Baron Filosofo o Terrorista

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1 Barón, Filósofo o Terrorista. Un breve estado de la cuestión de Julius Evola Introducción. Una trayectoria peculiar El lugar ocupado en la historia intelectual por el aristócrata italiano Giulio Cesare Andrea Evola (1898-1974) es particular. ¿En qué consiste dicha particularidad? Por empezar, en que tiene en los ámbitos académicos una posición secundaria respecto de otros pensadores de lo que podría llamarse la “constelación de las derechas”, en la cual podría incluirse a los franceses Joseph de Maistre y Charles Maurras, a los alemanes Oswald Spengler y Ernst Jünger y a los españoles Juan Donoso Cortés y Ramiro de Maeztu. Sin embargo, Julius Evola es probablemente más leído en la actualidad que cualquiera de estos autores por los grupos de extrema derecha de Europa y América. Vinculado con esos grupos está el segundo rasgo de su peculiaridad: su relación con el fascismo fue compleja, ya que si bien se lo asoció con dicha ideología en numerosas ocasiones, el barón criticó varios aspectos del régimen de Benito Mussolini y fue blanco de duras réplicas por parte de intelectuales fascistas como Ugo d’Andrea y Luigi Volpicelli, quienes llegaron a ridiculizar sus obras y a no tomarlas en serio. Podría incluso argumentarse que si la extrema derecha recuperó a este autor durante la Posguerra fue porque, a pesar de adscribir discursivamente a lo que podría denominarse “fascismo clásico”, sus ideas y prácticas sufrieron profundas transformaciones después del final de la Segunda Guerra Mundial. 1 El escaso interés que ha suscitado en filósofos e historiadores a pesar de la relativa relevancia política que ha adquirido podría explicarse por sus ideas, entre las que destacan una oposición abierta a la Modernidad, entendida como una era en la cual los instintos y los afanes materiales dominan a los sujetos, la creencia en la capacidad de operar sobre el “mundo visible” a través de la manipulación del “invisible” (más ampliamente aunque tal vez no correctamente conocida como “magia”) y la convicción de que las sociedades deben retornar a una forma orgánica y jerárquica de organización estructurada según la Tradición, verdad perenne y trascendental que habría posibilitado la existencia de civilizaciones con un alto grado de 1 Anthony James Gregor ha señalado que el término “neofascismo” tiene un carácter engañoso ya que, en primer lugar, intenta englobar fenómenos sumamente distintos entre sí y, en segundo lugar, designa partidos y grupos con diferencias marcadas respecto de la experiencia fascista en Italia entre los años ’20 y ’40. De hecho, la centralidad adquirida por Julius Evola en algunos de esos espacios autodenominados “neofascistas” demostraría lo imp reciso del término en tanto, como el propio Gregor señala, este pensador mantuvo relaciones cambiantes y por momentos muy tensas con el régimen y negó explícitamente ser fascista. Véase Anthony James GREGOR, The Search for Neofascism. The use and abuse of social science, Nueva York, Cambridge Univesity Press, 2006.

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JULIUS EVOLA

Transcript of Baron Filosofo o Terrorista

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    Barn, Filsofo o Terrorista. Un breve estado de la cuestin

    de Julius Evola

    Introduccin. Una trayectoria peculiar

    El lugar ocupado en la historia intelectual por el aristcrata italiano Giulio Cesare Andrea Evola

    (1898-1974) es particular. En qu consiste dicha particularidad? Por empezar, en que tiene en

    los mbitos acadmicos una posicin secundaria respecto de otros pensadores de lo que podra

    llamarse la constelacin de las derechas, en la cual podra incluirse a los franceses Joseph de

    Maistre y Charles Maurras, a los alemanes Oswald Spengler y Ernst Jnger y a los espaoles

    Juan Donoso Corts y Ramiro de Maeztu. Sin embargo, Julius Evola es probablemente ms ledo

    en la actualidad que cualquiera de estos autores por los grupos de extrema derecha de Europa y

    Amrica. Vinculado con esos grupos est el segundo rasgo de su peculiaridad: su relacin con el

    fascismo fue compleja, ya que si bien se lo asoci con dicha ideologa en numerosas ocasiones,

    el barn critic varios aspectos del rgimen de Benito Mussolini y fue blanco de duras rplicas

    por parte de intelectuales fascistas como Ugo dAndrea y Luigi Volpicelli, quienes llegaron a

    ridiculizar sus obras y a no tomarlas en serio. Podra incluso argumentarse que si la extrema

    derecha recuper a este autor durante la Posguerra fue porque, a pesar de adscribir

    discursivamente a lo que podra denominarse fascismo clsico, sus ideas y prcticas sufrieron

    profundas transformaciones despus del final de la Segunda Guerra Mundial.1

    El escaso inters que ha suscitado en filsofos e historiadores a pesar de la relativa

    relevancia poltica que ha adquirido podra explicarse por sus ideas, entre las que destacan una

    oposicin abierta a la Modernidad, entendida como una era en la cual los instintos y los afanes

    materiales dominan a los sujetos, la creencia en la capacidad de operar sobre el mundo visible

    a travs de la manipulacin del invisible (ms ampliamente aunque tal vez no correctamente

    conocida como magia) y la conviccin de que las sociedades deben retornar a una forma

    orgnica y jerrquica de organizacin estructurada segn la Tradicin, verdad perenne y

    trascendental que habra posibilitado la existencia de civilizaciones con un alto grado de

    1 Anthony James Gregor ha sealado que el trmino neofascismo tiene un carcter engaoso ya que, en primer

    lugar, intenta englobar fenmenos sumamente distintos entre s y, en segundo lugar, designa partidos y grupos con

    diferencias marcadas respecto de la experiencia fascista en Italia entre los aos 20 y 40. De hecho, la centralidad adquirida por Julius Evola en algunos de esos espacios autodenominados neofascistas demostrara lo impreciso del trmino en tanto, como el propio Gregor seala, este pensador mantuvo relaciones cambiantes y por momentos

    muy tensas con el rgimen y neg explcitamente ser fascista. Vase Anthony James GREGOR, The Search for

    Neofascism. The use and abuse of social science, Nueva York, Cambridge Univesity Press, 2006.

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    desarrollo miles de aos atrs. En el seno de circuitos acadmicos acostumbrados a tesis de corte

    empirista y racionalista visiones de este tipo suelen ser consideradas excntricas en el mejor de

    los casos, y delirantes en el peor.

