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Asuntos Antárticos es la revista académica de Agenda Antártica y de la Coalición para la Antártida y el Océano Austral (ASOC), que tiene como objetivo publicar y difundir las investigaciones más destacadas e influyentes en relación a la Antártida. El journal publica, en español e inglés, artículos, reseñas y documentos oficiales. El propósito de esta publicación es también estimular investigaciones que favorezcan la protección ambiental de la Antártida y el Océano Austral.

Las ideas expresadas en los textos aquí publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el punto de vista de Asuntos Antárticos. El comité Editorial invita a todas las personas interesadas a enviar sus aportes a este foro de debate, pero se reserva el derecho de publicación de las colaboraciones recibidas. Se permite la reproducción de los contenidos, a condición de que se mencione la fuente y se notifique a la redacción.

Agenda antártica

Agenda Antártica es una fundación con sede en Buenos Aires que trabaja por la conservación medioambiental del continente antártico y el Océano Austral, la investigación en la Antártida y la preservación de la paz en la región austral. Agenda Antártica fue fundada en el 2012 y desarrolla constantemente actividades de investigación, difusión e incidencia en foros nacionales, regionales e internacionales a través de publicaciones, seminarios, redes sociales y promoción de las telecomunicaciones. Para más información de Agenda Antártica, visitar el sitio: www.agendaantartica.org

Antarctic and Southern Ocean Coalition (ASOC)

La coalición para la Antártida y el Océano austral (ASOC, por sus siglas en inglés) fue fundada en 1978 por 5 organizaciones ambientales de Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda, con el fin de promover la visión de Parque Munidal para proteger la Antártida y el Océano Austral, ASOC trabaja desde 1978 para asegurar que la Antártida continúe siendo el lugar más prístino de la Tierra reservado para las generaciones futuras. ASOC tiene status de observador invitado en las reuniones de tratado Antártico y en la CCRVMA. La secretaría de ASOC, que incluye a 21 ONGs en 11 países, tiene sede en Washington, D.C. Para más información de ASOC, visitar el sitio: www.asoc.org

Foto de portada Fotógrafo: Rodolfo Werner // Título: Foca leopardo en Península Antártica, 2015.

Publicación Bilingüe

Volumen IV

Julio 2017 Año III

Editorial Agenda Antártica / ASOC

Editorial Board of the Journal

Editor: Juan José LucciAsesor Editorial: Rodolfo Werner

Traductores: Natalia BalabanDiseño Gráfico: María Belén Alonso

ISSN 2451- 5736

Juan José LucciDirector Ejecutivo Agenda Antártica

Claire ChristianDirector Ejecutivo ASOC

Rodolfo WernerAsesor Senior The Pew Charitable Trusts & ASOC

Paulina UribeDra. en Biología

José Luis AgrazOficial de Información, Secretaria del Tratado Antártico

Ricardo RouraAsesor Senior ASOC

Fundación Agenda AntárticaAntarctic and Southern Ocean Coalition (ASOC)

Oficina en Argentina: Laprida 2150 7º “A”, Buenos Aires, Argentina (1425)Oficina en Estados Unidos: 1320 19th St. NW, Fifth Floor, Washington, DC 20036

ÍNDICE

MENSAJE DEL EDITORPROLOGO DE ASOC

ARTÍCULOS:

Andrea Kavanagh, Nicole Bransome y Rodolfo Werner. Hacia la creación de una red de Áreas Marinas Protegidas en el Océano Austral.

Ryan Dolan, Cassandra Brooks y Rodolfo Werner. El área protegida más grande del mundo en el Mar de Ross, Antártida.

Mike Walker y Ricardo Roura. Próximo paso para la conservación del Océano Austral: Áreas Marinas Protegidas en la Antártida Oriental.

Mike Walker, Cassandra Brooks y Ricardo Roura. Protegiendo el Mar de Weddell.

Rodolfo Werner y Nicole Bransome. Progreso hacia el establecimiento de Áreas Marinas Protegidas en la Península Antártica Occidental.

Elsa Cabrera. La política ballenera de Japón en la Antártida, momento de actuar para el Tratado Antártico.

BIOGRAFÍA DE AUTORESNORMAS DE PUBLICACIÓN

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Mensaje del Director

Estimados lectores: Bienvenidos al cuarto volumen de Asuntos Antárticos. Esta edición se enfoca en uno de los mayores hechos que sucedieron en la historia de la Antártida: la creación de Áreas Marinas Protegidas en el Océano Austral. En octubre de 2016, los miembros de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) decidieron crear el área marina protegida más grande del mundo en el Mar de Ross, marcando un hito internacional en la conservación de los océanos. Este volumen está principalmente integrado por artículos que describen no sólo los detalles de este proceso, sino también el desarrollo de nuevas Áreas Marinas Protegidas (AMPs) y el futuro de la conservación del Océano Austral.

El primer artículo de esta edición resume las propuestas de Áreas Marinas Protegidas que han sido trabajadas y analizadas por la CCRVMA. Andrea Kavanagh, Rodolfo Werner y Nicole Bransome detallan los desafíos y la importancia de proteger estos mares antárticos, y las propuestas existentes para crear una red de áreas marinas protegidas en el Océano Austral.

El segundo artículo concierne a la propuesta de Área Marina Protegida recientemente creada en el Mar de Ross. Ryan Dolan, Cassandra Brooks y Rodolfo Werner nos brindan detalles de su política de conservación ambiental, sus límites, y sus beneficios ambientales. El artículo también discute las negociaciones que han tenido lugar en la CCRVMA en torno a esta AMP, especialmente aquellos debates que fueron los responsables de los resultados obtenidos.

En tercer lugar, Mike Walker y Ricardo Roura se enfocan en la propuesta de Área Marina Protegida de la Antártida Oriental. Si bien esta propuesta fue presentada hace varios años por Australia, Francia y la Unión Europea, la misma fue vetada en más de 4 ocasiones por diferentes miembros de la CCRVMA. Los autores analizan el actual estado de la propuesta y su importancia ambiental.

El cuarto artículo de esta edición se centra en la propuesta presentada por Alemania para proteger el Mar de Weddell, uno de los mares más activos en términos pesqueros de la Antártida. Mike Walker, Cassandra Brooks y Ricardo Roura nos explican el estado de la propuesta y describen los retos que se discuten en la Comisión de la CRVMA para designarla.

Argentina y Chile están por presentar una propuesta de AMP para proteger una de las zonas más afectadas por el cambio climático y la actividad humana: la Península Antártica. En el próximo artículo, Rodolfo Werner y Nicole Bransome nos relatan el proceso y el trabajo realizado por estos dos países en la creación de esta propuesta.

Por último, este volumen incluye un artículo de una problemática que lamentablemente continúa siendo noticia internacional: la caza ilegal de ballenas en el Océano Austral por parte de Japón. Elsa Cabrera del Centro de Conservación Cetácea, nos explica con detalle la coyuntura actual de la caza en los mares antárticos, y nos explica cómo la creación de Áreas Marinas Protegidas puede impactar en esta actividad (si bien la CCRVMA no tiene injerencia en la protección de cetáceos).

Nuevamente, agradecimientos a todos los autores, donantes, traductores, al Comité Editorial, al asesor científico Dr. Rodolfo Werner y a Nicole Bransome por sus valiosas contribuciones con este volúmen.

Juan José Lucci

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La Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) establecida en 1982 fue pionera en incorporar conceptos modernos de conservación al incluir en sus principios fundacionales el enfoque ecosistémico y el principio de precaución. Establecida originalmente a raíz de la preocupación por una creciente y no controlada pesca del kril antártico (especie clave en la red trófica del ecosistema marino antártico), la CCRVMA fue paulatinamente incluyendo el manejo de actividades pesqueras con foco en otras especies de alto valor comercial, particularmente la merluza negra y el bacalao antártico. Fiel al espíritu que dio origen a esta convención, la CCRVMA acordó establecer una red de áreas marinas protegidas (AMPs) que fuera representativa de los ambientes marinos existentes en el área de la Convención. Para aquellos que venimos trabajando hace muchos años en el contexto de la CCRVMA reconocemos que este compromiso representó un hito importante en la historia de la Convención.

A partir de este momento, y luego de varias reuniones y talleres de trabajo donde se estableció el marco en el cual desarrollar propuestas especificas de AMPs, varios de los miembros de la Comisión comenzaron con la ardua tarea de preparar dichas propuestas. Este proceso dio lugar a dos propuestas, una para el Mar de Ross (presentada por EEUU y Nueva Zelanda) y la otra para la Antártida Oriental (presentada por Australia, Francia y la Unión Europea). Dado que las decisiones de la CCRVMA se toman por consenso y en base a la mejor ciencia disponible, estas propuestas fueron centro de numerosas discusiones técnicas, que fueron sucedidas por largas negociaciones políticas. En el caso del Mar de Ross, estas negociaciones concluyeron felizmente con el establecimiento del área marina protegida más grande del mundo. Por su parte, la propuesta para la Antártida Oriental sigue aun siendo centro de negociaciones que oscilan entre lo técnico y lo político. Una propuesta adicional con foco en el Mar de Weddell (presentada por Alemania) es objeto actualmente de discusiones a nivel técnico. Una nueva propuesta de AMP para la Península Antártica está siendo actualmente elaborada por Argentina y Chile. Este área no es solamente el área más visitada en la Antártida sino que es también donde se concentran las operaciones pesqueras de kril en el Océano Austral. Por otro lado es una de la regiones más afectadas por el calentamiento global a nivel mundial.

Sin lugar a dudas la creación del AMP del Mar de Ross ha sido uno de los logros más importantes de la CCRVMA y permitió a la comunidad internacional renovar la esperanza respecto de la conservación de la Antártida. En mi caso en particular, este ha sido el hito de conservación marina más importante del cual he sido parte en mi carrera profesional.

Para aquellos que tenemos la suerte de poder visitar la Antártida año tras año nos resulta a veces un poco extraño que la conservación de un lugar como la Antártida no surja como algo natural, especialmente teniendo en cuenta que a través del Tratado Antártico, el continente blanco y sus aguas han sido destinados a la paz y la ciencia.

Quien ha experimentado la Antártida conoce del efecto que produce sobre nosotros. Su increíble belleza nos moviliza, nos conecta de manera muy profunda con la naturaleza, que no es otra cosa más que conectarnos con nuestra humanidad más pura. Es allí cuando realmente nos hacemos conscientes de la responsabilidad que tenemos de proteger este ecosistema marino como si nuestras vidas dependieran de ello, porque como dice Sylvia Earle, dependen de ello. En ese momento es

PRÓLOGO de ASOC

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cuando también sentimos que debemos alejarnos del dato duro, del análisis técnico complejo, del modelo que trata de reproducir el ecosistema, y entender que la conservación de la Antártida tiene una justificación intrínseca que se basa simplemente en el valor que para nosotros tiene su natural belleza. Este es un valor difícil de cuantificar pero debería ser un elemento que nos guie al momento de tomar decisiones políticas que afecten la conservación de la Antártida. Ojala así sea.

Dr. Rodolfo Werner*Asesor Editorial

* Asesor de The Pew Charitable Trusts y la Coalición para la Antártida y el Océano Austral (ASOC); Miembro del directorio y asesor científico del Antarctic Wildlife Research Fund;

Director del Consejo Asesor de Agenda Antártica.

Rodolfo Werner

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Hacia la creación de una Red de Áreas Marinas Protegidas

de la CCRVMA en el Océano Austral

Andrea Kavanagh , Nicole Bransome y Rodolfo Werner

Abstract

Siguiendo las recomendaciones de la Cumbre Mundial de las Naciones Unidas del 2002y reconociendo el valor de las Áreas Marinas Protegidas (AMPs), la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) fue el primer órgano interno en comprometerse a crear una red de AMPs. El compromiso se basó en la misión de la CCRVMA de proteger la vida de sus aguas y de implementar el principio de precaución . En el 2011, los miembros de la CCRVMA acordaron establecer un marco para crear una red de AMPs adoptando la Medida de Conservación 91-04 e identificando dominios de planificación que representan áreas en la cuales se habrán de planificar AMPs y se informará sobre ellas. Al establecerse la AMP en la región del Mar de Ross en el 2016, la CCRVMA dio el primer paso para crear una red de AMPs que preservaría la conectividad y daría resistencia a muchos de los ecosistemas únicos del Océano Austral. Los pasos siguientes para crear esta red incluyen la designación de la AMPs propuestas para el Mar de Weddell y para la Antártida Oriental, así como la propuesta venidera para crear una AMP al oeste de la Península Antártica. Se espera que la CCRVMA desarrolle otras propuestas de AMPs para crear una verdadera red circumpolar de protección en el Océano Austral. En este artículo haremos una actualización del estado de la red de AMPs de la CCRVMA y de las AMPs propuestas en sus distintos estadíos.

Palabras Claves

Área Marina Protegida, Océano Austral, CCRVMA, cambio climático, conservación

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Introducción

El Océano Australque rodea a la Antártidaes uno de los ecosistemas marinos menos alterados de la Tierra. Ocupa el 15 porciento de los océanos del mundo y es el hogar de miles de especies que no se encuentran en ningún otro lugar, y que van desde estrellas de mar de colores brillantes y lombrices bioluminiscentes hasta pulpos de color pastel. También es hogar de millones de pingüinos que dependen de los grandes cardúmenes de kril, un pequeño crustáceo parecido al camarón, y de otras especies de presa que forman la base de una delicada red trófica Los científicos creen que este ecosistema está cambiando debido al impacto del cambio climático y al aumento de la temperatura que se está produciendo más rápido que en cualquier otro lugar en la Tierra. Dos especies de merluza negra (comercializadas en Estados Unidos como Chilean Sea Bass), siete especies de pingüinos, y diez especies de ballenas, calamares gigantes y esponjas rastreras hacen del Océano Austral su hogar.

Los científicos siguen estudiando la vida marina en estas aguas, aunque la mayor parte sigue siendo desconocida; casi todas las expediciones de investigación a la Antártida han hallado especies que anteriormente eran desconocidas.

La CCRVMA y el compromiso de crear una red de Áreas Marinas Protegidas

La CMNUCC se reúne anualmente en su Conferencia de las Partes (COP) para trabajar sobre soluciones internacionales con el fin de evitar la peligrosa interferencia antropogénica en el medioambiente, particularmente en la atmósfera.

