Bellver, suplemento literario, Diario de Mallorca

8
FRANCISCO GARCÍA PÉREZ NARRATIVA Soy forofo militante de Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943), de modo que como opiniones de un forofo deben tomarse estas líneas sobre su último libro, una colección de tres relatos, escritos en diferentes épocas, desarrollados también en tiempos distintos, y con un título engañoso, urdido sin duda por la astuta editorial para ganarse y frustrar a un público devoto de sacristías, amante de hagiografías y feligrés de misa diaria. No son, me apresuro a desvelarlo para servir al lector y anular así las arteras intenciones del sello barcelonés, tres narra- ciones sobre san Fulano o santa Mengana, sino tres historias que en los 50 y 60 del siglo pasado se llamarían “vidas ejem- plares”, vidas de las que podía tomarse una enseñanza que iba a conducirnos a nosotros, adolescentes que las frecuen- tábamos como lectura obligatoria, si no al martirio abnega- do, sí al menos a una santidad civil muy satisfactoria. Como la comodidad académica distingue dos Mendozas, uno serio y trascendente, cómico el otro, acuño la categoría “Mendoza intermedio” para englobar obras como estas Tres vidas de santos o, por ejemplo, Una comedia ligera (de 1996). Es decir, no es el Mendoza que se dio a conocer con La verdad sobre el caso Savolta (1975), novela también de lectura obligada para tantos y tantos alumnos bachilleres, o el Mendoza de La ciudad de los prodigios (1986). Tampoco el de esas historias descacharrantes, tan del género picaresco, por las que es conocido en muchos países que ignoran que exista otro Mendoza, como El misterio de la cripta embruja- da (1978) y Sin noticias de Gurb (1990), que también siguen imponiendo como lecturas obligatorias los profesores vagos que ignoran cómo el tiempo corroe las obras muy contextua- lizadas, o la fenomenal La aventura del tocador de señoras (2001), uno de los mejores antidepresivos que conozco. Los tres relatos que nos ocupan tienen parte de los dos Mendoza. El primero de ellos, La ballena, el más largo, el que más me gusta, cuenta en apariencia una historia tan recons- truible como las del Mendoza serio —con la burguesía de Barcelona como protagonista, con los avatares de una fami- lia tan acomodada como diversa desde el Congreso Eucarístico de 1952 hasta casi hoy— pero con una bomba del otro Mendoza dentro: el protagonista que mantiene el hilo de la narración es el obispo Fulgencio Putucás (otro de los “nom- bres” de la cosecha que siempre nos deja el escritor), quien llega al Congreso desde su diócesis perdida en el quinto infierno mexicano o de por ahí, es alojado y venerado por la familia del narrador, hasta que un golpe de Estado en su país acaba por dejarlo indefenso y apátrida, convertido en hués- ped incómodo, abandonado más tarde, reducido a traficante de hachís al por menor, borracho y ladrón, y absorto ante una ballena que se exhibe en el puerto barcelonés y en cuyos ojos cree adivinar el sentido de la vida. Es decir, leemos una his- toria “normal” (el paso del tiempo trabajando una historia familiar), pero cerramos el libro de vez en cuando para sol- tar todo el trapo de la carcajada (véase el discurso que le suelta un enardecido Putucás al diácono que acude a afearle su actitud estrafalaria en un bar de muy mala muerte) ante la subhistoria del obispo lelo y pendenciero en El Raval. El “es posible, es verosímil” que tenemos en la cabeza mientras nos cuenta el narrador el alcoholismo de su padre o desme- nuza la personalidad del tío Víctor salta por los aires y se con- vierte en “no puede ser, no puede ser” cuando nos topamos el “Ándele” con el que su Ilustrísima anima a comenzar el sacramento de la confesión a una dama o con la perplejidad de monseñor ante las películas de aventuras, a cuyos prota- gonistas reprende o aconseja en voz alta en el cine. También ese Mendoza intermedio asoma en El final de Dubslav, la segunda de las narraciones. Aparece, por una parte, el “ejemplar” y doble viaje del protagonista (también al quinto pino del Chad, en busca de la nada; luego, a una escena de vodevil durante una entrega de premios), pero quedan en la retina lectora las escenas costumbristas y pas- mosas africanas o los sobresaltos de Dubslav, perdido en el desierto, a bordo de un camión del antiguo refresco “Mirinda” y encontrándose con el diablo en el tópico cruce de caminos. El disparate asoma en la conversión del preso Antolín Cabrales (otro “nombre”) de cuasi analfabeto inter- no por múltiples crímenes a escritor de gran éxito, gracias a la dedicación que, tantas veces a su pesar, le dedica la pro- fesora de literatura Inés Fornillos (y van tres “nombres”): es ése el andamiaje de El malentendido, el relato final. Sin embargo, cualquier lector interesado puede seguir el hilo “serio” de la narración si la toma por un ejercicio de crítica literaria del propio Eduardo Mendoza, con sus consideracio- nes, por citar, tan fuera de moda sobre Cortázar. Para un forofazo del autor como confieso que soy, no es Tres vidas de santos un libro como para dejarlo todo y correr hacia él cantando gol. La ballena es una gran juga- da, llena de malicia; El final de Dubslav tiene toque y pro- fundidad; El malentendido es juego de contención. Pero, no lo puedo evitar, la pasión por el Mendoza intermedio también me ciega. Eduardo Mendoza: Tres vidas de santos Seix Barral, 192 páginas, 16’5 € COMO LA COMODIDAD ACADÉMICA DISTINGUE DOS MENDOZAS, UNO SERIO Y TRASCENDENTE, CÓMICO EL OTRO, ACUÑO LA CATEGORÍA “MENDOZA INTERMEDIO” PARA ENGLOBAR OBRAS COMO ESTAS ‘TRES VIDAS DE SANTOS’ bellver CUADERNO CULTURAL DE DIARIO DE MALLORCA [email protected] JUEVES, 5 DE NOVIEMBRE DE 2009 NÚMERO 539 El autor catalán agrupa narraciones de épocas distintas en ‘Tres vidas de santos’, una obra en la que mezcla su vertiente más seria con su tendencia más disparatada El Eduardo Mendoza intermedio La aspillera Muertes de santos Sí, porque Tres vidas de santos es el título del nuevo libro de Eduardo Mendoza que aquí nos comenta Francisco García Pérez, mientras que el fallecimiento de Francisco Ayala (foto de la derecha) justifica el artículo de Joan Oleza sobre su largo siglo en las centrales. Más literatura: el nuevo poemario de Carlota Vicens (foto de la izquierda) por José Luis de Juan en la 2, y en la 3 artículos de Nadal Suau y Carles Cabrera sobre narraciones de Elizabeth Smart y Pere Calders, respectivamente. Si hablamos de arte, entonces Georgina Sas nos descubre la exposición de Concha Vidal (página 2), y si nos referimos a la música Antoni Pizà nos da a conocer la grabación Sacrificium y en materia de tebeos Florentino Flórez una aventura de Spirou y Fantasio, ambos en la página 6. Y en la 8, como de costum- bre, Biel Mesquida, así como el Paseo de ronda, esta semana con Víctor M. Conejo. Francesc M. Rotger, coordinador EDUARDO MENDOZA. FOTO: JULIÁN MARTÍN

Transcript of Bellver, suplemento literario, Diario de Mallorca

Page 1: Bellver, suplemento literario, Diario de Mallorca

FRANCISCO GARCÍA PÉREZNARRATIVA

Soy forofo militante de Eduardo Mendoza(Barcelona, 1943), de modo que comoopiniones de un forofo deben tomarseestas líneas sobre su último libro, unacolección de tres relatos, escritos endiferentes épocas, desarrollados tambiénen tiempos distintos, y con un títuloengañoso, urdido sin duda por la astutaeditorial para ganarse y frustrar a unpúblico devoto de sacristías, amante dehagiografías y feligrés de misa diaria. No

son, me apresuro a desvelarlo para servir al lector y anularasí las arteras intenciones del sello barcelonés, tres narra-ciones sobre san Fulano o santa Mengana, sino tres historiasque en los 50 y 60 del siglo pasado se llamarían “vidas ejem-plares”, vidas de las que podía tomarse una enseñanza queiba a conducirnos a nosotros, adolescentes que las frecuen-tábamos como lectura obligatoria, si no al martirio abnega-do, sí al menos a una santidad civil muy satisfactoria.

Como la comodidad académica distingue dos Mendozas,uno serio y trascendente, cómico el otro, acuño la categoría“Mendoza intermedio” para englobar obras como estas Tresvidas de santos o, por ejemplo, Una comedia ligera (de1996). Es decir, no es el Mendoza que se dio a conocer conLa verdad sobre el caso Savolta (1975), novela también delectura obligada para tantos y tantos alumnos bachilleres, oel Mendoza de La ciudad de los prodigios (1986). Tampoco elde esas historias descacharrantes, tan del género picaresco,por las que es conocido en muchos países que ignoran queexista otro Mendoza, como El misterio de la cripta embruja-da (1978) y Sin noticias de Gurb (1990), que también siguenimponiendo como lecturas obligatorias los profesores vagosque ignoran cómo el tiempo corroe las obras muy contextua-lizadas, o la fenomenal La aventura del tocador de señoras(2001), uno de los mejores antidepresivos que conozco.

