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UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLITICA ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO “AMNISTIA” TESINA: Tema 2do año, Derecho Penal – Parte General Nombres y Apellidos: Jesus Yovani Cabello Bojorquez Código: 2014017506 Lima, Octubre 5, 2015

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UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLITICA

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

“AMNISTIA”

TESINA: Tema “ ”

2do año, Derecho Penal – Parte General

Nombres y Apellidos: Jesus Yovani Cabello Bojorquez

Código: 2014017506

Lima, Octubre 5, 2015

Profesor: Dr. Juan Carlos Jiménez Herrera

DEDICATORIA

En primer lugar agradezco a DIOS por su protección y ser la fuente de vida, por

darme salud y haber permitido llegar a este punto y darme las fuerzas para seguir

adelante a pesar de tantos obstáculos además de su infinito amor, bondad, y

protección que me brinda.

A mis padres por haberme inculcado valores , por sus consejos , por la motivación

que me brindan día a día que han hecho de mí una persona de bien pero más que

nada por el gran amor que me brindan.

El presente trabajo va dedicado para mis padres que en

todo momento de mi formación académica me apoyan y

guían.

ÍNDICE

Resumen

Introducción

CAPITULO I

1. Planteamiento del problema

1.1 Hipótesis

1.2 Objetivos

1.3 Justificación

CAPITULO II

2. Fundamentos Teóricos de la investigación

2.1 Marco Histórico

2.1.1 Amnistía

2.1.2Fundamento de la Amnistía

2.2 Marco Teórico

2.2.1 Extinción de la persecución penal y de la ejecución de la pena.

2.2.2 Causales de extinción de la persecución penal

2.2.3 La prescripción: definición, clases, tipos, causales de interrupción.

2.2.1 Derecho Penal

2.2.1.1 El Derecho Penal como medio de control social

2.2.1.2 Aspectos del Derecho Penal

2.2.1.3 Estructura Tridimensional

2.2.1.4 Características

2.2.2 Breves consideraciones de la teoría del delito

2.2.2.1 Concepto de delito

2.2.2.2 Estructura

2.2.3 Antijuricidad

2.2.3.1 Clases

2.2.3.2 Lo objetivo y subjetivo

2.2.4 Fundamentación de la Justificación

2.2.4.1 Causas de la Justificación

2.2.5 Amnistía

2.2.5.1 Aspectos Generales

2.2.5.2 doctrina de la amnistía

2.2.5.3 Elementos de la amnistía

2.2.5.4 amnistía en el código penal y procesal penal

CAPITULO III

3. Metodología

3.1 Muestra (Casos)

3.2 Análisis

CAPITULO IV

4.1 Conclusión

Resumen

El presente trabajo y tratara sobre la amnistía y el problema que gira en torno a la

amnistía sobre la amnistía y la impartición de justicia de acuerdo a este aspecto

veremos que la amnistía.

En la naturaleza de la amnistía está el de tener un carácter general, a diferencia del

indulto que es un acto individual, particular. Este carácter general le da un alcance

amplio que permite beneficiar indistintamente a todos los implicados en un hecho

delictivo, sin tomar en cuenta sus nombres o sus calidades; no se podía beneficiar a

unos sin considerar también a los demás implicados en aquel hecho que se

amnistía. Al contrario, el carácter particular Como lo tiene el indulto hace referencia

únicamente a una persona o a determinadas personas.

Doctrinariamente es impropio conceder una amnistía particular, del mismo modo que

lo es otorgar un indulto general. Justamente por la finalidad de orden público que

persigue la amnistía ésta debe mantener su carácter general.

La amnistía tiene una naturaleza eminentemente legislativa por cuanto corresponde

su ejercicio al Parlamento o Congreso, órgano de la Función Legislativa, al cual se

le ha conferido esta atribución tradicionalmente y quien emite su decisión a través de

un acto legislativo por excelencia que es la ley.

