El material que a continuación expongo ha sido recolectado de distintas fuentes como ser obras de Isaac Asimov y de Carl Sagan que he leído, páginas varias de Internet y sobre todo de las historias que he escuchado de varios profesores de la materia con los que tuve el gusto de alternar en distintas oportunidades. Por eso, si ellos leen esto, posiblemente dirán: “¡ pero eso a Javi se lo conté yo !”; y es verdad. Y como eran buenas historias cuidé de recordarlas. A ellos mi mayor agradecimiento por ilustrar mi intelecto.

Soy conciente que lo que nos sorprende de la Astronomía, supera largamente esta humilde presentación. Pero reflexiono en lo importante que es para la gente no entendida (principalmente hacia ellos apunta) contar con este anecdotario; tal vez se comprenda que los científicos son también seres humanos con defectos y virtudes, con aciertos y errores, como cualquiera de nosotros, y con la esperanza de explicar de la forma más ajustada posible ese fenómeno natural que llamó su atención, procurando que la humanidad no intente buscar respuestas en las prácticas supersticiosas sino en la ciencia. Así que ¡ los invito a disfrutarlas !

Yo soy Javi Alfa, y siempre me gustó la Astronomía aunque no soy más que un admirador de este formidable conocimiento.

Van Gogh era un lector apasionado de las revistas de divulgación astronómica y estuvo fuertemente influido por las descripciones y especulaciones del astrónomo y escritor francés Camille Flammarion. En algunos de sus cuadros queda de manifiesto su fascinación por el cielo estrellado, que por cierto, las posiciones de los astros, son las que realmente ocupaban en el instante de ser pintados.

Líber Seregni, militar y político uruguayo, era un amante de la Astronomía. Una hija suya lleva el nombre de “Betel” por la estrella Betelgeuse de Orión. La Asociación de Profesores de Astronomía del Uruguay (APAU), lo nombró socio honorario de la misma.

Brian Harold May, guitarrista del grupo Queens, es también doctor en Astrofísica y fue nombrado rector honorífico de la Universidad John Moores de Liverpool en julio de 2007.

José Pedro Varela, el “reformador” de la educación, escribió sobre la necesidad de enseñar ciencias naturales como un antídoto eficaz para neutralizar los efectos de la superstición. En especial nombra a la Astronomía.

Los resultados de algunas batallas fueron causados por

eclipses. Una fue la del Río Hallix en el 585 AC entre

medos y lidios y que terminara en un ¡ tratado de

paz! La otra fue la de Simancas entre moros y cristianos. Los guerreros

impresionados por un eclipse de Sol, solían suspender el

combate y huir cada uno a su campamento.

Alejandro Magno se vio beneficiado por un eclipse

lunar: este suceso astronómico hizo dar marcha atrás a los Persas en lo que

fue la Batalla de Arbela.

En el año 172 AC, el romano Gaius Sulpicius Gallus predijo un eclipse lunar justo antes de la Batalla de Pidna entre romanos y macedonios. Al hacerlo, avisó a los soldados romanos y los ayudó a ganar la contienda, ya que al

conocer lo que sucedía no huyeron espantados del campo de batalla.

Ibrahim, hijo del profeta Mahoma, parece haber sido seguido por los eclipses, ya que se cuenta que la fecha de su muerte coincidió con un

eclipse de sol, el 22 de enero del año 632. Y lo curioso es que en el año 661 se quizo mover el cuerpo de Ibrahim a otro sitio y justo esa fecha

coincidió con otro eclipse lo que se tomó como una muestra de disgusto por parte de Alá, así que se lo dejó donde estaba.

En China, eclipse se dice “chih” que significa comer. Es que la creencia apuntaba a que los eclipses se producían porque un monstruo quería

tragarse a los astros. Durante los eclipses, la gente salía a la calle con sus instrumentos de labranza e incluso lanzas tratando de ahuyentar al “lanzafuego” mitológico de las alturas para que dejara en paz a los

astros. Gritaban a viva voz, hacían sonar tambores y campanas, y hasta estallaban petardos para amedrentarlo.

