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Editorial Don BoscoBELÉNReligión Pre-Kinder Colección De los niños es el ReinoProyecto y edición: EDEBÉ-Editorial Don Bosco S.A., de la Congregación Salesiana de Chile Dirección general: Pablo Marinkovic Marinkovic. Área edición: Patricio Varetto Cabré. Diseño y diagramación: Javiera Rivera Contreras. Ilustraciones y portada: Osvaldo Carvallo Molina. Autores: Equipo de Evangelización y Catequesis de la Congregación Salesiana, EDEC: Sr. Javier Díaz T., Sr. Daniel Morales F., Sr. Luis Alvarad

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Editorial Don Bosco

BELNReligin Pre-Kinder Coleccin De los nios es el ReinoProyecto y edicin: EDEB-Editorial Don Bosco S.A., de la Congregacin Salesiana de Chile Direccin general: Pablo Marinkovic Marinkovic. rea edicin: Patricio Varetto Cabr. Diseo y diagramacin: Javiera Rivera Contreras. Ilustraciones y portada: Osvaldo Carvallo Molina. Autores: Equipo de Evangelizacin y Catequesis de la Congregacin Salesiana, EDEC: Sr. Javier Daz T., Sr. Daniel Morales F., Sr. Luis Alvarado S. y Padres Juan Carlos Zura, sdb y Jos Carraro B., sdb. Asesora Pedaggica: Sra. Alejandra Araya Amstica y Sra. Mnica Len Neira. 1 edicin de febrero de 2009. Esta Gua de la Educadora corresponde al texto Beln de PreKinder, sector de aprendizaje de Religin, y forma parte de los materiales curriculares del proyecto editorial de EDEB en correspondencia con el Programa de Educacin Religiosa Escolar Catlica, del rea de Educacin de la Conferencia Episcopal de Chile. Es propiedad de EDEB 2009 by EDEB Avda. Libertador Bernardo OHiggins 2373, Santiago de Chile www.edebe.cl [email protected] Registro de Propiedad Intelectual: xxx.xxx ISBN: 978-956-18-xxxx-x Impreso en Salesianos Impresores S.A. General Gana 1486 Santiago de Chile Impreso en Chile/Printed in Chile

NDICE1. 2. 3. 4. 5. 6. Presentacin ....................................................................................................................................................... 5 Orientaciones sobre la EREC para educadoras de prvulos .............................................................. 7 Orientaciones psicopedaggicas para el despertar religioso de los prvulos ....................... 10 Visin orgnica y progresiva del texto BELN ..................................................................................... 20 Presentacin del texto .................................................................................................................................. 23 Indicaciones didcticas para cada unidad ............................................................................................ 25 Bienvenidos ..................................................................................................................................................... 23 1 Unidad: Una esta maravillosa ......................................................................................................... 28 2 Unidad: Dios me ha creado ................................................................................................................ 36 3 Unidad: Esta es mi familia................................................................................................................... 46 4 Unidad: En mi familia descubro a Dios............................................................................................ 48 5 Unidad: Somos la gran familia de Dios Padre ............................................................................... 54 6 Unidad: Quiero ser mejor .................................................................................................................... 64 7 Unidad: La mam de Jess me ama ................................................................................................ 70 8 Unidad: Jess naci en Beln ............................................................................................................. 90 7. ANEXOS ............................................................................................................................................................. 23

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1. PRESENTACIN1. Cuatro etapas, un solo caminoBeln es una palabra corta, muy presente en el vocabulario de nuestro pueblo, de fcil memorizacin y llena de contenidos histricos, doctrinales y espirituales. Con esta palabra hemos bauzado el texto de Educacin Religiosa Escolar Catlica para los nios y nias de Pre-Kinder, en sintona con el Programa de Religin Catlica de la Conferencia Episcopal y las Bases Curriculares de la Educacin Parvularia del MINEDUC, desnado tambin a sus educadoras (as) y a sus padres. Beln, adems de ser un texto escolar especialmente elaborado para los pequeos de 4/5 aos, es parte importante de un inerario que se inicia con l y se prolonga de una manera orgnica y progresiva hasta el cuarto ao de enseanza media. Para entender mejor su signicado y ubicacin en el proyecto, es indispensable que las educadoras posean una visin ms amplia y global de la totalidad del inerario que EDEC y Editorial Don Bosco han desarrollado para la educacin religiosa escolar en Chile. De los nios es el Reino BELEN y Nazaret Preescolar 2 textos y 2 guas T Eres Mi Hijo Amado 1 a 4 Bsico 4 textos y 4 guas Creciendo con Jess 5 a 8 Bsico 4 textos y 4 guas Si Conocieras el Don de Dios 1 a 4 Medio 3 textos y 3 guas

Beln es como el portal que abre su puerta ancha e invita a iniciar un largo camino que lleva al nio y ms tarde al preadolescente y al adolescente a conocer ms a Jess, a amarlo ms y mejor, a seguirlo como discpulo el y a tesmoniarlo y comunicarlo a los dems, con la fuerza de su fe y de su razn.

2. Coleccin De los nios es el ReinoEste es el texto bblico que ilumina y anima toda la labor educava de la educadora de la fe del nio en edad preescolar. Es muy conocida la predileccin que tena Jess por los pequeos y los ms humildes, especialmente cuando stos eran nios, seres inocentes y transparentes. l, a diferencia de las costumbres de su poca, los abrazaba y bendeca con cario. Los quera cerca de l y los propona como modelo de vida a los adultos. El Reino de Dios es para los que se parecen a los nios, y les aseguro que quien no recibe el Reino de Dios como un nio, no entrar en l (Mc 10, 15-16). Por estas razones, es un gran privilegio y responsabilidad educar a estos amigos predilectos del Seor Jess. Ellos, con su espontaneidad y sensibilidad exquisita frente a todo lo sobrenatural y trascendente, nos educan e invitan a ser simples, verdaderos, libres de prejuicios, espontneos y dciles a la poderosa accin del Espritu. Por lo tanto, con las mismas actudes del Seor, debemos acercarnos a estos pequeos pero importantes desnatarios de nuestra accin educava, puesto que, como dijo Jess, sus ngeles ven a Dios.

3. Beln: un lugar, un misterio, una espiritualidadTodos saben que Beln (cuyo signicado es casa del pan) es un pequeo pueblo a ocho kilmetros al sur-oeste de Jerusaln. Antes se llamaba Efrat. En este lugar fue ungido David como Rey de Israel y en este mismo lugar, segn se cuenta en los evangelios de Mateo y Lucas, naci Jess. Hoy, para nosotros, Beln es una hermosa sntesis del misterio de nuestra fe. En Beln el Padre Dios comenz una nueva etapa de la Historia de la Salvacin, ya que su Palabra Eterna se hizo ser humano, el Emmanuel, Dios entre los hombre y para los hombres. En Beln Jess, el Hijo de Dios, comenz a cumplir la misin que el Padre le haba conado, realizando as la promesa hecha a nuestros antepasados. En Beln el Espritu Santo llen de amor de madre y de padre a Mara y Jos, quienes haban acogido el misterio de la encarnacin en el silencio de la fe. En Beln se complet la familia de Nazaret y tres personas comenzaron a vivir todas las vicisitudes propias de una familia humilde, aunque rica en su conanza en Dios.

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En Beln los ngeles y los coros celesales comenzaron un himno de alabanza y gratud que desde entonces no dejar nunca de entonarse. En Beln todos los hombres encontrarn al Hijo de Dios, al Rey y Seor, al Mesas anunciado y promedo por las Escrituras, al Prncipe de la Paz. En Beln, en n, encontramos un icono maravilloso de ternura, gracia y belleza que todos los pueblos buscan visualizarlo en los tradicionales pesebres.

4. Beln, una pedagogaEn el texto y en la gua, la educadora y los paps encontrarn numerosas indicaciones metodolgicas y sugerencias didccas para que los nios puedan vivenciar una intensa experiencia religiosa. Se da por descontada la capacidad creava de los adultos para enriquecer las indicaciones y encontrar siempre nuevos esmulos en la escuela, en la casa, en las comunidades crisanas, en el contexto socio-cultural, como ocasiones para vivenciar en forma normal el encuentro con el Dios amor, Padre bondadoso y providente. El nio vive situaciones puntuales, ms emovas que racionales, ms breves que prolongadas, ms de accin que de reexin. Les corresponde a los adultos tener presente el Ver Juzgar Actuar, como un referente metodolgico para que Beln sea una agradable y deseada experiencia religiosa.

5. Beln: una misin para la familiaPara muchos paps, acompaar a sus hijos en esta etapa de la vida (inicio del proceso formavo escolar sistemco) es simultneamente un desao, una alegra y una gran responsabilidad. Se trata de un empo psicopedaggico fundamental para consolidar los cimientos de una prometedora vida de fe fecunda y el, a pesar de las conocidas dicultades que aparecern ms tarde. A la luz de la psicologa religiosa y de la bimilenaria experiencia educava de la Iglesia, se insiste en la corresponsabilidad educava de los padres, ms an cuando son ellos los primeros educadores de sus hijos quienes, despus, se vern apoyados (no reemplazados) por educadores profesionales que sirven en un contexto escolar. Los padres, por lo tanto, no pueden fallar. Sus palabras, su presencia, sus vivencias, su tesmonio, conforman el contexto propicio, el humus vital que hace posible una educacin de la fe con consecuencias posivas y con fundadas esperanzas de crecimiento futuro.

6. BelnComo se puede comprobar al revisar los contenidos, en este texto de Prekinder sus unidades se viven en sintona con el Ao Litrgico. Previa una oportuna introduccin, se celebra la riqueza del misterio Pascual y, despus de un conjunto de temas, se naliza con la celebracin de la Navidad. Es importante recordar siempre, a lo largo del ao, que el texto es nicamente un instrumento pedaggico l y orientador, pero no soluciona todos los problemas. Ms importante que el texto Beln, aunque bello y prcco, es la presencia permanente de los tres agentes que, siempre disponibles a la accin del Espritu Santo, colaboran simultneamente en el delicado proceso educavo. Se trata de tres presencias diferentes, pero complementarias en sus aportes orientados siempre al mismo desnatario: los nios. La labor de la a es fundamental, como lo es la disponibilidad acva y creava de los nios y, por cierto, la indispensable intervencin de los paps. As, educadoras, nios y paps avanzarn juntos en un dilogo enriquecedor para consolidar una buena experiencia religiosa catlica. En n, la complementariedad entre estas fuentes: texto trabajado a nivel personal, segn las posibilidades de cada nio/a, experiencia comunitaria en el aula, dinamizada y efecvamente embellecida por el entusiasmo y la vivencia religiosa de la educadora y la vivencia religiosa familiar, favorecern la consecucin de los frutos esperados. Afectuosamente, a nombre de todos los miembros del Equipo de Evangelizacin y Catequesis de la Congregacin Salesiana de Chile, les envo un saludo fraterno.P. Juan Carlos Zura, sdb Director EDEC