Los tres relatos que nos ocupan tienen parte de los dosMendoza. El primero de ellos, La ballena, el más largo, el quemás me gusta, cuenta en apariencia una historia tan recons-truible como las del Mendoza serio —con la burguesía deBarcelona como protagonista, con los avatares de una fami-lia tan acomodada como diversa desde el CongresoEucarístico de 1952 hasta casi hoy— pero con una bomba delotro Mendoza dentro: el protagonista que mantiene el hilo dela narración es el obispo Fulgencio Putucás (otro de los “nom-bres” de la cosecha que siempre nos deja el escritor), quienllega al Congreso desde su diócesis perdida en el quintoinfierno mexicano o de por ahí, es alojado y venerado por lafamilia del narrador, hasta que un golpe de Estado en su paísacaba por dejarlo indefenso y apátrida, convertido en hués-ped incómodo, abandonado más tarde, reducido a traficantede hachís al por menor, borracho y ladrón, y absorto ante unaballena que se exhibe en el puerto barcelonés y en cuyos ojoscree adivinar el sentido de la vida. Es decir, leemos una his-toria “normal” (el paso del tiempo trabajando una historia

familiar), pero cerramos el libro de vez en cuando para sol-tar todo el trapo de la carcajada (véase el discurso que lesuelta un enardecido Putucás al diácono que acude a afearlesu actitud estrafalaria en un bar de muy mala muerte) antela subhistoria del obispo lelo y pendenciero en El Raval. El“es posible, es verosímil” que tenemos en la cabeza mientrasnos cuenta el narrador el alcoholismo de su padre o desme-nuza la personalidad del tío Víctor salta por los aires y se con-vierte en “no puede ser, no puede ser” cuando nos topamosel “Ándele” con el que su Ilustrísima anima a comenzar elsacramento de la confesión a una dama o con la perplejidadde monseñor ante las películas de aventuras, a cuyos prota-gonistas reprende o aconseja en voz alta en el cine.

También ese Mendoza intermedio asoma en El final deDubslav, la segunda de las narraciones. Aparece, por unaparte, el “ejemplar” y doble viaje del protagonista (tambiénal quinto pino del Chad, en busca de la nada; luego, a una

escena de vodevil durante una entrega de premios), peroquedan en la retina lectora las escenas costumbristas y pas-mosas africanas o los sobresaltos de Dubslav, perdido en eldesierto, a bordo de un camión del antiguo refresco“Mirinda” y encontrándose con el diablo en el tópico crucede caminos. El disparate asoma en la conversión del presoAntolín Cabrales (otro “nombre”) de cuasi analfabeto inter-no por múltiples crímenes a escritor de gran éxito, gracias ala dedicación que, tantas veces a su pesar, le dedica la pro-fesora de literatura Inés Fornillos (y van tres “nombres”): esése el andamiaje de El malentendido, el relato final. Sinembargo, cualquier lector interesado puede seguir el hilo“serio” de la narración si la toma por un ejercicio de críticaliteraria del propio Eduardo Mendoza, con sus consideracio-nes, por citar, tan fuera de moda sobre Cortázar.

Para un forofazo del autor como confieso que soy, no esTres vidas de santos un libro como para dejarlo todo ycorrer hacia él cantando gol. La ballena es una gran juga-da, llena de malicia; El final de Dubslav tiene toque y pro-fundidad; El malentendido es juego de contención. Pero,no lo puedo evitar, la pasión por el Mendoza intermediotambién me ciega.

Eduardo Mendoza: Tres vidas de santosSeix Barral, 192 páginas, 16’5 €

COMO LA COMODIDAD ACADÉMICA DISTINGUEDOS MENDOZAS, UNO SERIO Y TRASCENDENTE,CÓMICO EL OTRO, ACUÑO LA CATEGORÍA“MENDOZA INTERMEDIO” PARA ENGLOBAROBRAS COMO ESTAS ‘TRES VIDAS DE SANTOS’

b e l l v e r● CUADERNO CULTURAL DE DIARIO DE MALLORCA ● ● [email protected] ● ● JUEVES, 5 DE NOVIEMBRE DE 2009 NÚMERO 539 ●

El autor catalán agrupa narraciones de épocas distintas en ‘Tres vidas de santos’, una obra en la que mezcla

su vertiente más seria con su tendencia más disparatada

El Eduardo Mendoza intermedio

La aspillera Muertes de santosSí, porque Tres vidas de santos es el título del nuevo libro deEduardo Mendoza que aquí nos comenta Francisco García Pérez,mientras que el fallecimiento de Francisco Ayala (foto de laderecha) justifica el artículo de Joan Oleza sobre su largo sigloen las centrales. Más literatura: el nuevo poemario de CarlotaVicens (foto de la izquierda) por José Luis de Juan en la 2, y enla 3 artículos de Nadal Suau y Carles Cabrera sobre narracionesde Elizabeth Smart y Pere Calders, respectivamente.

Si hablamos de arte, entonces Georgina Sas nos descubre laexposición de Concha Vidal (página 2), y si nos referimos a lamúsica Antoni Pizà nos da a conocer la grabación Sacrificium yen materia de tebeos Florentino Flórez una aventura de Spirouy Fantasio, ambos en la página 6. Y en la 8, como de costum-bre, Biel Mesquida, así como el Paseo de ronda, esta semanacon Víctor M. Conejo.

Francesc M. Rotger, coordinador

EDUARDO MENDOZA. FOTO: JULIÁN MARTÍN

Page 2: Bellver, suplemento literario, Diario de Mallorca

JOSÉ LUIS DE JUANPOESÍA

Un verso de san Juan de laCruz sirve a Carlota Vicens(Palma, 1967) para arran-car su libro de las entrañas,de donde salen los libros depoemas. Bajo la invocacióndel ciervo, vulnerable yvulnerado, asistiremos auna “función” musical,

solitaria, nocturna. Porque sus poemas soncanciones, o deberían serlo. Canciones des-cosidas, canciones del sueño y del deseo,canciones húmedas, canciones de ceniza yde cuna. Las canta con voz clara y segura,con voz antigua, de mucho o poco tiempoatrás, porque el tiempo y su guadaña no leinteresan, quizá acaso la guadaña.

La poeta prefiere los recorridos largos,los efectos dosificados, los sobreentendidosdel amor y la herida. Prefiere sugerir anombrar, imaginar a saber. El ciervo brinca,la paloma del místico ya hace tiempo quemurió. Herido, el ciervo se debate en laszarzas (imágenes con pinchos que desgarrany hacen sangrar) y todo acaba en el algibe,en el agua, diluida la sangre, que despuésaparecerá causada por Gimferrer (ciervo,algibe, sangre: palabras que nos tocan losojos, al menos a mí). Pero antes ha sufrido“tu pura herida, donde estuve”. En lasegunda parte, Por el otero asoma, CarlotaVivens ahonda en la noche, las derrotas ylos juncos. Es esa aparición del ciervo quedesvela rosas atroces, retratos de Doris (sic)Gray, una “obscena/ lentitud en la nochehelada de las reses”, y sí, desde luego, el“Otro, ese soberbio corredor”. Pasaremos,a continuación, con el Chevrolet al ralentípor los muelles improbables de Beverly Hillstemblando ante esa malograda joven “tanrubia” para acabar mirándonos en el hijo,“espejo transversal de la memoria/ espejoen cuyas sombras nos buscamos/ espejo enotro espejo contenido”.

Cuánto le pesa a Carlota Vicens la nochey cuánto la quiere, sus canciones son noc-turnos de amor y odio suavizados por elaire seco de la muerte. Noches de agosto yde siempre, que son “como un grito en la

canícula/ que ciega el calor y lo derrite”.Ese J’étais: rien de la Duras me recuerdaaquel Je me suis toujours été un autre, deRomain Gary. Sí, “la noche se deshace” ylos mujeres y los hombres con ella, pero elpoema permanece, si bien es “tanta la nos-talgia y tan poca la certeza” ante el mar,pues a veces “ni siquiera los mástilesgimen en la oscuridad de la tarde”.

Que el ciervo vulnerado crea una atmós-fera envolvente, niebla lírica de realidad ydeseos aplazados o en espera, que tiene esetinte místico de quien deriva pero a la vezbusca con ansia cantar lo profano, sacudir-se el latín de la liturgia. Vicens inyecta cál-culo a su inspiración y sus poemas se hacen,al parecer, solos pero con las riendas bientirantes. A mí lo que más me interesa son

los versos inocentes, la sencillez de unaimagen (“un sabor a pistachos nos queda dela infancia”) y los hallazgos verbales quevan más allá de la sorpresa y el orgullo. Y loque menos, la vertiente satírica o política,aún entendiendo su necesidad moral. Aveces me ha recordado los caminos poéticosde Rosa Planas, aquella luminosa durezaespiritual de sus versos, aunque los objeti-vos son destintos: Vicens busca la resonan-cia de las emociones entregadas a la músi-ca. Y lo hace con vigor expresivo y sugeren-cia. Vive su poesía y la entrega palpitando.