En el siglo XVI Cristóbal Colón hizo uso de un eclipse lunar estando varado junto a sus hombres en la Isla de Jamaica. Él sabía que en la noche del 29 de febrero de 1504 se produciría un eclipse de

luna, entonces se dirigió a la autoridad del pueblo y logró lo que necesitaba para retomar su viaje diciéndole que el Señor de los Cielos estaba

enojado con ellos por sus hostilidades y que en castigo les sacaría la Luna. Colón aprovechó el

evento para corregir la conducta tanto de nativos como de su tripulación que se insubordinaba

demasiado.

Engañar con los eclipses ha sido más bien tarea de novelistas. Un fraile español capturado por indios Quiches, no tuvo la misma suerte.

Condenado al sacrificio, pretendió engañar a sus captores asustándolos con un eclipse de Sol. Lo sacrificaron igual. Estos indios descendientes de los Mayas, eran astrónomos y llevaban buena cuenta de todos los

fenómenos celestes.

No es cierto que haya habido un eclipse de Sol durante la crucifixión de Jesucristo.

Dicho evento histórico ocurrió en vísperas de la Pascua Judía que justamente se celebra cuando la Luna está llena a mediados del mes hebreo de Nisán, fase no apta para la formación de eclipses solares por estar ambos astros diametralmente opuestos respecto del observador en la Tierra. El relato del Evangelio de Lucas, si bien dice “al eclipsarse el Sol”, no hace referencia más que a una desaparición del astro tras nubarrones. Sin embargo hay películas sobre la vida de Jesús que recrean el eclipse, lo que demuestra lo poco que a veces saben los guionistas, de historia y ciencias.

En 1868 se supo que los eclipses solares (fenómenos que antiguamente aterrorizaban a la gente), eran una fuente importante de conocimiento, ya

que el astrónomo francés Pierre Jules César Janssen observó un eclipse total de Sol desde la India, y comunicó la aparición de una línea espectral

que no podía identificar con la producida por cualquier elemento conocido. El astrónomo inglés Sir Norman Lockyer, convencido de que tal línea debía de representar a un nuevo elemento, lo denominó «helio», nombre que los

griegos daban al dios Sol. Transcurrirían 30 años más para que se descubriera dicho elemento en nuestro planeta.

El 4 de octubre de 1582 fallecía en España Santa Teresa de Ávila.

La monja recibió sepultura recién el 15 de octubre, o sea 10 fechas después. Quienes acompañaban aseguraron que (contra lo esperado) su cuerpo se conservaba en buenas condiciones. ¿Milagro?En realidad la sepultura se produjo al día siguiente.

Sucede que ese año entró en vigor la reforma gregoriana del calendario en la que se eliminaron 10 fechas de corrido. Así al 4 de octubre no le siguió el 5 sino el 15 de octubre.

Julio y Agosto son el resultado de la intención del senado romano de homenajear a los emperadores designando con sus nombres a los meses

del año. El de julio sustituyó a quintilis y el de agosto (o augusto) a sextilis. El emperador Augusto entendió que el mes en su honor debía tener 31 días como Julio y por eso febrero que de por sí era corto perdió un día y quedó

con 28. Sin embargo, el poco amigable emperador Tiberio terminó con esta costumbre y preguntó al senado ¿qué harán cuando no haya más meses

que renombrar y siga Roma teniendo emperadores? Así se salvó setiembre de perder su nombre.

