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El profundo dolor que nos dejó elamadísimo Papa Karol, aquel sábado 2 deabril, cuando, en olor de santidad, volvióa la Casa del Padre, dio paso, pocos díasdespués, a una enorme expectación ydesbordante alegría, al escuchar elnombre del nuevo sucesor de Pedro,resonar a los cuatro vientos: ¡JosephRatzinger!

Un cónclave muy breve; la presenciacasi sensible de Juan Pablo II (con quientrabajó veinticuatro años en estrechasintonía); y la reconocida jerarquíadoctrinal, el nivel de su vida sobrenaturaly el vasto conocimiento de la realidad,constituyen otras tantas razones, más quesuficientes, que confirman el acierto,verdaderamente ‘providencial’, de losCardenales, en la elección de S.S.Benedicto XVI.

Más aún, si tenemos en cuenta que,para ciertos sectores, tanto clericalescomo laicales, Joseph Ratzinger era‘persona non grata’ a juzgar por ladecepción que manifestaron, y loscalificativos tan injustos como injuriososque le propinaron, ya sea a través de los‘medios’, o en diversas circunstancias.

¡Cuántos esperaban un Papa más‘abierto’, más ‘tolerante’, más ‘moderno’,más ‘comprensivo’, más... ‘demo-crático’!, sobre todo (claro está) en materiade moral; en una palabra, más a tono conel ‘espíritu del mundo’, en el sentido

bíblico, es decir, diametralmente opuestoa Cristo y a la Iglesia.

La declaración ‘Dominus Iesus’, y losdocumentos sobre ‘teología de laliberación’ (entre otros), incluso el nuevoCatecismo, habían provocado ya lascríticas airadas de los sabiondos yarrogantes ‘teólogos del disenso’, y dequienes, como ellos, llevan en la sangreel ‘virus’ del ‘complejo antirromano’ (quees lo que les da más ‘status’).

Además, teniendo en cuenta su edadavanzada y su salud no muy robusta,podría parecer aconsejable la elección deun Papa más joven.

¡Menos mal que el Espíritu Santo-como dijo alguien con fina ironía- ‘engeneral tiene razón’... Y eligió, una vezmás, al Papa que más necesitábamos, aun Papa ‘según su corazón’!

En la homilía que predicó al comienzodel cónclave, trazando el perfil del futuroSumo Pontífice, el Cardenal prefecto nosregaló, sin darse cuenta, un espléndido‘autorretrato’, con la sabiduría, humildady valentía de los ‘grandes’.

Uno de los cardenales electores contóesta curiosa anécdota, que (para mí) fueun símbolo palpable de la adorablevoluntad de Dios:

‘Hubo un momento -dijo- en el quetoda la Capilla Sixtina se llenó de humo’(se refería a la ‘fumata’ blanca).

¡BENDITO EL QUE VIENEEN NOMBRE DEL SEÑOR!

E d i t o r i a l

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Para esta era neopagana en quevivimos, dominada por la ‘dictadura delrelativismo’, junto con la ‘crisis de fe’,patente en no pocos cristianos, y loserrores doctrinales difundidos en librosy revistas supuestamente ‘católicos’, elSanto Padre felizmente reinante, intrépidodefensor de la Verdad del Evangelio, ymáxima autoridad del Magisterio en larecta interpretación del espíritu y la letradel Concilio Vaticano II, era la personaindicada para suceder a Juan Pablo II.

Si la Sede de Pedro fue siempre, comose comprende, una pesadísima cruz, ¡concuánta mayor razón lo será hoy para elPapa Benedicto!

En la Misa de inauguración solemnede su Pontificado, el Santo Padre dirigióa todos estas palabras suplicantes:‘¡Rezad por mí, para que sepa amar a laIglesia y a cada uno de vosotros!

Rezad por mí, Pastor, para que estédispuesto a sufrir con paciencia por esta

grey, ¡y para que no huya ante los lobos!’¡Aunque en el Reino de Cristo, las

ovejas superan siempre a los lobos!¡Su primer viaje apostólico a Colonia,

fue un himno triunfal a la Realeza de Cristoy una gloriosa epifanía de la Iglesia, unaIglesia viva, joven, alegre, fuerte, libre,majestuosa, indestructible!

¡Sí, recemos mucho por el Papa!¿Qué sería de nosotros sin El?¡Que la Santísima Virgen, la Madre de

la Iglesia, proteja a su hijo predilecto bajosu manto!

Todos los que formamos la granfamilia de ‘Cristo Rey’ y respiramos el‘sentir en, con, y la Iglesia’, como nosenseña San Ignacio en los ‘EjerciciosEspirituales’, cantemos desde lo másprofundo de nuestros corazones:

¡Al Santo Padre todo honor,fidelidad y tierno amor!

J.L.T.P.

Solemnidad de Cristo ReyEl próximo domingo 20 de noviembre honraremos

a nuestro Soberano Emperador, Jesús.Uniremos a este festejo la celebración del

25º aniversario de la Fundación de nuestroInstituto «Cristo Rey».

A las 11 hs. comenzará la Santa Misa, en nuestra ‘Casa Madre’:Talacasto 113. Roldán. Provincia de Santa Fe.

Luego de la misma tendremos el almuerzo familiar.Esperamos a todos los hijos e hijas de la Obra,ejercitantes, familiares, amigos, bienhechores...

Hoy, más que nunca:

¡ES NECESARIO QUE CRISTO REINE!

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1) Monseñor, ¿cuántos años hatrabajado junto al Cardenal JosephRatzinger?

Entré a trabajar al servicio de laCongregación para la Doctrina de la Fe(CDF), en su Sección Doctrinal, enoctubre de 1994. Los recuerdos de esedía se concentran en el saludo delentonces Cardenal Joseph Ratzinger, eljuramento y la presentación de los demásSuperiores y Oficiales del Dicasterio. ElCardenal entró en una de las salas derecepción, donde me encontraba con elSecretario de entonces, S.E. Mons.Alberto Bovone. Me saludó y hablamosde mi preparación académica. Luego medio esta sugerencia: “que el trabajo querealice aquí no lo aparte del ámbito de ladocencia sino, al contrario, lo impulse aenseñar teología en alguna de lasuniversidades romanas”. Fue unencuentro muy breve, pero cordial, sinformalidades, pero con esa distancia

característica de las personasrespetuosas, que son capaces de amaren profundidad porque no entran enexcesiva familiaridad. Esa impresión pudecorroborarla después. El Cardenal era unhombre con una enorme facilidad pararelacionarse, entrar en la sensibilidad desu interlocutor, comprender sus puntosde vista, acoger miradas y gestos, aferrarla realidad vital de quien tenía delante.Como digo, el encuentro fue muy breve,y pronto aprendí que el Prefecto era unhombre que no perdía el tiempo, perotampoco lo controlaba con el reloj. Dabatodo el tiempo necesario a las personasque trataba así como al estudio de lostemas de la Congregación, pero esetiempo era precioso. De hecho, paradiscutir un problema con él, al margen delas instancias establecidas por la ratioagendi del Dicasterio, para verle lepedíamos audiencia a su secretario,audiencia que era concedidageneralmente en el mismo día.

Mons. Luis María Rodrigo Ewart es un sacerdote argentino,perteneciente a la diócesis de San Justo.

Desde el año 1994 es oficial de laCongregación para la doctrina de la fe.

En entrevista exclusiva para ‘Cristo Rey’ comparte connosotros algo de su experiencia de tantos años trabajando

junto al entonces Card. Joseph Ratzinger.

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2) ¿Por qué su Prefecto pensaba quea un Oficial de ese Dicasterio le conveníaenseñar?

Para él estar en contacto con estudiantesy tener que prepararse constantementepara la transmisión de la doctrina, enmedio de los desafíos actuales, eranelementos importantes para uncolaborador suyo en la defensa ypromoción de la doctrina de la fe. Con eltiempo he comprendido también otromotivo, que ignoro si estaba en modoexplícito en la mente de “nuestroCardenal”: los errores con los que nosenfrentamos hoy son muy graves, perotienen una pobrísima fundación teológica.Estudiar los autores que en nuestrotiempo siembran confusión entre buenaparte de los fieles; esa cantidad ingentede bibliografía, que pertenece a lo queJuan Pablo II llamó el problema del“disenso del Magisterio”, no contieneprácticamente ningún aporte a los puntosque se ponen en discusión, porquecarecen de nivel especulativo y seoriginan en falacias, a veces, pueriles.Pero esto hay que saberlo. En los centrosde formación se suele enseñar filosofía yteología a través de los escritos deautores, llamados a sí mismos ‘del postConcilio’, que se han ido forjando unnombre hasta ser famosos a costa dehablar unos de los otros y de citarsemutuamente en sus escritos. Lacaracterística general de estos escritosson la crítica a la teología que ellos llaman‘pre-conciliar’, ‘signada por un abstractoconceptualismo’, que ‘no tiene en cuentala historia’, etc., un cierto menospreciopor el Magisterio Ordinario, la dudametódica sobre el valor infalible de ciertosactos magisteriales, sobre todo en materia

moral, y el intento de reinterpretar lasformulaciones dogmáticas. Todo esto sehace a menudo en los límites de lafidelidad a la doctrina de la Iglesia, perola consecuencia es letal, porque losestudiantes salen de las aulas llenos dedudas, desconfiando de la IglesiaMaestra. Otras veces estas actitudes setraducen en disenso del Magisterio,contradiciéndolo en puntos de mayor omenor importancia. Cierto, un Oficialpuede conocer esto en el terreno de lapropia Congregación, pero advertirlo enlas Universidades es una ayuda más,porque se trata no ya del punto de vistadel autor de un texto erróneo, sinotambién de la percepción de ese texto entrelos alumnos, y de lo que debe hacer otroprofesor para iluminar al estudianteconfundido y situarlo en la verdad de ladoctrina de la fe. Y habría una última razón:quien tiene que estar detrás de estosescritos a veces siente hastío yaburrimiento ante tanta ignorancia,presunción y falta de inteligencia. Cuandopone en contacto con la doctrina, con elMagisterio y con los grandes Maestrosde todos los tiempos, como San Agustíno Santo Tomás, la docencia refresca elalma y alienta nuestro trabajo, sobre todoen lo que toca a la promoción de la fe.

3) Lo que le pedía su Prefecto ¿puedevaler, en cierta forma, para todo aquelque desea ponerse al servicio de la fe?

Seguramente, enseñar la DoctrinaSagrada, hacerlo en modo inteligente, conestudio, sirviéndose de la recta razón,bajo la guía de la Iglesia, prepara para unadefensa y una promoción eficaz de la fe.En efecto, esto vale para todos,especialmente para el apóstol de la

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Mons. Rodrigo saluda a S.S. Benedicto XVIel día siguiente de su elección

verdad. Son tiempos llenos dedesafíos. Pero no hay quedesanimarse, sino entrar en sintoníacon el Santo Padre a través, si sequiere, del papel que realiza nuestroDicasterio. También nosotrosmismos tratamos de nodesanimarnos, ejercitando esapaciencia, casi infinita, que nos haenseñado “nuestro Cardenal”. Hayun sinnúmero de escritores quedifunden sus ideas vacías, o casivacías de contenido relevante,porque hoy la literatura “provocativa”tiene buen mercado. Desde la CDFtenemos la conciencia de que a través desus documentos -e incluso simposios yotros medios que le son propios- senecesita fomentar una especulaciónteológica seria, que implica el retorno auna formación humanista, filosófica yteológica, sobre las huellas de los grandesgenios que la Iglesia se gloría de haberconcebido para sí y para la humanidad.La CDF respira un fuerte ambienteintelectual, en el sentido de “estudio dela verdad”, de “gozo en la verdad”. Esteambiente lo hemos asimilado a partir delalma serena y cordial del Papa actual, unhombre que reposa en la verdad y laencuentra allí donde está, así comodenuncia su ausencia donde deberíaestar.

4) En todos esos años, ¿qué es lo quemás le ha sorprendido en su modo detrabajar?

La CDF tiene un modo de trabajar queemana de sus propios estatutos. En esesentido, los estudios de oficio, losCongresos de los viernes, en los queSuperiores y Oficiales tratan la marcha de

los asuntos, las tareas de los consultores,que se reúnen en comisiones o consultaslos lunes, la reunión de los miércoles, enla que los miembros estrictamente dichosdel Dicasterio (en su mayor parteCardenales) se congregan (de ahí elnombre de Congregación) para lasdecisiones más importantes, el encuentrocon el Santo Padre de los viernes por latarde…; todo eso, con sus mil detalles,constituyen el modo normal de trabajode la CDF. Seguir tales procedimientosgarantiza el justo funcionamiento delDicasterio, y nuestro Prefecto los cumplióal pie de la letra. Tal vez sea éste un primeraspecto para poner de relieve. JosephRatzinger es un hombre justo, que noobra a la ligera o que impone su voluntad.Toma sus decisiones siguiendo todo eltrayecto que cada caso exige, sinprecipitaciones, sin prejuicios. Detrás deuna intervención de la CDF -sea en elcaso particular de un teólogo que estáhaciendo daño con sus opiniones, seaen la publicación de un documento- atrásde la firma del Prefecto se ha movido lasabiduría y la prudencia no sólo de unhombre sino, en cierto modo, de toda laIglesia. En lo que respecta al actualPontífice esto es una realidad ejemplar.

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Vale la pena añadir algo sobre la discreciónque acompaña el desarrollo de lostrabajos de la CDF. El respeto por el buennombre de los autores, cuyas obras seestudian y eventualmente exigen unaintervención, está custodiado por eldebido sigilo. En realidad, son contadoslos casos que salen a la luz, porque casisiempre ellos se resuelven a través de lacorrespondencia y de los encuentrosentre nuestro Dicasterio y los Superioresde quienes deben retractar susposiciones. Se trata de la ancestraldiscreción de la Iglesia, pero también deun estilo radicado en la persona denuestro antiguo Prefecto, para el cual noexiste un culto del secreto sino undelicado cuidado por preservar la famade todos, sin excepción.

5) ¿Entonces, a pesar de las críticas,el llamado Panzer-Kardinal era enrealidad un Prefecto capaz de trabajarcon otros, de escuchar opiniones, tal vezdiversas de las suyas?

Eso es correcto. “Nuestro Cardenal”era un hombre acostumbrado aconfrontarse con otros. Supongo que setrataba de una modalidad traída del mundoacadémico alemán. La investigacióncientífica comienza siempre a partir de unpunto ya existente, más o menosindividuado por otro, o, simplemente,continúa o completa algo ya iniciado.Cuanto más se sabe, más se tieneconciencia de que, en la investigación,uno no puede abarcarlo todo, se necesitala ayuda de los demás. Hace poco medecía un Cardenal que durante lassesiones del Colegio Cardenalicio en sedevacante, Joseph Ratzinger, su Decano,

mostró dotes admirables de dirección.Claro, es la costumbre de trabajar con losdemás, de escuchar, ordenar, sintetizar ypreparar de ese modo la decisión final.Así ha sido siempre en la CDF.

