de su cintura. Gemí cuando lo sentí presionar entre mis piernas, provocando

un gemido proveniente de su garganta.

—Tómame aquí, Travis —supliqué sin aliento. Lo deseaba más que a

nada, y estaba lista para ser suya en todos los sentidos. Algo dentro de mí

quería reivindicar y asegurarse de que él era mío, a pesar de que ya lo sabía.

162

—¿Qué pasa con Jared? Él está esperándote —dijo Travis sin romper el

beso.

—No me importa‖él.‖Te‖quiero‖a‖ti,‖Travis…‖ahora‖—dije, dejando mis

intenciones claramente evidentes.

—Nena, esta noche no —negó, apartándose de mis labios para mirarme

a los ojos.

Mi ego estaba herido y al instante me sentí rechazada una vez más.

¿Qué tipo rechaza a su novia ofreciéndole sexo en bandeja de planta? Me

separé de él y me quité sus brazos de encima. Todo lo que quería hacer era

tomar mi orgullo herido y regresar al campamento. Cuando me giré y

comencé a alejarme, Travis tomó mi brazo para detenerme. —Paige, te mereces

algo mejor que un rapidito contra la pared.

—Buenas noches, Travis —dije, y luego corrí rápidamente hasta que

pude visualizar a los demás. Sabía que Travis no intentaría seguirme o hacer

una escena delante de ellos, lo cual también dolió bastante. Así que apresuré

mis pasos y volví con Jared.

163

22 Traducido por ♥...Luisa...♥

Corregido por Mel Markham

—¿Estás bien, Paige? —preguntó Jared, notando mi estado de ánimo

cuando volví.

—Estoy bien, Jared —respondí, y mi voz no escondió la molestia que

sentía.

—¿Sucedió algo con Travis? —preguntó. Jared era, o muy perceptivo, o

Tracey le había contado.

—Sí. ¿Cómo lo sabes? —pregunté con curiosidad.

—Es bastante obvio que le gustas. Noté todas las miradas que me envió

hace un rato. Una vez que me di cuenta de que los sentimientos eran mutuos,

volví mi atención a Britney, que parecía estar bastante atenta a mí —admitió.

—Lo siento, Jared. Espero que no te arrepientas de haber venido a

verme.

—Estoy decepcionado, pero me lo merezco, por no haberte pedido que

salieras conmigo cuando tuve la oportunidad. Sólo yo tengo la culpa —dijo.

—¿Por qué te tomó tanto tiempo hacerlo? —le pregunté. La pregunta

escapó de mi boca antes de que la procesara, y esperaba que no le importara

ser puesto en evidencia.

—Creí que necesitaba librarme primero, Paige.

—¿Eh? —pregunté, confundida por su comentario.

—Tú eres la chica con la que pensé que podría casarme. Eres hermosa,

dulce, inteligente, una bailarina increíblemente sexy, y una persona bastante

maravillosa, con todo lo que haces por los demás. Sabía que una vez

tuviésemos una relación, tendría que sentar cabeza y serías la elegida. Por lo

que me alejé y salí con otras chicas en la ciudad para divertirme. Pensé que era

joven y necesitaba salir activamente con muchas personas antes de atarme, que

tenía un montón de tiempo. Es por eso que nunca te invité a salir. —Su

admisión fue dulce, aunque algo presuntuosa al suponer que podría querer

casarme con él un día, pero dulce, después de todo. Sin embargo, me pareció

un poco frustrante el saber que todo el tiempo que había pasado suspirando

164

por él, a él realmente le había gustado. Pero ya no importaba, porque me sentía

feliz por cómo resultaron las cosas, ya que si él y yo hubiésemos estado juntos,

probablemente no habría conocido a Travis, con quien realmente creía que

estaba destinada a estar.

—Guau, qué interesante, Jared. Así que, ¿cómo es que te has decidido

ahora a invitarme a salir? —pregunté.

—Empecé a darme cuenta de que estaba actuando como un idiota y que

no quería estar con las otras chicas, así que decidí ir a por ello y si me

encontraba felizmente atado, que así fuera. Probablemente sería mucho mejor

que estar correteando desgraciadamente por ahí —explicó—. Por desgracia,

tardé demasiado en darme cuenta —dijo, y pude ver la mirada de decepción

en su rostro.

—Lo siento —me disculpé, sintiéndome culpable por hacer que se

arrepintiera.

—No lo sientas. Pero, ¿qué sucede entre tú y Travis? ¿Por qué no son

sinceros con sus sentimientos? Espero que no sea porque puedan herir los

míos —dijo.

—No, todavía no le hemos dicho a nadie que estamos saliendo. Es una

larga historia —contesté.

—Es una noche bastante larga. Soy un chico, tal vez pueda ayudar —

ofreció.

Me gustaba que Jared y yo pudiéramos hablar como amigos, y no

hubiese ninguna incomodidad entre nosotros. En todo caso, pensé que podría

darme una perspectiva masculina y ayudarme a ver las cosas desde el punto

de vista de Travis. Por lo tanto, me tomé mi tiempo y le conté lo suficiente

como para que pudiera imaginarse todo hasta ahora.

—Caramba, ¿quién pensaría que habría tanto drama aquí en el bosque?

—bromeó Jared con una expresión de horror en su rostro.

—Sí, claro, es un lío, ¿eh? —dije.

—Bueno, honestamente, creo que Travis es un idiota. Si fueras mi novia,

todo el mundo lo sabría. Me aseguraría de ello —admitió tímidamente.

—¡Gracias, Jared! —dije.

—Entiendo que no quisiera que las chicas se metieran contigo al

principio, Paige, pero… no lo sé. ¿Y qué si recibe una llamada de Cora? El tipo

no me parece que tenga una falta en esa área12 —bromeó Jared. No iba a decir

nada, pero era verdad, Travis definitivamente no carecía de nada allí.

12Hace referencia a que si Cora lo llamase, Travis iría a por ella sólo pensando en sexo.

165

Aunque se suponía que nuestra conversación iba a hacerme sentir

mejor, me encontré sintiéndome peor. Jared claramente pudo leerlo en mi

rostro y trató de consolarme. —Paige, escucha, estoy seguro de que Travis

volverá y hará lo que sea necesario. No va a dejar que las cosas terminen así;

bueno, no a menos que sea un total idiota. Pero puede que necesite que te

vayas primero antes de que se dé cuenta de que tiene que dejar el pasado atrás.

Si en realidad es porque no quiere restregárselo en la cara a Britney, no pasará

mucho tiempo antes de que se dé cuenta de que no es necesario. Ella me

parecía bastante feliz; no habría pensado que acababa de terminar una

relación seria —comentó.

—Lo sé. Parece estar manejándolo muy bien —estuve de acuerdo.

—Incluso la invité a salir por la mañana en frente de Travis, así podía

ver que está bien —dijo.

—Te gusta, ¿verdad? —Sonreí, empujando su brazo.

—Es linda —respondió.

—Es una chica realmente impresionante, así que no la invites a salir si

piensas que sólo puede ser una de tus aventuras —dije con firmeza. Aunque

sus intenciones pudieran ser buenas, Britney se encontraba demasiado frágil

como para sufrir otro desengaño por el momento.

—Voy a ver si quiere salir como amigos y tomarlo desde allí. Además,

ya que estará en Nueva York con nosotros el año que viene, no hay necesidad

de apresurar las cosas.

Jared realmente era un buen tipo; si no estuviera enamorada en ese

momento, estaría muy celosa de que Britney hubiese ganado su atención tan

pronto. —Bueno, creo que tengo que ir a la cama —dije, levantándome para

estirarme y caminar de regreso a mi vehículo recreacional—. Gracias por la

charla, Jared —añadí.

—En cualquier momento, Paige. ¿Quieres que te acompañe? —ofreció.

—No, estoy bien. Estoy a sólo dos campamentos más —le dije.

—Está bien, ven a despertarnos en la mañana para que podamos tomar

desayuno.

—Está bien. Lo haré. Que duermas bien. Espero que puedas dormir algo

en el suelo —bromeé.

—Sí, mi noche va a apestar. —Se rió ante eso. Me dio un abrazo y luego

volví a la caravana.

Me desperté a la mañana siguiente y me vestí antes de ir a ver si Tracey,

Tom y Jared se habían despertado. Cuando llegué a su puesto, Tracey y Tom

no se hallaban en ninguna parte. Le eché un vistazo a su tienda, pero no se

166

encontraban dentro, y luego me di cuenta de que el coche había desaparecido.

Quería saber a dónde fueron, así que decidí despertar a Jared y ver si lo sabía.

Lo llamé desde fuera de su tienda, pero no me respondió. En vez de dejar que

continuara durmiendo, me metí en la tienda y lo desperté. —Arriba, señor —le

dije, empujando su costado.

—Buenos días —dijo aturdidamente, tratando de concentrarse

—Lamento despertarte, ¿sabes a dónde se fueron tus compañeros de

campamento? —le pregunté.

—Se fueron a comer algo, creo. Estaba medio dormido cuando Tom me

lo dijo —respondió.

—Oh, bien. Bueno, te dejaré dormir un rato más si quieres —le ofrecí.

—No, voy a levantarme —dijo.

Ambos salimos de la tienda, y Jared casi se cayó sobre mí mientras lo

hacíamos. Justo cuando estaba recuperando el equilibrio, noté a Travis y

Ashley de pie en el camino, mirándonos.

—¡Oigan, ustedes dos! —bromeó Ashley, moviendo las cejas—. ¿Cómo

durmieron? Bueno, si es que han dormido algo —continuó con insinuación, lo

que sabía que lucía cada vez peor a los ojos de Travis.

Travis tenía una furiosa expresión en su rostro, pero no podía

defenderme exactamente delante de Ashley. Se volvió hacia ella y le dijo que

necesitaba ir a la oficina y luego se fue. Ashley hizo caso omiso de su repentino

cambio de humor y se acercó a charlar con nosotros. Jared y yo

inmediatamente disipamos su especulación y nos aseguramos de que fuera

consciente de que no había pasado nada. Incluso añadí que él pensaba que

Britney era linda para que nos creyera realmente.

—Ah, bueno, sé que llamaste la atención de Britney, Jared. Pero eso es

todo lo que voy a decir —dijo, guiñando deliberadamente.

—¡Genial! Bueno, voy a cambiarme entonces. Espero que los otros

traigan algo de comida. Me muero de hambre —dijo, frotándose los ojos con

las manos para alejar el sueño. Lo dejé para poder subir y suavizar las cosas

con Travis.

—¡Hola! —dije, al entrar en la oficina, donde Travis renovaba algunos

de los estantes con alimentos.

—Hola —murmuró.

—No es lo que piensas, Travis —dije.

—¿Qué? ¿Vas a negar que durmieras con Jared en su tienda anoche? Los

vi saliendo de ella juntos —afirmó con dureza.

167

—Sí, pero fue porque fui a despertarlo para saber a dónde habían ido

Tracey y Tom. Mamá puede decirte que dormí en el vehículo recreacional

anoche, si en realidad no me crees —dije, moviéndome para evitar que

siguiera con su tarea.

—Se vio mal —admitió—. Estabas tan enojada conmigo anoche que

inmediatamente pensé que podrías haber encontrado consuelo en los brazos

de Jared —exclamó.

—Déjame decirte esto otra vez, Travis. Nunca he engañado, ni engañaré

a nadie, jamás. No voy a cambiar eso, así que puedes olvidarlo. No tienes que

preocuparte por eso —le dije rotundamente. Por la mirada en el rostro de

Travis, no podía decir si me creyó o no.

—Paige, tenemos que hablar —dijo, y su voz sonó sombría. Una terrible

sensación golpeó la boca de mi estómago y de inmediato pensé que Travis

podría querer terminar conmigo. Con la forma en que las cosas habían ido

entre nosotros en el último par de días, y luego con él encontrándome así esta

mañana, no sabía que esperar.

—¡Hola, Travis! —saludó Barney, interrumpiendo nuestra

conversación—. ¿Puedes limpiar el camping treinta y uno y cortar algo de leña

mientras estás en ello? Los Compson van a llegar en un par de minutos —

indicó.

El sitio treinta y uno era el camping contiguo al nuestro, por lo que me

di cuenta que estábamos a punto de conseguir vecinos.

—¡Hola, Paige! Van a conocer a los Compson. Se van a quedar al lado

de su sitio —dijo—. Trav, tendrás que presentarle a Cora. Apuesto que estarás

muy contento de ver a tu chica —dijo Barney, caminando hacia el lugar donde

nos encontrábamos—. No la ha visto desde las vacaciones de Navidad, por lo

que puede que no veamos este hermoso rostro por unos pocos días mientras se

familiarizan a fondo —bromeó, agarrando la barbilla de Travis y moviéndola

de un lado a otro con la mano—. De hecho, dijo: "Dile a mi amado que estaré

allí pronto" —bromeó Barney ruidosamente y luego le dio una palmadita en la

espalda.

