AUSTIN SPARKS_La centralidad y supremacía del Señor Jesucristo

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    La centralidad y supremaca del Seor JesucristoT. Austin-Sparks

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    Captulo 1La centralidad y supremaca del Seor Jesucristo

    Lectura: Colosenses 1:9-29

    La clusula en el versculo 13 de Colosenses 1 representa ampliamente lo que hay en mi corazn durante estiempo: "el Hijo de su amor " (1); de ello resulta la posicin que Cristo ocupa conforme a la voluntad del Padre: "l

    es antes de todas las cosas, y todas las cosas en l subsisten", y en todas las cosas tiene la preeminencia: por lo cual"Cristo en vosotros,(es) la esperanza de gloria". Podemos sintetizar todo esto en la frase: "La Centralidad ySupremaca del Seor Jesucristo", y en ello ocupar ntegramente no slo el tiempo presente, sino el resto dnuestras vidas.

    Entonces es a la centralidad y supremaca del Hijo de Su amor a lo que nos vamos a abocar mientras el Seor n permita. La Palabra de Dios trae a la vista cuatro esferas en que ese pensamiento y propsito de Dios concernienal Hijo de su amor sern comprendidos. Est la esfera de la propia vida individual del creyente; en segundtrmino, la esfera de la Iglesia que es su Cuerpo; en tercer lugar, la esfera de los reinos de este mundo, las nacionde la tierra; y en cuarto lugar, l como el ser central y supremo en el universo entero, el cielo y la tierra y lo quest debajo de la tierra.

    Nosotros no seremos capaces, en este tiempo, de alcanzar todas esas esferas y ver lo que la Palabra de Dios tieque decir sobre el Seor Jess en relacin con ellas, pero el Seor nos capacitar por lo menos en el conocimiende una o dos de ellas. Pero antes, le recuerdo esto:

    La centralidad y supremaca del Seor Jess son el eje y la llave de todas las Escrituras

    Naturalmente, el Seor Jess mismo nos lo dice en Lucas 24. All le encontramos citando a Moiss, los Salmostodos los profetas, y lo que dicen concerniente a l. Dondequiera que leamos la Palabra de Dios, la interrogante qsiempre debe estar en nuestras mentes es "Qu tiene esto que ver con Cristo?". Si usted trae esa pregunta a lectura de la Palabra de Dios, dondequiera que usted lea (y esto no es dicho sin entendimiento) conseguir unueva comprensin de la Palabra, usted hallar un nuevo valor en su lectura, porque las Escrituras -todas lEscrituras- hablan de l. Aunque usted a veces pueda tener dificultades escudriando, todava l est all. propsito final de todas las partes de la Palabra de Dios es remitirnos a Cristo.

    Usted no debe leer la Palabra de Dios como historia, narracin, profeca, o como slo un tema en s mismo shacerse siempre la pregunta: "Qu tiene esto que ver con Cristo?", y hasta que pueda hallar esa relacin cCristo, usted no ha encontrado la llave. Usted probablemente estar pensando en ciertas porciones difciles deEscritura. Pensar probablemente en el Libro de Proverbios, y dir: "Qu relacin hay aqu con Cristo?" Usencilla sugerencia iluminar ese libro en seguida: Dondequiera que usted ley la palabra Sabidura, ponga'Cristo' en lugar de 'Sabidura'. Usted ha transformado el libro y captado su esencia, y eso es totalmente legtim

    apropiado, correcto, y la lectura se lo demostrar. l es la Sabidura de Dios, el Logos Eterno. Bien, slo de pasamencionamos esto porque lo que nosotros hemos de ver es la centralidad y universalidad del Seor Jess, y l es por la voluntad divina, en el centro de todo en el universo, de cada fase y cada aspecto, y l es su explicacin.

    Tambin lo es la explicacin de la Encarnacin

    No slo es verdadero esto acerca de las Escrituras, sino que lo es tambin respecto del objeto y explicacin de propia encarnacin. Cuando usted est estudiando la persona, la vida y la obra del Seor Jess, debe haber u bsqueda divina en su corazn, y esa bsqueda debe apuntar a los rasgos que sugieren su universalidad. Aacercarse de nuevo a la lectura de la vida del Seor Jess con este pensamiento, usted no querr un simple estudutilitario de la Biblia, sino ver que su horizonte se ampla y se agranda su propio corazn, hacindole sentir

    maravilla de Cristo.

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    Buscando esos rasgos de su universalidad no tendr que ir muy lejos para encontrarlos. Ellos pueden remontarselas profecas sobre su encarnacin o puede hallarlos en la anunciacin; pueden estar en las palabras de su precurso bien en su nacimiento, con todas sus asociaciones e incidentes. El universo est all. Tambin estn esos rasgossu circuncisin. En la luz del resto de las Escrituras (que son ahora nuestras en el Nuevo Testamento) usteencontrar que hay rasgos universales incluso en su circuncisin, o en su presentacin en el templo. Tambin esten su visita a Jerusaln, en su bautismo, su ungimiento, su tentacin, su enseanza, sus obras, su transfiguracin,

    pasin, su muerte, su resurreccin, su ascensin, su envo del Espritu, su actividad presente, y su segunda venidLo que es universal est a la vista. Cada una de estas cosas est marcada por los rasgos universales, que extienden hasta los mismos lmites del universo y abrazan todas las edades, las eternidades y todos los reinos. Eno nos es un terreno desconocido, pero lo reiteramos para refrescar en nuestra mente la manera en que debemconsiderar al Seor Jess.

    No estamos intentando hacerlo ms grande de lo que l es, sino de entender sus dimensiones reales; y la necesiddel pueblo de Dios es tener una nueva comprensin de la grandeza de su Cristo, una nueva apreciacin del amaHijo de Dios -y cun poderoso, majestuoso, glorioso, maravilloso Hijo es l- y entonces recordar que el Hijo nfue dado a nosotros. Esto nos fortalecer, nos dar crecimiento, y har grandes cosas en nuestro caminar.

    La centralidad y supremaca de Cristo en la vida del creyente Viniendo ahora a las aplicaciones ms especficas de esta universalidad, a las esferas de su centralidad supremaca ya mencionadas, consideramos primero su centralidad y supremaca en la vida del creyente. Permtanmirar de nuevo esta palabra:"Cristo en vosotros, la esperanza de gloria" . Usted notar en el contexto que el primercaptulo de la carta de Colosenses nos lleva en seguida a la mente y el corazn de Dios antes de que el mundfuera, y nos muestra qu est pasando en la mente y corazn del Padre en relacin con Su Hijo.

    Esto es llamado "el misterio", es decir, el secreto divino. Es impresionante ver que antes de que cualquier actividcreativa comenzara, Dios estaba atesorando un secreto en su corazn. El Padre tena un secreto, algo que l nhaba mostrado a nadie, ni dicho a nadie; un secreto acariciado, relacionado con Su Hijo. Fuera del secreto de

    corazn, que involucraba a Su Hijo, en cada actividad suya a travs de las edades, l estaba ocupado de muchformas, trabajando con su secreto, envolvindolo en esas muchas actividades, en esas muchas formas y maneras su autoexpresin. Nunca revelndolo, nunca proclamando lo que estaba en su corazn pese a sus muchas palabrsino escondindolo, ocultndolo dentro de smbolos y tipos y muchas cosas. Todas ellas envolvieron un secreto, misterio".

    Entonces a, la distancia, en la consumacin, al final de estos tiempos, l envi a su Hijo, el Hijo de su amoEntonces, por la revelacin del Espritu Santo, l se agrad en dar a conocer el misterio, contento de descubrirsecreto. Y el primer captulo de la carta a los Colosenses seala el acto incomparable, sin parangn, de quitarvelo del secreto del corazn de Dios acerca del Hijo de su amor.

    Lalo de nuevo, cada fragmento: se era el secreto de Dios. Todo se resume en esto:"Para que en todo tenga la preeminencia" . "En TODAS las cosas"; y entonces -y esto me maravilla; es algo que va ms all de nuestroentendimiento- todo ello, el secreto eterno del corazn de Dios en su poderosa manifestacin, era tener el principde su realizacin dentro del corazn individual de un creyente. En cuanto se refiere a la realizacin actual y prctdel misterio, el secreto de Dios, ste comienza dentro del corazn del creyente individual. Este misterio es:"Cristoen vosotros, la esperanza de gloria" . Este secreto de Dios, lo que Dios ha tenido en su corazn desde la eternidades: "Cristo en vosotros". Quiero enfatizarlo una vez ms. Este secreto estaba en el corazn de Dios desde eternidad, para ser puesto a su tiempo en nuestros corazones. Lo que estaba en la mente de Dios desde antes defundacin del mundo, tiene su comienzo en la recepcin de Cristo en el corazn del creyente individual mediantefe.

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    Pero ste no es el fin, es el principio. Lo que seguir ser la Iglesia, que es su Cuerpo. Esto se ha previsto y escompleto en el pensamiento eterno, pero seguir a la recepcin de Cristo por los creyentes individuales.

    Pero la Iglesia que es su Cuerpo tampoco es el fin. Ser el centro de otra esfera: los reinos de este mundo, lnaciones que caminarn en su luz. Y entonces de nuevo, se no ser el fin, sino que se extender al universo ente No slo la humanidad glorificada, sino los ejrcitos celestiales andarn en su luz.

    Pero regresemos al individuo...Dios empieza en el interior. Pablo tiene mucho que decir al creyente sobre este pensamiento eterno acerca de Criy Su centralidad. Concerniente a esta materia, l nos habla extensamente de su propia vida y su propia aspiraciespiritual. Hasta donde puedo ver, l rene todo en cinco aspectos principales: la revelacin interior de CristCristo viviendo en el interior, la formacin interior de Cristo, la habitacin interior de Cristo, y la consumacin Cristo en el interior.

    I. La revelacin interior de Cristo

    Primeramente, la revelacin interior de Cristo. Nos referimos a Glatas 1:15,16. Regresamos al versculo 12

    vemos lo que significa:"Porque yo ni lo recib ni lo aprend de hombre alguno, sino por revelacin de Jesucristo" ."...agrad a Dios ... revelar a su Hijo en m, para que yo le predicase entre los gentiles" . Esto representa el ladointerno de la experiencia del camino de Damasco. Hubo un suceso objetivo, externo. Hubo un lado interno en cPablo entr porque esto ya haba entrado en l, y creo que ese lado interior no estuvo confinado al momento probablemente muy fugaz- en que la luz del cielo sobrepas el resplandor del sol. La fase interior continu menos durante tres das.