La amnistía no puede ser acordada sino por un acto en forma de ley. Y no puede

ser de otro modo si se tiene en cuenta los efectos de la amnistía de borrar

prácticamente una categoría de delitos. El hecho de sustraer a infractores penales

del rigor de la ley aparece como un acto de legislación específica. Para trastocar una

realidad delictiva y dejar sin lugar una conducta típicamente antijurídica, imputable,

culpable y punible, debe recurrirse obligadamente a una ley, ya que en el fondo se

está alterando la ley penal.

La amnistía supone una derogación parcial de la ley penal.

En este punto la doctrina y el Derecho francés son unánimes hasta el día de hoy.

Para que la amnistía se produzca, es decir, para que ésta sea válida, el Parlamento o

Congreso debe proceder a través de un acto legislativo de igual jerarquía que la ley

penal, o sea mediante otra ley.

INTRODUCCION

CAPITULO I

CAPITULO II

2. Fundamentos Teóricos de la investigación:

Decíamos que en la amnistía gravitan por sobre todo importantes consideraciones de orden político como son el devolver la paz, el orden, la concordia a una sociedad convulsionada por una situación de crisis delicada y compleja. La gravedad que revisten tales conflictos internos viene a ser el denominador común de toda amnistía. Si no existen motivos realmente graves o trascendentales la amnistía no tiene razón de ser, se estaría violentando la naturaleza de la institución.

Además, si se considera que la amnistía implica una auto derogatoria de la potestad soberana de administrar justicia, conllevando necesariamente una negación de la misma, o como dice nuestro Código Penal, extingue la acción penal y la condena; pues bien, bajo estas consideraciones no se puede negar que el uso indebido de esta institución, es decir su abuso, constituiría un abuso para la Función Jurisdiccional cuya actividad en la administración de justicia no puede ser interferida ni obstaculizada por ningún órgano del Estado, en virtud del principio de independencia que consagran las Cartas Constitucionales de todos los países del mundo.

La utilización de la amnistía en aquellos casos que no se ajusten estrictamente a los preceptos señalados por la Constitución y la Ley, entrañan sin lugar a dudas una interferencia y un obstáculo para la recta administración de la justicia.

2.1 Marco Histórico

La historia de Atenas nos presenta el primer ejemplo de amnistía que nos ofrece la antigüedad. “El concepto de la amnistía viene de la Grecia antigua, en donde fue utilizado después de grandes enfrentamientos y como señal de perdón entre los contendientes. Precisamente, la expresión amnistía viene de la palabra griega amnesia.” Cuando Trasíbulo en el año 404 a.c arrojó a los treinta tiranos, pero al propio tiempo estableció una ley, a la que los atenienses dieron el título de amnistía, que quiere decir olvido de todo lo pasado, durante la guerra entre las partes beligerantes. El ejército de los tiranos fue derrotado fácilmente y los vencedores no persiguieron a los vencidos. En ella se mandaba que a nadie se inquietase por sus anteriores acciones, y de aquí nos ha venido el acto y aun el nombre. “Habiendo Trasíbulo vencido a los treinta tiranos que esclavizaban a su patria Atenas, hizo decretar una ley que se llamó amnesia, por la cual se dispuso que ninguno pudiese ser perseguido por los delitos cometidos durante la tiranía, concediendo olvido general de ellos, solo fueron exceptuado los treinta tiranos y los decemviros. De esta ley y su nombre viene la palabra amnistía; pues es efecto, aquella es la primera de la que nos habla la historia.”

Pero sería a partir del derecho romano, en el presidido de Augusto, con la “Indulgentia principis” y la “abolitio publica”, sobre todo la última, son formas patentes del derecho de gracia. Lo que ahí arranca el sistema de atribuir al monarca la concesión de las amnistías. Con el gobierno de Claudio después de la muerte de Calígula, fue proclamado emperador por la guardia pretoriana y el Senado confirmaría esta designación y cuya primera medida fue decretar una amnistía general y un perdón para muchas penas capitales, con el fin de borrar la memoria de las disensiones civiles. El espíritu de la legislación romana, las aboliciones generales tenían un carácter e índole propia de las amnistías como actos espontáneos de la autoridad suprema.

