Bautizo - Enciclopedia Católica

7/23/2019 Bautizo - Enciclopedia Católica

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BAUTIZO

Contenido

1 ESTABLECIMIENTO AUTORITATIVO DE LA DOCTRINA

2 El Documento Positio! "El Dec#eto $%#% los A#menios"& El Documento Ne'%tio! "De B%$tismo"

( ETIMOLO)*A

+ DE,INICI-N

. TIPOS

/ INSTITUCI-N DEL SACRAMENTO

0 MATERIA ,ORMA DEL SACRAMENTO

01 M%te#i%

02 ,o#m%

3 BAUTISMO CONDICIONAL

14 REBAUTISMO

11 NECESIDAD DEL BAUTISMO

12 SUBSTITUTOS PARA EL SACRAMENTO

121 B%utismo $o# Deseo

122 B%utismo de S%n'#e

1& IN,ANTES NO BAUTIZADOS

1( E,ECTOS DEL BAUTISMO

1(1 L% Remisi5n de Todo Pec%do6 O#i'in%l 7 Actu%l1(2 Remisi5n del C%sti'o Tem$o#%l

1(& In8usi5n de l% )#%ci%6 Dones 7 Vi#tudes So9#en%tu#%les

1(( Con8e#i# el De#ec:o % )#%ci%s Es$eci%les

1(+ Im$#esi5n del C%#;cte# so9#e el Alm%

1+ MINISTRO DEL SACRAMENTO

1+1 Minist#o O#din%#io

1+2 Minist#o E<t#%o#din%#io

1. RECIPIENTE DEL BAUTISMO

1.1 B%utismo de Adultos

1.2 B%utismo de In8%ntes

1.& El B%utismo de In8%ntes No N%cidos

1.( B%utismo de Pe#son%s con Locu#%

1.+ E<$5sitos

1.. B%utismo de los =i>os de ?ud@os 7 de P%d#es In8ieles

1./ B%utismo de los =i>os de P%d#es P#otest%ntes

1.0 B%utismo Con Consentimiento de P%d#es No C%t5licos

1.3 B%utismo de los Mue#tos1/ ASOCIADO AL BAUTISMO

1/1 B%$tiste#io

1/2 A'u% B%utism%l



1/& S%ntos -leos

1/( P%d#inos

1/+ Nom9#e B%utism%l

1/. Tnic% B%utism%l

10 CEREMONIAS DE BAUTISMO

13 BAUTISMO META,-RICO

131 B%utismo de C%m$%n%s132 B%utismo de N%es

ESTABLECIMIENTO AUTORITATIVO DE LA DOCTRINA

En principio creemos recomendable presentar dos documentos que expresan claramente el

pensamiento de la Iglesia en cuanto al tema del bautismo. Asimismo son valiosos pues contienen un

resumen de los puntos principales a ser considerados en el tratamiento de este importante tema. El

bautismo se define positivamente en uno y negativamente en el otro.

El Documento Positio! "El Dec#eto $%#% los A#menios"

"El Decreto para los Armenios", en la Bula "Exultate Deo" del Papa Eugenio I, es referido con

frecuencia como un decreto del !oncilio de lorencia. Aunque no es necesario considerar este decreto

como una definici#n dogm$tica de la materia y forma y ministerio de los sacramentos, es sin duda una

instrucci#n pr$ctica, que emana del %agisterio Pontificio, y como tal, tiene total autenticidad en un

sentido can#nico. Esto es, es autoritativo. El decreto &abla as' del Bautismo(

El )anto Bautismo tiene el primer lugar entre los sacramentos, debido a que es la puerta de la vida

espiritual* por +l se nos &ace miembros de !risto y nos incorporamos con la Iglesia. ya que la

muerte entr# a todos por medio del primer &ombre, a menos que na-camos de nuevo del agua y el

Esp'ritu )anto, no podremos entrar al reino de los !ielos, como nos lo &a dic&o la erdad %isma. a

materia de este sacramento es agua verdadera y natural, y es indiferente si es fr'a o caliente. a forma

es( o os bauti-o en el nombre del Padre y del /i0o y del Esp'ritu )anto. )in embargo, no negamos

que las palabras( De0ad que este siervo de !risto sea bauti-ado en el nombre del Padre y del /i0o y del

Esp'ritu )anto* o( Esta persona es bauti-ada por mis manos en el nombre del Padre y del /i0o y del

Esp'ritu )anto, constituyen bautismo verdadero* porque la causa principal por la cual el bautismo tienesu eficacia es la )ant'sima 1rinidad, y la causa instrumental es el ministro que confiere exteriormente

el sacramento, entonces si el acto e0ercido por el ministro es expresado 0unto con la invocaci#n de la

)ant'sima 1rinidad, el sacramento es perfeccionado. El ministro de este sacramento es el sacerdote, a

quien le corresponda bauti-ar, por ra-#n de su oficio. )in embargo, en caso de necesidad, no s#lo

puede bauti-ar un sacerdote o di$cono, sino a2n un laico o mu0er, y a2n un pagano o &ere0e, siempre y

cuando observe la forma utili-ada por la Iglesia, y tenga la intenci#n de llevar a cabo lo que a Iglesia

lleva a cabo. El efecto de este sacramento es la remisi#n de todo pecado, original y actual* al igual que

todo castigo que corresponda por el pecado. Por consecuencia, los bauti-ados no est$n obligados a la

satisfacci#n de pecados pasados* y si mueren antes de cometer pecado alguno, obtieneninmediatamente el reino de los cielos y la visi#n de Dios.

El Documento Ne'%tio! "De B%$tismo"



lamamos documentos negativos los c$nones sobre bautismo decretados por el !oncilio de 1rento

3)es. II, De Baptismo4, en los cuales las siguientes doctrinas son anatemati-adas 3declaradas

&er+ticas4(

El bautismo de 5uan 3el Precursor4 tuvo la misma eficacia que el bautismo de !risto,

6o se requiere agua verdadera y natural para el bautismo, y por lo tanto las palabras de 6uestro)e7or 5esucristo "A menos que el &ombre na-ca de nuevo a trav+s del agua y del Esp'ritu )anto" son

metaf#ricas.

a verdadera doctrina del sacramento del bautismo no es ense7ada por la Iglesia 8omana,

El bautismo dado por los &er+ticos en el nombre del Padre y del /i0o y del Esp'ritu )anto con la

intenci#n de llevar a cabo lo que la Iglesia lleva a cabo, no es verdadero bautismo,

El bautismo es libre, esto es, no es necesario para la salvaci#n.

9na persona bauti-ada, a2n si lo desea, no puede perder la gracia, sin importar cu$nto peque, a

menos que se niegue a creer.

Aquellos que &an sido bauti-ados est$n obligados solamente a tener fe, pero no a observar toda la ley

de !risto.

as personas bauti-adas no est$n obligadas a observar todos los preceptos de la Iglesia, escritos y

tradicionales, a menos que acepten someterse a ellos.

1odos los votos despu+s del bautismo son nulos por ra-#n de las promesas &ec&as en el bautismo

mismo* porque por estos votos se da7a la fe que &a sido profesada en el bautismo y el sacramento mismo

1odos los pecados cometidos despu+s del bautismo son ya sea perdonados o considerados veniales

son la sola memoria y fe del bautismo que &a sido recibido,

El bautismo, aun cuando &aya sido administrado verdadera y adecuadamente, debe repetirse en el

caso de una persona que &aya negado la fe de !risto ante infieles y &aya sido tra'da al arrepentimiento.

6adie debe ser bauti-ado salvo a la edad en que !risto fue bauti-ado o al momento de morir.

os infantes, no siendo capaces de &acer un acto de fe, no deben considerarse entre los fieles despu+s

de su bautismo, y por lo tanto cuando lleguen a edad de ra-#n deben ser rebauti-ados* o es me0or omitir

del todo su bautismo que bauti-arles como creyentes con la sola fe de la Iglesia, cuando ellos mismos no

pueden &acer un acto apropiado de fe.

Aquellos bauti-ados como infantes deber$n ser cuestionados cuando &ayan crecido, si deseanratificar lo que sus padrinos prometieron por ellos en su bautismo, y si contestan que no desean &acerlo,

debe de0$rseles por su cuenta en el asunto y no ser obligados por sanciones a llevar una vida !ristiana,

excepto privarle de recibir la Eucarist'a y los dem$s sacramentos, &asta que se reformen.



as doctrinas aqu' condenadas por el !oncilio de 1rento, son aquellas de varios l'deres entre los

primeros reformadores. o contradictorio de todas estas declaraciones debe sostenerse como la

ense7an-a dogm$tica de la Iglesia.

ETIMOLO)*A

a palabra Bautismo se deriva de la palabra griega bapto o bapti-o, lavar o sumergir. Por lo tanto,

significa que lavar es la idea esencial del sacramento. a escritura utili-a el t+rmino bauti-ar tanto

literal como figurativamente. )e emplea en sentido metaf#rico en /ec&os, i, :, donde significa la

abundancia de la gracia del Esp'ritu )anto, y tambi+n en ucas, xii, :;, donde el t+rmino se refiere a

los sufrimientos de !risto en )u Pasi#n. En forma distinta en el 6uevo 1estamento, la palabra ra'- de

la cual se deriva bautismo se utili-a para designar el lavado con agua, y se emplea cuando se &abla de

purificaciones 0ud'as, y del bautismo de 5uan, as' como del )acramento !ristiano del Bautismo 3cf.

/eb., vi, <* %arcos, vii, =4. )in embargo, en el uso eclesi$stico, cuando se emplean los t+rminos

Bauti-ar o Bauti-o, sin palabra calificadora, la intenci#n es significar el lavado sacramental por el cual

el alma es limpiada del pecado al mismo tiempo que se vac'a agua sobre el cuerpo. )e &an utili-ado

muc&os otros t+rminos como sin#nimos descriptivos del bautismo tanto en la Biblia como en la

antig>edad cristiana, tales como el lavado de regeneraci#n, la iluminaci#n, el sello de Dios, el agua de

vida eterna, el sacramento de la 1rinidad, y otros. En ingl+s, el t+rmino cristiani-ar se usa

ordinariamente para significar bauti-ar. )in embargo, ya que la palabra anterior significa s#lo el efecto

del bautismo, esto es, &acer cristiano, pero no la forma y el acto, los moralistas sostienen que "o

cristiani-o" probablemente no sustituye v$lidamente "o bauti-o" al conferir el sacramento.

DE,INICI-N

El !atecismo 8omano 3Ad paroc&os, De bapt., <, <, :4 define el bautismo as' ( El bautismo es elsacramento de regeneraci#n por medio de agua en la palabra 3per aquam in verbo4. )anto 1om$s de

Aquino 3III(??(@4 da esta definici#n( "El bautismo es la abluci#n externa del cuerpo, llevado a cabo

con la forma prescrita de palabras." 1e#logos posteriores generalmente distinguen formalmente entre

la definici#n f'sica y la metaf'sica de este sacramento. Por la primera entienden la f#rmula expresando

la acci#n de abluci#n y pronunciaci#n de la invocaci#n de la 1rinidad* por la 2ltima, la definici#n(

")acramento de regeneraci#n" o aquella instituci#n de !risto por la cual renacemos a la vida

espiritual. El t+rmino "regeneraci#n" distingue al bautismo de cualquier otro sacramento, pues aunque

la penitencia revive a los &ombres espiritualmente, +sta es m$s bien una resucitaci#n, un traer de entre

los muertos, no un renacimiento. a penitencia no nos &ace cristianos* por el contrario, presupone que

ya &emos nacido del agua y del Esp'ritu )anto a la vida de la gracia, mientras que por el otro lado, fue

instituido para conferir a los &ombres los comien-os mismos de la ida espiritual, para transferirles

del estado de enemigos de Dios al estado de adopci#n, como &i0os de Dios. a definici#n del

!atecismo 8omano suma las definiciones f'sica y metaf'sica del bautismo. "El sacramento de

regeneraci#n" es la esencia metaf'sica del sacramento, mientras que la esencia f'sica se expresa en la

segunda parte de la definici#n, esto es, el lavado con agua 3materia4, acompa7ado por la invocaci#n de

la )ant'sima 1rinidad 3forma4. El bautismo es, por lo tanto, el sacramento por el cual nacemos de

nuevo del agua y del Esp'ritu )anto, esto es, por el cual recibimos una vida nueva y espiritual, la

dignidad de adopci#n como &i0os de Dios y &erederos del reino de Dios.

TIPOS



/abiendo considerado el significado cristiano del t+rmino "bautismo", a&ora volvemos nuestra

atenci#n a los varios tipos que fueron anteriores a la 6ueva Dispensa. )e encuentran diferentes tipos

para este )acramento entre los 0ud'os y los gentiles. )u lugar fue tomado por la circuncisi#n en el

sistema sacramental de la Antigua ey, la cual es llamada por algunos Padres el "lavado de sangre"

para diferenciarlo de "el lavado de agua". Por el rito de la circuncisi#n, el recipiente era incorporado

en el pueblo de Dios y &ec&o part'cipe de las promesas mesi$nicas* se le confer'a un nombre y se le

consideraba entre los &i0os de Abra&am, padre de todos los creyentes. tros precursores del bautismofueron las numerosas purificaciones prescritas en la dispensa %osaica para las impure-as legales. El

simbolismo de un lavado externo para limpiar una manc&a invisible era muy familiar a los 0ud'os en

sus ceremonias sagradas. Pero adem$s a estos tipos m$s directos, tanto los escritores del 6uevo

1estamento como los Padres de la Iglesia encuentran muc&os s'mbolos misteriosos del bautismo. Por

ello )an Pablo 3I !or., x4 aduce el paso de Israel por el %ar 8o0o, y )an Pedro 3@ Pedro 4 el Diluvio,

como tipos de purificaci#n a encontrarse en el bautismo cristiano. tros s'mbolos del sacramento son

encontrados por los Padres en el ba7o de 6aaman en el 5ord$n, en la generaci#n del Esp'ritu de Dios

sobre las aguas, en los r'os del Para'so, en la sangre del !ordero Pascual, durante tiempos del Antiguo

1estamento, y en las aguas de Bet&saida, y en la curaci#n del mudo y del ciego en el 6uevo1estamento.

El reconocimiento tan natural y expresivo del simbolismo del lavado exterior para indicar la

purificaci#n interior tambi+n es parte de los sistemas paganos de religi#n. El uso de agua lustral se

encuentra entre los babilonios, asirios, egipcios, griegos, romanos, &ind2es y otros. 9n parecido mayor

al bautismo cristiano se encuentra en la forma del bautismo 0ud'o, a ser conferido en los pros+litos,

dado en el 1almud babilonio 3Dollinger, Era Primera de la Iglesia4. Pero sobre todo debe ser

considerado el bautismo de )an 5uan el Precursor. 5uan bauti-aba con agua 3%arcos, i4 y era un

bautismo de penitencia para la remisi#n de los pecados 3ucas, iii4. Aunque entonces el simbolismodel sacramento instituido por !risto no era nuevo, la eficacia que Cl agreg# al rito es que lo que lo

distingue de todos los de su tipo. El bautismo de 5uan no produc'a gracia, como +l mismo testifica

3%ateo, iii4 cuando declara que +l no es el %es'as cuyo bautismo es conferir el Esp'ritu )anto. o que

es m$s, no era el bautismo de 5uan lo que perdonaba los pecados, sino la penitencia que le

acompa7aba* y por lo tanto, )an Agust'n le llama 3De Bapt. !ontra Donat., 4 "un perd#n de pecados

en la esperan-a". En cuanto a la naturale-a del bautismo del Precursor, )anto 1om$s 3III((@4 declara(

El bautismo de 5uan no era un sacramento en s' mismo, pero era un cierto sacramento pues preparaba

el camino 3disponens4 para el bautismo de !risto". Durandus lo llama sin duda un sacramento, pero de

la Antigua ey, y )an Buenaventura lo considera como un medio entre las Dispensas 6uevas yAntiguas. Es de fe !at#lica que el bautismo del Precursor era esencialmente diferente del bautismo de

!risto en sus efectos. 1ambi+n debe notarse que aquellos que previamente recibieron el bautismo de

5uan ten'an que recibir despu+s el bautismo !ristiano 3/ec&os, xix4.