Sobre su capacidad de tener en cuentaotras opiniones, él mismo lo puso demanifiesto durante un encuentro recientecon el clero de la Diócesis de Aosta. Serefirió entonces a su opinión inicialmentefavorable al hecho de que el cristiano quehubiese perdido la fe tuviese unimpedimento para recibir válidamente elsacramento del matrimonio. En tal sentido,revelaba que había hecho estudiar esacuestión en la CDF, pero ante ladiscrepancia de la mayoría de losexpertos, su posición ya no era la misma.Es la actitud de cualquier hombreinteligente. Como decía E. Gilson, lainteligencia auténtica es humilde, porqueno crea la verdad, sino la descubre y sedeja poseer por ella.

No tengo dudas en afirmarlo: tenemosun Papa humilde, en el sentido másauténtico de la palabra. Para un cristianoese sentido pasa por la Encarnación.Cristo es la verdad donada por Dios alhombre. María lo acogió primero en la fey luego en su propio seno movida por elamor. Pero sin humildad no habría habidoni una ni otro. Nuestro Prefecto, como loha declarado varias veces, pensaba quela verdad se defiende a sí misma. Mientrasel error destruye, la verdad crea, seducey genera gozo, porque es la otra cara dela bondad. Así nuestra tarea era y esmostrar, sobre todo, la verdad, e intervenirpara curar ojos que han perdido la luz.Será por eso que su trabajo, lleno de celo,no nos asfixiaba, como les suele ocurrir aquienes están junto a una potente

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Su Santidad escucha emocionadolas palabras que le dirigen en el

Santo Oficio al día siguiente de su elección

personalidad. Por el contrario, su ánimoapacible, sus palabras, a veces mezcladasde refinado humor, hacían notar la miseriade tantas personas, escondida trasambigüedades y errores, o el amor propiotan dañino como ridículo de los que creentener una palabra más autorizada que lade Dios, que la de la Iglesia.

Cuántas veces habremos oído anuestro Cardenal dibujar la humildad deJosé, custodio de Jesús. En las fiestas deSan José, el discurso delPrefecto era precedidopor otro del Secretario.Pues bien, más de unavez, los Secretarios quese han ido sucediendo nohan podido callar lasemejanza de papeles ysentimientos entre S.José, humilde guardiánde Cristo, encargado paraello por el Padre del Cielo,y ese otro José,encargado por el SantoPadre, también dedefender a Cristo ennuestro tiempo. Bien hahecho su trabajo, y ahoraconfirma la fe de las almasen primera persona, como sucesor de S.Pedro.

6) Y en cuanto a la personalidad deBenedicto XVI, ¿qué es lo que más le haimpactado?

Comienzo por el final. La serenidad,sencillez y gentileza de Joseph Ratzingerson atributos raros de encontrar y sehallan en él de un modo, diría, excepcional.Se trata de algo que cualquiera que se

haya acercado a él ha podido fácilmentenotar. Por supuesto, cada uno tiene unapercepción personal acerca de una u otracualidad en el contacto con los demás.Porque junto a esa serenidad y sencillez“nuestro Cardenal” nos ha sorprendidoconstantemente por su inteligencia. Unasorpresa nunca disminuida a través delos años, suscitada al escucharlo en losdiscursos que nos dirigía en Navidad, enPascua y en la fiesta de San José (su

onomástico), o en otrasocasiones. La potenciade una inteligencia sepuede medir de distintosmodos, pero yo quisierareferirme ahora a ésta: lacapacidad de comunicaruna idea “archisabida”que, sin embargo, sepercibe en ese momentocomo si fuera comple-tamente nueva, y estocon la mayor natura-lidad, sin gestosampulosos ni expresio-nes rebuscadas. JosephRatzinger encuentrafácilmente puntos devista nuevos para mirar

las cosas de siempre. Así su mensajellega también con fuerza nueva. Es untalento que tienen los grandes oradores,si bien no de la misma manera. Porque sepuede tener una cierta o muy abundanteoriginalidad, manifestada, por ejemplo,como digo, en redescubrir lo ya sabido.Pero la penetración de la mirada cambiade uno a otro y, lo que es más importante,hay un talento para mirar las cosas desdela tierra y otro para mirarlas desde el cielo.Nuestro antiguo Prefecto goza de un

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talento natural para encontrar y ver lo queotros ni se sueñan tener ante sus vistas.Pero a quien lo escucha le es palpable laluz divina que lo asiste, para develar alCreador que se nos acerca a través de locreado.

Sin querer desemboco en el tema deuna sus encíclicas preferidas: “Fe yRazón”. Aunque con diversa prioridad,la razón y la fe se potencian mutuamente.Ratzinger Prefecto y Ratzinger Papaconocen el poder de la razón para conocerla verdad, y están ciertos de que la fe elevala razón hasta alcanzar los misteriosdivinos; pero también se sirve de ella. Lateología católica vive de esta convicción.En nuestro Papa actual se trata de unarealidad personal, de una ciertaconnaturalidad con la verdad natural yrevelada propia de las grandes mentes.

Retorno ahora al inicio de mirespuesta. Esa amabilidad serena, esasencillez de nuestro actual Papa, segúnsus propias declaraciones en unaentrevista a la Radio Vaticana cuando aunera nuestro Prefecto, tiene origen en elhecho de que él es un hombre queproviene de una pequeña ciudad, o, másbien, de un pueblo. La gente de pueblotiene menos complicaciones que la gentede ciudad; vive en relación estrecha consus vecinos, a los que saluda y con losque conversa sin demasiados cuidados;su trato es por tanto más llano y cortés.Yo me tomo la libertad de dar un pasoadelante en la explicación del propio Papa:Joseph Ratzinger es un hombre que pasamuchas horas en soledad, rezando yestudiando. En una de las salidas anualesde la CDF, visitando el monasterio deSubiaco, le pregunté en qué Orden habríaentrado si hubiese sentido la llamada a lavida religiosa. Me contestó: “sin duda

hubiera sido benedictino”. La vida desoledad, cuando no es un mero estarseconsigo mismo, sino, por el contrario, elapartarse de las criaturas para entrar encomunión con Dios, con su Verboencarnado -estudiándolo-, enriquecehumanamente y, sobre todo, produce enla persona una atmósfera especial, quehabría que calificar de “divina”. En losojos de “nuestro Cardenal” y también ensus gestos, en su modo de abordar losproblemas -en el momento de tener quedecidir-, hemos advertido con frecuenciauna mirada que venía de más lejos, unagravedad que se anclaba en el misterio.Pienso que la gentileza extrema, rara, queya todos pueden conocer comocaracterística de Joseph Ratzinger -ahoraPapa- expresa mucho más que una timidezllena de profunda humanidad, se trata deuna personalidad situada en el silenciode la verdad que hace feliz. Por eso surostro expresa tanta alegría, y suextraordinaria inteligencia no da temorsino comunica serenamente la verdad,que, hay que decirlo con el mismo Papa,es Cristo.

7) ¿Quisiera dejar un mensaje parasus compatriotas?

Nuestro País sufre muchos y diversosmales. En realidad, todo el mundomoderno está envuelto en dolores queson propios de esta época. El problemasurge cuando nos comparamos conaquellas personas o aquellos países queno sufren nuestra propia situación. Sinembargo, si quisiéramos hacer elesfuerzo, pronto nos daríamos cuenta deque esos afortunados, que casienvidiamos -porque pensamos que vivensin aprietos- tienen otros problemas,

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quizá de distinta naturaleza, pero que sona veces muy superiores a los nuestros.Se trata de una cuestión de sentidocomún, y la lección vale para todos.

Pero para un cristiano, hay otracuestión que es central a nuestracondición: adoramos a un Dioscrucificado. El dolor, para nosotros, noes una maldición, sino una purificaciónque nos pone sobre las huellas de Cristoy preludia la resurrección. Pues bien,nuestro Papa actual, en su homilía de laSta. Misa de la Asunción, pronunciadaen la Parroquia de Castelgandolfo, hahablado del crucifijo, de la necesidad deexhibirlo en público, porque en Jesúscrucificado está nuestra vida, nuestrogozo. La cruz abre espacios a Dios, ydonde está Dios el hombre encuentra loque buscaba: remedio, fuerza, salvación.Pero ¿por qué la cruz? Porque en ella elhombre sabe quién es él de verdad: unser débil y pecador, necesitado de perdóny salvación. En la medida en que cada

10 de enero de 2004, en el Santo Oficio.Al frente: Card. Joseph Ratzinger y nuestro Padre.

Detrás: Mons. Luis Rodrigo y el P. Daniel Almada CR

uno de nosotros y cada pueblo cristianoaprendan la sabiduría de la cruz, hallaránel verdadero rostro de Dios. Su vidaadquirirá ese sentido trascendente que elmundo actual quiere negarles, y seráncapaces de imaginar medios para mejorareste desierto de valores en que se estátransformando nuestra tierra.

Sintamos la cercanía de Dios, que nosama y es omnipotente para solucionarnuestros problemas y concedernos lo quenecesitamos. Pero no le pongamoscondiciones. No le digamos lo que Éltiene que hacer, sino preguntémosle quéquiere de nosotros. Benedicto XVI,siguiendo las enseñanzas de Juan PabloII, está repitiendo cada vez que puede estaidea: no marginemos a Dios, démoslenuestro tiempo, sobre todo el de la Misade los domingos; pongámonos a laescucha de su palabra, porque entoncesnuestra vida se iluminará y encontraremossalidas inesperadas a los laberintos quenosotros u otros nos hemos construido.

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Jóvenes de Legión trabajando para la misión.

Con el propósito de dar nueva fuerzaa nuestra Legión Juvenil, estrechar losvínculos de unidad y arraigar a losjóvenes en nuestro carisma y laborapostólica en la Iglesia y en el mundo,hemos implementado la Misión, como una p o s t o l a d oanual para ellos.

La “primerae histórica” deestas misionestuvo lugar en laciudad bonae-rense de Vedia,Arquidiócesisde Mercedes-Luján. En ellapart ic ipamosdos sacerdotes(los PadresDiego CrisafulliCR y Fernando Serpicelli CR), un hermano(León Molina CR), y más de cincuentaLegionarios, llegados desde los distintoslugares de nuestra Patria donde seencuentra la Obra. Los jóvenes de laLegión de Junín, ayudados por losLegionarios mayores de esa ciudad, juntoa la incipiente Legión de Vedia fueron losanfitriones de esta inolvidable“experiencia eclesial”, que proféticamentenuestro Padre Fundador nos decía debíaser un “nuevo Pentecostés”.

Mención especial merece el queridoPadre Carlos Dayraut, párroco de Vedia,

quien desde que comenzamos con estainiciativa nos apoyó incondicionalmente,como por otra parte lo viene haciendodesde hace años. Pero muyparticularmente, durante los días de laMisión, pudimos apreciar la humildad y

el celo del au-téntico pastorde almas, po-niéndose a símismo y a todala parroquia alservicio de laMisión. Secun-dando al pastor,los fieles de lap a r r o q u i ac o l a b o r a r o nejemplarmenteen las tareasorganizativas, y

varias familias alojaron cordialísimamentea los “misioneros”, enriqueciéndosemutuamente por el amor de Jesucristo quea ambos les movía.

Días antes de la Misión tuve laoportunidad de visitar a Mons. OscarDomingo Sarlinga, Obispo Auxiliar deMercedes-Luján, para informarle de esteapostolado, que deseábamos fuese unservicio a esa querida Iglesia particular,en donde desde hace varios años estápresente la Obra. Entre los paternalesconsejos que me dejó, quiero resaltar elde que insistamos en la centralidad de

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Jesús sacramentado, particularmente enla Misa dominical, conforme al sentir detoda la Iglesia en este Año Eucarístico.Así tratamos de cumplirlo, comenzandotodas nuestras jornadas con la Adoracióneucarística, partiendo para la misión luegode haber recibido la bendición con SuDivina Majestad, y también dando a lascelebraciones eucarísticas la mayorsolemnidad posible, por el valorintrínsecamente “misionero” que tiene laSagrada Liturgia.

Ya dentro de la Misión, losL e g i o n a r i o s ,divididos engrupos de a dos,visitaban loshogares, dán-doles una pe-queña cate-quesis, invi-tándoles a par-ticipar de lasactividades en eltemplo, deján-doles un hermo-so tríptico recor-datorio y unmanual conoraciones y las nociones elementales delcatecismo. Además, registraban los datosde cada familia, con la intención de quecomo fruto de la misión se formen en laparroquia grupos de catequesis con laspersonas interesadas en recibir lossacramentos.

Cada día tenía lugar una jornadaespecial, organizada por algunas de lasLegiones: las hubo de niños, adultos yjóvenes. Esta última la considerábamosla más importante, por la urgencia de atraera los jóvenes a la Iglesia, motivados por

el ejemplo y la alegría de la fe de coetáneossuyos. Esta jornada comenzó en laSociedad Rural, donde todos los queasistieron fueron divididos en variosgrupos que trataban temas de actualidad,cuyas conclusiones finales las expusieronnuestros jóvenes con aprovechamientode todos. Allí celebramos la Santa Misa,finalizada la cual se compartió la comida,y luego marchamos todos detrás de laimagen de la Santísima Virgen, entrecantos y oraciones, rumbo al temploparroquial, donde concluimos la jornada

con la bendicióneucarística.

Tanto al me-diodía como alfinalizar cada jor-nada, dedicá-bamos un espa-cio de tiempo acompartir lasexperiencias, a laformación y a laoración en co-mún. En una deesas oportu-nidades, cadauno de los

Legionarios dio su testimonio de supertenencia a nuestra Familia espiritual.Ese fue particularmente un especialtiempo de gracia, y los mismos jóvenesdecían que percibían la presencia delEspíritu Santo en medio de ellos. Fuerealmente conmovedor oírlos estimularseunos a otros a vivir con radicalidadevangélica su condición de Legionarios,y a no dejarse atrapar por las propuestaspecaminosas del mundo. Demostraronclaramente que la alegría que les reportala vida de gracia, la formación recibida, y

Santa Misa de clausura de la Misión

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Cuadro recordatorio de la Misión,hecho por los jóvenes, que quedó en el

atrio de la parroquia.

el sello propio del estilo ignaciano y denuestro carisma, marcado a fuego pornuestro Padre Fundador a sus hijos, ytransmitido por éstos, sobre todo a travésde los Ejercicios Espirituales, es de unaactualidad incalculable.

En la clausura de la Misión tuvimos lainmensa alegría de que presidiera la SantaMisa Mons. Jorge Bruno, Vicario Generalde la Arquidiócesis, en representación delSeñor Arzobispo, Mons. Rubén DiMonte, y del Obispo Auxiliar, Mons.Oscar Sarlinga. Nos llenó de alegría vercómo Mons. Bruno supo ganarserápidamente la confianza de todos losjóvenes, a la vez que animarlos en lafidelidad a Cristo Rey y al carisma de laLegión.

En esa Misa se bendijo un hermosorecordatorio, que colocamos, por deseodel padre Carlos, en el atrio del temploparroquial.