Igualmente, Filipio Rey de Macedonia, cuando después de hacer la paz con los romanos, hizo extenso una amnistía y abandonó el derecho de castigar a los macedonios que durante la guerra habían desertado de sus banderas.

En la China antigua en el año de 1321 Yng Song proclamó una amnistía general. Igual en el siglo XIII Kublai concedió amnistía general a los delincuentes que se habían arrepentido de sus crímenes cometidos. Carlos V en el siglo XIV exigió que su nuevo Duque amnistiase a los desterrados negros y blancos de Florencia y mandó a que se les restituya sus bienes. Luego sería una práctica más o menos corriente y más o menos restrictiva, a lo largo de toda la historia de la humanidad. En la Edad

Media, la palabra abolición era utilizada para expresar lo que hoy conocemos como amnistía.

La amnistía establecida en Francia en 1598 por Enrique IV, que pone fin a la guerra a muerte entre los hugonotes y el catolicismo de la Santa Liga. Según Coceyo, Maximiliano II de Alemania, consiguió por el único medio de la amnistía la tranquilidad completa de sus dominios. A la misma debió Enrique II el insigne beneficio de haberse reconciliado algunas ciudades de Lombardía, y haberlas conservado en una paz constante y sólida. Según Camdeno, el mismo remedio sirvió a la reina Isabel de, para la completa pacificación del reino, Un decreto de amnistía fue la base la que se cimentó en Francia la paz, en medio de las escisiones de sus magnates que quedaron de hecho extirpadas, con gran ventaja de aquella monarquía, y es sabido de todos los que no son extraños al conocimiento de la historia que Enrique hizo su entrada en París a los gritos de perdón general, frase que significó desde luego, y más aún por los resultados, lo mismo que olvido general, o que amnistía.

Tras la muerte de Oliver Cromwell, en 1658, la fortaleza de la república se resquebrajó. Lo que el 29 de mayo de 1660 se restaura la Monarquía y es elegido nuevo monarca, Carlos II de Inglaterra, heredero legítimo del trono, decretó una amnistía para los seguidores de Cromwell en el Acta de Inmunidad y Olvido.

Mientras las fuerzas productivas feudales se iban trocando con sus relaciones de producción y la burguesía victoriosa y revolucionaria se apoderaba del aparato estatal, que traía el “surgimiento de los Estados liberales burgueses, la división de los poderes entre ejecutivo, legislativo y judicial y también el surgimiento del Derecho Constitucional, se empieza a legislar al respecto de la competencia para ejercer esta facultad. Este derecho de gracia (la amnistía) que, en los orígenes de nuestra civilización indiscutiblemente reposaba en el soberano, en aquel que concentraba en sí mismo todas las funciones del Estado, posteriormente con la organización e institucionalización de los Estados debe racionalizarse de acuerdo a la lógica sistematización que impone el ordenamiento jurídico.

Grandes ejemplos son: el 14 de setiembre de 1791, se concedió un amnistía para todos los hechos relativos, delitos políticos, militares, relativos la revolución francesa de 1789. La promulgada en Francia por Luis XVIII luego de la caída de Napoleón y del “terror blanco”. En Francia el año de1816 se decretó amnistía general por todos los que directa o indirectamente habían tomado parte en la rebelión y usurpación de Napoleón Bonaparte. La amnistía de María Cristina de Borbón del 15 de Octubre de 1832. En Roma, al mes de pontificado Pío IX el 16 de Julio de 1846, decretó una

amnistía para los condenados políticos. Por haber atacado el orden social, los sagrados derechos del legítimo soberano y haber participado en las discordias políticas.