    De todas formas, en las dcadas que siguieron a la muerte del autor una cantidad

    considerable de artculos acadmicos ha tratado su figura y su pensamiento. Si bien, como se

    intentar mostrar aqu, los motivos detrs de dichas indagaciones fueron variados, difcilmente

    pueda soslayarse como premisa la relevancia creciente que este intelectual ha adquirido en

    diversos crculos de ultraderecha. stos han editado numerosas traducciones de sus obras, han

    organizado congresos y conferencias y han dado lugar a la aparicin de agrupaciones que,

    invocando su nombre, cometieron actos terroristas.2

    Este trabajo tiene por objetivo realizar un recorrido crtico aunque no exhaustivo de la

    bibliografa acadmica aparecida durante los ltimos treinta aos sobre Julius Evola: se ha

    decidido presentar la informacin cronolgicamente, con un nfasis especial en los aportes de

    cada trabajo y de cada dcada. De esta forma, se intentar ver qu consensos se han formado y

    qu controversias se han desarrollado. Por motivos de espacio, no se han tomado en cuenta los

    trabajos pertenecientes a lo que podra denominarse bibliografa militante, esto es aquellos

    libros y artculos escritos por seguidores y entusiastas del pensador italiano. Por la misma razn,

    las referencias al pensamiento evoliano propiamente dicho sern solamente tangenciales. Es a

    partir de un ejercicio de estas caractersticas que, se cree, una nueva investigacin sobre este

    intelectual y sus seguidores podr ser emprendida.

    Estado de la Cuestin. Facetas

    Los primeros trabajos acadmicos dedicados a la figura de Evola aparecieron a principios de los

    aos 80: este inters podra explicarse en parte por la muerte del autor, ocurrida en junio de

    1974, pero sobre todo por la estrategia de tensin desplegada por los grupos de extrema

    derecha italianos que se manifest, por ejemplo, en el atentado a la estacin de tren de Bologna

    en agosto de 1980. La investigacin realizada posteriormente por la polica sobre los medios

    2 Dejando de lado las traducciones al alemn y al francs supervisadas por el polglota Evola, cabe destacar otras

    ms contemporneas como las del lder del Movimiento Eurasia Aleksandr Dugin, las de la Editorial Heracles

    perteneciente al Centro Evoliano de Amrica, con sede en Buenos Aires, y las de la casa estadounidense Inner

    Traditions. Como se intenta mostrar ms adelante, no hay un consenso en la bibliografa sobre la relacin entre

    Evola y los terroristas. Un recorrido sucinto de los grupos evolianos a finales del siglo XX y principios del XXI

    puede encontrarse en Nicholas GOODRICK-CLARKE, Black Sun. Aryan cults, esoteric nazism and the politics of

    identity, Nueva York, New York University Press, 2003, pp. 67-71.

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    neofascistas italianos revel la relevancia que en los mismos haba adquirido durante las

    dcadas anteriores este pensador.3

    En 1981 el historiador del arte Richard Sheppard estudi la participacin de Evola en el

    futurismo antes de la Primera Guerra Mundial y en el dadasmo luego de ella. Para el historiador

    se habra producido una afinidad electiva entre un joven aristcrata y unas vanguardias que

    compartan su rechazo por el mundo burgus. Sin embargo, el acercamiento sera efmero: Evola

    critic al futurismo ya que la glorificacin de la industria y la tecnologa se le antojaba

    materialista, y reneg del dad por considerar que le faltaba radicalidad y que tenda a la

    comercializacin. De todas formas, an en su madurez el filsofo reivindicara su paso por las

    vanguardias como inicio de la militancia antiburguesa que desarrollara durante toda su vida.4

    Ese mismo ao el filsofo Thomas Sheehan plante que para comprender al terrorismo

    era necesario explorar las dimensiones mtico-metafsicas del terrorista: en el caso particular de

    la extrema derecha italiana, dichas dimensiones seran inseparables de la filosofa del fascismo

    de Julius Evola. El Tradicionalismo por l desarrollado sera una amalgama entre idealismo

    metafsico, mitologas primitivas y una metafsica de la Historia que manifiesta una diatriba de lo

    trascendente contra lo inmanente. Para Sheehan, entonces, el pensamiento evoliano no es

    irracional o romntico, sino una rplica de lo transracional a lo racional, del Ser al Devenir,

    del clasicismo olmpico a la Modernidad.

    Dos principios seran entonces fundamentales en su filosofa: por un lado, el dualismo

    materia-espritu, siendo el segundo el factor supremo al cual era necesario reivindicar. Por el

    otro, la jerarqua: toda la realidad estaba orientada hacia el Ser, el cual informa a la naturaleza

    por medio de la correspondencia y el simbolismo. Es esta superioridad del Ser la que explica el

    corporativismo econmico, la teora de las castas, el racismo espiritual y el dominio del

    hombre sobre la mujer. El Estado sera otra manifestacin de lo Trascendente, aunque es

    caracterstico de la Modernidad que haya dejado de ser Imperio y haya tomado su legitimidad de

    lo bajo (la soberana popular) dejando de lado lo alto (lo espiritual). Lo que Evola buscara

    en el Ser, en definitiva, sera una forma de organizacin de la sociedad donde los sujetos dejaran

    de ser individuos para ser personas, las cuales exploraran lo Trascendente para hallar sus tareas

    y objetivos. La alternativa era el reinado del hombre libre que, por definicin, est fuera de

    3 Nicholas GOODRICK-CLARKE, op. cit., p. 52.

    4 Richard SHEPPARD, Julius Evola, Futurism and Dada: A case of Double Misunderstanding, AA.VV., New

    Studies in Dada, Driffield, Hutton Press, 1981.

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    toda casta: es un paria.5 La investigacin de Sheehan describe sucintamente el pensamiento del

    barn italiano y carga las tintas sobre los aspectos susceptibles de ser retomados por los

    terroristas de la Posguerra. El filsofo realiza un valioso aporte al buscar en las obras y artculos

    periodsticos de Evola referencias sobre las aplicaciones concretas que habra buscado para su

    Tradicionalismo en el mundo que viva. Sin embargo, su enfoque adolece de no explicitar qu

    entiende por fascismo, lo que permitira entender por qu, a contracorriente de muchos otros

    autores, considera que el aristcrata fue el artfice de una filosofa del fascismo.