No siempre el mundo se manejó con un calendario único. La Reforma Gregoriana del Calendario (1582), fue llevada adelante por el Papa Gregorio XIII (Ugo Buocompagni) debido a que la Reforma Juliana, no corregía totalmente los desajustes entre fechas contabilizadas y movimientos del Sol para las mismas. Las posiciones que debía ocupar el Sol el 21 de marzo de 1582 (puntos de salida y puesta y altura del astro a mediodía), ocurrieron el 11 de marzo, o sea 10 fechas antes. Esto se sabía desde hacía mucho pero nadie había querido corregirlo. Como la Pascua cristiana ya podía celebrarse antes del 21 de marzo, contrario a la regla tradicional, el Papa decidió efectuar la reforma para que “al menos los pueblos católicos contaran bien el tiempo; el resto del mundo vería la forma de hacerlo”. Efectivamente, no todos los países adoptaron esta regla por pertenecer a un Papa católico. Los últimos en hacerlo fueron: Rusia en 1918, Rumania y Yugoslavia en 1919, Grecia en 1923 y China (oficialmente) en 1930. Pero los cristianos coptos de Egipto aún no la han aceptado y por eso festejan su Navidad el 7 de enero; 13 fechas después, que es la diferencia entre el calendario juliano y el gregoriano.

El cambio de siglo, del XX al XXI, coincidió con el cambio de milenio, del 2do al 3ero D.C. y fue efusivamente festejado durante la noche del 31 de diciembre de 1999 a la mañana del 1ro de enero de 2000, cuando en realidad todo ese evento astronómico calendario ocurrió justo “1 año después”. Sucede que cuando Dionisio el exiguo en el 525 D. C. modificó la cuenta de los años iniciándola en el nacimiento de Jesucristo, llamó “año 1” al del nacimiento, cuando debió llamarlo “año cero”. Así, los años terminados en doble cero, no inician sino que finalizan siglos. Como dato curioso la investigación histórica moderna, sitúa el nacimiento de Jesucristo entre los años 4 y 7 “antes de Cristo”.

La necesidad de descubrir un método para calcular las longitudes geográficas en el mar, llevó a que varias naciones europeas, principales interesadas en el tema, ofrecieran un premio monetario a quien lo lograra. Esto provocó una serie de situaciones realmente insólitas dignas de ser contadas:

-Se presentaron tantos proyectos disparatados que la Sorbona de París debió publicar un manifiesto especificando qué se entendía por “longitud geográfica” y cómo solían determinarla los pilotos mediante estima, o sea por la relación: tiempo, distancia y velocidad. Este procedimiento no gozaba de ninguna exactitud dada la intervención de otras variables como ser: vientos y corrientes marinas, eso sin contar eventos perturbadores impredecibles como el rescate de alguien que cayó al agua, averías, etc.

-El método de las distancias lunares propuesto por Johann Regiomontanus en 1472 y John Werner de Nûrenberg en 1514, fue a la larga un fracaso. Pocos navegantes sabían aplicarlo y de tan engorroso hasta se negaban a hacerlo pues dudaban de los resultados obtenidos. Muchos barcos se extraviaron; la Corona Británica lo prohibió a posterior de que naufragara una flotilla de naves con 2000 hombres en una noche neblinosa de 1707.

La mala determinación de las longitudes geográficas provocó enormes fricciones entre España y Portugal en épocas de los descubrimientos

geográficos. El tratado de Tordesillas que dividía el mundo en dos casquetes, uno español (el occidental) y otro portugués (el oriental), no

tenía de esa manera un límite bien identificado. ¿Por dónde pasaba exactamente la línea divisoria? Así eran frecuentes los incidentes entre naves de ambas naciones, pues cada una aseguraba estar dentro de sus

aguas territoriales.

Un relojero británico de nombre John Harrison, dio una solución efectiva para el problema de las longitudes construyendo un reloj de precisión que podía llevarse a bordo de los barcos sin detenerse por ser capaz de funcionar en cualquier posición, cosa que no podían hacerlo los relojes de péndulo. Dicho instrumento recibía el nombre de “cronómetro” y fue probado con éxito en 1762. Así por diferencias entre horas registradas y horas calculadas astronómicamente, era posible determinar las longitudes.

Pero Harrison fue víctima de la burocracia pues nunca logró cobrar el premio completo. Inclusive tuvo que apelar directamente al Rey y así consiguió al menos una parte de lo establecido. En la actualidad los cuatro relojes diseñados por Harrison, creados desde 1714 a 1759 con pesos que oscilan inicialmente de los 40 kilos a los 1.300 gramos se mantienen intactos en vitrinas del museo marítimo de Inglaterra, manteniendo su funcionamiento normal, después de más de 230 años de uso y con una duración de cuerda de treinta horas.

