Atlas sociolingüístico de los pueblos indígenas en América Latina. Vol. 1

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SOCIOLINGSTICO SOCIOLINGSTICO DE PUEBLOS DE PUEBLOS INDGENAS EN INDGENAS EN AMRICA LATINA AMRICA LATINA

ATLAS

ATLAS SOCIOLINGSTICO DE PUEBLOS INDGENAS EN AMRICA LATINAPrimera edicin: 2009 Copyright de esta edicin UNICEF y FUNPROEIB Andes Copyright FUNPROEIB Andes FUNPROEIB Andes C. Nstor Morales 0947 Telf. / fax: 591 4 453-0037 Casilla 6759, Cochabamba, Bolivia [email protected] ISBN: 978-92-806-4491-3 Las opiniones y datos incluidos en la presente obra representan los puntos de vista de los autores y no reejan necesariamente los puntos de vista del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ni de la Agencia Espaola para la Cooperacin Internacional al Desarrollo (AECID). Los mapas incluidos en esta publicacin y el DVD no reejan necesariamente la posicin del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ni de la Agencia Espaola para la Cooperacin Internacional al Desarrollo (AECID) sobre el estado legal de cualquier pas o territorio ni tampoco sobre la demarcacin de cualquier frontera.

AUTORESXAVIER ALB, CIPCA, Bolivia NALLELY ARGELLES, Proeib Andes, Bolivia RAL VILA, El Colegio de Mxico, Mxico LUIS AMADEO BONILLA, PROEIMCA, Honduras JANETTE BULKAN, Yale University, Estados Unidos DINAH ISENSEE CALLOU, Universidad Federal de Ro de Janeiro, Brasil CANDELARIA CARRIAZO, Universidad del Cauca, Colombia FLVIA DE CASTRO ALVES, Universidad de Brasilia, Brasil MARISA CENSABELLA, CONICET y Universidad del Noreste, Argentina MILY CREVELS, Universidad Radboud de Nimega, Holanda ESTEBAN DAZ, Universidad del Cauca, Colombia ERNESTO DAZ COUDER, Universidad Pedaggica Nacional, Mxico FERNANDO GARCA, FORMABIAP, Per MARLEEN HABOUD, Ponticia Universidad Catlica del Ecuador, Ecuador ARTURO HERNNDEZ, Universidad Catlica de Temuco, Chile YONNE LEITE, Universidad Federal de Ro de Janeiro, Brasil ARJA KOSKINEN, Instituto de Promocin e Investigacin Lingstica y Revitalizacin Cultural de la Universidad de las Regiones Autnomas de la Costa Caribe Nicaragense, Nicaragua JORGE LEMUS, Departamento de Investigacin, Universidad Don Bosco, El Salvador LUIS ENRIQUE LPEZ, PACE GTZ, Guatemala MARISA MALVESTITTI, Universidad Nacional de La Pampa, Argentina MARIE-CLAUDE MATTEI MLLER, Universidad Central, Venezuela BARTOMEU MELI, s.j., Centro de Estudios Paraguayos Antonio Guasch, Paraguay BETTINA MIGGE, University College Dublin, Irlanda y CNRS, CELIA, Francia JOS LUIS MOCTEZUMA, Centro INAH Sonora, Mxico MARA EMILIA MONTES, Facultad de Ciencias Humanas, Departamento de Lingstica, Universidad Nacional, Colombia FRANCESC QUEIXALOS, CNRS, CELIA, Francia y Universidad de Brasilia, Brasil ANDRS REINOSO, Departamento de Humanidades y Letras, Universidad Central, Colombia ODILE RENAULT-LESCURE, Institut de Recherches pour le Dveloppement, CNRS, CELIA, Francia AXEL ROJAS, Departamento de Estudios Interculturales, Universidad del Cauca, Colombia TULIO ROJAS, Departamento Antropologa, Universidad del Cauca, Colombia INGE SICHRA, FUNPROEIB Andes, Bolivia GUSTAVO SOLS, Centro de Investigacin de Lingstica Aplicada, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Per MARA TRILLOS, Museo de Antropologa, Universidad del Atlntico, Colombia

LUCA VERDUGO, Universidad Rafael Landvar, Guatemala

EQUIPO ATLAS EN DVDYURI QUIONES, RODRIGO SOLIZ, FREDY VALDIVIA, todos Funproeib Andes, Bolivia

ELABORACIN MAPAS FAMILIAS LINGSTICASRICARDO MIRONES, Bolivia

COLABORADORESMIRNA CUNNINGHAM, CADPI, Nicaragua HORTENSIA ESTRADA, Instituto Caro y Cuervo, Ministerio de Cultura, Colombia HANNES KALISCH, Nengvaanemkeskama Nempayvaam Enlhet, Paraguay GUIDO MACHACA, Funproeib Andes, Bolivia MAESTRA EN EDUCACIN INTERCULTURAL BILINGE PROEIB ANDES, Universidad Mayor San Simn, Bolivia, quinta promocin. ORLANDO MURILLO, Bolivia ELEUTERIO OLARTE, Direccin General de Educacin Indgena, Mxico EDUARDO RESTREPO, Instituto de Estudios Sociales y Culturales Pensar Universidad Javeriana, Colombia ROLAND TERBORG, Universidad Nacional Autnoma de Mxico, Mxico BEATRIZ VSQUEZ DE RUIZ, etnolingista, Colombia

EQUIPO ASESORESLUIS ENRIQUE LPEZ, TULIO ROJAS CURIEUX, ERNESTO DAZ COUDER

EQUIPO UNICEFANNA LUCA DEMILIO ESTHER RUIZ ENTRENA Equipo de Comunicacin de la Ocina Regional

COORDINACIN Y EDICININGE SICHRA

DISEO, DIAGRAMACIN Y EDICINGAIDO+MONTENEGRO DISEO, Mxico

CORRECCIN DE ESTILONILDA IBARGUREN, Mxico

CUIDADO DE EDICINESTHER RUIZ ENTRENA IMPRENTA MARISCAL. ECUADOR

NDICE TOMO 1VII 1 19 101PRESENTACIN

I INTRODUCCIN II PUEBLOS, CULTURAS Y LENGUAS INDGENAS EN AMRICA LATINA III PATAGONIA E ISLA DE PASCUA

143159 170 173 196 245 265 281 302 333 359 374 380 395 409

109 ARGENTINA PATAGNICA 126 CHILE PATAGNICO 133 ISLA DE PASCUA

IV CHACO AMPLIADOARGENTINA EN EL CHACO POBLACIN INDGENA EN URUGUAY PARAGUAY BOLIVIA EN EL CHACO Y EL ORIENTE

229

V AMAZONABRASIL AMAZNICO BRASIL NO AMAZNICO BOLIVIA AMAZNICA PER AMAZNICO ECUADOR AMAZNICO COLOMBIA AMAZNICA VENEZUELA AMAZNICA Y ORINOQUA GUYANA FRANCESA SURINAM GUYANA

449

VI ORINOQUA

457 VENEZUELA EN LA ORINOQUA 478 COLOMBIA EN LA ORINOQUA

y germina,

Cae un granoen tierra

y eso ha ocurrido por milenios, y los pueblos de han repetido el una y mil veces

Amrica

misterio del maz

OSWALDO GUAYASAMN

PRESENTACIN

VII

PRESENTACINEl Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia UNICEF tiene el gusto de presentar el Atlas sociolingstico de pueblos indgenas en Amrica Latina a todo aquel que quiera aproximarse a la inmensa diversidad tnica y lingstica de la regin para conocerla, valorarla y tomarla en cuenta en el diseo de polticas, planes y programas. Este trabajo fue originado por dos razones: la primera la constatacin de que, pese a una mayor atencin a los asuntos indgenas por parte de los estados, los organismos de cooperacin internacional y la sociedad latinoamericana en su conjunto, an hay un profundo desconocimiento sobre las similitudes y diferencias que caracterizan al mundo indgena, ya que no se trata de una sociedad homognea. Una nia xavante de la Amazona brasilea puede tener poco en comn en su vida diaria con una nia quechua de los valles bolivianos. Asimismo, una nia wayuu de Colombia seguramente tiene con su to materno una relacin bien diferente de la que tiene un nio mapuche, dada la estructura de parentesco diferente de estos dos pueblos. La segunda razn ha sido la aprobacin de la Declaracin sobre los Derechos de los Pueblos Indgenas por parte de la Asamblea General de Naciones Unidas en septiembre de 2007. Este hecho inicia una nueva etapa en la relacin de los pueblos indgenas con el resto de la sociedad de sus pases, al reconocrseles como colectivo, como sujetos de derecho. Pues en virtud de esta Declaracin los nios, nias, mujeres y adultos indgenas gozan de todos los derechos individuales y tambin de derechos colectivos por su pertenencia a un pueblo indgena. La iniciativa de elaborar un Atlas sociolingstico pareci al comienzo una tarea fcil, ya que se trataba de recopilar, revisar y actualizar informacin ya existente: mapas etno y socio-lingsticos, datos demogrcos y estudios especcos sobre el tema, con una mirada que trascendiese el mbito de los espacios territoriales nacionales, por la existencia de muchos pueblos transfronterizos. Sin embargo, con el pasar del tiempo creci la expectativa y el entusiasmo de todos los involucrados y el resultado es este trabajo mucho ms ambicioso y con mucha ms informacin, que consta de un Atlas en DVD y de un material impreso. El primero contiene datos demogrcos procedentes de censos nacionales, listas de pueblos y lenguas por pas e informacin sobre el marco legal de cada uno de los pases. El material impreso contiene un anlisis de la informacin haciendo referencia tambin a aspectos socio-polticos e histricos. En relacin a otros trabajos similares, el conjunto de la informacin del Atlas contiene varios aspectos innovadores, entre los cuales cabe destacar los siguientes: Se reere a pueblos y no slo a lenguas indgenas, lo cual permite tambin la inclusin de aquellos pueblos que ya no hablan su lengua originaria. Se registran en total 522 pueblos y 420 lenguas indgenas en uso.

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FOTO: Diego Gutirrez, Una representacin moderna y bastante precisa de Amrica (o la cuarta parte del mundo), 1562. Coleccin Lessing J. Rosenwald / Biblioteca del Congreso

CAPTULO I INTRODUCCIN

IX

Se estructura en grandes reas geoculturales, puesto que existe cierto grado de similitud entre los pueblos que comparten una misma rea geogrca con caractersticas medioambientales comunes. As tenemos pueblos amaznicos, andinos, chaqueos Pone de relieve a los pueblos indgenas presentes en varios pases, an cuando tengan nombres diferentes en cada uno de ellos. De hecho 103 lenguas indgenas, es decir una cuarta parte de las lenguas en uso, son habladas en dos o ms pases, siendo el quechua un caso especial por abarcar siete pases. En este sentido el Atlas estimula a pensar ms all de las fronteras nacionales tal y como lo han hecho siempre los propios pueblos indgenas al cruzar fronteras para visitar a familiares, hacer estas, comercio, celebraciones rituales Incorpora el aspecto educativo, especialmente en relacin a la educacin intercultural y bilinge, con una mirada crtica y actual. Incluye informacin de 21 pases, inclusive algunos del Caribe. El presente trabajo conlleva tambin enormes desafos. Para empezar, al haberse tomado como referencia para los datos demogrcos los censos de poblacin nacionales o encuestas ociales, se ponen en evidencia las limitaciones que an existen para capturar la riqueza social, lingstica y cultural de cada pas por medio de estos instrumentos. Sin embargo, es de esperar que la prxima ronda de censos permita superar los problemas existentes hasta el momento. Por otro lado, en la ltima dcada tambin se han producido nuevas dinmicas de auto-identicacin que han llevado a un aumento del nmero de pueblos indgenas en muchos pases de la regin. Por todo ello, la informacin contenida en el Atlas se convierte en un referente importantsimo, pero en continuo proceso de cambio en el curso del tiempo. UNICEF quiere que esta sea una herramienta que ayude a todos y cada uno de los que habitamos y queremos esta Amrica Latina a conocer mejor la riqueza tnica y cultural de cada uno de los pases que la componen. UNICEF agradece a los 34 especialistas involucrados directamente en el presente trabajo por haber credo en esta iniciativa. Un agradecimiento especial a la Fundacin PROEIB Andes y, en particular, a Inge Sichra por el entusiasmo, compromiso y el profesionalismo demostrado en llevar a cabo la tarea encomendada, as como al equipo asesor por su acompaamiento continuo. Todo lo anterior no hubiera sido posible sin la contribucin generosa del gobierno de Espaa que ha sido un aliado importante en esta y en otras numerosas iniciativas que involucran a los pueblos indgenas. Asimismo UNICEF agradece al Director Regional, Nils Kastberg (2003 - 2009), que apoy desde el comienzo est titnica tarea. UNICEF dedica este trabajo a todos los nios, nias y adolescentes indgenas de Amrica Latina y del Caribe con la conviccin de que un mundo mejor slo puede ser posible si se garantiza la igualdad y la dignidad a todo ser humano y si se reconoce que la diversidad es una gran oportunidad para el desarrollo.

