Av ifa u na : con un valor ecolÒgico invaluabley de ellos mismos De acuerdo con Alejandro Ma-cÌas,...

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EL UNIVERSAL Jueves 9 de abril de 2 02 0 CULTURA A57 PROYECTO UNAM Texto: Fernando Guzmán Aguilar [email protected] Síntomas del Covid-19 La infección por el Covid-19 puede causar síntomas leves como rinorrea, dolor de garganta, tos y fiebre. En algunas personas puede ocasionar neumonía o dificultades respiratorias. Las personas de edad avanzada y las personas con afecciones comórbidas (como la diabetes o cardio- patías) parecen correr un mayor riesgo de caer gravemente enfermas por este virus. ESPECIAL Profesionales de la salud: cuidar de otros y de ellos mismos De acuerdo con Alejandro Ma- cías, integrante de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus, conformada en la UNAM, en si- tuaciones como la que ha origi- nado la pandemia del Covid-19, los profesionales de la salud en- frentan una doble responsabili- dad: cuidar de los otros y de ellos mismos, por lo que es necesario que apeguen su labor a las buenas prácticas de protección personal. “Estos profesionales deben man- tenerse en buenas condiciones, para que estén en posibilidad de ofrecer el cuidado que la sociedad re quiere”, añadió. ESPECIAL Dos especies de peces y una de pulpo como biomarcadores Investigadores de la Unidad Sisal de la Facultad de Química de la UNAM, encabezados por Gabriela Rodríguez, utilizan dos especies de peces y una de pulpo como biomarcadores de contaminación, salinidad y temperatura en cenotes y el mar. El objetivo es medir el efecto de estresores como la temperatura, o de químicos como los contaminantes, en organismos endémicos o asociados a la penín- sula de Yucatán. “Queremos saber, con evidencia científica, si la zona está contaminada, si subirá la temperatura por el cambio climático y qué ocurrirá con esos organismos”, señaló Rodríguez. En nuestro país hay programas de conservación para unas especies de aves, pero para muchas otras no En México viven unas mil 200 especies de aves (200 de ellas son endémicas) de las 10 mil que se han contabilizado hasta la fecha en todo el mundo. Por eso, el nuestro es el undécimo país más im- portante en cuanto a riqueza de avifauna. “Su valor ecológico es invaluable”, sostiene Adolfo Gerardo Navarro Sigüenza, investiga- dor de la Facultad de Ciencias de la UNAM y coordinador del Atlas de aves de México. Aún no se sabe con absoluta certeza cuántas especies de aves hay en México y el resto del mundo, pues con cierta frecuencia se descu- bren nuevas o se reclasifican otras. El águila real quizá sea una de las más conocidas por los me- xicanos porque es un símbolo nacional. Otras son famosas por su plumaje o su canto. “En fin, que unas sean más conocidas que otras es relativo. Todo depende de la gente: si comparte hábitat con unas, o si forma parte de los esfuerzos para su conservación o de los equi- pos científicos que las estudian, o si participa en su venta ilegal, o si está informada de su función e cológica”, apunta Navarro Sigüenza. Las más traficadas En México, casi 400 especies y subespecies de aves están amenazadas por múltiples causas, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-059, publicada en 2010. “A unas se les dedican esfuerzos de conser- vación, pero a muchas otras aún no”, señala el ornitólogo universitario. Entre las aves amenazadas que cuentan con programas específicos de conservación se en- cuentran la guacamaya roja ( Ara macao) y la verde ( Ara militaris ), que pertenecen a la fa- milia de las psitácidas. “La UNAM y la Universidad Veracruzana han participado con éxito en el rescate, la li- beración y la vigilancia de la guacamaya roja en la región de los Tuxtlas, Veracruz. En cuanto a la guacamaya verde, cuyo primer mapa genético fue elaborado por investiga- dores de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM, es