BARAK. El Papel Del Juez en La Democracia

4
DOCTRINA 55 Con profunda y sincera gratitud deseo expresar al Jurado de la Unión Internacional de Magistrados mi agradecimiento por la concesión del Premio Justicia en el Mundo. Para mí este honor representa no sólo el reconocimiento a mi propio trabajo como juez, sino el reconocimiento a todos los jueces israelíes, que están triunfando y progresando pese a las difíciles circunstancias bajo las que deben actuar. Precisamente bajo esas arduas condiciones la judicatura israelí se esfuerza y distingue en el cumplimiento de su papel, movida por el singular deseo de salvaguardar los valores básicos de nuestra democracia. Me siento especialmente emocionado al recibir este premio aquí, en España, un país con el que mi pueblo tiene unos especiales lazos históricos. El juez no es un político. No representa a un sector u otro. No tiene que presentarse a las elecciones cada pocos años ni que idear un programa electoral para tales propósitos. Más aún, el juez es neutral, alguien que juzga objetivamente el conflicto específico que tiene ante sí. Necesariamente, esta función de la que el juez está dotado requiere la existencia de la independencia judicial como requisito previo. Debe apuntarse que la independencia judicial contiene dos requisitos esenciales: la independencia personal y la independencia institucional. La independencia personal, por su parte, implica la no dependencia de factor alguno externo al juez. De este modo la decisión de un juez es fruto exclusivo de su concepción de los hechos relevantes y del Derecho, libre de cualquier influencia externa prohibida. De hecho, el ejercicio de cualquier influencia exterior o presión está expresamente prohibido. Sin embargo, no puede existir independencia personal para el juez individual en ausencia de independencia institucional para la judicatura como poder. La autoridad conferida al Poder Ejecutivo respecto al judicial en el plano administrativo, amenaza inevitablemente la independencia individual del juez. A mi juicio es esencial que la responsabilidad administrativa con respecto a asuntos relacionados con el papel del Poder Judicial sea conferida exclusivamente a éste. Las exigencias de la independencia judicial no pueden ser adecuadamente satisfechas si el Poder Ejecutivo (generalmente el Ministerio de Justicia o el Fiscal General) tienen encomendados asuntos administrativos directamente relacionados con el Poder Judicial. Creo que la determinación del legislador de que el presupuesto apropiado sea asignado a la judicatura, cumple suficientemente en sí misma con los requisitos básicos de la responsabilidad judicial ante el pueblo. La seguridad de la independencia absoluta del juez individual necesariamente requiere la plena independencia institucional del Poder Judicial per se. En mi opinión, el interés por la independencia institucional de la judicatura debe preocupar a todos los afectados por la independencia personal de los jueces individuales. Nosotros, como jueces, debemos esforzarnos en asegurar que a las dos caras de la moneda de la independencia judicial se les preste la debida atención y se hallen situadas en lo más alto de nuestro orden de prioridades. A este fin, yo, en Israel, estoy personalmente comprometido en una lucha permanente cuyo propósito es salvaguardar la independencia institucional de la judicatura. Aunque la independencia judicial es condición sine qua non para la función judicial, constituye una condición necesaria pero no suficiente. En efecto, ni el juez EL PAPEL DEL JUEZ EN UNA DEMOCRACIA* ** AHARON BARAK Originario de Lituania. Licenciado en Derecho, Economía y Relaciones Internacionales por la Universidad Hebrea de Jerusalén; maestro y doctor en Derecho. Como académico, se ha desempeñado como profesor y Decano de la Escuela de Derecho en la Universidad Hebrea, así mismo ha sido profesor invitado en la Escuela de Derecho de la Universidad de Nueva York. Recibió el premio Kaplan a la Excelencia en Ciencia e Investigación, y el premio Israel en Ciencias Legales (1973 y 1975, respectivamente). Ha sido miembro de la Academia Israelí de Ciencias. Entre sus actividades profesionales, participó en la preparación de un proyecto de tratado internacional de intercambio para la Comisión de Derecho Internacional de Comercio de las Naciones Unidas; fue Procurador General, Magistrado de la Suprema Corte, Vicepresidente de la Suprema Corte, y a partir de 1995 es Presidente de la Suprema Corte de Israel. * Discurso pronunciado durante el acto de entrega del Premio Internacional Justicia en el mundo, celebrado en Madrid, España, el 14 de mayo de 1999. ** Este texto fue publicado originalmente en la revista en línea Justicia en el Mundo No. 3, cuyos derechos de autor detenta la Fundación Justicia en el Mundo [http://www.justiceintheworld.org]. La fundación ha otorgado a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México el permiso correspondiente para reproducirlo en este número del órgano informativo.