BERNT AASENDirector Regional Ocina Regional de UNICEF para Amrica Latina y el Caribe

FOTO: FUNPROEIB Andes, 2008.

INTRODUCCIN

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FOTO: Axel Rojas. Agricultor luego de jornada de trabajo, Suarez, Cauca, 2006.

IMAGEN: Jacob van Meurs. 1671. Alegora de Amrica en Arnoldus Montanus. De Nieuwe en Onbekende Weereld of beschrijiung van Amerika ent Zuit-Land. Amsterdam.

CAPTULO I INTRODUCCIN

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INTRODUCCININGE SICHRAAl presentar el Atlas sociolingstico de pueblos indgenas en Amrica Latina, queremos maravillar al lector con la desbordante presencia indgena y de sus lenguas en cada uno de los pases de Amrica Latina. Esperamos contribuir a la visibilizacin de la condicin tnica, cultural y lingsticamente diversa de la regin, diversidad que requiere ser tenida en cuenta para abordar las situaciones de desigualdad e inequidad que prevalecen en Amrica indgena. Con tal propsito, ponemos a disposicin de los interesados una herramienta para la mejor identicacin, diseo y gestin de proyectos y programas para los pueblos indgenas de la regin. Los destinatarios de esta obra, funcionarios y tcnicos de ministerios, instituciones pblicas y de organismos de cooperacin, maestros y docentes, lderes y miembros de organizaciones indgenas, estudiantes, institutos de formacin docente, periodistas, pblico en general, encontrarn en el Atlas un destello de la complejidad y extensin de la realidad sociolingstica de los pueblos indgenas y de la riqueza de sus lenguas, que perviven desaando y resistiendo los siglos de dominacin, discriminacin y despojo. El Atlas no es la realidad, es apenas una representacin o un mapeo de la realidad, pero que permite resaltar sus rasgos y tendencias dominantes. De carcter descriptivo, el libro impreso que el lector tiene en sus manos recoge de fuentes secundarias y tambin de primera mano la informacin de cules y cmo son los pueblos indgenas y cul es la situacin de sus lenguas. Una red de 34 estudiosos colabor en la recopilacin de la informacin, sin mayor consigna que privilegiar la sencillez y la claridad en textos descriptivos antes que la erudicin y la problematizacin en tratados analticos, enfocar la situacin actual de los pueblos indgenas y sus lenguas, regirse por una estructura bsica en la presentacin de sus contribuciones y limitarse en la extensin de sus aportes. De esta manera, el trabajo colectivo puede considerarse una posible sntesis de cunto, cmo y qu se conoce del tema en cada pas, antes que un espejo de la realidad sociolingstica indgena de los pases de Amrica Latina, la cual no debe ser slo tema de especialistas sino que concierne a toda la poblacin latinoamericana y mundial. Cada autor ha abordado su parte desde la perspectiva de su entorno nacional. En ciertos contextos, el conocimiento y la discusin sobre las lenguas indgenas se enmarcan en una tradicin ms bien lingstica que sociolingstica, y hasta lolgica; el lector podr apreciar el estado del arte en esta temtica a lo largo y ancho de la regin, los distintos matices y avances que ya se vislumbran en este terreno poco explorado. En las Guyanas y Surinam, por ejemplo, los pueblos all llamados amerindios se tratan usualmente junto a otros grupos minoritarios como los cimarrones, razn por la cual esos otros grupos han sido incluidos, a pesar de tratarse de un Atlas sobre pueblos indgenas. Los

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afrodescendientes, por su parte, han sido tratados en ciertos pases de Centroamrica por esa misma razn aunque no a lo largo de todas las reas geoculturales comprendidas en el Atlas. Cuentan con un captulo especialmente dedicado a ellos debido a su importante presencia en la regin y su reconocimiento como pueblos. Las lenguas criollas (creoles) del Caribe Continental se rescatan nicamente en el aporte de Colombia, donde la autora presenta el espacio caribeo como un verdadero mosaico lingstico. Por lo dems, hubo que delimitar en el Atlas la mirada a lo indgena, dejando para otros colectivos en otra obra la recreacin de la diversidad tnica y lingstica del Caribe insular y sus lenguas criollas. Puesto que se trata de lo indgena, no han encontrado espacio en el Atlas tampoco las poblaciones criollas hablantes de guaran paraguayo y misional en Paraguay y Argentina. El Atlas impreso consta de 10 captulos geoculturales y cinco captulos temticos. Las reas geoculturales son grandes espacios geogrcos en los cuales se han desarrollado culturas y lenguas relacionadas entre s por los condicionamientos fsicos e histricos a los que se han debido someter o adaptar. Los lmites de estas reas estn lejos de ser jos y precisos, son ms bien difusos y porosos. Hay traslapes entre unas y otras, hay tambin pueblos cuyas lenguas o culturas no siempre se ajustan estrictamente al prototipo del rea geogrca en la que aparecen. Pero el rea misma, como espacio geogrco y cultural que propicia el contacto entre ciertos pueblos y no con otros (andinos y amaznicos o de tierras altas y tierras bajas, habitantes de ros frente a pueblos de llanura o montaa, pescadores frente a campesinos) es reconocible como una especie de gravitacin que facilita la difusin de rasgos culturales entre pueblos diversos y, al nal, propicia la experiencia de una historia compartida. Independientemente de lo anterior, la delimitacin geocultural no es unvoca, ya que se sobrepone tambin una denicin legal de los estados involucrados segn sus propias concepciones geopolticas y segn las demarcaciones administrativas. En Per, Colombia, Brasil y Venezuela, por ejemplo, existen sendos departamentos o estados llamados Amazonas o Amazona. Sin embargo, en Venezuela el estado Amazona y otros estados vecinos son considerados orinoquenses, como se detalla en el captulo correspondiente. Un caso parecido se observa en el rea geocultural Chaco ampliado, que en la concepcin del Atlas comprende todo el pas de Paraguay y los pueblos all asentados, aunque en rigor se distingan la regin Chaco de la regin oriental (subtropical), separadas por el ro Paraguay, que cruza Paraguay de norte a sur. En otro caso, pueblos actualmente asentados en los Andes colombianos y venezolanos son tratados en el Caribe continental, por ser sta su rea de origen y estar ms relacionados con los pueblos que la habitan que con los andinos. Si bien el Caribe se extiende desde Guyana francesa hasta Belice, en este atlas el rea caribea se ha delimitado a tres pases, incorporando al rea Baja Centroamrica los pueblos indgenas caribeos de Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Guatemala, y al rea Mesoamrica los pueblos de Belice. Mencin especial merece el captulo III, que comprende tanto Patagonia como Isla de Pascua, reas completamente distintas reunidas por razones logsticas en un solo apartado. Adems de las 10 grandes reas geoculturales, el Atlas incluye el rea oriental de Bolivia en el captulo IV, Chaco ampliado, y las reas de Brasil no amaznico como anexo en el captulo V Amazona.

CAPTULO I INTRODUCCIN

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La idea de organizar el Atlas en reas geoculturales busca restituir el contexto que ha dado origen y ha modelado la historia de los pueblos nativos de Amrica Latina. Es ms fcil organizar la informacin por pases, pero de esa forma perderamos la perspectiva que permite comprender la dinmica de los pueblos y sus lenguas en los respectivos contextos geoculturales. Adems, de esta forma buscamos liberar nuestra visin de estrechos corss creados por los estados, que han subordinado a sus proyectos nacionales la comprensin de sus pueblos indgenas. Esta bsqueda por descentrar la concepcin y el discurso sobre los pueblos indgenas explica tambin el orden de los captulos: avanzamos de sur a norte. Hay alguna razn, adems del hbito eurocntrico que privilegia al norte sobre el sur, por la que se deba comenzar por Mesoamrica y terminar con la Patagonia? Cambiar el orden de exposicin quizs no parezca mucho, pero una vez que comenzamos a pensar distinto, comenzamos a pensar distinto, y como en tantas otras cosas, lo difcil es comenzar. Por otra parte, la diversidad tnica y cultural va de la mano con la diversidad geoecolgica del continente. Los territorios nacionales estn atravesados en prcticamente todos los pases por varias regiones, destacndose Colombia con cinco reas geoculturales.

Distribucin de pueblos y pases en las reas geoculturales del AtlasREAS Patagonia e Isla de Pascua Chaco ampliado Amazona Orinoqua Andes Llanura Costera del Pacco Caribe Continental Baja Centroamrica Mesoamrica Oasisamrica Anexo: Brasil no amaznico Sudeste de Brasil Sur de Brasil Centro-Oeste de Brasil Noreste de Brasil Anexo en Chaco boliviano: Oriente boliviano 3 Bolivia 7 2 10 38 Brasil Brasil Brasil Brasil PUEBLOS 9 25 247 34 24 5 16 23 61 18 PASES Argentina, Chile Argentina, Paraguay, Bolivia, mencin Uruguay Brasil, Bolivia, Per, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam, Guyana Francesa Colombia, Venezuela Argentina, Chile, Bolivia, Per, Ecuador, Colombia, mencin Venezuela Ecuador, Colombia Panam, Colombia, Venezuela Panam, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador Guatemala, Mxico, Belice Mxico

