AYALA, C. Un Cuestionario Sobre Una Conspiracion - La Crisis Del Maestrazgo de Calatrava en...

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UN CUESTIONARIO SOBRE UNA CONSPIRACIÓN LA CRISIS DEL MAESTRAZGO DE CALATRAVA EN 1311-1313' Carlos de Ayala Martínez EL MAESTRE GARCIA LAPEZ DE PADILLA Y SUS PRIMEROS AÑOS DE GOBIERNO (1297-1310) El largo gobierno del decimoséptimo maestre de la orden de Calatrava, frey García López de Padilla (1297-1336), es, sin duda, el más complejo y turbulento de cuantos se sucedieron al frente de la milicia. Antes de acceder formalmente al maestrazgo, García López lo había pre- tendido de su antecesor 2 , y cuando al fin lo obtuvo, el comendador mayor, Gutierre Pérez, se lo intentó arrebatar. La crisis —auténtico cisma— duró cerca de cuatro arios 3 , hasta que en febrero de 1301 los dos contendientes se comprometieron a aceptar la decisión arbitral del abad de Morimond, padre visitador del convento de Calatrava, en presencia del rey Fernando IV y de la reina María, su madre 4 . La sentencia fue favorable a García 1.- Este estudio forma parte del proyecto de investigación órdenes militares y estructuras de poder (ss. XII-XV), financiado por la Subdirección General de Formación y Promoción del Conocimiento (PB96-0530-0O2-02). 2.- En efecto, cuando a la muerte del maestre Rodrigo Pérez se produjo la elección de Diego López de San Zoil en 1296, García López de Padilla, que ocupaba la dignidad de clavero, obtuvo los suficientes votos como para proclamar la ilegitimidad de aquél. La reina María de Molina apoyaba a Diego López, pero a éste apenas le dio tiempo a gobernar la orden, pues en los primeros meses de 1297 se produjo su fallecimiento. Vid. F. DE RADES Y ANDRADA, Chronica de las Tres Ordenes y Cattallerias de Sanctiago, Calatratta y Akantara, Toledo, 1572 (ed. facs. Barcelona, 1980), Chronica de Calatraua, fol. 48r. Las precisiones cronológicas en J. OtALLAGHAN, «The Affiliation of the Order of Calatrava with the Order of Citeaux», publica- do inicialmente en Analecta Sacri Ordinis Cisterciensis, XV (1959), pp. 161-193, y XVI (1960), pp. 3-59 y 255-292, y reeditado en Variorum Reprints, London, 1975, I, p. 256, n. 1. 3.- OrALLAGHAN, art. cit., p. 256. 4.- Real Academia de la Historia (RAH), Colección Salazar, I-41, fols. 5-7. Publ. A. BENAVIDES, Memorias de don Fernando IV de Castilla, Madrid, 1860, II, pp. 241-242. 73

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AYALA, C. Un Cuestionario Sobre Una Conspiracion - La Crisis Del Maestrazgo de Calatrava en 1311-1313

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  • UN CUESTIONARIO SOBRE UNA CONSPIRACINLA CRISIS DEL MAESTRAZGO DE CALATRAVA EN 1311-1313'

    Carlos de Ayala Martnez

    EL MAESTRE GARCIA LAPEZ DE PADILLA Y SUS PRIMEROS AOS DE GOBIERNO(1297-1310)

    El largo gobierno del decimosptimo maestre de la orden deCalatrava, frey Garca Lpez de Padilla (1297-1336), es, sin duda, el mscomplejo y turbulento de cuantos se sucedieron al frente de la milicia.Antes de acceder formalmente al maestrazgo, Garca Lpez lo haba pre-tendido de su antecesor2 , y cuando al fin lo obtuvo, el comendador mayor,Gutierre Prez, se lo intent arrebatar. La crisis autntico cisma durcerca de cuatro arios3, hasta que en febrero de 1301 los dos contendientesse comprometieron a aceptar la decisin arbitral del abad de Morimond,padre visitador del convento de Calatrava, en presencia del rey FernandoIV y de la reina Mara, su madre 4 . La sentencia fue favorable a Garca

    1.- Este estudio forma parte del proyecto de investigacin rdenes militares y estructuras depoder (ss. XII-XV), financiado por la Subdireccin General de Formacin y Promocin delConocimiento (PB96-0530-0O2-02).

    2.- En efecto, cuando a la muerte del maestre Rodrigo Prez se produjo la eleccin de DiegoLpez de San Zoil en 1296, Garca Lpez de Padilla, que ocupaba la dignidad de clavero,obtuvo los suficientes votos como para proclamar la ilegitimidad de aqul. La reina Mara deMolina apoyaba a Diego Lpez, pero a ste apenas le dio tiempo a gobernar la orden, puesen los primeros meses de 1297 se produjo su fallecimiento. Vid. F. DE RADES Y ANDRADA,Chronica de las Tres Ordenes y Cattallerias de Sanctiago, Calatratta y Akantara, Toledo, 1572(ed. facs. Barcelona, 1980), Chronica de Calatraua, fol. 48r. Las precisiones cronolgicas en J.OtALLAGHAN, The Affiliation of the Order of Calatrava with the Order of Citeaux, publica-do inicialmente en Analecta Sacri Ordinis Cisterciensis, XV (1959), pp. 161-193, y XVI (1960),pp. 3-59 y 255-292, y reeditado en Variorum Reprints, London, 1975, I, p. 256, n. 1.

    3.- OrALLAGHAN, art. cit., p. 256.4.- Real Academia de la Historia (RAH), Coleccin Salazar, I-41, fols. 5-7. Publ. A. BENAVIDES,

    Memorias de don Fernando IV de Castilla, Madrid, 1860, II, pp. 241-242.

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    Lpez, pero antes de que finalizara el ao, una nueva crisis puso en peli-gro su continuidad al frente del maestrazgo. El abad de San Pedro deGumiel, actuando en nombre del de Morimond, depuso al maestre y favo-reci la eleccin de un nuevo titular, frey Alemn, en el transcurso de unirregular capitulo en el que fueron decisivas las presiones politicas de losseglares que alli se hallaban presentes5.

    A instancias de Roma, el capitulo general del Cister y en concreto elabad de Morimond, no tardaron en reaccionar ante el abuso cometido, yaunque frey Alemn actu como maestre hasta mayo de 1302 6 , las auto-ridades cistercienses habian restituido en su dignidad a Garcia Lpez dosmeses antes en el transcurso de una solemne reunin capitular celebradaen Calatrava'. No es una casualidad que muy poco tiempo despus, en1304, fueran promulgadas las primeras definiciones calatravas de quetenemos noticia desde hacia casi un siglo, y que en ellas el abad deMorimond se preocupara de fijar pena de cadena perpetua para los frei-res acusados de conspiracin contra la orden o de rebelin contra elmaestre y las ms altas dignidades de la milicia8.

    Pero los movimientos desestabilizadores no cesaban en el interior dela orden, posiblemente espoleados desde la propia corte. Lo cierto es queen 1307 el abad de Morimond hubo de desplazarse nuevamente a Castillaporque al capitulo general habian llegado denuncias contra el maestre,supuestamente avaladas por el rey y miembros de su familia. TantoFernando IV como la reina Maria, su madre, se desmarcaron de ellas, yaseguraron al abad que sus relaciones con el maestre eran cordiales ybasadas en la lealtad. El titular de Morimond, personado en Calatrava,certific la armonia existente en el convento, pero finalmente hubo desolicitar de los reyes que no ampararan en la corte a ningn freire fugiti-vo o rebelde. Resulta evidente que, pese al apoyo institucional del Cister,

    5.- El gran manipulador del captulo fue el infante don Enrique, el viejo hermano de Alfonso Xque actuaba en calidad de tutor del rey. El texto detallado de lo que sucedi en el captulo,en Archivo Histrico Nacional de Madrid (AHN), rdenes Militares (00MM), Calatrava,carp. 462, doc. 172.

