Baila, desnúdate o te vas - halflyn.files.wordpress.com · ... creo que el ensayo comenzará...

“Baila, desnúdate o te vas” original de

Luis Eduardo García León

Alias: Halflyn

Correo: [email protected]

Celular: 0414-2463856

Caracas-Venezuela

03-09-2017

mailto:[email protected]

Luis E. García L. “Baila, desnúdate o te vas” Luis E. García L.

PERSONAJES:

EDUARDO: el morboso e impotente.

ALFONSO: el tímido y correcto.

DANIEL: el sincero y cínico.

MAURICIO: el sobrio y líder.

ANTONY: el bisexual y políticamente incorrecto.

VICTORIA: la jefa.


1

ACTO UNICO

Escena I

Habitación con un mueble, dos sillones, un mini bar.

Se escucha los gemidos sexuales y escandalosos de una mujer y un hombre. Atraviesan la

puerta cuatro hombres en ropa de dormir, somnolientos y discutiendo sobre qué sucede.

DANIEL: ¿Y ahora qué? ¡Necesito dormir!

ALFONSO: ¡Tengo ensayo chamo! ¡Es que ya no respetan!

EDUARDO: ¡No me dejan escuchar mi película porno!

MAURICIO: ¡Tengo que…! (cayendo en cuenta) ¿Tu película qué?

DANIEL: ¿Qué demonios haces a las 3 de la mañana viendo una película porno?

MAURICIO: ¡Por favor, ilústranos!

ALFONSO: ¿Seguro quieren eso? ¡Es Eduardo!

EDUARDO: ¡Dejen la exageración! ¿Acaso ustedes nunca han visto una?

MAURICIO: Sí… lo más seguro, incluso Alfonso que es así como medio…

ALFONSO: (despistado) ¿Medio qué? ¿De qué hablan?

DANIEL: ¡Medio pendejo!

ALFONSO: ¡Ah ok! ¡Eso es cierto!


2

MAURICIO: Sé que me voy arrepentir… ¿De qué va tu película?

EDUARDO: ¡Porno rusa de enanas chinas! Están disfrazadas de dinosaurios y se untan

mayonesa mientras…

DANIEL: Explícame algo… ¿Cómo se supone que es una porno rusa y china al mismo

tiempo?

ALFONSO: ¡Eso es una buena pregunta! ¡Tú si eres inteligente amigo!

EDUARDO: ¡Fácil! La productora es rusa, pero los enanos son actores chinos que…

MAURICIO: ¡No quiero saber más! ¡Muy esclarecedora tu explicación! Quiero evitar llegar

a la parte de la mayonesa…

ALFONSO: ¡Pero yo si quiero saber que sucede con la mayonesa!

Comienzan a discutir los cuatro de manera inentendible. Son interrumpidos por lo gemidos

nuevamente de forma breve hasta que se detienen. Entra un hombre desnudo, sudado,

exhibiéndose victorioso post sexo que se está ajustando una toalla.

ANTONI: ¡Buenas noches caballeros! ¿Cómo se encuentran?

DANIEL: ¡Desvelados, así es que nos encontramos!

MAURICIO: ¿Serías tan amable de explicarnos qué era ese escándalo?

DANIEL: ¿Y que más va a ser? Le estaba dando ¡AMOR! A un cliente…

ALFONSO: ¡Pero Mauricio te dijo la otra vez que aquí no puedes atender a tus clientes!


3

ANTONI: ¡Mauricio dice normalmente muchas cosas! Eso no quiere decir que yo le vaya a

hacer caso, ya deberías saberlo…

MAURICIO: Son las 3 de la mañana, no pienso discutir ahorita reglas de convivencia ¿Al

menos puedes dejar el escándalo? Intentamos dormir… algunos tenemos actividad mañana.

DANIEL: ¡Por ejemplo, ensayo! Para el cual deberías estar practicando porque eres el que

menos se sabe la rutina por estrenar.

ANTONI: ¡Ya dejan la habladera! Vayan a dormir tranquilos, que la clienta quedó

satisfecha… y está dormidiiiiita. Papito aquí, las deja y los deja (insinuándose a Mauricio)

satisfechos sin excepción, y respecto a la rutina no me fastidien más ya les dije que yo me

aprendo mi parte y mañana estaré en el ensayo grupal.

Se retiran Daniel y Alfonso en medio de su somnolencia. Antoni se echa en el mueble

triunfante.

ANTONI: ¿Qué sucede? ¿Qué me ves tanto? ¿Ves algo que te guste? (agarrándose el entre

piernas)

MAURICIO: Tal vez… pero deberás quedarte con la curiosidad, no te subiré el ego. Me iré

a dormir, deberías hacer lo mismo, mañana tenemos ensayo y a la dueña no le gusta que

lleguemos tarde… sin contar que eres el que va más atrasado, a ver si prácticas.

ANTONI: Usted tranquilo… que yo me aprendo el bailecito ridículo ese que propusieron,

no es que a las clientas cueste sorprenderlas mucho, basta tener carita, un cuerpo o moverse

como un imbécil e igual te darán dinero… porque estar bueno siempre es negocio. Y respecto

a llegar tarde… (se ríe) creo que el ensayo comenzará después de la hora, la dueña quedó

agotada.

MAURICIO: Lo que digas…


4

Mauricio se retira con cara de fastidio y cansancio. Eduardo se sienta emocionado y

secreteando.

EDUARDO: ¿En serio te acostaste con la jefa?

ANTONI: ¡Pues claro que sí! ¡Todas quieren de esto! (se sujeta el entre piernas)

EDUARDO: ¿Y qué tal?

ANTONI: ¿Qué cosa?

EDUARDO: ¡La jefa! ¿Se mueve? ¿Tiene buenas tu sabes….? (insinuando los senos)

ANTONI: ¡Esas cosas no se preguntan! ¡Yo soy un caballero y de una dama no se habla!

Pero solo te diré… ¡Es una tigra! ¡Una potra salvaje que necesitaba ser domada!

EDUARDO: ¿Y la domaste?

ANTONI: Este… (se mira el entre pierna) domina lo que sea ¿Quieres una demostración?

EDUARDO: (nervioso) Bueno, creo que ya tengo sueño, nos vemos más tarde

ANTONI: Vaya… cuidado con lo que sueñas (se ríe)

Antoni se recuesta en el sillón y se duerme mientras Eduardo se retira incómodo. Se

desvanecen las luces.


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Escena II

Se encienden las luces, una mujer a medio arreglar despierta a Antoni.

VICTORIA: ¡Despierta inútil!

Antoni se cae del mueble.

ANTONI: ¿Qué pasó? ¿Qué pasó? ¡Ah… eres tú preciosa!