Las principales piezas del Acuerdo continúan siendo operativas. El Acuerdo de París es ambicioso y debe ser elogiado por ser el primer acuerdo internacional verdadero sobre clima. Sin embargo, la financiación y otras cuestiones de implementación siguen pendientes y serán abordadas en futuras reuniones de la CMNUCC, comenzando con la COP22 en Marrakech, Marruecos, del 7 al 18 de Noviembre de 2016.

La CCRVMAes el órgano internacional creado en 1982, conformado por 24 países y la Unión Europea, cuya misión principal es proteger la diversa vida marina del Océano Austral. Priorizando la conservación, la CCRVMA permite la pesca controlada en algunas áreas de acuerdo con su enfoque de gestión basada en el ecosistema. En estas áreas se pesca principalmente merluza negra y kril antártico.

En la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible del 2002, líderes mundiales se comprometieron con el objetivo de establecer Áreas Marinas Protegidas (AMPs) para el 2012, con base en la ciencia y las leyes internacionales. Reconociendo el valor que tienen las AMPs y las reservas marinas para sostener la salud del ecosistema, la CCRVMA se convirtió en el primer órgano internacional en comprometerse a crear una red de AMPs. El compromiso de la CCRVMA se basó en la misión de proteger la vida en el Océano Austral, en lugar de explotarla, y en aplicar el principio de precaución,

Hacia la creación de una Red de Áreas Marinas Protegidas en el Océano Austral

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Andrea Kavanagh, Nicole Bransome y Rodolfo Werner

el cual resulta importante en el ámbito de la conservación especialmente cuando la mejor ciencia disponible es limitada o no es clara. La CCRVMA incluye a las AMPs entre las herramientas que utiliza para proteger el Océano Austral. El compromiso de la CCRVMA con la creación de AMPsse puso de manifiesto a través de una serie de políticas (CCRVMA 2016) que incluyeron lo siguiente:

• La CCRVMA llevó a cabo un taller sobre AMPs en el 2005• El primer mapeo de bioregionalización del Océano Austral se realizó en el 2007• En el 2009, La CCRVMA estableció la primera AMP del mundo en alta mar, la AMP de las Islas Orcadas del Sur, una región que cubre 94.000 km2en el Atlántico Sur• Un taller sobre AMPs de la CCRVMA que se llevó a cabo en el 2011dividió al área de la Convención en nueve dominios de planificación de AMPs, áreas donde planificar el desarrollo de las AMPs e informar sobre el desarrollo de las mismas• En el 2011,los miembros de la CCRVMA acordaron adoptar la Medida de Conservación 91-04 que ofrece un marco general para establecer áreas marinas protegidas de la CCRVMA• En el 2016, la CCRVMA estableció la AMP más grande del mundo en la región del Mar de Ross, un área que cubre 2,06 millones de km2.

Beneficios de la red de AMP de la Antártida

Según un estudio del journal Naturedel 2014, para que las AMPs resulten exitosas, estas deberían ser de gran extensión, estar aisladas, estar sujetas a buena implementación, ser de largo plazoy deberían prohibir la extracción de peces u otros recursos marinos (Edgar y otros, 2014). Las AMPs que cumplen los criterios mencionados anteriormente producen un efecto dominó por el cual los peces adultos que crecen dentro de una AMP se trasladan hacia zonas de pesca adyacentes y tienen un efecto positivo sobre la salud marina que va más allá de las regiones protegidas (Roberts y otros, 2005). Un estudio publicado en 2016 en la revistaConservation Letters concluyó que, a fin de alcanzar resultados de conservación efectivos y ayudar a restaurar las poblaciones de peces en merma, al menos el 30 porciento de los océanos del mundo deberían incluirse en una AMP (O’Leary y otros, 2016).

Además de la creación de la red de AMPs, en el área de la CCRVMA se ha establecido la protección enaguas alrededor de ciertas islas subantárticas, incluidas las Islas Georgia del Sur, Islas Crozet, y las Islas Príncipe Edward.Junto con la red de AMPs de la CCRVMA,estas aguas protegidas preservarán la conectividad de muchos ecosistemas del Océano Austral, y permitirán que la vida marina se traslade entre las áreas protegidas para reproducirse y alimentarse. Una red no solo tiene el poder de asegurar la reliciencia del Océano Australsalvaguardando procesos a gran escala que son esenciales para la protección del ecosistema, sino que también contribuiría significativamente con los objetivos de protección mundial de los océanos.

Algunos de los efectos más pronunciados del cambio climático, como el calentamiento global y la acidificación de los mares, junto con la concentración y la duración del hielo marino, se pueden

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encontrar en la Antártida (Stammerjohn y otros, 2008). Las AMPs pueden ayudar a construir la reliciencia del ecosistema a esos cambios eliminando presiones como la pesca. Más aún, las aguas relativamente imperturbadas del Océano Austral pueden funcionar como un laboratorio natural para estudiar la forma en que los ecosistemas marinos intactos reaccionan al calentamiento y la acidificación de los océanos. Además, las AMPs pueden proteger grandes sumideros de carbono, al permitir una absorción de carbono mayor que la de las áreas no protegidas. Por ejemplo, el kril antártico se alimenta de fitoplancton microscópico cerca de la superficie del océano y se mueve hacia aguas mucho más profundas durante la noche para evitar así a los predadores, incorporando dióxido de carbono en el agua a medida que elimina deshechos. Se estima que de esta manera se atrapan 23 millones de toneladas de carbono por año, lo que equivale al carbono de 35 millones de autos (Tarling y Johnson 2006).

La Protección del Mar de Ross y el Futuro del Océano Austral

La implementación de una red de AMPs en el Océano Austral de manera exitosa sería un ejemplo de cooperación global para los futuros desafíos ambientales que enfrenta el planeta. En el 2016, la CCRVMA brindó un buen ejemplo de dicha cooperación al acordar el establecimiento de la AMP más grande del mundo en el Mar de Ross. Esta AMP sentó precedente para la protección en alta mar —fue la primera vez que se creó una AMP a gran escala como consecuencia de la cooperación internacional. Los gobiernos delos 25 miembros de la CCRVMA acordaron prohibir la pesca comercial en un área de más de 2 millones de kilómetros cuadrados, incluidas las aguas que actualmente están debajo de la Barrera de Hielo de Ross. Esta AMP, cuyo tamaño es tres veces la superficie de Francia, representa dos tercios del Mar de Ross e incluye áreas de importante biodiversidad.

La CCRVMA, que se reúne anualmenteen octubre, está considerando actualmente dos propuestas para otras AMPs—una en las aguas de la Antártida Oriental, propuesta que se ha estado debatiendo desde el 2011, y otra en el Mar de Weddell, que fuera propuesta en el 2016. Se espera que dentro de uno o dos años se realicen propuestas para otras AMPs que incluyen a la Península Antártica entre otras regiones.

Aunque la AMP del Mar de Ross es extensa, solo cubre una pequeña parte del Océano Austral, el cual se extiende por más de 20 millones de kilómetros cuadrados. Las aguas que rodean a la Antártida tienen nutrientes que emergen de las profundidades y son transportados por una corriente circumpolar masiva hacia otros océanos, haciendo que estas aguas ejerzan gran influencia en mares cercanos y lejanos. Además, al igual que los animales de cualquier lugar del mundo, las especies que viven en el Océano Austral no se circunscriben sólo a los límites geográficos; por eso, para alcanzar el mayor impacto de conservación posible, la CCRVMA debe seguir esforzándose para aumentar la red de áreas marinas protegidas en la región.

Desde que la CCRVMA se comprometió por primera vez a crear una red de AMPs alrededor del Océano Austral, la AMP en la región del Mar de Ross fue la única propuesta a gran escala que se estableció con éxito. En consecuencia, la CCRVMA tiene ahora un retraso de cinco años con respecto a su propio cronograma para crear una red de AMPs.

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Andrea Kavanagh, Nicole Bransome y Rodolfo Werner

Se terminó el tiempo disponible para retrasos. Grupos de conservación de todas partes del mundo, así como gobiernos que incluyen los de la Unión Europea, Australia, Francia, Alemania, Argentina y Chile, están trabajando para que se designen tres AMPs en el Océano Austral para el 2020.

Los miembros de la CCRVMA han demostrado que pueden trabajar juntos y actuar, y el establecimiento de la AMP de la región del Mar de Ross fue un paso admirable. Ahora la CCRVMA tiene una oportunidad sin precedentes para crear la red más grande del mundo de AMPs alrededor de la Antártida y así dejar al mundo un legado de conservación basado en la ciencia que habrá de perdurar en el tiempo.

Fig. 1. Este mapa resalta las áreas del Océano Austral que necesitan protección, así como los nueve dominios de planificación de AMPs de la CCRVMA. Estas áreas ofrecen un marco para que la CCRVMA planifique el desarrollo de las AMPs e informe sobre él.

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Conclusión

El Sistema del Tratado Antártico y la Convención Marco sobre Cambio Climático no poseen significativa relación entre sí, aunque los efectos del cambio climático en la Antártida tienen severas consecuencias en el resto del mundo. Este informe resume la relación entre la COP21 y la Antártida, y propone estrategias para mejorar el vínculo entre ciencia, gestión y logística antártica con política climática internacional. Aunque existe una clara distinción de dominios en las políticas, los efectos materiales del cambio climático no hacen caso a esos límites. Las decisiones internacionales sobre gestión, política, ciencia y sustentabilidad deben ser tomadas a la luz de estas serias cuestiones ambientales sin la exclusión de vastas regiones globales.

Referencias

-Commission for the Conservation of Antarctic Marine Living Resources (2016). “Marine Protected Areas (MPAs),” accessed March 28, 2017, https://www.ccamlr.org/en/science/marine-protected-areas-mpas.-Edgar, G. J., Stuart-Smith, R. D., Willis, T. J., Kininmonth, S., Baker, S. C., Banks, S., … Thomson, R. J. (2014). “Global conservation outcomes depend on marine protected areas with five key features”. Nature, 506(7487), 216–220. https://doi.org/10.1038/nature13022-Roberts, C.M., Hawkins, J.P., &Gell, F.R. (2005). “The Role of Marine Reserves in Achieving Sustainable Fisheries”. Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sciences, 360 (1453): 123–132.http://dx.doi.org/10.1098/rstb.2004.1578.-O’Leary, B. C., Winther-Janson, M., Bainbridge, J. M., Aitken, J., Hawkins, J. P., & Roberts, C. M. (2016). “Effective Coverage Targets for Ocean Protection: Effective targets for ocean protection”. Conservation Letters, 9(6), 398–404. -Stammerjohn, S. E., Martinson, D. G., Smith, R. C., Yuan, X. & Rind, D. (2008). “Trends in Antarctic annual sea ice retreat and advance and their relation to El Nino-Southern oscillation and Southern Annular Mode variability”. Journal of Geophysical Research, 113: CO3S90. doi:10.1029/2007JC004269.-Tarling, G.A. & Johnson, M.L. (2006). “Satiation Gives Krill That Sinking Feeling”. Current Biology , 15(3): R83-PR84. http://www.cell.com/current-biology/abstract/S0960-9822(06)01053-0


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El Área Protegida Más Grande del Mundo

en el Mar de Ross, Antártida

Ryan Dolan , Cassandra Brooks y Rodolfo Werner

Abstract

En 2016, los veinticinco miembros de la CCRVMA (muchos de los cuales con intereses pesqueros en la Antártica) acordaron crear el área protegida más grande del mundo en el Mar de Ross. Esta AMP es un ejemplo de cómo los Estados pueden lograr objetivos de conservación en un espacio internacional complejo. Es crucial que ahora los miembros de la CCRVMA se comprometan a continuar la investigación, el monitoreo y las observaciones necesarias para cumplir los objetivos de la AMP. Además, todos los miembros de la CCRVMA deben participar activamente en el desarrollo de estos planes de manejo y poner a disposición los recursos necesarios para hacer efectiva la AMP. La CCRVMA ha sido elogiada como líder en el manejo internacional de los océanos y debe continuar con su compromiso de lograr un sistema de AMP en el Océano Austral.

Palabras Claves

Áreas Marinas protegidas, Mar de Ross, Océano Austral, CCRVMA, Conservación.

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El Área Protegida Más Grande del Mundo en el Mar de Ross

Introducción

En octubre de 2016, la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA), integrada por 24 países y la Unión Europea, acordó crear el área marina protegida más grande del mundo en el Mar de Ross. Esta fue la primera vez que líderes mundiales acordaron - y por consenso - reservar una gran área de alta mar libre de actividad comercial.

El Mar de Ross, una de las zonas biológicamente más productivas del Océano Austral, es único por su rica biodiversidad y abundancia de vida (Arrigo et al., 2015). Es el hogar de un tercio de la población mundial de pingüinos de Adelia, de un cuarto de los pingüinos emperadores del mundo, así como de grandes poblaciones de focas de Weddell, ballenas Minke, petreles antárticos y tres tipos de orcas, incluyendo una que sólo se halla en el Mar de Ross (Ainley et al., 2010). Este laboratorio vivo no sólo ofrece a los científicos una excelente oportunidad para observar los efectos del cambio climático en los ecosistemas del Océano Austral, sino que también representa un área única para comprender los impactos de la pesca comercial sobre los ecosistemas marinos.

El Mar de Ross también es el área donde se lleva a cabo la pesquería comercial más grande del mundo de bacalao antártico (Dissostichus mawsoni), con un límite de captura anual establecido para la temporada 2016/2017 de 2.870 toneladas (CCRVMA 2016a). El lobby de la industria pesquera en la región representó un desafío importante para los autoresde la propuesta de AMP del Mar de Ross (Estados Unidos y Nueva Zelanda)que debieron diseñar una AMP que lograrapreservar el ecosistema y al mismo tiempo no perjudicar los intereses económicos de una docena de países miembros de la CCRVMA que usufructúan esas aguas.

La tensión entre la pesca y la protección en las aguas antárticas, tal como se puso de manifiesto durante las negociaciones sobre el AMP en el Mar de Ross, es ilustrativa de la creciente tensión dentro de la CCRVMA acerca de su propósito y mandato. El artículo II de la Convención sobre la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) establece que el objetivo de la Comisión es “la conservación de los recursos vivos marinos antárticos”, donde dicha conservación incluye el uso racional (CCRVMA 1980). El uso racional permite la pesca comercial, pero exige un estricto enfoque precautorio y basado en el ecosistema. Algunos países pesqueros, en particular durante las negociaciones sobre AMPs, han interpretado cada vez más el uso racional como un derecho a pescar y no una responsabilidad de conservación (Jacquet et al., 2015). A pesar de evidencia científica convincente que justificaba el cierre de todo el Mar de Ross a la pesca industrial (CCRVMA 2004, ASOC 2010), el enfoque de zonificación utilizado para acomodar distintos intereses llevo finalmente a un compromiso para satisfacer las necesidades de una Comisión diversa pero por sobre todo mayormente pesquera.