INSTITUCI-N DEL SACRAMENTO

ue !risto instituy# el )acramento del Bautismo es incuestionable. os racionalistas, tales como

/arnacF 3Dogmengesc&ic&te, I, ?4, lo disputan, con s#lo descartar arbitrariamente los textos que lo

prueban. !risto no s#lo ordena a )us Disc'pulos 3%ateo <(@G4 bauti-ar y les da la forma a ser empleada, sino que tambi+n declara expl'citamente la absoluta necesidad del bautismo 35uan 4(

")alvo que el &ombre na-ca de nuevo del agua y del Esp'ritu )anto, no podr$ entrar en el 8eino de

Dios". o que es m$s, de la doctrina general de la Iglesia sobre los sacramentos, sabemos que la



eficacia unida a ellos se deriva s#lo de la instituci#n del 8edentor. )in embargo, cuando llegamos a la

cuesti#n de cu$ndo instituy# precisamente !risto el bautismo, encontramos que los escritores

eclesi$sticos no coinciden. as Escrituras mismas callan este asunto. arias ocasiones &an sido

se7aladas como el momento probable de la instituci#n, tales como cuando !risto se bauti-# en el

5ord$n, cuando declar# a 6icodemo la necesidad de renacer, cuando envi# a )us Ap#stoles y

Disc'pulos a predicar y bauti-ar. a primera opini#n fue un favorito con muc&os Padres y estudiosos,

y gustan de referirse a la santificaci#n del agua bautismal por el contacto con la carne del DiosH&ombre. tros, tales como )an 5erem'as y )an %$ximo, parecen asumir que !risto bauti-# a 5uan en

esta ocasi#n y con ello instituy# el sacramento. )in embargo, no &ay nada en los Evangelios que

indique que !risto bauti-# al Precursor en el momento de )u propio bautismo. En cuanto a la opini#n

de que fue en el coloquio con 6icodemo cuando fue instituido este sacramento, no es de sorprender

que &a encontrado pocos partidarios. as palabras de !risto sin duda declaran la necesidad de una

instituci#n tal, pero nada m$s. 1ambi+n parece poco probable que !risto &ubiera instituido el

sacramento en una conferencia secreta con alguien que no ser'a &eraldo de su instituci#n.

a opini#n m$s probable parece ser que el bautismo, como sacramento, tiene su origen cuando !ristocomision# a )us Ap#stoles a bauti-ar, como se narra en 5uan, iii y iv. 6o &ay nada directamente en el

texto en cuanto a la instituci#n, pero como los Disc'pulos evidentemente actuaban ba0o la instrucci#n

de !risto, Cl debe &aberles ense7ado desde el principio mismo la materia y forma del sacramento que

&abr'an de dispensar. Es cierto que )an 5uan !ris#stomo 3/om., xxviii en 5oan.4, 1eofilacto 3en cap.

Iii, 5oan.4 y 1ertuliano 3De Bapt., c. Ii4 declaran que el bautismo otorgado por los Disc'pulos de !risto

como se narra en estos cap'tulos de )an 5uan era un bautismo de s#lo agua y no del Esp'ritu )anto*

pero su ra-#n es que el Esp'ritu )anto no era otorgado sino &asta despu+s de la 8esurrecci#n. !omo lo

&an se7alado los te#logos, +sta es una confusi#n entre la manifestaci#n visible e invisible del Esp'ritu

)anto. a autoridad de )an e#n 3Ep. vi ad Episc. )icil.4 tambi+n es invocada para la mismaopini#n, pues aunque parece sostener que !risto instituy# el sacramento cuando, despu+s de )u

levantamiento de entre los muertos, dio el mandato 3%ateo <4 ( "Id y ense7ad...bauti-ando"* pero las

palabras de )an e#n pueden explicarse f$cilmente de otra manera, y en otra parte de la misma

ep'stola se refiere a la sanci#n de la regeneraci#n otorgada por !risto cuando el agua del bautismo

fluy# de )u costado en la !ru-* en consecuencia, antes de la 8esurrecci#n. 1odas las autoridades est$n

de acuerdo en que %ateo, xxviii, contiene la solemne promulgaci#n de este sacramento, y )an e#n

parece no tener otra intenci#n que +sta. 6o necesitamos pasar m$s tiempo argumentando con aquellos

que declaran que el bautismo &a sido establecido necesariamente despu+s de la muerte de !risto,

debido a que la eficacia de los sacramentos se deriva de )u Pasi#n. Esto probar'a tambi+n que la )antaEucarist'a no se instituy# antes de )u muerte, lo cual no se puede sostener. En cuanto a la frecuente

afirmaci#n de los Padres de que los sacramentos fluyen del costado de !risto en la !ru-, basta decir

que m$s all$ del simbolismo que se encuentra all', sus palabras pueden explicarse como referentes a la

muerte de !risto como la causa meritoria o la perfecci#n de los sacramentos, pero no necesariamente

como el momento de su instituci#n.

Por lo tanto, &abiendo considerado todas las cosas, podemos establecer con seguridad que lo m$s

probable es que !risto instituy# el bautismo antes de )u Pasi#n. Pues en primer lugar, como es

evidente de 5uan, iii y iv, !risto ciertamente confiri# el bautismo, al menos de las manos de )usDisc'pulos, antes de su pasi#n. ue +ste era un rito esencialmente diferente al del bautismo de 5uan el

Precursor es muy claro, porque el bautismo de !risto es siempre preferido al de 5uan, y +ste 2ltimo

establece por s' mismo la ra-#n( "o bauti-o con agua...J!ristoK bauti-a con el Esp'ritu )anto" 35uan,



i4. En el bautismo otorgado por los Disc'pulos como se narra en estos cap'tulos, parece que tenemos

todos los requisitos de un sacramento de la 6ueva ey(

el rito externo,

la instituci#n de !risto, pues ellos bauti-aban por )u mandato y misi#n, y

el otorgamiento de la gracia, pues ellos confer'an el Esp'ritu )anto 35uan @4.

En segundo lugar, los Ap#stoles recibieron otros sacramentos de !risto, antes de )u Pasi#n, como la

)anta Eucarist'a en la Lltima !ena, y las )antas #rdenes 3!onc. 1rid., )es. I, c. i4. A&ora, como

el bautismo siempre &a sido considerado como la puerta de la Iglesia y la condici#n necesaria para

recibir cualquier otro sacramento, resulta que los Ap#stoles deben &aber recibido el bautismo cristiano

antes de la Lltima !ena. Este argumento es utili-ado por )an Agust'n 3Ep. !lxiii, al. liv4 y

ciertamente parece v$lido. El suponer que los primeros pastores de la Iglesia recibieron los dem$s

sacramentos por ley divina, antes de &aber recibido el bautismo, es una opini#n sin fundamento en lasEscrituras o 1radici#n y carece de veracidad. En ninguna parte establecen las Escrituras que !risto

mismo confer'a el bautismo, pero una antigua tradici#n 36ic+f., /ist. Ecl, II, iii* !lem. Alex. )trom.,

III4 declara que Cl s#lo bauti-# al Ap#stol Pedro, y que +ste bauti-# a Andr+s, )antiago, y 5uan, y +stos

a los dem$s Ap#stoles.

MATERIA ,ORMA DEL SACRAMENTO

M%te#i%

En todos los sacramentos tratamos la materia y la forma. 1ambi+n es usual distinguir la materia remota

y la materia pr#xima. En el caso del bautismo, la materia remota es el agua natural y verdadera.

Debemos considerar primero este aspecto de la cuesti#n.

%ateria remota Es de fe 3de fide4 que el agua natural y verdadera es la materia remota del bautismo.

Adem$s de las autoridades ya citadas, podemos tambi+n mencionar el !uarto !oncilio de etr$n 3c. i4.

Algunos de los primeros Padres, como 1ertuliano 3De Bapt., 4 y )an Agust'n 3Adv. /Mr., xlvi y lix4

enumeran &er+ticos que rec&a-aron totalmente el agua como constituyente del bautismo. 1ales fueron

los gaenos, manic&oeos, seleucianos y &ermianos. En la Edad %edia, se dice que los Naldesianos

sostuvieron el mismo dogma 3EOald, !ontra Nalden., vi4. Algunos de los reformadores del siglo

diecis+is aunque se acepta el agua como la materia ordinaria de este sacramento, declara que cuando

no se tiene agua, se puede utili-ar cualquier l'quido en su lugar. Asimismo utero 3tisc&r., xvii4 y Be-a

3Ep., ii, ad 1ill.4. ue a consecuencia de esta ense7an-a que se enmarcaron ciertos c$nones

1ridentinos. !alvino sosten'a que el agua utili-ada en el bautismo era simplemente s'mbolo de la

)angre de !risto 3Instit., I, xv4. !omo regla, sin embargo, aquellas sectas que creen actualmente en el

bautismo, reconocen el agua como la materia necesaria del sacramento. as escrituras son tan

positivas en sus afirmaciones sobre el uso de agua natural y verdadera para el bautismo, que es dif'cil

ver por qu+ debe siquiera estar en duda. 6o s#lo tenemos las palabras expl'citas de !risto 35uan iii v4

")alvo que el &ombre na-ca de nuevo del agua", etc., sino tambi+n en los /ec&os de los Ap#stoles y

las Ep'stolas de )an Pablo existen pasa0es que impiden cualquier interpretaci#n metaf#rica. Por ello

dice )an Pedro 3/ec&os, x, =4 "Acaso puede alguno negar el agua del bautismo a +stos que &an

recibido el Esp'ritu )anto como nosotrosQ" En el cap'tulo octavo de /ec&os se narra el episodio de



elipe y el eunuco de Etiop'a, y en el verso ? leemos( ")iguiendo el camino llegaron a un sitio donde

&ab'a agua. El eunuco di0o( Aqu' &ay agua* Rqu+ impide que yo sea bauti-adoQ" Igualmente positivo es

el testimonio de la tradici#n cristiana. 1ertuliano 3op. !it.4 inicia su discurso( "El feli- sacramento de

nuestra agua". 5usto %$rtir 3Apol., I4 describe la ceremonia del bautismo y declara( Entonces son

guiados por nosotros a donde &ay agua...y entonces son lavados en el agua". )an Agust'n declara

positivamente que no &ay bautismo sin agua 31r. v en 5oan.4.

a materia remota del bautismo es, entonces, agua, y tomada en su significado usual. En consecuencia,

los te#logos nos dicen que lo que los &ombres ordinariamente llaman agua, es materia bautismal

v$lida, ya sea agua de mar, de fuente, o po-o, o estanque* ya sea clara o turbia* dulce o salada* caliente

o fr'a* con color o transparente. El agua derivada de &ielo derretido, nieve o grani-o tambi+n es v$lido.

)in embargo, si el &ielo, nieve o grani-o no est$ derretido, no caen en la designaci#n de agua. El roc'o,

agua sulfurosa o mineral, y aquella que se deriva del vapor, tambi+n son materia v$lida para este

sacramento. En cuanto a la me-cla del agua y alg2n otro material, se considera materia adecuada,

siempre y cuando el agua ciertamente predomine y la me-cla siga llam$ndose agua. %ateria inv$lida

es todo l'quido que no sea llamado usualmente agua verdadera. 1ales son aceite, saliva, vino, l$grimas,lec&e, sudor, cerve-a, caldo, el 0ugo de frutas, y cualquier me-cla que contenga agua que los &ombres

no llamen agua. !uando sea dudoso si un l'quido puede realmente llamarse agua, no se permite su uso

para bautismo excepto en el caso de absoluta necesidad cuando no se pueda obtener materia v$lida.

Por otro lado, nunca se permite bauti-ar con un l'quido inv$lido. Existe una respuesta del Papa

Sregorio I al Ar-obispo de 1rond&0em en 6oruega, donde se &ab'a empleado cerve-a 3o aguamiel4

para el bautismo. El pont'fice dice( "a que de acuerdo a la ense7an-a del Evangelio, el &ombre debe

nacer de nuevo del agua y del Esp'ritu )anto, no deben considerarse v$lidamente bauti-ados aquellos

que &an sido bauti-ados con cerve-a" 3cervisia4. Es cierto que una afirmaci#n que declara que el vino

es materia v$lida de bautismo se atribuye al Papa Esteban II, pero el documento carece de todaautoridad 3abbe, !onc., I4. Aquellos que sostienen que el "agua" en el texto del Evangelio debe

tomarse metaf#ricamente, apelan a las palabras del Precursor 3%ateo, iii4, "Cl les bauti-ar$ en el

Esp'ritu )anto y en el fuego". As' como "fuego" debe ser ciertamente s#lo una figura del &abla, as'

tambi+n el "agua" en los dem$s textos. A esta ob0eci#n, puede replicarse que la Iglesia !ristiana, o al

menos los Ap#stoles mismos, deben &aber entendido qu+ era lo que &ab'a que tomarse literalmente y

qu+ figurativamente. El 6uevo 1estamento y la &istoria de la iglesia prueban que nunca &an visto al

fuego como material para bautismo, aunque ciertamente s' requirieron agua. uera de las sectas

insignificantes de seleucianos y &ermianos, ni siquiera los &er+ticos tomaron la palabra "fuego" en este

texto en su sentido literal. )in embargo, podemos observar que algunos de los Padres, como 5uanDamasceno 3rt&. id., I, ix4, concede que esta declaraci#n del Bautista tiene culminaci#n literal en

las lenguas de fuego de Pentecost+s. )in embargo, no se refieren a +l literalmente como bautismo. El

que s#lo el agua sea la materia necesaria de este sacramento depende por supuesto de la voluntad de

Aquel que lo instituy#, aunque los te#logos descubren muc&as ra-ones por las cuales se &ubiera

preferido sobre otros l'quidos. a m$s obvia de +stas es que el agua limpia y purifica en forma m$s

perfecta que los otros, y por ello el simbolismo es m$s natural.

%ateria pr#xima

a materia pr#xima del bautismo es la abluci#n llevada a cabo con agua. a palabra misma "bauti-ar",

como &emos visto, significa un lavado. /an prevalecido tres formas de abluci#n entre los cristianos, y

la Iglesia las sostiene todas como v$lidas porque cumplen el requisito necesario del lavado bautismal.



Estas formas son inmersi#n, infusi#n, y aspersi#n. a forma m$s antigua usualmente empleada fue sin

duda la inmersi#n. Esta no s#lo es evidente a partir de las escrituras de los Padres y los primeros ritos

tanto de las Iglesias atinas y rientales, sino que tambi+n puede observarse en las Ep'stolas de )an

Pablo, quien &abla del bautismo como un ba7o 3Efesios, v, <?* 8om., vi, =* 1it., iii,:4. En la Iglesia

atina, la inmersi#n parece &aber prevalecido &asta el siglo doce. Despu+s de ese tiempo se encuentra

en algunos lugares tan tarde como el siglo diecis+is. )in embargo, la infusi#n y la aspersi#n fueron

cada ve- m$s comunes en el siglo trece y gradualmente prevalecieron en la Iglesia ccidental. asIglesias rientales &an conservado la inmersi#n, aunque no siempre en el sentido de sumergir todo el

cuerpo del candidato ba0o el agua. Billuart 3De Bapt., I, iii4 dice que el catec2meno es usualmente

colocado en la fuente, y despu+s se derrama agua sobre la cabe-a. !ita la autoridad de Soar para esta

afirmaci#n. Aunque, como &emos dic&o, la inmersi#n era la forma de bautismo generalmente

prevaleciente en las primeras eras, no debe por ello inferirse que las dem$s formas de infusi#n y

aspersi#n no eran empleadas y consideradas v$lidas. En el caso de los enfermos y moribundos, la

inmersi#n era imposible y el sacramento era entonces conferido por una de las otras formas. Esto era

tan reconocido que la infusi#n o aspersi#n recib'an el nombre de bautismo de los enfermos 3baptimus

clinicorum4. )an !ipriano 3Ep. Ixxvi4 declara que esta forma es v$lida. De los c$nones de variosconcilios anteriores sabemos que los candidatos a #rdenes )agradas que &ab'an sido bauti-ados por

este m+todo parec'an considerarse irregulares, pero era debido a la negligencia culpable que se

supon'a se manifestaba en postergar el bautismo &asta estar enfermo o moribundo. )in embargo, que

dic&as personas no deb'an ser rebauti-adas es una evidencia de que la Iglesia consideraba v$lido su

bautismo. 1ambi+n se se7ala que las circunstancias ba0o las cuales )an Pablo 3/ec&os, xvi4 bauti-# a

su carcelero y a toda su casa parece impedir el uso de la inmersi#n. o que es m$s, los &ec&os de los

primeros m$rtires frecuentemente se refieren al bautismo en las prisiones en las cuales ciertamente se

empleaba la infusi#n o la aspersi#n.

Por el ritual autori-ado actualmente por la Iglesia atina, el bautismo debe ser llevado a cabo por el

lavado de la cabe-a del candidato. )in embargo, los moralistas establecen que en caso de necesidad, el

bautismo probablemente ser'a v$lido si el agua fuera aplicado en cualquier otra parte principal del

cuerpo, como el pec&o o el &ombro. )in embargo, en este caso, se administrar'a el bautismo

condicional si la persona sobreviviera 3)an Alf., no. @;4. De la misma forma se considerar'a

probablemente v$lido el bautismo de un infante en el vientre de su madre, siempre y cuando el agua,

por medio de un instrumento, realmente fluyera sobre el ni7o. Dic&o bautismo debe, sin embargo,

repetirse despu+s condicionalmente, si el ni7o sobrevive a su nacimiento 3e&mFu&l, n. ?@4. Debe

notarse que no es suficiente que el agua meramente toque al candidato* debe tambi+n fluir, de otromodo no parecer'a &aber una abluci#n verdadera. !uando muc&o, dic&o bautismo se considerar'a

dudoso. )i s#lo las ropas de la persona reciben la aspersi#n, el bautismo es sin duda inv$lido. El agua

a ser empleada en el bautismo solemne tambi+n debe &aber sido consagrada para dic&o prop#sito, pero

de esto &ablaremos en otra secci#n de este art'culo. En el bauti-o es necesario &acer uso de una triple

abluci#n al conferir este sacramento, por ra-#n de la prescripci#n del ritual 8omano. )in embargo,

esto se refiere necesariamente a la legalidad, no a la valide- de la ceremonia, como )anto 1om$s

3III(??(4 y otros te#logos establecen expresamente. a inmersi#n triple es incuestionablemente muy

antigua en la Iglesia y aparentemente de origen Apost#lico. Es mencionado por 1ertuliano 3De cor.