Las palabras se registraron en mi mente mientras la realidad se

desplegaba frente a mí. Travis... aún... está... con... Cora, llegaban mis

pensamientos silenciosa y lentamente, haciéndome sentir como si estuviera en

otra dimensión. Travis... aún... tiene... novia. Levanté la mirada para ver a Travis

mientras mi mente trasbillaba, y sus ojos lo confirmaron. Me... mintió.

Las lágrimas se agruparon en mis ojos, y supe que tenía que escapar

antes de que me desmayara del dolor que me invadió cuando mi corazón se

estrelló contra mi pecho. Sabía que las lágrimas ya se habían desbordado, pero

hablé de todos modos. —Estoy ansiosa de conocerla, Travis, espero que me la

168

presentes antes de que me vaya. —Dicho eso, me di la vuelta y salí corriendo

de la oficina tan rápido como pude.

Dejé que la puerta se cerrara de golpe detrás de mí y corrí por las

escaleras del porche delantero sin levantar la mirada hasta que choqué con

alguien. —Lo siento, lo siento —exclamé, incapaz de mirar hacia arriba.

—Paige, ¿qué pasa? —preguntó Ashley con la voz llena de

preocupación al ver lágrimas corriendo por mis mejillas. Me sorprendió ver

que era ella, y permanecí en silencio. Después de todo, Cora era su prima y

que yo hubiese tenido un romance con Travis no me iba a dar ningún punto.

Así que evité la conversación.

—Nada, me tengo que ir —murmuré, antes de seguir mi camino para

encontrar a Tracey. Me sentí agradecida por mi velocidad en ese momento,

porque no podía llegar lo suficientemente rápido.

169

23 Traducido por Mitzi.C

Corregido por *Andreina F*

El coche de Tracey no se encontraba en su lugar cuando doblé en la

esquina rápidamente. Vi a Jared de pie en la carpa, así que no pude evitar

correr directamente a sus brazos, tomándolo completamente por sorpresa.

—Paige, ¿qué sucede? —dijo, envolviendo sus brazos con fuerza a mí

alrededor—. ¿Qué pasó? —No podía hablar porque mis sollozos restringían

mis cuerdas vocales en ese momento—.‖ Shh…‖ Paige,‖ est{‖ bien...‖ Shh...‖ Por‖

favor, no llores. Voy a subir y asegurarme de que Travis sepa que nada pasó

entre nosotros anoche y que encontrarnos esta mañana fue sólo un gran

malentendido. Puedo arreglarlo. —Las palabras de Jared eran tan dulces.

Supuso que Travis no me creyó y quería ayudar a arreglar la situación. Si sólo

me hubiera enamorado de él, gritaba mi mente a través de los sollozos que

sacudían mi cuerpo, sollozos que sólo abrían aún más las compuertas de mis

ojos—. Paige, está bien —dijo en voz baja, tratando de consolarme mientras

frotaba mi espalda con suavidad—. Todo estará bien.

—¡Paige! —gritó Ashley sin aliento, mientras se acercaba corriendo a

nuestro lado—. ¿Qué sucedió? Me asustaste, ¿ocurrió algo? —dijo—. Travis

salió corriendo de la oficina gritando tu nombre, ¿qué está pasando? ¿Te hizo

daño? —preguntó Ashley mientras apartaba un mechón de cabello para ver mi

rostro. Negué con la cabeza, aún sin poder de hablar.

—Travis piensa que Paige y yo dormimos juntos anoche, pero es sólo un

gran malentendido, no lo hicimos —dijo Jared, defendiendo su equivocada

malinterpretación de la situación.

Necesitaba decir algo para que las cosas se aclararan.

—No, él tiene novia. Jared, él tiene novia —susurré, mirándolo.

—Espera, ¿qué? —preguntó Jared, sonando confundido—. ¿Travis tiene

novia? —preguntó, mirando a Ashley para confirmarlo.

—Sí,‖Cora.‖Pero,‖¿qué‖tiene‖que‖ver…?‖—comenzó a preguntar Ashley,

luego se detuvo, entendiéndolo—. Espera, ¿tú y Travis? —preguntó.

170

Justo cuando todo el mundo empezaba a entenderlo, Travis detuvo el

carrito de golf, aparcándolo rápidamente y bajándose de un salto para

acercarse a nosotros. —Paige, por favor, déjame explicarte —dijo, sonando

herido y desesperado, queriendo hablar conmigo.

—¡Tú, idiota! —gritó Jared, moviéndome a un lado protectoramente,

pero sin dejarme ir.

—Necesito explicarlo —suplicó Travis otra vez, ignorando a Jared y

alargando un brazo hacia mí. Jared me puso rápidamente detrás de su espalda

y empujó a Travis con la mano.

—Eres un cretino, ¿no crees que ya la has lastimado suficiente? Dudo

que alguna tonta excusa que puedas tener pueda defender tus acciones. Ahora,

sal de aquí, o patearé tu trasero —dijo Jared tan furiosamente que incluso me

dio escalofríos.

Una vez más, Travis lo ignoró por completo. —Paige, por favor.

Necesitamos hablar.

—¿Has perdido toda pizca de cordura o sólo eres estúpido? ¡Vete! —

gritó Jared, una vez más en tono amenazante. Se encogió de hombros y tomó

una actitud depredadora, moviéndose hacia Travis.

Mientras Travis igualaba la estatura de Jared, listo para llevarlo a una

pelea, una caravana aparcó a un lado. —¡Travis! —gritó una chica que sólo

podía suponer era Cora, desde la ventana—. Hola, bebé —prosiguió,

asomándose sobre el hombro de su padre en el asiento del conductor.

—¡Hola, Trav! ¿Vienes para ayudar a instalarnos? —dijo el hombre.

—Mierda —gruñó Travis en voz baja, tan baja que sólo nosotros

pudimos oírlo, luego, a regañadientes, se acercó para hablar con el hombre a

través de la ventana abierta.

—¡Hola, Ash! —gritó el hombre.

—¡Hola, tío Frank! —saludó Ashley en respuesta—. Pasaré por su

camping en un rato para ponerme al día con ustedes —dijo Ashley, antes de

volver su atención hacia mí—. Paige, ¿puedes venir conmigo? —preguntó,

hablando amablemente. Asentí y tomé su mano.

—Empacaré mientras —dijo Jared, dándome otro abrazo y luego

soltándome en los brazos de Ashley.

Ashley me guío hasta mi casa rodante y entramos. Por suerte, mis

padres se encontraban fuera por la mañana, así que no tendría que

enfrentarlos por el momento. Me desplomé en el sofá tan pronto como entré,

envolviendo los brazos alrededor de un almohadón.

171

—Paige, lo siento mucho. No tenía ni idea de que algo pasaba entre tú y

Travis, o que tenías sentimientos por él. Supongo que debería haberlo visto,

pero claramente no lo hice —dijo, sonando culpable por su falta de intuición.

—Por favor, no te disculpes, Ash, nada de esto tiene que ver contigo.

Travis dijo que quería mantener las cosas en secreto por ustedes. Debería

haber sabido que era mentira, y que había más que eso.

—Así que, ¿en serio te pidió mantener las cosas en secreto por nosotros?

—Su voz sonaba sorprendida por el hecho.

—Sí. Al principio, me dijo que le preocupaba lo que dirían los demás

después de cómo me trataste. Luego, una vez que arreglamos eso, dijo que

deberíamos seguir manteniendo las cosas en secreto porque no quería

restregarle nuestra relación a Britney, ya que ella acababa de terminar las cosas

con Corey. Hombre, soy una idiota por creer todas sus mentiras —dije,

dejando caer la cabeza en la almohada mientras los sollozos comenzaban de

nuevo.

—¿De eso es sobre lo que quería hablar conmigo? —preguntó Ashley—.

Durante los últimos dos días, Travis ha estado queriendo decirme algo, pero

cuando teníamos la oportunidad de hablar, me evitaba —dijo, preguntándose

si su teoría era correcta.

—No, creo que todo era parte de la mentira. Me hizo creer que en

realidad iba a ir y contarte sobre nosotros. Dijo que quería hablar contigo

primero, ya que eres la prima de Cora y todo, pero al parecer nunca tuvo esa

intención —dije, finalmente viendo las cosas de la forma en que realmente

eran.

—Paige, lo siento mucho —dijo y su voz sonaba sincera—. ¿Te importa

si te pregunto qué pasó entre ustedes dos? ¿Hace cuánto que están juntos?

—Desde el tercer día que llegué aquí —contesté—. Tuvimos, como él la

llamó, nuestra primera cita oficial ese día, y nuestro primer beso. Hace unos

días, me dijo que me amaba. —Sacudí la cabeza mientras los recuerdos hacían

que mi corazón doliera.

—Guau, ¿te dijo que te amaba? Dios, no puedo creer que no lo notara —

dijo, sacudiendo la cabeza. Lo que me hizo darme cuenta de que

probablemente no me amaba en realidad, ya que sus amigos no habían notado

algo diferente en él—. Entonces, ¿lo hicieron? —preguntó.

—No, gracias a Dios. Quería hacerlo anoche, pero me rechazó.

Obviamente, fue por el bien de Cora. Tal vez, todo ese tiempo que no tuvo

sexo conmigo, fue para poder racionalizar sus acciones —dije, bastante herida

por ese hecho. Me imaginé que si Ashley tenía alguna lealtad a su prima, ese

172

pequeño detalle ayudaría a aliviar el enojo que podría estar sintiendo hacia mí,

aunque hasta el momento, sólo estaba siendo amable y reconfortante.

—Paige, no sé qué decir. Estoy realmente sorprendida de que Travis no

rompiera con Cora, especialmente si hubo algo entre ustedes dos. Ni siquiera

sé por qué todavía está con ella, después de todo, lo engañó. —Mientras

Ashley decía esas palabras, el entendimiento me golpeó.

—Eso es. Quería usarme para vengarse de ella. Tal vez pensó que si

tenía una aventura, igualaría el marcador —dije, sintiendo la tristeza

abandonarme por la ira.

—No, Travis no es así. He conocido al chico por diez años, incluso a

través‖ de‖ su‖ etapa‖ de‖ ‚chico‖ rebelde‛,‖ y‖ sé‖ que‖ nunca‖ lastimaría

intencionalmente a alguien.

—Sí, pero tal vez no fue intencional —dije—. Tal vez sólo trataba de

seguir adelante, pero se encontró con que algo en él no podía dejarla ir. Es por

eso que nunca le contó a alguien sobre nosotros, por eso no quería que

lleváramos las cosas al siguiente nivel. En realidad, ahora que pienso en ello,

esta mañana estuvo a punto de hablar conmigo y tenía una mirada muy seria y

sombría en su rostro. Fue justo antes de que su padre nos interrumpiera,

poniéndome al corriente del engaño de Travis —dije, recordando el

sentimiento de temor que me llenó al pensar que Travis estuviese a punto de

romper conmigo antes de que su padre entrara—. Tuve este terrible

presentimiento en la boca del estómago, pensando que iba a romper conmigo.

Tal vez ese era su plan, sabiendo que Cora venía. Tal vez recordó sus antiguos

sentimientos por ella, y ya que ahora no iba a estar fuera de su vista, fuera de

su mente, trataba de terminar las cosas conmigo para resolverlas con ella.

Mientras hablaba, sentí el cuchillo rasgar más profundamente mi

corazón. Sabía que probablemente tenía razón, lo que me dolió bastante.

Mientras Cora se hallaba lejos, Travis debió de haber tratado de encontrar una

forma de apaciguar su corazón herido por la traición, y me encontró. Pero

ahora que ella había regresado, probablemente sabía que su corazón la elegiría

a ella.

—Es sólo que sé que Travis no haría esto, no lo entiendo —dijo Ashley,

sonando desconcertada.

—¿Por qué se quedaría con ella de todos modos? No te ofendas, pero

¿qué tan maravilloso tiene tu prima? —pregunté, queriendo entender cómo

podía tener tal control sobre él. Claramente, todo lo que Travis me había dicho

de Cora debía haber sido una mentira, así que quería saber la verdad.

—Honestamente, Paige, no lo sé. Sé que es mi prima y todo, pero Cora

es una perra —dijo Ashley con firmeza, nada más que sinceridad en su voz—.

Es tan egocéntrica, y cree que todos los chicos deben adorar el suelo que pisa.

173

Realmente no sé por qué Travis estaría con ella —dijo, encogiéndose de

hombros. Su respuesta había sido igual a la de Travis, pero tal vez ese era el

gran atractivo: Cada chico la adoraba, y él estaba desesperado por ser el que la

tuviera al final.

—El verano pasado, estuvo prácticamente encima de Corey justo en

frente de Travis. Podrías saber cuán herido se sentía viendo cómo flirteaba con

Corey. Incluso aunque ella es parcialmente la culpable de que lo de Corey y

Britney no funcionase, aún así lo culpo a él por no fijarse bien —dijo,

sacudiendo la cabeza—. Cuando Cora me dijo que había engañado a Travis en

su baile de bienvenida e iba a decírselo en las vacaciones de invierno, pensé

que Travis terminaría con ella. Es un buen chico y se merece algo mejor.