Manejo del área marina protegida de la región del Mar de Ross

Entrando en vigor el 1 de diciembre de 2017, la AMP de la región del Mar de Ross abarca 1,55 millones de km2. Sin embargo, al extenderse técnicamente desde la costa, incluyendo las aguas bajo la plataforma de hielo de Ross, se añaden 0,51 millones de km2 adicionales, protegiendo así una

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Ryan Dolan, Cassandra Brooks y Rodolfo Werner

superficie total de 2,06 millones de km2 (CCRVMA 2016b). La AMP estará en vigor hasta diciembre de 2052, un período de 35 años. En ese momento, la CCRVMA deberá llegar a un consenso para extender la AMP o la misma habrá de expirar.

La AMP del Mar de Ross es un punto de partida importante para establecer un sistema de áreas protegidas en el Océano Austral en el contexto de la Medida de Conservación 91-04 (CCRVMA 2011), la cual proporciona un marco para la protección marina a gran escala dentro del área de manejo de la CCRVMA. El Mar de Ross fue la primera AMP que se designó bajo esta medida de conservación y prepara el terreno para futuras designaciones de AMPs en la Antártida Oriental, el Mar de Weddell y las aguas al oeste de la Península Antártica.

Fig. 1. Área marina protegida de la región del Mar de Ross, incluidos los límites de la Zona de Protección General, compuesta por las zonas i), ii) y iii), la Zona Especial de Investigación (SRZ- por sus siglas en inglés) y la Zona de Investigación del Kril (KRZ - por sus siglas en inglés). La AMP del Mar de Ross fue designada en 2016 por la Medida de Conservación 91-05 de la CCRVMA. Esta imagen fue extraída de la Medida de Conservación 91-05 de la CCRVMA.

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La AMP del Mar de Ross consta de tres zonas de manejo distintas que ofrecen diferentes niveles de protección.

La Zona de Protección General (que abarca las zonas i, ii y iii, Figura 1) cubre una superficie de 1,12 millones de km2 se designó como totalmente protegida, prohibiéndose en la misma la pesca comercial1. El área i protege las zonas sensibles del Mar de Ross, incluyendo los hotspots de biodiversidad, como las Islas Balleny, así como grandes porciones de la plataforma continental y la plataforma continental del Mar de Ross, que resultan de suma importancia para la biodiversidad, un gran número de aves y mamíferos y para los estadios iniciales del ciclo de vida de la merluza negra. El área (ii) protege los montes submarinos septentrionales y el área (iii) protege los montes submarinos de Scott, ambos incluidos en la AMP por las características únicas de sus hábitats.

La zona de investigación del kril (KRZ - por sus siglas en inglés) fue una adición tardía a la propuesta conjunta de Estados Unidos. y Nueva Zelanda de 2015, en parte debido a los intereses comerciales respecto del kril expresados por China. Esta área había sido identificada en la propuesta original de AMP de 2012 que presentó Estados Unidos como potencial zona para la investigación del kril contribuyendo a los objetivos generales de la AMP (Departamento de Estado de Estados Unidos, 2012). El área abarca más de 322.000 km2 al este de la Zona de Protección General, prohíbe la pesca de merluza negra, pero permite la pesca de investigación comercial exploratoria de kril antártico2.

La zona de investigación especial (SRZ - por sus siglas en inglés) cubre aproximadamente 110.000 km2 de la plataforma continental y el talud y permite la pesca de investigación comercial dirigida a la merluza negra (Dissostichus spp.) y al kril antártico (Euphausia superba). Esta zona, creada durante las negociaciones de la CCRVMA, representa un compromiso entre los países que querían cerrar esta zona debido a su importancia ecológica y los países que consideran esta área como importante para estudios de marcado y recaptura de merluza negra, que representan la base de la evaluación del stock pesquero de la merluza negra..

Por lo tanto, la SRZ está diseñada para fomentar un manejo más robusto de la pesca de merluza negra al requerir una mayor tasa de marcado, pero tiene una tasa de pesca general reducida. Tener una tasa de pesca reducida en la SRZ permite que el área sirva como una “zona de referencia de pesca” donde los impactos ecosistémicos de la pesca se pueden comparar entre esta área ligeramente pescada y la zona de pesca intensa ubicada justo al norte de la SRZ. La SRZ también permite la pesca comercial de kril en cantidades limitadas. La provisión del kril fue agregada a la SRZ tardíamente tras las negociaciones del AMP y estuvo vinculada a las discusiones con China respecto del KRZ. Sin embargo, el valor científico de la pesca de kril en esta área es altamente cuestionable y puede comprometer potencialmente un área de biodiversidad crítica para aves marinas y ballenas.

Mirando hacia el futuro: una sólida actividad de investigación, monitoreo, manejo y aplicación

El AMP está diseñada para fomentar la investigación internacional entre todos los miembros de la CCRVMA en la región. Esta requiere que los miembros informen los resultados de sus actividades de investigación dentro de la AMP cada cinco años. Sobre la base de una investigación y monitoreo


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continuos, la CCRVMA revisará la AMP cada diez años para evaluar la eficacia de la medida de conservación, así como para ajustar potencialmente los límites o las medidas de manejo si la AMP no alcanzara los objetivos previstos. Cualquier cambio en la AMP durante el período inicial de 35 años deberá ser aprobado por consenso. Después de 35 años, la AMP dejará de existir automáticamente a menos que todos los miembros opten por extender su duración. Una posible ampliación, la cual sería importante para garantizar la protección a largo plazo del ecosistema del Mar de Ross, depende de estrictas tareas de investigación, monitoreo y aplicación.

Los miembros de la CCRVMA están desarrollando actualmente un plan de investigación y monitoreo, requerido bajo la Medida de Conservación 91-04 de la CCRVMA, como herramienta de manejo para evaluar si la AMP cumple con sus objetivos y para evaluar los cambios en el funcionamiento del ecosistema. Asimismo, la CCRVMA deberá elaborar un plan de manejo que prevea disposiciones de manejo y administrativas para alcanzar los objetivos del AMP. Por último, la CCRVMA también debe considerar los mecanismos de aplicación en esta gran área remota. La asignación de recursos para la investigación, el monitoreo, el manejo y la aplicación será responsabilidad de todos los países miembros de la CCRVMA.

Conclusiones

La AMP de la Región del Mar de Ross es la primera de su tipo y servirá de modelo para futuras AMPs de la CCRVMA, así como para otras AMPs en alta mar. Lo que la CCRVMA realizó fue notable: veinticinco miembros, muchos de los cuales representan a países que pescan en la Antártica, acordaron dejar de lado intereses económicos y crear el área protegida más grande del mundo, salvaguardando unos de los ecosistemas marinos más prístinos del mundo. Es crucial, ahora que se ha adoptado la AMP, que los miembros de la CCRVMA se comprometan a llevar a cabo la investigación, el monitoreo y el cumplimiento necesarios. Todos los países de la CCRVMA deben participar activamente en el desarrollo de estos planes de manejo y poner a disposición los recursos necesarios para hacer efectiva la AMP.

Esta AMP no representa solamente un ejemplo de cómo podemos alcanzar objetivos de conservación en un espacio internacional complejo, sino que también sirve como punto de partida para lograr algo más ambicioso. En el curso de establecer una red más amplia de AMPs, la Comisión , puede establecer un nuevo precedente al garantizar que las AMPs del Océano Austral no sólo incluyan grandes áreas totalmente protegidas, sino que también se establezcan por una larga duración sin ningún tipo de límite temporal. La CCRVMA ha sido y es elogiada como líder en el manejo internacional de los océanos y debe llevar adelante un sistema significativo de AMPs en el Océano Austral. La AMP del Mar de Ross representa un primer paso en la dirección correcta.

Referencias

- 1. Commercial research fishing, if it meets the objectives of the Ross Sea Region MPA, is allowed in the general protection zone under CCAMLR Conservation Measure 24-01 (CCAMLR 2013), the measure which allows for

Ryan Dolan, Cassandra Brooks y Rodolfo Werner

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limited commercial research fishing throughout the CCAMLR area.- 2. 15,000 tonnes under CCAMLR Conservation Measure 51-04 (CCAMLR 2016c). -Ainley D.G., G Ballard, & J. Weller. 2010. Ross Sea Bioregionalization. Part 1: Validation of the 2007 CCAMLR Bioregionalization workshop results towards including the Ross Sea in a representative network of marine protected areas in the Southern Ocean. CCAMLR WG-EMM-10/11. Hobart, Tasmania.-Antarctic and Southern Ocean Coalition. 2010. Scientists’ Consensus Statement on Protection of the Ross Sea.-Arrigo K.R., G.L. van Dijken& A.L. Strong. 2015. Environmental controls of marine productivity hot spots around Antarctica. Journal of Geophysical Research: Oceans. -CCAMLR. 1980. Convention on the Conservation of Antarctic Marine Living Resources. -CCAMLR. 2004. Working Group on Ecosystem Monitoring and Management, CCAMLR document number Wg-Emm-04/20. Acquiring a ‘Base Datum Of Normality’ For a Marine Ecosystem: The Ross Sea, Antarctica.-CCAMLR. 2011. Conservation Measure 91-04. General framework for the establishment of CCAMLR marine protected areas. -CCAMLR. 2013. Conservation Measure 24-01: The application of conservation measures to scientific research.-CCAMLR. 2016a. Conservation Measure 41-09: Limits on the exploratory fishery for Dissostichusmawsoniin Statistical Subarea 88.1 in the 2016/17 season.-CCAMLR. 2016b. Conservation Measure 91-05: Ross Sea region marine protected area. -CCAMLR 2016c. Conservation Measure 51-04: General measure for exploratory fisheries for Euphausiasuperba in the Convention Area in the 2016/17 season.


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Próximo paso para la conservación del Océano Austral:

Áreas Marinas Protegidas en la Antártida Oriental

Ricardo Roura y Mike Walker

ABSTRACT

Con la designación del área marina protegida en la región del Mar de Ross en el 2016, la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) demostró su capacidad para crear Áreas Marinas Protegidas (AMP) en el Océano Austral. Desde el 2012 la CCRVMA ha estado considerando una propuesta para un Sistema Representativo de Áreas Marinas Protegidas en la Antártida Oriental (EARSMPA, por sus siglas en inglés). El hecho de que la CCRVMA no haya logrado designar el EARSMPA desde entonces podría hacer que se considere a la AMP del Mar de Ross como una excepción más que como un primer paso en un proceso más amplio. Esto podría debilitar el compromiso que tomó la CCRVMA con anterioridad para establecer una red de AMP en el área marina bajo su competencia. En este documento resumimos la propuesta del EARSMPA, incluidos los argumentos principales que se utilizaron en contra de la propuesta, así como los cambios que ha experimentado con el correr de los años, y sostenemos que debería ser la próxima área marina protegida que se adopte en el Oceáno Austral.

Palabras Claves

Áreas Marinas Protegidas, Antártida Oriental, CCRVMA, Océano Austral

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Próximo paso para la conservación del Océano Austral: Áreas Marinas Protegidas en la Antártida Oriental

Introducción

La CCRVMA, conformada por 24 estados miembro y la Unión Europea, tiene la tarea de conservar la vida marina en el Océano Austral, en línea con los objetivos de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos de 1980 (la Convención para la CRVMA, o la Convención). La Convención cubre los límites ecológicos aproximados del Océano Austral, que ocupa alrededor del 15% de los océanos del mundo. Durante más de una década, la CCRVMA ha estado considerando la creación de una red de AMP en esta zona (ASOC, 2016; Brooks y otros, 2016). En el 2009, la CCRVMA se impuso una fecha límite de 2012 para establecer una red (o “sistema representativo”) de AMP dentro del área de la Convención (CCRVMA XXVIII, 2009. párr. 7.19, p23). Sin embargo, esta fecha límite venció hace tiempo. En concordancia, la CCRVMA adoptó la AMP de la Plataforma meridional de las Islas Orcadas del Sur (Medida de Conservación 91-03, 2009), la primera AMP del mundo establecida en alta mar, y luego estableció un Marco General de la CCRVMA para el establecimiento de las AMP (Medida de Conservación 91-04, 2011).

Luego del progreso inicial alcanzado por la CCRVMA en vistas a la creación de una red de AMP, dos propuestas para crear AMP en el Mar de Ross y la Antártida Oriental quedaron virtualmente bloqueadas desde el 2012 por oposición de algunos estados miembro. Este bloqueo terminó en octubre de 2016, cuando la CCRVMA acordó la adopción del Área marina protegida en la región del Mar de Ross (Medida de Conservación 91-05). Con 1,55 millones de kilómetros cuadrados – sin contar las áreas marinas cubiertas por la Barrera de Hielo de Ross – esta AMP será la más extensa del mundo, una vez que haya entrado en vigor el 1 de diciembre de 2017.

El acuerdo para la creación de la AMP en la zona del Mar de Ross impulsa la creación de otras AMP en aguas antárticas, en línea con el compromiso anterior de la CCRVMA. Las dos propuestas para AMP adicionales que existen actualmente son para la Antártida Oriental (realizada por Australia, Francia y la UE) y, más recientemente, la propuesta para el Mar de Weddell (realizada en 2016 por la UE bajo el liderazgo de Alemania). Además, se siguen llevando a cabo actividades para apoyar el desarrollo de las AMP en todos lados dentro del área de la Convención (SC-CAMLR XXXV, 2016, Tabla 9).

Un área marina protegida para la Antártida Oriental

El EARSMPA cubre una parte representativa de la Antártida Oriental, una de las nueve regiones o “dominios de planificación” en los que la CCRVMA dividió el área de la Convención para desarrollar AMP (SC-CAMLR-XXX, Anexo 6). La Antártida Oriental es un segmento convexo en la costa Antártica y el EARSMPA busca cumplir los objetivos de control relacionados a la conservación, la ciencia y el cambio climático en esta zona, de acuerdo con las disposiciones de la Medida de Conservación 91-04. El conocimiento científico sobre el ecosistema marino varía a lo largo de esta región. En virtud de ello, la propuesta del EARSMPA fue diseñada para incorporar las incertidumbres ecológicas que surgen de las diferencias en la disponibilidad de la información científica. Los modelos espaciales

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Mike Walker y Ricardo Roura

se desarrollaron utilizando la biogeografía como indicador de la riqueza de las especies; es decir, se presumió que la diversidad del hábitat (geomorfología y otros factores físicos) también significaba diversidad ecológica. Dada la incertidumbre asociada a este enfoque, se diseñó la propuesta de manera que se identificaran e incluyeran en la AMP zonas lo suficientemente extensas, incluyendo hábitat replicados, como para asegurar la protección de los procesos ecológicos importantes.

