Autobiografía de José Pastrano

8/15/2019 Autobiografía de José Pastrano

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I T I N ER AR I O VI T ALR E L A T O A U T O B I O G R Á F I C O

Activador: José Angel Pastrano BoadaCI: 6.643.049Grupo de Sistematización: Venezuela en MarchaParroquia: PetareFacilitador: Rosa Francia Aguilera

Petare: marzo de 2006

República Bolivariana de VenezuelaMinisterio de la Cultura

Universidad Nacional Experimental Simón RodríguezMisión Cultura


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“Si no sabes para donde vas, regresa, para

que por lo menos sepas de dónde vienes”.

Proverbio africano

Conocemos bien las circunstancias que han hecho posible esta

afortunada oportunidad de compartir detalles personales que quizá en otro

contexto serían impensables, pero entiendo que se trata de presentar

aspectos relevantes de nuestra vida para, demostrar, en mayor o menor

grado, que no hemos estado ajenos a ciertos hechos sociales, políticos,

culturales y educativos, indispensables en el proyecto que nos ocupa; sin

embargo, debido a que tenemos experiencias únicas y reacciones

particulares ante cada una de ellas, para mí y los que coincidan por otras y

las mismas razones, lo que en principio parecía un relato fácil de lo vivido por

cada uno, amenazó con llegar a convertirse en una tarea paralizante, porque

realmente no estoy acostumbrado a los relatos en primera persona del

singular, e, incluso, esto generó un exhaustivo análisis para seleccionar

hechos pertinentes y que fueran lógicos para el caso, así como para

mantener la reserva sobre aquellas cosas que pocas veces seríamoscapaces de hablar abiertamente o que únicamente pudieran ser insumo de

aquellos libros llevados por quienes desean dejar constancia de sus

intimidades, y este no es mi caso. Pero ocurre, que lo divulgable tiene

infinitos modos de ser contado y cada uno de nosotros somos finitos

portavoces de lo que hemos vivido, tal es la comprensión que me ha

quedado de este sorpresivo ejercicio en el cual estamos inmersos. No es que

dude del valor que tengo como persona ni del derecho inalienable a

expresarme y a narrarme, sino que para evitar ser encasillado como egotista,

he cultivado sutiles formas de ahogarme en el bullicio de lo que me es

externo, como pareciera que lo estoy haciendo ahora; no obstante, en estos

recovecos para soslayar este encuentro necesario conmigo mismo, he


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tomado conciencia del consecuente reflexivo y enriquecedor que tal

aproximación a mi pasado me ha aportado, a pesar de los aciertos o

equívocos que haya tenido; por lo cual, agradezco, a fin de cuentas, que me

hayan impulsado a esta búsqueda discrecional entre mis recuerdos, porqueasí encontré el inventario básico con el que entro a este proceso formativo, y

en el cual aspiro ver multiplicadas las opciones de servir a mis semejantes.

Después de lo que ya he expresado, es hora de revelar que vine al

mundo un primero de noviembre, pero casi treinta y nueve años atrás, en la

representativa y caraqueñísima Maternidad Concepción Palacios, arrullado y

estimulado por la salsa brava que resonaba en aquel entonces, pero estoy

ligado a una serie de felices circunstancias que me acreditan como humildecaraqueño desprendido de la cepa. Soy el segundo de los cuatro hijos de

Roque Pastrano González y María Trinidad Boada Monasterio. Mis hermanos

se llaman José Jacinto, Luis del Valle y María Angélica, todos estamos

ligados por lazos de sangre y alegrías sazonadas con discordias triviales

como las de cualquier cuarteto de inquietos hermanos. Estuvimos

residenciados inicialmente en el Barrio Zamora, detrás del edificio Savoy 5,

que está en la Avenida Intercomunal del Valle, cerca del sector donde vivió el

cantautor del pueblo, Alí Primera, después nos mudamos a la calle uno de

los Jardines del Valle y tuve el privilegio de comenzar a estudiar en el Grupo

Escolar “Padre Mendoza”, una escuela con muchos murales que perviven en

mi memoria, a pesar de haber estado allí sólo hasta que comencé el tercer

grado, debido a que mis padres decidieron regresar a su pueblo natal para

brindar mayor atención a mi hermano menor, Luis del Valle, a quien le

diagnosticaron retraso mental como secuela de una meningitis, fue así como

llegamos a una pequeña población llamada Yaguaraparo en el últimobimestre del año mil novecientos setenta y seis.

Yaguaraparo es un término que procede del idioma warao que

significa “río de las palmeras”, es una población ubicada hacia el este del

Estado Sucre, una entidad singular de la costa oriental de nuestra


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Venezuela, privilegiada por un par de penínsulas, con una forma de yunque,

asociación figurativa que en mi personalísimo imaginario alude

honoríficamente a la fortaleza, reciedumbre, calor y resistencia de un pueblo

especial con la misión de esparcir la dulzura de su nombre por donde quieraque va, porque Sucre, un apellido originario de Cataluña, y que

etimológicamente procede del vocablo latino “sucarus”, cuyo significado es

“amable”, “benigno”, es un pueblo único como el prócer del cual heredó su

nombre: Antonio José de Sucre. Y de Sucre, en mi vida acapara el

protagonismo esa porción olvidada -como otras- de la geografía venezolana,

que tiene el mágico nombre de Yaguaraparo, porque el paso por este pueblo

dejó una marca indeleble en mi existencia. En estos momentos, comosiempre, desde entonces, mi pensamiento viaja, remonta la Cordillera

Oriental y dando preferencia al camino que le indica el llamado de la sangre,

atraído por la seducción de incontables recuerdos, opto por seguir hacia la

cadena del litoral sucrense, haciendo como que voy a hasta la punta oriental

de la Península de Paria, pero doblando al sur, donde arribo a la maravillosa

microgeografía de un pueblo que ocupa la costa noroeste del golfo pariano,

éxtasis de mis anhelos en los que se regocija mi presente.