Aplastado París, por los marselleses, sometido el ejército, disuelta todas las guardias nacionales el 18 de Marzo; los consejos de guerra continuaron ametrallando al pueblo con sus condenas. Mientras Langlois decía después de la muerte de la Comuna: “Nada de piedad para los asesinos”. Por otro lado en 1875, en vísperas de las elecciones, la amnistía ya figuraba en los programas democráticos. Los radicales se comprometían a pedir una amnistía general; los liberales se comprometían a “borrar las huellas de nuestras discordias civiles”, cuando la alta burguesía quiere lavar los charcos de sangre, enrojecidos por ella. Raspail pidió amnistía general para todos los presos políticos de los acontecimientos de la Comuna, pero en Mayo se le denegó dicho derecho. Las matanzas, las deportaciones, los destierros no mermaron las fuerzas del pueblo francés para seguir luchando por una amnistía general, lo que la agitación pro amnistía no había cesado en las mentes de los francés parisinos. Por lo que el partido socialista, luego partido obrero, establecieron su lucha por una amnistía general. Lo que tuvieron que pasar nueve años, para que el gobierno francés declarase una amnistía general, y libertase a las víctimas de Versalles.

En Agosto de 1941 Sikorski en plena segunda guerra mundial firmaría una declaración común de amistad y de colaboración con la Unión Soviética, liderada por Stalin. En donde Stalin concedió una amnistía general para todos los ciudadanos polacos que estuvieran detenidos en territorio soviético, incluidos los prisioneros de guerra.

Tales son los hechos más notables que la historia nos ha transmitido acerca de este medio político, tan eficaz y poderoso, para extinguir, o cuando menos templar los odios civiles, que tan funestos son a las sociedades. Lo que nos presencia que en la historia universal, los gobiernos han concedido amnistías, dentro de los límites de sus Estados, que con caracteres genéricos, han estado reconocidos en la mayor parte de los pueblos del mundo entero.

i. HISTORIA DE LA AMNISTÍA EN EL PERÚ

La amnistía, es ampliamente conocida en la historia civil del Perú y de otros muchos países. Hay expresiones numerosas de ella, que ha seguido el desarrollo de nuestra República desde sus primeras etapas y a lo largo de numerosas contiendas por las que ha pasado la vida republicana del Perú. Nuestra República en sus primeros años del siglo XIX, el gobierno peruano ha expedido amnistías. Un gran ejemplo serían las de:

Setiembre de 1822, José de La Mar, concedió amnistía a fugitivos, ausentes y acusados de contumacia, y a delitos políticos. En julio de 1834 el presidente Luis José Orbegoso, concede amnistía a los expatriados por los enfrentamientos militares de 1832 y 1833. Felipe Santiago Salaverry en mayo del 1835, considerando que las persecuciones políticas y extravíos políticos, arruinan a muchas familias; fomentan el sosiego doméstico, y privaban a la Nación de “luces y servicios”, concedió amnistía a todos los deportados y expulsados por delitos políticos desde 1821, para reconciliar a la Nación.

En agosto de 1835 Andrés de Santa Cruz, tratando de mermar las rebeliones frecuentes llevadas por Gamarra y Salaverry, concedió amnistía a los delitos políticos, para que tranquilice a la Nación y a las familias; conciliar los ánimos por medios suaves y protectores. En noviembre de 1835, nuevamente Santa Cruz, dictará una amnistía general a todos los individuos de tropas, jefes, oficiales que integraban los campos de Salaverry y de Gamarra, cuya amnistía general fue encaminada a poner en alto la guerra civil y todo levantamiento, para reconstituir la Nación.