La propuesta original del EARSMPA incluía las áreas pelágicas, bentónicas y de crianza más importantes, así como áreas para estudiar el impacto del cambio climático (es decir, áreas abiertas y cerradas a la pesca en la que se puedan comparar las consecuencias del cambio climático sobre el ecosistema con y sin interferencia de la pesca). Además, la propuesta:• Incluye muchas AMP que en conjunto forman un Sistema representativo de las áreas protegidas del dominio planificado de la Antártida Oriental (Dominio 7); • Es una AMP de uso múltiple; es decir, permite la investigación y la pesca que se considere que no impactarán en los objetivos de conservación de la AMP. • Otorga un modelo decisión con el que evaluar si el nivel de impacto de las actividades propuestas es aceptable o no. La aprobación de las actividades se basa en el proceso actual de toma de decisiones de la CCRVMA;• Permite re-evaluar la propuesta luego de 30 años. Después de ese tiempo, la AMP podría dejar de existir por falta de investigaciones y control suficientes.

Cada año desde que se propuso el EARSMPA por primera vez, la CCRVMA no ha podido lograr un consenso para su adopción debido a inquietudes genéricas y específicas manifestadas por algunos miembros.

La primera inquietud manifestada por algunos miembros estaba relacionada al efecto potencial que la AMP tendría en la pesca actual o futura (aunque la propuesta actual no incluye zonas en que la pesca esté prohibida). En consecuencia, los opositores se han basado en información técnica y científica para debilitar el valor de conservación de la propuesta (por ejemplo, Brooks y otros, 2016; Brooks y Ainley, 2017). Por ejemplo, algunos miembros han considerado la aparente ausencia de amenazas (puesto que actualmente la pesca es relativamente limitada en el área) como un argumento para desestimar la necesidad de protección. También se ha criticado el uso del enfoque biogeográfico, a pesar de que es muy utilizado en la ciencia antártica (por ejemplo, De Broyer, Koubbi y otros, 2014). Algunos miembros también mencionaron la falta de claridad de la propuesta, específicamente con respecto al modo en que el enfoque de uso múltiple funcionaría en la práctica, la posibilidad (o no) de pescar en ciertas áreas, y la forma en que la AMP cumpliría con los objetivos de conservación aplicando este enfoque – es decir, cómo se decide si se lleva adelante una propuesta de pesca en la AMP y quién toma esa decisión.

Además, algunos miembros de la CCRVMA consideran que los límites propuestos por el EARSMPA son demasiado parecidos a los reclamos territoriales de la Antártida de los co-proponentes Australia y Francia, y en particular, de la extensión de la pared continental de Australia según la CNUDM (Brooks y Ainley, 2016).

A medida que reiteraban la propuesta, los proponentes la iban adaptando de acuerdo con las

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inquietudes planteadas (Brooks y otros, 2016). Las modificaciones incluyeron:• Reducción del número de áreas protegidas: se pasó de siete AMP individuales en la red original del EARSMPA (Fig. 1), a tres AMP (Fig. 2); • Reducción del tamaño en aproximadamente un 45 por ciento de la superficie original, pasando de 1,71 M kms2 indicados en el boceto inicial del 2010 a aproximadamente 0,94 M kms2 en el 2015;• Cambio de paradigma, pasando de “todas las actividades están prohibidas a menos que estén permitidas”, a “todas las actividades están permitidas a menos que comprometan los objetivos de las AMP”.• Reducción en la duración, pasando de AMP permanentes a AMP que se revisan cada 30 años, requiriendo el consenso para frenar la protección.

Estos cambios reflejan la “erosión por negociación” de los valores de conservación y del propósito original del EARSMPA (Roura 2015; Brooks y otros, 2016). Las decisiones de la CCRVMA se basan, sin duda, en la ciencia; sin embargo, en un régimen de toma de decisiones consensual, la ciencia a menudo se ve truncada por la política, y esto se refleja en muchas de las objectiones presentadas contra esta propuesta.

Confusión sobre objetivos de conservación

Tratándose de una “AMP de uso múltiple”, la propuesta de la Antártida Oriental busca comulgar el interés por la pesca (tanto real como potencial) con el conocimiento actual de los ecosistemas de la región y los objetivos de conservación de las AMP. Este enfoque es compatible con el modus operandi de la CCRVMA y con la visión de que no existe una única solución en lo que respecta a las áreas protegidas, a pesar de que algunos miembros de la CCRVMA (así como las ONG ambientales) preferirían tener la certidumbre de que hay zonas en la AMP donde la pesca está prohibida.

Los problemas con respecto a la relación entre la conservación y la utilización de los recursos vivos marinos apuntan a desacuerdos sobre la propuesta del EARSMPA. Este desacuerdo, que tiene relación con la interpretación del objetivo de la Convención para la CRVMA por parte de distintos miembros, trasciende la discusión de la Antártida Oriental y llega a toda el área de la Convención. En breve, el objetivo principal de la Convención para la CRVMA es la conservación de los recursos vivos marinos, y la pesca, así como otras actividades relacionadas, está permitida siempre y cuando cumpla con los criterios establecidos por la Convención con respecto al uso del enfoque ecosistémico y del principio de precaución. Una interpretación que busque maximizar las oportunidades de pesca en detrimento de la conservación es incongruente con este objetivo (ASOC 2015).

En este contexto, ¿Cuál es el camino a seguir para el EARSMPA? Sugerimos que se refine el diseño actual de la propuesta para así fortalecerla desde el punto de vista de la conservación, y hacerla más clara y simple. Esto debería hacerse, principalmente, dejando en claro las medidas de protección marina, identificando por ejemplo áreas importantes para el ecosistema donde la pesca esté prohibida o definiendo por lo menos el proceso para designarlas dentro de un área de uso múltiple. Esto dejaría en claro las zonas en que la pesca estaría fuera de los límites y aquellas en que se aceptaría en tanto sea coherente con los objetivos de la AMP. Las áreas donde la pesca


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esté prohibida deberían incluir aquellas con ecosistemas marinos vulnerables (EMVs) que puedan resultar afectados por la pesca de palangre, reforzando así otras medidas de conservación vigentes; debería incluir también zonas para la protección de los depredadores terrestres que podrían verse afectados por la pesca de kril.

Una propuesta más clara y más simple aumentaría la posibilidad de que se designe el EARSMPA. Sin embargo, cabe repetir que las decisiones de la CCRVMA se basan en la ciencia pero se completan con consideraciones políticas; por eso, podría ser beneficioso para los coproponents de la EARSMPA ‘ Australia, la Unión Europea y Francia - que consultaran con otros miembros con antelación a las discusiones anuales de la CCRVMA, incluso mediante alcances políticos de alto nivel.

Aunque las AMP establecidas por la CCRVMA se vuelven “propiedad” de todos y cada uno de sus miembros, los proponentes tienen mucha participación en su diseño y la implementación. Australia, la UE y Francia podrían promover activamente la “co-propiedad” de la AMP con otros miembros de la CCRVMA a fin de reducir inquietudes sobre las implicaciones geopolíticas del EARSMPA. Esto podría implicar iniciativas concretas de los miembros interesados en el control, la investigación y el monitoreo de las AMP.

Fig. 1. El Sistema Representativo de la Antártida Oriental sobre Áreas Marinas Protegidas en el Dominio de Planificación de la Antártida Oriental en el 2013. CCRVMA XXXII: Propuesta de Medida de Conservación que establezca un Sistema Representativo de las Áreas Marinas Protegidas en la Antártida Oriental (2013).


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Conclusiones Luego de años de discusión, la adopción de la AMP del Mar de Ross marcó “el fin del comienzo” del proceso de designación de las AMP [por parte] de la CCRVMA. Se reconoció que la propuesta del EARSMPA estaba basada en la mejor ciencia disponible y fue largamente debatida durante los años. Parecería que las objeciones contra su adopción tienen que ver principalmente con las políticas de uso de los recursos vivos marinos de la Antártida.

En virtud de la credibilidad de la CCRVMA, el EARSMPA (que tiene una ambición de conservación más fuerte y medidas de protección claras) debería ser designado pronto. A su vez, las cuatro AMP que se eliminaron de la propuesta original deberían ser reinsertadas a fin de mantener la integridad del sistema representativo de AMPS original.

Adoptar una nueva AMP probará que la creación de la AMP en el Mar de Ross no fue un hecho aislado de la CCRVMA, y permitirá la adopción de otras AMP dentro del marco de la Medida de Conservación 91-04. También mejorará la credibilidad de la CCRVMA como órgano de conservación, que se ha visto afectada por años de largas discusiones sobre las AMP, aunque mejoró parcialmente al adoptarse la AMP en la región del Mar de Ross. En contrapartida, toda demora en adoptar nuevas AMP afectará el proceso de creación de una red de AMP y pondrá en duda el compromiso de los miembros de la CCRVMA con los objetivos de conservación de la Convención. La responsabilidad de que la CCRVMA cumpla su objetivo de crear una red de AMP para proteger

Fig. 2. Las AMP por separado contribuyen en esta Medida de Conservación al Sistema Representativo de la Antártida Oriental sobre Áreas Marinas Protegidas en el Dominio de Planificación de la Antártida Oriental. (CCRVMA-XXXV/15 Rev. 1, Revisiones al boceto del Sistema Representativo de las Áreas Marinas Protegidas en la Antártida Oriental (EARSMPA) Medida de Conservación, 2016).


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el Océano Austral recae en todos y cada uno de los miembros de la CCRVMA. Cuando la CCRVMA alcance este objetivo, el propósito de conservación de la Convención será promovido.

Referencias

-ASOC (2015): Implementing Article II of the CAMLR Convention. CCAMLR XXXIV/BG/25 (2015):-ASOC (2016): A representative system of CCAMLR MPAs: Current proposals and beyond. CCAMLR-XXXV/BG/26.-Brooks C., L. Crowder, L. Curran, R. Dunbar, D. Ainley, K. Dodds, K. Gjerde & U.R. Sumaila. 2016. Science-based management in the decline in the Southern Ocean. Science. 354 (6309): 185-187.-Brooks C. & D. Ainley. 2017. Fishing the bottom of the Earth: The political challenges of ecosystem-based management. Pp 422-438. In Handbook on Antarctic Politics. K. Dodds, A. Hemmings & P. Roberts (eds). Edward Elgar Publishing (Cheltenham, UK).-De Broyer C., Koubbi P. et al (eds.) (2014). Biogeographic Atlas of the Southern Ocean. Scientific Committee on Antarctic Research, Cambridge, XII + 498 pp. -SC-CAMLR XXX (2011): Report of the Thirtieth Meeting of the Scientific Committee, Hobart, Australia, 24–28 October 2011. https://www.ccamlr.org/en/system/files/e-sc-xxx.pdf-SC-CAMLR-IM-I (2013): Report of the First Intersessional Meeting of the Scientific Committee, Bremerhaven, Germany, 11-13 July 2013. https://www.ccamlr.org/en/system/files/e-sc-im-i.pdf-SC-CAMLR XXXV (2016): Report of the Thirty-Fifth Meeting of the Scientific Committee, Hobart, Australia, 17–21 October 2016. https://www.ccamlr.org/en/system/files/e-sc-xxxv.pdf-Roura RM (2015): “Southern Ocean sustainability under overlapping regimes: The case of Marine Protected Areas”. Ocean Sustainability Science Symposium. University of Kiel’s Cluster of Excellence “The Future Ocean”. Kiel, Germany, 4-6 March 2015. Abstract Book, page 15.


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Protegiendo el mar de Weddell

Mike Walker , Cassandra Brooks y Ricardo Roura

ABSTRACT

En 2009, los miembros de la CCRVMA se comprometieron a crear un “sistema de Áreas Marinas Protegidas (AMP) dentro del Área de la Convención para 2012” (CCRVMA 2009). La propuesta de AMP en el Mar de Weddell, formulada por Alemania y presentada por la Unión Europea en 2016, es un paso adelante de ese sistema de protección. El Mar de Weddell está amenzado por el cambio climático y la industria pesquera que podría alterar su medio ambiente único. La propuesta de AMP en el Mar de Weddell definió objetivos de conservación y grandes áreas de no-captura. Si bien algunos aspectos de la propuesta podrían reforzarse, esta AMP constituye un sólido punto de partida para proteger la región del Mar de Weddell.

Palabras Claves

Mar de Weddell, Área Marina Protegida, CCRVMA, Océano Austral, Antártida

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La Región del mar de Weddell

La región del Mar de Weddell abarca una gran y profunda bahía rodeada por la Península Antártica oriental y la Tierra de la Reina Maud, delimitando uno de los ecosistemas más intactos del mundo (Halpern et al., 2008; Figura 1). La región es además altamente productiva y extremadamente helada, proporcionando un hábitat ideal para el kril, eslabón escencial en la cadena trófica de otros mamíferos, peces y aves marinas. A pesar de las extremas condiciones climáticas, en el Mar de Weddell existe una amplia biodiversidad que se extiende desde la plataforma superficial hasta el mar profundo. Desde su descubrimiento en 1823, no se ha visto afectado en gran medida por las industrias extractivas debido al casi infranqueable hielo marino - algo sobre lo que el explorador polar Ernest Shackleton podría fácilmente dar fe.

Sin embargo, el Mar de Weddell se encuentra ahora bajo amenaza. El Mar de Weddell occidental más cercano a la Península Antártica se está calentando rápidamente resultando en disminuciones significativas de hielo marino. Por el contrario, la región oriental del Mar de Weddell se está enfriando y experimenta una expansión de hielo. Predecir los efectos de los cambios en la temperatura, el hielo marino y otros impactos relacionados con el clima es difícil, pero los estudios sugieren que la vida en el Mar de Weddell sufrirá dichos efectos. En otras regiones de la Antártida, las colonias de pingüinos están disminuyendo potencialmente debido al cambio climático. En la región del Mar de Weddell, las colonias de pingüinos Emperador y de Adelia están en peligro. Del mismo modo, se pueden esperar cambios en la disponibilidad y el hábitat de las presas de las focas de Weddell, las focas cangrejeras, las focas leopardo, los lobos marinos, las focas de Ross y los elefantes marinos.

