Banys Nous (Traducido al castellano)

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AMICS DE L’ART ROMÀNIC FILIAL DE L’INSTITUT D’ESTUDIS CATALANS LAMBARD. Estudis d’art medieval. Volum VI – 1991- 1993. Barcelona. Institut d’Estudis Catalans. 1994 Victòria Mora: Els Banys Nous de Barcelona TRADUCCIÓN AL CASTELLANO (por Andrés D. López) Els Banys Nous de Barcelona Introducción El edificio de los Banys Nous, conocido por dibujos, plantas y descripciones, constituye un ejemplo único en Barcelona de una construcción civil de uso público en el siglo XII. Su construcción se puede incluir dentro de la corriente, (iniciada el siglo XI) de la vuelta de los baños públicos, del estilo oriental en tierras cristianas. Este hecho demuestra, por un lado, la influencia de las costumbres y las artes árabes, y por otro, la supervivencia de una tradición romana, visible tanto en el uso de los baños termales, de curación, como en la construcción de baptisterios paleocristianos, la piscina central, la cual recuerda a la del imperio romano, se ve repetida en el templo central de los baños medievales. La necesidad que la población judía tenía de unos baños, influirá también en el apogeo de estos edificios en Cataluña. La iglesia cristiana veía con malos ojos el uso de los baños públicos, los cuales consideraba como un lugar de diversión y de perdición, no únicamente por el hecho de bañarse, sino también porque eran un lugar donde, además, se cantaba, se bailaba, se comía y se divertían. Jacme Roig lo describe magníficamente en unos versos del Libre de les Dones. Lo que no se había visto con malos ojos fueron los baños privados, de higiene, recomendados por maestros ilustres como Arnau de Vilanova, y los baños termales, de curación donde era usual asistir, y que tan nombrados eran en Cataluña. La mala fama que tenían, ha llevado también a adjudicar la construcción y explotación de los baños a los judíos. Si bien es sabido en muchas ocasiones, los baños eran una insignia real, y a menudo eran arrendados a los cristianos, y se conservan ordenanzas para su uso que demuestran que no eran exclusivamente baños árabes o judíos o cristianos. El ser una insignia real, es decir, que dejaba unas rentas importantes al juez, es una de los motivos que explican la proliferación de los baños en contraposición a los consejos de la iglesia. Barcelona tuvo un edificio de estas características: los Banys Nous, nombre con el que van a ser conocidos desde poco después de su fundación. Una vez más hemos de reivindicar este nombre, enfrente del de Baños Árabes, con los cuales se van a bautizar por muchos autores a partir de Pujades. No es conocido entonces (principios del siglo XVII) el origen de los baños, nada más se ve un edificio de construcción oriental, con arcadas de herradura, pero ahora conocemos sus orígenes. Estado de la cuestión. No existe ningún estudio completo de los Banys Nous de Barcelona, las noticias son dispersas y generalmente repetitivas. No es mi intención hacer ahora un estudio exhaustivo de los baños, ya que no me ha sido posible la investigación de documentación nueva o inédita para ampliar lo ya conocido.

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Traducción al castellano del artículo escrito por Victòria Mora sobre "Els Banys Nous de Barcelona" (Los Baños Nuevos de Barcelona), utilizados como mikvé o baño ritual judío. Dicha construcción constituye un requisito indispensable en las proximidades de las sinagogas de las comunidades judías que habitaron nuestras ciudades.

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AMICS DE L’ART ROMÀNIC FILIAL DE L’INSTITUT D’ESTUDIS CATALANS LAMBARD. Estudis d’art medieval. Volum VI – 1991- 1993. Barcelona. Institut d’Estudis Catalans. 1994 Victòria Mora: Els Banys Nous de Barcelona TRADUCCIÓN AL CASTELLANO (por Andrés D. López) Els Banys Nous de Barcelona Introducción El edificio de los Banys Nous, conocido por dibujos, plantas y descripciones, constituye un ejemplo único en Barcelona de una construcción civil de uso público en el siglo XII.

Su construcción se puede incluir dentro de la corriente, (iniciada el siglo XI) de la vuelta de los baños públicos, del estilo oriental en tierras cristianas. Este hecho demuestra, por un lado, la influencia de las costumbres y las artes árabes, y por otro, la supervivencia de una tradición romana, visible tanto en el uso de los baños termales, de curación, como en la construcción de baptisterios paleocristianos, la piscina central, la cual recuerda a la del imperio romano, se ve repetida en el templo central de los baños medievales. La necesidad que la población judía tenía de unos baños, influirá también en el apogeo de estos edificios en Cataluña.

La iglesia cristiana veía con malos ojos el uso de los baños públicos, los cuales consideraba como un lugar de diversión y de perdición, no únicamente por el hecho de bañarse, sino también porque eran un lugar donde, además, se cantaba, se bailaba, se comía y se divertían. Jacme Roig lo describe magníficamente en unos versos del Libre de les Dones. Lo que no se había visto con malos ojos fueron los baños privados, de higiene, recomendados por maestros ilustres como Arnau de Vilanova, y los baños termales, de curación donde era usual asistir, y que tan nombrados eran en Cataluña.