    Roger Griffin, al igual que Sheehan, sostiene que el estudio del pensamiento de Evola es

    fundamental para comprender a la Nueva Derecha Italiana. Pero disiente con el filsofo al

    afirmar que el neofascismo no puede ser visto como reproduccin mimtica del rgimen

    mussoliniano. Griffin seala que el arte abstracto no solamente habra sido antiburgus, sino

    tambin un vehculo para alcanzar la realidad del Ser, completamente extraa al hombre del

    mercado. Su posterior estudio del ocultismo y las tradiciones orientales supuso el pasaje de la

    abstraccin hacia el ataque a la Modernidad. Esta etapa ocultista, durante la cual intent influir

    en el fascismo a travs de, por ejemplo, la revista La Torre, habra durado hasta finales de los

    aos 30, cuando se dedic a cuestiones raciales. El xito que entonces alcanz habra

    respondido a consideraciones pragmticas del rgimen fascista: si bien esto puede ser aceptado,

    tambin debera tomarse en cuenta una nueva maniobra entrista de Evola en el fascismo y el

    nazismo a travs del racismo. En cualquier caso, sus ideas continuaban siendo incmodas a

    ambos lados de la frontera, por lo cual el xito fue efmero.

    La derrota del Eje, en el cual el aristcrata habra visto un posible final para la edad

    oscura de la Modernidad o Kali Yuga, no habra modificado sustancialmente sus ideas: ms bien,

    las habra reforzado y sazonado con un marcado pesimismo. En las ediciones de posguerra de su

    magnum opus de 1934, Rivolta contro il Mondo Moderno, y en su manual para hombres

    tradicionales de 1961, Cavalcare la Tigre, Julius Evola conden todo intento de resucitar al

    fascismo y al nazismo, los cuales haban estado corrompidos desde sus inicios, y llam a la

    apoliteia mientras se esperaba la inevitable disolucin del mundo moderno. Solo y olvidado, el

    filsofo fue recuperado despus de las convulsiones de 1968 por jvenes que reaccionaban

    contra el racionalismo en favor de una gnosis que recuperase al sujeto como totalidad.

    5 Thomas SHEEHAN, Myth and Violence: the Fascism of Julius Evola and Alain de Benoist, Social Research,

    Vol. 48, N 1, Primavera de 1981.

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    Griffin advierte que el estudio de Evola se ve dificultado por sus posturas antiacadmicas

    y por un estilo de escritura y pensamiento donde verdades son reveladas por un maestro y

    justificadas con una excesiva profusin de citas. Fueron justamente estos rasgos los que

    resultaron atractivos para la contracultura de la derecha, que habra mezclado tpicos, gneros

    y lecturas de forma promiscua al punto de que J.R.R. Tolkien fue tan influyente como Evola.6 A

    diferencia de Sheehan, Griffin se interesa por el atractivo del pensamiento evoliano para toda la

    extrema derecha italiana y europea, no slo para los terroristas, con los cuales la relacin habra

    sido por otra parte indirecta. Este autor enfatiza tambin las tensiones y diferencias del

    aristcrata con el fascismo y el nazismo, lo cual difcilmente se corresponda con las

    caractersticas del intelectual orgnico pintado por Sheehan. Finalmente, ninguno de estos dos

    autores presta atencin a los pensadores que influyeron en el aristcrata.

    Richard Drake coincide con ellos en que el tradicionalista es un gur de la extrema

    derecha, aunque su importancia no radicara en la influencia en los jvenes o en brindar una

    base mtico-metafsica para el terrorismo sino en la elaboracin de una contrahegemona de la

    derecha enfrentada tanto a la Democracia Cristiana y la izquierda como al Movimento Sociale

    Italiano (MSI). Para Drake, Evola habra pertenecido a la juventud perdida de 1914 al igual

    que Ernst Jnger, quienes no habran podido reintegrarse en la vida civil. Esto explicara su

    acercamiento al dadasmo, su estudio de Hegel y Schopenhauer (quienes lo habran convertido

    en un idealista) y su inters por el ocultismo, las religiones orientales y la alquimia. Habra sido

    el contacto con el pensador francs Ren Gunon el que habra ordenado todas esas reflexiones

    en torno de la crtica a la Modernidad: la decadencia del mundo moderno poda explicarse por la

    cada de los valores espirituales y el ascenso de los materiales provocados por los

    cuestionamientos de los filsofos e intelectuales empezando en la Antigedad Clsica a la

    Tradicin. El progreso no lograba alterar la validez de valores perennes como la jerarqua y la

    casta.

    A partir de la lectura de Il Fascismo: saggio di una analisi critica dal punto di vista della

    destra, Drake afirma que Evola habra aprobado a una ideologa que anunciaba la creacin de

    nuevos italianos y de un rgimen jerrquico y ordenado a travs del corporativismo y la

    disciplina. Sin embargo, Mussolini habra prometido mucho y realizado poco: al mantener la

    6 Roger GRIFFIN, Revolts against the modern world. The blend of literacy and historical fantasy in the Italian New

    Right, Literature and History, Vol. 11, Primavera de 1985.

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    existencia del Partito Nazionale Fascista (PNF) una vez alcanzado el poder solamente habra

    obstaculizado al Estado y dado lugar al avance de la burocracia y la plebe. La alianza con la

    Iglesia catlica y la marginacin de la nobleza y la monarqua seran sntomas de estos vicios.

    Fue por esto que el aristcrata se habra sentido ms a gusto en Alemania, donde se habra

    manifestado una fase superior del fascismo. Sin embargo, Drake no toma en cuenta los reparos

    presentados por Evola frente al nacionalsocialismo.

    Otro motivo del fracaso del fascismo habra sido la raza italiana, surgida de la mezcla de

    elementos arios, africanos y mediterrneos. Como Griffin, Drake considera que las reflexiones

    desplegadas por Evola en Sintesi della Dottrina della Razza fueron simplemente

    instrumentalizadas por el fascismo. Lo que agrega, de forma interesante, es la afirmacin de que

    el aristcrata habra visto en los judos una influencia nociva en la espiritualidad aria y en la

    Tradicin, pero no a los principales responsables de la decadencia. Rechazando las teoras

    conspirativas sostenidas por el nazismo, Evola vera en el ascenso social de los judos un sntoma

    del proceso de disolucin generado por el racionalismo, no su causa.