Si bien las duras condiciones del hielo marino han dificultado históricamente la pesca en la región del Mar de Weddell, la zona se enfrenta a una creciente presión. En el este del Mar de Weddell, la pesca comercial de merluza negra comenzó en 2004 y ha continuado en un nivel bajo de alrededor de 200-400 toneladas anuales. Por el contrario, el Mar de Weddell occidental nunca ha experimentado la pesca comercial, hasta 2013 cuando comenzó la pesca mínima de investigación (con fines comerciales) de merluza negra. El nivel de pesca puede ser bajo actualmente, pero la merluza negra es parte importante de una lucrativa pesquería internacional y algunos estados miembros de la CCRVMA están presionando para aumentar las capturas en la región del Mar de Weddell. Debido a la amenaza que representa el cambio climático y el aumento de la presión pesquera, la protección de las ecológicamente intactas, diversas y extraordinarias regiones del Mar de Weddell con una amplia área marina protegida (AMP) incluyendo zonas de exclusión, aseguraría que su rica biodiversidad bentónica, sus poblaciones de kril y de grandes depredadores sigan prosperando.

En este artículo describimos la propuesta existente para establecer un área marina protegida en la región del mar de Weddell y sugerimos maneras de fortalecerla para mejorar sus beneficios de conservación.

Área Marina Protegida del Mar de Weddell Propuesta

En octubre de 2016, la Unión Europea, basándose en el trabajo de Alemania, presentó una propuesta


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de AMP en el Mar de Weddell (WSMPA, por sus siglas en inglés) en la trigésima quinta reunión de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA). La propuesta fue el producto final de un extenso período de discusión y evaluación, que comenzó en 2012 y fue parte de un debate más amplio en la CCRVMA desde 2002 sobre una red de AMPs en el Océano Austral. Para la planificación de esta AMP, la región del Mar de Weddell se extendió al este del Mar de Weddell (Área de Planeamiento de AMP de la CCRVMA 3), incluyendo áreas de la región de la Tierra de la Reina Maud (Área de Planeamiento de AMP de la CCRVMA 4).

El área total del WSMPA, propuesta en octubre de 2016, es de 1.797.438 km2 y está compuesto por una Zona de Protección General, una Zona de Protección Especial y una Zona de Investigación Pesquera con cada zona permitiendo un nivel diferente de actividad humana. Esta AMP busca proteger una variedad de hábitats y vida marina que incluyen:• ejemplos representativos de ecosistemas pelágicos y bentónicos, su biodiversidad y hábitats;• protección a diversas escalas geográficas, que es clave para la integridad funcional y la viabilidad de los ecosistemas y procesos locales;• establecimiento de áreas científicas de referencia para vigilar los efectos del cambio climático, la pesca y otras actividades humanas;• la protección de los hábitats esenciales como refugio para los depredadores superiores, como mamíferos y aves marinas, peces y otras especies dependientes del hielo, para mantener y / o mejorar su capacidad de adaptación a los efectos del cambio climático.

La propuesta se desarrolló utilizando el modelo de Marxan (CCRVMA 2016), un enfoque aceptado para la protección espacial en la CCRVMA y globalmente (CCRVMA 2008). Los análisis incluyeron la mejor evidencia disponible en capas de datos que luego fueron documentadas con metadatos en la propuesta. Además, se propuso que el WSMPA esté en vigor indefinidamente, con un período de revisión sugerido de 10 años.

Fortalecimiento de la propuesta del AMP del mar de Weddell

La Zona de Protección General (ZPG), que prohíbe la pesca comercial pero permite la pesca de investigación, abarca la mayor parte de la AMP propuesta. Esta región proporcionaría un alto nivel de protección para el área, incluyendo la región oriental que abarca la cresta de Astrid, la elevación de Maud y otros montes submarinos cercanos. La ZPG también incluye las zonas de aguas profundas que se han incorporado en la extensión hacia el este, más allá de la punta de la Península Antártica, y una extensión norte de la frontera en las subáreas 48.5 y 48.6 de la CCRVMA. El diseño de esta AMP con grandes áreas de no extracción y con una duración indefinida es consistente con las mejores prácticas para obtener resultados de conservación (Edgar et al., 2014).

La Zona de Protección Especial (ZPE) propuesta, en la que se prohíben todas las actividades pesqueras (incluida la pesca de investigación), se limita a un área mínima basada en el conocimiento actual de los sitios de anidación y los ecosistemas marinos vulnerables (EMV) - por ejemplo, montes submarinos, respiraderos hidrotermales, corales de agua fría y campos de esponja. Para mayor precausión, la AMP debe ampliarse utilizando procesos como la biorregionalización para designar


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la protección de otros EMV probables, pero no verificados. Asimismo, la ZPE debe incluir hábitats y características únicas, raras, biodiversas y / o endémicas. Para lograr esto, la ZPE debe ampliarse en el subárea 48.6 de la CCRVMA para proteger el hábitat adicional de la esponja antártica e incluir características únicas tales como cañones submarinos y montes submarinos.

La Zona de Investigación Pesquera propuesta (ZIP), que permitiría la pesca comercial y de investigación de merluza negra dirigida, abarca el 90 por ciento del hábitat en el rango de profundidad de la merluza negra en el subárea 48.6 de la CCRVMA. Mantener esta amplia área potencialmente abierta a la pesca de merluza negra deja a la pesca comercial actual, así como cualquier futura pesca, a expensas de la protección del mismo ecosistema. Dada la importancia ecológica que tiene la merluza negra como depredador superior del Océano Austral, una proporción significativa del hábitat de este pez debe ser designada como fuera de los límites de la pesca.

Fig. 1. Región del Mar de Weddell y propuesta de área marina protegida que muestra las diferentes zo-nas: Zona de Protección General en marrón, Zona de Protección Especial en rojo y Zona de Investigación Pesquera en amarillo; Crédito del mapa K. Teschke / H. Pehlke del AWI 2016.


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CONCLUSIÓN

En 2009, los miembros de la CCRVMA se comprometieron a poner en marcha un “sistema representativo de AMPs dentro del Área de la Convención para 2012” (CCRVMA 2009). El WSMPA será un elemento importante de ese sistema de protección. La propuesta formulada en 2016 ha definido claramente objetivos de conservación, incluidos las grandes áreas de no-captura. Si bien algunos aspectos de la propuesta podrían reforzarse, constituye un sólido punto de partida para proteger la región del Mar de Weddell. Las experiencias pasadas en la CCRVMA demuestran que las propuestas de AMP sufren una disminución significativa en la ambición de protección ambiental durante las negociaciones, ya que la propuesta se discute y se refina para acomodar los intereses de varios miembros (Brooks et al., 2016). Los proponentes del WSMPA deben prestar atención a las experiencias del pasado y asegurarse de que cualquier propuesta revisada continúe conservando su ambición de preservación y alcance los objetivos de proteger el ecosistema del Mar de Weddell.

Referencias

- AWI. (2016) “Hoja informativa. Mar de Weddell. 8 razones para un Área Marina Protegida.” Alfred-Wegener - Instituto para la Investigación Polar y Marina.- Brooks, Cassandra, L.B. Crowder, Lisa Curran, Robert Dunbar, David Ainley, Klaus Dodds, Kristina M. Gjerde y Rashid Sumaila. (2016). “Gestión basada en la ciencia en declive en el Océano Austral”. Science 354 (6309): 185 - 187.- CCRVMA. (2008) “Informe de la XXVII Reunión de la Comisión”.- CCRVMA. (2009). “Informe de la XXVIII (2009) Reunión de la Comisión”.- CCRVMA. (2016). “Informe de la XXXV (2016) Reunión de la Comisión”.- Edgar, G.J., Stuart-Smith, R.D., Willis, T.J., Kininmonth, S., Baker, S.C., Banks, S., Thomson, R.J. (2014). “Los resultados de la conservación mundial dependen de las áreas marinas protegidas con cinco características clave”. Nature, 506 (7487), 216 - 220. Https://doi.org/10.1038/nature13022- Halpern, BS, S. Walbridge, KA Selkoe, CV Kappel, F. Micheli, C. D’Agrosa, JF Bruno, KS Casey, C. Ebert, HE Fox, R. Fujita, D. Heinemann, HS Lenihan, EM Madin, MT Perry, ER Selig, M. Spalding, R. Steneck y R. Watson. (2008). “Un mapa global del impacto humano sobre los ecosistemas marinos”. Science 319 (5865): 948 - 52. Doi: 10.1126 / science.1149345.


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Progreso hacia el Establecimiento de Áreas Marinas Protegidas en

la Península Antártica Occidental

Rodolfo Werner y Nicole Bransome

ABSTRACT

La región al oeste de la Península Antártica es una de las áreas que ha experimentado mayor y más rápido calentamiento en el mundo. Las aguas que rodean a la Península y a las islas cercanas son el hábitat de una gran biodiversidad y una de las áreas más importantes para el kril antártico (Euphausia superba) en el Océano Austral. La alta concentración de kril en la región da sustento a la reproducción de pingüinos, focas y ballenas. Sin embargo, existe cierta evidencia que indica una caída en la población de kril debido a la menor duración del hielo marino a causa del cambio climático; a su vez laa poblaciomes de pingüinos Barbijo y Adelia también han disminuido. Asimismo, los niveles de pesca de kril en dicha área se hallan en el nivel más alto de las últimas dos décadas. Argentina y Chile están trabajando en conjunto para establecer un Área Marina Protegida (AMP) de la CCRVMA en la región. En base ala información recolectada y a los talleres técnicos donde los miembros de la CCRVMA establecieron objetivos de conservación para la región, estos dos países están trabajando en una serie de escenarios de AMP para la región que probablemente se presenten a la CCRVMA en el 2017.

Palabras Clave

Área Marina Protegida, Península Antártica, CCRVMA, cambio climático, kril Antártico

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Áreas Marinas Protegidas en la Península Antártica Occidental

Introducción a la Región de la Península Antártica La Península Antártica es la parte más septentrional del continente Antártico y se extiende casi 1.000 kms al norte desde la punta de Sudamérica. La Península mide aproximadamente 1.500 kms de longitud y tiene al Mar de Weddell al este y al Mar de Bellingshausen al oeste. Los profundos canales entre las ensenadas formadas por glaciares ayudan a transportar los nutrientes a las banquisas de hielo(Ducklow et al, 2007), lo que ayuda a manejar la increíble productividad de la región; esto, a su vez, ayuda a la alta concentración de kril (Euphausia superba) en el Océano Austral (Atkinson et al, 2004). La Península y las islas del Arco y del Mar de Scotia sirven de apoyo para una gran biodiversidad (Griffiths 2010), incluidas las orcas de tipo B2 que no existen en ningún otro lugar del planeta. El kril antártico en esta área es el sostén para la reproducción y la alimentación de pingüinos, focas y ballenas (Ducklow et al, 2007).

A comienzos del 2000, la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA), el órgano responsable de conservar los recursos vivos marinos antárticos, comenzó debates para crear una red de Áreas Marinas Protegidas (AMPs). En el 2011, la CCRVMA estableció el marco para que se designaran AMPsen el Área de la Convención, al dividir la zona en nueve “dominios de planificación”, estableciendo un mecanismo mediante el cual planificar el desarrollo de las AMPs e informar sobre ello. La Península Antártica se incluyó en el “Dominio 1, Península Occidental–Arco de Scotia del Sur” (Imagen 1).

Fig. 1. Ubicación del Dominio 1, entre el Mar de Weddellal este, el Mar de Bellingshausenal oeste y el Arco de Scotia del Norte al norte.Mapa otorgado por Valeria Falabella, Wildlife Conservation Society.

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Actividad Humana

La región de la Península Antártica y del Mar de Scotia es una de las áreas más activas de la Antártida, pues está sujeta a una importante actividad humana, lo que probablemente tenga un impacto en el hábitat y en el ecosistema de la Antártida. Con hermosas zonas montañosas y una biodiversidad increíble, esta región es el atractivo turístico más importante de la Antártida y es el área que más investigación científica experimenta.La Península Antártica Occidental es también el área que se ha calentado mas rápidamente en el Océano Austral y a nivel global (Clarke et al, 2007). La fauna de la región experimenta a su vez e un aumento de parasitismo y distintas enfermedades. Por ejemplo, recientemente se descubrió que los pingüinos Barbijo (Pygoscelisantarctica) de la Isla Decepción son los primeros en tener garrapatas (Montero et al, 2016). En el pasado, el Dominio 1 ha sido escenario de sobreexplotación de focas y ballenas y de algunas especies de peces, tales como el Champsocephalusgunnariy el Nototheniarossii. Las poblaciones de focas y de ballenas ya casi se han recuperado (Ainley et al, 2010), pero los peces de aleta y otros blénidos antárticos (peces con proteínas en la sangre que actúan evitando el congelamiento) todavía están en el lento proceso de recuperación (Marschoff et al, 2012).

La pesca de kril antártico

El interés por la pesca de kril comenzó en los años ‘60, y el nivel de pesca más alto se alcanzó a comienzos de los años ’80, con más de medio millón de toneladas. La preocupación por los altos niveles de pesca de kril antártico fue lo que impulsó la creación de la CCRVMA en 1982. A comienzos de los años ’90, la pesca cayó drásticamente debido a la escición de la Unión Soviética, lo que llevó a un freno de las actividades de esta flota altamente subsidiada. El nivel de pesca actual del kril antártico es el más alto de las últimas dos décadas y podría aumentar aún más (Nicol et al, 2012). Esta pesca se ha triplicado en los últimos años, alcanzando un máximo de 293.815 toneladasen la temporada de pesca 2013/2014 (CCRVMA 2015).

Históricamente, la pesca ha tenido lugar durante el verano, cuando los pingüinos están limitados en cuanto a las distancias que pueden recorrer para para buscar comida. Esto da como resultado una superposición entre las operaciones pesqueras y el rango de las áreas de alimentación de los pingüinos (Hinke et al, 2017). El impacto potencial de la pesca se vuelve más preocupante dado que la pesca de kril en el Área Estadística 48 (el área de pesca que rodea a la Península, según la definió la FAO - Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) tuvo lugar aproximadamente en cuarto del área abierta a la pesca.Además, durante los últimos 10 años,la distribución espacial de la pesca se ha concentrado mayormente en la región del Estrecho de Bransfieldy en menor cantidad en la Península Antártica (Subárea 48.1) en las zonas cerca de los predadores basados en tierra, como son por ejemplo, los pingüinos.

