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50 HISTORIAS SELECCIONADAS
NDICE:
El coche de la libertad - Por Celia...pg.3
El coche de mis veranos - Por Cristina..pg.4
Vocho, mi vida - Por Nanci Franco Luin.pg.5
[La simple conjugacin del verbo amar] - Por Daniel...pg.6
Mi (casi) primera vez - Por Vctor....pg.7
Uno ms en la familia - Por Oscar.....pg.8
Mi primera vez - Por Vernica Rodriguez...pg.12
La chica de la ventana - Por Nuria Fernndez Muoz....pg.12
La historia de mi vida - Por Monica Velo...pg.13
Bienvenidos a la vida - Por Xavier Hernndez.pg.14
Un Escarabajo sedn y mucho rock & roll - Por Vicente Conejero....pg.15
Escarabajo Playero - Por Covadonga Hernandez Alonso..pg.17
Ms de un coche, una forma de vida - Por Fernando Rodrguez Gonzlez..pg.18
Mi smbolo de la revolucin - Por Mara Teresa Espins..pg.21
El Beetle de mis sueos - Por Ana.....pg.21
Stendhal y Dal comparten Beetle - Por Begoa.pg.22
En memoria de mi abuela - Por Rocio...pg.24
Quin es ese? - Por Nerea.....pg.25
Un reloj, un abrigo, unas tostadas y un escarabajo - Por lvar.pg.26
Mad men de andar por casa - Por Enrique....pg.27
Pars bien vale una misa - Por Alfredo.......pg.28
Nunca olvidare mi historia de vampiros en un Beetle amarillo - Por Patricia
Palmeiro.....pg.29
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El Presente, El Recuerdo, El Encuentro, Somos Fanticos o Romnticos? -
Por Jorge ForesMomblanch.......pg.30
Un escarabajo a pedales - Por Chelo.pg.32
Verano indio - Por Albert Casas...pg.33
Tesoro submarino - Por Nelo Garca......pg.34
Huevos milenarios - Por Mara Borrs....pg.36
Mayo de 1968 en Pars - Por Laura Collado...pg.37
Cuntos camellos vale un Beetle? - Por Pep Prior......pg.38
Nuestro "Vochito" mexicano - Por Marina....pg.39
La nave del desguace - Por Javier Mirabet Belda....pg.41
El viaje soado - Por Juan Ramn......pg.42
El chico de la margarita azul - Por Rosa Maria Varona..pg.43
Beetle verde manzana - Por Claudia Vives-Fierro....pg.45
Pero era nuestro coche - Por Carlos......pg.47
Un ao de "amor" - Por Cristina.......pg.48
Wolkswi quiso eclipsar la boda - Por Carme Poma....pg.49
Me exalta lo nuevo y me enamora lo viejo - Por Vicente Soler Sanchispg.50
Volks Avenida - Por Roberto.....pg.52
Tengo un Escarabajo vestido de azul y lleno hasta los topes - Por Javier.pg.53
Aquel verano, aquel amor - Por Patxi........pg.54
Coche de pap - Por Eusebio Rivero Veig..pg.55
Y ahora qu hacemos - Por Josep......pg.55
Para un roto y un descosido - Por Jos Carlos...pg.56
Escapada - Por Pilar...........pg.56
El camino es lo que importa - Por Guillermo Ruiz...pg.58
Nuestra primera excursin - Por Laura..pg.59
Un escarabajo muy mediterrneo - Por Jorge Vallet..pg.60
La Bella, la Bestia y el Escarabajo - Por Amadeo de Mingo.....pg.61
El coche-souvenir - Por Jos Manuel lvarez Cruz........pg.62
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El coche de la libertad
Por: Celia
18 de febrero 2011
Sinopsis
En 1976 conoc a mi futuro marido. Los dos ramos activistas y los dos queramos
cambiar el mundo. Pero lo que no cambiamos nunca fue nuestro escarabajo rojo.
Contenido
Mi familia siempre fue muy tradicional. Mis padres me educaron en una estricta moral
catlica, y no fue fcil convencerles de que quera ir a la Universidad. Para ellos, el
bachillerato ya era suficiente para una mujer, cuya principal funcin en la vida era
atender la casa, el marido y los hijos como Dios manda. Sin embargo, yo tena otros
planes.
Desde pequeita mi pasin fueron los animales y siempre quise dedicarme a algo
relacionado con ellos. En la adolescencia decid estudiar biologa y como dije al
principio, no fue fcil, pero quizs el desgaste o quizs que mis padres no podan
rebelarse contra los nuevos vientos de cambio que se respiraban en la convulsa poca
de la transicin, al final cedieron.
As que a los 18 aos inauguraba de repente una vida nueva, fuera de mi pueblo,
fuera de las estrictas normas de casa, fuera del qu dirn. An as, el primer ao no
pude evitar que mi familia me acomodara en una residencia universitaria para
seoritas donde haba un frreo control, sobre todo de las entradas y salidas, y no en
un piso compartido como yo quera. Pero no importa eso, no importa, porque ahora s
que aquel otoo del 76 empezaba, por fin, mi libertad.
Mis amigos, no poda ser de otra manera, acabaron siendo los ms rojos, los ms
activistas, los que se apuntaban a todas las manifestaciones y convocaban todas las
asambleas, y ocupaban el claustro e interrumpan las clases para repartir octavillas.
Pronto yo fui una ms.
Cambi las faldas plisadas por pantalones de campana y las canciones de misa por
los cantos de libertad. Un da fuimos todos juntos a otra universidad; all se iba a
celebrar una reunin de varias asociaciones de estudiantes.
Era el 13 de diciembre de 1976. Lo recuerdo perfectamente porque fue el da que le
conoc. Estbamos todos sentados en las escaleras de entrada de la facultad: Pili,
Vctor, Tomeu, Rosa, Albert esperbamos como siempre al tardn de Emilio.
De repente, apareci un Volkswagen Escarabajo rojo. Era reluciente, brillante, como
recin salido de fbrica.
Mira, se debe ser Jordi, el de Letras, que hoy cierra el mtin. Lo s por el coche, es la
envidia de todos
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El escarabajo par delante nuestro y de l baj un chico alto y desgarbado, con unas
patillas enormes, tan tpicas en aquella poca. Vesta pantaln de pana negro, una
trenca beige y llevaba unas enormes gafas. Recuerdo que yo miraba
intermitentemente al coche y a l, a l y al coche, y no poda decir cul de las dos
visiones me haba impactado ms. Jordi el de Letras era todo un mito entre los
estudiantes militantes: por su hbil discurso, por sus ingeniosas diatribas, por la pasin
contagiosa que desprenda en todas sus intervenciones.
As que ese chico de gafas grandes y coche reluciente era l No lo pens dos
veces. Me levant y me dirig hacia l tendindole la mano.
Hola, soy Celia, de biologa. He odo hablar mucho de ti. Me encanta tu coche.
l me mir sorprendido y luego sonri.
Es la nica concesin al capitalismo que me permito. Y no lo cambiara por nada del
mundo. Eso s, siempre tuve muy claro de qu color iba a ser cuando por fin pudiera
comprarme uno.
Han pasado 34 aos y Jordi y yo tenemos tres hijos. El escarabajo rojo sigue en el
garaje de casa, nunca quisimos deshacernos de l. Aquel 13 de diciembre, despus
de la asamblea, me llev a dar una vuelta. Ola a limpio. Recuerdo que la gente por la
calle se giraba al verlo. Me gusta cmo quedas en mi coche me dijo cuando sub. As
que decid que no iba a bajarme nunca.
El coche de mis veranos
Por: Cristina
20 de febrero 2011
Sinopsis
En mis recuerdos de infancia est muy presente el Volkswagen Escarabajo de mi
abuelo. Tanto, que cada noche le explico a mi hijo las aventuras que vivamos mi
abuelo y yo en el Escarabajo.
Contenido
Me llamo Cristina, tengo 37 aos y una vida corriente: trabajo estable, un marido y un
hijo maravillosos, una hipoteca A veces me paro a pensar en lo rpido que va el
tiempo y en cmo han cambiado las cosas. Mi hijo Ramn lleg el otro da del cole
muy asombrado porque haban plantado una alubia y estaba empezando a brotar. Ese
milagro de la naturaleza le pareca inslito. De repente yo ca en la cuenta de que
Ramn siempre haba vivido en la ciudad y sin contacto con la naturaleza.
Cuando yo era pequea, pasaba los veranos en Figueres, Girona, donde vivan mis
abuelos. Ahora la ciudad est muy cambiada, pero entonces an existan muchos
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descampados. Mis abuelos vivan en una casa de dos plantas, y tenan gallinas y
conejos. Recuerdo a mi abuela en la cocina despellejando uno para cocinarlo como si
tal cosa. Tambin bamos a recoger leche a la vaquera con una lechera de latn.
Todo eso ha desaparecido. Pero lo que ms me gustaba de las vacaciones era
acompaar a mi abuelo al huerto. Lo tena en la otra punta de Figueras, as que
bamos en coche. El coche de mi abuelo era ni ms ni menos que un Volkswagen
Escarabajo de color azul, muy antiguo, pero que l conservaba impecable. Cada da le
pona una especie de funda, y eso que lo tena en el garaje. Era su orgullo.
Mi abuelo y yo subamos en el escarabajo y la gente de Figueres saba que se era el
coche de mi abuelo, y nos saludaban por la calle. Luego pasbamos el da plantando o
recogiendo hortalizas, comamos un bocata bajo la morera y volvamos a casa, donde
la abuela preparaba deliciosas tortillas con huevos de sus gallinas.
Mis abuelos ya no viven, y por un instante pens llevar a mi hijo a Figueres y
ensearle la antigua casa, pero creo que no es buena idea. Ahora ya no existe, ni
tampoco el huerto. No est la vaquera, ni la morera. Y por supuesto, tampoco est el
Volkswagen Escarabajo. Para mi subir a aquel coche era empezar cada da una
aventura. Ya casi no se ven de esos antiguos, pero yo lo recuerdo perfectamente en
mi mente. En vez de llevarle, he decidido contarle a Ramn las historias de mi
infancia. Y curiosamente, la parte que ms le gusta es la del coche. Delante del
ordenador, he buscado en Google una foto de un escarabajo como el del abuelo. Y le
ha encantado.
Esta noche le he contado otra vez cmo mi abuelo y yo bamos al huerto en el
Volkswagen Escarabajo. Antes de dormirse me ha dicho: mam, cuando sea mayor
yo tambin tendr un coche escarabajo y te llevar a plantar alubias como la del cole.
Vocho, mi vida
Por: Nanci Franco Luin
28 febrero 2011
Sinopsis
Siempre quise un vocho, desde que era una nia. Al fin lo compr, y desde entonces
ha sido parte de mi vida. Me ha acompaado a donde he ido y, ahora, tambin es
parte de la vida de mis hijas. Somos tres mujeres que amamos los vochos.