    Pablo anduvo tres das ciego, no viendo nada, y sin embargo todava viendo. Observe la secuencia: "cuando agraDios ... revelar a su Hijo en m ... (inmediatamente)". Y si usted vuelve a Hechos 9 encontrar que al final de ltres das, cuando Ananas puso sus manos sobre l y recuper su visin natural, haba una revelacin dada en ntimo: haba sido quitado el velo de Jesucristo. Agrad a Dios revelar a Su Hijo en l. Nunca sabremos cunsignificaron esos tres das para Saulo. Fueron tres das poderosos, tremendos, terribles. l estaba viendo al SeJess interiormente, y apenas le hubo visto as, predic que Jess es el Hijo de Dios. Inmediatamente.

    Amados, para nosotros este principio de la revelacin interior de Jesucristo es tan vlido como lo fue para Pabl Nuestras vidas como hijos de Dios estn constituidas por eso, y todo lo que somos y hacemos est fundado en erevelacin interior que ha resultado en Su centralidad y supremaca en nosotros. Es as incluso para las personreligiosas -como lo era ampliamente Saulo.

    A menudo hay una reaccin mental cuando hablamos de la conversin de Pablo y la naturaleza radical de ella: " bien, nosotros nunca hemos tenido tal experiencia; Dios nunca nos ha hecho lo que l hizo a Saulo de Tarso; pconsiguiente, no puede esperarse lo mismo de nosotros, y esto no puede ser bsico en nuestras vidas". Ahora pesar de tal actitud mental, queremos reafirmar que usted y yo nunca seremos siervos del Seor con una viespiritual real y efectiva ms all de la medida de nuestra aprehensin interior del Seor Jess. Esto efundamental.

    Muchos no han tenido una celosa revelacin o conocimiento del Seor Jess porque ellos mismos no son celosen nada. Saulo de Tarso era celoso y el Seor le hall en su propia base, sobre su propio terreno, y porque l era tceloso, el Seor fue celoso con l."Y severo sers para con el perverso" . Y el Seor lo hizo. Si Ud. y yo somosms o menos descuidados sobre cosas espirituales el Seor nos hallar sobre aquel terreno, y nunca llegaremosninguna parte; pero cuando lleguemos al punto de estar quemados hasta la ltima onza en los intereses del Seaunque podamos estar equivocados, sin embargo, Dios nos hallar completamente sobre aquel terreno.

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    No es verdad que con muchos el Seor ha tenido que traerles al lugar donde esto era un asunto de desesperacila vida o la muerte que cuelga sobre un conocimiento nuevo de l? l no ha podido darles esa revelacin interhasta que no habra ms vida para ellos sino por un conocimiento nuevo del Seor. Ellos no desearon vivir si Seor no les viniera de un modo nuevo. Pienso que el Seor muy a menudo trabaja para provocar esto. Bien, a para personas religiosas este principio se sostiene; todo depende, no de nuestra religin, no de nuestro cereligioso, sino de la revelacin interior de Jess Cristo, el Hijo del amor de Dios. Cristo trae el resplandor de

    gloria de Dios a nuestros corazones, dice el apstol, as como Moiss traa en su rostro la gloria de Dios desde monte al campamento. Esa gloria de Dios le hizo Dios para el pueblo, porque el Seor dijo:"...y l te ser a ti enlugar de boca, y tu sers para el en lugar de Dios" . De un modo ms verdadero, absoluto, y esencial, Jess trae elresplandor de la gloria de Dios a nuestros corazones."Porque Dios ... es el que resplandeci en nuestros corazones, para la iluminacin del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo" .

    Todo probado por esta revelacin interior

    "... para que yo le predicase" . Todo depende de eso."... agrad a Dios ... revelar a su Hijo en m, para que yo le predicase" , o proclamase a l. El pronombre subrayado va al corazn de todo, interroga todo, otorga el valor todo: l! Desde el da de Pablo, mucha de la actividad cristiana ha sido promover un movimiento, difundir u

    enseanza, llevar adelante los intereses de una institucin. Pero el propsito de Dios no es establecer umovimiento en la tierra y conseguir seguidores, adherentes, miembros, apoyo. No es una institucin, aunqunosotros podramos llamar a esa institucin la Iglesia.

    La Iglesia no tiene existencia en el pensamiento de Dios aparte de la revelacin de Jesucristo, y se juzga segnmedida en que el Hijo del amor de Dios es evidente en su existencia. No es un testimonio, si por eso usted quiedecir una forma especfica de ensear, una doctrina sistematizada. No, no es un testimonio. Examinemos lo qqueremos decir cuando hablamos sobre "el testimonio". Podemos tener en nuestras mentes algn arreglo de verdy esa verdad contenida en ciertas formas de palabras, y as hablar sobre "el testimonio"; no es eso el testimonio. es la denominacin, ni la "no denominacin", ni la "interdenominacin". No es la cristiandad. No es "la obra". Onosotros siempre estamos hablando sobre "la obra". "Cmo va la obra?" "Estamos entregados a la obrinteresados en la obra...". No es una misin.

    Es Cristo."... para que yo le predicase" . Si esta verdad hubiera permanecido central y preeminente, todos losterribles celos desintegradores nunca habran tenido una oportunidad; la lamentable confusin que hoy reina encristiandad nunca habra sido tal. Es porque algo especfico en s mismo -un movimiento, una misin, unenseanza, un testimonio, una comunin- han tomado el lugar de Cristo. Las personas han ido ms all, pa proyectar aquello, para establecer lo otro. No se confesara, no obstante es verdad, que hoy no es tanto el nfasisCristo como en nuestra obra.

    Ahora, amados, una revelacin interior es la cura para todo eso, y todo eso- Estoy diciendo algo muy duro, aldemasiado amplio? - la existencia de todo ello representa la ausencia de una revelacin interior adecuada de CrisSi Cristo, el Hijo del amor de Dios, es central y supremo en el corazn del creyente, todo lo dems se desmoronaLas cosas que dividen se esfumarn en tanto que no son controversias con el Seor. Las controversias con Didividirn, pero esas cosas artificiales resultantes de la actividad del hombre y su proyeccin de s mismo, intromisin en los intereses de Dios, son cosas que no pueden morar donde hay una revelacin interior plena dSeor Jess.

    Estas dos cosas estn ante nosotros: por una parte, a causa de la revelacin de Jesucristo en nuestro coraznosotros tenemos una pasin por l; por otro lado, debido a la ausencia de una revelacin plena de Cristo enuestros corazones nos abocamos a otras cosas que nosotros diramos estaban en Sus intereses, y para l, pero qnunca pueden satisfacer el corazn de Dios. Es la satisfaccin del corazn del Padre lo que est en la mira.

    El secreto eterno de Dios

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    Desde la eternidad Dios tena un secreto en su corazn. Yo digo un "secreto del corazn" porque este trmino, edesignacin, "el Hijo de Su amor" est asociada con el misterio, el secreto. No era que Dios estaba intentando haa su Hijo un representante, un portavoz, en un sentido oficial. No era alguna actividad (me perdona si parecirreverente) del gran administrador del universo buscando promover a alguien en quien l tena algn inters. Nera el Hijo de Su amor. Su corazn estaba involucrado en ello, y haba un secreto en su corazn concerniente a Hijo: l es el amado del Padre.

    Estudie las referencias al Seor Jess desde el lado divino, la revelacin del corazn de Dios acerca de Cristotendr usted una nueva apreciacin de lo que estamos diciendo.

    El Seor Jess, en la parbola de los labradores malvados, dice:"Finalmente, les envi a su hijo, diciendo: Tendrnrespeto a mi hijo" . Por qu ellos deben reverenciar a Su Hijo? Porque l era el Hijo del Padre. Debido a Aqul dequien l era Hijo, debido a la relacin. Ellos trataron mal a todos los sirvientes, pero con la venida del Hiciertamente cambiarn su actitud; ciertamente ellos le reverenciarn, le respetarn, le honrarn. Y fue porque elldijeron:"ste es el heredero; venid, matmosle, y apodermonos de su heredad" , debido a su rechazo absoluto -rechazo de los derechos de Dios representado por Su Hijo- que fue pronunciado sobre ellos tan grande juicio.

    Bien, es el Hijo del amor de Dios, la satisfaccin plena del corazn de Dios, ese secreto eterno de su corazn. Equeda bajo lo que nosotros somos y todo lo que hacemos. Nosotros somos los creyentes en la posicin de"Cristoen vosotros" . "Cristo en vosotros" representa la realizacin de los propsitos del corazn de Dios, es su manera dmanifestar lo que estaba en su corazn en la eternidad pasada, "Cristo en vosotros." Podemos decir que Dios nun puede cumplir el deseo de su corazn concerniente a su Hijo, sino cuando hay creyentes que reciben a Cristo en corazones. Por consiguiente, no est convirtiendo a las personas al cristianismo, o consiguiendo seguidores de movimiento; es Cristo recibido, la satisfaccin de Dios.

    Entonces, cuando hemos recibido a Cristo, todo lo que hacemos en relacin a l, todo aquello en que tenemos uvoz o una influencia, cualquier participacin que tomemos en los intereses del Seor, debe ser siempre totalabsolutamente para la expresin y revelacin de Cristo. Ninguna asamblea, ninguna iglesia, ningn movimien

    ningn testimonio, ninguna comunin, justifica su existencia desde el punto de vista de Dios, excepto en la medien que Cristo se expresa por ellos.

    Amados, estamos hablando sobre el individuo. Ni usted ni yo estamos justificados declarando ser cristianoexcepto en la medida en que Cristo se manifiesta en usted, en m; y toda la fuerza y el peso y el ingenio del infierestn en contra de esto. Los creyentes tienen ms para disuadirles a ser semejantes a Cristo que cualquier otro este mundo. Los creyentes reciben muchos ms ataques para confundirles y hacerles traicionar a Cristo qninguno. El infierno no podra estar ms en contra de la revelacin de Jesucristo. Todo empieza con esto: revelacin interior de Cristo.

    Debemos tener muy presente esta revelacin en nuestros corazones, en su doble expresin: en la vida y el servic"Para qu estoy aqu? Por qu llevo el Nombre de Cristo? Cul es el significado de mi ser en relacin al SeoCul es el propsito en mi salvacin?" La respuesta es: No mi satisfaccin, no mi gratificacin, no mi salvacicomo fin en s misma, sino la revelacin de Jesucristo, la realizacin de Su centralidad y supremaca segn el desdel Padre. Y en segundo lugar, la pregunta es: "Para qu voy a trabajar? Para intentar establecer alguna sociedaalguna denominacin, algn grupo no denominacional, para propagar una enseanza, o una interpretacin, o sistema de verdad? Estoy consagrado a alguna cosa as, o es a afianzar la absoluta centralidad y supremaca dSeor Jess?" Cualquiera cosa que nosotros podamos decir, nunca podr superar a sta, empezamos y acabamall. Cristo es el principio y Cristo es el fin, la A y la Z, el Alfa y Omega.