En aquella ocasión, apenas llegamos, comencé a estudiar en el

Grupo Escolar “Juan Manuel Cajigal”, donde tuve que abrirme paso a puño

limpio, porque unos pocos alumnos pretendían imponerme un liderazgo

absurdo y creían que como yo era el nuevo debía someterme a esos

caprichos, luché por mi independencia y les enseñé a respetarme sin

continuar alimentando rivalidades; por el contrario, me di a conocer

rápidamente por mis habilidades como dibujante y no tardé en comenzar a

realizar dibujos por encargo, que me pagaban con empanadas, jugos y tortasque yo destinaba a complementar el abundante desayuno que llevaba, ya

que me gustaba comer mucho y algo de eso me queda todavía; es más, en

ese tiempo el negocio de la familia era un restaurante y yo sólo pensaba en

comer. Luego, comencé a demostrar un buen rendimiento estudiantil, pero


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con una conducta terrible. Mi boletín era un contraste de buenas

calificaciones en casi todas las asignaturas, pero con nota mínima

aprobatoria en Conducta, un aspecto que llegó a ser evaluado

cuantitativamente en aquella época y en el que siempre obtenía unmisericordioso diez precedido de una retahíla de consejos redentores a los

que poco prestaba atención, ahora reconozco la gran paciencia que tuvieron

mis maestras y maestros, con tantas expectativas de cambio que nunca logré

satisfacer; de hecho, cuando llegó la promoción de sexto grado en julio de

mil novecientos ochenta, aconteció que yo seguía siendo el protagonista de

un amplísimo repertorio de travesuras.

El paso de la escuela al liceo me ayudó a mejorar un poco elcomportamiento; sin embargo, el verdadero cambio vino a partir del quince

de diciembre del año ochenta y uno, cuando me inscribí en el Taller de

Dibujo Artístico y Pintura que organizó la Casa de la Cultura de Yaguaraparo

con el patrocinio de la Dirección de Cultura del Estado Sucre. Durante un año

completo, el pintor Felipe Meneses nos transmitió sus saberes en forma muy

amena, comenzando por el dibujo, fuimos ejercitando el trazado de líneas,

aprendiendo sobre perspectiva, claroscuro, composición artística y teoría del

color por medio de técnicas como lápiz de grafito, carboncillo, lápices de

colores, pastel, plumilla, aguada, acuarela, témpera, guache y óleo. Desde el

comienzo, el profesor Meneses me realizó observaciones sobre el alto nivel

de mis dibujos y la ingenuidad de mi pintura, proporcionándome la

oportunidad de ejercitar mucho en este último aspecto, además del privilegio

de observarlo pintar al mismo tiempo que todos asistíamos a sus clases.

Con el dibujo y la pintura, llegaron otras inquietudes, como la lectura,

escribir algunas poesías, conversar sobre la situación cultural y política en elpueblo, la pobreza de los campesinos, además de la participación en el

Grupo Cultural Sol de Oriente y Amantes de la Pintura, desde el que

promovíamos encuentros para practicar la pintura y también hacíamos teatro

callejero sobre esos temas que nos preocupaban, así surgió por iniciativa del


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compañero Eliad Josué Villarroel, quien más tarde llegó a dirigir la Casa de la

Cultura, el proyecto de ir a explorar, por el otro lado del río, una hacienda

propiedad de la familia Ruiz, en donde hubo una casa colonial que desde

finales de mil ochocientos cuarenta y siete hasta el diez de febrero de milochocientos cincuenta y seis, sirvió de residencia, en los últimos días de

existencia, al insigne sabio Juan Manuel Cajigal y Oduardo, personaje

importante relacionado con la historia del pueblo y además es el epónimo del

municipio. Fuimos hasta el lugar, que ya había sido visitado con anterioridad

por nuestro guía, allí encontramos restos de tejas, de paredes de bahareque

y algunos horcones roídos por los años. Consideré una verdadera lástima

que no se hubiera preservado aquella construcción o emprendido algunainiciativa para construir una réplica en base a los testimonios de quienes

pudieron verla antes de su total destrucción por los embates del tiempo; por

cierto que, Eliad Josué elaboró un cuadro al óleo basado en descripciones

recogidas durante esos días, pero, es triste saber que de esta manera se han

perdido en el país muchas construcciones con valor histórico, tal vez por no

estar ubicadas en el centro de Caracas; en esa misma tónica, pienso ahora

que Petare es una muestra de este señalamiento.

Cursé los estudios de bachillerato en el Ciclo Combinado “Diego

Carbonell”, una institución que fue el producto de largas luchas y reclamos

de los estudiantes, representantes y la comunidad entera, la institución que

otrora funcionó dispersa en varias casas del pueblo, ahora cuenta con una

edificación más adecuada, gracias al carácter combativo de una comunidad

que poco ha contado con sus gobernantes para obras relevantes, sino para

saturarla de nimiedades difundidas con rimbombancia. La protesta fue el

medio como lograron obtener el liceo que lleva el nombre de ese médico,diplomático e historiador nacido en Cariaco, de donde egresé en el año mil

novecientos ochenta y cinco, y todavía tengo a mi liceo como una referencia

de la organización que puede lograrse en las comunidades para exigir que se

concreten muchas de las novedades presentadas en nuestra joven


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constitución.

