Bautismo, Confirmacion y Uncion

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APUNTES DE SACRAMENTOS DE INICIACIN CRISTIANA

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APUNTES DE SACRAMENTOS DE INICIACIN CRISTIANAI. El Bautismo:

1. La iniciacin cristiana:

Iniciacin: no es de origen cristiano ni bblico sino pagano. Este trmino tiene una referencia fundamental en los cultos mistricos que tuvieron gran expansin en el rea helenstico-romana.

Aspectos que definen la iniciacin como realidad antropolgica:

Una referencia al arquetipo. Hay un modelo que se quiere imitar.

Tambin hay un simbolismo: el de la muerte inicitica (hay algo que se tiene que dejar).

En consecuencia hay un nuevo nacimiento a una nueva forma de vida.

Hay tambin una procesualidad tritemporal: separacin, prueba, integracin. Hay un proceso personal vivido.

Hay un cambio o trnsito.

La iniciacin sucede por regla general en un mbito espacial especial, el cual est marcado por la sacralidad o el misterio. El espacio inicitico est siempre separado del espacio cotidiano.

La iniciacin supone un tiempo especial, sagrado que tiene ciertas caractersticas:

Es un tiempo duradero.

Es un tiempo transitorio. Es un tiempo de engendramiento o nacimiento.

Es un tiempo de transformacin interna y externa.

Es un tiempo donde hay te dejas conducir por el maestro o mistagogo.

Es un tiempo de encuentro consigo mismo, con los dems, con la divinidad.

La iniciacin cristiana toma como base estas costumbres pero conservando como base su identidad.

1.1. Perspectiva cristiana de la iniciacin:

En el N.T. no encontramos este trmino pero s encontramos un proceso: la predicacin, la fe, el bautismo, la imposicin de manos, y la fraccin del pan.

En la Iglesia primitiva (ss. II-IV). La Iglesia no elabor una teora sobre la iniciacin pero s profundiz en su sentido. Estableci los elementos que la integraban (el catecumenado). Respecto a las religiones paganas intent marcar la diferencia de la originalidad cristiana.

Los Padres apologistas defendern con firmeza la originalidad cristiana de la iniciacin. Igualmente los Padres catequistas (orientales: S. Juan Crisstomo, S. Cirilo de Jerusaln, Teodoro de Mopsuestia; occidentales: S. Ambrosio, S. Agustn). La iniciacin en el cristianismo emplea un largo proceso catecumenal, marcado por:

La institucin doctrinal.

El cambio moral.

La expresin litrgica.

La iniciacin propiamente dicha tiene un comienzo, marcado por el catecumenado y sus primeros ritos. Tambin un punto culminante en los sacramentos y por ltimo tiene una continuidad en la experiencia cultual y en la catequesis mistaggica. Presupuestos de la iniciacin cristiana:

El proceso del catecumenado se inicia por la aceptacin de la fe por medio de un acto positivo de la voluntad.

Este proceso de fe se manifiesta en formas objetivas y sucede siempre en una comunidad.

Por tanto, llegar a ser cristiano es una aventura personal, pero nunca solitaria o asilada.

Caractersticas de la iniciacin cristiana:

Es totalizante, es decir, abarca la integridad de la persona en todos sus mbitos.

Es relacionante porque te abre a la comunidad.

Es dinmica porque est marcada por la respuesta a la interpelacin. La iniciacin tiene su propio espacio y esto debido a la referencia al misterio sagrado. En el siglo III, la iniciacin adquiere carta de ciudadana en la Iglesia, y en el siglo IV y V adquiere apogeo por impulso de los padres entre ellos por S. Juan Crisstomo.En el catecumenado, la Iglesia es la que sale al encuentro del hombre con su acompaamiento y formacin para luego finalizar en los sacramentos. La iniciacin se realiza en sentido verdadero y pleno cuando se recibe el bautismo, el Espritu y la Eucarista, fundamentos de la vida cristiana. Un par de siglos ms tarde, con el bautizo de nios y la proliferacin de parroquias rurales, se fue suprimiendo el proceso del catecumenado. El bautismo fue teniendo autonoma celebrativa al igual que la confirmacin. Del siglo VIII al XX hay todo un silencia de renovacin. El movimiento litrgico de principios de siglo XX recibir su impulso del Vaticano II. (SC 65; AG 14; CIC 788 &2; CEC; RICA). 2. El bautismo en la historia de la salvacin: 2.1. Tipologa del antiguo testamento:

Tenemos dos fuentes principales que son los libros del Gnesis y del xodo.

En el Gnesis:

La creacin:

El agua es el primer elemento del que surge la vida. Tanto en la primera como en la segunda creacin en Cristo. Las aguas estaban vivificadas por el Espritu de Yahv, as como tambin lo estn las aguas del bautismo.

La tiniebla y la luz muestran un dicotoma. De las tinieblas nacemos a la luz admirable que es Cristo.

El bautismo es la nueva y definitiva creacin (dimensin escatolgica).

El bautismo es visto como iluminacin.

Hay una relacin estrechsima entre el agua y el espritu.

El diluvio:

El agua es el elemento de destruccin y de muerte, pero tambin de salvacin pues No se salva. No prefigura a Cristo, salvado de las aguas, manifiesta el juicio de Dios y su salvacin.

La circuncisin:

Era el signo de la alianza y seal de la pertenencia al pueblo de Dios. S. Pablo llama al bautismo (Col. 2,19) la circuncisin cristiana. Tambin sello (Ef. 1,13). Explica el cumplimiento y la abolicin de la circuncisin juda. Rm. 2,25. El bautismo agrega al pueblo de Dios y libera del pecado.

En el xodo:

Cristo como nuevo Moiss liber a la humanidad de la esclavitud del pecado.

El paso del mar Rojo:

Es signo de liberacin y de salvacin. El paso es figura de victoria ya que es el fin de la esclavitud y el inicio de una nueva vida.

La nube en el desierto:

Ex. 13,21-22, guiaba y protega a los hebreos. Simboliza la presencia de Dios. En el N.T. se relaciona con el Espritu y con Cristo. La presencia de la nube junto al mar prefigura la unin del agua y del Espritu y juntas obran la salvacin de Cristo.

Ex. 15,22-25:

Interpretacin unnime del agua del bautismo. El madero (arbusto) vendra a ser la cruz que hace que el agua sea vivificante (de amarga a dulce).

Ex. 17,1-7:

Es el pasaje de la roca del desierto. Roca era Cristo de la cual brotan las fuentes de agua viva. (1 Co. 10,4).

2.2. El bautismo en el Nuevo Testamento:

Hay varias figuras: las bodas de Can, el dilogo de Jess con la samaritana y la curacin del tullido, la lanza del soldado, el ciego de nacimiento. El agua viva es el Espritu Santo, que se nos comunica para el nuevo nacimiento.

2.3. La praxis bautismal en los primeros siglos:

El bautismo y la iglesia son realidades inseparables. La fe es la fe de la Iglesia siempre.

Es un hecho comn de los primeros siglos que el bautismo es un rito de agua, administrado por un ministro y con la frmula trinitaria.

A partir del bautismo te incorporabas a todo el quehacer de la Iglesia, participabas de sus carismas e instituciones.

El kerigma escucha conversin, era un requisito previo e indispensable para el bautismo.

La fe y la conversin no son meros movimientos subjetivos, no tienen su origen en la espontaneidad de la interioridad del hombre, depende objetivamente, ms bien, del kerigma y del poder del anuncio.

En el bautismo hay un encuentro entre la gracia salvfica ofrecida y la respuesta que tambin es gracia. El trmino de toda evangelizacin era el bautismo.

En cuanto al rito bautismal consisti originariamente en un rito de agua. Van a co-existir casi enseguida el bautismo por inmersin con el de infusin.

En cuanto a la frmula trinitaria, desde los orgenes, lo decisivo era no qu ministro te bautizaba sino en nombre de quien te bautizabas (Hch. 19,5).

[El bautizo en el nombre del Seor Jess, no es una frmula, sino que ms bien indica un sometimiento y reconocimiento de la autoridad].

La invocacin trinitaria es una forma de epclesis tal como se entenda en la Iglesia primitiva para expresar que es Dios quien se hace presente con su poder para expresar que el bautizado queda separado para las cosas de Dios.

El signo externo de pertenencia a la comunidad es su participacin en la Eucarista, en la enseanza apostlica, en la comunin de bienes (Hch. 2,42).

La agregacin a la Iglesia es signo de anticipo de la realidad escatolgica del Reino.

2.4. Post-Iglesia apostlica hasta el siglo VI:

La didaj presenta una catequesis que se basa sobre dos caminos: el bien y el mal. Un ayuno del bautizando, del ministro y de algunos miembros de la comunidad. El rito es con agua viva y por inmersin. Excepcionalmente se admite la ablucin y con agua no viva. En ambos casos se da la epclesis trinitaria que alude a una triple inmersin.

Las odas de Salomn, mencionan una catequesis pre-bautismal; el rito es por inmersin (=descenso a los infiernos y liberacin de la muerte). Se habla tambin de un sello o seal (sfragis), se habla de vestiduras blancas, se sugiere una catequesis mistaggica con temas bblicos.

San Justino habla de una preparacin remota, que inclua el anuncio del kerigma, la respuesta de fe y la promesa de vida cristiana. Tambin habla de una preparacin prxima, de carcter asctico y litrgica, con una instruccin del candidato y ayuno de toda la comunidad.

En el siglo tercero se dar el nacimiento y el apogeo del catecumenado. Testigo de esto es la Traditio de S. Hiplito.

Tertuliano habla del catecmeno como distinto del fiel. Incluso usa los trminos auditor y audiens. La catequesis tiene tanta importancia que se excluye a los nios por su incapacidad para practicarla. Durante el catecumenado tiene lugar la renuncia a Satans. El catecmeno participa de la liturgia de la palabra y se entrega a la oracin, al ayuno y a las vigilias. Se le exiga, por otra parte, una intensa vida moral y en consecuencia un rechazo de la idolatra.

Tiene tambin un esquema del rito mismo: renuncia a satans, triple inmersin, la interrogacin, la profesin de fe, la uncin post-bautismal, la marca de la cruz o de la tau (que es la marca de la pertenencia del nefito a Cristo) y la imposicin de manos.

Desde siempre los ministros ordinarios han sido el obispo y el presbtero. El da por excelencia era la pascua. Hay que seguir luchando y velando para ser fiel a la vida que se ha recibido.

En el tiempo de Orgenes, comienza en oriente el catecumenado, marcado por la conversin moral y los conocimientos iniciales de la fe. Su esquema del rito es muy parecido al de Tertuliano (a las que se le aade el compromiso con Cristo y la catequesis mistaggica).