Contenido
Siempre me han gustado los vochos. Cuando era nia, el esposo de mi ta nos llevaba
a pasear en su vocho: caban l, su esposa, sus dos hijas, mi mam, mi ta, mi abuela
y yo. No s cmo lo haca, pero todas entrbamos en el vehculo. Siempre me fascin
la prctica sencillez del escabarajo, su forma nica y atractiva.
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Pasaron los aos y, finalmente, pude comprar un vocho. Ahorr y logr juntar
suficiente dinero para hacerlo. El da que lo fui a sacar de la agencia apenas haba
aprendido a manejar. Pero estaba empeada en que ese vehculo, tan largamente
deseado, saldra manejado por m. Y as fue! Aprend a manejar usando mi vocho, y
me identifiqu totalmente con l desde el principio.
Eso fue hace trece aos. En mi vocho viajamos por Centroamrica, y nunca nos fall.
Pasaron casi dos aos sin que pudiera hacerle un servicio, y nunca fall. Es un carro
fiel, fuerte, noble, resistente y agradecido. Es un carro bueno, que nunca nos deja
tiradas a medio camino. Es un carro en el cul me siento segura y acompaada. S,
amo a mi vocho.
Ahora tengo dos hijas pequeas. Coloco sus sillas en el asiento de atrs. Ellas van
felices all. Siempre llevamos muchas cosas: locheras, mochilas, comida, bolsos,
libros... pero todo cabe si lo s acomodar. No nos hace falta ms espacio, slo tengo
que organizar todo muy bien. A mis hijas les gusta el vocho, les encanta ver a otros
vochos en el camino, los sealan y saludan. Mi vocho, incansable y bueno, nos lleva a
todos lados: al colegio, a la guardera, al trabajo, a la universidad, al supermercado, a
pasear... Es mi compaero ideal, inseparable.
Me gusta lavar a mi vocho. Pasarle la esponja con agua y jabn, restregarlo
suavemente, secarlo y encerarlo. Es como darle cario, como acariciarlo para que
sepa cunto lo quiero, para que sepa que es parte importante de mi vida y que estoy
agradecida con l.
Cada noche lo veo antes de irme a acostar. Mi vocho es como un sueo que hice
realidad. Con el pensamiento, con el corazn, le digo cada noche "que descanses,
gracias por todo". Luego me voy a dormir. Mi vocho nos espera maana, abierto y
generoso, para llevarnos de nuevo por el mundo.
[La simple conjugacin del verbo amar]
Por: Daniel
1 de marzo 2011
Sinopsis
Pudimos volar...., lo juro, por mil y un amaneceres, por cada una de las miles y
kilomtricas carreteras que nos llevaron al fin del mundo.
Contenido
Nos subimos en aquel coche de esencia mstica y arrolladora, un escarabajo,
cargados con nuestras escasas pertenencias. Treinta y tres euros y veintitrs
cntimos, 4 Cd,s para grabar labandasonoradenuestravidaencomn, y dos billetes a la
libertad. Solo Ella y Yo, y no nos haca falta nada ms. Habamos decidido ir a muerte
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por nuestros sueos. Ella crea que juntos sera ms sencillo...Yo, que mientras
siguiramos amndonos, qu importaba el resto.
[El aire intentando llevarse su pelo. Hace sol en su rostro. Me mira y sonre. Est
preciosa Es feliz igual que yo?
... Ponemos la radio... la primera cancin de la emisora que se sintonice ser la
cancin que nos recuerde ese momento por siempre; por suerte esa cancin nos
revolucion la piel. Entonces la mir, y me vi brillar en sus ojos. Sonremos tmidos.
Saba que todo ira bien. Saba que aquel era el primer instante de
nosesiesposiblequerertems. Era posible]
Yo amo... T amas... Nosotros nos amamos... Es simple. No hay nada ms importante
que eso . Fue conocerte y saber que el resto careca de importancia....
...162 milsimas despus ya haba alcanzado todos mis sueos. Todos estaban en ti.
Mi (casi) primera vez
Por: Vctor
1 de marzo 2011
Sinopsis
Con 16 aos, haba llegado el momento de perder la virginidad. Pero, dnde? Se me
ocurri el mejor sitio: el Beetle de mis padres, en el garaje, sin que ellos se enteraran.
Pero claro, las cosas no salen siempre como uno espera
Contenido
Hola, me llamo Vctor y la verdad, reconozco que me da vergenza contaros esto,
pero como tiene que ver con un recuerdo imborrable y, sobre todo, con un Beetle, me
he decidido a contaros mi historia.
Como sabis, eso de la primera vez es para muchos un trauma. Para mi al menos lo
fue, no porque la cosa no estuviera bien, que lo estuvo, sino porque pas mucha
vergenza. Slo con recordarlo me pongo como un tomate.
Yo tena 16 aos y unas ganas locas de perder la virginidad. Tena la candidata
perfecta: mi novia Luca, tan inocente como yo, pero lo que no tena era el lugar.
Obviamente los dos vivamos con nuestros padres. As que se me ocurri una gran
idea. Como vivamos en una casa en una urbanizacin, le dije a Luca que podamos
encerrarnos en el garaje y hacerlo en el coche de mis padres, un Volkswagen Beetle
que es el orgullo de pap. Ella no pareca muy entusiasmada, yo creo que para las
mujeres an es ms importante ese momento, y ella, claro, imaginaba un entorno ms
romntico, pero al final me dijo que s. Adems, el coche de mis padres le
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encantaba, as que imagino que pens que al menos no se trataba de una furgoneta o
algo as, sino de un coche tan bonito como un Beetle.
Lleg el da. Invit a Luca a casa y cenamos con mis padres. Luego, aprovechando
que era una calurosa noche de junio, les dije que ella y yo bamos a dar una vuelta.
Sin que ellos lo notaran, haba cogido las llaves del coche. Salimos de casa y dimos
una vuelta a la manzana, nerviosos, por si mis padres estaban mirando por la ventana.
Luego entramos silenciosamente en el garaje. Nos metimos en la parte de atrs del
coche. Luca estaba nerviosa, pero no se ech atrs. Yo, podis imaginar, ni siquiera
pensaba con claridad. Entramos en faena con ms ganas que experiencia. No era
fcil. Adems, para acabarlo de complicar, Luca llevaba unos tejanos estrechos que
no haba forma de quitar. Finalmente, medio desnudos, yo con el pantaln por la
rodilla, ella con los tejanos quitados slo de una pierna, empezamos la parte ms
difcil: el preservativo. Se me caa de las manos y no saba si estaba bien puesto o no.
Luca intentaba ayudar pero eso me pona an ms nervioso. Una vez puesto, nos
pusimos a fondo. Yo iba con mucho cuidado, para no hacerle dao a Luca, pero ella
pareca pasarlo bien, as que me fui emocionando. Los cristales del coche se fueron
empaando al ritmo de nuestros jadeos. Y cuando la cosa estaba a punto, a punto,
pas lo que no tena que pasar. No, no hablo de que el preservativo se rompiera.
Hablo de lo que NUNCA DEBERA PASAR. De repente se encendi la luz del garaje y
veo a mi padre y a mi madre mirando alucinados por la ventanilla. Nos haban pillado!.
Luca no se haba dado cuenta pero yo estaba ah, encima de ella, con los pantalones
por las rodillas, el culo al aire y una cara de idiota que en fin, fue muy humillante. A
mi padre se le escap una sonrisa, pero la cara de mi madre era un poema. Y encima
va y Luca suelta No pares ahora, tonto. Hasta que se dio cuenta de lo que pasaba.
La pobre se quera fundir.
Bueno, no hace falta que os diga que aquella no acab siendo mi primera vez. Y
tampoco hace falta que os diga que Luca no se atrevi a poner nunca ms los pies en
mi casa. Pero eso s, ahora cada vez que veo un Beetle, me acuerdo de Luca y del
da en que casi perd mi virginidad.
Uno ms en la familia
Por: Oscar
3 de marzo 2011
Sinopsis
Coincidencias vividas con un mismo escarabajo...
Contenido
Eran las 9 de la noche y nos dirigamos a casa de unos amigos que tienen una masa
a unos 20 kilmetros de Puigreig, un pueblo cataln que se encuentra en la comarca
del Bergued.
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Lo cierto es que no era mi mejor da por una serie de circunstancias que no vienen al
caso y que no me apeteca nada ir a esa cena, adems nos encontrbamos a 15
grados bajo cero y yo conduca un Volklswagen Escarabajo que me haba prestado mi
to porque mi coche estaba en el mecnico con el motor fastidiado.
Mi to compra coches de segunda, tercera o cuarta mano para restaurarlos y luego
venderlos a un precio ms alto. ste en concreto se lo haba comprado a un anciano
que viva en un pueblo de Francia (Fontromeu) y que se haba quedado viudo haca un
ao, sin hijos, ni hermanos, ni familia.
El escarabajo era de color verde, la tapicera era de cuero, pues mi to haba
empezado a restaurarlo dos semanas antes, pero no funcionaba la calefaccin ni la
ventana del copiloto que se quedaba atascada un palmo antes de poder quedar
cerrada completamente.
Al llegar a casa de nuestros amigos, un perro de raza no s muy bien cul, (como
diran los catalanes un petaner), medio pastor alemn medio perro de caza, se diriga
hacia nosotros a gran velocidad; no saba bien si era para darnos la bienvenida o para
atacarnos, lo cual provoc un pnico y nerviosismo brutal a mi novia quien intentando
subir los 20 cm de ventana que quedaban entreabiertos, la forz tanto que arranc en
canal el pomo con el que se maniobraba la misma.
El perro ladraba, aunque con tanta intensidad que pareca estar llorando, baj del
coche y se me tir encima dndome besos y mirndome con ojos de haberme echado
de menos toda la vida, como si me conociera, como si supiera quin era. Lo mismo
hizo con mi novia quin al ver que no era agresivo se decidi a bajar del coche y fue
inspeccionada an con ms detalle que yo.
Entramos en casa de nuestros amigos y nos dijeron que el perro era suyo por
adopcin, que se lo haban encontrado en casa una maana de verano y que pareca
pedirles auxilio por algo; que lo acompaaron a un lugar donde no quedaba ms que
los restos de un coche antiguo y al ver que se encontraba en una situacin de
desamparo absoluta, decidieron quedrselo. Cristina, nos coment que era normal que
reaccionara as con nosotros, pues cada vez que se cruzaba un escarabajo haca lo
mismo y se pona a perseguirlos como un loco hasta que se cansaba y volva a su
casa otra vez.
Dejamos de hablar del perro y empezamos a cenar, evidentemente me preguntaron
por mi coche y si me haba sido muy difcil llegar con aquel cacharro hasta su casa.
Alucinaron que no tuviera calefaccin y que hubiera llegado con la ventana medio
abierta, y nos advirtieron ir con cuidado al volver porque las previsiones apuntaban a
lluvias fuertes acompaadas de un fro siberiano que iba a bajar las temperaturas an
dos grados menos.