Durante el tiempo que pasé estudiando el bachillerato, también formé

parte de un club juvenil de excursionismo patrocinado por la Iglesia

Adventista del Séptimo Día, a la cual pertenezco desde el año ochenta y uno,es un club que tiene como propósito la capacitación de sus integrantes como

líderes de adolescentes y de otros jóvenes, además de proveer actividades

sanas para la juventud adventista y de las comunidades donde están

establecidas nuestras congregaciones, promueve el desarrollo de

habilidades en diferentes áreas y nos permite disfrutar de la naturaleza. En el

mismo año de mi graduación, tuve la oportunidad de dirigir y preparar a todo

el grupo para asistir a nuestro primer campamento regional que se realizódurante la semana santa en la Aldea de Las Claritas, en territorio de la Gran

Sabana, un poco antes de llegar a la Piedra de la Virgen, donde pudimos ver

recompensado nuestro largo período de preparación al obtener el segundo

lugar, con una mínima diferencia de menos de cien puntos con el club

ganador, en actividades deportivas, culturales, habilidades manuales y de

conocimientos bíblicos en los cuales participamos. Este fue mi primer

contacto con indígenas de la etnia pemón, del cual recuerdo relatos

fascinantes de su tradición oral, que me cautivaron y han alimentado el

interés que ahora tengo por el tema indigenista y la verdadera historia que

ellos vivieron, no la que cuentan nuestros libros de Historia Sesgada de

Venezuela y como testifica la tradición católica, cuánto me fascinaría una

historia contada por indios y negros, porque estaría libre de la postura

eurocentrista que tanto la ha pervertido.

Después de recibir mi título de Bachiller en Ciencias, pasé por el valle

de la decisión al tener que considerar la posibilidad de salir de mi pueblopara buscar empleo y otras oportunidades de estudio, salí en medio de

grandes diferencias con mi padre, alguien a quien admiro, pero a quien

también me opuse cuando trató injustamente a mi familia, fueron episodios

dolorosos, pero necesarios, porque terminamos creciendo; de eso, ya hacen


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más de veinte años y todavía me invade la nostalgia. Es que en Yaguaraparo

pasé del semiencierro carraqueño a la libertad del campo, pasé de tener un

núcleo familiar reducido a descubrir que tenía una familia extendida enorme,

con mis abuelos y veinticuatro tíos, sumando los de línea paterna y materna,así nació en mí un mayor sentido de pertenencia. Yaguaraparo es el lugar

donde está radicada mi familia y donde también me nació el deseo de

averiguar sobre el origen de mis apellidos.

Hoy sabemos que los apellidos son nombres de familia con los cuales

se distinguen las personas, y que no todos los apellidos en Venezuela son de

origen español, pueden tener otra procedencia; sin embargo, el hecho de

haber estado bajo el yugo de Hispania permitió que también sus apellidos seextendieran con mayor ventaja. Puede darse el caso que tengan un

significado particular; en otros, indican una línea patronímica, que todavía se

sigue en determinados países; además, pueden estar referidos a un lugar de

procedencia muy específico, un apodo, una referencia a un aspecto religioso,

la profesión, un título de la nobleza, o algún origen incierto. En algunos

apellidos podemos encontrar una raíz común, como si se tratara de una

familia de palabras en la cual sólo varía la terminación, así que puede

sospecharse un origen compartido, que con el tiempo asumiera variantes

que pasaron a ser nuevos nombres de familia. Considero que esto último

pudiera ser el caso de los apellidos Pastran, Pastrana y Pastrano, el lugar de

donde se originan probablemente sea Villa Pastrana, en España, fundada en

el siglo XIII como dominio de la orden religiosa y militar de Calatrava, la cual

participó en las campañas contra los musulmanes promovidas por Fernando

II y Alfonzo X, siendo beneficiada por abundantes donaciones de tierras que

la convirtieron en una organización latifundista. Es probable que VillaPastrana haya sido fundada como producto de una política de repoblación

posterior a la expulsión final de los árabes, fue favorecida por construcciones

medievales que se conservan hasta la fecha, al igual que el inmenso

patrimonio artístico que logró alcanzar en su época de mayor esplendor,


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como en el caso de los distinguidos tapices, la iglesia parroquial y su palacio

ducal; obviamente, estas referencias no dicen mucho sobre el significado y el

uso como apellido, pero hasta el momento creo que puede ser considerado

como punto de referencia en esta investigación, porque la materialización dela expulsión de los musulmanes le dio impulso a las pretensiones

expansionistas que terminaron configurando el imperio español, y cuyo brazo

nefasto nos alcanzó con sus conocidas consecuencias, que también nos

invadió con sus apellidos.

Aquí, en Venezuela, el apellido Pastrana es muy conocido quizá por la

resonancia mediática que tuvo gracias a la presidencia del colombiano

Misael Pastrana Borrero, quien sólo pudo ocupar el cargo con el apoyo delejército debido a la oposición de Rojas Pinilla, pero con un monitoreo en

internet, por ejemplo, se puede verificar que este apellido existe en otros

países latinoamericanos, obviamente por la presencia española. He

investigado este apellido, porque ya perdí la cuenta de las veces que he

tenido que hacer correcciones a las personas con relación a que mi apellido

no termina en “a” sino en “o”. Pastrano es un apellido que se ha extendido

por toda Venezuela, allá en Sucre visité una población en el Municipio

Libertador, cuya capital es Tunapuy, llamada Quebrada de Mono o Quebrá 'e

Mono, donde predominaba este apellido. Allí encontré familiares de mi

abuelo Juan María Pastrano, me gustaría regresar para investigar un poco

más sobre la forma como el apellido Pastrano se ha ido dispersando en

diferentes regiones del Estado Sucre y para armar mi árbol genealógico. En

mis pesquisas, también descubrí que cuando Bolívar realizaba la Campaña

Admirable y pasó por la población de Capacho, Estado Táchira, tuvo un

romance con una mujer llamada Juana Pastrano Salcedo, una campesinapor quien preguntaría más tarde, pero se refiere en la historia que sus

familiares la ocultaron en Piedra Gorda, para que no le volviera a calentar la

oreja a la muchacha; esta es una prueba de la existencia del apellido en

aquella época. Incluso, por referencias de médicos cubanos del programa


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Barrio Adentro, conozco que también este apellido existe en Cuba, sería

interesante investigar si tienen información sobre la historia del apellido en la

isla. Además, me han referido que mi primer apellido tiene su escudo de

armas, pero no he logrado encontrarlo, incluso he escuchado una teoría queexplica que la terminación en “o” pudo ser producto de una adaptación

realizada en Portugal, pero tampoco he logrado fundamentar esta tesis.

