El Correo de Andalucía Domingo, 16 de agosto de 2015 Atelier de músicas / cultura / 31

I. G. Cabral {No es este un nuevo Concierto de Aran-juez. Estamos ante el que el mítico Narciso Yepes grabó allá por 1970. El sello Pentato-ne recupera un registro histórico de la fo-nografía clásica y lo hace con un sonido envidiable, hasta el punto que parece si-tuar al auditor en el mismo lugar del con-cierto. Allí, frente a la Philharmonia Or-chestra dirigida por Luis Antonio García Navarro. En este monográfico Rodrigo se ofrecen además otras dos piezas impor-tante para guitarra solista, como son la Fantasía para un gentilhombre y el algo ol-vidado Concierto madrigal. Si sólo quiere tener un Aranjuez, este es el suyo.

ALEJANDRO ROJAS-MARCOS Pianista

Grabado en horas muertas durante las giras, ‘Trip tracks’ es el primer álbum del pianista e improvisador sevillano, un trabajo exploratorio que defiende el sello andaluz Luscinia

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El pianista Alejandro Rojas-Marcos, fotografiado esta semana en los Jardines de Murillo. / Inma Flores

discos recomendados

SIGLO XX Concierto de Aranjuez / Joaquín Rodrigo / Narciso Yepes / Pentatone

Una versión legendaria como nunca antes sonó

«Me gusta estar tocando sin saber hacia dónde voy»Ismael G. Cabral SEVILLA {El pianista Alejandro Rojas-Marcos lleva, a estas alturas de su carrera, muchos kiló-metros en el cuerpo. Traba-jar mano a mano en la com-pañía del bailaor Israel Gal-ván le ha llevado a numerosos teatros. En los tiempos muertos, práctica-mente a solas, ha tomado para sí los escenarios. Sin público, sin miradas inquisi-tivas ni oídos dispuestos, el músico se aventuraba en una búsqueda de desconoci-dos resultados. Algunas de esas improvisaciones fueron grabadas. Y ahora han sido repensadas y fijadas en el ál-bum Trip tracks (Luscinia Discos), primer trabajo en solitario de Rojas-Marcos.

«Lo que me interesa de la improvisación frente a la composición es sentirme en terreno de nadie. Para mí es muy valioso estar tocando sin saber del todo lo que es-toy haciendo ni hacia dónde voy. De esa manera trato di-rectamente con la materia, con el sonido», expresa el músico. Lo que ahora ha

transferido al disco es «for-zosamente» una selección, lo que ya implica «una cierta composición». «He optado por mostrar al oyente mate-riales diversos, mi temor era que el resultado quedara en tierra de nadie, pero creo que he conseguido una serie de improvisaciones explora-torias, grabadas muy de cer-ca, con el piano sin tapa y los micrófonos encima del arpa del piano», explica.

París, Clermont-Ferrand o Colonia son los títulos de al-gunas de las nueve piezas que integran el indagativo trabajo Trip tracks. «En total han sido más de tres horas de grabaciones cuya inspira-ción he intentado no desvir-tuar ni traicionar al llevar una parte de ellas al disco. La música no va ligada a nin-gún estilo en concreto, he in-tentado evitar los clichés, aunque eso es prácticamen-te imposible. Desde luego no hay ni rastro de jazz contra lo que alguien podría pensar, pero seguro que sí hay in-fluencias que hasta yo mis-mo desconozco», razona el protagonista absoluto de un

cedé que, en Sevilla, puede encontrarse físicamente en las librerías La Extravagante y Un Gato en Bicicleta.

Rojas-Marcos es improvi-sador por vocación, aunque su formación sea, para sor-presa de muchos, eminente-mente clásica. «No vengo ni

del jazz ni de la música con-temporánea, he crecido co-mo músico tocando a Cho-pin». Pero como casi siem-pre en el relato de cualquier creador atípico, algo pasó por el camino. «En mi caso fue mi encuentro con el

mundo del teatro y la danza, que me dieron una visión di-ferente del hecho de estar sobre un escenario, me abrieron la mente, me otor-garon una percepción más amplia de la música».

Por ahora no tiene previs-to abrazar la composición, al menos no en el sentido orto-doxo. «Me planteo cosas pe-ro... no me llama la idea de ponerme a escribir, me gusta compofijar cosas, vivo de una manera muy intensa mi relación con el piano», reco-noce Alejandro Rojas-Mar-cos. Sea acompañando a Is-rael Galván con un tango en un espectáculo con altas do-sis de flamenco, o en un for-mato más libre junto al baila-rín y coreógrafo Guillermo Weickert, el músico seguirá dialogando con artistas de otras disciplinas. Y, por su-puesto, improvisando, como recientemente hizo en el Conservatorio Superior de Sevilla con Wade Matthews. El disco que acaba de poner en circulación el esforzado y casi milagroso sello granadi-no Luscinia es la primera aventura de muchas. ~

«La música de este disco no va ligada a ningún estilo en concreto»

«La danza me ha dado una visión mucho más amplia de la música»

I. G. C. {Hay que perderle el miedo a Pierre Bou-lez (1925), titán de la música contemporá-nea, autor de piezas maravillosamente musicales como El martillo sin dueño o Re-pons, que hoy, por desgracia, siguen sien-do propiedad sólo de los melómanos más inquietos. Su Libro para cuarteto (de cuer-das) es otra cosa. Por más revisado que es-té. El Cuarteto Diotima lo defiende y lo ha preparado junto al compositor. Sólo el do-cumentado cuadernillo del disco justifica su adquisición. Pero la música hoy se nos revela fechada, sin vuelo, asida al férreo planteamiento que la genera. Se escucha con interés, pero exige más que aporta.

CONTEMPORÁNEA Livre pour Quatour / Pierre Boulez / Cuarteto Diotima / Megadisc

El Boulez más experimental en clave de cuarteto