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Cada captulo geocultural es introducido por un mapa de las familias lingsticas y las lenguas all vigentes especialmente elaborado para esta obra. Para cada pas se presenta en cada captulo un mapa georreferencial con la ubicacin de los respectivos pueblos indgenas. Tambin se incluyen mapas tomados de otras fuentes. Los cinco captulos temticos del Atlas impreso estn referidos a aspectos ms conceptuales (Captulo II, Pueblos, culturas y lenguas indgenas en Amrica Latina), generales (Captulo XIII, Pueblos y lenguas indgenas transnacionales), tienen carcter ms analtico (Captulo XIV, Del indio negado al permitido y al protagnico en Amrica Latina; Captulo XV, El surgimiento de lo afrodescendiente). Finalmente, puesto que es un Atlas sobre la diversidad lingstica, se incorpora un captulo referido a la diversidad de las variedades locales de las lenguas castellana y portuguesa (Captulo XVI, El espaol en Amrica: contactos lingsticos, variacin, tensiones; La variacin del portugus en Brasil). Complementa la obra impresa un disco verstil digital (DVD), de carcter cuantitativo, que visualiza la diversidad de los pueblos indgenas con nfasis en grcos, estadsticas y mapas georreferenciales. Este Atlas en DVD fue realizado por un equipo asentado en Cochabamba, Bolivia, que accedi por medios virtuales e impresos a informacin censal y cifras elaboradas por organismos no gubernamentales o instituciones acadmicas o religiosas, all donde no existen datos censales. Los mapas, cuadros estadsticos y grcos que contiene el DVD han sido elaborados a partir de la informacin recogida en chas de pueblos indgenas. Estas 522 tarjetas de presentacin estn a disposicin del usuario y pueden imprimirse. La base de datos as generada es accesible

desde distintas entradas, por rea geocultural, por pas y por pueblo indgena. Se cuenta con registros de poblacin indgena tnicamente diferenciada para 20 de 21 pases de la regin. Por ltimo, el usuario puede tener acceso directo a la informacin de un pueblo en especial a travs de 654 entradas por pueblos indgenas. Cuadros-resumen de diverso contenido, como datos de carcter demogrco, sociolingstico, censal y una galera de fotos completan la oferta del DVD. Por su caracterstica interactiva y por ser eminentemente grco, este material est predestinado a ser utilizado con nes educativos y de divulgacin con poblacin estudiantil, audiencias de medios de comunicacin, eventos de comunidades y organizaciones indgenas. Rescatamos las palabras de un dirigente aimara boliviano despus de ver una presentacin resumida del DVD: no saba que habamos sido tantos [indgenas] a lo largo de todo el continente, eso lo tenemos que difundir por todo lado para que se sepa, ni nosotros mismos lo sabamos. Tratndose de sectores de la poblacin hasta hace pocos aos invisibilizados, negados o asimilados, que han cobrado notoriedad al volverse sujetos de derecho y demandar la autodeterminacin y participacin social y poltica a lo largo y ancho del subcontinente americano, estamos ante una realidad por dems dinmica que se resiste a ser registrada en cifras y que se desactualiza en el momento en que se la graca y describe. As, no se tiene certeza, ni del nmero de poblacin indgena, ni de su asentamiento preciso en reas no tradicionales como urbes y capitales. De la ltima ronda de censos, encuestas o conteos ociales surgen las siguientes cifras:

CAPTULO I INTRODUCCIN

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IMAGEN: Sebastian Mnster. 1540. Novae Insulae en Claudio Ptolomeo. Geographia Basilea.

Poblacin indgena en los 21 pases de Amrica Latina segn ltimos censos, conteos y encuestas nacionales entre 2000 y 2008Total de poblacin indgena registrada por censos ociales, conteos y encuestas nacionales Categora otros y sin especicar en los censos Total de poblacin indgena identicada Total de poblacin en Amrica Latina Porcentaje de poblacin indgena identicada en Amrica Latina FUENTE: Elaboracin propia con base en Atlas en DVD (2009). 27.467.984 1.390.596 28.858.580 479.824.248 6,01%

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Los espantos, crticas, rechazos y sorpresas que la subnumeracin endmica de los censos probablemente generar en el amable lector la cifra de poblacin indgena en Amrica Latina que se suele jar es de 10 % sirvan para tomar conciencia del estado de la informacin ocial con la que se hace poltica, se legisla, se distribuyen recursos estatales y se emprenden programas y acciones gubernamentales, y de la, hace tiempo, urgente necesidad de contar con informacin censal o demogrca actualizada y conable sobre los pueblos indgenas de la regin. Se nos puede objetar recurrir a los censos a pesar de ser generalmente cuestionados y, en muchos pases, de plano rechazados por las organizaciones indgenas (mienten los censos), y a sabiendas de que muestran informacin sesgada, incompleta, desactualizada y, adems, organizada con categoras debatibles en la mayora de los casos. Sin embargo, brindar un panorama latinoamericano requiere tener un punto de comparacin accesible y reconstruible entre los pases. El acceso pblico en lnea a las bases de datos censales de casi todos los pases latinoamericanos (Redatam) permite siquiera imaginar la magnitud de la diversidad y presencia de pueblos y lenguas indgenas en la regin, aun cuando sorpresa para quienes se aventuran a la bsqueda de lo ocialmente reconocido y sancionado esa informacin diera de lo que se difunde tambin ocialmente por otros medios en los mismos pases. Valga la oportunidad para detenernos en la conabilidad de nuestro punto de comparacin. Una mirada a las categoras utilizadas en los censos y a los grupos poblacionales a los que se dirigen las preguntas para registrar a la poblacin indgena exige cautela en el momento de generalizar y comparar cifras debido a la variedad de opciones.FOTO: Victor Saltos, Ecuador, UNICEF.

CAPTULO I INTRODUCCIN

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Variedad de criterios censales para el relevamiento de poblacin indgena en Amrica Latina1 Auto-identicacin con un pueblo indgena u originario, una etnia, una etnia indgena, un grupo tnico, un grupo poblacional Belice Bolivia Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panam, Paraguay, Venezuela Brasil, Costa Rica, Ecuador, Guyana, Uruguay Ecuador, Paraguay Venezuela Bolivia 2 Auto-reconocimiento racial (color o ascendencia o raza indgena), cultura indgena, etnia amerindia 3 Lengua que habla y entiende, lengua que habla, dialecto que habla Bolivia Per 4 Lengua ms usada en el hogar 5 Primera lengua, idioma o dialecto materno aprendido en la niez

SECTORES DE LA POBLACIN

CUATRO AOS O MS CINCO AOS O MS QUINCE AOS O MS

TODAS LAS EDADES

HOGARES PROYECCIN A PARTIR DE MUESTRA DE HOGARES Argentina

Mxico Argentina (slo registro genrico de lengua indgena )

Surinam Argentina (slo registro genrico de lengua indgena ) Argentina (slo registro genrico de lengua indgena )

FUENTE: Elaboracin propia con base en Atlas en DVD (2009).

Como se puede apreciar, en los censos se registra la poblacin indgena con diversos criterios (no necesariamente excluyentes) referidos a lo tnico, lo racial, lo cultural y lo lingstico. El criterio tnico incluido en las preguntas de los censos en la mayora de los pases se traduce en diversas formulaciones, como se puede observar en el encabezamiento de la columna 1. Las respuestas, al menos en la concepcin de los censos, surgen de un ejercicio de autoatribucin de identidad colectiva que le es sugerida a la persona censada (las preguntas contienen se considera, considera ser,cree ser, cree pertenecer, pertenece, es, se considera descendiente de) y que luego es calicada con una lista de opciones de pueblos previamente establecida. Se recoge de esta manera un sentimiento de pertenencia a una comunidad con caractersticas culturales, sociales, religiosas, territoriales, histricas que la distingue de otra comunidad y que se entiende como un acto de armacin de conciencia tnica. Algunos pases incluyen el criterio racial o cultural (columna 2), por el cual se averigua genricamente si el encuestado es indgena o amerindio por oposicin a blanco, amarillo, mestizo, afrodescendiente, otro. Una variacin ms sosticada es indagar por la ascendencia, concepto que remite a la herencia gentica de las personas y que involucra tanto lo biolgico como lo cultural en cuanto rasgo heredado de los antepasados. Tres pases, Brasil, Guyana y Uruguay, clasican a la poblacin indgena nicamente de esta manera aunque ya no le corresponda al censador atribuirle a la persona censada una de las identidades por cualquier rasgo sobresaliente o color de piel (hetero-atribucin).

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La categora lengua solamente es incorporada en algunos pases y se presenta desdoblada en las subcategoras lengua hablada, lengua predominante en el hogar y primera lengua. En cuatro pases se complementan las categoras de autoidenticacin y autorreconocimiento con la categora lengua (Argentina, Bolivia, Ecuador y Paraguay). Sin embargo, en Argentina no se especica de qu lengua indgena se trata. En Surinam y Mxico, ser contabilizado como indgena depende de la lengua que se habla, y en Per de la lengua adquirida en la primera infancia. Huelga subrayar la importancia de la informacin sobre dominio, uso y adquisicin de lenguas en el nivel nacional que los censos deberan proveer para la formulacin de polticas pblicas en tiempos de reconocimiento jurdico y constitucional de la diversidad cultural de los estados latinoamericanos. Variables como la vitalidad de las lenguas indgenas, la transmisin intergeneracional, el bilingismo y el monolingismo seran conocidas a escala nacional y no dependeran de los escasos especialistas conocedores de la situacin en el nivel local y cuya informacin por lo general no se difunde. Guyana francesa no est incluida en el cuadro porque en su censo (aplicado tambin en Francia) se indaga solamente por la nacionalidad de los encuestados. Sin intencin de revisar en este lugar otros ngulos problemticos de los censos como fuente de informacin, nos hemos detenido aqu en aspectos que hacen a la concepcin de estas herramientas cuantitativas en los 21 pases de Amrica Latina porque creemos que se debe explotar un nivel adicional de informacin: la ideologa estatal frente a su poblacin indgena. Los censos nacionales son la tarjeta de presentacin de un pas y reejan el lugar que ocupan los indgenas en la representacin de los estados. Le interesa a los estados reconocer el protagonismo indgena, maximizar su nmero y mostrar la riqueza de la diversidad tnica enmarcada en la nocin de autodeterminacin de los pueblos, con las implicaciones polticas que eso conlleva? O les conviene, desde una postura de relevamiento de la cara nativa del pas o lo que queda de ella, reducir a un valor mnimo las cifras que se contabilizan recurriendo nicamente a elementos culturales como la lengua hablada o la lengua adquirida a nivel de individuos o, peor an, de la raza? Consideramos que a travs de los censos, desde su concepcin hasta su ejecucin y por supuesto tambin en la divulgacin y accesibilidad de resultados, se puede entender el espacio poltico o de participacin poltica que se asigna a los indgenas en un pas, ya sea en cuanto a poblacin o en cuanto a pueblos. No basta sentir el malestar estadstico y rechazar los censos, es tiempo de actuar aportando desde los distintos sectores e instituciones en los que se inserta el lector a detectar los literales vacos y equivocaciones de estas herramientas de registro, llamar la atencin y poner a disposicin sus conocimientos y experiencia para mejorar, tanto la concepcin como la realizacin y difusin de resultados de los censos nacionales. Las organizaciones indgenas que presentan cifras alternativas como expresin de su oposicin o rechazo a los resultados de los censos no explicitan, por lo regular, las fuentes ni los modos de recoleccin de su informacin. Quizs tenga ms sentido ahora promover la aplicacin de herramientas censales en el nivel nacional, de tal manera que no sea posible negar la abrumadora diversidad, existencia, participacin, actuacin y reivindicacin indgena.