    6.- RADES, Chronica de Calatraua, fol. 49r. AHN, OOMM, Calatrava, carp. 427, doc. 157 y AHN,OOMM, Registro de Escrituras de la Orden de Calatrava (REOC), V (1345 C), fol. 16r.

    7.- En efecto, el 28 de febrero de 1302, frey Martn, abad de Betania y visitador de Calatrava ennombre del abad Gerardo de Morimond, procede a la visitacin del convento de Calatrava encompaa de los abades de Berdous, Valbuena y Palazuelos, y aceptando la renuncia de donAlemn al maestrazgo, restituye en el oficio de maestre a Garca Lpez de Padilla. AHN,OOMM, Calatrava, carp. 462, doc. 171; AHN, OOMM, REOC, V, 1345 C, fols. 11-12r.

    8.- O 'CALLAGHAN, art. cit., p. 258. La publicacin de las definiciones tambin la debemos al pro-fesor norteamericano: J. OtALLAGHAN, The Earliest 'Difiniciones of the Order of Calatrava,1304-1383, en The Spanish Military Order of Calatrava, VII, pp. 262-267; las medidas aludi-das, en p. 264.

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    la oposicin al maestre era una realidad de complejas implicaciones pol-ticas.

    Entre esas complejas implicaciones polticas hay que destacar, en pri-mer lugar, el filoaragonesismo del maestre calatravo, un factor sin dudapreocupante en la corte de Castilla, teniendo en cuenta, sobre todo, queCastilla y Aragn mantuvieron guerra abierta entre 1296 y 1304, y no Ile-garon realmente a superar sus diferencias hasta la firma del tratado deAlcal de Henares, suscrito en diciembre de 1308. El hecho de que enplena ocupacin de Murcia por las tropas de Jaime II, ste en 1298 con-cediera a Garca Lpez de Padilla seguridades para los miembros y pro-piedades de la orden en tierras aragonesas', no sera probablemente bienentendido por las autoridades castellanas; tampoco lo sera la intensaactividad desplegada por el maestre en relacin a sus dominios alcariiza-nos", y mucho menos que Jaime II reconociera la lealtad del maestre cas-tellano que actuaba en febrero 1300 de autntico confidente polticodel monarca aragons 12 , circunstancia esta ltima que le reportara acorto y medio plazo no pocos beneficios institucionales y personales'3.

    Esta indisimulada predisposicin de Garca Lpez de Padilla a favorde la persona y poltica del rey de Aragn, no priv a su orden de la obten-

    9.- Resume los datos O'CALLAGHAN, The Affiliation of the Order of Calatrava, p. 258. El des-plazamiento del abad a Castilla, en AHN, OOMM, REOC, fol. 31; las nuevas definiciones otor-gadas las public OCALLAGHAN (The Earliest Difiniciones, ,pp. 267-268); y la peticin dedesamparo a los fugitivos en I.J. DE ORTEGA Y COTES, J.F. ALVAREZ DE BAQUEDANO y P. DEORTEGA ZNIGA Y ARANDA, Bullarium Ordinis Militiae de Calatrava, Madrid, 1761 (ed. faCS.Barcelona, 1981), p. 160.

    10.- BuLARto DE CALATRAVA, p. 738.11.- AHN, OOMM, Calatrava, carp. 461, doc. 166; A. BENAVIDES, Memorias de don Fernando IV, II,

    pp. 200-202, doc.12.- En efecto, el da 19 de ese mes Jaime II se diriga a frey Garca Lpez en contestacin a la

    carta que ste previamente le haba mandado. El monarca reconoce la lealtad del maestreque se haba preocupado de informarle de que unas cartas dadas por el rey a Ramn deMontrs para Dinis de Portugal haban sido interceptadas. Jaime II tranquiliza al maestrecomunicndole que se trataba de cartas credenciales sin ningn contenido. En cuanto alardid que el maestre le haba prometido mostrarle, el rey le comunica su inters en conocer-lo cuanto antes. Publ. A. GIMNEZ SOLER, Don Juan Manuel. Biografi'a y estudio cn'tico,Zaragoza, 1932, p. 243, doc.

    13.- En febrero de 1303 Jaime II exima de monetaticum, exercitum y cavalcatam a los hombres yvasallos de la orden en los lugares calatravos de Favara, Maella, Calaceite, La Freneda,Calanda y Castelsers (AHN, OOMM, REOC, V, 1345 C, fol. 18). Mucho ms inters tiene que,en 1306, el convento de Calatrava acordara la concesin vitalicia a favor del maestre de lacasa aragonesa de Alcaiz y de cuantas villas y castillos dependan de dicha encomienda enlos reinos de Aragn y Valencia, con facultad, incluso, para enajenar bienes. La cesin seraconfirmada por el abad de Morimond con motivo de su estancia de 1307 en la Pennsula(AHN, OOMM, Calatrava, carp. 462, docs. 182 y 185).Tampoco el maestre dej de mostrar su gratitud al rey con gestos tan significativos como laentrega a favor del infante don Juan, hijo de Jaime II, de todos los lugares, rentas, respon-siones y derechos que la orden de Calatrava reciba o deba hacerlo en sus dominios italia-nos. Publ. P. C. PICATOSTE NAVARRO, Intereses transalpinos de Jaime II en la poca de la con-quista del reino de Murcia. La donacin de los calatravos al infante don Juan en 1304, enJaime 11, 700 aos despus, Alicante, 1997, pp. 463-464.

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    cin de privilegios por parte de la monarqua castellana' 4 , pero no cabeduda de que la presencia del maestre en la corte resultaba incmoda, yello facilitara el apoyo del monarca o de alguna de las facciones domi-nantes a ciertos movimientos que pudieran propiciar su destitucin. Elpanorama pareci cambiar a raz de los mencionados acuerdos castella-no-aragoneses de Alcal de Henares que ponan fin, desarrollando y acla-rando las clusulas de la paz de Torrellas-Elche, a las desavenencias quehaban caracterizado las relaciones entre ambos reinos desde al acceso altrono de Fernando IV. Incluso parece que el maestre jug un papel des-tacado en la preparacin de las entevistas previas al acuerdo'5.

    El tratado de Alcal de Henares supona, adems, la toma de unimportante decisin que sellara an ms la recin estrenada amistad cas-tellano-aragonesa: la reanudacin de la reconquista a travs de unaaccin conjunta contra el reino de Granada. En ella tom parte muy acti-va el maestre de Calatrava, y Femando IV supo hacer gala de la mejor desus actitudes hacia l. En febrero de 1309, mientras las Cortes de Madridvotaban cinco servicios con destino a la guerra, Garca Lpez de Padillaobtena confirmacin del derecho de acmilas en las localidades deZorita y Cogolludo, con lo que los freires calatravos dispondran derecuas para el transporte de viandas y armas que garantizasen el abaste-cimiento de sus castillos' 6; tambin en aquella ocasin el rey Fernandoconceda al maestre y orden de Calatrava la mitad de todos los serviciosde sus vasallos que correspondan a la monarqua, incluso los de las tie-rras cedidas temporalmente en prestimonio''; finalmente, entregaba a laorden las tercias reales de pan, vino y ganado en Sabiote con destino a lareconstruccin y mantenimiento de su castillo'8.