La mala fama que tenían, ha llevado también a adjudicar la construcción y explotación de los baños a los judíos. Si bien es sabido en muchas ocasiones, los baños eran una insignia real, y a menudo eran arrendados a los cristianos, y se conservan ordenanzas para su uso que demuestran que no eran exclusivamente baños árabes o judíos o cristianos. El ser una insignia real, es decir, que dejaba unas rentas importantes al juez, es una de los motivos que explican la proliferación de los baños en contraposición a los consejos de la iglesia.

Barcelona tuvo un edificio de estas características: los Banys Nous, nombre con el que van a ser conocidos desde poco después de su fundación. Una vez más hemos de reivindicar este nombre, enfrente del de Baños Árabes, con los cuales se van a bautizar por muchos autores a partir de Pujades. No es conocido entonces (principios del siglo XVII) el origen de los baños, nada más se ve un edificio de construcción oriental, con arcadas de herradura, pero ahora conocemos sus orígenes.

Estado de la cuestión.

No existe ningún estudio completo de los Banys Nous de Barcelona, las noticias son dispersas y generalmente repetitivas.

No es mi intención hacer ahora un estudio exhaustivo de los baños, ya que no me ha sido posible la investigación de documentación nueva o inédita para ampliar lo ya conocido.

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Un repaso del estado de la cuestión, de las primeras informaciones donadas por Pujades hasta ahora, nos situará en la apreciación de un mismo edificio para diversos autores que en él se han fijado.

En el año 1609, Pujades describe sumariamente el edificio de los Banys Nous1

Isidor Bosarte

. Los puede ver y habla de ellos en el pasado, lo que hace pensar en que ya hacía tiempo que estaban en desuso. Se mienta también a los Banys Vells, y cita que hacía unos treinta años que aún había vestigios de estos baños.

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En el año 1806, Laborde

los visita y publica sus comentarios en el año 1786. Nos hace una descripción muy completa y dice textualmente: “…con todo (la casa de los baños), a mi me parece arábiga, no porque se haya hecho en tiempo de los árabes, sino porque su autor haya sido algún árabe de Granada, de Sevilla o de Valencia, que habiéndose distinguido en algunos Baños que hubiesen parecido bien, fuese llamado aquí por los Condes de Barcelona.”. Mencionar este fragmento de su Disertación porque creemos interesante esta afirmación que se hacen en la época de los condes por unos operarios árabes que ya habían construido otros baños.

3 los incluye en su Voyage; publica una planta, alzado y dibujos; pero añade, una descripción barroca, puede ser porque, tan entusiasta como era del arte árabe, el que veía en Barcelona. Veamos un detalle: “Este edificio es de una gran antigüedad y sólo puede ser atribuido a los moros, los cuales, como se quedaron poco tiempo en esta ciudad, la construyeron con prisas y sin darle esa perfección que hemos encontrado en edificios de las ciudades donde han hecho una estancia más larga.”. Vale decir que, en sus comentarios, Laborde habla primero de la lápida romana de Cecilius Optatus, y llega a la conclusión que la costumbre de iluminar los baños perdura, y dos calles de la ciudad no han perdido el nombre. Se mienta también que, según la tradición (¿cuál?), la sala era pavimentada de mármol y las losas fueron arrancadas para ponerlas en la iglesia de Betlem.4

En el año 1834, se derriban los Baños, y el arquitecto municipal Rovira Trias, levanta planos, que no serán publicados hasta el 1848.

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A. de Bofarull, en su Guia-Cicerone de Barcelona

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En el año 1851, P. Villanueva publica el documento de fundación de los baños del año 1160, de su venta en el año 1199 y de la confirmación de este mismo año.

al hablar de la calle de los Banys Nous, se fija en nuestro edificio. Siguiendo las descripciones y las ideas de Bosarte, pero ya no lo puede visitar, de lo que se lamenta diciendo: “En el día no puede visitarse ya la preciosa antigüedad, pues le llegó la hora, como a otras muchas de su género, de ser arrancada para que ocupara su lugar otra habitación moderna. Sus restos se han esparcido ya tal vez por diversos lugares, y quién sabe si por ventura sirve de cimiento a otras obras de objeto menos puro, que el que los baños tuvo cuando se fabricó.”