CAPTULO I INTRODUCCIN

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Los pueblos indgenas, sujetos de derecho de acuerdo con legislacin internacional, son los sujetos de este Atlas. NO es ste un atlas de poblacin ni un atlas de lenguas, de su descripcin o su devenir histrico. Y utilizamos el concepto pueblo indgena para la regin entera a sabiendas de que, en ciertos pases y sus censos, para ciertas instituciones y estudiosos, son nada ms que aborgenes, grupos tnicos o etnias, nativos, culturas ancestrales, poblaciones indgenas, amerindios, desprovistos de su estatuto jurdico y los derechos territoriales, ciudadanos, de organizacin, representacin y autodeterminacin que de l emana. En algunos pases, nativo es utilizado como un adjetivo; en Per, por ejemplo, se pregunta sobre la lengua o dialecto nativo. No desconocemos tampoco que en algunos pases se han establecido las nociones de nacionalidades o naciones indgenas, sobrepuestas al trmino pueblos; por ejemplo, en Ecuador. Aun si la nocin pueblo indgena ya se ha institucionalizado en varios pases, es necesario tener en mente que puede haber un entendimiento distinto producto del rol poltico que le toc jugar a la poblacin indgena en la historia de cada pas, tanto en la poca prehispnica como en la colonia y la repblica, de su tamao, ubicacin y presencia en zonas estratgicas geopolticas y de inters econmico. Aunque la universalizacin del trmino pueblo indgena en el Atlas podra esconder o minimizar las caractersticas sui generis de cada entidad, nos motiva marcar su derecho de reconocimiento y participacin como sujetos colectivos diversos en los asuntos que ataen a su presente y futuro, como tambin a los estados que los incluyen. La sociolingstica es el calicativo de este atlas, que recurre a la nocin de lengua indgena a sabiendas de que pisamos arenas movedizas: hasta el da de hoy, se discute dnde empieza y dnde termina una lengua para poder establecer, por ejemplo, cuntas hay. Es una mera cuestin lingstica o es un criterio poltico establecer quines, cuntos, dnde, cundo, para qu hablan qu? A esto se aade la discusin sobre las mnimas condiciones necesarias para hablar de la existencia de una lengua: bastan palabras o se requieren textos para decir que la lengua vive? Basta el recuerdo y poder entender una lengua o es necesaria la creacin y produccin para decir que hay, vive o se usa ese idioma? En ambos temas, pueblos y lenguas indgenas, nos enfrentamos a algunas preguntas del milln: Quin establece actualmente si hay una lengua, o varias, o ninguna? Quin dene hoy si hay uno, o varios, o ningn pueblo indgena? Y, quin ja la relacin entre lengua y pueblo? Antes que mantenernos a la espera de las respuestas que se van generando y reelaborando cada da que pasa y temer la crtica de los que saben ms y mejor, el Atlas reconoce las diferencias nacionales en la concepcin de pueblos indgenas a la vez de abogar por el sentido poltico de la denominacin pueblos indgenas, por encima de la dispersin geogrca y variacin lingstica y por encima de las fronteras nacionales. Encontramos, por otra parte, argumentos histricos que revelan la magnitud e importancia de los contactos intertnicos y lingsticos para la pervivencia de las culturas indgenas como culturas vivas y, por lo tanto, dinmicas y cambiantes. Para hacer ms complejo el panorama, aadamos el tema de los nombres de los pueblos, que no siempre sirven para distinguir a unos de otros y que, por otro lado, cambian de un pas a otro aunque se trate del mismo pueblo. Una demostracin de la situacin caleidoscpica de identidades colectivas indgenas supranacionales, dinmicas y a primera vista confusas por la diversidad de denominativos endgenos, exgenos y nacionales son los pueblos indgenas que hablan diversas variantes del guaran en el rea geocultural Chaco ampliado.

ATLAS SOCIOLINGSTICO DE PUEBLOS INDGENAS EN AMRICA LATINA

Pueblos guaranticos transfronterizos

PARAGUAY Ava Guaran (llamado Chirip en Paraguay)

BOLIVIA

ARGENTINA

BRASIL

COMENTARIOS Regin oriental centro de Paraguay, subtropicales. NO son los Guaran andeva de Paraguay. NO son los Ava Guaran de Argentina. Comparten una variedad de guaran. Regin occidental centro de Paraguay, chaqueos (Oriente de Bolivia). NO son los guarayos de Bolivia. Comparten una variedad de guaran. Los guaranes en Bolivia tambin hablan las variedades izoceo y simba.

1

Guaran andeva

2

Guaran occidental (llamado en Paraguay guarayos, chiriguanos)

Guaran

Ava Guaran

3 4 5

Mby Guaran Guaran andeva Pai Tavytera Tapiet

Mby Guaran Tapiet

Mby Guaran

Regin oriental (corredor de sur a norte) de Paraguay, subtropicales. Comparten una variedad de guaran. Regin occidental de Paraguay, chaqueos. Comparten una variedad de guaran.

Kaiow

Regin oriental norte de Paraguay, subtropicales. Comparten una variedad de guaran.

FUENTE: Elaboracin propia, con base en Atlas en DVD (2009).

A propsito de este caleidoscopio que desafa todo ordenamiento territorial regido por fronteras nacionales, el DVD Atlas registra 108 pueblos transfronterizos.

Pueblos transfronterizosLENGUAS INDGENAS 94 10 2 aymara garfuna 1 karia/karina/kalina/carib/galibi 1 quechua/kichwa/ingano COMPARTEN FRONTERA O SE DISTRIBUYEN EN: 2 pases 3 pases 4 pases Argentina, Bolivia, Chile, Per Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua 5 pases Brasil, Guyana, Guyana francesa, Surinam, Venezuela 6 pases Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Per

FUENTE: Elaboracin con base en Atlas en DVD (2009).

CAPTULO I INTRODUCCIN

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Como se puede observar, la absoluta mayora de pueblos transfronterizos comparte una frontera (establecidas en dos pases), un dcimo comparte dos fronteras. Hay cuatro pueblos que se extienden entre cuatro y seis pases. En este cuadro no se incluye la poblacin indgena migrante, que en algunos casos es registrada por los censos de los pases receptores, como es el caso de Mxico con los inmigrantes hablantes de quechua. En Brasil tambin se reporta poblacin quechua. Contabilizando de esta manera a los pueblos indgenas, el Atlas en DVD llega a detectar con nombre, nmero y lugar de asentamiento 522 pueblos en Amrica Latina. Contrasta esta cifra con la que el lector interesado obtiene si pasa revista a la lista de pueblos desde la perspectiva de cada pas en el DVD, que es la forma ms comn de registro (implicando un sentido de propiedad nacional), por la cual se contabilizan 653 entradas. Y puesto que estamos acostumbrados a escuchar que se trata de pueblos minoritarios o minoras tnicas, no dejaremos pasar la oportunidad para nombrar a los cinco pueblos con poblaciones en nmeros millonarios, en orden numrico descendente: Quechua, Nahualt, Aimara, Maya yucateco y Kiche; y con poblaciones entre 500 mil y un milln, se encuentran seis pueblos: Mapuche, Maya qeqchi, Kaqchikel, Mam, Mixteco y Otom. Casi un quinto de los pueblos ha dejado de hablar una lengua indgena. Se trata de 44 pueblos indgenas que utilizan como nica lengua el castellano y 55 pueblos que emplean nicamente el portugus. Es muy revelador que la mayor prdida lingstica tenga lugar en las reas de primer contacto con los colonizadores (costa noreste de Brasil, Andes norte de Colombia) y donde se originaron las relaciones ms tempranas entre indgenas y estados. Por otra parte, la existencia de pueblos sin lengua indgena tambin es resultado del proceso sociopoltico por el cual poblaciones se redescubren como pueblo indgena (reetnizacin), despus de haber estado desestructurados por siglos, o establecen una nueva identidad (etnognesis) que no se basa necesariamente en la memoria histrica sino que surge por divisiones internas o tambin por la transformacin cultural. En cuanto a las lenguas indgenas registradas, el Atlas en DVD consigna en la regin 420 lenguas en uso, 103 de las cuales (24,5%) son transfronterizas. La caracterstica sobresaliente de Amrica Latina no es, sin embargo, la cantidad de sus lenguas. En frica se reportan actualmente cerca de dos mil lenguas, en Asia del Sur, alrededor de mil quinientas lenguas y en Nueva Guinea alrededor de mil. Lo que distingue a Amrica Latina es la profusin de familias lingsticas y la notoria diversidad gentica y tipolgica de lenguas que eso implica. Mientras que en los lugares mencionados hay entre 10 y 27 familias, para Amrica Latina el Atlas en DVD registra 99 familias lingsticas. La ms extendida de todas es la familia Arawak, que se extiende desde Centroamrica hasta la Amazona en ms de una decena de pases.

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Las familias lingsticas en Amrica LatinaPASES QUE COMPARTEN LA FAMILIA 11 8 6 4 5 3 6 6 1 2 1 2 1 1 3 1 2 2 2 2 1 1 1-3 1-3 1-6 1-2

FAMILIA LINGSTICA Arawak Tupi-guaran Caribe Maya Tukano Pano Otomangue Chibcha J Yuto-Nahua Mond Guahibo Tupari Enlhet-Enenlhet Guaycur Mixe-Zoque Jvaro Takana Barbacoa Sliba Hokana Misumalpa Familias con 3 lenguas Familias con 2 lenguas Familias con 1 lengua Lenguas independientes Total

NMERO DE FAMILIAS 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 8 13 27 29 99 familias

NMERO DE LENGUAS 41 38 34 30 23 21 18 18 15 11 8 7 6 6 6 6 5 5 4 4 4 4 24 26 27 29 420 lenguas

FUENTE: Elaboracin con base en Atlas en DVD (2009).

CAPTULO I INTRODUCCIN

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Respecto a la gran cantidad de lenguas independientes, remitimos al lector a la parte introductoria del captulo Amazona, donde se explica con detalle su importancia en el contexto de prdida de lenguas en la regin. Teniendo en cuenta reportes contradictorios, el Atlas registra 21 lenguas indgenas de las cuales no se sabe con certeza si an son usadas o han pasado a ser objeto de documentacin solamente. La mitad de estas lenguas en peligro inminente son lenguas independientes, es decir, que no se agrupan con ninguna otra lengua para formar una familia lingstica. El tema de lenguas en peligro o en riesgo de extincin nos convoca desde una postura de alerta a los mismos sujetos y a las sociedades nacionales para encarar con polticas comunitarias, locales, regionales y estatales el mantenimiento de la diversidad lingstica, de la misma manera que se ha entendido ampliamente que el planeta tiene futuro si se cuida y protege la diversidad biolgica. Antes de invitar al estimado e interesado lector a embarcarse en este fantstico viaje por la Amrica indgena, queremos esbozar algunas de las dicultades que este Atlas ha debido zanjar para poder presentar el cmulo de informacin de manera legible y coherente. Nos referimos a la necesidad de ser consistentes en cuanto al uso de normas ortogrcas (sta es una obra escrita en castellano), reducir la confusin que podra surgir de la variedad de nombres y designaciones para un mismo pueblo o una misma lengua y, en tercer lugar, lidiar con la profusin de maneras de escribir el nombre de una lengua o un pueblo. En cuanto al primer aspecto, somos conscientes de las determinaciones que se tomaron en algunos pases para escribir el nombre de las lenguas con mayscula (Guatemala, Ecuador). Tratndose de una publicacin de alcance regional escrita en castellano, nos regimos por la norma castellana en el uso de mayscula y minscula cuando se trata de nombres propios (de pueblos), lenguas, gentilicios, adjetivos. Una convencin en lingstica nos asiste para escribir con mayscula los nombres de familias lingsticas y con minscula los nombres de lenguas. Mucho ms difcil es el manejo de la variedad de nombres de pueblos, sean producto de una denominacin endgena o exgena. Vase por ejemplo, esta pequea muestra:

EJEMPLOS DE DISTINTOS NOMBRES DE UN PUEBLOGalibi (colonial)/Kalina (Guyana francesa) Emerilln/Teko (Guyana francesa) Akawayo/Kapn (Guyana) Sicuani/Guahibo (Colombia) Paz/Nasa (Colombia) Guambiano/Misak (Colombia) Ai/Cofn (Ecuador) Yine/Piro (Per) Chayahuita/Shawi (Per) Jebero/Shiwillu (Per) Mayoruna/Matss (Per) Awaruna/Awajn (Per) Eepa/Panare (Venezuela) Pume/Yaruro (Venezuela) Au/Paraujano (Venezuela) Wayuu/Guajiro (Venezuela) Tolupn/Jicaque (Honduras) Maleku/Guatuso (Costa Rica)