una especie en pe- ligro de extinción por el tráfico ilegal y la des- trucción de su hábitat.” Por su belleza y su capacidad de vocaliza- ción, los loros y pericos, también de la familia de las psitácidas, son muy solicitados como mascotas y, por lo mismo, son las aves más traficadas ilegalmente en el país. “El saqueo de pollitos del perico de cabeza amarilla y del de frente blanca amenaza la existencia de estas dos especies, ya que la gran mayoría muere. Ahora bien, la legislación me- xicana ya prohíbe la comercialización y el trá- fico de todas las psitácidas mexicanas”, afirma Navarro Sigüenza. El quetzal es otra ave en peligro de extinción porque su hábitat, el bosque mesófilo de mon- taña, está siendo destruido y transformado por la agricultura y la ganadería. Otras aves están amenazadas porque sus poblaciones viven en lugares muy concentra- dos. El flamenco mexicano, restringido a la costa norte de la península de Yucatán, podría desaparecer si dañamos su hábitat. Joyitas iridiscentes Por su ancestral simbolismo cultural y su fun- ción ecológica, las distintas especies de coli- bríes están en el imaginario popular mexicano y, además, son objeto de estudio profundo de los ornitólogos. “Hay un gran movimiento en el mundo que lucha por su conservación, ya que como las abejas y los murciélagos, son fundamentales en la polinización de plantas de ecosistemas naturales y para consumo humano”, indica el inve stigador. México es hábitat de 57 especies de colibríes, pequeñas joyitas de plumaje iridiscente, muy brillante, a las que se les atribuye un poder ri- tual y medio mágico, de atracción de pareja. Esto propició su explotación para venderlos como amuletos. “Algo peor ocurrió desde mediados del siglo XIX hasta principios del XX, cuando fueron ca- zados en México, Ecuador y Brasil, con el fin de utilizarlos en la decoración de sombreros para las señoras ricas de Europa y Norteamérica”, dice Navarro Sigüenza. Tren perturbador De acuerdo con Navarro Sigüenza, la cons- trucción y el funcionamiento del Tren Maya perturbaría algunas selvas, pero no se sabe a ciencia cierta cómo responderían las pobla- ciones de aves ante él. En la península de Yucatán se han realizado estudios ecológicos que pueden aportar infor- mación sobre el posible impacto de ese tren, que pasaría por zonas de reserva como Ca- lakmul, en Campeche, y Sian Ka’an, en Quin- tana Roo. “Las selvas por donde transitaría el Tren Ma- ya son muy ricas en especies. Por ejemplo, Ca- lakmul y Sian Ka’an tienen unas 400 especies de aves, entre otros animales. Unas podrían adaptarse a las nuevas circunstancias, pero otras son muy sensibles a la alteración de su hábitat. De esta manera, las zonas donde los árboles fueran talados se volverían inhabita- ble para ellas.” En la península de Yucatán hay muchas es- pecies nativas, como la calandria yucateca y el pavo ocelado, cuyas principales poblaciones se distribuyen también en el norte de Guate- mala y Belice. Ave de las 400 voces Las aves más abundantes y diversas son las paseriformes, que se reconocen por su capa- cidad de cantar. En el mundo hay unas cinco mil 700 especies identificadas. “México posee una gran diversidad de aves canoras; entre ellas destaca el jilguero, el sal- tapared (la hembra y el macho se alternan al cantar) y el cenzontle, que hace gala de un montón de vocalizaciones, razón por la cual el poeta Nezahualcóyotl lo llamó ‘ave de las 400 vo ce s’.” En casi todo el país podemos hallar alguna de las varias especies de zopilotes, como el zo- pilote negro o el aura cabeza roja. De hábitos carroñeros, son de las pocas aves con un buen sentido del olfato, capaces de detectar a varios cientos de metros carne putrefacta para ali- mentarse. También hay alrededor de 34 es- pecies de búhos, tecolotes y lechuzas, todas aves nocturnas. Especies invasoras La presencia de especies de aves invasoras en el país comenzó incluso