Y para terminar, quisiera hacerlo conel Mensaje de nuestro Padre Fundador,escrito para esta ocasión:

“La Paz de Cristoen el Reino de Cristo”

A todos los que participáis en estaprimera e histórica “Misión” enVedia (comenzando por nuestroquerido párroco, el padreCarlos) os envío un afectuosoabrazo, junto con las oracionesde los sacerdotes y hermanos delInstituto, por el fruto de esta“experiencia eclesial”, que nodebe ser otra cosa sino un“bautismo en el Espíritu Santo”,es decir, un nuevo “Pentecostés”en los corazones, en las familiasy en la vida pública.Pertenecer a la Obra de “CristoRey” exige una aspiracióncreciente a la santidad; unaformación doctrinal profunda,fieles incondicionalmente a laSanta Madre Iglesia, al SantoPadre Benedicto XVI, a losObispos, sucesores de losapóstoles; y en tercer lugar, uncelo apostólico humilde y audaz,al mismo tiempo.Forjados en la fragua de losEjerc ic ios Espi r i tua lesignacianos (con la Biblia, elCatecismo y el Compendio de laDoctrina Social de la Iglesia)sigamos a nuestro divino Rey deAmor hasta la Cruz, muriendomísticamente con El, pararesucitar a una Vida nueva,luchando contra Satanás, el“príncipe de este mundo”, aejemplo de los mártires, de lossantos y de los primeroscristianos.

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¡La “Nueva Evangelización”exige “hombres nuevos”!¡La tibieza y el respeto humanoson la vergüenza de loscristianos!¡No es tanto cuestión de“número”, sino de amor y coraje!¡Con Cristo Rey está garantizadala victoria!¡La unión hace la fuerza!Un abrazo muy especial a misamados hijos Diego, FernandoJavier y León CROs bendice en el nombre delPadre y del Hijo y del EspírituSanto, bajo el manto de la Virgen,nuestra dulce Madre y Reina,

el Padre Fundador CROportet Illum regnare

Que la meditación de estasencendidas e inspiradas palabras denuestro Padre, nos alienten a todos, yparticularmente a los jóvenes de nuestra

Obra, a ser ardientes apóstoles de la divinaRealeza, procurando que nuestrasLegiones vayan creciendo en santidad,cantidad y fecundidad apostólica.

Con la gracia de Dios y la asistenciade nuestra Madre y Reina MaríaSantísima, a partir del próximo año, laLegión juvenil tendrá tres actividadescomunes anuales: los Ejercicios, elCampamento y la Misión. De modo que ano perder ni un minuto del preciosotiempo que el divino Rey nos regala, yaprovechar con una responsabilidadacorde a las muchas gracias que Dios nosestá haciendo, los espacios ordinarios desantificación que tenemos en la Obra,como son, entre otros, las reuniones y ladirección espiritual.

¡Gloria a Cristo!¡Rey del universo!

P. DIEGO CRISAFULLI CR

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VISITAS ILUSTRESEn Comodoro Rivadavia:

En el pasado mes dejulio el P. Gabriel DeAngelis estuvo enComodoro Rivadavia parapredicar un retiro deperseverancia.

En esa ocasión seentrevistó con el nuevoObispo de la diócesis,Mons. V i rg in ioBressanelli, quien semostró muy interesado por el apostoladode los Ejercicios Espirituales.

Antes de volver a Roldán el P. Gabriel,los hijos e hijas de la Obra en Comodoroorganizaron una cena de despedida, einvitaron al Señor Obispo, el cual se hizopresente y compartió con los asistenteshermosas anécdotas de su experienciapastoral mientras comían un sabrosoasado.

En Casa Madre (Roldán):El pasado miércoles 3 de agosto vino

a nuestra Casa Mons. Pedro RonchinoSDB, Obispo emérito de ComodoroRivadavia, quien presidió laconcelebración en nuestra Capilla y nospredicó una hermosa y entusiasta homilía.

Después de la misma lo acompañamosa conocer todas las instalaciones denuestro ‘monasterio’.

Finalmente pasamos alcomedor, donde almorza-mos en un clima de sanafamiliaridad y profundaalegría (Monseñor tiene undelicado y notorio sentidodel humor).Agradecemos a ambos

pastores los hermososmomentos que nos hicieronpasar y rogamos al Señorpara que bendigaabundantemente susdesvelos apostólicos.

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FIESTA DE SAN IGNACIOUn año más hemos celebrado la

fiesta de nuestro principal patronoen diversos lugares de nuestrageografía:

* El sábado 30 de julio en la CasaMadre, Roldán (Pcia. de Santa Fe). ElP. Diego Crisafulli CR presidió laSanta Misa, dentro de la cual seisjóvenes se consagraron comolegionarios de la Legión Juvenil (comose ve en la foto). Terminada la Misapasó toda la Comunidad con losasistentes (legionarias, legionarios,familiares y amigos) al ‘Cenáculo’,donde sirvieron las legionarias de Rosarioel tradicional té familiar. Durante el mismolos jóvenes noveles legionariosamenizaron la sobremesa exponiendo alos asistentes la vida del santo.

* Ese mismo sábado en la ciudad deCórdoba homenajearon al santo deLoyola los miembros y amigos de la Obrade dicha ciudad. La cita fue en el Colegio‘Santa Teresa’. Presidió la Santa Misa yluego el té familiar el P. GustavoMántaras CR.

* El sábado siguiente, 6 de agosto, enla Parroquia ‘Nuestra Señora de Luján’de Bahía Blanca, los bahienses tambiéncelebraron a san Ignacio, pero con una

especial alegría, ya que presidió la SantaMisa el Arzobispo del lugar, Mons.Guillermo Garlatti . Concelebró el P.Guillermo Rodríguez Mariani CR, yacolitó el Hno. Luis Ospital CR, como sepuede apreciar en la foto al pie de página.

Terminada la Misa pasaron al salónparroquial para el té familiar, honradotambién por la presencia del Sr. Arzobispo.

Asistieron a esta fiesta no sólo losmiembros de la Obra y amigos de Bahía,sino también de las localidades de PuntaAlta, Tornquist y Puerto Belgrano.

* Finalmente, el sábado 13 de agosto,en Capital Federal también rindieronhonores al gran paladín de la contra-reforma. Lo hicieron en la Pquia. ‘Ntra.Sra. del Rosario’ del barrio de Palermo,gracias a la caridad de su párroco, Pbro.Alejandro Puiggari.

En esta ocasión presidió la Santa Misael P. Gabriel De Angelis CR, mientrasatendía confesiones el P. Jorge Piñol CR,ante una nutrida asistencia de miembrosde la Obra y ejercitantes.

Después de la celebración de laEucaristía, pasaron al salón del colegio‘Beato Francisco Faá di Bruno’, dondese sirvió el té.

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VIAJE A ESTADOS UNIDOS

En mayo de este año los Padres JorgePiñol CR y Fernando Javier SerpicelliCR, han viajado a Norteamérica aproclamar la Realeza de Cristo.

Una particularidad del viaje de esteaño era que la Legión de Cristo Rey deMaryland cumplía 10 años de existencia.El festejo tuvo lugar el 30 de mayo en unclima de íntima y profunda alegría.

La celebración consistió en una cenacon todos los miembros de la Obra,adultos y jóvenes. Esa noche no faltaronlos regalos, los recuerdos, los proyectosy las emociones...

Los Padres predicaron en Washingtonlos Ejercicios Espirituales ya tradicionalesdel mes de mayo, con una numerosaasistencia.

Además, dieron pláticas a grupos dejóvenes, a matrimonios, y presidieron lasrespectivas reuniones con los distintosgrupos de Legión.

El matrimonio Escobar (Aracely y Raúl)el día del festejo, junto a los Padres

Cristian y July, presidentes delos jóvenes, el mismo día

Se hace obligatorio elagradecimiento a Mons. FranciscoGonzález SF, Obispo auxil iar deWashington. Así como al queridoPadre Jaime Hernández, quien, una vezmás, nos abrió las puertas de la Pquia.‘San Judas’ para todas las actividadesque quisiéramos realizar, pero mucho másnos abre las puertas de su corazón, parauna verdadera amistad en Cristo. Lagratitud se extiende a tantos otrossacerdotes y laicos que nos ayudan enaquella zona.

También en Miami hubo diversasactividades: reuniones de Legión, dejóvenes y de adultos, y un retiro deperseverancia.

El P. Luis Pérez alojó a los Padrescon su habitual caridad, de todosconocida.

Una vez más Mons. Felipe de JesúsEstévez, Obispo auxiliar de Miami, losrecibió con paternal caridad; al igual queMons. Agustín Román, obispo auxiliaremérito de Miami.

Agradecemos a todos los que de unaforma u otra han atendido a nuestrossacerdotes en esos días, y rogamos paraque el Rey de reyes les bendigaabundantemente.

Reunión de jóvenes en ‘San Judas’,en el centro el P. Jaime.

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EL PADRE VISITA A SUS HIJOSNuestro Padre Fundador ha salido

poco en estos meses últimos. Solamenteha ido a predicar a Capital Federal losretiros de perseverancia correspondientesa los meses de abril y septiembre. En esasoportunidades aprovechó para tenerreuniones con los hijos e hijas de la Obray brindarles sus paternales consejos.

Distinta es la agenda de nuestro Padrepara los meses siguientes. Ya que dictaráuna conferencia sobre ‘Benedicto XVI:actualidad y magisterio’ en distintoslugares de nuestro país: Córdoba (14 deoctubre), Buenos Aires (20 de octubre),Rosario (27 de octubre), Bahía Blanca (10de noviembre) y San Luis (1º de diciembre).

Conociendo el amor que nuestro Padresiempre profesó al Vicario de Cristo Rey,no dudamos que dichas conferenciasproducirán abundantísimos frutos ennuestra Iglesia.

Si Ud. desea asistir a alguna de ellas,para más datos le rogamos comunicarsea los teléfonos de las zonascorrespondientes que figuran en lasección ‘Legión de Cristo Rey’.

Conferencia en la UCA

CONFERENCIASEl P. Pablo Ponce, de nuestro

Instituto, ha dictado dos conferencias. Laprimera en el ‘Congreso de psicologíacristiana’ en la Universidad CatólicaArgentina, el día 20 de agosto, ante unnutrido auditorio. La disertación versósobre ‘Depresión, ancianidad y fe’.

La segunda en la ciudad de Junín, eljueves 1º de septiembre, en el Hogar‘Belgrano’, sobre el tema ‘La enfermedadde la depresión en la culturacontemporánea’. La concurrencia en estaocasión también fue muy numerosa.

La Hna. María de la Cruz Torres Lacroze, melliza de nuestro querido Hno. AlejandroMaría, comparte con nuestros jóvenes de Buenos Aires su experiencia

vivida en la Jornada Mundial de la Juventud en Colonia.

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¡Ojos bellos que me daisdulce muerte con mirarmeojos que, con no mirarme;dulce vida me quitáis...!

¡Vuestra bondad o rigorsiempre a morir me condenan:

si no me miráis, de pena,y si me miráis, de amor!

Mas si tal es mi destinoque de todas suertes muero,¡morir de amores yo quiero!

¡Miradme, Jesús divino!

Esta hermosísima composición deRafael Reyes, sacerdote jesuita, hainspirado a nuestro Padre a ponerlemúsica.

Elegimos este canto para dar a conocerla pasión por la belleza de nuestro PadreFundador. Es un canto extasiado al máshermoso de los hijos de los hombres,Nuestro Señor Jesucristo.

El Padre ha sido siempre un enamoradodel rostro de Cristo, y, en especial, de esosbellísimos ojos que cautivan su alma.

El rostro de Jesús pintado por el Grecoes uno de sus favoritos, y por eso tambiénlo colocamos aquí.

Este poema y su música son ideales paracantar en oración, en esos momentos deintimidad con Jesús...

Los sentimientos expresados por elpoeta, en esta delicada y bellísima obra,están en perfecta concordancia con lo quenos ha pedido a todos los católicos elSanto Padre Juan Pablo II al comenzar elNuevo Milenio:

‘Como aquellos peregrinos de hace dosmil años, los hombres de nuestro tiempo,quizás no siempre conscientemente, lespiden a los creyentes de hoy no sólo que`hablen´ de Cristo, sino, en cierto modo,que se lo hagan `ver´. ¿Y no es quizá uncometido de la Iglesia reflejar la luz deCristo en cada época de la historia y hacerresplandecer su rostro también ante lasgeneraciones del nuevo milenio?

Nuestro testimonio sería, además, enormemente deficiente si nosotros no fuésemoslos primeros contempladores de su rostro’ (Juan Pablo II, Novo Millennio Ineunte, nº 16).

«Ojos bellos»

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La palabra ‘misericordia’, como loindica su raíz latina, está compuesta deotras dos: ‘miseria’ y ‘corazón’.

Es decir que la misericordia presuponesiempre la miseria (cualquiera que sea);no es más que el amor que se conmuevey trata de remediarla.

Por eso el amor es natural yvirtualmente misericordioso.

¡¿Y qué decir entonces de las‘entrañas de misericordia de nuestroDios’ (Lucas 1, 78), palabras estas deZacarías, padre de Juan el Bautista, en suinspirado cántico ‘Benedictus’?!

Para hacernos sólo una pálida idea(¡más es imposible, pues su Amor infinitole llevó hasta la ‘locura’ de la Encarnación,de la Cruz y de la Eucaristía!) hemos depresuponer lógicamente una especie demiseria tan grande, tan universal, que nopuede no rayar en el misterio...

Y viceversa: para ponderar laenormidad de esta miseria (humana, socialy cósmica) sería necesario calcular, ¡cosaimposible también!, el ‘precio’ (1 Corintios7,23) que costó la Redención, el únicoremedio para erradicarla definitivamente.

Nuestro recordado papa Juan Pablo IIafirmaba que el hombre de hoy,deslumbrado y orgulloso de los enormesadelantos, sin precedentes, de la ciencia

y de la técnica, que le hacen sentirse, másque nunca, el dueño y dominador de latierra, ‘parece oponerse al Dios de lamisericordia y tiende además a orillar dela vida y arrancar del corazón humano laidea misma de la misericordia’ (Dives inmisericordia, nº 2).

¡¿Qué necesidad tiene de Dios estepostmoderno hombrecillo, taninsignificante y arrogante que se cree undios?!

Dos dioses no pueden coexistir.Es así que el hombre aspira, por sus

propias fuerzas, a ser como Dios... luegohay que proclamar la ‘muerte de Dios’.

¡Así de sencillo, así de terrible, así deridículo y de estúpido!

¡El orgullo acaba en locura!El ritmo alocado, impuesto por la

cultura y el sistema vigente, de tal modoha conseguido descontrolar, agitar yembrutecer masivamente a los hombres ymujeres, que los ha convertido, en buenamedida, en seres conflictuados,deprimidos y violentos.