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O vase la siguiente muestra de variedad de nombres de lenguas determinada por

EJEMPLOS DE DISTINTOS NOMBRES PARA UNA MISMA LENGUA TRANSFRONTERIZA taurepang (Brasil) / pemn (Venezuela) / arekuna (Guyana) embera (Panam) / sia pedee (Colombia, Ecuador) sikuani (Colombia) / hiwi (Venezuela) aingae (Ecuador) / cofn (Colombia) arawak (Surinam) / lokono (Guyana) siona (Colombia) / baicoca (Ecuador) / airo pai (Per) nahuatl (Mxico) / pipil (El Salvador) wich (Argentina) / weenhajek (Bolivia) .. / ..

fronteras: Hemos tratado de respetar la denominacin que los mismos pueblos indgenas reivindican como propia; en segundo lugar, hemos recurrido al nombre reconocido ocialmente en los censos nacionales; en tercer lugar, en cuanto a lenguas y pueblos transfronterizos, respetamos las denominaciones de acuerdo con el uso que se da en cada pas, aclarando que se reeren a una misma lengua o a un mismo pueblo. Por principio, nos distanciamos del uso de trminos peyorativos o considerados peyorativos. Naturalmente, tambin en este tema la realidad es ms dinmica de lo que nos gustara, y si antes sicuani era entendido como sinnimo de salvaje, hoy los mismos sicuanis lo reivindican en Colombia. En el caso de hiwi, es una palabra autctona que signica ser humano e incluye a piaroas y piapocos, pero es actualmente reivindicado por un solo pueblo, el pueblo Hiwi. Finalmente, el sinuoso e interminable camino de la escritura de nombres indgenas.

EJEMPLOS DE DISTINTAS FORMAS DE ESCRIBIR NOMBRES INDGENASculina/kulina kuiwa/cuiba yekuana/yekwana carijona/karijona cogui/kogui sen/zen piapoco/piapoko cabiyari/kawiyari tucano/tukano yabarana/yawarana cocama/kokama/kukama coreguaje/koreguaje chort/chorti jiwi/hiwi akurio/akuriyo zpara/spara huaorani/waorani huitoto/witoto ticuna/tikuna kekch/qeqchi misquito/miskitu jicaque/xicaque teribe/terraba brunca/boruca

CAPTULO I INTRODUCCIN

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FOTO: Tutaychizi. Corona del pueblo chapara, de alas de guacamayo azul (Ara ararauna), sobre armazn tejido de tamshi (esterilla). Usado por el hombre. Coleccin Formabiap-Aidesep. Tomado de Formabiap-Aidesep-Fundacin Telefnica. 2000. El ojo verde. Cosmovisiones amaznicas. Lima: Telefnica del Per S.A.A.

Basten estos pocos ejemplos como muestra: Sabiendo que aqu tendremos los mayores tropiezos y las mayores incomprensiones del lector conocedor de la materia, dadas las histricas y contemporneas discusiones sobre cmo escribir nombres indgenas y las adhesiones y rechazos que en este asunto altamente simblico se generan, optamos en el Atlas por apartarnos en la medida de lo posible de la forma castellanizada de los nombres de pueblos y lenguas. Sin la pretensin de establecer una norma o erigirnos en jueces, uniformamos a lo largo del Atlas la escritura de los nombres indgenas para ahorrarle al lector confusin por la variacin ortogrca. Por su sentido ms bien tcnico y no tanto simblico, las denominaciones de las familias lingsticas y lenguas independientes s son nmadas en el Atlas. En primera instancia, recurrimos a la propuesta de Francisco Queixalos en su introduccin al captulo V Amazona para las familias lingsticas existentes en dicha rea; rige, en segundo lugar, la forma de escritura utilizada en la lingstica contempornea; tambin hemos aceptado denominaciones sancionadas como ociales por la correspondiente entidad pblica (el caso de Mxico, por ejemplo). Agradecemos a UNICEF en la persona de Anna Luca DEmilio la oportunidad que le dio al Programa de Formacin en Educacin Intercultural Bilinge para los pases Andinos (Fundacin PROEIB Andes) de construir y presentar esta herramienta de trabajo y de estudio. AGRADECEMOS con maysculas por esta va a todos y cada uno de los autores y colaboradores de nuestra aventura por su comprometido aporte y apoyo, facilitado por la cercana virtual que redujo las grandes distancias geogrcas. Un especial reconocimiento a los asesores de la obra por su sabia gua, acompaamiento y estmulo para llegar a concretar un sueo. Esperamos que el producto sea til aunque perfectible, genere en el usuario curiosidad y duda y lo estimule a saber y hacer ms con y para las lenguas y los pueblos indgenas. Cochabamba, febrero de 2009

IMAGEN: Mapamundi hecho por Juan de la Cosa en 1500. Se muestra el Nuevo Mundo en la parte superior (en verde) y el Viejo Mundo en la parte central e inferior (en blanco).

II

PUEBLOS, CULTURAS Y LENGUAS INDGENAS EN AMRICA LATINA

ATLAS SOCIOLINGSTICO DE PUEBLOS INDGENAS EN AMRICA LATINA

Nunca se perder,

nunca se olvidar,lo que vinieron a hacer, lo que vinieron a asentar en sus pinturas: su renombre, su historia, su recuerdo. As en el porvenir jams perecer, jams se olvidar, siempre lo guardaremos

nosotros hijos de ellos,los nietos, hermanos, bisnietos, tataranietos,

descendientes, quienes tenemos su sangre y su color,lo vamos a decir,

lo vamos a comunicara quienes todava vivirn,

habrn de nacer...Crnica Mexcyotl. En M. Len-Portilla. 1961. Los antiguos mexicanos a travs de sus crnicas y cantares. Mxico: Fondo de Cultura Econmica. 77.

CAPTULO II PUEBLOS, CULTURAS Y LENGUAS INDGENAS EN AMRICA LATINA

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LUIS ENRIQUE LPEZ

PUNTOS DE PARTIDANo resulta fcil determinar quin es indgena y quin no lo es en Amrica Latina y el Caribe. Y es que hasta hace muy poco tiempo esta cuestin no era del inters de los propios concernidos, sino ms bien una preocupacin exgena a la poblacin amerindia. Desde los primeros momentos del contacto, producto de la invasin europea al continente americano, los colonizadores intentaron determinar quin era ese otro que haban encontrado en las tierras descubiertas y cmo haba que denominar a esos pobladores para reducirlos, conquistar sus almas, gobernarlos y aprovechar sus posesiones, as como todo aquello que se encontraba sobre sus territorios y en las entraas de los mismos. Luego de las atrocidades de la hora inicial y de la muerte y extermino masivo de aquellos con quienes se tuvo el primer contacto en el Caribe, pero tambin en la Nueva Espaa y en el Per, se suscitaron las primeras reacciones y rebeliones indgenas. stas llegaron una vez descubierta la verdadera intencin de los forneos, sobre todo a partir del segundo viaje de Coln a la Espaola. El trato inhumano y los miles de muertos dieron motivo a discusiones en la metrpoli ibrica sobre la naturaleza humana de los indgenas, discusiones que incidiran en la revisin de las primeras polticas coloniales dirigidas a quienes habitaban las tierras conquistadas. Las diferencias en cuanto a visiones del mundo, a comportamientos y a lenguas eran tan grandes que no se poda comprender quines eran estos seres y si realmente posean la capacidad de raciocinio y de comprensin de la inmensidad de un dios que no los conmova y ni siquiera lograban entender, pese a la profunda religiosidad que animaba a muchos de ellos. El error histrico de Coln hizo que se los deniera como indios, aunque tambin como naturales, aborgenes, nativos o, posteriormente, como indgenas. Sin embargo, ellos se vean a s mismos simplemente como gente o personas o seres humanos, y, consecuentemente, a sus lenguas como idiomas o hablas de la gente. Si bien la denominacin de indio o indgena se hizo universal a partir de una oposicin que pudo haber nacido cultural pero que rpidamente se racializ, la Colonia no trat a todos los indios de igual forma. Ms bien, estableci diferencias entre las sociedades herederas de las grandes civilizaciones prehispnicas y aquellas que, por sus patrones de vida, no construyeron grandes edicaciones, adoratorios, templos, y hasta ciudades, como Tenochtitlan o el Cuzco. Ms marcado fue tal deslinde cuando en los nuevos territorios se encontr una clase gobernante que se asemejaba a lo que en Europa se conceba como monarqua y nobleza. As, los nobles y seores aztecas e incas merecieron distinto trato que el indgena comn, y lo propio ocurrira con sus lenguas, las cuales llegaron a ostentar el carcter de lenguas generales.

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NOS HAN DADO DIFERENTES NOMBRES A los pueblos indios nos han dado diferentes nombres. Nos llaman aborgenes. Otros nos llaman primitivos, algunos nos dicen etnias, para otros somos campesinos. Somos pueblos, somos nacionalidades, tenemos procesos nacionales propios. Hay quienes nos denominan indgenas para que no nos sintamos mal con la palabra indio. Esta no es ms que una actitud paternalista. Si nos atenemos al diccionario, la palabra indgena signica originario del pas. [] Frente a esta confusin, nosotros, las organizaciones indias, los pueblos indios, queremos darnos nuestros propios nombres, mantener nuestra identidad, nuestra personalidad. Y en la medida en que queremos englobar a los diferentes pueblos indios, sea cual sea su desarrollo histrico, frente a este dilema hemos optado por el trmino de nacionalidades indias. Esta resolucin ha sido meditada y no obedece a una sugerencia ajena, sino porque comprendemos que la categora nacionalidad expresa los aspectos econmicos, polticos, culturales, lingsticos de nuestros pueblos. Nos sita en la vida nacional e internacional.Karankras, A. Las nacionalidades indias y el Estado ecuatoriano. Quito: Tinku-Conaie. 7-8. Tomado de Moya, Ruth. 2008. Participacin social, banca multilateral y educacin intercultural bilinge. Bolivia, Ecuador y Per. Lima: CARE. 35.UNA BODA ENTRE NOBLESExtracto del lienzo annimo de la Escuela Cuzquea sobre la Boda de Martin Garca Oez de Loyola (Vizcaya 1553-Chile 1598), sobrino-nieto de San Ignacio de Loyola, con Beatriz Clara Coya (Cuzco 1536-Lima 1600), usta principal del Per, bisnieta de Huayna Capac, mximo emperador incaico, nieta de Manco Inca Yupanqui, sobrina de Tupac Amaru I e hija de Sayri Tupac Inca y Cusi Huarcay. Martin Garca de Loyola, quien derrot a Tupac Amaru I, lleg a ser gobernador de Chile y muri en 1598, en una rebelin mapuche. A su muerte, su esposa incaica retorn al Per y vivi en Lima. En el lienzo completo aparecen, en la parte superior izquierda, con atuendos tradicionales, los parientes nobles de la novia, y a la derecha, los miembros de la Iglesia Catlica y nobles espaoles. La boda simboliza la unin de dos pueblos, por la va del mestizaje biolgico y cultural, como se destaca en la leyenda del lienzo que se encuentra en la Iglesia de la Compaa de Jess del Cuzco: Con este matrimonio emparentaron entre s y con la real casa de los Reyes Yngas del Per las dos casas de Loyola y Borja, cuya sucesin est oy en los Excelentsimos Seores Marqueses de Alcaices, Grandes de Primera Clase. Despus del matrimonio, doa Beatriz hered todos los territorios del Tahuantinsuyo, los cuales fueron cedidos por los esposos a la Corona espaola. A cambio de ello, Felipe II les otorg el Marquesado de Oropesa de Cuzco, con Grandeza de Espaa de Primera Clase, que los convirti en primos del Rey.