Luis José Orbegoso en enero de 1836, concedió una amnistía general a los empleados civiles y eclesiásticos que sirvieron a la sedición de la Fortaleza de Callao del 23 de febrero. Santa Cruz en febrero de 1838, concedió amnistía a los reos que habían cometido delitos contra el Estado. Luis José Orbegoso en julio de 1838, concedió amnistía a los delitos políticos y a las opiniones pasadas de los enemigos en sedición. Agustín Gamarra en octubre de 1838, concedió amnistía general a todos los Jefes, Generales, Oficiales y tropas que se hallaban con los enemigos, siempre que hayan abandonado las filas opresoras. Santa Cruz en noviembre de 1838, concedió amnistía a los que emigraron o se enrolaron con el ejército enemigo chileno.

En mayo de 1841 Agustín Gamarra, concedió amnistía a los habitantes de Arequipa que se habían comprometido con los rebeldes. Ramón Castilla en agosto de 1849, concedió amnistía general a todas las personas enjuiciadas y deportadas por causas políticas. Y en diciembre de 1849, concedió nuevamente una amnistía a los individuos que intervinieron en la conmoción popular acaecida en la villa de Chuquibamba del 3 de mayo de 1848. José Rufino Echenique en agosto de 1851, concedió una amnistía para los delitos políticos cometidos en Arequipa. La de López de Romaña 1899-1903 Ley de Amnistía e Indulto general, que busca crear un ambiente de paz en el cual no haya persecuciones políticas.

En nuestra historia republicana (siglo XX) se tiene en el Perú cantidad de ejemplos ilustrativos, de cómo sublevaciones o revueltas, han sido resueltas con la promulgación de amnistías, con el fin de “cerrar heridas abiertas”. “La violencia política siempre ha estado presente en nuestro país, se han expresado diversas luchas y con distintos contenidos que en esencia son expresiones de la lucha de clases. Se han dado movimientos militares de carácter político… En la historia de nuestro país también está estampada que las salidas a estas situaciones de convulsión social también se han hecho con medidas políticas como las amnistías.”[19] Un gran ejemplo fue la de Augusto B. Leguía que, autorizó la concesión de amnistiar -pedida por Riva Agüero- a favor de los demócratas golpistas de 1909, lo que constituyó un signo de conciliación.

El 22 de setiembre de 1916, el señor Presidente de la República José Pardo y Barreda, firma la ley de amnistía a favor de los presos de la Huelga de Huacho. El 28 de noviembre de 1916 en el diario oficial El Peruano se publica la ley Nº 2320, que en su artículo único decía: “concédase amnistía a todos los enjuiciados de las huelgas producidas en Huacho y Sayán, procediéndose luego por parte de los juzgados militares y comunes a cortar los juicios iniciados por motivo de las huelgas en nuestra ciudad”. Fue así pues como después de 67 días de encarcelamiento logran su libertad los Jornaleros huachanos.

Luego de la caída del gobernante Augusto B. Leguía, el 22 de agosto de 1930, por un golpe de Estado de Luís Miguel Sánchez Cerro. Pero el gobierno de Sánchez Cerro, una vez que convocaron a elecciones y se apoderó de la presidencia, reprimió fuertemente a los apristas (con su revuelta del 7 de julio del 32) y comunistas de esos años. Lo que luego, el gobierno sánchezcerrista daría una amnistía política, para calmar los enfrentamientos políticos de los apristas y para defender su orden político amenazado por “extremistas al servicio de ideologías foráneas”.

Una vez que Oscar R. Benavides llega al Poder, su prioridad de su gobierno fue buscar el fin del conflicto con Colombia (se llegó a un acuerdo de paz en mayo de 1934), calmar la agitación política interna y superar la crisis económica. Al principio de su gobierno dio la Ley de Amnistía General, el9 de agosto de 1933, por la cual se amnistiaba a todas aquellas personas a las que se les seguía juicio político y se permitía el retorno de los deportados. Fue así como Haya de la Torre, el líder del APRA, fue puesto en libertad y retornaron al país miles de apristas desterrados.