%ilit., iii4, )an Basilio 3De )p. )., xxvii4, )an 5erem'as 3Dial. !ontra uc., viii4 y muc&os otros

primeros escritores. )u ob0etivo es, por supuesto, &onrar a las tres Personas de la )ant'sima 1rinidad

en cuyo nombre se confiere. ue esta triple abluci#n no fue considerada necesaria para la valide- del



sacramento, es obvio. En el siglo s+ptimo el !uarto !oncilio de 1oledo 3?4 aprob# el uso de una

sola abluci#n en el bautismo, como una protesta en contra de las falsas teor'as trinitarias de los arios,

quienes parec'an &aber dado a la inmersi#n triple un significado que implicaba tres naturale-as en la

)ant'sima 1rinidad. Para insistir en la unidad y misma substancia de las tres Personas Divinas, los

!at#licos Espa7oles adoptaron la abluci#n sencilla y este m+todo tuvo la aprobaci#n del Papa

Sregorio el Srande 3I, Ef. xliii4. os &er+ticos eunomianos utili-aron s#lo una inmersi#n y su

bautismo se consider# inv$lido por el Primer !oncilio de !onstantinopla 3can. ii4* pero esto no fuedebido a la abluci#n sencilla, sino aparentemente porque se bauti-aban en su muerte. a autoridad de

este canon es adem$s dudosa en el me0or de los casos.

,o#m%

a 2nica forma requerida y v$lida del bautismo es( "o os bauti-o 3o Esta persona es bauti-ada4 en el

nombre del Padre y del /i0o y del Esp'ritu )anto". Esta fue la forma dada por !risto a )us Disc'pulos

en el cap'tulo veintioc&o del Evangelio de )an %ateo, al menos &asta donde se trata de la cuesti#n de

la invocaci#n de las Personas separadas de la 1rinidad y la expresi#n de la naturale-a de la acci#n

llevada a cabo. Para uso atino( "o os bauti-o", etc., tenemos la autoridad del !oncilio de 1rento

3)es. II, can. iv4 y del !oncilio de lorencia en el Decreto de la 9ni#n. Adem$s tenemos la pr$ctica

constante de toda la Iglesia ccidental. os atinos tambi+n reconocen como v$lida la forma utili-ada

por los griegos( "Este siervo de !risto es bauti-ado", etc. El decreto florentino reconoce la valide- de

esta forma y es adem$s reconocida por la Bula de e#n , "Accepimus nuper", y de !lemente II,

"Provisioni nostrae". En substancia, las formas latina y griega son la misma, y la Iglesia atina 0am$s

&a rebauti-ado a los rientales en su regreso a la unidad. En alg2n tiempo algunos te#logos

occidentales disputaron la forma griega, debido a que dudaban de la valide- de la f#rmula imperativa o

suplicante( "Permite que esta persona sea bauti-ada" 3bapti-etur4. De &ec&o, sin embargo, los griegosutili-an la f#rmula indicativa o enunciativa( "Esta persona es bauti-ada" 3bapti-etai, bapti-etur4. Esto

es incuestionable a partir de sus Eucologios, y del testimonio de Arcudius 3apud !at., tit. ii, cap. i4, de

Soar 38it. SrMc. Illust.4 de %artene 3de ant. Eccl 8it., I4 y del compendio teol#gico de los rusos

cism$ticos 3)an Petersburgo, @GG4. es cierto que en el decreto de los armenios, el Papa Eugenio I

utili-a bapti-etur, seg2n la versi#n ordinaria de este decreto, pero abbe, en su edici#n del !oncilio de

lorencia parece considerarlo una lectura corrupta, pues al margen imprimi# bapti-atur. /a sido

sugerido por Soar que el parecido entre bapti-etai y bapti-etur es el culpable del error. a traducci#n

correcta es, por supuesto, bapti-atur.

Al administrar este sacramento es absolutamente necesario utili-ar la palabra "bauti-o" o su

equivalente 3Alex. III, Prop. Damn., xxvii4, o de otro modo la ceremonia es inv$lida. Esto ya &a sido

decretado por Ale0andro III 3!ap. )i quis, I, x, De Bapt.4, y es confirmado por el decreto florentino. /a

sido pr$ctica constante tanto de la Iglesia latina como de la griega el utili-ar palabras que expresan el

acto que se lleva a cabo. )anto 1om$s 3III(??(:4 dice que ya que una abluci#n puede ser empleada para

muc&os usos, es necesario que en el bautismo el significado de la abluci#n sea determinado por las

palabras de la forma. )in embargo, las palabras( "En el nombre del Padre", etc., no ser'an suficientes

por s' mismas para determinar la naturale-a sacramental de la abluci#n. )an Pablo 3!olosenses, iii4

nos ex&orta &acer todas las cosas en el nombre de Dios, y consecuentemente una abluci#n puedellevarse a cabo en el nombre de la 1rinidad para obtener la restauraci#n de la salud. Por lo tanto es que

en la forma de este sacramento, que debe expresarse el acto del bautismo, y deben unirse la forma y la

materia para que no quede duda del significado de la ceremonia. Adem$s de la palabra necesaria



"bauti-ar", o su equivalente, tambi+n es obligatorio mencionar las personas separadas de la )ant'sima

1rinidad. Este es el mandato de !risto a )us Disc'pulos, y como el sacramento tiene su eficacia de

Aquel que lo instituy#, no podemos omitir nada que Cl &aya prescrito. 6ada es m$s cierto que +ste es

el entendimiento y pr$ctica general de la Iglesia. 1ertuliano nos dice 3De Bapt., xiii4( "a ley del

bautismo 3tingendi4 &a sido impuesta y la forma prescrita( ayan, prediquen a las naciones,

bauti-$ndolas en el nombre del Padre y del /i0o y del Esp'ritu )anto." )an 5ustino %$rtir 3Apol., I4

testifica la pr$ctica en su tiempo. )an Ambrosio 3De %yst., I4 declara( ")alvo que una persona &ayasido bauti-ada en el nombre del Padre y del /i0o y del Esp'ritu )anto, no podr$ obtener el perd#n de

sus pecados," )an !ipriano 3Ad 5ubaian.4, rec&a-ando la valide- del bautismo dado s#lo en el nombre

de !risto, afirma que el nombramiento de todas las personas de la 1rinidad fue ordenado por el )e7or

3in plena et adunata 1rinitate4. o mismo es declarado por muc&os otros escritores primitivos, tales

como )an 5erem'as 3I, en %ateo4, rigen 3De Princ., i, ii4, )an Atanasio 3r. Iv, !ontr. Ar.4, )an

Agust'n 3De Bapt., vi, <:4. 6o es, por supuesto, absolutamente necesario que los nombre comunes

Padre, /i0o y Esp'ritu )anto, sean utili-ados, siempre y cuando las personas sean expresadas por

palabras que sean equivalentes o sin#nimas. Pero se requiere un nombramiento distintivo de las

personas Divinas y en la forma( "o os bauti-o en el nombre de la )ant'sima 1rinidad", ser'a devalide- m$s que dudosa. a forma singular "En el nombre", no "nombres", tambi+n debe ser

empleada, pues expresa la unidad de la naturale-a Divina. !uando, por ignorancia, un cambio

accidental, no substancial &a sido &ec&o en la forma 3como In nomine patriT en lugar de Patris4, el

bautismo se considerar$ v$lido.

El pensamiento de la Iglesia en cuanto a la necesidad de observar la f#rmula trinitaria en este

sacramento &a sido claramente mostrado por su tratamiento en cuanto al bautismo conferido por los

&er+ticos. !ualquier ceremonia que no observe esta forma &a sido declarada inv$lida. os montanistas

bauti-aban en el nombre del Padre y del /i0o y %ontanus y Priscila 3)an Basilio, Ep. i, Ad Amp&il.4.!omo consecuencia, el !oncilio de aodicea orden# su rebautismo. os arios en el tiempo del

!oncilio de 6icea no parecen &aber adulterado la f#rmula bautismal, pues ese !oncilio no ordena su

rebautismo. !uando, entonces, )an Atanasio 3r. ii, !ontr. Ar.4 y )an 5erem'as 3!ontra ucif.4

declaran que los arios &an bauti-ado en el nombre del !reador y criaturas, deben referirse ya sea a su

doctrina o a un cambio posterior de la forma sacramental. Es bien sabido que esto 2ltimo fue el caso

con los arios espa7oles y que consecuentemente los convertidos de la secta fueron rebauti-ados. os

anomManos, una rama de los arios, bauti-aban con la f#rmula( "En el nombre del Dios no creado y en

el nombre del /i0o creado, y en el nombre del Esp'ritu )antificador, procreado por el /i0o creado"

3Epip&anius, /Mr., Ixxvii4. tros sectas arias, tales como los eunomianos y aetianos, bauti-aban "en lamuerte de !risto". El !oncilio Primero de !onstantinopla 3can. vii4 orden# que los convertidos del

)abelianismo fueran rebauti-ados debido a que la doctrina de )abelio respecto a que s#lo &ab'a una

persona en la 1rinidad &ab'a infectado su forma bautismal. as dos sectas se originaron de Paul de

)amosata, quien rec&a-aba la Divinidad de !risto, confiriendo de la misma forma un bautismo

inv$lido. Cstos eran los paulinistas y p&otinianos. El Papa Inocencio I 3Ad. Episc. %aced., vi4 declara

que estos sectarios no distingu'an las Personas de la 1rinidad al bauti-ar. El !oncilio de 6icea 3can.

xix4 ordenaron el rebauti-o de los paulinistas, y el !oncilio de Aries 3can. xvi y xvii4 decretaron lo

mismo tanto para los paulinistas como los p&otinianos.

/a existido una controversia teol#gica sobre la cuesti#n de si el bautismo dado en el nombre de !risto

fue considerado v$lido alguna ve-. !iertos textos en el 6uevo 1estamento &an dado pie a esta

dificultad. Pues )an Pablo 3/ec&os, xix4 ordena a ciertos disc'pulos en Efesios a ser bauti-ados en el



nombre de !risto( "ueron bauti-ados en el nombre del )e7or 5es2s". En /ec&os, x, &emos le'do que

)an Pedro ordenaron a otros a ser bauti-ados "en el nombre en el nombre de 5esucristo", y sobre todo

tenemos el mandato expl'cito del Pr'ncipe de los Ap#stoles( ")er bauti-ados cada uno de ustedes en el

nombre de 5esucristo, para el perd#n de sus pecados 3/ec&os, ii4. Debido a estos textos algunos

te#logos &an sostenido que los Ap#stoles bauti-aban s#lo en el nombre de !risto. )anto 1om$s, )an

Buenaventura, y Alberto %agno son invocados como autoridades para esta opini#n, y declararon que

los Ap#stoles actuaban de tal modo por dispensa especial. tros escritores, tales como Pedroombardo y /ugo de )an 'ctor, sostienen tambi+n que dic&o bautismo ser'a v$lido, pero no &ablan

acerca de una dispensa para los Ap#stoles. a opini#n m$s probable, sin embargo, parece ser que los

t+rminos "en el nombre de 5es2s", "en el nombre de !risto", se refieren ya sea al bautismo en la fe

ense7ado por !risto, o son empleados para distinguir el bautismo cristiano de aquel de 5uan el

Precursor. Parece del todo improbable que inmediatamente despu+s que !risto &a promulgado

solemnemente la f#rmula trinitaria del bautismo, los Ap#stoles mismos la &ubieran sustituido por otra.

De &ec&o, las palabras de )an Pablo 3/ec&os, xix4 implican claramente que no lo &icieron. Pues,

cuando algunos cristianos en Efesios declararon que nunca &ab'an o'do &ablar el Esp'ritu )anto, el

Ap#stol pregunta( "REn qui+n &an sido bauti-adosQ" Este texto ciertamente parece declarar que )anPablo dio por &ec&o que los Efesios deb'an &aber escuc&ado el nombre del Esp'ritu )anto cuando la

f#rmula sacramental del bautismo fue pronunciada sobre ellos.

a autoridad del Papa Esteban I &a sido alegada para la valide- del bautismo dado s#lo en el nombre

de !risto. )an !ipriano dice 3Ep. ad 5ubaian4 que este pont'fice declar# todo bautismo otorgado como

v$lido siempre y cuando &ubiera sido dado en el nombre de 5esucristo. Debe notarse que la misma

explicaci#n se aplica a las palabras de Esteban y a los textos de las Escrituras dadas anteriormente. o

que es m$s, irmiliano, en su carta a )an !ipriano, implica que el Papa Esteban requiri# una menci#n

expl'cita de la 1rinidad en el bautismo, pues cita al pont'fice declarando que la gracia sacramental esconferida por que una persona &a sido bauti-ada "con la invocaci#n en los nombres de la 1rinidad,

Padre e /i0o y Esp'ritu )anto". 9n pasa0e que es muy dif'cil de explicar se encuentra en los traba0os de

)an Ambrosio 3ib. I, De )p. )., iii4, donde declara que si una persona nombra a una persona de la

1rinidad, las nombra a todas( ")i se dice !risto, se designa a Dios Padre, por quien el /i0o fue ungido,

y al Esp'ritu )anto en quien Cl fue ungido". Este pasa0e &a sido interpretado generalmente como

refiri+ndose a la fe del catec2meno, pero no a la forma bautismal. %$s dif'cil es la explicaci#n de la

respuesta del Papa 6icol$s I a los b2lgaros 3cap. civ* abbe, III4, en la cual establece que una

persona no debe ser rebauti-ada si ya &a sido bauti-ada "en el nombre de la )ant'sima 1rinidad o s#lo

en el nombre de !risto, como se lee en los /ec&os de los Ap#stoles 3pues es una misma cosa, como &aexplicado )an Ambrosio4". !omo en el pasa0e al cual alude el papa, )an Ambrosio &ablaba de la fe del

recipiente del bautismo, como ya &emos establecido, se &a sostenido que este es tambi+n el significado

que el Papa 6icol$s intentaba comunicar con sus palabras 3vea otra explicaci#n en Pesc&, PrMlect.

Dogm., I, no. G4. o que parece confirmar esto es la respuesta del mismo pont'fice a los b2lgaros

38esp. @:4 en otra ocasi#n cuando le consultaron sobre un caso pr$ctico. Preguntaron si ciertas

personas que fueron bauti-adas por un &ombre que pretend'a ser sacerdote griego deb'an ser

rebauti-adas. El Papa 6icol$s replica que el bautismo debe considerarse v$lido "si fueron bauti-ados,

en el nombre de la suprema e indivisa 1rinidad". Aqu' el papa no da el bautismo en el nombre de

!risto s#lo como una alternativa. os moralistas &ablan de la cuesti#n de valide- de un bautismo en

cuya administraci#n otra cosa &ab'a sido adicionada a la forma prescrita como "y en el nombre de la

Bendita irgen %ar'a". Ellos argumentan que dic&o bautismo ser'a inv$lido, si el ministro ten'a en ese



momento la intenci#n de atribuir la misma eficacia al nombre agregado como a los nombres de las

1res Personas Divinas. )in embargo, si fue &ec&o s#lo por error piadoso, no interferir'a con la valide-

3). Alf., n. @@@4.

BAUTISMO CONDICIONAL

De lo siguiente es evidente que no todo el bautismo administrado por &er+ticos o cism$ticos es

inv$lido. Por el contrario, si se utili-an la materia y la forma adecuada y aquel que confiere el

sacramento realmente "tiene la intenci#n de llevar a cabo lo que la Iglesia lleva a cabo" el bautismo es

sin duda v$lido. Esto se establece autoritativamente en el decreto para los armenios y los c$nones del

!oncilio de 1rento ya dados. a cuesti#n viene a ser de pr$ctica cuando se trata de convertidos a la e.

)i &ubiera entre las sectas una forma autori-ada para bauti-ar, y si la necesidad y la importancia

verdaderas del sacramento fuera ense7ada uniformemente y puesta en pr$ctica entre ellos, &abr'a poca

dificultad en cuanto al estatus de los convertidos de las sectas. Pero no &ay tal unidad de ense7an-a y

pr$ctica entre ellos, y consecuentemente el caso particular de cada converso debe examinarse cuando

se trata de la cuesti#n de su aceptaci#n en la Iglesia. Pues no s#lo &ay denominaciones religiosas en las

cuales el bautismo con toda probabilidad no es v$lidamente administrada, sino que tambi+n existen

aquellos que tienen sin duda ritual suficiente para valide-, pero que en la pr$ctica la probabilidad de

que sus miembros &ayan recibido bautismo v$lidamente es m$s que dudosa. !omo consecuencia debe

tratarse a los conversos en forma diferente. )i &ay la certe-a de que un converso fue v$lidamente

bauti-ado en la &ere0'a, no se repite el sacramento, pero deben llevarse a cabo las ceremonias que &an

sido omitidas en dic&o bautismo, a menos que el obispo, por ra-ones suficientes, 0u-gue que pueden

ser dispensadas. 3Para los Estados 9nidos, vea !onc. Prov. Balt., I4. )i es incierto que el bautismo del

converso fue v$lido o no, entonces deber$ ser bauti-ado condicionalmente. En dic&os casos el ritual

es( ")i no est$is a2n bauti-ado, entonces yo os bauti-o en el nombre", etc. El Primer )'nodo deNestminster, Inglaterra, concluye que los conversos adultos deben ser bauti-ados no p2blica sino

privadamente con agua bendita 3es decir, no el agua bautismal consagrada4 y sin las ceremonias

usuales 3Decr. xvi4. En la pr$ctica, los conversos en los Estados 9nidos son casi siempre

invariablemente bauti-ados ya sea absolutamente o condicionalmente, no s#lo porque el bautismo

administrado por los &er+ticos se considere inv$lido sino porque es generalmente imposible descubrir

si &an sido adecuadamente bauti-ados. A2n en los casos en los que una ceremonia &a sido ciertamente

llevada a cabo, generalmente contin2a la duda ra-onable acerca de la valide- sobre ya sea la intenci#n

del administrador o el modo de la administraci#n. A2n cada caso debe ser examinado 3). !. Inquis., <;

6ov., @4 a fin de que el sacramento no sea repetido sacr'legamente.