La Traditio apostlica presenta un esquema bautismal:

a) Examen previo acerca de la moralidad de la vida de los candidatos.

b) Inscripcin del nombre y la entrada al catecumenado.

a. Etapa audientes (3 aos)

b. Etapa competentes o electi

c) La vigilia pascual: comenzaba con la bendicin de la fuente bautismal, la renuncia a satans, la uncin con el leo para exorcizar, la triple inmersin y la profesin de fe, la uncin con el leo de accin de gracias (por el presbtero), la segunda crismacin y la participacin en la Eucarista.Despus de todo esto vendr el declive del catecumenado, por conversiones masivas, a partir de la paz constantiniana. La iglesia comenz a centrar su atencin pastoral en los competentes. La preparacin previa, ahora, solo se realiza en la cuaresma, tiempo en el que se intensificaba los temas morales y doctrinales.

S. Agustn da cuenta de una preparacin remota y prxima:

Remota: inscripcin, signacin, exorcismos, imposicin de manos y de la sal.

Prxima: exorcismos, tradiciones: del smbolo y del padrenuestro, y los ltimos compromisos pre-bautismales.

3. Reflexin sistemtica del bautismo:La tipologa bautismal va a estar presente desde el inicio de la reflexin: anuncio Cristo praxis eclesial.

La eficacia sacramental: aunque el bautismo supone la fe del sujeto adulto, la fe bautismal no es causada por el sujeto, ni por las disposiciones subjetivas del ministro. En el caso de los nios, son bautizados en la fe de la Iglesia.

Dimensin cristolgica y eclesiolgica: el bautismo fue considerado desde siempre un acto de Cristo. El bautismo lo administra la Iglesia y a su vez ella es edificada por el bautismo. Ella engendra nuevos hijos y se recrea a s misma.

3.1. Parte teolgica:

Desde el primer momento los bautizados son invitados a guardar la fe.

El bautismo solo se recibe una vez.

El ministro ordinario es el obispo, el presbtero o el dicono. El ministro extraordinario puede ser cualquier persona, hasta un no creyente, pero tiene que tener la intencin de hacer lo que hace la Iglesia y emplear la frmula trinitaria.

Por qu cualquier persona puede bautizar? Por la voluntad salvfica universal de Dios y por la necesidad del bautismo para la salvacin.

El bautismo es necesario para aquellos a quienes el evangelio les ha sido comunicado y lo hayan pedido.

Dios ha vinculado la salvacin al sacramento del bautismo, pero no se limita al sacramento para dar su salvacin, porque l est por encima de los sacramentos y de la misma Iglesia.

Hay situaciones en las que una persona puede recibir los efectos del sacramento sin haber recibido el sacramento. Esto explica porque Cristo est por encima.

3.2. Efectos del bautismo:

1. La purificacin de los pecados: original, personales, las penas del pecado.

2. La nueva creacin, es decir, el nuevo nacimiento. Pero permanece la concupiscencia, la inclinacin al mal que es dejada para el combate, no para daar a los que no la consienten y la resisten con coraje por amor a Dios.

3. La Santsima Trinidad da al bautizado la gracia de la justificacin que es aquella que hace capaz de creer, esperar y amar a Dios mediante las virtudes teologales. Concede poder vivir y obrar bajo la accin del E.S. mediante sus dones, crecer en el bien mediante las virtudes morales, nos hace partcipes del sacerdocio comn de los fieles y nos incorpora a la Iglesia.

4. El bautismo es fuente tambin de deberes y derechos:

a. Derechos: recibir legtimamente los dems sacramentos; ser alimentados con la palabra de Dios; ser sostenido por otros auxilios espirituales de la Iglesia.

b. Deberes: profesar la fe; participar de la actividad apostlica y misionera de la Iglesia.

5. Imprime el sello espiritual, indeleble, el carcter, y ningn pecado lo puede borrar pero s le impide dar frutos.

6. El carcter: capacita y compromete a servir a Dios mediante una participacin viva en la Iglesia ejerciendo su sacerdocio bautismal. Mediante el carcter Cristo nos hace instrumentos suyos y no se pierde porque la gracia depende del motor que es Cristo.

5. Praxis bautismal en los siglos previos al Vat. II:

* Desde el siglo III al Vat. II:

Hasta el siglo VII en las comunidades rurales se comienza a separar el bautismo de la confirmacin. Son ms numerosos los bautismos de nios que de adultos. La institucin catecumenal se reduce a la preparacin ritual con exorcismos y escrutinios.

Testigos de esta evolucin son: la carta del dicono Juan, el sacramentario Gelasiano, y el ordo romanus s. (XI).

Del s. VIII al IX: el sacramentario gregoriano presenta una estructura simplificada del rito. Desaparece la Traditio del smbolo de la fe y del padrenuestro y se incorpora la entrega de los evangelios. Seguan existiendo los trminos del catecumenado y competente, pero ya no indicaban etapas diferentes sino ritos continuos en la vigilia pascual. Del s. X al XVI: en el s. XI se generaliz la praxis de bautizar a los no natos y esto trajo consigo una profunda reorganizacin de la iglesia cristiana. Se rompe la unidad celebrativaa entre el bautismo, la confirmacin y la eucarista. En 1523, el liturgista Castellani publica en su Sacerdotalis romanum, establece dos rdenes, una breve y otro largo. En 1584, Santori, en su Rituale sacramentorum public dos rdenes: ordo baptismi parvulorum (sntesis del largo de Castellani) y el ordo baptismi adultorum (adaptacin del largo). El ritual promovido por Pablo V en 1594 es idntico al de Santori, en el caso de los nios hasta el Vat. II.

6. La celebracin del bautismo:

6.1. Ordo initiationis christianae adultorum:

Editio typica (6/I/1972). La edicin en espaol (1976), y para el Per (14/VII/1994).

El RICA es la respuesta a los postulados del concilio. En ella se hablan tambin de pasada, de la estructura propia del catecumenado.

3 momentos o grados:

1: - La recepcin y el anuncio del kerigma.

- La persona se dirige a la iglesia para su preparacin >>> rito de admisin

2: - madurez en la fe.

- desea abrazar el bautismo >>> rito de inscripcin del nombre

3: - recepcin de los sacramentos >>> rito de la celebracin

A estos tres momentos o etapas corresponden 4 tiempos fundamentales:

El precatecumenado / simpatizantes: 1er anuncio, quieren abrazar la fe.

Catecumenado.

Eleccin / iluminacin / elegidos.

Mistagogia / nefitos.

a) Pre-catecumenado (primera etapa)

Empieza por el anuncio kerigmtico, la fe iniciada y la conversin. Hay una simpata hacia la fe cristiana. Deben llevar un nuevo estilo de vida. En este tiempo no hay un rito especfico.

b) El catecumenado (primer grado segunda etapa)

Dura aproximadamente entre 6 o 7 meses.

Va desde la admisin al catecumenado hasta la llamada definitiva.

Aqu ya hay catequesis, debe ser adecuada, escalonada (por etapas), completa, acomodada al tiempo litrgico y basada en las celebraciones litrgicas.

El catecmeno se ejercita en la prctica de las vida cristiana.

Exorcismos y bendiciones.

Ejercicios de apostolado y celebracin de la palabra de Dios.

c) La eleccin (segundo grado tercera etapa)

Es la preparacin inmediata a los sacramentos.

Es el tiempo de la inscripcin del nombre.

Tiempo de purificacin y es sobre todo, de preparacin espiritual.

Est basado en escrutinios (interrogatorios), entregas y devoluciones (del smbolo de la fe y del padrenuestro) y ritos preparatorios.

Tiene lugar al inicio de la cuaresma.

Los escrutinios se realizan los domingos 3ro, 4to y 5to de cuaresma. Tienen una doble finalidad: descubrir lo dbil y malo de los corazones para sanarlos, y tambin de descubrir lo positivo y santo para fortalecerlo.

El sbado santo en la maana se hace el rito del effet.

Las entregas y devoluciones se hacen en las semanas que se siguen a la 3ra y 4ta semana de cuaresma.

Se requiere informacin sobre la idoneidad del candidato.

d) Celebracin de los sacramentos de la iniciacin (tercer grado)

En la vigilia pascual (sumamente conveniente). Tambin puede ser en otro tiempo del ao.

e) Mistagogia (cuarta etapa)La mistagogia es el tiempo que sigue a la primera eucarista. La clave para ella es la eucarista dominical. Sobre todo en la cincuentena pascual.

* Esquema del ritual:

I. Ritual del catecumenado.

II. Forma simplificada de la iniciacin de un adulto.

III. Ritual breve de la iniciacin de un adulto en peligro de muerte.

IV. Preparacin para la confirmacin y la eucarista de los adultos bautizados en la primera infancia y que no han recibido catequesis.

V. Ritual de la iniciacin de los nios en la edad catequtica.

VI. Textos diversos para la celebracin de la iniciacin de los adultos.

Apndice: ritual de la admisin a la plena comunin con la Iglesia catlica de los bautizados vlidamente.

6.2. Ordo baptismi parvulorum:

Fue promulgado el 15/V/1969, cuya segunda editio typica es del ao 1973.

Los praenotanda contienen dos partes: la iniciacin cristiana en general y la del bautismo de nios.

A) Iniciacin cristiana en general:Se habla de la dignidad del bautismo, funciones y ministerios en la misma celebracin del sacramento, el papel del pueblo de Dios, requisitos para la celebracin y las adaptaciones que compete a la conferencia episcopal.

B) El bautismo de los nios:

El pueblo de Dios tiene una gran participacin. En el pueblo de Dios tienen importancia singular, los padres y padrinos. Ellos ejercen un verdadero ministerio en el bautismo del nio.

Los padres piden pblicamente que el nio sea bautizado. Le signan en la frente despus del celebrante. Padres y padrinos renuncian al demonio y hacen la profesin de fe. Luego llevan al nio a la fuente bautismal y reciben el cirio encendido y al final son bendecidos con una frmula especial.

Corresponde a los pastores preparar a las familias de los nios.

Respecto al tiempo para recibir el sacramento, tngase en cuenta: en primer lugar, la salvacin del nio y la salud de la madre. Si no hay esperanza fundada de que el nio sea formado en la fe catlica, se debe diferir o esperar el momento oportuno.

b.1.) Liturgia del sacramento:

z) Preparacin prxima:

Oracin solemne del celebrante

Renuncia al demonio y profesin de fe.

ltima interrogacin a padres y padrinos.

y) Ablucin con agua e invocacin a la Trinidad. Por inmersin o infusin.

x) Uncin con el santo crisma.

b.2.) Adaptaciones que puede hacer la conferencia episcopal:

- La frmula de renuncia al demonio puede hacerse ms amplia.

- Si el nmero de nios es grande puede omitirse la uncin post-bautismal.

El ordo baptismi parvulorum responde a los postulados del concilio. Es la primera vez que se hace. Tiene varios textos a escoger: lecturas, salmos, oraciones, preces, y exorcismos.

C) Funciones y ministerios:

La comunidad cristiana se siente urgida a transmitir la fe y a cooperar.

Los padres: la naturaleza de las cosas exigen que los padres que engendran a los hijos en el orden natural, sean los encargados de llevarlos a la iglesia para que sean reengendrados en el orden sobrenatural. La accin de los padres es prioritaria.

