Ataque Contra El Santuario Pfandl

12
Ataque contra el Santuario Dr. Gerhard Pfandl En los capítulos 2 y 7 Dios le dio a Daniel dos vislumbres del fu- turo. Luego en Daniel 8, el Señor le concedió una tercera. Vimos paralelismos entre los cuatro imperios metálicos de la visión de Nabucodonosor y las cuatro bestias en la visión de Daniel. Ade- más, Daniel 7 añadió nuevos elementos al bosquejo de la historia que presenta el capítulo 2, tales como el surgimiento y activida- des del cuerno pequeño. La visión del capítulo 8 coincide nota- blemente con las visiones previas, a la vez que les añade bastante información adicional. El relato se torna cada vez más detallado. El protagonista en la visión de Daniel 8 nuevamente es el cuerno pequeño. Siete de 27 versículos enfocan sus actividades. Con Daniel 7:28 concluye la sección aramea del libro de Daniel, y en el capítulo 8 el profeta continúa en hebreo. Incluso los símbo- los empleados son diferentes de aquellos que se encuentran en la sección aramea. Ahora no tenemos bestias salvajes, sino los ani- males usualmente sacrificados en el santuario. Información El continuo (En hebreo, tamid). La palabra hebrea tamid ocurre 104 veces en el Antiguo Testamento, y la versión Reina-Valera la traduce "conti- nuo" (King James la traduce "diario"). Empleada como un adjeti- vo o adverbio, tiene el significado de "continuo" o "perpetuo". Tamid aparece mayormente en conexión con el servicio del taber- náculo en el que puede referirse a la ofrenda quemada diaria- mente, de tarde y mañana (Éxodo 29:38,42), la lámpara que nunca

description

Descripción de Gerhard Pfandl sobre la obra del cuerno pequeño contra el santuario celestial

Transcript of Ataque Contra El Santuario Pfandl

  • Ataque contra el Santuario Dr. Gerhard Pfandl

    En los captulos 2 y 7 Dios le dio a Daniel dos vislumbres del fu-turo. Luego en Daniel 8, el Seor le concedi una tercera. Vimos paralelismos entre los cuatro imperios metlicos de la visin de Nabucodonosor y las cuatro bestias en la visin de Daniel. Ade-ms, Daniel 7 aadi nuevos elementos al bosquejo de la historia que presenta el captulo 2, tales como el surgimiento y activida-des del cuerno pequeo. La visin del captulo 8 coincide nota-blemente con las visiones previas, a la vez que les aade bastante informacin adicional. El relato se torna cada vez ms detallado. El protagonista en la visin de Daniel 8 nuevamente es el cuerno pequeo. Siete de 27 versculos enfocan sus actividades. Con Daniel 7:28 concluye la seccin aramea del libro de Daniel, y en el captulo 8 el profeta contina en hebreo. Incluso los smbo-los empleados son diferentes de aquellos que se encuentran en la seccin aramea. Ahora no tenemos bestias salvajes, sino los ani-males usualmente sacrificados en el santuario. Informacin El continuo (En hebreo, tamid). La palabra hebrea tamid ocurre 104 veces en el Antiguo Testamento, y la versin Reina-Valera la traduce "conti-nuo" (King James la traduce "diario"). Empleada como un adjeti-vo o adverbio, tiene el significado de "continuo" o "perpetuo". Tamid aparece mayormente en conexin con el servicio del taber-nculo en el que puede referirse a la ofrenda quemada diaria-mente, de tarde y maana (xodo 29:38,42), la lmpara que nunca