Transcript of BARAK. El Papel Del Juez en La Democracia

  • DOCTRINA 55

    Con profunda y sincera gratituddeseo expresar al Jurado dela Unin Internacional deMagistrados mi agradecimientopor la concesin del PremioJusticia en el Mundo. Para m estehonor representa no slo elreconocimiento a mi propio trabajocomo juez, sino el reconocimientoa todos los jueces israeles, queestn triunfando y progresandopese a las difciles circunstanciasbajo las que deben actuar.Precisamente bajo esas arduascondiciones la judicatura israel seesfuerza y distingue en elcumplimiento de su papel,movida por el singular deseo desalvaguardar los valores bsicosde nuestra democracia.

    Me siento especialmenteemocionado al recibir este premioaqu, en Espaa, un pas con elque mi pueblo tiene unos especialeslazos histricos.

    El juez no es un poltico. Norepresenta a un sector u otro. Notiene que presentarse a laselecciones cada pocos aos ni queidear un programa electoral paratales propsitos. Ms an, el juezes neutral, alguien que juzgaobjetivamente el conflicto especficoque tiene ante s. Necesariamente,esta funcin de la que el juez estdotado requiere la existencia de laindependencia judicial como

    requisito previo. Debe apuntarseque la independencia judicialcontiene dos requisitos esenciales:la independencia personal y laindependencia institucional.

    La independencia personal, por suparte, implica la no dependenciade factor alguno externo al juez.De este modo la decisin de unjuez es fruto exclusivo de suconcepcin de los hechosrelevantes y del Derecho, libre decualquier influencia externaprohibida. De hecho, el ejerciciode cualquier influencia exterior opresin est expresamenteprohibido.

    Sin embargo, no puede existirindependencia personal para eljuez individual en ausencia deindependencia institucional para lajudicatura como poder. Laautoridad conferida al PoderEjecutivo respecto al judicial en elplano administrativo, amenazainevitablemente la independenciaindividual del juez. A mi juicio esesencial que la responsabilidadadministrativa con respecto aasuntos relacionados con elpapel del Poder Judicial seaconferida exclusivamente a ste.Las exigencias de la independenciajudicial no pueden seradecuadamente satisfechas si elPoder Ejecutivo (generalmente elMinisterio de Justicia o el Fiscal

    General) tienen encomendadosasuntos administrativos directamenterelacionados con el Poder Judicial.Creo que la determinacin dellegislador de que el presupuestoapropiado sea asignado a lajudicatura, cumple suficientementeen s misma con los requisitosbsicos de la responsabilidadjudicial ante el pueblo. Laseguridad de la independenciaabsoluta del juez individualnecesariamente requiere la plenaindependencia institucional delPoder Judicial per se.

    En mi opinin, el inters por laindependencia institucional de lajudicatura debe preocupar a todoslos afectados por la independenciapersonal de los jueces individuales.Nosotros, como jueces, debemosesforzarnos en asegurar que a lasdos caras de la moneda de laindependencia judicial se les prestela debida atencin y se hallensituadas en lo ms alto de nuestroorden de prioridades. A este fin,yo, en Israel, estoy personalmentecomprometido en una luchapermanente cuyo propsito essalvaguardar la independenciainstitucional de la judicatura.

    Aunque la independencia judiciales condicin sine qua non para lafuncin judicial, constituye unacondicin necesaria pero nosuficiente. En efecto, ni el juez

    EL PAPEL DEL JUEZ EN UNA DEMOCRACIA* **AHARON BARAK

    Originario de Lituania. Licenciado en Derecho, Economa y Relaciones Internacionales por la Universidad Hebrea de Jerusaln;maestro y doctor en Derecho. Como acadmico, se ha desempeado como profesor y Decano de la Escuela de Derecho en laUniversidad Hebrea, as mismo ha sido profesor invitado en la Escuela de Derecho de la Universidad de Nueva York. Recibi elpremio Kaplan a la Excelencia en Ciencia e Investigacin, y el premio Israel en Ciencias Legales (1973 y 1975, respectivamente).Ha sido miembro de la Academia Israel de Ciencias. Entre sus actividades profesionales, particip en la preparacin de unproyecto de tratado internacional de intercambio para la Comisin de Derecho Internacional de Comercio de las NacionesUnidas; fue Procurador General, Magistrado de la Suprema Corte, Vicepresidente de la Suprema Corte, y a partir de 1995 esPresidente de la Suprema Corte de Israel.