antes de la Conquista española, cuando, desde la costa de Veracruz, el emperador mexica Ahuítzotl trajo el zanate mexicano ( Quiscalus mexicanus ) al Valle de M éxico. “Esta ave es confundida con el cuervo, aun- que ni siquiera son parientes. Es un pájaro ne- gro, brillante, con una cola grande; actualmen- te se le ve en Ciudad Universitaria”, refiere el ornitólo g o. En el Valle de México habitaba el zanate de Lerma ( Quiscalus palustris), una especie na- tiva que probablemente se extinguió a prin- cipios del siglo XX por la pérdida de su hábitat semiacuático y la interacción con el zanate introducido. En el siglo XVI, los viajeros europeos traje- ron a América el gorrión inglés ( Passer domes- ticus ) y la paloma ( Columba livia). Ambas aves se reproducen rápidamente, se adaptan a cualquier situación y anidan en lugares inve- rosímiles, por lo que, asociadas a actividades humanas, se han expandido por todo nuestro c o n t i n e n te. Otras aves invasoras son el estornino, ori- ginario de Asia pero traído de Europa, y el pe- rico argentino, que al escaparse o ser liberado ha proliferado tanto que ya representa un problema ecológico y, a veces, de seguridad, pues le gusta anidar en los transformadores eléctricos. “Por su agresividad a la hora de explotar los recursos, por su rapidez de reproducción y por su tolerancia a las actividades humanas, las especies invasoras frecuentemente desplazan a las nativas; algunas, incluso, se han vuelto una plaga para la agricultura.” Atlas para la conservación El Atlas de aves de México resume los últimos 30 años de la vida de Navarro Sigüenza, quien se ha dedicado a recopilar información disper- sa en colecciones biológicas y museos de Mé- xico y del resto del mundo. “Esta información es de gran relevancia por- que permite analizar, desde diferentes pers- pectivas, cómo eran los recursos biológicos en el pasado, cómo son ahora y cómo pueden ser en el futuro si seguimos perturbando los eco- sis temas”, asegura. Del pasado, por ejemplo, se sabe que en los bosques maduros de la Sierra Madre Occiden- tal vivió el pájaro carpintero más grande del mundo: el carpintero imperial, que podía me- dir hasta 50 centímetros de largo. “En su desaparición influyeron varios fac- tores: su tasa de reproducción muy baja, su caza para utilizarlo como alimento y apode- rarse de su pico (el cual, se creía, tenía pro- piedades afrodisíacas y medicinales), pero, so- bre todo, la gran explotación maderera de fi- nales del siglo XIX y principios del XX. La úl- tima vez que se le vio con certeza fue en la década de los años 70.” Hoy en día, la avifauna es un modelo de lo que todas las demás especies del mundo ex- perimentan por los efectos de la actividad hu- mana y del cambio climático. Por eso, el At l a s de aves de México es una valiosa herramienta para la ciencia, la conservación y la sobrevi- vencia humana. b ESPECIAL Avifauna: con un valor ecológico invaluable Dos especies nativas en peligro b Gorrión serrano (Xenospiza baileyi). Está amenazado, pues sus reducidas poblaciones solamente anidan en los zacatonales de alta montaña de los alrededores del Valle de México, mu- chos de los cuales han sido transfor- mados en tierras de cultivo b Mascarita. Pequeño pájaro del género Geothlypis . Está amenazado por la destrucción de sus hábitats semiacuáticos, los tulares de los lagos del Eje Neovolcánico de México, como el de Cuitzeo y el de Pátzcuaro, así como las lagunas de Tamaulipas y Baja California Sur “En ocasiones, las especies endémicas de México están restringidas a lugares muy particulares, como la Sierra Madre del Sur. Aisladas ahí durante miles de años, a partir de ellas se han formado nuevas especies que apenas estamos reconociendo con estudios genéticos, morfológicos y de sus vocalizaciones” ADOLFO GERARDO NAVARRO SIGÜENZA Investigador de la Facultad de Ciencias de la UNAM y coordinador del Atlas de aves de México