  • se extingue (xodo 27:20), el pan de la proposicin "continua-mente" sobre la mesa (25:30), o el mego sobre el altar que nunca debe apagarse (Levtico 6:13), etc. "En todas las instancias tamid denota aspectos del servicio del tabernculo o templo que esta-ban 'continuamente' en operacin, 'regularmente' o 'diariamente', en comparacin con ritos especiales celebrados nicamente en temporadas especficas, tales como la Pascua o el Da de la Expia-cin.... El servicio 'continuo' en el Antiguo Testamento represen-taba la continua provisin benfica de Dios para el hombre, y se-alaba hacia el futuro al ministerio de Cristo en el santuario ce-lestial que comenz despus de su ascensin (Hebreos 7:25)". El cuerno pequeo. La mayora de los eruditos modernos de la Biblia interpretan el cuerno pequeo de Daniel 7 y 8 como el rey sirio Antoco IV Ep-fanes (175-163 a.C.). En 168 a.C. luego de una campaa exitosa contra Egipto, Antoco regres a su pas va Judea y encontr una insurreccin en progreso. Elimin la rebelin con una masacre en la que murieron 40.000 hombres mujeres y nios judos (2 Maca-beos 5:12-14). Un ao ms tarde invadi nuevamente a Egipto. Sin embargo, esta vez sufri una humillante experiencia cuando, durante su marcha contra Alejandra, el legado romano, Popilius Laenas le entreg una carta del senado romano que le ordenaba abandonar Egipto. Para aadir a su vergenza, Popilius Laenas dibuj un crculo alrededor de Antoco y demand que respon-diese antes de poner un pie fuera del crculo. Conociendo el po-dero de Roma, Antoco tuvo que acceder. Entonces descarg su frustracin contra los judos. Con el deseo de convertir a Palesti-na en una provincia siria, intent obligar a los judos a "abando-nar sus costumbres ancestrales y dejar de vivir segn las leyes de Dios" (2 Macabeos 6:1). Si no rechazaban su cultura enfrentaran la muerte. Entonces profan el templo de Jerusaln al dedicarlo al dios Zeus del Olimpo y sacrificar animales inmundos sobre su al-tar (2 Macabeos 6:1-5). Su persecucin de los judos llev a la re-

  • belin de los macabeos y la re-dedicacin eventual del templo en el da 25 de Quisleu (diciembre) 164 a.C. Los adventistas del sptimo da identifican el cuerno pequeo de Daniel 8 con la Roma pagana y papal. Rechazan que el cuerno pequeo sea Antoco IV por varias razones: (1) El cuerno peque-o surgi de entre diez cuernos (Daniel 7:8), pero Antoco IV no surgi de entre diez reinos helensticos. l era el octavo rey en la dinasta seleucida que tuvo 28 reyes durante su existencia. (2) La visin de Daniel muestra que tres cuernos son arrancados ante l (versculo 8). Antoco IV no destituy a tres reyes. (3) El cuerno pequeo se hizo ms grande que los otros cuernos (versculo 20). Es obvio que Antoco IV no fue mayor que los otros reyes de su tiempo. De hecho, la presencia del embajador romano Popilius Laenas fue suficiente para causar que Antoco IV se retirara de Egipto. (4) Los santos fueron entregados en sus manos durante tres tiempos y medio (versculo 25). Segn 1 Macabeos 1:57 y 4:52-54, la profanacin del templo dur solamente tres aos y diez das. (5) El camero (Persia) se "engrandeca" (Daniel 8:4); el macho cabro (Grecia) se "engrandeci sobremanera" (versculo 8); y el cuerno pequeo creci an ms (versculo 9). En ningn momento Antoco IV fue mayor que Medo-Persia o Grecia. Un estudio de los cuernos pequeos de Daniel 7 y 8 indica un fuerte paralelismo entre ambos: (1) Ambos son pequeos al co-mienzo (Daniel 7:8; 8:9). (2) Ambos se engrandecen despus (Da-niel 7:20; ver 8:9). (3) Ambos son poderes que persiguen (Daniel 7:21, 25; 8:10,24). (4) Ambos se exaltan a s mismos y son blasfe-mos (Daniel 7:8, 20, 25; 8:10, 11, 25). (5) Ambos atacan al pueblo de Dios (Daniel 7:25; 8:24). (6) Diversos aspectos de la actividad de ambos son delineados por tiempo profetice (Daniel 7:25; 8:13,14). (7) Ambos se extienden hasta el tiempo del fin (Daniel 7:25, 26; 8:17, 19). (8) Ambos enfrentan una destruccin sobrena-tural (Daniel 7:11, 26; 8:25).