Finalizada la dictadura de Manuel A. Odría, el hayismo dio su apoyo al candidato Manuel Prado por ser el único interesado en dar una amnistía general a los perseguidos políticos y a los partidos ilegalizados. La Ley Nº 12654 del 28 de julio de 1956, firmada en la plaza mayor por el presidente Manuel Prado, concedió amnistía e indulto político y dispuso el corte de todos los procesos seguidos contra todos los civiles y militares, procesados o condenados, por cortes marciales, fueros privativos, consejos de guerra de cualesquier clase, militares, navales, de aeronáutica y de policía y de tribunales ordinarios por causas político sociales.

Como vemos en nuestra historia peruana, en el curso histórico-constitucional, el Estado peruano ha expedido amnistías en relación con los delitos políticos. En diferentes momentos de nuestra historia nacional, se han expedido este “beneficio jurídico”, partiendo en primer lugar de un criterio general, en el siglo XX. Las sucesiones de conflictos armados ha determinado el empleo frecuente de disposiciones de amnistía general. Un ejemplo ha sido la amnistía otorgada por el gobierno militar del general Juan Velasco Alvarado, donde se concedió amnistía e indulto “a todos los inculpados, acusados y sentenciados por delitos calificados como político-sociales y conexos”. Esta amnistía, como se sabe, se refirió a los levantamientos subversivos y acciones guerrilleras que tuvieron como núcleo de acción la guerrilla de 1965 encabezada por Luis de la Puente; cuya amnistía comprendió a todos los que en relación a tales acontecimientos habían cometido delitos de diversa gravedad, así como a los que desde el punto de vista político eran propios y conexos.

La evolución posterior de la institución amnistía, reflejada tanto en las reformas legislativas como en las sucesivas prácticas impuestas, venía a marcar un camino diametral en la hora de acabar con las sublevaciones y crear un ambiente de paz. En el Perú actual, grupos de derecha y reaccionarios, tratan de maquillar la historia y, tratar de borrar cualquier evidencia sobre amnistía en nuestra historia republicana y constitucional; que furibundamente se oponen a la necesidad de promulgar una

amnistía general a los presos políticos. La historia del Perú, nos ha dado muestras infinitas sobre amnistías. Pero que la gentuza es tan ciega que, rehúsa y se niega a ver y revisar la historia republicana. La historia peruana nos ha mostrado bastantes ejemplos de leyes sobre amnistías, con el fin de reconciliar al país y buscar una solución política a los problemas derivados de actos políticos y económicos.

ii. AMNISTÍA EN LATINOAMÉRICA

La promulgación de leyes de amnistías ha sido costumbre a lo largo de la historia en varios países constitucionales de Latinoamérica. En donde las amnistías se convirtieron en instrumentos que lograron generar las circunstancias para “olvidar los acontecimientos pasados” y poder lograr así, una mejor convivencia social entre los pueblos. Varios casos ha moderado la historia. Grandes ejemplos han sido: En el Perú en 1782, los realistas proponen la paz, el perdón y la amnistía general, resuelto a poner fin a una situación que ya no podía prolongarse. Diego Cristóbal pactó y puso fin a la revuelta indígena.

El Virrey de México Juan Ruiz de Apodaca en 1816, empezó a promulgar amnistías con el fin de calmar los levantamientos de los rebeldes. En Chile, Concepción, en 1819 se declaró una amnistía general para los realistas, montoneros y bandidos y para los que habían resistido al gobierno del nuevo Estado de Chile.

Desde Caracas, Bolívar dicta, el 1 de enero de 1827, en Puerto Cabello, expide un decreto en el cual expide una amnistía a todos los comprometidos en el movimiento separatista de la Gran Colombia, con lo cual se aleja el fantasma de la guerra civil; queda también detenido el proceso de convocatoria al Congreso de Venezuela y el desarrollo de la Cosiata. Este último se refería a un movimiento separatista, encabezado por Páez.