Se dice que Sebastián Elcano y un pequeño grupo de hombres a su mando, sobrevivientes de la expedición de Magallanes, fueron los primeros en dar la vuelta al mundo. Pero cuando retornaron a España, notaron que la gente vivía en una fecha adelantada respecto a la por ellos contabilizada. Es que cuando se cruza la “ línea de la fecha ”, o sea el meridiano 180º, se debe adelantar 24 hs el reloj si se lo hace en sentido hacia occidente, cosa que

los viajeros no sabían. Por el contrario, si el cruce es en sentido hacia oriente, se debe atrasar 24 hs. Como ven, ¡ es posible viajar en el

tiempo !

Cristóbal Colón realizó 4 viajes a América y ni se enteró que había

llegado a un nuevo continente. No fue por mala praxis, sino por

haberse fundamentado para los cálculos de sus viajes en las

erróneas medidas de la Tierra divulgadas por las autoridades griegas que no creyeron en los

valores obtenidos por Eratóstenes, que si bien daban las medidas

correctas, revelaban una Tierra más grande a lo esperado, donde las

conquistas territoriales griegas no eran tan extensas como se creían.

El tiempo estimado por Colón para llegar a las Indias coincidió con su

llegada a América y por eso se convenció más de haber alcanzado el lugar de destino fijado. Pero quedó perplejo al confundir la isla de Cuba con el archipiélago de Japón. Según la información que manejaba, debía

verse bien visible un volcán, el Monte Fuji Yama, y tal cosa no

ocurría.

Sabemos que tampoco le creían mucho en Europa a Colón.

En 1609 el astrónomo italiano Galileo Galilei dirige un rudimentario telescopio a

los cielos con el que puede ver que los planetas tienen fases .

Era la primera vez que la humanidad iba a saber la verdadera naturaleza de estos

cuerpos que en la antigûedad se los creía dioses y que posteriormente, una vez

perdido su carácter divino, se los consideraban como parte de un

gigantesco reloj cósmico creado por Dios para que el hombre se maravillara con su

grandeza.

Galileo entendió que eran objetos orbitando alrededor del Sol y no de la

Tierra. Defendió así el sistema heliocéntrico de Copérnico y cambió el

curso del conocimiento astronómico terminando inclusive con el pensamiento

escolástico. Pero su descubrimiento le costó un proceso judicial que terminó en un arresto domiciliario hasta su muerte.

400 años después, la ONU declaró al año 2009, como “Año Internacional de la

Astronomía”

La famosa experiencia del péndulo de Faucault (1851) para demostrar la rotación de la Tierra, fue todo un fracaso. La comunidad científica no la aceptó. Adujo que la desviación producida (mínima por cierto) podía deberse a rozamientos en el punto de agarre de la cuerda.

Al año siguiente, el sabio volvió a la carga, esta vez con un giróscopo, una rueda que gira sobre 3 ejes perpendiculares entre sí, y que inclinó su rotor central en forma misteriosa cuando debía permanecer estable. Es que la Tierra verdaderamente estaba rotando. Esta vez tuvieron que darle la razón.

Federich Bessel, matemático y astrónomo alemán, y Agustín Cauchy, matemático francés, fueron duramente fustigado por la prensa de su tiempo, en el siglo XIX, y ambos por la misma causa, por desarrollar

fórmulas matemáticas. Bessel estudiando la órbita de Marte, descubrió las funciones que llevan su nombre. Por su parte Cauchy, publicó una obra

sobre integrales definidas entre límites imaginarios, en momentos en que Francia estaba conmocionada por el terrible naufragio de la fragata “La

Meduse”, episodio inmortalizado en un cuadro que fuera adquirido por el Museo del Louvre en París. De Bessel se dijo: “la humanidad vive en la

Tierra, no en Marte”; y a Cauchy se le sugirió burlonamente que mejor “ se dedicara a investigar algo que sirva para ayudar a salvar vidas”.