En cuanto a bautismo de varias sectas, )abetti 3no. ??<4 establece que las Iglesias rientales y los

"Antiguos !at#licos" generalmente administran adecuadamente el bautismo* los socinianos y los

cu$queros no bauti-an en absoluto* los bautistas emplean el rito s#lo para los adultos, y la eficacia de

su bautismo &a sido cuestionada debido a la separaci#n de la materia y de la forma, pues +sta 2ltima es

pronunciada antes de que ocurra la inmersi#n* los congrecionalistas, unitarianos y universalistas

rec&a-an la necesidad del bautismo, y con ello se presume que no lo administran adecuadamente* los

metodistas y presbiterianos bauti-an por aspersi#n o rociado, y puede dudarse ra-onablemente si el

agua &a tocado el cuerpo y fluido sobre +l* entre los episcopales, se puede considerar que el bautismono tiene verdadera eficacia y es meramente una ceremonia vac'a, y consecuentemente &ay un temor

bien fundado de que no son lo suficientemente cuidadosos en su administraci#n. A esto puede

agregarse que los episcopales con frecuencia bauti-an por aspersi#n, y aunque dic&o m+todo es sin



duda v$lido si es adecuadamente empleado, en la pr$ctica es muy posible que el agua rociada no toque

la piel. )abetti tambi+n observa que los ministros de la misma secta no siguen en todas partes un

m+todo uniforme de bautismo. El m+todo pr$ctico de reconciliar los &ere0es con la Iglesia es como

sigue( H)i el bautismo es conferido en forma absoluta, el converso no debe &acer ab0uraci#n o

profesi#n de fe, ni debe &acer confesi#n de sus pecados y recibir absoluci#n, debido a que el

sacramento de regeneraci#n lava sus ofensas pasadas. )i su bautismo &a de ser condicional, debe

primero &acer una ab0uraci#n de sus errores, o una profesi#n de fe, y luego recibir el bautismocondicional, y por 2ltimo &acer una confesi#n sacramental seguida de una absoluci#n condicional. )i

se 0u-ga que el bautismo previo del converso es ciertamente v$lido, s#lo debe &acer la ab0uraci#n o la

profesi#n de fe y recibir la absoluci#n de las censuras en las que &ubiera podido incurrir 3Excerpta 8it.

8om., @4. a ab0uraci#n o profesi#n de fe aqu' prescrita es el !redo de P'o I, traducido al

vernacular. En el caso de la absoluci#n condicional, la confesi#n puede preceder a la administraci#n

del rito y puede impartirse la absoluci#n condicional despu+s del bautismo. De &ec&o esto &ace

frecuentemente, pues la confesi#n es una excelente preparaci#n para la recepci#n del sacramento 3De

/erdt, I, viii* )abetti, no. <:4.

REBAUTISMO

Para terminar con la consideraci#n de la valide- del bautismo conferido por los &ere0es, debemos dar

cuenta de la c+lebre controversia que surgi# en cuanto a este punto en la Iglesia Antigua. En Ufrica y

en Asia %enor se introdu0o a principios del tercer siglo la costumbre de rebauti-ar a todos los

conversos de la &ere0'a. /asta lo que puede corroborarse, la pr$ctica del rebautismo surgi# en Ufrica

debido a los decretos de un )'nodo de !artago celebrado probablemente entre <@ y <<<* mientras que

en Asia menor parece &aber tenido su origen en el )'nodo de Iconio, celebrado entre <; y <:. a

controversia sobre el rebautismo est$ especialmente relacionada con los nombres del Papa )anEsteban y )an !ipriano de !artago. Cste 2ltimo fue el principal campe#n de la pr$ctica del

rebautismo. El papa, sin embargo, condenaba absolutamente la pr$ctica, y ordenaba que los &ere0es

que entraran a la Iglesia deb'an recibir solamente la imposici#n de manos in paenitentiam. En esta

c+lebre controversia tambi+n se observa que el Papa Esteban declara que +l apoya la costumbre

primitiva cuando declara la valide- del bautismo conferido por los &ere0es.

!ipriano, por el contrario, admite impl'citamente que la antig>edad est$ en contra de su propia

pr$ctica, pero sostiene firmemente que est$ m$s de acuerdo con un estudio iluminado del asunto.

Declara que la tradici#n que est$ en su contra es una "tradici#n &umana y fuera de la ley". )inembargo, ni !ipriano ni su celoso partidario, irmiliano, pudieron demostrar que el rebautismo era

m$s antiguo que el siglo en el cual viv'an. El autor contempor$neo pero an#nimo del libro "De

8ebaptismate" dice que las disposiciones del Papa Esteban, que pro&ib'an el rebautismo de los

conversos, concuerdan con la antig>edad y la tradici#n eclesi$stica, y se consagran como antiguas,

memorables y observancia solemne de todos los santos y fieles. )an Agust'n cree que la costumbre de

no rebauti-ar es una tradici#n Apost#lica, y )an icente de +rins declara que el )'nodo de !artago

introdu0o el rebautismo en contra de la ey Divina 3canonem4, en contra de la regla de la Iglesia

universal y contra las costumbres e instituciones de los ancianos. contin2a diciendo que por decisi#n

del Papa Esteban, la antig>edad fue conservada y lo nuevo fue destruido 3retenta est antiquitas,explosa novitas4. Es cierto que los llamados !$nones Apost#licos 3xlv y xlvi4 &ablan de la falta de

valide- del bautismo conferido por los &ere0es, pero DVllinger dice que estos c$nones son

comparativamente recientes, y De %arca se7ala que )an !ipriano las &ubiera apelado si &ubiesen



existido antes de la controversia. El Papa )an Esteban, por lo tanto, sostuvo una doctrina ya antigua en

el tercer siglo cuando declar# contra el rebautismo de los &ere0es, y decidi# que el sacramento no deb'a

ser repetido debido a que su primera administraci#n fue v$lida. Desde entonces, esta &a sido la ley de

la Iglesia.

NECESIDAD DEL BAUTISMO

os te#logos distinguen una necesidad doble, la cual llaman una necesidad de medios 3medii4 y una

necesidad de precepto 3prMcepti4. a primera 3medii4 indica una cosa a ser tan necesaria que, si falta

3por culpabilidad4, no puede obtenerse la salvaci#n. a segunda 3prMcepti4 se tiene cuando una cosa es

sin duda tan necesaria que no puede omitirse voluntariamente sin pecar* sin embargo, la ignorancia del

precepto o la incapacidad para cumplirlo, excusa la observancia. El bautismo se considera necesario

tanto en medii y prMcepti. Esta doctrina se redondea en las palabras de !risto, que en 5uan, iii, declara

que "A menos que el &ombre na-ca de nuevo del agua y del Esp'ritu )anto, no podr$ entrar en el reino

de Dios". !risto no &ace excepciones a esta ley y es por lo tanto de aplicaci#n general, incluyendo

tanto a adultos como a infantes. Por consecuencia, no es meramente una necesidad de precepto sino

tambi+n una necesidad de medio. Este es el sentido en el cual siempre &a sido entendido por la Iglesia,

y el !oncilio de 1rento 3)es, I, cap, vi4 ense7a que la 0ustificaci#n no puede obtenerse, desde la

promulgaci#n del Evangelio, sin el lavado o regeneraci#n o el deseo del mismo 3in voto4. En la

s+ptima sesi#n, declara 3can. v4 la excomuni#n a todos aquellos que digan que el bautismo no es

necesario para la salvaci#n. En busca de una me0or palabra, &emos cambiado la palabra votum por

"deseo". El concilio no quiere decir que votum es un simple deseo de recibir el bautismo o a2n una

resoluci#n de &acerlo. Por votum quiere decir un acto de perfecta caridad o contrici#n, incluyendo, al

menos impl'citamente, la voluntad de &acer todas las cosas necesarias para la salvaci#n y por ello en

especial recibir el bautismo. os Padres de la Iglesia insisten frecuentemente en la necesidad absolutade este sacramento, especialmente cuando &ablan del bautismo de los infantes. Por ello )an Ireneo 3II,

xxii4( "!risto vino a salvar a todos los que renacieron a trav+s de Cl en Dios, infantes, ni7os y 0#venes"

3infantes et parvulos et pueros4. )an Agust'n 3III De Anima4 dice ")i deseas ser !at#lico, no creas, ni

digas, ni ense7es, que los infantes que mueren antes del bautismo pueden obtener el perd#n del pecado

original". 9n pasa0e a2n m$s fuerte del mismo doctor 3Ep, xxviii, Ad /ieron4 dice( "uienquiera que

diga que a2n los infantes son vivificados en !risto cuando partan de esta vida sin participar en )u

)acramento 3Bautismo4, se opone tanto a la predicaci#n Apost#lica y condena a toda la Iglesia que

urge a que se bautice a los infantes, debido a que cree sin dudar que de otro modo no pueden ser

vivificados en !risto". )an Ambrosio 3II De Abra&am., c. xi4 al &ablar de la necesidad del bautismo,dice( "6adie est$ exceptuado, ni el infante, ni el impedido por cualquier necesidad". En la controversia

Pelagiana encontramos pronunciamientos similarmente fuertes de parte de los !oncilios de !artago y

%ilevis, y del Papa Inocencio I. A la creencia de la Iglesia en esta necesidad del bautismo como medio

de salvaci#n, que ya fue observada por )an Agust'n, es que se debe que la Iglesia &aya delegado el

poder de bauti-ar en el caso de ciertas contingencias a2n a laicos y mu0eres. !uando se dice que el

bautismo es tambi+n necesario, por necesidad de precepto 3prMcepti4, se entiende por supuesto que

esto se aplica s#lo a aquellos capaces de recibir un precepto, es decir, adultos.

a necesidad en este caso es demostrada por el mandato de !risto a )us Ap#stoles 3%at., xxviii4("ayan y prediquen a todas las naciones, bauti-$ndolas", etc. As' como a los Ap#stoles les &a sido

ordenado bauti-ar, a las naciones les &a sido ordenado recibir el bautismo. a necesidad del bautismo

viene a ser cuestionado por algunos de los 8eformadores o a sus precursores. ue rec&a-ado por



Nyclif, Bucer y WOingli. )eg2n !alvino es necesario para los adultos como precepto pero no como

medio. Por ello contiende que los infantes de padres creyentes son santificados en el vientre y con ello

liberados del pecado original sin el bautismo. os socinianos ense7an que el bautismo es meramente

una profesi#n externa de la fe cristiana y un rito que cada uno es libre de recibir o no. 9n argumento

en contra de la necesidad absoluta del bautismo &a sido buscado en el texto de las Escrituras( ")i no

com+is la carne del /i0o del &ombre y no beb+is su sangre, no ten+is vida en vosotros" 35uan ?4. Aqu',

dicen ellos, existe un paralelo al texto( "El que no na-ca de agua". )in embargo todos admiten que laEucarist'a no es necesaria como medio sino s#lo como precepto. a respuesta a esto es obvia. En el

primer caso, !risto dirige )us palabras en segunda persona &acia los adultos* en el segundo, &abla en

tercera persona y sin ninguna distinci#n. tro texto favorito es aquel de )an Pablo 3I !or., vii4( "Pues

el marido no creyente queda santificado por su mu0er, y la mu0er no creyente queda santificada por el

marido creyente* De otro modo, vuestros &i0os ser'an impuros, mas a&ora son santos".

Desafortunadamente para la fortale-a de este argumento, el contexto muestra que el Ap#stol en este

pasa0e no est$ &ablando en absoluto de la gracia regenerativa o santificante, sino contestando ciertas

cuestiones que le son propuestas por los corintios en cuanto a la valide- de los matrimonios entre ateosy creyentes. a valide- de dic&os matrimonios es probada por el &ec&o de que los &i0os nacidos de

ellos son leg'timos, no bastardos. /asta donde se trata del t+rmino "santificado", puede, cuando

muc&o, significar que el marido o mu0er creyente puede convertir a la parte no creyente y con ello ser

ocasi#n de su santificaci#n. 9na cierta declaraci#n en la oraci#n f2nebre de )an Ambrosio sobre el

Emperador alentiniano II &a sido tra'da a colaci#n como prueba de que la Iglesia ofrec'a sacrificios y

oraciones por los catec2menos que mor'an antes de su bautismo. 6o se encuentran vestigios de dic&a

costumbre en ninguna parte. )an Ambrosio puede &aberlo &ec&o por las almas del catec2meno

alentiniano, pero esta &abr'a sido un incidente aislado, y aparentemente se llev# a cabo porque +l

cre'a que el emperador &ab'a deseado el bautismo. a pr$ctica de la Iglesia se demuestra en forma m$scorrecta en el canon 3xvii4 del !oncilio )egundo de Braga( "6i la conmemoraci#n del )acrificio

JoblationisK ni el servicio del c$ntico JpsallendiK debe ser empleado para los catec2menos que

murieron sin la redenci#n del bautismo". os argumentos para un uso en contrario que se busc# en el

!oncilio )egundo de Aries 3c. xii4 y el !oncilio !uarto de !artago 3c. Ixxix4 no van al punto, pues

estos concilios &ablan, no de los catec2menos, sino de los penitentes que murieron repentinamente

antes de &aber completado su expiaci#n. Es cierto que algunos escritores cat#licos 3como !ayetano,

Durandus, Biel, Serson, 1oletus, Xlee4 &an sostenido que los infantes deben ser salvados por un acto

de deseo de parte de sus padres, que se aplica a ellos por alg2n signo externo, tal como la oraci#n o la

invocaci#n de la )ant'sima 1rinidad* pero P'o , al retractarse de esta opini#n, como lo expres#!ayetano, por el comentario del autor sobre )anto 1om$s, manifest# su opini#n de que dic&a teor'a no

estaba de acuerdo con la creencia de la Iglesia.

SUBSTITUTOS PARA EL SACRAMENTO

os Padres y te#logos frecuentemente dividen el bautismo en tres tipos( el bautismo de agua 3aquM o

fluminis4, el bautismo por deseo 3flaminis4, y el bautismo de sangre 3sanguinis4. )in embargo, s#lo el

primero es un sacramento verdadero. os 2ltimos dos se denominan bautismo s#lo por analog'a, pues

suplen el efecto principal del bautismo, particularmente, la gracia que persona los pecados. Esense7an-a de la Iglesia !at#lica que cuando el bautismo de agua llega a ser una imposibilidad f'sica o

moral, la vida eterna puede ser obtenida por el bautismo por deseo o el bautismo de la sangre.



B%utismo $o# Deseo

El Bautismo por Deseo 3baptismus flaminis4 es una perfecta contrici#n de cora-#n, y cada acto de

perfecta caridad o amor puro de Dios que contiene, al menos impl'citamente, un deseo 3votum4 del

bautismo. a palabra latina flamen se utili-a debido a que lamen es un nombre para el Esp'ritu )anto,

cuyo oficio especial es mover el cora-#n &acia el amor a Dios y concebir la penitencia por los

pecados. El "bautismo del Esp'ritu )anto" es un t+rmino empleado en el tercer siglo por el autor

an#nimo del libro "De 8ebaptismate". a eficacia de este bautismo por deseo para suplir el lugar del

bautismo por agua, en cuanto a su efecto principal, es probada por las palabras de !risto. Despu+s que

Cl declar# la necesidad del bautismo 35uan, xiv4, Cl prometi# gracia 0ustificante por actos de caridad o

perfecta contrici#n 35uan, xiv4( ")i alguno me ama, guardar$ mi Palabra, y mi Padre le amar$, y

vendremos a +l, y &aremos morada en +l". a que estos textos declaran que la gracia 0ustificante se

concede por cuenta de los actos de perfecta caridad o contrici#n, es evidente que estos actos suplen la

gracia del bautismo en cuanto a su efecto principal, el perd#n de los pecados. Esta doctrina se

establece claramente en el !oncilio de 1rento. En la sesi#n catorce 3cap. iv4 el concilio ense7a que la

contrici#n es perfeccionada en ocasiones por la caridad, y reconcilia al &ombre con Dios, antes derecibir el )acramento de la Penitencia. En el cap'tulo cuarto de la sexta sesi#n, al &ablar de la

necesidad del bautismo, dice que los &ombres no pueden obtener 0usticia original "salvo por el lavado

de regeneraci#n o su deseo" 3voto4. a misma doctrina es ense7ada por el Papa Inocencio III 3cap.