  • Debido a que en Daniel 7 el simbolismo del cuerno pequeo se-ala claramente hacia el papado, el cuerno pequeo de Daniel 8 debe referirse a la misma entidad. La nica diferencia entre los dos captulos es que en Daniel 8 el cuerno pequeo simboliza la Roma pagana (Daniel 8:9, 10) al igual que la Roma papal (verscu-los 11, 12). Explicacin La visin de Daniel 8:1-14 es la culminacin de las presentaciones simblicas que aparecen en el libro. Lo que sigue desde Daniel 8:15 hasta el fin del libro es suplementario a la visin del captulo 8. El fin del captulo 8 nos dice que Daniel "no entendi" (verscu-lo 27). En el captulo 9, por lo tanto, Daniel busca una compren-sin adicional (versculo 3), y el ngel que lo visita lo exhorta a "entender la visin" dicindole: "Ahora he salido para darte sabi-dura y entendimiento" (ver los versculos 22-25). El carnero y el macho cabro (Daniel 8:1-8). En 548/547 a.C. Daniel es transportado en una visin a Susa, la ciudad que se convertira en la capital del Imperio Persa luego de la cada de Babilonia. En el canal llamado Ulai ve un macho ca-bro que derrota a un carnero. El versculo 20 explica el simbo-lismo: el carnero representa a Medo-Persia y el macho cabro al reino griego de Alejandro, quien es el cuerno notable entre los ojos del macho cabro (versculo 5). En la cspide de la fuerza del macho cabro, el gran cuerno se quiebra y aparecen otros cuatro cuernos en su lugar. Los comentadores generalmente concuerdan en que los cuatro cuernos representan las cuatro divisiones del reino griego despus de la muerte de Alejandro el Grande. El origen del cuerno pequeo (Daniel 8:9) La mayora de los comentadores suponen que el cuerno pequeo sali de uno de los cuatro cuernos, pero el contexto y los detalles literarios y estructurales lo hacen poco probable. El versculo an-

  • terior concluye con las palabras, "en su lugar [del cuerno notable] salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo". El antecedente inmediato de "uno de ellos" es, por lo tanto, "los cuatro vientos", no los cuatro cuernos. La expansin geogr-fica del cuerno pequeo (sur, oriente, la tierra gloriosa) sugiere que su emergencia tambin pertenece al plano geogrfico, o sea, proviene de uno de los cuatro puntos cardinales. Adems, el ver-bo yatza, utilizado para referirse a la "salida" del cuerno pequeo (versculo 9) contrasta con el verbo 'alah, empleado para referirse a la "salida" de los otros cuernos (versculos 3 y 8). El autor no adventista A. Bloomfield tambin reconoce que el cuerno pequeo surge de uno de los cuatro vientos del cielo: "El cuerno pequeo, se nos dice, ha de surgir de uno de los cuatro vientos (v. 8). Cul viento es, se lo indica inmediatamente: crece-ra mucho al sur, hacia el oriente y hacia Palestina". Por lo tanto, debe originarse ya sea en el norte o el oriente. El poder que sigui a los reinos griegos en el este y el sur fue Roma, y surgi del oriente. El imperio selucida se convirti en una provincia roma-na alrededor del 65 a.C., Palestina fue incorporada al Imperio Romano en 6.3 a.C., y Roma se apoder de Egipto el 30 a.C. Pero, dnde se encuentra la bestia a la cual pertenece el cuerno? Una posibilidad es que se encuentra fuera del cuadro de la visin, por lo tanto Daniel no la ve. Una razn podra ser que los anima-les que simbolizan a Medo-Persia y Grecia en Daniel 8 eran ani-males limpios, apropiados para los ritos del templo, mientras que la "bestia terrible", como la que se emplea para simbolizar a Roma en Daniel 7, habra sido una criatura inmunda. "Esto habra dis-torsionado la conexin entre la visin y el santuario". Sin embargo, en el simbolismo bblico, los cuernos representan poderes o naciones, y pueden aparecer por s solos sin los anima-les a los cuales pertenecen naturalmente. Zacaras 1:18, 19, por ejemplo, dice cmo el profeta ve cuatro cuernos solos, y un ngel

  • explica que "estos son los cuernos que dispersaron a Jud, a Israel y a Jerusaln" (versculo 19). En contraste con Daniel 7, en el que el cuerno pequeo (la Roma papal) surge de la cuarta, bestia (Roma pagana), en Daniel 8 el cuerno pequeo representa a ambas. "Una parte del todo (el cuerno) simboliza al todo (la cuarta bestia de Daniel 7). Encon-tramos apoyo para esta conclusin en el hecho de que en Daniel 8 el cuerno pequeo participa en una conquista horizontal va con-tra el sur (Egipto), el oriente (Siria), y la tierra gloriosa (Israel) lo que representa la actividad de la Roma pagana (Daniel 8:9). Pero tambin se engrandece hacia el cielo (una expansin vertical con-tra el pueblo de Dios y la funcin del Prncipe en el templo celes-tial): la obra de la Roma papal (versculos 10-12). Este cuerno in-corpora la actividad de la bestia y su cuerno segn se la describe en Daniel 7". El paralelismo entre las profecas en Daniel 2, 7 y 8 nos ayuda a entender el simbolismo del cuerno pequeo en Daniel 8.