Por otro lado, el apellido Boada, también es de origen español,

asociado a la comunidad de cataluña, específicamente a Villa Boada,

jurisdicción de La Bisbal, provincia de Girona, donde se realizan contactos

vía internet con personas que tienen este apellido en diferentes partes del

mundo; además, organizan encuentros donde se destacan el origen, lahistoria y el sentido de familia universal que responde a una identidad

distinguida con un escudo de armas cortado, en el cual el primer campo es

de color azur, que en heráldica se refiere al azul oscuro, luciendo un león de

gules, aludiendo al esmalte rojo en el diseño de escudos de armas, perfilado

en oro, y en el segundo campo, de color plata, una torre de gules con una

escala de oro arrimada a sus muros, la línea de ascendencia de este apellido

viene de Don León de Boada, Señor de la Casa de Boada, nacido en mil

trescientos cuarenta y ocho. En el primer cuartel del escudo, se representan

las armas primitivas de esta casa y el segundo cuartel fue concedido por Don

Fernando III al caballero Fernán de Boada por su participación en la

conquista de Andalucía, en la que tuvo la oportunidad de demostrar su

condición de noble en la Orden de San Juan de Jerusalén en el año mil

novecientos veintiocho. Además, existen otras poblaciones en la región de

Cataluña llamadas Boada y otras más en el resto de España.

Desde luego, las carencias con las que me ha tocado vivir son laantítesis de este abolengo virtual descubierto y esto me causa mucha risa.

Como afrodescendiente emancipado me haría más honor que mis apellidos

fueran los nombres de poblaciones africanas, pero estamos sujetos a normas

legales que reglamentan los apellidos que debemos llevar basados en ciertas


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costumbres adquiridas e impuestas. He conocido personas que exhiben con

ridículas pretensiones sus apellidos españoles, mientras que consideran a

los demás como ciudadanos de segunda por no tener ascendencia

distinguida, en este tipo de circunstancia recuerdo a una sobrina política demi esposa, nacida en Puerto la Cruz, de padre oriundo de Sucre,

concretamente en la población de San Juan de las Galdonas, un pueblo

costero de excelentes playas, donde las ocupaciones principales son la

pesca y la agricultura. Este sanjuanero logró salir de su pueblo y sacar a su

familia adelante, proporcionándole buena educación a sus hijos, lo que

permitió a esta hija suya obtener el título de ingeniero petrolero, trabajar en

Petróleos de Venezuela y alcanzar un excelente nivel de vida, con muchaholgura, de la que tiene derecho a sentir que merece; no obstante, resulta

que esta joven señora cuando escuchó que mi esposa me llamaba por mis

apellidos, se retiró un poco y replicó dramáticamente que era imposible que

yo tuviera el apellido Boada, porque entre los Boada no había negros. Tenía

que tratarse de otros Boada, porque su familia era de San Juan de Las

Galdonas. La distinguida dama se quedó petrificada ante la posibilidad de

que su padre y mi abuelo pudieran estar emparentados y se pasmó de

asombro al saber que yo conocía parte de la historia de su encopetada

familia incluyendo la del primo común Fermín Boada, un astuto

contrabandista que mantenía su intercambio comercial, AL MARGEN DE LA

LEY , entre las costas de Sucre y la isla de Trinidad. El caso quedó cerrado,

sí existen afrodescendientes entre los Boada.

Resulta que yo no crucé los mares continentales para buscar apellidos

asociados a la (in)nobleza europea, las fuerzas del cosmos se conjugaron y

resultó lo que ya expliqué, creo que cualquier persona con interés en rastrear el origen de sus apellidos podrá certificar que somos ciudadanos con raíces

en muchas partes del mundo, pero estamos hermanados a espacios mágicos

que se integran a nuestra vida y experiencias y constituyen lo que somos, y

lo que llegan a ser los pueblos. La única forma de que esta identidad se


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incluso a raíz de este trabajo se me ha ocurrido que sería bueno ampliar mi

historia personal, relacionándola con los hechos políticos, culturales, sociales

e históricos, porque estos contextualizan nuestra existencia, incluyendo

anécdotas y mis reacciones ante ellos, es más, ya tengo los primerosapuntes de un trabajo que he titulado En defensa de lo que soy .

Considero que muchas personas viven, con más o menos intensidad,

una vida itinerante, a algunos les gusta vivir así, a otros no, para mí se trata

de una necesidad, una manera de romper con la rutina. Emprender nuevos

retos ha sido algo vital, es un estilo de vida propio e indispensable de vivir

de esta manera. Me confieso viajero de la vida, en la vida y por la vida, un

viandante incurable tras las huellas de los hacedores de caminos, aunque devez en cuando me descubro haciendo el mío propio, y compartiendo ese

camino recién hecho, pero siempre a partir del legado de otras personas,

algunas veces aceptándolo tal como me fue transmitido; otras, realizando

algunas adaptaciones. En ocasiones, mi camino se cruza con el de otros

caminantes, con destinos que convergen o que divergen o que marchan

paralelos sin cruzarse. Al mismo ritmo o un poco más lentos, y hasta más

rápido, con visiones compartidas, o, de repente, opuestas, de quienes son

tan andariegos como yo, o, que me han dejado atrás, porque no soportan mi

lentitud, si no es que me reclaman por mi impaciencia, y, para no enredar

más, pienso que aún para aquellos que sean más sedentarios y no acepten

ser amantes de una vida nómada, por lo menos les quedará el viaje en el

tiempo y estarán obligados a seguir algún itinerario, aunque sea

inconscientemente; pero, aclaro no se trata de un nomadismo improductivo.