Cenamos, bebimos, hablamos, bebimos ms, remos mucho ms y tocaron las 3:00h
de la madrugada en el reloj de la masa que se encontraba en el saln donde estamos
haciendo la sobremesa. Era la hora de irse, pues aunque se nos ofreci quedarnos a
dormir, al da siguiente tenamos una comida en Tarragona y era mejor dormir en
Barcelona y poder estar el da siguiente a medio camino de Altafulla (Tarragona).
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Salimos, nos subimos al coche y slo encenderlo mi novia peg un grito desgarrador,
me gir y estaba el perro escondido en el asiento de atrs, sinceramente nunca haba
visto algo igual, pareca una persona y actuaba como tal, pues se haba escondido
debajo de una manta como si quisiera escapar de all, cosa rarsima pues mis amigos
adoran a los perros, por eso lo rescataron, lo adoptaron y lo trataban por lo poco que
vimos como uno ms de la familia.
En fin, baje del coche mov el silln del conductor hacia delante (era un dos puertas) y
empuj al perro hasta bajarlo del coche. No fue fcil pues se me resista de manera
descontrolada y en varias ocasiones tuve que soltarlo porque pensaba que me iba a
morder, aunque algo me deca que no lo hara y as fue.
Una vez lo bajamos del coche arrancamos de nuevo el escarabajo, el cual segn mi
to tena un motor eterno, pues en 30 aos jams haba fallado y se conservaba intacto
desde el principio, pero eso no fue suficiente para sacarnos de encima al perro. Jou,
de nombre adoptivo, empez a llorar como un beb, corriendo como un fugitivo
descontrolado escapando de su mayor depredador, o persiguindonos como un
guepardo a su vctima ms suculenta. Por momentos pareca que desapareca pero de
repente, sala de entre algn rbol o matorral y volva a estar ah, detrs nuestro. Era
impresionante hasta el punto de llegar a preocuparme por aquel animal de un modo
especial; guardaba algn secreto pero no saba cul.
Lo suficientemente lejos como para no poder volver a casa de nuestros amigos, ni
para poder llegar a nuestro destino andando, se revent un neumtico empotrando el
coche contra un arbusto fuera del camino de carretera; al cabo de pocos segundos
empez a llover sin piedad y seguidamente mi novia empez a llorar... el perro haba
desaparecido aunque debera haber sido segundos antes porque yo, hasta antes del
reventn estaba seguro que lo tenamos justo detrs.
No tenamos cobertura, el fro empezaba a congelarnos la piel y la desesperacin de
mi novia junto mi desorientacin despus del golpe me impidieron hacer nada ms que
intentar consolar a mi novia al mismo tiempo que la calentaba con abrazos, besos y
palabras de consolacin. La lluvia empez a convertirse en nieve y nuestra situacin
estaba cada vez ms lejos de tener un final feliz. Mi nico objetivo era intentar
sobrevivir hasta la maana siguiente pero el fro calaba en mis huesos a la velocidad
de un rayo la ventanilla del coche segua sin poderse cerrar y evidentemente la
calefaccin de escarabajo no se haba arreglado de golpe.
En aquel momento odi al coche y me odi a m mismo, por haber forzado a mi to a
que me lo dejar mientras no se arreglaba el mo. Mi novia, quien ni siquiera poda
hablar, me repiti varias veces que mi to tena muchos ms coches mejores que
aquella chatarra y que por culpa de mi cabezonera estbamos a punto de morir
congelados.
Cuando ya crea que no poda aguantar ms volv a escuchar los ladridos de Jou,
aunque esta vez entonaban de manera distinta a los lloros que pareca haber estado
emitiendo hasta el momento, y era por algn motivo pues detrs suyo apareci Carlos
con su coche, nos recat del holocausto llevndonos de vuelta a su casa y nos explic
que el perro les haba ido a buscar alertndolos de que algo haba pasado. Nos
coment que ladraba y golpeaba la puerta de su casa sin parar hasta haberlos
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despertado; igual que la vez que lo conocieron por primera vez. Pero esta vez fue por
la noche y estaban durmiendo por lo que el mpetu de los ladridos y golpes de
desesperacin del mismo a la puerta de la entrada deban de haber sido mucho ms
sonados.
Dos das despus de la gran aventura, gracias a Jou con final feliz, acud a devolver el
escarabajo a mi to y le expliqu que habamos tenido un accidente y todo lo sucedido
despus. Por curiosidad me coment donde fue el accidente y le dije que en la
carretera de curvas que va a parar a Puigreig y es ahora cuando viene lo ms increble
de toda la historia, es para poner los pelos de punta pues lo que exactamente me
ocurri a m.
Me dijo mi to que ese escarabajo lo compr a un anciano francs que se haba
quedado viudo haca un ao. Me explic que su mujer una maana de verano, como
muchas otras, se diriga a Puigreig, que es donde sola ir a comprar la carne para
ocasiones especiales y que por el camino la mujer se estamp con el escarabajo
perdiendo la vida al cabo de pocos minutos. Me coment que la nica familia que tena
era su mujer y un perro que imagina se perdi al ir a buscar auxilio porque el perro iba
en el coche con ella, y que ese era el motivo por el que se lo venda, pues en l perdi
a los dos nicos seres queridos que haba tenido en la vida.
Mi novia y yo nos miramos con los ojos brillando de pena y de emocin al mismo
tiempo, pues el final de esa historia slo lo sabamos nosotros.
El mismo da le dije a mi to que me dejara el escarabajo por ltima vez, accedi y me
dirig a la mxima velocidad que me permita el mismo (60 Km/hora), direccin masa
de Carlos y Cristina. Slo llegar les explicamos la historia y su reaccin fue
exactamente igual que la nuestra pero con un toque de dramatismo y pena pues
saban que aquel da sera el ltimo que Jou, vivira con ellos. Ese perro tena un
dueo al que no haba dejado de buscar desde aquel fatdico accidente y no tena ni
idea que estaba a pocas horas de reencontrarse con l.
No hizo falta que lo subiramos al Escarabajo porque, como la ltima vez, ya se haba
subido y escondido bajo la manta. El reencuentro fue lo ms increble y emotivo que
han visto mis ojos.
An no hay da que pase que no me pregunte si aquel Escarabajo era algo ms que
un coche, si quera decir algo y lo expres reventndose a el mismo aquella rueda en
aquel momento, en aquel mismo lugar. Quiz saba que bamos a ir a casa de Cristina
donde se encontraba Jou y sac sus mejores galas para que de alguna manera lo
eligiera a l y no a otro, de entre los coches de mi to, para ir a la cena y reencontrarse
con Jou; es como si encontrara en deuda con aquella familia, sintindose culpable de
la muerte de su otra ama... En definitiva, me demostr que de alguna manera o otra si
exista un coche fiel y noble a su amo era aquel Volkswagen Escarabajo, o puede que
todos los Volkswagen sean as, yo por si acaso ahora slo confo en ellos y
actualmente tengo al nuevo Beetle, y a su abuelo verde que tan bonita historia me
permiti vivir. Me lo regal mi to.
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Mi primera vez
Por: Vernica Rodriguez
17 de marzo 2011
Sinopsis
La primera vez que me puse al volante fue cuando se le qued sin batera el coche a
mi padre. Yo me puse al volante mientras l empujaba el coche. Yo casi no llegaba a
los pedales, ya que tena unos 5 6 aos. Fue toda una experiencia que no he podido
olvidar.
Contenido
Fue el primer coche de mi padre. Heredado de su cuado, el coche ya tena ms
kilmetros que el coche fantstico. Un da, el coche no arrancaba y no haba nadie por
la calle, as que mi padre intent arrancarlo varias veces y de varias formas. Pero
como ninguna surti efecto, al final decidi ponerme a m al volante; yo tena unos 5
6 aos. Mi padre haba aparcado en una carretera muerta cerca de mi casa, as que
me dijo que no me preocupara, que no vendran ms coches. Se puso a empujar el
coche con la puerta del conductor abierta y ah estaba yo, casi sin llegar a los pedales,
al volante, toda emocionada. Mi padre me dio unas instrucciones y yo le dije "vale", y
me puse a los mandos sin miedo ninguno y con total confianza en las instrucciones
que me haba dado mi padre. La verdad es que hoy en da, esto es impensable,
porque a mi padre se le caera el pelo si me pone al volante, lo crujiran a multas y le
quitaran los puntos, el carnet y el coche. Al final el coche arranc y yo me sent
orgullosa de haber ayudado a mi padre. Mi padre me ha confesado aos despus que
siempre fui una nia que pareca ms mayor por la madurez que tena y mi capacidad
de reaccin ante las adversidades; que era como una persona adulta, cosa que
siempre sorprenda a la gente, y as se lo hacan saber a mis padres. La verdad es
que echo de menos aquella nia que no tena miedo a nada, porque ahora soy ms
bien todo lo contrario, hasta tal punto que apenas cojo el coche. Ser porque no es un
Beetle :)
La chica de la ventana
Por: Nuria Fernndez Muoz
17 de marzo 2011
Sinopsis
De una chica en una ventana que soaba con recorrer el mundo en un Escarabajo rojo
escuchando a los Beach Boys.
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Contenido
Yo era la chica de la ventana. Corran los 80 y era nueva en la gran ciudad: mi salida
al mundo, dejar el pequeo pueblo donde haba crecido, nuevos amigos, empezar la
universidad, y miedo a todo.
Encontr una habitacin en un piso compartido con otras chicas, y mi habitacin tena
una gran ventana en la que pasaba asomada muchas horas al da. Uno de esos das
en los que vea pasar el tiempo, vi pararse un Escarabajo rojo en la puerta del garaje
del edificio de delante. Entonces el conductor se baj y mi mundo cambi. Tena el
coche lleno de pegatinas de surf y los Beach Boys sonando en el radio cassette, el
pelo largo rubio y una sonrisa que me hizo querer ponerme una ortodoncia. Empez a
conocer sus horarios, sus novias, sus amigos. Yo era la chica en la ventana que lo
miraba sin decir nada, que esperaba que un da alzara la vista y me diera una de sus
sonrisas. Me compr un cassette de los grandes xitos de los Beach Boys y revistas
de surf por si un da lo conoca. V como iban pasando los meses y las estaciones, y
cmo las novias iban cambiando y su pelo creciendo, pero nunca mir hacia arriba.
Y yo slo soaba en recorrer el mundo con l, en su coche, en silencio, sin decir nada,
porque no saba ni siquiera como era su voz. Una carretera muy larga sin fin que
nunca acabara y un cassette de los Beach Boys que no terminara nunca.
Era un da de primavera, un da ms en que llegando las 8 de la tarde me asom para
verlo llegar. Y ese da pas: volvi la cara, mir hacia arriba, me mir y me sonri. Y
yo asustada me escond, cerr la ventana y corr la cortina, roja de vergenza y de
rabia por ser tan cobarde.
Durante varios das lo mir a travs de la cortina, y el da que me decid a asomarme
otra vez, lo v junto a sus amigos cargando el coche de cajas y maletas y nunca ms
volvi. Supongo que se mud. Yo tambin me mud a las pocas semanas porque
acab el curso.
Nunca ms volv a verle, ni supe cmo se llamaba, aunque durante muchos aos cada
vez que vea un Escarabajo rojo lo miraba por si era l.