El presidente de Chile, Manuel Bulnes (1841) en gobierno, se caracterizó por la paz interior, su espíritu conciliador y aprobó una ley de amnistía a favor de los encarcelados o desterrados y por un gran desarrollo cultural y económico: para los desterrados políticos.

La reina de España Isabel II, en 1847 en el tratado de reconocimiento de la soberanía de Bolivia, concede una amnistía general para todos los españoles y bolivianos que hayan sido expulsados y desterrados y hechos presos políticos.

En Santa Fe de Bogotá, cuando estallo la rebelión de los comuneros en 1871, Antonio Caballero y Góngora, expidió una amnistía completa, abrió las cárceles y derogó el decreto que infamaba a los que habían tomado parte en la sublevación de 20, 000 rebeldes (campesinos, artesanos, notables locales, etc.)

En España podemos registrar amnistías importantes, por ejemplo: la que resolvió las huelgas revolucionarias de 1917 y 18. En 193l el rey Alfonso XIII firma un decreto de amnistía e indulto para conseguir la pacificación social en España. Y también las promulgadas por la República tras el movimiento de octubre de 1934, como también la concedida después del triunfo del Frente Popular de 16 de febrero de 1936.La amnistía general de España en septiembre de 1939 que incluía a los delitos políticos y conexos. Lo que tanto el uso de los indultos y de las amnistías, como instrumentos de pacificación y reconciliación entre la sociedad; es una práctica común en nuestra Latinoamérica, incluso en los parlamentos entre los españoles, venezolanos, argentinos, uruguayos, brasileños, peruanos. Pero si nos basamos en la “historia concreta”, vemos que durante el siglo XX y XXI, en la gran cantidad de países latinoamericanos en los que se han desenvuelto conflictos armados internos o guerra civiles, una vez finalizados y el Estado vencedor, ha rematado, en conceder u otorgar amnistías a los presos políticos, para que así contribuyan a “cerrar las heridas” esa etapa de la historia y así iniciar procesos de reconciliación nacional.

Como bien sabemos, Latinoamérica ha sido recurrida por fuertes convulsiones y procesos revolucionarios, por medio de los cuales, en cada uno de los países en donde explotaron los levantamientos revolucionarios, las clases explotadas y oprimidas buscaron romper el aparato estatal de dominación imperialista de potencias extranjeras y tomar el poder político y erigir su propio gobierno, con el fin de acabar con la opresión, la explotación y la injusticia a las que eran sometidas por el sistema imperialista. La historia de Latinoamérica nos ha mostrado, que la mayoría de países, han explotado movimientos y levantamientos revolucionarios, conducidos por determinadas clases, con el fin de enfrentar a los Estados opresores.

Muchos procesos revolucionarios y guerras civiles se han desarrollado en países como: en Brasil, Movimiento Revolucionario 8 de Octubre(MR-8),con la sublevación de la Alianza Nacional Libertadora; en Colombia, donde han desplegado su acción armada varias organizaciones guerrilleras tales como el Ejército de Liberación Nacional, el M-19, el Quintín, el Ejército Popular de Liberación, y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia; en Uruguay, con los guerrilleros del Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros; en Argentina, donde se levantaron

en armas los Uturuncos, Montoneros, Fuerzas Armadas Revolucionarias, Fuerzas Armadas Peronistas y el Ejército Revolucionario del Pueblo; en Nicaragua, donde el Frente Sandinista de Liberación Nacional incluso llegó a tomar el poder; en Venezuela, el Partido Bandera Roja; en El Salvador, con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional; en Guatemala, con la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, Ejército Guerrillero de los Pobres; en México, con el Grupo Popular Guerrillero, el Partido de los Pobres, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y Ejército Popular Revolucionario; en Chile, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria(MIR); en Puerto Rico, Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN),EPB-Macheteros (EPB-M); en Surinam, el Ejército de Liberación Nacional de Surinam; en España, el Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), Movimiento Ibérico de Liberación (MIL) y Euskadi Ta Askatasuna(ETA); en Italia, Brigadas Rojas; en Perú el Ejército de Liberación Nacional y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, el Partido Comunista del Perú y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru.