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1 PUJADES, J. Crónica Universal del Principado de Cataluña. Vol. III

Afegeix: “Van los documentos citados, de los cuales ni de otros que he visto, no constan donde estaban situados dichos baños: solo se sabe que

2 BOSARTE, ISIDOR. Disertación sobre los monumentos antiguos… 3 Hemos de poner la versión actualizada: LABORDE, ALEXANDRE DE. Viatge pintoresc i històric. El Principat. Traducción y prólogo de Oriol Valls i Subirà. Notas de Josep Massot i Muntaner. Publicaciones de la Abadia de Montserrat, 1974. 4 Se refiere a la primitiva iglesia de Betlem, construida sobre el año 1553 y quemada en 1671. En el 1681 se inicia la actual. 5 ROVIRA I TRIAS, ANTONIO. El Museo de las familias o revista universal. Vol. I. 1848 6 BOFARULL, ANTONIO DE. Guia-Cicerone de Barcelona. Barcelona: Imprenta de Fomento, 1847. 7 VILLANUEVA, Jaime de. Viaje literario a las iglesias de España. Vol. XVIII: Viaje a Barcelona. Madrid: Imprenta de la Real Academia de la Historia, 1851.

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estaban junto al castillo nuevo.”. Poco tiempo hacía que los baños habían estado demolidos y menos de que Bofarull, Rovira i Trias hablaran de ellos.

Pi i Arimon, en 18548

Víctor Balaguer

, se refiere a los baños siguiendo literalmente las descripciones de Bosarte y Bofarull. No parece conocer la publicación de los documentos por parte de Billanueva.

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En el año 1905, Carreras Candi estudia el aspecto histórico de los baños y es el primero en darse cuenta de que los documentos publicados por Villanueva hacen referencia al edificio de los baños descritos por Pujades, Bosarte y Rovira i Trias.

resume a Bosarte y Bofarull, mas algunas noticias de Laborde.

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Puig i Cadafalch estudia principalmente los baños de Girona, valora mucho la importancia de la construcción de estos edificios y sintetiza en una sola frase su idiosincrasia: hecho para cristianos, siguiendo la planta árabe, pero con técnica y decoración romántica.

Posteriormente, muchos otros autores los mientan, de pasada, los baños, pero no aportan nada nuevo a lo que ya es conocido.11

Historia de los Banys Nous

Sorprende el escaso número de documentos conseguidos, que sólo nos permiten referir una parte bien pequeña de su historia.

En el año 1160 Ramon Berenguer da a su alfaquí Abraham licencia para construir unos baños en un huerto propiedad del conde (huerto que le había llegado de Pere Ricart). Irán a tercios tanto como en los gastos como en las ganancias: las dos terceras partes para el conde y una para Abraham. El alfaquí es el encargado de la construcción, el equipamiento y la explotación de los baños, y recibe del conde la seguridad que

8 PI I ARIMON, ANDRÉS AVELINO. Barcelona antigua y moderna o descripción e historia de esta ciudad desde su findación hasta nuestros días. Vol. II. Barcelona: Imprenta Tomás Gorchs, 1854. 9 BALAGUER, VICTOR. Las calles de Barcelona. Vol. I y II. Barcelona: Tipografía S. Mamero, 1865. 10 CARRERAS CANDI, FRANCESC. Les aygues y banys de Barcelona. A: Miscelànea Histórica catalana. Barcelona: Imprenta de la Casa Provincial de Caridad, 1905. 11 Otros autores que han hablado de los baños son: DURAN I SANPERE, AGUSTÍ. Itinerarios por la Ciudad A: Barcelona, Divultación Histórica. Vol. I, 1944. Y también en Barcelona i la seva Història. Vol. I. Barcelona: Curial, 1972. MARTINELL, CÉSAR. Los baños medievales en el Levante español. Barcelona: Imprenta Escuela de la Casa Provincial de la Caridad, 1944. FOLCH I TORRES, JOAQUIN. L’art català. Barcelona: Aymà, 1955 AINAUD, JOSÉ; GUDIOL, JOSÉ; VERRIÉ, F.P. Catálogo Monumental de España. La Ciudad de Barcelona. Madrid: CSIC, Instituto Diego Velázquez, 1947. CIRICI PELLICER, A. Barcelona. Barcelona: Teidde, (Guías Teide), s.d. [vers 1952] Otra versión del mismo autor en Barcelona pam a pam. 4ª ed. Barcelona: Teide, 1976. SOBREQUÉS I VIDAL, SANTIAGO. Història de Barcelona. De la Prehistòria al segle XVI. Barcelona: Aedos, 1975, [dirigido por Agustí Duran i Sampere]. CARBONELL I ESTELLER, EDUARD. L’art romànic a Catalunya. Vol. I.: Segle XII. Barcelona: Edicions 62, 1975. DALMASES, NÚRIA DE; JOSÉ I PITARCH, ANTONI. Història de làrt català. Els inicis i l’art romànic. Vol. I. Barcelona: Edicions 62, 1986. BANKS, PHILIP. Estructura urbana de Barcelona al segle XII. A: Catalunya Romànica. Vol. XX. El Barcelonès, el Baix Llobregat, el Maresme. Barcelona: Enciclopèdia Catalana, 1992. BANKS, PHILIP; SALRACH, JOSEP M. História de Barcelona, Vol. 2. La formació de la Barcelona medieval. Barcelona: Enciclopédia Catalana, 1992, [dirigida por Jaume Sobrequés i Callicó].