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2. ORIENTACIONES SOBRE LA EREC PARA EDUCADORAS DE PRVULOSSeor, mi corazn no es orgulloso ni mis ojos altaneros, ni pretendo grandezas que superen mi capacidad. Por eso acallo y modero mis deseos como un nio en brazos de su madre. (Salmo 131)

VALOR DE LA FORMACIN RELIGIOSA ESCOLAREl Estado chileno ha reconocido en cada una de sus cartas constucionales que la espiritualidad es una dimensin central en las personas, que les permite ir ms all del mundo material e inmanente y relacionarse con la trascendencia. Este aspecto estructural diramos del ser humano, al igual que muchos otros aspectos, tambin puede crecer, madurar, por lo que se concibe como parte integrante del aprendizaje que deben hacer las nuevas generaciones de aquellas competencias generales necesarias para desempearse en forma acva y ca a lo largo de la vida, y para aportar a la integracin social, el crecimiento econmico y el desarrollo polco del pas, en sintona con la valiosa tradicin crisana-catlica que tanto ha incidido en el alma de Chile, segn la bella expresin del Cardenal Ral Silva Henrquez. La Reforma Educava actualmente en curso promueve la formacin integral de la persona del estudiante, es decir, el desarrollo sistemco de todas sus dimensiones; y, tomando en cuenta lo que seala la Constucin Polca del Estado en su arculo 1 y la Ley N 18.962 Orgnica Constucional de Enseanza en su arculo n 2, se reconoce que la espiritualidad, la trascendencia o la condicin religiosa del ser humano es una de aquellas dimensiones. Y si las diversas instuciones religiosas proponen planes y programas de estudio, cumpliendo ciertos mnimos tcnicos, que ayuden a: esmular la valoracin de la dimensin religiosa de la persona y su apertura racional, afecva y operava hacia la trascendencia. fortalecer el desarrollo integral de la persona dentro de una comprensin de la condicin inmanente y trascendente al mismo empo del ser humano, de un culvo y conciencia de los valores morales y religiosos, y del desarrollo de una fe que concite en nios y jvenes de ambos sexos una slida inclinacin por buscar, conocer y amar a Dios. fortalecer capacidades para un comportamiento personal responsable, regido por principios cos y que busca permanentemente la realizacin del amor, la juscia y el bien en la convivencia diaria, y la preparacin de la persona para su vida espiritual trascendente. aportar a la construccin de un proyecto de vida y del fomento del servicio a los dems, el desprendimiento personal, la libertad y la tolerancia frente a las ideas y creencias que son disntas de las propias, entonces, el Estado tambin se responsabiliza de este aspecto y ocialmente declara la Religin parte integrante del Plan de Asignaturas en el sistema educacional chileno.

LA FORMACIN RELIGIOSA PREBSICALo anterior permite comprender por qu existe Religin en el currculum escolar. Ahora bien, si durante muchos decenios la exigencia de la educacin escolar fue desde 1 Bsico, el paso del empo ha congurado de tal modo nuestra cultura nacional que ha hecho perentorio implementar la formacin escolar sistemca desde antes. As, la educacin parvularia ha ido ganando una notoria preponderancia, impensada un par de dcadas atrs. Hoy, el tradicional kinder (o 2 Nivel de Transicin) no es dejado a una parcipacin facultava en el inerario escolar, sino obligatoria, y este mismo estatus est adquiriendo el tradicional pre-kinder (o 1er Nivel de Transicin). La creciente parcipacin de la mujer en el mundo laboral, con un signicavo respaldo gubernamental por medio de la creacin de Jardines Infanles y Salas-cunas, entre otras iniciavas, adelanta cada vez ms la necesidad de contar con cualicados inerarios escolares para prvulos, lo que entre otras cosas implica, a su vez, crear propuestas pernentes para el desarrollo de su religiosidad. En el caso de los ms pequeos, las Bases Curriculares de la Educacin Parvularia se enmarcan en los mismos principios y fundamentos legislavos de la Nacin antes aludidos, adems de la concepcin antropolgica y ca que orienta la Declaracin Universal de los Derechos Humanos y la Convencin sobre los Derechos del Nio. Si bien en la educacin parvularia no existen

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sectores de aprendizaje sino tres mbitos de experiencias para el mismo (Formacin personal y social, Comunicacin y Relacin con el medio natural y cultural), la formacin religiosa, correctamente intencionada y acompaada, puede potenciar enormemente el logro de aquellos ncleos de aprendizaje que se pretende alcancen los nios y nias en este perodo: la autonoma, la idendad y la convivencia; el lenguaje verbal y el arsco; la relacin con seres vivos y su entorno, los grupos humanos, sus formas de vida y acontecimientos relevantes, y las relaciones lgico-matemcas y cuancacin. Es por ello que la educacin religiosa ene un espacio y un importante rol, en el currculo formavo de los prvulos.

LA PTICA CATLICA DE LA EDUCACIN RELIGIOSA ESCOLARA la Iglesia Catlica le interesa que exista educacin religiosa en las escuelas de nuestro pas porque sabe del rol imprescindible que juega este sector de aprendizaje, ms all del credo especco, en la formacin integral de los alumnos y alumnas. Ms an, sabe que no es una materia ms, junto a las otras, sino que ene el convencimiento de que es asunto central en la existencia de una persona, pues trata de aspectos que son de primersima importancia, como es la relacin con Dios y el sendo de la existencia, el fundamento de los valores y de los principios cos, el desarrollo de actudes relacionadas con el espritu crco y la esperanza ante el futuro, etc. Esta actud abierta es fruto de la nueva autoconciencia que ene la Iglesia Catlica de su ser y de su misin, gracias al Concilio Vacano II. En efecto, desde aquel magno evento, la Iglesia ha asumido mayor conciencia de ser profeta que anuncia el Evangelio y servidora del mundo a travs de disntos medios, por ejemplo, a travs de la humanizacin plena para las nuevas generaciones, n que la misma sociedad busca a travs de la educacin escolar. As, la Iglesia se presenta al mundo como una comunidad dialogante que opta por: El reconocimiento de las diferencias y de la autonoma de las cosas, viviendo elmente el mensaje del Seor que proclama en medio de una cultura con diversas ofertas de sendo; Una presencia sencilla y cercana, que no impone a los dems sus ideas, sino que tesmonia lo que proclama y que muestra como razonable su propuesta; Estar en medio del mundo, no rerada en las sacrisas, sino dialogando de modo sereno y proposivo en los diferentes escenarios culturales, ah donde las personas, sea en forma personal o colecva, levantan propuestas de sendo, con sus consiguientes prccas.

OBJETIVOSEn consecuencia, el objevo fundamental de la Educacin Religiosa Escolar Catlica (o EREC) es desarrollar la religiosidad de los alumnos por medio del anuncio del Evangelio, segn la interpretacin que la Iglesia Catlica da de l. Esto se busca especialmente por medio de un intenso dilogo y sntesis que promueven los docentes entre el mensaje crisano, la vida de los alumnos/as y la cultura, principalmente la que aprenden desde los diversos sectores de aprendizaje del curriculum escolar. Ntese que se hace referencia a religiosidad y no a religin, con lo cual se est destacando el polo personal de lo religioso, y no tanto lo instucional; es decir, el acento est en el desarrollo al interior del individuo de la ms profunda de sus dimensiones que lo constuye como persona, en vistas a desplegar una relacin personal con Dios. Esta claricacin es importante pues hace razonablemente posible una EREC amplia, ecumnica, respetuosa para todos los que buscan una formacin integral. Por lo tanto, la EREC es posible tambin en un contexto social de pluralismo ideolgico, losco y religioso1. Por otra parte, esta religiosidad se enende desde el punto de vista catlico como constuida por cuatro reas, las que implican sus respecvos aprendizajes. As: a) Desde el punto de vista del rea tesmonial, los alumnos aprenden a fundamentar su vivencia religiosa y a aplicarla creciente y sistemcamente a la vida como clave de sendo. Desde el punto de vista catlico, se acompaa al alumno para que aprenda a profundizar el mensaje de Jess, especialmente en la Biblia, a la luz del Magisterio, y a anunciar ese mensaje con su vida. b) Desde el punto de vista del rea celebrava, los alumnos descubren que la vida no es opaca y plana, sino que ene densidad existencial variable y momentos cargados de signicado, vida que, mediante ciertos ritos y smbolos religiosos, se transparenta y permite entrar crecientemente en contacto con Aquel que es Origen, Vigor y Meta de la realidad. As, se acompaa al alumno catlico para que aprenda a descubrir la presencia amorosa de Dios en la realidad, su paso salvador por su vida, y cuyo plan salvador es movo de asombro y celebracin.

1 C E C (2005). P R C: FEDUCECH.

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c) Desde el punto de vista del rea comunitaria los alumnos descubren la unidad y fraternidad que se abre hacia los dems desde su experiencia religiosa. Desde el punto de vista catlico, se acompaa al alumno para que aprenda a vivir la hermandad que enen por ser hijos del mismo Padre en unin con todo lo creado, reunidos en una sola familia, la Iglesia. d) Finalmente, desde el punto de vista del rea servicial, los alumnos descubren que su religiosidad les dicta y mova a entregarse a los dems como clave de la ms profunda humanidad, con especial nfasis con los ms abandonados. El alumno catlico es acompaado en su aporte a la construccin de la Civilizacin del Amor, siguiendo la actud de solidaridad y don hasta el extremo de Cristo.

ALGUNAS DISTINCIONESUna disncin que se ha hecho y quizs habr que seguir haciendo por bastante empo es entre Educacin Religiosa Escolar Catlica y catequesis. En efecto, muchas personas, incluidas no pocas de quienes parcipan en ambientes escolares, manenen la idea de que ambas acvidades formavas son lo mismo en su esencia, salvo el cambio de nombre y que sus lugares de ejercicio son disntos, una la escuela, la otra la parroquia. La razn de fondo para este equvoco es la costumbre centenaria de hacer catequesis en el momento llamado clase de Religin. Hay que decir, sin embargo, que Catequesis y Educacin Religiosa Escolar Catlica no se idencan, aunque son complementarias. Hay aspectos similares y hay otros que las diferencian. De parda, ambas son formas de educacin religiosa promovidas por la Iglesia Catlica, por lo que el contenido doctrinal en ambas es similar: los elementos fundamentales de la fe y de la moral catlica. Sin embargo, en la escuela se pretende educar la religiosidad de los alumnos, sin dar por supuesta una adhesin de fe y el deseo de profundizarla; en tanto en la catequesis se enende que hay un inters previo por profundizar la fe, en comunin con otros hermanos. Tambin, a diferencia de la Educacin Religiosa Escolar Catlica, que evala mediante una calicacin el progreso en el aprendizaje que el alumno hace de los contenidos, pero no evala la fe, la catequesis s evala la fe de los catequizandos que acceden al misterio de Dios, creen en l y lo reciben en los sacramentos, aunque esto no sea por medio de una calicacin. A pesar de estas evidentes diferencias, Catequesis y Educacin Religiosa Escolar Catlica convergen desde su originalidad para ayudar a nios y adolescentes catlicos a madurar su dimensin religiosa, y eventualmente su fe, en lnea con lo que ensea el Magisterio eclesial.

