ASPECTOS IMPORTANTES:El pensamiento Yoruba sobre salud y enfermedad.
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© 2012 – BIBLIOTECA AGUILA DE IFA – EJEMPLAR GRATUITO
ASPECTOS IMPORTANTES:
El pensamiento Yoruba sobre salud y enfermedad.
Bien ya hemos visto a la luz de la ciencia el concepto de salud y
enfermedad. Ahora nos toca conocer un poco sobre como ven esto
los Yoruba. Dios es la fuente y el controlador de las fuerzas vitales,
pero los Orishas son intermediarios entre el hombre y Dios. Según
el pensamiento yoruba, a pocos seres humanos se les permite tener
el conocimiento y la habilidad de tomar, manipular y usar las fuerzas
vitales, tales como los médicos, brujos, sacerdotes y “hacedores de
lluvia“. Algunos la usan para el bien y otros las usan para el mal de
sus comunidades y otros seres humanos, pero esto es un problema
que tiene que ver con la ética y no con la “magia“que todo esto
involucra.
Para poder apaciguar a las deidades, las personas deben realizar
rituales y hacer sacrificios. Hay muchos rituales, como aquellos que
son para la fertilidad del ser humano, cultivos y animales, para el
nacimiento, iniciación, matrimonio y muerte; para hacer llover,
plantar y cosechar. Siempre debes tomar en cuenta, que para los
yoruba la naturaleza no es un objeto impersonal o un fenómeno,
para ellos está llena de significancia religiosa. El mundo invisible es
simbolizado o manifestado por fenómenos visibles y concretos y
además por objetos de la naturaleza. El mundo invisible presiona
fuerte sobre el mundo visible y los africanos “ven“ ese mundo
invisible cuando ellos miran, oyen o sienten el mundo visible y
tangible (lo que está arriba es como lo que está abajo). Lo físico y lo
espiritual son dos dimensiones de uno y el mismo universo
(Jegede, 2002).
La salud y la enfermedad, son dos fenómenos opuestos que son
acentuados en la filosofía yoruba. Esto es explícitamente entendido
en el mito de “Ayanmo“ (Destino). Ayanmo es el factor
predeterminado de la existencia individual en la tierra. Esto puede
ser tanto positivo, como negativo. Los Yoruba creen que cada ser
humano elige su propio patrón de vida. Para ellos, cada ser humano
obtiene un destino antes del nacimiento, antes de cruzar la frontera
que separa la existencia en el otro mundo (Orun), de la existencia
en este mundo (Aiyé). Sin embargo, después de adquirir este
destino en Orun, el individuo es INDUCIDO A OLVIDAR los
contenidos de ese destino, antes de cruzar la frontera que
transforma al individuo en un ser corporal. Una vez en este mundo,
LA ÚNICA MANERA en que un individuo que es ignorante de su
destino pueda obtener el conocimiento del mismo, es a través de la
adivinación, donde los testigos del destino (Eleri ipin) revelan
aspectos de ese plan divino al consultado, a través de adivinadores
altamente entrenados (Payne, 1992).
Esto sugiere que lo que sea que le vaya a suceder al individuo en la
vida, es un reflejo de su Ayanmo o destino. El concepto ha sido
explicado por diversos académicos, pero es revelado por un Ese Ifá
del Odu Ika Ofun de tradición Nigeriana:
Akun „le yan eda
Oun l‟ada „ye ba
A d‟aye tan oju ukan gbogbo wa
Sugbon eda na ko see pada lo yan omiran
A fi etutu lo ku.
Lo que ha sido escogido de rodillas
Es lo que encontramos a nuestra llegada a este mundo
A la llegada a este mundo, nos hicimos impacientes (Demasiadas
cosas hacemos apurados para lograr nuestros potenciales)
Pero es imposible regresar y elegir otro,
El prevenir el deterioro de las cosas, es la única acción que nos
queda.
(Dosumu, 1949).
Este verso muestra que el Ayanmo o destino es un fenómeno
permanente, pero que puede ser influenciado por medio del Oráculo
de Ifá o destruido por lo ya mencionado en el capítulo anterior y por
lo que te paso a describir ahora. Lo que escogemos en el cielo es
precisamente a Orí. Este puede ser manipulado antes o durante la
llegada a este mundo. Como resultado, a un Ori defectuoso se le
llama ori buruku. Los yorubas equiparan a Ori con Ayanmo, por lo
que entonces creen que Ori es el destino: „ori eni l’ayanmo eni‘.
Por consiguiente, el Orí que ha sido escogido en el cielo (Orun), se
traduce entonces en Ayanmo en la tierra. También es posible
interferir con Ayanmo a través de maquinaciones malignas de
enemigos (Ota) (Morakinyo, 1983). Por ello, para proteger el
Ayanmo de la persona, o prevenir que sea dañado, ciertos
sacrificios (etutu) deben ser ofrecidos, tal como lo prescribe el
Oráculo de Ifá a través de su adivino (Babalawo). También te es
posible ver que no puedes regresar y pedir un mejor Orí, si te tocó
uno malo, tienes que vivir con el que tienes, pero bajo la guía de
Ocha/Ifá, para prevenir el deterioro. De hecho, nosotros mismos
podemos convertir un Buen Orí en un mal Orí, al no seguir las
recomendaciones de Orunmila o seguir los sacrificios prescritos.
El Ese Ifá del Odu Oggunda Otura nos dice:
Ori rere nii segun ota
Ori aisan l‟ota di ni adipa
Es una Buena cabeza la que vence al enemigo
Es la cabeza defectuosa la que el enemigo hace Permanentemente
impotente.