Debitum, iv, De Bapt.4, y las propuestas en contrario son condenadas por los Papas P'o y Sregorio

II, al prescribir las propuestas @ y de Baius.

a &emos &ec&o alusi#n a la oraci#n f2nebre pronunciada por )an Ambrosio sobre el Emperador

alentiniano II, un catec2meno. a doctrina del bautismo por deseo se establece aqu' con claridad. )an

Ambrosio pregunta( "R6o obtuvo la gracia que deseabaQ R6o obtuvo lo que pidi#Q !iertamente loobtuvo porque lo pidi#". )an Agust'n 3I, De Bapt., xxii4 y )an Bernardo 3Ep. Ixxvii, ad /. de ).

ictore4 discurre en forma similar en el mismo sentido en cuanto al bautismo por deseo. )i se dice que

esta doctrina contradice la ley universal de bautismo &ec&a por !risto 35uan, iii4, la respuesta es que el

dador de la ley &a &ec&o una excepci#n 35uan, xiv4 a favor de aquellos que tienen el bautismo por

deseo. 1ampoco ser'a consecuencia de esta doctrina que una persona 0ustificada por el bautismo por

deseo ser'a por tanto dispensada de buscar despu+s el bautismo de agua cuando esto fuera una

posibilidad. Pues, como ya &a sido explicado, el baptismus flaminis contiene el votum de recibir el

baptismus aquM. Es cierto que algunos de los Padres de la Iglesia acusan severamente a aquellos que

se contentan con el deseo de recibir el sacramento de regeneraci#n, pero &ablan de catec2menos que por voluntad propia demoran la recepci#n del bautismo por motivos de poco valor. Por 2ltimo, debe

notarse que s#lo los adultos son capaces de recibir el bautismo por deseo.

B%utismo de S%n'#e

El bautismo de sangre 3baptismus sanquinis4 es la obtenci#n de la gracia de 0ustificaci#n al sufrir el

martirio por la fe de !risto. El t+rmino "lavado de sangre" 3lavacrum sanguinis4 es empleado por

1ertuliano 3De Bapt., xvi4 para distinguir esta especie de regeneraci#n del "lavado con agua"

3lavacrum aquM4. "1enemos un segundo lavado", dice "que el uno y el mismo Jque el primeroK, en

particular el lavado de sangre". )an !ipriano 3Ep. Ixxiii4 &abla del "m$s glorioso y gran bautismo de

sangre" 3sanguinis baptismus4. )an Agust'n 3De !iv. Dei, III, vii4 dice( "!uando cualquiera muere

por confesar a !risto sin &aber recibido el lavado de regeneraci#n, vale tanto para el perd#n de los



pecados como si &ubiesen sido lavados en la fuente sagrada del bautismo". a Iglesia fundamenta su

creencia en la eficacia del bautismo de sangre en el &ec&o de que !risto declara sobre el poder

salvador del martirio en el d+cimo cap'tulo de )an %ateo( "Por todo aquel que se declare por m' ante

los &ombres, yo tambi+n me declarar+ por +l ante mi Padre que est$ en los cielos" 3v. <4* y( "El que

encuentre su vida, la perder$* y el que pierda su vida por m', la encontrar$" 3v. G4. )e se7ala que estos

textos son tan amplios que incluyen a2n a los infantes, especialmente el 2ltimo texto. ue el texto

anterior tambi+n se aplica a ellos, &a sido constantemente sostenido por los Padres, quienes declaranque si los infantes no pueden confesar a !risto con su boca, pueden &acerlo de &ec&o. 1ertuliano 3Adv.

alent., ii4 &abla de la matan-a de infantes por /erodes como m$rtires, y +sta &a sido la ense7an-a

constante de la Iglesia. tra evidencia del pensamiento de la Iglesia en cuanto a la eficacia del

bautismo de sangre se encuentra en el &ec&o de que nunca ora por los m$rtires. )u opini#n es bien

expresada por )an Agust'n 31r. Icciv en 5oan.4( "astima a un m$rtir que pide por +l". Esto demuestra

que se cree que el martirio perdona todos los pecados y todo castigo debido al pecado. os te#logos

posteriores com2nmente sostienen que el bautismo de sangre 0ustifica a los m$rtires adultos,

independientemente de un acto de caridad o perfecta contrici#n, y, como si fuera, ex opere operato,

aunque por supuesto, deben tener arrepentimiento por pecados anteriores. a ra-#n es que si serequiriera en el martirio la perfecta caridad o contrici#n, la distinci#n entre el bautismo de sangre y el

bautismo por deseo ser'a in2til. o que es m$s, como debe concederse que los m$rtires infantes son

0ustificados sin un acto de caridad, del cual son incapaces, no &ay ra-#n s#lida para negarle el mismo

privilegio a los adultos. 3!f. )u$re-, De Bapt., disp. xxxix.4

IN,ANTES NO BAUTIZADOS

Debe considerarse brevemente aqu' el destino de los infantes que mueren sin bautismo. a ense7an-a

cat#lica es inflexible en este punto, en cuanto a que todos los que parten de esta vida sin bautismo, yasea de agua, sangre o por deseo, son perpetuamente excluidos de la visi#n de Dios. Esta ense7an-a se

basa, como &emos visto, en las Escrituras y la tradici#n, y los decretos de la Iglesia. o que es m$s,

que aquellos que mueren en pecado original, sin &aber contra'do pecado real alguno, son privados de

la felicidad celestial, est$ expl'citamente establecido en la !onfesi#n de e del Emperador riental

%ic&ael PalMologus, lo cual &ab'a sido propuesto a +l por el Papa !lemente I en @<?, y acept# en la

presencia de Sregorio en el !oncilio )egundo de yon en @<=. a misma doctrina tambi+n se

encuentra en el Decreto de la 9ni#n de los Sriegos, en la Bula "Mtentur !aeli" del Papa Eugenio I,

en la Profesi#n de e prescrita para los griegos por el Papa Sregorio III, y en lo autori-ado para los

orientales por 9rbano III y Benedicto I. %uc&os te#logos cat#licos &an declarado que los infantesque mueren sin bautismo son excluidos de la visi#n beat'fica* pero en cuanto al estado exacto de estas

almas en el siguiente mundo, no est$n de acuerdo.

Al &ablar de las almas que no &an logrado la salvaci#n, estos te#logos distinguen el dolor de la p+rdida

3paena damni4, o privaci#n de la visi#n beat'fica, y el dolor de sentido 3paena sensus4. Aunque estos

te#logos &an cre'do cierto que los infantes no bauti-ados deben soportar el dolor de la p+rdida, no

est$n igualmente ciertos de que est$n su0etos al dolor de sentido. )an Agust'n 3De Pecc. et %er, I, xvi4

sostienen que no estar'an exentos del dolor de sentido, pero al mismo tiempo pens# que ser'a en la

forma m$s benigna. Por otro lado, )an Sregorio 6ac'anceno 3r. in ). Bapt.4 expresa la creencia deque dic&os infantes sufrir'an s#lo el dolor de la p+rdida. )frondati 36od. PrMdest., I, i4 declara que

mientras est$n ciertamente excluidos del cielo, a2n no &an sido privados de la felicidad natural. Esta

opini#n parec'a tan ob0etable a algunos obispos franceses que solicitaron el 0uicio del %agisterio



Pontificio sobre la materia. El Papa Inocencio I replic# que tendr'a una opini#n examinada por una

comisi#n de te#logos, pero parece que nunca se pas# una conclusi#n al respecto. Desde el siglo

doceavo, la opini#n de la mayor'a de los te#logos &a sido que los infantes no bauti-ados son inmunes

de todo dolor de sentido. Esto fue ense7ado por )anto 1om$s de Aquino, )cotus, )an Buenaventura,

Pedro ombardo, y otros, y es a&ora la ense7an-a com2n en las escuelas. Est$ de acuerdo con las

palabras de un decreto del Papa Inocencio III 3III Decr., xlii, 4( "El castigo del pecado original es la

privaci#n de la visi#n de Dios* del pecado actual, los eternos dolores del infierno." os infantes, por supuesto, no pueden ser culpables de pecado presente.

tros te#logos &an argumentado que, ba0o la ley de la naturale-a y la dispensa %osaica, los ni7os

pueden ser salvados por el acto de sus padres y que consecuentemente lo mismo debe ser m$s f$cil de

lograr ba0o la ley de la gracia, porque el poder de la fe no &a sido disminuido sino aumentado. as

ob0eciones comunes a esta teor'a incluyen el &ec&o de que se dice que los infantes no son privados de

0ustificaci#n ba0o la 6ueva ley por cualquier disminuci#n en el poder de la fe, sino debido a la

promulgaci#n por !risto del precepto del bautismo, el cual no exist'a antes de la 6ueva Dispensa. Esto

tampoco empeorar'a el caso de los infantes antes de que fuera instituida la Iglesia !ristiana. Aunque esuna dificultad para algunos, sin duda &a me0orado la condici#n de la mayor'a. a fe sobrenatural es

a&ora m$s difundida que ante de la venida de !risto, y m$s infantes son salvados por el bautismo que

0ustificados anteriormente por la fe activa de sus padres. o que es m$s, el bautismo puede ser m$s

prontamente aplicado a los infantes que el rito de la circuncisi#n, y por la ley antigua esta ceremonia

tuvo que ser diferida &asta el octavo d'a despu+s del nacimiento, mientras que el bautismo puede ser

conferido a los infantes inmediatamente despu+s de su nacimiento, y en caso de necesidad a2n en el

vientre de la madre. Por 2ltimo, debe tenerse en cuenta que los infantes no bauti-ados, si son privados

del cielo, no ser'an privados in0ustamente. a visi#n de Dios no es algo a lo cual los &umanos tengan

reclamo natural. Es un regalo gratuito del !reador que puede imponer las condiciones que desee paraimpartirlo o retenerlo. 6o se involucra in0usticia alguna cuando no se confiere un privilegio indebido a

alguna persona. El pecado original priv# a la ra-a &umana de un derec&o no ganado al cielo. A trav+s

de la misericordia Divina este obst$culo al go-o de Dios es removido por el bautismo* pero si el

bautismo no es conferido, el pecado original permanece, y el alma no regenerada, no teniendo reclamo

por el cielo, no es excluido in0ustamente de +l.

En cuanto a la cuesti#n, de si adem$s de la liberaci#n del dolor de sentido, los infantes no bauti-ados

disfrutan cualquier felicidad positiva en el mundo siguiente, los te#logos no est$n de acuerdo, y

tampoco &ay pronunciamiento de parte de la Iglesia en cuanto a la materia. %uc&os, despu+s de )anto1om$s 3De %alo, . , a. 4, declara que estos infantes no son entristecidos por la p+rdida de la visi#n

beat'fica( ya sea porque no tienen conocimiento de ella, y por lo tanto no est$n sensibles a su

privaci#n* o debido a que, sabi+ndolo su voluntad es enteramente conformada a la voluntad de Dios y

est$n conscientes de que &an perdido un privilegio indebido por falta que no les corresponde. Adem$s

de esta liberaci#n del pesar por la p+rdida del cielo, estos infantes pueden tambi+n disfrutar alguna

felicidad positiva. )anto 1om $s 3In II )ent., dist. III, . ii, a. :4 dice( "Aunque los infantes no

bauti-ados est$n separados de Dios en cuanto a la gloria, no son enteramente separados de Cl. %$s

bien est$n unidos a Cl por una participaci#n en los bienes naturales* y as' pueden regoci0arse en Cl por

consideraci#n y amor natural". 1ambi+n dice 3a. <4( ")e regoci0ar$n en esto, que compartir$n engrande la divina bondad y perfecci#n natural". Aunque la opini#n entonces, de que los infantes no

bauti-ados pueden disfrutar de una conocimiento natural y amor de Dios y regoci0arse en +l, es



perfectamente sostenible, no se tiene la certe-a que surge del acuerdo un$nime de los Padres de la

Iglesia, o de un pronunciamiento favorable de la autoridad eclesi$stica.

J6ota( )obre esta materia, el !atecismo de la Iglesia !at#lica de @GG< establece( "En cuanto a los

ni7os que &an muerto sin el Bautismo, la Iglesia s#lo puede confiarlos a la misericordia de Dios, como

lo &ace en sus ritos funerales para ellos. )in duda, la gran misericordia de Dios que desea que todos los

&ombres sean salvados, y la ternura de 5es2s &acia los ni7os que le causaron decir( "De0ad que losni7os vengan a m', no se los impid$is", nos permite tener la esperan-a de que &ay una forma de

salvaci#n para los ni7os que &an muerto sin el Bautismo. De lo m$s urgente es el llamado de la Iglesia

a no evitar que los ni7os lleguen a !risto a trav+s del regalo del santo Bautismo".

Podemos agregar aqu' algunas breves observaciones sobre la disciplina de la Iglesia en cuanto a las

personas no bauti-adas. !omo el bautismo es la puerta de la Iglesia, los no bauti-ados no est$n ba0o la

protecci#n de la Iglesia. !omo consecuencia(

Dic&as personas, por la ley ordinaria de la Iglesia, no pueden recibir ritos funerarios !at#licos. ara-#n de esta regulaci#n es dada por el Papa Inocencio II 3Decr., III, III, xii4( /a sido decretado

por los c$nones sagrados que no debemos tener comuni#n con aquellos que est$n muertos, si no

tuvimos comunicaci#n con ellos mientras viv'an". De acuerdo a la ey !an#nica 3!I! @@4, sin

embargo, los catec2menos "deben ser considerados miembros de los fieles cristianos" en lo que se

refiere a los ritos funerarios. El !oncilio Plenario de Baltimore tambi+n decreta 36o. G4 que la

costumbre de enterrar a los parientes no bauti-ados de cat#licos en sepulcros familiares puede ser

tolerada. J6ota( El !#digo de ey !an#nica de @G except2a a los &i0os no bauti-ados de padres

cat#licos, si los padres ten'an la intenci#n de bauti-arlesK. 9n cat#lico no puede casarse con una

persona no bauti-ada sin dispensa, so pena de nulidad. Este impedimento, en cuanto a legitimidad, sederiva de la ley natural, debido a que en dic&as uniones la parte cat#lica y los &i0os del matrimonio

estar'an expuestos, en la mayor'a de los casos, a la p+rdida de la fe. )in embargo, la invalide- de dic&o

matrimonio es una consecuencia s#lo de la ley positiva. Pues, en los inicios de la cristiandad, las

uniones entre los bauti-ados y los no bauti-ados eran frecuentes, y ciertamente se consideraban

v$lidas. !uando surgen circunstancias en las que el peligro de perversi#n para la parte cat#lica es

eliminado, la Iglesia dispensa en su ley de pro&ibici#n, pero siempre requiere garant'a de la parte

cat#lica de que no &abr$ interferencia con los derec&os espirituales de la otra parte. 3er

I%PEDI%E61) DE %A18I%6I4. En general, podemos decir que la Iglesia no reclama

autoridad sobre las personas no bauti-adas, pues se encuentran totalmente fuera de su protecci#n. /i-oleyes que les concierne s#lo en cuanto a las relaciones que sostienen con aquellos su0etos a la Iglesia.

E,ECTOS DEL BAUTISMO

Este sacramento es la puerta de la Iglesia de !risto y la entrada a una nueva vida. 8enacemos del

estado de esclavos del pecado &acia la libertad de los /i0os de Dios. El bautismo nos incorpora con el

cuerpo m'stico de !risto y nos &ace part'cipes de todos los privilegios que fluyen del acto de

redenci#n del Divino undador de la Iglesia. )ubrayaremos a&ora los principales efectos del bautismo.