COHERENCIA CON LOS FINES DE LA EDUCACIN PARVULARIAEl Ministerio de Educacin, a travs del texto Bases Curriculares de la Educacin Parvularia seala como parte del n de este primer nivel escolar, favorecer una educacin de calidad, oportuna y pernente, que propicie aprendizajes relevantes y signicavos en funcin del bienestar, el desarrollo pleno y la trascendencia de la nia y del nio como personas2. Sin embargo, respecto a cmo lograr esto la autoridad ministerial no lo reduce en un nico mtodo, sino que deja abierto a que sean especicados por cada instucin y proyecto educavo. Una instucin escolar cuyo Equipo Direcvo tenga conciencia de la religiosidad como dimensin constuva de las personas y del valor de desarrollarla en sus alumnos, querr ofrecerles la formacin religiosa a parr de su primer nivel educavo. Esto, adems, porque la religiosidad no es un cmulo de conceptos y ritos religiosos (lo cual est ms en el polo instucional y que, cuando ene una base y vivencia en el individuo, son expresin de una gran riqueza interior), sino que principalmente es aprender a ver la vida en su nivel trascendente. Desde otro punto de vista, podra armarse que los primeros vnculos afecvos, la conanza bsica, la idendad, la autoesma, la formacin valrica, el lenguaje, etc., todas temcas muy centrales en esta etapa crucial, se ven fuertemente apoyados por una buena educacin religiosa escolar. Que eso de ver lo trascendente es muy dicil para un prvulo? Quizs la palabra, s, pero la experiencia no, pues sus picas actudes de entrega, inocencia, de conanza ilimitada, deben ser educadas para que maduren plenamente, as como tambin deben ser acvadas otras innumerables potencialidades, a n de que, progresivamente, puedan acoger al Trascendente en persona: al Seor Jess.

2 MINEDUC. B C E P. S, 2004, .22.

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3. ORIENTACIONES PSICOPEDAGGICAS PARA EL DESPERTAR RELIGIOSO DE LOS PRVULOSMOTIVACIONESHa crecido lmamente en Chile el inters polco y pedaggico para ancipar y potenciar la educacin formal de todos los nios y nias en etapa de prvulos, considerando para este n todos los estratos socioculturales. Esta ampliacin de la cobertura escolar nos ofrece una valiosa oportunidad para proponer tambin para esta etapa una apropiada educacin religiosa. Esto porque, nos parece, tambin los pequeos necesitan ser educados en su despertar religioso y ser encaminados a abrirse a las dimensiones de la trascendencia para acercarse progresivamente, desde su realidad de pequeos, al Misterio fascinante de Dios. Para este n, el Equipo de Evangelizacin y Catequesis de la Inspectora Salesiana de Chile (EDEC) y edeb-Editorial Don Bosco han elaborado para esta etapa educava un inerario formavo tomando como punto de referencia el documento Programa de Religin Catlica: Educacin Parvularia (pp. 45 65). Sabemos que, en general, se ha descuidado en nuestro medio educavo la formacin especcamente religiosa de los prvulos, subesmando la necesidad de intervenciones pedaggico-religiosas especcas para ellos. Conscientes de la importancia de conocer ms ciencamente las necesidades y posibilidades religiosas de esta etapa de la vida, proponemos aqu a las educadoras de prvulos una serie de orientaciones y reexiones a n de que puedan favorecer el encuentro de sus nios y nias con la maternidad generosa y grandiosa del Padre Dios, con el amor cercano y erno de su Hijo Jess; para que descubran con su familia natural que la comunidad crisana es tambin su familia y que los creyentes enen un eslo de vida especial y que los hace felices y llenos de esperanza. Los educadores seriamente compromedos con su vocacin, pueden hacer posible esta aventura, reconociendo y respetando la dignidad de cada nio y desarrollando su capacidad y necesidad de llegar a Dios, n lmo de toda educacin integral.

1. DIOS AMA A LOS NIOSTodos los nios enen el derecho y la necesidad de saber que Dios los ama y que ellos pueden y deben amar a Dios. A los adultos, padres y educadores, les corresponde orientar, acompaar y asegurar este maravilloso descubrimiento. Nios y nias, segn la pca catlica, estn llamados a crecer, como Jess, en sabidura y gracia delante de Dios y de los hombres (Lc 2,52). Esta es la misin prioritaria de los paps y, si no la cumplen, sern juzgados severamente. El secreto pedaggico es hacer del amor paterno y materno una imagen visible y una prolongacin diaria y sensible del amor de Dios. Se trata por lo tanto de promover en el hogar y en la prolongacin del hogar, que son principalmente la escuela y la parroquia, una fecunda sabidura educava. Sabemos que los nios/as no son propiedad de los adultos, sino de Dios. Los padres los acogen como regalos y bendicin, y los cuidan con gozo y fe. Un salmista dice con belleza que los hijos son como brotes de olivo en torno a la mesa del Seor (Sal 127,3). Cada nio/a que viene a este mundo es una prueba tangible y sorprendente de la existencia de Dios, la verdadera fuente de la vida y del amor. Dios Omnipotente conna y realiza en cada nio y nia su creacin, y para que sea plenamente feliz ha enviado a su Hijo Jess y enva connuamente el don del Espritu Santo para que sea liberado de todo mal, sancado y tenga en Cristo, vida abundante y eterna. El primer educador es siempre Dios y Dios educa a su hijo como lo deberan hacer el mejor pap y la mejor mam. La Sagrada Escritura nos revela, a travs de imgenes muy cercanas, cmo l le ensea a caminar a su Pueblo (y, en l, a cada el), le toma la mano, lo atrae con bondad y con vnculos de amor, lo cuida y lo lleva hasta sus mejillas, le da de comer, se inclina sobre l con ternura de madre y dedicacin de padre (ver Oseas 11, 3-4. 8). En cada nio o nia que viene a este mundo, sea cual sea la modalidad, Dios ve en l/ella una imagen maravillosa de su nico y amado Hijo Jess y por eso no los olvida ni los abandona jams, a diferencia de lo que eventualmente podra hacer su madre biolgica o su padre (Isaas 49, 14-15). Podramos armar que cada nio o nia es como un Emmanuel, es decir, un Dios con nosotros.

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En el pueblo de Israel el nio era amado, esperado, defendido, cuidado desde antes de su nacimiento. Cada nio que nace es una seal de la benevolencia del Dios creador que ama a su pueblo, como un padre ama a su familia. Para Israel, y hoy para la Iglesia, los hijos e hijas no son un estorbo que se debe soportar, sino una bendicin que alegra la vida y que se debe agradecer cada da. Son, por lo tanto, sujetos de especial educacin religiosa, desde sus primeros aos (Prov 3,1-8).

2. JESS, COMO SU PADRE DIOS, CUIDA Y AMA A LOS NIOS Mt. 19,1316El valor de la infancia, en el Nuevo Testamento, est dada claramente por el mismo Jess, que revela una opcin clara y preferencial por los pequeos. Su comportamiento para con ellos y sus enseanzas rompen con tradiciones culturales y esquemas sociales abriendo nuevos horizontes formavos. Para Jess, aquellos que en la sociedad son los ms desvalidos, dbiles, indefensos, aparentemente inles, dependientes en todo, impotentes para servir y producir, son los preferidos y considerados como los ms importantes. La Iglesia ha aprendido de Jess que cada nio/a es una persona nica, un sujeto necesitado de cuidados especiales, de intervenciones educavas apropiadas para asegurar su crecimiento integral y llegar un da a la plenitud de la vida eterna. La misma niez ha sido presentada por Jess como una categora de la fe. l nos recuerda que los nios son modelos de vida y hay que ser como ellos para entrar en el Reino de los cielos (ver Mc 10,14 -15). Jess invita a hacerse como ellos, es decir, transparentes, privados de malicia, llenos de conanza, sin prejuicios, inocentes y sencillos. Todas estas son cualidades necesarias para entrar en comunin con el Padre, es decir, para entrar en el Reinado de Dios. Cuando estudiamos los evangelios percibimos cmo Jess, a pesar de las crcas de los mismos apstoles, tuvo numerosos gestos de cario para con los ms pequeos. Jess los acoga con cario, los estrechaba entre sus brazos para hacerles senr tambin sicamente su ternura y preocupacin; les impona las manos en la cabeza para que se sineran protegidos y bendecidos; oraba al Padre Dios por ellos porque saba que cada nio/a es una esperanza, una promesa, un nuevo discpulo misionero (Mc 9,36). l, que no tuvo su propia descendencia biolgica, lleg hasta idencarse con ellos, sin disnciones sociales, culturales, econmicas, raciales. Sus palabras son muy esmulantes para los educadores de todos los empos: ...cualquiera que reciba en mi nombre a un nio, a m me recibe; y el que me recibe a m, recibe a Aquel que me ha enviado (Lc 9,47 -49). Los nios, desde su inocente pequeez, nos ensean a conar, a abandonarnos seguros en las manos del Padre Dios, a senr sin prejuicios su amor providencial, a senr la imprescindible necesidad de Dios en la vida y a comunicarnos con l con espontaneidad y conanza lial. Tambin, nios y nias son formidables educadores de sus maestros. El Seor los invita a aprender de ellos, porque sus ngeles contemplan constantemente a Dios.

3. LA IGLESIA ACOGE Y PROTEGE A CADA NIO, SIN DISTINCIN ALGUNACada nio/a vale por s mismo. Es un tesoro desde que viene a este mundo y la Iglesia, desde el primer momento, se siente como su madre, maestra, educadora y gua. Lo acompaa y educa a travs de sus padres, de toda la familia que es para l como su primera iglesia domsca. Ms tarde lo hace tambin a travs de la escuela catlica y de la comunidad crisana. Lo acoge en su seno, desde el Bausmo, como un verdadero integrante con derechos y deberes. Son muchos y variados lo documentos eclesiales que movan a los adultos a preocuparse de la educacin religiosa de los nios, dando siempre el primer lugar a los padres. Ellos son los primeros (cronolgicamente) y los principales (pedaggicamente) educadores de la fe de sus hijos. Son los primeros evangelizadores de sus hijos y nadie podr jams substuirlos plenamente. Por el sacramento del Matrimonio, los padres pueden llegar a converrse en imgenes vivas y cercanas de Dios que da la vida, protege, cuida y hacer crecer. La comunidad crisana y el colegio pueden ayudar, apoyar y complementar esta tarea, pero nunca podrn sustuirlos plenamente en esta misin que ellos asumieron en el momento en que celebraron el sacramento del Matrimonio y se compromeeron en educarlos en la fe crisana y catlica. Por ello, no deben ceder este derecho a nadie ni tampoco abdicar de l. Las instuciones estatales o parculares pueden dar cultura, instruccin y educacin en valores, pero solamente los padres son, por razones de su vocacin y misin, los primeros y principales tesgos de la fe y los formadores ms signicavos e incidentes para una vida segn el evangelio. Ningn nio/a debe ser instrumentalizado. Es el centro de nuestras atenciones. Familia, escuela, parroquia y Estado son para los nios y no los nios para las instuciones.