Créeme, si me hubieras dicho algo al respecto, le habría dicho que te escogiera

—admitió, haciéndome sonreír ligeramente—. En realidad, me sentí

sorprendida porque aún estuvieran juntos. Pensaba hablarle al respecto, y se lo

mencioné a Britney ayer, mientras tú te encontrabas de escapada. Pensé que tal

vez él querría hablar conmigo sobre lo que sucedió con Cora. Si lo hubiera

sacado a colación, le habría dicho que terminara con ella porque se merece

algo mejor, pero nunca llegamos a hablar.

Me di cuenta de que me había perdido inconvenientemente una parte

importante de la conversación entre Ashley y Britney ayer, y habría hablado

con ellas si no hubiera estado tan ansiosa por arreglarme para Travis. El

pensamiento trajo más lágrimas, a pesar de que no creía que fuera posible

llorar más. —Escucha, Paige, sé que Travis te ha mentido, pero realmente

parecía querer hablar contigo. Aunque lo hagas nada más que para darle un

cierre, creo que deberías darle la oportunidad de explicarse. Puede que en

realidad haya desarrollado sentimientos por ti, pero no tuvo la oportunidad de

decirle a Cora. Por lo tanto, habla con él —dijo, frotando mi espalda mientras

lloraba silenciosamente en la almohada.

Permanecimos en silencio mientras las lágrimas corrían por mi rostro, y

luego se escuchó un golpe en la puerta. Instantáneamente me senté,

preocupada de que fuera Travis viniendo a hablar conmigo; no me encontraba

lista para verlo aún. Ashley se levantó para abrir la puerta, y por suerte, era

Tracey.

—Paige, cariño. Lo siento —dijo, caminando hasta mi lado y

abrazándome apretadamente—. Jared me contó lo que pasó —dijo,

reconociendo que sabía lo que había sucedido mientras se encontraba lejos—.

Así que, es por eso que mantuvo las cosas en secreto, ¿eh? —Su voz era suave

y amable, y sólo estaba allí para ofrecerme apoyo—. Paige, lo siento mucho —

me consoló, y luego sólo me sostuvo en silencio. Era una de las cosas que más

amaba de Tracey; no era de las que me sermonaban en mi momento de

174

necesidad o me decía un‖ ‚te‖ lo‖ dije‛, simplemente se quedaba allí para

proporcionar comodidad.

Después de unos minutos, Tracey finalmente habló. —Entonces, ¿qué

quieres hacer? ¿Quieres regresar a casa con nosotros? —No había pensado en

eso antes, ya que me encontraba atrapada en el dolor que sentía mi corazón

roto. Pero dándole un momento para penetrar, me hice a la idea.

—Sí, quiero ir a casa con ustedes. —Ashley frunció el ceño ante mi

anuncio, pero luego asintió mientras entendía mi decisión.

—Bueno, los chicos ya han empacado. Así que, tal vez deberíamos

empacar tus cosas —dijo, y luego ella y Ashley maniobraron a mí alrededor,

juntando todas mis pertenencias.

—Vale, parece que eso es todo, Paige. Voy a llevar tu bolsa al coche

mientras llamas a tu madre —dijo Tracey y luego salió con mi maleta.

—Paige, te voy a dar un poco de privacidad mientras hablas con ella.

Por favor, no te vayas sin decir adiós —declaró Ashley y luego salió justo

detrás de Tracey.

Tan pronto como las chicas salieron, todo desapareció. El dolor y la

tristeza que sentía por la pérdida de lo que creía era un amor verdadero eran

demasiado grandes como para cargarlos, así que sólo me tumbé en el sofá para

llorar. Después de que unos pocos minutos pasaran, me calmé lo suficiente

como para llamar a mi madre y dejarle saber que me iba. No iba a decirle que

mis planes eran no volver, así ella me dejaría ir, pero iba a decirle que

necesitaba tiempo por lo que pasó con Travis

—Paige, cariño, ¿por qué? Pensé que las cosas iban muy bien entre tú y

Travis —dijo mamá, no entendiendo el repentino cambio de rumbo.

—Tiene novia, mamá —dije, sin querer mentirle.

—¿Qué? Lucille nunca mencionó que Travis estuviera saliendo con

alguien. Muy por el contrario, sólo había hecho comentarios con la esperanza

de que tuviera un interés por ti, uno que obviamente tenía. No lo entiendo —

susurró, sonando tan confundida como yo me sentía.

—Escucha, sólo necesito ir a casa por un rato y superar esto, pero tal vez

regrese en una pocas semanas, si es que puedo soportarlo. ¿De acuerdo? —

traté de tranquilizarla, pero en el fondo de mi mente sabía que no había

manera de que pudiera volver. Sabía que una vez me hubiera ido, y mis

padres se dieran cuenta cuán felices la pasaban sin mí alrededor, estarían de

acuerdo con que me quedara en casa.

—Está bien, cariño. Lo entiendo. Cuando estés lista para regresar, sólo

regresas en tu Jeep, ¿de acuerdo? —dijo.

175

Nos despedimos, pero antes de que colgara el teléfono, me dejó un

último consejo. —Paige, debes escucharlo antes de irte. Te ayudará a sanar

más rápido si sabes la verdad. —Terminamos la llamada con eso, y sabía que a

pesar de que tenía razón, mi corazón no podría soportarlo.

Fui al baño a recomponerme. Después de unos minutos de salpicarme

agua fría en la cara, seguido de un poco de maquillaje, me encontraba

presentable. Las lágrimas habían disminuido momentáneamente, pero la ira

las empezaba a reemplazar. Me sentía molesta porque Travis me hubiera

mentido y hubiese caído. Enojada porque hubiera dejado que las cosas

llegaran tan lejos entre nosotros. Molesta conmigo por no preguntarle antes

sobre mantenernos en secreto. Pero sobre todo, me enojé conmigo misma por

enamorarme tanto, y tan rápido. Una vez que lucía más como yo, di un rápido

vistazo alrededor de la habitación para asegurarme de que las chicas hubieran

empacando todas mis cosas antes de hacer mi salida. Sólo tenía que decirle

adiós a todos, bueno, casi todos, y luego encontrar a mis amigos para irme.

176

24 Traducido por becky_abc2

Corregido por Cami G.

Travis se encontraba sentado en una de las sillas al lado de nuestra

fogata cuando salí de la casa rodante.

—Ashley dijo que te irías con tus amigos, ¿es verdad? —preguntó en

voz baja, su rostro lleno de remordimiento. Asentí en respuesta mientras las

lágrimas caían por mis ojos—. ¿Me dejarás explicarte antes de irte? —suplicó.

La voz de mi madre sonó en el fondo de mi mente, y sabía que tenía razón. Si

quería tener una oportunidad de curarme, tenía que escucharlo, así que asentí

de nuevo. Él inmediatamente se paró frente a mí y trató de tomar mi mano,

pero me alejé.

—Detente, Travis. Sólo dime tus excusas y déjame ir —dije, tratando de

permanecer firme.

—Paige, necesito que sepas que los sentimientos que tengo hacia ti eran

reales, son reales —corrigió rápidamente, y pude darme cuenta de que los

nervios estaban devorándolo—. Sé que no puedo borrar el que te haya

mentido, pero quiero que sepas que lo hice porque quería que tuviésemos una

oportunidad.

—Claro, porque mentir es la clave del éxito en las relaciones —corté

sarcásticamente, frustrada por la ridiculez de su comentario.

—Paige, el primer día que te conocí, me enamoré de ti. No pude evitar

enamorarme de tu personalidad mientras tranquilizabas dulcemente a tu

madre en la tienda. No sólo te encontré increíblemente hermosa, sino que

también adorable: haciendo bromas y rogando por comida —dijo, sonriendo

mientras recordaba—. Cuando mencionaste que ibas a ir a Nueva York,

inmediatamente tuve la esperanza de que fueras a Columbia. Luego, cuando

descubrí que ese era el caso, sabía que tenía que conocerte.

Me encontraba siendo cortejada por las palabras de Travis, y necesitaba

mantenerme sobre tierra para evitar caer en otra de sus trampas, así que di un

paso atrás. —Paige, ese día en la playa, no esperaba besarte. Quería pasar el

día aprendiendo más de ti, pero cuanto más aprendía, menos podía resistirme.

Todo en mí quería besarte, así que en vez de hacer lo que era correcto al no

estar disponible el cien por ciento, me permití hacer lo que quería. Me estaba

177

enamorando de ti —dijo, tratando de alcanzar mi brazo nuevamente. La parte

en que dijo que no estaba disponible sonó fuerte y claro en mi mente y no

quise el contacto, así que lo empujé.

—Tener novia, Travis, significa que no estás disponible para nada, no

hay un porcentaje —dije, recordándole cómo funcionaban las relaciones—. Por

lo que estoy enojada es por el hecho de que después de que me preguntases si

tenía novio, no te hice la misma pregunta —dije mientras una lágrima de ira se

deslizaba por mi mejilla—. Aunque probablemente me habrías mentido de

todos modos.

—Paige, nunca, ni en un millón de años habría hecho algo para herirte,

pero me sentía atrapado en una situación difícil —dijo, dando un paso hacia

delante, cerrando la brecha que acababa de abrir entre nosotros—. Mira, quería

terminar las cosas con Cora en septiembre. Después de que pasó todo el

verano coqueteando con Corey, lo iba hacer —aseveró, podía ver el enojo en

sus ojos y sabía que decía la verdad.

—Volvimos a la escuela en otoño y finalmente mi mente se aclaró. No la

amaba, y sabía que era estúpido seguir aferrándome a algo que no funcionaba.

De todos modos, tenía que ir a su baile de graduación, pero cancelé al último

momento. Pensé que sería un error engañarla haciéndole creer que las cosas

seguían bien entre nosotros, y no quería arruinar su semana por haber roto.

Luego, dos días antes, decidí que iba terminar con ella después de todo. Cora

se enojó conmigo por no ir al baile, no me devolvía las llamadas.

Sé por qué no te regresó las llamadas; o seguía enrollándose con el chico con el

que te engañaba, o no sabía cómo darte la cara debido a la culpa, susurró

silenciosamente mi mente, pero no iba a interponer mi opinión, así que seguí

escuchándolo. —No fue hasta un par de semanas después que ella finalmente

me regresó la llamada y me dijo que su familia vendría para navidad. Me

imaginé que terminar con ella en persona y en términos amigables sería mejor

que hacerlo por teléfono, así que decidí esperar hasta su visita para hacerlo —

dijo, apartando la mirada mientras una expresión de dolor cruzaba su rostro.

No podía leer su mente, pero podía darme cuenta de que se arrepentía de su

decisión.

—Cuando su familia llegó a la ciudad, el ambiente se sentía extraño

entre nosotros, otra indicación de que me encontraba listo para seguir adelante

y hacer lo correcto —dijo—. Luego, me senté a hablar con ella una noche, cerca

del final de la estadía de su familia, y cuando comencé con mi discurso de

‚seamos‖ amigos‛,‖ me interrumpió, divulgando el hecho de que había sido

violada. —Jadeé ante la confesión de Travis y apenas pude creer lo que

escuchaba.

—¿Cómo es posible conocer a dos chicas que han vivido algo tan

traumático en el último año? Eso es terrible —dije en voz baja y,

178

silenciosamente en ese momento, juré seguir el consejo de Britney y

permanecer siempre acompañada el siguiente año en la escuela.

Podía ver la angustia en los ojos de Travis mientras continuaba y mi

corazón se detuvo por él. —Una vez que me contó lo que le sucedió, no pude

hacerlo, Paige. No podía romper con ella. Imágenes de Britney pasaron por mi

mente, y no había manera de que le hiciera eso a Coraline después de lo que

Corey le había hecho. No podía hacer que Cora se sintiera rechazada por lo

que le sucedió, apartándola como basura, y tampoco podía añadir más dolor.

Así que decidí ser el novio que necesitaba en ese momento y hacerle frente a

mis propios asuntos después. Me imaginé que alguna curación podría llegar a

través de la primavera, cuando estuviéramos separados, y para este verano

ella estaría mejor. Iba a usar la excusa de la universidad como forma de

terminar las cosas, esperando que entendiera y respetara mi decisión. No

quería que se culpara de ninguna forma o creyera que tenía algo que ver con lo

que le había pasado —dijo.

Sus ojos se encontraban llenos de tanto dolor, y podía ver que se sentía

agobiado por cómo habían terminado las cosas. No podía permitirme

abrazarlo y ofrecerle mi perdón, pero iba a seguir escuchando.

—Esperaba terminar las cosas para cuando llegara el verano, y pasar el

resto de mi tiempo tratando de ganarme su amistad de modo que ella me

perdonara. Pero sus padres‖pospusieron‖su‖viaje‖y…‖—Se detuvo, y una vez

más, alargó su mano para sujetar mi brazo. Elegí no alejarme de él esa vez,

porque podía sentir su alma herida tratando de aferrarse a mí como si su vida

dependiera de ello, y no podía dejarlo ahogarse—. Y luego apareciste —dijo,

deslizando los dedos por mi antebrazo hasta llegar a los míos—. Paige, no

tenía idea de que iba a enamorarme tan rápido. Por un segundo pensé que

podría mantenerme a distancia, hasta que solucionara las cosas, pero era

imposible —dijo, apretando mi mano.