Carlota Vicens: Que el ciervo vulneradoVitruvio. 66 páginas, 10 €

GEORGINA SASART

Erigit com a fantasia eròtica o referent per adolescentsansioses de models femenins amb qui projectar les sevesaspiracions, les pin ups van ocupar les portades de lesrevistes i calendaris nord-americans des de mitjans delsanys 40. Un prototipus de dona imatge d’un somni ameri-cà que veia perillar els seus fonaments pels efectes secun-daris de la Segona Guerra Mundial. Vestides amb banyadoro amb faldilla curta, ensenyaven tota la carn que la cen-sura permetia, provocant les fantasies eròtiques a travésd’uns somriures femenins que prometien tanta innocènciacom perversitat. Cal recordar el dibuixant i fotògraf GilElvgren que tant s’havia inspirat en la model Betty Page ouna de les pin ups més mediàtiques i reals del segle XXI,Dita Von Teese. La ballarina i ex dona de Marilyn Mansonaddicta a l’estètica vintage que tant s’inspira en estilismesdels anys 40 i en icones com Rita Hayworth i Betty Grable.

Sota l’epígraf Post Pin Ups l’artista Concha Vidal(Palma, 1975) ens mostra un altre prototipus de feminitatamb certs tocs de color, ironia, simbologia, foscor, incons-ciència, passió, missatges... Una mescla de curiositatintel.lectual i fascinació per l’expressionisme abstracte,les traces gestuals de Kline, les figures de De Kooning ol’Art Brut de Jean Dubuffet que fan que la seva obra siguid’una gran expressivitat i qualitat plàstica.

La jove mallorquina, que viu entre Barcelona i NovaYork, ens proposa fins l’10 de novembre veure part dela seva obra a la galeria Xavier Fiol de Ciutat. Allà hi

trobareu una pintura molt subjectiva i sobretot emocio-nal; Concha Vidal admet que el que dibuixa són imatgesde l’inconscient.

Les dones que pinta mostren una sexualitat molt mar-cada, en aquest sentit m’evoca Marcel Duchamp inaugu-rant el silenci eròtic de la mirada des de la seva posició devoyeur. Un enigma que es manifesta sobretot en una de lesseves obres, la que duu per títol Étant donnés (1946-1966),que va ocupar els darrers vint anys de la seva vida i quecapgira els sentits de l’espectador a través del seu sexemostrat impúdicament.

Pintura en cert grau atrevida, audaç, que demostrauna perversitat vestida de ciclop femení amb roba inte-rior negre, pits nus, guants de boxa, pastanagues..., através d’un fons de color vistós amb traces negres. Enstrobem davant una obra que posa èmfasi en qüestionsessencialment pictòriques i que desenvolupa a través decomposicions molt properes a l’espectador miradesd’autèntic voyeur. La barreja de conceptes, formes,colors i missatges ballen damunt la tela, com una pet-jada i expressa la part més obscura i luxuriosa, un desigincontrolable que ben aviat l’Església Catòlica va con-vertir en un dels set pecats capitals.

Concha Vidal: Post Pin UpsGaleria Xavier Fiol. C/ Montenegro, 4 (Palma)

Fins al 10 de novembre

La noche iluminada del ciervo

Desig o luxúria?

b e l l v e r Jueves, 5 de noviembre de 2009Diario de Mallorca2

‘QUE EL CIERVO VULNERADO’ CREA UNA ATMÓSFERA ENVOLVENTE,NIEBLA LÍRICA DE REALIDAD Y DESEOS APLAZADOS O EN ESPERA, QUETIENE ESE TINTE MÍSTICO DE QUIEN DERIVA PERO A LA VEZ BUSCA CONANSIA CANTAR LO PROFANO, SACUDIRSE EL LATÍN DE LA LITURGIA

HI TROBAREU UNA PINTURA MOLT SUBJECTIVA I SOBRETOT EMOCIONAL; CONCHA VIDAL ADMET QUE EL QUE DIBUIXA SÓN IMATGES DE L’INCONSCIENT

CARLOTA VICENS. FOTO: GUILLEM BOSCH

‘POST PIN-UP 8’. ACRÍLIC SOBRE TELA (203x290 CMS.))

Page 3: Bellver, suplemento literario, Diario de Mallorca

CARLES CABRERANARRATIVA

Pere Calders (Barcelo-na, 1912 - 1994) vacompondre Ronda navalsota la boira entre 1954i 1955, però aquesta“antinovel·la” roman-dria deu anys estotjadaal calaix, fins que trobàeditor el 1966, i fou re-buda enmig de la indi-

ferència dels llegidors i el desconcert delscrítics del moment que, ja a la primeraplana, ensopegarien amb unes “Instruc-cions per a la lectura d’aquest llibre (Al-trament dites capítol 0)” que els deixarienestupefactes. Unes instruccions, tanma-teix, que es feien necessàries davant el lli-bre atípic d’un escriptor insòlit, com tam-bé ho foren Joan Perucho o Jordi Sarsane-das en l’època que els tocà de viure. Tanestranys que, en el cas concret de Calders,la seva producció no assolí de guanyar-seun públic veritablement ampli fins que Da-goll Dagom portà a escena un muntatge so-bre les seves narracions sota el títol d’An-taviana (1978).

Calders havia nascut l’any de l’enfonsa-ment del Titanic, i aquesta coincidència,que el marcà de ple, la traslladaria a Ron-da naval sota la boira. Hi assistim al nau-

fragi del vaixell Panoràmic —la recurrènciaen la terminació en -ic no pot ser casual— apartir del diari de bord del passatger Ole-guer Sureda. A això es deu la primera per-sona narrativa en què és escrit el relat. Alprincipi del llibre, el transatlàntic sofreixuna avaria, i això, ensems amb una boiraespessa que ho embolcalla tot, provocaranl’enfonsament final de la nau. Maurici, elcapità de l’embarcació, és amic d’Oleguer,i li permet d’albirar-ho tot des d’una posi-ció privilegiada que constitueix l’excusaper poder reportar-nos-ho.

Però tots els capítols, per on flueix latrama narrativa, van acompanyats d’unasegona meitat, una addenda que els pos-til·la i que no pertany a Oleguer. Així, enuna d’elles, descobrim per exemple queMaurici nasqué, com Calders, també l’anydel naufragi del Titanic, de manera quel’autor és un poc el capità Maurici pel desigi l’“enveja” d’haver pilotar una embarcaciósemblant. I amb tot, Calders també ésidentificable amb la persona que escriuaquests afegits i que rebrà, al final de lahistòria, el diari de les mans del mateixOleguer per tal que ho ordeni i ho emmotllien una forma definitivament novel·lesca. AMaurici, mentre el Panoràmic roda per laboira aturat o a marxa moderada, nomésl’amoïna de trobar un himne adient queacompanyi el fatídic moment final. Se solu-ciona quan li ofereixen d’organitzar una

banda entre els mateixos homes d’equipat-ge. Per preparar l’himne de submersió, labanda s’hi escarrassarà de valent, assajanttot lo dia —llegenda que manlleva, lògica-ment, del Titanic, els músics del qual nodeixaren de tocar fins i tot quan tothom jasabia que el vaixell s’enfonsava.

Dubto, no obstant això, que els enamo-rats del Calders contista es retrobin amb ellen aquesta obra que, per qualificar-la denovel·la, grinyola una mica. “L’experi-ment” de Calders no acaba de quallar, per-què un naufragi es produeix més aviat delque ell ens vol fer creure. La part narrativao primeres meitats dels capítols són salva-bles, però pel que fa a les segones m’inclinomés aviat pel parer d’un personatge del ma-teix llibre que etziba la inconveniència d’a-quests excursos, efectivament, molt sorpre-nent en el període —com ara quan l’autormateix ens saluda en un epígraf sense venira tomb, com quan algú surt a la televisió ola ràdio i demana per saludar els seus cone-guts—, però que pequen per excés i donenlloc a un resultat final que no llueix prou.

Pere Calders: Ronda naval sota la boiraLa Magrana, 240 pàgines, 18 €

b e l l v e rJueves, 5 de noviembre de 2009 Diario de Mallorca 3

LA PART NARRATIVA O PRIMERESMEITATS DELS CAPÍTOLS SÓNSALVABLES, PERÒ PEL QUE FA ALES SEGONES M’INCLINO MÉS AVIATPEL PARER D’UN PERSONATGE DEL MATEIX LLIBRE QUE ETZIBA LA INCONVENIÈNCIA D’AQUESTSEXCURSOS, EFECTIVAMENT, MOLT SORPRENENT EN EL PERÍODE

Himne de submersió

NADAL SUAUNARRATIVA

El dolor no la engañó.Elisabeth Smart se ena-moró del poeta GeorgeBaker e inició una tor-tuosa relación clandes-tina que duró años.Baker era un hombrecasado, católico, depersonalidad y apeten-cias, digamos, inesta-

bles. Smart no exhibió voluntad alguna deser razonable: obsesiva, obcecadamenteinsensata, se plantó ante las convencionesdel mundo: su amor era más fuerte. Elamado no rompió el matrimonio que loataba, pero el amor de Smart era más fuer-te. Todos la increparon, compadecieron oescarnecieron: su amor, sin embargo, fuemás fuerte. Y así lo vivió: “El amor es fuer-te como la muerte”.