VICTORIA: Déjate de adulaciones y abre la puerta que me tengo que ir. Hay gente que si

se ocupa.

Antoni se incorpora.

ANTONI: ¿Y no te vas a despedir con más cariñito?

VICTORIA: ¿Y a razón de qué? Porque si lo dices por lo que sucedió en esa habitación,

agradece que no considere demandarte… estoy casi segura que tanta decepción es ilegal en

algún país… o en varios.

ANTONI: ¿Ahora te vas a hacer la dura? (al oído) Anoche lo disfrutabas mucho… como

gritabas mi reina…

Victoria se aparta con obstinación.

VICTORIA: ¡No soy tu reina, soy tu jefa, así que marca distancia! Y sí, gritaba de

decepción, así como otros lloran de alegría… cosas de la vida, sobrevivirás. Ahora abre la

puerta, que tengo cosas que hacer y no quiero que los muchachos me vean aquí.

Entra Alfonso en ropa deportiva secándose el sudor.


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ALFONSO: ¿Antoni, por fin iras al ensayo? (incómodo) ¡Jefeciiiiitaaaa…! ¿Y ese gusto de

tenerla por aquí?

VICTORIA: ¡Ah, eres tú! ¡No veo en donde está el gusto! (viendo a Antoni) pero igual eso

no es asunto tuyo, aparte que no necesito invitación para venir cuando yo quiera, al fin y al

cabo, soy dueña de este lugar y ustedes viven aquí porque trabajan para mí ¿O necesito

invitación?

ALFONSO: ¡Para nada, disculpé si la ofendí! Solo me refería a que es extraño verla por

aquí… aunque siempre es un gusto su amable presencia.

ANTONI: Lo único amable que tiene es cuando nos cancela el sueldo… o cuando se

desnuda.

VICTORIA: (a Antoni) ¡O cuando callo las vergüenzas ajenas!

Victoria se acerca al mini bar y se sirve un trago.

VICTORIA: Se me antoja un trago, necesito algo que me quite este mal sabor de boca, saber

bailar al parecer no es lo mismo que fornicar… (a Alfonso) ¿Vas a querer uno?

ALFONSO: ¡Yo no tomo!

VICTORIA: ¡Pues hoy si tomarás! ¡A una mujer decepcionada no se le deja tomando sola!

ALFONSO: ¡Como diga jefa!

Victoria bebe fondo blanco, Alfonso se muestra dudoso, da un par de tragos y no le gusta el

amargo. Victoria se acerca, le quita el vaso y se lo toma fondo blanco.


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VICTORIA: ¡Dame acá! No hay nada que me cause más dolor, aparte de un mal orgasmo,

a que se desperdicie un buen licor.

Antoni se acerca amenazante a Victoria, la confronta y cara a cara le habla.

ANTONI: ¿Por qué no terminas de hablar? ¡Eso me gustaría bastante!

VICTORIA: ¡Hasta que estamos de acuerdo en algo! ¡Capaz te tome el consejo!

ANTONI: ¡Me encantaría, ando ansioso por escucharte! ¡A ver si eso también lo fingirás!

VICTORIA: ¡Normalmente no lo hago, excepto cuando no hay remedio!

Llega Mauricio, ve la escena y se interpone rápidamente entre ambos en actitud

conciliatoria, apartando a Victoria.

MAURICIO: ¡Pero que sorpresa, nadie dijo que vendría!

VICTORIA: Déjate de tonterías, como si no me hubieses escuchado fingiendo anoche en el

cuarto del niño este (señalando a Antoni) no parecen cosas tuyas…

MAURICIO: Realmente no son cosas mías lo que hace o deja de hacer en su tiempo libre

jefa, pero intuyo que no vino hacer visita social.

VICTORIA: ¡Intuyes bien!

ALFONSO: ¿Acaso sucedió algo jefa? ¡Estoy seguro que se puede arreglar! ¡Todo en esta

vida tiene solución con el poder del optimismo y la buena voluntad!

VICTORIA: ¿Cómo alguien tan estúpido trabaja quitándose la ropa en un club nocturno? Si

no fuese porque te he visto sin camisa no te hubiese contratado…


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ALFONSO: No sea así jefa, ser tan negativa solo le traerá karma a su vida.

VICTORIA: ¡Karma es el que me traen las malas ventas y los negocios con perdida!¡Y

ustedes al parecer se han vuelto eso!

ANTONI: ¿Acaso tú eres ciega o no ves cómo noche tras noche a esas mujeres que gritan

por nosotras locas de amor?

VICTORIA: Las solteronas, las feas, vírgenes, necesitadas y fáciles gritan por cualquiera

cosa, así como las mujeres que fingen en la cama para terminar cuanto antes con el mal sexo,

el punto es… que se han vuelto aburridos y poco rentables, cada vez son menos clientas, con

menos dinero, resulta que ahora a todo el mundo le dio por casarse, a nadie le gusta esos

“antros” así es como lo llaman.

ANTONI: ¿Y qué culpa tenemos nosotros de que las mujeres se casen? Después de todo…

nosotros somos su fantasía, si quieren matrimonio, para eso están los perdedores de la calle.

Nosotros somos ¡Dioses!

VICTORIA: ¡Dioses pobres, que no atraen nuevo público y que se les está acabando la

magia! Todo sería más fácil si ustedes hicieran algo más que bailar, mis clientas están ávidas

de ciertas experiencias…

ALFONSO: ¿A qué se refiere Mauricio?

MAURICIO: A entretenimiento para adultos…

ALFONSO: ¡Pero si eso es lo que le damos!

ANTONI: ¡A sexo por dinero, retrasado!


9

ALFONSO: ¡No, válgame Dios! ¡Yo tengo prometida! ¡Yo no le puedo hacer eso a ella, más

cuando falta tan poco para casarnos!

VICTORIA: ¡Pues entonces ve pensando con que vas a pagar la boda! Porque resulta que

las cuentas, ni tuyas ni mías, se pagan solas… ustedes han aburrido al público y a mí con las

mismas rutinas que se ven en todos y cada uno de los bares de esta inmunda ciudad; son

mediocres que se conformaron con creer que sus caritas, sus miembros viriles o sus cuerpos

bastaban con exhibirlos para siempre mantenerse en la cima… les tengo una noticia ¡Siempre

hay alguien más joven, atractivo y atrevido!

MAURICIO: ¡Victoria… si es por una rutina nueva, algo que realmente guste, danos un

mes! Ya estamos ensayando una y lo sabes.

ALFONSO: ¡Es verdad, estamos ensayando duro! ¡Hasta Antoni ha puesto mucho empeño!

