Baltazar

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EL ARTE Y SU FUNCIÓN SOCIAL EN LA PRODIGIOSA TARDE DE BALTAZAR DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ El compromiso social del escritor latinoamericano ha sido uno de los temas de discusión y gran controversia, no sólo en la crítica literaria de los últimos años, sino también en todo el ámbito intelectual del mundo hispánico. Literatura comprometida o literatura arte. Literatura con un mensaje social y político o literatura con un fin artístico y literario. En esencia, son éstos los dos extremos del dilema al que se ven enfrentados tanto los escritores como los demás artistas al producir sus obras. La solución a este dilema tiene que ver con su respuesta personal a la pregunta de si su compromi- so con su obra de arte, sea literaria, pictórica, escultórica, debe ser con su sociedad o con su arte. García Márquez nos propone su solución a este dilema en el cuento La prodigiosa tarde de Baltazar, al plantearnos su peculiar interpretación del proceso y función de la obra de arte en la sociedad. Este artículo pretende sustentar la afirmación anterior, con un análisis de la estructura y tema encerrados en este cuento. En este análisis, veremos cómo la estructura narrativa en la que el autor ha organizado la acción, está intrínsecamente relacionada con el tema, en el sentido de que ella sirve de esquema orientador en la interpretación de la temática que el Nobel colombiano desa- rrolla con esta historia. Consecuentes con lo anterior y para comenzar, pensamos que la trama está estructurada en cuatro partes, en las que el autor va desarrollando progresivamente los elementos cons- titutivos de la temática del cuento:

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  • EL ARTE Y SU FUNCIN SOCIAL ENLA PRODIGIOSA TARDE DE BALTAZAR

    DE GABRIEL GARCA MRQUEZ

    El compromiso social del escritor latinoamericano ha sidouno de los temas de discusin y gran controversia, no sloen la crtica literaria de los ltimos aos, sino tambin entodo el mbito intelectual del mundo hispnico. Literaturacomprometida o literatura arte. Literatura con un mensajesocial y poltico o literatura con un fin artstico y literario.En esencia, son stos los dos extremos del dilema al que seven enfrentados tanto los escritores como los dems artistasal producir sus obras. La solucin a este dilema tiene que vercon su respuesta personal a la pregunta de si su compromi-so con su obra de arte, sea literaria, pictrica, escultrica, debeser con su sociedad o con su arte.

    Garca Mrquez nos propone su solucin a este dilemaen el cuento La prodigiosa tarde de Baltazar, al plantearnossu peculiar interpretacin del proceso y funcin de la obrade arte en la sociedad. Este artculo pretende sustentar laafirmacin anterior, con un anlisis de la estructura y temaencerrados en este cuento. En este anlisis, veremos cmola estructura narrativa en la que el autor ha organizado laaccin, est intrnsecamente relacionada con el tema, enel sentido de que ella sirve de esquema orientador en lainterpretacin de la temtica que el Nobel colombiano desa-rrolla con esta historia.

    Consecuentes con lo anterior y para comenzar, pensamosque la trama est estructurada en cuatro partes, en las que elautor va desarrollando progresivamente los elementos cons-titutivos de la temtica del cuento:

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    1. La fabricacin de una jaula por parte de Baltazar, elcarpintero del pueblo, considerada por todos como la msbella del mundo y por la que piensa cobrar 60 pesos segnla sugerencia de rsula, su mujer.

    2. La visita que el mdico del pueblo le hizo a Baltazarcon la intencin de comprarle la jaula para regalrselaa su mujer invlida y la negativa de ste pues la habahecho expresamente para Pepe Montiel, el hijo del ricodel pueblo, y con quien no haba arreglado ningn precio.

    3. La visita del Baltazar a la casa de los Montiel, para darlela jaula a Pepe y cobrarle el dinero a su padre, ChepeMontiel, y la negativa de ste de pagarle la jaula, seguidapor la subsiguiente oferta de Baltazar de regalrsela alnio con el pretexto de que "para eso la haba hecho".