    Smbolo Daniel 2 Daniel 7 Daniel 8 Babilonia Cabeza de oro Len ------

    Medo-Persia Pecho y brazos de plata

    Oso Carnero

    Grecia Vientre y mus-los de bronce

    Leopardo Macho cabro

    Roma Piernas de hie-rro Bestia espanto-

    sa Cuerno peque-

    o (Roma pagana

    y papal) Pele contra Cristo, ech por tierra el santuario y

    continuo hasta el tiempo del fin Europa dividi-

    da Pies de hierro y

    barro Diez cuernos

    Papado ----- Cuerno peque-o

    Segunda veni-da

    Piedra cortada sin manos

    Los santos reci-ben el reino

  • Las actividades del cuerno pequeo (Daniel 8:9-12; 23-25)

    Despus de establecer el origen e identidad del cuerno pequeo, podemos dedicar nuestra atencin a sus actividades: (1) Puede echar por tierra parte del ejrcito y de las estrellas. (2) Se exalt a s mismo tan alto como el Prncipe de los ejrcitos. (3) Quit el continuo y el lugar del santuario de Dios. (4) Ech por tierra la verdad. 1. Ech por tierra parte del ejrcito y algunas de las estrellas

    (Daniel 8:10, 24) xodo 12:41 describe al ejrcito del Seor en trminos de Is-rael. En la visin de Daniel, el "ejrcito del cielo" se refiere al pueblo de Dios que permanece aqu en la tierra pero tiene su ciudadana en el cielo (Fil. 3:20). De esta forma se puede in-terpretar que el ejrcito del cielo en Daniel 8:24 indica a la gente santa, y las estrellas probablemente representan a los l-deres de los ejrcitos (ver Apocalipsis 1:20). Los emperadores romanos persiguieron a los judos al igual que a los cristianos. Cuando Roma destruy Jerusaln y su templo en 70 d.C., murieron ms de un milln de judos. Y durante los primeros dos siglos de la era cristiana los empe-radores Nern, Decio y Dioclesiano asesinaron a miles de cris-tianos que rehusaron ofrecer incienso al emperador. El histo-riador de la iglesia, Eusebio (siglo IV), nos cuenta: "No se puede dejar de admirar a aquellos que sufrieron tambin en su tierra natal donde miles de hombres, mujeres y nios, des-preciaron la vida presente por causa de la doctrina de nuestro Salvador, y se sometieron a la muerte en varias formas. Algu-nos, luego de haber sido torturados con raspados de la piel el potro, los azotes ms crueles y otras agonas innumerables que hacen temblar slo de escucharlas, fueron sometidos a las llamas. Algunos se hundieron y ahogaron en el mar, otros vo-luntariamente ofrecieron sus cuellos a los verdugos otros mu-

  • rieron en medio de sus tormentos, algunos fueron consumi-dos por el hambre, y otros fueron colocados en la cruz. Algu-nos ciertamente fueron ejecutados como lo eran los malhecho-res; otros, ms cruelmente, fueron clavados cabeza abajo y mantenidos vivos hasta que finalmente perecan por el ham-bre sobre la cruz".

    2. Se exalt a s mismo al nivel del Prncipe de los ejrcitos (Daniel 8:11, 25) Los versculos 9 y 10 presentaron los movimientos del cuerno pequeo sobre un plano horizontal, mientras que los verscu-los 11 y 12 muestran una dimensin vertical, lo que indica el cambio de actividades de la Roma pagana a la Roma papal. En Josu, el comandante del ejrcito del Seor es un ser di-vino (Josu 5:14, 15). El Prncipe del ejrcito del pueblo de Dios debe ser Aquel que es llamado "Mesas Prncipe" en Da-niel 9:25, "Miguel vuestro prncipe" en Daniel 10:21, y "Mi-guel, el gran prncipe que est de parte de los hijos de tu pue-blo" en Daniel 12:1. En otras palabras, Cristo. Cmo es que el cuerno pequeo se engrandeci contra Cris-to? Al asumir abiertamente el oficio de Cristo como mediador entre Dios y la humanidad, el papado se exalt a s mismo contra el Prncipe del ejrcito y cumpli 2 Tesalonicenses 2:4.