ANTONI: (nervioso) ¡Claro que sí Victoria, con decirte que estoy al día! ¡Puntual en cada

ensayo y esforzándome al máximo para dar todo al público! No hay por qué caer en

extremos…

VICTORIA: ¿Un mes? ¡Ja! ¡Eso es un chiste! Ustedes al parecer no entienden una palabra,

se los diré claro y cantado ¡Tienen solo hasta esta noche, porque si no, mañana los pongo de

patitas en la calle! Rentar este apartamento es de más de costoso… el mercado que se

consumen es de más de costoso, su gimnasio es de más de costoso y sencillamente ustedes

no rinden, tengo una lista de jovencitos de dieciocho años haciendo fila para trabajar en mi

local, todos dispuesto a hacer algo más que bailar… porque incluso, hasta bailarines son,

bailarines de verdad ¡No como ustedes que son un remedo!

MAURICIO: ¡Pero para esta noche es imposible, son las 9 de la mañana! ¡Lo que pides es

una locura!

ANTONI: (intenta abrazarla) ¡Preciosa, cálmate un poco! ¡Piensa las cosas bien!


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VICTORIA: ¡Deja la empegostadera! ¡Ustedes saben bien que esto es un negocio! Ninguno

aquí vino engañado, todos son bien adultos, lo suficiente para estar conscientes que están

buenos y que pueden conseguir muchas cosas con ellos… ahora no me vengan con esas pajas,

yo acepté que solo bailaran, pero ya no divierte, así que se reinventan o se venden, porque si

no se me largan… ¡Ya dije! ¡Así que me hacen el favor y les avisan a los otros dos

perdedores!

Victoria se marcha atravesando de forma brusca a Mauricio y Alfonso. Todos se quedan en

silencio, Alfonso se sienta y se muestra muy preocupado.

ALFONSO: ¡Chamo, que peo! ¿Y ahora?¡Yo me caso en un mes, contaba con esa plata!

Aparte que…

ANTONI: ¿Qué? ¿Preñaste a la jeva?

ALFONSO: ¡No vale! ¡No es eso! ¡Ella y yo somos vírgenes!

ANTONI: ¡Ay maldita sea! ¿En serio? (carcajada burlona) ¡Un estriper virgen y otro

marico! (señalando a Mauricio) ¿Lo que falta es el estriper cristiano?

Alfonso levanta la mano avergonzado.

ANTONI: ¡Estriper virgen y cristiano! ¡La realidad supera la ficción! ¿No me quieres decir

que es tu primera novia? ¡La del bachillerato!

Alfonso voltea verlo y se encoge de hombros.

ANTONI: ¡Sí lo es! ¡Malvado perdedor!

MAURICIO: ¡Bueno, ya! ¡Deja la burla, que este no es el momento! ¿O se te olvida que

nos van a echar a la calle mañana? ¡No tenemos un carajo que presentar esta noche!


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ALFONSO: ¡Chamo yo no me puedo ir! ¡Yo me voy a casar! Aparte que en la casa de mi

prometida dependen de mí... su padre murió hace poco, su mamá ya no puede trabajar y ella

no se da abasto… ustedes saben cómo están las cosas.

ANTONI: ¡Hay que ver que tú eres bien pendejo! ¡Manteniendo a una familia de una caraja

que ni te la ha dado!

ALFONSO: ¡Párame el asunto ahí! ¡Tú eres un estriper fracasado como todos nosotros aquí!

¿Te crees que vas a vivir de tu juventud toda la vida?

ANTONI: No… pero si todo lo que pueda, les recuerdo que estamos en este problema porque

son ustedes los que se negaron desde que entraron al negocio a hacer lo que el resto hace.

MAURICIO: ¿Se supone que si los demás se meten drogas y se prostituyen nosotros

debamos hacerlo?

ANTONI: No, pero entonces acepta que este no es tu negocio ¿Quiénes son ustedes para

venir a cambiar las reglas? ¡La dueña nos dejó claro lo que quería! ¡Míranos ahora a donde

nos llevaron tus bailes y rutinas estúpidas! ¡Esas mujeres van a vernos porque tienen unos

maridos que nunca serán como nosotros! ¡Ellas quieren tocarnos, tenernos dentro de ellas!

¿Qué tan difícil es entender eso?

ALFONSO: ¡Pero hay que hacer algo!

ANTONI: ¿Pero qué?

MAURICIO: Lo primero es reunir a los muchachos y luego practicar, no queda de otra. Yo

iré con Alfonso a buscarlos, tu arregla todo.

Alfonso y Mauricio se van, Antoni se retira a su cuarto. Las luces se desvanecen.


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Escena III

Se encienden las luces, los cinco muchachos están alineados, han despejado los muebles

hacia el fondo, vestidos como obreros. Comienza a sonar “Satisfaction (Benny Bennasy)”

hacen una breve coreografía en la que se quitan las camisas. Alfonso detiene el ensayo de

manera abrupta, se le nota incómodo.

DANIEL: ¡Qué sucedió ahora? Pero esto no está funcionando… necesito que te pongas

serio.

ALFONSO: ¡Disculpen muchachos, sigo nervioso y siento que esto no va a gustar! No sé si

lo vamos a lograr…

EDUARDO: ¡Claro que no lo vamos a lograr! ¡Menos con este llorón! Yo debería estar en

mi cuarto educándome.

DANIEL: ¡Querrás decir halándote masturbándote! ¿Por qué no haces algo útil para variar

y aportas una idea en vez del nombre de películas pornográficas?

ANTONI: ¡Déjalo quieto! ¡Que se haga todas las pajas que quiera! Después de todo, mañana

nos echan… ¿No sé para qué se engañan?

DANIEL: (a Antoni) ¡Esto no estaría pasando si al menos aparte de ser un cretino te hubieses

acostado con la jefa como es!

ANTONI: ¡Yo lo hice!

MAURICIO: ¿Y entonces que sucedió? (burlón) Porque para alguien que se la pasa

ofreciendo sus… atributos, uno imaginaría que tiene un desempeño excepcional ¿O no es

así?

DANIEL: ¡Me gusta esa idea! ¡Cuéntanos señor galán! ¿Qué sucedió?


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ANTONI: ¡Eso tiene su explicación! (nervioso)

ALFONSO: Oye… sí, yo quiero saber, algo tuviste que hacer… yo nunca he dejado mal a

mi chica cuando nos frotamos.

DANIEL: ¿Cuándo… qué?

MAURICIO Y ANTONI: ¿Es en serio?

DANIEL: Sé que me voy a arrepentir… ¿Cómo es eso que se frotan?