‘El hombre moderno -escribía Mons.Fulton Sheen hace años- ya no es unaunidad sino un desorientado manojo denervios y complejos; su alma se asemejaa un zoológico, en el que una cantidad deanimales se vuelven unos contra otros,

(Lucas 1, 78)

Las entrañasde Misericordiade nuestro Dios

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al buscar cada uno su presa’ (Paz en elalma, c. 1º).

Nuestro odio a nosotros mismos ‘seproyecta’ hacia los demás.

¡Peor que el mal es la inconsciencia!¡Peor que el dolor es la ignorancia!¡Peor que la muerte es lo absurdo!Tenía razón Jean Guitton al escribir:

‘Ha aparecido un monstruo: laabsurdidad... por primera vez, a lo largode su trágica historia, se encuentra lahumanidad cara a cara con la absurdidad’,cuya idea ‘ha invadido la conciencia y elsubconsciente de los pueblos’ (Loabsurdo y el misterio).

La única alternativa válida ante loabsurdo será siempre descubrir (por larazón y la fe) el Misterio de Dios, queenvuelve, como túnica sutil, bella,inmensa, al hombre y a toda la Creación.

El odio a Dios no es más que el odio auno mismo o el odio a la falsa idea que yotengo de Dios.

De ahí la corrupción generalizada, laneurosis colectiva, la angustia ontológicade nuestra sociedad, que camina en laobscuridad, no por la falta de luz, sinoporque ha cerrado sus ojos a la Luz...

Se trata, en definitiva, del gritorebelde, desesperado y blasfemo: ‘nonserviam’ (¡no me da la gana someterme aDios!), eco de aquel lejano ‘non serviam’de los ángeles apóstatas convertidos endemonios.

¡Vivir ‘contra natura’ generainseguridad, división, duda, miedo,tristeza!

Fulton Sheen hace un agudo análisisdel ‘endemoniado de Gerasa’ (Marcos 5,1-20),viendo en él un símbolo de la triplealienación que padece el hombre de hoy:

* en primer lugar, alienado de símismo:

Cuando Jesús le pregunta su nombre,responde: ‘mi nombre es Legión, porquesomos muchos’.

He aquí el trastorno de personalidad,en la confusión entre el singular ‘mí’ y elplural ‘somos’.

Aquel pobre hombre sin ‘identidad’no podía ser feliz, al contrario, ‘gritaba yse hería con piedras’...

Al abusar de la naturaleza, se auto-destruye, porque vive fuera del ordenestablecido por el Creador.

Dios perdona siempre, los hombres aveces, ¡pero la naturaleza no perdonanunca!

* En segundo lugar, alienado de sussemejantes:

‘Y siempre, noche y día, andaba entrelos sepulcros y por los montes’, pues‘nadie podía dominarlo’... ¡en verdad queestaba insoportable!

Aquí vemos el aislamiento, la huidade los demás, el egocentrismo, la másnegra y amarga soledad, una de lasenfermedades del siglo.

* En tercer lugar, alienado de Dios:Cuando el endemoniado vio llegar al

Maestro, comenzó a gritar desaforado:‘¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús,Hijo de Dios Altísimo? ¡Te conjuro porDios, que no me atormentes!’

No hay peor ‘suicidio’ que rechazara Dios, la fuente de la Vida.

¡Es como arrojarse al vacío!¡Del existencialismo al ateísmo y al

nihilismo... no hay más que un paso!La pérdida de ‘sentido’ engendra el

‘tedio de vivir’.El libro del Eclesiastés (Antiguo

Testamento) parece escrito para la‘postmodernidad’:

‘Vanidad de vanidades, todo esvanidad; ¿qué provecho saca el hombrede todo por cuanto se afana debajo delsol?’ (Capítulo 1,1).

¡Qué pesimismo! -dirán algunos-¡No! ¡Realismo!En otras palabras: la felicidad

(obviamente en el sentido estricto, es

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decir, pleno e inacabable) no se encuentraen esta vida, pues todo pasa y nada sacia.

En el texto bíblico, ‘vanidad’ significa‘cazar el viento’ (Eclesiastés 1, 17)... ¡algoimposible!

¡Vivir sin saber para qué, a fin de morirsin saber por qué!

¡Qué agonía anticipada!Por un lado, el deseo innato de

infinito; y por otro lado, la conciencia dela propia incapacidad y de la brevedad dela vida.

‘Para muchos la vida no es sino unaferia de vanidades, unaferia de brillantesvanidades, un circo depayasos disfrazados («ríe,payaso, ríe»), unamelancólica calesita, queda vueltas sobre la nada;el Eclesiastés le inspiraterror al moderno, porque,cuando se mira en eseespejo, ve la pesadillaúltima: el hombre que notiene cara’ (Peter Kreeft, Tresfilosofías de vida).

Hoy se habla mucho de‘sanación’... ¡se compren-de!, porque es señal de quevivimos en medio de unasociedad ‘enferma deexistencia’.

Hombres y mujeres, mayores ychicos, pobres y ricos, corren buscandola salud, ya sea en la psicología, ya seaen las artes mágicas, en la superstición,en la ‘futurología’, en supuestos poderesparanormales, o en otras terapiasalternativas, en las sectas y religiones,hasta en la misma Iglesia (Católica), a laespera ansiosa de una curación‘milagrosa’.

Pero mientras el hombre y la mujersigan obstinados y enroscados en su‘ego’, sin abrirse a Dios y a los demás,seguirán dando vueltas y más vueltas en

un ‘círculo vicioso’ sin finalidad y sinsalida.

¡En lugar de ‘reflexionar’ enprofundidad... disfrutar del momento,caminando con los ojos cerrados...!

Hace ya quince siglos que sanAgustín (‘el primer psicólogo de laantigüedad’, como dijo Papini), dejóescrita aquella máxima de oro, que valepor mil libros:

‘Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestrocorazón está inquieto hasta que descanseen ti’ (Confesiones I, 1).

Asimismo los respon-sables de la salud (autori-dades, instituciones,propagandas) parecen muypreocupados por mejorar -como dicen- ‘la calidad devida’, al mismo tiempo quelos poderes públicospermiten y fomentan(incluso mediante leyescorruptas) los vicios ypecados más aberrantescontra el bien común yhasta contra la misma vida.

Por ejemplo: se lanzan‘campañas contra elSIDA’... al mismo tiempoque se tolera y se fomentael libertinaje sexual, selegaliza el (llamado)

‘matrimonio’ entre parejas del mismo sexo,se bombardea despiadada ypermanentemente a la familia y al auténticomatrimonio, y se reduce (degradándola)a la mujer a mero ‘género’, manipulable ycomerciable.

¿¡Qué ‘calidad de vida’ podrá floreceren esta ‘suciedad’ que ha pactado conun relativismo (moral, doctrinal y jurídico)sin precedentes!?

Se habla de ‘medicina preventiva’...¡La primera medicina preventiva serásiempre la práctica de las virtudescristianas, entre las cuales, sobre todo

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hoy, es necesaria y urgente la castidad!Todo el mundo está convulsionado y

más que asustado (¡no es para menos!)frente al flagelo del terrorismo , unapermanente pesadilla, un atentado salvajecontra la paz, un infierno anticipado, quehasta las más grandes potencias parecenincapaces de detener.

Me vienen a la memoria aquellaspalabras del profeta Oseas: ‘Si siembranviento, cosecharán tempestad’ (8, 7).

¡Por supuesto! que los ataquesterroristas no se justifican bajo ningúnconcepto (menos aún, en nombre de Dioso de cualquier religión), y son siempre,siempre condenables, indignos de sereshumanos normales, civilizados.

Pero pregunto: Las leyes, losgobiernos, las ‘cumbre s de la tierra’, quepisotean, con cinismo y desvergüenza, laLey de Dios y los más elementalesderechos humanos (desde el momento dela concepción hasta la muerte natural),así como los derechos de los demáspaíses (sobre todo los más pobres); ladictadura ‘democrática’, con su habitualpersecución (abierta o solapada) contrala Iglesia, y con su brutal empeño endestruir, hasta los cimientos, toda unatradición fundada en los valorescristianos y humanos (encarnados en lafamilia y en el matrimonio indisoluble yabierto a la procreación, todo esto (ymucho más), pregunto: ¿no es también yno provoca ‘terrorismo’?

¡No hay terrorismo más terrorífico quehacer la guerra a Dios, sobre todo públicay oficialmente!

Fulton Sheen nos dejó, entre tantasabiduría, estas palabras un poco fuertes,pero que nos deber ayudar a pensar:

‘Las catástrofes son necesarias enuna época de orgullo, a fin de traer a lagente nuevamente a Dios y a la salvaciónde las almas.

Estaría bien en la actualidad -prosigue- que todos nosotros

encaráramos la posibilidad de una grancatástrofe. Importa poco si la catástrofesobrevendrá como resultado de unaguerra atómica o de una revoluciónmundial o de un cataclismo cósmico; laforma no es más que un detalle. Pero loque sí importa es esa posibilidad queconocemos. Una tragedia deproporciones catastróficas revelaría a unmundo escéptico que el universo es moraly que las leyes de Dios no pueden servioladas impunemente. Así como el dejarde comer produce dolor de cabeza, comocastigo por la violación de una ley de lanaturaleza, las grandes crisis de la historiason juicios acerca de la forma en que loshombres piensan, quieren, aman y actúan.Los períodos de delirio y las épocas detragedia que siguen a un cisma producidoentre el alma y Dios, a menudo actúansobre todo un pueblo, como laenfermedad o el desastre personalsacuden a un individuo pecador’ (Paz enel alma).

¡Qué diría hoy si viviera!A quien ha leído con atención la

Sagrada Escritura no le puede extrañaresta oportuna reflexión del gran arzobispoestadounidense.

Dentro de este mismo contexto, elSiervo de Dios Juan Pablo II, nos dejóesta otra tremenda reflexión:

‘Además de la espada y el hambre,existe una tragedia mayor: el silencio deDios, que ya no se revela y parece haberserecluído en su cielo, como disgustado porel proceder de la humanidad. Laspreguntas dirigidas a El se tornan tensas...

Esta soledad existencial ¿no es lafuente profunda de tanta insatisfacción,que captamos también en nuestros días?

Si el pueblo se convierte y vuelve alSeñor, también Dios se mostrarádisponible a ir a su encuentro paraabrazarlo’ (11 de diciembre de 2002).

Ni la ciencia, ni la técnica, ni elprogreso, pueden conocer en

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profundidad, y menos solucionar, esteinextricable problema.

Ahora no nos referimos a ‘los’problemas que siempre tuvieron y tendránlos hombres a través de la historia, sinoal ‘Problema’ (en singular y conmayúscula) en que ha llegado aconvertirse hoy el hombre, en cuanto tal,lo cual evidentemente es muchísimo másgrave.

Oigamos al Concilio Vaticano II:‘En realidad los desequilibrios que

sufre el mundo moderno estánrelacionados con aquel otro desequilibriomás fundamental, que tiene sus raíces enel corazón del hombre (Gaudium etSpes, nº 10).

¿De qué desequilibrio se trata?Veámoslo a continuación.

PRIMERA PARTEEL HOMBRE, GRAVEMENTE HERIDO

Todo ser humano es un ‘homo-patiens’, es decir, hereda (a la vez quegenera) una naturaleza un tanto débil, enlos tres niveles: corporal, psíquico ymoral.

‘El hombre al examinar su corazón, sedescubre también inclinado al mal einmerso en muchos males, que no puedenproceder de su Creador, que es bueno’(Gaudium et Spes, nº 13).

En la parábola del ‘buen samaritano’,Jesús nos dice que a aquel hombre, quecayó en manos de unos salteadores, ledejaron ‘medio-muerto’ (Lucas 10, 30).

¡Estado grave, pronóstico‘reservado’... únicamente al Verboencarnado!

Ante esta cruda realidad nadie,mínimamente cuerdo, puede permanecerindiferente, ya que se trata de una

cuestión de ‘vida o muerte’, que interesaa todos, sin excepción.

‘Ignorar que el hombre posee unanaturaleza herida, inclinada al mal, dalugar a graves errores en el dominio de laeducación, de la política, de la acciónsocial y de las costumbres’ (Catecismo dela Iglesia Católica, nº 407).

Solamente la fe teologal en la Palabrade Dios nos puede sacar de dichaignorancia.

‘Al principio (así comienza el Génesis)Dios creó el cielo y la tierra’.

Después de todos los seres inferiores,creó al hombre y a la mujer ‘a su imagen ysemejanza’, en un estado de justicia ysantidad’ (Efesios 4, 24), es decir, deintimidad con Dios, de armonía interior,entre los dos y con toda la Creación (Cfr.Catecismo de la Iglesia Católica, nº 375-376).

El ‘hombre bíblico’ es un ser-personal-relacional, compuesto decuerpo, alma y espíritu.

El alma (psijé) es el principio vital delcuerpo.

El espíritu (pneuma) es el alma enrelación de amistad sobrenatural (graciasantificante) con Dios, y con un fintambién trascendente y gratuito (despuésde la muerte) que es la visión y fruiciónbeatífica y eterna en la gloria (el Cielo).

‘Ahora vemos en un espejo, enenigma. Entonces veremos (a Dios) caraa cara’ (1Corintios 13, 12).

Por consiguiente, la clásica definicióndel hombre como ‘animal-racional’ es muypobre, por incompleta e insuficiente.

Falta lo más importante: ¡el espíritu!Razón por la cual dijo Jesús,

refiriéndose al misterio del ‘Pan devida’ (la Eucaristía):

‘El espíritu es el que da vida; la carnepara nada aprovecha’ (Juan 6, 63).

No se trata de un dualismo entrecuerpo y alma (como enseñaba la filosofíagriega) sino de la oposición entre ‘carne’y ‘espíritu’.

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San Pablo distingue muy bien entre‘hombre carnal’ (cuerpo y alma) y‘hombre espiritual’ (es decir, divinizadopor la gracia santificante, a partir delsacramento del Bautismo).

En aquel Paraíso feliz, el Señor adornóademás a Adán y a Eva con ciertos dones‘preternaturales’, a saber, la impasibilidad(ausencia de todo sufrimiento) y lainmortalidad (Génesis, capítulos 2 y 3).

‘Signo de familiaridad con Dios es elhecho de que Dios le coloca (al hombre)en el jardín. Vive allí «para cultivar la tierray guardarla»; el trabajo no le es penoso,sino que es la colaboración del hombre yde la mujer con Dios en elperfeccionamiento de la Creación visible’(Catecismo de la Iglesia Católica, nº 378).

Pero Dios quiso ‘poner a prueba’ anuestros primeros padres, quienes,tentados por el Diablo y abusando de sulibertad, codiciaron orgullosamente ‘sercomo Dios’, le desobedecierongravísimamente, con el agravante de suresponsabilidad como progenitores delgénero humano, rompiendo así su relaciónfilial con Dios, y perdiendo tanto la gracia(sobrenatural) como los donespreternaturales.

¡Las consecuencias fueronverdaderamente dramáticas!

El pecado puso en violencia a toda laCreación (Romanos 8, 19-23), convirtiendoeste mundo en un ‘destierro y valle delágrimas’ (como decimos al rezar ‘laSalve’).