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Page 1: Av ifa u na : con un valor ecolÒgico invaluabley de ellos mismos De acuerdo con Alejandro Ma-cÌas, integrante de la ComisiÒn Universitaria para la AtenciÒn de la Emergencia del

EL UNIVERSAL Jueves 9 de abril de 2 02 0 CULTURA A57

PROYECTO UNAMTexto: Fernando Guzmán Aguilar

alazul10 @hotmail.com

Síntomas del Covid-19La infección por el Covid-19 puede causar síntomas leves como rinorrea,dolor de garganta, tos y fiebre. En algunas personas puede ocasionarneumonía o dificultades respiratorias. Las personas de edad avanzaday las personas con afecciones comórbidas (como la diabetes o cardio-patías) parecen correr un mayor riesgo de caer gravemente enfermas poreste virus.

E S P E

C I A L

Profesionales de lasalud: cuidar de otrosy de ellos mismosDe acuerdo con Alejandro Ma-cías, integrante de la ComisiónUniversitaria para la Atención dela Emergencia del Coronavirus,conformada en la UNAM, en si-tuaciones como la que ha origi-nado la pandemia del Covid-19,los profesionales de la salud en-frentan una doble responsabili-dad: cuidar de los otros y de ellosmismos, por lo que es necesarioque apeguen su labor a las buenasprácticas de protección personal.“Estos profesionales deben man-tenerse en buenas condiciones,para que estén en posibilidad deofrecer el cuidado que la sociedadre quiere”, añadió.

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Dos especies de peces y una de pulpocomo biomarcadoresInvestigadores de la Unidad Sisal de la Facultad de Química de laUNAM, encabezados por Gabriela Rodríguez, utilizan dos especiesde peces y una de pulpo como biomarcadores de contaminación,salinidad y temperatura en cenotes y el mar. El objetivo es medir elefecto de estresores como la temperatura, o de químicos como loscontaminantes, en organismos endémicos o asociados a la penín-sula de Yucatán. “Queremos saber, con evidencia científica, si la zonaestá contaminada, si subirá la temperatura por el cambio climáticoy qué ocurrirá con esos organismos”, señaló Rodríguez.

En nuestro paíshay programas deconservación para unasespecies de aves, peropara muchas otras no

En México viven unas mil 200especies de aves (200 de ellasson endémicas) de las 10 milque se han contabilizado hastala fecha en todo el mundo. Por

eso, el nuestro es el undécimo país más im-portante en cuanto a riqueza de avifauna.

“Su valor ecológico es invaluable”, sostieneAdolfo Gerardo Navarro Sigüenza, investiga-dor de la Facultad de Ciencias de la UNAM ycoordinador del Atlas de aves de México.

Aún no se sabe con absoluta certeza cuántasespecies de aves hay en México y el resto delmundo, pues con cierta frecuencia se descu-bren nuevas o se reclasifican otras. El águila realquizá sea una de las más conocidas por los me-xicanos porque es un símbolo nacional. Otrasson famosas por su plumaje o su canto.

“En fin, que unas sean más conocidas queotras es relativo. Todo depende de la gente: sicomparte hábitat con unas, o si forma parte delos esfuerzos para su conservación o de los equi-pos científicos que las estudian, o si participa ensu venta ilegal, o si está informada de su funcióne cológica”, apunta Navarro Sigüenza.

Las más traficadasEn México, casi 400 especies y subespecies deaves están amenazadas por múltiples causas,de acuerdo con la Norma Oficial MexicanaNOM-059, publicada en 2010.

“A unas se les dedican esfuerzos de conser-vación, pero a muchas otras aún no”, señala elornitólogo universitario.

Entre las aves amenazadas que cuentan conprogramas específicos de conservación se en-cuentran la guacamaya roja (Ara macao) y laverde (Ara militaris), que pertenecen a la fa-milia de las psitácidas.

“La UNAM y la Universidad Veracruzanahan participado con éxito en el rescate, la li-beración y la vigilancia de la guacamaya rojaen la región de los Tuxtlas, Veracruz. Encuanto a la guacamaya verde, cuyo primermapa genético fue elaborado por investiga-dores de la Facultad de Estudios SuperioresIztacala de la UNAM, es una especie en pe-ligro de extinción por el tráfico ilegal y la des-trucción de su hábitat.”