Los padrinos: son una especie de extensin de los padres y de la Iglesia que colabora. Su misin es subsidiaria aunque es importante. Requisitos:

Que sea elegido por los padres.

Que tenga capacidad de desempear sus funciones.

Ser catlico y estar plenamente iniciado.

Llevar una vida congruente con la fe y con la misin que va a asumir.

D) Tiempo y lugar para celebrar el bautismo:

Para el tiempo tres criterios: la salvacin del nio, la salud de la madre y la necesidad pastoral.

Para el lugar de la celebracin confrontar los documentos: del ritual del ordo baptismi parvulorum, el CIC, y la pastoralis actio (20/X/1980) respecto a la necesidad de administrar el bautismo.

6.3. El ordo baptismi pro ploribus parvulis:

Consta de cuatro partes:

1) Rito de acogida:

Dilogo inicial (implica la responsabilidad de los padres y padrinos).

Inquisicin (interrogatorio)

Acogida y signacin (simboliza la acogida de la Iglesia. Es un preludio del sello bautismal).

2) Liturgia de la Palabra:

Lecturas: 4 (A.T.), 6 (Epstolas), 14 evangelios (8 de Jn). Homila:

Preces:

Exorcismo: expresa la primaca de la accin divina en el combate con el demonio. Responde al hecho del pecado original que afecta a todos.

Uncin con el leo de los catecmenos: consagra al alma como morada. Puede sustituirse por la imposicin de las manos.

3) Liturgia sacramental:

Bendicin de la fuente bautismal: adopta la forma de epclesis en sus tres formularios. El ritual establece que durante la cincuentena pascual se use el agua bendecida en la noche de Pascua. Fuera de esos das el agua se debe bendecir.

Renuncia y profesin de fe: tiene su origen en la poca apostlica. S. Justino (s. II) ya aluda a l. La lucha diaria contra la idolatra haca sentir su necesidad e importancia. La renuncia la haca el catecmeno. Este acto siempre ha ido unido a la profesin de fe.

Rito del agua y la frmula Trinitaria: simbolismo de la muerte y de la resurreccin. El rito significa y realiza la muerte al pecado y la entrada en la vida trinitaria a travs de la configuracin con el misterio pascual de Cristo.

En cuanto a la frmula sacramental la encontramos en Mt. 28,19. Utilizada tambin por los Padres. En occidente se acenta la accin de Cristo, mientras que en oriente se acenta la accin del ministro.

Ritos complementarios: crismacin, entrega del cirio y las vestiduras blancas.

* Crismacin: subraya la pertenencia a la Iglesia y su participacin en el sacerdocio nico de Jesucristo.

* Las vestiduras: simboliza la conversin del nefito en una nueva criatura.

* El cirio: se introdujo alrededor del siglo X. Este gesto tiene dos connotaciones: considerar al bautismo como iluminacin y al nefito como testigo de la resurreccin de Cristo. Y referido tambin a los padres y padrinos a quienes se les recuerda su responsabilidad para que esa luz no se apague sino que aumente.

Rito potestativo: ephet. Simboliza la apertura del nefito a la Palabra del Dios y a sus exigencias.

4) Rito conclusivo: Consagracin del nefito a la Virgen.

7. Pastoralis actio:

a) El bautismo y el acto de fe:Objecin: habra esperar la edad catequtica para que se bauticen.

Respuesta: Jams la Iglesia ha administrado un sacramento sin fe, por eso en el caso de los nios se trata de la fe de la Iglesia. Segn Trento el bautismo no es solo signo de la fe, tambin es causa de la fe, efecta en el bautizado la iluminacin interior.

b) Bautismo y gracia:

Objecin: se dice que toda gracia dado que est destinada a una persona, deber ser acogida conscientemente y hecha propia por quien la recibe, de lo cual el nio es incapaz, por tanto, no se debera administrar el bautismo a los nios.

Respuesta: en realidad el nio ya es una persona mucho antes de que sea capaz de dar cuenta de sus actos conscientes y libres, y ya por el bautismo puede llegar a ser hijo de Dios y coheredero de Cristo. Si es persona es sujeto de la gracia. c) Bautismo y libertad:

Objecin: el bautismo de los nios sera un atentado a su libertad, y contrario a su dignidad de persona pues se le impone para el futuro unas obligaciones religiosas que despus podra rechazar, no sera mejor dejarlo elegir?

Respuesta: es una actitud ilusoria la anterior, porque no existe la pura libertad humana exenta de todo condicionamiento. Ya en el plano natural los padres toman decisiones para los nios en los diferentes aspectos de su vida y en su orientacin a los valores. Una actitud neutra de los padres ante la vida religiosa sera una opcin negativa porque le privara de un bien esencial. Tambin todo ser por el hecho de ser criatura tiene obligaciones imprescriptibles y esto es ratificado y elevado por el bautismo mediante la adopcin filial. Se olvida tambin que el bautismo es presentado como acceso a la verdadera libertad. Ciertamente podra suceder que el nio al crecer, rechace las obligaciones propias de su bautismo pero no obstante ha recibido el carcter sacramental que lo dispone a la gracia. d) Bautismo y sociedad:

Objecin: algunos creen que en una sociedad homognea donde los valores morales, juicios y costumbres forman un sistema coherente, el bautismo de los nios, en este caso sera conveniente, pero esta praxis sera contraindicada en las sociedades pluralistas. Respuesta: los criterios de homogeneidad y pluralismo solo son indicativos, y por tanto, no pueden erigirse en principios normativos para decidir una cuestin propiamente religiosa que por su naturaleza le compete a la familia cristiana. Un vistazo a la historia nos permite ver que la actividad misionera de la Iglesia se habra paralizado.

* Interrogantes:

Tiene la Iglesia una pastoral carente de impulso misionero, quiz ms interesada en aplicar el sacramento que por despertar la fe y promover el compromiso evanglico? La iglesia sede a la tentacin del nmero, se alienta el mantenimiento y la concepcin mgica de los sacramentos?

El apostolado de la Iglesia siempre tiene que favorecer a sostener una fe viva. Las exigencias de la pastoral sacramental de los adultos, no puede aplicarse sin ms a los nios.En cuanto al nmero, esto no es una tentacin para la Iglesia sino ms bien un deber y un bien. Por tanto, la praxis del bautismo de los nios es autnticamente evanglica porque tiene un valor de testimonio, manifiesta la previsin y la gratuidad del amor de Dios que circunda nuestra vida.

7.1. Directrices pastorales:

No es posible admitir el abandono definitivo del bautismo de los nios, ni la libertad de eleccin. Seala el documento, el principio bsico, el bautismo de los nios es una grave misin que se fundamenta en la fidelidad a la doctrina y a la praxis permanente de la Iglesia.

El bautismo es el signo e instrumento del amor preveniente de Dios que nos libra del pecado original y comunica la participacin en la vida divina. Por tanto, debe asegurarse unas garantas para que este don se desarrolle en el nio y el sacramento alcance su verdad total.

El dilogo de los pastores con las familias creyentes. Tiene gran importancia la presencia de los padres y su participacin activa. Con las familias poco creyentes o no cristianas los pastores siempre se esforzarn por suscitar el inters por el sacramento del bautismo mediante el dilogo.

Debe quedar claro tambin que el retraso del bautismo no es un medio de presin sino una demora pedaggica, destinada a hacer progresar a la familia en la fe y hacerle tomar conciencia a las familias en sus responsabilidades.

Se precisa que hay un ritual para nios en edad catequtica, pero eso no significa que la Iglesia prefiera esta edad para bautizar a los nios. Este ritual quiere responder a cuestiones pastorales de hoy.

Es importante intensificar la accin pastoral con los novios y tambin para los recin casados.

En su ministerio los sacerdotes deben dedicar espacio para este apostolado. Corresponde a los padres la iniciacin del nio y formar su conciencia y amistad con Dios. Si se da esto, la tarea ser ms fecunda, el nio ya tiene la gracia bautismal en su corazn. La comunidad parroquial tambin tiene su lugar en la pastoral del bautismo. II. La confirmacin:

1. La confirmacin en la historia de la salvacin:

1.1. El don del Espritu en el A.T.:

Hay alusiones que anuncian de alguna manera profticamente el tiempo de Cristo y de la Iglesia.

El Espritu que se cerna sobre las aguas de la creacin.

La paloma del diluvio. Segn S. Cirilo de J. esa paloma evoca al E.S. que descendi sobre Jess (verdadero No). Para manifestar que en su muerte en la cruz confiere su vida a los creyentes. Seala el fin del diluvio y del pecado y la reconciliacin del hombre con Dios.

La alianza del Sina: se hace un paralelismo con la nueva alianza. Los bautizados reciben el sello de la nueva alianza por el E.S. y reciben ellos el compromiso de participar en la misin de la Iglesia.

La circuncisin, muchos Padres ven el don del E.S. en la tipologa de la circuncisin siguiendo a S. Pablo, que lo llama seal de la justicia por la fe. El sello carnal de la circuncisin evoca instintivamente el sello del E.S. que se imprime despus de la profesin de fe bautismal.

El carisma proftico del pueblo de Dios: en el antiguo profetismo se haba preanunciado la plenitud del Espritu como realidad permanente (Joel 3,1-2) para el Mesas y su reino. Este anuncio ser retomado por S. Pedro. (Is. 44,3 Ez. 36,26-27).

Este E.S. no se manifiesta como persona, pero santifica. Su revelacin como persona se har presente en el N.T. en el bautismo del Jordn. Este mismo Espritu lo recibirn todos los bautizados por la confirmacin (Hch. 2,14-21) Pentecosts realiza plenamente lo anunciado en el A.T. y lo prometido por Cristo. 1.2. El don del Espritu en el N.T.:

Encontramos tres eventos salvficos sobre la donacin del E.S.

- El bautismo de Cristo en el Jordn: marca el inicio del ministerio pblico del Seor. Los Padres hacan un paralelismo entre la uncin post-bautismal y la uncin de Cristo en el Jordn. Dicen, la confirmacin es el sacramento de esa uncin y que hace que los bautizados participen de ese mismo Espritu que recibi Jess en el Jordn. De ah que exista tambin en la vida de los creyentes dos unciones en el espritu: la del nuevo nacimiento y para la misin.

- Pentecosts: Jess prometi repetidamente a sus discpulos la donacin del E.S. que los guiar a la verdad plena, dar testimonio del mismo Seor y los har testigos suyos. Tendr la funcin de declarar al mundo su pecado. Glorificar al Seor cuando sean perseguidos los discpulos y hablara por ellos en los tribunales.

Esta donacin del E.S. se realizara despus de la glorificacin de Cristo. Porque es fruto de la Pascua y manifestar su plenitud. El da de Pentecosts Cristo cumplir su promesa. (Hch. 2,1-4)

- La donacin del E.S. por imposicin de las manos. Pentecosts no podra ser un hecho aislado en la Iglesia (Hch. 8,14-16: Samara, Pedro y Juan bajan all para imponerles las manos para que descienda el E.S. Y en Hch. 19,1-6: en feso Pablo impone las manos a los recin bautizados.). El E.S. desciende cuando queda establecida la unin con la Iglesia de Jerusaln.