Cambios en el Ecosistema

La actividad humana local se combina con el cambio climático y generan un gran impacto en la

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distribución y la abundancia de las especies marinas en la región.

Algunos de los efectos más pronunciados del cambio climático en la Tierra, como el calentamiento y la acidificación de los mares (Jones et al, 2017), y los cambios en la concentración y la duración del hielo marino (Stammerjohn et al, 2008)se pueden encontrar al oeste de la Península Antártica. Dado que el kril antártico depende del hielo marino para completar su ciclo de vida, la disminución de la cantidad y la duración del hielo marino durante el invierno puede ser la causa principal de la menor cantidad de kril en la región de la Península. Según Atkinson et al (2004), entre 1976 y 1990 ha habido una reducción en la cantidad de kril en la región de hasta un 81%. La ciencia también ha demostrado que el cambio climático, a través del clima regional y los patrones climáticos locales, está teniendo un efecto negativo directo en los pingüinos Adelia (Pygoscelisadeliae) (Cimino et al, 2014).

En los últimos años, se ha detectado una reducción en la población de pingüinos Adelia y pingüinos barbijo en la Península Antártica Occidental y en la región del Mar de Scotia. La población de estas especies en las colonias estudiadas ha decrecido más de un 50%en los últimos 30 años en las Islas Shetland del Sur, lo cual resulta coincide con la tendencia observada en la población de ambas especies en el Mar de Scotia(Trivelpiece et al, 2011).Recientemente se han confirmado una importante disminución en el número de crías de los pingüinos barbijo en la colonia más grande de la Isla Decepción, llamada Baily Head (Naveen et al, 2012). Los cambios en la cantidad de kril antártico (la presa principal de ambas especies) podría ser una causa de la disminución en la población de pingüinos.

Durante el verano austral de 2015-2016, hubo un caso de mortalidad de crías de pingüino Papúa en el Estrecho de Bransfield sudoeste. Las primeras observaciones fueron informadas por miembros de la Asociación Internacional de Operadores Turísticos de la Antártida (IAATO - en sus siglas en inglés) y confirmadas luego por los investigadores del programa estadounidense de investigación ecológica a largo plazo U.S. Palmer Long-Term Ecological Research.Las autopsias realizadas indicaron que la causa de la muerte fue el hambre, y no alguna enfermedad. Paralelamente se informó que durante diciembre de 2015 y enero de 2016 las operaciones pesqueras se habían concentrado directamente frente a la Isla Cuverville, donde se observó la gran mortalidad de crías de pingüino Papúa. Esta isla tiene la mayor población de crías de pingüino Papúa en el área. En la misma temporada hubo informes similares de mortalidad de pingüinos Papúa en Neko Harbor, cerca de Cuverville(CCRVMA 2016).

Manejo de la pesca del kril antártico

La CCRVMA es generalmente considerada líder en el manejo ecosistémico de la pesca, realizando un manejo de los recursos marinos en base a principios de conservación. El sistema actual de manejo de la pesquería del kril antártico divide el “nivel umbral” (trigger level en inglés) de kril de 620.000 toneladas (un límite de pesca precautorio interino) en las subáreas que rodean a la Península Antártica a fin de ayudar a aliviar la presión de la pesca localizada. La CCRVMA también se ha comprometido y a comenzado a desarrollar procedimientos de manejo en base al feedback en la pesca de kril. El manejo en base al feedback (feedback-based-management -FBM) es un sistema


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de manejo de la pesca de kril en una escala espacial pequeña que utiliza información del estado del ecosistema, como por ejemplo la respuesta observada en las poblaciones de predadores frente a la pesca y a los cambios ambientales, de manera de modificar continuamente los niveles de pesca en una determinada área. Para mayor referencia sobre el manejo de la pesca de kril antártico de la CCRVMA, consulte Gascon y Werner (2009), Werner (2015) y The Pew Charitable Trusts(2016).

Estado del proceso de las AMP

Un número de pequeñas AMPs se ha ya establecido a lo largo del Dominio 1, incluida la zona de las Islas Shetland del Sur y el Archipiélago Palmer. Sim embargo, estas pequeñas áreas (que en general son áreas terrestres con un pequeño componente marino), que son manejadas por la Reunión Consultiva del Tratado Antártico, no resultan adecuadas ni para proteger a la población de kril de la Península Antártica, ni a los millones de de aves marinas y mamíferos marinos que reproducen en esta zona, así como tampoco al ecosistema en general. Como una primera medida para la protección espacial marina, la CCRVMA estableció una AMP alrededor de las Islas Orcadas del Sur, protegiendo así también una parte del Dominio 1. Además,en base a una decisión de la CCRVMA de 2016,podrían designarse “Áreas Especiales de Estudio Científico” en las áreas marinas que quedaran expuestas tras el repliegue o el colapso de barreras de hielo, glaciares o lenguas glaciares (una fina capa de hielo) en ciertas partes de la Península. Aunque no son AMPs, estás áreas podrían proteger la biodiversidad marina de la costa por un tiempo de hasta 10 años.

Argentina y Chile han liderado desde el año 2012 el proceso para designar AMPs adicionales dentro del Dominio 1. Desde entonces, se han creado más de 180 capas de información científica en un proceso de colaboración que incluyó a muchos miembros de la CCRVMA. Estas capas describen la distribución espacial de los procesos del ecosistema, hábitats y especies principales, mientras que docenas de otras capas tienen información sobre las actividades humanas como la pesca, el turismo y actividades científicas y de logística (CCRVMA 2016).

En base a un espíritu transparente de cooperación, Argentina y Chile han organizado una gran cantidad de encuentros internacionales enfocados en el Dominio 1 para los miembros interesados de la CCRVMA, para así facilitar la colección, el análisis, la discusión y la integración de la información En el2012, el Primer Taller Internacional sobre AMPs del Dominio 1, llevado a cabo en Valparaíso, Chile, definió los objetivos de conservación del área. En el 2013, Argentina y Chile llevaron a cabo un taller bi-nacional en La Serena, Chile, donde ambos países establecieron los pasos necesarios para crear una propuesta de AMP, y acordaron utilizar el programa MARXAN como la herramienta de planificación de conservación sistemática. En el 2015, Argentina organizó el Segundo Taller Internacional sobre AMPs que se llevó a cabo en Buenos Aires. Este encuentro fue fundamental para sentar las bases científicas y técnicas de los objetivos de conservación. En el encuentro del 2015 también se actualizaron las capas de información, se agregaron datos nuevos y se definió el rango específico de los niveles de los objetivos de conservación para su posterior análisis.

Finalmente, en julio de 2016 se realizó un taller informal en el marco de la reunión del Grupo de Trabajo de Monitoreo y Manejo del Ecosistema de la CCRVMA técnicos logrados durante el año


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anterior. La mayoría de los miembros de la CCRVMA asistieron al taller y tuvieron una buena oportunidad para debatir la sensibilidad del MARXAN a los diferentes parámetros, incluido el nivel de protección de cada objeto de conservación. Se presentaron y discutieron análisis complementarios realizados utilizando información previa, así como información nueva disponible (la cual se había incorporado anteriormente a la “base de datos del Dominio 1 de la CCRVMA”) de manera de validar los resultados obtenidos hasta el momento.

Próximos pasos

En julio de 2017, en el encuentro del Grupo de Trabajo de Monitoreo y Manejo del Ecosistema de la CCRVMA que tuvo lugar en Buenos Aires, Argentina y Chile presentaron una propuesta preliminar con miras a la preparación de una propuesta formal de AMP que sea luego validada por el Comité Científico de la CCRVMA y debatida posteriormente por la Comisión.

Las AMP que se implementen en la Península Antártica deberían proteger los hotspots de biodiversidad, así como los hábitats bentónicos y pelágicos únicos y representativos de esta región. Idealmente, una AMP efectiva para la Península incluiría zonas en que la pesca estuviese prohibida en l áreas costeras donde los pingüinos se alimentan durante la temporada de cría, principalmente en la región del Estrecho de Bransfield y del Estrecho de Gerlache. En particular en estas dos áreas donde la pesca de kril se ha concentrado en los últimos años, se se han observado grandes cambios en la poblaciónes de predadores. Además, la AMP debería considerar la protección delos hábitats de desove y cría del kril y de otras especies de peces valiosas desde el punto de vista económico y ecológico (es decir,los peces de aleta, lepismas, y la merluza negra); debería considerar también las áreas de cría, alimentación y migración de aves y mamíferos marinos. Aunque las AMPs no pueden frenar el cambio climático y la acidificación, los estudios demuestran que sí pueden ayudar a contribuir a la relicienciacia del ecosistema eliminando el estrés producido por las actividades pesqueras. La AMP también debería incluir refugios de referencia para el cambio climático, esto es áreas sin pesca donde l los efectos del cambio climático puedan ser estudiados.

En la designación de AMPs dentro del Dominio 1 de la CCRVMA, el desarrollo del manejo de la pesquería del kril en base al feedback deberá ser tenido en cuenta para asegurar que se armonizan ambos procesos. Por lo tanto, la CCRVMA necesitará proteger a las principales áreas de alimentación de los predadores en el Dominio 1, teniendo en cuenta la necesidad de incorporar áreas de referencia para el manejo de la pesqueria de kril en base al feedback. A estos fines, será necesario identificar las áreas más sensibles a la pesca, las cuales deberían ser protegidas, para su posterior comparación con las áreas sujetas a la actividad pesquera. El modo en que los objetivos de conservación espacial de la Convención habrán de interactuar con el manejo de la pesca de kril en la región de la Península Antártica, una de las zonas de la Antártida que sufre los mayores impactos y más rápidos cambios, sigue siendo uno delos principales desafíos para la CCRVMA.


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REFERENCIAS

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Rodolfo Werner y Nicole Bransome.

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La política ballenera de Japón en la Antártida, momento de actuar

para el Sistema del Tratado Antártico

Elsa Cabrera

ABSTRACT

Desde el histórico fallo de la Corte Internacional de Justicia en 2014 contra el programa de caza de ballenas de Japón en la Antártida (JARPA II), el gobierno japonés ha desarrollado e implementado una estrategia política para continuar cazando ballenas minke en el Océano Austral. Dado que la Comisión Ballenera Internacional no ha tenido la capacidad de hacer cumplir la sentencia de la Corte y considerando las implicancias de la continuación de la política ballenera de Japón en la Antártida y en la seguridad del Océano Austral, estas matanzas deberían convertirse en motivo de preocupación para los Miembros del Sistema del Tratado Antártico (STA).

Palabras Clave

Caza de ballenas en la Antártida, JARPA, Comisión Ballenera Internacional, Sistema del Tratádo Antártico, Áreas Marinas Protegidas, Océano Austral

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La Política ballenera de Japón en la Antártida, momento de actuar para el Tratado Antártico

Antecedentes

El 31 de Marzo de 2014, la Corte Internacional de Justicia dictó un fallo histórico mediante el cual sentenció al gobierno de Japón a revocar cualquier autorización, permiso o licencia existente en relación con el Programa de Investigación de Caza de Ballenas de Japón en la Antártida bajo Permisos Especiales (JARPA II). También ordenó a Japón a que se abstuviera de otorgar otros permisos en cumplimiento de ese programa1. Según el fallo, la Corte concluyó que Japón violó la moratoria sobre la cacería comercial de ballenas, la moratoria de los buques factorías y la prohibición sobre la caza comercial de ballenas en el Océano Austral2.Aunque inicialmente el gobierno de Japón afirmó que respetaría la sentencia, pronto implementó una estrategia para continuar sus operaciones de caza de ballenas en el Océano Austral. En noviembre de 2014, el Instituto de Investigación de Cetáceos publicó un proyecto de programa para resumir sus investigaciones en el Océano Austral, conocido como el Nuevo Programa de Investigación Científica en el Océano Antártico o el NEWREP-A.

Al igual que la JARPA II, el Comité Científico de la CBI no ha validado la necesidad de un nuevo programa de investigación letal en la Antártida. En abril de 2015, un Grupo de Expertos de la CBI concluyó que la información presentada en la propuesta japonesa no demuestra la necesidad de muestreo letal para alcanzar sus objetivos científicos3. Un mes más tarde, la mayoría de los miembros del Comité Científico de la CBI acordaron con el Grupo de Expertos que la matanza anual de 333 ballenas minke antártica (Balaenoptera bonaerensis) durante los próximos 12 años, propuesta bajo NEWREP-A, no puede considerarse como razonable4. En enero de 2016, una carta publicada en la revista científica Nature, firmada por 30 investigadores - 29 de los cuales son miembros del Comité Científico de la CBI más un experto independiente - afirmó que la ciencia detrás de la actividad ballenera japonesa en el Océano Austral no logró alcanzar un nivel razonable de revisión de parte de sus pares5. En mayo de 2015, una carta presentada en el Comité Científico de la CBI y apoyada por alrededor de 500 científicos de 30 países, se opuso al plan de investigación de ballenas propuesto por Japón, afirmando que el programa de caza de ballenas en la Antártida continúa siendo “el resultado de intereses comerciales y políticos destinados a consolidar la apropiación ilegítima de valiosos recursos vivos marinos antárticos6”.

A fin de implementar por completo el NEWREP-A y descartar cualquier acción legal en el futuro ante la CIJ respecto a su programa de caza de ballenas en el Océano Austral, en octubre de 2015 el gobierno de Japón rechazó formalmente la competencia de la Corte en lo que respecta a la vida silvestre y los recursos naturales7. En una declaración dirigida al Secretario General de las Naciones Unidas, el gobierno de Japón afirma que la jurisdicción de la CIJ no se aplica a “ninguna controversia que surja de, se refiera o se relacione con la investigación, la conservación, la gestión o la explotación de recursos vivos del mar8”.

El 1 de diciembre de 2015, la flota ballenera de Japón zarpó a la Antártida y regresó al puerto en marzo de 2016, luego de matar a 333 ballenas minke antárticas. El NEWREP-A inició su implementación durante los próximos 12 años a pesar de las conclusiones del Panel de Expertos y del Comité Científico de la CBI sobre el uso injustificado del muestreo letal de ballenas para alcanzar los objetivos científicos del programa. Al hacerlo, el gobierno japonés también hizo caso omiso a

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Elsa Cabrera

una resolución9 adoptada por la CBI en 2014 que establece que no se otorgarán permisos especiales para la caza de ballenas sin un proceso de revisión por parte del Comité Científico de la CBI y la evaluación de la Comisión respecto de si el proponente de dicho programa especial ha actuado de acuerdo con este proceso de revisión.