    4. La celebracin de Baltazar con el pueblo debido a queellos crean equivocadamente que l le haba "sacado"sesenta pesos a Chepe Montiel, el cacique del pueblo,por la jaula; celebracin que termina al amanecer conBaltazar tirado en la calle, completamente borracho ydebiendo hasta lo que no tena.

    En la primera parte del cuento, un narrador omniscientedescribe cmo Baltazar, un carpintero de profesin, terminade construir una jaula de pjaros despus de dos semanas deintenso y arduo trabajo. El resultado es una obra que crearevuelo en el pueblo por su belleza. Toda la gente, incluyendolos nios, vienen a admirarla. El narrador, adems, haceuna descripcin de Baltazar en la que nos deja saber que nisiquiera saba que para algunas personas, la jaula que acaba-ba de hacer era la ms bella del mundo. Vara l, acostum-brado a hacer jaulas desde nio, aqul haba sido apenas untrabajo ms arduo que los otros. Antes de entregar su trabajo,Baltazar repos poco, ya que fue interrumpido varias vecespor sus vecinos, quienes queran que les mostrara la jaula.Mientras se viste y se afeita, dialoga con rsula, su mujer,sobre el precio que le va a pedir a Don Chepe Montiel.

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    Baltazar, no tiene ni idea de cunto le va a pedir y sugiere30 pesos. Su mujer le dice que debera pedir 60, ya que setrata de Don Chepe, un hombre rico, y adems, porque lse ha trasnochado mucho en estos quince das y es la jaulams grande que ha visto en su vida y los vale.

    Temticamente, se ve claro que Garca Mrquez, al co-menzar con la terminacin de una jaula, obra de un artesano,que por su belleza llama la atencin e impresiona a todala gente del pueblo, en particular, a un grupo que la conside-ra la ms hermosa del mundo, quiere mostrarle al lector loque l piensa que es el origen de una obra de arte. Con lo na-rrado en esta primera parte, el autor desarrolla la primera pie-za del tema y propone que el origen de una obra de arte vienedado, en primer lugar, por el impacto que sta tiene esttica-mente entre los miembros de una sociedad, impacto que esreafirmado por algunas personas, los crticos, como algo devalor esttico universal. La jaula u obra de arte es el resultadode una larga experiencia en lo que se hace y de un trabajoms arduo y dedicado. El valor monetario de la obra de arteno juega un papel embrionario en el proceso de produccinde la misma; ste no es uno de los motivos primarios delartista para realizarla. Esta ltima afirmacin la compruebaclaramente el dilogo que tienen rsula y Baltazar, al finalde la primera parte, antes de la visita del mdico del pueblo,en el que llegan a un acuerdo sobre el precio que le van apedir al rico del pueblo.

    En la segunda parte, el narrador nos cuenta que el doctorOctavio Giraldo, mdico del pueblo, habindose enteradode la noticia de la jaula, le hace una visita a Baltazar con laintencin de comprrsela para regalrsela a su mujer invliday a quien le encantaban los pjaros. Despus de describir lasdistintas partes de la jaula, que sigue en exhibicin en elcomedor de la casa, el narrador concluye con el comentariodel mdico de que pareca el modelo reducido de una gigan-tesca fbrica de hielo. El doctor, despus de examinarlacon cuidado, lleg a la conclusin de que esta obra deBaltazar era una aventura de la imaginacin, superior a

