Mi nombre es Narita Midori Deaquino Hernández. Nací en Guadalajara Jalisco,

México. Mis padres son Juana Patricia Hernández López y Zeniff Israel Deaquino

Hernández. Mis hermanos son, Yovana Masami Y Zeniff. Vivo en Tlaquepaque jal.

Soy la hija mayor en mi casa y la primer nieta por parte de la familia de mi mama,

así que toda la atención de mis tios y abuelos fue para mi durante mis primeros

dos años, ya que después nació mi hermana y mis primos y la atención ya no era

solo para mi.

Dicen que tengo buena memoria aunque en realidad no lo creo, pero las cosas que

se me han quedado muy grabadas son las navidades en la casa de mis abuelos y

los cumpleaños de todos mis parientes, pero por parte de mi mama; por parte de

mi papa casi no recuerdo nada ya que son solo pocas las veces que he ido con su

familia a Monterrey.

A la edad de dos años comencé a asistir al kínder Josefa Ortiz de Domínguez, no fui

medio ciclo escolar porque me gustaba acompañar a mi papa a su trabajo, en ese

entonces él trabajaba como vendedor de seguros, era divertido acompañarlo por la

ciudad. No hice segundo de kínder. Pero en el tercer año me puse las pilas y fui la

mejor alumna de toda mi generación.

Después pase a la primaria Jose Ma. Morelos y Pavón , esta se me hiso muy fácil ya

que rápidamente aprendí a leer y a escribir, lo que me costó más trabajo fueron

las matemáticas pero poco a poco las fui comprendiendo y ahora son mi materia

favorita. Disfrute mucho esta etapa ya que como se me facilito no estudiaba, ni

hacia tareas todo el tiempo me la pasaba jugando con todos los niños de mi salón

y todo el que quisiera jugar.

Mi salón era muy unido así que todos fuimos grandes amigos en los últimos dos

años, tanto que todo mi salón hiso trámites para la misma secundaria.

En el último año de primaria nombraron a la escolta y yo fui parte de ella. En el fin

de ciclo de ese año, nos hicieron nuestro acto académico, bailamos el vals, nos

dieron nuestros papeles y dieron los diplomas a los mejores promedios y otra vez

fui el mejor promedio de toda mi generación.

En la secundaria Mixta °40 todo fue muy diferente, el primer año creo que fue el

más difícil. Recuerdo que quería encontrar amigos que me ayudaran y probé

juntándome con dos niñas Helia e Itandevui tenían nombres raros como yo, paso el

tiempo y se empezó a juntar con nosotras una niña llamada Lorena se veía muy

seria pero nada que ver, después a nuestro grupito se unió Musy; y nuestro grupo

quedo así.

Helia, Itandevui, Musy, Lorena y yo fuimos amigas durante los tres años bueno

hasta el día de hoy, somos muy unidas y cada quien aportaba algo especial de su

personalidad al grupito, a mi me encantaba hacerlas reír y no paraba de platicar

con ellas. El último año de secundaria fue el más divertido, ese año nos hicimos

amigo al director de la secundaria y a la mayoría de nuestros maestros. En la

secundaria fui el segundo lugar en calificaciones. Recuerdo que el ultimo día de

clases todos firmaron los cuadernos de recuerdos, nos tomamos foto, todo el salón

empezó a contar chistes y todos estábamos muy felices, y empezamos a decir que

no íbamos a llorar que nos seguiríamos viendo.

El acto académico fue muy formal y a la mitad del acto empezó a llover y todos

muy felices mojándose, paro de llover nos dieron los papeles y ya todo se termino

fue algo muy rápido.

Después entre a la preparatoria N°12 realmente creo que me adapte muy rápido,

el primer día de clases fue raro ya que no sabias ni en que turno habías quedado,

además el primer día ni hubo clases. Fue fácil encontrar amigas, el tercer día ya

teníamos nuestro grupito bien armado.

Al poco tiempo de entrar, me llamaron para formar parte del grupo de

matemáticas para las olimpiadas. Luego el primer semestre se paso muy

rápidamente.

Además de la escuela siempre he tenido clases extraescolares, sobre todo de

música. A los 8 años empecé a tomar clases de violín con el maestro Mercado en

una academia de música, siempre me ha gustado la música pero el violín me

desesperaba rápidamente así que lo deje por un tiempo.

Mientras descansaba del violín mi mama me llevo a clases de baile folclórico era

muy divertido, pero la maestra siembre me regañaba por hacer reír a las demás

alumnas, así que lo deje.

Mi mama siempre ha pensado que tengo habilidad para la música, en fin pase por

varios maestros y con ninguno aprendía nada. Un día mi mama llego a la casa con

una maestra y me obligo a que tomara clases con ella, con ella si aprendía y

progresaba rápidamente me encantaba la forma en cómo me enseñaba y me

quede con esa maestra, pero le dieron una beca se fue y decidí dejar el violín

hasta que ella volviera.

Mientras esperaba que volviera busque otras clases y a los 10 años fui a clases de

canto en el refugio, ahí aprendí a cantar, me enseñaban la historia de la música, y

a tocar la flauta dulce en sus variaciones. Al final también deje esa clase porque ya

no hacíamos cosas nuevas.

Luego me metieron a clases de natación en Isla acuática, todavía tenía 10 años,

paso el tiempo y fue mi actividad favorita, pero decidí salirme en invierno porque

me empezó a dar rinitis alérgica por el cloro y el frio.

Y seguí tomando varias clases en el refugio tome clases de dibujo, de pintura, de

violín, de guitarra(en la estudiantina ), de modelado en barro, pintura de cerámica,

manualidades, vitrales, en ninguna dure mucho tiempo , también he probado

clases en la academia municipal como corte y confección ,y cocina, y descubrí que

la cocina me llamaba la atención, y las tome clases, pude ver que me encantaba

cocinar así que cada vez que puedo tomo cursos de repostería.

A los 14 años le pedí de regalo de cumpleaños a mi mama que me comprara una

flauta dulce, y días antes de mi cumpleaños mi mama me regalo una flauta

transversal.

Al principio me moleste porque ella quería que aprendiera a tocar la flauta

transversal, así que me consiguieron a la maestra Nataly y empecé a tomar las

clases. La flauta transversal para mí es un instrumento complicado porque

requiere de un conjunto de habilidades, eh tocado en de 5 presentaciones y me

gusta mucho tocarla aunque no me gusta estudiar. Ya llevo un año estudiándola y

esto es algo que no pienso dejar.

Además retome las clases de natación poco antes de cumplir 15 años en el Code,

hay si empecé a aprender a nadar bien.

En lo que llevo de vida he comprendido que soy muy alegre y divertida en

cualquier momento, también que no me gusta estudiar, ni hacer tarea, que tengo

habilidad para muchas cosas, que tengo que aprovechar todas las oportunidades

que se me presentan, que no debo de dejar las casas a medias, y muchas otras

cosas más.