[Para identificar la sacramentalidad de la confirmacin es til tener en cuenta la praxis de la Iglesia primitiva. Diferente del bautismo y a la vez su complemento. En este gesto se ve el origen del sacramento de la confirmacin. El cual perpeta en cierto modo en la iglesia la gracia de Pentecosts.]

La catequesis primitiva da cuenta de un rito distinto y posterior al bautismo por el cual se confera el E.S.2. El don del Espritu Santo en la Tradicin litrgica:

Ya Tertuliano nos dice que el E.S. se confiere por imposicin de manos del obispo y por la oracin epicltica.

Luego viene la Traditio Apostlica de Hiplito y vemos una ampliacin del rito. Tiene diversos pasos:

El bautismo

La crismacin post-bautismal.

La imposicin de manos del obispo sobre los nefitos, los cuales han sido lavados por el bao de la regeneracin para que reciban el E.S.

La segunda crismacin del Obispo con frmula Trinitaria. (Confirmacin). Esta crismacin es en orden al compromiso cristiano. Este gesto es la cumbre del rito. Adems perfecciona la nueva vida recibida en el bautismo.

La signacin en la frente.

El sculo de la paz.

La oracin en comn con los dems fieles.

La celebracin eucarstica.

2.1. Los sacramentarios de la liturgia romana:

Los sacramentarios consignaban el modo de celebrar los actos litrgicos.

a) El sacramentario gelasiano:

Presenta un esquema bastante parecido al de la Traditio de Hiplito, con la diferencia que la oracin que acompaa a la imposicin de manos del obispo se refiere al Espritu septiforme. La uncin con el crisma va acompaada de una frmula cristolgica. Subsiste en este sacramentario la diferencia e ntima conexin entre confirmacin y bautismo. Se distingue con claridad el rito de imposicin de manos y la uncin con el crisma que realiza el obispo. No aparece el trmino confirmacin sino consignatio que significara la donacin del E.S. septiforme.

b) El sacramentario gregoriano:

Solo contiene la oracin por los nios consignados. Aade un suplemento donde dice la siguiente rbrica: est presente el obispo, conviene confirmarlo, inmediatamente y darle despus la comunin... Si est ausente el obispo, se invierte el orden: bautismo, eucarista y luego la confirmacin. Parece ser que la crismacin obtiene el mximo relieve. No se percibe con claridad la crismacin y la imposicin de las manos. Parece sugerir que ambas se realizan simultneamente.

c) Sacramentarios del siglo V:

c.1.) De Fausto de Riez:

En uno de sus sermones de Pentecosts, da cuenta de que en el sur de Francia, la confirmacin se separaba con frecuencia del bautismo. Presenta una visin de la confirmacin que va a influir notablemente en la teologa medieval.

El E.S. se otorga en el bautismo para la remisin de los pecados, mientras que en la confirmacin se robustece al bautizado y se le convierte en soldado de Cristo. Segn esto, la confirmacin es complemento del bautismo y confiere el E.S. para hacer del bautizado un soldado y un apstol.

c.2.) De Inocencio I:

En una carta dirigida a Decencio de Gubbio, distingue dos unciones con crisma. Una sobre la cabeza (por el presbtero) y otra en la frente (por el obispo). La uncin reservada al obispo permite suponer que dicha uncin confera el E.S. y no la imposicin de manos aunque esta segua siendo parte del rito.

d) Los Pontificales:

Los pontificales son testimonios de la reorganizacin de los ritos.

d.1.) Pontifical romano-germnico:

Contiene los siguientes gestos:

La imposicin de manos sobre todos (debido a razones prcticas).

La frmula de la crismacin es trinitaria.

Este pontifical atestigua que es heredero de la praxis anterior, pues cuando ....

d.2.) Pontifical Romano:

En lo esencial concuerda con el anterior pero contiene ciertas peculiaridades. La costumbre de unir bautismo y eucarista no es universal, sino que ya es propia de algunas de las iglesias aunque indica que se contine dando la confirmacin. Si est presente el obispo se debe dar los 3 sacramentos. Los padrinos presentan a los infantes llevndolos de las manos. Ponen su pie encima del pie del padrino. (Es un gesto de origen germnico, y significa que uno toma posesin de una cosa o persona como propia. El padrino se hace cargo del confirmado para su educacin espiritual). La frmula sigue siendo trinitaria y expresa lo que significa.

d.3.) Pontifical de Durando (S. XIII):

Atestigua que la confirmacin se celebra en la mayora de los casos fuera de la vigilia pascual. Supone esto la autonoma celebrativa de cada uno de los sacramentos de iniciacin cristiana y la alteracin del orden tradicional. La imposicin de la mano aparece como algo secundario mientras que la crismacin (confirmacin) es el gesto principal. Aparece tambin la suave bofetada despus de la crismacin. (Se concibe la confirmacin en trminos de milicia, porque es el sacramento de la fortaleza y de la lucha). Esta explicacin se reafirma en la teologa de este sacramento.

Los siguientes pontificales de los aos (1485, 1520, 1572, 1752, 1888, 1961) van a tener el siguiente esquema de celebracin:

Gesto de la mano sobre el hombro.

Imposicin de las manos del obispo.

Inquisicin del nombre. Crismacin en la frente.

El gesto de la paz y la bofetada.

La oracin para despus de la confirmacin

La bendicin final.

2.2. Sntesis doctrinal de las fuentes litrgicas:

a) La sacramentalidad de la confirmacin est atestiguada unnimemente desde la poca apostlica.

b) El signo sacramental originario fue el de la imposicin de manos y una oracin epicltica. En oriente la imposicin de manos fue sustituida por la crismacin. Sin embargo, esta aparece como elemento sacramental desde la Traditio Apostlica de S. Hiplito y se fue afianzando progresivamente.

c) Desde los primeros siglos, se advierte la ntima unin entre bautismo y confirmacin, ste ltimo aparece como complemento del bautismo. Tambin es perceptible la distincin entre ambas, pues mientras el bautismo es administrado por los presbteros, la confirmacin es dada por el obispo. La unin con el sacrificio eucarstico es igualmente clara tanto en el plano celebrativo como en el teolgico.

d) Los ministros originarios son los obispos como sucesores de los apstoles. (En oriente los presbteros confirman con delegacin permanente y siempre con el crisma consagrado por el obispo).

e) En oriente se mantuvo la unin celebrativa de los tres sacramentos de iniciacin, ya que los ministros ordinarios eran los presbteros. En occidente en cambio, la proliferacin de parroquias rurales trunco la unidad ritual de la iniciacin porque la confirmacin se reserv siempre al obispo. Perviva la conciencia sobre la unidad de los tres sacramentos.

Con el aumento del bautismo de los nios (quam primum) y la consiguiente separacin de la vigilia pascual, se lleg paulatinamente a la siguiente praxis:

El bautismo se administraba a los pocos das de nacido.

La confirmacin, cuando el obispo visitaba la comunidad cristiana.

f) El ritual primitivo era muy sencillo. Consista en la imposicin de manos sobre cada nefito y una frmula que la acompaaba. Sin embargo, este rito se fue sustituyendo por el de crismacin en la cual se vea una continuacin del rito primitivo. Conferidos con la finalidad de dar mayor plenitud del E.S.

g) La autonoma ritual de la confirmacin supuso un notable incremento de los ritos. Pero no elimin la concepcin tradicional de ser el sacramento que confera la plenitud del E.S.

h) La frmula de la crismacin es variable en la tradicin romana. Son distintas en Hiplito y los pontificales (visin ms trinitaria) y en los sacramentarios (visin ms cristolgica).

i) Las fuentes sealan como efecto especfico de la confirmacin, el don mismo del E.S. Viene a constatar la vida iniciada en el bautismo y a fortalecer al bautizado en orden al testimonio y al compromiso evanglico.

[Algunas cuestiones doctrinales: Cristo instituy este sacramento? Segn Sto. Toms lo instituy no confirindolo sino haciendo una promesa Jn 14,26; es necesaria la confirmacin? Hay sacramentos que son necesarios para la salvacin, otros son necesarios para la perfeccin de la vida cristiana].

3. El ordo confirmationis:

El ritual se promulg el 22-VIII/1971, siguiendo las orientaciones de la SC nn 59 y 71.

Contenido:

Instruccin teolgico doctrinal (praenotanda)

Rito de la confirmacin (fuera y dentro de la misa)

Observaciones para el caso de un ministro extraordinario que celebra el sacramento.

Rito para confirmar a un enfermo en peligro de muerte.

Dos apndices (bblico y frmulas de renuncia y profesin de fe).

Constitucin Divinae consortium naturae

Criterios que rigen la celebracin del ritual:

Poner en claro la relacin de la confirmacin con los dems sacramentos de iniciacin.

La dimensin eclesial (la participacin de la comunidad).

Marcar la figura del obispo.

Celebracin de la confirmacin dentro de la Misa:a) Ritos introductorios: la monicin de entrada. El acento se pone en las oraciones colectas. La misa de la confirmacin tiene cuatro oraciones colectas a escoger. En cada una se sintetiza una teologa de la confirmacin:

1. Hace referencia a la donacin del E.S. como realidad permanente en la Iglesia que nos convierte en templos de su gloria. 2. Ve en la donacin del E.S. el cumplimiento de una promesa divina y una realidad que convierte al cristiano en testigo valiente del evangelio.3. La donacin del E.S. tiene una dimensin eclesiolgica en cuanto que posibilita que la Iglesia alcance su plenitud. 4. Est inspirada en S. Juan y relaciona la donacin del E.S. con la plena inteligencia del misterio cristiano.

b) La liturgia de la Palabra: presenta una riqueza y variedad de textos bblicos. El marco de comprensin es la misma historia de la salvacin. La Palabra de Dios da sentido y significado a la accin sacramental. Hay variedad de lecturas: 5 del A.T., 12 entre Hch. y las cartas paulinas, y 12 evangelios entre los sinpticos y Juan. c) La presentacin de los confirmandos al obispo por el prroco o el responsable de los catequistas, quienes testifican la suficiente preparacin de los confirmandos.

d) La homila puede estar basada en las mismas lecturas y en los textos eucolgicos. El ritual ofrece criterios que no se pueden dejar de mencionar: la unidad de los sacramentos, la referencia a Pentecosts y la recepcin del sacramento hoy, y debe concluir con una referencia expresa al bautismo.e) La renovacin de las promesas bautismales: el confirmando debe tomar conciencia de los compromisos asumidos en el bautismo, adems la confirmacin como verdadero sacramento exige la fe bautismal. Se realiza un acto de fe personal ante la comunidad cristiana y ante su legtimo pastor. Tambin prev que la comunidad, padres y padrinos se adhieran a la renovacin de las promesas bautismales.

f) Imposicin de las manos: gesto complementario.

1. En oriente desapareci enseguida y le sucedi la crismacin.

2. En occidente ambos gestos co-existen. Cuando la crismacin pas a primer plano, sin embargo, nunca se renunci a imponer las manos. Se unific con la crismacin. Hubo una especie de transposicin nominal. Ella era realizada en el acto de la crismacin.