Con el tiempo se supo que las ecuaciones que escribiera Bessel eran de mucha utilidad en la propagación de la electricidad, y las integrales de

Cauchy servían para mejorar el sistema óptico de los Faros; ¿y acaso los Faros no se construyen para ayudar a salvar vidas?

En el Renacimiento hubo astrónomos que

intentaron armonizar las concepciones geocéntrica

de Tolomeo y heliocéntrica de

Copérnico, del sistema planetario que tantas

fricciones producían. Tal el caso de Tycho Brahe y

Giordano Bruno, que presentaron sendos

modelos mezcla de una y otra hipótesis.

Es que todo era aceptado con tal de que la Tierra

siguiera de alguna manera siendo el centro

del universo.

Llevado por la pasión y no por la observación, Galileo Galilei intentó explicar el fenómeno de las mareas atribuyéndolo a la rotación de la Tierra, idea que él defendía. De esta forma solo explicaba un solo levantamiento de las aguas a diario cuando todos sabían que la ciudad de Venecia se inundaba 2 veces al día. Este error fue usado en su contra durante el histórico proceso que lo

enfrentó con la Iglesia.

Lo insólito del caso es que hasta hoy los más afectados por el fenómeno de las mareas son los marinos, quienes para sus cálculos náuticos deben partir de la base de que la Tierra es el centro del Universo observable, tal y como

se creía eran las cosas antes de Galileo y Copérnico.

Algo similar le ocurrió al astrónomo aficionado Percival Lowell. Inspirado en descripciones de “canales” en Marte hechas por

otro astrónomo: el italiano Schiaparelli, afirmó haber observado en el suelo marciano esas estructuras a su juicio tan perfectas,

que solo podían haber sido hechas por seres inteligentes. Tal vez el propósito era el de irrigar todo el planeta con agua

proveniente de los visibles casquetes polares.

El pequeño planeta rojo se convirtió así en la principal cuna de visitantes extraterrestres. ¡Ah! Schiaparelli usó para definir los

trazos que veía, el término “canali”, que fuera interpretado como “canal”. En épocas de Lowell, se estaba construyendo aquí en la

Tierra, el Canal de Suez.

El filósofo positivista francés, Augusto Compte (1758 – 1857), no fue muy positivo al afirmar que la humanidad nunca llegaría a saber de que estaban constituidas las estrellas, pese a ser él, un admirador de la Astronomía. La

idea se inspiraba posiblemente en las grandes distancias que nos separan de ellas. Muchos aceptaron sus opiniones. Hoy en cualquier aula de ciencias,

Compte sabría cuánto se equivocó. En efecto, mediante el análisis espectral de la luz desarrollado por Kirchoff y Bunsen, se pudo saber que las estrellas son grandes globos principalmente compuestos de hidrógeno y helio. Y esto

comenzó a gestarse tan solo 2 años después de fallecido el filósofo. Pero bueno, todos a veces nos equivocamos.

Augusto Compte

Albert Einstein consideró un gravísimo error, el haber escrito al presidente Roosevelt enterándolo de sus temores de que en Alemania, Hitler podía estar desarrollando un arma terriblemente mortífera como nunca antes se había concebido. Dio datos preciso sobre el arma de uranio. De tenerla en su poder, nada impediría a los nazis conquistar el mundo entero.

Para su consternación, Estados Unidos no solo desarrolló esa misma arma sino que la usó contra Japón en dos oportunidades, lanzándola sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki. Esto obligó al país asiático a firmar la capitulación de la 2da Guerra Mundial.

Einstein se sintió culpable de la carta que enviara al presidente norteamericano. A partir de entonces y hasta su fallecimiento, se convirtió en activista dedicado a combatir el desarrollo de armas nucleares en el mundo.