—Entonces, ¿por qué no me lo dijiste, Travis? ¿Por qué no podías

simplemente ser honesto conmigo? —le pregunté, esperando

desesperadamente entender todas las mentiras.

—Porque sabía que no nos darías una oportunidad, Paige, si te hubiera

dicho que aún tenía una relación, no me habrías dado ni la hora del día. ¿Por

qué lo harías? Puedes tener al chico que quieras —apuntó, recorriendo con su

otra mano mi mejilla—. Y si te hubiese dicho la verdad, que emocionalmente

estaba libre y que había roto mentalmente por un largo tiempo, pero que

simplemente no podía romper el corazón de Cora porque ella fue violada, aún

así no nos habrías dado una oportunidad.

Sus palabras eran ciertas, y comprendí su razonamiento. La verdad era

que Travis se encontraba en lo cierto. Si hubiera sabido que salía con alguien

más, no habría manera de que hubiese permitido que algo pasara entre

179

nosotros y habría cortado cualquier lazo con él. Y si me hubiera dicho la razón

de por qué aún seguía con Cora, no me permitiría a mí misma quedarme

atrapada en tal situación, así le ahorraría el mayor dolor posible a Cora. A

pesar de que su idealismo era incorrecto, su predicción de lo que hubiera

pasado era cierta.

—Travis, entiendo por qué me mentiste, pero eso no lo hace mejor —

dije, sacudiendo lentamente la cabeza.

—¿No lo ves, Paige? Hemos sido capaces de descubrir lo que realmente

hay entre nosotros porque no me alejaste —explicó, secando una lágrima de

mi mejilla—. Todo lo que te dije acerca de mí es cierto, incluso las razones por

las cuales esperé para romper con Cora. En lo único que te mentí fue acerca del

hecho de que ya la había terminado. —Su voz sonaba desesperada, y sabía que

lamentaba la forma en que había manejado la situación. Pero en vez de darle la

justificación que quería para sus acciones, sólo podía pensar en la dura

realidad de la situación.

—Aún así, Travis, no sé cómo pudiste pensar que mintiéndome y

engañándome con lo de Cora era mejor que simplemente ser abierto y sincero

con ella. No estoy segura de que tu engaño sea mejor de lo que Cora le hizo a

Britney.

Pude ver cómo mis palabras le picaron al segundo que salieron de mi

boca. Aunque lamentaba decirlas, sólo decía la verdad.

—Supongo que he jodido las cosas con todo el mundo. Lo siento, Paige.

Sé que mereces algo mejor que esto, y estoy realmente arrepentido —dijo en

voz baja, tirando de mí en un abrazo, apoyando su cabeza en la mía. En ese

momento, supe que era el final de nosotros, y todo en mí se derrumbó. Dejé

que las lágrimas salieran, y disfruté de la sensación de estar en los brazos de

Travis. Sabía que iba a ser la última vez, y quería saborear el momento.

—Por favor, perdóname, Paige. Iré a solucionar esto ahora mismo. Le

diré toda la verdad, pero no te rindas con nosotros. —Su petición tiró de mi

corazón y por mucho que deseaba que las cosas fueran diferentes y que

pudiéramos estar juntos, no iba a permitirme ser la causante de más dolor de

una joven que ya había sufrido lo suficiente. Había visto la angustia en los ojos

de Britney cuando me contó su pasado, y sólo podía pensar cuánto podría

haber empeorado si hubiera sabido que el corazón de Corey le pertenecía a

alguien más. Aunque no conocía a Cora, y la odiaba por engañar a Travis (un

engaño que supongo fue por despecho), no sería quien la haría sufrir más.

—¿Y qué? ¿Romperle el corazón a Cora al segundo de que ha llegado?

¿Dejarla hecha pedazos después de lo mucho que ha pasado? ¡No! —grité—.

Sabes que no puedes hacer eso, la destrozarías. Está sensible, Travis, y tienes

que manejarlo con cuidado. Por desgracia, eso significa más mentiras, y no

180

puedo estar rodeada de más mentiras. Lo siento, tengo que irme.

Me aparté y me fui corriendo hacia mis amigos. No había tiempo para ir

a buscar a todos y despedirme. Necesitaba alejarme, rápido. No podía respirar

ni estar ahí por más tiempo, así que corrí directamente al coche de Tracy. Sin

decir una palabra, Tracy se deslizó en el asiento de atrás a mi lado mientras

que Tom y Jared se subían enfrente. Manejaron el coche sabiendo exactamente

lo que necesitaba y nos alejamos de Willow Falls. Tracy me mantuvo

consciente durante todo el viaje y me dejó llorar en sus brazos. Nadie dijo

nada, o trató de calmarme con pláticas banales, sólo manejaron y me

ofrecieron el silencioso consuelo que necesitaba.

Con cada milla que me separaba del campamento, la tristeza se hacía

más grande. Tenía el corazón roto; sabía que había dejado al amor de mi vida

atrás, y apestaba saber que era por las circunstancias de mierda de la vida.

Porque si Cora no hubiera sido violada, Travis habría roto con ella, y todo lo

que había pasado con nosotros hubiera sido increíble y honesto. Aún así, había

sido increíble, y por eso dolía tanto.

181

25 Traducido por Vani & aa.tesares

Corregido por Meliizza

—Muy bien, señorita —dijo Tracey, tirando de las mantas que tenía

sobre mí—. Tienes que salir de esta cama, y tengo la actividad perfecta para

que dejes de pensar en todo —dijo, y se sentó a mi lado en el colchón.

Había estado llorando y durmiendo durante dos días seguidos, ya que

todo dolía demasiado. No podría haber imaginado cómo se sentiría el

desamor, y ahora lo sabía de primera mano. Era la cosa más dolorosa que

había experimentado y lo único que quería hacer era quedarme en cama.

—Vamos a trabajar en el baile. Puedes enseñarle al grupo todos los

movimientos que se te ocurrieron y luego, tal vez, podamos terminarlos —dijo,

quitándose el pelo de los ojos—. Y no puedes decir que no, porque ya he

llamado a todos y nos reuniremos en el gimnasio en una hora. —Tracey se

había quedado en casa conmigo durante los últimos dos días, haciendo todo lo

posible para tratar de mantenerme alimentada y consolada. Me sabía mal que

todos sus esfuerzos hubiesen fracasado miserablemente, por lo que a

regañadientes, asentí, aceptando ir con ella.

—¡Oh, vaya! Pensé que iba a tener que llamar a Jared para sacar tu

trasero de aquí. El que vayas a venir voluntariamente es algo bueno. Ahora,

vamos a ducharte y alimentarte. —Sacó mi ropa y lo hizo casi todo por mí,

excepto bañarme. Con el agua caliente corriendo por mi cuerpo, sentí un poco

del dolor siendo borrado. Sabía que necesitaba unas vacaciones tanto mentales

como emocionales durante un par de horas, por lo que esto iba a ser realmente

bueno para mí. Cuando terminé, me vestí y busqué en mi bolso mi cuaderno

de baile. No había empacado nada, así que no sabía dónde se hallaba.

—¡Oye, Trace! —grité en dirección a la cocina.

—Sí, ¿qué pasa? —dijo, subiendo de nuevo las escaleras.

—¿Te acuerdas de dónde pusiste mi cuaderno de baile cuando

empacaste mis cosas? —pregunté, aún buscando sin éxito.

—No recuerdo haberlo embalado. Oh, espera, creo que lo vi en el

tablero de la casa rodante —dijo mientras recordaba salir sin él—. Tengo la

182

parte que me enviaste antes, así que podemos trabajar en eso hoy. ¿Por qué no

llamas a tu madre y le pides que te lo envíe por correo?

—Está bien —concordé—. En realidad, creo que sólo voy a enviarle un

mensaje. No quiero hablar con ella ahora —dije, bajando para buscar mi

teléfono. Tracey había estado en contacto con mis amigos y mantenido

vigilada todas mis llamadas telefónicas. Se negó a decirme de quiénes eran

algunas, por lo que sabía que ese alguien debía ser Travis. No las revisé en ese

momento, porque sólo trataba de superar todo esto, e iba bien hasta ahora.

Sólo tenía que enviarle un mensaje de texto a mi madre y luego irme.

Yo: ¡Hola, mamá! ¿Puedes enviarme mi cuaderno de baile? Lo dejé en

la mesa. Te quiero.

Me puse los zapatos y comí el pan que Tracey me había hecho mientras

esperaba que respondiera. Finalmente lo hizo y una vez que lo leí todo, me di

cuenta porque le había tomado tanto tiempo responder.

Mamá: Me debatí en llamar porque te conozco y sabía que no

contestarías el teléfono. Hablé con Lucille y dijo que Travis le contó todo.

Dijo que estuvo llorando y que esta era la primera vez que la había buscado

para pedirle un consejo sobre cómo hacer las cosas bien. Para que lo sepas, ya

no está con Coraline. También es muy lamentable la forma en que resultaron

las cosas y en gran medida todavía está enamorado de ti. Debes contestar sus

llamadas, cariño. Sé que no lo harás porque te sientes herida, pero creo que

ambos pueden superarlo. Te quiero y sí, voy a enviarte el cuaderno de baile.

Una vez más, las lágrimas picaban en mis ojos y cuando Tracey

preguntó qué decía, le pasé mi teléfono. Estuvimos calladas todo el camino

para encontrarnos con nuestros amigos, lo cual era bueno, porque lo único que

evitaba que me cayera por el precipicio era un pequeño hilo. Sólo tenía que ir

al gimnasio y ver las caras de mis amigos; esperaba que eso pudiese

adormecer el dolor.

La tarde pasó y aún tenía que pensar en Travis, y en mi corazón roto.

Todos trabajamos en la pista, consiguiendo aprendernos la primera mitad. Me

había memorizado un montón de la segunda parte, así que casi habíamos

conseguido terminar. Después de ocho horas, estaba físicamente agotada junto

con los demás. Tracey me hizo ir a comer con todo el mundo, lo cual era

bueno. Cuanto más tiempo me mantuviera ocupada, mejor me sentiría. Sin

embargo, se estaba haciendo demasiado tarde, y sabía que era hora de hacerle

frente a la inevitable soledad de esa oscura noche. Tracey me rogó para poder

quedarse conmigo, pero la convencí de que una vez que me dejara en mi casa,

era su obligación ir a ver a Tom y tener una noche libre. Aceptó de mala gana,

pero prometió que estaría de vuelta en la mañana. Me daba miedo el tiempo a

solas, pero sabía que a largo plazo, sería bueno para mí.

183

Cuando llegamos, vi que había un coche aparcado delante de mi casa.

Había oscurecido, así que no pude descifrar quién era hasta que estuvimos

más cerca, luego vi la puerta del Porsche negro abrirse y a Travis salir.

—¡Oh, mierda! —jadeó Tracey y puso su coche en el aparcamiento—.

Voy a deshacerme de él, quédate aquí, Paige. Yo me encargo de esto —ordenó,

saliendo del coche. Me encontraba en estado de shock, sin saber por qué había

venido, pero al mismo tiempo aliviada de verlo. Sabía que probablemente

estaba auto-infligiéndome tortura, pero abrí la puerta del coche y salí.

—Paige —dijo Travis, pasando a Tracey y parándose frente a mí.

Tropezó con la luz de seguridad mientras caminaba hacia mí, por lo que su

rostro se iluminó—.‖Yo… Eh…‖—Hizo una pausa. Sus ojos se encontraron con

los míos y nos quedamos mirándonos el uno al otro en silencio. No podía

apartar la mirada y encontré que mi cuerpo me atraía hacia él—. Tu madre dijo

que necesitabas esto —dijo, finalmente rompiendo el silencio y entregándome

la libreta de baile. Extendí la mano para tomarla y su mano rozó la mía. La

sensación corrió directamente a mi corazón, haciéndolo golpear en mi pecho.

—¡Gracias! —susurré, tomándola de su mano—. ¿Haz conducido siete

horas para darme esto? —pregunté. Abrí el cuaderno para mirar dentro de

modo que pudiese apartar la mirada de la suya.

—Sí, tu mamá dijo que la necesitabas de inmediato y realmente quería

verte. Incluso si sólo era por un momento —dijo en voz baja y su voz se apagó

cuando se dio la vuelta para ver a Tracey dándole una mirada llena de odio.

Cuando le di la vuelta a la parte posterior de la libreta, noté una

pequeña nota que se hallaba escondida dentro, la cual tenía la escritura de mi

madre.

¡Cariño!

Escúchalo. Lo jodieron realmente, pero en esta situación en particular, no fue

su culpa. Sigue mi consejo. Sólo tienes que hablar con él.

Te amo,

Mamá.

La nota de mi madre me dejó confundida. "En esta situación en

particular, no fue su culpa." Nadie más lo hizo mentirme a mí y a Cora, ¿cómo podía

ser culpa de alguien más? Gritó frustradamente mi mente. No sabía qué pensar

ni qué decir, así que me quedé allí de pie, mirando mi cuaderno sin decir una

palabra.