L% Remisi5n de Todo Pec%do6 O#i'in%l 7 Actu%l

Esto est$ claramente contenido en la Biblia. Por ello leemos 3/ec&os <(4( "!onvert'os y que cada

uno de vosotros se &aga bauti-ar en el nombre de 5esucristo, para remisi#n de vuestros pecados* y



recibir+is el don del Esp'ritu )anto* pues la Promesa es para vosotros y para vuestros &i0os, y para

todos los que est$n le0os, para cuantos llame el )e7or Dios 6uestro". eemos tambi+n en el vig+simo

segundo cap'tulo de los /ec&os de los Ap#stoles 3v. @?4( "ev$ntate, recibe el bautismo y lava tus

pecados". )an Pablo en el quinto cap'tulo de su Ep'stola a los Efesios representa bellamente a la

Iglesia entera siendo bauti-ada y purificada 3v. <: sig4( "!risto am# a la Iglesia y se entreg# a s'

mismo por ella, para santificarla, purific$ndola mediante el ba7o del agua, en virtud de la palabra, y

present$rsela resplandeciente a s' mismo* sin que tenga manc&a ni arruga ni cosa parecida, sino quesea santa e inmaculada". a profec'a de E-equiel 3xxxvi.<:4 tambi+n &a sido entendida como

bautismo( "s rociar+ con agua pura y quedar+is purificados* de todas vuestras impure-as"

3inquinamentis4, donde el profeta incuestionablemente &abla de desviaciones morales. Esta es tambi+n

ense7an-a solemne de la Iglesia. En la profesi#n de fe descrita por el Papa Inocencio III para los

Oaldesianos en @<@;, leemos( !reemos que todos los pecados son perdonados en el bautismo, tanto el

pecado original como aquellos pecados cometidos voluntariamente". El !oncilio de 1rento 3)es. .,

can. v4 anatemati-a a todo aquel que niegue que la gracia de !risto conferida en el bautismo no

perdona la culpa del pecado original* o afirma que todo lo que verdadera y adecuadamente puede ser

llamado pecado no es quitado por ese medio. o mismo es ense7ado por los Padres. )an 5ustino %$rtir 3Apol., I, Ixvi4 declara que en bautismo todos somos creados de nuevo, esto es, consecuentemente,

libres de toda manc&a de pecado. )an Ambrosio 3De %yst., iii4 dice acerca del bautismo( "Esta es el

agua en la cual la carne es sumergida y todo pecado carnal puede ser lavado. 1oda transgresi#n queda

sepultada a&'". 1ertuliano 3De Bapt., vii4 escribe( "El bautismo es un acto carnal en tanto que somos

sumergidos en el agua* pero el efecto es espiritual, pues somos liberados de nuestros pecados". as

palabras de rigen 3En Sen., xiii4 son cl$sicas( ")i transgredes, escribes tu nombre Jc&irograp&umK en

el pecado. Pero, &e aqu' que una ve- que te &ayas acercado a la cru- de !risto y a la gracia del

bautismo, tu nombre est$ fi0a a la cru- y tiene el sello del bautismo". Est$ de m$s multiplicar los

testimonios de las primeras eras de la Iglesia. Es un punto sobre el cual los Padres est$n un$nimementede acuerdo, y se puede citar a )an !ipriano, !lemente de Ale0andr'a, )an /ilario, )an !irilo de

5erusal+n, )an Sregorio 6ac'anceno y otros.

Remisi5n del C%sti'o Tem$o#%l

El bautismo no s#lo lava el pecado, sino que tambi+n remite el castigo por el pecado. Esta fue la

ense7an-a misma de la Iglesia primitiva. eemos en !lemente de Ale0andr'a 3PMdagog. i4 acerca del

bautismo( "Es llamado lavado porque somos lavados de nuestros pecados( es llamada gracia porque

por +l los castigos debidos al pecado son remitidos". )an 5erem'as 3Ep. Ixix4 escribe( "Despu+s del perd#n 3Indulgentiam4 del bautismo, la severidad del 0ue- no debe ser temida". )an Agust'n 3De

Pecc. et %er. II.xxviii4 dice llanamente( ")i inmediatamente despu+s Jdel bautismoK sigue la partida de

esta vida, el &ombre no tendr$ cuenta alguna qu+ rendir Jquod obnoxium &ominem teneatK, pues &abr$

sido liberado de todo lo que le ataba". En perfecto acuerdo con la doctrina inicial, el decreto florentino

establece( "6o se le pedir$ satisfacci#n a los bauti-ados por sus pecados pasados* y si mueren antes de

cometer cualquier pecado, obtendr$n inmediatamente el reino de los cielos y la visi#n de Dios". De la

misma forma el !oncilio de 1rento 3)es. 4 ense7a( "6o existe causa de condenaci#n en aquellos que

&an sido verdaderamente sepultados con !risto por el bautismo...6ada que demore su entrada al

cielo".

In8usi5n de l% )#%ci%6 Dones 7 Vi#tudes So9#en%tu#%les



tro efecto del bautismo es la infusi#n de gracia santificante y dones y virtudes sobrenaturales. Es esta

gracia santificante que considera a los &ombres como &i0os adoptivos de Dios y les confiere el derec&o

a la gloria celestial. a doctrina sobre esta material se encuentra en el cap'tulo s+ptimo acerca de la

0ustificaci#n en la sexta sesi#n del !oncilio de 1rento. %uc&os de los Padres de la Iglesia tambi+n se

extienden sobre esta materia 3tales como )an !ipriano, )an 5eronimo, !lemente de Ale0andr'a, y

otros4, aunque no en el lengua0e t+cnico de los decretos eclesi$sticos posteriores.

Con8e#i# el De#ec:o % )#%ci%s Es$eci%les

Asimismo los te#logos ense7an que el bautismo le da al &ombre el derec&o a aquellas gracias

especiales que son necesarias para obtener el fin para el cual fue instituido el sacramento y para

permitirle cumplir con las promesas bautismales. Esta doctrina de las escuelas, que reclama para cada

sacramento las gracias que son peculiares y diversas seg2n el fin y ob0eto del sacramento, fue ya

enunciado por 1ertuliano 3De 8esurrect., viii4. Es tratado y desarrollado por )anto 1om$s de Aquino

3III(?<(<4. El Papa Eugenio I repite esta doctrina en el decreto para los armenios. Al tratar la gracia

conferida por el bautismo, suponemos que el que recibe el sacramento no pone obst$culo 3obex4 en el

camino de la gracia sacramental. En un infante, esto ser'a imposible por supuesto, y como

consecuencia, el infante recibe inmediatamente toda la gracia bautismal. Es diferente en el caso de un

adulto, pues en tal es necesario que las disposiciones requisito del alma est+n presentes. El !oncilio de

1rento 3)es. I, c. vii4 establece que cada uno recibe la gracia seg2n su disposici#n y cooperaci#n. 6o

debemos confundir un obst$culo 3obex4 al sacramento mismo con un obst$culo a la gracia

sacramental. En el primer caso, est$ impl'cito un defecto en la materia o en la forma, o una falta de la

intenci#n requisito de parte del ministro o del que recibe, y entonces el sacramento es simplemente

nulo. Pero a2n si est$n presentes todos estos requisitos esenciales para constituir el sacramento, puede

a2n &aber un obst$culo en el camino de la gracia sacramental, pues un adulto puede recibir el bautismo por los motivos inadecuados o sin un aborrecimiento real por el pecado. En ese caso la persona sin

duda est$ v$lidamente bauti-ada, pero no participa de la gracia sacramental. )in embargo, si m$s tarde

repara su pasado, el obst$culo ser$ removido y podr$ obtener la gracia que no pudo recibir cuando el

sacramento le fue conferido. En dic&o caso se dice que se revive el sacramento y el rebautismo no

entra en cuesti#n.

Im$#esi5n del C%#;cte# so9#e el Alm%

Por 2ltimo, el bautismo, una ve- conferido v$lidamente, nunca puede repetirse. os Padres 3)an

Ambrosio, !ris#stomo y otros4 entienden as' las palabras del )an Pablo 3/eb., vi.=4 y esta &a sido la

constante ense7an-a de la Iglesia, tanto oriental como occidental desde los primeros tiempos. En

cuanto a esto, se dice que el bautismo imprime un car$cter imborrable sobre el alma, el cual es

llamado por los Padres 1ridentinos como una marca espiritual e indeleble. ue el bautismo 3as' como

la !onfirmaci#n y las )antas #rdenes4 imprimen realmente tal car$cter, se define expl'citamente en el

!oncilio de 1rento 3)es. II, can. ix4, )an !irilo 3PrMp. in !at.4 llama al bautismo "el sello del )e7or".

)an Agust'n compara este car$cter o marca impresa sobre el alma cristiana con el car$cter militar que

se impone a soldados en el servicio imperial. )anto 1om$s trata la naturale-a de este sello indeleble, o

car$cter, en el )umma 3III(?(<4.

os primeros l'deres de la tal llamada 8eformaci#n sosten'an doctrinas muy diferentes de aquellas de

la antig>edad cristiana en cuanto a los efectos del bautismo. utero 3De !aptiv. Bab.4 y !alvino



3Antid. !. 1rid.4 sostienen que este sacramento &ace que el bauti-ado tenga la certe-a de la gracia

perpetua de la adopci#n. tros declaran que el llamado a preocuparse por el bautismo propio nos

liberar'a de los pecados cometidos despu+s de +l* de nuevo, otros dicen que las transgresiones a la ey

Divina, aunque son en s' pecados, no ser$n imputados como pecados a la persona bauti-ada siempre y

cuando tenga fe. os decretos del !oncilio de 1rento, que se opusieron a los errores que prevalec'an

entonces, son testigos de las muc&as teor'as extra7as y novedosas sostenidas por varios exponentes de

la naciente teolog'a Protestante.

MINISTRO DEL SACRAMENTO

a Iglesia distingue entre el ministro ordinario y el extraordinario del bautismo. 1ambi+n se &ace una

distinci#n en cuanto al modo de administrar. El bautismo solemne es aquel que es conferido con todos

los ritos y ceremonias prescritos por la Iglesia, y el bautismo privado es aquel que puede ser

administrado en cualquier momento o lugar seg2n lo exi0a la necesidad. En un tiempo el bautismo

solemne y p2blico era conferido en la Iglesia atina s#lo durante la temporada pascual y de

Pentecost+s. os orientales lo administraban de la misma forma en la Epifan'a.

Minist#o O#din%#io

El ministro ordinario del bautismo solemne es primero el obispo y despu+s el sacerdote. Por

delegaci#n, un di$cono puede conferir el sacramento solemnemente como ministro extraordinario. )e

dice que los obispos son los ministros ordinarios porque son los sucesores de los Ap#stoles, quienes

recibieron directamente el mandato divino( "ayan y ense7en a todas las naciones, bauti-$ndolas en el

nombre del Padre y del /i0o y del Esp'ritu )anto". os sacerdotes tambi+n son ministros ordinarios

debido a que por su oficio y #rdenes sagradas son pastores de almas y administradores de los

sacramentos, y por lo tanto el decreto florentino declara( "El ministro de este )acramento es elsacerdote, a quien pertenece administrar el bautismo por ra-#n de su oficio". )in embargo, como los

obispos son superiores a los sacerdotes por ley Divina, la administraci#n solemne de este sacramento

fue en un tiempo reservada a los obispos, y un sacerdote nunca administraba este sacramento en

presencia de un obispo a menos que se le ordenara &acerlo. o antiguo de esta disciplina puede verse

en 1ertuliano 3De Bapt. vii4( "El derec&o a conferir el bautismo le pertenece al sacerdote en 0efe, que

es el obispo, luego a los sacerdotes y di$conos, pero no sin la autori-aci#n del obispo". Ignacio 3Ep. ad

)myr., viii4( "6o es legal bauti-ar o celebrar el $gape sin el obispo". )an 5erem'as 3!ontra ucif. Ix4

testifica la misma usan-a en sus d'as( ")in crisma y la orden del obispo, ni el sacerdote ni el di$cono

tienen el derec&o de conferir el bautismo". os di$conos son s#lo ministros extraordinarios de

bautismo solemne, pues por su oficio son asistentes de la orden sacerdotal. )an Isidoro de )evilla 3De

Eccl. ff. ii. <:4 dice( "Es claro que el bautismo debe ser conferido s#lo por sacerdotes, y no es legal

ni para los di$conos administrarlo sin permiso del obispo o del sacerdote". 6o obstante, el que los

di$conos fuesen ministros de este sacramento por delegaci#n es evidente por lo citado. In el servicio

de ordenaci#n de un di$cono, el obispo dice al candidato( "e concierne al di$cono ser ministro en el

altar, bauti-ar y predicar". elipe el di$cono es mencionado en la Biblia 3/ec&os, viii4 confiriendo el

bautismo, presumiblemente por delegaci#n de los Ap#stoles. Debe notarse que aunque todo sacerdote,

en virtud de su ordenaci#n, son ministros ordinarios del bautismo, aunque por decretos eclesi$sticos

no puede emplear este poder l'citamente a menos que tenga 0urisdicci#n. Por esto el 8itual 8omano

declara( El ministro leg'timo del bautismo es el sacerdote de la parroquia, u otro sacerdote delegado

por el sacerdote de la parroquia o el obispo del lugar". El )egundo !oncilio Plenario de Baltimore



agrega( "os sacerdotes son merecedores de reprensi#n grave si imprudentemente bauti-an infantes de

otra parroquia o de otra di#cesis". )an Alfonso 3n. @@=4 dice que los padres que traigan a sus &i0os para

ser bauti-ados sin necesidad a un sacerdote diferente a su propio pastor, son culpables de pecar porque

violan los derec&os del sacerdote parroquial. )in embargo, agrega que otros sacerdotes pueden

bauti-ar a dic&os ni7os, si tienen el permiso, ya sea expreso o t$cito o a2n ra-onablemente supuesto,

del pastor mismo. Aquellos que no se &an establecido en alg2n lugar pueden ser bauti-ados por el

pastor de cualquier iglesia que eli0an.

Minist#o E<t#%o#din%#io

En caso de necesidad, el bautismo puede ser administrado l'cita y v$lidamente por cualquier persona

que observe las condiciones esenciales, ya sea que esta persona sea un laico !at#lico o cualquier otro

&ombre o mu0er, &ere0e o cism$tico, infiel o 0ud'o. as condiciones esenciales son que la persona vac'e

agua sobre la persona a ser bauti-ada, pronunciando al mismo tiempo las palabras( "o os bauti-o en

el nombre del Padre y del /i0o y del Esp'ritu )anto". o que es m$s, debe realmente tener la intenci#n

de bauti-ar a la persona, o t+cnicamente, debe tener la intenci#n de llevar a cabo lo que la Iglesia lleva

a cabo cuando administra este sacramento. El 8itual 8omano agrega que, a2n al conferir el bautismo

en casos de necesidad, existe un orden de preferencia en cuanto a ministro. El orden es( si &ay un

sacerdote presente, se le prefiere sobre un di$cono, un di$cono a un subdi$cono, un cl+rigo a un laico,

y un &ombre a una mu0er, a menos que la modestia requiera 3como en casos de parto4 que nadie m$s

excepto una mu0er sea el ministro, o de nuevo, a menos que la mu0er entienda me0or el m+todo de

bauti-ar. El 8itual tambi+n dice que el padre o la madre no deben bauti-ar a su propio &i0o, excepto en

peligro de muerte cuando no &aya nadie m$s que pueda administrar el sacramento. os pastores

tambi+n son instruidos por el 8itual a ense7ar a los fieles, y en especial a las comadronas, el m+todo

adecuado de bauti-ar. !uando se administra un bautismo privado tal, las dem$s ceremonias soncomplementadas posteriormente por un sacerdote, si sobrevive el recipiente del sacramento.

Este derec&o de que cualquier persona bautice en caso de necesidad est$ de acuerdo con la tradici#n y

pr$ctica constante de la Iglesia. 1ertuliano 3De Bapt. ii4 dice, al &ablar de los laicos que tienen la

oportunidad de administrar el bautismo( ")er$ culpable por la p+rdida de un alma, si se niega a

conferir lo que puede &acer libremente", )an 5erem'as 3Adv. ucif., ix4( "En caso de necesidad,

sabemos que tambi+n es permitido a un laico Jbauti-arK( pues como una persona recibe, as' puede dar".

El !oncilio !uarto de etr$n 3cap. irmiter4 decreta( "El )acramento del Bautismo....sin importar por

qui+n es conferido es provec&oso para la salvaci#n", )an Isidoro de )evilla 3can. 8omanus de cons.,iv4 declara( "El Esp'ritu de Dios administra la gracia del bautismo, aunque sea un pagano quien lleve a

cabo el bautismo", el Papa 6icol$s I ense7a a los b2lgaros 38esp, @;=4 que el bautismo por un 0ud'o o

un pagano es v$lido. Debido al &ec&o de que se les impide a las mu0eres cualquier tipo de 0urisdicci#n

eclesi$stica, surgi# necesariamente la cuesti#n respecto a su capacidad para conferir bautismo v$lido,

1ertuliano 3De Bapt., xvii4 se opone fuertemente a que las mu0eres administren este sacramento, pero

no declara que sea inv$lido. De la misma forma, )an Epifanio 3/Mr., Ixxix4 dice acerca de las mu0eres(

"6i a2n el poder de bauti-ar les &a sido otorgado", pero +l &abla de bautismo solemne, el cual es una

funci#n del sacerdocio. Pueden encontrarse expresiones similares en los escritos de otros Padres, pero

s#lo cuando se oponen a la doctrina grotesca de algunos &ere0es, como los marcionitas, pepucianos ycatafrigianos, quienes deseaban que las mu0eres fuesen sacerdotisas cristianas. a decisi#n autoritativa

de la Iglesia, no obstante, es clara. El Papa 9rbano II 3c. )uper quibus, xxx, =4 escribe "Es bautismo

verdadero si una mu0er en caso de necesidad bauti-a a un ni7o en el nombre de la 1rinidad". El decreto



lorentino para los armenios dice expl'citamente( "En caso de necesidad, no s#lo un sacerdote o un

di$cono, sino a2n un laico o una mu0er, a2n un pagano o &er+tico, pueden conferir el bautismo". a

ra-#n principal para esta extensi#n de poder en cuanto a la administraci#n del bautismo es por

supuesto que la Iglesia &a comprendido desde el principio que +ste era el deseo de !risto. )anto 1om$s

3III(?<(4 dice que debido a la absoluta necesidad del bautismo para la salvaci#n de las almas, est$ de

acuerdo con la misericordia de Dios, quien desea que todos sean salvados, que los medios para obtener

este sacramento deben ser puestos, en la medida de lo posible, al alcance de todos* y es por esa ra-#nque la materia del sacramento fue agua com2n, el cual puede obtenerse f$cilmente, asimismo era

adecuado que todo &ombre fuera su ministro. Por 2ltimo, debe notarse que, por ley de la Iglesia, la

persona que administra el bautismo, a2n en casos de necesidad, contrae una relaci#n espiritual con el

ni7o y con sus padres. Esta relaci#n constituye un impedimento que &ar'a que el matrimonio

subsecuente con cualquiera de ellos fuera nulo e inv$lido a menos que se &ubiese obtenido antes una

dispensa. er AI6IDAD.