Mi primer destino después de salir de Yaguaraparo, en octubre del

ochenta y cinco, fue mi ciudad natal; sin embargo, en esta oportunidadpermanecí muy poco tiempo, debido a una invitación que me hicieron para ir

a Guatire con el propósito de ayudar en la organización de un club juvenil de

los que se forman en mi iglesia y también para entrenar al grupo para asistir

a un campamento regional. Luego de esto, en mayo del ochenta y seis,


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decidí ir a probar suerte en Maturín, Estado Monagas. Después de pasar un

tiempo realizando trabajos ocasionales y pintando algunos cuadros al óleo

que terminaba cambiando por comida, porque la gente no se interesa en arte

de desconocidos, tuve la opción de comenzar a trabajar en el Colegio Adventista “Braulio Pérez Marcio”, encargándome de la Administración,

además de servir como maestro interino de 3° y 6° grado durante un par de

años, en los cuales asumí junto con otros compañeros, el reto de sacar a

flote a una institución con apenas diecisiete alumnos, para después

entregarla a una nueva administración con una matrícula de ciento cincuenta

estudiantes. Había tomado la decisión de dedicarme a trabajar por cuenta

propia, como dibujante publicitario y serigrafista, y así disponer de mástiempo para mis estudios en el Instituto Universitario de Tecnología

Venezuela, Extensión Maturín, donde ingresé para estudiar Administración

de Personal. Mientras estudiaba, fui adquiriendo experiencia en el área de

adiestramiento de personal, en la cual me sentía como pez en el agua debido

a mi trabajo previo como docente, así que terminé aceptando una propuesta

de mis profesores, cuando iba por el tercer semestre, para comenzar a

trabajar en una empresa denominada Asistencia y Asesoría Educativa-

Empresarial, C. A. o ASEDEMCA como preferíamos llamarla. Allí comencé,

en enero del año noventa, ocupando el cargo de Asistente de Programas de

Adiestramiento, luego pasé a ser el Asesor Técnico Administrativo y

Productor de Material Didáctico, el año siguiente, hasta septiembre del

noventa y dos. Antes de finalizar mi contrato en esta empresa, fui llamado

para atender un proyecto solicitado por el Departamento de Educación de la

Misión Venezolana Oriental de los Adventistas del Séptimo Día, con sede

operativa en Maturín, en el cual tuve la responsabilidad de formular unprograma de adiestramiento para docentes, titulado TALLERES DE

PRODUCCIÓN DE RECURSOS DIDÁCTICOS, realizar las investigaciones

sobre el tema, redactar el manual de adiestramiento del programa y

estrenarme como instructor “in company ” con la ventaja de recorrer, con


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costos incluidos, las ciudades de Barcelona, Ciudad Bolívar, Puerto Ordaz, y

la Aldea de Maurak, a escasos kilómetros de la frontera con Brasil, aparte de

Maturín, porque debía recorrer todos los lugares donde la organización

contratante tenía colegios establecidos en la parte oriental del país, fue unperíodo donde adquirí mucha experiencia en el trabajo con material

didáctico, pero en el cual me vi obligado a ausentarme de clases por mucho

tiempo; sin embargo, pude negociar condiciones especiales con los

profesores para no perder el semestre.

Al finalizar el proyecto con la Misión Venezolana Oriental, decidí

asociarme con tres amigos para constituir la empresa denominada Centro de

Recursos para la Enseñanza Aprendizaje y Técnicas Especializadas, C. A. oCrearte y Publicidad, en la cual esperaba tener la oportunidad de trabajar en

lo que me gustaba, al tiempo que garantizaba los recursos para terminar de

costear mi carrera. Emprendimos la nueva empresa con recursos propios y

sacamos a la calle un semanario de publicidad especializada con el nombre

de GUÍA COMERCIAL DE ORIENTE , en formato tabloide, que publicamos

encartado en uno de los medios impresos de mayor circulación en la ciudad

de Maturín, yo atendía la Gerencia de Producción y la Dirección Creativa, el

trabajo gustó mucho; no obstante, fue una verdadera osadía empezar antes

de tener la respuesta de la institución financiera donde hacíamos la

tramitación de un crédito para consolidar nuestra idea de negocio, objetivo

que fue asfixiado por la sonada crisis bancaria y apagó la llama de

esperanza de aquellos microempresarios, incluso, en lo personal, acabó con

las posibilidades económicas de seguir estudiando, porque nos tocó honrar

compromisos adquiridos con nuestros bienes personales y salir a tratar de

encontrar empleo en medio de un mercado laboral contraído comoconsecuencia del escándalo. Hundido en esta conmoción y ante la

imposibilidad de encontrar un empleo, busqué rumbo, por segunda vez, con

los últimos quince mil bolívares que me quedaban, hacia la ciudad que me

vio nacer. Necesitaba trabajar urgentemente, sentía que en Caracas


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nuevo empleo, fue en aquella época cuando surgió la fiebre de las policías

municipales. Así que terminé de presentar los exámenes del proceso de

selección para ingresar a la Academia de la Policía Administrativa del

Municipio Libertador, cuando Aristóbulo Istúriz fue el Alcalde de Caracas, yquedé seleccionado con una beca que era igual al salario que había estado

devengando en CIPLAST. Egresé de la academia policial en diciembre de mil

novecientos noventa y cuatro, recibiendo mi certificado y una condecoración.

Después de pasar una semana de servicio regular, me designaron como Jefe

(Encargado) del Departamento de Planes y Programas, una unidad adscrita

a la Dirección de Operaciones, allí presté mis servicios hasta el momento de

la intervención injustificada del Instituto Autónomo de Policía Administrativapor parte del tristemente célebre Alcalde Antonio Ledezma, su medida fue un