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Tanto la fe como la razn nos dicen que cada nio/a ene derechos, desde sus primeros aos, a ser educado en la fe de sus padres y de su comunidad religiosa y ste es uno de los derechos inalienables, irrenunciables y universales. Y los derechos de los nios son deberes para los padres y la sociedad. La Iglesia lo sabe muy bien y por eso se preocupa tanto y en todas partes por el bienestar integral de los ms pequeos. Es voluntad de Dios que los padres enseen a sus hijos las Palabras de Dios , el cumplimiento de su Ley, y la alegra de pertenecerle como hijos predilectos: ...se las repers a tus hijos, se las dirs tanto si ests en casa como si vas de viaje, cuando te acuestes y cuando te levantes... (Deut 6,7).

4. LOS NIOS Y NIAS: CAPACES DE DIOS Y ABIERTOS A LA TRASCENDENCIASegn el plan de Dios creador, en cada nio est inscrita la llamada a ser en plenitud su hijo o hija en el Hijo, y a entrar en su familia por la accin divina del Espritu Santo que acta en su Iglesia. Esta vocacin se realiza gracias a la presencia tesmonial de los padres o de aquellos que los representan (familia), se desarrolla y forca ms tarde por la catequesis propiamente tal (parroquia) y se consolida culturalmente mediante la educacin religiosa escolar. En cada nio/a, siempre por el plan providencial del Creador, existe una capacidad y una necesidad de Dios. l busca la felicidad y la encuentra en la medida en que se acerca al Seor. Este acercamiento a Dios es ms fcil y espontneo cuando el nio crece en un ambiente familiar y en un contexto escolar en los cuales Dios ocupa el primer lugar; en estos contextos los padres son los primeros mediadores. A travs de lo que ellos dicen, viven, hacen, ensean y muestran, el nio/a se aproxima al mundo trascendente de Dios. A veces, a travs de su silencio meditavo, aunque muy puntual y breve, l maniesta estupor, encantamiento, capacidad de contemplacin silenciosa, tendencia a maravillarse de todo, a descubrir siempre cosas nuevas y movadoras. A este respecto es importante saber escuchar las preguntas de los nios que a menudo son de naturaleza eminentemente religiosa, losca, trascendente, cargadas de tensin hacia lo grandioso y lo misterioso de Dios. Pero para desarrollar mejor en ellos su religiosidad espontnea, se hace necesaria una intervencin pedaggica que tenga presente los aportes valiosos de la psicologa evoluva y religiosa propia de esta edad, con el n de facilitar el desarrollo religioso slido e integral. Sabemos muy bien que los nios y nias, por su naturaleza, despiertan el inters de los adultos y revelan con fuerza conmovedora la ternura y delicadeza de Dios creador. Pero no basta quererlos y admirarlos. Es necesario orientarlos y llevarlos a un desarrollo integral de todas sus potencialidades, tambin de su religiosidad. Descuidar esta llamada de Dios en los primeros aos de la vida es dicultar ms tarde todo po de educacin religiosa y propiamente crisana. Adultos y nios estn llamados a caminar juntos al encuentro del Seor. Se exigen y enriquecen mutuamente. Hay que evitar obviamente ancipaciones desproporcionadas, es decir, exigencias por encima de las posibilidades y prolongacin de infanlismos que no hacen crecer con armona y equilibrio. Los educadores responsables de su misin, deberan conocer y aplicar en sus intervenciones educavas, tambin en esta temprana edad, los resultados ms evidentes de las neurociencias, de las diversas teoras psicolgicas, especialmente en el mbito de la religiosidad. Es muy consensuada la conviccin de que la primera infancia en una etapa de gran relevancia para el desarrollo integral del ser humano. En ella se consolidan las bases posivas o negavas del desarrollo posterior, tanto en lo intelectual como en lo emocional, sico, moral y (hay que subrayarlo) en lo propiamente religioso.

5. ELEMENTOS GENERALES DE LA PSICOLOGA RELIGIOSA DEL NIOLa signicacin de esta etapa y de lo que se haga o no se haga en ella, ene una importancia crucial para la vida futura. Los educadores saben muy bien que en estos delicados aos se desarrollan los primeros vnculos afecvos, la motricidad, el lenguaje y el pensamiento. Es una etapa en la cual los nios aprenden a vincularse intensamente con las personas ms cercanas y a travs de ellas con el entorno, el medio ambiente, la cultura. As adquieren hbitos y aprenden valores de gratud, de amor, de conanza, de entrega, de solidaridad, de sinceridad y de escucha atenta, que los capacitan progresivamente a comunicarse con Dios como un ser personal. Es en este momento privilegiado del crecimiento cuando los nios y nias pueden desarrollar con mayor espontaneidad e intensidad su religiosidad como capacidad de relacionarse con Alguien vivo y presente que est por encima de ellos y antes que ellos, del cual dependen y aprenden a crecer felices y seguros.

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5.1. Cmo son los nios de esta edad? El camino ms conveniente para conocer a un nio/a es observarlo detenidamente en el contexto de su vida normal y escucharlo con empaa en el momento oportuno. Cuando un nio/a entra en un contexto escolar, se integra a espacios de socializacin ms amplios que el hogar y su vida comienza a enriquecerse. En el jardn infanl y en el kinder encuentra nuevos elementos o instancias que actan en su desarrollo intelectual, social, afecvo y religioso. En esta etapa el nio/a comienza a idencarse con el progenitor de su mismo sexo, aceptndose como varn o mujer. Alrededor de los 4 aos descubre de forma natural las diferencias anatmicas entre los dos sexos y este descubrimiento ser uno de sus intereses ms frecuentes. El desarrollo sico es sorprendentemente gil y rpido, y su cuerpo va tomando proporciones corporales ms claras. Su desarrollo psicomotor pasa de ser muy inquieto y un poco torpe, a tener cada vez mejor coordinacin y control de sus movimientos. En la medida en que crece, aunque le siga gustando mucho la acvidad motora gruesa, ya es capaz de entretenerse con acvidades ms sedentarias, logrando desarrollar su motricidad na. Sus capacidades de comunicacin verbal, gestual y creava, el desarrollo de todos sus sendos, crecen connuamente, especialmente cuando estas son movadas y canalizadas. En esta edad, arman los expertos, el nio/a asimila ms por el camino de los senmientos y de las emociones, que por el camino del razonamiento y de la reexin. La cercana sica, las sonrisas o las amenazas, los brazos acogedores o las miradas exigentes, las caricias o las brusquedades, los movimiento de las manos y del cuerpo, los sonidos, las diferentes voces, los colores, los olores, la manipulacin de los objetos, los diferentes sonidos y aun la oscuridad y los silencios, son factores de comunicacin y de comunin. Todo el entorno habla a los pequeos y el educador debe estar muy atento a que esta comunicacin sea posiva y lleve al nio/a a un crecimiento sereno y posivo. Aunque no sepan leer y escribir, pueden comunicarse muy bien con sus educadores por este lenguaje mulfacco que es portador de verdades que llegan al corazn. Adems, es muy sabido que lo que el educador no logra comunicar con sus palabras lo puede hacer el Espritu Santo desde adentro. Son sorprendentes las expresiones religiosas y teolgicas de ciertos nios y nias que no son resonancias de las palabras del educador ni de sus familias, sino frutos de la accin real de Dios que ya habita en ellos desde su nacimiento y, sobre todo, desde el bausmo. Sobre este tema hay invesgaciones sumamente interesantes e iluminadoras. Todo lo que acabamos de armar es un desao para el educador de la religiosidad y debe tenerlo muy presente en la programacin de sus propuestas educavas. 5.2. Algunas caracterscas psicorreligiosas de los prvulos Algunos psiclogos arman que la religiosidad, como posibilidad de comunicacin y relacin afecva y vital con un ser trascendente, ene su origen en el eros, en el inconsciente afecvo de la personalidad. Esta capacidad se desarrolla y cambia en sintona con las otras dimensiones de la personalidad, y en especial en relacin profunda con el crecimiento de la afecvidad. En la medida en que un nio/a desarrolla relaciones afecvas posivas, serenas y slidas con sus padres y las personas que lo rodean, ms se consolida y se enriquece su crecimiento religioso. Lo mismo puede decirse de su relacin armoniosa consigo mismo, con los dems si se siente amado, protegido, valorado en un ambiente alegre y opmista. Por lo tanto, las buenas experiencias de amor humano son el mejor camino para iniciar y desarrollar experiencias especcamente religiosas con ese Amor innito y pleno que es Dios. Hacia los 5 aos, la religiosidad infanl est condicionada por algunos fenmenos que el educador debe tener presente y considerarlo en sus intervenciones formavas. Todos ellos enen que ver con la imagen de Dios y con su manera de intervenir en su vida normal de cada da. el arcialismo, que le hace ver toda realidad como determinada o unida a una causalidad inmediata y congua en el espacio y en el empo. el magismo, por el cual el nio/a cree que se puede posesionar de fuerzas superiores, extraas e invisibles, pero reales y ecaces en su imaginacin, y que estn a su disposicin para sacar ventajas personales. Son muy conocidas las etapas de los amigos invisibles con los cuales el nio/a habla, juega y entra en comunicacin. el animismo, tendencia a dar vida, animacin, responsabilidad, capacidad de intervencin a los objetos inanimados que lo rodean y con los cuales l interacta. el antropomorsmo, fenmeno tambin muy conocido, por el cual el nio/a ende a proyectar en Dios las caracterscas sicas, corporales y tambin de comportamiento de las personas, como si l fuera un ser humano