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ninguno más podrá construir otros baños en Barcelona. La mención de una noria nos indica cómo extraían el agua.

En 1199, muerto Abraham, su viuda Druda y sus hijos Azday y Salamon, venden su parte de los baños a Guillem Durfort por 3000 sueldos barceloneses. Y el mismo año, el Rey Pere confirma la precedente venta y, es más, agradece los servicios prestados por Guillem Durfort, y le cede sus dos partes a modo de herencia12

Podríamos decir que estos tres documentos son la partida de nacimiento de los Baños. De su juventud nada más sabemos que en el 1290 Guillem Serra los tenía por Guillem Durfort, a quien pertenecía el dominio

.

13. Los otros documentos de que disponemos son puramente circunstanciales. Por ejemplo, cuando el Rey Martí el Humano quiere construir su palacio junto al mar, cerca de Drassanes, pide a los consejeros que hagan desviar II “cloacas, la I que es de los baños y la otra de ciertas casas de los curtidores, las cuales salen al Valle de la daraçana”. Ésta mención nos permite pensar que si el alcantarillado estaba en uso, también lo debían de estar los baños, si no, no cabría desviarla y unirla a otros alcantarillados que pasaban por la ciudad14

Por otro lado, tomo bien es sabido, los Banys Nous darán el nombre a la calle donde estaban situados: la calle de Banys Nous, nombre que encontramos a partir de la mitad del s. XIII: “vicum balneorum novorum el 1253

.

15” en 1261, Vives Bonhom concederá a Guillem Botella y a sus esposa Sibilla unas casas que posee en herencia en la calle de Banys Nous;16 “callejón que empieza delante de los Banys Nous” en una fotografía de finales del XIV;17 manzana donde están los Banys Nous en otra fotografía de finales del s. XV;18 “in vico quio itur a balneys novis ad portale de la bocaria” en otro documento de 1468.19

Ésta es nada más una muestra de estos documentos circunstanciales pero que permiten pensar que los baños estaban en uso al menos hasta finales del siglo XV. No conocemos ninguna referencia entre esta última fecha y el año 1609, cuando Pujades ya habla de ellos en pasado. Estos datos coinciden con la opinión general que considera que los baños públicos estuvieran en uso durante toda la edad media y que sería en el siglo XVI cuando se comienza a perder la costumbre de los baños.

La descripción de Pujades no nos permite saber si cuando él ve los baños éstos estaban exentos de construcción o ya se había edificado encima. Precisa que “estaban mucho por debajo de tierra”. La actual casa que hace esquina con las calles de Banys Nous y Boqueria, el solar patrimonio de los Baños, va a ser construido en 1716, según consta en la línea de los balcones de la primera planta, y edificada sobre los Baños. Cuando los visita Bosarte, en 1786, los restos de los Baños se pueden ver en los establos y el corral de la casa de Esteban Martí y la cúpula estaba un poco más o menos al nivel de la calle de los Baños. Continuaron como establo en 1806 y suponemos que hasta finales de 1834, cuando van a ser derribados. El derribo de los Banys es debido independientemente de la casa donde estaban y seguramente obtienen

12 VEGEU VILLANUEVA, mencionado en la nota 7. 13 Documento publicado por CARRERAS CANDI, FRANCESC. Geografía General de Catalunya. La ciutat de Barcelona. Barcelona: A. Martin, p. 275. 14 Documento publicado también por CARRERAS CANDI en La Ciutat de Barcelona, p. 364. 15 Documento citado por CLARAMUNT, S. El arrabal, la Rambla de Barcelona en el segle XV. A: La Ciudad Hispánica durante los siglos XIII al XV. Madrid: Universidad Complutense, 1985. 16 Documento publicado por MAÑÉ, MARIA CINTA. The Hews in Barcelona 1213-1291. Regesta of Documents from the Archivo Capitular. Jerusalem: The Hebrew University, 1988. 17 Publicado en MADURELL, J.M. El pintor Lluís Borrassà. A: Anales y Boletín de los Museos de Arte de Barcelona, VII, 1949. 18 Documento publicado por CARRERAS CANDI, F. La Ciutat de Barcelona p. 388 19 A.C.A., reg. 46, fol. 41, 41 v., 42.

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alguna reforma que harán los propietarios en la planta baja o en el subsuelo de la casa. Bofarull nos dice que “pocos años ha existían en la misma casa, aunque muy deteriorados los baños de que hablo” y continúa: “el resto de esta magnífica obra manteniase firmísimo cuando Bosarte lo visitó, de que puede inferirse, que lo que faltaba lo habían arrancado y destruido a viva fuerza para hacer habitaciones u otras piezas”. Añade que se podían ver, ahora tapiadas, las puertas del edificio.