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    su prestigio, y mucho ms bella de lo que haba soado jamspara su esposa, por lo que decide llevrsela. A continuacin,se narra el dilogo que sostiene el doctor Giraldo con Baltazary rsula y que gira en torno a la negativa de Baltazar devendrsela porque estaba ya vendida a Pepe, el hijo de Che-pe Montiel, quien se la haba mandado a hacer expresamente.Ante esta negativa, el mdico le pregunt a Baltazar si Pepele haba dado un modelo; a lo cual le responde que no,que lo que le dijo era que quera una jaula para turpialesy que exactamente eso era lo que l haba hecho, con medidasbien calculadas y con el material apropiado. El mdico, sinperder la paciencia, le dice que si no le dio un modelo, quesi no le haba hecho ningn encargo preciso, que si lo nicoque quera era una jaula grande de turpiales, entonces queno haba ningn problema porque una cosa es una jaulagrande para turpiales y otra cosa es esta jaula. No entendien-do el razonamiento del mdico, Baltazar le responde que estajaula y la que haba mandado a hacer Pepe eran la misma yque por eso la haba hecho. Ante la insistencia del mdico,rsula sugiere que Baltazar puede hacer otra jaula si eldoctor Giraldo no tiene apuro. Como el mdico la querapara esa misma tarde porque se la haba prometido a sumujer, Baltazar se excusa con la afirmacin de que no podavender una cosa que ya estaba vendida. Aceptando por finque no puede comprarla, el mdico le pregunta que cuntole haban pagado por ella. rsula responde, sin ser verdad,que 60 pesos. El doctor, antes de irse, reafirma su apreciacinde la belleza de la jaula y comenta irnicamente que de todasformas Montiel era muy rico.

    En esta segunda parte de la trama, central en el desarrollode la temtica y constituida esencialmente por el dilogo entreBaltazar, su esposa y el doctor Giraldo en torno a la comprade la jaula por parte de este ltimo, Garca Mrquez nosdefine la naturaleza de la obra de arte. Primero nos dice quetoda obra de arte es un modelo reducido de nuestros sueose ilusiones, metafricamente es un modelo reducido de esa"gigantesca fbrica de hielo" que es nuestra imaginacin, segn

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    el universo simblico del autor de Cien aos de soledad.Para l toda obra de arte es esencialmente una aventura de laimaginacin. En segundo lugar, nos dice que toda obra dearte es nica en su naturaleza porque, por un lado, es originale individual; o sea, no tiene un modelo previo y el artista,al hacerla, le imprime su propia individualidad, ya que tienelas medidas bien calculadas por l; y adems, por otro lado,porque es irrepetible y tiene un fin determinado y especficoque es lo que le da su origen en primer lugar. Por eso, Balta-zar no puede hacer otra, aunque el doctor espere, pues seraotra jaula y no esta jaula, que es la que hizo para el niode los Montiel.

    A la par con la definicin de la obra de arte, Garca Mr-quez nos presenta al artista como un hombre sincero y honestoque mantiene su palabra. El artista ante todo tiene que serhonrado consigo mismo y con los dems; tiene que ser sincerocon su arte. Si se prometi hacer algo guiado por su genialindividualidad, lo cumple a toda costa, incluso a costa de unbeneficio econmico, a costa de los 60 pesos o ms queel mdico le hubiera dado a Baltazar a cambio de la jaula.Esta honestidad y sinceridad, junto con su genialidad artsticalo hacen sobresalir como un elemento importante en las rela-ciones de clase en la sociedad, en particular, en las relacionesde poder, como se ver en la siguiente parte del cuento.

    Al comienzo de la tercera parte, el narrador da una brevepero penetrante descripcin de Jos Montiel, como un hombreque "no era tan rico como pareca, pero que haba sido capazde todo por llegar a serlo", y en cuya casa no haba nada,ni siquiera un "olor que no se pudiera vender". Despus dela siesta, llega Baltazar con la jaula mostrando la actitudhumilde y decorosa del pobre cuando est frente a un rico.A pesar de que "Baltazar no era un extrao en la casa de losMontiel", pues les haba prestado sus servicios de carpintero,"nunca se sinti bien entre los ricos. Sola pensar en ellos, ensus mujeres feas y conflictivas, en sus tremendas operacionesquirrgicas, y experimentaba siempre un sentimiento de pie-dad". La mujer de Chepe, admirada por la cosa tan maravillo-

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    sa que trae, hace pasar a Baltazar a la sala indignada por lamultitud que haba venido con l.