3. El rito actual ha recuperado la clsica imposicin de la liturgia romana, antes de la confirmacin. Aunque segn la Constitucin Divinae Consortium naturae, no pertenece a la esencia de la confirmacin porque forma parte de la perfecta integridad del mismo rito y favorece a la mejor comprensin del sacramento.

La imposicin de manos comn mientras el obispo dice la oracin, pide sobre los confirmandos la efusin del Espritu septiforme para que sena confirmados plenamente en Cristo.

g) La crismacin: la Divinae Consortium naturae resuelve la controversia sobre el signo esencial de la confirmacin, determinando que en la Iglesia latina, el sacramento se confiere mediante la uncin del crisma en la frente que se hace con la imposicin de la mano y con las palabras.

As pues, la crismacin es parte esencial del sacramento. La frmula fue elegida por su brevedad y por expresar los efectos del sacramento. Confiere el E.S. a travs del ministro. La frmula parece indicar un sello, una prenda permanente de la gloria futura. Hay una correspondencia entre el signo externo y el sello interno. De ah que se diga que el carcter sacramental sea signo, porque se transmite a partir de un signo externo. Se ha conservado el gesto antiguo de la Iglesia romana de ungir la frente en forma de cruz. La tradicin de la Iglesia tanto oriental como occidental tiene la creencia de que la crismacin ocupa el lugar de la imposicin de las manos que realizaban los apstoles. h) La oracin de los fieles: se ofrecen dos formularios

i) La liturgia eucarstica: las plegarias (oraciones) tienen embolismos propios. Tambin una bendicin adaptada al rito. La oracin sobre las ofrendas muestra QUE la donacin del E.S. es fruto de la cruz y que la Eucarista es estmulo y fuerza para cumplir los compromisos adquiridos en la confirmacin. La oracin postcomunin, se refiere e insiste en el testimonio existencial y proftico de los confirmandos. En otra oracin se refiere a la comunidad cristiana que pide para ella el espritu de la caridad.j) La bendicin final:

Respecto al Padre: filiacin divina

Respecto al Hijo: a su promesa de presencia permanente en la Iglesia.

Respecto al E.S.:

La oracin sobre el pueblo: la fidelidad de los confirmandos a los compromisos adquiridos.

Algunas cuestiones sobre la confirmacin: Desde los comienzos la praxis no ha sido uniforme, fue distinta en oriente y en occidente.En la poca que se generaliz, la confirmacin segua o preceda a la primera eucarista, segn estaba o no presente el obispo. De todos modos siempre permaneci viva la conciencia de que siempre que fuese posible la confirmacin deba preceder a la primera eucarista. El concilio lateranense de 1215 determin que la comunin se recibiera a la edad de la discrecin (7-12 aos) de tal manera que se impuso de manera definitiva esta praxis.En la praxis el obispo sola administrar la confirmacin antes de la primera eucarista. No haba edad fija.En el siglo XVI se introdujo un cambio que est fijado en el catecismo tridentino: es ms conveniente no hacerlo antes de que los nios tengan uso de razn diferirlo a la edad de siete aos...

Benedicto XIV fundament la praxis de diferir la confirmacin remitindose a la enseanza medieval segn la cual la confirmacin viene a fortalecer y a capacitar para las nuevas necesidades y exigencias de aquel que comienza su milicia cristiana. Se organizaron las catequesis en torno a la recepcin de los sacramentos: bautizo, confirmacin (7-12), eucarista (12 a ms). En Francia empieza una praxis inusual, se comenz a posponer la confirmacin a la primera comunin y por motivos catequticos, provocando con ello no solo una inversin prctica sino tambin teolgica de la iniciacin. As la confirmacin pierde su fuerza originaria y radical orientacin a la eucarista, y apareca como un sacramento autnomo e independiente. Len XIII no apoyara la iniciativa del obispo de Marsella de conferir la confirmacin despus de la primera comunin, esgrimiendo como razn teolgica que el criterio est en abierta oposicin a la antigua praxis eclesial.

Pio X promulg un decreto en 1910 Quam singulari y establece que la primera comunin no se recibiese al terminar la formacin sino hacia los siete aos. La praxis establecida en Francia con esto se robustece.Hasta la promulgacin del CIC de 1917 la confirmacin se distribua despus de la primera comunin. Solo en Espaa y Filipinas tenan el privilegio de confirmar a los nios si el obispo realizaba la visita pastoral. El Vat. II recuper la unidad teolgica y celebrativa de los sacramentos de la inciacin cristiana. De la edad de la confirmacin no dice nada.

El ritual dice que los adultos que reciben el bautismo deben ser admitidos a la confirmacin y a la eucarista. Los nios a la edad de siete aos. A no ser que las conferencias episcopales determinen otra cosa. En caso de necesidad, los nios deben recibir este sacramento. Incluso si no tienen uso de razn con tal de estar bautizado. El CIC de 1983 asume la doctrina del ordo confirmationis. III. Sacramento de la Uncin de los enfermos:

3. La uncin de los enfermos en la historia de la salvacin:3.1. El Antiguo Testamento:

Contempla la enfermedad en el contexto del problema del sufrimiento y lo enfoca por la causa que la provoca que por explicar su sentido. No hay explicacin humana para la enfermedad, pero de alguna manera viene a iluminar este problema el pacto-alianza que Dios tiene con su pueblo.

La respuesta al concebir este problema de la enfermedad no es unvoca, hay varias respuestas:

1. Se piensa que la enfermedad y el sufrimiento ha sido causado por el pecado del hombre ya que todo Dios lo ha hecho bien. (Gn. 1-3; Sal. 11,34-39; Ex. 4,6; Dt. 28,15).2. La enfermedad no es castigo sino instrumento de Dios para probar y purificar al inocente. Ejm: Job.3. Se piensa en la retribucin ultraterrena, insinuada en el libro de Job y desarrollado en la literatura sapiencial tarda.4. Se anuncian los tiempos mesinicos en los que sern vencidos el mal y la enfermedad, la curacin ser una de las obras de Yahv y uno de los ministerios del Mesas. (Is. 19,22; 57,18; 53,4).

5. El sufrimiento y la enfermedad tiene un valor redentor para quien lo sufre y para los dems. Ejm: Moiss quiere entregar su vida. (Ex. 7,11; 32,30-33; Jr. 8,18-21; 15,18). Tambin los cnticos del Siervo de Yahv.

As el A.T. deja claro que el sufrimiento y la enfermedad es un misterio que desconcierta al hombre, al creyente. Dios podr evitar la enfermedad y el sufrimiento y no lo hace, aunque est de parte de los que sufren y no de quienes hacen sufrir.

Este misterio de la enfermedad tendr una luz definitiva en el ungido doliente. Dios combate estas realidades no tanto destruyndolos sino afrontndolos y dndole un nuevo sentido.Tambin dentro de estas realidades est la vejez. El A.T. considera la vejez como fuente de sabidura y experiencia y de autoridad. (Ex. 3,16; 18,12; Esd. 6,17). Tambin la vejez es asimilada a la enfermedad, cuando se convierte en un peso, debido a los achaques. La salud en cambio es smbolo de la bendicin divina.

La Sagrada Escritura no prohbe el recurso a la medicina para aliviar o curar la enfermedad, pero no se preocupa excesivamente por ella a causa del mandato de no derramar sangre y de la atribucin a Dios de la salud y la enfermedad. l es el verdadero mdico a quien hay que recurrir.

El A.T. recomienda atender y visitar a los enfermos, no obstante prescribe distanciarse de los afectados por algunas enfermedades consideradas como impuras, por ejemplo la lepra. Tambin el A.T. se conoci la uncin con aceite, usada con fines medicinales, especialmente sobre los heridos.

3.2. El Nuevo Testamento:

Cristo cumple la profeca sobre la desaparicin de las enfermedades, en esta perspectiva se comprende muy bien que Jesucristo ejerciera su ministerio entre los enfermos y con una actitud profundamente misericordiosa. Jess se acerca a los enfermos, les devuelve la salud, les ensea que la enfermedad no es un castigo ni tiene conexin causal e inmediata con el pecado personal.

Jn. 9,1-41:

Les descubre ms bien el sentido profundo del dolor, este ministerio de Jess alcanza su punto culminante en su pasin y muerte con la cruz en la cual lleva a plenitud la profeca de la liberacin total de lo s males y sufrimientos.

Segn esto, en Jess se revela de modo inminente el ministerio del sufrimiento y la enfermedad, se revela su dimensin redentora y a la vez se demuestra de modo inimaginable cmo se cumple la promesa de la victoria sobre toda forma de mal.

Salvifici doloris, JP II: en la cruz de Cristo no solo se ha cumplido la redencin mediante el sufrimiento sino que el mismo sufrimiento humano ha quedado redimido por amor.

Los milagros de Jess eran ante todo signos mesinicos, escatolgicos, y de salvacin integral, pues por ellos proclamaba y realizaba la presencia del Reino. Confirmaba que era el Mesas prometido y anticipaba la salvacin escatolgica ofreciendo la curacin, no solo del cuerpo sino tambin del alma. Mc. 6,7. 12-13: es el nico texto evanglico que habla de la uncin con leo. Este gesto de ungir con leo se inscribe en la lnea de la misin apostlica. Por tanto, no indica una situacin provisional, sino permanente e insina lo que ser ms tarde el sacramento de los enfermos practicado ya por la Iglesia primitiva segn el testimonio de Santiago.

Se habla de insinuacin porque los sacramentos brotan del misterio pascual. Todo lo que haba de visible en Jesucristo paso a la Iglesia en los sacramentos. Cuando l est vivo y presente, es el nico sacramento....St. 5,13-16

En el siglo XVI el concilio de Trento considera que Santiago promulg el sacramento de la Uncin de los enfermos.

Elementos doctrinales que se pueden extraer del texto:

Este texto transmite una enseanza moral, prctica respecto a las diversas situaciones vitales en las que pueden hallarse las personas. Hay que rezar siempre en caso de enfermedad, adems de la oracin personal es necesaria la oracin de la comunidad. Se puede intuir que se trata de una enfermedad que afecta a todo el hombre. No precisa el grado de enfermedad.

Los presbteros presiden y gobiernan la comunidad cristiana. Por tanto, supone que no es un simple acto carismtico sino institucional.

La oracin se realiza sobre el enfermo. No se explicita la oracin aunque es lgico pensar que se pida la fortaleza y la curacin del enfermo. El aceite usado es de oliva, el cual tiene una finalidad religiosa. Parece un gesto conocido por la comunidad.

Parece que sugiere que es la presencia del Seor la que actualiza la salvacin por fuerza de invocacin de su nombre. La oracin ha de hacerse con fe.