El arquitecto Rovira i Trias, como ya hemos dicho, levantó un plano antes de la destrucción y, en la descripción que hace, corrobora que dijo Bofarull que la obra era tan fuerte que para destruir los muros “fue necesario ejecutarlo a golpes de mazo que daban varios hombres con todas sus fuerzas”.

Hemos insistido en los detalles que se conocen de la destrucción de los Banys a golpes, lo que nos permite suponer que no fueron destruidos hasta su cimentación, hecho que nos conforma el plano reproducido en la lámina número 1, está datada del 26 de Enero de 1889, pero el tipo de papel donde está dibujado nos hace creer que es posterior a esta fecha. Se conserva en el Servicio de Arqueología de la Ciudad y desconocemos su procedencia.

Así pues, hemos podido hablar del nacimiento de los Banys, no estamos seguros ahora de poder facilitar su certificado de defunción. Esperemos que futuras investigaciones nos permitan aclarar este punto.

Descripción de los Banys

La diferencia más grande entre las termas romanas y los baños árabes o de influencia árabe consistía en la reducción de dependencias. Si los romanes distribuían las salas de los baños en tres clases: calientes, frías y templadas, los árabes las reducen a dos: una sala caliente y otra fría o de descanso. El baño no se hacía por inmersión (no había piscina), eran baños de vapor que se alternaban con duchas frias o calientes.

Los baños árabes propiamente dichos destacaban por su belleza y lujo, estaban envueltos de jardines, todo para hacer más agradable la estancia. Los baños cristianos de influencia árabe eran más austeros, ahora que también procuraban imitar las comodidades y costumbres árabes, e incluso estaban envueltos de jardines, cuando se podía.

Los baños estaban formados por un conjunto de edificios, con diversas dependencias. De algunas de ella se desconoce la utilidad exacta. La sala fría, central o de descanso era la más característica: estaba formada por un templo central sobre columnas, cubierto por una cúpula con lucernarios que dejaban entrar la luz. Este templo centrar recuerda el impluvium romano y los baptisterios paleocristianos. Los baños tomaban la forma en otras dependencias generalmente rectangulares, cubiertas y abovedadas. Unas arcadas de tramo en tramo dividían el espacio en unas alcobas. El vapor se canalizaba por unos cañones construidos en el muro, y que subían desde un horno o caldera situada en el pavimento. El agua fría o caliente se servía mediante cubos.

Muestran esta disposición los baños de Girona, Barcelona y Palma de Mallorca , los tres con unas características bien parecidas. Los de Girona y Palma los podemos visitar; los de Barcelona los hemos de conocer a través de las descripciones, y de los planos y dibujos que se han encontrado.

Las descripciones dadas por los documentos son poco descriptivas, se fijan más en el contenido. Así, el documento de 1160 nos dice: cum autem ian dicta balnea fuerint edificata, et ad balneadum plenissime preparata, quidquid exinde ibi fuerit opus de cubis, de vassis, de galletis, de mandilis, de caldariis, de parietibus balneorum vel de toto edificio, sive de ipsa cenia… El primero, de 1199, es un poco más explícito: ... alodii integriter cum plantatione et laboribus et missionibus atque edifiis… et cum cubis, varis, galletis,

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mandilibus, caldariis et cum cenia et parielibus balneorum, et cum ómnibus edificiis et preparamentis quae ibi sunt…; indica ya la presencia de diversos edificios y de poseer un jardín.

Pujades lo describe muy resumidamente. Por todo sabemos que todas las estancias estaban cubiertas por una bóveda gorda, con diversas columnas como un claustro; el cual en lo alto remataba en figura de cimborio, por el cual enraba la claridad. Evidentemente, Pujades se fija tan sólo en la sala fría, a pesar que habla de diversas estancias.

Ya hemos dicho que Bosarte los ve convertidos en establos y corrales, y a pesar de eso, su descripción es más completa. La seguiremos en algunos fragmentos: “Se entraba por una pendiente desde la puerta de la calle, ya que el suelo de los Baños estaba más al sótano que el nivel de la calle y la entrada del edificio estaba a nivel de la calle. Si se continuaba bajando y se dejaba a la izquierda el pequeño corral hecho en el circuito del edificio antiguo, se veía una (XXXXX=estuba?) en forma de templo con una cúpula sostenida por doce columnas de mármol blanco. La cúpula estaba tallada en su interior por un triángulo y se cerraba con un agujero en forma de estrella por donde entraba la luz. Los capiteles no estaban trabajados, y añaden una expresión que se adecuaba mucho con la realidad: (los capiteles) muestran la figura como si estuviesen forrados de una tela. Se fija también en pequeños detalles: se ve contra la pared un canalón seguido, hecho de argamasa y de cal y chinarro, por donde iba el agua al baño… Por lo que queda del edificio, se ve que éste era un claustro y uno de sus cuatro lados sirve ahora de caballeriza.