Así como la inteligencia se rebelacontra Dios, la voluntad se rebela contrala razón, y la sensualidad se rebela contrala voluntad (Cfr. Romanos 7).

La inteligencia, creada para conocerla verdad, quedó (en parte) ofuscada,desviándose y cayendo fácilmente en elerror .

La voluntad, creada para obrar el bien,quedó más debilitada aún (como enseñala experiencia) desviándose y cayendo en

el mal.‘Desde este primer pecado, una

verdadera invasión de pecado inunda elmundo’ (Catecismo de la Iglesia Católica, nº401).

Lo confesó humildemente el salmistadirigiéndose al Señor: ‘¡Mira que nacículpable, pecador me concibió mi madre!’(Salmo 51,7).

La descendencia de Adán y Eva nocometió aquel pecado, pero lo heredó porcontagio.

Con el pecado original entra en lahistoria el sufrimiento, la corrupción y lamuerte; y ‘el mundo entero -como escribeel apóstol san Juan- yace en el poder delMaligno’ (1ª Carta 5, 19).

Sin embargo, a pesar de expulsarlosdel Paraíso, Dios misericordiosísimo noabandonó un solo instante a nuestrosprimeros padres, sino que les perdonó yprometió enviarles un Salvador (el ‘nuevoAdán’, nacido de la Virgen María, la‘nueva Eva’) ‘llegada la plenitud de lostiempos’ (Gálatas 4, 4).

¡Sólo el Hijo de Dios hecho hombrepodrá salvarnos, y abrirnos las puertasdel Cielo, nuevo y eterno Paraíso!

En la Sagrada Escritura hallamos tressímbolos - arquetipos para expresar elpecado, en general: la necedad, laesclavitud y la enfermedad.

NECEDAD‘El sabio tiene sus ojos abiertos, pero

el necio tiene sus ojos en la frente’(Eclesiastés 2, 14).

El necio es aquel que mira las cosascon criterios meramente humanos y nopuede juzgarlas según Dios; ‘el hombreanimal -dice san Pablo- no percibe lascosas del Espíritu de Dios, son locurapara él’ (1Corintios 2, 14).

Grande necedad es la ignorancia (ola pérdida) del ‘sentido de la vida’, de lapropia identidad y dignidad de hijos deDios.

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‘Jactándose de sabios se volvieronnecios’. El apóstol se refiere aquí a quienes‘habiendo conocido a Dios, no leglorificaron como a Dios, ni le dierongracias, antes bien, se ofuscaron en susrazonamientos y se entenebreció suinsensato corazón’ (Romanos 1, 21-22).

Más grave necedad es la incredulidad(que desemboca fácilmente en la idolatríay en la egolatría), la cual, además deabominable y agraviante a los ojos deDios, constituye un ‘signo dereprobación’, según aquella temiblesentencia de Jesús:‘quien no creyere secondenará’ (Marcos16, 16)

Así como losprofetas de Israel, Cristofustigó más de una vezel pecado mortal de laincredul idad: ‘ ¡Ohgeneración incrédula yperversa! ¿Hastacuándo tendré que estarcon vosotros? ¿Hastacuándo habré desoportaros?’ (Mateo17,17)

A los discípulos deEmaús, que vancaminando tristes ydesanimados después de la muerte delMaestro, se les aparece el Resucitado yles hace este dulce y merecido reproche:‘¡Qué necios y tardos de corazón paracreer todo lo que vaticinaron losprofetas!’ (Lucas 24, 25)

Jesús llamó ‘necio’ a aquel que‘edificó su casa sobre arena’, es decir, alque escucha sus palabras, pero no laspone por obra (Mateo 7, 26).

Y en una breve pero punzanteparábola, descubre a un desgraciado(¡como tantos!) que sólo piensa en‘pasarla bien’, amontonando más y más

riquezas, sin preocuparse para nada del‘más allá’.

‘¡Necio! -le dice- Esta misma noche tereclamarán el alma; y todo lo que hasacumulado, ¿para quién será? Así es elque atesora para sí y no es rico para Dios’(Lucas 12, 20-21).

En esta vida, el que ‘gana’ pierde; y elque ‘pierde’ gana.

¡Oh la ‘necia’ sabiduría de los santos,comparada con nuestra ‘sabionda’necedad!

Una especie de ignorancia muycomún y que ha causado tantos males es

la duda, como criterio oactitud respecto de lasverdades trascendentesy reveladas por Dios: losmisterios de nuestra fe.

De la ‘duda metó-dica’ al agnosticismo yal escepticismo no haymás que un paso.

¡El divorcio entre lacultura y la fe essiempre de conse-cuencias desastrosas!

Como dijo el DoctorMagnífico, sanAnselmo: ‘Creer paraentender y entenderpara creer’.

¡Una de las mayores ‘barbaridades’cometida por esta sociedad neopaganaconsiste en suplantar la sabiduría(humana y cristiana) por la ciencia!

ESCLAVITUDEs frecuente llamar ‘libertad’ o

‘liberación’ a lo que es lisa y llanamente‘liberalismo’, ‘libertinaje’ o(paradójicamente) ‘esclavitud’, en susmúltiples aspectos.

El apóstol san Pedro denunció convehemencia a quienes ‘prometen libertad,cuando ellos son esclavos de la

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corrupción, puesto que cada cual esesclavo de quien lo vence’ (2ª Carta 2, 19).

El apóstol san Pablo advirtió:‘Vosotros, hermanos, habéis sidollamados a la libertad, pero ¡cuidado contomar la libertad por pretexto para servir ala carne!’ (Gálatas 5, 13)

Cristo ya lo había dicho: ‘el quecomete el pecado es esclavo del pecado’(Juan 8, 34).

El hombre, por más que se empeñe,no puede gozar por mucho tiempo de laverdadera y plena libertad sin el auxiliosobrenatural de la gracia.

Y en cuanto a las (llamadas) ‘libertadesdemocráticas’, suele ocurrir aquello quedijo Dostoyevski: ‘La libertad ilimitadaconduce a la tiranía ilimitada’.

Y lo que dijo Bernanos: ‘El escándalodel universo no es el sufrimiento, sino lalibertad ’.

¿Ejemplos?... ¡A la vista están!

ENFERMEDADJunto con la necedad y la esclavitud

otro símbolo bíblico del pecado es laenfermedad, cualquiera que sea.

Todo hombre, sin excepción, nace ‘enAdán’ mortal y pasible.

Dice san Agustín que la raíz de todaenfermedad no es otra que la división (odesorden) interior; por el contrario, lasalud se identifica con la unidad (orden)interior.

La conciencia de ese desordenengendra el sufrimiento, así como laconciencia de la corrupción engendra elmiedo a la muerte.

El hombre sufre cuando experimentacualquier mal, ya sea en el cuerpo (dolorfísico) ya sea en el alma (dolor moral).

‘El hombre -dice Juan Pablo II- sufrede diversos modos, no siempreconsiderados por la medicina, ni siquieraen sus más avanzadas ramificaciones.

El sufrimiento es algo todavía másamplio que la enfermedad, más complejo

y, a la vez, más profundamente enraizadoaún en la misma humanidad’ (Salvificidoloris, nos 5.7).

Sólo el hombre puede ser causa delmal.

¡Y sólo Jesucristo lo puede eliminar!Veámoslo a continuación.

SEGUNDA PARTECRISTO MÉDICO

Si Cristo, el Hijo de Dios bendito, es‘el Salvador’ de todos los hombres y detodo el hombre (alma y cuerpo) entoncesle compete, en un sentido plenísimo yúnico, el título de ‘Médico’, como constaen el Evangelio y en toda la Tradición dela Iglesia.

‘Jesús pasó haciendo el bien ysanando a todos’ (Hechos 10, 38) y‘cuantos lograban tocarle sanaban’(Marcos 6, 56); porque ‘no necesitan demédico los sanos sino los enfermos’(Marcos 2, 17), más aún, resucitó (por untiempo) a varios muertos.

Sin embargo el apelativo de ‘médico’se lo atribuyó El solamente en ‘ciertosentido’.

Jesús de Nazaret no vino a este mundopara suprimir la enfermedad, el dolor o lamuerte.

Vino a asumir, compartir y santificartodos los males (excepto el pecado, esevidente) para transformarlos en bienes,en ‘sacrificios espirituales, aceptos aDios por Jesucristo’, como dijo el apóstolsan Pedro (1ª Carta 2, 5).

Nuestro Santo Padre, Benedicto XVI,nos lo recordó recientemente:‘Precisamente el sufrimiento es el caminode la transformación, y sin sufrimiento nose transforma nada.

Este es también el sentido de laparábola del grano de trigo, que cae en

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tierra: sólo con un proceso de dolorosatransformación se llega a dar fruto y seabre a la solución...

Debemos tomar a pecho estasdificultades de nuestro tiempo ytransformarlas sufriendo con Cristo, y asítransformarnos a nosotros mismos’ (27de julio de 2005).

Jesús hizo todas las curacionesmilagrosas no sólo para manifestar sumisericordia sino, más aún, parademostrar su Autoridad mesiánica y suFiliación divina, con vistas a nuestrasalvación.

Un día le presen-taron un paralítico paraque le sanara... y loprimero que dijo, ante eldesconcierto y elescándalo de lospresentes, fueron estaspalabras: ‘Confía, hijo,tus pecados te sonperdonados’.

Para esto hizo acontinuación el milagro(cfr. Mateo 9, 6).

Lo cual no significaque toda enfermedad odesgracia sea necesa-riamente efecto ocastigo de pecadospersonales, comopensaban los judíos.

En otra ocasión, Jesús ‘vio’, al pasar,a un ciego de nacimiento, y le preguntaronlos discípulos: ‘Rabbí, ¿quién pecó, él osus padres, para que haya nacido ciego?’

El Maestro respondió: ‘Ni pecó él nisus padres; es para que se manifiestenen él las obras de Dios’ (Juan 9, 3).

Para Jesús lo más importante no eranlas dolencias del cuerpo sino las del alma,y, aun éstas, no en sí mismas sino enrelación con El, es decir, para conocerle,amarle y seguirle.

Si daba la vista a los ciegos, lo hacía,ante todo, para abrir los ojos de la fe.

Si hacía oír a los sordos, lo hacía, antetodo, para que escucharan la voz de Dios.

Si hacía hablar a los mudos, lo hacía,ante todo, para que conversaran con El.

Si hacía caminar a los paralíticos, lohacía, ante todo, para que hallasen elCamino de la salvación, que era El.

Si liberaba a los endemoniados, lohacía, ante todo, para anunciar que hallegado el Reino de Dios (cfr. Lucas 11, 20).

Cuando Jesús dijo: ‘Yo he venido paraque tengan vida y latengan en abun-dancia’ (Juan 10, 10),¿de qué ‘vida’ estáhablando?

No se refiere a lavida meramente naturalo humana, sino a laVida sobrenatural,trinitaria, eterna.

Lamentablementehay que reconocer, aeste respecto, quetuvo lugar una especiede mutua ‘decepción’:

Jesús decepcionóa los hombres, queesperaban de El ‘otracosa’: bienes mate-riales, milagros, exal-

tación política o nacionalista contra losromanos.

¡Es curioso!Después del milagro de la

multiplicacion de los panes y de los pecesen el desierto, el pueblo entusiasmadoquiso proclamarle rey... pero El lo rechazóy se fue al monte a orar (Juan 6, 15).

Por el contrario, el Viernes Santo, antePilato y el Sanedrín, renegaron(decepcionados) de su Realeza (¡laverdadera!) que El proclamó a los cuatrovientos, jugándose la vida...

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Y los hombres decepcionaron aJesús, que esperaba de nosotros, antetodo, no ‘cosas’ (por buenas y necesariasque fuesen) sino el conocimiento y elamor ¡a El!

‘Buscad primero el Reino de Dios ysu justicia, y todo lo demás se os darápor añadidura’ (Mateo 6, 33).

Cristo es el Reino en persona.Los hombres egoístas buscamos

primero ‘la añadidura’.He aquí tres de los tantos y dulces

‘reproches’ de su amor herido:* ‘¡Vosotros me buscáis, no porque

habéis visto signos, sino porque habéiscomido de los panes y os habéis saciado!’(Juan 6, 26)

* ‘¡Vosotros no queréis venir a Mípara tener Vida!’ (Juan 5, 40)

* ‘Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quiénbuscas?’ (Juan 20, 15)

A lo largo de la historia, Cristo fue‘usado’ como símbolo o bandera, parajustificar cualesquiera ideologías omovimientos de tipo humanista, social,político, esotérico, incluso‘revolucionario’.

Se le ha despojado, ya sea de sudivinidad, ya de su humanidad.

¡Es lógico que este ‘reduccionismofuncional’ haya resultado siempre fatal!

San Ignacio insta al ejercitante a ‘mirarel oficio de consolar, que Cristo nuestroSeñor trae, y comparando cómo unosamigos suelen consolar a otros’ (EjerciciosEspirituales, nº 224).

¡Nada ni nadie se puede comparar conel consuelo que nos viene del ‘Padremisericordioso y Dios de todaconsolación, que nos consuela en todanuestra tribulación para poder nosotrosconsolar a los que están en todatribulación’! (2 Corintios 1, 4)

El ‘consuelo’ supone siempre algúndolor , no es más que la alegría, queenvuelve el dolor, que brota de lasentrañas mismas del dolor, es la alegría

de Dios durante este destierro.Jesucristo es la encarnación viva de

la misericordia de Dios.‘La misericordia de Dios es la esencia

de toda la historia de la salvación; el porqué de todos los hechos salvíficos’ (JuanPablo II, Dives in misericordia, nº 13).

Pero Cristo no prometió a nadie enesta vida la ‘felicidad’, como la entiendeel mundo, sino como la entiende El, ¡quees muy distinto!

El fue muy claro y preciso, cuandodijo: ‘El que quiera salvar su vida, laperderá; y el que pierda su vida por Mí , laencontrará’ (Mateo 16, 25).

Jesús no puede no ser ‘exigente’:* En primer lugar , por todo lo que

nos ofrece (la Vida eterna), que superatodo mérito y toda ponderación.

* En segundo lugar, por el pesoexcesivo de nuestras ‘deudas’ (pecados)que nadie, excepto El, podía pagar... consu Sangre preciosa (cfr. 1ª Pedro 1, 19).

Por eso no debemos extrañarnos depalabras fuertes de Cristo, como éstas:‘¡Si tu ojo derecho te es ocasión depecado, arráncatelo y arrójalo de ti... y situ mano derecha te es ocasión de pecado,córtala y arrójala de ti; más te convieneque se pierda uno de tus miembros, quetodo tu cuerpo vaya al horno!’ (Mateo 5, 29)

En el dulcísimo Corazón de Jesús sumisericordia es inseparable de sujusticia.

El ejerce su misericordia para quevivamos conforme a su justicia.

Y ejerce su justicia para podermostrarnos su misericordia.

La misericordia le mueve aperdonarnos, porque nos ama.