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hecho a nuestra imagen y semejanza. Para el nio/a, Dios, en general, es como un gran mago, dotado de poderes excepcionales, capaz de todo. Se lo imagina y lo dibuja como un abuelito bonachn, sentado sobre las nubes, o como un juez que mira todo y sabe todo y, por lo tanto, est siempre listo para casgar. Un cierto antropomorsmo seguir siempre vivo y latente tambin en los adultos. De aqu la importancia de puricar constantemente la idea de Dios, que es siempre radicalmente diferente de lo que pensamos e imaginamos con nuestra mente. Los educadores crisanos, conscientes de todas estas realidades, enen la delicada misin de considerarlas en su accin educava a n de que esta sea realmente incidente en el desarrollo de una religiosidad sana, posiva y armoniosa, y que sea bien fundamentada para que permita un ulterior desarrollo a lo largo de la vida. 5.3. La idea de Dios y su evolucin El pequeo est invitado y acompaado a descubrir progresivamente y gozosamente a un Dios vivo, cercano, bondadoso y misericordioso. Este camino puede ser ms o menos largo y a veces dicultoso, pues hay condicionamientos interiores y exteriores que lo pueden entorpecer. Los catequetas nos recuerdan que la verdadera imagen de Dios que los educadores creyentes y catlicos deben comunicar, sea con las palabras y con el tesmonio, debe tener tres caracterscas: l es el Dios viviente, el Dios alsimo, el Dios amansimo. El Dios viviente. Se trata de presentar a los pequeos a una Persona Viva y acompaarlos a un encuentro personal con ella. Dios debe ser Alguien interesante, invisible pero presente, acvo, interesado, valioso, maravilloso y muy necesario. Alguien con quien se puede hablar, que nos conoce, nos escucha y nos acompaa. No es recomendable manipular excesivamente la gran imaginacin propia de los nios/as, a nde evitar que lleguen a pensar que Dios es como el hroe de las fbulas, tan idealizado que se volvera pronto irreal, inconsistente y, ms tarde, objeto de rechazo. Hay que ayudar al nio a disnguir entre lo real visible y tangible, y lo real invisible, espiritual pero, al mismo empo, cercano y viviente. Cuando un pequeo cierra sus ojos, hace silencio, puede imaginar a su mam presente, viva y que le habla... aunque est sicamente alejada. Algo parecido pasa con Dios, el Viviente. No es conveniente dar demasiadas explicaciones abstractas que podran confundir en lugar de ayudar. Hay que dar empo al empo. La educacin en la oracin, en la luz del ejemplo de Jess que se comunicaba con su Padre Dios Viviente y presente, es un excelente camino para llevar al nio y a la nia a un dilogo con un Dios cercano y vivo. El Dios alsimo. Dios es eminentemente trascendente y, al mismo empo, inmanente. La Sagrada Escritura lo presenta como El Sadday. No resulta complicado presentar al nio/a, llamado a crecer y a ser alto y fuerte como sus padres, a un Dios innitamente sabio, inmensamente poderoso, omnisciente, eterno y grandioso. Es muy acertado presentarlo como el gran Creador de todo y de todos, el Seor del cielo y de la erra, el Dios que nos supera y que, por lo tanto, no podemos comprenderlo cabalmente. l es el trascendente por su inmensidad y cercano por su amor de Padre para con cada uno de nosotros. Es tan grande, maravilloso y nico que nadie puede ser como l. Merece alabanza, adoracin, respeto, obediencia y gloria innita e inmensa. Este mismo lenguaje debera ser ulizado en las conversaciones familiares y, obviamente, en las catequesis parroquiales, para evitar as distorsiones y desorientaciones.

6. EL DESARROLLO MORAL DEL NIO/AEstamos tocando un tema complejo, pero sumamente importante para los educadores de la fe. No siempre se est debidamente preparado para asegurar una buena educacin de la conciencia y del comportamiento moral. La temca es compleja y amplia. Nos detenemos en algunos puntos de especial inters para los educadores creyentes. Existe la costumbre de relacionar moral y religin, como si el desarrollo de la primera fuera sinnimo de un buen desarrollo de la segunda, y viceversa. En realidad, las dos dimensiones son diferentes y no deben ser confundidas o idencadas. Cuando un nio/a confunde religin con moral puede formarse la idea de un Dios severo, exigente, casgador y, por lo tanto, poco amable y podo deseable. Esto sucede especialmente cuando el nio no logra, por ser an nio, cumplir debidamente lo que los adultos llaman las normas de Dios. Es tarea del educador saber conocer y re-conocer un camino de crecimiento.

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Desde la primera infancia los nios y nias comienzan a comprender que el mundo o su cultura est regido por ciertos valores, obligaciones y normas. El nio, muchas veces descubre por s mismo lo aprobado y lo no aprobado socialmente, capta sus primeras nociones de lo bueno y de malo, de lo justo y de lo injusto, de lo que puede y de lo que no debe hacer. Lo que dicen los adultos es como un cercano recordatorio que lo arma en sus descubrimientos. Desde el momento en que son capaces de comprender el lenguaje, e incluso antes, se encuentran constantemente con estos recordatorios. Es as como idencan a la palabra o al lenguaje como un instrumento de formacin moral; y esto no solo por lo que se dice, sino tambin por cmo se dice. Desde una edad temprana, muchos nios/as aprenden a esmar y desear la aprobacin expresada por los adultos cuando los calican de buenos y se esfuerzan por obtener dicha aprobacin, aunque ello signique el sacricio de sus deseos primarios de armarse a s mismos como personas con exigencias y necesidades. Al mismo empo, muchos nios aprenden a defenderse contra el calicavo malo, peligroso. Tenemos aqu uno de los grandes desaos de la formacin integral de los nios y nias. Cmo ensearles que estos dos descubrimientos sobre el bien y el mal son realidades normales, presentes en la vida diaria de cada persona y frente a las cuales todos deben tomar posicin o a favor (bien) o en contra (mal)? Es el momento de presentarles a un Dios bondadoso y misericordioso, que busca nuestro bien y nos invita siempre a escoger el buen camino que lleva a la alegra, a la paz y a que dejemos los caminos peligrosos que conducen al dolor y a la tristeza. Sabemos que la historia de la presencia del mal en la vida es muy larga y compleja. Obviamente no se debe hablar a estos pequeos de pecado original, de la desobediencia de Adn y de Eva; es suciente con hablar de que el Dios Amor nos propone un camino de amor, para llegar a estar cada vez ms cerca de l: recibir su amor y ofrecerle nuestro amor; que nos mand y entreg a su Hijo Jess como amigo que siempre ha escogido el camino del bien y nos invita a hacer lo mismo. El nio/a, en la medida en que crece intelectual y afecvamente, necesita comprender este nuevo mundo interior con evidentes repercusiones exteriores, es decir, el mundo de lo bueno y de lo malo y el mundo del premio y del casgo. Pero l no posee an la capacidad de confrontacin, de reexin. Simplemente mira hacia afuera, escucha las palabras y percibe y los gestos y las miradas de los adultos ms cercanos (paps, familiares, compaeros, amigos) y lentamente saca sus propias conclusiones y las aplica ms o menos irreexivamente a sus propios comportamientos y conductas. Pero el nio /a, en la medida que crece y se desarrolla, vive en diferentes contextos y entre personas que actan de disntas maneras y se da cuenta de que lo bueno y lo malo cambia de aspecto segn el medio y el ambiente y segn el modo de actuar y de hablar de los que lo rodean. Ante tal situacin, a quin le debe creer? Con qu debe quedarse? De qu parte est el bien y el mal? Aqu tambin entra a jugar un rol fundamental el ejemplo de los adultos, especialmente de los padres. Ellos se vuelven criterio de verdad para los pequeos. Es bueno lo que dicen y hacen ellos, as como es malo que lo ellos dicen y no hacen. Se trata, por lo tanto, de una moral ms objeva que subjeva, ms exterior que interior, ms de reacciones y acciones que de meditaciones y deliberaciones libres y personales. Sin el ejemplo claro, concreto, cercano y existencial de los padres o familiares cercanos, el nio/a se desorienta, sufre confusiones y inestabilidades y, por consiguiente, retrasa y debilita la formacin de su conciencia moral centrada en el bien verdadero y seguro. Otro aspecto a considerar, en el proceso de formacin de la conciencia moral del nio/as, ene que ver con la paradoja de que hay cosas que llamamos buenas y no lo son, y otras que llamamos malas, y son o producen frutos buenos; nos referimos, por ejemplo, al tema del sacricio, de la solidaridad, del desprendimiento, del esfuerzo, del perdn, de la obediencia, del cumplimiento del deber, o de la posibilidad de romper una norma para realizar algo objevamente bueno y conveniente, como por ejemplo salvar o ayudar al prjimo, como lo ense Jess cuando compara con los pecadores, visitaba gente de mala fama moral, pasando por encima de ciertas leyes judas y sanando en sbado; algo malo y escandaloso para los fariseos, pero bueno y justo para Dios. Los educadores delicados y atentos deben liberar a los nios/as de la pesada carga moralista del deber ser buenos y de temer el casgo por las acciones malas, que muchas veces son simplemente debilidades muy explicables y aceptables. Los educadores responsables de la formacin de esta dimensin tan delicada de la religiosidad deben ser posivos, animadores del crecimiento, proposivos de hacer el bien con alegra y espontaneidad, de insinuar el ser justos, bondadosos y generosos con todos. Cuando hace el bien, cuando desea el bien, cuando quiere ser como Jess ya est en un buen camino y no ene por qu temer el casgo y sufrir senmientos de culpa. Tambin los adultos muchas veces intentamos hacer el bien y no lo logramos, y ante esta situacin nos llenamos de remordimientos y senmientos de culpabilidad. Como dice san Pablo, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero (carta a los Romanos).

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Pero el senmiento de culpa, que es algo muy natural y tambin saludable en la medida que es iluminado y reconocido como una llamada a ser mejores, puede ayudarnos en una forma construcva, pues puede llevarnos al arrepenmiento, a una sincera confesin de nuestra debilidad y a tomar precauciones para seguir creciendo en el amor al bien y en el deseo de hacer el bien, en todo momento y en todo lugar. Tambin los nios y nias, como los adultos, pueden aprender a ser mejores analizando sus propios senmientos interiores, sus emociones y deseos profundos. El senmiento de culpa existe como una especie de remordimiento, de pesar, o de autocrca y del cual el nio/a puede aprender a enmendarse o modicar su comportamiento de manera construcva. Ensemosles a los nios/as a aprender de sus errores, y a que enen derecho a equivocarse, como puede aprender a caminar mejor cuando saca provecho de sus tropiezos, no para amargarse sino para levantarse y recomenzar con ms experiencia. Los educadores deben presentarles una manera de vivir, una forma de vida, que es lo que ellos requieren y buscan. El nio/a quiere autorrealizarse, esto es, descubrir y desarrollar su yo y actuar en armona y en consecuencia con l. El valor mayor de una vida humana es el modo de vivir esta misma vida, en consecuencia con nuestros valores y principios.

7. ALGUNAS ORIENTACIONES PEDAGGICAS DE ESPECIAL IMPORTANCIAAntes de presentar un conjunto amplio de sugerencias pedaggicas para orientar al educador principiante, es importante hacer una referencia a tres grandes principios que se deberan tener muy presentes a lo largo de todo el proceso formavo. Estos son vlidos para todos, pero en especial para los pequeos. Primero: Los nios/as llegan a lo invisible a travs de lo visible. Intuyen lo real trascendente a travs de lo real concreto. Desde la experiencia de lo palpable, manipulable, tangible, sensivo, material... llegan a lo invisible, intangible, no manipulable, pero verdadero. Es especialmente en esta erna edad cuando se deben valorar las mediaciones naturales como son, por ejemplo, las personas, los acontecimientos, los objetos, las realidades de la creacin y de la vida codiana como camino experiencial y vivencial para acercarse al Absoluto y Eterno de Dios. Segundo: De Dios hay que hablar siempre bien y de una manera verdadera y apropiada a la capacidad del nio/a. Pero para llegar a Dios Padre Creador y Protector que est en los cielos (invisible y trascendente), el camino ms seguro y, al mismo empo, ms verdadero es hablar de Jess como una persona cercana, histrica, uno de nosotros, como nosotros, pero tambin radicalmente diferente de nosotros. De all la importancia de acercarse a Dios Padre a travs de los evangelios, es decir, de lo que Jess, hijo de Mara y de Jos, ha dicho y ha hecho. De todas maneras, hay que evitar el lenguaje y las imgenes que podran inculcar la idea de una distancia y separacin radical entre el Padre Dios, su Hijo Jess y el Espritu Santo, como si hubiera tres dioses diferentes, separados, independientes, unos ms poderosos que otros. Por de pronto, el educador tendr una especial preocupacin para puricar siempre ciertas ideas o imgenes de Dios demasiados humanas y, a veces, muy falsas y dainas. Los adultos inexpertos y poco evangelizados a veces ulizan a Dios para conseguir de los nios/as ciertas respuestas esperadas. Proyectan en Dios sus propias experiencias y vivencias, hablando de un Dios casgador, exigente, siempre listo para enojarse, llamar la atencin y amenazar. El Dios del cual nos habla Jess es siempre un Dios Padre, amoroso, misericordioso, paternal y maternal, bondadoso, justo y al mismo empo deseoso de perdonar todo y siempre. Tercero: El sujeto ms poderoso en la formacin religiosa de los pequeos es el ambiente, el contexto y la presencia de los adultos y en especial de los padres. No es en primer lugar el libro, el texto y las explicaciones, por interesantes que estas sean. Sobre este tema ya hemos reexionado anteriormente. Pero este tercer principio es de fundamental importancia. Orientaciones pedaggicas Se presenta aqu un listado de propuestas metodolgicas que, en principio, son todas muy apropiadas para esta etapa educava. Sin embargo, le corresponde al educador seleccionarlas, adaptarlas, modicarlas y aplicarlas a sus propios desnatarios, segn sus niveles de madurez, de desarrollo intelectual, emovo, social y su contexto sociocultural. Solamente el educador atento, preocupado, conocedor de sus nios y nias y de sus necesidades puede hacer esta delicada tarea. Recordemos que educar bien es siempre un arte y este se aprende poco a poco, con reexin, estudio y mucha experiencia.