La comunidad internacional reaccionó en consecuencia. En diciembre de 2015, Nueva Zelanda lideró una protesta diplomática, a la que se unieron 33 países, sobre la decisión de Japón de reanudar la caza de ballenas en el Océano Austral, afirmando que “no hay base científica para la matanza de ballenas” e instó al gobierno de Japón como miembro de la CBI a “respetar los procedimientos de la Comisión y el asesoramiento de su Comité Científico10”. En julio de 2016, el Parlamento Europeo adoptó una enérgica resolución11 sobre la decisión de Japón de reanudar la caza de ballenas en la temporada 2015-2016, que entre otros, “Lamenta que, al reanudar la caza de ballenas, Japón ignore claramente la decisión de la CIJ” y “considera que esta cacería violan las normas de la CBI y del derecho internacional”. En agosto de 2016, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) aprobó una moción por una mayoría del 95% de sus 89 países miembro, llamando a Japón a revocar cualquier permiso especial existente para la investigación letal de ballenas en el Océano Austral y a los miembros de la CBI a acatar sus resoluciones, reglamentos y procedimientos12. En septiembre de 2016, los países latinoamericanos miembros de la CBI - conocido como Grupo Buenos Aires - declararon en un comunicado que “no hay base científica para incluir métodos letales en NEWREP-A13”. Más recientemente, el 18 de enero de 2017, los Países Bajos, en nombre de la Unión Europea (UE) se opusieron firmemente a la continuación de la caza científica Antártica, afirmando que “Japón no demostró la base científica para incluir métodos letales en el NEWREP-A y por lo tanto, considera que la continuidad del muestreo letal en la temporada 2016/2017 no está justificada. En consecuencia, los Estados miembros de la UE que son parte de la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas solicitan firmemente que el gobierno de Japón cancele los permisos especiales expedidos para llevar a cabo la caza de ballenas en el marco del NEWREP-A”.

Consecuencias del Programa de Caza de Ballenas de Japón en la Antártida

El fallo de la CIJ contra JARPA II establece que la aplicación del Artículo VIII de la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas para “la cuestión de si la matanza, captura y tratamiento de ballenas es en virtud de un permiso especial solicitado (por un Estado Parte de la Convención) para el propósito de investigación científica, no puede depender simplemente de la percepción de ese Estado14”. Añade que “el sacrificio, la captura y el tratamiento de ballenas en virtud de dicho programa no entran en el ámbito del artículo VIII, a menos que esas actividades sean “con fines de investigación científica15”. Sin embargo, el gobierno de Japón continúa sus operaciones de caza de ballenas en la Antártida bajo un nuevo programa de investigación cuyo componente letal no ha sido validado con fines de investigación científica por el Panel de Expertos de la CBI y el Comité Científico de la CBI. Por lo tanto, se podría afirmar que al ignorar la decisión de la CIJ, la matanza de ballenas bajo el NEWREP-A también puede considerarse ilegal.

Dado que la CBI no ha tenido la capacidad de hacer cumplir la decisión de la CIJ y considerando

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las consecuencias de la continuidad de la política ballenera de Japón en la Antártida para la administración y la seguridad del Océano Austral, la cuestión de la caza científica de ballenas en el Océano Austral también debería ser motivo de preocupación para los miembros del Sistema del Tratado Antártico (STA).

Uno de los principales factores que motivaron la conclusión del Tratado Antártico en 1959 fue la seguridad tanto del continente como del Océano Austral16. Aunque el alcance del término seguridad se limitaba en aquel entonces a acciones militares de defensa, hoy éste término abarca una amplia gama de áreas como seguridad económica, seguridad alimentaria, seguridad humana, y seguridad ambiental, entre otras.

Los principales objetivos del Tratado son evitar la utilización de la Antártida con fines militares y preservar la región para fines pacíficos únicamente17. Este último objetivo ha sido fundamental para instar a las partes del tratado a cooperar en cuestiones económicas potencialmente desestabilizadoras, como el acceso a los recursos naturales18.

Durante sus primeros 30 años, el Tratado Antártico mostró una capacidad para responder a los nuevos desafíos, creando un sistema de instrumentos (STA) que incluye la Convención para la Conservación de las Focas Antárticas de 1972, la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA de 1980) y el Protocolo Ambiental al Tratado Antártico de 1991 sobre la protección del medio ambiente (Protocolo de Madrid). Estos instrumentos ponen de relieve las preocupaciones de los miembros del Tratado Antártico por facilitar y fortalecer las medidas para resolver armoniosamente cuestiones potencialmente conflictivas como el acceso a los recursos marinos vivos y la protección del medio ambiente.

Sin embargo, el STA debe enfrentar nuevos y continuos desafíos, como la continuación de la caza científica japonesa en el Océano Austral, en particular en lo que respecta a cuestiones de seguridad, como la seguridad medioambiental, la seguridad humana y la seguridad marítima.

A) Seguridad ambiental

La flota ballenera de Japón en Antártica ha estado involucrada en varias situaciones que representaron graves amenazas para el medio marino. En febrero de 2007, el buque factoría Nisshin Maru sufrió una explosión y un incendio que tuvo como resultado la muerte de un tripulante y dejó el buque a la deriva y sin energía durante diez días. El incidente ocurrió a menos de 110 millas náuticas de la más importante colonia de pingüinos Adelie (Pygoscelis adeliae) con una nave que transportaba más de un millón de litros de combustible. Para evitar la posibilidad de un desastre ambiental, el gobierno de Nueva Zelanda pidió remolcar el buque fuera de la zona, pero el gobierno de Japón se negó19.

La flota ballenera japonesa también genera impactos ambientales incidentales durante sus operaciones, tales como la descarga de desechos de los buques, incluyendo vísceras de ballena20. Durante la temporada JARPA II 2005/2006, más de dos mil toneladas de despojos de ballena habrían sido eliminadas en el Océano Austral. En 2009 se estimó que casi el 40% de los despojos de ballena se habrían descargado en el Océano Austral21. Y en 2010, la organización de la sociedad


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civil Sea Shepherd Conservation Society (SSCS) afirmó que uno de sus barcos había localizado la flota ballenera siguiendo el rastro de residuos desechados por el buque factoría Nisshin Maru en el Océano Austral22.

La caza de ballenas de Japón en el Océano Austral es también una de las operaciones marítimas más importantes en la Antártida, conducida por una numerosa y diversa flota de embarcaciones, no todas de clase de hielo. Estos buques a menudo operan en desafiantes condiciones marítimas, con presencia de hielo, en ambientes marinos sensibles y en las inmediaciones de áreas de especial riqueza biológica. Debido a su aislamiento, cualquier respuesta a incidentes de seguridad o contaminación está muy limitada. Aunque los peligros y riesgos asociados a la caza de ballenas en Antártica podrían reducirse a través de un plan de contingencia integral, no pueden eliminarse por completo, excepto con el cese completo de las operaciones balleneras23.

Además, el número de colisiones entre el SSCS y los buques japoneses plantea la posibilidad de que si un buque se dañara o incluso se hundiese, entonces grandes cantidades de combustible podrían derramarse en el Océano Austral24.

Pero lo que es más importante, también existe un riesgo de que el número de ballenas asesinadas por Japón bajo el NEWREP-A pueda resultar en daño ecológico25. La primera temporada del programa (2015/2016) capturó 333 ballenas minke, incluyendo más de 200 hembras preñadas. La Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) clasifica a la población de ballenas minke de la Antártida como Datos Deficientes. La UICN también sugiere que la población se ha reducido aproximadamente un 60% entre el período 1978-91 y el período 1991-2004, pero esto todavía se está investigando26. Si la información está en lo cierto, la UICN clasificará a la ballena minke antártica como en peligro de extinción y, por lo tanto, cualquier matanza podría tener un impacto significativo en la población, especialmente cuando se capturan hembras en edad reproductiva y preñadas27.

B) Seguridad humana

Las operaciones de caza de ballenas de Japón en la Antártida también representan una amenaza para la seguridad humana. Como se señaló anteriormente, un miembro de la tripulación japonesa murió como resultado de la explosión y el fuego a bordo del Nisshin Maru en 2007. Otro miembro de la tripulación murió al año siguiente al caer al agua en las heladas aguas antárticas28.

Además, los crecientes enfrentamientos entre el SSCS y la flota ballenera japonesa conllevan un riesgo para la vida humana. Estos riesgos se ven incrementados por el hecho de que ocurren en un lugar remoto y en un ambiente frágil y políticamente sensible29. Esto último se vuelve más relevante teniendo en cuenta que el nuevo programa de caza de ballenas de Japón en la Antártida expande sus operaciones de caza de ballenas en el Pacífico y Sudeste Atlántico. Para países con extensas Áreas de Búsqueda y Rescate, como Chile, Australia y Nueva Zelanda, entre otros, la continuación de las operaciones balleneras en la Antártida plantea múltiples desafíos para la seguridad humana, especialmente ante cualquier incidente que requiera asistencia. Los costos de este tipo de operación, sólo en términos de coordinación, serán siempre altos, así como las consecuencias políticas frente a

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la pérdida de vidas humanas o el eventual fracaso de las operaciones de rescate30.

C) Seguridad marítima

En 2011, el gobierno japonés anunció la inclusión de un buque patrullero de la Agencia de Pesca de Japón a su flota ballenera Antártica, así como un número no especificado de guardias para proteger sus operaciones de la obstrucción de activistas contra la caza de ballenas. También se sugirió que Japón podría utilizar en el futuro buques de guardacostas junto con la flota ballenera. Aunque los buques militares han sido utilizados ocasionalmente para realizar el monitoreo y cumplimiento bajo la CCRVMA, el despliegue de buques militares en el área del Tratado Antártico con propósitos ofensivos o defensivos podría causar crecientes tensiones en un área destinada para la paz.

La caza de ballenas de Japón en la Antártica y el Rol del STA

La continuación de la caza científica injustificada de Japón en el Océano Austral debería ser motivo de preocupación para los miembros del Tratado Antártico. Sin embargo, una combinación de razones legales y políticas ha dado como resultado que las actividades de caza de ballenas no puedan o no deban ser examinadas por las reglas y procedimientos del STA, siendo diferidas a la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas31. Una de las principales razones es que las disposiciones legales del Tratado Antártico y sus órganos subsidiarios limitan directa o indirectamente su capacidad de actuar cuando se trata de cuestiones relacionadas con la caza de ballenas. El Artículo VI del Tratado Antártico establece que “nada de lo dispuesto en el presente Tratado perjudicará o afectará en modo alguno los derechos o el ejercicio de los derechos de cualquier Estado en virtud del derecho internacional con respecto a la alta mar dentro de la zona32”. Asimismo, el artículo VI de la CCRVMA establece que “ninguna disposición del presente Convenio derogará los derechos y obligaciones de las Partes Contratantes en virtud de la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas” y el artículo 7 del Anexo II del Protocolo de Madrid establece que “ninguna disposición del Anexo derogará los derechos y obligaciones de las Partes en virtud de la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas”. Sin embargo, estas disposiciones no excluyen la posibilidad de aplicar el STA a actividades secundarias asociadas a la caza de ballenas, que no regularían la caza de ballenas, sino que se aplicarán a cualquier otra actividad no regulada por la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas, como los impactos ambientales de accidentes y reabastecimiento33.

El instrumento jurídico más relevante para las actividades balleneras es el Protocolo de Madrid34. El artículo 2 del Protocolo designa el área del Tratado Antártico como reserva natural para la ciencia y la paz, y compromete a las partes a una protección integral de su medio ambiente y ecosistemas asociados. Las listas del artículo 3 incluyen una serie de principios ambientales que se extienden a una serie de actividades, incluidos programas de investigación científica que deben ser compatibles con el Protocolo y modificarse o suspenderse si amenazan el medio ambiente antártico35. El artículo 5 dispone que los Estados Parte deben “consultar y cooperar” cuando existan múltiples instrumentos internacionales que operen en la misma zona. Esto evitaría posibles conflictos entre la aplicación del Protocolo y la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas con


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respecto a la investigación científica. Asimismo, las disposiciones de cumplimiento del artículo 13 del Protocolo pueden aplicarse para obligar a Japón a tomar las medidas apropiadas para asegurar que el NEWREP-A se adhiera al Protocolo y para notificar a todas las partes sobre las medidas adoptadas para minimizar los impactos ambientales36. Además, en el apartado 4 del artículo 13 se dispone que todas las demás partes llamen la atención a cualquier actividad que pueda afectar a la aplicación y los principios del Protocolo de Madrid. Las preocupaciones específicas que podrían llamar la atención de los miembros del STA a Japón incluirían el cumplimiento del uso de buques reforzados con hielo y / o de doble casco, el uso de combustible más liviano, el cumplimiento de la seguridad en el mar aplicable en virtud de convenios internacionales y operaciones de reabastecimiento y transbordo37.La CCRVMA también puede aplicarse cuando se consideran actividades secundarias relacionadas con la caza de ballenas de Japón en el Océano Austral. En lo que respecta a la conservación de las ballenas, la CCRVMA es un instrumento mucho más importante que la Convención Internacional

Tabla 1. AMP del Mar de Ross y Área NEWREP-A

Provisiones en el AMP del Mar de Ross prohíben actividades de trasbordo

Área de Operación NEWREP-A

Durante las temporadas 2015/2016 el NEWREP-A fue realizado en las Áreas IV y V.

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para la Regulación de la Caza de Ballenas, ya que no sólo regula la explotación de los recursos marinos vivos -como la CIRCB regula la explotación de las ballenas-, sino también la cuestión de la conservación del ecosistema del área del Tratado Antártico38. En consecuencia, en octubre de 2016 los miembros de la CCRVMA unánimemente acordaron crear el área protegida marina (AMP) más grande del mundo en el Mar de Ross de la Antártida. Cubre 1.55 millones de kilómetros cuadrados de uno de los ecosistemas más prístinos del mundo. Especies como pingüinos, focas, aves marinas y ballenas, incluyendo ballenas minke antárticas, son abundantes dentro de la AMP. Sin embargo, sus límites también incluyen parte de un área más grande definida por el gobierno de Japón para cazar ballenas bajo NEWREP-A (ver Tabla 1).