    3. Quit el continuo y ech por tierra el lugar del santuario de

    Dios (Daniel 8:11) Cmo me que el papado quit el sacrificio diario y ech por tierra el lugar del santuario de Dios? Al colocar la intercesin humana en las manos de sacerdotes, [al establecer] el uso del confesionario y al sacrificar nuevamente a Cristo en cada mi-sa, el papado ha eclipsado el ministerio celestial de Cristo en las mentes de los adoradores. Ya los creyentes no se acercan directamente a Cristo, sino que van al sacerdote, a los santos o

  • a Mana. Al sustituir el papel de Cristo en el santuario celestial por el servicio del sacerdote aqu en la tierra, el cuerno pe-queo ha "echado por tierra" simblicamente "el lugar de su santuario", y por lo tanto, lo ha profanado. En el sacrificio de la misa, el sacerdote romano se transforma en un alter Christus, en otras palabras, en "otro Cristo" en el sentido de que l sacrifica al Cristo verdadero sobre el altar y lo presenta para la salvacin de los fieles. Las ltimas edicio-nes del Catecismo de la Iglesia Catlica muestra esto clara-mente: "El sacrificio de Cristo y el sacrificio de la Eucarista son, pues, un nico sacrificio: Es una y la misma vctima, que se ofrece ahora por el ministerio de los sacerdotes, que se ofreci a s misma entonces sobre la cruz. Slo difiere la manera de ofre-cer'; Cristo, que se ofreci a s mismo una vez de manera cruenta sobre el altar de la cruz, es ofrecido e inmolado de manera no cruenta." Adems, el sacerdote transforma la sustancia del pan y el vino en la sustancia misma del cuerpo y la sangre de Cristo. "Entonces se lleva al altar, a veces en procesin, el pan y el vino que sern ofrecidos por el sacerdote en nombre de Cristo en el sacrificio eucarstico en el que se convertirn en su Cuerpo y su Sangre". En otras palabras, en obediencia a las palabras del sacerdote, Cristo desciende sobre el altar en cada misa. El sacerdote jesuta Franz Xaver Esser escribi: "Oh, sa-cerdote, cuan sobrehumano y grande eres, eres como Cristo que orden a los vientos y al mar, y quien camin sobre las hinchadas olas... El sacerdote entra al cielo y toma al Hijo de Dios del crculo cerrado del coro angelical y todos quedan impotentes, no pueden evitarlo".

  • En el confesionario el sacerdote absuelve los pecados con la frmula: "Te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre, el Hijo y el Espritu Santo". Es una llave maravillosa en las manos del sacerdote. Dice el Catecismo: "Los obispos y los presbteros, en virtud del sacramento de las Santas rdenes, tienen el poder de perdonar todos los pecados 'en el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo'". A travs de tales enseanzas es que el ministerio de Cristo en el santuario celestial ha sido echado a un lado en la mente de muchos cristianos y su lugar ha sido tomado por sustitutos engaosos. La misa y el confesionario alejan la mente de los creyentes cristianos de una continua dependencia del ministe-rio mediador del Salvador en su santuario. Complejas cere-monias, todas en el nombre de Cristo, oscurecen el ministerio de Cristo. "En vez de confiar en la Palabra inspirada y en el ministerio personal del Espritu Santo, se les ensea a los hombres a depender de una iglesia infalible y un cuerpo pe-daggico autoritativo, y a recibir doctrinas falsas tales como la transustanciacin, el purgatorio, la adoracin de imgenes, la inmortalidad del alma, el sacrificio de la misa, la inmaculada concepcin, Nuestro gran Sumo Sacerdote quien nos invita a venir a su trono de gracia y encontrar gracia para un opor-tuno socorro, encuentra que su intercesin perpetua es echada a un lado y que otros medios de alcanzar la gracia, otros me-diadores e intercesores se interponen entre l y su pueblo... En el sistema [catlico] romano su lugar es ocupado por sacerdo-tes humanos que ofrecen sacrificios, perdonan pecados y con-fieren el Espritu Santo. La iglesia es llevada sobre los hom-bros del papa y el corazn de Mara, en vez de sobre los hom-bros y el corazn de Cristo. La mayora de estos principios falsos se han fortalecido a lo largo de los siglos, pero ninguno de ellos puede remontarse ni siquiera en una forma primitiva a una fecha anterior al quinto siglo d.C.".

