Barthes Biógrafa

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Reseña

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Revista de Cultura Viernes 19 de junio de 2015, 14:33hs.

El grado cero de la impostura

Entrevista con su bigrafa. Tiphaine Samoyault ha tenido un acceso privilegiado a los archivos personales de Barthes, que le han revelado un inesperado itinerario intelectual y existencial.

POR MAYA GONZALEZ ROUX Y ENRIQUE SCHMUKLER

El da era fro, amarillo anota Roland Barthes en una agenda el lunes 25 de febrero de 1980 antes de ir a un almuerzo previsto con Franois Mitterrand. A la tarde deba regresar al Collge de France. Cuando se diriga hacia all, la camioneta de un tintorero lo atropell mientras cruzaba la rue des Ecoles. Muri un mes despus, el 26 de marzo en el hospital de la Piti-Salptrire. A partir de aqu se teji un gran nmero de mitos alrededor de su muerte, una muerte que Tiphaine Samoyault, autora de Roland Barthes la reciente biografa que la editorial Seuil acaba de publicar con motivo del centenario de su nacimiento evoca desde el comienzo del libro con el fin de atravesarla, casi como un imperativo, para reunirse con la voz de Barthes. Conduzca ms despacio, podra atropellar a Roland Barthes, sugiere un grafiti que cierra el prlogo del libro. La muerte est en el comienzo de toda nueva entrada. Slo atravesando su muerte, declara la autora tambin traductora, escritora, catedrtica de literatura comparada en la Universit Paris 3 y colaboradora de La Quinzaine littraire le fue posible introducirse en el tiempo de la produccin del pensamiento y de los textos de Barthes, un recorrido que se aleja de la lgica de los libros, la manera ms frecuente con la que se ha abordado la figura del mayor crtico francs. Al ofrecer un material considerable constituido por un inmenso fichero, manuscritos inditos, cartas, anotaciones en las agendas material al que por primera vez se tiene acceso el propsito de esta biografa intelectual, como la define Samoyault, es el de relatar la historia de los itinerarios existencial, intelectual y literario de Barthes, de hacer temblar la obra bajo los efectos del eco de afuera.

En una maana tambin fra, amarilla del mes de marzo, Tiphaine Samoyault nos recibe en su departamento de Belleville. Durante la extensa conversacin, en la que tambin apreciamos a la escritora de ficcin, relatar los orgenes de esta biografa y repasar los vnculos de Barthes con los intelectuales de su poca.

Por qu escribir hoy sobre Barthes ms all del centenario de su nacimiento?

Las Editions du Seuil junto a los herederos de Barthes su hermano Michel Salzedo, que todava vive, y Eric Marty, que se ocupa de la parte intelectual tenan ganas de que existiera un gran trabajo biogrfico sobre Barthes. Entonces me hicieron la propuesta hace cinco aos. En aquel entonces la idea del centenario era tan lejana que no tena mucha importancia para m. Escribir su biografa supona entonces razones de ndole personal que tienen que ver con mi propia relacin con Barthes, alguien que me sigui desde mis primeros aprendizajes intelectuales hasta hoy. Lo descubr leyendo El placer del texto durante mi ltimo ao de secundaria, extraamente en un curso de filosofa. En ese momento lo fascinante para m fue descubrir una escritura que no se pareca en nada al discurso de la filosofa occidental tradicional, es decir, al discurso racionalista, lgico y continuo que me pareca sobre todo muy masculino. En fin: podra parecer un poco naif decirlo, pero a esa edad tendra alrededor de 16 aos tuve la impresin de toparme con una escritura femenina o, en todo caso, con una escritura diferente y que se corresponde con lo que Barthes teoriza en trminos de neutro.

Poder contar con los archivos personales de Barthes por primera vez tambin ayud a la hora de aceptar la propuesta.