    El protagonismo militar del maestre de Calatrava en esta nueva cru-zada atenu durante un breve perodo de tiempo sus problemas internos,

    14.- En 1300, por ejemplo, el maestre reciba vitaliciamente del rey la fonsadera que los vasalloscalatravos de Maqueda le deban anualmente (AHN, OOMM, REOC, IV, 1344 C, fol. 235);tambin ese ao, la orden era beneficiada con la villa realenga de San Esteban del Puerto, ascomo con sus tercias reales y las de Zorita, Sabiote, El Collado y Cogolludo (BuukRio DECALATRAVA, pp. 154-156), y con la confirmacin de la exencin de pecho por las casas que lamilicia posea en vila (ibid., pp. 154-156); ms adelante, en 1304, el rey conceda a la ordenque sus vasallos no se vieran obligados a pagar los servicios que deban a la monarqua porcabeza, como tampoco lo hacan el resto de los vasallos (AHN, OOMM, Calatrava, carp. 427,doc. 160); y un ao despus, en 1305, Fernando IV intentaba poner remedio a algunas situa-ciones injustas que perjudicaban a la milicia: al concejo de Toledo le ordenaba que le resti-tuyera Mazarabuzac, y a Rodrigo Daz de Rojas, sus posesiones en La Bellota y Formiella(AHN, OOMM, REOC, IV, 1344 C, fol. 199r y BENAV1DES, Memorias, II, pp. 505-506, doc. cccx-u).

    15.- C. GoNzLEz MNGUEZ, Fernando IV, 1295-1312, Palencia, 1995, p. 202.16.- AHN, OOMM, Calatrava, carp. 431, doc. 227. Publ. L.V. DAZ MART1N, Coleccin documental

    de Pedro 1 de Castilla, 1350-1369, Junta de Castilla y Len, 1997, II, pp. 116-122, doc. 393.17.- But.muo DE CALATRAVA, pp. 160-163.18.- BENAVIDES, Memorias, 11, pp. 641-642, doc. cmocx111.

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    que por lo pronto ya no seran alentados por la monarqua. Todo el ao1309 lo ocup el maestre en la campaa granadina. En primavera ya diri-gi una razzia de rentables resultados' 9, y en septiempre se hallaba juntoal rey en el cerco de Algeciras", y participaba activamente en la conquis-ta de Gibraltar". Todava en los primeros meses de 1310 el rey Fernandorecordaba, a travs de concesiones y privilegios, la colaboracin delmaestre en la para entonces frustrada camparia de Algeciras".

    LA CRISIS DE 1311-1313. LA COMISIN INVESTIGADORA DEL CSTERPoco, sin embargo, le iba a durar la tranquilidad al maestre. El

    siguiente episodio que, adems del maestrazgo, estuvo a punto de cos-tarle la vida a Garca Lpez de Padilla, constituye el objeto fundamentalde este breve estudio. El episodio coincide, en parte, con la ltima accinfronteriza asociada al reinado de Fernando IV, la toma de Alcaudete quellev a cabo en el verano de 1312 el infante don Pedro, con ayuda, entreotros, de freires de las rdenes militares". En el cerco de Alcaudete, en elque por cierto enferm de muerte el monarca, estaban especialmenteinteresados los calatravos, porque la fortaleza les haba sido arrebatada asu dominio en 1300 por los granadinos 24 . Pero cuando en el transcurso deaquel verano el maestre acudi a reforzar el asedio de su antigua villa, laprimera parte de la conspiracin urdida contra su persona ya haba teni-do lugar y haba sido abortada. En efecto, en marzo de 1311, y duranteuna de sus fecuentes estancias en tierras aragonesas, un conjunto de frei-res encabezados por el clavero, Fernando Rodrguez, le haban instado aabandonar la dignidad maestral, amenazndole, si era preciso, con ladeposicin y crcel, mientras ocupaban violentamente los castillos deCalatrava y Salvatierra, en los que se hicieron fuertes".

    El movimiento, en el que se hallaban implicados no ms de una doce-na de freires y que se vio acompaado del abandono de la orden de algu-

    19.- G1MNEZ SOLER, Don Jttan Manuel, pp. 363-364; CiI. GONZLEZ MiNGUEZ, Fentando IV, p. 212.20.- En aquella circunstancia, el maestre recibi confirmacin de todas las propiedades de que

    dispona la orden en Plasencia (BENAV1DES, Memorias, II, pp. 680-681, doc.21.- GONZLEZ MINGUEZ, Fernando IV, p. 217.22.- Apoyndose en esa colaboracin, Fernando IV entregaba en febrero de 1312 al maestre de

    Calatrava, de manera vitalicia, cuantos servicios los vasallos de la orden deban al rey (AHN,OOMM, REOC, V, 1345 C, fols. 68 y 69); ms adelante, en mayo, el rey, por el mismo motivo,haca donacin a la orden de todos los maravedes que los vasallos de la milicia le deban porrazn de lo dispuesto en las Cortes de Madrid, as como de todos los servicios que en el futu-ro pudieran producirse (RAH, Coleccin Salazar, I-4I, fols. I04-104bis).

    23.- Crnica de Fernando IV, en Crnicas de los Reyes de Castilla, I, ed. C. ROSELL, Biblioteca deAutores Espaoles, Madrid, 1953, p. 169.

    24.- E. RODRGUEZ-PICAVEA MAI1LLA, Gnesis y evolucin del seoro calatravo en la villa deAlcaudete (siglos XIII-XV), en Alcaudete en su Historia, Alcaudete, 1994, p. 164.

    25.- AHN, OOMM, REOC, V (1345 C), fol. 98. Vid. Apndice.

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    nos otros26, sin duda revisti caractersticas preocupantes para el maes-tre. Tanto es as que, antes de incorporarse a sus actividades militares enla frontera y aprovechando su estancia en Aragn, se desplaz hasta lasede papal de Avignon para obtener del papa y de su curia confirmacio-nes y privilegios que, al tiempo que reforzaban institucionalmente a laorden, garantizaban la legitimidad de sus acciones al frente de

    La rebelin pudo ser abortada, y pese a las amenazas de los rebeldes,que haban desafiado al maestre a no poner los pies en el Campo deCalatrava, en septiembre de 1311 Garca Lpez de Padilla enviaba unacarta a un consejero del rey de Aragn fechada en el Magistrado 28 . No sabe-mos exactamente cmo pudo ser neutralizado el movimiento opositor,pero desde luego para el maestre la situacin no era todava nada slidaen los meses de verano de 1312 en que se hallaba en el cerco de Alcaudete,porque en l, segn queja del propio Garca Lpez, sus freires, haciendogala de una insolente irreverencia, se negaban a dirigirle la palabra y acompartir con l la comida. La difcil situacin en que se hallaba el maes-tre no se vio favorecida por la camparia difamatoria que esos mismos frei-res haban realizado ante el rey. Incluso, testimonios posteriores afirmart-an que se diseri entonces todo un plan para acabar con su vida.