Esto es lo que explica una novelita queconmoverá a cualquier lector que haya sidoinsensato: En Grand Central Station mesenté y lloré (1945). Documento autobio-gráfico, el libro de esta escritora canadien-se canaliza una experiencia de intensidadextrema mediante una forma perfectamen-te moderna: el nervio y fuerza poética desu prosa, que habría gustado mucho enBloomsbury, ha sido muy bien captado porla traductora Laura Freixas. En GrandCentral Station me senté y lloré exhibe unextraordinario equilibrio entre la subjetivi-dad absoluta del discurso, su aparienciacasi vanguardista, y las raíces que sostie-nen la novela en lo mejor de la tradiciónliteraria. La gran poesía clásica inglesa esconvocada en estas páginas, de Blake aMilton, y eso no hace que el libro resulte nimás antiguo ni menos verdadero. Al contra-rio. Concretamente, emociona el tonosublime que le confieren a la prosa lospréstamos del Cantar de los Cantares, y no

me parece en absoluto azaroso que Smartacuda a la Bíblia: ésta es una historia de fe.

El libro explica una verdad desgarrado-ra: el amor, si es tal cosa, tiene en cada

uno de nosotros las dimensiones de un con-flicto mundial (“proclama todo el dolor delplaneta”). Leyendo el libro, he pensado enKierkegaard, en su estudio del amor y de la

fe, en su exigencia de que el mundo sedetenga y el tiempo se repita en honor a sucaso, a su dolor, a su pasión por Regina y asu abandono de Regina. A estos dos auto-res, además de mi propio arbitrio, los unela insensatez: la razón y el siglo no tienennada que decir cuando habla la fe delamor. Los policías americanos que humi-llan a Elisabeth, las voces que le dicen“haz algo con tu vida”… Nada puedenhacer. La Naturaleza ha sido convocada, ySmart sabe que el peor pecado (el quecomete su amante) sería no entregarse porcompleto al amor. Sí, renunciar a él seríael pecado, porque sería perder la fe: y conel pecado llegaría la muerte en vida. Laspersonas que no somos autómatas hemosafrontado alguna vez ese horror, cuando elamor se hunde ante la evidencia.

Pero, ¿y si negáramos la evidencia? ¿Ysi, al día siguiente del desplante, del fin,del menosprecio o la indiferencia, del AñoNuevo pasado entre humillaciones o elregreso del amante a los brazos de su espo-sa, siguiéramos diciendo, como Smart, “eldolor era insoportable, pero yo no queríaque terminase: era grandioso como unaópera”? Si el amor es real, lo último quedesea es extinguirse. Su peor enemigo noson las ruindades del amado (todos somosruines): es el Tiempo.

Smart combatió con nobleza y ganó.

Elisabeth Smart:En Grand Central Stat

ion me senté y lloréPeriférica, 155 páginas, 17’50 €

La inconsolable plenitud del amor

EL LIBRO EXPLICA UNA VERDADDESGARRADORA: EL AMOR, SI ESTAL COSA, TIENE EN CADA UNO DE NOSOTROS LAS DIMENSIONES DE UN CONFLICTO MUNDIAL

ELISABETH SMART (OTTAWA, ONTARIO, CANADÁ, 1913 - LONDRES, INGLATERRA, 1986) EN UNAFOTOGRAFÍA TOMADA HACIA 1935

Pedagogia i PsicologiaPge. Papa Joan XXIII, 5-E • Geranis Centre

Tel. 971 71 33 50 • Fax 971 21 36 41• 07002 Palma de Mallorca • [email protected]

Page 4: Bellver, suplemento literario, Diario de Mallorca

b e l l v e r Jueves, 5 de noviembre de 2009Diario de Mallorca4

RETRATO DE AYALA CON POCO MÁS DEVEINTE AÑOS, DURANTE SU EXILIO EN

BUENOS AIRES TRAS CAER LA REPÚBLICAEL AYALA DE MEDIANA EDAD, CUANDO

ESCRIBIÓ ‘HISTORIA DE MACACOS’

EL ESCRITOR Y ACADÉMICO EN UNA INSTANTÁNEA DE 1992, RECIBIENDO EL PREMIO CERVANTES DELITERATURA DE MANOS DE LOS REYES. FOTO: J.M. PASTOR

AYALA, CON 65 AÑOS, CUANDO PUBLICÓ ‘EL JARDÍNDE LAS DELICIAS’

EN 1988 RECIBIÓ EL PREMIO NACIONAL DE LASLETRAS ESPAÑOLAS. FOTO: BELTRÁN

FRANCISCO AYALA, EN UNA FOTOGRAFÍA TOMADA CUAN

El siglo de Francisco Ayala:una posición intelectual de referenciaEl escritor Francisco Ayala, uno de los grandes nombres de las letras españolas, ha fallecido esta semana.

El autor traza el perfil de Ayala con el referente de sus cien años de existencia

Page 5: Bellver, suplemento literario, Diario de Mallorca

JOAN OLEZALITERATURA

No soy capaz de recordar, ahora mismo, ningúnotro escritor de prestigio internacional quealcanzase los cien años. Francisco Ayala lo hizoel 16 de marzo de 2006, y el centenario (“estecentenario que debo celebrar, y al mismotiempo lamentar”, me escribía ese abril) seconmemoró con la declaración del Año Ayala,un tipo de homenaje raramente otorgado envida y que implica al Gobierno y a las más altasinstituciones culturales del Estado.Precisamente hace tres años se inauguraba enMadrid una muy completa y expresiva exposi-ción con el título de Francisco Ayala. El escri-tor en su siglo, patrocinada por el ministerio deCultura y comisariada por el profesor y poetaLuís García Montero, que fue acompañada porsendas conferencias en la misma BibliotecaNacional de Carolyn Richmond, de Santos Juliáy de mí mismo. Cuando a la mañana siguientede mi conferencia me dirigía a la casa de Ayalapara dejarle una copia y explicarle el resumen,que él quería conocer, me preguntaba a mímismo por qué razones no había dudado yo —por lo general bastante reacio a los centena-rios— en participar en el suyo.

Es natural que la primera de estas razonessea mi aprecio por el escritor, uno de los pri-meros prosistas del exilio a cuya obra tuveacceso (quizá junto con R.J. Sender, pero des-pués desde luego que los poemas de Alberti, deCernuda o de Salinas, que llegaron antes), en elinicio de la década de los setenta, y al quedesde entonces no he dejado de leer: libros derelatos como Cazador en el alba, de ensayoscomo El escritor en la sociedad de masas, nove-las como Muertes de perro, memorias comoRecuerdos y olvidos, o ese libro tan inclasifica-ble como lleno de encanto sutil que es El jardínde las delicias, forman parte de mi selección delecturas del siglo XX.

Pero hay más. El siglo pasado discurrió enbuena medida, en el dominio cultural, bajo elprestigio de un modelo de intelectual en oposi-ción radical al sistema. En la postguerra mun-dial fueron figuras como T.W. Adorno, con sudenuncia sin resquicios del proyecto ilustrado,o como Jean Paul Sartre, el intelectual queencarnó una moral alternativa (no dudó enrechazar un premio Nobel) y que se sintió siem-pre del lado de la revolución (incluso en mayodel 68). En la España de los 60 es ejemplar elcaso de Joan Fuster que, desde dentro de ladictadura franquista y en un territorio marcadopor la desidentificación y la tergiversación de lahistoria, asumió el ejercicio del conocimientocomo resistencia y de la propia biografía comoheterodoxia. Los años finales de la dictadurafranquista acrecentaron el prestigio de los inte-lectuales orgánicos, al servicio de un pueblo enlucha por transformar la realidad y actuandodesde estrategias organizadas, a la sombra deun Antonio Gramsci o, en el dominio artístico,de un Bertoldt Brecht. Con los años 70 la pri-macía es asumida, ahora desde posiciones liber-tarias, por los filósofos postestructuralistas yantihumanistas: Foucault, Deleuze, Derrida,con un discurso no menos radical en lo que serefiere a su negación del sistema.

Con ninguno de estos modelos tiene nadaque ver Francisco Ayala. Procedente de laclase media andaluza —con ascendientes laicosy liberales de un lado, y católicos y conserva-dores del otro— se forma en la Universidad deMadrid en aquellos happy twenties en que elpaís se moderniza a pasos acelerados, en quelas vanguardias agitan y renuevan el clima cul-tural, mientras languidece la dictadura delúltimo espadón decimonónico, el generalPrimo de Rivera, y el país se apresta conexpectación serena a asumir un cambio histó-rico cuyos signos se anuncian —de manera másjovial que dramática— un poco por todas par-tes. En Berlín, la capital intelectual de Europa,y becado por la Junta de Ampliación deEstudios, completa su formación. A su regresoa España, y tras la proclamación de laRepública, irá reuniendo en sus manos las car-tas que pueden permitirle jugar un papel diri-gente en aquella sociedad: consigue la cátedrade Derecho Político en la universidad deMadrid, se incorpora al cuerpo de letrados delas cortes de la República, se integra en la

élite cultural que Ortega y Gasset está confi-gurando a su alrededor por medio de la Revistade Occidente, de su prestigiosa tertulia, y delos medios de comunicación que controla, yparticipa activamente en los cenáculos políti-co-literarios de la ciudad.