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a) No dejar nunca de movar y comprometer a los padres y adultos que acompaan al nio o nia en su crecimiento. La escuela, a travs del proyecto educavo y de sus estructuras pedaggicas, ene variadas posibilidades para promover y exigir una constante colaboracin. Sabemos que, en nuestro medio, los padres a menudo, por diferentes razones, enden a liberarse de la tarea de educar en la fe y educar la fe de sus nios/as, delegando esta responsabilidad en el colegio o la parroquia. b) Conocer a cada nio/a en su individualidad. Cada pequeo es nico y original, irrepeble y necesitado de presencias educavas especiales, de acuerdo con su personalidad, su temperamento y su pequea historia familiar. c) Tener ideas muy seguras y claras con respecto a la educacin religiosa escolar catlica y sus diferenciaciones con respecto a la catequesis propiamente tal. Solamente un creyente compromedo con su fe y su vocacin de comunicarla con el tesmonio y su labor educava, puede desempear seria y honestamente esta misin que la Iglesia y la familia le han conado. d) Saber coordinar orgnicamente las varias instancias que intervienen simultneamente en la formacin integral y, por tanto, tambin religiosa del nio/a. Las principales son: la familia, el entorno, la vida codiana, la comunidad escolar, el mismo curso y las educadoras que interactan, la comunidad parroquial, el ao civil y sus efemrides, el ao litrgico y sus empos y estas, los medios de comunicacin y obviamente el texto que se est ulizando. e) Precisar previamente cules son los empos, los lugares, las normas disciplinarias y las exigencias normales para que el momento especcamente religioso se realice con seriedad y sea lo ms ecaz posible. La sistemacidad crea hbitos y fortalece las experiencias. f) Saber integrar con oportunidad y equilibrio el momento especcamente religioso con la comunicacin de los otros saberes, propios de estos niveles y de acuerdo a los programas ociales. Siempre es posible y conveniente el dilogo con los otros saberes, y en especial con las propuestas de la transversalidad. El hecho de que el educador de la fe sea el mismo conductor del resto de las asignaturas es una enorme ventaja. g) Asegurar el uso de un texto para todos los nios/as y los padres. Esta opcin facilita enormemente un crecimiento ordenado y consecuencial, y adems posibilita la complementariedad y el enriquecimiento de los avances durante la semana con el apoyo de los padres o la familia. El texto ordena, orienta, da seguridad, permite evaluar, fortalece la complementacin de acuerdo con las necesidades de cada grupo. Evita posibles anarquas poco educavas y subjevismos vagos y desordenados que no apoyan un proceso serio y previamente pensado y asimilado. h) Idencar y perfeccionar constantemente las competencias especcas (culturales, metodolgicas, relacionales, etc) que debe poseer una educadora de prvulos en el contexto educavo catlico, en cuanto a su ser, saber, saber hacer, saber vivir con otros y saber vivir para otros. Pero no basta que conozca las competencias deseables para llevar adelante un proceso educavo exitoso en el aula; tambin debe preocuparse y prepararse para desarrollar en los mismos desnatarios y en sus padres, esas competencias que permiten, gracias a una fecunda convergencia, asegurar los frutos deseados. i) Crear y mantener un contexto intencionalmente educavo. Educar la fe de un nio/a no se reduce a ensear plegarias y a entregar objetos religiosos. Esto es importante pero no es todo, ni lo ms importante. Tampoco se consigue asegurando momentos religiosos aislados, vividos como parntesis en el contexto semanal, aislados e independientes de las otras instancias educavas. A esta edad la fe no se comunica tanto enseando doctrinas, sino ms bien viviendo un eslo de vida especial, abierto a los valores de la trascendencia, en cada momento, en cada ocasin y en todo lugar. El contexto mismo, en cuanto ambiente vital fuertemente religioso, es poderosamente formavo. j) Fomentar la parcipacin de cada nio y nia promoviendo las preguntas personales y la creavidad de cada uno, considerando la realidad de las inteligencias mlples. Las preguntas de los nios hay que tomarlas siempre en serio, escucharlas empcamente y valorarlas. A veces merecen una verdadera exgesis y una hermenuca pedaggica, pues en general son reveladoras de realidades escondidas y profundas, no explicitadas con las palabras pero sendas en el alma. Por experiencia sabemos que a veces las preguntas son sorprendentes, muy serias y sabias, de naturaleza losca, teolgica, antropolgica o metasicas. Toda pregunta merece una respuesta directa, verdadera, inmediata, aunque esencial y sencilla. No es bueno confundir a los nios/as con respuestas falsas o alienantes.

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8. EL TEXTO: UN MEDIADOR VALIOSO Y PODEROSOEs evidente que el uso de un texto personal y apropiado a este etapa del crecimiento signica una enorme ventaja para una formacin ms incidente, aunque el pequeo no sepa escribir ni leer. Ayuda, adems, a la educadora a seguir un camino previamente diseado de acuerdo a los programas ociales y posibilita el uso de una gua pedaggica, que le da seguridad doctrinal y posibilidades de enriquecimientos apropiados a cada caso, de acuerdo a sus intuiciones y experiencias personales. Los educadores de prvulos conocen bien el inters de los nios y nias para ver imgenes, hacer preguntas, dibujar, pegar, mirar, comparar, comentar, manipular objetos, etc. La imagen es un buen vehculo que permite el dilogo, dinamiza la imaginacin y da espacio a la fantasa y a la creavidad. Todo texto es un instrumento siempre mejorable y, a pesar de que est previamente impreso y sea igual para todos, ofrece siempre espacios para otras alternavas de acuerdo a las necesidades y posibilidades de cada nio/a, de cada familia y de cada establecimiento. Es, adems, un medio concreto para dialogar personalmente con cada pequeo, con sus padres y con los familiares interesados en la educacin religiosa del mismo. Permite recordar, memorizar, proyectar. Con su colorido y bella diagramacin entreene enseando y ensea entreteniendo. Entregado con oportunas movaciones, puede ser desde el inicio del ao escolar un buen amigo de ruta, presente en la mochila, y que le recuerda al nio/a una presencia de Dios que lo acompaa en la sala y en el hogar. En n, el verdadero texto es lo que cada nio va elaborando progresivamente durante al ao, como fruto de su acvidad e inters.

9. ALGUNAS ORIENTACIONES PRCTICAS PARA LAS TAS Y PARA LOS PADRESa) Cuidar, en primer lugar, la propia experiencia religiosa Nadie puede transmir con incidencia lo que no ene, no cree, no vive. Los mejores educadores de la fe son aquellos que la viven intensamente y la contagian o comunican espontneamente. En los colegios de Iglesia, poseedores de proyectos educavos crisanos, existen variadas propuestas para crecimiento en este sendo. En otros contextos la tarea puede resultar ms dicultosa. Pero siempre una a interesada puede unirse a otras as, pertenecer acvamente a algn movimiento o instucin donde cuidar y desarrollar su propia fe crisana y comparr inquietudes educavas. b) La educacin en la oracin La a educa progresivamente en la oracin orando con los nios y hacindolos orar entre ellos. Sus actudes de respeto, de valoracin, de inters por la oracin son mediaciones visibles que permiten que los pequeos enendan la importancia y la necesidad de comunicarse con el Padre Dios, invisible pero presente e interesado en escuchar y en responder. Es conveniente que la oracin se realice en el momento ms oportuno, en un ambiente estco y afecvo enriquecedor. Los nios y nias pueden orar con palabras y con su cuerpo. Pueden comunicarse con Dios Padre a travs de miradas, silencios, momentos de contemplacin, gestos, dibujos, mmicas, cantos, rondas, imgenes, objetos y tambin con cortas plegarias sencillas, simples y de fcil memorizacin. Para el nio/a, orar es aplaudir y felicitar a Dios Padre que ha hecho todo muy bien. Es agradecer de corazn las cosas bellas de la vida personal y familiar. Es ofrecer todo lo que l hace y todo lo que otros hacen cada da con amor. Es pedir con conanza lo que necesitan y esperan. Es conveniente, a veces, reper y memorizar palabras bblicas, expresiones litrgicas, versos pocos de naturaleza religiosa. Ayuda enormemente el hecho de visitar templos, analizar la belleza de imgenes, estatuas, objetos, pinturas y, sobre todo, ver a comunidades y familias en oracin. El hogar es el mejor templo y la familia la mejor comunidad para aprender a dialogar y comunicarse espontneamente con Dios. c) El uso prudente y sobrio de los Medios de Comunicacin de Masas Hoy no faltan medios tecnolgicos para facilitar la educacin religiosa. Conocemos lo que sucede en la mayora de los hogares en cuanto al uso de la televisin y de los audiovisuales en general. Los educadores necesitan discernir y orientar a los padres en la misin de saber administrar debidamente empos y programas, con criterios pedaggicos posivos. d) La atencin prudente de los nios/as de familias no creyentes Esta es una situacin muy delicada. Sabemos que cuando se producen contrastes y dualismos entre lo que propone el proyecto educavo y lo que se vive, se conversa o se muestra en el hogar no creyente, desorienta, fomenta confusiones y diculta una serena insercin en el proceso de crecimiento religiosos del grupo. En estos casos hay que consideran tres criterios o principios bsicos:

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Primero: la religin catlica, como prcca, no es una imposicin, sino una propuesta. Y esto hay que conversarlo claramente con los padres. Segundo: la educacin de la religiosidad es un gran valor para todos, creyentes o no creyentes, pues apunta a la formacin integral de la persona, apoya la asimilacin de los valores transversales y dinamiza elementos humanizadores posivos, enriquecedores y vlidos para todos. Otra cosa es la prcca de ritos, tradiciones, expresiones claramente crisanas y catlicas. Tercero: El dar a conocer de antemano el Proyecto Educavo Instucional permite claricar las polcas educavas propuestas, denir respetuosamente las parcipaciones libres y responsables de cada familia y sacar las conclusiones pernentes. Es obvio pensar que todos los casos son especiales y que, por lo tanto, la educadora tendr que conversarlos y resolverlos privadamente. e) La insercin de nios y nias evanglicos No hay mayores dicultades para animar buenos momentos de formacin religiosas con nios pertenecientes a otras denominaciones crisanas. El educador tendr una especial preocupacin para conversar previamente con los padres sobre lo que se ha armado anteriormente, y para no exigir plegarias, imgenes o expresiones religiosas que podran provocar resistencias de parte de los no catlicos, sin abandonar, tampoco, lo propio de la presentacin del mensaje crisano tal como lo enende la Iglesia Catlica. Tambin tendr especial preocupacin para evitar la sensacin de que delante de Dios hay nios/as diferentes y de que algunos aspectos religiosos dividen. De todas maneras, es conveniente que posea un cierto conocimiento actualizado referente al ecumenismo y al movimiento ecumnico en Chile. f) La parroquia y el prroco Todas las escuelas, catlicas o no catlicas, estn insertas en un territorio parroquial. El Ao Litrgico ofrece posibilidades hermosas para que los nios y nias, acompaados por sus padres, conozcan a su pastor, el prroco, visiten el templo parroquial, vean las comunidades crisanas en oracin dominical y descubran que son la familia de Dios, el tesmonio que dan del Seor y su compromiso con la caridad fraterna. En este sendo, hay momentos privilegiados como son la Semana Santa, las estas patronales, Navidad

10. LA IMPORTANCIA DE LA FORMACIN PERMANENTEEducar armoniosamente la religiosidad de los pequeos es siempre un serio y complejo desao para los educadores. Las orientaciones que introducen esta Gua Pedaggica son simplemente una introduccin al tema. Sabemos por experiencia que los nios y nias actuales se desarrollan y cambian con una velocidad sorprendente. Lo saben muy bien los paps y, en especial, las mams y las as que los acogen por dos o tres aos y los enen bajo sus miradas atentas y siempre disponibles para intervenir. Son los ms afectados, en sendo ambivalente, es decir para bien o para mal, por los verginosos cambios socioculturales, tecnolgicos y alimentarios. El educador responsable est siempre con los ojos abiertos y los odos atentos para aprender. Por eso lee, estudia, se informa, ensaya, evala, se confronta con otros educadores y busca nuevos caminos para mejorar sus intervenciones psicopedaggicas y las fundamenta con una slida doctrina ortodoxa. Cuando crece la formacin, crece la espiritualidad. Esta despierta y fomenta la msca educava, acrecienta el ardor apostlico y la pasin para ofrecer lo mejor a cada nio o nia. De esta manera, la profesin se vuelve vocacin y esta genera generosidad, disponibilidad, delidad y entrega.

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4. VISIN ORGNICA Y PROGRESIVA DEL TEXTO BELNUNIDADES 1. UNA FIESTA MARAVILLOSAEl ao escolar comienza con una unidad centrada en la Semana Santa, donde los nios y nias podrn acompaar la pasin, muerte y resurreccin de Jess. Siguiendo el relato de lo que le ocurri al conejo Blanquito, podrn estar en sintona con lo que socialmente ocurre en nuestra sociedad en lo referente a los huevos de pascua, tan valorados por los nios, pero en este caso con una clara base crisana, a n de no desgurar la esta ms importante del ao, el Domingo de Pascua. (Esencialmente se trabaja Comunicacin y Formacin Personal y Social).

2. DIOS ME HA CREADOEn esta segunda unidad hay un acercamiento a la idendad ms profunda de cada nio y nia: ser obra directa de Dios Padre, criaturas que resaltan por su belleza y valor en medio de la bella naturaleza. Descubrir esto, da pie para que se avance a reconocer otros aspectos de su persona, tales como el propio cuerpo y los sendos, y que aprendan a cuidarse. (Principalmente se trabaja Comunicacin y Formacin Personal y Social).

3. ESTA ES MI FAMILIAEsta unidad destaca que la familia es un regalo que el Padre Dios le da a cada nio y nia. Especialmente se acenta que el Seor Jess vive en medio de la familia de todos los nios y nias, acompaando y cuidando a cada uno de sus miembros en lo codiano de las acvidades. Se pone cuidado en destacar que existen diversas formas de tener una familia, con diversos miembros y segn cada cultura, pero lo comn es que haya un cario compardo gracias a la presencia de Dios en medio de ellas. (Esencialmente se trabaja Comunicacin y Formacin Personal y Social).

4. EN MI FAMILIA DESCUBRO A DIOSBasados en lo visto en la Unidad anterior, en sta se descubre que la familia acerca a Dios. En ella los nios y nias aprenden a dialogar con l por medio de la oracin y se abren a encontrarse y servir a Jess en otras personas que toman contacto con las familias, as como le ocurri a Jess por medio de su propia familia, la de Nazaret. Especialmente los nios y nias descubren a Jess presente en los dems nios y nias del colegio y el barrio. (Esencialmente se trabaja Comunicacin y Formacin Personal y Social).

5. SOMOS LA GRAN FAMILIA DE DIOS PADREEn esta Unidad se abre el mundo religioso de los nios y nias haciendo referencia a la vida crisana que se ejercita en la comunidad eclesial de base. Especial nfasis se hace del Templo y la vida litrgica que ocurre en l. Dos aspectos pueden destacarse: el inicio a la celebracin comunitaria y las bases sencillas que se proponen para el ecumenismo, en el sendo que catlicos, protestantes y ortodoxos amamos y seguimos al mismo Seor Jess. (Esencialmente se trabaja Comunicacin y Formacin Personal y Social).

6. QUIERO SER MEJOREsta unidad invita a que cada nio y nia se sienta movado a ser mejor, como respuesta a esa iniciava que encuentra en su corazn. Precisamente Jess le pide al nio que sea mejor, que sea bueno y ayude a los dems (en el colegio, en el barrio, en la casa), sabiendo que en su familia lo perdonan si hace algo malo y siempre puede contar con el apoyo del mismo Seor Jess, especialmente en la oracin. l, como si fuera poco, pone al servicio del crecimiento de cada nio y nia a un ngel, el ngel de la guarda, para que los acompae. (Esencialmente se trabaja Comunicacin y Formacin Personal y Social).

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7. LA MAM DE JESS ME AMAEsta Unidad, que ende a trabajarse en el mes de noviembre, ene a Mara como protagonista. A los nios y nias se les presenta a Mara, desde la Anunciacin, invitndolos a reconocer los senmientos con que ella vivi toda su vida. Ella es ms buena que la mejor mam del mundo, y, gracias a Jess, es madre celesal de todas las personas. (Esencialmente se trabaja Comunicacin y Formacin Personal y Social).

8. JESS NACI EN BELNEl ao escolar culmina con un ambiente fesvo en torno a la esta de Navidad. A los nios y nias se les presenta el nacimiento del Salvador, con un paralelo al modo en que ellos nacieron. Los relatos de su humilde nacimiento en Beln y la visita de los sabios de oriente, van entregando los primeros elementos bblicos que se profundizarn en los siguientes aos escolares. La actud de espera alegre y devota, con especiales senmientos de admiracin, se viven en torno al pesebre, el rbol de Navidad y las tarjetas de saludo. (Esencialmente se trabaja Comunicacin y Formacin Personal y Social).

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5. PRESENTACIN DEL TEXTO PGINAS 2 y 3

a) A la izquierda, Jess est rodeado de nios y nias representando su cercana con ellos. A la derecha, Mara sosene a Jess entre sus brazos, tambin acompaada por nios y nias. Movar a los prvulos a describir la imagen a doble pgina. (Quines aparecen en la parte superior de la pgina? Qu estn haciendo? Adivinan qu Jesus aparece dos veces? [adulto, a la izquierda; nio, en brazos de Mara, a la derecha] Movar a los prvulos a describir las fotos (Cuntos nios y nias aparecen en las fotograas? Estn tristes o contentos? Por qu? Conocer a Jess? Conocern a Mara?...) b) Carta de presentacin con un mensaje de Jess a los nios y nias. Despus de haber observado las ilustraciones y fotos de Jess, Mara y los nios y nias, la educadora pide un momento de atencin y solemnidad, indicndoles que el recuadro blanco (pg. 3), conene una carta muy importante que es necesario escuchar en silencio, y que su autor le ha pedido que se las lea a los nios/as, porque es una carta para ellos. Lectura de la carta y, luego, comentarios y socializacin de las reacciones de los prvulos ante su contenido. (Por qu Jess est en el Cielo? Por qu les escribi una carta? Cmo es posible que los quiera, los vea y conozca a cada uno? Saban que Jess quiere verlos siempre alegres, como los nios y nias de las fotos? Que se abracen, que sonran, estn unidos, que conversen, se disfracen, jueguen sabiendo que l quiere que sean felices siempre?)[Puede pedrseles que realicen estas acciones: rer, abrazarse, darse la mano, juntarse, etc.] Terminar la presentacin de estas pginas esmulando a los prvulos para que sientan que son importantes para Dios y su Hijo Jess, quien los mova a ser buenos y felices.

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PGINAS 4 y 5Presentacin de las unidades

PGINA 7Esta pgina se propone para que cada apoderado incluya los datos personales en caso de que se extrave el texto, y para que el nio o nia pueda disnguirlo (con ayuda del adulto inicialmente) entre los de sus compaeros/as.

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6. INDICACIONES DIDCTICAS PARA CADA UNIDADBIENVENIDOS

TEMAS:Mi colegio Mis compaeros La oracin

PGINAS 8 y 9Se sugiere iniciar cada sesin de educacin para la fe con una oracin espontnea. Al inicio del ao escolar, la educadora la desarrollar para que paulanamente los nios vayan parcipando individualmente tambin en forma espontnea. La educadora invita a los nios/as a describir la imagen, a asociarla con su primer da en el Pre-Kinder, comentar cmo fue recibido, quin lo saludo, a quin conoci ese da Enfazar que tambin Jess le da la bienvenida en este camino de conocerlo ms y aprender sobre su Padre Dios y su Madre Maria. La educadora inicia el trabajo de la pgina preguntando quines nos acompaarn y conoceremos este ao a travs del texto. Adems de Jess, Mara y Dios Padre, tambin comparremos con nuestros nuevos amigos y amigas. Se propone realizar una dinmica de presentacin, como la de la lana o la pelota, que consiste en que la a inicia con el elemento su presentacin y se lo lanza a un nio para que este se presente y as sucesivamente, esmulando con esto el desarrollo del lenguaje oral, la capacidad de atencin y el hbito de respetar su turno para hablar.