    Por todo ello, a raz del fallecimiento de Fernando IV, el maestre nodud en echarse en manos de quien se perfilaba como el hombre fuertede la prolongada minora de Alfonso XI: el infante don Pedro, to carnaldel rey. Su papel haba sido decisivo en la toma de Alcaudete en septiem-bre de 1312, y con ella, en cierto modo, rectificaba el frustrado legadocruzadista de su hermano el rey Fernando29 . Lo cierto es que en los meses

    26.- La cifra, a partir de los datos que ofrece el doc. del Apndice. En relacin a defecciones de lamilicia, conocemos la de frey Pedro Surez, que la abandon sin licencia para ingresar en la deSantiago, motivando un conflicto entre las dos rdenes que Ileg al propio papa Clemente V enmarzo de 1312. Tambin abandonaron la orden los caballeros Fernando Prez y Esteban Garca,junto al presbtero Pedro Ibez, para ingresar, en septiembre de ese mismo ao, en la deAlcntara, no sin antes denunciar los tratos vejatorios de que haban sido objeto por parte de sumaestre y aludir a la protesta verificada en Roma (BULARIO DE CALATRAVA, pp. 165 y 166). TantoFernando Prez como Esteban Garca se corresponden con nombres de dos de los freires acu-sados meses despus por el maestre de haber participado en la rebelin (vid. doc. Apndice).

    27.- La estancia en Avignon se produjo entre los meses de marzo y mayo de 1311. De esas fechasdatan encargos puntuales del papa Clemente V para que se procediera a la restitucin de bie-nes de la orden enajenados; data tambin una confirmacin general del papa, relativa a todaslas libertades e inmunidades concedidas a la orden por sus predecesores, reyes y otros fieles;y finalmente, el ofrecimiento por parte del propio maestre de dos caballos al ao al cardenalPedro de Colonna para obtener su apoyo, y el compromiso efectivo de proteccin que dis-pensara a la orden el cardenal Francisco de Santa Mara in Cosmedin (AHN, OOMM, REOC,V, 1345 C, fol. 80r, 85r y 86r; BULARIO DE CALATRAVA, p. 164).

    28.- GIMNEZ SOLER, Don Juan Manuel, p. 397, doc. ccxxxi.29.- Sobre la favorable actitud de las rdenes militares hacia el infante don Pedro, vid. S. Mox,

    Relaciones entre la corona y las rdenes militares en el reinado de Alfonso XI, en VIICentenario del Infante D. Fernando de la Cerda, 1275-1975, Instituto de Estudios Manchegos,1976, pp. 121-122.

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    finales de 1312 encontramos a Garca Lpez de Padilla muy cerca polti-camente del infante don Pedro", y quiz sea sta una de las claves juntoal permanente respaldo del aragons Jaime II, naturalmente que expli-quen su permanencia en el maestrazgo, teniendo en cuenta, incluso, queel captulo general del Cster no se haba pronunciado todava sobre laconjura urdida contra el maestre.

    Ese pronunciamiento fue precedido de una investigacin en toda reglaordenada en los primeros meses de 1313 por el abad de Morimond a unacomisin presidida por el abad de Berdous, Bernardo, e integrada porlos abades Jimeno, Odn y Poncio, de los monasterios hispnicos deRueda, Monsalud y Benifaz respectivamente. Los visitadores estuvieronpresentes en la celebracin del captulo que tuvo lugar en el convento deCalatrava el da 1 de mayo de 1313, en el transcurso del cual fueron lei-das las cartas de comisin. Una vez finalizado el captulo, el abad deBerdous, junto a la iglesia de Santa Mara de los Mrtires, tom jura-mento al maestre y conventuales de que responderan la verdad alsiguiente cuestionario:

    1. Si realmente se produjo una conspiracin en la casa de Calatrava.2. Quines la promovieron.3. Quines la ejecutaron.4. Si el maestre recibi documentos en que se hubieran contenido

    expresamente declaraciones de desobediencia.5. Si todos los freires desobedientes permanecieron en su actitud o

    acabaron mostrando al maestre la debida reverencia.6. Si algn freire difam al maestre o habl mal de l ante el rey.Fue interrogado en primer lugar el maestre. A la primera cuestin res-

    pondi que, en efecto, mientras se hallaba en Aragn, algunos freires sesublevaron contra l, arrebataron las llaves del castillo a frey AriasFernndez, que las tena en su nombre, introdujeron all hombres arma-dos y vituallas e hicieron molienda manual. Aprovisionaron igualmenteel castillo de Salvatierra y situaron all a numerosos hombres de armas.

    En cuanto a la segunda y tercera preguntas, el maestre declar que elcabecilla de la operacin haba sdo el clavero Fernando Rodrguez, yparticiparon en ella frey Fernando Prez Dardalia, Sancho Fernndez

    30.- Concretamente el 6 de noviembre de 1312, el maestre Garca Lpez, a instancias del infantedon Pedro, se comprometa, en caso de que dicho infante obtuviera la tutora del rey, a apo-yar a don Juan Manuel en sus pretensiones de convertirse en administrador de los reinos deToledo y Murcia, as como de los obispados de Cuenca y Sigiienza, con el mismo poder queel tutor don Pedro tuviera en el ejercicio de la tutora. Publ. GIMNEZ SOLER, Don JuanManuel, p. 416, doc. CCLII.

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    Gutirrez, Andrs Gil, Juan Arias, Rodrigo Fernndez, frey Aznar, freyPedro de Afruriz, frey Esteban Garca y frey Fernndez Prez Sobrino.

    Sobre la recepcin de documentos con expresas declaraciones dedesobediencia, Garca Lpez inform a los visitadores de que, estando enAragn, recibi, en efecto, cartas en las que los freires rebeldes le comu-nicaban su desobediencia e le instaban a entregarles el sello maestral por-que no deseaban que permaneciera al frente de la orden; le advertan,adems, que no apareciera por el Campo de Calatrava, porque en ese casosera encarcelado.

    En relacin a la actitud de los freires, una vez abortado el primergolpe, el maestre afirm que ninguno de los freires rebeldes haba vueltoa la obediencia. De hecho, de regreso de Aragn y estando en la fronteraasediando el castillo de Alcaudete, los rebeldes no queran acercarse a l,ni comer ni hablar con l. Por ltimo, y en lo que haca a la sexta cues-tin, el maestre inform de que haba sido difamado ante el rey por losrebeldes, que a toda costa intentaron enemistarlo con l.

    En segundo lugar fue interrogado Pedro Garca, comendador mayor,que contest en los mismos trminos que el maestre 31 , y lo mismo ocurricon el clavero Arias Gutirrez, aunque aadi que uno de los rebeldes,Rodrigo Fernndez, le haba rogado que pusiera su sello en una carta deconfederacin efectuada entre ellos.

    El cuarto freire sometido a interrogatorio fue don Gutierre, comenda-dor de Villagutierre. Contest lo mismo que los anteriores, aunque aa-di que el entonces clavero, Fernando Rodrguez, haba acudido a l enAlmagro ofrecindole el castillo de Calatrava. El interrogado ariadi, ade-ms, que no crea que Esteban Garca estuviera entre los implicados.Finalmente dijo que hubo un plan para asesinar al maestre en Crdoba,que l impidi. A instancias del clavero y de Fernando Prez, comenda-dor de Martos, los encargados de dar muerte al maestre eran frey JuanArias y Andrs Gi132.

