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 Ideas 21/02/14 - 19:34 Publíquese usted mismo, es la era del cliente lector Un informe sobre el fenómeno de la autopublicación de libros vinculado a l a megatienda Amazon dispara otra polémica en el a gitado panorama editorial. Datos sorprendentes que tal vez no sorprendan a nadie y una pregunta repetida, ¿cuál es el futuro de los libros? Por Horacio Bilbao Hace cuatro años Andrés Rivera, el últi mo de los escritores obreros de nuestr o país, nos dijo en una entrevista: “Un autor que pague por publicar sus libros no merece llamarse escritor”. Su sente ncia explotó como una bomba, cosechó adhesiones y rechazos. Más de estos últimos. Es que la historia de la literatura y de la publicación, que no siempre van juntas, conoce una buena cantidad de casos de grandes autores que empezaron pagando sus libros. Rivera ya sabe que hoy cualquiera puede publicar en formato digital y sin gastar nada. No es garantía de lectores, y mucho menos de ventas. Pero lo que quizás no sepa es que en los últimos días, su sentencia se ha invertido casi por completo. Ahora dicen que cualquiera puede publicar sus libros en formato digital y si lo hace de manera “independiente” tendrá más chances de ganar algunos pesos que poniéndose en manos de las grandes editoriales. La primera parte de la sentencia es cierta, cualquiera puede autopublicar sus libros sin gastar un peso. Que sea un éxito de ventas, depende de varios factores, pero una serie de informes que aparecieron la semana pasada revelaron números llamativos sobre la autopublicación. En la megatienda Amazon, fundada hace 20 años por el hoy magnate Jeff Bezos, los autores independientes que se autopublican en digital ganan más dinero que aquéllos que recurren a las grandes editoriales. Hugh Howey, autor del éxito de ventas Wool, una saga digital de ciencia ficción publicada por él mismo, reveló el dato, comparando los ingresos de autores i ndependientes de libros electrónicos contra los números de aquéllos que publican en la s grandes compañías. Howey es un ejemplo de ese supuesto éxito pero su informe abre o reanima unos cuantos debates. Mientras la autopublicación avanza y se libera, la distribución y venta parece concentrarse cada vez más, como en el caso de Amazon. Si usted quiere ser un bestseller, puede leer el informe Howey, que le dirá algo así:  No pague, ni reniegue con las editoriales, llame a los chicos de Amazon, que saben más de ventas que de libros, pero que i gual lo van a ayudar (curioso y altruistas est e tipo de ayudas que llegan desde el mundo virtual: twitter permitiría hacer la revolución y facebook recuperar amistades con gente de la que no eramos tan amigos). Hablamos de Amazon, como en su momento lo hemos hecho de Google  books, o de Facebook , verdaderos pulpos de la comunicación y los mercados globales de la información, los contenidos, mercancías intelectuales que tienen a converger hacia ellos. El caso aquí, es que el informe Howey, replicado hasta el hartazgo en

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Ideas 21/02/14 - 19:34

Publquese usted mismo, es la era del cliente lector

Un informe sobre el fenmeno de la autopublicacin de libros vinculado a la megatienda Amazon dispara otra polmica en el agitado panorama editorial. Datos sorprendentes que tal vez no sorprendan a nadie y una pregunta repetida, cul es el futuro de los libros?

Por Horacio Bilbao

Hace cuatro aos Andrs Rivera, el ltimo de los escritores obreros de nuestro pas, nos dijo en una entrevista: Un autor que pague por publicar sus libros no merece llamarse escritor. Su sentencia explot como una bomba, cosech adhesiones y rechazos. Ms de estos ltimos. Es que la historia de la literatura y de la publicacin, que no siempre van juntas, conoce una buena cantidad de casos de grandes autores que empezaron pagando sus libros. Rivera ya sabe que hoy cualquiera puede publicar en formato digital y sin gastar nada. No es garanta de lectores, y mucho menos de ventas. Pero lo que quizs no sepa es que en los ltimos das, su sentencia se ha invertido casi por completo. Ahora dicen que cualquiera puede publicar sus libros en formato digital y si lo hace de manera independiente tendr ms chances de ganar algunos pesos que ponindose en manos de las grandes editoriales.