    Respecto del perodo de posguerra, Drake introduce la idea de que la marginalidad de

    Evola durante el fascismo le permiti escapar indemne a su cada y adquirir notoriedad a partir

    de all. Fue entonces que los jvenes comenzaron a acudir a l como a un orculo: fue para ellos

    que habra escrito Gli Uomini e le Rovine, libro en que llamaba a rechazar a los representantes

    del capitalismo estadounidense y el comunismo sovitico y a elaborar una contrahegemona

    contra los principios inmortales de 1789. Para el historiador, es fcilmente demostrable a partir

    de las fuentes que Julius Evola tena vnculos directos con organizaciones como Fasci di Azione

    Rivoluzionaria y Ordine Nuovo, a las que vea como parte de un ejrcito paneuropeo a imagen y

    semejanza de las Waffen SS. Estas agrupaciones habran sido llamadas a la accin directa.

    Lo que Drake no puede explicar es la contradiccin entre este llamado soreliano a la

    violencia y el pesimismo de Cavalcare la Tigre, en el cual el pensador tradicionalista tildaba al

    existencialismo y a los movimientos beat y hippie de manifestaciones de la decadencia moderna.

    La ausencia de planes en ambos demostraba que no eran inicios de algo nuevo. El pesimismo

    habra llegado a un punto tal que el llamado a las armas habra dejado lugar a la apoliteia. Por

    qu, siguiendo el planteo de Drake, se habra dado este cambio? O era alguna de las dos

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    posiciones una simple estratagema?7 En cualquier caso, el historiador realiza un importante

    aporte al profundizar en la etapa formativa de Evola, en las races de su Tradicionalismo, en sus

    diferencias con el fascismo, en su anticatolicismo, en su racismo, en los motivos de su xito

    tardo durante la posguerra y en la intencionalidad poltica de sus obras. Sin embargo, hace caso

    omiso de las advertencias de Griffin sobre los riesgos que se corren al relacionar directamente

    los escritos de un pensador con los militantes que, supuestamente, los ponen en prctica.

    Por fuera del mundo angloparlante, Franco Ferraresi public en 1987 un completo

    artculo.8 Partiendo de cartas y documentos privados de organizaciones y personalidades de la

    extrema derecha, este autor pudo reconstruir la trayectoria poltica del aristcrata italiano desde

    finales de los aos 20 hasta su muerte, haciendo especial nfasis en sus difciles relaciones tanto

    con representantes del fascismo como del nazismo, y en particular con las SS. Para Ferraresi, los

    planteos del filsofo italiano acerca de la superioridad racial aria y la necesidad de reconstruir la

    civilizacin occidental sobre bases masculinas y guerreras eran atractivos a ambos lados de la

    frontera, pero el carcter espiritual de su racismo (esto es, el factor racial es determinante pero

    no est biolgicamente determinado) y sus dejos aristocratizantes lo habran condenado a una

    posicin marginal.

    En 1988 Thomas Sheehan revisit la figura del noble italiano, ms especficamente su

    recepcin del pensamiento de Friedrich Nietzsche y las rplicas que a partir del mismo hizo al

    actualismo de Giovanni Gentile. Para Evola no es el Acto Puro lo que constituye al individuo

    sino que el individuo absoluto despliega actos de libertad y auto-creacin que superan

    constantemente los lmites que el mundo le impone, y de esta forma lo crea, recrea y domina: de

    esta forma, la voluntad de dominio transforma al sujeto en Dios en un mundo donde Dios ha

    muerto. Sheehan considera que la apropiacin suprarracional de lo real que Julius Evola

    defiende no supone un escape a lo suprasensible sino la afirmacin de la superioridad del

    conocimiento intuitivo sobre lo discursivo y racional.

    Esta etapa filosfica del pensador italiano habra durado hasta 1927. Con la publicacin

    de su Rivolta se habra iniciado otra, que abarcara el resto de su vida, en la cual explorara las

    tradiciones pre-racionales y afirmara la superioridad de la cualidad sobre la cantidad. De esta

    7 Richard DRAKE, Julius Evola and the Ideological Origins of the Radical Right in Contemporary Italy, Peter

    HERKL (ed.), Political Violence and Terror: Motifs and Motivation, Berkeley, University of Carolina Press, 1986. 8 Franco FERRARESI, Julius Evola: Tradition, Reaction, and the Radical Right, Archives of European Sociology,

    XXVIII, 1987.

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    manera, habra desarrollado una filosofa de la Historia profundamente anti-histrica en tanto se

    fundamentara en un pasado originario que sera ms ontolgico que histrico. Por este motivo,

    se expresara en los trminos mticos de la India vdica, como eras o etapas dentro de ciclos.

    Sheehan sostiene que Evola en realidad habra seguido los pasos del Aristteles que llamaban a

    buscar el nous para desarrollar una vida plena.9 Este aporte, el ltimo de los aos 80, es en cierta

    medida desigual: si bien Sheehan profundiza ms que sus colegas en los rasgos de la etapa

    filosfica que el noble italiano atraviesa durante los aos 20, no explica las relaciones de sta

    con la etapa tradicionalista que se inicia en 1934, a la cual concede una importancia menor que

    los dems autores.

    Los aos 80 fueron testigos de la aparicin de una heterognea bibliografa sobre Evola

    escrita por filsofos, politlogos e historiadores. En todos los casos, el pensador tradicionalista

    fue analizado a partir de una problemtica general como el dadasmo italiano, la extrema derecha

    o las recepciones de Nietzsche en Italia. Resulta llamativo que la virtual totalidad de los artculos

    acadmicos proviniera de EE.UU. y de Gran Bretaa, siendo otros pases europeos como Francia

    e Italia muchos ms prolficos en lo que aqu se denomina bibliografa militante. Algunos

    rasgos de los trabajos dan cuenta del carcter entonces novedoso del objeto de estudio: por un

    lado, la mayora de los artculos dedica una seccin ms o menos extensa a relatar la biografa

    del aristcrata. Por el otro, se hacen esfuerzos por periodizar la misma: mientras Sheehan habla

    de dos grandes etapas, una filosfica de 1922 a 1927 aproximadamente y otra tradicionalista de

    1934 a 1974, Griffin y Drake agregan una etapa juvenil entre 1914 y 1922, caracterizada por

    su participacin en el futurismo, el dadasmo y la Primera Guerra Mundial, y subdividen la

    etapa tradicionalista al separar el perodo de Posguerra. Los autores tienden a indagar en las

    actividades y obras de Julius Evola de los aos 20 y 30 para definir su pensamiento para luego

    considerar las dcadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial como variaciones de una misma

    tonada. Sin embargo, las preocupaciones polticas de Griffin, Drake y Ferraresi hacen que este

    perodo sea el que ms le interese. Salvo en el caso de Sheppard, el objetivo final de los autores

    no suele ser la exploracin del pensamiento evoliano en s sino la exploracin de sus vnculos

    con los grupos y actividades terroristas de la extrema derecha, objeto de estudio que se les

    presenta tanto o ms esquivo.