    Otro de los interrogados, don Gonzalo Prez, comendador de Zorita,nada pudo ariadir a lo ya dicho, pero s lo hizo frey Fernando Gutirrez,que se hallaba preso; a lo ya sabido aport que el clavero rebelde, trassituar hombres armados en los castillos de Calatrava y Salvatierra, lehaba ofrecido la tenencia del primero de ellos a condicin de no recibiren l ni al maestre ni al comendador mayor, a menos que fueran acom-paados de uno o dos de los implicados en la insurreccin.

    31.- Se trataba de un directo familiar del maestre: Pedro Garca de Padilla. RADES, Chronica deCalatraua, fol. 52r.

    32.- Segn las relaciones que Rades incluye al final de cada maestrazgo, Juan Arias haba sidocomendador de Plasencia durante el mandato de Garca Lpez, y Andrs Gil de Villaloboshaba ocupado la dignidad de obrero del convento. RADES, Chronica de Calatratta, fol. 52.

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  • UN CUESTIONARIO SOBRE UNA CONSPIRACIN LA CRISIS DEL MAESTRAZGO...

    En sptimo lugar fue interrogado frey Garca Alfonso, comendador deAlmodvar, que nicamente aadi que haba intentado disuadir de susacciones al clavero y a sus partidarios, entre los cuales estaba, adems,Pascual, el pitancero. Inform, por otra parte, de que haba sido designa-do por los rebeldes para recoger el sello del maestre en Aragn y conmi-narle a que no regresara.

    El antiguo comendador de Osuna, Sancho Fernndez, ahora detenido,no dijo nada nuevo a los visitadores en el momento de ser interrogado, encambio s lo hizo frey Fernando Martnez, obrero de Calatrava, al afirmarque en cierta ocasin, durante el asedio de Alcaudete, algunos de losrebeldes fueron sorprendidos armados de noche con la intencin de darmuerte al maestre.

    En dcimo y ltimo lugar fue interrogado frey Juan Murioz, comen-dador de Villamayor, y dijo que el maestre le haba enviado al castillo deCalatrava a resolver ciertos asuntos y, no pudiendo desplazarse all, comi-sion a tal efecto a Arias Fernndez. Fue en aquel momento cuando elclavero de manera engariosa y so pretexto de proceder a sellar algunascartas, expuls a los que se hallaban en el castillo y puso en su lugar ahombres armados, avituallndolo con armas y provisiones. El castillofue, de este modo, ocupado violentamente desde la festividad de SanBenito hasta seis das despus, en contra naturalmente de la voluntad delmaestre y del convento. Tambin inform de que algunos de los insu-rrectos haban querido matar a Garca Lpez de Padilla en Crdoba.

    No tenerrios ms informacin sobre la crisis de 1311-1313 que lo hastaaqu apuntado. Tampoco sabemos cul fue el dictamen del captulo cis-terciense tras la investigacin de los visitadores, pero no es difcil imagi-narlo. Los testimonios por ellos recogidos, coincidentes en esencia con ladenuncia maestral, daran lugar a una condena sin paliativos de los rebel-des y al reforzamiento en su dignidad de don Garca Lpez de Padilla.

    Cul fue en esta ocasin el motivo de la crisis? Los datos de que dis-ponemos no nos permiten dar una respuesta contundente pero, en cual-quier caso, no debemos aislar su explicacin de las intermitentes inten-tonas desestabilizadoras que jalonan todo el gobiemo maestral de donGarca. En la raz de todas ellas se atisba una respuesta a la vena de auto-ritarismo de que hace gala el maestre y que, en ocasiones, se manifesten tratos vejatorios para ciertos freires"; y en este sentido no hay que olvi-dar el creciente sentimiento corporativo de que se revesta, cada vez conmayor rotundidad, el sector oligrquico de los caballeros, en modo algu-no dispuesto a admitir prcticas autoritarias. Tampoco vera con buenosojos ese mismo sector los devaneos polticos de un maestre que compro-

    33.- Vid. supra n. 26.

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  • CARLOS DE AYALA MARTNEZ

    meta en exceso los intereses de la orden en el complejo juego polticocastellano, mxime cuando esos devaneos apuntaban a un indisimuladofiloaragonesismo, que sin poder destruir la desequilibrada hegemona delconvento castellano en la estructura de la milicia, s poda amenazar elprivilegiado papel que en ella ejercan algunos de sus miembros. En estesentido, resulta de un extraordinario inters el dato que aporta el cronis-ta aragons Zurita en relacin al intento de Jaime II de reclamar del papaClemente V la constitucin de un maestrazgo calatravo disciplinaria-mente autnomo del de Castilla, aplicndole las rentas de la orden delTemple, en proceso de disolucin 34 . Estas gestiones del rey de Aragn,coincidentes con las sesiones conciliares de Vienne octubre de 1311,no seran ajenas en modo alguno a los propios deseos del maestre, y nodejaran de crear tensiones intemas en la orden con inevitable repercu-sin en la propia monarqua.

    LTIMA FASE DE GOBIERNO INDISCUTIDO DEL MAESTRE (1314-1323)Los arios inmediatamente posteriores a la crisis finalizada en 1313

    contemplan una estrecha colaboracin del maestre de Calatrava con elindiscutible lder de la lucha reconquistadora en los comienzos de laminora de Alfonso XI: el infante don Pedro. Desde finales de 1313 elmaestre se preocupa de las retenencias de sus fortalezas fronterizas", yen los meses centrales de 1314 se encuentra ya con sus freires y vasallosen la frontera de los moros en defendimiento de la cruz e de la Cristiandad36.Por su parte, la protectora y agradecida disposicin del infante don Pedrose hace sentir a travs de beneficios que la orden y el propio maestre

    34.- J. ZUFLITA, Anales de la Corona de Aragn, 2, lib. V, caps. xclit y cI, Zaragoza, 1977, pp. 748-749y 771.

    35.- En noviembre, la monarqua, a instancias del maestre, ordena a todos los responsables loca-les de las villas y lugares de realengo y de abadengo que impidan a los mercaderes comprary traficar con el azogue de los pozos de Almadn sin el debido acuerdo de las autoridadescalatravas. Tales actividades fraudulentas mermaban las rentas de los pozos, y ello repercu-ta directamente en el mantenimiento de los castillos fronterizos de la orden (AHN, OOMM,REOC, V, 1345 C, fol. 102).

    36.- A finales de junio de 1314 un representante legal de la orden de Calatrava se opona a la pre-tensin del arzobispo de Toledo de visitar el arcedianato de Calatrava por ser contraria a losderechos de la milicia; se produca, adems, la circunstancia de que el maestre, sus freires ybuena parte de sus vasallos se haban desplazado a la frontera (AHN, OOMM, REOC, V, 1345C, fol. 110-112).Esta actividad fronteriza del maestre Garca Lpez coincide con un momento de mximoenfrentamiento contra don Juan Manuel. ste haba procedido a la detencin del maestre enmarzo (GIMNEZ SOLER, Don Juan Manuel, pp. 442-443, docs. CCLXXXVIII y ca.moux). Mesesdespus, en diciembre de 1314, Garca Lpez informaba a Jaime II del desarrallo de lasacciones militares en la frontera as como de las entorpecedeoras iniciativas de don JuanManuel de las que tanto provecho sacaba el rey de Granada (ibid., pp. 460-461, doc. cccxv).

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  • UN CUESTIONARIO SOBRE UNA CONSPIRACIN LA CRISIS DEL MAESTRAZGO...

    obtienen", y este ltimo no deja de intervenir en las acciones fronterizasque aqul acaudill hasta su trgica muerte en 1319 38, normalmente enestrecha colaboracin con los maestres de otras rdenes, con los que en1318 firma un importante pacto de hermandad".