  • 4. Ech por tierra la verdad (Daniel 8:12) Jess dijo de s mismo: "Yo soy la verdad" (Juan 14:6), y res-pecto a la Palabra de Dios, dijo: "Tu Palabra es verdad" (Juan 17:17). Desde el siglo XII en adelante, varios papas prohibie-ron el uso de la Biblia en el idioma vernculo porque los val-denses y luego los protestantes la utilizaron para oponerse a las enseanzas de la iglesia. El Concilio de Trento en 1546 decret que nadie poda inter-pretar las Escrituras en forma contraria a la opinin de la igle-sia, porque la iglesia era juez del sentido correcto de las Escri-turas. "Nadie, confiando en su propia habilidad, debe en ma-teria de fe y de moral relacionada con la edificacin de la doc-trina cristiana y forzando la sagrada Escritura segn sus pro-pios sentidos presumir de interpretar dicha sagrada Escritu-ra en un sentido contrario al sentido de la santa madre Iglesia la cual ha de juzgar el sentido verdadero y la interpretacin de las santas Escrituras el que sta ha mantenido y mantiene; ni tampoco contrario al consentimiento unnime de los Pa-dres [de la iglesia]". Hoy, por supuesto, el cuadro ha cambiado. En 1943 el papa Po XII public una encclica que animaba a los sacerdotes a estudiar y predicar de la Escritura, a asistir a las asociaciones catlicas dedicadas a propagar las Escrituras en lenguas mo-dernas, y a animar a los laicos a leer diariamente la Biblia. Sin embargo, no significa que la Biblia es la norma absoluta de fe para la Iglesia Catlica en la actualidad. El Concilio Vaticano Segundo (1962-1965) declar que "ella [la Iglesia] siempre ha considerado y contina considerando a las Escrituras, acom-paadas por la santa Tradicin, como la regla suprema de su fe" y que "la teologa sagrada depende de la Palabra escrita de Dios, tomada juntamente con la Tradicin sagrada, como un fundamento permanente". As que mientras que el liderazgo

  • propone la lectura de la Biblia, los catlicos aceptan la tradi-cin como si estuviese al mismo nivel que las Escrituras.

    Cuando hablamos del cuerno pequeo, debemos distinguir entre la institucin del "papado y las personas que apoyan o siguen sus enseanzas. Los miembros de la Iglesia Catlica, incluso el papa, son personas por las cuales Cristo muri. A lo largo de la historia una cantidad innumerable de cristianos sinceros y devotos han sido miembros de la Iglesia Catlica. Elena G. de White escribi:

    "Hay cristianos verdaderos en cada iglesia que no conocen el ori-gen del da de reposo dominical, y creen que estn observando el da que Dios santific y bendijo. Esto se aplica incluso a adorado-res dentro de la Iglesia Catlica; y mientras existe esta condicin de ignorancia e integridad, Dios acepta su sinceridad; pero cuan-do la luz cae sobre su camino, Dios requiere que se pongan en armona con su ley y que observen el da de reposo que l esta-bleci". Como Lutero, Zuinglio y Calvino en los das de la Refor-ma, el pueblo de Dios en todas las iglesias cristianas en el tiempo del fin escuchar la voz del cuarto ngel de Apocalipsis 18 que le dir: "Salid de ella, pueblo mo", y respondern unindose al pueblo remanente de Dios. En nuestro testimonio escrito y ha-blado, por lo tanto, necesitamos ser cuidadosos y no ofender in-necesariamente a las personas. Nuevamente Elena G. de White nos ha dado un consejo sabio: "Al llevar el mensaje, no haga ata-ques personales contra otras iglesias, ni siquiera la Iglesia Catli-ca. En las diferentes denominaciones, los ngeles de Dios ven a muchos que pueden ser alcanzados nicamente con el mayor tac-to. Por lo tanto, seamos cuidadosos con nuestras palabras". Aun-que nunca debemos hacer componendas con la verdad, siempre debemos estar al tanto que cada ser humano es en fin de cuentas una persona por la cual Cristo muri y a la cual ama.

    Dr. Gerhard Pfandl

    Extrado del libro Daniel, captulo 8