CAPTULO II PUEBLOS, CULTURAS Y LENGUAS INDGENAS EN AMRICA LATINA

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LAS VISIONES COLONIALESResultaron ms fciles de entender las sociedades sedentarias, agrcolas, con formas de organizacin social y gobierno comparables a las europeas, as como aquellas con una historia que lograban recordar y narrar, recurriendo a las distintas formas de registro que entonces existan, incluyendo, por ejemplo, una escritura elaborada y a la vez artstica, colorida y vistosa, como la mesoamericana, o el sistema andino de los quipus, para el registro administrativo-contable y el recuento histrico. Las sociedades cazadoras y recolectoras y nmadas eran ms difciles de entender, y, en muchos sentidos, quedaron al margen o en la periferia de los ms importantes asentamientos urbanos coloniales, aunque la Iglesia persistiese en su afn evangelizador y en su pretensin por reducir a todos los indios y a sus lenguas. Las clsicas misiones jesuticas de lo que hoy son Argentina, Paraguay y Bolivia constituyen una muestra de ese deseo de reducir a los indgenas nmades por la va de la sedentarizacin, la construccin de centros poblados, la evangelizacin, la educacin formal y el aprendizaje de artes y ocios variados. En varios casos, sin embargo, el afn reductor o no tuvo xito o no pudo siquiera llevarse a cabo, por lo que en muchos pueblos amaznicos el contacto real y masivo data solamente de comienzos de la segunda mitad del siglo XX. En la mayora de los pueblos amaznicos, por ejemplo, el vnculo real con el Estado tuvo lugar nicamente cuando lleg la escuela, de la mano de misiones religiosas protestantes contratadas por los gobiernos latinoamericanos en los aos cincuenta del siglo XX, para apoyar la integracin indgena a la sociedad nacional, por la va de la asimilacin y la evangelizacin. Cabe destacar que, hasta hoy y cuando de los indgenas se trata, en Amrica Latina, integracin no es ms que un eufemismo para asimilacin, proceso que en la mayora de los casos result siempre forzado y compulsivo. Hoy se ha comenzado a utilizar la nocin de cohesin social con el derrotero de alcanzar la igualdad en la regin ms inequitativa del planeta; es de esperar que el trmino no sea visto por los asimilacionistas de siempre como fachada del ya histrico proyecto de mestizaje. Pero, en ambos casos el de las sociedades prehispnicas con antiguas formas estatales o cuasi-estatales de organizacin y el de las sociedades transhumantes, a travs del periodo colonial, los conquistadores tuvieron que enfrentar tanto la resistencia pacca, que asegur la continuidad hasta hoy de un sentimiento y un modo de ser y de pensar indgena, como tambin las insurgencias que peridicamente tuvieron lugar en distintos puntos del gobierno europeo en Amrica Indgena. Tales rebeliones no fueron siempre armadas y violentas, tambin se traducan en incansables ceremonias y rituales religiosos de adoracin de los antiguos dioses, a travs de la danza, el canto, la msica, la dramatizacin y el recuerdo de la historia ancestral, que invocaba el retorno de los dioses amerindios y la muerte del dios cristiano, extendindose por varios das, como fue el caso del Taki Unquy (Taqui Onccoy, o enfermedad del canto) en 1559, en los Andes centrales. La insurgencia del canto y la embriaguez, para facilitar a la vez el olvido y el recuerdo, celebraba que las huacas, en cuanto anteriores al dios de los espaoles, resucitaran para castigar con enfermedades a los invasores, por haberlas destruido, y a los indios por haberse bautizado y vuelto cristianos; para evitar enfermedad y muerte, los indios deban renegar del dios intruso, de su modo de vida y de su lengua. Otro ejemplo de ello fue el de los rituales mesinicos guaranes, que incluso podan llevar a sus participantes, ya sea a la muerte, ya sea al suicidio masivo, por agotamiento fsico y mental,

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LAS REDUCCIONES JESUTICAS GUARANES Las misiones jesuticas [] inauguraron una novedosa forma de organizacin econmica y social en las comunidades indgenas conocida con el nombre de reducciones. Bajo este peculiar modelo de colonizacin, los padres jesuitas asumieron durante casi dos siglos la conversin de los indgenas guaranes al Cristianismo. Como es sabido, en el seno de las reducciones la conversin signic no slo un cambio de creencias religiosas sino, adems, un cambio radical en los modos de vida y de subsistencia habituales entre los pueblos guaranes, cuyos habitantes haban vivido hasta entonces diseminados en amplios espacios geogrcos(Tomado de Baigorri y Alonso 2006).

La poblacin guaran, seminmada, tuvo que variar su forma de vida y reunirse, bajo la direccin de los religiosos, en pueblos de indios dispuestos en torno a una plaza en la que se celebraban todos los acontecimientos pblicos. En ellos las viviendas colectivas slo servan para almacenar los enseres, ya que la vida transcurra al aire libre. Estos pueblos contaban con iglesia, colegio, talleres de diferentes ocios artesanales, hospitales, cementerios y casa para viudas y estaban rodeados por tierras dedicadas al cultivo intensivo, especialmente de la yerba mate, que era uno de los elementos fundamentales del comercio, libre de impuestos, con la sociedad colonial. La economa se organizaba a partir del trabajo y la participacin comunitaria de los bienes y el intercambio se estableca a travs de la reciprocidad entre sus miembros y los diferentes pueblos. (Tomado de Enciclopedia Encarta. En: www.ms.encarta.msn.com/enciclopedia_761586370/ Misiones_Jesuticas.htlm. Consulta 6.10.08).

o al abandono abrupto de las misiones, siguiendo a un chamn mesinico. Paccos o no, los alzamientos y levantamientos indgenas se han sucedido a travs de la historia y continan ocurriendo peridicamente hasta nuestros das, pues, como veremos ms adelante, ni la Conquista ni la Colonia han an concluido para las poblaciones amerindias. Si bien en Amrica del Sur la patria del criollo y sus ejrcitos lograron vencer y reducir a los mapuches en el sur chileno y a los guaranes en el Chaco boliviano, slo a nales del siglo XIX (1883 y 1892, respectivamente), cuando ya estaba consolidada la emancipacin de Espaa, la lucha indgena y la defensa de su patrn civilizatorio continan hasta la actualidad, por fragmentado que hoy est el modelo. Con la Colonia, y habida cuenta de los aprendizajes que lograban frailes y gobernantes de los modos de ser indgenas, de sus formas de

organizacin social y de gobierno, as como de sus lenguas, el panorama se fue modicando gradualmente. El afn de conquista trascendi el plano material y poltico para incidir sobremanera en el sojuzgamiento espiritual y mental de los indgenas, de modo tal que su sujecin a la Corona y al monarca quedasen aseguradas, y sobre todo su contribucin econmica para sostener, tanto a los gobiernos trasplantados a Amrica como a los de aquellas metrpolis europeas a las que stos se deban. Con ello, las condiciones polticas, econmicas, sociales, culturales y sociolingsticas amerindias se fueron modicando a distinto ritmo, a medida que avanzaba tambin el mestizaje biolgico y el sincretismo religioso. Los recuentos de las primeras crnicas que datan del siglo XVI y el ensalzamiento que hiciera el Inca Garcilaso de la Vega del perodo inca, de la organizacin social y el funcionamiento del Estado en el antiguo Per ([1609]

CAPTULO II PUEBLOS, CULTURAS Y LENGUAS INDGENAS EN AMRICA LATINA

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Llama la atencin, sin embargo, que en esa notable transformacin los misioneros jesuitas no incluyeran el abandono de la lengua verncula principal, el guaran, que sigui siendo lengua de uso en el interior de los nuevos poblados. A ello contribuyeron el rpido aprendizaje del idioma autctono por parte de los religiosos y la redaccin en guaran de la mayora de los catecismos, gramticas y materiales didcticos empleados en las escuelas. Ese bilingismo ocial incluy, en menor medida, a los mediadores indgenas que intervinieron como traductores e intrpretes en labores de apoyo a los misioneros. EL REEMPLAZO DE LAS ESTRUCTURAS SOCIALES INDGENAS EN LAS REDUCCIONES DEL PARAGUAY Estado de naturaleza Nomadismo, poblaciones muy diseminadas Economa de supervivencia (caza y pesca) Arte y culturas autctonas (por ejemplo, msica) Creencias y usos religiosos: poligamia, politesmo Lenguas autctonas Estado de civilizacin Sedentarismo Economa comunitaria y autrquica (agricultura planicada) Cultura occidental: el barroco jesutico-guaran Cristianismo: monogamia, monotesmo Adaptacin? Lenguas generales, bilingismo selectivo

Tomado de Baigorri, J. & I. Alonso 2006. Lenguas indgenas y mediacin lingstica en las reducciones jesuticas del Paraguay (s. XVII) Comunicacin presentada al 52 Congreso Internacional de Americanistas. Sevilla. En www. . mediazonionline.it/articoli/ baigorri-alonso. htlm. Consulta del 10 de octubre de 2008.

1991), as como los relatos de Lpez de Gmara sobre la sociedad azteca (1555), en la redaccin de los cuales intervino tambin el primero, y los ms tardos de Ruiz de Montoya sobre el riesgo de no tratar bien a los indgenas y acerca de la vida en comunidad de los guaranes ya misionados ([1633] 1882), dieron pie a innumerables teoras comunitaristas en Europa, as como al surgimiento de un pensamiento utpico y a la visin del buen salvaje, en el contexto del romanticismo europeo. Esta visin incidi en la vida intelectual europea, motivando el desplazamiento de viajeros y estudiosos europeos, lectores acuciosos de los recuentos de los cronistas que buscaban mundos y formas de vida diferentes. Desde antes, los productos americanos se haban ido incorporando a la dieta europea y el cacao (kakaw, voz maya), el chocolate (xokolatl, voz nahuatl), el tomate (tomatl, nahuatl), el charqui (charki, voz quechua), el

man (voz tahina) o inchi (inchik, quechua) o cacahuate (kakawatl), la palta (palta, quechua) o cacahuete (kakawatl, nahualt), el ajFOTO: L.E. Lpez (mapa de su propiedad), Chili Paraguay, Homman Heirs. Ca. 1733.