    9 Thomas SHEEHAN, Diventare Dio: Julius Evola and the Metaphysics of Fascism, Thomas HARRISON (ed.),

    Nietzsche in Italy, Stanford, Stanford University Press, 1988.

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    Tal vez como consecuencia del final de la Guerra Fra y de la estrategia de tensin en

    Italia, los aos 90 fueron menos frtiles en trabajos y enfoques. En su Biographical Dictionary

    of the Extreme Right Since 1890, publicado en 1990, Philip Rees dedica una extensa entrada a

    Julius Evola, a quien define como principal filsofo italiano de la extrema derecha con una

    influencia poderosa en el neofascismo de posguerra.10 En su breve biografa Rees recupera

    elementos arriba mencionados como el paso de Evola por el dadasmo, el perodo filosfico en

    el cual aspir a un conocimiento transracional a partir del estudio de las religiones orientales y el

    ocultismo, la recepcin de Ren Gunon y su oposicin al mundo moderno. De todas maneras,

    introduce matices propios: as, las principales influencias de Evola fueron alemanas, en

    especial Nietzsche, Otto Weininger y miembros de la revolucin conservadora como Ernst

    Jnger y Gottfried Benn. Destaca tambin el rechazo del aristcrata por las tendencias plebeyas y

    nacionalistas del fascismo, aunque admite que senta un profundo respeto por el Duce. Para

    Rees, la era dorada del pensador tradicionalista lleg con el final de la Segunda Guerra

    Mundial, cuando obtuvo reconocimiento por parte de la extrema derecha italiana gracias a sus

    buenas relaciones con el lder del MSI Giorgio Almirante y el fundador de ON Giuseppe Pino

    Rauti. Todo esto a pesar de estar postrado en una silla de ruedas a causa de una herida sufrida al

    final de la guerra y a un distanciamiento creciente respecto de la poltica.11

    La inclusin de Evola

    en este diccionario mostrara tanto la relativa importancia que haba adquirido en trminos

    acadmicos y polticos como la posibilidad de elaborar un consenso a partir de los aportes

    realizados durante la dcada anterior.

    En 1995 el semilogo italiano Umberto Eco afirm que distintos regmenes polticos en

    Europa y en otras latitudes en distintos momentos del siglo XX tuvieron rasgos que permitan

    calificarlos de fascistas a pesar de sus diferencias internas. Fue por eso que enumer las

    caractersticas de lo que llam Ur-Fascismo, o Fascismo Eterno, tres de las cuales son

    referencias directas al pensamiento de Julius Evola. La primera es el culto a la Tradicin,

    entendida como una revelacin concedida a la Humanidad en los albores de la historia que, de

    forma necesaria, se nutre sincrticamente de diversas religiones y mitologas. La segunda es el

    rechazo a la Modernidad: para Eco, el afirmar que la Ilustracin es el inicio de la depravacin

    contempornea es una postura tpicamente irracionalista. Finalmente, est el rechazo del discurso

    10

    Philip REES, Biographical Dictionary of the Extreme Right Since 1890, Hertfordshire, Simon & Schuster, 1990,

    pp. 118. Esta traduccin del ingls, as como las siguientes, es ma. 11

    Philip REES, op. cit., p. 119.

  • 10

    analtico y crtico, visto como un rasgo tpico de la Modernidad. En este sentido, para el escritor

    italiano Julius Evola, uno de los gurs fascistas ms respetados, habra hecho una valiosa

    contribucin a la doctrina fascista, ms all de las contradicciones que la caracterizan.12

    En este

    sentido, el clebre escritor se aproximara a Sheehan al tildar a Evola de fascista, aunque a

    diferencia del filsofo estadounidense considera que su pensamiento es irracional, no

    suprarracional. De todas formas, coincide con l y con otros autores arriba considerados en que

    el pensamiento del aristcrata italiano ha tenido una repercusin importante en la derecha

    europea durante la Posguerra.

    Recin en 1999 Kevin Coogan present un anlisis del nivel de los realizados en los 80

    en su extenso libro Dreamer of the Day, dedicado a la figura de Francis Parkey Yockey. Este

    abogado e intelectual estadounidense escribi en 1948 la monumental obra neo-spengleriana

    Imperium, en la cual afirmaba que la nica forma de supervivencia disponible para la

    civilizacin occidental era la creacin de una entidad imperial supranacional. Los siguientes aos

    de su vida los pas en la clandestinidad, trabajando desde las sombras para forjar una alianza

    entre los soviticos y los neofascistas. Para Coogan, el itinerario de Parker Yockey funciona

    como una suerte de hilo de Ariadna que le permite orientarse en el laberinto de lo que llama la

    internacional fascista de posguerra, en la cual ocupa un lugar importante Julius Evola.

    Como tarea casi de rigor, el investigador realiza una breve biografa intelectual del barn,

    en la cual se destaca por primera vez el rol del tesofo y masn italiano Arturo Reghini y su

    Gruppo di Ur, gracias a los cuales Evola habra radicalizado su anticlericalismo (en 1927

    publicara Imperialismo Pagano, su gran diatriba contra el catolicismo romano) y entrado en

    contacto con Gunon. Para Coogan, el joven intelectual italiano coincida con el francs en que

    la Modernidad era en realidad la Kali Yuga, etapa oscura del ciclo histrico hind caracterizado

    por la marginacin de lo espiritual, el avance de lo material y la disolucin social, moral y

    cultural. Siguiendo a Sheehan, seala que para Evola Nietzsche se equivocaba, por ser un

    pensador moderno, al ver a la metafsica y la religin como obstculos para el desarrollo del

    superhombre. Por el contrario, el aristcrata italiano consideraba que la Tradicin, por estar

    vinculada con la dimensin del Ser, permita a los sujetos alcanzar su objetivo de convertirse en

    dioses. Postura que lo diferenciaba de Ren Gunon, para quien la distancia entre dioses y

    hombres era insalvable.

    12

    Umberto ECO, Ur-Fascism, New York Review of Books, 22/VI/1995.