Si en su segunda estancia en Berlín pudosorprender, con repudio, los primeros síntomasdel ascenso del nazismo, en España le sorpren-derá no menos dramáticamente la revoluciónde Asturias de 1934, en la que denunciará lademagogia suicida de algunos sectores de laizquierda (Ayala acusa muy directamente aLargo Caballero, como gran responsable de losmales que se iban a derivar de aquella primeraconflagración civil), y la barbarie represora dela derecha española. Su formación en la másdepurada tradición de un liberalismo ilustrado,le hace sentirse fuera de su escenario cuandoestalla la tragedia: entre unos y otros le hancambiado insensatamente el terreno de juego,pero Ayala ha puesto en juego a lo largo de suvida un instinto capaz de reaccionar de inme-

diato, asumiendo las alternativas que quizá nohubiera elegido si hubiera podido elegir peroque su compromiso de ética y racionalidad leimponen.

El no reaccionó como su admiradísimotutor, Ortega y Gasset, ni como bastantesotros de aquellos intelectuales liberales(Gregorio Marañón, más tarde también Pérezde Ayala) que conformaron la élite cultural yrepublicana de entreguerras, y que ante elconflicto civil buscaron fuera del país la impo-sible legitimidad de una posición neutral, parareincorporarse años más tarde, de formapatética en unos casos y vergonzante en otros,al sistema de la España franquista. Ayala, querecibió la noticia de la insurrección militarmientras viajaba plácidamente por Argentinay Chile, no dudó un instante en volver aEspaña y en ponerse al servicio de laRepública, como no dudó, ante los conflictos

internos del Frente Popular, en alinearse condon Juan Negrín convencido de que sólo laalianza de socialistas y comunistas, y la pri-macía que éstos dieron a la guerra sobre larevolución, podía salvar a la República. Se ins-taló en Valencia con las Cortes (aquí hizoamistad con Max Aub) y trabajó para el minis-terio de Estado, aceptó incluso una misión deinteligencia en la embajada de España enPraga para tratar de romper la prohibición deventa de armas a la República que habíandecretado los países aliados. En los días fina-les de la guerra se integró en el ComitéNacional de Ayuda a España, desde el que setrataba de administrar la derrota republicana,o sus efectos sobre los miles de expatriados.Durante aquellos años crueles, su padre, unhombre de ideas conservadoras pero que ejer-cía de administrador por la República delmonasterio de las Huelgas, en Burgos (cargoque consiguió para él su hijo), y su hermanoRafael, fueron asesinados por los militaresrebeldes.

En el largo exilio, que se prolongará hastalos primeros años 60, Ayala no se dejó afectarpor esa enfermedad de la nostalgia mitómanaque tan a menudo atrapa a los desterrados, quelos enreda en la urdimbre de un pasado al quevuelven obsesivamente el pensamiento, cadavez más aislados del presente y del entorno,cada vez más paralizados para una acción reno-vadora. En Buenos Aires, en Río de Janeiro, enPuerto Rico, en las universidades norteamerica-nas en las que es contratado (Princeton, NewYork, Rutgers, Chicago…), en todas partes con-tacta con la actualidad ajena, se hace un sitioen la trama cultural del país de recepción, esta-blece complicidades duraderas (EduardoMallea, Victoria Ocampo, Jorge Luis Borges,Pedro Henríquez Ureña…), va publicando suslibros de ensayo social y político, sus estudioscríticos de literatura, sus ficciones, promuevela fundación de revistas que han quedado comohitos culturales de su tiempo (Realidad enArgentina, La Torre en Puerto Rico), y a la veztrata de mantener el contacto con la Españainterior, la que transcurría bajo el régimen dela dictadura y en ausencia de una extraordina-ria camada de intelectuales y profesionales (lade quienes podrían haber dado lugar a unaEspaña modernizada y europea).

Ya en 1952 publica un libro en Madrid, suIntroducción a las ciencias sociales, y tres añosdespués la nueva Revista de Occidente presen-tará a los lectores españoles su Historia demacacos. A partir de 1965 sus obras de ficción,aún con vetos que la censura se negó a relajar(y que afectaron sobre todo a La cabeza delcordero y El as de bastos, aunque por motivosbien diferentes), comenzaron a ser accesiblesaquí. Su regreso no supuso, por consiguiente, eltrauma insuperable que supuso para su amigoMax Aub, desgarrado por la evidencia de unaEspaña que había evolucionado treinta años sinellos, sin los perdedores, y en la que sólo pudopercibir olvido. Aquella dramática constataciónde 1969: “he venido pero no he vuelto”, segúnla cual Max Aub se despedía casi al mismo tiem-po que llegaba, hubiera sido imposible enAyala. Ayala volvió para quedarse, aunque nopara acomodarse: mantuvo su actividad en elexterior (durante los 60 y primeros 70 continuósu docencia universitaria en los USA) y su iden-tidad republicana y crítica. Al llegar la transi-ción fijó definitivamente su residencia enMadrid y ocupó su lugar de lúcido comentaristaen los medios de comunicación. Los años 80 vie-ron aparecer una de sus obras fundamentales,sus Recuerdos y olvidos (1982-83), disección detoda una época más que escritura del yo, al quese otorgó el Premio Nacional de Literatura.También comenzó a recibir el reconocimientopúblico más oficial: el sillón en la RealAcademia, el Premio Nacional de las Letras, elMiguel de Cervantes, el Príncipe de Asturias…

Ayala no se corresponde pues con los mode-los de intelectual que han prevalecido en elsiglo pasado. Es quizá un prototipo más escasoen la tradición española que en la germánica,un prototipo de intelectual burgués (él mismose califica así, seguramente aludiendo a sumodo de vida y a sus gustos refinados), de exce-lente formación humanista y dominio de la altacultura europea, con conocimientos a la vezespecializados (en derecho político y sociolo-gía) y extensos (en pintura, en música, en cine,en literatura y teoría literaria…), con una acti-vidad versátil y diversificada (la cátedra, el tra-bajo político institucional, el libro, el periodis-mo…), y con una actitud siempre inteligente,sutilmente irónica, algo desdeñosa y más críti-ca que doctrinaria. Afianzado sobre su idearioliberal y progresista, e independiente de cual-quier opción política de partido, está muy lejosde reconocerse en los límites o en las afuerasdel sistema, sea en nombre de una utopía revo-lucionaria sea en nombre de la convocatoria deAdorno o de Foucault a no colaborar, a conver-tir la crítica en negación, en resistencia gene-ralizada al sistema. Un sistema, el de la socie-dad democrática occidental, que asumió comomarco general y frente al cual ha mantenidouna trayectoria de cooperación progresista ycrítica, basada en los presupuestos de unaracionalidad limitada por la ética y vertebradapor la idea de libertad.

En todo caso, y en este siglo que comienza,su figura compone una referencia admirable.

b e l l v e rJueves, 5 de noviembre de 2009 Diario de Mallorca 5

PROCEDENTE DE LA CLASE MEDIAANDALUZA —CON ASCENDIENTESLAICOS Y LIBERALES DE UN LADO, Y CATÓLICOS Y CONSERVADORES DELOTRO— SE FORMA EN LA UNIVERSIDADDE MADRID EN AQUELLOS ‘HAPPYTWENTIES’ EN QUE EL PAÍS SE MODERNIZA A PASOS ACELERADOS

EN BUENOS AIRES, EN RÍO DE JANEIRO,EN PUERTO RICO, EN LASUNIVERSIDADES NORTEAMERICANAS ENLAS QUE ES CONTRATADO (PRINCETON,NEW YORK, RUTGERS, CHICAGO…), EN TODAS PARTES CONTACTA CON LA ACTUALIDAD AJENA, SE HACE UN SITIO EN LA TRAMA CULTURAL DEL PAÍS DE RECEPCIÓN

NDO CUMPLIÓ CIEN AÑOS. FOTO: BALLESTEROS

Page 6: Bellver, suplemento literario, Diario de Mallorca

ANTONI PIZÀMÚSICA CLÀSSICA

¿Quin preu humà espot arribar a pagarper a l’art? ¿Quin ésel màxim sacrificique es pot dur aterme per arribar ala perfecció artísti-ca? ¿Hi ha límits i

tabús que no es poden sobrepassar en nomde l’art? En els segles XVII i XVIII, principal-ment a Nàpols, però també a moltes altrescapitals europees, la castració d’al·lotscantaires era relativament normal.Aquestes emasculacions eren rutinàries engran part perquè les dones no podien can-tar en les cerimònies religioses i els caponsles substituïen, però també perquè la qua-litat de la veu d’un nin sanat es considera-va molt superior a la dels mascles desenvo-lupats i a la de les dones. Sense anar mésenfora, tant Casanova com Voltaire, vanreconèixer sense embuts les cinglades deplaer prohibit que produïa l’androginismed’aquests aquests homines tertii generis(homes del tercer gènere) així com la delí-cia de les seves veus angelicals.