Por estas notas parece adivinarse que las otras dependencias de los Baños no fueron vistos por Bosarte y se limita a la sala fría.

Al hablar de Laborde en el capítulo dedicado al estado de la cuestión, ya hemos dicho que su descripción es chapucera y casi despectiva. Visita diversas dependencias, no sólo la sala central. Vemos algunos detalles de sus explicaciones: son diversas salas contíguas, la primera y más grande de las cuales es casi cuadrada. Al menos parece que el constructor la quería hacer así… la cúpula, hecha chapuceramente con ángulos cortados, es sostenida por doce columnas de mármol blanco… sus basas se parecen a capiteles invertidos y sus capiteles no se parecen a nada, tan gruesos y pesados que son… las otras habitaciones son más irregulares que ´seta. Están protegidas con columnas como la primera, pero no tienen arcos. Se menciona también un gran arco encastrado en la pared que, se puede decir, podría ser un fragmento del acueducto que le llevaba el agua, pero no especifica en cual pared estaba éste arco. Suponemos que este fragmento del acueducto es realizado en la arcada de la pared derecha de la sala central donde había un banco corrido con pequeños agujeros al pie, aptos para dejar la ropa que los bañistas se traían para ir a la sala de baños, tal y como podemos ver en la maqueta. Esta maqueta será realizada a partir de los planos y notas de Rovira i Trias y se conserva en el Museo de Historia de la Ciudad20

Si comparamos los planos de Laborde y Rovira i Trias,

.

21

20 Ver la fotografía

vemos que son prácticamente iguales. Las diferencias más claras son las aberturas en la fachada exterior señaladas por Laborde y que Rovira omite, algunos pasos de comunicación interior y el espacio, no dibujado por Laborde, que está a la derecha de la sala central y que en la maqueta parece un patio interior. La descripción que nos proporciona Rovira es limitada, pero, solo en la sala central. Dibuja pequeños detalles como la arcada corrida que ya hemos comentado, los agujeros de ventilación en los techos de los arcos y las canalizaciones del agua y del vapor hechos en los muros.

21 Ver las fotografías

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El plano reproducido en la lámina núm. 1, nos enseña diversas reformas que serán hechas en un momento indeterminado y que profundizarán sobre el pavimento original, donde se observan cinco grandes tinajas o silos. Se han reforzado la estructura en la base de los pilares y los muros modernos se han emparedado los restos de las columnas originales. También se puede ver parte de la arcada original en la cual se han abierto puertas, y reencontramos la abertura exterior omitida por Rovira. Las otras salas conservan ahora vestigios de la estructura original.

En la reconstrucción de los Baños que publica Cirici i Pellicer22

De todo el conjunto de los Baños nada más que se conservan cuatro columnas con sus correspondientes capiteles y dos basamentos (las otras dos son reproducciones), dispuestas en el Museo de Historia de la Ciudad, donde se reconstruye un ala del templo, con las cuatro columnas, unidas por los arcos reconstruidos.

se ve la adaptación de la planta ya conocida, pero consideremos que la fachada que propone es imaginada. Se equivoca también en la ubicación de los Banys, ya que los sitúa en el “lado mar” de la calle. Las puertas de entrada estaban en la calle de la Boquería y creíamos que una correspondía al espacio construido a la izquierda de la Sala Grande y que la otra era propia de la sala central.

Las columnas son ligeramente irregulares, con unas variaciones de dos a tres cms. En el fuste. Incluimos un dibujo de una de las columnas (fig. 4). Los capiteles son completamente lisos, derivados del modelo corintio simplificado y tal como diría Bosarte, parecen estar forrados por una tela. Del material no se instala, se conserva un capitel aislado y una columna más pequeña fragmentada, que suponemos debía pertenecer a la columna del banco.

EL USO Y LA TITULARIDAD DE LOS BAÑOS

La información conocida nos da mucha información sobre la titularidad y el uso de los baños públicos medievales. Pero, hasta hace poco tiempo, la estela de ser lugares de desenfreno y mala imagen, severamente criticados por la Iglesia cristiana, ha influido en nuestro subconsciente, dando por hecho que eran lugares apropiados nada más para judíos o musulmanes, ya que, en muchos casos, estaban situados dentro o muy cerca de los Calls o morerías y había de estar construidos o explotados por judíos o por moros.

De hecho, los baños eran una excepción particular, igual que los hornos o los molinos, y su titularidad pertenecía al rey o a los municipios, los cuales los arrendaban y nombraban a unos encargados para su explotación, reconstrucción, mantenimiento, etc. Una serie de ordenaciones regulaban su uso y la destinación de sus rentas (para hacer los muros de la ciudad de Tortosa, o para construir un puente sobre el Ebro en Zaragoza entre los ejemplos conocidos); esta situación era la materia para los edificios creados de nueva planta (Barcelona, Girona) para los cristianos, como para los construidos bajo el dominio árabe y que continuarán en uso bajo el nuevo dominio (Balaguer, Lleida, Morvedre, Tortosa, Valencia, etc.).