ALFONSO: Bueno… yo ya les había dicho que ella y yo somos vírgenes, porque nos

estamos guardando para el matrimonio como Dios manda, pero como uno es humano y las

ganas siguen ahí, nosotros, cuando no están sus padres nos acostamos en la cama, y bueno,

hacemos unos movimientos circulares… hasta llegar.

DANIEL: ¿Con la ropa puesta?

ALFONSO: Sí, bueno… ¡También puede hacerse sin ella! Pero ya comienza a considerarse

pecado.

Mauricio y Daniel aguantan la risa y respiran profundo mientras intentan recuperar la

compostura.

ALFONSO: (despistado) ¿Qué sucedió?

EDUARDO: Yo creo haber visto unas cuantas porno sobre frotarse. Tenía un nombre como

“Frotadoras de Jalisco parte VIII” eran un grupo de camioneras con problemas hormonales

que tenían barba vestidas con trajes de kevlar que se frotaban usando salsa tabasco.


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Todos se quedan en silencio mirando con horror a Eduardo quien no comprende por qué las

miradas.

MAURICIO: (A Eduardo) ¡Haré que jamás en mi vida escuché eso…! ¡Y tú señor galán

(con Antoni) comienza a hablar! ¿Qué sucedió?

ANTONI: ¡Yo hablo… pero déjame respirar! Que el asunto no es fácil… resulta que

estábamos en la cama…

LOS MUCHACHOS: ¿Ajá…?

ANTONI: Íbamos por la cuarta ronda…


ANTONI: Entonces ella dijo que estaba aburrida de lo mismo…


ANTONI: Entonces sacó un… (termina frase de manera inentendible)

LOS MUCHACHOS: ¿Un qué?

ANTONI: Sacó un… (inentendible nuevamente)

LOS MUCHACHOS: ¡Pero habla!

ANTONI: (exaltado) ¡Un arnés, de esos que tienen un dildo! ¡Era rosado y quería penetrarme

ella a mí!

Los muchachos se echan a reír. Continúan hablando mientras ríen.


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DANIEL: ¿Y tú que le dijiste?

ANTONI: ¿Qué le iba a decir? ¡Que no, obviamente!

ALFONSO: ¿Te dolió?

ANTONI: ¡Que ya les dije que dije que no me dejé!

MAURICIO: ¿Y entonces que pasó? ¡Porque seguro no terminó ahí!

ANTONI: (avergonzado) Me pidió que la golpeara…

Los muchachos rompen en carcajadas nuevamente. Se calman y prosiguen aun entre risas.

DANIEL: ¿La golpeaste? ¿Por qué para atrás no te echaste? ¡Escuchábamos anoche como

gemía!

ANTONI: ¡Claro que gemía! ¡Porque la muy loca me tocó golpearla! Yo le di una cachetada

suave, pero la loca me gritaba (engrosando la voz) “Más duro” le di otra… (engrosando la

voz) “Como un tipo” le di entonces con el puño cerrado y quedó privada y me decía…

(engrosando la voz) “Eso es, así golpean los tipos, dale que eso no es nada” ¡POR ESO

GEMÍA!

ALFONSO: ¡Eso se llama karma!

MAURICIO: ¡Y pensar que se levantó tan campante!

DANIEL: ¡Buen actor que es!

EDUARDO: Eso me recuerda a una peli en que la protagonista…


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LOS MUCHACHOS: ¡No lo digas!

EDUARDO: ¡Ustedes no lo dejan ser a uno!

ANTONI: ¡Sigan mamando gallo, que cuando se les acabe…!

MAURICO: Bueno, bueno, bueno… nos estamos distrayendo y necesitamos una rutina.

¿Será que continuamos?

DANIEL: ¡NO!

MAURICIO: ¿Cómo que no?

DANIEL: ¡Por qué no! ¡Esta rutina no sirve! Es la misma estupidez de siempre… ella quiere

algo nuevo, algo fresco, algo que pueda hacer competencia y atraer clientes. No a cinco

imbéciles quitándose la camisa.

MAURICIO: Al menos estoy proponiendo algo ¿No? Lo cual es más que solo criticar…

DANIEL: Ahora dilo sin llorar… si vamos a proponer algo, que sea algo bueno, de resto

ayuda más callarse… sino mira a Eduardo y Antoni, estoy seguro que todos hemos

agradecido cuando se han quedado afónicos.

ALFONSO: Te noto algo estresado…

ANTONI: ¿Y yo que pensé que estaba destilando veneno? ¿Ser insoportable no era mi

trabajo?


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Escena IV

Daniel se sirve un trago, reacomoda un sillón y se echa de manera petulante.

DANIEL: ¡Digan lo que quiera, me da igual! ¡Estamos jodidos y todo es culpa de unos

pocos!

MAURICIO: ¿Qué quieres decir?

DANIEL: ¡Aquí el problema no es Victoria o que ella quiere que vendamos el cuerpo por

dinero! ¡Aquí el problema es que de los 5, al menos 3 hacen esto porque no tienen opción!

¡No porque les guste!

ALFONSO: ¿A quién le puede gustar hacer esto?

ANTONI: ¡Habla por ti, niño scout!

EDUARDO: ¡O por ti!

MAURICIO: ¡No lo negaré, lo hago por el dinero! ¡Eso no tiene nada de malo!

DANIEL: Ahí te equivocas… tomemos como ejemplo a Eduardo, es un pajero, no me miren

así…. Todos sabemos lo que hace en su cuarto todo el día, hasta tiene un brazo más grande

que otro.

ALFONSO: ¿Pero debes decir esa palabra tan fea? ¡Las malas palabras son invocaciones a

la malas energía y a él…!

MAURICIO: ¿A quién?

ALFONSO: ¡A él…!


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DANIEL: ¿Te refieres al Diablo?

ALFONSO: ¡Santísimo Dios! ¡No digas el nombre del que no debe ser nombrado!

EDUARDO: ¡Ni por mí! No hay nada mejor que ver a eso poco de mamis gritando por uno.

DANIEL: ¿Pero de que hablas tú? ¡Si tú eres el ejemplo perfecto de lo que trato de decir!

¿Exactamente que sabes de mujeres? Es decir… ¿Cuándo fue la última vez que te acostaste

con alguna?

EDUARDO: Bueno… yo siempre salgo con muchas, soy un hombre atractivo no me cuesta

conseguirlas, normalmente…

ANTONI: ¡No te hagas el desentendido, habla! La pregunta es fácil: ¿Con cuantas follas?

EDUARDO: (nervioso) Con muchas…

DANIEL: ¿Y cuantas terminan satisfechas? (sonriendo con malicia) Porque siempre que

traes alguna al apartamento se van a la media hora… nunca he visto a ninguna que se quede

hasta el amanecer.