La oracin de fe es mucho ms amplia y profunda que la de una simple curacin fsica. Salvar equivale a liberar de la muerte, incluso alcanzar una plenitud de vida. As entendida la salvacin alcanza al hombre entero. La sanacin no implica necesariamente la curacin corporal pues se salva un enfermo que permaneciendo en tal situacin es ayudado en su debilidad para que no desespere sino que descubra el sentido redentor y salvfico de la enfermedad como participacin en la pasin de Cristo.

Teniendo en cuenta la mentalidad del autor, la curacin parece referirse a una curacin total que comporta la salud corporal y la vida eterna.

La enfermedad no est relacionada causalmente con el pecado personal y el perdn de los pecados no es el efecto principal de la uncin aunque la salvacin conlleva que si existe pecado este sea perdonado.

Conclusiones:1. La Iglesia apostlica practic un rito especfico con los enfermos graves aunque n moribundos, que consista en una imposicin de manos, una oracin y la uncin con el aceite.

2. El rito estaba institucionalizado, era una praxis constante de la Iglesia y corresponda realizarla a los respectivos responsables de las comunidades cristianas. Realizado por su misma condicin de pastores.3. Sus efectos afectaban al hombre en su integridad. La eficacia de este sacramento estaba relacionado con la plegaria de fe en el Seor resucitado.

Sacramentalidad:

Praxis eclesial.

S.E.: A.T. / Ev. / St. => en una lectura global de la S.E. y de la tradicin.

Jess mismo y su predileccin por los enfermos. Signo de los tiempos mesinicos. Signo de la victoria de Cristo sobre el mal. La atencin al enfermo pertenece a la misin de Cristo y de la Iglesia. 2. La uncin en la vida de la Iglesia:1. Hasta el siglo 7 y 8 encontramos frmulas para la bendicin del aceite. En los primeros siglos se caracteriza por la improvisacin y la carencia de textos fijos.

En los testimonios litrgicos encontramos la Traditio, la Didascalia y las constituciones de los Apstoles, el eucologio de Serapin, la carta de Inocencia I, los sermones de San Cesareo de Arles y algunos escritos de S. Beda el Venerable.

2. La mayor parte de testimonios considera la bendicin del leo como un requisito previo e indispensable para la uncin. La bendicin del leo es propia del obispo y tena lugar dentro de la eucarista mediante una oracin epicltica.

3. Los efectos que se atribuyen a la uncin son la curacin de enfermedades y la devolucin de la salud.

4. Los destinatarios son os enfermos bautizados no los catecmenos. No se indica la gravedad d la enfermedad, podan recibirla en casa o en la Iglesia. Se insiste en la curacin fsica corporal.

5. Antes del siglo 9 se confiere la Uncin a los moribundos y se esperaba la curacin de los mismos. Tambin en esta poca donde se administra la Uncin, de manera ocasional se da tambin el vitico.6. La Traditio Apostlica, alude a la uncin de reyes, sacerdotes y profetas, as tambin a la salud de quienes lo usen o lo ingieran. El dicono debe informar al obispo acerca de los enfermos que hay en la comunidad. Es un gran consuelo de que el obispo se acuerde de l. 7. El eucologio de Serapin recoge una frmula de bendicin del leo algo larga (ms larga que los otros documentos litrgicos), en ella se alude a una uncin para expulsar toda debilidad y enfermedad, como remedio contra todo demonio y espritu inmundo, para remisin de los pecados y para la salud e integridad del alma.8. Tambin en un libro de la antigua liturgia mozrabe (el liber ordini) se contiene un rito para visitar y ungir al enfermo. La oracin que el sacerdote recita en favor del enfermo se caracteriza por fijarse en el sujeto que va a recibir la uncin y a los efectos fsicos, morales, espirituales que la enfermedad puede producir en el sujeto.9. Cesareo de Arles recomienda en varios sermones la practica de la uncin. Siempre con el leo bendecido por los sacerdotes. El propio enfermo efectuar el leo sobre su cuerpo. Contrapone esta practica a otros usos paganos y ve en ella un medio junto con la Eucarista para el bien espiritual y corporal del enfermo. Apelando a la carta de Santiago atribuye a la uncin el perdn de los pecados. Conclusin:

La bendicin del leo para usarlo con efectos curativos es la primera y la ms extendida que se conoce en la tradicin de la Iglesia. La Iglesia latina reserva ordinariamente esta bendicin al obispo pudiendo tambin los sacerdotes y los simples fieles hacer uso del leo bendecido segn las diversas necesidades. En las iglesias orientales la bendicin suele ir unida a la uncin, siendo el presbtero quien realiza ambas acciones. El leo con fines curativos poda ser usado por los mismos fieles (incluso como bebida).

En la frmula de bendicin parece que no se distingua entre el leo de los enfermos y el crisma. A partir del siglo 8 la reforma carolingia va a promover el uso de rituales. Mayor fijacin y uniformidad en los usos. En estos se establecen normas muy precisas para la prctica de la uncin de los enfermos.

Se van a elaborar dos grupos o clases de rituales:

Los que cuentan con la frmula global para el conjunto del rito

Los que cuentan con frmulas diversas para cada tipo de unciones. Aqu se va acentuando el efecto espiritual del sacramento. Con la reforma carolingia, el rito de la uncin pasa a primer plano, adquiere mayor importancia que la bendicin del leo.

Con la reforma, la uncin pasa a ser una prctica exclusiva del sacerdote. La uncin se va a unir a los sacramentos que el cristiano recibe al final de su vida. Se recarga la celebracin del sacramento con la multiplicacin de unciones y con las frmulas que las acompaan.

En los estatutos del siglo 9 se prescribe que los sacerdotes que van de viaje lleven la Eucarista y los santos leos y que no los dejen sino en manos de otros sacerdotes. El pontifical de la curia romana del siglo 13 recoge la prctica anterior y estipula una serie de ritos para la visita al enfermo, la administracin de la uncin, la comunin eucarstica y la penitencia.

Muchos retrasaban la penitencia al final de la vida, ello favoreci un forma especial de penitencia para los moribundos = ad mortem. Los rituales de la poca carolingia recogen la comunin eucarstica, la penitencia ad mortem y la uncin. La uncin se administra despus de la penitencia y antes del vitico.

3. Desarrollo y formacin del ritual de la Uncin:En occidente en los siglos 7 y 8 aparecen los primeros rituales. Los primeros rituales de la visita a los enfermos que indican la uncin son quizs los hispnicos e irlandeses. El ritual hispnico est influido por el texto de St. Presenta el siguiente esquema: El sacerdote hace una seal de la cruz en la cabeza del enfermo con aceite bendecido.

Recita tres antfonas y una larga oracin.

Imparte la bendicin.

Se va dando un proceso lento pero constante hacia un nuevo enfoque de la uncin, desde un sacramento para curar al enfermo, hasta un sacramento que prepara para la muerte.

La evolucin se produjo por la proximidad, dentro de los libros litrgicos, de los rituales de la Uncin y de la Penitencia ad mortem y la commendatio animae y, sobre todo, por su celebracin conjunta.

Con la llegada de la penitencia tarifada y sobre todo de la penitencia privada, la penitencia ad mortem perdi su razn de ser, pero la Uncin asumi las oraciones y particularidades disciplinares que aquella comportaba, dando lugar a que se retrasase hasta el momento final de la existencia. Esto supuso la casi imposibilidad de concebir la Uncin como un sacramento para obtener la curacin corporal, y tambin se vio en ella la consumacin de la penitencia, cuando no un sustitutivo. Como consecuencia lgica, se acentu el efecto espiritual sobre el corporal.

La Uncin de los enfermos pasa a ser una uncin de moribundos. Esta nueva concepcin va a aparecer en el pontifical del siglo XIII, donde aparece como un sacramento que se da al final de la vida, momento en el que el cristiano debe ser reconciliado, ungido y confortado con el vitico.

El trmino extrema uncin es poco frecuente hasta antes del siglo XIV. Recin en este siglo aparece con este nombre y se cambiar con el Vaticano II. La renovacin de este sacramento viene con toda la pastoral de los enfermos.El ritual de la curia se difundi rpidamente por Europa gracias a la misin de los franciscanos.

En el siglo XVI por alguna razn se introdujo una anomala: la de administrar el vitico antes de la uncin. Un liturgista del siglo XVI, Santori, hace suya la anomala al situar el vitico antes de la uncin pensando que tal costumbre era tradicional y universal en la Iglesia latina. Y esta anomala se difundir reforzando la concepcin equivocada de la uncin como sacramento de la ltima hora. 4. La reflexin escolstica, la crisis protestante y el concilio de Trento:

Se insiste en el efecto espiritual, en el sujeto prximo a la muerte y en el carcter secundario de la curacin corporal. La posicin de los reformadores:

1. La Uncin no es un sacramento sino un carisma de curacin concedido nicamente a los apstoles. El rito no perdona los pecados, ni cura a los enfermos.

2. La prctica de la Iglesia contradice el texto de Santiago, que habla de enfermos no de moribundos.

3. El ministro no es nicamente el sacerdote, sino los presbteros (los ancianos) de la comunidad.

La doctrina de Trento:

1. SACRAMENTALIDAD: es verdadero sacramento, insinuado por Marcos (6,13) y recomendado y promulgado a los fieles por Santiago apstol y hermano del Seor (5,14ss). La materia es el leo bendecido por el obispo porque la Uncin representa de la manera ms apta la gracia del Espritu Santo, por la que invisiblemente es ungida el alma del enfermo; la forma despus entendi ser aquellas palabras: por esta santa uncin...

2. EFECTOS: la realidad de este sacramento se explica por las palabras de Santiago. Esta realidad es la gracia del Espritu Santo, cuya uncin limpia las culpas, si alguna queda an por expiar, y la reliquias del pecado, y alivia y fortalece el alma del enfermos, excitando en l una grande confianza en la divina misericordia, por la que, animado el enfermo, soporta con ms facilidad las incomodidades y trabajos de la enfermedad, resiste mejor a las tentaciones del demonio que acecha su calcaar y a veces, cuando conviniere a la salvacin del alma, recobra la salud del cuerpo. 3. MINISTROS: en el texto de Santiago no solo se manifiesta all que los propios ministros de este sacramento son los presbteros de la Iglesia, por cuyo nombre en este pasaje no han de entenderse los ms viejos en edad o los principales del pueblo, sino los obispos o los sacerdotes legtimamente ordenados por ellos.4. SUJETO: esta uncin debe administrarse a los enfermos, pero sealadamente a aquellos que yacen en tan peligroso estado que parezca estn puestos en el trmino de la vida; razn por la que se le llama tambin sacramento de los moribundos. Y si los enfermos despus de recibida esta uncin, convalecieren, otra vez podrn ser ayudados por el auxilio de este sacramento, al caer en otro semejante peligro de vida.

5. El ritual tridentino:Fruto del concilio de Trento fue el ritual tridentino de Paulo V (1614) vigente hasta la reforma de 1972. En el primer captulo se afirman los principios teolgicos, se afirma que la Uncin es un sacramento instituido por Cristo como medicina celestial, saludable no solo para el alma, sino tambin para el cuerpo, y que debe ser recibido por los enfermos cuando an son plenamente conscientes, para que obtengan mayores frutos.Esquema:

Saludo: paz a esta casa.