El tiempo pas rpido y yo perd el miedo, la vergenza y me adapt a la gran ciudad.
Y de aquellos das de mi salida al mundo, lo que mejor recuerdo es ese sueo de
querer recorrer el mundo, junto a un chico rubio de sonrisa perfecta, escuchando a los
Beach Boys y con un Escarabajo rojo.
La historia de mi vida
Por: Monica Velo
17 de marzo 2011
Sinopsis
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14
A partir de este momento, creo que naci una conexin especial entre mi Escarabajo y
yo.
Contenido
La historia de mi vida va unida a la historia de un coche, para ser ms exacto a la de
un Volkswagen New Beetle 1300 convertible del ao 1974, color burdeos. Hago
hincapi en la fecha porque es el ao en que tanto mi coche como yo vinimos al
mundo. A decir verdad, l naci unos meses antes que yo, por lo que podra ser como
un hermano mayor. Y as se ha comportado conmigo durante todo este tiempo.
Corra un caluroso mes de julio cuando mis padres, hermanos y yo (todava en el
vientre materno) nos dirigamos en nuestro recin estrenado Beetle, encantados,
rumbo a nuestra Galicia natal, cara a lo que iba ser un mes repleto de reencuentros,
vacaciones y alguna que otra sorpresa.
El mes llegaba a su fin y el nerviosismo de mi padre no paraba de crecer, debido a que
con esposa embarazadsima no iba a poder hacer el viaje de vuelta sin antes haber
dado a luz.
Llegado el da 31 de julio, mi padre decidi hacer el viaje de vuelta, pero esta vez slo.
Cuando llevaba la mitad del camino recorrido, tuvo que dar media vuelta por la
agradable noticia de mi inminente nacimiento. Lleg justo a tiempo para intentar llevar
a mi madre al hospital. Digo intentar, porque no le dio tiempo a llegar ni a la puerta del
hospital, nac con la ayuda de mi abuela dentro de nuestro coche.
A partir de este momento, creo que naci una conexin especial entre mi Escarabajo y
yo. Para m es ms que un coche, ha estado en las ocasiones ms importantes de mi
vida. Me ha acompaado desde mi nacimiento hasta el da de hoy.
Ha estado presente tanto en los momentos ms felices de mi vida como en los ms
amargos. Cuando sal por primera vez con un chico, lo llev en mi Beetle. Cuando ese
chico me bes por primera vez, l estaba all. El coche que me llev al altar para
casarme con ese chico fue mi pequeo insecto. Mis primeros viajes los realic en su
compaa. Tambin fue mi Beetle el que me dej tirada en el momento ms
inoportuno, pero esto ya est olvidado. Por supuesto, el primer coche que conduje y
en el que aprend a conducir fue mi pequeo. Mi primer y espero que siga siendo, por
mucho tiempo, mi nico coche, es mi Beetle.
Aunque ya no se parece mucho al imponente, reluciente y maravilloso coche del ao
1974, para m es el coche ms bonito del mundo. No lo cambiara por ningn otro!
Bienvenidos a la vida
Por: Xavier Hernndez
19 de marzo 2011
Sinopsis
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15
Cmo la vida puede cambiar cuando cuatro personas buscan un mismo objetivo
Contenido
Hace diez meses mi vida cambi de golpe. Finaliz una etapa que crea que durara
para siempre, pero no fue as. Cuando se acaba un proyecto de vida en comn, uno
tiene la sensacin de quedarse solo, muy solo.
Acab mi matrimonio, tena una nueva residencia, un nuevo barrio, nuevos muebles,
nuevas costumbres y para colmo me robaron el coche. Todo de golpe. Era como si
alguien te despertara de madrugada dndote un par de bofetadas para decirte:
Despierta, despierta, que tienes que levantarte y vivir!". La verdad es que me vino
todo de golpe, y cuando pasa algo as, uno no tiene tiempo para apalancarse y
esperar verlas venir, as que tuve que reaccionar y poner orden en mi vida.
Tengo la gran suerte de contar con tres grandsimos amigos: son Alexandra, Pol y
Nico, mis tres maravillosos hijos. Sin ellos, mi vida no tendra sentido. Un sbado
lluvioso por la tarde estuvimos en casa buscando por internet un coche nuevo para
comprarnos. Ellos saben que a Papi le encantan los VW ESCARABAJOS CLSICOS,
as que los tres me animaron a buscar uno para comprarlo. Eso s, los tres pusieron
una condicin: tena de ser descapotable!.
Nos pusimos manos a la obra. Lo cierto es que tardamos mucho en encontrar nuestro
amor metlico de cuatro ruedas, pero al final el flechazo fue inmediato: Fijaos, es un
VW KARMANN 1600 CABRIO del 1972, os gusta?". No hace falta que os diga la
respuesta. Se volvieron locos de alegra, as que al da siguiente contact con el
vendedor, nos pusimos de acuerdo en un momento y a principios de verano ya lo
tenamos.
GORDO (as es como lo llamamos), se ha convertido es uno ms de la familia. Nos
proporciona otro punto ms de encuentro entre mis hijos y yo. Con l hemos
compartido un maravilloso verano en Menorca, dejndonos acariciar por el viento y el
sol; viviendo aventuras, diversin y sobre todo, con la sensacin de ir todos juntos,
GORDO incluido, a disfrutar de la vida.
Y lo mejor de todo ha sido reencontrarme con mi pasado: cuando tena 21 aos mi
primer coche fue un VW 1303. Con l tambin aprend mucho de la vida.
Coincidencia? Lo dejo a vuestro criterio, pero lo que s s es que con mis dos VW
ESCARABAJOS, mi vida ha sido mejor. Y creedme si os digo que no me arrepiendo
de nada.
As que vivid la vida!. Yo lo hago. Y Alexandra, Pol, Nico y Gordo tambin!
Un Escarabajo sedn y mucho rock & roll
Por: Vicente Conejero
21 de marzo 2011
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16
Sinopsis
Un verano en que "pedimos prestado" un Escarabajo sedn para ir a ver a los Pearl
Jam.
Contenido
Era el verano del 97, yo tena 19 aos y me vea obligado, como cada ao, a pasar
las vacaciones en el pueblo de mi madre. Es un pequeo pueblo en la sierra de
Alicante con 400 habitantes en verano y un solo bar. An as, al menos tena y sigo
teniendo una pandilla de amigos con la que compartamos varias cosas: el
aburrimiento, nuestros sueos, las ganas de hacer el gamberro y de conocer chicas y,
por supuesto, el amor por el rock. Ese verano tocaba en Barcelona Pearl Jam, nuestro
grupo preferido. Poder asistir era para nosotros un sueo inalcanzable: para empezar
no tenamos ni dinero, ni coche, ni permiso de los padres, y adems habamos
suspendido varias asignaturas, por lo que tocaba preparar los exmenes de
septiembre.
Pero un da, uno de mis amigos, Alonso, que viva en Valencia, lleg al pueblo con una
sorpresa: un amigo suyo tena entradas y no poda ir al concierto, as que se las haba
vendido a plazos. Slo tena dos, una para l y otra para el nico que tena carnet de
conducir que era yo.
El problema empezaba en ese momento: haca falta un coche. La ta de Alonso tena
un Escarabajo sedn color naranja al que llambamos "El butanito", de su poca como
emigrante en Alemania. La seora era muy mayor y cascarrabias, y como no tena ni
marido, ni novio, ni hijos, el coche vena a suplir todo ese cario que no reciba. No
haba manera de que nos lo dejara. Mis padres o los de l tampoco nos dejaban el
suyo, por lo tanto, pasamos al "plan B": a eso de las 5 de la maana, le cogimos
"prestadas" las llaves a su ta y le dejamos una nota que pona: "Maana volvemos, no
te preocupes". Sacamos el coche del garaje a empujones para no hacer ruido y nos
fuimos rumbo a Barcelona.
Yo nunca haba hecho un viaje largo y menos por carreteras que no conoca. Durante
todo el viaje fuimos escuchando una y otra vez todos las cintas de Pearl Jam;
estbamos locos de emocin por llegar al concierto, que fue genial, (aunque despus
he estado en otros que me han gustado ms), pero lo mejor fue la aventura de
escaparse, de hacer algo prohibido, de desafiar a los padres. Y esa sensacin de ser
"casi" delincuentes.
Cuando volvimos al pueblo, nos estaba esperando la ta de Alonso cual Medusa en la
puerta de casa y con una mirada que amenazaba con petrificarnos al instante. Revis
el coche milmetro a milmetro y gracias a Dios, estaba tal y como lo tena.
Nuestros padres nos dejaron una semana encerrados por escaparnos, pero una vez
acabado el castigo, ramos los hroes del pueblo: todo el mundo quera escuchar
nuestra aventura y hasta las chicas ms guapas no se separaban de nosotros. Y es
que eso de ser rebelde y de caminar por el lado salvaje hace que ligues mucho.
De ese verano, al final el mejor recuerdo no fue el cocierto, sino que gracias a una
escapada en un Escarabajo Sedn naranja conquist a la ms guapa del pueblo. Y
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tambin aprend que mi amor por el rock sera lo nico que no me defraudara a lo
largo de mi vida.
Escarabajo Playero
Por: Covadonga Hernandez Alonso
21 de marzo 2011
Sinopsis
Unas vacaciones improvisadas que acabaron siendo las mejores de mi vida.
Contenido
En mi New Beetle pas el mejor verano de mi vida. Fue el verano de 2009... un verano
sin planes de vacaciones.
Mis amigas y yo no podamos permitirnos el lujo de irnos una semana de vacaciones a
la playa, como hacamos todos los veranos. Una noche rutinaria en el parque del
barrio, hablando de lo morenas que habamos vuelto el ao anterior de la playita, y de
lo bien que lo habamos pasado, empezamos a delirar inventando historias que nos
encantara que ocurrieran. La primera, la tenamos clara: que nos tocara la lotera. Una
de mis amigas nos despert del sueo que estbamos viviendo y nos dijo: Nias, no
nos va a tocar la lotera porque no jugamos. Nos fuimos a casa pensando que ese
ao la piscina iba a ser el nico remedio para sofocar el calor.
An as, yo quera irme aunque fuera un fin de semana. Entonces les mand un
mensaje (que an guardo) y que deca: slo nos hace falta dinero para gasolina, yo
pongo el Beetle, nos alimentamos un par de das a base de bocadillos, y para dormir
ya encontraremos algn camping barato.
Recib sus respuestas, y como imagin, estaban deseando que nos furamos donde
surgiera. Les dije que hicieran las maletas y que pasaba a por ellas al da siguiente. Y
as fue: nos montamos en el coche y nos echamos a rer... dnde vamos?. No
podamos parar, nos tiramos quince minutos riendo sin saber qu hacer ni hacia dnde
ir. Vamos a pasar dos o tres das, as que mejor pensemos un sitio cerquita.
Benidorm- dijo alguien. Y all que fuimos.