RECIPIENTE DEL BAUTISMO

1odo ser &umano que no &a sido bauti-ado es su0eto de este sacramento.

B%utismo de Adultos

En cuanto a adultos no &ay dificultad o controversia. El mandato de !risto no except2a a nadie cuando

ordena a los Ap#stoles a ense7ar a todas las naciones y bauti-arles.

B%utismo de In8%ntes

)in embargo, el bautismo de infantes &a sido su0eto de muc&as disputas. os Oaldenses y cataris, y posteriormente los anabaptistas, rec&a-aron la doctrina de que los infantes eran capaces de recibir

bautismo v$lido y algunos sectarios &oy en d'a sostienen la misma opini#n. )in embargo, la Iglesia

!at#lica mantiene absolutamente que la ley de !risto se aplica igualmente a infantes y a adultos.

!uando el 8edentor declara 35uan 4 que es necesario nacer de nuevo del agua y del Esp'ritu )anto con

el fin de entrar al 8eino de Dios, )us palabras deben ser 0ustamente entendidas como que incluye a

todos los que son capaces de tener un derec&o a este reino. A&ora, &a determinado tal derec&o a2n para

aquellos que no son adultos, cuando dice( 3%at., xix, @=4( "%as 5es2s les di0o( YDe0ad que los ni7os

vengan a m', y no se lo impid$is porque de los que son como +stos es el 8eino de los !ielosZ". /a

sido ob0etado que este 2ltimo texto no se refiere a los infantes, pues !risto dice "vengan a m'". En el pasa0e paralelo en )an ucas 3xviii, @:4 sin embargo, el texto dice( "e presentaban tambi+n los ni7os

peque7os para que los tocara", y luego siguen las palabras citadas por )an %ateo. En el texto griego,

las palabras brep&e y prosep&eron se refieren a infantes de bra-os. o que es m$s, )an Pablo 3!ol., ii4

dice que el bautismo en la 6ueva ey &a tomado el lugar de la circuncisi#n de la Antigua ey. Era

especialmente a los infantes que se aplicaba el rito de la circuncisi#n por precepto Divino. )i debe

decirse que no &ay e0emplo en la Biblia sobre el bautismo de infantes, podemos contestar que los

infantes se incluyen en frases tales como( "Ella fue bauti-ada as' como toda su casa" 3/ec&os, xvi,

@:4* "Cl mismo fue bauti-ado, e inmediatamente toda su casa" 3/ec&os, xvi, 4* "o bauti-o la casa

de Est+fanas" 3I !or., i, @?4.

a tradici#n de la antigua cristiandad en cuanto a la necesidad del bautismo de infantes es clara desde

el principio. /emos proporcionado ya muc&as citas evidentes sobre este asunto, al tratar la necesidad



del bautismo. Por lo tanto, unas pocas aqu' ser$n suficientes. El rigen 3en cap. vi, Ep. ad 8om.4

declara( "a Iglesia recibi# de los Ap#stoles la tradici#n de dar el bautismo tambi+n a los infantes".

)an Agust'n 3)erm. i, De erb Apost.4 dice sobre el bautismo de infantes( "Esto la Iglesia siempre

tuvo, siempre sostuvo* esto recibe ella de la fe de nuestros ancestros* esto guarda ella

perseverantemente a2n &asta el fin". )an !ipriano 3Ep. ad idum4 escribe( "Del bautismo y de la

gracia..no debe guardarse al infante quien, por &aber nacido recientemente, no &a cometido pecado,

excepto, que naci# carnalmente de Ad$n, y por ello &a contra'do el contagio de la muerte antigua en su primera natividad* y viene a recibir la remisi#n de pecados con mayor facilidad por esto que no le es

propio, sino que el pecado de otro es perdonado". a carta de )an !ipriano a idus declara que el

!oncilio de !artago en <: reprob# la opini#n de que el bautismo de los infantes debe ser demorado

&asta el octavo d'a despu+s del nacimiento. El !oncilio de %ilevis en =@? anatemati-a a todo aquel

que diga que los infantes nacidos 2ltimamente no deben ser bauti-ados. El !oncilio de 1rento

solemnemente define la doctrina del bautismo de infantes 3)es. II, can. xiii4. 1ambi+n condena 3can.

xiv4 la opini#n de Erasmo de que aquellos que &an sido bauti-ados en la infancia, deben ser de0ados

libres para ratificar o rec&a-ar las promesas bautismales al llegar a adultos. os te#logos tambi+n

llaman la atenci#n al &ec&o de que Dios desea sinceramente que todos los &ombres sean salvados, noexcluye a los infantes, para quienes el 2nico medio posible es el bautismo ya sea de agua o de sangre.

as doctrinas de universalidad del pecado original y de la expiaci#n de !risto que incluye a todos, se

establecen tan clara y absolutamente en las Escrituras de tal modo que no de0an ra-#n s#lida para

negar que los infantes se incluyen al igual que los adultos.

En cuanto a la ob0eci#n de que el bautismo requiere fe, los te#logos responden que los adultos deben

tener fe, pero los infantes reciben la fe &abitual, la cual es infundida en ellos en el sacramento de

regeneraci#n. En cuanto a la fe verdadera, ellos creen en la fe del otro* como )an Agust'n 3De erb.

Apost., xiv, xviii4 dice bellamente( "Cl cree por otro, quien &a pecado por otro". En cuanto a laobligaci#n impuesta por el bautismo, el infante est$ obligado a cumplir en proporci#n a su edad y

capacidad, como en el caso de todas las leyes. Es verdad que !risto prescribi# la instrucci#n y la fe

verdadera para los adultos como necesarios para el bautismo 35uan, iii4. 6o pone restricci#n alguna en

cuanto al su0eto de bautismo* y como consecuencia aunque los infantes son incluidos en la ley, no se

les puede requerir que cumplan condiciones que son imposibles a su edad. Aunque no se niega la

valide- del bautismo de infantes, 1ertuliano 3De Bapt., xviii4 deseaba que el sacramento no les fuera

conferido &asta que &ubiesen obtenido uso de ra-#n, debido al peligro de profanar su bautismo como

0#venes entre las tentaciones de los vicios paganos. De la misma forma, )an Sregorio 6ac'anceno 3r.

xl, De Bapt4 pensaba que el bautismo, a menos que &ubiese peligro de muerte, deb'a diferirse &astaque el ni7o tuviera tres a7os de edad, pues entonces pod'a escuc&ar y responder en las ceremonias. )in

embargo, dic&as opiniones, eran compartidas por pocos, y no conten'an negaci#n de valide- del

bautismo de infantes. Es cierto que el !oncilio de 6eocMsarea 3can. vi4 declara que un infante no

puede ser bauti-ado en el vientre de su madre, pero s#lo ense7aba que ni el bautismo de la madre ni su

fe es com2n a ella y al infante en su vientre, sino que son actos peculiares s#lo de la madre.

El B%utismo de In8%ntes No N%cidos

Esto lleva al bautismo de infantes en caso de parto dif'cil. !uando el 8itual 8omano declara que unni7o no debe ser bauti-ado mientras est$ a2n 3clausus4 en el vientre de su madre, supone que el agua

bautismal no puede llegar al cuerpo del ni7o. !uando, no obstante, esto parece posible, a2n con ayuda

de alg2n instrumento, Benedicto I 3)yn. Diaec., vii, :4 declara que las comadronas deben ser



instruidas para conferir bautismo condicional. El 8itual contin2a diciendo que cuando el agua puede

fluir sobre la cabe-a del infante el sacramento debe administrarse absolutamente* pero si s#lo puede

ser vaciado en alguna parte del cuerpo, el bautismo es indudablemente conferido, pero debe repetirse

condicionalmente en caso de que el ni7o sobreviva a su nacimiento. Debe notarse que en estos dos

2ltimos casos, la r2brica del 8itual supone que el infante &a emergido parcialmente del vientre. Pues si

el feto estaba totalmente guardado, el bautismo debe ser condicionalmente repetido en todos los casos

3e&mFu&l, n, ?@4. En caso de muerte de la madre, el feto debe ser inmediatamente extra'do y bauti-ado, si tuviera alguna vida en +l. os infantes &an sido sacados vivos del vientre despu+s de

morir la madre. Despu+s de &aberse llevado a cabo la incisi#n !es$rea, el feto puede ser

condicionalmente bauti-ado antes de la extracci#n si es posible, si el sacramento es administrado

despu+s de removido del vientre el bautismo debe ser absoluto, siempre y cuando exista la certe-a de

vida alguna. )i despu+s de la extracci#n sea dudoso si vive, debe bauti-arse ba0o la condici#n( ")i

est$s vivo". Debe recordarse a m+dicos, madres y comadronas sobre la grave obligaci#n de

administrar el bautismo ba0o estas circunstancias. Debe tenerse en mente que seg2n la opini#n

prevaleciente entre los instruidos, el feto es animado por un alma &umana desde el principio mismo de

su concepci#n. En los casos de parto en los que el producto sea una masa ciertamente no animada por vida &umana, debe bauti-arse condicionalmente( ")i sois un &ombre".

B%utismo de Pe#son%s con Locu#%

os perpetuamente locos, que nunca &an tenido uso de ra-#n, est$n en la misma categor'a que los

infantes en lo que se refiere a conferir el bautismo, y consecuentemente este sacramento es v$lido si es

administrado.

)i en alg2n tiempo &ubiesen estado sanos, el bautismo otorgado a ellos durante su locura ser'a probablemente inv$lido a menos que &ubiesen mostrado un deseo por +l antes de perder la ra-#n. os

moralistas ense7an que, en la pr$ctica, esta 2ltima clase puede siempre ser bauti-ada

condicionalmente, cuando sea incierto si pidieron alguna ve- ser bauti-ados 3)abetti, no. ??@4. En

cuanto a esto, debe notarse que, seg2n muc&os escritores, cualquiera que tenga un deseo de recibir

todas las cosas necesarias para la salvaci#n, tiene al mismo tiempo un deseo impl'cito de bautismo, y

que un desea m$s espec'fico no es absolutamente necesario.

E<$5sitos

os exp#sitos deben bauti-arse condicionalmente, si no &ay modo de averiguar que &an sido bauti-ados v$lidamente o no. )i se &a de0ado una nota con el exp#sito estableciendo que ya &a recibido

el bautismo, la opini#n m$s com2n es que de todos modos debe recibir el bautismo condicional, a

menos que las circunstancias sean claras en cuanto que el bautismo &a sido sin duda conferido.

[Xane 3no. <@=4 dice que debe seguirse la misma regla cuando las comadrona u otras personas laicas

&an bauti-ado infantes en caso de necesidad.

B%utismo de los =i>os de ?ud@os 7 de P%d#es In8ieles

1ambi+n se discute la cuesti#n de si los &i0os infantes de 0ud'os o infieles pueden ser bauti-ados encontra de la voluntad de sus padres. Para la duda general, la respuesta es un decidido no, porque dic&o

bautismo violar'a los derec&os naturales de los padres, y el infante estar'a expuesto posteriormente al

peligro de perversi#n. Decimos esto, por supuesto, s#lo en cuanto a la licitud de un bautismo tal, pues



si en realidad fuera administrado, sin duda ser'a v$lido. )anto 1om$s 3III(?(@;4 es muy claro al negar

la legalidad de impartir dic&o bautismo, y esto &a sido 0u-gado constantemente por el %agisterio

Pontificio, lo que es evidente por los varios decretos de las !ongregaciones )agradas y del Papa

Benedicto I 3II Bullarii4. Decimos que la respuesta es negativa a la cuesti#n general, porque las

circunstancias particulares pueden requerir una respuesta diferente. Pues indudablemente ser'a l'cito

impartir dic&o bautismo si los ni7os estuvieran en peligro de muerte* o si &ubiesen sido removidos del

cuidado paternal y no &ubiese posibilidad de regresar a +l* o si estuvieran perpetuamente locos* o siuno de los padres consintiera al bautismo* o por 2ltimo, si, despu+s de la muerte del padre, el abuelo

paternal estuviera dispuesto, a2n con la oposici#n de la madre. )in embargo, si los ni7os no fuesen

infantes, sino que tuviesen uso de ra-#n y tuvieran la instrucci#n suficiente, deben ser bauti-ados

cuando la prudencia dicte tal curso.

En el c+lebre caso del ni7o 0ud'o, Edgar %ortara, P'o I sin duda orden# que fuese criado como

cat#lico, a2n en contra de la voluntad de sus padres, pero el bautismo ya le &ab'a sido administrado

unos a7os antes cuando estuvo en peligro de muerte.

B%utismo de los =i>os de P%d#es P#otest%ntes

6o es l'cito bauti-ar a los &i0os en contra de la voluntad de sus padres Protestantes* pues su bautismo

violar'a el derec&o paternal, exponi+ndolos al peligro de perversi#n, y ser'a contrario a la pr$ctica de la

Iglesia. XenricF tambi+n condena fuertemente a las enfermeras que bauti-an a los &i0os de

Protestantes, salvo si est$n en peligro de muerte.

B%utismo Con Consentimiento de P%d#es No C%t5licos

RDebe un sacerdote bauti-ar al &i0o de padres no cat#licos si ellos mismos lo deseanQ !iertamente puede &acerlo si &ay ra-#n para tener la esperan-a de que el ni7o ser$ criado como cat#lico 3!onc.

Prov, Balt., I, decr, x4. 9na a2n mayor seguridad para la educaci#n cat#lica de dic&o ni7o ser'a la

promesa de uno o ambos padres de que ellos mismos abra-ar$n la e.

B%utismo de los Mue#tos

En cuanto al bautismo para los muertos, un pasa0e curioso y dif'cil en la Ep'stola de )an Pablo &a dado

pie a alguna controversia. El Ap#stol dice( "De no ser as' Ra qu+ viene el bauti-arse por los muertosQ

)i los muertos no resucitan en manera alguna Rpor qu+ bauti-arse por ellosQ" 3I !or., xv, <G4. Pareceno &aber duda aqu' de que exista la absurda costumbre de conferir el bautismo sobre cad$veres, como

se practic# m$s tarde en algunas sectas &ere0es. /a sido con0eturado si esta usan-a desconocida de los

!orintios consist'a en alguna persona viva recibiendo un bautismo simb#lico representando a otra que

&ubiese muerto teniendo el deseo de ser cristiano, pero que no pudo reali-ar su deseo de ser bauti-ado

por una muerte no prevista. Aquellos que dan esta explicaci#n dicen que )an Pablo meramente se

refiere a esta costumbre de los !orintios como un argumentum ad &ominen, cuando se discute la

resurrecci#n de los muertos, sin aprobar la usan-a mencionada.

El ar-obispo %acEvilly en su exposici#n de las Ep'stolas de )an Pablo, sostiene una opini#n diferente.Parafrasea el texto de )an Pablo como sigue( "tro argumento a favor de la resurrecci#n. )i los

muertos no &an de surgir, Rqu+ significa la profesi#n de fe en la resurrecci#n de los muertos, que se

&ace en el bautismoQ RPor qu+ somos todos bauti-ados con una profesi#n de fe en su resurrecci#nQ" El



ar-obispo comenta lo siguiente( "Es casi imposible recapitular algo parecido a la certidumbre en

cuanto al significado de estas palabras de significado tan oculto, de la gama de interpretaciones que

&an sido aventuradas en cuanto a ellas 3vea la Disertaci#n de !almet sobre la materia4. En primer

lugar, toda interpretaci#n que refiere las palabras \bauti-ado[, o \muerto[ con pr$cticas ya sea err#neas

o mal+ficas, que los &ombres podr'an &aber empleado para expresar sus creencias en la doctrina de la

resurrecci#n, debe ser rec&a-ada* pues no parece de ning2n modo posible que el Ap#stol fundamentara

un argumento, a2n si fuera lo que los l#gicos llaman un argumentum ad &ominen, sobre una pr$cticaviciada o err#nea. Adem$s, un sistema de ra-onamiento tal ser'a bastante inconcluso. Por esto, las

palabras no deben ser referidas ya sea con los !linics, bauti-ados a la &ora de la muerte, o a los

bautismos vicarious en uso entre los 0ud'os, para sus amigos que partieron sin el bautismo. a

interpretaci#n adoptada en el parafraseo &acen que las palabras se refieran al )acramento del

Bautismo, al cual todos estaban obligados, como condici#n necesaria, a acercarse con fe en la

resurrecci#n de los muertos. \!redo in resurrectionem mortuorum[. Esta interpretaci#n ]aquella

adoptada por )an !ris#stomoH tiene la venta0a de dar a las palabras \bauti-ado[ y \muerto[ su

significado literal. El 2nico inconveniente es que se introduce la palabra resurrecci#n. Pero es

entendido en todo el contexto y se respalda por una referencia a otros pasa0es de la Escritura. Pues, a partir de la Ep'stola a los /ebreos 3vi, <4 parece que un conocimiento de la fe en la resurrecci#n fue

uno de los puntos elementales de instrucci#n requerida para el bautismo de adultos* y por esto las

Escrituras mismas proporcionan el fundamento para la introducci#n de la palabra. Existe otra posible

interpretaci#n, la cual entiende las palabras \bautismo[ y \muerte[ en un sentido metaf#rico, y se

refiere a ellas en los sufrimientos de los Ap#stoles y &eraldos de la salvaci#n en su predicaci#n de la

Palabra a los infieles, muertos a la gracia y la vida espiritual, con la esperan-a de &acerles part'cipes en

la gloria de una feli- resurrecci#n. a palabra \bautismo[ es empleada en la Escritura en este sentido,

a2n por nuestro Divino 8edentor mismo ] \1engo un bautismo con el cual ser bauti-ado[, etc. la

palabra \muerte[ es empleada en varias partes del 6uevo 1estamento para designar a aquellosespiritualmente muertos a la gracia y a la 0usticia. En griego, las palabras \para los muertos[, uper ton

neFron esto es, por cuenta de o a nombre de los muertos, servir'a para confirmar, el alg2n grado, esta

2ltima interpretaci#n. Estas parecen ser las interpretaciones m$s probables de este pasa0e* cada uno,

sin duda, tiene sus dificultades. El significado de las palabras les fue conocido a los corintios en los

tiempos del Ap#stol. 1odo lo que puede ser conocido en cuanto a su significado en este per'odo

remoto, no puede ir m$s all$ de las fronteras de la probable con0etura" 3loc. cit., cap. xv* cf. tambi+n

!ornely en Ep. @ !or.4.