Aspersin con agua bendita.

Confesin sacramental (si es necesaria) y monicin.

Tres oraciones para concluir la aspersin.

Oracinn: exhortacin antes de comenzar la uncin.

Uncin en los cinco sentidos con la frmula sancionada por Trento.

Conclusin (algunos versos y tres oraciones, en las que se ruega no solo por la salvacin espiritual, sino tambin por la corporal).

Este ritual no habla de la comunin ni del vitico. En cuanto al orden de los sacramentos establece lo siguiente: penitencia, vitico y extremauncin.

6. La uncin en el Vaticano II:

SC 73: La extremauncin, que tambin, y mejor, puede llamarse uncin de enfermos, no es slo el Sacramento de quienes se encuentran en los ltimos momentos de su vida. Por tanto, el tiempo oportuno para recibirlo comienza cuando el cristiano ya empieza a estar en peligro de muerte por enfermedad o vejez.

SC 74: Adems de los ritos separados de la uncin de enfermos y del vitico, redctese un rito continuado, segn el cual la uncin sea administrada al enfermo despus de la confesin y antes del recibir el vitico.

SC 75: Adptese, segn las circunstancias, el nmero de las unciones, y revsense las oraciones correspondientes al rito de la uncin de manera que respondan a las diversas situaciones de los enfermos que reciben el sacramento.

LG 11: La Iglesia entera encomienda al Seor, paciente y glorificado, a los que sufren, con la sagrada uncin de los enfermos y con la oracin de los presbteros, para que los alivie y los salva (cf. Sant., 5,14-16); ms an, los exhorta a que unindose libremente a la pasin y a la muerte de Cristo (Rom., 8,17; Col., 1 24; 2Tim., 2,11-12; 1Pe., 4,13), contribuyan al bien del Pueblo de Dios.LG 28: Para con los fieles arrepentidos o enfermos desempean principalmente el ministerio de la reconciliacin y del alivio.

LG 46: Por eso, este Sagrado Snodo confirma y alaba a los hombres y mujeres, hermanos y hermanas que, en los monasterios, en las escuelas y hospitales o en las misiones, ilustran a la Esposa de Cristo con la constante y humilde fidelidad en su consagracin y ofrecen a todos los hombres generosamente los ms variados servicios.

AA 8: As resulta que la misericordia para con los necesitados y enfermos, y las llamadas obras de caridad y de ayuda mutua, destinadas a aliviar toda necesidad humana, son principalmente honradas por la Iglesia (Ioannes XXIII, e. MM l. c., 402)

AA 16: Recuerden bien todos que con el culto pblico y la oracin, con la penitencia y con la libre aceptacin de las fatigas y tristezas de la vida, por la que se hacen semejantes a Cristo paciente (cf. 2 Cor. 4, 10; Col. 1, 24), pueden llegar a todos los hombres y contribuir a la salvacin de todo el mundo.

OE 27: Teniendo en cuenta los principios ya dichos, pueden administrarse los sacramentos de la penitencia, eucarista y uncin de los enfermos a los orientales que de buena fe viven separados de la Iglesia catlica, con tal que los pidan espontneamente y estn bien preparados; ms an, pueden tambin los catlicos pedir los sacramentos a ministros acatlicos...PO 5: Por el Bautismo introducen a los hombres en el pueblo de Dios; por el Sacramento de la Penitencia reconcilian a los pecadores con Dios y con la Iglesia; con la uncin alivian a los enfermos; con la celebracin, sobre todo, de la misa ofrecen sacramentalmente el Sacrificio de Cristo.7. El ritual: Ordo unctionis infirmorum eorumque pastoralis curae

El 7/XII/1972, la CCDDS public el nuevo ritual. Previamente Pablo VI haba aprobado la Const. Apost.

7.1 Aspectos positivos:1. Fidelidad a los presupuestos doctrinales del Concilio. En el aspecto general como en el particular.

* General: simplicidad y claridad que se busca en el gesto y la celebracin. En la adaptacin, participacin y celebracin comunitaria.

* Particular: en cuanto al nombre, sujeto, frmula, nmero de unciones, ministerios y ubicar el sacramento en el contexto global de la pastoral de los enfermos. 2. Recuperacin de elementos genuinos y tradiciones del sacramento.

Cules son esos elementos?

La pastoral de la Uncin.

La uncin como sacramento especfico de los enfermos.

El concepto unitario del hombre. Se trata de un alivio o curacin integral.

La distincin entre la uncin y el vitico.

El orden de la recepcin de los sacramentos.

La relacin de la uncin con la oracin de fe. La imposicin de las manos.

La bendicin del leo y la accin de gracias que expresa el efecto polivalente de la uncin. (La gracia del ES para que conceda la salvacin corporal o escatolgica, alivie la enfermedad y perdone los pecados).

3. Realce la dimensin cristolgica de la uncin, viendo en ella un signo de la preocupacin de Cristo por los enfermos. As como tambin el entronque de la enfermedad con el misterio pascual, considerndola como el aporte de lo que falta a la pasin de Cristo.

4. El redescubrimiento del valor pneumatolgico de la uncin cuya resonancia se percibe en la frmula de bendicin del leo.5. El desarrollo de la dimensin eclesial. La Iglesia es quien manifiesta su solicitud hacia ellos (los enfermos) para ayudarles con su curacin; a su vez el enfermo es signo de la Iglesia que debe participar en los sufrimientos de Cristo y en su glorificacin. 6. Por el hecho de cmo trata el tema de la enfermedad. Vista como un misterio y enigma desconcertante para el hombre, y solamente esclarecido por la luz de Cristo muerto y resucitado. Se pasa del escndalo del sufrimiento a ver la enfermedad como instrumento de corredencin, medio de santificacin personal y de apostolado. La enfermedad no se ve ligada al pecado personal del enfermo aunque hunde sus races en el pecado de origen. Por otra parte el ritual afirma que la bsqueda de la salud fsica del enfermo corresponde al plan divino. De esta manera, el personal de la salud coopera con Dios en la lucha contra el mal. 7. La sensibilidad pastoral que expresa el ritual para captar las diversas situaciones existenciales del enfermo.

8. La importancia concedida al ministerio sacerdotal ante los enfermos que prolonga la solicitud de Cristo por los enfermos. La doctrina de la Iglesia siempre ha enseado que ni los diconos ni los laicos pueden ser ministros de la Uncin. Esta doctrina junto con la praxis es inmemorial. No hay ninguna prueba que testifique que alguna vez se haya dado este sacramento por alguien que no sea sacerdote.

Los documentos ms antiguos que estipulan dicha praxis los encontramos en el decreto de Graciano, en los decretales de Gregorio IX, en el Concilio de Trento contra los reformadores. En el siglo XVIII, Benedicto XIV con Quo primum, ensean que el ministro es siempre y solo el sacerdote. Todos los rituales de este sacramento nunca han contemplado ms que al Obispo y al sacerdote. La doctrina sobre el ministro de la uncin es definitiva. Si sucediera lo contrario sera simulacin y por lo tanto invlida.

7.2. Elementos del sacramento:1. Imposicin de manos:

Su significado en el antiguo ritual no quedaba tan claro porque iba acompaada de una frmula de exorcismo. El nuevo ritual revaloriza el gesto en dos sentidos:

a. Realizndolo en silencio

b. Posibilitando que lo hagan todos los presbteros presentes en memoria del texto de Santiago.

2. Las oraciones de la fe:

Se enraza en la tradicin bblica. Es la Iglesia entera la que ora por sus enfermos y la que llama a sus presbteros para que les impongan las manos, oren por ellos y los unjan. Adems se prev unas preces litnicas.

3. La bendicin del leo o la accin de gracias:

Es un elemento nuevo pues en el antiguo ritual no se prevea la posibilidad de bendecir el leo. La oracin ayuda a comprender el sentido del aceite como smbolo e instrumento del que Dios se sirve para ayudar al que necesita su fuerza. El mismo sentido permanece cuando se realiza la accin de gracias.

4. La uncin del enfermo:

Es el ncleo esencial de la celebracin. Sin ella no existe el sacramento. La importancia del rito pide que se necesite una cantidad suficiente de leo para que se respete el simbolismo.

7.3. Ritos del sacramento:

El ritual prev tres maneras de celebrar:

a. La uncin fuera de la misa.

b. Dentro de la misa.

c. Unida al vitico y a la penitencia.

a. Fuera de la misa:

1. Ritos iniciales: sirven para preparar la participacin consciente y fructuosa. Consiste en:

Saludo: recoge el saludo de Cristo y expresa la paz y la comunin.

Aspersin: memoria del bautismo

Oracin del sacerdote: sita el sacramento en el contexto de la carta de St.

Acto penitencial

2. Liturgia de la palabra:

Lectura bblica / homila.

Preces litnicas: desvela que el sacramento es una celebracin donode se hace presente ...

La imposicin de manos.

3. Liturgia del sacramento:

Accin de gracias o bendicin: es siempre Trinitaria. Presenta el leo como un elemento del que Dios se sirve para fortalecer al enfermo.

La uncin: dos unciones: en la frente y en las manos. La frmula sacramental expresa todos los efectos del sacramento.

La oracin adaptada a la situacin personal vuelve a expresar y a pedir los efectos del sacramento. 4. Rito conclusivo:

El padrenuestro.

La bendicin final.

Si se recibe la comunin se hace despus del padrenuestro. b. Dentro de la misa: La uncin se celebra despus de la homila.

Preces litnicas.

La imposicin de las manos.

La accin de gracias o bendicin.

La uncin.

Podra darse la comunin bajo las dos especies. c. In articulo mortis:

Debido a que la enfermedad puede agravarse repentinamente, para ello exise un rito llamado continuo. Este rito consiste en recibir la penitencia, la uncin y el vitico. Preparan a la patria celestial y cierran la peregrinacin del cristiano. Saludo.

Aspersin.

Breve monicin.

Sacramento de la penitencia.

Preces litnicas.

Podra administrarse la confirmacin.

Si se administrase la confirmacin se omite la imposicin de manos propia de la uncin.

Bendicin del leo o accin de gracias sobre el leo bendecido.

La uncin.

El padrenuestro.

El vitico.

La bendicin final.

d. En un caso ms extremo:

La penitencia (incluso puede ser genrica).

El vitico, cuya recepcin obliga a todos los fieles en peligro de muerte, si existe la posibilidad.

Si hay tiempo la uncin. Si solo puede administrarse la uncin sin vitico, se debe administrar segn los pasos vistos concluyendo con una oracin, la ms acorde a la situacin.7.4. El ritual de la uncin en la pastoral de enfermos:

La situacin del enfermo interpela a toda la comunidad, la cual responde mediante la pastoral de la salud. Hay que considerar la doble dimensin de la enfermedad:

1. Angustia, repliegue sobre s mismo y la rebelin contra Dios.

2. Tambin puede hacer ms madura a la persona ayudndole a discernir lo esencial en la propia vida. Es conveniente la ayuda de la familia.