El viaje fue genial, las tres montadas en el Beetle, direccin Benidorm, sin saber dnde
dormiramos esa noche. Pero nos daba igual, lo importante es que nos bamos de
vacaciones a disfrutar de la playita por unos das. Y as fue, encontramos un camping
genial, montamos nuestra tienda de campaa, fuimos al supermercado a comprar
vveres y disfrutamos de la playa como nunca. Nos remos tanto que creo que
rejuvenecimos unos aitos. No estbamos acostumbradas a pasar noches en una
tienda de campaa, pero fue una experiencia inolvidable.
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A la vuelta, bautizamos como Escarabajo playero a mi gordito azul (mi New Beetle).
Se port como un campen llevndonos la mar de glamourosas de calita en calita.
Fue un verano que nunca olvidar. Y mi New Beetle form parte de l.
Ms de un coche, una forma de vida
Por: Fernando Rodrguez Gonzlez
21 de marzo 2011
Sinopsis
De todos los momentos vividos con mi Escarabajo, elijo un viaje hasta Mnaco
cuajado de ancdotas y sorpresas.
Contenido
Se me plantea la oportunidad de compartir una historia sobre mi Volkswagen
Escarabajo. Parece labor sumamente sencilla, pero se me hace difcil expresar el
significado real que ha provocado este coche en mi vida y escoger algn hecho
relevante porque, son tantos!
Mi fascinacin por este modelo, que roza la obsesin -o podra ser al revs?-, se
remonta a mi niez, pues fue el medio de transporte de mi familia durante los primeros
aos de mi vida, aunque en un periodo relativamente corto. Recuerdos breves y
difusos, pero que quedaron marcados en mi subconsciente.
Pasados los aos, gast mis ahorros en adquirir el que es mi primer y nico coche. A
da de hoy an me pregunto si yo lo eleg a l o l me eligi a m. Fuera lo que fuera,
una sucesin de acontecimientos y avatares se haban confabulado para que
terminara al volante de este Escarabajo, como si de un guin predeterminadamente
escrito se tratara. Con lo cul, incluso antes de su adquisicin ya tendra materia
suficiente para narrar. Pero no es el caso que nos ocupa.
Desde entonces, las historias vividas que podra relataros daran para muchas
pginas, un libro, inclusive Empec enfrentndome a lo establecido, pues mis
intenciones de tener un Escarabajo como nico coche de diario no gozaban de la
aprobacin generalizada: un coche de tecnologa obsoleta entre la vorgine del
trfico moderno?. A golpe de pistn acab ganndose el respeto y la confianza de los
escpticos. Podra citaros algunas hechos circunstanciales, como la vergenza de mi
novia al montarse por primera vez y percatarse de que ramos sealados por los
viandantes, (actitud que cambi con el tiempo al encontrarle la gracia a estas
eventualidades), o como aquella entrada en un camping que caus revuelo entre los
nios all presentes, que nos recibieron corriendo a nuestro lado, o cmo se convierte
en una buena excusa para entablar conversacin con algn peatn curioso al parar en
un semforo, o lo que supone aparcarlo un momento en la calle y al regresar
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encontrarlo oculto tras un corrillo de gente eso por no hablar de cuando sorprendes
in fraganti a una frustrada modelo posando a su lado
Pero de lo que guardo un especial cario es del que, por el momento, es el viaje ms
largo que he realizado junto a mi novia. Fueron ms de tres mil kilmetros que me
llevaron hasta el Principado de Mnaco, recorriendo el sur de Francia y atravesando
Andorra al regreso. Muchos afirmaron que se trataba de una inconsciencia, e incluso
llegu a dudar de nuestras posibilidades, ya que se plante de una manera inusual
para lo acostumbrado en estos tiempos. Decidimos planearlo a la antigua usanza,
siguiendo el espritu de tiempos pasados en honor a la montura que nos llevara. Sin
reservas de hoteles, sin saber ni una palabra de francs, sin tiempos preestablecidos y
sin navegador, tan slo con un simple mapa de carreteras, un diccionario y mucha,
mucha ilusin. Y lo que para muchos resultaba una osada, para nosotros fue un
acierto pleno, pues gracias a esto pudimos disfrutar de una libertad que de otra
manera no hubiera sido posible. Lgicamente un viaje tan atpico desde la perspectiva
actual iba a estar plagado de experiencias nicas y jugosas ancdotas.
En nuestro primer da sobre suelo francs nos perdimos de vuelta al hotel, y
desesperados porque la noche se echaba encima, nos vimos obligados a solicitar
ayuda en una gasolinera. Nadie entenda nuestro idioma, ni siquiera hablaban ingls,
pero con voluntad por ambas partes y a base de mmica llegamos a descifrarnos, y un
amable oriundo nos gui con su coche hasta nuestro destino. Este misma situacin y
recurso se repetira nuevamente por segunda vez en Cannes.
Durante varias jornadas, el trayecto coincidi con una sofocante ola de calor. Sin aire
acondicionado, nos refrescbamos a travs de las ventanillas abiertas, pero aunque
ayud a hacerlo soportable, impeda que el Escarabajo alcanzase velocidades de
crucero superiores a 90 km/h debido a las turbulencias aerodinmicas que lo volvan
demasiado inestable para rodar con plena confianza. As que, llegado un momento,
tomamos la decisin de desviarnos de la autopista y tomar las vas secundarias. Una
acertada decisin, pues gracias a esto disfrutamos sin prisas de preciosas carreteras
bordeadas de vegetacin y rboles que, aparte de refrescar el ambiente, ofrecan unos
paisajes infinitamente ms bellos y entretenidos, jalonados de vez en cuando con la
tpica imagen del seor de boina y alpargatas sobre una vieja bicicleta. Y por otro lado
nos permiti conocer bellos pueblos denominados bastides que conservan el mismo
aspecto desde hace varios siglos. En una de estas bastides conocimos a una pareja
que se interes por nuestro coche, pues tambin eran aficionados a los Volkswagen
clsicos, es especial las Combis.
Y no ser la nica vez que entablamos relacin con gente por motivos similares: en
Carcassonne unos abuelos holandeses nos hablaron de su vetusto VW de 1955 que
haban dejado en su tierra natal, afirmando que habamos hecho la mejor eleccin:
"Good choice. Mientras pasebamos por Salon-de-Provence, fuimos abordados por
un matrimonio francs que se interesaron por nuestro viaje, pues minutos antes nos
haban identificado mientras aparcbamos. Dominaban perfectamente el espaol y se
mostraron sumamente cordiales indicndonos los lugares ms interesantes de la
ciudad. Otro detalle fue que al estar en pleno Mundial de Ftbol, a nuestro paso por
las gasolineras la gente nos animaba con gritos de Espaa! al fijarse en el
identificativo de la matrcula.
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20
Pero el smmum sucedi al alcanzar la meta de Mnaco. Llegar al destino deseado es
indescriptible, pues es el sueo de todo amante del automovilismo. Pero estar rodeado
de impresionantes cochazos de lujo, inaccesibles para la mayora de los mortales, y
darse cuenta de que un humilde Escarabajo mi Escarabajo- era objetivo de las
cmaras fotogrficas de los turistas que all se congregan, fue la mayor recompensa
que pude tener. Prcticamente no hubo lugar donde nuestro VW no causara
expectacin.
Durante el camino de regreso paramos en un camping de una zona turstica a pie de
playa, ya que para este viaje y en previsin a posibles complicaciones con los
alojamientos, bamos provistos de tienda de campaa, sacos de dormir, una
colchoneta tamao matrimonial e incluso un camping-gas con todo lo necesario para
cocinar. Hubo que aprovechar hasta el ltimo rincn para poder meter todo dentro del
coche. Este momento fue aprovechado para hacer la colada de una semana. Pero
sucedi que durante la noche, debido a la gran cercana al mar, la humedad del
ambiente impidi que la ropa se secase correctamente, de tal manera que amaneci
completamente empapada. As que cuando partimos nuevamente, decidimos colocar
parte de la ropa colgada en los reposacabezas y en el asiento trasero, a ver si haba
suerte y secaba antes de llegar a nuestra prxima etapa, Andorra. Y dio resultado, ya
que en la parada que hicimos para almorzar, los pantalones estaban completamente
secos, con lo cul repetimos la maniobra con el resto de prendas an hmedas.
Llegados a Andorra nos alojamos en el primer hotel que encontramos y al coincidir con
la final histrica- del Mundial de Ftbol (y a pesar que ni mi mujer ni yo somos
seguidores de este deporte), viendo el tremendo ambiente festivo que se celebraba en
las calles decidimos salir esa noche a compartir la alegra por la victoria de la
seleccin espaola. Y como casualmente descubr un museo dedicado al automvil
pero que no abra sus puertas hasta dos das despus decidimos quedarnos un par
de das ms para poder visitarlo y de paso conocer ms a fondo este principado
enclavado en el corazn de los Pirineos. Adems, este corto periodo de descanso nos
vali para analizar las posibles opciones de regreso a casa, pues era un tema que no
habamos planeado an, pensando que llegado el momento ya improvisaramos.
Finalmente retornamos hasta nuestra Asturias natal va Francia, donde pasaramos
una ltima noche antes de la llegada al hogar.
Sin ningn contratiempo, con muchas vivencias, cargados con un buen puado de
ancdotas y con la entera satisfaccin de lograr lo que otros daban por perdido.
El Escarabajo tiene personalidad propia. Lo s. Suena extrao. No deja de ser una
mquina sin alma que funciona con gasolina, aceite y aire. Conducirlo a diario es una
forma de vida que escapa al razonamiento lgico, y consigue que la vida de uno gire
en torno a l. Es algo ms que un sentimiento. Te transporta a otro mundo.
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Mi smbolo de la revolucin
Por: Mara Teresa Espins
21 de marzo 2011
Sinopsis
Un activo participante de mis aos revolucionarios en la universidad.
Contenido
Ya soy muy mayor para escribir aqu, pero mi hijo me ha animado, ya que le he
contando muchas veces mis batallitas en la universidad de Barcelona en los 70. Cada
vez que lo hago me dice: "qu antigua eres mam", y es que le doy el latazo con mis
viejas historietas, que gracias a Dios ya no se repiten, y que l no ha tenido que vivir.
Slo ha tenido que preocuparse de estudiar, terminar la carrera y buscar un trabajo,
que ya es bastante.
En mi generacin lo tenamos ms difcil, y yo nunca he podido estar callada ante las
injusticias. Era el ao 71 y me fui a estudiar filosofa a la universidad de Barcelona, yo
era de un pueblo pequeo, pero me acostumbr muy pronto a la ciudad e hice muchos
amigos. Uno de mis compaeros de clase tena un Escarabajo blanco que haba
comprado de segunda mano. Era el nico que tena coche y el Escarabajo era uno
ms de nosotros, un miembro activo de la pandilla. Con l fuimos a innumerables
reuniones clandestinas en las que escuchbamos msica prohibida y podamos hablar
libremente en cataln. Recuerdo una vez en que circulbamos por la Sierra de
Collserola y casi nos coge la guardia civil cargados de panfletos y con el maletero lleno
de "senyeras" (la bandera catalana) porque bamos a liarla a las fiestas del barrio de
Gracia. Incluso los que no tenan donde ir con el novio/a, lo pedamos prestado a
nuestro amigo para tener un lugar donde estar a solas.