    Fueron stos unos arios de afianzamiento personal e institucional delmaestre, convertido en prestamista de otros maestres" y en responsabledisciplinario de nuevas rdenes fi1ia1es 41 . Pero la muerte de don Pedro, y

    37.- En junio de 1314 la monarqua confirma a favor del monasterio calatravo de San Salvadorde Pinilla los privilegios concedidos por Sancho IV y Fernando IV, y un ao despus la ordenreciba la confirmacin de un viejo privilegio sobre exencin de vacas y yeguas otorgado porAlfonso X en 1264, mientras que al propio maestre se le revalidaba la cesin vitalicia de losservicios que deban satisfacer sus vasallos a la monarqua, con promesa de que, a su muer-te, la mitad de dichos servicios permaneceran bajo control de la orden; finalmente, en agos-to de 1315, el rey confirmaba a los calatravos cuantas mercedes, privilegios y donacioneshubiera recibido de sus antecesores (AHN, OOMM, REOC, V, 1345 C, fols. 105-108r, 120-121y 127r).

    38.- Los datos que nos proporcionan las crnicas son inequvocos al respecto. En mayo de 1316el maestre apoy decisivamente la accin del infante don Pedro en ayuda al depuesto reyNasr frente al usurpador Ismail. En aquella ocasin, y para facilitar el envo de recuas conalimentos que permitieran sostener al nazar depuesto, el maestre, por orden del infante, sesitu perca de un castillo de moros que dizen Alicun , contribuyendo de manera eficaz a laimportante derrota que all infligi el infante a las tropas granadinas. Crnica de Alfonso XI,en Crnicas de los Reyes de Castilla, I, ed. C. ROSELL, Biblioteca de Autores Espaoles,Madrid, 1953, p. 180; Gran Crnica de Alfonso XI , ed. D. CATALN, Madrid, 1977, pp. 296-297.Un ao despus, en 1317, y tras obtener del papa tercias, dcimas y cruzada, el infante donPedro entr en la vega de Granada con la ayuda, entre otros, de los maestres de Calatrava,Santiago, Alcntara y prior del Hospital, llevando a cabo una razzia victoriosa. Crnica deAlfonso XI, pp. 181-182; Gran Crnica de Alfonso XI, pp. 302-303.Finalmente, en 1319, el maestre de Calatrava y su orden jugaron un importante papel tam-bin la de Santiago y Alcntara en la campaa que don Pedro consideraba decisiva en ordena destruir el reino de Granada y en la que perdera la vida. Concretamente tenemos datos dela participacin de los calatravos en la ocupacin del castillo de Tiscar. Crnica de Alfonso XI,pp. 182-184; Gran Crnica de Alfonso XI, pp. 312-313; RADES, Chronica de Calatraua, fol. 49v.En agosto de 1319, en una car-ta en la que se alude a la muerte de los infantes don Pedro ydon Juan en la vega de Granada, el papa Juan XXII exhortaba al maestre y a la orden deCalatrava a no decaer en su esfuerzo para defender la Cristiandad en la frontera de Granada(AHN, OOMM, REOC, V, 1345 C, fol. 199-200).

    39.- AHN, OOMM, REOC, V (1345 C), fols. 155-156n El acuerdo, firmado con los maestres deSantiago y Alcntara, contemplaba aspectos de colaboracin que iban mucho ms all de losrelativos a la guerra con los musulmanes; incluye clusulas de apoyo mutuo con vistas a laconsolidacin de los derechos y libertades de todas las rdenes, as como con vistas a ladefensa de su integridad patrimonial; significativamente se incluyen tambin garantras desolidaridad frente a eventuales conspiraciones interiores.

    40.- El poderoso maestre de Santiago hubo de recurrir a prstamos de don Garca Lpez. Enoctubre de 1316, Diego Muiz reconoca deber al maestre de Calatrava 12.000 maravedes, ysu sucesor Garca Fernndez, en junio de 1317, se declaraba deudor de Garca Lpez dePadilla por la suma de 10.000 maravedes y 15 piezas de pao, y ello para poder sufragar losgastos de la ida a la frontera en servicio de Dios y del rey (AHN, OOMM, REOC, V, 1345 C,fols. 143v y 152).

    41.- La fundacin de la orden de Montesa se produjo en junio de 1317. Como es sabido, la res-ponsabilidad de poner en funcionamiento la nueva milicia recay en la orden de Calatrava,aunque es cierto que su maestre no se di demasiada prisa en hacerlo: en noviembre de 1318Juan )0CH ordenaba al obispo de Valencia que instara al maestre de Calatrava para que encierto plazo enviase a Montesa los freires que habran de hacerse cargo de la construccin

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  • CARLOS DE AYALA MARTINEZ

    las ulteriores circunstancias de la regencia, privaron de una buena partede su cobertura protectora al maestre Garca Lpez en el reino deCastilla. Sus actuaciones, cada vez ms comprometidas desde el punto devista poltico, adoptan a partir de entonces un tono claramente defensi-vo. A finales de 1319, el maestre se suma a la hermandad de ciudades yvillas andaluzas dispuestas a vetar el nombramiento de cualquier tutordel rey o adelantado de la Frontera que no contara con su aquiescencia42,y apenas dos arios despus, en agosto de 1321, ante la discordia e inesta-bilidad existentes en el reino de Castilla, Garca Lpez suscribe un acuer-do con el maestre santiaguista Garca Fernndez y con el arzobispo Juande Toledo, a fin de procurar la paz y el sosiego de la tierra".

    CISMA Y FIN DEL MAESTRAZGO DE GARCA LPEZ DE PADILLAAunque no falta informacin documental que permita reconstruir la

    ltima de las grandes crisis del maestrazgo de don Garca Lpez dePadilla, la que le apart definitivamente de l", son los relatos cronsticoslos que nos muestran un ms dettallado y coherente seguimiento de loshechos". La crisis tuvo su inicio en 1323, y como la de 1311, fue prota-gonizada por el clavero de la milicia, Juan Nriez de Prado, y un signifi-cativo sector de caballeros. La excusa fue una desastrosa intervencin delmaestre en la vega de Granada, agravada por su supuesta huida delcampo de batalla. El clavero capitaliz el malestar de los freires y, enespera de poder formular una denuncia en regla ante la corte cuando seprodujera la mayora de Alfonso XI, organiz la resistencia al maestre enVillarreal; una, de este modo, su descontento a los agravios que estencleo realengo vena recibiendo por parte de Garca Lpez de Padilla,emperiado como estaba en lograr su despoblamiento y el trasvase de susrecursos humanos al limtrofe serioro de Calatrava.

    del monasterio y de la recepcin de los bienes que le habian sido aplicados. (BuLAnio DECALATRAVA, pp. 179-180). Quiz ese retraso se deba al inters del maestre en aclarar ante lasautoridades aragonesas que la creacin de la nueva orden filial no podia poner en peligro deninguna manera la presencia propiamente calatrava en territorios aragoneses y valencianos.En estos aos tampoco descuid el maestre de Calatrava su responsabilidad correctora sobreel convento leons de Alcntara: en enero de 1318 se desplaz a l y, bajo su control, se pro-dujo la destitucin del maestre alcantarino Ruy Vzquez y su sustitucin por Suero Prez(ibid., pp. 173-176).