Por supuesto, porque es la primera vez que esto sucede y fue lo que me decidi; es decir, la posibilidad de tener acceso a muchos documentos nuevos que tienen un inters realmente muy grande. No lo hubiera hecho si slo se hubiera tratado de dar una nueva interpretacin de la relacin entre la vida y la obra. En primer lugar porque no considero la biografa como un ejercicio de interpretacin. Adems, lo que me atrajo muchsimo fue la posibilidad de tener acceso a un cuerpo, al del personaje a travs de sus papeles. Durante dos aos me sumerg en sus archivos que son de una naturaleza extremadamente diversa porque Barthes siempre escriba sobre cualquier tipo de soporte: muchsimas cartas (tuve acceso a su correspondencia de juventud, que es muy reveladora), fichas, diarios que sola interrumpir. Tambin llevaba de un modo muy regular unas agendas que tienen la particularidad de no ser agendas programticas, con citas, sino retrospectivas un poco a la manera de un diario y en el que slo anotaba lo que sera la materia exterior de la existencia. En ellas no hay pensamiento, tampoco interpretacin, slo hechos. Pero al mismo tiempo son documentos muy asombrosos sobre el modo en el que alguien consigna su cotidianeidad. Todos estos soportes, toda esta tentativa de escritura muy variada, permiten ver a un personaje que intentaba tener la mayor claridad posible, darle un mayor orden a su existencia. Era, en cierta manera, su modo de entregarse a la posteridad. Es el orden un poco obsesivo que descubrimos en la manera en la que organizaba sus jornadas, por ejemplo, o en algunas prcticas de escritura que estn, es cierto, suavizadas por el hecho de que Barthes intenta hacer siempre cosas distintas. Y esto es lo que resulta tambin fascinante: el increble poder de invencin de formas que tena este intelectual. La bsqueda de la forma adecuada para cualquier pensamiento o para cualquier investigacin es lo que hace de l un escritor.

Usted menciona la cuestin de posteridad y justamente queramos preguntarle cul es el vnculo entre Barthes y la muerte. Usted comienza el libro con un prlogo que se centra en el mito de su muerte y despus, en la Introduccin, afirma que lo que no muri es su voz.

Al comienzo tuve la necesidad de escribir sobre la muerte de Barthes, pero no saba si iba a quedar al comienzo del libro o si lo trasladara al final. Si comenc por su muerte es porque existe una increble mitologa que se constituy alrededor de ella. Incluso hoy en da la gente cuenta una gran cantidad de versiones, todas falsas, inventadas, ficticias cada uno tiene su propia versin de la muerte de Barthes. Hubo una gran cantidad de relatos, novelas, textos que comentaron esta muerte y yo, que nunca lo haba conocido, incluso que nunca lo haba ledo cuando l estaba an con vida, necesitaba atravesar esa muerte, esos relatos y esos rumores antes de comenzar a escribir su vida. Slo despus pude escuchar su voz, el grano de su voz, en su presente. Para acceder a la materialidad de su existencia fueron fundamentales precisamente sus archivos, porque la escritura es tambin algo muy fuerte y poderoso que permite recuperar un cuerpo.

En el prlogo de Sade, Fourier, Loyola, Barthes sostiene que la escritura (sobre todo la escritura biogrfica) supone una relacin de cuerpo a cuerpo entre el lector y el autor a travs de la obra. La nocin de biografema condensara este vnculo corporal.

Pero en este caso hablo de una escritura no como resultado sino como materialidad: los bolgrafos, la tinta, la manera de trazar las letras. El haberme sumergido durante semanas e incluso meses en esta escritura, el haberla ledo y descifrado en este sentido, tuve mucha suerte porque la de Barthes es una escritura bastante fcil de descifrar fue otra manera de acceder a l. Y en cierto modo comienzo mi biografa contando, sin decirlo de modo explcito aunque creo que es bastante perceptible, lo que me hizo falta cruzar para poder hacer de l alguien vivo. As, cuando comienzo a decir Barthes naci en es porque puedo realmente hacerme cargo de su vida como una vida y no slo como vida pasada, de museo o enciclopdica, sino como una vida viva. Porque finalmente es eso escribir una biografa, volver a dar vida a la vida y ver tambin cmo el poder de esta vida puede ir hasta nosotros, puede seguir estando viva para nosotros. Porque podemos tambin escribir biografas que encierran el pasado y a la persona en una vitrina de museo, pero no es para nada lo que yo quera hacer. No tiene sentido escribir ese tipo de biografas.

Cmo enfoc usted la relacin entre la vida y la reflexin terica de Barthes?