    Debemos relacionarnos seriamente con el Seor sobre una nueva comprensin interior y apreciacin del Se

    Jess. Es la nica va de liberacin de toda indignidad y de cosas con que podamos estar asociados. Es:"Cristo en

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    vosotros, la esperanza de gloria" , y la nica esperanza de gloria. Y si no es as, ciertamente llevar vergenza y nogloria.

    El Seor escriba estas reflexiones profundamente en nuestros corazones por causa de Su Nombre.

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    Captulo 2La centralidad y supremaca de Cristo para el creyente individual

    Seguimos ahora con el segundo de los aspectos de "Cristo en vosotros", y nos hallamos con las conocidas palabrde Glatas 2:20:"Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en m; y lo que ahoravivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me am y se entreg a s mismo por m" .

    2. Cristo, la vida interior

    Tenemos la primera revelacin de Cristo en nuestro corazn; despus la vida interior de Cristo en nosotros.

    Es importante que no slo sepamos la realidad de que Cristo mora en nosotros, no solamente que Cristo est dennuestro, viviendo. Esto conlleva algo ms que todo esto: que la vida misma del creyente es Cristo. l debe ssupremo y el centro en nuestra vida, y l es nuestra vida slo en la medida en que l es todo y centro, ni ms menos. Pero queremos entender de qu forma Cristo en nosotros pasa a ser la vida del creyente. La carta a lGlatas nos ayuda a entenderlo.

    No deseo ser demasiado doctrinal ni teolgico, pero siento que en cuanto a las doctrinas de la gracia, el puebloDios debe de tener claridad. Por esto les pido que por un momento consideremos el fondo de la declaracin qtenemos ante nosotros.

    Hablamos mucho acerca de Cristo siendo nuestra vida, y decimos cosas al respecto, que l es nuestra vida mismUsamos otra parte de la Escritura que no tiene exactamente el mismo alcance:"Cuando Cristo, vuestra vida, semanifieste, tambin vosotros ...". El principio de Cristo nuestra vida es el mismo, pero el trasfondo es ms que sloeso. No es solamente que Cristo es la energa vital para nosotros lo que llamamos vida; por cierto, l es eso; l vida; el Espritu Santo es el Espritu de vida en nosotros, pero aqu esto se entiende por el contexto y se le da sentido ms profundo. Si miran los versculos siguientes vern que lo que declara el apstol representa un cambio

    Esta epstola, como ya lo saben, trata con el legalismo en que los creyentes glatas haban cado, por lo que habsido subyugados, atacados y engaados. Notarn cmo comienza el captulo 3:"Oh glatas insensatos, quin oshechiz?" , literalmente, quin les tendi este hechizo a vosotros? Haban cado bajo un encantamiento, y era hechizo de un legalismo falso. Ahora lo que Pablo est diciendo en el v. 20 representa un cambio. Pablo habvivido en das pasados guardando la ley. Su posicin como judo era que bajo la ley el hombre tena que vivir pella. La ley era: "No hars", y "Hars". Cuando se cumpla con estas dos partes y se evitaba y obedecan los "Nhars", entonces era guardada la vida del hombre por Dios. Si un hombre deseaba vivir y alargar sus das sobretierra deba cumplir la ley, por lo que viva aferrndose a la ley, la ley de los mandamientos.

    Y conocemos aun de uno como Saulo de Tarso que guardaba estrictamente la ley, que era una carga inmensa,representaba siempre muerte y condenacin. Era como la espada de Damocles siempre a punto de caer sobre unUn soplo de desviacin y morirs; venas a condenacin, juicio y muerte. Y las observancias relacionadas con purificacin y perfecta comunin con Dios jams tocaban por un instante la conciencia, el corazn. Eran, com podramos decir, meras conveniencias momentneas, eran slo externas, y siempre quedaba la sensacin internaque algo faltaba. Pero Saulo haba vivido guardando la ley, toda su vida aguant la ley con toda su cargcansancio, todas sus amenazas, juicios, condenacin, y esa sombra de muerte siempre presente. Esa fue su vianterior.

    Ahora, no se hall a nadie - como lo deja muy en claro Pablo en los primeros captulos de Romanos - que de propia naturaleza satisficiera a Dios, perfectamente en todos los puntos y requerimientos de su ley divina. Todhaban quebrado, haban fallado, y no se encontr en ningn hombre justicia, rectitud de corazn. Jams podr

    satisfacerse a Dios con una justicia externa que no era innata en l, una justicia como terica y no prctica, y jam

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    se haba hallado a un hombre justo de verdad, y toda la raza humana es incluida en la propia declaracin de Pabsobre l mismo, con toda su justicia ceremonial:"Porque s que en m, esto es en mi carne, no mora el bien" .

    La vida justificada en Cristo

    Ahora, Cristo, el nico que poda y pudo cumplir la ley hasta la ltima letra, porque dentro l era recto y justosatisfizo a Dios, no de manera externa, ceremonial, terica, sino siendo "el justo", sin pecado, haba cumplido la

    en s mismo interiormente y la quit de en medio. Cristo la quit de en medio pues en l mismo la cumpli,introduce una dispensacin nueva, no de la ley, sino de la gracia.

    El introdujo un rgimen nuevo, donde no se gobierna por los mandatos de "No hars" y "Si hicieres esto o aquell No un sistema de gobierno legalista sistematizado, sino uno de gracia, y la nueva dispensacin es la de la fe Cristo; la fe en Cristo como uno que satisfizo toda demanda que alguna vez Dios pudiere haberle pedido al homby haba satisfecho a Dios a favor del hombre. Todos los que creen en l son representados y reunidos, y con los qas actan por causa de l Dios est satisfecho. El produjo la justificacin que Dios demandaba al hombre y Diqueda satisfecho. El como hombre para el hombre la consigue y Dios queda totalmente feliz y satisfecho.

    Ahora que el Padre qued completamente satisfecho en toda la materia de la justificacin, por Cristo, y l videntro del creyente, de manera que el creyente en Cristo tiene su justicia, y Dios est conforme. Ahora el creyenno es un poco ms justo que antes, sino que el Justo mora dentro de l. Dios no nos mira a nosotros. l ve a su Hen nosotros, as que ahora Cristo vive en nosotros, y Pablo dice: "Ahora ya no vivo asindome a la ley dmandamientos, sino a Cristo, y lo que me sujeta a Cristo es la fe.""Y lo que ahora vivo en la carne lo vivo en la fedel Hijo de Dios" . Estoy tomado a l por la fe, y por eso vivo. No hay entonces ninguna condenacin, por lo tantono hay muerte, porque est la justificacin, y donde hay justificacin no hay condenacin.

    No hay ningn pecado en l y no habiendo pecado en l, la muerte y el juicio no tienen poder, no hay relacin enellos. l est en nosotros, por lo cual l es el que tiene el poder de una vida indestructible e inexpugnable. "Yo viasido por la fe a l" Cmo? Dicindole al acusador cuando viene con un cargo a mi puerta para tratar d

    condenarme y matarme: "Cristo es mi justicia". Cuando ataca el acusador con dardo fiero y dice: "Estdesagradando al Padre" (siempre que no ests voluntariamente en pecado, cometiendo a sabiendas algo que desagrada al Seor, y el enemigo me hace sentir que estoy desagradando y querr derrotarme), yo le contest"Cristo satisfizo al Padre por m, est en m, el Padre est agradado con l y l vive en m.", y si por la fe me afera l, ligado a l, vivo en vez de morir, triunfo en vez de caer en condenacin, y de este modo en m es la vida, vida que yo vivo. Viviremos triunfantes no luchando contra el pecado, no tratando de vencer al acusador enuestras palabras y en nuestro terreno, sino que por la fe presentndole y aferrndonos a Cristo en nosotros.

    Cristo es el que agrada al Padre en nuestro corazn. Qu ms necesitas? Y la fe te sujeta a l, la satisfaccin Dios."Con Cristo he sido juntamente crucificado" Para qu entonces me saca a relucir:"Y ya no vivo yo" ? Paraqu trata de cargarme con cosas?"El que muri fue justificado del pecado" ... pero Cristo vive en m" . Si puedesacusarlo de un pecado a l, o le puedes acusar a l de pecado, entonces no habra esperanza para m, puesto quees para el Padre todo lo que requiere de m, y yo por fe mantengo fuerte el vnculo de lo que l es para el Padre pm. Yo vivo; no muero. Vivo, l es mi vida, y es por eso que l pasa a ser mi vida.

    Es, como puedes ver, algo ms que considerando a Cristo como energa vital interior para mantenernos vivos. Hun trasfondo ms grande para todo esto. Rene todo lo que en su persona Cristo es para el Padre, y toda la obra la cruz de l para satisfacer al Padre, y sta es la porcin dentro que se nos da a nosotros, y se une a esto la fe quemantiene ligada, y vivimos."Y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me am y seentreg a s mismo por m" .

    Se ha puesto en forma restringida una gran parte de la Palabra de Dios, pero siento que debemos abordarlo. Lo qest en juego es devolverle al Seor Jesucristo su lugar de supremaca y centro como nuestra vida, y slo e eslugar es que vivimos. Vivimos en Cristo. Cristo es el sentido de nuestra vida. Oh, respndele al acusador co

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    Cristo!La "coraza de justicia" est dicha en forma de metfora, una ilustracin para entender esta verdad. La coraza de justicia es Cristo. El es el Justo, l se torn nuestra justicia, y sea para bien o para mal, no sirve tratar con enemigo en nosotros mismos, debemos atacarlo con (en) Cristo, responderle con Cristo cada vez.

    Y si el Padre tiene altas demandas, l ha preparado todo lo que necesita en su Hijo, y l nos dice a nosotros: "Lnico que pido es que traigan ambas manos llenas de mi Hijo; ambas manos llenas de l en su perfeccin; eso sme satisface". Cristo es la centralidad y la supremaca en el creyente, como la vida misma del creyente. Deseaque aprovecharan ms del Seor Jess. Toda la fuerza de estas palabras es lo que l es en la mente de Dios, y si aprehendemos amorosamente, no slo como una doctrina lo recibimos con el corazn llegaremos a saber lo quela victoria, sabremos lo que es la llenura.

    Amados, estoy convencido de que en la medida en que seamos seducidos con el Seor Jess mismo, venceremosalvaremos los obstculos como hijos de Dios, y nada puede sustituir esto, lo que es Cristo.

    3. Cristo formado en nosotros

    Pasaremos al tercer aspecto del Cristo interior, la esperanza de gloria. Glatas 4:19:"Hijitos mos, por quienesvuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros" .