    42.- AHN, OOMM, REOC, V, 1345 C, fols. 186-188r.43.- A. F. AGUADO DE CORDOVA, A. A. ALEMN Y ROSALES y J. LOPEZ AGUFtLETA, Bullarium Equestris

    Ordinis S. lacobi de Spatha, Madrid, 1719, p. 288.44.- Vid. O'CALLAGHAN, The Affiliation of the Order of Calatrava, pp. 259-261.45.- Crnica de Alfonso XI, pp. 195-196 y 200; Gran Crmica de Alfonso Xl, pp. 362-363 y 382.

    RADES glos y ampli en su dia toda la informacin cronistica: Chronica de Calatraua, fols.50-52r.

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  • UN CUESTIONARIO SOBRE UNA CONSPIRACIN LA CRISIS DEL MAESTRAZGO...

    En 1325, cuando se produjo la mayora de edad del rey, el claverorebelde y sus freires acudieron a Valladolid y, ante la corte del rey, acusa-ron formalmente al maestre de cuatro cargos de gravsimas implicacio-nes, algunos de los cuales venan arrastrndose desde antiguo:

    - Irresponsable dejacin de fortalezas fronterizas que, por no ser con-venientemente abastecidas, cayeron en poder de los musulmanes; entreotras, Alcaudete, Locubn, Susaria, Chist y Mathet".

    - Autoritarismo y crueldad en el trato a los freires.- Ataque a lugares y vasallos del realengo, concretamente a Villarreal.- Huda del combate en el transcurso de la batalla de Baena y consi-

    guiente desamparo de los freires que le acompariaban.La gravedad de las acusaciones implicaban alta traicin y abuso de

    poder justificaron que el tribunal real exigiera la comparecencia delmaestre y, a lo que parece, justificaron tambin que Garca Lpez, segu-ro del veredicto, corriera a refugiarse en los dominios calatravos deAragn. Ya no se necesitaban ms pruebas para la destitucin". AlfonsoXI, que precisamente inauguraba entonces una poltica de sistemticaintervencin en las elecciones maestrales, orden a los freires rebeldes laorganizacin de un irregular captulo que inmediatamente otorg elmaestrazgo a Juan Nriez de Prado.

    Garca Lpez, desde su refugio de Alcariiz, luch por el maestrazgohasta 1329, y lo recuper porque el captulo general del Cster se mostrmuy receloso ante el descarado intervencionismo real de 1325 y su sos-pechosa alianza con Juan N riez de Prado, un hombre muy cercano a lacorte castellana. Pero aunque lo recuper en 1329, el viejo maestre renun-ci a l, ahora voluntariamente, ante el estado de divisin de la orden, acambio de seguir controlando las posesiones aragonesas de la milicia y laestratgica encomienda de Zorita48.

    46.- Fueron varias, en efecto, las fortalezas perdidas por los calatravos en la frontera desde, porlo menos, 1300. Ya en 1303 un representante pontificio instaba al maestre a perdonar, trasimponerle la correspondiente penitencia, a un comendador que haba perdido frente a losmusulmanes la fortaleza de que era responsable. (AHN, OOMM, Calatrava, carp. 445, doc.68).

    47.- Las definiciones que ese mismo ao de 1325, concretamente en octubre, promulgaba el abadde Palazuelos, en representacin del de Morimond, recogen de una u otra for-rna casi todoslos cargos imputados al maestre depuesto. En ellas se habla, en efecto, del gran escandalo quese produjo en el convento por prissiones e penitencias sin Dios e sin orden; se alude tambinal destruymiento que se sigue a enajenamientos de posesiones que haban tenido lugar duran-te el maestrazgo de Garca Lpez, as como a las prdidas de logares de la orden por menguade las pertinencias e impago de retenencias; finalmente, las definiciones hablan tambin deirregularidades relacionadas con los pegeijares o peculios que los freires traan consigo al con-vento y, sobre todo, del gran dao que reportaba a la cassa de Calatrava la expedicin de car-tas blancas, que escapaban por completo al control capitular. OrALLAGHAN, The Earliest'Difiniciones, pp. 269-273.

    48.- AHN, OOMM, Calatrava, carp. 464, doc. 224.

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    Nuevas desavenencias entre el maestre Juan N riez y el dimisionarioGarca Lpez, hicieron que ste no tardara en reclamar una vez ms ladignidad maestral a la que ya nunca renunciara. Ello explica que elcisma, alimentado por el rey de Aragn, no desapareciera con el falleci-miento, en 1336, de Garca Lpez de Padilla. En realidad, slo un acuer-do firmado por el maestre Juan N riez de Prado y el pretendiente arago-ns Juan Fernndez, y aprobado por Pedro IV de Aragn, acabara con len 1348".

    49.- BULARIO DE CALATRAVA, pp. 756-760.

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  • UN CUESTIONARIO SOBRE UNA CONSPIRACIN LA CRISIS DEL MAESTRAZGO...

    APNDICE1313, mayo, 11. Convento de Calatrava.

    El abad de Berdous, en calidad de visitador comisionado por el abad deMorimond, acude a Calatrava para investigar la presunta conspiracin urdida con-tra el maestre Garcz'a Lpez de Padilla.

    B. AHN, OOMM, Registro de Escrituras de la Orden de Calatrava, V (1345 C),fols. 98-99.

    C. RAH, Coleccin Salazar, 1-41, fols. 129v-132.Cit. OtALLAGHAN, The Earliest 'Difiniciones', p. 257.

    Carta de informacin echa por el abbad de Mardones (sic) por comission delabbad de Morimundo sobre cierta conspiracin contra el maestre D. Garcia Lpez.Ao 1313.

    Nos frater B[ernardus] dictus abbas de Berdonay notum facimus universisquod, cum reverendus pater in Christo dictus abbas Morimundi per suas nobispatentes literas conmisiset ut ad domum Calatravae personaliter accedentes locoet vice ipsius, vissitaremus et diligenter inquireremus utrum conspiratio in ipssadomo contra magistrum orta fuiset.

    Nos, asociatis nobis domno Eximeno de Roca, dopno Odone de Monte Salutis,dopno Poncio de Bonifasario dictis abbatibus, ad dictum monasterium persona-liter venientes et ibidem inchoata vissitatione nobis commissa lectaque in capitu-lo comissione praedicta, finitoque capitulo ad ecclesiam Sanctae MariaeMartyrum, coram nobis dictis abbatibus, magistro Calatravae et conventu conve-nientibus receptoque ab eisdem iuramento de veritate dicenda, inquissivimus:primo, utrum conspiratio in ipssa domo Calatravae fuisset orta; secundo, qui fue-runt principales; tercio, qui fuerunt fautores; quarto, si contra magistrum aliquaeliterae fuerant notam inobedientiae continentes; quinto, si omnes fratresCalatravae erant inobedientes magistro et si exhibebant sibi debitam reverentiam;sexto, si aliqui fratres difamaverant magistrum coram rege vel dixerant aliquodmalum de eo.