La aventura de su vida, la aventura principal de Barthes, es la escritura y el pensamiento. Su biografa es, de cierta forma, la invencin de un pensamiento. De all que por momentos transite por perspectivas tericas o pseudo-tericas. Sobre este punto habra que decir que, en verdad, no hay tanta teora en Barthes. Eventualmente hay mtodos, maneras de leer, pero que no pueden reducirse a principios o a frmulas, es decir que hay tanta ausencia de autoridad en el mtodo que es difcil transformar la proposicin en teora. Con todo, incontestablemente la aventura de su vida es la del pensamiento. Uno de los desafos a los que me enfrent era la necesidad de presentar esto como una aventura. Por otra parte, mi manera de pensar la biografa intelectual no es para nada la de separar la vida y la obra, ni de intentar explicar una a travs de la otra. A veces sucede que explico la obra a travs de la vida pero jams la vida a travs de la obra; es decir, veo cmo ciertos acontecimientos de la existencia por ejemplo lo que tiene que ver con el vnculo doloroso respecto de su sentimiento de ilegitimidad intelectual o bien el enfrentamiento con la muerte, cotidiano y muy concreto durante los aos del sanatorio trabajan en profundidad algunos motivos de la obra. Entonces por momentos s explico la obra a travs de la existencia. Pero a la inversa no hago lo que muchos hacen con Barthes, es decir buscar en la obra modos de explicar la vida. Y por eso es una biografa, es decir el relato de vida est primero. En muchos textos universitarios sobre Barthes se convoca la vida en la medida en que la obra expresara su esencia, pero yo no interpreto en ese sentido. Y si llamo a este trabajo una biografa intelectual, incluso si cuento muchas cosas de la vida cotidiana, es porque no busco hacer psicologa. En ningn momento me pongo en su lugar, sino que sigo siendo una intelectual al narrar la vida de Barthes. No intento inventar lo que pudo pensar o cmo pudo sentir tal acontecimiento, sino que dejo que cada lector, al vincular un acontecimiento y lo que pudo escribir sobre l o la historia que le sigue, pueda producir por su cuenta, si lo necesita, una interpretacin.

Uno de los captulos ms apasionantes del libro es el que se ocupa de la relacin con Foucault. Usted describe una relacin no exenta de gestos de compaa pero tambin de distancia y, por momentos, indiferencia.

Lo que encuentro interesante, desde el punto de vista del presente, es que Barthes y Foucault aparecen como dos figuras emblemticas de una cierta intelectualidad francesa, del pensamiento francs de los aos 1960 a 1980, y esto pese a que tuvieron una existencia concreta muy vinculada por detalles absolutamente superficiales. Por ejemplo, salan mucho juntos, iban a ver espectculos de catch, viajaban a Marruecos para ligar, todo esto antes de convertirse en las dos figuras pblicas que todos conocemos. Y esto es muy curioso porque a menudo se asocia sus nombres, a veces sus obras y su contemporaneidad, pero no se piensa que esa contemporaneidad es anterior y que estaba dada por las amistades comunes o por muchas cuestiones anteriores a las que hoy se los vincula. Todo eso me pareci muy atractivo y es algo que slo la biografa puede poner en evidencia. Despus, hubo momentos de alejamiento que tiene que ver con modos de vida diferentes. Foucault entr en una cierta vida conyugal con Daniel Defert, mientras que Barthes no conoci nunca esa situacin. El segua saliendo mucho, Foucault menos. Luego se volvieron a reencontrar pero no lograron la misma intimidad que al comienzo.

Quisiramos saber un poco ms sobre la filiacin Barthes-Sartre. En los aos 50 para afirmarse como intelectual era necesario acercarse a Sartre y al mismo tiempo diferenciarse de l

Es verdad que ser intelectual en los aos 50 implica, y no slo para Barthes, determinarse respecto a Sartre. Sartre tiene tal peso histrico, simblico, literario, filosfico ya en los aos 40 en la temprana posguerra que parece difcil no posicionarse con respecto a su figura: o radicalmente en contra, como fue el caso de ciertos intelectuales, o con una distancia significativa como Camus; o de modo ms sutil que es lo que hizo Barthes al comienzo, respondindole pero de manera indirecta. Porque El grado cero de la escritura , un texto poco legible hoy, no muy claro ni siquiera para el propio autor con frecuencia es lo que ocurre con los primeros libros que se escriben, conserva su fuerza porque es claramente una respuesta a Qu es la literatura? de Sartre. En los manuscritos esto se ve muy bien: Barthes retoma enunciados sartreanos que luego borra en el libro; es decir, borra parte de su deuda con Sartre. Por eso no hay una confrontacin. Retoma los principales temas sartreanos como la responsabilidad del escritor pero opera un desplazamiento del lado de la escritura y de la forma que es tambin, si se mira en trminos sociolgicos, una manera de disculparse por no haber tenido la mnima implicacin durante la guerra debido a su enfermedad y su internacin en el sanatorio. Barthes se perdi el acontecimiento que le hubiera permitido ser el intelectual comprometido que Sartre recomienda. Con todo, ms adelante habr en l otras formas de compromiso poltico concreto. Adems, estratgicamente, muchas veces Barthes saldr en defensa de Sartre, como por ejemplo en la polmica con Camus. Los socilogos dirn que hay all una preocupacin de autoafirmacin para compensar su sentimiento de ilegitimidad en relacin con otros intelectuales, porque incluso Sartre es egresado de la Ecole Normale Suprieure y obtuvo la Agrgation.