184

—Paige, esperaba a que pudiésemos hablar —dijo con dulzura y oí los

nervios en su voz.

—Travis, debes irte. No creo que haya nada más que decir; ya has hecho

suficiente daño —protestó Tracey, poniéndose en medio de los dos. En ese

momento, me invadió una emoción mucho más grande, una que nadie, ni

siquiera mi yo racional, podía apagar, por lo que caminé hacia Tracey.

—Está bien. ¿Por qué no entras, Travis? Tracey ya se iba. Tiene una cita

con Tom. —Tracey me miró y pude ver verdadera preocupación en sus ojos.

Sólo trataba de proteger mi corazón y se preocupaba por mí. Aunque me

gustaba mucho su lealtad, quería que se fuera.

—Tracey, voy a estar bien. Puedes irte, te llamaré si te necesito.

—Paige,‖no‖quiero‖que… —Se detuvo, nos miró y luego se encogió de

hombros en señal de derrota—. Está bien. Llámame si me necesitas. Voy a

estar de regreso en la mañana. Pero vendré antes si así lo quieres. —Se volvió

para mirar a Travis y metió el dedo en su cara—. Si le haces daño, voy a venir

con Tom y Jared para patearte el culo. —Tracey se volvió y se dirigió a su

coche. Me saludó cuando salió de la calzada, y me quedé a solas con Travis.

—Vamos, entra, acabamos de regresar de la práctica de danza, así que

apesto —bromeé, tratando de aligerar el ambiente. Entré y encendí las luces

del vestíbulo, y luego me volví para ver a Travis.

—Paige, lo siento mucho. He estado tratando de llamarte, pero no has

contestado mis llamadas. Cuando tu mamá me preguntó si quería entregarte el

cuaderno, acepté pensando que podría ser mi única oportunidad de hablarte.

Así que, lo siento por simplemente aparecer en tu puerta. —Parecía que

hubiera estado llorado y me di cuenta de lo cansado que se veían sus ojos.

Se encontraban llenos de dolor y se me rompió el corazón al verlo de

esa manera.

—Está bien. Muchas gracias por traerla. Le dije a mamá que podría

traerla durante la noche, no tenía ni idea de que me la enviaría tan rápido —

dije, haciendo un nuevo intento de romper el hielo.

Travis se volvió y me agarró, tirándome en sus brazos. Me tomó por

sorpresa y no tuve tiempo para pensar. Sin registrar nada, mis brazos —o tal

vez mi corazón— actuaron por sí mismos, o tal vez a su propia manera, y le

devolví el abrazo.

—Te he echado de menos. No puedo vivir sin ti. No puedo hacer esto.

Me duele mucho. Paige, por favor, escúchame. —Asentí contra él. Nada en mí

quería dejarlo ir. Lo necesitaba tanto como él me necesitaba.

—Estoy escuchando —susurré. Se echó hacia atrás y me miró a los ojos.

185

—Paige, no debí haberte mentido. Debí haber sido honesto con Cora y

contigo. No puedo cambiar el pasado, pero puedo prometer que nunca voy a

mentirte otra vez. Por favor, dame otra oportunidad.

Por mucho que quería borrarlo todo y seguir adelante con Travis,

todavía me sentía avergonzada de haber sido en parte culpable de romperle el

corazón a otra chica. Cora había salido con él durante dos años y yo sólo lo

conocía desde hacía unas semanas. Como de choqueada y rota me sentí en los

últimos dos días, no podía imaginar lo que ella atravesaba, y ya tenía el alma

herida. La culpa que sentía era suficiente para retenerme y no dejarlo seguir

adelante.

—Lo siento, Travis. Te quiero mucho, pero no puedo estar contigo

sabiendo que hemos lastimado a Cora. —Sacudí la cabeza mientras las

lágrimas corrían por mi cara.

—Paige, no la lastimamos. Todo era una mentira —dijo Travis,

alcanzándome otra vez—. Ella mintió, Paige. Nunca fue violada.

Me sorprendí por lo que acababa de escuchar, pero no sabía si Travis

decía la verdad o si esta también era una mentira. —¿Qué quieres decir con

que mintió y que nunca fue violada? —pregunté, dando unos pasos hacia

atrás. Tenía que ganar un poco de espacio para poder procesar lo que me

decía.

—El tema salió después de que hablé con Ashley. Al parecer, Cora

quería decirme que me había engañado, pero cuando pensó que iba a romper

con ella en Navidad, se inventó la mentira. En su mente, fue en parte verdad,

porque había estado con otra persona. Me culpaba por su indiscreción, porque

la sacó de apuros para el baile de bienvenida.

—Espera, ¿qué? —grité, horrorizada por lo que escuchaba.

—Déjame retroceder —dijo, viendo la confusión en mi rostro—. Ashley

fue a hablar conmigo porque quería saber la verdad de por qué le había

mentido a todo el mundo, incluyéndola. Cuando le expliqué el por qué lo hice,

se sorprendió al saber que su prima fue violada, porque era la primera vez que

había escuchado algo al respecto. Luego hizo un comentario diciéndome que

ahora entendía por qué seguí con Cora después de que me hubiera engañado.

No sabía de qué demonios hablaba, porque Cora nunca me mencionó algo de

ello. —Podía escuchar el disgusto en su voz y era obvio que había hablado con

ella.

—Así que, Ashley y yo decidimos hacerle frente a Cora con el fin de

descubrir la verdad. Una vez que fue puesta en su lugar, lo dijo todo. Tenía

miedo de que Ashley fuera a decirles a sus padres acerca de la violación, por lo

que finalmente tuvo que decir la verdad. Por supuesto, le echó la culpa a todos

menos a ella, pero por lo menos, al fin me enteré de la verdad.

186

No sabía qué hacer con esta nueva información. Travis había mentido.

La verdad era que si Cora nunca le hubiese mentido, habría roto con ella y

nuestra relación habría comenzado bien. Sabía que sólo había mentido porque

realmente no quería dejar a Cora mientras ella no estuviera bien, pero al

mismo tiempo no podía negar o resistir lo que había entre nosotros. No se

podía negar lo que existía entre nosotros. Incluso con la ira que sentía, no

había podido olvidar la conexión que tuvimos.

—Paige, sé que mentir sobre Cora estuvo mal, pero aún así, me haré

responsable de mi propio engaño. No importa cuál sea, debí haber sido

honesto contigo. Debí haber tenido suficiente fe en ti, en nosotros y en el

destino, y haber sido honesto. Lo siento mucho, Paige.

En esa fracción de segundo, decidí‖que‖Cora,‖conocida‖como‖‚la‖perra‛,‖‖

había causado suficiente daño y no iba a permitirle quedarse con lo mejor de

Travis. Era un tipo increíble, uno que siempre trató de hacer lo correcto por

ella y lo único que hizo fue pisotear su corazón.

Bueno, a la mierda, pensé y me incliné hasta plantar un beso en sus

labios. Me agarró y abrazó con desesperación. Se sentía como si sus labios

estuvieran llenos de incredulidad, tratando de disfrutar cada segundo nuestro

beso. Su cálida lengua se deslizó contra la mía y sus labios se presionaron

suavemente a los míos, moviéndose sobre cada parte de mi boca.

—¡Dios, te amo, Paige! —susurró a través del beso. Me aparté y lo miré.

—También te amo, Travis, y sé que tienes un buen corazón y buenas

intenciones. Prométeme que nunca, jamás, me mentiras otra vez —declaré.

—Nunca más —prometió y comenzó a besarme con más intensidad.

—Necesito que hagas una cosa más por mí —dije, tirando de él.

—Lo que sea —respondió rápidamente y podía ver en sus ojos la

desesperación que sentía, buscando una forma de salvarse.

—Ven y dúchate conmigo.

Sin mirar atrás, me volví para subir las escaleras. Después de unos

segundos, probablemente de shock, Travis me siguió, cogiendo mis caderas

con sus manos y plantando besos en mi cuello todo el camino hasta el baño.

Una vez que encendí el interruptor de la luz, empecé a desvestirme. Esperaba

impaciente a que Travis hiciera lo mismo que yo, así que me quité la camisa

por la cabeza y la tiré al suelo. Travis me seguía con la mirada mientras me

quitaba las mallas y las dejaba caer al suelo con mis calcetines. Antes de ir más

lejos, me encontré frente a él y abrí la cremallera de sus pantalones. Una vez

que logré deshacer el botón, ellos también cayeron al suelo, uniéndose a mi

ropa en el montón. Se sacó la camisa por la cabeza y permaneció de pie allí, en

187

nada más que sus calzoncillos. Me volví para nivelar el agua en la ducha y

cuando me di la vuelta, Travis estaba desnudo.

Su pene se encontraba erecto y no podía dejar de admirar su longitud.

Nunca lo había visto a la luz y me encontré incapaz de apartar la mirada. Mi

cuerpo ardía por él. Quería tenerlo dentro de mí, pero iba a tener que esperar

hasta que los dos estuviésemos limpios. Quería lavar el sudor y la suciedad de

mi día y quería quitar todo el dolor y la mentira que había estado entre

nosotros.

Llevé las manos alrededor de mi espalda para desabrochar el sujetador

y deslizarlo por mis brazos, dejándolo caer al suelo. Luego, lentamente, me

deslicé fuera de mi ropa interior y se las arrojé a Travis con el pie. Él las tomó

en su mano y se mordió el labio inferior mientras miraba mi desnudez. Habían

pasado algunos días, pero mi vaso de Martini todavía estaba intacto. Le di un

pequeño guiño y luego volví para entrar en la ducha. Travis se hallaba justo

detrás de mí y lo sentí besando mi hombro y cuello, mientras su brazo rodeaba

mi cintura.

—Te amo, Paige —dijo. Me volví y una vez más, nuestras bocas se

aferraron con desesperación. Cada emoción vertiéndose en ese beso y era el

mejor beso que jamás había recibido.

—Me parece recordar que prometiste un lavado completo ahí abajo —

bromeé, moviendo las cejas—. Bueno, estoy lista para ser lavada —invité,

levantando los brazos en el aire, haciéndole saber que estaba ahí por el baño.

—Maldita sea, ¿cómo conseguí ser tan afortunado? Tengo la novia más

sexy del mundo rogándome para que la lave. De verdad, ¿esto es un sueño? —

preguntó, mirándome con asombro.

—No, porque ni siquiera voy a dejarte dormir esta noche —dije,

agarrándolo por el cuello y tirando de él hacia adelante para encontrarlo con

los labios. Travis se acercó para agarrar el gel de baño y poner un poco en sus

manos. Tan pronto como tuvo jabón en ellas, comenzó su lento, suave y

sensual masaje hacia abajo, empezando por mi cuello y brazos, sus manos

deslizándose por mi cuerpo con facilidad, su toque sintiéndose increíblemente

bien. La mirada en sus ojos reflejaba amor y lujuria, lo que hizo que mi cuerpo

ardiera más de lo que ya hacía. Cuando sus manos se deslizaron sobre mis

pechos y comenzó un lento movimiento de fricción sobre mis pezones, tiré la

cabeza hacia atrás y gemí. Se sentía tan bien, que me encontré presionando mis

pezones más fuerte contra sus palmas.

—Tus pechos son tan perfectos —susurró y pude oír el deseo en su

tono. Sus manos siguieron bajando por mi estómago y levanté la mirada. Se

detuvieron justo bajo mi vientre y lo vi admirando mi depilación de bikini.

188

—Me gusta esto —dijo mientras sus dedos recorrían la pequeña porción

de pelo que se encontraba en la parte superior entre mis piernas. Empujé mis

caderas hacia su toque, haciendo que sus dedos se deslizaran entre mis

pliegues.

—Joder, te sientes tan bien —gruñó mientras su cabeza se posaba en mi

frente. Sus dedos continuaron su ida y venida, explorando y frotando. Se

movían sobre mi alisada piel, lo que hizo que la fricción se acelerara. Entonces,

dos de sus dedos se deslizaron dentro de mí y grité de placer.

—Sí, no te detengas —rogué, con la esperanza de que continuara

empujándolos dentro de mí. Necesitaba ser llenada por él, pero quería esperar

hasta que estuviésemos en la cama para tenerlo completamente.

—Estás tan mojada y apretada, Paige —gruñó.

Sus labios bajaron para chupar mi pezón mientras sus dedos me

enviaban a una espiral sobre el borde. Grité su nombre cuando mi cuerpo

explotó y casi me derrumbé encima de él. Me agarró y levantó mientras me

recuperaba.

—Dios, eres tan sexy —susurró en mi oído, besándome el cuello y

mordiendo mi lóbulo. Mis ojos finalmente se abrieron para mirarlo. Era tan

hermoso, y sus ojos me miraban llenos de tanto amor y lujuria que hicieron

que mi corazón y centro quemaran por él.

—Ahora es mi turno —dije, sonriendo maliciosamente. Me miró

atentamente mientras me enjabonaba las manos y luego bajaba para comenzar

a acariciar su longitud. Sonidos escapaban desde la parte posterior de su

garganta mientras mis manos se movían de arriba abajo. Se deslizaban a su

alrededor por la destreza del jabón y agua, y me di cuenta de que le gustaba el

efecto.