verdadero atropello, porque se negó a reconocer la antigüedad de los

funcionarios activos, regresó a todo el personal a la “nueva academia” y dio

ingreso arbitrariamente a un nuevo grupo de funcionarios al que les repartió

jerarquías sin ningún mérito, mientras que todos los antiguos fueron

obligados a comenzar desde cero. Esto afectó a la policía irreversiblemente y

desmotivó a las promociones fundadoras, de manera que aquella institución

jamás ha vuelto a ser la institución de sus primeros años. Fui uno de los

pocos funcionarios que se negó al reentrenamiento y conservó su cargo,

pese a la oferta de un importante ascenso, que rechacé de plano, porque no

me ilusionaba aparecerme como beneficiario de un proceso en el que todos

mis compañeros habían sido atropellados, así que solicité un cambio de

nombramiento a un cargo civil y me convertí en el primer Diagramador del

nuevo Instituto Autónomo de Seguridad Ciudadana y Transporte del

Municipio Libertador, como el inconsciente alcalde rebautizó a la intervenidainstitución, allí estuve hasta el quince de mayo del noventa y siete, cuando,

por serias dificultades motrices en mis extremidades inferiores, presenté mi

renuncia porque el frío de Caracas no me dejaba recuperar de una

operación que me habían practicado en julio del año anterior. Se trataba, de


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acuerdo con la explicación del médico, de una operación sencilla, en la que

sólo debían extraerme el menisco externo de mi rodilla derecha que se había

fracturado en un entrenamiento rutinario de defensa personal, guardaba

reposo, iba a unas sesiones de fisioterapia y retomaba mi vida en el puntoexacto donde me vi obligado a detenerla, un verdadero martirio para un

espíritu indómito e inquieto como el mío; pero, todo terminó diferente y me

encontré protagonizando un ingreso y una permanencia solitaria en una

clínica que propició un encuentro no esperado con el fantasma de la soledad,

que antes sólo se asomaba en mi camino para hacerme algunas

morisquetas; mas, ahora quedaba yo a su merced, con demasiado tiempo

para darme cuenta de ausencias viejas y de ausencias inmediatas, como laque vino detrás del mezquino anuncio de la que creía mi futura esposa, con

la ocurrente decisión, sin aviso ni protesto, de separarnos pretextando que

no se imaginaba su futuro cuidando un inválido; inmediatamente, como si se

tratara de una confabulación en ciernes, el médico me salió con una sarta de

recomendaciones para el resto de mi vida, debido a que la operación le

permitió constatar mi verdadero padecimiento, un extraño proceso

degenerativo con el que debía aprender a vivir, eran cosas con las que no

contaba, aparte de que la terapia indicada terminó aumentando mis

limitaciones motrices y me condenó a la espantosa dependencia de un

bastón que primero odié y luego aprendí a querer, aunque de todas maneras

no esperaba que se convirtiera en perenne compañero.

Después de vanos intentos por retomar las cosas, creí que era tiempo

de desobedecer al galeno que me trataba y le pedí a Dios que me permitiera

encontrar una terapia que hiciera posible mi restablecimiento, y no pasó

mucho tiempo cuando en un corto viaje a Maturín, tuve noticias de una amigaque ejercía la medicina, con una afortunada novedad, durante mi ausencia

se había especializado precisamente en traumatología, decidí contactarla y

acudí a su consulta. Ella me indicó que asistiera a una sesión diaria de

electroterapia durante dos semanas y así pude lograr lo que tanto deseaba,


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caminar sin apoyo. Inicialmente, dejé el bastón para casos de emergencia,

como cuando me iba de paseo a la montaña, pasaba por algún sitio de

relieve accidentado, subía escaleras o para el final de mis jornadas de

trabajo, ya que me reintegré con normalidad, aunque no olvido que me hacíagracia entrar caminando sin dificultad y salir apoyado con mi bastón, esto

primero me deprimió, y luego comencé a verlo como un proceso de

transición, pues ya estaba decidido a luchar hasta poder caminar sin ningún

artificio y aprendería a cuidarme de tal forma que nadie se diera cuenta de mi

problema. Ya estaba comprobado que las bajas temperaturas caraqueñas no

favorecían mi recuperación, y, entendí que tenía necesidad de un clima más

cálido donde pudiera mejorarme de un todo, sobre esto no tenía dudas,aunque también sabía cuánto necesitaba trabajar para sobrevivir a este

drama postoperatorio que además había socavado mis ahorros. Este dilema

me retuvo un poco hasta que uno de mis antiguos socios me propuso trabajo

en Porlamar, y pensando que no existía nada mejor que un nuevo destino

para quien deseaba dejar atrás un pasado triste, preparé mis maletas y me

convertí en “navegao” a comienzos del mes de junio del año noventa y siete.

En la Isla de Margarita trabajé como Gerente de Operaciones de una

distribuidora de libros y material didáctico que tenía mi exsocio, al tiempo que

el cálido clima y mis terapias con pequeñas descargas eléctricas me

ayudaban a trabajar jornadas más largas, usaba un equipo igual a aquel con

el que había realizado las primeras terapias, me interesé en aprender sobre

su funcionamiento y lo adquirí cuando me pagaron mis prestaciones sociales

en mi trabajo anterior, de esta forma facilitaba mi propósito y abarataba el

costo del tratamiento. Yo era como una especia de androide que necesitaba

conectarse todos los días a una fuente de energía con el fin de tener lacapacidad motriz suficiente para cumplir cada jornada de trabajo. Todas las

semanas hacía el recorrido por instituciones educativas de Porlamar,

Pampatar, La Asunción, El Maco, La Guardia, Las Hernández, Villa Rosa,

Las Marvales, El Guamache, Punta de Piedras, Chacachacare, Boca del Río,


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Boca de Pozo, Robledal y San Francisco de Macanao, era un verdadero

recorrido turístico permanente entre los pueblos de aquella ínsula, al tiempo

que fui apreciando sus costumbres y tradiciones. En estos menesteres

anduve hasta agosto del año siguiente, porque mi exsocio se negó apagarme lo convenido, creyendo, quizá, que en mi condición no tendría el

guáramo para salir a buscar otro empleo. En las primeras de cambio, me fui

aventurando con unos amigos hasta la hermana República de Colombia, por

la región fronteriza con nuestro país, pasando más allá de la ciudad de

Cúcuta, como para ir hasta Pamplona, pero nos desviamos antes con el

propósito de llegar a un pueblo llamado Chinácota, allí funcionaba un centro

de fisioterapia que nos habían recomendado, mis amigos iban en viaje deplacer yo iba tras una esperanza. En ese centro pasamos una semana y

pude tener la mejor recompensa de aquella aventura, salí caminando con

toda normalidad, incluso pude hacer pequeñas carreras y subir algunas

colinas que no eran muy elevadas, todo sin experimentar el más mínimo

dolor ni desfallecimiento en mis piernas, después me llevaron a un corto

paseo hasta Pamplona que me permitió verificar mi tolerancia al frío

satisfactoriamente, incluso recorrimos otras poblaciones del Departamento

de Santander, aquello lo recuerdo como una nueva oportunidad que me

brindó la vida.