Las ordenaciones indican especialmente en la reglamentación de su uso y no siempre coinciden todas las conocidas. Veremos algunos ejemplos: los Fueros de Valencia (libro. IX, hoj. XXIII, cap. VI) dicen que no se pueden hacer uso ni en domingo ni en viernes santo y que los hombres no se bañen el día o los días que lo hagan las mujeres. No regula la separación por razas: Las costumbres de Tortosa23

22 Ver la publicación citada anteriormente

indican que los baños de la Universidad son de todos y que todos los ciudadanos y habitantes, ya sean sarracenos, judíos, como cristianos, se deben en aquellas bañar. Más adelante, las Ordenaciones de Tortosa del 1341

23 ROMANO, DAVID. “Los judíos en los baños de Tortosa (siglos XIII-XIX). Sefarad, XI., fasc. I, Madrid, 1980.

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regularán la separación de sexos y razas: las mujeres judías sólo se pueden bañar los lunes y las musulmanas los viernes, los mismos días que las mujeres públicas. Los cristianos no pueden ir mientras tanto. Las Ordenaciones del 1346 especifican que los lunes sólo se pueden bañar los judíos y los jueves y viernes moros y moras. Los Fueros castellanos24

Como se puede ver, a pesar de las diferencias de unos y otros, todas las normas establecían unas separaciones por sexos y razas, y todas coinciden, pero, en que los baños son públicos y su uso no está restringido solo a los cristianos. Algunos ejemplos nos hacen suponer que si se remarca este punto es precisamente porque no siempre era premisa de entrada para todos.

ordenan el martes, jueves y sábados para los hombres, el lunes y miércoles para las mujeres y los viernes y domingos para los judíos.

Hemos hablado de los Fueros y Ordenaciones de diferentes poblaciones, sin mencionar Barcelona. Hemos de suponer que el uso de sus baños estaba reglado, y lo hemos de suponer porque no se ha encontrado ninguna reglamentación u ordenación, municipal o real. Al repasar la historia de los Banys Nous ya se ha mencionado la falta de documentación conseguida.

Y esta carencia de documentación nos priva de comprobar un hecho, que se ha dado por hecho: ¿Eran judíos los Banys Nous?

Sabemos que un judío, Abraham Bonastruch, los construyó, asociado con el conde Ramon Berenguer IV, en un huerto que el conde poseía y que le había venido de Pere Ricart. Éste era hijo de Ricart Guillem y sería una de las familias pioneras en la urbanización de los burgos de Santa María del Pi, según el sistema común de construir casas y alquilarlas; pero algo falló y las tierras familiares pasaron al conde.25

Muerto Abraham, su viuda e hijos se apresuran a vender su parte de los Banys y lo hacen a un ilustre ciudadano barcelonés: Guillem Durfort, de una familia que controlaba buena parte de las finanzas y préstamos de la Corona

26. Tantos buenos servicios hace Guillem Durfort al conde Ramon Berenguer y al rey Pere, que éste le cede la parte real de los Banys; es decir, en 1199 los Banys pasan a manos privadas, suponemos que debían pagar un impuesto al fiscal real o municipal, tal y como era costumbre, pero no lo sabemos a ciencia cierta. A finales del siglo XXIII encontramos otro titular de los Banys: Guillem Durfort, nieto del primer Guillem Durfort y ciudadano importante (será consejero en 1285 y consejero jefe en 1291). Carmen Batlle ha estudiado los bienes de la familia Dufort en esta época, pero por la otra rama y en sus bienes no se encuentra nada mencionado sobre los Banys27

Volviendo a la pregunta que nos hemos hecho: ¿eran judíos, los Banys Nous? Creemos que podemos contestar que no. Es más, la zona donde se van a edificar no pertenecía al Call judío en ese momento, era una zona del burgo y las noticias que poseemos lo señalan como alodio condal primero, y habitada por familias cristianas más tarde. A mediados del siglo XIII, el aumento de la demografía judía significaba, quizás, la extensión del call fuera de las murallas y la urbanización de algunas calles por parte de los judíos.

. Carmen Batlle remarca el hecho que se desconocen los orígenes de la fortuna de los Durfort. Las rentas que producían los Banys quizás los apoyaron en parte.

24 LEON TELLO, PILAR. “Disposiciones sobre judíos en Fueros de Castilla y León”. Sefarad, XLVI, fasc. 1-2, Madrid, 1986 Las disposiciones que se han comentado corresponde a los Fueros de Cuenca, Béjar, Alcaraz, Alarcón, Zorita, Sepúlveda, Úbeda y los Partidos. 25 Ver el estudio de Philip Banks en Història de Barcelona antes citado. 26 BISSON, Thomas N. Fiscal accounts of Catalonia under the early court Kings (1151-1213). Berkeley: University of California Press, 1984, 2 vols. 27 Ver BATLLE, Carmen, “Acta Historica et archeologica Medievalia [Barcelona], núm. 9 (1988). [Departament d’Historia Medieval, Universitat de Barcelona}.