En la Convención de la CCRVMA, la Medida de Conservación que creó la AMP también declara que “Nada en esta medida de conservación debe (...) perjudicar los derechos y obligaciones de cualquier Estado bajo el derecho internacional, incluyendo lo reflejado en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar39”. Sin embargo, también incluye una disposición que estipula que “ningún buque pesquero podrá realizar actividades de transbordo dentro del AMP, salvo en los casos en que los buques participen en una emergencia relacionada con la seguridad de la vida humana en el mar o en una operación de búsqueda y rescate40”. Se ha documentado que la flota ballenera japonesa que opera en la Antártida lleva a cabo actividades de transbordo de ballenas y combustible, incluso en condiciones peligrosas41. Aunque la CCRVMA no puede abordar directamente las actividades balleneras, tiene el derecho y la obligación de monitorear y cumplir las medidas de conservación adoptadas por sus miembros, incluidas las disposiciones del AMP del Mar de Ross, siempre que la flota ballenera japonesa opere en la zona.

Observaciones finales

La continuación de la política de caza de ballenas de Japón en el Océano Austral plantea importantes riesgos en materia de seguridad ambiental, seguridad humana y seguridad marítima. Aunque el STA tiene disposiciones para abordar estas preocupaciones, la negativa a hacerlo, incluso con actividades secundarias relacionadas con la caza de ballenas, deja un peligroso vacío en la protección ambiental y en la gobernanza de la seguridad humana del Océano Austral42.

Finalmente, vale la pena considerar que mientras las disposiciones del STA limitan la capacidad de sus instrumentos legales cuando se trata de la caza de ballenas en el Océano Austral, la CIJ estableció claramente que la caza de ballenas en la Antártida (bajo JARPA II) no era una caza acorde al ejercicio de los derechos establecidos en la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas. Al igual que la JARPA II, la implementación de la investigación letal bajo NEWREP-A no ha cumplido con el proceso de revisión de la CBI adoptado después de la sentencia de la CIJ para la caza de ballenas con permiso especial. Por lo tanto, el componente letal del nuevo programa infringe las disposiciones de la CBI y se podría considerar que no es una caza de ballenas en ejercicio de los derechos de la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas, preservado por el STA. En consecuencia, es posible que las disposiciones del STA tendientes a limitar la caza de ballenas en el Océano Austral no se apliquen.


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Referencias

1. Sentencia de la Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas en el caso relativo a la caza de ballenas en la Antártida (Australia vs. Japón, intervención de Nueva Zelandia).2. Comunicado de Prensa CIJ, 31 de marzo de 2014. La caza de ballenas en la Antártida (Australia vs. Japón: Nueva Zelanda interviene).3. Informe de la Comisión Ballenera Internacional NEWREP-Un taller de expertos (SC/66a/Rep06)4. Informe del Comité Científico de la CBI, 2015 (IWC/66/Rep01)5. Permisos Balleneros: La caza de Japón no es científica (2016). Nature, Vol 529 No 75866. Oposición de la comunidad científica internacional al programa de investigación letal de ballenas en antártica “NEWREP-A”. http://icb.org.ar/scientists_on_newrepA_eng.html7. Blog, Revista Europa sobre Derecho Internacional (20/10/15). Declaración de Japón sobre mueva cláusula opcional en la Corte Internacional de Justicia: ¿Un golpe preventivo?8. Japón: Declaración conforme al Artículo 36(2) del Estatuto de las Naciones Unidas. 7 de octubre de 2015.9. Resolución 2014-5 sobre Permisos Especiales de Caza de Ballenas10. Portal oficial de internet del gobierno de Nueva Zelanda “NZ lidera protesta diplomática contra ballenería de Japón” (Diciembre 7, 201511. Parlamento Europeo. Resolución sobre la decisión de Japón de reanudar la caza de ballenas en la temporada 2015/2016 (Julio 6, 2016)12. Moción 058 – Preocupación sobre caza de ballenas bajo permisos especiales. Congreso Mundial de la Conservación de UICN (2016).13. Declaración de la XII Reunión del Grupo Buenos Aires (Argentina, 13 al 15 de septiembre de 2016)14. Sentencia de la Corte Internacional de Justicia (Australia vs. Japón, intervención de Nueva Zelandia), párrafo 61. Marzo 31, 2014.15. Ibid. Párrafo 71.16. Donald R. Rothwell, Karen N Scott, Alan D. Hemmings. Búsqueda de la seguridad antártica. Seguridad Antártica en el siglo XXI, perspectivas legales y políticas, 2012. 17. Tratado Antártico, artículos I y V. 18. C.C. Joyner, E.R. Theis. Águila sobre el hielo: Estados Unidos en la Antártica. Hanover, University Press of England, 1997.19. Environmental News Network (23/02/07) “Nueva Zelanda exige a Japón priorizar el traslado de un ballenero afectado de la costa antártica”20. Joanna Mossop. El desafío de seguridad planteado por los permisos especiales de caza de ballenas y sus oponentes en el Océano Austral. Búsqueda de la seguridad antártica, perspectivas legales y políticas, 2012.21. Sydney Morning Herald (18/07/09). “Nuevas reglas para el transporte seguro pueden salvar a las ballenas”.22. Sea Shepherd Conservation Society (08/02/10). “Contrarrestando el Ministerio de la Verdad de Japón”23. Donald R. Rothwell y Tim Stephens (2009). La regulación de la caza de ballenas en el Océano Austral: ¿Qué papel tiene el Sistema del Tratado Antártico? Sydney Law School, Documento de investigación sobre estudios jurídicos No. 09/2024. Mossop (2012), op. cit.25. Ibid.26. Reilly, S.B., Bannister, J.L., Best, P.B., Brown, M., Brownell Jr., R.L., Butterworth, D.S., Clapham, P.J., Cooke, J., Donovan, G.P., Urbán, J. & Zerbini, A.N. 2008. Balaenoptera bonaerensis. Lista Roja de especies amenazadas de la UICN 2008: e.T2480A9449324.

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27. Whale and Dolphin Conservation Society (WDC). (24/03/2016). “La flota ballenera japonesa mata a 333 ballenas minke - la mayoría de las hembras adultas estaban preñadas”.28. Centro de Conservación Cetacea (07/01/09) Muere tercer tripulante de la flota ballenera japonesa desde 2007.29. Mossop (2012), op. cit.30. Ibid.31. Rothwell & Stephens (2009), op. cit.32. Artículos 87, (1)(e), 87 (1)(f), y 116 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.33. Rothwell & Stephens (2009), op. cit.34. Mossop (2012), op. cit.35. Bastmeijer, K. 2003. El Protocolo Ambiental Antártico y su aplicación legal interna. La Haya: Kluwer Law International.36. Artículo 13(2)-(3) del Protocolo de Madrid37. Rothwell & Stephens (2009), op. cit.38. Franceso Francioni y Tulio Scovazzi (1996). El Derecho Internacional de la Antártida. 2ª ed. La haya; Boston: Kluwer Law International.39.CCRVMA Medida de Conservación 91-05 (2016). Área marina protegida de la región del mar de Ross.40. Ibid41. Sea Shepherd Conservation Society, 17 de febrero de 2013. “Los cazadores furtivos de ballenas que reabastecen el buque Laurel entra en aguas australianas, poniendo en peligro el prístino medio ambiente antártico “. https://www.seashepherd.org.au/news-and-commentary/news/whale-poachers-refuelling-vessel-sun-laurel-enters-australian-waters.html42. Mossop (2012), op. cit.

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Autores

Andrea KavanaghAndrea Kavanagh preside el programa de conservación de pingüinos de Pew Charitable Trusts, incluyendo la protección del Océano Austral. Kavanagh se unió a Pew en enero de 2008 como gerente de la campaña de acuicultura marina, y posteriormente dirigió el proyecto de conservación del kril antártico y la campaña de conservación del mar profundo. Durante los últimos 16 años, ha trabajado como especialista en comunicaciones y directora de campaña en una variedad de temas ambientales, incluyendo mariscos sostenibles, cambio climático global y legislación nacional para regular los productos químicos tóxicos. Antes de unirse a Pew, Kavanagh fue directora de campaña en el National Environmental Trust (NET), donde dirigió la campaña Pure Salmon Campaign, una coalición internacional de grupos dedicados a elevar los estándares para los peces criados en granjas. También dirigió la exitosa campaña Take a Pass on Chile Sea Bass, en la cual más de 1.200 chefs de todo el país se comprometieron a eliminar de su menú a las especies gravemente amenazadas y se establecieron nuevas regulaciones para asegurar que sólo se vendiera merluza negra legal en Estados Unidos. Kavanagh tiene una licenciatura en ciencias ambientales y políticas de la Universidad de Vermont.E-mail: [email protected]

Cassandra BrooksCassandra Brooks recientemente completó su doctorado en política marina internacional en la Universidad de Stanford, enfocándose en la protección marina de la Antártida. Durante su anterior posgrado, Brooks estudió la merluza negra antártica en el Mar de Ross, la pesquería más remota de la Tierra. Cassandra ha trabajado en el laboratorio, bajo el agua y en el mar, y ha presentado su trabajo en conferencias y talleres tanto a nivel nacional como internacional, al mismo tiempo que publicó en revistas científicas, incluyendo Science y Nature. Trabajó como observadora federal de pesquerías en barcos de peces de Nueva Inglaterra y dedicó varios años a diferentes proyectos de educación ambiental en los Estados Unidos. Cassandra ha publicado más de 150 artículos e historias multimedia sobre ciencia marina y medio ambiente. Trabajó con organizaciones sin fines de lucro internacionales para producir información que promuevan políticas diseñadas para proteger las regiones ecológicamente importantes del mundo, mientras que redacta informes de políticas para identificar áreas importantes para la protección marina en el Antártico y en otros lugares. Desde que terminó su disertación, continuó trabajando en la intersección de ciencia, política y opinión pública para la conservación de la Antártida y otras regiones.E-mail: [email protected]

Elsa CabreraElsa Cabrera es la Directora Ejecutiva del Centro de Conservación de Cetáceos (Chile), una ONG con más de quince años de experiencia como observador acreditado y asesor técnico de la delegación gubernamental de Chile en foros internacionales, incluyendo la CBI y la CCRVMA. En 2015, su trabajo de conservación e investigación fue reconocido internacionalmente con el Distinguished

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Service Award de la Society of Conservation Biology.E-mail: [email protected]

Mike WalkerMike Walker ha trabajado en campañas de temas relacionados con la conservación del océano durante nueve años. Algunos de estos proyectos incluyen: poner fin a la sobrepesca de la UE; crear grandes reservas marinas plenamente protegidas; combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada; la conservación de tiburones; y la pesca de altura. E-mail: [email protected]

Nicole BransomeNicole Bransome ha trabajado para Pew Charitable Trusts desde 2014 con el objetivo de crear áreas marinas protegidas en el Océano Austral y regular la gestión de la pesquería de kril basado en el paradigma ecosistémico. Anteriormente, Nicole trabajó en política oceánica en el Departamento del Interior de los Estados Unidos, donde se enfocó en incorporar el paradigma de gestión pesquera basado en ecosistemas en la Política Nacional de Océanos y el Grupo de Trabajo de Arrecifes de Coral de los Estados Unidos. A lo largo de sus estudios académicos en la Universidad de California en San Diego y en la Universidad de Maryland, Nicole ha publicado varios artículos peer-reviewed relacionados con las interacciones predador-presa marina y las implicaciones para la gestión pesquera basada en el ecosistema.E-mail: [email protected]

Ricardo RouraEl Dr. Ricardo Roura es un especialista de regiones polares con amplia experiencia en investigación, análisis y defensa de la Antártida y el Sistema del Tratado Antártico. Desde su primer viaje a la Antártida a finales de su adolescencia, participó de doce expediciones antárticas, incluyendo una invernada, una expedición con Greenpeace, una con el programa antártico argentino y una con la Universidad de Canterbury (Nueva Zelanda), mientras se involucraba cada vez más en foros del Sistema del Tratado Antártico como representante de ASOC. También ha realizado investigaciones en Svalbard con el Arctic Center de la Universidad de Groningen, Holanda. Su interés de investigación actual es el comportamiento humano y las interacciones hombre-ambiente. Ha publicado en la literatura académica sobre temas antárticos/polares, incluyendo turismo, evaluación de impacto y monitoreo, áreas protegidas, patrimonio cultural y geopolítica. Es asesor principal de ASOC y representante ante el Comité de Protección Ambiental. Su objetivo es mantener la Antártida como un lugar natural inspirador y un Sistema del Tratado Antártico honesto.E-mail: [email protected]

Rodolfo WernerEl Dr. Rodolfo Werner es un ambientalista que ha dedicado su carrera profesional al estudio y la conservación del Mar Patagónico, el Océano Austral y la Antártida. Durante muchos años realizó investigaciones de campo en la Costa Patagónica (Argentina), estudiando leones marinos, elefantes marinos y pingüinos magallánicos. Rodolfo se graduó como biólogo de la Universidad de Buenos Aires, obtuvo un doctorado en Biología en la Universidad de Munich, Alemania y realizó un Posdoctorado en Zoología Marina en la Universidad de Guelph, Ontario, Canadá. Rodolfo ha sido

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consultor del Zoológico Metropolitano de Toronto, el Acuario de Vancouver, el World Wildlife Fund International, el National Environmental Trust, Greenpeace International, y otras organizaciones internacionales de conservación marina. Rodolfo tiene una extensa lista de publicaciones y presentaciones sobre ciencia y política antártica y ha asistido a las reuniones de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, al Comité de Protección Ambiental, y a las Reuniones Consultivas del Tratado Antártico durante los últimos 14 años. En la actualidad, es asesor de la Antarctic Southern Ocean Coalition y The Pew Charitable Trusts en temas de conservación de pingüinos, áreas marinas protegidas y la gestión de la pesca antártica del kril. Además, Rodolfo es el asesor científico y miembro del Consejo Directivo del Antarctic Wildlife Research Fund y el director científico de la Fundación Agenda Antártica. E-mail: [email protected]

Ryan DolanRyan Dolan se unió a la campaña mundial de conservación de pingüinos de Pew Charitable Trusts en 2013. Su trabajo se centra en la defensa de áreas marinas protegidas y reservas marinas totalmente protegidas en el Océano Austral. Antes de unirse a Pew, Dolan trabajó para el Fondo de Población de las Naciones Unidas en Nueva York. Tiene una maestría en gestión ambiental de la Universidad de Ciudad del Cabo en Sudáfrica y una licenciatura en asuntos internacionales y estudios germánicos de la Universidad de Colorado en Boulder.E-mail: [email protected]

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