La primera parte de la sentencia es cierta, cualquiera puede autopublicar sus libros sin gastar un peso. Que sea un xito de ventas, depende de varios factores, pero una serie de informes que aparecieron la semana pasada revelaron nmeros llamativos sobre la autopublicacin. En la megatienda Amazon, fundada hace 20 aos por el hoy magnate Jeff Bezos, los autores independientes que se autopublican en digital ganan ms dinero que aqullos que recurren a las grandes editoriales. Hugh Howey, autor del xito de ventas Wool, una saga digital de ciencia ficcin publicada por l mismo, revel el dato, comparando los ingresos de autores independientes de libros electrnicos contra los nmeros de aqullos que publican en las grandes compaas. Howey es un ejemplo de ese supuesto xito pero su informe abre o reanima unos cuantos debates. Mientras la autopublicacin avanza y se libera, la distribucin y venta parece concentrarse cada vez ms, como en el caso de Amazon.

Si usted quiere ser un bestseller, puede leer el informe Howey, que le dir algo as: No pague, ni reniegue con las editoriales, llame a los chicos de Amazon, que saben ms de ventas que de libros, pero que igual lo van a ayudar (curioso y altruistas este tipo de ayudas que llegan desde el mundo virtual: twitter permitira hacer la revolucin y facebook recuperar amistades con gente de la que no eramos tan amigos). Hablamos de Amazon, como en su momento lo hemos hecho de Google books, o de Facebook, verdaderos pulpos de la comunicacin y los mercados globales de la informacin, los contenidos, mercancas intelectuales que tienen a converger hacia ellos. El caso aqu, es que el informe Howey, replicado hasta el hartazgo en publicaciones literarias de distinta procedencia, se basa en datos reales (siempre escasos) y pone en evidencia los distintos caminos que puede seguir un autor contemporneo para publicar y vender sus libros.

Sobre este mismo documento, el blog de Cory Doctorow destaca que ya son varias las empresas que establecen una relacin a medio camino entre la autopublicacin y la edicin tradicional. Cita a firmas como Lulu, BookBaby y Smashwords y destaca que algunos agentes literarios siguen el mismo rumbo. Todava la penetracin del e-book, sobre todo en nuestros pases, sigue siendo baja. Muy baja. Pero el mundo editorial est cambiando velozmente, y el mismo Doctorow relativiza la participacin del e-book en el mercado estadounidense. Se habla de que representa el 25 por ciento de las ventas totales, pero esa cifra se basa nicamente en las ventas reportadas por los principales editores. Amazon , Barnes & Noble, Kobo, la iBookstore , y Google Play no revelan sus datos de ventas, nos avisa.

En cuanto a Amazon, podramos seguir varias lneas de anlisis, pero slo recogeremos algunas puntas del extenso artculo que acaba de publicar Gerorge Packer en The New Yorker a propsito de esta compaa tan amada por sus usuarios y odiada por la competencia. Palabras baratas se titula el artculo. Su autor admite que Amazon es bueno para el cliente, pero quizs no tanto para los libros. Ya en 2008 Amazon ganaba ms dinero que todas las libreras juntas de los Estados Unidos. Y no es casual que los autores sean considerados como los clientes ms importantes de la compaa si la idea es hacer libros y venderlos sin tener que negociar con nadie ms que con ellos. Ser por amor a la literatura? Podramos citar varios ejemplos de cmo los grandes del mercado convierten las magnficas obras de las letras universales en mercancas. El lector se va convirtiendo en un cliente, y lo tratan como cliente. Por suerte, y al menos por ahora, ese vnculo acaba cuando empieza la lectura.

En la era de Internet el poder de algunas compaas se ha vuelto intimidatorio, lo mismo ocurre con los resultados que vemos del uso de algunas herramientas que llegaron supuestamente para democratizar la comunicacin, para empoderar a los internautas del mundo y para banalizar an ms la palabra revolucin en el ultrabastardeado dptico revolucin digital. La lgica de las grandes compaas de Internet sorprendera hasta al propio Karl Marx, sus tentculos y ambiciones son tan globales (algunas ya dan seales de imperiales) como las de los grandes de las finanzas mundiales. Y en ese flujo que ofrece libertades inesperadas, por siempre buscadas, con los que los usuarios del mundo se sienten a gusto, aparecen los sistemas de control ms perversos y desarrollados de la historia de la humanidad. Si los procesos de socializacin de la humanidad, como dice el Manuel Castells, se dan principalmente en Internet, este es un dato preocupante que a muy pocos les preocupa.