Durante tres aos fui a la universidad de Barcelona; despus me cambi a la de
Valencia para estar ms cerca de mi novio, pero durante esos tres aos, ese coche
fue uno mas de mis amigos.Con los aos, y al no haber tantas formas de comunicarse
como ahora, perd el contacto con mis compaeros. Alguno se hizo poltico y oigo su
nombre a veces en la tele. Yo me cas, fui madre y me dediqu a luchar por mi familia.
Pero tambin puse algo de mi parte para que hubiera ms libertad, y ese bonito coche
emblemtico me ayud.
El Beetle de mis sueos
Por: Ana
24 de marzo 2011
Sinopsis
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22
No tengo Beetle. Pero sueo con l. Literalmente. Ah va uno de los ltimos sueos
que tuve con este maravilloso coche.
Contenido
No puedo contar la historia con mi Beetle porque nunca he tenido un Beetle.
Sin embargo, he vivido infinidad de experiencias junto a l. Cmo es posible?
Porque cuando menos me lo espero, sueo con l. Por ejemplo, hace unos das so
lo siguiente:
De repente me veo con las manos colocadas en su volante recubierto de piel de
cocodrilo y viajando por una carretera perdida por el desierto ms abandonado de
Arizona. Me veo con la capota bajada y levantando los brazos a lo Thelma & Louise
mientras salto al vaco. Pero no me estrello, porque mi Beetle sabe volar. Pongo el
piloto automtico y le indico las coordenadas de viva voz. S, porque mi Beetle tambin
habla, como el mtico "Coche Fantstico", pero sin pinta de malote.
Una vez llego a mi destino (Honolulu), unas encantadoras jovencitas del lugar me
reciben en minifalda (y nada ms) mientras bailan unas Sardanas. Unos camareros
muy fornidos (pero con aspecto gay) pasean unas bandejas llenas de "pa torrat" con
sobrasada de Mallorca". Me pongo gocho a comer y me quedo sobado dentro de mi
propio sueo. Dentro de ese sueo sueo con otra historia que no viene al caso ya
que no tiene que ver con Beetle, sino con las jovencitas lugareas.
Cuando despierto me subo de nuevo a mi Beetle y me dirijo al otro lado del Atlntico,
pero cuando voy por la mitad de trayecto, me doy cuenta de que el depsito est en
reserva. Media hora despus acabo en el agua por falta de gasolina (si es que cada
vez est ms caro y te entra menos en el coche, jo...). No pasa nada, mi Beetle
tambin sirve como patera. Saco unos remos del maletero, (nunca viajo sin ellos
porque no se sabe cuando los puedes necesitar), y remo durante horas.
Finalmente, justo cuando se est poniendo el sol, llego a Madeira. All me reciben
unas jvenes con bigote. Yo les presto mi neceser pero me miran con mala cara y me
cruzan la cara de una bofetada.
Ah es cuando me despierto.
Bueno, de momento sta es una de las historias que he vivido a bordo de un Beetle.
No es real, es un sueo. Pero como historia no tiene desperdicio.
Stendhal y Dal comparten Beetle
Por: Begoa
31 de marzo de 2011
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23
Sinopsis
El pasado verano realic un viaje con una amiga de la universidad en el que viv en
primera persona lo que es en realidad el sndrome de Stendhal, se que sufri el
escritor en Florencia al extasiarse ante la belleza.
Recorrimos el Cap de Creus en mi Escarabajo descapotable a lo largo de cuatro das,
hablamos de todo lo que nos haba ocurrido durante el curso y disfrutamos del paisaje
y la vida del cabo cataln.
Una tarde, (ms bien noche despus de cenar), en un paseo por el pueblo, me
empec a agobiar y a sentir que se era el lugar en el que tena que pasar mi vida.
Despus me dijeron que haba sufrido el sndrome de Stendhal.
No habra podido llegar all sin mi New Beetle y aunque lo hubiera hecho, la sensacin
de libertad no hubiera sido la misma. Esta experiencia es la razn por la que he
querido escoger este viaje entre todas las ancdotas a bordo de mi Escarabajo.
Contenido
De color claro y con capota negra,'La Perla' (mi Beetle), recuper su flor en Portlligat,
que con su serenidad, encanto marinero y belleza reuni a dos genios y a dos amigas
sobre un New Beetle bajo el aura que desprende el Mediterrneo.
Corra el verano de 2010, un esto de tormentas que no impidieron que mi amiga Pepa
y yo llegramos descapotadas a la baha de Cadaqus, donde el blanco y ail de las
ventanas, la amplitud del Mediterrneo y la templada brisa azotando nuestros rostros
cruzando en Escarabajo el Cap de Creus de Port de la Selva a Roses, trajo a Stendhal
a nuestras vidas.
Fue un fin de semana de reencuentros. Pepa, amiga de la universidad, y yo tenamos
por delante cuatro jornadas para ponernos al da tras cinco aos desde que acabaron
las clases. Recorrimos el cabo. Comimos, remos y lo celebramos con mojitos. Qu
hicimos? Hablar. Frente al mar, el arte y a bordo de 'La Perla', mi b+Beetle, que
tambin tuvo su reencuentro.
'La Perla' naci inconclusa. Como la del Principito, su flor le era ajena, pero aquel fin
de semana Pepa le trajo una margarita blanca, verde y con un toque amarillo, que le
acompaa en el salpicadero desde entonces.
Desde los surrealistas huevos de Dal en Figueras, pasando por el Portlligat del artista,
el Escarabajo lleg al Cadaqus donde Picasso conoci a Stendhal. Era de noche y
habamos pasado el da en una cala cercana al faro de Cap de Creus. Tras cenar unos
mejillones, recorrimos las serpenteantes calles del pueblo en el que si atisbas a travs
las ventanas de las fachadas encaladas, puedes observar obras de arte.
Rodeada de calles empedradas, fachadas blanquiailes, el ronroneo del mar y el
magenta de las buganvillas, me empec a agobiar. Senta que perda el tiempo, que lo
haba tirado viviendo en la gran ciudad o simplemente fuera de la magia que
desprenda aquel cabo del que se haban enamorado pintores, escultores e incluso los
chinos, que quieren copiar el pueblo. Fro, nervios, agobio y desesperacin por el
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tiempo perdido me invadieron unos minutos hasta que me calm. "Es sndrome de
Stendhal", me explicaron cuando relat los hechos a mi vuelta de Girona.
Parece estpido, pero para m fue catico, esotrico, agitador y delicioso a la vez. No
he vuelto a sentir aquello y tras cuatro das, Pepa, la flor, el Beetle y yo dejamos atrs
la patria chica de Dal sabiendo que siempre podramos volver y encontrarnos con el
sol, Stendhal y la belleza.
En memoria de mi abuela
Por: Rocio
1 abril 2011
Sinopsis
Relata la historia de la relacin entre abuela y nieta, junto a un Escarabajo como
protagonista.
Contenido
"Me saqu el carn de conducir a los 30 aos y fui, con mucho orgullo, una de las
primeras mujeres que se sac el carn de conducir en Espaa, aunque por aquel
entonces estaba mal visto. Mi primer coche fue un Volkswagen Sedn de color blanco
y haca pocos aos que haba terminado la 2 Guerra Mundial. Con aquel coche
empec a viajar por Catalua; pero no te creas que muy lejos; veranebamos en Can
Carelleu, en una casita blanca donde despus de derrumbarse se construy el edificio
que ahora ser tu universidad.
Como tu abuelo siempre estaba fuera por trabajo, tuve que convertirme en una mujer
independiente, y con ese Escarabajo azul marino os llevaba de vacaciones los
veranos a la torre de San Cugat (antes era todo bosque), o nos bamos al Tibidabo.
Llevaba a muchas de las amigas de tu madre al colegio, porque era la nica madre
que conduca; me llevaba a mis amigas de viaje, incluso una vez me atrev a ir con
tres amigas a una fiesta en Sitges; si vieras como nos miraban todos los hombres al
ver bajar a tres mujeres de un coche sin un hombre que nos acompaara! Ellos nos
miraban con ojos de deseo y ellas, con mala cara. Realmente me daba igual, aquel
coche me haca poderosa, me hizo saber lo que era ser una mujer independiente, me
haca ser una mujer respetada. Al subirme al coche, todo el mundo me miraba por la
ciudad y la gente me miraba con respeto. Los hombres que conducan en los aos 40
el Escarabajo sedn eran de la alta burguesa catalana; las mujeres que lo conducan
no existan.
Empezaron a aparecer nuevos coches, el clasismo en Espaa cada vez era ms
radical. Un coche envejeca hasta matar a otro antiguo y tenas que cambirtelo
porque sino, no estabas a la altura. Jams me vend ese coche y el tiempo me dio la
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razn, por lo que veo, ahora despus de 60 aos se han vuelto reliquias; los jvenes
los buscan y los quieren volver a conducir.
Roco, vives conmigo desde pequea, durante muchos aos, cuando llegaba Navidad
pedas para Reyes el coche de la abuela, y ahora que has cumplido 18 aos y que tu
madre y sus hermanas me han prohibido conducir por vieja, ha llegado el momento de
que te regale tu primer coche".
Me llev al garaje, encendi las luces y fue caminando hacia un bulto cubierto con
unas sbanas blancas. Lo destap y ah estaba aquel fabuloso Escarabajo Sedn de
color azul marino que llevaba tantos aos en el garaje (remodelado, claro). El motor
segua intacto, pero el coche estaba repintado y la tapicera interior absolutamente
nueva. Haba cambiado la ruedas, las llantas, el cambio de marchas y el cristal trasero
que estaba roto desde haca un par de aos. Entonces, mi abuela dijo: Espero que te
haga sentir tan importante y libre como me lo hizo sentir a m durante tanto tiempo. Y
tanto es as que lo sigo conduciendo aunque slo en ocasiones especiales.
Mi abuela falleci el pasado mes de noviembre justo una semana antes que mi abuelo;
me he animado a pasaros el escrito que ella me hizo para poder participar con ella
en el concurso de Volkswagen.
Quin es ese?
Por: Roco
1 de abril 2011
Sinopsis
Juventud divino tesoro...
Contenido
Era de noche y llova muchsimo y de todo. No se vea nada. Volvamos Juan, Hugo y
yo de una fiesta. No recuerdo muy bien por qu nos haban invitado, ni quin, ni el
porqu de la fiesta, tena algo que ver con que la casa donde se celebr, muy blanca,
muy moderna, muy llena de ventanas, con un jardn muy grande y muy verde y hasta
con una piscina muy azul, la haban vendido, o la haban comprado, o algo.
Era de noche y llova muchsimo y de todo. No se vea nada. Conduca Juan
despacito, alerta y echado encima del volante. bamos en su viejo escarabajo granate.