    Con la narracin de lo que pas en la casa, y que cons-tituye estructuralmente el climax narrativo, el autor defineel significado central del tema que quiere tratar con esta histo-ria. La mujer de Chepe le dice a Baltazar que Pepe esttodava en la escuela y sin dejar de admirar la jaula, llamaa su marido para que la vea. ste se asoma a la ventana deldormitorio y mientras se termina de arreglar pregunt quera eso, refirindose a la jaula. Ante la respuesta de Baltazarde que era la jaula que Pepe le haba mandado a hacer, ChepeMontiel llama a Pepe con un grito que sorprende a su mujery que hace que Baltazar sienta vergenza. Cuando el nioapareci, lo toma por los cabellos para que lo mire y lepregunta que si l haba mandado a hacer eso. Ante la nega-tiva del chiquillo de responder y despus de soltarlo por insis-tencia de su mujer, Chepe se volvi a Baltazar con unaexpresin exaltada y le dijo: Lo siento, Baltazar, pero hasdebido consultar conmigo antes de proceder. Slo a t se teocurre contratar con un menor. Mientras recobraba su sere-nidad, tom la jaula y, sin mirarla, le orden que se la llevaray tratara de vendrsela a quien pudiera; pero sobre todo, lepidi que no le discutiera porque el mdico le haba prohibidocoger rabietas.

    La narracin, a partir de este momento, adquiere unamayor tensin dramtica con la pataleta que Pepe, nio con-sentido y mimado de doce aos, les hace ante la negativa desu padre de comprarle la jaula y que da comienzo al desenlacedel climax narrativo: El nio haba permanecido inmvil,sin parpadear, hasta que Baltazar lo mir perplejo con lajaula en la mano. Entonces emiti un sonido gutural, comoel ronquido de un perro, y se lanz al suelo dando gritos.El narrador aade casi inmediatamente que El nio chillabasin lgrimas mientras su madre lo sostena por las muecas.Este prembulo predispone y lleva al lector al desenlace narra-tivo: Baltazar decide darle la jaula al nio para que dejarala pataleta, con el pretexto de que de todas formas l la haba

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    hecho expresamente para regalrsela a Pepe. Esta accingenerosa, vista por Chepe Montiel como un insulto, produceuna furiosa reaccin en l y, desde el centro de la sala, legrita: Estpido... llvate tu cacharro. Lo ltimo que mefaltaba es que un cualquiera venga a dar rdenes en mi casa.Carajo!

    Garca Mrquez presenta en esta tercera parte, tem-ticamente central, la relacin entre ricos y pobres como unainevitable relacin econmica que conlleva una consecuenterelacin de poder de una clase sobre la otra. Una relacinde poder entre la clase que tiene, representada por ChepeMontiel, cacique econmico del pueblo, y la que no tiene: elpueblo que est presente a travs de toda la narracin y queen multitud acompaa a Baltazar a la casa del rico. En estemomento, el autor nos presenta a Baltazar como elementomediador entre las dos clases, elegido implcitamente por todospor su obra, por su calidad de artista. Para Chepe Montiel,la jaula es una- cosa, que se sale de su dominio. Es una obrasobre la cual l no puede tener ningn control a pesar detodo su poder econmico. Para l, a diferencia de todo el restodel pueblo, esta maravilla es un objeto sin valor alguno. Enel desenlace del climax narrativo se refiere a la jaula comoun trasto y un cacharro. Es un trasto, sin embargo que sir-vi para que un "cualquiera" estuviera fuera de su esferade poder por lo menos una vez en su vida. La jaula ha hechoposible que por lo menos una vez se hayan invertido lospapeles de dominador y dominado en el pueblo. Con estedesenlace Garca Mrquez, nos est mostrando que la obrade arte, sea literaria, escultrica, pictrica, etc., tiene una fun-cin social, implcita e inherente en ella, y de la que el artistaadquiere conciencia una vez realizada sta, como Baltazara quien recibieron con una ovacin en el saln de billar ypara quien hasta ese momento, pensaba, que haba hecho unajaula mejor que las otras, que haba tenido que regalrsela alhijo de Jos Montiel para que no siguiera llorando y que ningu-na de esas cosas tena nada de particular. Baltazar, hasta estepunto de la narracin, no es consciente todava del valor sim-

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    blico de la jaula en las relaciones sociales, ni de su funcinsocial como creador de la misma. Este darse cuenta serdesarrollado en la cuarta y ltima parte estructural del cuento.