La justicia le mueve a castigarnos,porque odia nuestros pecados.

Tan justa es su misericordia comomisericordiosa es su justicia.

En El, perdón y castigo significan lomismo: ¡un Amor infinito!

‘El hombre no puede hacer o dejar de

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hacer lo que le apetezca. Será juzgado.Debe rendir cuentas. La Bondad de Dioses infinita, pero no la debemos reducir aun empalago sin Verdad. Sólo creyendoen el justo Juicio de Dios, sólo teniendohambre y sed de justicia (cfr. Mateo 5, 6)abrimos nuestro corazón, nuestra vida, ala misericordia divina’ (Card. JosephRatzinger, 10 de diciembre de 2000).

Del Médico divino son estas palabras,preñadas de compasión y de ternura:‘¡Venid a Mí todos los que estáisfatigados y sobrecar-gados, y Yo os aliviaré...porque mi yugo es suavey mi carga ligera!’ (Mateo11, 18)

Jesús no puedeengañarnos.

Su cruz sólo espesada o insoportablepara quienes no le amancon todo el corazón.

¡El amor de Dios todolo puede... hasta lo quenos parece imposible!

El dolor ‘compartido’duele menos.

San Ignacio nosenseña a pedir ‘dolor conCristo doloroso, que-branto con Cristoquebrantado, lágrimas,pena interna de tanta pena que Cristo pasópor mí’ (Ejercicios Espirituales, nº 203).

Es un hecho de experiencia que laspersonas enfermas o atribuladas, que hanaprendido el significado cristiano deldolor [en conformidad con la misteriosay adorable voluntad de Dios, manifestadaen Cristo, el ‘Varón de dolores’ (Isaías 53,3)] sienten un profundo alivio y alegría,que les hace más llevadera la cruz.

Pero, ¿cómo es posible -pensaráalguno- conciliar el dolor con la alegría?

La alegría brota no tanto del dolor ensí mismo (que naturalmente repugna a

nuestra naturaleza) sino del dolor encuanto es ‘ocasión’ para mover yacrecentar el amor, sobre todo el amor aJesucristo.

El grito de Jesús en la Cruz no fueciertamente el grito de un ‘desesperado’(cfr. Mateo 26, 56), sino el del Hijo amado,que cargando con todos los pecados ymiserias del mundo, y (en este sentido)sintiéndose ‘como abandonado por elPadre’, se abandona confiado en susbrazos.

Escribe santaTeresa del Niño Jesús:‘Nuestro Señor, en elhuerto de los olivosgozaba de todas lasalegrías de la divini-dad; sin embargo, suagonía no era menoscruel’.

Juan Pablo II nospresenta la ‘teologíavivida’ de los santos,que ‘han sentido algosemejante a la expe-riencia de Jesús en laCruz, en la paradójicaconfluencia de felici-dad y dolor ’ ( NovoMillennio Ineunte, nº 26).

La alegría de lossantos es una alegría

‘esencial’, muy profunda, inalterable.San Ignacio la describe así: ‘Todo

aumento de esperanza, fe y caridad, quellama y atrae a las cosas celestiales y a lapropia salud de su ánima, quietándola ypacificándola en su Criador y Señor’(Ejercicios Espirituales, nº 316).

¡Sin Cristo, el dolor es mala suerte,fatalidad, más aún, no tiene sentido!

Oigamos a Pascal:‘El Dios de los cristianos es un Dios

que hace sentir al alma que El es su únicobien; que todo su reposo está en El; yque le hace aborrecer al mismo tiempo los

San Ignacio

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obstáculos que le retienen, y le impidenamarle con todas las fuerzas. El amorpropio y la concupiscencia que ledetienen le son insoportables. Este Diosle hace sentir que ella tiene este fondo deamor propio, y que El solo puede curarle.

He aquí lo que es conocer a Dios comocristiano. Mas, para conocerle de estamanera, fuerza es conocer al mismo tiemposu miseria, su indignidad y la necesidadque se tiene de un mediador, paraacercarse a Dios, y para unirse a El. Estosdos conocimientos no deben separarse,porque separados no solamente soninútiles, sino perjudiciales. Elconocimiento de Dios sin el de nuestramiseria provoca a orgullo. Elconocimiento de nuestra miseria sin el deJesucristo provoca la desesperación. Peroel conocimiento de Jesucristo nos salvadel orgullo y de la desesperación, porqueen él encontramos, a la vez, a Dios,nuestra miseria y el camino de repararla.

Nosotros podemos conocer a Dios sinconocer nuestras miserias, y nuestrasmiserias sin conocer a Dios; y hastaconocer a Dios y nuestras miserias, sinconocer el medio de salvarnos de lasmiserias que nos abruman. Pero nopodemos conocer a Jesucristo, sinconocer a la vez a Dios, y a nuestrasmiserias, y el remedio de nuestrasmiserias; porque Jesucristo no essolamente Dios, sino el Dios reparadorde nuestras miserias’ (Pensamientos, XIV).

El ‘secreto’ de la alegría de los santosno puede ser otro que el ‘enamoramiento’.

Para un corazón enamorado, lo quemás importa no es el sufrimiento sino amary sentirse amado, correr la misma suertey no separarse nunca del ser que ama.

Con tal de estar juntos ¿qué meimporta todo lo demás?

‘Porque estimo que los sufrimientosdel tiempo presente no son comparablescon la gloria que se ha de manifestar ennosotros’ (Romanos 8, 18).

Este es el sentido de la ‘indiferenciaignaciana’ (Ejercicios Espirituales, nº 23), ymuchísimo más todavía el sentido de la‘ tercera manera de humildad’ (EjerciciosEspirituales, nº 167), que sería mejor llamar‘locura de amor’ a Cristo, la ‘lógica’ yobligada respuesta a su ‘Amor loco’ porcada uno de nosotros en la Cruz.

San Pablo, uno de los más grandesenamorados de toda la historia, exclamó:‘¡A mí no me importa mi vida, con tal deacabar mi carrera y el ministerio que recibídel Señor Jesús’ (Hechos 20, 24); ‘que paramí el vivir es Cristo, y el morir unaganancia... deseo morir para estar conCristo!’ (Filipenses 1, 21.23)

La bellísima y conmovedora paráboladel ‘buen Samaritano’ es un perfecto‘autorretrato’ de la entrañable misericordiadel Corazón de Jesús.

(Al recordarla no podemos no pensaren aquellas otras dos parábolas: la del‘hijo pródigo’ y la del ‘buen Pastor’.)

Aquel buen Samaritano vio a un pobrehombre ‘medio muerto’ (después de serasaltado por ladrones), y tendido en elcamino que bajaba de Jerusalén a Jericó;se compadeció, se acercó, le vendó lasheridas, derramando en ellas aceite y vino,le hizo montar en su propia cabalgadura,le condujo a una posada y cuidó de él; aldía siguiente, antes de partir, sacando dosdenarios se los dio al posadero y le dijo:‘¡cuida de él! y lo que gastes de más, te lopagaré cuando vuelva’ (Lucas 10, 33-37).

Cristo, que significa ‘el Ungido’ (porel Espíritu Santo) cura todas nuestrasheridas con el ‘aceite’ (símbolo defortaleza para la lucha de cada día, y dealivio para nuestras penas) y con el ‘vino’(símbolo de purificación y de la alegríamesiánica).

La ‘cabalgadura’ simboliza lasantísima Humanidad de Cristo, conformea lo que había dicho el profeta Isaías (53,4): ‘El tomó nuestras enfermedades y

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cargó con nuestras dolencias’ (cfr.Mateo 8, 17).

San Jerónimo dice que ‘cada uno denosotros está aquejado de fiebre...cuantos vicios hay, tanta es la diversidadde fiebres.

`Médicos´ fueron todos los santos,pero Jesús es el Protomédico, el verdaderoy egregio Médico.

Sabe muy bien pulsar las venas ydescubrir los síntomas más ocultos de lasenfermedades’ (Comentario a Marcos, 1).

Clemente de Alejandría escribe que‘el Logos, nuestroPedagogo, es, con susexhortaciones, Médico(«Terapeuta») de laspasiones antinaturalesde nuestra alma.

En sentido propiose llama medicina elarte de curar lasenfermedades delcuerpo; es un arte queenseña la sabiduríahumana.

Pero el Logosúnico del Padre es elúnico Médico de lase n f e r m e d a d e spropiamente humanas;es el Médico y el«Hechicero» santo del alma enferma...cuida solícito de la creatura entera:Médico de la humanidad y capaz desanarlo todo, cuida tanto del alma comodel cuerpo’ (El Pedagogo).

San Bernardo nos abre su corazóncon esta admirable confesión: ‘¡Decuántas amarguras me has consolado,buen Jesús, con tus frecuentes venidas!¡Cuántas veces, tras mi angustioso llantoe inenarrables gemidos y sollozos, ungistemi conciencia enferma con la unción de lamisericordia y con aceite de júbilo!¡Cuántas veces me acogió la oración casidesesperado y me devolvió la alegría,

convencido del perdón! Los que así seven afectados, ésos son los que sabenque el Señor Jesús es un verdaderoMédico que sana los corazonesdestrozados y venda sus heridas [Salmo147,3]’ ( Comentario al Cantar, nº 32).

¡La misericordia de Dios esinfinitamente mayor de lo que el hombrepudiera imaginar!

¡Tan infinita que todos los pecadosjuntos, habidos y por haber, serían comouna gota de agua arrojada a un incendio!

¡Dios no nos ama tanto por lo quenosotros somos, sinopor lo que El es!

Nos ama desdetoda la eternidad; nosama desde la creacióndel universo; nos amaprev iendo todosnuestros pecados, porel solo hecho de sersus hijos, creados yrecreados en suamadísimo Hijo.

¡Si el desdichadoJudas lo hubiesetenido en cuenta, no sehubiera desesperado,ni colgado de un árbol!

¿Por qué no fuecorriendo a Jesús, sin

dudar de su perdón inmediato y total?¡La desconfianza en su infinita

misericordia fue un pecado más graveaún, si cabe, que su horrenda traición!

Dios perdona siempre porque es ‘elPadre’, infinitamente más que todos lospadres y madres juntos.

Charles Péguy pone en boca de Diosestas tiernas palabras: ‘Padre nuestroque estás en el cielo... Cuando un hombreha empezado así, ya puede seguirdiciéndome lo que quiera. ¿Sabéis?, mequedo desarmado ¡Qué bien lo sabía miHijo !’ (El misterio de los santos inocentes)

El rey David es un ejemplo de

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humildad y confianza. Arrepentido de suadulterio, se dirige al Señor con estaspalabras: ‘¡un corazón contrito yhumillado, oh Dios, tú no lo desprecias!’(Salmo 51, 19)

De santa Teresa de Jesús es estamagistral pincelada: ‘Muchas veces metempla el sentimiento de mis grandesculpas el contento que me da que seentienda la muchedumbre de vuestrasmisericordias’ (Vida, 4, 3).

No hagamos nunca como nuestrosprimeros padres, quienes, a raíz de sugravísima desobediencia, se escondierontemerosos entre los árboles del Paraíso(Génesis 3, 8).

San Agustín nos enseñó a hacer todolo contrario (después del pecado):‘¿Quieres huir de Dios? ¡Huye haciaDios!’

El obispo africano, atormentado porel recuerdo de sus pecados, con grandessúplicas y sollozos se arroja, como unniño, entre los brazos de Diosinfinitamente misericordioso, dejándolopor escrito, con humildad envidiable, ensus entrañables ‘Confesiones’ (X, 10):

‘¡Ay de mí, Señor, ten misericordia demí! ¡Ay de mí! He aquí que no oculto misllagas. Tú eres médico, y yo estoyenfermo; Tú eres misericordioso, y yomiserable... Toda mi esperanza no estribasino en tu muy grande misericordia. Heaquí, Señor, que arrojo en Ti mi cuidadopara que viva y pueda meditar lasmaravillas de tu ley (Salmo 118, 18). Porquemuchas y grandes son las dolencias,muchas y grandes son, pero más grandees tu Medicina’.

Leamos el Catecismo (nº 1503): Jesús‘es el Médico que los enfermos necesitan.Su compasión hacia todos los que sufrenllega hasta identificarse con ellos:estuve enfermo y me vis i tásteis(Mateo 25, 36)’

¡Cuántos se habrán ‘convertido’ desu mala vida gracias a una grave

enfermedad o a las puertas de la muerte!¡Cuántos se habrán santificado

ayudando y sirviendo a los enfermos,cumpliendo así el deseo ardiente de Jesús:‘sed miser icord iosos como esmiser icordioso vuestro Padre’(Lucas 6, 36).

¡Cuántos han sabido ofrecer suspenas y dolores por la salvación de lasalmas!

No sólo es importante la ‘accióncatólica’, sino también la ‘pasión’ católica.

Todos sufrimos, tarde o temprano(más temprano que tarde), ¡es ley de vida!

¡Pero cuán pocos saben sufrir, esdecir, como medio y ‘atajo’ para alcanzarla eterna bienaventuranza, ahorrandopenas del Purgatorio!

Es preciso subrayar además que elamor de Dios y el amor a Dios nos muevensiempre, por su misma naturaleza, a amarley ser amados por El, en todos los hombres(incluidos los enemigos), y amar a todosy todo por amor a El, en una palabra: ‘enCristo’ y ‘en el Espíritu Santo’.

En consecuencia, el logro de la propiafelicidad es inseparable del precepto dela caridad fraterna.

‘Jamás podremos ser felices los unoscontra los otros. Nosotros, los cristianosparticularmente, estamos llamados a sercomo centinelas de la paz, en los lugaresen los que vivimos y trabajamos.

Se nos pide vigilar , de modo que lasconciencias no cedan a la tentación delegoísmo, la mentira y la violencia’ (JuanPablo II).

La auténtica felicidad no es sino unaparticipación en la alegría desbordantey comunicativa de Jesús.

He aquí sus consoladoras yreconfortantes palabras para quienesperegrinamos aún a través del desiertode esta vida, hacia la Tierra Prometida,que ‘mana leche y miel’ (Exodo 3, 8):

* ‘Os he dicho esto para que mi gozoesté en vosotros y vuestro gozo sea

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colmado’ (Juan 15, 11).* ‘También vosotros estáis tristes

ahora, pero volveré a veros y se alegrarávuestro corazón, y vuestra alegría nadieos la podrá quitar’ (Juan 16, 22).

* ‘¡Felices los que lloráis ahora,porque reiréis!’ (Lucas 6, 21)

¡Cuántos y cuántas infelices que noconocen la verdadera alegría, y tienen queresignarse con ‘alegrías’ baratas, frágilesy pasajeras, que les ofrece el mercado deun pobre mundo seductor, falaz yperverso!

Detrás de muchascarcajadas se escondentrágicas frustraciones.

El mundo canta,pero por dentro llora.

El cristiano llora,pero por dentro canta.

Confunden la ale-gría con los placeres, lasdiversiones o laslocuras de una socie-dad consumista, mate-rialista, neopagana.¡Grave error!