El darrer CD de la mezzosoprano CeciliaBartoli proposa un recorregut musical pelprincipal repertori dels castrats napolitansdel s. XVIII. El disc se centra en l’aportacióde Nicola Porpora, reconegut compositorque també va ser el mestre dels castratsmés famosos de tots els temps: Farinelli,Caffarelli, Salimbeni, Appianiani i Poporino.A més de diverses àries d’òpera de Porpora,hi trobarem en aquest enregistrament parti-tures de Antonio Caldara, Francesco Araia,Carl Heinrich Graun, Leonardo Leo,Leonardo Vinci, Ricardo Broschi (germà deFarinelli) i Geminiano Giacomello.Pràcticament totes les obres són primíciesmundials, i just això, és un impagable mèrit.

És sens dubte a les àries ràpides a on esmostren les característiques vocals que uncastrat havia de tenir en el s. XVIII i que,certament, Bartoli també posseeix: agili-tat suprema en els registres aguts, capa-citat per executar melodies melismàti-ques en extrem, amplíssima tessitura, res-piració de llarga durada sempre pianissi-mo i un timbre únic i hermafrodita. No hiha millor exemple d’això que “Come Navein mezzo” de l’òpera Siface de Porpora.

Aquí, la velocitat dels refilets (les notesràpides sobre una mateixa síl·laba) fanque l’oient quedi bocabadat i espaterrat.I sincerament, un arriba a passar penadavant tal embarbussament lingüístic imusical i pensa que la catàstrofe és immi-nent, que la cantant s’estavellarà en unaparet imaginària i que tot l’edifici musicals’esfondrarà en qualsevol moment. Quequedi clar, Bartoli no s’arriba a esberlarmai el cap. En general, la veu sura ambfiligrana i pulcritud sobre un acompanya-ment de les cordes furioses i frenètiques iuns metalls heroics i sumptuosos. Tot aixòsobre un suport de luxós i envellutat bassocontinuo. Sens dubte, Il GiardinoArmonico dirigit per Giovanni Antonini,toca amb passió visceral, però aplicantcriteris històrics i musicològics actuals.

Bartoli és indubtablement una artistaexcepcional perquè a més de cantar com-positors poc coneguts, s’apassiona irecrea en el paper del savi investigadorque descobreix tresors ocults que lesmasses han passat per alt. En els seusenregistraments i recitals sempre exigeixuna orquestra d’època amb instrumentsoriginals i intenta defensar els criterismusicològics més avançats. La cantant hadit que aquest repertori és el més difícilde tot el que ha treballat al llarg de laseva carrera, i deu ésser així. En les àriesràpides, sobretot, la línia vocal no des-cansa mai. Val a dir que, les entrades pelseu concert al Teatro Real de Madrid delproper 12 de desembre se van acabar enuna hora. Per a Bartoli, tot aquest esforçs’ho ha pagat. El sacrifici dels nins napo-litans, però... això ja és un altre tema.

Cecilia Bartoli (mezzosoprano) con Il Giardino Armonico

(director: Giovanni Antonini):Sacrificium

Decca/Universal, 12 passatges, 17’95 €

FLORENTINO FLÓREZCÓMIC

Situaría El refugio de lamorena, un episodio deLas aventuras deSpirou, en mi lista dediez tebeos imprescin-dibles, tal es mi admi-ración por el arte deFranquin. Consiguióuna sólida alternativa a

Tintín, con unos personajes más dinámicosy fantásticos. Su arte rinde tributo a lamodernidad y a un humor muy sano, mez-clando de forma afortunada una acción tre-pidante con una enloquecida comicidad.Curiosamente Spirou fue desde sus iniciosel hijo de muchos padres, de Rob-Vel aJijé, y así continuó tras la desaparición desu creador más conocido. Todos admiramosalgunas de sus encarnaciones posteriores,especialmente el divertidísimo PequeñoSpirou de Tome y Janry. Pero en los últimosaños la franquicia parecía languidecer yalgunos guionistas como Morvan estabanconvirtiendo al héroe en un desconocido.

En eso llegó Émile Bravo, cuya obra ya hecomentado con admiración en el pasado.Recientemente se traducía su cuento Lossiete osos enanos, aunque en general lamayor parte de su labor sigue inédita porestos lares. Y, como Senté con Blake yMortimer, actualiza al personaje inyectando

masivas dosis de realismo que sin embargono le hacen perder nada de eficacia dramá-tica. Diario de un ingenuo es una obra real-mente excepcional, así que citaré sus esca-sos defectos, si es que se les puede llamarasí, antes de pasar a enumerar sus muchasvirtudes. Básicamente, si buscan los lumino-sos, ruidosos y amplios mundos de Franquinno los encontrarán aquí. Aunque Bravo nopierde el humor, su trabajo es muy teatral,con muchas habitaciones y puertas que seabren y cierran, desvelando sorpresas y pro-vocando gags y constantes malentendidos.Las pocas salidas al exterior nos ofrecenescenarios reducidos: bares, un parque, elperiódico donde trabaja Fantasio, la sórdidavivienda de Spirou, los arrabales en quejuega con sus pequeños amigos... A esemundo tan limitado se le suma una gama decolor voluntariamente oscura y repetitiva,que acrecienta el aspecto de película enblanco y negro de esos primeros años cua-renta en que transcurre la acción.

Una vez que el lector asume que éste noes exactamente el universo de Franquin, yapuede empezar a disfrutar. Bravo señala suterritorio casi desde el principio. MientrasSpirou juega con sus amigos, estos se enzar-zan en una discusión en la que sale a relucir

que uno de ellos es el hijo de un refugiadoespañol y que otro es un fascista rexista.Por si las alusiones a la política no fueransuficientes, en las siguientes páginas insinúaun posible romance entre el héroe y unacompañera de trabajo. A partir de ahí nosva presentando a los diferentes ocupantesdel hotel en que trabaja Spirou, que seránlos actores de este pequeño drama. Bravoexplica el contexto en que apareció el per-sonaje, mostrando la cruda realidad de unaBélgica que se debatía entre las diversas

fuerzas en conflicto en Europa. Pero es queademás no permite que ese escenario rea-lista desdibuje su historia, un gran guión enel que nada es lo que parece. El autor noelude las citas a Tintín y defiende la nece-sidad de la evasión, del entretenimientofrente a una excesiva seriedad que nos haceolvidar las cosas que son realmente impor-tantes. Todo ello engrasado con un humorinteligente y constante, que aflora ensecuencias tan divertidas como aquella enque Spirou se toma su primera cerveza.

El clímax de la obra se alcanza con uno delos episodios más lamentables y peor expli-cados de la historia europea. Me refiero a lainvasión de Polonia, por los alemanes prime-ro y los soviéticos después, suceso querecientemente también era recordado porWajda en su película Katyn. El pacto nazi-soviético permanece en esas zonas grises quedeseamos olvidar, a pesar de su importanciapolítica y moral. Para Spirou en esta aventu-ra supone un punto de no retorno, más cuan-do descubre la implicación de su amiga entodo el proceso. La escena en que el jovenbotones rompe a llorar por ese amor de trá-gico fin es realmente enternecedora ymemorable. Una más en un álbum que sinduda contaremos entre lo mejor del año.

Émile Bravo: Las aventuras de Spirou y Fantasio:

Diario de un ingenuo Planeta DeAgostini, 63 páginas. 10’95 €

El tercer gènere

AUNQUE BRAVO NO PIERDE EL HUMOR, SU TRABAJO ES MUY TEATRAL, CONMUCHAS HABITACIONES Y PUERTAS QUE SE ABREN Y CIERRAN, DESVELANDOSORPRESAS Y PROVOCANDO GAGS Y CONSTANTES MALENTENDIDOS

BARTOLI ÉS INDUBTABLEMENT UNA ARTISTA EXCEPCIONALPERQUÈ A MÉS DE CANTARCOMPOSITORS POC CONEGUTS,S’APASSIONA I RECREA EN ELPAPER DEL SAVI INVESTIGADORQUE DESCOBREIX TRESORS OCULTSQUE LES MASSES HAN PASSAT PER

No tan ingenuo

CECILIA BARTOLI

b e l l v e r Jueves, 5 de noviembre de 2009Diario de Mallorca6

Page 7: Bellver, suplemento literario, Diario de Mallorca

P o r l a s s o l a p a s

Los más v end idos en : Espirafocs Bisbe Llompart, 127 - 07300 Inca 971 502 535

(*) Semana del 26 de octubre al 1 de noviembre de 2009

Català ficció1. Dan Brown: El símbol perdut. Empúries2. J. Boyne: Casa del propòsit... Empúries3. Tom Sharpe: Els Grope. Columna4. S. Larsson: La noia que somiava... Columna5. S. Larsson: El homes que no... Columna6. S. Larsson: La reina al palau dels... Columna7. J. Coca: La nit de les papallones. Columna8. A. Mas Busquets: Per ordre... La Magrana9. A. Larsson: Aurora boreal. Columna10. F.X. Stork: Marcelo en... Rosa dels Vents

Català no ficció1. À. Rovira: La bona crisi... Pòrtic2. R. Pannikar i M. Carrara: Pelegrinatge... Pòrtic3. Ll. Valverde: Amorrats al... El Gall Editor4. J. Pigem: Bona crisi. Cap a un món... Ara5. D. Quammen: La indecisió del... Empùries6. A. García i Elfa A.: Look at aixo! Cossetània7. Siquier i Constantino: Els bolets (I)... Micobalear8. Siquier i Constantino: Els bolets (II)... Micobalear9. C. Darwin: L’origen de les espècies. Edicions 6210. M. Valenciano: 100 suggeriments... Cossetània