Sin olvidar los estados psicolgicos hay que valorar los distintos niveles de la vida cristiana para actuar siempre con prudencia, evitando todo cuanto pueda provocar o alejamiento.

7.5. Ministerios propios de este sacramento:

a. La comunidad cristiana: manifiesta su solicitud y caridad por los dbiles. Procura que los enfermos deban estar bien atendidos y sin discriminaciones.

b. El obispo: tiene la obligacin de promover y dirigir la pastoral sanitaria de la dicesis. Su presencia cerca de los enfermos ser un testimonio claro de su oficio de Padre y Pastor de los fieles.

c. El presbtero: su presencia es signo de la presencia de Cristo. No solo por ser ministro de los sacramentos sino porque es especial servidor de la paz y del consuelo de Cristo. Buscarn los momentos ms oportunos para ayudar a los enfermos a progresar en su identificacin con Cristo pasiente. El horizonte de este ministerio es el misterio pascual de Cristo, al que el enfermo se asocia de modo especial a los miembros dolientes.d. La familia: es sometida a prueba por la enfermedad de uno de sus miembros, ella es comunidad de amor humano y cristiano, ella prepara al enfermo y ora con l. Su papel es privilegiado e insustituible. e. El personal sanitario: su primer servicio es que sea competente profesionalmente y que sea honrado, y que esto est impregnado de un espritu cristiano, porque es insuficiente en s mismo, si no va acompaado de esperanza cristiana. Hay comunidades religiosas que cuidan al enfermo en nombre de la Iglesia.

8. El Vitico: La terminologa es romana, y designa a aquellos que se les distribua las provisiones para el camino, tambin el alimento que se daba a los caminantes.

En la Iglesia y a lo largo de la historia se ha dado un triple sentido al vitico:

1. Paso que el moribundo afronta con Cristo de este mundo al Padre.

2. Armadura con la que el cristiano se pertrecha para salir victorioso en el ltimo combate.

3. Compaero de viaje hacia la eternidad.

8.1. Ministro del Vitico:

Desde los comienzos lo administraban los presbteros y diconos. En pocas de persecucin tambin lo administraban los mismos fieles laicos.

En el siglo XII los laicos tenan prohibido tocar la sagrada Eucarista, esta fue una praxis que se reforz con Trento. Durante la segunda guerra mundial, se permiti que los laicos pudieran llevar la comunin a los que estaban en crceles o campos de refugiados.

Actualmente el ministro ordinario del vitico es el obispo, el presbtero y el dicono.Todos los fieles en peligro de muerte estn obligados al precepto de la comunin. Sin limitacin de tiempo y horario, incluso en da de sbado santo.La Iglesia desaprueba la costumbre de retrasar el vitico hasta el momento en que la muerte sea inminente. Hay que procurar que los enfermos reciban el vitico en la plenitud de sus facultades.

En cuanto al lugar, la Iglesia nunca ha exigido un lugar especfico debido a lo imprevisible que es la muerte, la prctica ms comn es en sus propias habitaciones.

Tambin se da dentro de la misa, lo cual constituye la forma ms adecuada para mostrar el carcter pascual de la Eucarista. En la misa conviene que el ministro haga una breve homila viendo el estado del enfermo. Se sugiere que el enfermo renueve su fe y que se adapte la oracin de los fieles, y hay que emplear la oracin final prevista para el caso aadiendo la indulgencia plenaria en peligro de muerte. 8.2. Esquema del Vitico fuera de la Misa:

Ritos iniciales:

Saludo.

Aspersin con agua bendita.

Monicin

Rito penitencial.

Indulgencia plenaria en peligro de muerte.

Liturgia de la palabra:

Proclamacin.

Breve homila.

Profesin de fe.

Preces litnicas.

Vitico:

Oracin dominical.

Ostencin del Santsimo sacramento.

Comunin del enfermo.

Comunin de los presentes.

Conclusin:

Bendicin al enfermo.

Paz.

9. El bautismo y la iniciacin cristiana en perspectiva ecumnica:

Hay dos grandes confesiones cristianas que tienen ms peso e influencia en el movimiento ecumnico, stas son: las iglesias de oriente y las iglesias nacidas de la reforma: evanglico-luteranas y anglicanas. 9.1. Origen y evolucin de las divergencias:

a) Por el lado ortodoxo:

Desde el principio las iglesias orientales siempre evolucionaron en la diversidad pero desde la unidad. Surgiendo en ellas diversidad de ritos: copto, antioqueno, siraco, bizantino; pero esta variedad no supona en ningn momento ruptura ni entre ellas ni con la iglesia de Roma.En cuanto a la teologa y a la interpretacin del bautismo no existe ninguna diferencia. En cuanto a la confirmacin se plantean las divergencias fundamentales:

Los orientales siguiendo la tradicin apostlica mantienen la unidad celebrativa de la iniciacin. Esta decisin de mantener esta tradicin fragu cuando evolucion la situacin cultural-eclesial hacia el siglo IV-V. Entonces se encomend a los sacerdotes el servicio de la iniciacin total incluida la consignacin cuando el obispo estaba ausente, pero con el crisma consagrado por l. Al rito de la confirmacin lo denominaron mirron y est compuesto de muchas plantas aromticas (50). La confirmacin la administra el sacerdote despus del bautismo. Aunque es considerado un sacramento no tiene an importancia celebrativa. Algunas iglesias orientales permanecieron y permanecen en comunin con Roma, por ejemplo, los melquitas (cristianos griegos rabes) y los uniatas (ucranianos unidos a Roma a fines del s. XVI). Hasta el siglo XI convivieron dos tradiciones: la oriental y la occidental. Los occidentales solan dar la comunin inmediatamente despus del bautismo y reservaban la confirmacin para cuando el obispo est presente. El problema se plante cuando la teologa de la confirmacin quiso hacer de la praxis occidental la nica vlida para toda la Iglesia, queriendo imponerla tambin a los orientales. Por ejemplo el papa Nicols a mediados del siglo IX exige a los blgaros asumir la praxis occidental de la confirmacin. Por su parte los papas de la edad media convierten los usos litrgicos romanos en la medida de todas las normas litrgicas. El segundo concilio de Lyon (1274) exige a los bizantinos, humillados por los cruzados, que la confirmacin sea administrada por el obispo. Igualmente el concilio de Florencia, siglos despus se lo exigir a los armenios. No obstante estas rdenes no fueron aceptadas por todos. Por ejemplo Clemente VIII prohibi a los sacerdotes del sur de Italia de rito bizantino administrar la uncin con mirron a los nios bautizados por ellos como ordenaba el rito bizantino. Benedicto XIV amenaz a los catlicos orientales con incurrir en pecado grave si no hacan confirmar a los nios por un obispo.b) Por el lado de los reformadores:

Los reformadores aceptan el bautismo como sacramento verdadero. Para ellos como para los catlicos el bautismo tiene pleno fundamento en la S.E. Su origen en Cristo no ofrece ninguna duda. Insisten ms los reformadores en el bautismo como acontecimiento de salvacin por la palabra ms que por el rito mismo. Insisten tambin en la relacin fe-bautismo.

El problema teolgico mayor que plantean en relacin con la interpretacin catlica es doble: El problema de la mediacin visible y externa de la Iglesia.

El problema de la justificacin. Para ellos no es justificacin ontolgica que sana de raz la naturaleza cada. El hombre, dicen, sigue corrompido y signo de eso es la concupiscencia. Para ellos, el hombre sigue permaneciendo en su naturaleza cada. En cambio para los catlicos, el bautismo justifica radical y ontolgicamente por gracia de Dios.

Los protestantes rechazan la confirmacin como sacramento. Para ellos la confirmacin vendra a ser que cada persona se compromete a vivir su fe con mayor plenitud y madurez. Dirn que la confirmacin es un invento de la Iglesia papal, ms an les resulta intolerable reservarla al obispo. Lutero pasa de una confirmacin sacramental a una confirmacin solo catequtica. La confirmacin ya no se remite al bautismo para recibir la plenitud del E.S. sino a la catequesis post bautismal para prepara la participacin en la Cena. Por eso, para Lutero la confirmacin no es complemento del bautismo sino preparacin para la comunin. Al final de la iniciacin catequtica, los jvenes confirman su fe. Y son declarados miembros plenos de la comunidad con deberes y derechos.9.2. Pasos en orden a la unidad:

a) Gestos ecumnicos importantes en el Vaticano II:

Se empieza con la invitacin de miembros de otras confesiones a ser testigos de los trabajos del Concilio y a participar con su presencia en el aula.

Tambin hay una peticin de perdn formulada en UR n 7 en lo que respecta a la misma culpa que la Iglesia pudo tener en el proceso de la divisin.

El dilogo fraterno entre Pablo VI que abraza al responsable honorfico de los cristianos ortodoxos, en ese momento Atengoras de Constantinopla.

La visita del Papa a los diversos pases de Europa, especialmente Alemania.

b) Para con los orientales:

En el mismo concilio tiene lugar un hecho importante con los orientales. El decreto OE donde se expresa la alta estima que la iglesia catlica tiene para con los orientales sus costumbres y ritos. Adems reconoci la forma oriental de celebrar los sacramentos de iniciacin. El cdigo de los cnones para las Iglesias orientales no revoca nada de esto, y ms bien exige que los catlicos orientales sean fieles a su propia herencia. Que el sacerdote administre despus del bautismo el mirron y lo antes posible se le dar al nio la eucarista, cima de la iniciacin cristiana.

Ya en los rituales aparece una disposicin de apreciar los ritos orientales:

El bautismo: da preferencia a la celebracin en la vigilia pascual y se recupera el rito de la inmersin.

La confirmacin: se adopta la frmula bizantina. Lo mismo sucedi respecto al ministro de la confirmacin, pues el concilio habla de ministro originario = este es un trmino de raigambre ecumnica, con lo cual da una puerta implcita al presbtero.

En el RICA propone la celebracin unitaria de los sacramentos. La unidad orgnica y la continuidad de los sacramentos para adultos y nios en edad catequtica.

c) Para con los protestantes: Se insiste mucho ms que antes en la fe bautismal.

La responsabilidad de los padres y de la comunidad para una catequesis adecuada.

El hecho de haber renovado el bautismo de adultos y de considerarlo en otras edades. Acercamiento prctico a la praxis protestante.

10. Anexo: Comisin teolgica internacional: sobre el destino de los nios que mueren sin ser bautizados:

La Iglesia enseo siempre el limbo. No obstante hay que distinguir entre verdad de fe, doctrina comn y opinin teolgica. Este documento no anula el limbo, ms bien da esperanza para los nios sin bautizo. Es doctrina comn que el que no recibe el bautismo no puede gozar de la visin beatfica. Es opinin teolgica el desarrollo de la hiptesis del limbo. Esos nios si bien no gozan de la visin beatfica tampoco sufren. Se habla de dos penas: una de sentido a causa de los pecados personales por los que se sufre y otra llamada de dao a causa del pecado original y por la cual no sufren.

El documento reconoce que este tema es una situacin lmite para la teologa.

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