    Interrogatus igitur magister si conspiratio orta fuerat, dixit quod sic eo quodaliqui fratres insurrexerant contra eum, ipsso existente in partibus Aragoniae, etabstulerant claves castri de Calatrava fratri Arias Ferrandi qui tenebat eas proeodem magistro, et posuerant ibi homines armatos et victualia et fecerant ibimolendina manualia. Munierant etiam castrum de Salvaterra et possuerant ibimultitudinem hominum armatorum. Iterrogatus qui fuerant principales, respon-dit quod Ferdinandus Roderici, claviger, fuerat principalis. Interrogatus qui fue-rant fautores, dixit quod frater Ferdinandus Petri Dardalia et Sancius FerrandiGuterrii, Andreas Egidii et Jhoannes Arias et Rodericus Ferrandi et fraterAznarius et frater Petrus de Afruriz et frater Stephanus Garsiae et fraterFerrandus Petri Sobrino. Interrogatus si isti fratres misserunt sibi aliquas literasdum erat in partibus Aragoniae notam inobedientiae continentes, dixit quod sicquia aliqui misserant sibi ad dicendum quod miteret eis sigillum magistratus quianolebant quod esset eorum magister, et quod caveret sibi ne accederet ad

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  • CARLOS DE AYALA MARTNEZ

    Campum /98v) Calatravae quia si veniret pro certo encawerarent eum, et fecitnobis fidem de literis aliquorum istorum sigillis fratrum sigillatis. Interrogatus siilli fratres fuerant sibi obedientes ex quo venerat de partibus Aragoniae, dixitquod non, imo dum erant in frontaria contra sarrnenos in obsidione castri deAlcaudete, nolebant accedere ad eum nec comedere neque loqui cum ipso.Interrogatus si fratres difamaverant eum coram rege, dixit quod sic et quod pro-posuerant inimicitias inter ipsum et regem.

    Interrogatus domnus Petrus Garsiae, commendator maior, super praemissisarticulis, dixit per omnia id quod magister.

    Interrogatus domnus Arias Guterrii, claviger, super predictis articulis, dixit idquod magister. Interrogatus super ultimo articulo, dixit quod [credebat] quod sicet etiam quod audierat pro tertio, dixit quod unus eorum, Rodericus Fernandinomine, rogaverat eum quod sigillaret quamdam literam confederationis quamfecerant inter se.

    Interrogatus dopnus Guterius, commendator de Villagudierre], super primoarticulo dixit quod supra. Interrogatus super secundo articulo dixit quod supradixit, et quod Ferrandus Roderici, tunc claviger, venerat ad eum Almagro et dixe-rat sibi qualiter insurrexerant contra magistrum et acceperat castrum Calatravaead manum suam et munierat eum. Dixit etiam dictus Guterius quod ad instan-tiam suam dictus claviger rediderat castrum sub comendatori. Interrogatus supertercio articulo, dixit quod supra; dixit etiam quod non [credebat] quod StephanusGarsiae esset de numero illorum. Interrogatus super quarto articulo dixit quodsupra, videlicet, quod claviger supradictus et Ferdinandus Petri, comendator deMartos, dixit sibi quod mitebant literas magistro in forma superius nominata;dixit etiam quod magister existente in Cordova, frater Jhoannes Arias et AndreasEgidii fuerant in proposito interficiendi magistrum, et dedisent operam nissi ipsedopnus Guterius prohibuisset. Interrogatus super quinto articulo, respondit quodnon exhibebant sibi illam reverentiam quam exhibire consueverant. Interrogatussuper aliis, dixit quod nihil sciebat.

    Interrogatus dopnus Gundisalvus Petri, commendator de Zorita, super pre-dictis articulis, dixit quod nihil sciebat nissi ex auditu.

    Interrogatus frater Fernandus Guterrii, existens in compedibus, super primo,secundo et tertio articulis, dixit quod supra. Interrogatus super quarto, dixit quodnihil sciebat pro certo sed bene audierat. Interrogatus super aliis, dixit quod /99r/nihil sciebat nissi tantummodo ex auditu. Dixit tamen quod dictus claviger posue-rat homines cum armis in castro Calatravae et conmiserat sibi castrum et man-daverat quod teneret castrum pro eo, et quod non reciperet ibi magistrum necmaiorem comendatorem nissi cum uno vel duobus sociis. Dixit etiam quod dic-tus claviger entraverat castrum de Salvaterra et posuerant (sic) ibi homines cumarmis contra magistrum.

    Interrogatus frater Garsias Illefonsi, commendator de Almodovar, superprimo articulo, dixit id quod supra. Dixit etiam quod ipse dixerat clavigero et aliis[compartibus] suis quod fecerant sumam perditionem eo quod inssurrexerantcontra magistrum et acceperant castrum Calatravae violenter. Interrogatus supersecundo et tertio articulis, dixit quod supra. Dixit etiam quod frater Paschasius,pitanzarius, fuerat cum praedictis. Interrogatus super quarto articulo, dixit quod

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  • UN CUESTIONARIO SOBRE UNA CONSPIRACIN LA CRISIS DEL MAESTRAZGO...

    claviger et alii complices dederant sibi literas credulitatis pro magistro, et man-daverat sibi quod iret in Aragoniam ad magistrum et diceret ei ex parte eorumquod miteret eis in continenti sigillum magistratus quia nolebant quod esseteorum magister, et quod non veniret ad Calatravam quia si veniret non poset eva-dere quin eset incarceratus. Interrogatus super quinto articulo, dixit quod supra.Interrogatus super sexto, dixit quod audierat dici dixit et quod audierat dici (sic)quod aliqui istorum fratrum fuerant in proposito capiendi magistrum et ponendiipsum in carcere Calatravae.

    Interrogatus Santius Ferrandi, comendator de Ossuna quondam, existens incompedibus, super predictis articulis, dixit quod nihil sciebat nissi tantum quodaudierat dici quod illi fratres insurrexerant contra magistrum.

    Interrogatus frater Ferrandus Martini, operarius Calatravae, super primisarticulis dixit quod supra. Interrogatus super quinto articulo dixit quod quadamvice, dum erant in obsidione castri de Alcaudet, fuerant inventi aliqui eonim denocte armati spectando magistrum si forte exiret domum interficerent eum.

    Interrogatus frater Jhoanes Moniz, commendator Villae M[ayor], super primoarticulo et secundo, dixit quod cum magister commisisset sibi castrum deCalatrava, et ipse pro aliquibus negociis expediendis, iviset extra castrum et con-misiset dictum castnim a Arias Fernandi, dictus claviger Calatravae intraveratcastrum fraudulenter praetextu sigilli literas et statim, cum fuerat ibi, eiecerat/99vi omnes qui erant ibi extra castrum et posuerat ibi multitudinem armatorum,posuerat etiam ibi arma et victualia in magna copia et tenuerat castnim violentera die beati Benedicti Abbatis usque ad sex dies continuos in vituperium magistriet totius conventus, intendendo inferre damnum magistro toto posse. Dixit etiamquod aliqui istorum fratrum qui insurrexerant contra magistro voluerant ipsuminterfecere in Cordova. Interrogatus super aliis articulis, dixit quod supra.

    Actum est hoc in domo Calatravae, die Apostolorum Philippi et Jacovi, annoDomini M CCC XIIP, tempore vissitationis. In cuius rei testimonium nos supra-dicti abbates sigilla nostra presentibus duximus apponenda.

    Et ego Adefonssus Ferrandi, publicus notarius et ecclesiae abulensis iudex,predictam inquisitionem scriptam tenore presentis transumpti sigillis praedictisabbatum sigillatam et ad preces predicti magistri hoc transumptum signo meosignavi in testimonium veritatis. Scriptum Abulae, ultima die menssis julii, annoDomini M trecentessimo decimo tertio.

    Testibus presentibus ad hoc vocatis et rogatis: Joanne Dominico, canonicodictae ecclesiae; Egidio Petri, socio in eadem; Michaele Sancii de Almagro;Jhoanne Roderici Cordubenssi; et pluribus aliis.

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