Guillaume Le Gentil, es conocido como el astrónomo de la mala suerte. Formó parte de un proyecto mundial de observadores de Venus pasando frente al Sol para así poder calcular luego la distancia Tierra-Sol. El paso planetario se da 2 veces por siglo separadas 8 años. La primera observación, que pensaba hacerla desde Pondichéry, una isla próxima a India colonizada por Francia, la perdió por un conflicto local con los británicos que impidió al barco que lo transportaba, llegar a destino. Si bien el fenómeno se observó abordo, el 6 de junio de 1761, pues el día era claro, nada se pudo medir por los balances del navío. Así decidió esperar 8 años en la región para captar el segundo pasaje, esta vez desde Manila. Pero al no recibir ayuda de las autoridades locales, regresó a Podichéry que había sido devuelta a Francia. Pero el 3 de junio de 1769, fecha del 2do evento planetario, las nubes taparon al Sol en el momento preciso y nada pudo ver. El resto del día fue claro. Desde Manila y Tahití, el fenómeno se observó muy bien porque los cielos estaban despejados. Sufrió por ello un descontrol sicológico que logró superar; llegó a incendiar su pequeño observatorio ante el fracaso. Pero ahí no terminarían sus penurias …

Venus

El fracaso de la misión a Marte, “Mars Polar Lander” (lanzada el 3 de enero de 1999) y que terminara estrellándose, desprestigió a la NASA tanto como el accidente con pérdidas de vidas humanas del trasbordador Challenger. Los cohetes que debían frenar la nave antes del contacto con el suelo, no trabajaron debido a las bajas temperaturas del planeta. Pero se supo que tampoco habían funcionado durante las pruebas efectuadas antes del lanzamiento. En lugar de cambiar el sistema de cohetes (que exigía un no módico gasto extra), cambiaron las pruebas hasta que los cohetes las pasaran.

Una segunda falla en los interruptores que apagaban estos cohetes al abrirse las 3 patas de apoyo de la sonda, hubiera de todos modos hecho fracasar la misión. Éstas se abrían muy rápido, apagándose los cohetes. ¿Cómo no se dieron cuenta durante las pruebas previas? Pues porque 2 equipos de técnicos testearon uno y otro mecanismos ¡ independiente no del otro !

El 11 de diciembre de 1998 fue lanzada la misión a Marte: “Mars Climate Observer”. En determinado momento, se perdió contacto con ella cuando

orbitaba detrás de Marte. Posiblemente chocó y se desintegró en su atmósfera. La NASA reconoció como errores que los equipos humanos de

controladores de vuelo de la sonda, habían tenido un entrenamiento inadecuado; estaban a cargo de 3 misiones simultáneas diferentes y

mientras en Estados Unidos se habían calculado las fuerzas en Newton ( o sea 1 kg x m/s ), el otro equipo de controladores en el Reino Unido

habían usado libras, lo que provocaba una diferencia de 4,45 entre ambas unidades.

2

Alfonso X rey de Castilla, no ocultó su desagrado ante el sistema geocéntrico de Tolomeo que paulatinamente se había ido transformando

en una compleja y hasta infernal máquina de relojería cuando se lo modificó intentando ajustarlo a la realidad observada en las posiciones planetarias. Es que en el modelo original del siglo II D.C. los planetas no

ocupaban las posiciones que éste predecía, y por eso se intentó su ajuste. Cuentan que en una reunión de astrónomos (muchos de ellos árabes),

expreso:

“Es una pena que Dios no me consultara cuando decidió crear el sistema del mundo. Yo le hubiera sugerido una forma más simple de hacerlo”.

Así que mira qué bueno: ¡ hasta Dios se ha equivocado !

¿ Cómo logró Josué detener al Sol y a la Luna en la batalla de

Gabaón?

Pues porque los hechos ocurrieron próximos o mismo en el solsticio de verano, cuando los días son los más largos del año y garantizan luz suficiente como

para ganar una batalla.

Ordenar al Sol detener su camino, era primitivamente un conjuro para ganar tiempo y lograr una victoria militar.