Castellano ficción1. Dan Brown: El símbolo perdido. Planeta2. H. Mankell: El hombre inquieto. Tusquets3. José Saramago: Caín. Alfaguara4. S. Larsson: La chica que soñaba con... Destino5. S. Larsson: Los hombres que no... Destino6. S. Larsson: La reina en el palacio... Destino7. Ch. Bukowski: Fragmentos de un... Anagrama8. F.X. Stork: Marcelo en el mundo real. Grijalbo9. R. Schami: El secreto del calígrafo. Salamandra10. J.Y.K. Lee: La maestra de piano. Salamandra

Castellano no ficción 1. N. Chinchilla y M. Moragas: Dueños de... Ariel2. VV.AA.: Los Simpsons y la filosofía. Blackie3. P.J. Bentley: El científico camuflado. Ariel4. I. Gabilondo: Verdades como puños. Aguilar5. Ch. Darwin: El origen del hombre. Crítica6. M. Cruz: Menú degustación... Península7. L. Cervera: Lo que hacen tus hijos... Integral8. N. Lane: Los diez grandes inventos... Ariel9. E. Tolle: Los guardianes del ser. Gaia10. G. Martin: Gabriel García Márquez. Debate

Ponç Pons seapunta al teatroExcelente poeta, traductor, profesor de li-teratura, narrador, este escritor menor-quín se encuentra entre los más destacadosautores contemporáneos en lengua catala-na. Ahora debuta en el género escénico conesta curiosa pieza, Lokus, entre la comediay el drama, con personajes con enfermeda-des psiquiátricas y plena de referencias ala dramaturgia universal.

Ponç Pons: Lokus El Gall, 105 páginas, 14’51 €

La novel·la méscompleta de BenetSaúl ante Samuel (1980) és considerada unà-nimement l’obra mestra de Juan Benet, delseu gran estil. Amb la Guerra Civil a Regiónserveix de rerefons per a una història de res-sonàncies bíbliques, en la qual es trasllueixla rivalitat de dos germans i l’enfrontamental qual els empeny la dona d’un d’ells, resol-ta a eludir el ruinós destí que els espera.

Juan Benet: Saúl ante Samuel DeBolsillo, 398 pàgines, 9’95 €

Intrigues i amenacesa la Ciutat EternaAquest autor de descendència italiana ofe-reix, amb Dies Irae, una brillant novel·la quecapbussarà el lector entre l’ensorrament deRoma i els secrets del Vaticà. La històriatranscorre durant el segle XVI, durant el setgeromà de les tropes de Carles V. Assetjadors iassetjats, però, es trobaran amb un altre pe-rill: un monstre que aniquila tot el que troba.

Alexandre Barthélemy: Dies Irae, Día de la ira Via Magna, 462 pàgines, 21’95 €

El guió original de la pel·lículaUna jove jueva presencia l’assassinat de laseva família a mans d’un sinistre coronelnazi, el Caçador de Jueus. Després d’esca-par miraculosament, la noia marxa a Pa-rís,on es forja una nova identitat. Allà estroba amb un grup de soldats judeoameri-cans,els Bastards, seleccionats per sembrarel terror al Tercer Reich i matar brutal-ment tants nazis com sigui possible.

Quentin Tarantino: Malditos Bastardos Mondadori, 159 pàgines, 16’90 €

Aproximación aJosep AlbertíMaria Muntaner, editora, filóloga, estudiosa dela literatura, dedica el presente volumen a ana-lizar de manera pormenorizada los cinco poe-marios publicados en su momento por Josep Al-bertí, una figura controvertida de la literaturamallorquina, así como otro material comple-mentario que refleja sus iniciativas con el TallerLlunàtic. Incluye significativas ilustraciones. Maria Muntaner González: L’escriptura so-terrada Publicacions de l’Abadia de Mont-

serrat, 225 pàgines, 15 €

El matriarcadovisto con humorEl cómico Óscar Terol, uno de los creadorese intérpretes de la popular serie televisivaVaya semanita, continúa con su análisis hu-morístico de la sociedad vasca con esta ter-cera entrega, después de Todos nacemosvascos y Ponga un vasco en su vida. Ahora letoca poner en solfa el tradicional matriarca-do de la zona, que llevaría a los maridos arefugiarse en las sociedades gastronómicas.Óscar Terol: Técnicas de la mujer vasca para la do-ma y monta de maridos Aguilar, 223 pp., 16’50 €

Un excel·lentllibre de regatesFrançoise Moitesser, la dona del navegant Ber-nard Moitessier, ens explica els records d’a-quest autèntic mite. Amb aquest llibre, elsque encara no el coneguin podran rememorarels seus records, i també descobriran queFrançoise, en lloc de refugiar-se sota la som-bra del seu il·lustre marit, ha sabut governarel seu vaixell amb total independència.

Françoise Montessier: 60.000 millas a vela Noray, 184 pàgines, 14 €

Una ficció fidel al mite de HoudiniEntre els estafadors, nous rics, artistes, cri-minals i immigrants que poblen la ciutat deNova York, hi ha el fill d’un rabí que es fa dirHoudini, i que es veu requerit per lapoliciaper resoldre el misteri d’un magnat assassi-nat. En aquest llibre, el mag Daniel Stasho-wer mostra el seu indubtable talent.

David Stashower: Houdini y el asesino de la feria

La Factoria de Ideas, 249 pàgines, 20’95 €

R e c o m e n d a d o d e l a s e m a n a

L a c r í t i c a d e l l e c t o rbellver obsequia las aportaciones a La crítica del lector con

un libro de regalo. Los lectores que vean publicadas susreseñas en esta sección pueden pasar por DIARIO de

MALLORCA y recoger el bono necesario para conseguir ellibro gratis en Jaume de Montsó (P. Joan XXIII, 1B, Palma).

Envía tu comentario a [email protected]áximo 60 palabras. No es necesario que el libro

comentado sea novedad.

!

¿Quieres leerlo? Acércate a la librería Literanta

(C/ Can Fortuny, 4A, Palma) y podrásadquirir el libro con tratamiento preferencial

de cliente y te invitamos a un café! Literanta

Llibresi cafè

La inquietante pregunta “¿quéhabría pasado si…?” ha dadolugar a sugerentes composicionesen el género de la historia-fic-ción. Pere Morey, divulgador denuestro pasado y nuestro patri-monio, parte de la suposición deque Pere el Catòlic (padre deJaume I) hubiera ganado la bata-lla de Muret, dando lugar a unaconfederación catalana-occita-na, cuya hipotética trayectorianarra hasta el 2042.

Pere Morey: Pirènia, el país que mai no va

existirPagès Editors, 416 páginas, 22 €

El país de nunca jamás

PERE MOREY I SERVERA

b e l l v e rJueves, 5 de noviembre de 2009 Diario de Mallorca 7

JOSEP RAMON CERDÀ

¿ Q u é e s t á l e y e n d o ?

Josep Ramon Cerdà (Delegado d’Arts Escèniques)

Actor, autor y director de teatro, profesor, JosepRamon Cerdà es actualmente delegado de ArtsEscèniques del Govern. La pieza dramática deWilliams, que ya conocía en su versión de relato,la encuentra “muy potente, me sigue sorpren-diendo, porque presenta conflictos muy extre-mos”. Relee el libro de Bolaño, que califica de“excepcional”. Y había leído otros de Ensenyatpero no éste, que le parece “muy interesante”.

Tennessee Williams: La noche de la iguanaLosada, 169 páginas, 6 €

Roberto Bolaño: Los detectives salvajesAnagrama, 622 páginas, 14’5 €

Xesca Ensenyat: Canvi de perruqueria i altresmisèries

Moll, 120 páginas, 8’40 €

Page 8: Bellver, suplemento literario, Diario de Mallorca

BIEL MESQUIDA

EN DEFENSA PRÒPIA. Quan l’amiga PepaNúñez i el lluitador per la terra MartíCanyelles em digueren si volia participar al’acte de naixament de l’associació Amicsde la Vall de Coanegra vaig dir que sí. Esconjugaven dues casta de motius. Primerde tot la necessitat de lluitar perquè no esfacin malbé els nostres paisatges. Segon,els lligams fondos entre la vall de Coanegrai la meva història personal. L’acte es va ferel proppassat 30 d’octubre de 2009 a lesCases dels Mestres de Santa Maria del Camíi reuní un grup nombrós de santamariers,bunyolins, consellers, binissalemers,alaroners i palmesans. Vet aquí les sàviesparaules de Martí Canyelles quan explicàels principals objectius de l’Associació. Es-coltau: 1.- Promoure el coneixement i ladivulgació dels valors naturals, paisatgís-tics, etnològics i arqueològics de la vall deCoanegra 2.- Impulsar iniciatives i col.lab-orar amb les institucions, col·lectius i asso-ciacions en la defensa i conservaciód’aquest patrimoni. 3.- Fomentar la recu-peració dels usos econòmics tradicionals,agrícoles, ramaders i forestals de la vall ipotenciar la seva viabilitat. 4.- Fomentarla recuperació i l’ús dels espais públics,sempre en consonància amb les necessitatsde conservació de la naturalesa. 5.- Inven-tariar, recuperar i conservar els recursos iinfraestructures hídrics de la vall. 6.- Vetl-lar pel compliment i aplicació de la legis-lació i normativa medio-ambiental i d’or-denació dels territori de la vall. 7.-Col·laborar amb les altres associacions enla defensa del nostre territori, cultura,patrimoni i tradicions. 8.- Contribuir en lacreació d’una convivència solidària i en laconservació del planeta Terra: Pensamglobalment, actuam localment. Podeuveure que sempre hem de repetir les ev-idències: la lluita per les evidències. De-sprés de Martí fou el torn d’aquest cro-nista. I sense paper ni escrit sinó amb laveritat d’un discurs que duc dedins, vaigcontar l'origen del meu amor a Coanegra.Vaig recordar que els meus padrins paternseren de Santa Maria del Camí i per això to-