El siempre tuvo cierto problema con la ilegitimidad intelectual

S, es muy fuerte el sentimiento de ilegitimidad. Lo menciono en el captulo de Barthes y Foucault cuando, al momento de ingresar al Collge de France, aparece otra vez el sentimiento de impostura. La palabra impostura es clave, regresa con frecuencia en sus papeles personales y tiene que ver con su propio recorrido profesional. Yo no dira que pasa de una cosa a otra por oportunismo sino para intentar encontrar un lugar en la sociedad de posguerra, un lugar que es al mismo tiempo socio-econmico porque tiene que ganarse la vida. Hay que tener en cuenta que en Francia los tuberculosos tenan prohibido ensear y Barthes tena que encontrar otros medios. El teatro es un poco eso; le permite recibir una paga y escribir artculos. No es una actitud oportunista o un inters por hacer de todo un poco sino una necesidad impuesta por las circunstancias que hace que le lleve mucho tiempo encontrar un lugar. Ahora bien, cuando lo encuentra, ese lugar se vuelve espectacularmente importante y reconocido. Pero esto va unido a circunstancias histricas. Es decir, el tipo de enseanza que propone o puede proponer en la Ecole Pratique des Hautes Etudes es lo que espera toda una generacin de estudiantes; las primeras clases que da entre 1962 y 1968 son formas de enseanza alternativa que determinarn la irrupcin de mayo del 68; es la apertura de la universidad a nuevos saberes inditos, entre ellos, el gran golpe de efecto que signific imponer el nombre semiologa.

Barthes fue muy criticado sobre todo despus de su viaje a China.

Durante los aos del gaullismo y del mayo del 68 su clara ausencia de compromiso en una de las ideologas de la extrema izquierda har que se lo considere como un intelectual no comprometido, cuando en realidad su correspondencia con Blanchot demuestra que tiene una postura muy a la izquierda pero que no obedece a ninguna de las consignas de esos aos, que le resultan muy autoritarias. Por eso el viaje a China es un poco una mancha en el itinerario de Barthes, porque en ningn caso l adhiere a toda esa farsa maosta orquestada por el grupo Tel Quel. Cuando leemos el Diario de mi viaje a China vemos que est ausente de todo eso. Pese a ello, lo que es difcil de perdonar en la actitud de Barthes es no haber sabido renunciar al viaje o no haber expresado de modo ms claro su oposicin. Prefiere jugar a cierta forma de neutralidad pero esta vez un poco negativa porque no es activa, ms bien es una neutralidad de alguien que no quiere implicarse. No ve nada y precisamente esto es lo que no le gusta del viaje, que no se le deja ver. Algo que tambin relato es que Barthes intenta renunciar al viaje, pero est tan unido a Sollers, y Sollers tiene una manera de ser tan enrgica que Barthes es llevado un poco en contra de su voluntad. Creo que fue un error sobre el que Barthes debera haber recapacitado. Y tal vez lo hubiera hecho de no haber fallecido poco tiempo despus.

En la portada de su libro aparece el rostro de Barthes. Qu tipo de retrato ofrece su biografa?

Bueno, si tuviera que hablar del retrato de Barthes evocara la casa del Mediterrneo, la luz y todo ese tipo de cosas que son a la vez lugares privilegiados que va a buscar durante toda su vida, pero tambin fantasas, lejanas: una sexualidad, por ejemplo. Evocara tambin la importancia de la mirada. Todo su rostro est estructurado alrededor de su mirada porque la parte inferior de su cara es un poco flccida no le gustaba nada esa parte porque tena papada, de all su obsesin por las dietas. Es una mirada intensa que algo dice de su inteligencia para mirar el mundo y dejar que el mundo se refleje en ella, en su propia mirada.