EDUARDO: (nervioso) ¿Y eso qué?

ALFONSO: ¡Ya muchachos, eso es tema delicado!

MAURICIO: ¡Déjalos, quiero ver a donde quieren llegar!

ANTONI: ¡Yo te diré por qué no se quedan! ¡Porque ese canario no canta! (se ríe malicioso)

DANIEL: ¿Y exactamente de que ríes tú?


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ANTONI: ¿Qué vas a decir de mí? ¡A mí si se me levanta y aparte le meto a todo! ¿Quieres

demostración?

DANIEL: Yo no… pero seguro Mauricio si quiere… porque todos conocemos tu cable

pelado con él, no me importa mucho realmente, el problema es que mientras te la pasas

vociferando que le metes a todo, que puedes con todo y que eres el más malo… resulta que

arrugas cuando te piden cosas específicas como con la jefa, (venenoso) aparte que más de un

cuento hay de alguna clienta, que te ha contactado borracho y que has terminado llorando en

el borde de la cama diciendo el nombre de Mauricio.

MAURICIO: (molesto) Eso es nuevo… ya que sabes tanto Daniel ¿Qué tienes que decir de

mí? Aparentemente tienes algo que decir de todos…

DANIEL: ¡Pues fíjate que sí!

MAURICIO: ¿Te vas a quejar que soy gay?

DANIEL: ¡En parte, pero no porque te gusten los hombres!

MAURICIO: ¿Y entonces?

DANIEL: Ser gay y trabajar como estriper femenino es tan absurdo como… (señala a

Alfonso) como ser evangélico, estriper y virgen…

ALFONSO: ¡Yo no le veo nada de malo! ¿Qué tiene que ver eso con nuestro trabajo?

DANIEL: ¡Que no importa la rutina que hagamos! ¡Seremos el mismo grupito incapaz de

animar a las mujeres porque o no nos gustan, no se nos para, no nos deja nuestra religión o

el amor nos tiene mal!

Se vuelve a servir un trago y se deja caer en el sillón mientras se sonríe con toda malicia.


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MAURICIO: Supongo que tú eres perfecto… ¿No? ¿Y tú?

DANIEL: Sencillo… lo hago porque me gusta, me gustan las mujeres sin ninguna

complicación, me gusta que me adulen y me gusta el dinero fácil.

MAURICIO: ¿Y nada tiene que ver que tengas dos hijos que te dejó la única mujer con la

que te casaste?

Se levanta y le da al trago a uno de los muchachos, asume postura de confrontación.

DANIEL: ¡Mis hijos están con sus abuelos y viven bien, porque su padre no anda con

remordimientos! En cuanto a su madre… se le quiso y hasta ahí, ella se fue y cada quien

continuó su camino, no hay misterios.

MAURICIO: Asumo que, si tienes iniciativa para criticar, entonces la tendrás para darnos

una solución, porque a según tú nada de esta rutina sirve… ¿O me equivoco?

DANIEL: Dejemos algo en claro… tengo el derecho a criticar todo lo que me dé la gana,

porque no tener una idea no hace que tu idea sea menos ridícula e ineficiente, pero sí, si tengo

una para suerte tuya.

MAURICIO: Ya que es así, ilústranos con tu sabiduría.

Escena V

Daniel recupera su trago, bebe fondo blanco y toma a Alfonso y lo lleva al centro.

DANIEL: Nosotros no podemos crear una rutina y hacer que las mujeres en verdad nos

deseen, si no tenemos seguridad, si no deseamos hacer esto y no nos divertimos. Lo ideal

sería que nos gustaran las mujeres a todos (a Mauricio con sonrisa chocante) pero todo no

es perfecto, así que hay que trabajar con lo que hay.


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ALFONSO: ¿Y que tengo yo que ver con eso?

DANIEL: ¡Tú calla que tu opinión no es importante aquí!

ALFONSO: Ok… por eso digo que no dije nada.

DANIEL: Así que hagamos el cuento corto, quítate la ropa Alfonso.

ALFONSO: ¿Qué yo qué?

DANIEL: ¡Quítate la ropa y deja la paja! ¡Eres un estriper, ensériate!

ALFONSO: ¡Esta bien, ya me la quito! ¡Pero que conste que lo hago por un bien mayor! Yo

tengo pudor…

DANIEL: ¿Y bien?

ALFONSO: ¿Cómo que bien? ¿Qué espera que haga? ¡Mas bien tengo frío… y penita!

DANIEL: ¡Que bailes muchacho pendejo!

ALFONSO: ¿Aquí? ¿En frente de ustedes?

ANTONI: ¿En dónde más? ¿En una iglesia?

EDUARDO: ¡Baila sin pena, que estamos entre panas! ¡Como cuando te frotas con tu chica!

ALFONSO: ¡Pero eso lo hago con ropa!

MAURICIO: ¡Pero en el local lo haces en tanga, lo que es estar casi desnudo!


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ALFONSO: ¡Pero yo lo hago por un tema profesional! Aparte, que sin mi tanga de la suerte

yo no puedo practicar…

DANIEL: ¿Tu tanga de la suerte?

ALFONSO: ¡Sí, mi tanga de la suerte! Yo tengo una tanga que solo uso en privado, con la

cual practico siempre frente al espejo antes de cualquier presentación… de lo contrario no

me atrevo a bailar.

DANIEL: ¡Anda a ponértela! ¡Eso sí! Dejas una música puesta y cuando salga quiero que

salgas haciendo un número, bailando algo que siempre has querido, algo que de verdad te

mueva el espíritu y el cuerpo. Y no las porquerías que siempre hacemos en el local…

Alfonso se va rápidamente, los muchachos esperan impaciente e incomodos.

DANIEL: ¿Ya?

ALFONSO: ¡Ya casi!

DANIEL: ¿Todavía?

ALFONSO: ¡Un momento, es que no se acomoda la trompa!

DANIEL: ¿La que cosa?

Las luces se vuelven tenues, comienza a sonar el tema musical “I like big Butts”, Alfonso

entra en medias y con una tanga rosada con forma de elefante, deslizándose sobre sus

medias. Comienza a bailar desaforadamente y muy feliz moviendo enérgicamente su trasero.

Tras unos breves momentos Mauricio rompe en carcajadas descontroladas y se detiene la

música. Los muchachos intentan contener las risas.


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MAURICIO: ¿Es en serio?

ALFONSO: (apenado) No te burles… siempre he querido bailar esta canción ¡Por eso les

dije que no quería hacer esto!

MAURICIO: ¡No vale, no me mal entiendas! ¡Es lo más ridículo y genial que he visto!

Desde la canción hasta tu tanga son toda una expresión tuya… las mujeres se volverán locas

con un virgen tan simpático y enérgico.