    * Discurso pronunciado durante el acto de entrega del Premio Internacional Justicia en el mundo, celebrado en Madrid, Espaa,el 14 de mayo de 1999.

    ** Este texto fue publicado originalmente en la revista en lnea Justicia en el Mundo No. 3, cuyos derechos de autor detenta laFundacin Justicia en el Mundo [http://www.justiceintheworld.org]. La fundacin ha otorgado a la Comisin de DerechosHumanos del Estado de Mxico el permiso correspondiente para reproducirlo en este nmero del rgano informativo.

  • C O D H E M56

    SEPTIEMBRE / OCTUBRE 2003

    individual ni el Poder Judicialpueden funcionar eficazmente sinla confianza pblica. La confianzade los ciudadanos en la judicaturarepresenta una condicin previaindispensable para el correctofuncionamiento del papel del juez.Mientras el juez no lleve espada nicartera, depende exclusivamente dela confianza pblica.

    Por supuesto que la confianza eneste contexto no equivale a lacoincidencia con las decisionesfundamentales de la judicatura. Esbastante obvio que el juez confrecuencia decidir, como deba, encontra del punto de vista de lamayora en un asunto dado. Encambio, la confianza pblica enla judicatura implica confianza enla justicia, imparcialidad yneutralidad de la judicatura. Ellose refiere a la confianza en laintegridad moral del juez ms quea su tendencia a concordar con laopinin pblica en cada casoconcreto. Esto implica y requierela firme conviccin ciudadana deque el juez no es, bajo ningunacircunstancia, parcial; siendo sunica motivacin la proteccin delimperio de la ley, no su propiopoder o prestigio.

    El juez debe, por lo tanto,caracterizarse por su absolutaneutralidad con respecto a laspartes y asuntos que tenga ante s.La neutralidad no implica en modoalguno apata ante las dificultadesde las partes o los valores bsicosy los principios que estn en juego.Por el contrario, estoy convencidode que en una democracia al juezse le exige de hecho dar expresina los valores y principios de susistema legal. Los valores yprincipios a los que nos referimosno son aqullos que pueden serconsiderados como dependientesde un estado de nimo pasajero.Representan los valores, losprincipios y el consenso social que

    reflejan las condiciones msprofundamente enraizadas en lasociedad democrtica. Msque sucumbir a la histeria deacontecimientos recientes, el juezdebera reflejar la historia de supueblo. Es precisamente la propiaindependencia del juez lo que ledota con la capacidad nica dereflejar los valores bsicos delsistema democrtico, inclusocuando no coinciden con losvientos cambiantes de la opininpblica.

    El hecho de que los jueces no seanelegidos por los ciudadanos esprecisamente lo que los capacitapara permanecer firmes y reflejarslo aquellos valores probadospor el tiempo, aquellos principiosy derechos subyacentes al sistemalegal aun cuando no seanaceptados en un momentohistrico determinado. As, el juezdebe representar firmemente ydar expresin a esos valoresespecialmente cuando la sociedadse deja llevar por el populismo. Alhacerlo as, el juez personifica lafortaleza, protegiendo los valoresbsicos y el concepto de lademocracia, tal como fueconsagrada en la estructuraconstitucional y los textos delEstado.

    El juez debe ser neutral. Sinembargo, no debe ser indiferentecon respecto a la democracia, laseparacin de poderes o losderechos humanos. De hechoconsidero que el principal papelconstitucional del juez consistetanto en la bsqueda como en elferviente deseo de proteger ypreservar el carcter democrticodel Estado, al tiempo que lasalvaguarda de la separacin depoderes. Por encima de todo creoque garantizar y cultivar losderechos humanos es la primera ysagrada obligacin del juez. Lademocracia no es simplemente el

    gobierno de la mayora; lademocracia son tambin losderechos humanos. En ausenciade los derechos humanos lademocracia no puede existir.