    Primero tenemos: Cristo revelado en nosotrosSegundo, Cristo la vida interiorTercero, Cristo formado en nosotros

    Ahora, aqu hay que separar, hay pasajes parecidos en Romanos 8, o uno que parece ser similar. Contiene palabrcasi como estas, pero no son de la misma naturaleza, aunque apuntan a lo mismo. Dice as:"Porque a los que antesconoci, tambin los predestin, para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo" . Aqu el creyente estsiendo conformado a la imagen del Hijo de Dios. Esto es Cristo en nosotros. Hay parecidos, hay diferencias,nosotros nos ocuparemos de lo que dice en Glatas por su valor y significado especfico. Veamos toda la carta a lglatas. Traiga a la memoria el objetivo, vea por qu motivo el apstol la escribi: para corregir un error. En habcado en este error, dejarse embrujar bajo esa maligna fascinacin se debi a su inmadurez espiritual. Estocreyentes no haban caminado como deban con el Seor y por causa de una madurez en penumbras haban ca presos fcilmente en todo el asunto. Ahora el apstol escribindoles para corregir el error puso su dedo justo enraz del asunto, en el punto mismo, y dice esto: "Esto es a causa de que no est bien aclarado Cristo en vosotros."

    Si entienden la metfora se darn cuenta por qu lo dice. El v.19 tiene el nfasis en "formado" ..."hasta que Cristosea formado en vosotros" . Es fuerte la palabra. l est diciendo esto: "S; Cristo est en ustedes puesto que sonhijos de Dios y creen, pero es un Cristo mal definido, un Cristo deforme, un Cristo de facciones no terminadas, ycausa de esto hay tanta debilidad y tendencia a ser mal conducidos o engaados. El Cristo que ustedes tienen es u

    que no ha sido formado." Ven? Esto es diferente a Romanos 8:29. Esto apunta al crecimiento progresivo hasllegar a la imagen de Cristo, el Hijo de Dios. Esto es lo que est ocurriendo. Somos formados con castigo, psufrimientos, tribulaciones, dolor, disciplina, por las cosas que el Seor permite que nos sobrevengan. Esto nos eformando en la imagen de Cristo.

    Esto ocurre a diario, pero no era lo que en este caso estaba sucediendo. Esto implica el que Cristo sea claramendefinido en nuestros corazones. Si ellos estaban confundidos, indefinidos, pues no haban visto que"Cristo es el finde la ley para lo que creen" que realmente Cristo cortaba de una vez la Antigua dispensacin de la Nueva, el viejoorden del nuevo. Cristo cumpli toda la ley y la quit de en medio. No se haban aferrado a una definicin clara sus corazones por Cristo y como no se apropiaron de estos aspectos y significado de la persona y obra de Crisfueron presa fcil para lo que se presentara. Ahora bien, hay muchos en el pueblo de Dios como ellos. Son presa todo tipo de cosas, pues no se han dado cuenta lo que significa e implica 'Cristo formado en'.

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    La necesidad de una aprehensin clara de Cristo

    Por qu tantos en el pueblo de Dios son azotados, turbados y atormentados por el acusador hacindolos miraradentro analizndose a s mismos, ocupados siempre en s mismos, tan atados por ellos mismos que no son utilidad para Dios y para otros? Por qu? Es que no se han dado cuenta lo completo que es Cristo, que Cristo respondido por ellos a Dios en todo lo que se requera, no lo han aprehendido por fe. Es la forma de liberacin nosotros mismos. Esto es el yo subyugado a Cristo. Pero aun persisten en agradar a Dios y es una lucha terrible. han visto los claros rasgos de Cristo. Cristo no es formado en ellos. l es (si se pudiera con perdn) informeindefinido morador. Es bastante difcil explicarse, pero espero entiendan lo que trato de decir.

    Al instante de aprehender claramente lo que implica que Cristo mora en nuestro corazn, llegamos al lugar firmedescanso, llegamos al lugar donde ningn legalista puede venir y sacarnos o movernos. Es lo que Juan quera decuando escriba sobre los anticristos, y del pueblo de Dios ,diciendo: "Me pregunto si esto es bueno, si es la verdSe parece mucho"."Pero la uncin que habis recibido de l permanece en vosotros, y no tenis necesidad de quenadie os ensee" (1 Juan 2:27). Por la uncin sabes en tu interior si acaso el asunto es bueno o malo. No se puedeexpresar en palabras, no siempre se puede analizar, ni ordenarlo, pero tienes dentro de tu corazn un testimonio que algo anda mal y debes tener cuidado. Es diferente sospechar, tener prejuicios del testimonio en tu interior.

    No trates de guiar tu mente en algo, no pienses que debes adoptar una actitud sospechosa y cuestionar todo paguardarte, no entres en prejuicios por causa de tu seguridad. Si ests en el Espritu, puedes dar la cara y tener umente abierta, puedes estar sin temor, la uncin en ti te ensear; lo sabrs; puede que no lo puedas expresar, pedirs: "Siento algo intangible en mi corazn, yo s."

    Aquellas palabras se escribieron por causa de los anticristos, y de algo en que el pueblo de Dios no estaban segur"La Uncin os ensear". Esto es, "Cristo formado en vosotros." Pablo dijo: "Estoy preocupado, yo sufro trabajoangustia por Uds. mis hermanos. Vuestro estado me produce una gran preocupacin, hasta que lleguen al lugdonde sea definido Cristo en vuestros corazones, y sea formado, y ya no sea un Cristo deforme." Esto es significado de Glatas 4:19.

    4. Cristo habitando en nosotros

    Y ahora la cuarta parte, Efesios 3:17:"Para que Cristo habite por la fe en vuestros corazones ..." v.18: "... y contodos los santos seis capaces de comprender" . "Que Cristo habite en vuestros corazones por la fe" . Este es unanticipo de todo lo dems. No se darn cuenta, pero es un avance. Esto no est diciendo que Cristo podra habiten tu corazn. Esto no est diciendo que Cristo podra entrar en tu corazn. Esto no quiere decir que Cristo podencontrar una morada en tu corazn. Esto est diciendo: "Para que Cristo habite en tu corazn.", y la palabra griees "hacer morada", "establecerse" en tu corazn. Es ms que un alojamiento, es algo ms que slo venir y estar a No toda casa es un hogar.

    Algunos se acordarn de lo que dijimos sobre Betania, y se acordarn cmo en la exposicin de nuestra meditacivimos que Betania era lo contrario de "Cuando l vino". El Creador de todas las cosas vino a los suyos, y los suyno le recibieron, as que l declar sobre su presencia en esta tierra:"Las zorras tienen cuevas, y las aves sus nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dnde recostar su cabeza" . Esa era su situacin en el mundo. Pero l vino aBetania y volvi a venir, y en un tiempo de mucha tensin para l, cuando los acontecimientos se precipitabanfinal y pesaban sobre l, se retiraba muchas veces a Betania. El nico hogar que pareca tener en esta tierra eBetania. Era porque encontraba reposo su corazn en Betania. Siempre haba all alguien que "segua oyndolo".

    Como lo sealamos, la traduccin literal sobre Mara escuchndole es: "Ella segua escuchando su Palabra". necesitaba alguien, l quera un corazn en el que pudiera derramar lo que estaba en l y encontrar acogidaaprecio, y l lo hall en Betania, el mejor de los lugares. Era su corazn que se satisfaca, puesto que era escucharespondido y le haca sentir que era el mayor de los privilegios tenerlo a l ah."Para que habite Cristo por la fe envuestros corazones" . Somos muchas veces como Marta antes que cambiara (gracias a Dios que cambi, y el ltimo

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    cuadro de Betania es Marta an sirviendo, pero ha cambiado ahora. Las tareas domsticas no son ms importantque las actividades espirituales. Se arreglaron los errores), como Marta antes de la correccin, estamos hacientantas cosas para el Seor, cuando lo nico que el Seor desea es que lo escuchemos.

    El nos dira muchas veces: "S, s que quieres trabajar para m, s que lo haces para m, s que tus razones so buenas, yo aprecio eso, pero oh!, si me dejaras una chance para hablarte algunas cosas. Oh, si me dieras oportunidad para hablarte slo al corazn, para mostrarte lo que no sabes, hara una gran diferencia."

    He aqu la razn por la que somos llamados a un lado a veces. l nos sacara de la febril actividad de los "much platos" a un lugar donde sera odo. Y cunto mejor si le diramos nosotros la oportunidad, antes de que l tenque hacerlo. Debemos correr el riesgo de ser malinterpretados por no estar haciendo algo, as como Mara fincomprendida.

    A veces tememos que las personas piensen que estamos aflojando si nos apartamos un poco con el Seor. Es bien, el Seor sabe. Pero atiende esto: l vendr y har morada donde l la encuentre (y le acomode). Es ms qtener a Cristo de alojado (Perdonen la forma de decirlo). Es Cristo sintindose en casa y quedndose a morar aPdele al Seor que aplique en ti en lo que te hace falta ahora.

    Ustedes, obreros tan ocupados, recuerden que todos sus trabajos no podrn ocupar en la mente de Dios el lugar qanhela para hablarles muchas cosas al corazn. Vuestras actividades no tendrn vitalidad a no ser que les den a un tiempo para que les hable y l vea que es correspondido en sus nuevas revelaciones.

    5. Cristo glorificado en el creyente

    Ahora finalmente en 2 Tes. 1:10:"Cuando venga en aquel da para ser glorificado en sus santos y ser admiradoen todos los que creyeron" . Es la consumacin del Cristo formado. No piensan que es una declaracinmaravillosa, que es precioso lo que dice all? Si esperamos verlo venir en gloria, esperamos ver a Cristglorificado, pero l est preparando entretanto algo que significa que cuando l aparezca, su gloria se ver en lsantos.

    Esto es slo el objetivo, Cristo viniendo en gloria, es el Cristo subjetivo manifestado en gloria. "Si sufrimos con para que seamos tambin glorificados". El or para que veamos su gloria, y l ser glorificado en sus santos y sadmirado en los que creen.

    Desde el punto de vista del mundo, un campesino palestino comn subi la montaa un da. Podran haber cossorprendentes sobre l, impresionantes, pero en casi todo lo dems era como otros hombres. El alcanz la cima esa montaa, y de pronto l resplandeci y brill con gloria divina. Sus ropas se volvieron blancas resplandecientes, transformado de repente, de un hombre comn --como dira el mundo - a la gloria de Dios,tambin maravillando a los que estaban all, que no saban qu decir cuando hablaron.

    Ahora, amados, ese Cristo est en nosotros. Somos gente vulgar entre los hombres, no hay nada llamativsobresaliente que nos distinga de los dems, pero llegar el momento cuando eso que ocurri en el monte de transfiguracin nos ocurrir a nosotros. Cristo en nosotros va a resplandecer en gloria a travs de nosotros, y como aquellos en el monte se maravillaron con l, as ser l admirado en todos aquellos creyentes.

    Esto es el final de"Cristo en vosotros, la esperanza de gloria" . La esperanza de esta gloria es Cristo en ti; en otras palabras, Cristo, centro supremo. Desde el comienzo a la consumacin de la vida del creyente todo se trata de esDebemos repasar las cinco etapas y ver qu demanda representa cada una. Hazlo t solo.