ALFONSO: ¿En serio?

DANIEL: ¡Claro que es en serio! A eso me refería… esto es tu verdadero yo, esto es lo que

quiere el público, quiere ver al virgen atractivo que baila despreocupado, que baila feliz y sin

vergüenza de ser virgen, o evangélico o lo que sea… eres el chico inocente ¡Es perfecto!

¡Deberíamos subastarte!

ANTONI: ¡Eso sería tremenda idea! Ya imagino a ese montón de mujeres vueltas locas,

gritando desesperadas por ganarse la noche a solas con el chico virgen… señores, preparen

sus cuentas bancarias.

DANIEL: ¡Ahora vamos contigo! (señalando a Mauricio)

MAURICIO: ¿Conmigo? ¿Tan pronto?

DANIEL: ¡Sí, contigo! ¿Tú no querías que diera soluciones? ¡Aquí están las soluciones! ¡A

colaborar ahora, sin protesta!

EDUARDO: (burlón y despectivo) ¿Y que vas a bailar? ¿Vougue?

Eduardo y Antoni se ríen en complicidad mientras se chocan de manos.


24

MAURICIO: (a Daniel) ¡Esta bien, me parece justo lo que dices! (a Antoni y Eduardo) Solo

aclaremos algo par de dos… tú, Antoni, no tienes mucho que opinar porque aquí el que llora

al frente de las clientas en la esquina de una cama mencionando el nombre mío eres tú;

respecto a ti Eduardo… a mi se me levanta… sin complicaciones.

Alfonso y Daniel tosen de manera exagerada en forma de burla hacia Eduardo y Antoni.

ANTONI: (molesto) ¡Despecho todos tenemos! ¡Y por lo menos aquí todos saben que yo le

meto a todo lo que respire! ¿Qué culpa tenemos nosotros que ocultes que eres marico?

MAURICIO: ¿Es que ser bisexual te hace más hombre? Por eso es que te vas a quedar

llorando solo en la esquina de una cama… yo no oculto nada, sencillamente no me da la gana

de andar pregonándolo ¿Exactamente que vas a hacer con mi vida sexual? ¿Pagarme el hotel?

Si tanto interés tenías podías haberme preguntado, yo te lo decía clarito, porque lo que está a

la vista no necesita ser explicado… y si lo de “Vouge” es para burlarte de que pueda o no ser

afeminado, que te quede claro, aquí el marico como dices tú, soy yo… ¡Es más, voy a bailar,

pero algo mucho mejor! Así aprendes una que otra cosa sobre lo que significa ser hombre y

ser sensual, lo que te falta es picar el cambur con la mano… ¡Mister seguridad masculina!

Mauricio se marcha sonriente, desafiante y dándole un golpecito en el pecho a Antoni.

Esperan unos momentos, las luces se atenúan y cuando se avivan, suena “Touch Me

(Kazaky)” Mauricio se encuentra vestido de pantalón de cuero negro, tirantes sin camisa y

tacones.

Culmina la breve coreografía, Antoni y Mauricio se ven sonriente en actitud de coqueteo

disimulada. Alfonso y Daniel aplauden.

EDUARDO: ¡Chamo, discúlpame! ¡En verdad no sabía que podías hacer eso! Yo no quería

llamarte…

MAURICIO: ¿Maricón?


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EDUARDO: Eso… disculpa, fui un idiota.

MAURICIO: No pasó nada… los amigos se disculpan, que yo sea gay no define lo que soy

capaz, así como mi trabajo no dice quién soy… mis clientas saben que me gustan los hombres

e igual van a verme porque les agrada como bailo, como soy y como las trato.

DANIEL: Bueno, bueno, bueno… se acabó el discurso motivacional, déjalo para cuando

trabajen en Herbalife, vamos Eduardo que te toca a ti.

EDUARDO: ¡Pero es que yo no tengo media idea de que hacer!

DANIEL: ¿Nada? ¿Ninguna rutina que siempre hayas deseado? ¿Ves tanta porno y ni una

sola idea por más perversa que sea?

EDUARDO: ¡Ni una!

ANTONI: ¡Tas jodido!

ALFONSO: ¡No digas eso! Es cuestión de ayudarlo… yo sé que hay que hacer en estos

momentos.

Alfonso trae el sofá al centro, recuesta a Eduardo que se deja llevar.

ALFONSO: ¡Respira! ¡Piensa en algo agradable! ¡Lo que tú quieras!

EDUARDO: ¿Algo como qué?

ALFONSO: Cualquier cosa sirve… un río que corre, unos pájaros que cantan, el fluir

cósmico del universo, el movimiento de las estrellas, el reverberar de las estrellas con la llama

púrpura…


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LOS MUCHACHOS: ¿El qué?

ALFONSO: ¡El reverberar de las estrellas con la llama púrpura! ¿Nunca lo han escuchado?

DANIEL: Ehhhhhhh… noooo…

MAURICIO: Yo creo que deberías probar con otras cosas… menos profundas.

ANTONI: ¡Por favor! Me duele la cabeza de tratar de imaginar eso…

ALFONSO: ¡Ok! A ver… ¿Qué imagen te viene a la mente?

EDUARDO: Es que no veo nada…

ALFONSO: ¡Esfuérzate! ¡Yo sé que puedes! ¡Es más, te ayudaré canalizando mis energías

cósmicas en ti!

EDUARDO: ¡Creo que ya comienzo a sentir la energía cósmica!

ANTONI: ¿En serio?

ALFONSO: ¡Silencio, esto es un proceso delicado! El ruido puede desajustar sus chakras y

permitir que lo posea un anunaki.

MAURICIO: ¿Un anunaki?

ALFONSO: ¡Sí, una raza superior del octavo plano que maneja las energías de los chakras

y que buscan pasar a nuestro plano!

DANIEL: Ok…. Alguien ha rezado más de la cuenta….


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EDUARDO: ¡LO TENGO! ¡YA LO TENGO! ¡Ya sé que es lo que más me gusta en esta

vida! ¡Lucha de gordas negras lesbianas sobre mostaza!

ALFONSO: (confundido) Ok… concéntrate… supongo que eso funciona… creo…

EDUARDO: ¡Ya vengo! ¡Esperen aquí! ¡Será genial!

Eduardo se retiran, los muchachos esperan preocupados. Comienza a sonar “Ice Cream

Truck (Cazwell)” acto seguido Eduardo sale vestido con un bóxer de color estridente, una

chaqueta de color estridente, un gorro animal, zapatos deportivos y un helado que usa para

una breve coreografía.

EDUARDO: ¿Y bien? ¿Qué tal? ¿Les gusto?