Para los yoruba, esto no solo es visto en Ifá, sino en el día a día de
sus costumbres y tradiciones. Todo está envuelto en la interacción
entre el hombre y los seres sobrenaturales (Relación vertical) y en
la que concierne a la interacción Hombre-Hombre (Relación
horizontal). Como resultado de esto, las personas tienden a
sospechar unos de otros y consideran a otros seres humanos como
enemigos potenciales. Como el hombre no es una “Isla“ solitaria,
necesita interactuar con otros seres humanos. Como consecuencia,
la gente tiende a buscar protección contra los ataques
impredecibles de los enemigos. Por consiguiente, el concepto
yoruba de cuidados preventivos y curativos es parte de su día a día
y se mantienen informados por sus creencias de salud (Jegede,
2002). La persona yoruba promedio tratará de evitar sus tabúes
para poder mantener una buena relación con los seres
sobrenaturales. Para hacer esto, los padres algunas veces
preguntan sobre el destino de sus hijos a través del oráculo de Ifá.
Este procedimiento, conocido como Itele o Itese, es una práctica
común en la sociedad tradicional yoruba, porque ayuda a la gente a
entender y predecir la futura personalidad del niño. Esto entonces
da pistas sobre tabúes específicos que deben ser observados y los
rituales necesarios para el cuidado del niño y también ayuda a
prepararlo para una vida próspera y llena (Osunwole A. S., 2002).
Esto no es solo un mito, sino que tiene sus implicaciones para su
aplicación en los cuidados de la salud modernos.
La enfermedad es identificada como un fenómeno que interfiere
con las actividades diarias y para lo cual se debe buscar ayuda
competente. El Yoruba evalúa la enfermedad en términos de
fenómenos personales y no personales. El aspecto personal
involucra los órganos del cuerpo mientras que los aspectos
impersonales tratan acerca de comportamientos desagradables,
tales como robar (Ole).
Invariablemente, la enfermedad es un fenómeno anormal que
requiere acción correctiva. Sin embargo, algunas condiciones que
serían identificadas como enfermedades en términos médicos, no
son reconocidas como tal porque son consideradas “normales“bajo
ciertas circunstancias. De hecho, existen algunas enfermedades
infantiles que los padres describen como “normales“. En otras
palabras, estas son consideradas como condiciones necesarias
para el proceso de desarrollo del niño. Por ejemplo, algunas
enfermedades menores como la tos que acompaña cuando el niño
comienza a tener sus dientes (iko eyin), resfriado (Out), fiebre
(Iba), la diarrea que acompaña el crecimiento de los dientes (Igbe
Eyin), los espasmos (Inu dodo) y el brote de piel que acompaña al
niño después de nacer, son condiciones normales en el desarrollo
del niño y no son consideradas enfermedades. En los adultos con
síntomas de debilidad, resfriado, tos y catarro, no son considerados
enfermos, porque sus condiciones son vistas como normales, ya
que son capaces de llevar a cabo sus actividades diarias. Una
persona es considerada enferma, solo cuando está inmovilizada y
es incapaz de llevar a cabo los roles normales que se esperan de
ella.
Otro aspecto importante dentro de la medicina Yoruba, es el
concepto de Kokoro el cual es la palabra Yoruba que significa
insecto, larva o lombriz (Aron). El término "kokoro" es usado en la
Medicina Tradicional Yoruba para describir pequeñas lombrices o
insectos invisibles que se piensa que viven en pequeñas bolsitas,
las cuales ejecutan funciones útiles en el cuerpo, tales como ayudar
a la digestión y a la fertilidad. También se piensa que son
responsables de las enfermedades de transmisión sexual y otras
enfermedades. Si estas se vuelven muy poderosas, deben ser
controladas o eliminadas por medio de medicinas que son muy
amargas. Esto es compatible con lo que decía el Canon de
medicina (1020), de Avicena, el cual planteaba que las secreciones
corporales estaban contaminadas por multitud de cuerpos extraños
infecciosos antes de que una persona cayera enferma, pero no
llegó a identificar a estos cuerpos como la primera causa de las
enfermedades. Sin embargo, si sostenía que estos cuerpos
extraños, estaban dentro del cuerpo y sus humores. Si Kokoro se
identifica con bacterias y virus y las pequeñas bolsas son
identificadas como las células, entonces esto es consistente con la
visión médica moderna.
Para tener una mejor idea, la analogía que hacen los yoruba del
cuerpo humano se deriva de la imagen de una cazuela de cocinar,
que es susceptible a colmarse. El cuerpo de la mujer, por ejemplo,
se colma peligrosa, pero necesariamente una vez al mes. Los
Kokoro en el cuerpo pueden, colmar sus “bolsas“, si se les da
mucha comida “dulce“(Condimentada). El hogar es entendido de
una forma similar. Los gérmenes colman su bolsa, la sangre
menstrual colma el cuerpo femenino y el aceite de palma colma la
cazuela de cocinar, por lo que las mujeres en su hogar marital
tienden a colmarse y retornar a sus casas natales (Buckley, 1985).
Como ves, los Yoruba tienen diferentes perspectivas médicas, y no
solo se debe tener habilidad para diagnosticar la enfermedad física
y su tratamiento, sino también todas las otras causas
transpersonales que las causan. El tratamiento, por consiguiente, es
para que actúe en todo nuestro ser y no solamente en nuestro
cuerpo.