Cuando me llevaron de regreso a Porlamar, arreglé algunos asuntos

personales y comencé, a partir del mes de noviembre del año noventa y

ocho, a trabajar en la Unidad Educativa General en Jefe Santiago Mariño, en

la calle Guilarte, desempeñando el cargo de Diseñador Gráfico, un trabajo

muy especial que me permitió producir material didáctico impreso de todo

tipo, incluyendo la redacción y diagramación de cuatro libros de texto para laasignatura Orientación Moral y Religiosa, cuya serie lleva como título

VALORES ETERNOS, en una edición limitada y exclusiva para el plantel;

estos, junto con otro libro que trata sobre las habilidades que se imparten a

los clubes infantiles y juveniles de mi iglesia, unos pocos artículos publicados


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hace tiempo en dos medios impresos de Maturín, un poemario sin editar

titulado FLORESCENCIA, y otro en que estoy trabajando actualmente,

constituyen la pequeña producción con la cual me he atrevido a ejercer el

fascinante oficio de escribir, al mismo tiempo me han permitido soñar con laoportunidad de publicar y consolidarme, en un futuro que no sea muy lejano,

como escritor.

En julio del dos mil dos, creí que ya era tiempo de regresar a tierra

firme, poniendo fin a ese autoexilio que me había mantenido atado a la

región insular. Después de una grata despedida en el colegio donde

trabajaba, salí rumbo a Maturín abrigando la esperanza de comenzar de

nuevo y que las cosas me salieran mejor. A pesar de no encontrar oportunidades laborales estables comencé a defenderme con lo que se me

presentaba, unas suplencias de vez en cuando, proyectos de diseño gráfico,

algunas transcripciones, la reedición del proyecto de adiestramiento

relacionado con la producción artesanal de recursos didácticos, pero, esta

vez fue sólo en el territorio de la Gran Sabana, así fue como regresé por

cuarta vez al Colegio Gran Sabana, establecido en la Aldea de Maurak,

donde pude repetir, con una serie de mejoras, las sesiones de

adiestramiento que había desarrollado allí diez años antes, sólo que, en esta

ocasión, el grupo de profesores indígenas era mayor y los que no lo eran

también trabajaban en escuelas de la zona. Aquello terminó siendo un

encuentro de saberes, ante la inducción al aprovechamiento de materiales de

desecho, los pemones me sorprendieron nuevamente, con su habilidad

natural para el arte, con una serie de trabajos que tenían la originalidad de su

cultura, y se mostraron muy agradecidos por haber ido a compartir con ellos

diferentes técnicas, entre las que le pareció muy útil la de papel maché y susdiversas aplicaciones para solucionar necesidades decorativas y utilitarias en

el aula de clases. En este mismo viaje aproveché una excursión de un grupo

de estudiantes y fuimos de visita a una comunidad indígena de la misma

etnia, pero en territorio de Brasil, estimo que hicimos un recorrido de unos


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cien kilómetros desde la población fronteriza de la Línea y llegamos a una

pequeña aldea llamada Platanal, donde compartimos durante un día en la

iglesia adventista local con la mayoría de sus pobladores.

De regreso en Maturín, decidí dedicarme a la producción artesanal deadornos y material didáctico de madera, por lo que organicé en casa un

taller de microcarpintería y pintura con mis escasos ahorros y el apoyo

económico de una amiga con la que estoy actualmente casado. La primera

producción fue una línea de adornos country a la que terminé dándole una

presentación diferente, con relieve y bordes tallados, trabajando imágenes

nuevas y dándole un toque más artístico y singular a cada pieza; sin

embargo, tengo planes de cambiar el concepto para enmarcarme en el artepopular venezolano, y trabajar piezas con mayor estilo artístico y originalidad,

orientándome hacia el tallado de piezas en bajo y alto relieve, pequeñas

esculturas, miniaturas, maquetas artísticas y la experimentación de técnicas

mixtas. Esto se ha mantenido como una pasión a la cual me entrego cada

vez que la lucha por superar dificultades económicas me lo permite, hasta el

momento he preferido evitar la repetición en serie, a veces he optado por

dejar de producir y buscar otras actividades para ganar algo de dinero que

me permita cubrir necesidades básicas, aunque recuerdo con tristeza que

son muchas las piezas que he terminado vendiendo por debajo de su valor,

debido a los momentos de necesidad que me ha tocado vivir. El veintinueve

de septiembre del año dos mil dos, mediante el sagrado vínculo del

matrimonio, finalizó un período de soledad y ausencia de afecto que había

predominado en mi vida, una simpática señora llamada Victoria Figueroa se

convirtió en una comprensiva, alentadora y amante compañera, que siempre

me ha motivado a dedicar tiempo para mis creaciones artísticas y misinvenciones, ella ha llenado mi vida de muchas satisfacciones y juntos

hemos aprendido a brindarnos apoyo para seguir luchando, tenemos dos

hijas que están estudiando y mi esposa está por terminar una Licenciatura en

Administración de Oficinas. En medio de todas las presiones con que los


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problemas económicos nos han afectado, hemos apostado a la superación

personal.