Pero volvamos a los libros. Es un dato fcilmente contrastable el hecho de que en Amazon un e-book, al menos en los EE.UU., cuesta lo que una cerveza, o un sndwich. Jeff Bezos nos ha convencido: los libros digitales se venden si son baratos. Ese fenmeno sin duda golpea a la industria. Pero hay otro impacto, el que tarde o temprano recibir el libro como producto cultural, como mercanca. Estamos en la era del Kindle, s, pero nada parece casual cuando leemos el artculo de Packer y vemos que ya en 1995 Bezos expona su modelo de negocios: Vender libros para tener una puerta de acceso que permita reunir datos sobre clientes educados. (Nada muy diferente a lo que acaba de admitir Google sobre los objetivos de su red social Google +) El ltimo paso de Amazon en materia editorial, fue crear su propia unidad de publicacin de libros. Ahora producen y distribuyen. La pregunta que se hace Packer no es ya si Amazon es un problema para la industria del libro, sino si es malo para los libros en general. Tambin podramos preguntarnos con qu fines utilizaran toda esa informacin? Y esa pregunta valdra para todas ests megaempresas sospechadas y ms que eso de colaborar con las agencias de seguridad y el espionaje gubernamental, cosas que sabemos gracias a Edward Snowden. La automatizacin, la libertad individual de publicar solos, la tecnologa al fin, son tambin grandes aliados de la vigilancia. Ya hemos visto los casos de Amazon, y de otras muchas editoriales en su usufructo del DRM, un sistema de vigilancia que le permiti, en uno de los recuerdos ms tristes de la compaa de Bezos, borrar del Kindle de sus clientes una versin de 1984 de George Orwell. Paradjico y metafrico.

El lugar de los libros en la cultura, tambin el de la informacin que se vincula cada vez ms con el fascinante e inescrutable mundo de los algoritmos y menos con el trabajo manual o social, como bien saben los lectores que usan el search inside book de Google o de Amazon, est en juego. Los servicios de autopublicacin independiente son una oportunidad. Y esa oportunidad como podrn ver en los informes que aqu citamos, se acrecientan en los Estados Unidos, y en rubros muy especficos, como la novela romntica, los thrillers o la ciencia ficcin. Para el resto de los mortales hay circuitos de circulacin y venta alternativos, cuyo impacto es mucho menor. Y libreras, y libreras de viejo todava. Y discusiones arduas sobre los derechos de autor. Cuando Amazon dice que con sus servicios de autopublicacin puede alcanzar millones de lectores en el mundo entero, no miente. Pero esa posibilidad puede ser muy remota. Amazon es una megatienda, aunque tiente tambin a los autores independientes no lo hace por generosidad. Tampoco facebook o twitter tienen por misin cooperar para cambiar el mundo, o fortalecer las relaciones humanas.

El panorama editorial es complejo, el crecimiento de Amazon y de Google son tan o ms preocupantes que la fusin de Pengin y Random House, otro paso hacia la concentracin. Incluso hay amenazas tecnolgicas mayores, como la figura del escritor no humano. Se habla de que los robots reemplacen a los periodistas, parece ciencia ficcin, pero ya lo hicieron con los correctores, y avanzan sobre los traductores, siempre con la venia de las empresas. Mientras tanto los lectores, que consiguen grandes obras desde su computadora, tablets o kindles estn donde estn y a precios mdicos, estn de parabienes. Para ellos, para muchos de nosotros, es el paraso. Despus estn las viejas preguntas. Tenemos algo para contar? De qu manera lo hacemos?, cmo se accede al mundo editorial?, o la que nos haca Rivera: quin merece llamarse escritor? En la era pos Kindle, sobrevivirn estas preguntas?