Zygmunt Bauman

Modernidad

Líquida

EmancipaciónIndividualidadTiempo-espacioTrabajoComunidad

Narrativa de la condición humana

La era de la modernidad sólida ha llegado a su fin.

.

Los sólidos cancelan el tiempoLos fluidos no se fijan al espacio

ni se atan al tiempo.Fluido: levedad, fotografía

instantánea.

“…Los sólidos que se están derritiendo son los vínculos entre

las elecciones individuales y las acciones colectivas…”

Deseo por crear sólidos duraderos: un mundo predecible y controlable

Sólidos a disolverse: lealtades tradicionales, derechos y obligaciones acostumbrados.

Desprenderse de obligaciones irrelevantes

Licuefacción de los sólidos

“El peso de la construcción de pautas y la responsabilidad del fracaso caen total y fatalmente sobre el individuo”

“…liberar la iniciativa (económica) de los grilletes de las obligaciones domésticas y de la densa trama de los deberes éticos y de todos los vínculos que condicionan la reciprocidad humana y la mutua responsabilidad…”

“Conservar tan solo el

nexo del dinero”

Dominio de la Racionalidad instrumental Rol determinante de la economía Emancipación de la economía de sus ataduras

políticas, éticas y culturales Orden (que debería ser más sólido) inmune a los

embates de cualquier acción que no fuera económica

Dominio económico sobre la totalidad de la vida humana

Consecuencias

“…Resulta evidente la escasez de potenciales revolucionarios, de gente capaz de articular el deseo de cambiar su situación individual como parte del proyecto de cambiar el orden de la sociedad…”

Espacio: sólido, pesado, inerte. Tiempo: lado activo del combate, fuerza invasora,

conquistadora y colonizadora. Velocidad: la modernidad desarrolla una

creciente aceleración por alcanzar su límite. Fin de la Historia, instantaneidad.

Poder extraterritorial

El tiempo moderno se ha convertido en el arma para la conquista del espacio

Panóptico: dominio del tiempo, inmovilización de los subordinados.

Salvaguardar la propia volatilidad (jefes) Rutinizar flujo de tiempo de subordinados Problema: ata a los “rutinizadores” a sus objetos de

“rutinización”. Estrategia costosa

Modelo Panóptico-Modernidad Sólida

“Amos ausentes” Gente que maneja el poder del que depende el

destino de los socios menos volátiles puede ponerse fuera de alcance y ser inaccesible.

Fin de la era del compromiso mutuo Huída como técnica de poder Guerra moderna como ejemplo

Etapa Postpanóptica-Modernidad líquida

La estrategia bélica de “golpear y huir” anuncia aquello que realmente estaba en juego: ya no la conquista de un nuevo territorio, sino la demolición de los muros que impiden el flujo de los nuevos poderes globales fluidos

Eliminar al enemigo de todo deseo de establecer sus propias reglas

Abrir de este modo el espacio a otras armas (no militares) del poder.

Nueva Guerra en la modernidad líquida

Elite nómade extraterritorial Gobierna sin encargarse de las tareas

administrativas, gerenciales o bélicas Aferrarse al suelo ya no es lo importante Lo que da ganancia es la desenfrenada velocidad de

circulación Descompromiso y arte de la huída como estrategia

Venganza del nomadismo contra el principio de territorialidad

“…Los poderes globales están abocados al desmantelamiento de estas redes (sociales), en nombre de una mayor y constante fluidez, que es fuente principal de su fuerza y garantía de su invencibilidad. Y el derrumbe, la fragilidad, la vulnerabilidad, la transitoriedad y la precariedad de los vínculos y redes humanos permiten que estos poderes puedan actuar…”

“…la cruzada por la ética del trabajo era la batalla por imponer el control y la subordinación. Se trataba de una lucha por el poder en todo, salvo en el nombre; una batalla para obligar a los trabajadores a aceptar, en homenaje a la ética y a la nobleza del trabajo, una vida que ni era noble ni se ajustaba a sus propios principios de moral.” La ética del trabajo era una aberrante grosería; cargarle a los pobres su pobreza gracias a su falta de disposición al trabajo y, por lo tanto, su inmoralidad y degradación personal (lo que provoca su castigo ante el pecado) es uno de los últimos servicios de la ética del trabajo a la sociedad de consumidores...”

En la nueva estética del consumo, las clases que concentran las riquezas pasan a ser objetos de adoración, y los "nuevos pobres" son aquellos que son incapaces de acceder al consumo y a la novedad del sistema capitalista. Para alcanzar los placeres de una vida normal, se necesita dinero, y los pobres se encuentran ante un escenario de consumo rapaz y con la incapacidad de solventar los estándares del consumo: Nada calmará el dolor de la inferioridad evidente (Bauman, 2000:67).