  • 11

    Coogan resea tambin la filosofa de la historia desplegada por Evola en su opus

    magnum Rivolta contro il Mondo Moderno, la cual se centrara en el conflicto entre dos

    principios: por un lado, el norte, lo masculino, lo solar y lo jerrquico y, por el otro, el sur, lo

    femenino, lo terrenal/frtil y lo igualitario. En estos planteos el investigador reconoce la

    influencia del pensador suizo Johann Bachofen, para quien toda cultura humana emerga del

    conflicto, siendo el ms importante el que enfrenta a las culturas femeninas e igualitarias con las

    masculinas y jerrquicas.

    Tal vez el aporte principal de Kevin Coogan al estudio de esta figura sea el anlisis de sus

    actividades propiamente polticas: es as que relata cmo sus vnculos con Roberto Farinacci le

    permitieron acercarse a los nazis y a crculos conservadores germanos. Si bien en un primer

    momento el barn fue tildado de aristcrata reaccionario por las SS, las cuales recomendaron

    no estimular sus actividades en el Reich, despus de 1943 el filsofo italiano trabaj para el

    Servicio de Seguridad del Reichsfhrer SS (SD) en Berln, Roma y Viena. Cul habra sido su

    funcin? Coogan hipotetiza que habra estudiado textos ocultistas para contribuir a la creacin de

    la Orden, grupo que preservara a la vieja elite dominante y a la nueva elite nacionalsocialista

    despus de la guerra.

    Respecto de este perodo dorado, al decir de Philip Rees, Coogan presenta una

    contradiccin que no resuelve: por un lado, muestra a un Julius Evola que actu como mentor de

    Ordine Nuevo a travs de obras como Lo Yoga della Potenza (1949), en la cual propona que los

    ritos iniciticos y la violencia servan para abrazar y apropiarse del poder del dios hind Shiva,

    entendido como fuerza de destruccin. De esta forma, se podra alcanzar el carcter heroico de

    Heracles, visto como el campen masculino por excelencia de Occidente. Pero por el otro, el

    investigador interpreta que Gli Uomini e le Rovine, al proponer un fortalecimiento del Estado

    dentro de una alianza occidental vista como el mal menor, estara impulsando la estrategia de

    tensin que dara a las fuerzas represivas amplios mrgenes de accin al agitar los fantasmas del

    comunismo y el terrorismo de derecha e izquierda. Quiere esto decir que Evola manipul

    cnicamente a Ordine Nuovo y otros grupos para sostener la estrategia de tensin? Si Coogan

    se percat de dicha contradiccin o se plante esta pregunta, no explicit ninguna en su libro.

    Otro aporte original es la reflexin en torno de Metafisica del Sesso, libro de 1958 en el

    cual es notoria la influencia de Otto Weininger. El barn propone all prcticas y ritos iniciticos

    para trascender la mera materialidad del sexo y recuperar su significado tradicional, es decir la

  • 12

    sexualidad como portal a la realidad de los dioses. El anlisis es de todas formas superficial, ya

    que el inters del investigador no es ahondar en dichos ritos sino simplemente en la misoginia y

    el sadomasoquismo del filsofo italiano que Parkey Yockey habra compartido: para Evola, las

    mujeres deban ser dominadas, y prcticas sdicas moderadas como el uso del ltigo permitan

    el acceso a la realidad del Ser. 13

    En resumen, los aos 90 aportaron un resumen y un anlisis sucinto pero completo. En

    primer lugar, Rees habra sintetizado los aportes de los aos 80, demostrando as que ya se haba

    constituido un punto de partida para las investigaciones. En segundo lugar, Eco consider a

    Evola lo suficientemente importante como para incluir varios de los ejes centrales de su

    pensamiento en la definicin de Ur-Fascismo: en otras palabras, la filosofa del aristcrata

    sera para l arquetpicamente fascista. Finalmente, Coogan innov al analizar las obras de

    Evola, incluso de algunas mayormente ignoradas como Lo Yoga della Potenza y Metafisica del

    Sesso, y al ver la relacin con las actividades polticas del autor mientras las escriba. A pesar de

    que Evola es un objeto de estudio secundario para el investigador, el libro presenta un cuadro

    bastante completo del filsofo tradicionalista. Sin embargo, adolece de recurrir en ciertos puntos

    a teoras conspirativas, con escasa fundamentacin, como forma de explicacin.

    La pasada dcada presenci la aparicin de importantes trabajos sobre este pensador

    tradicionalista: si bien estos artculos tendieron a no referenciar a los antecedentes de los aos

    80, no presentaron una importante diferencia de contenido.

    En Black Sun Nicholas Goodrick-Clarke pone especial nfasis en el rol que el ocultismo,

    el esoterismo y tradiciones orientales como el tantrismo tuvieron en la conformacin del

    pensamiento antimoderno, antiliberal y antidemocrtico de Evola durante los aos 20. Adems

    de resear, como otros antes que l, sus orgenes en las vanguardias y sus difciles relaciones con

    el fascismo y el nazismo, Goodrick-Clarke hace hincapi en Rivolta contro il Mondo Moderno,

    presentando las explicaciones del filsofo tradicionalista de la decadencia de Occidente a partir

    de las doctrinas de los ciclos histricos y de la regresin de las castas. El autor seala, como

    Coogan, que en esta obra pueden encontrarse recepciones de Gunon, Bachofen y Weininger.

    Este ltimo autor permitira tambin entender el carcter espiritual del racismo de Evola y de su

    por momentos virulento antisemitismo. Como Rees, Goodrick-Clarke afirma que tras impulsar

    13

    Kevin COOGAN, Dreamer of the Day. Francis Parker Yockey and the Postwar Fascist International, Nueva

    York, Autonomedia, 1999, 291-361.

  • 13

    su moral heroica y violenta en los aos 50 el pensador italiano habra reforzado su pesimismo,

    postura que encuentra en Cavalcare la Tigre. El historiador cierra su anlisis afirmando que

    Julius Evola actu como mentor de ON y de los Nuclei Armati Rivoluzionari (NAR): el exilio de

    miembros de estas organizaciones y una general sensacin de anomia e insatisfaccin explicaran

    la difusin de las ideas de Julius Evola fuera de Italia, en pases como Francia, EE.UU.,

    Inglaterra y Rusia.14

    Es significativo que Goodrick-Clarke recurra a los principios expuestos por

    el propio barn para explicar sus obras, con lo cual demostrara que no era necesario recurrir a

    otros marcos tericos, como haba hecho Sheehan, para comprenderlas. Por otra parte, el

    historiador no llega al punto de ver a Evola como responsable directo de los actos terroristas,

    pero s exhibe una completa lista de los grupos que dentro y fuera de Italia leen y se inspiran en

    sus ideas.