OBJETIVOS DE ESTA UNIDAD Idendad: Entablar relaciones con personas y situaciones que le vayan dando conciencia de su idendad crisana y de su pertenencia a una comunidad creyente. Lenguaje Verbal: Elaborar y comparr diversos pos de oraciones: de ofrecimiento, alabanza, pecin y agradecimiento.

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PGINAS 10 y 11

La educadora comenta que cada nio/a tendr su propio texto. Se refuerza la idea de que a travs de l aprenderemos muchas cosas lindas de Jess, Mara y de Dios Padre y de cmo l nos ensea a ser hijos(as) suyos(as). Para presentarse en este libro se solicita que cada nio/a ponga su foto en el texto, reforzando la idea de que cada uno de nosotros ha sido creado por Dios Padre, y que l nos conoce por nuestro nombre.

La educadora inicia el trabajo movando a la descripcin de la pgina. Se sugieren preguntas tales como: Qu creen que estarn haciendo estos nios? Ustedes han realizado alguna de estas acvidades alguna vez? Cul de ellas? Con quin la han realizado? Se enfaza en la imagen de aquellos nios que estn orando: Qu creen que estarn diciendo estos nios/as? La educadora los invita a inventar una oracin que crean que estn diciendo los nios. Se debe poner espacial nfasis en lo importante que es hablar con Dios y que l siempre nos escucha. Comentar otras formas de comunicarse, como por ejemplo, cantando, asistencia a la Iglesia o lugar de oracin.

ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS Organizar una entrega solemne del texto a los nios/as, en el templo si se puede, con la bendicin del sacerdote a los pequeos que lo reciben. O en su defecto, realizar con la educadora una oracin en la que se resalte el signicado crisano del trabajo que se llevar a cabo con l. Al inicio del trabajo diario, crear un ambiente clido, de oracin (encender un cirio); y al nalizar, entonar una cancin de alabanza por lo que se aprender este ao.

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SNTESIS BIENVENIDOS

PginaComunicacin Lenguaje Verbal Oral

8Formacin Personal y Social Autonoma Comunicacin Lenguaje Verbal Oral Formacin Personal y Social Autonoma Reconoce que su cuerpo es un regalo de Dios. Aprende oraciones tradicionales. Ora espontneamente. Formacin Personal y Social Autonoma Comunicacin Lenguaje Verbal Oral. Formacin Personal y Social Autonoma

Aprendizaje Esperado para la Educacin de la Fe Idendad Entablar relaciones con personas y situaciones que le vayan dando conciencia de su idendad crisana y de su pertenencia a una comunidad creyente.

Indicadores de evaluacin sugeridos para la Educacin de la Fe Narra en conversaciones colecvas sus experiencias religiosas. Da a conocer sus senmientos en relacin a Dios y a Jess.

mbito/Ncleo

Indicadores de evaluacin sugeridos en las Bases Curriculares Responde a preguntas pernentemente sobre un tema. Se expresa claramente en oraciones completas. Traza lneas en un laberinto. Se expresa claramente en oraciones completas. Reproduce gura humana con ocho partes bien denidas. Sigue esquemas punteados.

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Idendad Entablar relaciones con personas y situaciones que le vayan dando conciencia de su idendad crisana y de su pertenencia a una comunidad creyente.

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Seres Vivos Reconocer la creacin como obra del poder y amor del Padre Dios.

Repite de memoria oraciones complejas. Pinta guras simples.

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Lenguaje Verbal Elaborar y comparr diversos pos de oraciones: de ofrecimiento, alabanza, pecin y agradecimiento.

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UNIDAD 1UNIDAD 1: UNA FIESTA MARAVILLOSA

TEMAS:Domingo de Ramos La lma Cena Pascua de Resurreccin

PGINAS 12 y 13La educadora seala los nmeros de las pginas del texto, los escribe en la pizarra, para que los nios/as los puedan ubicar. Invita a los nios a observar la imagen. Se sugieren preguntas tales como: Quines son los personajes que aparecen en la ilustracin? En qu lugar se encuentran? Qu estn haciendo? Por qu la a ene una vela encendida? De quin van a conversar? El nfasis de estas pginas se encuentra en la celebracin de la Semana Santa, haciendo un recorrido por las lmas experiencias que vivi Jess antes de ser crucicado, resaltando la resurreccin de Jess como el hecho ms importante. Se propone que esta unidad sea trabajada durante la Semana Santa, de modo que el nio/a relacione las celebraciones de Domingo de Ramos, Misa de lma Cena y Viernes Santo, as como el Domingo de Pascua, con las acvidades que se han presentado en ese orden para brindar una experiencia signicava de la ms importante celebracin crisana.

OBJETIVOS DE ESTA UNIDAD Lenguaje Arsco: Descubrir el sendo crisano de los signos y smbolos usados en Semana Santa. Grupos Humanos: Descubrir la Eucarisa como la esta de los crisanos que, junto a Jess, se renen para alabar al Padre Dios. Convivencia: Establecer dilogos sencillos sobre temas de fe y vivencias religiosas, personales y familiares.

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PGINAS 14 y 15

La educadora lee el relato bblico propuesto en el texto (se adjunta relato en el anexo de esta gua.). Comenta la lectura con los nios/as hacindoles preguntas tales como: De qu se trataba esta lectura? Quines eran los personajes que se mencionaban? Existe alguno de ellos que sea conocido para ? Por qu Jess entr a Jerusaln montando un burro? Qu signicaba para la gente de la poca que se montara un burro? Cmo los recibi la gente? Por qu la gente recibi a Jess de esa manera? Por qu decan que Jess era el Rey? La educadora debe poner el nfasis en que Jess saba lo que le iba a pasar y aun as no hizo nada para impedirlo: saba que deba enfrentarse al dolor y al sufrimiento, a su captura y su injusta condena a morir en la cruz, una vez que llegara a Jerusaln, pero se entreg por amor a los hombres obedeciendo la voluntad de Dios. La gente estaba esperando a Jess, quera verlo y poder estar con l; sin embargo, lo olvidaron pronto y, ms tarde, pedirn su muerte. Luego, la educadora invita a los nios/as a observar la imagen en blanco y negro del texto y a colorearla siguiendo las instrucciones.

La educadora propicia un ambiente tranquilo y lee a los nios/as el relato bblico propuesto en el texto (se adjunta el relato en el anexo de esta gua). Sentados en crculo, comentan la celebracin de Jess, asocindola con sus experiencias a parr de preguntas como: Han asisdo a alguna celebracin? Con quin? Dnde? Cmo celebraron? Se pareca a la celebracin de Jess? Qu estaba celebrando Jess?... (Es importante que la educadora disnga que la celebracin de la Pascua, que es lo que Jess estaba celebrando con sus amigos, se reere al recuerdo del pueblo judo de Egipto, cuando fueron liberados de la esclavitud). Con quin estaba celebrando Jess? Qu signos importante tuvo Jess en esa celebracin? (En la respuesta a esta pregunta hay que referirse al lavado de pies que Jess realiz a sus amigos antes de empezar a cenar. Este es un signo de limpiarse para recibir la cena y de humildad al servir a los dems) La educadora debe enfazar los signos del pan y el vino en la celebracin, y cmo Jess quiere que se transformen en su cuerpo y en su sangre. Asociarlos con la Eucarisa de los das domingos. Cada domingo, cuando el sacerdote celebra la Santa Misa, hace los mismos signos que Jess en la celebracin de la lma Cena.

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PGINAS 16 y 17

La educadora inicia el relato del va crucis con los nios (se adjunta el relato en el anexo de esta gua). Luego, comenta lo ledo con preguntas tales como: Por qu la gente quera que mataran a Jess? Cmo pedan que muriera Jess? (La gente de la poca mataba a los ladrones y delincuentes clavndolos en una cruz, y fue as como muri Jess). Qu opinaba el gobernador romano que mandaba en los empos de Jess? Qu decidi hacer el gobernador con Jess? Qu deca el cartel que pusieron sobre la cabeza de Jess? Por qu le pusieron ese cartel? Quines acompaaban a Jess a los pies de la cruz? Por qu Jess le dijo al apstol Juan aqu enes a tu madre, indicndole a Mara? Qu signica eso? (Jess, como buen hijo, quera que su madre no se quedara sola, que alguien la cuidara y la acompaara; tambin le pidi a Mara que cuidara de Juan y, con esto, que cuidara a todos los apstoles y amigos que lo seguan). Qu sena Jess por las personas que lo mataron? Cmo era la sepultura donde pusieron a Jess? Cmo quedaron los amigos de Jess despus de que l muri? Qu senste t al escuchar este relato? Qu opinas de lo que le pas a Jess?. Le educadora debe enfazar el dolor y la entrega de Jess, que deja al mismo empo un mensaje esperanzador con su Resurreccin, recordando el mensaje dado por Jess a los apstoles durante la lma Cena.

La educadora propicia un ambiente tranquilo y grato para iniciar la acvidad. Invita a los nios a or el relato (se adjunta el relato en el anexo de esta gua) y comprender el sendo de la Resurreccin, suceso principal de la Semana Santa y pilar fundamental de nuestro ser crisanos. Jess vence a la muerte por siempre, por el amor de su Padre. Invita a los nios/as a comentar el relato y explicarles que Jess quiere estar en medio de nosotros hoy. Describen la imagen de la Resurreccin y lo que reejan sus amigos/as en sus rostros, a travs de preguntas tales como: Qu da de la semana fue la resurreccin? Qu pensaron las mujeres que visitaron el sepulcro cuando no vieron el cuerpo de Jess? Quin les avis que Jess ya no estaba muerto? Cmo se senan los amigos de Jess? Cmo se llamaban los apstoles que fueron a comprobar que Jess ya no estaba en el sepulcro? La educadora propone a los nios/as explicar cmo se senran ellos si estuvieran en ese momento tan importante. Los invita a dibujarse junto a Jess el da que celebramos su Resurreccin.

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PGINAS 18 y 19

La educadora propiciar un ambiente tranquilo y grato para iniciar la acvidad. Invitar a los nios/as a or el Cuento del conejito de Pascua. Lo comentar preguntado a los nios sobre lo que entendieron. Se sugieren algunas preguntas tales como: Cmo se llamaba el conejito de esta historia? Dnde viva? Quin visitaba el lugar donde estaba el conejito? Qu le dijo Jess al conejito cuando este lo encontr triste? Cmo iba a saber el conejito cundo iba a resucitar Jess? A quin tena que comunicarles el conejito que Jess resucit? El nfasis est en la Resurreccin y como a travs de los huevitos que pona el conejito podemos contar los das hasta que Jess volvi a estar en medio de nosotros. Es muy importante establecer claramente la relacin que existe entre los huevitos que ellos reciben el Domingo de Pascua y la buena nocia de la Resurreccin. Los huevitos de Pascua son el signo de la Resurreccin, es como podemos darnos cuenta de que Jess resucit, puesto que as quiso Jess que los nios se enteraran.

Comprensin lectora del cuento El conejo de Pascua. Se sugiere retomar el cuento, volver a comentarlo con los nios/as, describir cada imagen y responder siguiendo la instruccin del texto. EL SEOR RESUCIT El domingo de maana el Seor resucit, la tumba e