    Vers cmo Cristo revelado en el creyente es un vaso cautivo. Saulo de Tarso fue hecho prisionero en el da cuanle fue revelado el Hijo de Dios. Desde ese da fue un prisionero. l se haca llamar"prisionero de Jesucristo" . T yyo debemos ser cautivados.

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    Lo que "Cristo en ti" demanda

    Cristo viviendo en ti, formado, significa un vaso crucificado"Yo he sido crucificado" , capturado. Cristo formado ennosotros es un vaso que va junto al Seor no quedndose como los glatas, pero caminando. Cristo haciendhabitacin en el corazn es unido a"estar arraigados y cimentados en amor" , y sigue la frase"con todos lossantos" . As la comunin con el cuerpo de Cristo y el amor mutuo es un principio de Betania, llevndose a quCristo haga morada. As que cada cual representa la propia responsabilidad y demanda hasta que lleguemos aconsumacin, y vers que en el contexto de todo te mostrar cul es tu demanda. En la consumacin, en la cartlos tesalonicenses, habla acerca de sus padecimientos, su gozo en sufrir por causa del Salvador. De veras qusufran, pues se volvieron de los dolos para servir al Dios vivo y esperar desde los cielos a su Hijo. Ellos sufra pero gozosos. Y la consumacin de gloria est relacionada con la fidelidad en el sufrimiento.

    Ves que hay demandas para cada caso?

    Que el Seor encuentre una respuesta a su propsito para hacer posible la realizacin del secreto de su coraz"Cristo en vosotros" centro supremo, la esperanza de gloria.

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    Captulo 3La supremaca y centralidad de Cristo para la iglesia, la cual es su cuerpo

    Lecturas: 1 Cr. 28:1-21, Col., 1:18.

    La segunda esfera de la centralidad y supremaca del Seor Jesucristo es la de la iglesia, el cuerpo. Para comenzfijmonos exactamente lo que se dice en este versculo:"...y l es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, l que es el

    principio, el primognito de entre los muertos, para que en todo l tenga la preeminencia" . Esta traduccin "l quees el principio" no es suficiente; la traduccin ms completa y literal debera ser: "en que l es el principio". Layudar a comprender lo que aqu se dice, leyndolo as usted tendr una ms plena aprehensin de la verdad."les la cabeza del cuerpo que es la iglesia, en que l es el principio, el primognito de entre los muertos" . As ustedve que aqu la iglesia est relacionada a Cristo por Su resurreccin."En que l es el primognito de entre losmuertos" . l es la cabeza del cuerpo, la iglesia en Su resurreccin.

    Resurreccin y seoro

    El seoro tiene dos facetas; en cuanto a posicin. l ocupa el lugar supremo; y en cuanto a tiempo; ese lugar focupado por l en relacin al cuerpo, la iglesia, en su resurreccin. Por lo que el seoro de Cristo sobre el cuerpla iglesia, es mediante su resurreccin. Esto representa ms de lo que puede parecer en un momento, pero a medique avancemos s que usted ver el contexto ms grande y pleno. Habiendo hablado ya bastante sobre el seoroCristo y su supremaca y centralidad en la vida del creyente en particular, debemos reconocer que el seorindividual de Cristo no es, en lo que al creyente se refiere, una autoridad independiente. Es relativo, en otr palabras, no hay tantas cabezas como creyentes, constituyndose cada creyente en una entidad de autoridad nihaciendo de cada creyente una autoridad independiente. En tanto el seoro debe ser establecido en cada creyenindividual, hay slo un seoro y no diez mil veces diez mil, o una innumerable multitud.

    Una cabeza: significa que todo est relacionado y el verdadero sentido del cuerpo es el de una unidad bajo uncabeza. La idea, la concepcin de un cuerpo claramente representa el concepto de una unidad bajo una cabeza.

    supremaca individual de Cristo llevar al espritu y al principio del cuerpo. Quiero decir que si Cristo es realmenel centro absoluto en la vida individual de los creyentes, el resultado natural, espontneo e inevitable de todo eser el principio del cuerpo. Si Cristo mora en tu corazn por la fe - que hemos considerado como una fase decentralidad y supremaca individual de Cristo - si Cristo habita en tu corazn individual mediante la fe, ello nconduce a la siguiente parte del versculo:"... a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seis plenamentecapaces de comprender con todos los santos..." Cristo habitando en el corazn del individuo, inmediatamente noslleva a"todos los santos" .

    El principio del cuerpo emana del establecimiento de la centralidad y supremaca o seoro de Cristo en individuo. Hay una contradiccin, amados, si alguien dice que Cristo es absoluto en su corazn y en su vida, peroan est marcado y caracterizado por acciones e intereses personales e independientes. Hay una profundcontradiccin aqu. Cristo no puede tener supremaca absoluta en la vida de un individuo que an mantiene uindependencia e intereses o actividades personales. Si alguno es ley para s mismo en su espritu - aunque l nquiera admitirlo - si su vida asume una forma autnoma, separada, independiente, desligada del resto del pueblo Dios, siendo como un compartimiento hermtico, hay una contradiccin aqu, Cristo no es supremo, Cristo no central. Estas dos cosas no pueden ser reconciliadas, la independencia y el cuerpo; la independencia y supremaca del Seor Jesucristo, porque l es supremo en la vida como cabeza, pero no meramente como cabezaun individuo, sino la cabeza del cuerpo, una cabeza sobre todo. El cuerpo, en relacin con la resurreccin nuestro Seor Jesucristo, opera al revs del espritu de independencia.

    El cuerpo de Cristo representa su victoria

    Podemos ver que el cuerpo de Cristo representa una tremenda victoria. Ese cuerpo surge de su resurreccin o csu resurreccin, y el preeminente ejemplo del ejercicio del poder divino en este universo es la resurreccin d

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    Seor Jesucristo de los muertos, o de entre los muertos. Esta resurreccin de Cristo de entre los muertos mostranel supremo ejercicio del poder divino, representa la poderosa victoria de Dios en Cristo, y si el cuerpo de Crissurge con y en su resurreccin, este cuerpo es parte de una expresin de esa poderosa victoria de Dios. AhorEfesios lo aclara y confirma:"...la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, segnla operacin del poder de su fuerza, la cual oper en Cristo resucitndole de entre los muertos y sentndole a sudiestra en los lugares celestiales" . El cuerpo de Cristo en su realizacin es la poderosa victoria de Dios en Cristo.

    Cul fue la naturaleza de esta victoria? Sobre qu fue esta victoria? Fue sobre aquel espritu que entr en esceen el universo y encontr directa y concreta expresin trayendo el cisma, la desintegracin en el universo.

    Todo era gobernado como una totalidad en Dios. Todo era uno en l. l en la eternidad pasada, reuni todas lcosas en su Hijo, el Seor Jesucristo, en el cual todas las cosas reunidas subsisten; deba ser un todo corporativreunido unitariamente en el Hijo de su Amor. Cuando Satans, Lucifer, vio la posicin preeminente y trascendencia de la gloria del Hijo de Dios, l aspir a ocupar una posicin superior que aquella, tener una mayoms alta, as que l rompi la relacin de todas las cosas con la cabeza, y con una independencia de espritu, accin y motivacin l actu por s mismo, separado de la cabeza divinamente establecida. El resultado de etrajo un cisma y un quiebre en el cielo; la unidad en los cielos fue quebrada, y los ngeles no guardaron sdignidad, fueron arrojados de all y reservados para prisiones eternas. La unidad en los cielos fue rota. Pero Luciintrodujo ese espritu dentro de la creacin; y mientras Dios le haba dado al hombre todas las cosas para teneren Cristo (en su secreto que an l no haba revelado a las edades, su misterio, el secreto oculto de su corazconcerniente a su Hijo), el enemigo, Lucifer, de nuevo, provoc, indujo, tent y atrajo al hombre a actuar pormismo separado de Dios, y el hombre se movi independientemente de Dios, actu con un espritu independienegosta, para obrar por s mismo y no segn el querer de Dios.

    As, en la tierra, el cisma del cielo tuvo una contraparte: la unidad de todas las cosas en Dios se quebr, y de ah adelante el principio de la raza cada es independencia, autodireccin, autorrealizacin y autoposesin; la carne justo eso, y esto arranca de la historia terrible de esa rebelin en los cielos y el desastre en la tierra. No hay unidhasta que Cristo viene, Dios en Cristo. En este punto, el adversario tiene que enfrentarse a Dios en Cristo, y cuan

    Dios levant a Cristo de entre los muertos y le trajo con l - como el primognito de entre los muertos - la iglesel cuerpo, l confirm su respuesta a toda la obra del diablo, y la iglesia, el cuerpo de Cristo, representa la victode Dios sobre la obra de desintegracin, divisin y cisma del diablo. Oh s, esto es verdad a pesar de todo. De aen adelante, lo que el diablo hizo en el comienzo y siempre ha hecho, ha perseguido con una energa incesante,difamar a Dios, y l ha tratado de difamar a Dios desde la resurreccin del Seor Jesucristo, obrando entre lohombres, azuzando la carne, aun entre los cristianos, para traer cismas y divisiones; la carnalidad est tras toesto. El enemigo lo ha hecho, y en este obrar ha tratado de contradecir la victoria de Dios. Pero, amados, la unidno es en nosotros, es en Cristo; la unidad no es nuestra unidad, es la unidad de Cristo. La unidad es en una personAhora puedes comprender la necesidad de que Cristo sea absoluto y central.

    Cristo, el centro unificador y el objetivo

    Como hemos dicho antes, si tenemos algn otro inters que queremos promover, algo que podramos llamar utestimonio, quizs un sistema de enseanza, o una forma de comunin, o una denominacin, o lo contrario, opuesto, cualquiera de estas cosas, bueno, igualmente la historia ser, de seguro, ms divisiones. Si Cristo, sCristo, central y absoluto, tenemos la respuesta para el diablo; tenemos el secreto de la victoria, tenemos el secrde la comunin, tenemos el poder de Su resurreccin. Oh, cun importante es que veamos que el cuerpo represenSu victoria. El cuerpo es Su victoria en el sentido en que es opuesto a toda independencia, y que la independende espritu o accin es una violacin no slo de la verdad del cuerpo de Cristo, sino del poder de Su resurreccin.