No se dan cuentade que para ‘estarmejor’, es necesarioantes ‘ser mejores’.

Si no tomamosconciencia de nuestra identidad, denuestra dignidad y de nuestra vocaciónsobrenatural, no encontraremos nunca elúnico camino a la felicidad: Jesucristo,muerto y resucitado, ‘sentado a laderecha de la Majestad en las alturas’(Hebreos 1, 3).

Escuchemos estas duras palabras deJesús: ‘¡Ay de los que reís ahora, porquetendréis aflicción y llanto!’ (Lucas 6, 25)

San Agustín, Maestro de maestros,de corazón inquieto, sincero y apasionadoen búsqueda de la felicidad, después demucho tiempo y de dolorosasexperiencias, que le dejaban siempre más

insatisfecho, llegó por fin al puerto y al‘gozo de la verdad’:

‘Este es, pues, nuestro gozo pleno,mayor que el cual no existe otro: disfrutarde Dios - Trinidad, a cuya imagen fuimoshechos’ (Sobre la Trinidad, I, 8).

Mientras peregrinamos comenzamosya a gustar por anticipado la felicidad,pero todavía no en su plenitud.

Para que la felicidad sea ‘plena’ senecesitan tres condiciones: elenamoramiento, la posesión del Amadoy la seguridad de gozarlo por toda la

eternidad.Además de la fe y

del amor, también esfuente de alegría laesperanza, la cual-como enseña santoTomás- ‘nos permitevivir en espera dedisfrutar un día de esebien divino’ (SumaTeológica, II-II, 28,1).

La expresión ‘enespera’ equivale a‘expectación’, que es laesperanza que ‘no falla’(Romanos 5, 5) porqueDios ha empeñadolibremente su Palabra yes necesariamente fiel a

su Promesa (Hechos 7, 17).‘En la casa de mi Padre hay muchas

mansiones... voy a prepararos un lugar...volveré y os llevaré conmigo, para quedonde esté yo, estéis también vosotros’(Juan 14, 2).

¡Podemos perderlo todo... menos laesperanza, única tabla de salvación!

Pero hay que saber esperar...¡Así como Dios tiene paciencia

conmigo, también yo tengo que tenerlepaciencia!

‘¡Sí! Vengo pronto... Amén’.Con estas palabras de consuelo

concluye el último libro de la Biblia.

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Resumiendo:Es un hecho de experiencia

(corroborado por la recta conciencia) quetodo ser humano, sin excepción, y encondiciones ‘normales’, desea y buscanecesariamente la felicidad (entendida asu manera), es decir, la suma de todos losbienes (reales o aparentes) que puedensatisfacerle.

La lógica más elemental enseña queun deseo universal, innato en lo másprofundo del corazón humano (inclusoen su inconsciente) no puede serfrustrado sin caer en contradicción: lanaturaleza no puede tender hacia... lo queno existe.

La felicidad perfecta no se puede hallaren esta vida, ni en cuanto a los bienesmateriales (porque el hombre, por másdegenerado que sea, no es un mero‘animal’); ni tampoco en cuanto a losbienes espirituales, puesto que tarde otemprano sobreviene implacable elsufrimiento, la vejez y la muerte.

En esta vida, pues, sólo es posibleuna felicidad imperfecta (aunque seaverdadera), pero no todos la logran, yasea por error, por engaño o porignorancia.

La conclusión se impone:Sólo Dios, Uno y Trino, Creador y

Redentor del hombre, a su imagen ysemejanza ‘en Cristo’, puede colmar (yrebosar) ese deseo insaciable de infinito,en parte ya en esta vida, plena yeternamente en el Cielo.

‘En aquella Trinidad Suma es donderadica el origen supremo de todas lascosas, la belleza perfectísima y el gocedichosísimo’ (San Agustín, Sobre laTrinidad, VI, 10).

¡Esta es nuestra herencia!Cristo no sólo es el Médico por

excelencia, sino también la Medicina y laSalud, ¡todo al mismo tiempo!

Al comienzo de su Pontificado,nuestro amadísimo Papa Benedicto XVInos reconfortó con estas palabras: ‘¡Notengáis miedo! Cristo no os quita nada,os lo da todo!’

Jesús nos enseñó, con las palabras,el ejemplo y el Espíritu, la más bella yvaliosa, sin duda, de todas las artes: elarte de vivir , de gozar, de sufrir , deenvejecer y de morir ; el arte de ‘ser feliz’,el arte de ser ‘como Dios’.

¡Es imborrable el olor de santidad quenos dejó nuestro recordado Juan Pablo II,llevando con fortaleza, heroísmo y alegríala pesadísima cruz de su largo ministeriopetrino, de su vejez y de su enfermedad,hasta el último aliento de su voz y elúltimo latido de su gran corazón!

TERCERA PARTELA IGLESIA, ‘CASA DE DIOS’

Cristo, el ‘buen Samaritano’, despuésde resucitar y antes de volver al Padre,reunió a todos sus discípulos en la Iglesiapor El fundada, la ‘Posada’ de la parábola,el ‘albergue de caminantes’, como diríasan Agustín.

Pedro, el príncipe de los apóstoles,llamó a la Iglesia ‘la Casa de Dios’,significativa y cálida expresión, dirigida alos cristianos, que, siendo blanco de lapersecución por parte de aquella sociedadpagana, ‘viven como extranjeros en ladispersión’ (1ª Carta 1, 1), es decir, como‘desterrados y peregrinos’, a la espera dela Vuelta del Señor.

La palabra ‘Casa’ es el principalsímbolo eclesiológico en la primera Cartade Pedro y en las Cartas apostólicas.

Para los cristianos, ¡la Iglesia esnuestra Casa, es mi Casa!

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En este contexto, Casa, Comunidad,Familia, Hogar, Refugio, son sinónimos.

‘La Iglesia -dice san Juan Crisóstomo-es una Posada, colocada en el camino dela vida, que recibe a todos los que vienena ella, cansados del viaje o cargados conlos sacos de sus culpas, en donde,dejando la carga de los pecados, el viajerofatigado descansa y después que hadescansado, se repone con saludablealimento... Todo lo que es contrario,perjudicial y malo está fuera, mientras quedentro de la Posada se halla el descansocompleto y toda salubridad’.

Es preciso advertir, ya de entrada, quela misión específica dela Iglesia es ‘salvífica’,no ‘filantrópica’ omeramente humanitaria.

‘Su misión esanunciar y comunicar laSalvación realizada enJesucristo, que El llama«Reino de Dios» (Marcos1, 15), es decir la comu-nión con Dios y entre loshombres.

El fin de la salvación,el Reino de Dios, incluyea todos los hombres y serealizará plenamente másallá de la historia, en Dios.

La Iglesia ha recibido la misión deanunciar el Reino de Cristo y de Dios einstaurarlo en todos los pueblos, yconstituye en la tierra el germen y elprincipio de ese Reino’ (Compendio de laDoctrina Social de la Iglesia, nº 49).

Todo lo demás: su acción cultural,benéfica, social, etc., la debe realizar enfunción del Reinado de Cristo.

Sólo así hay que comprender su obrade civilización, la cual (dicho sea depaso) es muy superior a la de cualquierotra institución, por la sencilla razón deque la Iglesia contempla a todo serhumano en su totalidad y en profundidad,

o sea como ‘hijo de Dios en Cristo’.Es ‘evangelizando’ como la Iglesia

humaniza, promueve y colabora en todosano progreso.

Por otra parte, así como la acciónpastoral de la Iglesia debe tener en cuentalas necesidades materiales y lascircunstancias concretas de aquellos aquienes anuncia el Evangelio, así tambiénla ciencia médica y la psicoterapia debentener en cuenta la influencia sanadora(directa o indirecta) de la Religión (sobretodo la cristiana) en los pacientes, comomuestra la experiencia.

¡El hombre no es ni un ‘animal’ nitampoco un ‘ángel’; noes una ‘máquina’ ni un‘extraterrestre’; no esun simple ‘reprimidoinconsciente’ ni ‘un serentre dos nadas’!

Todo ser humano(desde el primerinstante de la concep-ción hasta la muertenatural) es ‘persona’,no es un ‘conejillo deindias’, ni una cosa‘manipulable’.

Esto supuesto, nohay que esperar ni

exigir a la Iglesia aquello para lo cual nofue fundada.

La Iglesia no es una ‘compañía deseguros’, para llevar una vida tranquila;ni un ‘tabú’ que nos trae buena suerte; niuna ‘fábrica de milagros’.

Hay quienes acuden al sacerdote,cuando tendrían que acudir (antes odespués) al psicólogo.

Este criterio es para tenerlo muy encuenta en la pastoral de las vocaciones alsacerdocio y a la vida consagrada.

¡Así se evitarían no pocasfrustraciones y escándalos!

Por el contrario, hay también quienesvan al psicólogo, cuando tendrían que ir

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(antes o después) al sacerdote.Me parece muy oportuna esta

reflexión del prestigioso psicoterapeutaVictor Frankl : ‘Vivimos en una épocacaracterizada por un sentimiento de faltade sentido. En esta nuestra época laeducación ha de poner el máximo empeñono sólo en proporcionar ciencia, sinotambién en afinar la conciencia, de modoque el hombre sea lo bastante perspicazpara interpretar la exigencia inherente acada una de sus situaciones particulares.En una era en que los Diez Mandamientosparecen estar perdiendo su validez paramuchos, debe el hombre ponerse encondiciones de percibir los 10.000mandamientos que se desprenden de las10.000 situaciones con las que se veconfrontado en su vida. No solamente leparecerá así que su vida vuelve a tenersentido, sino que él mismo estaráinmunizado contra todo conformismo ytotalitarismo; porque sólo una concienciadespierta y vigilante puede hacerle«resistente», de tal modo que ni seabandone al conformismo ni se doblegueal totalitarismo.

Así pues, hoy más que nunca laeducación es educación a laresponsabilidad. Vivimos en una sociedadde abundancia, pero esta abundancia nolo es sólo de bienes materiales, es tambiénuna abundancia de información, unaexplosión informativa. Cada vez seamontonan más libros y revistas sobrenuestras mesas de trabajo. Nos acosanestímulos e incentivos de todas clases yno sólo sexuales. Si el hombre en mediode todo este torbellino de estímulosquiere sobrevivir y resistir a los mediosde comunicación de masas, debe saberqué es o no lo importante, qué es o no lofundamental; en una palabra, qué es loque tiene sentido y qué es lo que no lotiene’ (La presencia ignorada de Dios).

A quien me preguntase:¿Y qué me ofrece la Iglesia, para tener

necesidad de Ella?Le respondería al instante:¡Todo lo mejor, lo más importante, lo

más necesario, lo que nada ni nadie tepuede dar para alcanzar la verdaderafelicidad.

‘La Iglesia ha quedado como últimoBaluarte, contra las locuras de nuestrotiempo’ (Leonardo Mondadori).

El ‘Secreto’ para descubrir la potenciahumano-divina de la Iglesia no es otroque el mismo Espíritu Santo, el Amorinfinito que procede del Padre y del Hijo,el mejor Consolador, Alma del CuerpoMístico, Principio de Verdad, de Santidad,de Unidad, que continúa la acciónevangelizadora y sanadora de Jesucristo,que rejuvenece constantemente a laIglesia y garantiza su fecundidad y suindefectibilidad.

La Iglesia es la ‘luz de la Verdad’ (cfr.Mateo 5, 14) para sanar la inteligencia(vacía por la ignorancia, perturbada porla duda y esclava del error).

Ella conserva, interpreta y transmitela Palabra de Dios en su pureza eintegridad original.

El divino Maestro le otorgó el don deinfalibilidad en materia de fe y moral (quees lo esencial para salvarse).

La Iglesia es la única que ha recibidode Cristo el poder de perdonar todos lospecados mediante el Sacramento de lareconciliación, restituyendo al hombre lagracia perdida, y, con ella, la auténticalibertad, que no es otra que la ‘libertad delos hijos de Dios’ (Romanos 8, 21).

La Iglesia es la única que ha recibidode su divino Fundador el poder detransformar el pan y el vino en el Cuerpoy la Sangre de Cristo, y dárnoslo comoalimento sobresustancial en la sagradacomunión, germen de vida eterna ygarantía de resurrección.

La Iglesia, mediante la Unción sagraday la oración de los sacerdotes, alivia a losenfermos, les enseña a convertir el dolor

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en fuente de santificación, en fecundotestimonio cristiano y, a veces, ensanación.

La Iglesia invoca (y nos conduce) aMaría , la Madre de Dios y Madre nuestra,como ‘Madre de misericordia’, ‘consuelode los afligidos’ y ‘salud de los enfermos’.

¡No hay mejor ‘enfermera’ que Ella!¡Cuántos milagros de curación y de

conversión (¡mucho más importante!) haobrado la Santísima Virgen a través delos siglos, con el poder recibido de sudivino Hijo!

Dígase otro tanto de lasreliquias e intercesión de losinnumerables santos, que hadado la Iglesia, siempre y entodas partes.

De nuestro amadísimoPapa Benedicto XVI sonestas magníficas palabras:‘El ejemplo de Jesucristo,que «pasó haciendo el bieny curando a todos» (Hechos10, 38) es para la Iglesia lanorma suprema deconducta, en medio de lospueblos’ (24 de junio de 2005).

Si Dios tiene ‘entrañasde misericordia’ manifes-tadas en el Corazón de sudivino Hijo, la Santa Iglesia,nacida de su costado abiertoen la Cruz, es nuestra Madre bendita, quetiene también (por participación)‘entrañas de misericordia’ para con todoslos hijos que el Señor le ha dado.

¡Todos los que sufrís de soledad, deorfandad, o de cualquier otra enfermedad,venid a la Iglesia de Cristo con absolutaconfianza, volved como ‘hijos pródigos’,con renovada ilusión, a vuestra ‘Casa’, laCasa de la misericordia, la Casa construidasobre roca... ‘¡la Casa de Dios y Puertadel Cielo!’ (Génesis 28, 17)

¡No os fijéis en los católicos tibios oinfieles, sino en los fervientes y fieles!

La Santa Madre Iglesia está porencima de los hombres, y ‘el que estésin pecado, arroje la primera piedra’(Juan 8, 7).

La Iglesia es ‘la Casa de la alegría’.La alegría cristiana es el tesoro, de

valor infinito, escondido en el jardín de laIglesia, gusto anticipado de la Gloria, laPatria de los bienaventurados.

La alegría cristiana es el comienzo dela felicidad en este valle de lágrimas; esun don inefable y gratuito, que el Señorconcede a quienes le aman con todo el

corazón, por encima detodas las criaturas,dispuestos a perderlo todo,hasta la propia vida, antesde ofenderle.

¡Felices quienes, por ‘lasentrañas de misericordia denuestro Dios’, nacimos,vivimos y morimos en eldulce regazo de la SantaIglesia!