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(tahino) o chile (chilli, maya), la vainilla (voz castellana) y numerosos otras creaciones y productos amerindios fueron gradualmente considerados como propios. La papa y el maz salvaran a Europa de la hambruna, sobre todo la primera. Paralelamente, Amrica reciba numerosos productos vegetales y animales europeos; y en el altiplano aimara, por ejemplo, la vaca se volvera waka, el caballo kawallu, la oveja iwija o uwija o uwisa, la cebolla siwilla y el trigo tiruwa, y no hay razn alguna que convenza a muchos aimaras de hoy que esos animales y productos no son tan aimaras como la llama, la vicua, la papa, el olluco, la oca y la quinua. Al respecto, qu sera de la cultura mapuche actual sin el caballo y lo que l en ella representa, as como de la gastronoma italiana sin el tomate, de la suiza sin el chocolate o de la irlandesa o la belga sin la papa? FORMAS DISTINTAS DE REBELIN El encomendero Martnez [] se desesperaba al ver que no consegua que las indias trabajen tanto y como l quisiera. Despechado, achaca a las indias que su gloria no es sino echar a perder a los cristianos, y destruir cuanto hay, sin ms cuenta y razn, de que si les preguntan por ello, y dicen ellas erua (=herungua), que es como se dice no s, y sacarlas de all, aunque lo sepan, despus dicen que no, aunque las desuellen, es por dems (CI 1877:626). Viendo estos naturales sus trabajos no haber n, antes ahora doblarse, este verano s que se quieren ir de aqu, y estoy cierto que se irn ms de dos mil (ibid.: 667). Tenemos nueva que entre los indios [en 1556] se ha levantado uno, con un nio que dice ser Dios o hijo de Dios, y que tornan con esta invencin a sus cantares pasados, a que son inclinados por naturaleza: por los cuales cantares tenemos noticia que en tiempos pasados muchas veces se perdieron, porque entretanto que dura, ni siembran ni paran en sus casas, sino, como locos, de noche y de da, en otra cosa no entienden, sino en cantar y bailar, hasta que mueren de cansancio, sin que quede hombre ni mujer, nio ni viejo, y as pierden los tristes la vida y el nima (ibid.: 632). De Cartas de Indias. [1877] 1978. Ed. facsimilar, 3 tomos. Madrid. En B. Meli 1988. El guaran conquistado y reducido. Estudios de etnohistoria. Asuncin: Universidad Catlica. 30-35.

IMGENES: Acuarelas de Francisco Requena y Herrera

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EL LEVANTAMIENTO DE OBER Ober, como digo, se llamaba que suena resplandor en castellano: en el Paran grande este habitaba, el bautismo tena de cristiano: mas la fe prometida no guardaba, que con bestial designio a Dios, tirano, su hijo dice ser y concebido de virgen, y que virgen lo ha parido. La mano est temblando de escribirlo, mas cuento con verdad lo que deca con loca presuncin aquel diablillo, que ms que diablo en todo pareca. Los indios comenzaron a seguirlo por todas las comarcas do vena, atrajo mucha gente as de guerra, con que daos haca por la tierra. Dejando, pues, su tierra y propio asiento, la tierra adentro vino predicando: no queda de indio algn repartimiento, que no siga su voz y crudo mando, Con este impo pregn y mal descuento la tierra se va levantando, no acude ya al servicio que sola, que libertad a todos prometa. Mandles que cantasen y bailasen, de suerte que otra cosa no hacan, y como los pobretes ya dejasen de sembrar y coger como solan, y slo en los cantares se ocupasen, en los bailes de hambre se moran, cantndoles loores y alabanzas del Ober maldito y sus pujanzas. Un hijo que ste tiene, se llamaba por nombre Guirar, que es palo amargo. Del nombre Papa aqueste se jactaba. Con ste el padre, dice, yo descargo la gran obligacin que a m tocaba, con darle de pontce el encargo. Este es el que viene bautizando, y los nombres a todo trasmutando. No quiero ms decir de sus errores de que andaba la tierra alborotada en todo el Paran, y sus rededores; y as se fue tras l de mano armada. Mas como ste tena corredores, y gente puesta siempre en gran celada, viendo la pujanza conocida del enemigo, pnese en huida. Esta fue la causar que estuviese la tierra levantada, como estaba, y que a servir al pueblo no viniese.Barco de Centenera, Martn. 1602: Argentina y conquista del Ro de la Plata. Lisboa: se. Canto XX. Tomado de B. Meli 1988. El guaran conquistado y reducido. Estudios de etnohistoria. Asuncin: Universidad Catlica. 36-37.

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EL DESLUMBRAMIENTO Y desde que vimos tantas ciudades y villas pobladas en el agua, y en tierras rme otras grandes poblazones, y aquella calzada tan derecha y por nivel cmo iba a Mxico, nos quedamos admirados y decamos que pareca a las cosas de encantamiento que cuentan en el libro de Amadis, por las grandes torres y ces y edicios que tenan dentro en el agua, y todos de calicanto, y aun algunos de nuestros soldados decan que si aquello que vean si era entre sueos, y no es de maravillar que yo escriba aqu de esta manera, porque hay mucho de ponderar en ello que no s cmo lo cuente: ver cosas nunca odas, ni an soadas, como veamos.Daz del Castillo, B. 1955. Historia verdadera de la conquista de la Nueva Espaa. Mxico: Editorial Porra. Tomo I:260. Citado en Len-Portilla, M. 1961. Los antiguos mexicanos a travs de sus crnicas y cantares. Mxico, D.F FCE. 10. .:

En los primeros pueblos objeto de la Colonizacin, una vez superado el trauma inicial de la Conquista, la distincin establecida por la Corona espaola entre repblicas de indios y repblicas de espaoles permiti en los Andes y en Mesoamrica la convivencia en regmenes que hoy podramos denominar, grosso modo, multiculturales. Si bien manteniendo las jerarquas coloniales polticas, econmicas y raciales, mientras los naturales tributaran y sirviesen en la encomienda y en la mita, les era permitido vivir de manera relativamente autnoma y conservar algunas de sus instituciones sociales, con la condicin adicional de la sujecin a la fe cristiana.

Para ello, los conquistadores se sirvieron de las lenguas ancestrales, sobre todo de aquellas ms difundidas. As, el nhuatl en Mesoamrica, el quechua y el aimara en los Andes y el guaran en el Oriente sudamericano se convertiran en lenguas generales a las cuales se tradujeron catecismos, devocionarios y confesionarios con los que se busc evangelizar a los ineles. Como en Mesoamrica ocurri con el nhuatl, en los Andes el quechua no slo fue objeto de codicacin, lexicacin, elaboracin y estudio, sino que adems se volvi lengua vehicular de la educacin formal, en las escuelas de caciques y curacas, diseadas para atender a los hijos y descendientes de la nobleza depuesta y de los seores de los reinos y seoros locales, muchos de los cuales, por reaccin contra aztecas e incas, por ejemplo, apoyaron al ejrcito conquistador. Hubo incluso procesos sistemticos de planicacin idiomtica destinados a facilitar las labores docente, evangelizadora y de buen gobierno. El III Concilio Limense de 1583 dict las normas que regiran el uso y el aprendizaje de la lengua general por parte de todo fraile que trabajase en el Per de entonces. As como ocurri en el Colegio de Tlatelolco, en Mxico, los colegios reales de indios de Quito, Lima y Cuzco ensearan el castellano, el latn y utilizaran tambin los diccionarios y las gramticas de las lenguas generales en la educacin de los caciques y curacas, instrumentos publicados en los Andes centrales a partir de 1560 a slo 28 aos de iniciada la Conquista del Per. Tambin se instaur una ctedra de quechua, que funcion primero, en 1551, en la Catedral de Lima, y despus en la hoy Universidad Mayor de San Marcos, desde 1579. Se preparaba all a los clrigos como hablantes uidos de la lengua del Inca, capaces de hacer de ella un idioma en el cual se pudiese tambin pre-

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29sentar los misterios de la fe y convencer a los naturales de la necesidad y de su derecho a la cristiandad (Porras-Barrenechea 1999). La Edad de Oro del quechua (siglos XVII y XVIII), en la que tambin se produjo literatura escrita en esta lengua y las clases letradas quechuas redactaban cartas y documentos escritos de ndole diversa, llegara a su n, cuando a raz de los levantamientos de Tupaq Amaru II, en el Cuzco, y de Tupaq Katari, en el cerco de la ciudad de La Paz, se prohibiera el uso del quechua y se proscribiera su enseanza. La prohibicin del aimara y su hostigamiento (ibid.) en la zona del lago Titicaca y en distintas localidades de lo que hoy es Bolivia tuvo lugar tiempo antes, cuando el virrey Toledo decidiera hacer del quechua la lengua general de la evangelizacin andina, a nes del siglo XVI, luego de visitar los connes del Virreynato del Per, hacia el sur y por el norte, y comprobar que el uso de este idioma se extenda prcticamente en todo el territorio, incluso all donde, adems del quechua, se hablaban otras lenguas locales.

IMAGEN: Diego Mndez. Pervviae Avrifer Regionis Typvs. Amberes [1584]. El mapa corresponde a la edicin latina de 1584 del atlas Theatrum Orbis Terrarum de Abraham Ortelius, inaugural coleccin de cartografa mundial de base cientca, publicada entre 1570 y 1612, en sucesivas y ms amplias ediciones, en la ciudad de Amberes.

FOTO: L.E. Lpez (Reproducida con permiso de la propietaria de la pintura: Annelies Merkx). Pintura: Hacia una nueva escuela por Miguel Cuyo, de la Comunidad Quechuahablante de Tigua, Ecuador, 1998.

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CTEDRAS DE QUECHUA Y ESTUDIO DE LAS LENGUAS INDGENAS En la Catedral de Lima existi tambin desde 1551 una Ctedra de Quechua para los clrigos del Arzobispado y el Catedrtico de ella deba predicar los domingos, en quechua, desde el atrio de la iglesia mayor, a los indios que se hallaban en la plaza. Regentaron esta ctedra eclesistica, a partir de 1551, el cannigo Pedro Mexa, el presbtero Alonso Martnez, y Alonso Huerta. El primer Catedrtico de Quechua de la Universidad, de 1579 a 1590, fue el doctor Juan de Balboa, cannigo e investigador de ritos y huacas y el primer peruano graduado en San Marcos. Le sucedi el agustino Fray Juan Martnez de Ormaechea. La ctedra fundada por Toledo dur doscientos aos. Se extingui en el siglo XVIII, por un decreto del virrey Juregui de 29 de marzo de 1784, a raz de la revolucin de Tpac Amaru y de un cambio brusco y tardo de poltica lingstica del gobierno espaol. En la ctedra de quechua de la Universidad guraron en esos siglos los nombres de Alonso de Osorio, Alonso Corbacho, Antonio de la Cerda, Juan Roxo Mexa y Ocn, Izquierdo, Zubieta, Snchez Guerrero, Juan Calvo de Sandoval, Diego Arias Villarroel, Avalos Chauca, Izquierdo Roldn y otros. Hubo tambin una legin eciente de intrpretes quechuas incorporados a la Audiencia y un cargo de Intrprete General que, a principios del siglo XVII desempe Gaspar Flores, el padre de Santa Rosa de Lima. []. Lima es, entonces [s. XVII y XVII], la sede tradicional de la cultura antrtica, y, como tal, recibe con sentido de capitalidad cultural, todas las experiencias lingsticas del continente sur y en ella se preparan vocabularios y artes no slo de la lengua quechua y aymara, sino de la araucana, de la puquina y la guaran. En ella se imprimirn, a poco, el vocabulario aymara de Bertonio, el araucano de Luis de Valdivia y, ms tarde, el guaran del limeo Ruiz Montoya. La Universidad de San Marcos es entonces como una Alcal de Henares indiana.Porras Barrenechea, R. 1999. El legado quechua En Indagaciones Peruanas. . Obras completas. Tomo I. Lima: UNMSM. 342.

FOTO: Johannes Cloppenburgh, Amsterdam, 1632. Per.