—Maldita sea, Paige. Me vengo —gritó, agarrando mis caderas con

fuerza. Todo su cuerpo se estremeció cuando explotó en mis manos. Podía

sentir los latidos de su eje y no quería dejarlo ir. Mi cuerpo se encontraba listo

para él nuevamente, pero esta vez, lo necesitaba dentro de mí.

Rápidamente nos terminamos de enjuagar y luego salimos de la ducha.

Después de ponernos una toalla el uno al otro, nos dirigimos a la cama. Travis

se sentó en el borde y tiró de mí hacia adelante. Me besó sensualmente y luego

levantó la mirada.

—Gracias por darme otra oportunidad —dijo en voz baja y pude ver el

amor de su corazón irradiando a través de sus ojos.

—Siento que ella te engañara, Travis, y siento que las cosas comenzaran

como una mentira entre nosotros,‖pero‖la‖verdad‖es‖que… no me arrepiento de

189

nada de lo que pasó. Quiero que sepas que no tengo nada que lamentar. Te

amo, Travis, y soy toda tuya.

Fue como si mis palabras le hubieran aliviado el alma. Me agarró y tiró

a la cama, dejándome sobre mi espalda. Sus labios reclamaron los míos,

haciendo que una vez más el fuego estallara dentro de mí. Nuestros cuerpos

comenzaron a deslizarse juntos, nuestras lenguas imitando nuestros

movimientos.

—Travis, te necesito. No me hagas rogar en este momento, necesito

sentirte —gemí, moviendo las caderas hacia arriba, para que pudiera sentir su

piel entre mis piernas. Sin dudarlo, separó mis muslos y se asentó entre ellos.

—¿Estás tomando la píldora? —preguntó y su pregunta

momentáneamente me sacó de mi niebla sexual.

—Sí. Necesito sentirte‖y…

Justo mientras pronunciaba las palabras, se deslizó dentro de mí y sentí

el éxtasis de su duro pene llenándome por completo. —Paige, te sientes tan

bien —gimió mientras empujaba. Ambos encontramos rápidamente nuestro

ritmo, estocada tras estocada. Empujé mis caderas hacia delante, deseando

sentirlo más profundamente mientras mi cuerpo llegaba al clímax.

—Maldita sea, voy a correrme. ¿Ya casi llegas, nena? —Mientras

preguntaba, me sentí caer por el precipicio y grité del puro placer que explotó

profundamente dentro de mi cuerpo. Travis siguió mi ejemplo y sentí el calor

de su líquido derramarse en mí interior mientras gritaba mi nombre. En ese

momento, me sentí aliviada de que mis padres no estuviesen en casa,

porque definitivamente no nos habíamos controlado. Recuperando nuestro

aliento, nos tumbamos en silencio, sosteniéndonos el uno al otro.

Travis comenzó a depositar suaves besos a lo largo de mi clavícula y

cuello, y comencé a sentir de nuevo la necesidad de él. —Te amo, Paige —

susurró contra mi corazón antes de presionar un beso directamente en él. El

acto me hizo darme cuenta de que era mío, que quería marcarlo—. ¿Estás

cansada, cariño? ¿Quieres dormir? —preguntó, alzándome para mirarme a los

ojos.

—No estoy lista para dormir —dije—. Pero en este momento, quiero ir a

dar un paseo13. —Travis se despertó instantáneamente por mi petición, así que

me subí a horcajadas sobre sus caderas y le di un paseo salvaje.

Nos encontrábamos acostados en la cama, momentáneamente saciados,

con Travis deslizando su mano arriba abajo por mi brazo, cuando se puso de

costado frente a mí. —¿Puedo preguntarte algo y prometes no enojarte? —

13Frase de carácter sexual

190

pregunté, con la esperanza de que la pregunta que iba a plantearle no

arruinara su estado de ánimo.

—Por supuesto, cualquier cosa. Ya no mentiré; quiero que me preguntes

cualquier cosa —dijo y pude oír el dolor en su voz por mi incertidumbre.

—¿Es a causa de Cora que me rechazaste, cuando prácticamente me

lancé sobre ti? —Me avergonzaba recordar el rechazo que había sentido y mi

reacción cuando había ocurrido. Travis levantó mi barbilla y miró

directamente a mis ojos.

—Fue porque quería tenerte cuando fuese honesto. Me tomó toda la

fuerza de voluntad que tenía no llevarte a la sala de maquillaje y hacerte el

amor en ese mismo momento. En realidad, me tomó todo lo que tenía alejarme

de ti ese día en mi casa, cuando te ofreciste a ducharte conmigo. Digamos que

agradezco la ducha fría que tomé, a pesar de que casi no funcionó. —Se rió de

su observación, causándome risa—. Sin embargo, quería que nosotros

estuviésemos bien. Quería esperar hasta que hubiese roto con Cora y hacer por

lo menos esa parte bien —dijo.

Su respuesta llenó algunos de los agujeros que aún quedaban en mi

corazón, recordando esos momentos. Al menos sabía que no era porque no me

deseara, que no era por el bien de Cora, sino el mío. Con esa parte podía vivir.

—Entonces, ¿es por eso que mantuviste nuestra relación en secreto? ¿Así Cora

no se enteraría?

—Paige, casi rompí con ella por teléfono, simplemente porque no podía

mentir más. Pero cuando levanté el teléfono para llamarla, sentí que era un

error hacerlo así; fue cuando todavía creía en su mentira. Pero a medida que

las cosas entre nosotros continuaron construyéndose, se hizo más y más difícil

contenerme de hacerlo. Y después, me enteré de que iba a venir a la ciudad. En

realidad, me estaba preparando para decirle la verdad sobre todo justo antes

de que mi padre llegara esa mañana. No podía soportar más las mentiras, y

mientras tratabas de convencerme de que nunca me engañarías con Jared o

cualquier otra persona, yo te acusaba de lo que yo era culpable. Me sentía

como un hijo de puta, a pesar de que mis razones para hacerlo no podían

mantener más la mentira. Pero antes de que tuviese la oportunidad, mi padre

me ganó la mano —dijo y pude regresar el dolor regresar a sus ojos al

recordar ese momento.

—Pensé que te estabas preparando para romper conmigo. Sabía que

algo terrible iba a suceder —admití, tratando de ser abierta y honesta con él.

—No, iba a suplicarte y rogar por tu perdón.

—Hmm, ¿así es como luces arrastrándote? —pregunté en broma,

tratando de cambiar su estado de ánimo.

191

—Bueno, es algo así como esto —dijo mientras besaba todo el camino

desde mi hombro hasta un lado de mi boca—. Y un poco como esto —dijo

mientras besaba un lado de mi oreja, donde mordisqueó suavemente mi

lóbulo, enviando un hormigueo a la zona entre mis piernas—.‖Y… —Su voz se

fue apagando, mientras depositaba besos por mi cuello, por encima de mi

pecho izquierdo, entre mi escote, a través de mi estómago y todo el camino

hasta mi clítoris. Se detuvo y luego me miró a los ojos y dijo—: Y se ve un poco

como esto.

Su boca reclamó al instante mi clítoris y lo chupó entre sus labios. La

sensación hizo que mis caderas se arquearan fuera de la cama, haciendo que

me agarrase y me sujetase contra la cama. No le tomó mucho chupar y lamer

antes de que explotara. A medida que mi respiración se calmaba, finalmente

reuní mi respuesta. —Si sigues así, estás definitivamente perdonado. O tal vez

no debería perdonarte, así tendrás que seguir arrastrándote.

Se rió contra mi piel y luego se acostó a mi lado sobre la almohada. —En

realidad, puede que desees invertir en un cinturón de castidad, porque ahora

que he probado tal perfección, nunca voy a tener suficiente. —Apenas podía

controlar mi risa mientras envolvía sus brazos a mí alrededor. Mi cuerpo se

sentía tan cansado debido al drenaje emocional de los últimos días, el día lleno

de baile y todo el sexo increíble, que ya no podía mantener los ojos abiertos—.

Te amo, Paige. —Fueron las últimas palabras que escuché mientras me

quedaba dormida, sintiéndome completamente enamorada y feliz.

192

26 Traducido por Juli

Corregido por Melii

Me desperté con el sonido de Travis riendo. No venía de mi habitación,

sino desde abajo. No estaba segura de sí el televisor estaba encendido, o si él

había encontrado algo divertido, pero sabía que me hallaba sola en mi cama.

La realización trajo un pequeño puchero a mi cara, pero luego vi que el reloj

marcaba las 12:32. —Guau, debo haber estado muy cansada. Ya es pasado el

mediodía —dije, estirándome como un gato contra las sábanas. Me sentía un

poco decepcionada por no despertar en los brazos de Travis, pero esperaba

que se hubiera despertado hace un rato y probablemente hubiese ido a buscar

algo de comida. Me levanté de golpe, y limpiándome rápidamente, agarré una

camiseta sin mangas y me puse algo de ropa interior de encaje rosa que saqué

del cajón. Prescindí del sujetador y los pantalones cortos, porque esperaba que

mi desayuno, y el almuerzo para el caso, no constaran de comida.

Bajé por las escaleras, y ya había doblado la esquina en la cocina cuando

me di cuenta que Travis no se encontraba solo. —¡Buenos días, cariño, o

debería decir buenas tardes! —dijo, inmediatamente notando mi atuendo

mientras sus ojos pasaban de arriba abajo por mi cuerpo. Tan pronto como

llegó a mis pezones, los cuales estaban asomándose a través de mi camiseta, se

mordió el labio y pude leer sus lujuriosos pensamientos.

Yo, por otro lado, estaba volviéndome loca allí de pie, como un ciervo

ante los faros en nada más que una camiseta y bragas de encaje, mientras que

Jared, Tom y Tracey me miraban desde la mesa de la cocina. —Disculpen —

logré decir por fin, y salí corriendo de la habitación para regresar a mi

dormitorio. Rápidamente me apresuré a ponerme algo decente, una ropa más

apropiada.

Hubo un golpe en la puerta, y luego oí la voz de Tracey. —Paige, ¿estás

vestida? ¿Puedo pasar?

—¡Sí! Estoy decentemente horrorizada por haber hecho mi gran

aparición delante de todos —le dije, rodando los ojos.

—Sí, lo siento —dijo, riendo a mi costa—. Quería asegurarme de que

estabas bien, y traje refuerzos conmigo por si acaso Travis hubiera decidido

193

llevar a cabo un campamento en el patio delantero y se negara a irse, pero

supongo que no quieres que se vaya.

—No. No quiero.

La miré debajo de mis pestañas y me preparé para su reacción. Me

sentía nerviosa sobre lo que podría pensar, y que estaría decepcionada de mí

por perdonarlo tan fácilmente. —Trace,‖él…

—Lo sé —me dijo, interrumpiéndome—. Nos dijo lo que pasó. Es una

mierda que todo haya tenido que pasar de la manera que ocurrió. Esa chica,

Cora, es una verdadera perra.

—¿Así que le creíste? —le pregunté, a sabiendas de que buscaba su

aprobación.

—Sí —dijo tranquilizadoramente y asintió para reiterar—. Ashley te

había enviado un mensaje de texto hace un par de días, diciendo que hablaras

con él porque Cora mintió. No sabía lo que significaba, y ese momento fue uno

de los pocos en que te habías quedado dormida y no estabas llorando, así que

no te desperté para decirte. Luego me olvidé del asunto. Ahora todo tiene

sentido. —Tracey llenó el último hueco que quedaba en mi corazón y ya no

había duda en mi mente que quería estar con Travis.

—Escucha, Paige, creo que Travis es un buen tipo, así que lo único que

puedo decir es que sigas a tu corazón. No creo que alguna vez te habría

dañado si no fuera un gran tipo, tan irónico como pueda sonar. Ahora, Jared,

por el contrario, probablemente va a ofrecerte diferentes consejos, sobre todo

después de verte entrando en la cocina en apenas esas pequeñas bragas esta

mañana. No creo que vaya a sobreponerse de esa imagen en tal corto plazo —

bromeó—. Sólo espero poder borrarlo fácilmente de la memoria de Tom —se

rió.

—¡Gracias, Trace! —dije, extendiendo los brazos para darle un abrazo—

. Gracias por estar ahí para mí durante estos dos últimos días. No sé qué

hubiera hecho sin ti. Y gracias por aprobar a mi novio. —Realmente apreciaba

tener una gran amiga y quería que ella lo supiera. Significó mucho para mí

tenerla a mi lado cuando estaba tan dolida, y sabía que no importaba lo que el

futuro me deparara, siempre la tendría.

—Sí, bueno, ¿por qué no lo aprobaría? Ahora entiendo perfectamente

por qué te enamoraste de la forma en que lo hiciste. Su trasero es

extremadamente atractivo —dijo—. ¡Sobre todo desnudo! —Su burlona risita

me dejó en claro el hecho de que debía de haber entrado en la sala esta mañana

para encontrarnos desnudos en la cama, juntos.