ASOCIADO AL BAUTISMOB%$tiste#io

)eg2n los c$nones de la Iglesia, excepto en caso de necesidad, el bautismo debe ser administrado en

iglesias 3!onc. Prov. Balt., I, Decreto @?4. El 8itual 8omano dice( "as iglesias en las cuales exista

una pila bautismal, o donde exista un baptisterio cercano a la iglesia". El t+rmino "baptisterio" es

com2nmente aplicado al espacio destinado para conferir el bautismo. De la misma forma los griegos

emplearon p&otisterion con el mismo fin ]una palabra derivada de la designaci#n de )an Pablo del

bautismo como "iluminaci#n". as palabras del 8itual ya citadas, sin embargo, significan que

"baptisterio" es una construcci#n separada &ec&a con el fin de administrar el bautismo. Dic&asedificaciones &an sido construidas en oriente y occidente, as' como en 1iro, Padua, Pisa, lorencia y

otros lugares. En dic&os baptisterios, adem$s de la pila, tambi+n se construyeron altares* y aqu' se

confer'a el bautismo. )in embargo, como regla, la iglesia misma contiene un espacio delimitado con



barandas que contiene la pila bautismal. En la antig>edad las pilas eran anexadas s#lo en las iglesias

catedrales, pero en el presente casi toda iglesia parroquial tiene una pila. Este es el sentido del decreto

de Baltimore citado anteriormente. El !oncilio Plenario )egundo de Baltimore declar#, no obstante,

que si los misioneros 0u-gan que la gran dificultad de traer un infante a la iglesia es ra-#n suficiente

para bauti-ar en una casa particular, entonces deben administrar el sacramento con todos los ritos

prescritos. a ley ordinaria de la Iglesia es que cuando se confiera el bautismo privado, el resto de las

ceremonias deben complementarse no en la casa, sino en la iglesia misma. El 8itual tambi+n instruyeque la pila debe ser de material s#lido, para que el agua bautismal sea conservada con seguridad. 9na

baranda debe rodear la pila, y debe adornarla una representaci#n de )an 5uan bauti-ando a !risto. a

cubierta de la pila usualmente contiene los santos #leos empleados en el bautismo, y esta cubierta debe

estar ba0o cerro0o y llave, seg2n el 8itual.

A'u% B%utism%l

Al &ablar de la material del bautismo, establecimos que todo lo que se requiere para su valide- es agua

verdadera y natural. Al administrar el bautismo solemne, sin embargo, la Iglesia prescribe que el agua

utili-ada debe &aber sido consagrada el )$bado de Sloria o en la v'spera de Pentecost+s. Por lo tanto,

para la licitud 3no valide-4 del sacramento, el sacerdote est$ obligado a utili-ar agua consagrada. Esta

costumbre es tan antigua que no podemos descubrir su origen. )e encuentra en la mayor'a de las

liturgias antiguas de las Iglesias atina y Sriegas y se menciona en las !onstituciones Apost#licas

3II, =4. a ceremonia de su consagraci#n es clara y simb#lica. Despu+s de signar el agua con la

cru-, el sacerdote la divide con su mano y la lan-a a las cuatro esquinas de la tierra. Esto significa el

bauti-o de todas las naciones. Despu+s respira sobre el agua y sumerge el cirio pascual en +l.

Entonces vac'a en el agua, primero el #leo de los catec2menos y luego el crisma sagrado, y por 2ltimoambos #leos santos 0untos, pronunciando re-os adecuados. Pero Rqu+ sucede si durante el a7o la

provisi#n de agua consagrada es insuficienteQ En ese caso, el 8itual declara que el sacerdote puede

agregar agua com2n a lo que resta, pero s#lo en menor cantidad. )i el agua consagrada parece p2trida,

el sacerdote debe examinar si realmente es as', pues la apariencia puede ser causada s#lo por la

a7adidura de los santos #leos. )i realmente se &a tornado p2trida, la pila debe ser renovada y debe

bendecirse agua fresca por medio de una forma se7alada en el 8itual. En los Estados 9nidos, el

%agisterio Pontificio &a autori-ado una f#rmula breve para la consagraci#n de agua bautismal 3!onc.

Plen. Balt., II4.

S%ntos -leos

En el bautismo, el sacerdote emplea el #leo de los catec2menos, el cual consta de aceite de oliva y

crisma, +ste 2ltimo siendo una me-cla de b$lsamo y aceite. os #leos son consagrados por el obispo el

5ueves )anto. a unci#n en el bautismo es recordada por )an 5ustino, )an 5uan !ris#stomo y otros

ancianos Padres. El Papa Inocencio I declara que es crisma debe aplicarse en la corona de la cabe-a,

no en la frente, pues esto 2ltimo se reserva a los obispos. o mismo puede encontrarse en los

)acramentarios de )an Sregorio y )an Selasio 3%artene, I, i4. En el rito griego el #leo de los

catec2menos es bendecido por el sacerdote durante la ceremonia bautismal.

P%d#inos



!uando los infantes son solemnemente bauti-ados, las personas asisten a la ceremonia a &acer la

profesi#n de fe a nombre del ni7o. Esta pr$ctica viene de la antig>edad y es atestiguada por 1ertuliano,

)an Basilio, )an Agust'n y otros. Dic&as personas son designadas sponsores, offerentes, susceptores,

fide0ussores, y patrini. El t+rmino en espa7ol es padrino y madrina. Cstos, a falta de los padres, est$n

obligados a instruir en lo referente a la fe y la moralidad. Es suficiente un padrino y no se permite m$s

de dos. En el caso de que sean dos, uno debe ser &ombre y el otro mu0er. El fin de estas restricciones

es el &ec&o de que el padrino contrae una relaci#n espiritual con el ni7o y sus padres, lo que ser'a unimpedimento de matrimonio. os padrinos mismos deben ser personas bauti-adas que tengan uso de

ra-#n y deben &aber sido designados como padrinos por el sacerdote o los padres. Durante el bautismo

deben tocar f'sicamente al ni7o ya sea personalmente o por alg2n otro medio. o que es m$s, se

requiere que tengan realmente la intenci#n de asumir las obligaciones como padrinos. Es deseable que

&ayan sido confirmados, pero esto no es absolutamente necesario. A ciertas personas se les pro&ibe

actuar como padrinos. Ellos son( miembros de #rdenes religiosas, personas de matrimonios distintos, o

los padres de los que van a ser bauti-ados, y en general aquellos ob0etables por ra-#n de infidelidad,

&ere0'a, excomuni#n o que son miembros de sociedades secretas condenadas, o pecadores p2blicos

3)abetti, no. ??4. os padrinos tambi+n son empleados en el bautismo solemne de adultos. 6unca sonnecesarios en el bautismo privado.

Nom9#e B%utism%l

Desde los primeros tiempos se daban nombres en el bautismo. Al sacerdote se le indica que nombres

obscenos, fabulosos y rid'culos, o aquellos de dioses paganos o de &ombres infieles no sean

impuestos. Al contrario, el sacerdote &a de recomendar nombres de santos. Esta r2brica no es precepto

riguroso, pero es indicado que el sacerdote &aga lo que pueda en cuanto a este asunto. )i los padres

son ra-onablemente obstinados, el sacerdote puede agregar el nombre de un santo a aquel en el cual seinsiste.

Tnic% B%utism%l

En la Iglesia primitiva, el recientemente bauti-ado vest'a una t2nica blanca por un cierto tiempo

despu+s de la ceremonia 3)an Ambrosio, De %yst., c. vii4. !omo los bautismos solemnes se llevaban a

cabo en v'speras de Pascua o Pentecost+s, las vestiduras blancas se asociaron con aquellas

festividades. Por ello, el )abbatum in Albis y Dominica in Albis recibieron sus nombres de la

costumbre de de0ar de usar en ese tiempo la t2nica bautismal que &ab'a sido vestida desde la vigilia

anterior de Pascua. )e cree que el nombre en ingl+s para Pentecost+s ]\N&itsunday[ o \N&itsuntide[,

tambi+n se deriv# de las vestiduras blancas de los recientemente bauti-ados^. En nuestro ritual &oy en

d'a, se coloca un velo blanco por un momento en la cabe-a del catec2meno como un substituto de la

t2nica bautismal.

CEREMONIAS DE BAUTISMO

os ritos que acompa7an la abluci#n bautismal son tan antiguas como &ermosas. os escritos de los

primeros Padres y las liturgias antiguas muestran que la mayor'a de los ritos se derivan de tiempos

Apost#licos. El infante es tra'do a la puerta de la Iglesia por los padrinos, donde es recibido por elsacerdote. Despu+s que los padrinos &an solicitado la fe de la Iglesia de Dios en nombre del ni7o, el

sacerdote respira sobre su rostro y exorci-a el esp'ritu maligno. )an Agust'n 3Ep. cxciv, Ad )ixtum4

&ace uso de esta pr$ctica Apost#lica de exorci-ar para demostrar la existencia del pecado original.



Entonces la frente y el pec&o del infante son signados con la cru-, el s'mbolo de redenci#n. A

continuaci#n sigue la imposici#n de manos, una costumbre ciertamente tan antigua como los

Ap#stoles. uego se coloca un poco de sal en la boca del ni7o. "!uando se coloca sal en la boca de la

persona a ser bauti-ada", dice el !atecismo del !oncilio de 1rento, "significa que, por la doctrina de la

fe y el don de la gracia, debe ser liberado de la corrupci#n del pecado, experimentando un gusto por

las obras buenas, y go-ar con el alimento de la sabidur'a divina". !olocando su estola sobre el ni7o, el

sacerdote lo introduce a la iglesia, y en el camino a la pila los padrinos &acen una profesi#n de fe por el infante. El sacerdote toca a&ora las ore0as y fosas nasales del ni7o con esputo. El significado

simb#lico se explica a continuaci#n 3!at. !. 1rid.4( ")us fosas nasales y ore0as son despu+s tocadas

con esputo e inmediatamente es enviado a la fuente bautismal, que, al igual que la vista fue restaurada

en el &ombre ciego mencionado en la Palabra, a quien el )e7or, despu+s de &aber esparcido barro

sobre sus o0os, le mand# a lavarse en las aguas del )ilo+* as' tambi+n puede entender que la eficacia de

la sagrada abluci#n es tal como traer lu- a la mente para discernir la verdad celestial". El catec2meno

a&ora &ace la triple renunciaci#n a )atan$s, sus obras y sus pompas, y es ungido con el #leo de los

catec2menos sobre el pec&o y entre los &ombros( ")obre el pec&o, que por don del Esp'ritu )anto,

pueda arro0ar de s' el error y la ignorancia y recibir la fe verdadera, \pues el 0usto vivir$ por la fe[3S$latas (@@4* sobre los &ombros, que por la gracia del esp'ritu santo, pueda sacudir de s' la

negligencia y la apat'a y participar en buenas obras* \la fe sin obras est$ muerta[ 3)antiago <(<?4", dice

el !atecismo.

El infante a&ora, a trav+s de sus padrinos, &ace una declaraci#n de fe y pide el bautismo. El sacerdote,

&abiendo mientras tanto cambiado su estola violeta por una blanca, administra entonces la abluci#n en

tres partes, &aciendo el signo de la cru- tres veces con la corriente de agua que vac'a sobre la cabe-a

del ni7o, diciendo al mismo tiempo( "6 , yo te bauti-o en el nombre del Padre y del /i0o y del Esp'ritu

)anto". Durante la abluci#n, los padrinos del ni7o ya sea lo sostienen o al menos lo tocan. )i el bautismo es por inmersi#n, el sacerdote sumerge la parte posterior de la cabe-a tres veces en el agua

en la forma de una cru-, pronunciando las palabras sacramentales. a corona de la cabe-a del ni7o es

a&ora ungida con crisma, "para conferirle el entendimiento de que de ese d'a en adelante est$ unido

como miembro a !risto, su cabe-a, e in0ertado en )u cuerpo* y por lo tanto es llamado cristiano por

!risto, pero !risto por crisma" 3!atec.4. A&ora se coloca un velo blanco sobre la cabe-a del infante

con las palabras( "8ecibe esta vestidura blanca, y que puedas llevar sin manc&a antes del 0uicio de

6uestro )e7or 5esucristo, y que tengas vida eterna. Am+n". Entonces se coloca en el catec2meno una

vela encendida, mientras el sacerdote dice( "8ecibe esta llama encendida, y que conserves tu bautismo

sin culpa. bserva los mandamientos de Dios* que, cuando 6uestro )e7or &aya de venir a )us nupcias, puedas salir a )u encuentro con todos los )antos y puedas tener vida por siempre, y vivir por siempre.

Am+n". Entonces se le invita al nuevo cristiano a ir en pa-.

En el bautismo de adultos, todas las ceremonias esenciales son las mismas que las de los infantes. )in

embargo, existen algunas adiciones que le distinguen. El sacerdote viste la capa sobre sus otras dos

vestiduras, y debe ser asistido por un n2mero de cl+rigos o al menos por dos. %ientras que el

catec2meno aguarda fuera de la puerta de la iglesia, el sacerdote recita algunos re-os en el altar. uego

procede al lugar donde est$ el candidato, y le &ace las preguntas y lleva a cabo los exorcismos casi

como se prescribe en el ritual para los infantes. )in embargo, antes de administrar la sal bendita,solicita al catec2meno &acer una renuncia expl'cita de la forma de error a la que estaba previamente

ad&erido, y despu+s es signado con la cru- en la ce0a, ore0as, o0os, fosas nasales, boca, pec&o y entre

los &ombros. Despu+s, el candidato, de rodillas, recita tres veces el Padrenuestro, y se &ace una cru-



sobre su frente, primero por el padrino y luego por el sacerdote. Despu+s de esto, tom$ndole de la

mano, el sacerdote le gu'a &acia dentro de la iglesia, donde adora postrado y levant$ndose recita el

!redo de los Ap#stoles y el Padrenuestro. as dem$s ceremonias son pr$cticamente las mismas que

para los infantes. Debe notarse que debido a la dificultad de llevar a cabo con el esplendor adecuado el

ritual para bauti-ar a los adultos, los obispos de los Estados 9nidos obtuvieron permiso del %agisterio

Pontificio para en su lugar emplear el ceremonial del bautismo de infantes. Esta dispensa general dur#

&asta @:, cuando la ley ordinaria de la Iglesia entr# en vigor. 3ea BA1I%8E, !6!II) DE4.)in embargo, algunas di#cesis de Estados 9nidos, obtuvieron permisos individuales para continuar

con el uso el ritual para infantes en la administraci#n de bautismo para adultos.

BAUTISMO META,-RICO

El nombre "bautismo" en ocasiones se aplica inadecuadamente a otras ceremonias.

B%utismo de C%m$%n%s

Este nombre &a sido dado a la bendici#n de campanas, al menos en rancia, desde el siglo once. )ederiva del lavado de la campana con agua bendita que lleva a cabo el obispo, antes de ungirla con el

#leo de enfermos sin incluir crisma e incluy+ndolo. )e coloca un incensario &umeante ba0o ella. El

obispo ora para que estos sacramentales de la Iglesia puedan, al sonar de la campana, lan-ar a los

demonios al vuelo, proteger de las tormentas y llamar a los fieles a la oraci#n.

B%utismo de N%es

Al menos desde los tiempos de las !ru-adas, los rituales &an contenido una bendici#n para naves. El

sacerdote ruega a Dios bendecir al buque y proteger a aquellos que navegan en +l, como lo &i-o con elarca de 6o+, y Pedro, cuando el Ap#stol se &und'a en el mar. a nave es entonces rociada con agua

bendita.

NIIA% /.N. A66I6S 1ranscrito por !&arles )Oeeney, )5 1raducido por uc'a essan

Bautizo - Enciclopedia Católica

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