    De igual manera la separacin depoderes en s misma constituye unvalor democrtico esencial, nosiendo su propsito asegurar laeficacia, sino salvaguardar lalibertad. En realidad, en la raz denuestro papel como jueces,subyace nuestro deber de respetary defender los derechos humanosde la persona en relacin con suscongneres y con el Estado. Comojueces es nuestra obligacingarantizar los derechos humanosde todo el pueblo, con particularnfasis en los dbiles, las minorasy los marginados. De hecho,nuestra independencia nos sita enla posicin ideal para darexpresin a los valores bsicos denuestros respectivos sistemas y parala proteccin de los derechos delas minoras contra la tirana de lamayora.

    Conceder tal proteccin deninguna manera ofende a lademocracia, sino que lleva a lademocracia, en su ms ricosignificado, a su ms altarealizacin.

    Mi propia experiencia durante laSegunda Guerra Mundial y elHolocausto -Holocausto en elque seis millones de personasde mi raza, incluyendo lamayor parte de mi familia,fueron brutalmente asesinadas-salvndome milagrosamentede ser enviado a un campo deconcentracin gracias al valor deun granjero lituano, me hizocomprender la necesidad crucialde salvaguardar la dignidadhumana para todos.

    Desde la Segunda Guerra Mundialla conciencia pblica ha crecido

  • DOCTRINA 57

    significativamente con respecto alos derechos humanos en el mundoentero. Aunque la crisis de Kosovoes tanto ms repugnante einquietante, a la luz de lo anteriorse puede decir que existe un mayorinters por el sufrimiento delprjimo en la etapa posterior a laSegunda Guerra Mundial. Por lotanto, parece que la era de laposguerra puede considerarsecomo la constatacin delrenacimiento de los derechoshumanos. A la vanguardia deeste frente no se sitan sinolos jueces y los tribunales,habiendo comprendido que laverdadera democracia slo puedeconseguirse encontrando el justoequilibrio entre el gobierno dela mayora y los derechos delas minoras. Este ejercicio deequilibrio de ninguna manerasupone que el juez sacrifique alEstado en el altar de los derechosindividuales. Una Constitucin noes una receta para el suicidio. Losderechos humanos no fijan elescenario de la aniquilacinnacional. Ms bien, nuestro intersreside en el delicado y sensibleequilibrio entre los respectivosintereses de la comunidad y los delindividuo; entre las necesidades dela ciudadana y los derechos delindividuo.

    Es deber del juez actuar conobjetividad. A este fin, debe contarcon los requisitos normativosexternos a l, determinados por losvalores bsicos de la sociedaddemocrtica en la que vive. Debeidentificar y dar expresin a esosvalores, aun cuando l mismo nolos comparta. Debe abstenersede imponer sus propios valoressubjetivos a la ciudadana.Inevitablemente el juez es productode su poca, formado por eltiempo y la sociedad en la que vive.Claramente el propsito de laobjetividad judicial no es separara los jueces de su entorno. Todo lo

    contrario: la meta es establecer yexpresar los valores bsicos desu poca. El propsito de laobjetividad judicial no esdesvincular a los jueces de supasado, de su educacin,experiencia, convicciones yvalores. Por el contrario, pretendehacer uso de todas esasherramientas en un esfuerzo porreflejar los valores democrticosbsicos de la nacin, de la manerams clara y exacta posible.

    As, la neutralidad no requiere quelos jueces en ejercicio pasen poralto sus experiencias vitales. Estasconstituyen importantes activos queaumentan la capacidad del juezpara abordar los casos conhumanidad y comprometerse en ladelicada tarea del equilibrio entrelos valores en conflicto. En vez dedesprenderse de su pasado, el juezdebe ser sensible al peso de sucargo y a las limitaciones que leimpone. Un juez debe serautocrtico y carecer de cualquierrastro de arrogancia que le puedainducir a equivocarse en su propiasuntuosidad. Debe dar pruebas dehumildad intelectual, permitindolede ese modo admitir sus errores.Un juez americano, refirindose alTribunal Supremo de los EstadosUnidos, dijo en una ocasin:No somos inapelables porqueseamos infalibles; sino que somosinfalibles slo porque somosinapelables.

    En mi opinin este enfoque noes aceptable. La fuerza denuestras decisiones est basadaen nuestra capacidad de serautocrticos y admitir nuestroserrores en las instanciasapropiadas. En efecto, juzgarexige ser permanentementeconscientes de que, a pesarde nuestros mejores esfuerzos,podemos equivocarnos. Cualquierteora sobre la forma de juzgardebe explicar esto.