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Los judíos debían de disponer de unos baños. Su baño ritual era la miqwé, de los cuales hay pocos ejemplos en Cataluña: los posibles restos conservados en Besalú y una noticia documental de una miqwé en Lleida28

Un dictamen del rabino Barcelonés Salomon ben Adret nos confirma la hipótesis que los judíos barceloneses usaban para sus necesidades los Banys Nous. En una consulta que le harán desde Girona sobre el agua de la miqwé, comenta que en Barcelona la miqwé era propiedad de un cristiano, igual que en Girona y en Valencia, donde la miqwé estaba en los baños propiedad de un cristiano

. Jaume Riera i Sans da la noticia que en Barcelona existía un miqwé en la calle del Arc de Sant Ramon del Call, tocando al muro romano; pero no se ha podido confirmar.

29

En resumen, los Banys Nous de Barcelona eran propiedad de cristianos, no podemos demostrar que los explotasen los judíos, y sabemos que éstos utilizaban los baños públicos como miqwé. La documentación no nos permite afirmar que también eran utilizados por cristianos. Por otra parte, la manera de ser derribados permiten suponer que se podría localizar algunos restos de los Banys Nous.

.

Esperemos que en próximas investigaciones, tanto en el campo arqueológico como en el documental, nos ayuden a completar la historia de éste edificio tan singular.

Febrero de 1993

COLOQUIO

Pere Beseran, (P): No nos ha dicho nada sobre la maqueta de los banys, de cuando es y qué hace en el Museo de Historia de la Ciudad.

Victoria Mora, (V): la maqueta está realizada en 1929, para la Exposición Universal, por el Archivo Histórica. Muchos de los materiales de la Exposición van a pasar al Museo de Historia de la Ciudad en el momento de su fundación.

P: otra cosa que no acabo de entender es cómo, en el s. XIX, se derriban los baños, si el edificio, del s. XVIII, aún subsiste.

V: Los baños se encontraban en el sótano, es decir, que el nivel de la calle había subido más de dos metros. En época de Laborde se ve que, al nivel de la calle se ve la cúpula de los baños. Entonces se construye la casa encima. Como en esos momentos no se hacía como ahora, que para hacer la cimentación de un edificio se destroza todo lo que había en el sótano, sino que permitían que lo nuevo apoyase sobre lo viejo, cabe pensar que el edificio de los baños servía de cimentación para la casa posterior. Es más, cabe pensar que en los siglos XVII y XVIII se va a aprovechar este sótano como almacén durante unos siglos.

P: es decir, que de hecho no hay una destrucción tal y como entendemos hoy en día, con la desaparición del ediricio, sino que es una simple destrucción sucesiva.

V: Sí. El derrumbe como entendemos hoy en día, es decir, el arrasamiento total, es una cosa muy moderna. De hecho, hasta ahora, Barcelona ciudad es una muestra perfecta de evolución, de un aprovechamiento de una cultura, de una época, de un estrato encima de otro.

P: es por eso que insinua que ahora podría haber ahí otra cosa?

28 Noticia publicada por ROMANO, David. Sefarad, [Madrid-Barcelona] (1975), XXXV, fasc. 1-2. Se mienta un baño de agua fría donde los judíos se bañaban en el año 1339. 29 FELIU, Eduard. “Mots catalans en textos hebreus medievals: els dictàmens de Salomó ben Adret” Calls, [Tàrrega], (1989), núm 3.

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V: efectivamente.

Josep M. Gavin (J): y hay baños como éstos en la Península? Se ha hecho algún inventario?

V: en la Península, la España mora o de influencia mora, hay muchísimos. Sólo hay que pensar que en Córdoba o Granada había 900.

J: Quiere decir que se conservan, que se pueden ver las semejanzas y similitudes de unos a otros.

V: en Toledo, Tordesillas (que es de más estilo moresco que probablemente se conserva), en Jaén, en Murcia, en Córdoba, Granada (que son los más importantes) y en Alhama (que son de tipo termal). En la Corona de Aragón se conservan, dentro de este estilo propiamente moresco, los de Palma de Mallorca y los de Valencia, que han llegado hasta nuestros días. Los de Girona son los más bellos que se han conservado (quizás cabría una actualización del estudio de Puig i Cadafalch). También hay restos arqueológicos muy pequeños en Tortosa. Alguna referencia podrían ser los de Ascó y los de Santa Coloma de Queralt. Por noticias documentadas, es decir, que sabemos que han existido, y hay muchos: Manresa, Lleida, Puigcerdà, Balaguer, etc..

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