Por su belleza y su capacidad de vocaliza-ción, los loros y pericos, también de la familiade las psitácidas, son muy solicitados comomascotas y, por lo mismo, son las aves mástraficadas ilegalmente en el país.

“El saqueo de pollitos del perico de cabezaamarilla y del de frente blanca amenaza laexistencia de estas dos especies, ya que la granmayoría muere. Ahora bien, la legislación me-xicana ya prohíbe la comercialización y el trá-fico de todas las psitácidas mexicanas”, afirmaNavarro Sigüenza.

El quetzal es otra ave en peligro de extinciónporque su hábitat, el bosque mesófilo de mon-taña, está siendo destruido y transformadopor la agricultura y la ganadería.

Otras aves están amenazadas porque suspoblaciones viven en lugares muy concentra-dos. El flamenco mexicano, restringido a lacosta norte de la península de Yucatán, podríadesaparecer si dañamos su hábitat.

Joyitas iridiscentesPor su ancestral simbolismo cultural y su fun-ción ecológica, las distintas especies de coli-

bríes están en el imaginario popular mexicanoy, además, son objeto de estudio profundo delos ornitólogos.

“Hay un gran movimiento en el mundo quelucha por su conservación, ya que como lasabejas y los murciélagos, son fundamentalesen la polinización de plantas de ecosistemasnaturales y para consumo humano”, indica elinve stigador.

México es hábitat de 57 especies de colibríes,pequeñas joyitas de plumaje iridiscente, muybrillante, a las que se les atribuye un poder ri-tual y medio mágico, de atracción de pareja.Esto propició su explotación para venderloscomo amuletos.

“Algo peor ocurrió desde mediados del sigloXIX hasta principios del XX, cuando fueron ca-zados en México, Ecuador y Brasil, con el fin deutilizarlos en la decoración de sombreros paralas señoras ricas de Europa y Norteamérica”,dice Navarro Sigüenza.

Tren perturbadorDe acuerdo con Navarro Sigüenza, la cons-trucción y el funcionamiento del Tren Mayaperturbaría algunas selvas, pero no se sabe aciencia cierta cómo responderían las pobla-ciones de aves ante él.

En la península de Yucatán se han realizadoestudios ecológicos que pueden aportar infor-mación sobre el posible impacto de ese tren,que pasaría por zonas de reserva como Ca-lakmul, en Campeche, y Sian Ka’an, en Quin-tana Roo.

“Las selvas por donde transitaría el Tren Ma-ya son muy ricas en especies. Por ejemplo, Ca-lakmul y Sian Ka’an tienen unas 400 especiesde aves, entre otros animales. Unas podríanadaptarse a las nuevas circunstancias, perootras son muy sensibles a la alteración de suhábitat. De esta manera, las zonas donde losárboles fueran talados se volverían inhabita-ble para ellas.”

En la península de Yucatán hay muchas es-pecies nativas, como la calandria yucateca y elpavo ocelado, cuyas principales poblacionesse distribuyen también en el norte de Guate-mala y Belice.

Ave de las 400 vocesLas aves más abundantes y diversas son laspaseriformes, que se reconocen por su capa-cidad de cantar. En el mundo hay unas cincomil 700 especies identificadas.

“México posee una gran diversidad de avescanoras; entre ellas destaca el jilguero, el sal-tapared (la hembra y el macho se alternan alcantar) y el cenzontle, que hace gala de unmontón de vocalizaciones, razón por la cual elpoeta Nezahualcóyotl lo llamó ‘ave de las 400vo ce s’.”

En casi todo el país podemos hallar algunade las varias especies de zopilotes, como el zo-pilote negro o el aura cabeza roja. De hábitoscarroñeros, son de las pocas aves con un buensentido del olfato, capaces de detectar a varioscientos de metros carne putrefacta para ali-mentarse. También hay alrededor de 34 es-pecies de búhos, tecolotes y lechuzas, todasaves nocturnas.

Especies invasorasLa presencia de especies de aves invasoras enel país comenzó incluso antes de la Conquistaespañola, cuando, desde la costa de Veracruz,el emperador mexica Ahuítzotl trajo el zanatemexicano (Quiscalus mexicanus) al Valle deM éxico.