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Desde hace más decuatro siglos, la prácticaininterrumpida de loscélebres Ejercicios

ignacianos (recomendados por todos losSumos Pontífices) viene a ser algo asícomo un ‘gimnasio’ de rehabilitación yentrenamiento espiritual; unos días de‘terapia intensiva’; un control o‘chequeo’ general del alma; una ‘cirugíaestética’ que nos deja como nuevos,rejuvenecidos; una ‘experiencia’ inefable,que marca en nuestra vida un ‘antes’ yun ‘después’ de los Ejercicios.

Las legiones de ejercitantes que loshan practicado ‘con grande ánimo yliberalidad con su Creador y Señor’(Ejercicios Espirituales, nº 5) no pueden dejar

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de reconocer en carne propia, que sanIgnacio de Loyola es un ‘psicólogo’, un‘cardiólogo’ y un ‘cirujano’ insuperable.

He aquí una hermosa anécdota, entremil:

Al término de una numerosa tanda deEjercicios para mujeres, en nuestra ‘CasaMadre’, una querida señora(perteneciente a nuestra ‘Legión de CristoRey’) cuyo delicado estado de salud nomejoraba, a pesar de tantos tratamientosmédicos, me dice, con semblante risueñoy algo ‘misterioso’: ‘¿Sabe, Padre? Heconsultado a «un médico»... y ahora mesiento muy bien, incluso he dejado losremedios...’

‘¡Cuánto me alegro!’ -respondí-Y añade: ‘Ese médico es... judío’.Viendo mi cara de curiosidad y

expectación, me dice, sin poder ocultar lapaz y la alegría que desbordaba su alma:‘¡Es Jesús!’

¡Alabado sea!

¡Ah, si nuestros queridos hermanossacerdotes incluyeran los Ejerciciosignacianos (sin mutilarlos ni suavizarlos)en su acción pastoral, verían auténticos‘milagros’ y llevarían a cabo la profundareforma (individual, familiar, profesional,social y eclesial) que esta era neopaganaestá necesitando!

Los Ejercicios ignacianos son un‘alto’ en el camino, a fin de recargarenergías y, de esta manera, irpreparándonos, con tiempo, para el últimoy más importante ‘viaje’ de toda nuestravida, un viaje de ‘vacaciones’interminables, maravillosas, inima-ginables... más allá del sol y de las estrellas,en la celestial Jerusalén, donde ‘no habráya muerte, ni habrá llanto, ni gritos, nifatigas, porque el mundo viejo ha pasado’(Apocalipsis 21, 4).

R.P. JOSÉ LUIS TORRES-PARDO CR

La futura casa de retiros ‘María Reina’no se puede terminar sin su ayuda:

Con muchísimo esfuerzo hemos llegado hasta aquí. Ahora comienza lainstalación de agua y desagües. Pero todavía falta mucho.

Le rogamos su colaboración, puede hacerlo con materiales o con dinero.Para ello comuníquese anuestro Instituto: Talacasto 113(S2134DFC - Roldán - Pcia. deSanta Fe - Argentina).O llámenos al (0341) 496-1391.O escríbanos un correo electró-nico a casamadre@cristorey.org.

Cada persona queparticipe de un retiro espiritualen esta casa a través de losaños, le estará inmensamenteagradecida, y nosotros también.¡Jesús se lo pague!

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Ejercicios Espirituales predicados desde marzo a septiembre de 2005:Del 11al 13 de marzo en Junín, 9 ejercitantes (hombres).Del 17 al 20 de marzo en Roldán, 24 ejercitantes (legionarias).Del 18 al 20 de marzo en San Luis, 12 ejercitantes (matrimonios).Del 22 al 26 de marzo en Buenos Aires, 29 ejercitantes (hombres).Del 23 al 26 de marzo en Córdoba, 15 ejercitantes (hombres).Del 1º al 3 de abril en Carpintería, 7 ejercitantes (mujeres).Del 1º al 3 de abril en Bahía Blanca, 4 ejercitantes (jóv. mujeres).Del 8 al 10 de abril en Mar del Plata, 12 ejercitantes (mujeres).Del 8 al 10 de abril en Carpintería, 7 ejercitantes (hombres).Del 14 al 17 de abril en Buenos Aires, 34 ejercitantes (mujeres).Del 15 al 17 de abril en Mar del Plata, 7 ejercitantes (hombres).Del 15 al 17 de abril en Córdoba, 35 ejercitantes (matrimonios).Del 22 al 24 de abril en Comodoro Rivadavia, 13 ejerc. (jóv. muj.).Del 29/4 al 1º de mayo en Bahía Blanca, 12 ejercitantes (hombres).Del 29/4 al 1º de mayo en Roldán, 15 ejercitantes (hombres).Del 20 al 22 de mayo en San Luis, 20 ejercitantes (jóv. mujeres).Del 20 al 22 de mayo en Washington, 44 ejercitantes (mujeres).Del 27 al 29 de mayo en Washington, 33 ejercitantes (hombres).Del 17 al 20 de junio en Roldán, 24 ejercitantes (mujeres).Del 8 al 10 de julio en San Luis, 14 ejercitantes (mujeres).Del 14 al 17 de julio en Roldán, 5 ejercitantes (jóv. varones).Del 15 al 17 de julio en Buenos Aires, 33 ejercitantes (hombres).Del 12 al 15 de agosto en Córdoba, 22 ejercitantes (mujeres).Del 12 al 15 de agosto en Roldán, 14 ejercitantes (hombres).Del 12 al 15 de agosto en Bahía Blanca, 15 ejercitantes (mujeres).Del 19 al 21 de agosto en Buenos Aires, 61 ejercitantes (mujeres).Del 26 al 28 de agosto en Junín, 17 ejercitantes (mujeres).Del 2 al 4 de septiembre en Junín, 4 ejercitantes (hombres).Del 16 al 18 de septiembre en La Falda, 22 ejercitantes (hombres).Del 16 al 18 de septiembre en San Luis, 13 ejercitantes (hombres).

¡QUE DESCANSEN EN PAZ!El pasado de 13 julio entregó su alma al Señor, luego de una penosa y larga

enfermedad, la Sra. Norma Hodgson de Ponce, mamá del querido P. Pablo (de nuestraComunidad), y legionaria ejemplar. Su generosa entrega al Rey de reyes al serviciode la Iglesia, en nuestra Fundación, quedará siempre grabado en nuestra memoria y

en nuestro corazón, como en el de su esposo y demás familiares.También recordamos a la Sra. María Simili, fallecida el día 28 de agosto, quien sirvió

fielmente a la Obra durante muchos años. ¡Que el Señor la tenga en su gloria!

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OTROS MINISTERIOS

Además de los usuales retiros del primer domingo de cada mes en BuenosAires, y de los segundos domingos en Roldán, los Padres del Instituto predicaron lossiguientes «Retiros de Perseverancia»:

5 de marzo en Córdoba (Colegio «25 de mayo»).5 de marzo en San Luis (Iglesia Catedral).12 de marzo en Bahía Blanca (Casa religiosa de las «Siervas de Jesús»).12 de marzo en Mar del Plata (Parroquia «Nuestra Señora del Carmen»).13 de marzo en Quequén, Pcia. de Bs. As. (Hogar «Stella Maris»).13 de marzo en Coronel Pringles, Pcia. de Bs. As. (Pquia. «Santa Rosa»).13 de marzo en Capital Federal, para jóvenes (Colegio «Sagrada Familia»).9 de abril en Vedia, Pcia. de Bs. As. (Pquia. «Sagrado Corazón»).10 de abril en Junín (Hogar «San José»).24 de abril en Villa Constitución, Pcia. de Santa Fe (Pquia. «San Pablo»).6 de mayo en Córdoba (Colegio «25 de mayo»).29 de mayo en Villa Constitución, Pcia. de Santa Fe (Pquia. «San Pablo»).3 de junio en Santa Clara del Mar, Pcia. de Bs. As. (Pquia. «Santa Clara»).4 de junio en Mar del Plata (Parroquia «Nuestra Señora del Carmen»).5 de junio en Vedia, Pcia. de Bs. As. (Pquia. «Sagrado Corazón»).5 de junio en Roldán, Pcia. de Santa Fe (Casa «María Reina»), para jóv.5 de junio en Quequén, Pcia. de Bs. As. (Hogar «Stella Maris»).2 de julio en Bahía Blanca (Casa religiosa de las «Siervas de Jesús»).2 de julio en Córdoba (Colegio «25 de mayo»).3 de julio en Tornquist, Pcia. de Bs. As. (Pquia. «Santa Rosa»).9 de julio en Vedia, Pcia. de Bs. As. (Pquia. «Sagrado Corazón»).10 de julio en Junín (Hogar «San José»).10 de julio en Comodoro Rivadavia (Capilla «Ntra. Sra. de la esperanza»).17 de julio en Merlo, Pcia. de San Luis (Colegio «San Francisco»).24 de julio en Villa Constitución, Pcia. de Santa Fe (Pquia. «San Pablo»).6 de agosto en Mar del Plata (Parroquia «Nuestra Señora del Carmen»).7 de agosto en Quequén, Pcia. de Bs. As. (Hogar «Stella Maris»).3 de septiembre en Bahía Blanca (Casa religiosa de las «Siervas de Jesús»).3 de septiembre en San Luis (Iglesia Catedral).4 de septiembre en Justo Daract, Pcia. de San Luis (Pquia. «Jesús Obrero»).23 de septiembre en Santa Clara del Mar, Pcia. de Bs. As. (Pquia. «Santa Clara»).24 de septiembre en Mar del Plata (Capilla «Santiago apóstol»).25 de septiembre en Quequén, Pcia. de Bs. As. (Hogar «Stella Maris»).

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Apostolado del Instituto «Cristo Rey» en cada zona del país:

ROSARIOMUJERES

Del 7 al 10 de octubreDel 8 al 11 de diciembre (legionarias)

HOMBRESDel 15 al 18 de diciembreRetiros de perseverancia:* para todo público: Todos los 2dos.domingos de mes, de 9:30 a 13 hs.Casa de retiros «María Reina», Talacasto113 (altura ruta 9, km 324, 800) Roldán,provincia de Santa Fe.Informes e inscripción: Instituto «CristoRey», tel. (0341) 496-1391Mujeres: ; 432-7605; 455-3812Hombres: 421-6941; 461-8646E-mail: casamadre@cristorey.org

BUENOS AIRESMUJERES

Del 7 al 10 de octubre, en NGHOMBRES

Del 28 al 30 de octubre, en VSIDel 15 al 18 de diciembre, en VSICR: Casa «Ntra. Sra. de Guadalupe»,Luis Guillón, Pcia. de Buenos Aires.VSI: «Villa San Ignacio», San Miguel,Pcia. de Buenos Aires.Retiros de perseverancia (para todopúblico): Todos los 1os. domingos de mes,de 9:30 a 13 hs. Colegio «Ntra. Señorade la Misericordia», Cabildo 1333.Capital.Informes e inscripción: Casa «San

Ignacio», Pacheco 3117, CapitalFederal. Tel: (011) 4543-8339E-mail: icristorey@arnet.com.ar.Mujeres: 4774-7977; 4737-1645;4738-5892. Hombres: 4798-8592;473-5892

BAHÍA BLANCARetiro de perseverancia (para todopúblico): sábado 26 de noviembre, lugara confirmar, de 15 a 19 hs.Informes e inscripción: «Castillo deJavier», Araucano 3600, Villa HardingGreen (Bahía Blanca). Teléfono: (0291)486-0252;E-mail: castillo@cristorey.orgMujeres: (0291) 481-1952; 453-1797;453-2599. Hombres: 453-2599

CÓRDOBAMUJERES

Del 4 al 6 de noviembre, (jóvenes) en LFDel 2 al 4 de diciembre, en LF

HOMBRESDel 11 al 13 de noviembre, (jóvenes) en LFLF: «Gran Hotel Ideal», La Falda, Pcia.de Córdoba.Retiro de perseverancia (para todopúblico): sábado 17 de diciembre, en elColegio «25 de mayo», Gral. Paz 326,Ciudad de Córdoba, de 16:30 a 20 hs.Informes e inscripción: Mujeres:(0351) 427-0514; 425-6555. Hombres:(0351) 155-728673; (03543) 44-5062

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SAN LUISHOMBRES

Del 13 al 18 de diciembreMATRIMONIOS:

Del 14 al 16 de octubreCasa de retiros de «Villa de laQuebrada», Pcia. de San Luis.Retiro de perseverancia (para todopúblico): sábado 5 de noviembre, en laCapilla del Santísimo Sacramento de laIglesia Catedral de San Luis, de 16 a19:30 hs.Informes e inscripción: Mujeres:(02652) 43-7356; 42-7894. Hombres:45-9047.E-mail: jriossanluis@cristorey.org

JUNÍN (Pcia. de Buenos Aires)Retiros de perseverancia (para todopúblico): domingos 2 de octubre y 18 dediciembre, en el Hogar «San José»,Lavalle 988, Junín, de 15 a 19 hs.Informes e inscripción: Mujeres yHombres: (02362) 42-0543; 42-4215E-mail: legionariasjunin@cristorey.org

MERLO / CARPINTERIA(Pcia. de San Luis)

Retiro de perseverancia (para todopúblico): domingo 6 de noviembre, enel colegio «San Francisco», ciudad deMerlo, de 9 a 13 hs.Informes: (02656) 47-5637; 47-8207E-mail: monicasanluis@cristorey.org

NECOCHEAMUJERES

Del 25 al 27 de noviembreHOMBRES

Del 3 al 5 de diciembreRetiro de perseverancia (para todopúblico): sábado 11 de noviembre, en elHogar «Stella Maris», Quequén, de15 a 19:30 hs.Informes: (02262) 42-4898; 42-7199E-mail: susananecochea@cristorey.org

MAR DEL PLATARetiro de perseverancia (para todopúblico): domingo 12 de noviembre, enPquia. «Nuestra Señora del Carmen»,Bernardo de Yrigoyen 3751, de 9 a13 hs.Informes e inscripción: (0223) 451-6821E-mail: danielmardel@cristorey.org

SANTA CLARARetiro de perseverancia (para todopúblico): domingo 12 de noviembre, enPquia. «Santa Clara», de 16 a 20 hs.Informes: (0223) 460-2300

COMODORO RIVADAVIA(Pcia. de Chubut)

MUJERESDel 7 al 10 de octubre

HOMBRESDel 9 al 11 de diciembreEn Casa «Nazaret», El Tordillo.Informes: (0297) 4480331; 4843114E-mail: eduardocomodoro@cristorey.org

VEDIA (Pcia. de Buenos Aires)Retiros de perseverancia (para todopúblico): sábados 1º de octubre y 17 dediciembre, en la Parroquia «SagradoCorazón de Jesús», Av. Moreno 12, de16 a 20 hs.Informes: (02354) 42-2408; 42-0095;42-2348 E-mail: jovenesvedia@cristorey.org

ESTADOS UNIDOSMUJERES

Del 28 al 30 de octubreHOMBRES

Del 4 al 6 de noviembreEn casa de retiros ‘Juan Pablo II’,Miami. Informes: Miami E-mail: legionmiami@cristorey.orgWashington (301) 774-4140E-mail: raulmd@cristorey.org