    Ahora esto lo lleva a usted lejos. Si usted falla en reconocerlo, no tiene el secreto de la victoria sobre la muerte y poder del diablo. No es exactamente lo que el apstol deca a los corintios?"...sin discernir el cuerpo de Cristo.Por lo cual hay mucho enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen" . Algunos han muerto. Porsupuesto, no todas las enfermedades y muertes son a causa de fracasar en reconocer el cuerpo de Cristo, pero

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    Espritu Santo pone su dedo en esto, y dice que una gran mayora se atribuye a esto. Esas enfermedades podrhaber sido tratadas y manejadas; esa muerte, esas prdidas, podran haber sido innecesarias si es que hubieexistido un reconocimiento de para qu est el cuerpo de Cristo y en aplicar el valor prctico de la vida corporatentre los santos. "Est alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por l,ungindole con aceite en el nombre del Seor" . Ancianos, por qu? Por qu esto? Es el reconocimiento del principio corporativo, es reconocer el cuerpo de Cristo.

    Esos ancianos son slo representantes del cuerpo, y estn trayendo simblicamente al cuerpo, y ese cuerprepresenta su victoria, y si el enemigo est detrs de este hecho, Cristo, la cabeza, opera a travs de su cuerpcontra el enemigo. Nosotros podemos estar sufriendo un duro trato ms de lo necesario a causa de que hemfallado en comprender el orden divino. El enemigo podra estar causando ms estragos de lo que debiera, porqhemos fallado en aplicar los recursos divinos. Nos hemos guardado las cosas para nosotros mismos, y no nhemos integrado al cuerpo, no hemos hecho de esto un asunto corporativo. El individualismo nos puede perjudicmucho en todos los mbitos.

    La vida independiente contrara la voluntad de Dios

    Pero yo estaba diciendo que el cuerpo se opone a la independencia, y nosotros transgredimos algunas de lgrandes revelaciones de Dios cuando hay independencia, separacin, cuando manejamos nuestro propio carroaramos nuestro propio surco y no reconocemos que somos parte de un todo. Toda la horrible obra que el enemiha hecho es revertida por el Seor Jesucristo, y el producto de esta reversin es a travs del cuerpo, la iglesia. Ees su instrumento en resurreccin para dar a conocer, a travs de las edades y siglos venideros, la poderosa victorsobre toda la obra desintegradora, la accin de independencia de Satans y el espritu que l ha introducido enraza humana. Pero esto est muy arraigado en nosotros; la sutileza de la carne y su deseo imperceptible dgratificarse.

    Si se nos preguntara directamente si acaso nos gustara agradarnos a nosotros mismos, si acaso estamos buscannuestra propia gratificacin, si acaso es nuestro placer y satisfaccin lo que est motivando y dirigiendo nues

    vida, de inmediato repudiaramos vehementemente estas sugerencias, y probablemente nos sentiramos muofendidos por quien nos dijera esto; pero, amados, ms hondo que nuestra ms profunda honestidad, ms honque nuestra ms verdadera sinceridad, est la oculta constitucin de nuestra naturaleza cada, que muchas vec pasa inadvertida para el propio creyente, y ama la recompensa, la satisfaccin personal, y no quiere ser despojadquedarse sin nada.

    La gratificacin y la gloria es la esencia misma de la carne, aunque estemos ocupados en la obra del SeoRealizando 'para el Seor', s, pero las personas lo sealan y dicen: "Esta es obra de l o de ella". Y cmo nos guorlo! Seguro que ser un buen testimonio de fe, un gran monumento - S, pero sutilmente es el monumento'nuestra' fe. As es esta cosa horrible que siempre aflora encubiertamente, en forma callada e imperceptiblusurpando la gloria que corresponde al Seor. El remedio para eso es la aplicacin prctica del principio del cuerde Cristo. S lo es! Por eso es tan difcil vivir la vida corporativa con otros creyentes, porque usted tiene que stotalmente crucificado. Nada demande ms el ser crucificado que vivir a diario con otros cristianos. Usted di"Pero qu terrible es lo que est diciendo!", pero usted sabe bien a qu me refiero. Tendr que posponer, someteconsultar, sujetar y soltar. De una y mil maneras, tiene que poner aparte sus propios agrados y desagrados para quel Seor cumpla Su propsito. Oh s, es el cuerpo de Cristo lo que salva. Es la vida corporativa el remedio, pero, amados, ese es el camino al triunfo, el camino a la victoria. Lo es! Es un poderoso remedio para la carne, u poderoso remedio para la obra del diablo, pero tambin representa el majestuoso poder de Dios obrando nosotros.

    Usted ver que nunca podr integrarse al cuerpo de Cristo hasta no haber sido crucificado. Es porque la carne n

    crucificada ha entorpecido la vida corporativa de los creyentes, por lo cual hay tal contradiccin y negacin, pueque el cuerpo representa la exclusin del hombre en s mismo, en su carne.

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    El cuerpo, necesario para la plena comprensin de Cristo

    Ahora el cuerpo es esencial para la plena comprensin, crecimiento y expresin. El cuerpo es esencial para la tocomprensin. Ningn individuo, ni individuos aislados y desligados pueden alcanzar la plena comprensin Cristo. El Seor ha consolidado todo sobre este principio. Usted piensa en la gran variedad de miembros del puebde Dios como siendo estandarizados en una mente. Y dice: "Este es un enfoque que no me gusta". Claro que s! quiero decir que el mismo hecho de que el Seor nos ha creado diferentes a cada uno, hace posibles los variadaspectos de comprensin, lo cual tiene su contribucin particular. Y estoy en condiciones de decir: "Bueno, Seor te ha mostrado a ti aquello que yo no veo, pero es maravilloso"; yo gano con esto. Y t tambin ests condiciones de decir: "Bueno, a m nunca se me haba revelado eso, pero gracias al Seor tambin gano con elloY as es que todo el cuerpo es necesario para la completa comprensin de Cristo. La oracin del apstol era qnosotros:"... seamos plenamente capaces de comprender con todos los santos..." Se necesita que todos los santoscomprendan, y nosotros perdemos mucho cuando estamos desconectados, aislados, separados espiritualmente.

    El cuerpo, necesario para el pleno crecimiento en Cristo

    El cuerpo es necesario para la total comprensin, tambin para el crecimiento, porque es el cuerpo el que crece, qes edificado, y se edifica hasta que todos lleguemos a la medida de la estatura de un hombre en Cristo. T y yo forma individual jams alcanzaremos la medida completa de esa estatura. Nunca se me prometi que yo podllegar a la estatura de Cristo de manera personal, pero como un miembro, una extremidad, o aun una diminuclula en este gran organismo espiritual, con todos los dems puedo llegar a su plenitud. Se requerir de todos pallegar a su plenitud, y en la medida en que yo me desconecto, estoy limitado, paralizado. A medida que me intega la comunin del cuerpo y reconozco la voluntad del Seor, yo crezco en la medida de Cristo.

    El cuerpo, necesario para la plena manifestacin de Cristo

    En la expresin o manifestacin de Cristo, rigen los mismos principios. Se manifiesta l por s mismo contraenemigo? Bien, amados, yo tendr pocas esperanzas contra el enemigo si acto individualmente; pero si yo est

    en el cuerpo, aunque seamos dos o tres congregados en Su nombre, eso representa al cuerpo, y all est el principdel cuerpo en funcin y representacin; (y el Seor se compromete con este principio), l est en medio. El mniirreducible del Seor para su cuerpo son dos miembros, no uno. Traed el cuerpo aun en su mnima representaciy el Seor reconocer el valor pleno del mismo, para su manifestacin en su plenitud a travs de l.

    Por eso es que, solos, muchas veces somos detenidos; muchas veces nos vemos impedidos de avanzar, hasta qnos integramos en cooperacin. El Seor nos sujeta a eso. Pero si el pueblo de Dios en su mayora comprendieespiritualmente el seoro de Cristo en relacin al cuerpo, cunto mayor sera la potencia del impacto de Cristosu manifestacin contra el enemigo, y delante de los hombres. El cuerpo es necesario para la manifestacin Cristo en plenitud, y este es el mtodo divino determinado para la plena expresin de Cristo en los siglos veniderEl seoro del Seor Jess requiere del cuerpo. No muchos individuos aislados, sino el cuerpo; porque una cabeimplica un cuerpo, requiere un cuerpo.

    El individualismo es limitacin y debilidad

    Pienso que ya puedo cerrar esta fase por el momento; y al hacerlo quiero enfatizar una vez ms ciertas limitacionque deben asociarse con el mero individualismo, el aislamiento y la independencia. Aparentemente, pareciera qse consigue mucho con acciones independientes; usted ve personas que son independientes y desligadas, pareciera ser que han hecho grandes cosas. Ahora, a pesar de esto, le puedo decir enfticamente que eso no vallegar a donde Dios quiere que llegue. Pueden parecer obras amplias, pero superficiales, sin profundidad. Puedllegar hasta un cierto punto en las cosas espirituales, pero no avanzan ms. Pueden lograr conversiones; pero lconversiones, amados, no son el fin de Dios, son slo el comienzo. Pueden lograr mucho en ese mbito, gloriaDios!, pero mientras nos regocijamos por cada conversin y el trabajo que resulta de las conversiones, podemver que la voluntad de Dios es infinitamente ms que eso?

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    La tragedia es que muchos que han sido llevados al Seor no han sido apacentados, y se han estancado o han vueatrs, simplemente porque al convertirse no se les present en forma adecuada la plenitud de Cristo. Todo se baen que fueran salvos; pero Cristo no ocup su lugar absoluto, como soberano Seor y Cabeza, y muchas vectienes que volver al principio una y otra vez, simplemente porque se detuvieron. Bueno, t puedes tener mucactividad y resultados aparentes - mi punto no es que ello no tenga valor, sino esto, que invariable inevitablemente, siempre hay limitacin, si no avanzamos en ver que el cuerpo de Cristo representa su plenitud

    no la vida u obra cristiana individual. No es nuestro servicio individual para el Seor, es en el servicio del cuerpocual estamos unidos, lo que nos lleva a la plenitud.

    Siempre habr limitaciones y debilidades - ah, s, y mucho ms an estaremos expuestos al error en la lnea dmero individualismo, expuestos al error, y cayendo en el error. No hemos visto esto una y otra vez? Las cosconcluyeron marcadas por un evidente engao o confusin, teniendo que volver al comienzo y a retractarse, y aconfesin de que se cometi un error, y que los clculos fueron errneos porque haba algo individual independiente en todo el asunto. Necesitamos la cobertura del seoro de Cristo en su cuerpo y entre sus santos psalvarnos de todas estas cosas. Usted puede probarlo - en los frutos - que la independencia en la vida y servicindividual del Seor tarde o temprano llegar a un punto de limitacin, y a un elemento de contradiccinconfusin. De seguro ser as. Inquirir en su casa es la forma de conduccin ordenada por el Seor. Si usted esluchando para tener una gua independiente del Seor, luego le van a sobrevenir un montn de contradiccioneusted realmente no sabe dnde se encuentra ni lo que es correcto. El Seor no le dar a usted aquello que se vaconstituir en ley para usted mismo en relacin con l, l le dar en relacin a sus propsitos. Comprtalo con lhijos de Dios, trigalo a aquellos a quienes el Seor le ha constituido como compaeros, y en esta multitud consejeros encontrar la sabidura. En la voluntad del Seor, encontrar la luz.