Haba sido antes de su padre, y se lo haba regalado por su cumpleaos (acabbamos
de cumplir los tres, en fila india, muy obedientes, dieciocho aos). Fue nuestro primer
coche. Con l habamos ido y habamos vuelto todo el verano, arriba y abajo, a la
izquierda y a la derecha. Todava me acuerdo de su olor, una mezcla rara de cuero, de
ambientador de pino desvado, de goma de no s dnde y de gasolina. Siempre
estaba lleno de arena, de cintas de msica, de botellas de agua vacas tiradas y de
revistas viejas. Tengo una imagen grabada: el sol, las ventanillas bajadas, los Beach
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Boys sonando una y otra vez, incansables, invencibles, everybodys gone surfin,
surfin U.S.A., lvaro en el asiento de atrs con los pies descalzos tumbado como una
odalisca y el mar azul azulsimo.
Era de noche y llova muchsimo y de todo. No se vea nada. Y de pronto, desde la
oscuridad ms negra, y desde lejos, como una aparicin, como el fantasma de las
navidades futuras, nos salud un hombre entusiasmado. Con una mano, con las dos,
saltando, saltando ms... Insisto, no se vea nada. Le miramos extraados, no
sabamos quin era que nos quera tanto y que le haca tanta ilusin vernos. Le
devolvimos el saludo los tres no muy convencidos, medio hola, medio adis, medio
creo que te has confundido. Y de repente, la tierra desapareci! Aquel hombre no nos
estaba saludando: intentaba avisarnos de que la calle estaba en obras, de que el
viento haba tirado las seales de advertencia y de que bamos tan contentos de
cabeza a una zanja abierta.
Y as acab aquel verano tan bonito y tan soleado, de noche, metidos en una zanja,
empapados de agua y de barro, derrotados. Y as termin tambin aquel escarabajo
granate nuestro; se haba roto el no s qu y el no s cuntos, estaba muy justito de
fuerzas, no mereca la pena arreglarlo, y patatn y patatn Dos meses despus
Hugo se compr un coche muy nuevo, con aire acondicionado y un montn de
botones secretos. Pero nos faltaba algo, ya nunca fue lo mismo. Y los Beach Boys
tampoco.
Un reloj, un abrigo, unas tostadas y un escarabajo
Por: lvaro
1 de abril 2011
Sinopsis
Acerca de por qu algunas cosas son tan especiales. Qu tienen. O qu no tienen.
Contenido
No soy coleccionista ni especialmente mitmano, ni muy fan de casi nada, pero, no s
por qu, hay cosas que para m son especiales. Llevo un reloj Longines de 1965 que
comision el rey Houssein de Jordania para regalar a todos sus embajadores (que
tenan que ser unos cuantos). El escudo real est grabado a las doce y la marca de la
casa a la seis. Lo compr el ao pasado, despus de una historia rocambolesca, a un
joyero en La Habana. Cmo llego el reloj hasta l, ya no lo s.
Uso en invierno (o cuando hace mucho fro, o cuando quiero pasar por elegante) un
viejo abrigo ingls de espiga gris de mi abuelo. Tambin guardo, en una sombrerera
de viaje muy rota, un todava brillantsimo sombrero de copa suyo. Aunque no me lo
pongo: me queda grande y no encuentro nunca la ocasin.
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Todos los das desayuno tostadas con mantequilla y mermelada de naranja amarga,
que no me gusta mucho (prefiero la de melocotn) pero me parece muy britnico.
Y, sobre todo, tengo un escarabajo del 64 rojo. No lo cuido demasiado (no soy muy
manitas ni muy cuidadoso). Ni siquiera lo saco mucho del garaje. Pero hay das
especiales, ms azules, ms verdes, ms limpios, mejores. El sol entra perezoso por
la ventana y dibuja listones de oro en la alfombra de la habitacin. Hoy cojo el coche.
Desayuno pensando en babia (zumo de naranja, caf con leche y mis muy britnicas
tostadas con mermelada de naranja amarga). Me ducho y me afeito con cario. Me
visto. La camisa cruje de planchadsima y huele a Ariel Sensaciones. Me pongo el
reloj, despacio, solemne, respetuoso, como si el Papa me estuviese coronando
emperador del Brasil. Bajo al garaje sonriente. Entro en el coche. El volante, los
asientos, el retrovisor... El olor a cuero, a viejo, a complicidad... Pongo msica. Bajo la
ventanilla. Arranco casi a la primera y me voy, sin prisa, sin horarios, sin planes, sin
rumbo.
Mad men de andar por casa
Por: Enrique
4 de abril 2011
Sinopsis
Hasta en eso son distintos.
Contenido
No tengo coche, ni carnet de conducir, o permiso, o como se llame ahora.
Mi abuelo tena un Hispano-Suiza de maderas abrillantadas. Mi padre era ms de
Mercedes. Y mi to Juan Carlos tuvo muchos aos un Citron DS Tiburn. A m
siempre me ha gustado el Volkswagen Escarabajo.
Me enganch desde que vi sus primeros anuncios. Despus de hacer la mili, por Dios
y la Patria, o algo as, y que entonces slo duraba dieciocho meses, (y las ms de las
veces te tocaba hacerla lejsimos de casa), entr a trabajar en una agencia de
publicidad. Era el responsable jefe principal principalsimo de llevar el caf y los
bocadillos a todo el mundo. Pronto me convert en un experto en subir y bajar al bar de
la esquina, muy solicitado. Cuando tena algo de tiempo, entre recado y recado, entre
bocata de jamn y bocata de queso, y "date prisa que tengo hambre", miraba los
anuncios de las revistas que llegaban a la agencia puntuales y hasta con envoltorio y
todo, intentando aprender algo.
Life, Look, Esquire, Playboy... Anuncios de tabaco y de cowboys, de 'whiskies on the
rocks', de trajes, de colonias para hombres muy varoniles y triunfadores, de compaas
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areas de azafatas sonrientes, de bancos. Y de coches. El Ford Mustang, el
Cadillac, el Alfa Romeo Casi siempre cochazos. Casi siempre para otros.
Toda aquella publicidad estaba llena de palabras, por todas partes, arriba, abajo, a un
lado, a otro, pequeas, grandes, medianas, gigantes, negras, grises, en negrita, en
negativo, en cursiva Haba que vender, como fuese, por aburrimiento, por
obligacin, por cansancio. Letras y ms letras. Textos largusimos y ms textos
largusimos. Las fotografas eran muy barrocas, muy oscuras, muy marrones, llenas de
atrezzo y de lujo. Resultaba un poco un mareante.
Hasta que lleg la publicidad de Volkswagen del Escarabajo.
Los anuncios no tenan otra imagen que el coche sobre fondo blanco. Se acabaron las
familias felices, y los desiertos de Arizona, y los ccteles. Slo el Escarabajo. Con una
tipografa clara, la futura, y un mensaje breve. Es lo que me estaban enseando en la
agencia que se deba hacer. El coche era el nico protagonista. El formato de los
anuncios era siempre a toda pgina. El titular, creativo, divertido, encima de la imagen,
y debajo el texto, en tres bloques de galeradas invitndote a probar, a ser joven, a
atreverse, a no decir a todo que s. Aquella publicidad estaba llena de magia. Te
incitaba a ser un poco como el Escarabajo: distinto, valiente, autntico, moderno.
Todo era obra de Bill Bernbach, un genio que cambi los cdigos fundacionales de la
publicidad. Repeta que la publicidad no es una ciencia, es persuasin, y la
persuasin, un arte, y eso me hizo ser, creo, mejor publicista, y sus campaas para el
Escarabajo me hicieron mantener la ilusin extraa, como un guio secreto, de tener
alguna vez uno. Aunque no sepa conducir.
Pars bien vale una misa
Por: Alfredo
4 de abril 2011
Sinopsis
Una historia como tantas de amor?
Contenido
Aqu casi todo el mundo cuenta cmo consigui el coche de sus sueos. Yo explicar
cmo perd el mo. Ser muy breve. La historia no da para mucho y seguro que no es
muy original.
Yo tena un Escarabajo (como otros tenan una granja en frica), del 75, de color rojo,
impecable, cuidadsimo, queridsimo.
Tambin tena una novia, y tambin del 75. Era alta, morena y maravillosa, de ojos
grandes y sonrientes.
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bamos a casarnos. Estbamos muy enamorados. Pero ella quera un anillo de
compromiso. Y lo quera con un brillante muy gordo, como Dios manda.
Yo tena un Escarabajo y una novia, pero no tena un duro. As que vend el coche en
secreto para comprar el anillo.
Y le gust mucho. Y llor cuando supo lo que haba hecho. Triunf.
Y nos casamos. Y fuimos felices y comimos perdices hasta que dejamos de serlo y
nos separamos.
Ahora conduzco un coche que ni fu ni fa. Me arrepiento de lo que hice? Me digo que
estaba enamorado, que era joven, que fue romntico, pero s, para qu engaarnos,
me arrepiento mucho, y casi todos los das.
Nunca olvidare mi historia de vampiros en un Beetle amarillo
Por: Patricia Palmeiro
4 de abril 2011
Sinopsis
Recorr los escenarios de la saga de Vampiros de Stephenie Meyer en un Escarabajo
Amarillo.
Contenido
Llegamos al parking de alquiler de coches del aeropuerto de Seattle, y de pronto ah
estaba, un New Beetle y de color amarillo. Al principio no me hizo gracia, ya que tena
que conducir yo y nunca haba conducido un coche automtico... Adems, era
imposible no llamar la atencin de la gente con este coche.
Salimos a saltitos del parking direccin Forks; el GPS no funcionaba muy bien y al salir
de Tacoma dimos una vuelta extra por Seattle. Pronto le cog el truco y me empez a
gustar... despus de un rato dando vueltas paramos en un bar de carretera para pedir
indicaciones; era muy fcil, slo haba que seguir la carretera 101 que rodea todo el
estado de Washington para llegar a nuestro destino, Forks.
Fueron cinco horas increbles en las que mi amiga Jasmina y yo parecamos estar
viviendo un sueo fantstico. Rodeamos el Olympic National Park, vimos bosques
encantados, playas paradisacas salidas de un cuento, era justo lo que venamos
buscando, introducirnos en el mundo fantstico de nuestros libros de vampiros...
Cuando divisamos el cartel de la entrada de Forks, ms o menos sobre las seis de la
tarde de un caluroso da de septiembre, aparcamos nuestro Escarabajo justo delante
de la oficina de turismo del pueblo donde est aparcado la rplica del coche de Bella y
nos hicimos mil fotos... fue una tarde de pelcula. Al da siguiente fuimos con nuestro
Beetle a la playa de La Push, situada en una reserva india muy conocida; una playa
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con fuertes olas y llena de troncos de rboles y de surfistas. El ltimo da fuimos a Port
Angeles, aparcamos justo al lado del puerto y dimos nuestra ltima vuelta antes de
volver de vuelta al aeropuerto de Tacoma, a devolver nuestro Beetle :(
Nuestro Beetle nos llev a todos y cada uno de los lugares fascinantes de los libros de
Stephenie Meyer, y en cada sitio que bamos nos hacamos fotos con nuestro
Escarabajo de fondo. Fue increble, la gente no paraba de decirme: "I like your car"m y
eso me haca sentir genial. Tan bonita fue la experiencia de conducir este coche que
desde que volv de este viaje estoy buscando un coche similar al que alquilamos para
volver a vivir la felicidad que sent dentro de l: las sonrisas, los lloros de emocin...
fue increble!. Tengo que reconocer que despedirme de l fue triste, pero s que
algn da volver a vivir otra bonita historia conduciendo un Beetle.