ta una part de la meva infantesa hi vaig vi-ure. Dues finques del padrí foren les meves"Geòrgiques" virgilianes. Les quarteradesde Son Bieló, entre Santa Maria i Pòrtol, onvaig viure totes les estacions de les collitesdels fruits campers. Vaig fer de veremadora les vinyes i vaig trepitjar els rems alceller. A l’època de les messes de segar i debatre vaig conèixer el feiner dels missatgesentre l’espiga de blat i el gra dins la salade cal padrí. Vaig collir ametlles, figues,albercocs. Vaig caçar granots a la bassa.Vaig viure en un temps clausurat. I ara untros d’aquesta finca, perquè el banc d’AbelMatutes es va quedar una part de les terresque havien servit d’aval a una cosina mevaque es va arruinar amb un hotel, s’ha con-vertit en una urbanització il·legal que tévint anys de vida sense que l’ajuntamentsantamarier hagi pogut fer res per demolir-la. Així van les coses, així va legalitat. I

molts dels camps d’ametlers dels voltantsels depredadors salvatges els han convertiten dipòsits de materials i d’infraestruc-tures de la construcció (i fins i tot un uncarronyer del paisatge s’ha muntat unesnaus industrials de plàstic blau clar en ungarroverar). Ni les denúncies dels veïns, nila “vigilància” dels ajuntaments de SantaMaria i Marratxí han aconseguit que aixòs’arrangi sinó que va a més (ara, fa quinzedies, un altre carronyer, prepara ambbulldòzers un ametlerar per transformar-lo en soll de construcció!). El padrí teniatambé un trosset devora la posessió de SonTorrella. Allà vaig descobrir la bellesa il’energia d’un paisatge de muntanya: lavall de Coanegra que comença al barrancformat pel torrent de Coanegra, o delFreu, que està entre les muntanyes de laComuna de Bunyola, d’uns vuit-cents me-tres, al nord-oest, i la talaia de Cals Reis al

sud-est entre el puig de Son Guitard i el puigde Son Agulla d’uns cinc-cents metres. Aques-ta contrada, una vall closa entre muntanyesamables, està coberta de pinars i alzinars iplena de coves i avencs. Allà també vaigaprendre el nom de moltes coses: l’arbocera,el llentiscle, l’estepa, el xiprell, el bruc; l’alz-ina, el pi blanc, l’om, el lledoner, el ciclamensilvestre, l’orquídea de bosc, la falguera; eltudó, la milana, el xoriguer, el falcó, la gene-ta, el mart, el mostel, etc. Aquell diccionariviu entapissà els meus estius. I vaig recórrerel camí vora les posessions Son Palou, SonBerenguer, Son Gulla, Es Celleràs, Son Oliver,Son Mates, Sa Bassa de Cas Barreter, Son Roig,Can Millo (Son Farrí), Can Morei (Son Far) i SonPou. I vaig anar a la capçalera de la vall onvaig entrar en un antic pou de mina fet pelsàrabs que raja quasi tot l’any. I vaig beure a lasíquia àrab, una magnífica i pràctica obra d'al-ta enginyeria mora, el "qanat". I vaig poderveure un dels molins fariners, també del’època àrab, el de la Bassa de cas Barreters. Ivaig entrar en aquell palau de la natura:l’avenc de Son Pou, una caverna de cinquantametres d’alçada amb un gran forat obert alcapcurucull, que han cantat poetes tan diver-sos com Costa i Llobera, Joan Rosselló de SonFortesa, Miquel Dolç, Pere d’Alcàntara Penya,Josep M. Llompart i fins i tot aquest cronista,que guanyà els anys setanta un premi de nar-ració sota aquesta advocació. Vaig parlarmolt a favor de la preservació d’aquest pat-rimoni de la humanitat davant les pressionsde propietaris que tanquen camins i queposen, fins i tot, barreres al torrent. Vaigacabar recitant "L’avenc de la Cova Negra"de mestre Costa. Després Pep Estarelles vaexplicar fil per randa projectes de l’Asso-ciació i Regina presentà un vídeo molt benfet de Virgínia en què poguérem veure l’es-tat actual de la vall coanegrenca i les sevesriqueses de tota casta. Si voleu saber-ne mésaquí hi ha informació: <http://www.estarel-las.info/amicsdelavalldecoanegra>. El dia 15de novembre hi haurà una gran “Marxa deCoanegra” per fer sentir la veu d’un ciu-tadans que volen cridar l’atenció dels poderspúblics sobre la necessitat d’aplicar la llei iretirar les barreres il·legals del torrent i sal-var la vall de Coanegra dels carronyers.

PLAGUETA DE NOTES (CLCLXXXVII)

b e l l v e r Jueves, 5 de noviembre de 2009Diario de Mallorca8

FOTO: M. MASSUTI

VÍCTOR M. CONEJO

■ La intuición es un músculo constanteque, tratado con asiduidad y desprejuicio,permite descubrir verdades y mentiras. Enlos últimos días he puesto mi intuición atrabajar sobre Internet, periodismo ymúsica, y esto es lo que me ha revelado:■ Con Internet, la información llegaahora por nuevas plataformas: a través detodo ese arco que va desde los portalescolectivos hasta los blogs individuales. Ydice mi intuición que esa nueva diversi-dad se expresa, se extiende y favorece,sobre todo, a la información cultural. Yconcretamente a la información musical. ■ Porque lo cierto y comprobable es quecada vez son más los portales musicalesque son citados en prensa tradicionalcomo referencia en cuanto a actualidad y

rigor: lo he oído en telediarios y lo heleído en prensa generalista, como El Paíso La Vanguardia. Citan a pitchfork.com oa allmusic.com como fuentes incontesta-bles cuando informan sobre música. Ya noes la web la que cita a la televisión o alperiódico para dar consistencia y credibi-lidad a la noticia musical, sino al revés. ■ Y hay dos hechos diferenciales impor-tantísimos: que se trata de webs de perio-dismo, no sólo de crítica (es decir, queincluyen noticias, opinión y reflexión, oreportajes historicistas y de actualidad), yque muchos de esos nuevos medios decomunicación musical han nacido directa-mente en la web, sin antepasado en papel.■ La versatilidad de Internet produce quelas nuevas plataformas de referencia deinformación musical puedan ser tantocolectivas (spinner.com, lorito.net,

musicaenlamochila.net, laincreiblever-dad.wordpress.com, jenesaispop.com oplaygroundmag.net) como individuales(joanvich.blogspot.com o lasconfesio-nesdelenfanterrible.blogspot.com).■ Respecto a la prensa escrita, un datoparece apoyar mi intuición: hace cincoaños, la media de edad del lector deperiódicos era de 36 años. Hoy, es de 44(la fuente es José Sanclemente, ex presi-dente de la Asociación de Editores deDiarios Españoles y actual presidente deImagina Media, consultoría especializadaen medios de comunicación). ¿Qué seña-la este dato? Que el lector joven no con-sume prensa tradicional, pues ésta se haatascado en la cerrazón de decirle lo quetiene que leer.■ ¿Y qué lee un lector joven? ¿Política?¿Sucesos? No, un lector joven consume cul-

tura joven: música, cine, deporte. Ocio. Yaquí está el problema. Un lector joven conansia por saber más, no encuentra en laprensa tradicional lo que quiere. Y se va aInternet a buscarlo. Pero en Internet, ¿haymás verdades o más mentiras?■ Porque, ya sobre la dialéctica generalalrededor del periodismo e Internet, dela ética y la técnica, y sobre el mismoperiodismo tradicional, mi intuición y yocoincidimos con Arcadi Espada cuandoafirma que el estatus presente y futurode esta prensa (al menos a corto y medioplazo) es y será claramente superior.Porque Internet, al menos por ahora, noda exclusivas. Por ahora, un asunto quecircule por Internet puede ser un hecho.Pero hasta que un medio escrito, radiadoo televisado no lo confirma, aquello nopasa a ser una noticia.

PASEO DE RONDA

Ética y técnica

Neixen els ‘Amics de la Vall de Coanegra’

VAIG RECORDAR QUE ELS MEUS PADRINS PATERNS EREN DE SANTA MARIADEL CAMÍ I PER AIXÒ TOTA UNA PART DE LA MEVA INFANTESA HI VAIG VIURE.DUES FINQUES DEL PADRÍ FOREN LES MEVES "GEÒRGIQUES" VIRGILIANES