Hace como un año, decidimos acercarnos al área metropolitana en

busca de opciones laborales y de estudio para nuestra hija menor. Llegamosinicialmente al pueblo de Araira, pero de allá nos sacó la vaguada con una

bienvenida nada grata, porque nos convertimos en testigos de una enorme

creciente del río local que arrasó con medio pueblo, quedándonos

parcialmente incomunicados. Tuvimos una visión panorámica del desastre,

en vivo y directo, desde el apartamento donde nos alojábamos en el

Conjunto Residencial Jardín de Araira, fue algo terrible que nos obligó a

esperar hasta que el río volvió a su cauce para salir a ayudar y constatar laspérdidas ocasionadas. Al poco tiempo decidimos venir hasta La Dolorita,

donde estamos establecidos actualmente, comenzando a participar en

algunas actividades de la comunidad y cultivando muchos amigos. Mi esposa

está organizándose para trabajar con tareas dirigidas, nuestra hija menor

comenzó a estudiar Medicina Integral Comunitaria, hemos podido apoyar,

con mucho sacrifico, a la mayor que se quedó en Maturín y está por terminar

sus estudios en el área de Educación Inicial a nivel de técnico superior

universitario, y hasta yo mismo pude lograr la oportunidad de estudiar.

Todavía no he podido mudar mi taller para trabajar con todas las de la ley,

pero siempre aparto algo de tiempo para producir con herramientas

manuales algunos modelos que estoy decidido a dejar en casa, porque no

estoy de acuerdo con aquello de que en el domicilio del herrero tenga que

haber cuchillo de palo. En la biblioteca pública de la comunidad me enteré de

la Misión Cultura y comencé a verla como la oportunidad soñada de

reencontrarme con el dibujo, la pintura, la poesía, la investigación y laeducación, actividades que tanto me llenan, y a las que siempre me había

acercado empíricamente, con resultados que considero satisfactorios, pero

en las que nunca había tenido la oportunidad de mantenerme dentro del

concepto elitista y excluyente con el que se había tratado la cultura en


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Policía Administrativa de Caracas, durante la realización del Curso Nº 2 de

formación de oficiales; una placa de reconocimiento otorgada por la U. E.

“General en Jefe Santiago Mariño” en Porlamar, Estado Nueva Esparta; un

diploma de reconocimiento otorgado por el Departamento de Educación de laMisión Venezolana Sur Oriental, como facilitador del taller realizado en la U.

E. “Colegio Gran Sabana”; un Certificado como facilitador de la asignatura

“Diseño de ayudas educativas” del curso de Auxiliares de Educación Inicial

que dicta la Fundación de la Universidad de Oriente en Maturín, Estado

Monagas; un reconocimiento de la U. E. Colegio Adventista “Dr. Braulio

Pérez Marcio” de Maturín, por el desempeño como facilitador en el programa

de orientación vocacional de la institución; y recientemente, unreconocimiento otorgado por el INFOCENTRO de La Dolorita por la

colaboración prestada al pintar el logotipo en varias paredes internas del

mencionado centro, todo esto sin sumar el agradecimiento directo de las

personas y el intercambio de saberes que esto me ha permitido, ya que me

ha facilitado la recopilación de diferentes técnicas relacionadas con la

producción artesanal de material educativo.

Actualmente, desempeño funciones docentes como Especialista en

Artes Plásticas contratado por el Ministerio de Educación y cumplo servicio

en la División de Coordinación con Entes Públicos y Privados de la Zona

Educativa del Estado Miranda, allí comparto y aprendo con un magnífico

equipo de profesionales de la docencia que tienen una amplia trayectoria en

música, folclor, danza, teatro, periodismo escolar, artes plásticas, sociedades

bolivarianas e investigación, he conocido los Proyectos Bolivarianos

Integradores Comunitarios, que bajo la sabia dirección de la Dr. Silvia

Tortoza ha estado patrocinando esta dependencia, mientras busca afianzar la identidad mirandina y venezolana abordando nuestra historia, nuestras

manifestaciones artísticas, literarias y todo lo que hacemos, de manera que

nos sigamos enamorando de una patria que no se conforma con seguir a

distancia el sueño de Bolívar, sino que hace todo lo posible por aproximarse


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e internalizarlo, quiere exaltar su gentilicio y está lista para tratar con

cualquier país del mundo, en igualdad de condiciones.

Ahora siento que en este espacio de sueños llamado Venezuela, no

se acaban las esperanzas sino que se tornan infinitas. Este reandar de pasosvividos, en lo que terminó de convertirse este trabajo, es sólo una memoria

parcial de ciertos hechos, es una certeza de que existe un exquisito futuro de

posibilidades que comienza en este presente constructivo, es un “hasta aquí

nos ayudó Dios”* como lo expresó el profeta Samuel en cierta ocasión ante

el pueblo de Israel, un aliento para quienes seguimos creyendo “en los

poderes creadores del pueblo” como dijera Aquiles Nazoa, y aclaro que para

mí, ser creativo es luchar por evitar que se borre la “imagen y semejanza”con la cual declara el bíblico Génesis que Dios nos creó, ya tenía razón

César Renjifo cuando sentenció: “Sustento la creencia de que sólo la

creación justifica la condición humana”. Y obedeciendo este argumento

ontológico, únicamente le pido a Dios: Dignidad para mi pueblo, tiempo para

crear y oportunidad de servir a mis semejantes, al mismo tiempo que le doy

gracias por el don de la vida y por su amor.

___________________________________________________________

* Santa Biblia, Primer Libro de Samuel, capítulo 7, versículo 12


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ANEXOS


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ESCUDO DE ARMAS DEL APELLIDO PASTRANA

Linaje de origen Castellano

Trae por armas:

En campo de plata tres bandas de azur y entre ellas seis armiños de sable.

Bordura de gules con ocho aspas de oro.


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ESCUDO DE ARMAS DEL APELLIDO BOADA


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Retrato de Andrés Eloy Blanco 1991 (detalle)

Técnica: Creyones de cera, lápiz de color y pastel


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Autobiografía de José Pastrano

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Transcript of Autobiografía de José Pastrano