El Presente, El Recuerdo, El Encuentro, Somos Fanaticos o
Romanticos?...
Por: Jorge Fores Momblanch
4 de abril 2011
Sinopsis
Esta historia es una historia real, una historia de amor... a la belleza, al arte, al pasado.
Contenido
El presente:
Mi vida est totalmente completa, tengo una familia excepcional, mi mujer y mis hijos
son increbles y les dedico toda mi vida... Mi pasin se funde con mi familia y mis dos
trabajos: la restauracin y preparacin de vehculos clsicos en mi garaje y el arte del
tatuaje en mi estudio. Estoy desarrollando mis dos pasiones y lo que siempre he
deseado hacer. Todo por unos recuerdos de nio que todava siguen vivos y un
encuentro casual...
La vida est llena de sorpresas, pero los deseos y sueos hay que perseguirlos, no se
puede slo pensar en ellos; hay que quererlos y desearlos, sobre todo hay que estar
seguro de conseguirlos. As siempre ha sido mi vida, siempre he perseguido y
conseguido lo que he deseado, porque siempre he vivido y querido apasionadamente,
siempre he sabido que el amor puede convertir tus deseos en realidad y que la suerte
no existe, la fabricamos da a da y parece que al final todo el universo se confabula
contigo. S es cierto que hay que estar en el lugar y momento adecuado, pero eso se
aprende a hacer como se aprende a jugar, a bailar o a cualquier otra cosa en la vida.
As pienso y as vivo... soy un ser humano con todos los defectos y virtudes de mi
especie, quizs si fusemos capaces de ver ms con los ojos cerrados, nuestros
sueos se podran convertir en realidad algn da, pues la realidad aqu no es como la
vivimos en nuestro interior, es muy diferente de la que vemos y nuestros sentidos nos
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ofrecen, aqu hay mucho ms de lo que vemos, slo hay que sentirlo para darse
cuenta de ello...
El Recuerdo:
Cuando yo era muy pequeo, mi to, un gran apasionado de los vehculos clsicos, de
vez en cuando vena al cole a recogernos a mis primos y a m en un pequeo
Volkswagen Escarabajo (a m me pareca enorme, precioso y voluptuoso con esas
enormes curvas). Me sentaba con mi primo delante y me encantaba pegarle pataditas
y abrir la compuerta lateral del aire, senta el aire en mi cara y es algo que recuerdo y
que se grab a fuego en mi mente; un recuerdo que todava hoy me hace sentir bien,
Luego, de mayor, supe que era un fabuloso Volkswagen Split. Estos recuerdos son los
que de mayor te hacen ser como eres y elegir un camino, tener ciertos gustos y
aficiones... Tambin recuerdo estar ayudando a mi padre con las herramientas;
siempre he estado experimentando, haciendo cosas: motos, coches, motores... Olor a
gasolina y esa mezcla de aceite, grasa y calor a la que huelen todos los clsicos, cada
uno con su particular olor... Sabra reconocer varias marcas y modelos con slo
olerlos: un Ferrari, un Porsche, un Volkswagen, una Harley, una Osa, una BMW...
cada una con su particular esencia.
El Encuentro:
Fue hace unos cuantos aos. Sola llevar al cole a mi hija por las maanas, y en la
misma acera donde aparcaba apareci un da de pronto un Volkswagen Escarabajo
amarillo con un cartel en el que se lea "se vende". El primer da pase de largo girando
la cabeza. Ya no me lo pude quitar de sta; al segundo da aparqu y me acerqu
para verlo de cerca y estudiar su estado: bajos, pintura, gomas, interior, motor, etc.
Apunt el telfono y llam al propietario para saber precio, ao, estado y quedar para
probar el coche esa misma tarde. As fue mi primer contacto con mi Volkswagen
Beetle. Lo prob y lo compr.
Saba lo que quera hacer con l: una buena preparacin de motor de aquel pequeo
Volkswagen del 72 de 1.300 cc, una buena bajada de suspensin y un largo etc. Aquel
coche amarillo se convirti en toda una pasin por los Volkswagen, luego llego un
Volkswagen Karmann Ghia 58, nuestro "lowlight", que todava estoy restaurando, y
despus un Volkswagen Bug del 57, nuestro Oval, del que hemos recopilado todas las
piezas y que por fin vamos a empezar a restaurar...
Muchos encargos, muchas reparaciones, restauraciones, muchas horas en nuestro en
nuestro garaje (Custom- garaje). As se convirti en leyenda nuestro Volkswagen "Bug
Low Cooler" y as seguiremos trabajando con pasin en todo lo que hacemos en el
garaje. Todo esto poco a poco hizo que nuestra forma de vida cambiara, salamos a
concentraciones, nos quedbamos noches sin dormir para poder llevar nuestros
Volkswagen a las mejores reuniones de Europa y Espaa, para dar a conocer nuestro
trabajo... Ahora es nuestra forma de vida, incluso hemos montado un precioso estudio
de tatuajes, "tattoo ink"; vivimos nuestra pasin de forma autntica o como nosotros la
sentimos y as la damos a conocer al mundo entero desde internet en nuestra pgina
web.
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Ahora sabemos que somos una referencia y nos sentimos orgullosos al haber podido
hacer realidad nuestros sueos. Somos fanticos Volkswagen, nos sentimos
orgullosos de ello, somos gente especial, nuestros amigos en todo el mundo nos lo
hacen sentir as y nosotros slo queremos devolverles ese sentimiento con
agradecimiento, con trabajo. Ojal desde nuestro humilde garaje y studio y con
nuestro trabajo podamos sorprender a alguna persona y lograr hacer sentir esta
pasin por una leyenda viva, un Volkswagen Beetle.
Espero que, como nosotros, te sientas halagado por fin por al ver reconocido por todos
un coche mtico, que todava hoy restauramos, potenciamos, cuidamos, mimamos y
utilizamos a diario como una leyenda del automovilismo vintage y que todavia dar
mucho que hablar en un futuro, el Beetle, Bug, Escarabajo, Vocho, etc. Muchos
apelativos para una leyenda viva y si cabe hoy ms viva que nunca gracias al
movimiento Volkswagen en todo el mundo.
Somos romnticos o fanticos?...
Qu importa eso, lo que importa es la ilusin, lo especial que te hace sentir todava
hoy en el siglo XXI, cuando de pequeo soaba con naves espaciales y viajes
interplanetarios... y conducir mi Bug! "Es una pasada", me dicen muchos cuando paso
por su lado conduciendo mi Volkswagen Beetle, me siento orgulloso al poder
sorprender a la gente en estos tiempos que corren, en los que parece que nada pueda
altera sus vidas, ni guerras, ni prohibiciones, ni catstrofes...
Ja, ja, ja...Todava hay cosas autnticas...y los Volkswagen vintage son de las pocas
que todava quedan y que tienen ese espritu que an sorprende a todos sin saber por
qu.
Un escarabajo a pedales
Por: Chelo
4 de abril 2011
Sinopsis
Mi primer coche fue un Escarabajo a pedales como el de la peli de Herbie.
Contenido
Tena 4 aos y ese verano me llevaron mis padres al cine a ver la peli de Herbie, aquel
Escarabajo tan chulo que haca carreras y tena poderes, y como podis imaginar, sal
de la peli queriendo uno para poder tener todas las aventuras que haba visto.
Y quin le puede negar a una nia tan "adorable" ese capricho. Mi padre movi cielo y
tierra hasta que dio con uno: era blanco, descapotable, biplaza y a pedales.
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Los domingos me llevaban al paseo de mi pueblo a correr arriba y abajo y a asustar a
cualquiera que osara cruzarse en nuestro camino, que Herbie tena poderes y yo era
su amiga. De noche dorma en mi habitacin junto a mi cama, tambin le puse algunas
pegatinas, me parece que eran de los payasos de la tele que venan de regalo en los
Phoskitos. Pero por desgracia empec a crecer, y mi amigo Herbie se me fue
quedando pequeo, pero segua all en mi habitacin, a mi lado.
Un da naci mi hermano y tambin creci y hered a Herbie, pero l no lo cuid tan
bien como yo, y un buen da se rompi y lo tiraron a la basura. Me enfad, chill,
llor me daban ganas de coger al mocoso y meterle la cabeza en el water. Pero mi
padre me entendi y me trajo de regalo una miniatura igual que el que tena, y
simplemente con ese gesto me consol.
Ya soy mayor y nunca he tenido coche, de hecho me saqu el carnet hace slo un par
de aos y me d pnico conducir, pero si los sacaran a pedales para nias grandes
como yo, me comprara uno sin dudarlo. Porque el sentimiento de libertad, de
independencia, de ser la envidia de todos cuando conduca mi Escarabajo, aunque
fuera de juguete, eso nunca lo he vuelto a tener.
Verano indio
Por: Albert Casas
5 de abril 2011
Sinopsis
Un escarabajo, The Doors y un encuentro inesperado.
Contenido
Mi obsesin con los Doors empez cuando estrenaron la pelcula de Oliver Stone en
1991. O sea que hace veinte aos ya Me flip la vida de Jim Morrison y desde
entonces los Doors son uno de mis grupos favoritos. Adems, creo que le van
bastante bien a mi otra obsesin, los escarabajos.
Durante aos he tenido el sueo de comprar un escarabajo del ao de la muerte de
Jim Morrison y al final lo consegu. Por un poco ms de 10.000 me hice con uno de
1971, color burdeos.
El ao que lo compr estaba tan emocionada que decid hacer un viaje yo slo desde
Gijn hasta el Cabo de Gata. Sal un 2 de agosto y llegu 5 das ms tarde (la verdad
es que me lo tom con calma). Viaj con apenas equipaje y llevando el motor muy
poco revolucionado, por aquello del calor mesetario. En fin, como no, la nica msica
que me llev fueron cintas de los Doors. La cosa estuvo bien, viajar slo es algo muy
recomendable. Aprendes cosas de ti mismo y me sent muy libre, no tena que pactar
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nada con nadie, haca lo que quera en cada momento. Y lo mejor es que cuando
viajas slo conoces a ms gente que cuando viajas acompaado.
Yo conoc a gente bastante curiosa en albergues y tal. Desde un camarero que quiso
hacerse una foto con mi coche cerca de Valladolid al verdadero motivo de que os
cuente esta historia una chica llamada Raija que encontr haciendo autostop hacia el
final de mi ruta.
Estaba saliendo de Lorca y la verdad que me llam la atencin. Era una chica alta,
rubia con un cartel de cartn que deca que iba a Cabo de Gatas. Lo pona as, en