    El peculiar racismo de Julius Evola fue estudiado por el historiador Aaron Gillette, para

    quien el aristcrata fue en ciertos momentos una figura importante en el firmamento intelectual

    fascista. Segn Gillete, el pensador tradicionalista vea al ser humano como una conjuncin de

    cuerpo, alma y espritu, siendo este ltimo coprincipio el ms importante por su naturaleza

    heroica y por su conexin con la dimensin del Ser. Siguiendo al racista alemn Ludwig

    Ferdinand Clauss, la raza espiritual de un sujeto podra no estar relacionada con su raza fsica: de

    hecho, por medio de un proceso llamado ideovariacin una idea o un sentimiento fuertemente

    instalados en una poca determinada pueden constituir un alma racial, que luego modifica la

    constitucin racial. Lo contrario puede tambin producirse: si el equilibro entre cuerpo, alma y

    espritu que caracteriza a las elites y a las razas fuertes se rompe, o si la raza se involucra en

    procesos de mestizaje o entra en contacto con ideas disolventes, se producen entonces procesos

    de degeneracin. Estos explicaran la dinmica de ascenso y cada de las civilizaciones, aunque

    Gillette no relaciona este elemento con la teora de los ciclos y de la regresin de las castas.

    Otro aporte es el anlisis de los intelectuales racistas italianos y sus relaciones con las

    autoridades fascistas y nazis. Gillette encuentra que el racismo espiritual de Evola fue rechazado

    por biologicistas como Guido Landra, por los seguidores de la tesis Mediterrnea y por la

    Iglesia Catlica. A pesar de todas estas oposiciones, Evola tuvo un breve auge con el ascenso de

    Alberto Luchini en 1941 y el apoyo de Mussolini, quien vea con beneplcito un racismo

    espiritual que se diferenciaba del alemn. Para el Duce, los italianos eran tan arios como sus

    14

    Nicholas GOODRICK-CLARKE, op. cit., pp. 52-71.

  • 14

    aliados. Si bien la presin de sus oponentes dio por tierra con las iniciativas editoriales e

    intelectuales del barn, Gillete remarca la importancia que tuvo en el desarrollo de las teoras

    raciales fascistas y en las relaciones entre Italia y Alemania.15

    Mark Sedgwick ofreci en Against the Modern World una biografa intelectual de Ren

    Gunon y una historia del tradicionalismo, en el cual Evola ocup un lugar prominente. El

    historiador considera que adems del pensador francs, a quien habra conocido a travs de

    Reghini, el aristcrata italiano tuvo como referentes importantes a Niezsche y a Bachofen: a

    partir de las ideas del primero habra construido su tesis del individuo absoluto mientras que

    del segundo tom y reelabor la nocin de civilizaciones urnicas y telricas. El centrarse en

    Gunon le permite a Sedgwick indagar ms que otros en las diferencias que tuvo con Evola, las

    cuales giraran en torno de las soluciones propuestas para la decadencia del mundo moderno:

    mientras el primero vea a la transformacin del individuo como precondicin para la

    transformacin de Occidente, el segundo llamaba a la rebelin. Por eso habra intentado

    orientar al fascismo por la senda tradicionalista, operacin que a Sedgwick le parece similar a la

    del fundador de la Sociedad de Thule, Rudolf von Sebottendorf. Los intentos de Julius Evola

    habran sido infructuosos: su iniciativa editorial para construir un fascismo ms radical y

    absoluto, la revista La Torre, fue mal recibida y prohibida tras cinco nmeros. Similar suerte

    corri en Alemania, donde la traduccin de Imperialismo Pagano fue bien recibida aunque slo

    el Herrenklub, crculo de la elite ultraconservadora, escuch con beneplcito las tesis evolianas:

    las SS decidieron no prestarle ms atencin. De manera similar a Goodrick-Clarke, Sedgwick

    sostiene que las teoras raciales de Evola habran sido una forma de introducir el tradicionalismo

    en el fascismo y el nazismo. Como demostr Gillete, esta estrategia tuvo un xito efmero.

    A qu se debieron los fracasos? El historiador considera que la explicacin est en el

    escaso inters de Benito Mussolini y Adolf Hitler por ideologas distintas a las suyas y en la

    contradiccin entre el carcter masivo de sus movimientos y el elitismo de Evola. Sin embargo,

    esta marginalidad le habra permitido al barn y a sus ideas salir indemnes y ganar notoriedad

    tras el final de la guerra mundial, algo ya planteado por Richard Drake. Sus poco claras

    vinculaciones con los Fasci di Azione Rivoluzionaria condujeron a su arresto, enjuiciamiento y

    absolucin, los cuales tuvieron una importante repercusin. Para Sedgwick, sin embargo, no se

    puede responsabilizar al aristcrata por los actos terroristas cometidos en su nombre por ON y la

    15

    Aaron GILLETTE, Racial Theories in Fascist Italy, Nueva York, Routledge, 2002, pp. 154-175.

  • 15

    Avanguardia Nazionale, cuyos miembros haban ledo los Orientamenti y Cavalcare la Tigre. Lo

    que el tradicionalismo evoliano habra brindado a estos militantes de derecha fue la visin de un

    futuro por el cual luchar y la concepcin del guerrero espiritual como individuo absoluto.

    Fue la reinterpretacin de estas nociones y del llamado a la apoliteia en una poca de disolucin

    por parte de tericos como Franco Freda lo que habra dado lugar a la ola de violencia que azot

    a Italia despus de 1968.