La gran mayoría de estas organizaciones políticas (aunque algunas subsisten alzados en armas) fueron aniquiladas terminantemente por el aparato estatal, a través de sus Fuerzas Armadas y Policíacas, los vencidos ante la imposibilidad de lograr la victoria y para evitar que la sangre del pueblo se siga derramando innecesariamente, decidieron iniciar conversaciones con los vencedores, alcanzándose a concretar acuerdos de deponer las armas y firmar la paz. Con la culminación de la guerra civil, se abrió un nuevo escenario en esos países, con nuevos problemas derivados del término y desarrollo de dichas guerras. Varios gobiernos de Latinoamérica, vieron la necesidad dar una “solución política” a los problemas derivados de la guerra en sus concernientes países que pasaron conflictos armados internos. Lo que demuestra palmariamente quela forma exclusivamente histórica que, se ha utilizado siempre ha sido a través de “leyes de amnistías generales”, que involucraban a las partes contendientes en dichas guerras, para llegar así a un proceso de “reconciliación nacional”.

Es así que a mediados del siglo XX, en países como El Salvador, Brasil y España se resolvió promulgar leyes de Amnistía; que en el caso salvadoreño, se aplicó para las dos fuerzas que intervinieron en la guerra civil, y en el brasileño y español se aplicó ampliamente contra todas las organizaciones que se alzaron en armas contra el Estado, así como también a quienes representaron a éste en los conflictos internos. Pero si seguimos revisando la historia, encontramos que en más países latinoamericanos, con el fin de cerrar las heridas originadas por las guerras civiles, al querer cambiar el orden y el poder viejo y establecido, se han promulgado amnistías por parte de sus Estados en numerosos ejemplos: en Argentina en 1973; España

1977;Chile 1978; México en 1978; Brasil en 1979; Colombia en 1982 concedió amnistía a los colombianos, autores o partícipes de hechos que constituyan rebelión, sedición o asonada, y delitos conexos con los anteriores, cometidos antes de la vigencia de la esa ley; Uruguay se promulgó una ley de amnistía en 1985; La amnistías de 1987 en El Salvador; en Nicaragua en 1988 por los guerrilleros del FSLN, ya habiendo tomado el poder político en su país, quienes promulgaron una amnistía para permitir a sus contrincantes, incorporarse nuevamente a la vida civil del país; Fidel Valdez Ramos, presidente de Filipinas 1992, concedió una amnistía general a 4,000 miembros del ejército; El Salvador en 1993; Guatemala en 1996 y Venezuela 1998.

“Como se sabe -y éste es un hecho comprobado en todos los países en los que se adoptó esta medida- las leyes de amnistía surgieron de parlamentos que se erigían en símbolos de la recuperación democrática de nuestros países, cada vez que se cerraba un oscuro ciclo de dictaduras. Por consiguiente el significado histórico de la amnistía fue la liberación de los luchadores políticos y el reconocimiento a la justicia de su causa.

2.2 MARCO TEÓRICO

2.2.1 Extinción de la persecución penal y de la ejecución de la pena.

2.2.2 Causales de extinción de la persecución penal

2.2.3 La prescripción: definición, clases, tipos, causales de interrupción.

2.2.1 Derecho Penal

2.2.1.1 El Derecho Penal como medio de control social

2.2.1.2 Aspectos del Derecho Penal

2.2.1.3 Estructura Tridimensional

2.2.1.4 Características

2.2.2 Breves consideraciones de la teoría del delito

2.2.2.1 Concepto de delito

2.2.2.2 Estructura

2.2.3 Antijuricidad

2.2.3.1 Clases

2.2.3.2 Lo objetivo y subjetivo

2.2.4 Fundamentación de la Justificación

2.2.4.1 Causas de la Justificación