    Pero luego se dio cuenta de que todo tena una ciertaimportancia para muchas personas, y se sinti un poco exci-tado. Con esta frase comienza el narrador esta ltima seccin,en la que hace explcita la concientizacin del papel que ly su jaula haban tenido para el pueblo en cuanto a la relacindel pueblo explotado con el cacique explotador. Al ser cues-tionado por alguien de si era cierto que le haban dado50 pesos, Baltazar minti diciendo que eran 60 lo que habarecibido por la jaula. Otro proclam su triunfo diciendo:Hay que hacer una raya en el cielo porque eres el nico queha logrado sacarle ese montn de plata a don Chepe Montiel.Aunque l sabe que esto es una mentira, Baltazar entiendeperfectamente, como todo verdadero artista, que su triunfoes simblico, que lo que l hizo con su jaula no es el obte-ner el beneficio econmico como piensan ellos, sino el haberpodido servir con su obra de instrumento para cambiar lasrelaciones de poder, el haber podido estar sobre el domina-dor y haberlo hecho verse y sentirse dominado. De ahsu fabuloso proyecto de mil jaulas de a sesenta pesos y despusde un milln de jaulas hasta completar sesenta millones depesos, para vendrselas a los ricos antes de que se mueran.Su fabuloso proyecto de un milln de jaulas para cambiarcon cada una de ellas las relaciones de poder entre el explo-tador y el explotado. De ah, paralela e implcitamente, lapropuesta de Garca Mrquez de que con ms arte, conun milln de jaulas, es posible cuestionar y alterar estas rela-ciones de poder, cualquiera que sea ste: poder econmico,como lo ejemplifica el cuento, pero que bien puede ser poltico,cultural o de cualquier otra ndole. Baltazar pens que vala lapena, aunque nunca hubiera bebido, celebrar esta concientiza-cin con el resto del pueblo, en el saln de billar y en elprostbulo, aunque perdiera desde el reloj hasta los zapatos yaunque terminara debiendo hasta lo que no tena, pero sinabandonar, eso s, el sueo ms feliz de su vida, sin olvidar

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    que ya se dio cuenta que l como artista poda, con su arte,tener una funcin social: servir de instrumento de esperanzade liberacin a un pueblo explotado y oprimido. Baltazarsimblicamente se emborracha con este descubrimiento delpoder de su arte y de la importante funcin social que losdos pueden tener en una sociedad. Y por esto, esa tarde fuepara l La prodigiosa tarde de Baltazar.

    Quisiera proponer a manera de conclusin un esquemadel desarrollo temtico de La prodigiosa tarde de Baltazar,paralelo al esquema que propusiramos al principio como laestructura narrativa del cuento, con el fin de mostrar que elanlisis temtico que hiciramos a lo largo de este artculo,est basado y depende esencialmente de la estructura narrativa;y que ambos anlisis, el estructural y el temtico, estn sus-tentados enteramente por el texto. Con las cuatro partes es-tructurales propuestas al principio de este artculo, el autordesarrolla, en el nivel simblico e implcito, el tema del papeldel arte y del artista en la sociedad, de la siguiente forma:

    1. Define que el origen de la obra de arte est en el gustoy juicio social, es decir, en el cdigo esttico imperanteel cual eleva o no una obra a la categora de arte. Es lasociedad la que decide en ltima instancia los cnonesde lo bello y lo artstico.

    2. Define la obra de arte como algo nico e irrepetible, ori-ginado primeramente en el talento individual y no enla recompensa financiera.

    3. Define el papel de mediador y crtico del artista y la fun-cin social de la obra de arte como instrumento de crticay cuestionamiento de la realidad social.

    4. Muestra que el artista tarde o temprano es conciente deeste papel crucial de mediador y crtico en las relacionesde poder entre los diferentes grupos o instituciones en to-da sociedad.

    SCAR FLREZUniversidad de Camberra (Australia)

    CampoTexto: THESAURUS. Tomo LII. Nms. 1, 2 y 3 (1997). scar FLREZ. El arte y su funcin social ...