MAURICIO: Eh… sí, es bastante…

DANIEL: Particular…

ALFONSO: Expresa muy bien… tu personalidad.

ANTONI: Yo no puedo evitar preguntar… ¿Qué tiene que ver la película de la mostaza con

lo que bailaste?

EDUARDO: ¡Es de mostaza! ¿Nunca han probado el helado sabor a mostaza? ¡Es lo mejor

del mundo! ¿Quieren?

LOS MUCHACHOS: ¡Deje así!

DANIEL: (esquivo) ¡Mejor pasemos a la siguiente rutina! Hemos hecho grandes avances…

no deberíamos entretenernos, mira que queda trabajo y debemos conseguir un número para

esta noche o nos quedamos sin trabajo.


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ALFONSO: ¡Eso es cierto, Dios nos ampare!

MAURICIO: Yo creo que solo falta Daniel y Antoni…

ANTONI: ¿Quién pasa? ¿Tú o yo?

DANIEL: ¡Deja, yo paso!

EDUARDO: ¡Esta bien! ¡Jódanse, más helado para mí! ¡Ustedes se lo pierden! Sabor a

mostaza no se consigue todos los días…

MAURICIO: Gracias a Dios….

ANTONI: ¡Déjate de vainas que yo paso contigo! No vaya a ser que saque un helado de

pica-pica…

Los muchachos esperan por unos instantes, Antoni y Daniel salen vestidos con mono,

sudadera de capucha, gorra y sin camisa dejando ver el abdomen y bailan al ritmo de “Pum

It (The Black Eyed Peas)”

MAURICIO: ¿Y de cuando acá ustedes tienen esa coordinación?

DANIEL: Yo no necesitaba que Victoria nos amenazara para saber que ya aburríamos… así

que preparé esto con Antoni, es bailarín.

EDUARDO: ¡Era, antes que se lesionara! Cuando estaba en una compañía de baile y daba

clases como profesor… me lo contó una noche que no estaban y lo conseguí bailando,

amanecimos bebiendo y me mostró fotos… me hizo prometer que no dijera nada, pero ya no

tiene sentido guardar el secreto.

ALFONSO: Entonces por eso terminaste trabajando para Victoria…


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ANTONI: (apenado) Prefiero no hablar de eso… quedó en el pasado, ahorita soy esto que

ven. ¡Mejor continuemos, que falta mucho!

MAURICIO: (Sonriente y coqueteando) No tenía idea que tenías ese talento, te juzgué mal,

me dejé llevar por las palabras de Daniel… y lo que todos pensamos de ti normalmente

¿Quizás algún día me puedas enseñar algunos movimientos o salir a practicar alguna

coreografía… juntos?

Eduardo, Alfonso y Daniel se les quedan mirando sonrientes y comienzan a toser llamando

su atención rompiendo la nube personal de Antoni y Mauricio, estos se percatan que los

están viendo y mientras se ríen se intentan hacer los desentendidos.

MAURICIO: ¡Mejor seguimos ensayando!

ANTONI: ¡Eso es buena idea! ¡Hay que aprovechar el tiempo!

Escena VI

Suena el timbre. Extrañados, uno de los muchachos abre la puerta. Entra Victoria acelerada,

pasa directo al bar, se sirve un trago y bebe fondo blanco, sirve un segundo trago y fondo

blanco nuevamente, se sirve un tercer trago y Mauricio la detiene. Victoria se le nota

notablemente estresada y molesta.

MAURICIO: ¿Y si dejamos licor para más tarde y nos cuenta que pasó?

VICTORIA: ¡Que estamos jodidos! ¡Esos es lo que pasó!

ANTONI: ¿Cómo por qué? Porque recuerdo que aquí si alguien estaba yendo para mal,

éramos nosotros…

VICTORIA: ¡Me gusta como lo dices! ¡Eran ustedes! Pero resulta que ahora somos todos…

incluyéndome. No solo ustedes quedarán en la calle… sino que yo también.


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MAURICIO: ¡Si tienes la decencia de explicarnos podrías entender!

DANIEL: (a Victoria) ¡Que dejes de hablar paja!

VICTORIA: ¡Que sucedió lo peor que puede pasar en este negocio y más en país como este!

ALFONSO: (preocupado) ¿Y eso es?

VICTORIA: ¡Que llegue la amante de un ministro con sus guardias y quieran una fiestita

privada para ella y sus amigas! ¡Pero sin intenciones de pagar y amenazándote de cerrar el

local!

EDUARDO: ¿Y tú no tienes papeles y todo legal?

VICTORIA: ¡Como si le importaran! ¡Es la amante de un ministro! ¿Qué demonios le puede

interesar si tengo los papeles en regla? ¡Eso me quedó bastante claro cuando me los rompió

en la cara! ¿O es que tú te crees que soy estúpida y tengo dos días en este negocio?

MAURICIO: ¿Pero no hay nada que podamos hacer?

VICTORIA: Claro que sí… ¡Derrotarlos con el poder del amor y la justicia! ¡Ya sé, una

mejor! ¡Hacer una marcha pacífica con pancartas exigiendo nuestros derechos y

denunciándolos por los canales regulares! ¡Estúpido! ¡Parece que no vivieras en este país!

¡Por eso son estripers y no otra cosa en su vida!

DANIEL: (venenoso) Y tú la que contrata los estripers…

VICTORIA: Mejor cállate, que no estoy para tus impertinencias, te recuerdo que tú y el

resto de tus amiguitos ya tienen un pie en la calle, y si a mí me quitan el local, ustedes

terminan en la calle sí o sí. Porque venderé este cochino apartamento para montar otro local,


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así sea de empanadas, mientras ustedes deberán regresarse con el rabo entre las patas a sus

pueblos…

MAURICIO: ¿Y aparte de recordarnos lo que ya sabíamos cuál es la otra parte que no nos

has contado? ¡Porque shows privados ya hemos hecho! ¿Cuál es la novedad?

VICTORIA: ¡Que quieren un numerito para ella solas, algo que no se presente en el local!

Sin contar… que deben estar dispuestos a todo… y cuando dijo todo, se refería a todo… (a

Alfonso) ¿Escuchaste tú, el virgen?

ALFONSO: Yo… yo… yo… ¡Yo no puedo hacer eso! ¡Ustedes lo saben bien! ¡Yo le

prometí a mis padres llegar virgen al matrimonio!

EDUARDO: ¿Pero al menos están buenas y son jóvenes?

VICTORIA: ¡JA! ¡Quisieras tú! No mi cielo, son todas amantes… de vieja data, de esas que

tienen más de cuarenta y que se operaron las tetas. Capaz habrá una que otra carajita… pero

lo dudo, así que ve cómo vas a resolver tu problema con el canario, porque esta noche te toca

hacerlo piar.