—Por lo tanto, ¿todos consiguieron un buen vistazo o sólo tú? —le

pregunté, negando con la cabeza.

194

—Sólo yo. Los chicos se quedaron abajo. Cuando abrí la puerta, Travis

se despertó, y luego vino a hablar con nosotros. Pero no antes de que

consiguiera un buen vistazo de él —añadió, y el tono de su voz subió unas

cuantas octavas.

—Bueno, bajemos, para que todos puedan irse y yo pueda tener otro

vistazo de él. —Moví las cejas y ella entendió mi insinuación.

—Está bien, déjame ir reunir a las tropas para que todos puedan tener

su diversión. Pero, espera, ¿vas a quedarte en la ciudad, o vas a regresar a

Willow Falls?

No había pensado en ello todavía, pero al saber que iba a compartir

habitación con Tracey el próximo año, pensé que era justo que mis padres me

tuvieran por el próximo mes. —Voy a pedirle a Travis que me lleve de vuelta.

Además, tengo que enseñarle a Ashley y a Britney el baile, así pueden

presentarse con nosotros. —Tracey parecía un poco desanimada por mi

respuesta, pero entonces sus ojos se iluminaron cuando una idea le vino a la

mente.

—Bueno, tal vez pueda hacer que Tom me lleve y vaya a visitarte de

nuevo en un par de semanas. Apuesto a que Jared incluso podría querer unirse

a nosotros para ver a Britney de nuevo —añadió, y la sonrisa volvió a su

rostro.

—¡Suena genial! Me encantaría que todos pasáramos tiempo juntos.

Caminamos de regreso a la cocina, pero esta vez llevaba sujetador y

pantalones cortos y me sentí un poco menos expuesta. Los chicos se

encontraban sentados alrededor de la mesa, comiendo bocadillos y hablando

de coches. Era muy agradable ver a mis amigos llevarse bien con Travis, y ver

lo bien que él encajaba con ellos. Todos nos miraron cuando oyeron nuestro

regreso, y Travis me guiñó un ojo cuando llegué a su lado. Me llevó a su

regazo y me besó en el cuello.

—Me gustaba mucho más lo que tenías antes —me susurró al oído y sus

palabras enviaron un escalofrío directamente a la zona entre mis piernas. Noté

a Jared rascarse el cabello con los dedos y mirar hacia otro lado.

—Bueno, chicos, creo que es el momento de irnos. Paige va a regresar a

Vermont con Travis, pero le dije que tal vez iríamos a verla de nuevo.

Travis y yo no habíamos hablado de eso todavía, pero podía ver la

emoción en sus ojos cuando se enteró de que iba a regresar con él.

—Definitivamente, no hay nada que hacer por aquí. Además, no he

podido despedirme de Britney. —Mientras Jared hablaba, me di cuenta de que

el amor platónico que sentía por Britney todavía estaba allí y me sentí aliviada

de que la predicción de Tracey fuese verdadera.

195

—Voy a ir a donde sea que esta hermosa chica quiere que la lleve —dijo

Tom, envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de Tracey y apretándola

con fuerza.

—Bueno, entonces, te veremos pronto —dijo Tracey.

—Así que, ¿vas a volver conmigo? —preguntó Travis mientras cerraba

la puerta detrás de mí, después de haberme despedido de mis amigos.

—Sí —dije, inclinándome contra ella.

—¿Eso significa que te quedarás conmigo en mi carpa? —preguntó

mientras se paraba justo en frente de mí, así nuestros cuerpos se encontraban a

unos cuantos centímetros de distancia. Cuando el calor se reunió entre mis

piernas, y un suspiro se me escapó, me encontré sacudiendo la cabeza.

—¿No, no vas a quedarte conmigo? —preguntó, luciendo ligeramente

herido por mi respuesta. Extendí la mano y lo acerqué por sus pantalones;

luego moví mis labios para que se cernieran por encima de los suyos.

—Quiero quedarme en la habitación del besuqueo contigo —le susurré

y el cálido aliento de nuestras bocas se mezclaron, antes de que él cerrara la

distancia y me reclamara con la lengua.

Travis me levantó del suelo y envolví las piernas alrededor de su

cintura. La siguiente cosa que supe era me llevaba hacia la cocina,

colocándome en el mostrador. —¿Qué estás haciendo? —cuestioné,

preguntándome por qué no me había llevado hasta la cama.

—Estoy comiendo el postre —gruñó, y antes de darme cuenta, mis

pantalones cortos y bragas estaban en el suelo y Travis me devoraba con su

boca.

—Sí…‖Oh,‖Travis…‖Ahí mismo, no te detengas —grité cuando encontró

el lugar perfecto, preparándome para la erupción. Grité cuando me vine, y él

redujo suavemente la velocidad de su lengua hasta detenerse, dándome unos

cuantos besos antes de levantarse de nuevo.

—Maldita sea, sabes tan bien.

Su voz sonaba cruda, y la mirada en sus ojos me dejó queriendo más.

Desabroché su pantalón y luego envolví mis brazos alrededor de su cuello,

acercándome a él así podía deslizarse en mi interior. El placer que sentí

cuando entró en mí era demasiado para asimilar. No podía levantar la cabeza,

así que la dejé caer hacia atrás mientras me llevaba al éxtasis. Los fuegos

artificiales estallaron de nuevo, y ambos nos aferramos el uno al otro mientras

sucumbíamos al orgasmo más poderoso que cualquiera de nosotros había

tenido. Pasamos el resto del día en la cama, en el sofá, en el baño, y en el suelo,

en los brazos del otro, riendo, hablando y haciendo el amor. ¡Era perfecto!

196

Epílogo Seis meses después…

Traducido por dana.kirei7

Corregido por Vanessa VR

Nochebuena —¡Feliz cumpleaños, cariño! Me han enviado aquí para despertarte —

dijo Travis mientras subía a la cama conmigo. Estaba vestido y listo para el día. Aunque habíamos pasado la noche juntos, Travis se había escabullido

temprano para guardar apariencias delante de nuestros padres. Estaba

tratando de mostrarle a mi padre algo de respeto, aunque estaba segura que

mi padre ya asumía que Travis dormía en mi casa en la ciudad, lo que hacía

casi todas las noches. Pero mientras nuestras familias se hallaban juntas en la

casa de sus padres por las fiestas, habíamos acordado actuar decentemente en

público. Afortunadamente, la casa de Travis tenía un montón de lugares a los

que podíamos escabullirnos en la noche, donde podíamos ser completamente

indecentes.

—Así que, ¿puedo darte uno de tus regalos de cumpleaños ahora? —

preguntó, apegándose a mí y besando mi cuello.

—¿Hay más de uno? —pregunté, acurrucándome en su abrazo.

—Bueno, hay uno que quiero darte ahora, el cual puedes abrir —dijo,

besándome ligeramente alrededor del hombro—. Luego, hay uno que requiere

que te lleve a otro lugar. —Continuó besando mi espalda y cuello—. Y luego,

hay uno que quiero darte que tendrá que esperar hasta que nuestros padres

estén fuera para su caminata nocturna, porque estoy bastante seguro que ese

va a tenerte gritando. —Susurró el final en mi oído, mientras mordisqueaba mi

lóbulo suavemente—. Al menos eso espero. —Sonrió contra mi piel, dándome

escalofríos.

Travis siempre sabía qué hacer para hacer que mi cuerpo se encendiera,

y tendía a no controlar en lo absoluto mis gritos sexuales. La anticipación de lo

que planeaba hacerme más tarde ya tenía mi interior suplicando. —No quiero

197

esperar —dije, volviendo mi rostro hacia él—. Te quiero ahora, bebé —

ronroneé, estirándome para tocarlo a través de los vaqueros.

—No —dijo, sacudiendo la cabeza y deteniendo mi mano—. Buenas

cosas vienen para aquellos que esperan. Y me refiero a que vienen duro para

aquellos que esperan. —Hormigueos vibraron con sus palabras, y tuve que

controlarme.

—¡Bien! —resoplé.

Travis sonrió ante mi respuesta, luego metió una mano dentro de su

bolsillo y sacó una pequeña caja azul de joyería que colocó en la palma de mi

mano. Mi corazón se agitó durante un minuto, pero él sabía que quería salvar

a mi padre de la agonía de saber que su hija estaba comprometida a los

diecinueve, así que estaba bastante segura de que era seguro abrirlo. Cuando

miré dentro y vi el pequeño y hermoso dije, las lágrimas llenaron mis ojos. Era

un tazón de sopa con una pequeña cuchara dentro.

Lo levanté para admirarlo, y luego me volteé hacia Travis. —¡Gracias,

cariño! Me encanta —dije, sintiendo las lágrimas derramándose por mis

mejillas.

—El día que hicimos los tazones juntos, fue el día que me dije que

estaba enamorado de ti. Desde ahora en adelante, mi cumpleaños siempre

significará mucho más. Grabé la fecha en la parte inferior, mira —dijo,

volteándolo para mostrarme el reverso.

Lo admiré y entonces me incliné para besarlo. —Es perfecto. Gracias,

Travis. ¡Te amo tanto!

—¡Yo también te amo! —dijo, besándome nuevamente de forma

minuciosa—. Ahora, necesitas alistarte, cumpleañera, para tu gran día.

Nuestras madres han preparado un desayuno especial para ti y luego

saldremos para el presente número dos —dijo, dándome una sexy sonrisa.

—Está bien, déjame tomar una ducha y luego me reuniré con todos

abajo —dije, saliendo de la cama.

La mirada en los ojos de Travis era una que reconocía. Lujuria. —

Maldición, ¿sabes cuánto deseaba bañarme contigo ese primer día que

estuvimos aquí? —dijo, negando con la cabeza ante el recuerdo.

—¡Tal vez más tarde, cariño! En este momento, necesitas ir abajo y

entretener a nuestras madres —bromeé. Entonces me quité la ropa justo

delante de él y me giré para caminar hacia el baño. Su expresión deseosa se

reflejó en el espejo y sonreí mientras entraba en la ducha.

Desafortunadamente, Travis realmente necesitaba ir abajo antes de que

nuestros padres comenzaran a cuestionarse qué sucedía, así que me sentía

agradecida porque se haya comportado y dejara la habitación.

198

Me puse unas mallas negras, con mis botas de piel del mismo color

hasta la rodilla, y una camiseta blanca, la que me puse bajo un largo suéter gris

que dejaba los hombros al descubierto. Una vez que mi maquillaje y accesorios

se hallaban todos en su lugar, bajé las escaleras. Travis salió disparado del sofá

en la sala de estar tan pronto como me vio y se acercó a mi lado. —¿Cómo se

supone que voy a pasar el día cuando esos pantalones están abrasando tu

perfectamente redondeado trasero tan apretadamente? —dijo, aferrándose a

mis nalgas con las manos.

—Sólo recuerda tus famosas palabras: ‚Buenas‖ cosas‖ vienen para

aquellos‖ que‖ esperan‛.‖—No pude evitar soltar una carcajada, porque había

escogido ese atuendo para torturarlo todo el día.

—No juegas justo —gruñó, levantándome del suelo y lanzándome sobre

su hombro.

—¡Travis! —chillé juguetonamente—. ¡Bájame!

—No hasta que te de tus diecinueve nalgadas —bromeó, golpeando mi

trasero mientras me cargaba por el pasillo hacia la cocina.

Chillé todo el camino mientras me azotaba juguetonamente cada lado.

Entonces, justo antes de que entráramos a la cocina, me puso en el suelo y me

clavó contra la pared. Antes de que tuviera oportunidad de reaccionar o decir

algo, me besó. Me dejó sin aliento y mis mejillas, junto con el resto de mí,

fuimos bañados en calor. —¡Feliz cumpleaños, chica sexy! Las verdaderas

nalgadas vendrán más tarde —me susurró al oído y luego se volvió para

entrar a la cocina. Me calmé rápidamente y entré detrás de él.

Mi madre y Lucille se encontraban sentadas alrededor de la mesa de la

cocina, riéndose disimuladamente mientras Travis llevaba una expresión

divertida, sirviéndose una taza de café.

—¡Feliz cumpleaños, cariño! —soltó mi madre inmediatamente,

poniéndose de pie para darme un abrazo.

—¡Feliz cumpleaños, Paige! —Lucille se levantó para hacer lo mismo.

—¡Gracias a ambas! —respondí y luego miré por encima para ver la

deliciosa variedad puesta sobre la barra—. Guau, ¿ustedes dos hicieron todo

esto?

—Lucille hizo de chef, y digamos que yo fui más como una asistente —

admitió mi madre—. ¡Pero estoy aprendiendo!

—¡Bueno, gracias a las dos! Se ve delicioso —alabé—. ¿Dónde están

Barney y papá? ¿Van a venir? —inquirí, preguntándome si deberíamos

esperar.

199

—No, ellos ya comieron. Barney lo llamaron de emergencia, así que tu

padre fue con él —exclamó Lucille.

—Lo siento, cariño. Tu padre no quería que te molestases, pero quería

asegurarse de que Barney fuera capaz de volver a casa y pasar el resto del día

con nosotros así que le ofreció su ayuda —dijo mi madre.