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LAS VISIONES REPUBLICANAS: DEL MESTIZAJE A LA INTERCULTURALIDADCon la llegada de la Repblica y la adopcin de la visin liberal europea temprana de la igualdad ante la ley se pretendi abolir los regmenes especiales instaurados en la Colonia, descartando las normas especiales de buena polica y buen gobierno que, en muchos sentidos, determinaron la existencia de esa suerte de autonoma indgena a la que nos hemos referido. Hasta hoy, numerosas comunidades indgenas conservan ttulos de propiedad, otorgados por el rey, de las tierras que ocupan. EL FIN DE LA EUROPA PLURITNICA Y Pero la abolicin de ese multiculturalismo PLURIRELIGIOSA de facto que existi en la Colonia no beneEl proyecto civilizador [] desde las cruzadas ci a los pobladores originarios de Amrica, medievales y el llamado descubrimiento en cuanto las nuevas repblicas, inspiradas del Nuevo Mundo destruy las realidades en el modelo liberal francs temprano hecomunitarias de una Europa cosmopolita, redado de la Revolucin francesa, buscaron pluritnica y plurireligiosa en benecio ms bien imponer una sola visin del mundo de un proyecto poltico universalista y la cristiano-occidental y un solo idioma radicalmente uniformador: la civilizacin por lo regular, el castellano o el portucristiana, o ms bien el orbis christianus, gus como instrumentos que contribuiran cuyo nombre y signicado modernos se a construir el Estado-nacin anhelado. formularon precisamente en el contexto Recurdese que, como ocurri antes en la Colonia por medio de la encomienda y la de la polmica humanista en torno a la mita para la explotacin del oro y la plata, Conquista y cristianizacin del Nuevo Mundo con el advenimiento del rgimen republicano []. La destruccin de las comunidades se suscitaron guerras fratricidas y disputas histricas europeas ha sido un proceso territoriales entre los nacientes pases, que que, bajo los nombres contemporneos perjudicaron grandemente a los indgenas y de racionalizacin y modernizacin, se ha a la unidad de sus territorios ancestrales. De sucedido de hecho hasta el da de hoy. igual modo, distintos factores como la neceY si se echa una rpida mirada sobre la sidad de integrar los territorios nacionales, suerte histrica de la Amrica colonial y las demandas del mercado internacional y poscolonial, la cuestin de destruccin de la consecuente explotacin de recursos nacomunidades y del vaciamiento de sus turales, como el caucho o goma o los hidroculturas histricas adquiere un sentido carburos en las selvas amaznicas, trajeron inevitablemente ms drstico y dramtico, consigo agelos de distinta ndole como la pero no cualitativamente diferente de la sedentarizacin de sociedades nmadas, la reduccin de un territorio concebido de propia destruccin de la Europa cosmopolita una manera distinta a la europea o criolla, en los albores de la Edad Moderna. la evangelizacin, el trabajo forzado y la explotacin de la mano de obra indgena, Subirats, E. 1994. El continente vaco. La conquista del nuevo mundo y la conciencia moderna. Mxico: responsables en la poca moderna de una Siglo XXI. considerable disminucin de la diversidad

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tnico-cultural y lingstica que caracterizaba al continente, o a algunas regiones especcas como la Amazona. La imposibilidad de construir naciones sin indios llevara ms tarde a algunos estados a imaginar una nueva utopa de naciones mestizas, en las cuales lo mejor de lo encontrado en estas tierras deba amalgamarse con lo venido de Europa. A esta poca pertenecen posturas como las de la raza csmica de Vasconcelos (1920), en Mxico, la cual propugnaba la gestacin de una y denitiva raza: la mestiza hecha con el genio y con la sangre de todos los pueblos y, por lo mismo, ms capaz de verdadera fraternidad y de visin realmente universal, en cuanto los latinoamericanos tienen sangre de las tres razas del mundo: la blanca de los colonizadores europeos, la amarilla heredada de los nativos amerindios y la negra de los esclavos africanos, y, por ello, trascienden a la gente del viejo mundo. Tambin pertenecen a esta etapa las ideas de Riva Agero (1916), que igualmente ensalzan el carcter mestizo de la sociedad peruana, sobre todo a partir de la descripcin y el anlisis de las grandezas del Imperio Incaico, pero de fuerte base hispanista y de rescate de la labor civilizadora de la Iglesia catlica, de la fuerza de la fe cristiana entre los indgenas y del poder unicador del castellano; razones por las cuales se considera al Inca Garcilaso de la Vega como un mestizo ideal o perfecto. Las corrientes loscas y polticas de las primeras dcadas del siglo XX ensalzaron, por toda Amrica, la riqueza de las grandes civilizaciones prehispnicas y propugnaron un mestizaje en el cual el bagaje indio era visto slo como ancestral y el europeo como presente y futuro. Producto de ello es el orgullo que por lo regular se siente en pases como Mxico y el Per por la gloria azteca o incaica, y, a la vez, el desdn y desprecio con los que todava se juzga a los indios de hoy. Al albor de ese afn mesticista surgen en distintos lugares de Amrica, en las primeras dcadas del siglo XX, corrientes indigenistas que buscan, de un lado, recuperar lo ancestral, y, de otro, dar cuenta de la situacin de explotacin y marginacin que caracterizaba la cotidianidad indgena. Desde la arqueologa, la etnohistoria, la antropologa, la lingstica, la literatura, e incluso la pintura y la msica se buscaba develar la realidad indgena que quin sabe los propios concernidos queran ms bien ocultar, sea en aras de preservar lo propio y de resistir frente al

MESTIZAJE E HISPANISMO El hispanismo se caracteriza por la armacin de la superioridad de la cultura hispnica, de cmo ella predomina en el Per contemporneo y da valor a lo indgena en las formas mestizas. Proclama la grandeza del Imperio Incaico pero ignora, consciente o tendenciosamente o por falta de informacin, los vnculos de la poblacin nativa actual con tal Imperio, las pervivencias dominantes en las culturas indgenas [..]. En la poltica militante, los hispanistas son conservadores de extrema derecha y por eso, aunque de manera implcita, consagran el estado de servidumbre de los indios.Marzal, M. 1993 Historia de la antropologa indigenista: Mxico y Per. Lima: Ponticia Universidad Catlica del Per. 314.

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embate de la modernidad europeizante, o ms bien buscando evitar la discriminacin racial, cultural y lingstica que, por efectos de una colonizacin an no superada, marcaba de manera inconfundible el contacto entre indios y criollos, tornando estas relaciones difciles y conictivas. Cabe tambin considerar que la posibilidad de ascenso social y de un mnimo de participacin poltica por parte de los indios o de quienes provenan de contextos indgenas, por mucho tiempo estuvo supeditada al blanqueamiento y a la aculturacin, y en muchos lugares del continente ste sigue siendo el caso. Hasta hace muy poco tiempo, en trminos generales e incluso hasta hoy en un sinnmero de pases, el indgena ha debido blanquearse, negar su propia lengua y utilizar el castellano en todos los mbitos de la vida social, para intentar realizarse en la modernidad americana hegemnica. El instrumento de blanqueamiento ms efectivo al servicio del mestizaje ha sido, sin duda alguna, la escuela, con su modelo homogeneizante y disciplinador de educacin formal. Lo cierto es que las corrientes indigenistas trascenderan la esfera acadmica para inuir tambin en el mbito gubernamental. Desde el histrico Primer Congreso Indigenista Interamericano de 1940 en Ptzcuaro, Mxico, el problema del indio fue tema de discusin intergubernamental, formulndose polticas especcas para ese sector poblacional cuya existencia no poda ms ser ignorada. Los pases suscriptores del Convenio de Ptzcuaro, que apelaba al apoyo de la Unin Panamericana (predecesora de la Organizacin de Estados Americanos OEA), y que cre el Instituto Indigenista Interamericano, fueron Bolivia, Costa Rica, Cuba, El

LA RAZA CSMICA O DE BRONCE Hblese al ms exaltado indianista de la conveniencia de adaptarnos a la latinidad y no opondr el menor reparo; dgasele que nuestra cultura es espaola y enseguida formular objeciones. Subsiste la huella de la sangre vertida, huella maldita que no borran los siglos, pero que el peligro comn debe anular. Y no hay otro recurso. Los mismos indios puros estn espaolizados, estn latinizados, como est latinizado el ambiente. Dgase lo que se quiera, los rojos, los ilustres atlantes de quienes viene el indio, se durmieron hace millares de aos para no despertar. En la Historia no hay retornos, porque toda ella es transformacin y novedad. Ninguna raza vuelve; cada una plantea su misin, la cumple y se va. [] El indio no tiene otra puerta hacia el porvenir que la puerta de la cultura moderna, ni otro camino que el camino ya desbrozado de la civilizacin latina. Tambin el blanco tendr que deponer su orgullo, y buscar progreso y redencin posterior en el alma de sus hermanos de las otras castas, y se confundir y se perfeccionar en cada una de las variedades superiores de la especie, en cada una de las modalidades que tornan mltiple la revelacin y ms poderoso el genio.Vasconcelos, J. La raza csmica. En Obras completas. T. II, Mxico: Libreros Mexicanos.

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Salvador, Estados Unidos, Honduras, Mxico y Per. Las propuestas asimilacionistas de entonces fueron pensadas por y para los indgenas, incidiendo sobre todo en el campo educativo. Luego de ms de tres dcadas de indigenismo de Estado, y de inversin en proyectos sociales, lingsticos pero tambin productivos, y en estructuras gubernamentales, como los institutos nacionales indigenistas, las ciencias sociales latinoamericanas replantearan esa visin indigenista estatal temprana, para postular un indigenismo crtico, encaminado hacia una visin plural de la sociedad (Marzal 1996). De ese modo, la nocin de integracin, entendida como asimilacin, comenzaba a ceder paso al concepto y a la posibilidad de un pluralismo cultural crtico. Paralelamente, comenzaban a orse las propias voces indgenas demandando derechos elementales pero tambin dignidad. En 1971, una reunin de cientcos sociales y algunos lderes indgenas en Barbados sera la encargada de marcar nuevos derroteros para el trabajo con las poblaciones indgenas, a n de superar las acciones diseadas para ellos (Documentos de la Segunda Reunin de Barbados 1979 y Varios 1982). Nociones como etnocidio, etnodesarrollo y descolonizacin comenzaran a marcar la discusin indigenista en la regin. Como veremos, concurrentemente, la participacin poltica indgena se hara cada vez ms notoria, sin requerir intermediacin, ni de religiosos o acadmicos, ni de funcionarios de Estado.

DOS CORRIENTES EN UN MISMO PAS Al triunfo de la revolucin mexicana de 1910, emergen dos tendencias fundamentales acerca del [] modelo de nacin []. Una estuvo representada por la antropologa mexicana, a travs de Manuel Gamio, [] en su obra Forjando Patria, [] en 1916. En ella, reivindica el pasado indgena y postula que el nuevo proyecto de nacin debe considerar el conocimiento de la realidad indgena []. La otra corriente, con una tendencia claramente europeizante, estuvo representada por Justo Sierra, [] en 1902. [ Como] Ministro de Educacin, Sierra cita la poliglosia, o pluralidad lingstica del pas, como obstculo a la formacin plena de la patria. Pide la unicacin del habla nacional, estableciendo el castellano como nica lengua escolar [...]. Los ideales de Gamio empezaron a concretarse en la dcada de los aos 30 con el arribo del General Lzaro Crdenas a la Presidencia de la Repblica. [ quien] cre el Departamento de Asuntos Indgenas que, entre otras actividades, promovi en 1939 la realizacin de la Asamblea de Fillogos y Lingistas. Destacados especialistas en antropologa y lingstica tomaron parte en los trabajos de la Asamblea, entre cuyas resoluciones se destacan [...]: capacitacin de maestros para el trabajo educativo en las comunidades indgenas, preparacin de textos en lenguas indgenas, utilizacin de alfabetos prcticos para la escritura de las lenguas indgenas.Hernndez, s/f.:3, en www.nacionmulticultural.unam.mx

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