“Esta ave es confundida con el cuervo, aun-que ni siquiera son parientes. Es un pájaro ne-gro, brillante, con una cola grande; actualmen-te se le ve en Ciudad Universitaria”, refiere elornitólo g o.

En el Valle de México habitaba el zanate deLerma (Quiscalus palustris), una especie na-tiva que probablemente se extinguió a prin-cipios del siglo XX por la pérdida de su hábitatsemiacuático y la interacción con el zanateintro ducido.

En el siglo XVI, los viajeros europeos traje-ron a América el gorrión inglés (Passer domes-ticus) y la paloma (Columba livia). Ambas avesse reproducen rápidamente, se adaptan acualquier situación y anidan en lugares inve-rosímiles, por lo que, asociadas a actividadeshumanas, se han expandido por todo nuestroc o n t i n e n te.

Otras aves invasoras son el estornino, ori-ginario de Asia pero traído de Europa, y el pe-rico argentino, que al escaparse o ser liberadoha proliferado tanto que ya representa unproblema ecológico y, a veces, de seguridad,pues le gusta anidar en los transformadoreseléc trico s.

“Por su agresividad a la hora de explotar losrecursos, por su rapidez de reproducción y porsu tolerancia a las actividades humanas, lasespecies invasoras frecuentemente desplazana las nativas; algunas, incluso, se han vueltouna plaga para la agricultura.”

Atlas para la conservaciónEl Atlas de aves de México resume los últimos30 años de la vida de Navarro Sigüenza, quiense ha dedicado a recopilar información disper-sa en colecciones biológicas y museos de Mé-xico y del resto del mundo.

“Esta información es de gran relevancia por-que permite analizar, desde diferentes pers-pectivas, cómo eran los recursos biológicos enel pasado, cómo son ahora y cómo pueden seren el futuro si seguimos perturbando los eco-sis temas”, asegura.

Del pasado, por ejemplo, se sabe que en losbosques maduros de la Sierra Madre Occiden-tal vivió el pájaro carpintero más grande delmundo: el carpintero imperial, que podía me-dir hasta 50 centímetros de largo.

“En su desaparición influyeron varios fac-tores: su tasa de reproducción muy baja, sucaza para utilizarlo como alimento y apode-rarse de su pico (el cual, se creía, tenía pro-piedades afrodisíacas y medicinales), pero, so-bre todo, la gran explotación maderera de fi-nales del siglo XIX y principios del XX. La úl-tima vez que se le vio con certeza fue en ladécada de los años 70.”

Hoy en día, la avifauna es un modelo de loque todas las demás especies del mundo ex-perimentan por los efectos de la actividad hu-mana y del cambio climático. Por eso, el At l a sde aves de México es una valiosa herramientapara la ciencia, la conservación y la sobrevi-vencia humana. b

E S P E

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Av ifa u na :con un valorecológico invaluable

Dos especiesnativas en peligrob Gorrión serrano (Xenospiza baileyi).Está amenazado, pues sus reducidaspoblaciones solamente anidan en loszacatonales de alta montaña de losalrededores del Valle de México, mu-chos de los cuales han sido transfor-mados en tierras de cultivob Mascarita. Pequeño pájaro delgénero G e ot h l y p i s . Está amenazadopor la destrucción de sus hábitatssemiacuáticos, los tulares de los lagosdel Eje Neovolcánico de México,como el de Cuitzeo y el de Pátzcuaro,así como las lagunas de Tamaulipasy Baja California Sur

“En ocasiones, las especiesendémicas de México estánrestringidas a lugares muyparticulares, como la SierraMadre del Sur. Aisladas ahídurante miles de años, a partirde ellas se han formado nuevasespecies que apenas estamosreconociendo con estudiosgenéticos, morfológicosy de sus vocalizaciones”ADOLFO GERARDO NAVARRO SIGÜENZAInvestigador de la Facultad de Ciencias de laUNAM y coordinador del Atlas de aves de México