Antiguo Testamento: Libro de Josué: cap.10 vers. 12 al 14

¿Cómo logró la sombra retroceder en el reloj de Sol de Ajaz?

Este suceso bíblico narrado en el 2do libro de los Reyes, aún sigue siendo un misterio por develarse.

Consultando al respecto al astrónomo italiano Schiaparelli éste se rió diciendo “es un simple problema de gnomónica” y se retiró sin explicar más nada.

El milagro de la sombra que retrocedía en el Gnomon, fue la señal milagrosa que el profeta Isaías prometió a Ezequías, rey de Judá, que había caído en un profundo pozo depresivo ante el nefasto sitio impuesto por el ejército asirio a Jerusalén.

El rey cobró ánimos, se curó ante el “milagro”. Y se puso otra vez al frente de su pueblo.

Antiguo Testamento: 2do Reyes cap. 20; vers. 8 al 11.

¿Qué fue la “Estrella de Belén”, esa que siguieron los magos hasta la cuna del niño Jesús?

Se han formulado muchas hipótesis: que una conjunción de planetas, que un cometa, que una supernova.

Pero algo raro ocurre con ese supuesto astro: guía a los magos de Jerusalén hasta Belén, ciudad que queda unos 9 km más al Sur. Sabemos que los astros no se mueven de Norte a Sur.

Hay especialistas bíblicos que piensas que tal estrella no es más que un recurso literario del autor del evangelio acorde a la calidad de los magos, pues éstos eran sacerdotes astrólogos acostumbrados a observar los cielos y por tanto es natural que en ellos encontraran la señal.

De las muchas apocalipsis (del griego: revelación) que aparecen en la Biblia, la más extensa, que constituye todo un libro, es la que figura en el Nuevo Testamento atribuida a San Juan apóstol. La simbología escatológica propia de este género literario, habla de grandes señales en el cielo: “el Sol se oscurecerá, la Luna se pondrá como sangre”.

Sin duda son imágenes tomadas de los eclipses.

La idea de los planetas como mundos habitados, cambió varias veces en la Historia. Luciano de Samosanta escribió en épocas del Imperio Romano,

que la Luna estaba habitada como la Tierra. Giordano Bruno fue quemado en la hoguera en 1600 acusado entre otras cosas de pregonar la existencia

de vida en los planetas. Pero en los siglos siguientes, escritores y pensadores como Bernard de Fontenelle, Emmanuel Swedenborg, Kant y

Kepler creían en los planetas como mundos habitados. Hasta el astrónomo real británico William Herschel opinó sobre posible vida en el Sol. El

nombre del cuerpo indicaba la característica fundamental de sus habitantes: los venusinos eran “amorosos” y los marcianos “guerreros”, los

mercurianos eran “inconstantes” y los jupiterianos “joviales”.

En 1972 fue lanzada la sonda Pioneer 10 que porta una placa grabada con un

mensaje de la humanidad dirigido a otras formas de vida inteligente que puedan interceptarlo. El dibujo fue hecho por

Linda Sagan, esposa del célebre astrónomo Carl Sagan. Pero ni los

mismos funcionarios de la NASA fueron capaces de interpretarlo cuando lo

vieron. Y como todo, siempre que se intenta hacer algo, recibió algunos

elogios y muchas críticas.

Víctimas de un enorme stress, los pilotos aviadores norteamericanos de la 2da Guerra Mundial, comenzaron a llamar “you foe” ( tù enemigo) a todo objeto que resultara sospechoso en el cielo. En esas condiciones el ojo humano suele ver blancos inexistentes. De allí el término UFO traducido al español como OVNI.

Luego de finalizada la guerra, el término fue asociado a naves extraterrestres.

La ignorancia y falta de objetividad cuando se observa el cielo, llevaron a muchas personas a ver esas “naves” donde solo había nubes curiosas …

… extraños aviones y prototipos, globos sondas, construcciones novedosas . . .

Vivienda alpina con forma de cápsula.