    El juez es parte de su pueblo. Aveces se encuentra sentado en laas llamada torre de marfil,aunque, desde mi perspectiva, esatorre est claramente situada enlas colinas de Jerusaln, no en elmonte Olimpo. Es de capitalimportancia que el juez seaplenamente consciente de lo quele rodea, de los acontecimientosque preocupan a su pueblo. Es suobligacin estudiar los problemasde su pas, leer su literatura,escuchar su msica. Debe estarfamiliarizado con su tradicinreligiosa, social y cultural. S, el juezes parte de su poca, hijo o hijade su tiempo, producto de lahistoria de su pueblo.

    El juez debe equilibrar la necesidaddel cambio con la conservacin delo existente. La vida de la Ley esciertamente compleja. Es unamezcla de dos conceptos, lgica ehistoria: La Ley debe ser estable,pero no puede permanecerinmvil. Roscoe Pound dijo: Laestabil idad sin cambio esdecadencia; el cambio sinestabilidad es anarqua. El juezdebe esforzarse en acotar ladistancia entre la vida y el Derecho,dentro de las expectativasrazonables. Claramente el socioprincipal del juez es el legislador.l es el principal responsable desalvar las distancias entre elDerecho y la sociedad. El juez esun socio menor, pero un socio alfin y al cabo. Como tal procuraasegurar la estabilidad a travsdel cambio. La jurisprudencia debeser, como la historia nos ensea,muy cauta en su enfoque. Porconsiguiente, debe preferirseun enfoque evolutivo a unorevolucionario. Debe estar basadoen los progresos naturales y lacontinuidad.

    Todo juez, y toda generacin dejueces, confan en escribir uncaptulo adicional en el Cdigo de

  • C O D H E M58

    SEPTIEMBRE / OCTUBRE 2003

    Leyes de la nacin. Al hacerlo as,incumbe al juez mostrar tantoconsistencia como continuidad.Entre la verdad y la estabilidad, laverdad ha de ser preferida; entrela verdad y la verdad debemoselegir la estabilidad. La ley, juntocon la vida, est en continuaevolucin. La historia del Derechoes la de la bsqueda de laarmonizacin de la ley con lasnecesidades cambiantes de lasociedad. Un esquema normativoque no permita el desarrollo llegara convertirse finalmente en intil.La estabilidad, la seguridad, laconsistencia y la permanencia nopueden ser garantizadas sin tenerprevisto el cambio. La ley, como elguila en el cielo, slo es establecuando se mueve.

    Yo percibo mi papel como juez-estoy seguro que al igual que miscolegas- como una misin. Juzgarno es simplemente un trabajo, esuna forma de vida. Cada juez debecumplir su vocacin con integridadintelectual y humildad, junto consentido social y comprensinhistrica. Debe esforzarse enencontrar soluciones que reflejenun equilibrio de justicia e igualdadpara todos. As, por encima detodo, debe luchar por llevar a sums completa expresin el valorbsico que esencialmente sepredica de toda ley y en el que todasociedad se basa, la Justicia. El juez

    debe hacer justicia. Si justicia yDerecho tienden a converger -como deben- el juez no ha dedefinirse a s mismo comoprogresista o conservador. Esasson slo clasificaciones vacasdesprovistas de significadonormativo. Representan un envasevaco con potencial para llevar aconclusiones errneas. En lugar deponerse etiquetas adhesivas, losjueces deben realizar su misindesde el anhelo de la salvaguardiadel imperio de la ley; esto es,preservando el imperio de la ley,no el imperio de los jueces; lanorma de la ley, no meramente laley de las normas.

    Una vez ms quiero expresar missinceras gracias por habermeencontrado merecedor de recibir elPremio Justicia en el Mundo.Agradezco a todos su presencia eneste acto tan emocionante y les dejocon este dicho del Talmud de dosmil aos de antigedad referido alos jueces:

    Piensas que te estoy concediendo elpoder? Es en realidad la esclavitud loque te estoy imponiendo.

    Esta es la premisa que meacompaa a la Sala cada da.Cuando asisto a un juicio, yo soyjuzgado. Es con este sentimiento ycon profunda gratitud como aceptohoy este honor.