—No hay problema. De todas formas, Travis quiere llevarme a un sitio

después de desayunar —repliqué.

—¡Oh, ¿en serio?! —dijo Lucille y nuestras madres se miraron una a la

otra y rieron.

—No te hagas ilusiones, mamá. Tienes un par de años antes de que

necesites comenzar a planear nuestra boda —dijo Travis, tratando de dispersar

las especulaciones de compromiso de su madre.

—No te preocupes, cariño, Maxine y yo ya lo tenemos todo planeado —

bromeó.

—¡No lo dudo! —dijo, sonriendo y sacudiendo su cabeza. No pude

evitar sonreír. Era increíble saber lo cómodo que se sentía Travis hablando de

nuestro futuro y sus sentimientos por mí. Definitivamente no lo escondía de

nadie ahora.

Después del desayuno, me levanté para lavar mi plato, pero Travis me

lo quitó de la mano. Luego procedió a limpiar la mesa y ayudó a recoger la

comida. Amaba el hecho de que fuera tan caballeroso.

—Así que, ¿a dónde van? —preguntó Lucille.

—¡No! No voy a decírtelo, mamá. Es una sorpresa —dijo Travis con una

pequeña y astuta sonrisa en el rostro. Pensé que quizás iba a llegar al lugar de

cerámica para recrear el día en que nos enamoramos. Sonreí ante la

posibilidad, y me recordé que no importaba qué, necesitaba actuar

sorprendida.

Conducimos por Burlington y Travis se estacionó en uno de los lados de

la calle. Reconocí el área, y supe que el viejo edificio de la fábrica estaba cerca.

Creo que estaba en lo correcto, pensé mientras Travis me ayudaba a bajar del

coche. —¿Estas lista para tu regalo número dos? —me preguntó, clavándome

al auto y devorando mis labios.

—¡Si siques así, entonces voy a demandarte el regalo número tres

primero! —bromeé.

—Lo siento, eres demasiado irresistible, pero ya que es Nochebuena, el

lugar cerrará temprano, así que tenemos que apegarnos al plan —dijo.

—Está bien. —Le di un disimulado puchero y luego lo dejé tomar mi

mano y guiarme.

200

Cuando llegamos frente a la tienda de tatuajes, me pregunté si

habíamos tomado un atajo para que Travis pudiera parar y desearle a Tye una

feliz navidad. Entonces Travis dijo—: ¡Aquí estamos!

Una bola de nervios llenó mi estómago porque no había forma de que

fuera a hacerme otro tatuaje, si ese se suponía que sería mi segundo regalo. Así

que, traté de encontrar rápidamente la manera de terminar con esto sin herir

los sentimientos de Travis.

—En…‖ ¡Cariño! No esperas que me tatúe tu nombre en el trasero,

¿verdad? —bromeé, tratando duramente de aplacar mi nerviosismo.

—¡No!‖Aunque…‖—Hizo una pausa, haciendo que mi rostro palideciera

instantáneamente por el miedo—. ¡Relájate, cariño! Sólo bromeaba. Estamos

aquí porque sé qué quiero de tatuaje —dijo, abriendo la puerta para nosotros.

Una vez dentro, me volví hacia él. —No vas a tatuarte mi nombre en el

trasero, ¿verdad?

Travis soltó una fuerte carcajada ante mi comentario y luego negó con la

cabeza.

—Si fuera a marcar cualquier parte con tu nombre, sería esto —susurró,

tomando mi mano y poniéndola en el frente de sus pantalones. Lo sentí duro y

listo para mí, y me estremecí ante el descubrimiento—. Te pertenece —gruñó

en mi oído y luego besó el dulce punto debajo—. Pero no, hoy tengo algo más

en mente.

—¡Hola, Trav! —La voz de un hombre nos sacó de nuestra pequeña

niebla sexual.

—¡Hola, Matt! ¿Cómo va todo? —respondió Travis, chocando los puños

con el tipo—. Esta es Paige, Paige este es Matt. Él trabaja con Tye —dijo Travis,

haciendo las presentaciones.

Matt era alto, con un cuerpazo y cubierto con tatuajes justo como Tye.

Dije‖‚Hola” dulcemente, y sacudí la mano de Matt.

—¡Guau! Viejo, tendré que convencer a Tye de que necesitamos

comenzar a buscar nuestro próximo local en Nueva York si todas las chicas

son así de hermosas. —El comentario de Matt era dulce y, por supuesto, me

hizo sonrojar en el acto.

—No sé cómo son las otras, porque estoy bastante cegado por mi chica

—dijo Travis, dándome un guiño—. Así que, ¿están buscando abrir una

segunda tienda? —preguntó, regresando su atención a Matt.

—Podríamos necesitar un nuevo sitio. Es una larga historia. Tye no sabe

qué va a hacer su padre ahora, así que está manteniendo sus opciones abiertas.

—exclamó Matt.

201

—¿Qué? ¿Qué sucedió? —preguntó Travis, sonando preocupado. No

sabía los detalles, pero parecía que algo iba mal, o que al menos había más de

la historia.

—Está en la parte trasera. Dejaré que te lo cuente todo. ¡Familia de

mierda! —explicó Matt sin divulgar lo que parecían ser los negocios

personales de Tye delante de mí, una completa extraña.

—¡Lo entiendo! —dijo Travis, asintiendo con aceptación.

—Le haré saber que estas aquí —dijo Matt, luego dio media vuelta y

caminó por el pasillo hacia la parte trasera.

No quería curiosear sobre el asunto de Tye porque no era nada de mi

incumbencia, así que evité el tema y le pregunté a Travis sobre su tatuaje. —

Así que, ¿qué te vas a hacer?

Travis se volvió y su rostro cambió de uno preocupado a uno lleno de

amor. —Bueno —dijo, tomando mi mano—. Por tu cumpleaños, quería darte

mi corazón. Ya lo tienes, pero quería que supieras que es tuyo para siempre.

Así que, voy a hacerme el símbolo chino de la inspiración justo aquí. —Tomó

mi mano y la colocó sobre su corazón—. Paige, tú me has inspirado para amar

completamente y cada día, me inspiras a ser un mejor hombre, y siempre

tendrás mi corazón.

Sentí mi corazón chocar contra mi caja torácica. Era el gesto más

increíble que hubiera imaginado que alguien haría por mí; significaba más

para mí que lo que un anillo de diamantes podría alguna vez hacerlo. —Travis

—tartamudeé a través de la emoción que me embargaba—. Este es el regalo

más increíble que alguien podría darme. ¡Gracias! Espero que sepas que eres el

único dueño de mi corazón, por siempre. —Las lágrimas se deslizaron por mis

mejillas una vez más y me incliné para besarlo.

—Muy bien, ya te he hecho llorar dos veces hoy. Espero que por lo

único que llores con mi tercer regalo sea el placer —dijo, sonriendo

ampliamente e iluminando mi ánimo.

—No puedo esperar —ronroneé y le di un guiño.

Mientras limpiaba mis lágrimas y me recuperaba, un fuerte grito vino

de la parte trasera, sobresaltándonos completamente —¡Joder! —Tye se acercó

tempestuosamente por el pasillo y la mirada en su rostro era una mezcla entre

dolor y rabia.

—Hombre, ¿estás bien? —preguntó Travis, parándose delante mío y

tomando una postura defensiva.

—Sí, maldición. ¡Lo siento! Sólo necesito lidiar con un par de mierdas

ahora mismo. Escucha, Matt va a encargarse de ti. Tengo que correr, pero si

202

estás en el pueblo por un par de días, quizás podríamos reunirnos —dijo Tye,

dándole a Travis una mirada.

—Sí, estaré aquí por una semana. Llámame. Sabes que estoy aquí para ti

hombre —dijo Travis y Tye asintió con apreciación.

Tye sacó su chaqueta negra de piel del gancho, y justo antes de salir, se

giró. —¡Oye, Trav! Si escuchas de Britney, asegúrate de que esté bien.

—Lo haré —respondió Travis, pareciendo confundido ante la petición.

Y con esas palabras, Tye se fue.

—¿Qué significa eso? ¿Britney está bien? ¿Britney y Tye son amigos?

¿Por qué diría eso? —pregunté, completamente alarmada por su comentario—.

Ahora que lo pienso, no he sabido nada de ella desde que se fue a casa para

las vacaciones de invierno. Quizá debería llamarla —dije y mi voz reflejaba

preocupación por mi amiga. No sabía qué quería decir Tye o con qué estaba

lidiando Britney en ese momento, así que necesitaba averiguarlo.

—No lo sé. Tye es amigo cercano de Corey, pero aparte de eso, no sé

porque estaría preguntando por Brit. Tal vez sucede algo con Corey. —Travis

se encogió de hombros, tan desconcertado como yo—. ¿Por qué no la llamas?

—sugirió.

—Sí, la llamaré ahora. —Marqué el número de Britney, pero no había

respuesta. Así que, decidí enviarle un mensaje sólo en caso de que estuviera en

un lugar donde no pudiera charlar.

Yo: ¡Hola Brit! ¿Estás bien?

Miré fijamente mi teléfono, esperando por una respuesta. Ahora que lo

pensaba, de todos mis amigos, era la única que no me había llamado o enviado

mensaje por mi cumpleaños. Nos habíamos convertido en buenas amigas, así

que me preocupé al pensar en que algo pudiera estar mal. A principios del

otoño, sus padres le habían dicho que se iban a divorciar, así que me pregunté

si tenía algo que ver con eso. —Realmente espero que esté bien —dije

suavemente mientras continuaba esperando por una respuesta.

Travis apretó mis brazos, tratando de aliviar mi preocupación. —Estoy

seguro de que está bien. No te preocupes, nos pondremos en contacto con ella,

incluso si tenemos que conducir para allá y comprobarlo —dijo Travis.

Siempre era tan dulce; su tranquilidad hizo que mi estómago se calmara.

—¡Muy bien, hombre, la habitación está lista para ti! —anunció Matt.

Los dos nos pusimos de pie y lo seguimos hacia la parte trasera. Me

senté en la silla junto a donde Travis se hallaba mientras él y Matt discutían el

tatuaje y la localización exacta para ponerlo. Mientras permanecía allí,

comencé a sentirme nerviosa por él. Aunque Travis había pasado por esto en

varias ocasiones antes, no quería ver a mi bebé siendo lastimado.

203

Travis sostuvo mi mano mientras la aguja comenzaba a zumbar. Supe

que estaba aferrándose a mí más por mi bien que por el suyo, pero me gustaba

ser capaz de estar allí para él. Sin embargo, parecía doloroso, por lo que me

encontré apartando la mirada y admirando todo el trabajo colgado en las

paredes. —¡Guau! Qué asombrosos. Son como hermosas pinturas que deberían

estar en un museo —dije, completamente impresionada por ellos.

—Sí, Tye hizo todos esos. Definitivamente tiene talento, eso es seguro —

compartió Matt.

—¿En serio? ¿Él dibujo todos esos? Increíble. —Me puse de pie para

mirar más de cerca algunos. Habían una red de flores tan hermosa que si fuera

lo suficientemente valiente, habría considerado tenerla tatuada en mi cuerpo—

. Me encanta —dije, admirándola de cerca.

—Sí, esa la hizo hace un año. Tye no deja que nadie la tenga. Dice que es

para‖ ‚alguien,‖ y‖ sólo‖ alguien‛‖—declaró Matt, deteniéndose para mirar la

imagen.

—Oh, ¿tiene a alguien en mente para ello? —cuestioné, preguntándome

si había una chica especial en su vida.

—No. Bueno, al menos no que yo sepa. Tye no comparte mucho sobre

las chicas que piensa que valdrían la pena. Así que, creo que no —dijo Matt y

volvió la atención a su trabajo.

Continué mirando los dibujos y luego volví a mi asiento al lado de

Travis. Estaba mirándome, y me dio un guiño. —¿Estás bien? —pregunté,

asegurándome de que no estuviera sintiendo demasiado dolor.

—Estoy pensando en cómo voy a disfrutar que cuides de mis heridas

más tarde, así que sí, estoy bien —bromeó. Sólo rodé los ojos y negué con la

cabeza.

Cuando todo hubo terminado, Travis se paró para echar un vistazo en

el espejo de cuerpo entero en la pared e inspeccionar el trabajo de Matt. —

¡Genial, hombre! Gracias, es exactamente lo que quería —dijo Travis,

estudiándolo de cerca.

Me paré detrás de él y lo miré. Travis se giró, permitiéndome ver de

cerca también. El tatuaje estaba ligeramente rojo y se veía hinchado, pero la

mayor parte se veía perfecta. Tanto como él clamaba que yo lo inspiraba, diría

lo mismo. —Ya sabes, tú también me inspiras cada día —susurré, deslizando

mi dedo alrededor del símbolo—. Gracias, Travis.

Travis se inclinó y tomó mis labios entre los suyos. Su lengua pidió

entrar e inmediatamente igualé sus empujes. Este hermoso hombre, con un

alma tan hermosa, ahora tenía el corazón más hermoso. Y era mío. ¡Todo mío!

FIN

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