LOS MUCHACHOS: ¡¡¡¿ESTA NOCHE?!!!

VICTORIA: ¡Sí, esta noche! Así que se me ponen los pantaloncitos… tú ve haciéndote la

idea que ya no eres virgen, tú ve como demonios lograrás que te gusten las mujeres y tú como

logras hacer piar al canario. En cuanto a ustedes dos, no me decepcionen… en especial tú

Daniel, que crees que soy estúpida y que no me doy cuenta que igual te acostabas con las

clientas por fuera del local para no darme ganancia. Eso o los echo a la calle. Ustedes escogen.

Los muchachos se quedan en silencio incomodo por unos segundos. Se pasean de un lado

al otro mientras Victoria indolente se revisa las uñas, los muchachos discuten de manera

desorganizada, comienzan a hablar entre ellos. Mauricio se acerca a Victoria.


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MAURICIO: ¡Esta bien Victoria, nosotros lo haremos!

VICTORIA: (sincerándose) ¿Seguros? No hay lloraderas después… quiero que estén claros

que una vez que estemos allá no se pueden arrepentir. Yo a ninguno los he engañado nunca,

y puedo parecer una desgraciada, porque a veces lo soy… pero jamás podrán decir que les

mentí sobre lo que se hacía y se debía hacer. Mira… yo no tengo dos días aquí y hecho de

todo para forjar lo poco que ven, no es la vida que soñaba, yo quería ser arquitecta y lo único

que logre diseñar fue un local para que chicos como ustedes lograsen algo… en donde todos

saliésemos ganando. No tienen por qué creer en mí, pero ayúdenme a salvar mi local… es lo

único que tengo.

MAURICIO: Nosotros te ayudaremos… eres todo eso que dijiste y más, pero nos diste

trabajo y alojo cuando nadie más, y al menos respetaste por un buen tiempo que no

deseábamos acostarnos con nadie… pero quiero que quede claro que al menos Alfonso,

Eduardo y yo nos retiraremos después de esta noche, no importa como termine.

VICTORIA: Me parece justo.

MAURICIO: Y una sola condición… por favor, intenta persuadir a tu clienta, inventa algo

de las tuyas para que Alfonso no se vea obligado a que su primera vez sea algo como eso,

más si se va a casar, no necesitas creer en el matrimonio para entender que ese es su sueño…

y los sueños si no lastiman, se respetan.

VICTORIA: No les garantizo nada… pero haré todo lo que esté a mi alcance, pero igual

prepárenlo para lo peor…

Suena el celular de Victoria quien al ver la pantalla se muestra incomoda y ríe nerviosa.

VICTORIA: ¡Ministro… que encantadora sorpresa! ¿A que se debe el gusto? ¿Molestarme

por la visita de su señora? ¡Para nada! Es una mujer de lo más encantadora… No se preocupe

por los papeles, esos se renuevan, son papeles después de todos ¡Solo fue un mal entendido,


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más bien que ella me disculpe a mí! ¿Qué repondrá mis papeles y habrá pago? ¡No era

necesario! ¡Cambiaron los planes! ¿Ajá? ¿Entonces decidieron unir el cumpleaños del

general con la celebración de su señora? ¡Me parece una estupenda idea! ¡Por supuesto que

puedo brindarle entretenimiento especializado! ¿Exactamente que requiere? ¿Ok…? ¿Ajá…?

Entiendo… creo tener lo que busca, por suerte para usted y ¡PARA ELLOS! Tengo dos

chicos capacitados para brindarle satisfacción a esos dos oficiales; respecto a las chicas más

reservadas tengo un show indicado para ellas ¡De edición limitada! Se llama “¿Quién da más

por el virgen?” es que tengo un chico, que por difícil que parezca, aparte de ser bello es

virgen… así que podemos subastarlo para que la ganadora se deleite con su compañía sin

ningún tipo de insinuación sexual, los otros dos chicos se ocuparan de las demás damas más

animadas y por supuesto que yo personalmente lo atenderé a usted y a sus hermanos…. (risa

incómoda) y respecto al pago… ¿Cómo cuánto será?

Victoria pega un grito de sobresalto mientras se agarra el pecho de forma exagerada, se

desmaya y los muchachos la sostienen. Le echan aire entre varios. Mauricio toma el teléfono

para culminar la llamada.

MAURICIO: ¡Disculpe, Victoria tuvo un percance! Soy uno de los muchachos del show…

¿Ajá?

Mauricio escucha por el teléfono mientras se sostiene del minibar y va cayendo de rodillas

lentamente como conteniendo un desmayo o infarto. Tranca la llama y grita eufórico.

MAURICIO: ¡Somos jodidamente ricos y en euros!

Mauricio agita a Victoria por los hombros, esta recupera la consciencia y este le da un beso

en la boca.

MAURICIO: ¡Te amo malvada bruja! ¡Eres lo máximo! ¡Somos jodidamente millonarios!

DANIEL: ¿Pero qué pasa? ¿De cuánto dinero estamos hablando?


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Victoria le dice el monto al oído a Daniel.

DANIEL: ¡SANTISIMO DIOS! ¡ALABADO SEAS!

ALFONSO: ¡No profanes el nombre de Dios en vano! Mira que tú no eres creyente, eso es

como mencionar el nombre del maligno…

Daniel le dice el monto a Alfonso mientras habla.

ALFONSO: ¡Por los cuernos y pesuñas de Satanás!

EDUARDO: ¿No veo cual es la emoción?

ANTONI: ¡Seguro son dos lochas!

Mauricio le hace señas a ambos para que se acerquen, le dice el monto al oído y se quedan

perplejos. Antoni se sienta en el piso, mientras Eduardo abraza a Victoria quien con ojos

saltones y sonrisa en el rostro le habla.

VICTORIA: ¿Eduardo que ese paquete que siento?

EDUARDO: Eso preciosa… ¡Es la emoción que despertó al águila cazadora! No te pierdas

después del show que yo si te voy a dar lo que Antoni no pudo…

Eduardo la baja, Victoria se muestra coqueta y sonriente, Eduardo la nalguea.

VICTORIA: Bueno muchachos… vamos a enfocarnos, sé que todos estamos emocionados,

pero hay que practicar, ese dinero no se va a ganar solo. Esperen aquí.

Victoria se retira, pasan unos instantes y regresa con un traje de conejita playboy. Las luces

se apagan, se vuelven a encender y comienzan a bailar a ritmo de “Gangnam Style (Psy)”


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FIN

Baila, desnúdate o te vas - halflyn.files.wordpress.com · ... creo que el ensayo comenzará...

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