    Usted ve que el principio es muy claro y nos vuelve al punto donde habamos comenzado. No es que el cuerpo sea todo - Dios nos libre de ello! Es reconocer que el Seor Jess como cabeza del cuerpo, nos pone bajo seoro para proteccin, para gua, para plenitud, para todo, y nosotros reconocemos que somos miembros de cuerpo, no slo unidades individuales. Nosotros nos gozamos con todo lo que es en Cristo, y que Cristo es com

    cabeza, Soberano, en relacin a los santos, en comunin con los santos, y no en una lnea aislada propiDeseamos el apoyo total del Seor? Lo obtendremos relacionados, no independientemente.

    Que el Seor le ayude a aceptar su palabra, guardarla en su corazn, porque estoy seguro que este es el caminouna plenitud que hasta ahora no habamos conocido, encontrndonos con lo que el Seor es por designio divino, una medida superior. Este es el camino. El Seor nos d gracia para abandonar nuestro apego a ser libres independientes, y crucificar nuestra carne, llevndonos a vivir bajo su suprema soberana.

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    Captulo 4La centralidad y supremaca de Cristo como "cabeza de todo principado y potestad"

    Lectura: Efesios 1:15-23; Filipenses 2:5-11; Colosenses 1:13, 2:10,15.

    En una meditacin anterior nos ocupamos de la centralidad y supremaca de Cristo en referencia al individuo, luefue su centralidad y supremaca en la iglesia, la cual es su cuerpo. Ahora vamos a considerar lo que se refiere

    versculo 10 del captulo 2 de Colosenses:"...la cabeza de todo principado y potestad" . Junto a ello, la declaracindel captulo uno:"...el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas" .

    El gran error de los Colosenses

    Para apreciar en forma correcta y verdadera el valor de las declaraciones de la epstola, como las que hemos leddebemos tener en mente el trasfondo y la ocasin de la carta; y por un momento nos vamos a ocupar de las cos principales que resaltan en ella. Desde el comienzo y en su totalidad, est la absoluta supremaca de Cristo. Espritu Santo gui al apstol a escribir esta epstola para dar luz y establecer a los creyentes en esta verdad. Fuecausa de un movimiento surgido de una enseanza llegada a Colosas, y cuyo efecto era sacar al Seor Jesucristo su posicin preeminente y ponerlo en un lugar ms bajo. Fue una correccin. El contenido de tal enseanza era ucombinacin de judasmo con filosofa cristiana espuria. Haba elementos judos y cristianos entremezclados una filosofa fascinadora, y tena que ver con los seres sobrenaturales desde las ms bajas a las ms altas categorespirituales: principados y potestades de los mbitos ms bajos hasta los ms altos, y estos rdenes de seresobrenaturales y espirituales eran descritos a travs de las jerarquas de espritus, ngeles y arcngeles y entonccomo uno de ellos, pero de muy alto rango, era presentado Cristo. Y ellos sealaban al Seor Jesucristo como ude nivel superior, o quizs la nica cabeza superior de las fuerzas anglicas, de los rdenes angelicales, y a stos les renda adoracin.

    Actuaban, dice el apstol aqu:"...afectando humildad y culto a los ngeles..." Por lo cual l quera decir que las personas asuman ser muy humildes, adorando a los ngeles, inclinndose delante de cualquier persona superior

    el mbito espiritual, una humildad voluntaria y adoracin a los ngeles. Si lo vuelven a leer, se darn cuenta queapstol repudia todo esto como algo terrenal, del hombre, pernicioso y diablico, que tena que ser desarraigad porque bajo la apariencia de una religiosidad sincera y honesta, sutilmente atentaba contra la supremaca absoldel Seor Jesucristo como Deidad. Era algo bueno. Expresaba adoracin. Y aun conduca a adorar a Jess, le dauna posicin muy alta en los rdenes celestiales; representaba un alto grado de devocin, y con sus ritos externsacados de las ordenanzas judaicas, como se puede leer en la epstola, atrajo a muchos, y ellos lo aceptaron comuna revelacin, una maravillosa revelacin y como una verdad para ser recibida y obedecida.

    Ellos estaban en riesgo de no percibir el peligro de este hecho, que aunque exaltaba a Cristo, conduca a adoracin a Cristo, produca en los que lo aceptaban una actitud, aparentemente espiritual, de reverencia humildad, y tena un efecto moral en ellos de algo los haca ser personas muy reverentes, muy humildes, genferviente, con una gran devocin a Cristo, y un gran respeto por todo lo espiritual; pero esto los encegueca para ver lo profundo, lo sutil y diablico que haba all. Cun lejos puede ir Satans trayendo una fingida clase devocin a Cristo, y promover un 'cristianismo' (?) mstico, mental, con elementos morales elevados, y escondienen todo esto algo que es de s mismo, los anhelos que l tena desde los tiempos en que fue arrojado de los cielaquello que podra quitarle al Seor Jesucristo su lugar absoluto dentro de la Divinidad.

    Esto es lo que se ve en el trasfondo de la epstola; y la epstola fue escrita para poner en evidencia esta filosofgnstica, esta falsa espiritualidad, esta satnica devocin hacia el Seor Jess, y para probar que el Seor Jesucrino solamente estaba en la cima de las categoras angelicales, l era la cabeza de todo principado y potestad, ensentido que l era el Hijo del amor de Dios, y que l era uno eternamente con el Padre en la Deidad. En l habita

    corporalmente toda la plenitud de la Deidad.

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    Ahora, amados, por todo lo que hemos dicho, hay una orientacin para nosotros en los postreros tiempos; usteddeben tomar lo dicho y aplicarlo a algunas cosas que ya tienen este mismo carcter, que van a estar en boga sobla tierra, pero que van a carecer de lo esencial. Pero este no es el objetivo de lo que yo digo, aunque les va a ayuden la comprensin, el conocimiento y la gua para prevenirse. Cristo es cabeza de todo principado y potestad, labsolutamente supremo, en una supremaca nica, no como uno de ms de ese orden, en la cima de ese orden, siUno cuyo orden es por sobre todo otro orden, y cuya supremaca es porque no hay otro semejante a l. l n

    pertenece al orden angelical. l no es un ser creado. l es eternamente Uno con Dios. Por supuesto, esto no es nanuevo para ustedes, y no les produce un gran entusiasmo, porque todos lo creemos de corazn. Espero que esto sverdad en ustedes; que lo crean, que se afirmen en ello, que de corazn, sin la ms leve duda, estn capacitad para confesar:"T eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente" .

    La supremaca de Cristo demostrada por su obra

    Ahora, habiendo dicho y visto esto, ustedes estn capacitados para avanzar al asunto que tiene relacin con la pamedular de la epstola. Asociada con la absoluta supremaca de Cristo, est la supremaca demostrada por su obEs aqu donde el apstol nos muestra de qu forma Cristo es diferente de, y superior a, todos los otros rdenes ngeles, arcngeles, principados y potestades. No es solamente la declaracin del hecho de que l lo es, sino

    demostrar cmo lo es, de qu forma lo es; y es por razn de su obra. Pueden ver que esto aparece en la epstolTomen la tremenda declaracin de 1:13:"...el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado alreino de su amado Hijo" . No se dice esto de ningn ngel o arcngel. No se puede atribuir esto a ningn otro ser enel cielo o en la tierra. Esto representa su poderosa obra, y fue lo que l hizo en lo que t lees en el captulo 2:1"...y despojando a los principados y a las potestades, los exhibi pblicamente, triunfando sobre ellos en la cruz" .

    Cuando l hizo esto, nos libr de la potestad de las tinieblas, y fuimos trasladados al reino del Hijo del amor Dios. Ningn ngel lo hizo. Ningn arcngel despoj a los principados y potestades. l los exhibi pblicamentriunfando sobre ellos en su cruz. Fue Cristo quien lo hizo. De Cristo es el reino. Es el reino del Hijo del amor Dios, suyo es el reino; y el reino es suyo a causa de haberlo conquistado, a causa de su victoria, por habedespojado a todos los principados y potestades; por exponer pblicamente en Su victoria a todos los dems q buscaban tomar posesin de los reinos de este mundo. Suyo es el reino en virtud de su cruz: y su cruz es escenario de su enfrentamiento con toda otra autoridad y podero en el universo que pudiera en alguna forma trade usurpar sus derechos eternos, el heredero de todas las cosas, como dice el apstol aqu:"...todo fue creado pormedio de l y para l" . La supremaca est basada en su obra.

    Es, por supuesto, gran cosa reconocer la supremaca personal del Seor Jesucristo; es una suma, amados, reconola grandeza de la obra lograda que lo hizo merecedor de esta supremaca personal. En Filipenses 2 vemos movimiento de descenso del Hijo Amado de Dios de su posicin de igualdad con Dios, bajando, bajandhumillndose hasta lo sumo:"l se hizo obediente hasta la muerte, y muerte de cruz" . "S" dice el apstol: "S" - yno una muerte gloriosa, no honorable ante los ojos de los hombres "muerte de cruz". "Por lo cual (por esta razn,

    por este hecho, a causa de ello, la muerte de cruz) Dios tambin le exalt hasta lo sumo, y le dio un nombre que essobre todo nombre, para que en el nombre de Jess se doble toda rodilla de los que estn en los cielos, y en latierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Seor, para gloria de Dios Padre" . Elterreno de su supremaca es la trascendencia sin igual de su obra consumada.

    Nuestra posicin en esta supremaca

    Ahora, el tercer punto que aparece en esta epstola nos incluye a nosotros. Todo esto es glorioso, y nuestrocorazones deberan conmoverse por esta objetiva realidad, la supremaca de Cristo y su obra: pero nosotrtenemos que conocer cmo nos incluye, y una o dos porciones nos ayudarn. Veamos Colosenses 2:12"...sepultados con l en el bautismo, en el cual fuisteis tambin resucitados con l, mediante la fe en el poder de

    Dios que le levant de los muertos. Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisin de vuestrcarne, os dio vida juntamente con l, perdonndoos todos los pecados..." "Si habis muerto con Cristo" -

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    podramos dejar fuera el 'si' y transformarlo en una afirmacin: "Habis muerto con Cristo". "Si fuisteis tambiresucitados con l..." Vean que anteriormente l ha hecho la declaracin que esto fue as, que fuimos sepultad juntamente con l, que fuimos resucitados con l. Ahora vemoslo de esta forma, como una doble afirmaci"Habis muerto con Cristo; y tambin habis resucitado juntamente con Cristo"."...buscad las cosas de arriba,donde est Cristo sentado a la diestra de Dios" .