    Sedgwick concluye que Gunon y Evola han permanecido como referencias

    fundamentales para la Nueva Derecha aunque, parafraseando al intelectual francs Alain de

    Benoist, su importancia es mayormente histrica. De todas formas, como se ha visto, la relacin

    de Evola con los actos terroristas, los usos que quiso darle a sus ideas y los objetivos que

    persegua durante la posguerra son todava objeto de controversia.16

    El veterano historiador del fascismo Anthony James Gregor incluy a Julius Evola en su

    estudio de los intelectuales de Mussolini como una suerte de contraejemplo: las doctrinas

    delineadas por el aristcrata permitiran por contraste definir la ideologa fascista, a la cual nunca

    habra adscripto. Gregor se enfoca en el anlisis de dos obras del pensador tradicionalista,

    Imperialismo Pagano y Sintesi di Dottrina della Raza, a travs de las cuales podra verse que

    entre su autor y el fascismo se habra dado una suerte de instrumentalizacin cruzada. As,

    mientras en el primer libro Evola planteaba la necesidad de dar un alma tradicionalista a un

    fascismo que era en esencia material, Mussolini habra permitido la difusin de una diatriba

    anticatlica que favorecera sus negociaciones con el Vaticano. La traduccin al alemn de

    Imperialismo Pagano, realizada en 1933, carecera para Gregor de cualquier contenido fascista,

    lo cual evidenciara que su autor haba simplemente buscado utilizar dicha ideologa para

    introducir sus ideas tradicionalistas. La versin germana tambin sera un intento de introducir al

    tradicionalismo en Alemania por medio de una mscara nacionalsocialista. Rivolta contro il

    Mondo Moderno es mencionada solamente como ejemplo de la epistemologa de Evola, quien

    rechazaba el empirismo y el positivismo de las ciencias y el conocimiento moderno en favor

    de una forma de conocimiento transracional que no requera pruebas convencionales.

    Similar opinin le merece a Gregor Sintesi di Dottrina della Raza, obra que Mussolini

    habra aprobado simplemente para demostrar a sus aliados alemanes, de los cuales dependa cada

    16

    Mark SEDGWICK, Against the Modern World. Traditionalism and the Secret Intellectual History of the

    Twentieth Century, Nueva York, Oxford University Press, 2004.

  • 16

    vez ms, que la Italia fascista era un aliado serio con teoras raciales propias. A diferencia de

    Gillette, este historiador sostiene que el antisemitismo y las tesis de superioridad racial nunca

    haban sido patrimonio del racismo fascista, y que Evola no habra tenido ningn aliado en los

    crculos intelectuales del rgimen. Nada dice de Luchini, Preziosi y Farinacci o de las tensiones

    entre el pensamiento evoliano y el nacionalsocialismo En conclusin, para Gregor el

    pensamiento transracional y mstico del barn fue explcitamente rechazado por otros

    pensadores fascistas que no coincidan con l; tampoco habra adherido Mussolini, quien

    simplemente lo manipul en distintas coyunturas.17

    Varios de estos argumentos son reiterados por Gregor en su libro The Search for

    Neofascism, ya que la problemtica relacin entre Evola y el fascismo refuerza su argumento de

    que el trmino neofascismo es engaoso en tanto designa una realidad que poco tiene que ver

    con el rgimen clsico. El historiador afirma que ya en su juventud el aristcrata italiano

    habra definido la doctrina que mantendra durante el resto de su vida (aunque no analiza libros

    posteriores a 1941), la cual se caracterizara por su oposicin al materialismo, al nacionalismo y

    al populismo por considerarlos manifestaciones de la disolucin moderna. Si a estas posturas se

    suma la oposicin al actualismo de Gentile, puede entenderse que Evola nunca haya sido fascista

    y que los intelectuales afines al rgimen lo hayan criticado en numerosas ocasiones. La

    Autodifesa redactada por el aristcrata durante el juicio que se le realiz a principios de los 50

    es para el autor un documento sincero que refuerza su rechazo del fascismo. Gregor realiza en

    esta obra un anlisis ms profundo de Rivolta contro il Mondo Moderno, afirmando que la

    inclusin de cuestiones raciales y del antisemitismo mostrara que fue pensada para un pblico

    alemn. De todas formas, el historiador matiza su anlisis al sealar que Evola tampoco fue

    plenamente aceptado en Alemania y que tanto su racismo como su antisemitismo eran peculiares.

    De hecho, el barn reconoca a Weininger, de origen judo, como uno de sus maestros. Si el

    tradicionalismo evoliano fue visto como una variante del fascismo fue porque los estudiosos

    angloparlantes tendieron a englobar bajo dicho trmino cualquier ideologa antidemocrtica.18

    La falta de referencias a los artculos publicados durante la dcada del 80 apuntara a una

    pretensin de desligarse de ellos, aunque las fuentes analizadas fueron las mismas (de maneta tal

    que buena parte del corpus de Evola permaneci ignorado) y las conclusiones a las que se arriba

    17

    Anthony James GREGOR, Mussolinis Intellectuals. Fascist social and political thought, Princeton, Princeton University Press, 2005, pp. 191-221. 18

    Anthony James GREGOR, op. cit., pp. 83-110.

  • 17

    son similares: el filsofo habra tenido difciles relaciones con los hombres del rgimen debido a

    sus ideas, y stas slo fueron populares gracias a las mutaciones que la derecha sufri despus de

    1945. Tal vez la tesis de Gregor sea la ms controversial y novedosa: el barn no solamente

    habra sido marginal, sino fcilmente manipulable por Mussolini cuando ste lo necesit. Ms

    all de estas coyunturas, difcilmente Evola pueda ser considerado un fascista (l mismo habra

    rechazado este mote), caracterizacin que podra extenderse al conjunto de la extrema derecha de

    posguerra.

    A modo de Conclusin

    Este estado de la cuestin tuvo como objetivo la descripcin de los principales trabajos

    acadmicos dedicados a la figura de Julius Evola durante los ltimos 30 aos. El corpus hallado

    es pequeo pero aun as desarrollado, en tanto ha establecido ejes de anlisis, periodizaciones,

    consensos y controversias que servirn de puntos de partida para futuras investigaciones. Por

    mencionar algunos interrogantes que permanecen abiertos: Evola, fue o no un fascista? Influy

    en los grupos terroristas de extrema derecha? En caso afirmativo, en qu medida y de qu

    manera? Cules fueron las caractersticas y los usos de su racismo y de su antisemitismo? Qu

    recepciones hizo de los distintos pensadores de su poca y qu transformaciones sufri su

    pensamiento a manos de sus discpulos?

    A modo de cierre, vale la pena formular aquellas preguntas que, por un motivo u otro, no

    han sido planteadas. En primer lugar, puede el pensamiento de Evola seguir siendo abordado de

    la misma forma? Cabe preguntarse si es apropiado que una ideologa que se vea a s misma

    como un cuestionamiento holstico de la Modernidad sea estudiada separando los aspectos

    polticos de los literarios o espirituales. En segundo lugar, Goodrick-Clarke y Sedgwick

    mencionan la presencia de seguidores de Evola en otros pases pero han ignorado en buena

    medida las recepciones que de su pensamiento se hicieron. Tal vez la investigacin deba seguir

    por este camino: la de analizar las transformaciones (y posibles fragmentaciones) de esta

    doctrina integral antimoderna.