… y una inmensidad de fenómenos meteorológicos no muy frecuentes pero explicables pues se originan bien por descargas eléctricas o por nubes tipo cirros que causan resplandores fantasmales del Sol (parhelios) y la Luna (paraselenes).

Vivienda alpina con forma de cápsula.

Parhelio

ParaseleneEvento Luminoso Transitorio (TLEs)

Un “Iridium Flare” es un destello producido por el reflejo de los rayos del sol sobre las antenas de comunicaciones de alguno de los satélites Iridium que orbitan alrededor de la Tierra. La constelación de satélites Iridium está formada por 66 satélites que originalmente ofrecían servicios de telefonía a todo el mundo aunque ahora su uso es mucho más específico y limitado debido a que su tecnología ha quedado bastante obsoleta. El destello luminoso se produce cuando los rayos del Sol inciden sobre alguna de las 3 antenas de comunicaciones o MMA de 188cm x 86cm que son extremadamente planas y brillantes (están construidas de aluminio bañado en plata) y que están inclinadas unos 40º con respecto al cuerpo del satélite. Los reflejos de los rayos del sol pueden ser fácilmente observables incluso desde las grandes ciudades sin necesidad de usar prismáticos o telescopios y alcanzan en ocasiones magnitudes visuales de -9, unas 30 veces más brillante que el planeta Venus.La observación de Iridium Flares se ha convertido en una actividad más por parte de los astrónomos aficionados y es una actividad que podemos realizar cualquiera de nosotros, aunque no contemos con mucha experiencia.

También hay efectos ópticos provocados por satélites artificiales.

Un grupo de astrónomos aficionados de la Argentina, se disponía a estrenar un flamante y súper moderno telescopio. La noche del evento apuntaron en cierta dirección del cielo y ¡ descubrieron un cometa !. Gran alegría por el éxito. El problema fue que al cambiar la dirección de observación, hacia donde se apuntara, se seguían descubriendo cometas. Evidentemente algo andaba mal. No era posible que todos los cometas del Sistema Solar hicieran una aparición en conjunto para sumarse al festejo del estreno del instrumento de observación. Se comprobó luego que éste tenía una fisura en el objetivo que provocaba la falsa imagen de un cometa.

Muchas películas ofenden nuestro intelecto cuando no atienden las leyes de la Física.

Por ejemplo:

- en una nave espacial, donde la aceleración gravitatoria no nos mantiene adheridos al suelo como ocurre aquí en la Tierra, no se camina por los pasillos como quien lo hace en un edificio, a menos de tener zapatos con algún sistema de adherencia tipo velcro o imanes. En todo caso, los tripulantes deben flotar de un recinto a otro tal como ocurre con los astronautas en los transbordadores que hasta deben amarrarse para dormir.

- una guerra entre naves espaciales no produce sonido alguno, pues éste al ser una onda mecánica, ¡no se propaga en el vacío!.

El 30 de octubre de 1938, Orson Welles y el Teatro Mercurio, bajo el sello de la CBS, adaptaron la novela “La guerra de losMundos”, de Herbert George Wells, a una transmisión de radio. Si bien en la introducción se aclaró que se trataba de una novela de ciencia ficción, el estilo empleado (tipo noticiero), hizo que muchos radioescuchas creyeron que realmente los marcianos estaban invadiendo el país. Las ciudades de Nueva York y Nueva Jersey se llenaron de pánico. Se cuenta que algunos se encerraron en sótanos armados de pistolas; otros improvisaron máscaras antigases con toallas mojadas.Hubo indignación y escándalo cuando se supo que nada era cierto.Pero idénticas situaciones de histeria colectiva se vivieron en Quito el 14 de febrero de 1949, en Lisboa el 25 de junio de 1958 y en el estado de Morelos (México) en 1998, cuando sendas emisoras de radio, emularon el programa de Welles. Para tranquilizar a la gente, el gobierno de México dispuso la búsqueda de los restos de un meteorito. En Lisboa la policía ordenó el cese de la transmisión pues se produjo un enorme caos en las comunicaciones telefónicas.