    La diestra es considerada el lugar de honor y poder; ah es donde est l."Porque habis muerto, y vuestra vidaest escondida con Cristo en Dios" . "No mintis los unos a los otros; habindoos despojado del viejo hombre consus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo cre se va renovando hasta elconocimiento pleno; donde no hay griego ni judo ... sino que Cristo es el todo, y en todos" . Ese es el camino detodo lo bueno que hemos estado diciendo y es necesario que nosotros consideremos la obra de Cristo en su todimensin. La total importancia de su absoluta victoria en el mbito de los principados y potestades, en el mbde la autoridad de las tinieblas - Reitero la necesidad de considerar su obra en su dimensin plena. El perdn pecados es una gran bendicin, la expiacin de nuestros pecados es una gran bendicin, ser salvos del infiernollegar al cielo tambin es una bendicin, no podramos minimizar o quitarles su grandeza a estas cosas ni umomento por causa del precio infinito que fue pagado por nosotros, pero vuelvo a decir, es necesario que nosotrconsideremos la obra de Cristo en su totalidad, y su totalidad se halla en el mbito de los principados y potestadest en el mbito de la autoridad de las tinieblas, la jurisdiccin de las tinieblas.

    Es importante que el pecador sepa, que no es slo un asunto de ser perdonado de sus pecados y ser salvo d pecado, sino que el pecador debera conocer que en la salvacin toda la autoridad, el poder de los principados potestades, del adversario, Satans mismo, ha sido destruido y quebrantado, y fuera de aquella jurisdiccin, aqueautoridad, el derecho que Satans tena sobre ellos, han sido redimidos - porque esta es la palabra aqu - redimid por Cristo en su cruz; significa que ya Satans no tiene poder, porque ya no tiene derecho. Su poder depende dederecho, y su derecho est basado en un estado de las cosas en nuestros corazones, y la cruz trata con el estado cosas y destruye o quita el terreno de su derecho y quebranta su poder. Lo termina completamente. Ahora, todo elo tenemos en Cristo. Cristo en s mismo manifiesta su supremaca sobre el adversario, porque en l no hay terre

    al cual el adversario pudiera aferrarse para levantar un derecho de autoridad y sujetar en esclavitud.En Cristo no hay tal terreno; Cristo est en nosotros cuando creemos y, como ya lo habamos sealado, esapropiado por la fe significa que la autoridad de Satans es quebrantada porque en nosotros est Cristo, en el cuno hay lugar para la jurisdiccin de Satans. Ser librados no slo del pecado (djenme decirlo de nuevo) sino deautoridad de Satans, es algo grandioso."Quin acusar a los escogidos de Dios? ... Cristo es el que muri y elque tambin resucit" . Qu valor tiene esto? El acusador viene y trata de formular cargos contra nosotros. Cues la respuesta? Oh, el terreno de la respuesta es:"Cristo es el que muri; ms aun, el que tambin resucit..." . Estaes la forma de responder la acusacin del enemigo: Cristo, que ha triunfado sobre el pecado y sobre todos lterrenos de la autoridad de Satans. Ustedes y yo nunca podemos enfrentar al enemigo en nosotros mismos, tendr el mejor argumento cada vez, pero si somos capaces de enfrentarlo con Cristo, qu puede hacer? "..

    prncipe de este mundo ha venido y nada tiene en m".Son las palabras del Seor Jesucristo. Qu poder tiene el diablo? Todo su poder fue destruido con la muerte dCristo y Su resurreccin. "Quin acusar a los escogidos de Dios" ..."Cristo en vosotros, la esperanza de gloriComprende usted? Esta es la provisin que Dios ha hecho, y si nosotros slo tuviramos una ms plena y pronaprehensin de Cristo encontraramos el camino a la victoria. Cmo obra el Espritu Santo para lograr la victoen nosotros ahora? No son nuestros esfuerzos por ser mejores. El Espritu Santo nunca nos va a ayudar en nuestesfuerzo para ser mejores. Podremos luchar para siempre y morir luchando, y el Espritu Santo no nos va a ayudsi pensamos que esta es la va por la cual vamos a ser salvados o santificados.

    En qu forma va a cooperar el Espritu Santo? Es en nuestra comprensin por la fe y en apropiarnos de Criscomo nuestra perfeccin y nuestra salvacin. "Oh", dir usted, "s, pero somos pecadores y hay tanto mal nosotros; cerraremos nuestros ojos a nuestra propia realidad?". Usted tiene que poner la mirada en Cristo. Dejar

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    mirarse a s mismo y a su pecado y fijar sus ojos en el Seor Jess como perfeccin para usted con Dios y de Dihacia usted, y cuando lo acepte a l por la fe - "No lo que yo soy, Seor, sino lo que t eres" - "En m mismo somalo: '...en m, esto es en mi carne, no mora el bien', pero t, Seor, eres mi salvacin, t eres mi justicia, t eresmi santificacin, me aferro a ti para todo esto", su Santo Espritu obra ese bien en nosotros. Nuestra valoracin Cristo es el terreno de actividad del Espritu Santo; tal es la va de liberacin.

    Cristo, la salida para el pecador

    Escuchen a ese hombre miserable gimiendo: "...porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, esohago" . Y en esa vida con altos y bajos, prometiendo y fallando, al final l clama:"Miserable de m! quin melibrar? ... Gracias doy a Dios por Jesucristo Seor nuestro" . Cul es la salida para este desdichado? Apropiarsede Cristo. No sus luchas, ni sus promesas, ni sus resoluciones, ni sus propios por esfuerzos por ser mejor este d para volver a arrepentirse al final de la jornada. No, no! Nuestra fe arraigada en Cristo es la salida, el terreseguro de victoria. Prubelo. Dios honra a su Hijo, y Dios honra nuestra fe en su Hijo."Cristo es el que muri; msaun, el que tambin resucit" , triunfante; y,"Cristo en vosotros ... la cabeza de todo principado y potestad" . Esto, para los inconversos, es una realidad inevitable.

    Si al convertirnos hubisemos sido fortalecidos en esto, habramos sido creyentes ms firmes desde el comienzo.slo hubisemos conocido esto cuando recin fuimos salvos habramos hecho un gran avance en lo que vinimoconocer aos despus. Oh, que el mensaje de salvacin sea completo! Se obtiene una clase distinta de convertidcuando se les comparte de la obra del Seor Jesucristo en toda su proyeccin; cuando no solamente se predica perdn de tus pecados, y que irs al cielo y no al infierno - quizs un poco ms que eso; sino infinitamente ms qeso, y si slo predicramos la obra de Cristo en su total significado, tendramos creyentes que iran adelante, apriy alcanzando la madurez ms pronto que la mayora, y veramos que muchas de nuestras convenciones soinnecesarias, porque son mayormente para volvernos al lugar donde debiramos haber llegado cuando recin nconvertimos.

    El predicador necesita conocer esto

    Es necesario para el creyente; debo decir que es necesario para el obrero, el predicador del evangelio, a todo el qtiene responsabilidad con almas. Por supuesto, si usted predica esto no llegar a ser un predicador popular.

    Encontrar ms que nunca que el infierno, y aun muchos del pueblo de Dios se volver y estar contra usted, pees necesario. Tome el ejemplo del pagano; aunque lo que vemos en los paganos es obvio y notorio: lo mismocurre en el caso de los iluminados, civilizados, pero no es tan obvio, ha sido encubierto por la civilizacin y ugran parte de tradicin cristiana: pero en el caso de los paganos es bien evidente. Cul es el problema con tanconvertidos del paganismo? Ellos avanzan en el tema de la salvacin y perdn de pecados, y en la fe en el SeJesucristo, pero, oh, la cacera, la bsqueda, el temor persecutorio del mundo espiritual, de los malos espritus, potestad de las tinieblas; los persigue, y muchas veces son justamente estas cosas las que los empujan hacia abajlos traen de nuevo a la esclavitud; y a causa del temor de ello, y de las consecuencias de haber roto con latradiciones de sus antepasados, el temor a las consecuencias en el mbito espiritual, de lo que les podra ocurrir, que les podra sobrevenir, vuelven a caer en esclavitud de temor, dejan el camino y se vuelven atrs.

    Si slo pudiramos llevarles en el poder del Espritu Santo desde los comienzos, la proclamacin de que l"nos halibrado del poder de las tinieblas y trasladado al reino de su amado Hijo" y poderlos introducir aqu, veramosresultados diferentes. Entrguenles eso.

    Amados, lo mismo se consigue en este pas como en los pases paganos, pero les est encubierto. La potestad de tinieblas es tan real aqu como entre los paganos, es necesario el mismo evangelio, y ustedes se darn cuenta qmientras no se haya comprendido el impacto de la obra de Cristo en el Calvario contra las fuerzas espiritualdetrs de los hombres, no habrn llevado a cabo su plena liberacin. Nosotros creyentes ya conocemos al enemicuando trata de volvernos a atenazar con el miedo concerniente a l mismo. La autoridad de las tinieblas es al

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    real para nosotros. Hemos tenido experiencias, y si capitulramos o cediramos ellas, sera el fin para nosotros.trata de intimidarnos con su autoridad de las tinieblas, y si nos rendimos a ello, capitulamos, sera nuestro fin. somos del Seor, Cristo est en nosotros, y Cristo es absoluto, y debemos seguir aunque no lo sintamos, o si nsentimos muy mal; cuando pareciera que ya es lo ltimo que somos capaces de decir, lo decimos porque es uhecho de Dios, y cuando comenzamos a afirmar los hechos de Dios tenemos victoria. Los creyentes conocen lo qsignifica para el enemigo tratar de hacerlos aceptar la autoridad de las tinieblas. Afirmmonos sobre la verdad

    Dios. Dios no cambia con nuestros sentimientos. Dios no es alterado si nos damos cuenta o no de sus hechos.Toda la vida nuestra est sujeta a variacin, somos ms cambiantes que el clima, pero l reina inalterablinmutable. l"es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos" . Y si l habita dentro, l ha venido a quedarse, y la victoriaes por fe; creyndolo, sostenindolo y aferrndose a ello, y prosiguiendo as hasta la comprensin plena del hechque l es Seor de todo,"cabeza de todo principado y potestad" . Satans tratar a veces de hacernos creer que lest en el lugar preeminente, el lugar de supremaca, pero desde el Calvario no lo est, lo estamos nosotroEl Seor nos traiga un gozo renovado en el Hijo de su Amor, como absoluto en todo mbito.

    Resplandece en nuestros ojos el brillo de nuestra gratitud,en gozo y en pesares, en confianza y en calma,

    y a travs de toda la vida y ms all,conmovidos por la alabanza eterna.

    S, a travs de la vida, de la muerte, del dolor y el canto,l me bastar, porque l es suficiente:Cristo es el fin, porque l es el principio;Cristo es el principio y el fin es Cristo.