BESUCONES EN CAMPAÑA El fenómeno del niño - unicef.org · El fenómeno del niño BESUCONES EN...

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A20 l Especial El Comercio domingo 24 de enero del 2016 Pese al escepticismo de los pequeños ciudadanos, los candidatos insisten en llenarlos de besos –y los padres en entregárselos–, coyuntura que el Unicef aprovecha con la iniciativa #UnBesoUnaPropuesta. El fenómeno del niño BESUCONES EN CAMPAÑA “Solo hay una excusa para que un político bese a un bebe: fun- ciona”, argumentaba la revista “Life” en julio de 1960. En su ca- za de votantes, el candidato solo cumple su tarea. Pero los políti- cos suelen figurar en la lista de profesionales que nos inspiran menos confianza. En campaña, algunos llegan a estrechar cien- tos de manos en una sola jorna- da. ¿Por qué un padre se esfor- zaría en introducir a su hijo al trajín de un mitin, para luego entregárselo a un extraño cu- bierto de gérmenes? Poco después de que naciera la tradición,enEstadosUnidosdelsi- glo XIX, el contrasentido llamó la atención de la activista feminista Elizabeth Cady Stanton, quien re- chazólasmanifestacionesde“polí- ticos oportunistas” que atentaban contra el derecho de los niños y las reglasbásicasdehigiene. “Esperamos que por cada beso o abrazo, los candidatos presenten medidas concretas y viables a favor de la niñez”. 1. BECHO. Keiko menciona 25 veces la palabra ‘niños’ en su “Plan Perú”. 2. SIN MENCIONES. Toledo no consignó la palabra ‘niñez’ en su plan. 3. MÁS VACUNAS. García ofrece fortalecer sistema de inmunizaciones. 4. SIN VIOLENCIA. Mendoza propone programa de protección de me- nores. 5. LA PROMESA. Acuña dice que ampliará el Qali Warma. 6. PAPAPA. PPK tiene un capítulo de su plan de gobierno dedicado a la niñez. Más allá de algunos fun- cionarios resistentes a la nue- va costumbre, el siglo XX trajo nuevos candidatos a todos los cargos posibles deseosos por cargar, arrullar y besuquear a bebes ajenos en busca del vo- to femenino, legalizado en Es- tados Unidos desde 1920. “Un hombre que besa niños no po- dría romper el corazón de sus electores”, declaró una mujer anónima al diario “The Na- tion” en 1920. Un ensayo foto- gráfico de “Life” en noviembre de 1960 aconsejaba: “Un buen político nunca debe permitir al bebe colocarse entre su rostro y la cámara”. Pero la aparente insensatez de los padres tiene una lógica. “Si un político carga a tu bebe, lo carga alguien poderoso e im- portante, haciendo al bebe im- portante por extensión, toca- do por la grandeza”, explicaba el psicoterapeuta Robi Ludwig a NBC en el 2012. La familia se convierte así en parte de una historia más grande, aunque el niño pueda intuir que se en- cuentra en una situación desa- gradable y reaccione con la na- turalidad del caso. NO MÁS LÁGRIMAS La motivación de un político al iniciar el besuqueo es mani- fiesta: proyectar simpatía e in- tegridad. Un tipo que se lleva bien con los niños debe ser una buena persona. Un factor más siniestro, por lo psicológico, es lo que la ciu- dadanía busca en ellos: la sa- biduría y protección de una fi- gura paterna. Ese mensaje es especialmente peligroso en democracias jóvenes, donde el paternalismo nunca está muy lejos de las reducciones a la li- bertad y a la autonomía. Que la manipulación en potencia se ejecute con pequeños indefen- sos es más que una anécdota de campaña. Por lo pronto, es la excusa que el Unicef y la Sociedad Na- cional de Radio y Televisión (SNRTV) han utilizado para lanzar #UnBesoUnaPropues- ta, proyecto que pretende co- brar a los políticos por cada apapacho. “Esperamos que por cada beso o abrazo, los candidatos presenten medi- das concretas y viables que fo- menten el desarrollo de la ni- ñez y adolescencia peruana”, señala María Luisa Fornara, representante del Unicef en el Perú. La iniciativa pretende, ade- más, movilizar la atención del electorado de las fotografías de campaña al compromiso verdadero de incorporar la niñez a la agenda. Más que un retrato con el político del mo- mento, ese podría ser el mejor recuerdo. El primer registro del uso político de bebes en campaña data de 1833, en la previa de las elecciones de Esta- dos Unidos. Una madre pobre le en- tregó al entonces candidato An- drew Jackson –el hombre del billete de 20 dólares– un pequeño de ros- tro sucio. “Es un hermoso ejemplar de la infancia estadounidense”, le dijo a la madre. Acto seguido, acercó al niño a la cara de su secretario de Guerra. “Bésalo”, le ordenó. Un mínimo de higiene EL PRECURSOR “Si un político carga a tu bebe, lo carga alguien poderoso e importante, haciendo al bebe importante por extensión, tocado por la grandeza”. 1 2 4 5 6 3 LILIANA MICHELENA MARÍA LUISA FORNARA Representante del Unicef en el Perú ROBI LUDWIG Psicoterapeuta estadounidense JUANPONCE ALONSO CHERO CONSUELO VARGAS ALESSANDRO CURRARINO MIGUEL BELLIDO DANTE PIAGGIO ELECCIONES GENERALES 2016

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A20 l Especial —El Comercio —domingo 24 de enero del 2016

Pese al escepticismo de los pequeños ciudadanos, los candidatos insisten en llenarlos de besos –y los padres en entregárselos–, coyuntura que el Unicef aprovecha con la iniciativa #UnBesoUnaPropuesta.

El fenómeno del niño BESUCONES EN CAMPAÑA

“Solo hay una excusa para que un político bese a un bebe: fun-ciona”, argumentaba la revista “Life” en julio de 1960. En su ca-za de votantes, el candidato solo cumple su tarea. Pero los políti-cos suelen figurar en la lista de profesionales que nos inspiran menos confianza. En campaña, algunos llegan a estrechar cien-tos de manos en una sola jorna-da. ¿Por qué un padre se esfor-zaría en introducir a su hijo al trajín de un mitin, para luego entregárselo a un extraño cu-bierto de gérmenes?

Poco después de que naciera la tradición, en Estados Unidos del si-glo XIX, el contrasentido llamó la atención de la activista feminista Elizabeth Cady Stanton, quien re-chazó las manifestaciones de “polí-ticos oportunistas” que atentaban contra el derecho de los niños y las reglas básicas de higiene.

“Esperamos que por cada beso o abrazo, los candidatos presenten medidas concretas y viables a favor de la niñez”.

1. BECHO. Keiko menciona 25 veces la palabra ‘niños’ en su “Plan Perú”. 2. SIN MENCIONES. Toledo no consignó la palabra ‘niñez’ en su plan. 3. MÁS VACUNAS. García ofrece fortalecer sistema de inmunizaciones. 4. SIN VIOLENCIA. Mendoza propone programa de protección de me-nores. 5. LA PROMESA. Acuña dice que ampliará el Qali Warma. 6. PAPAPA. PPK tiene un capítulo de su plan de gobierno dedicado a la niñez.

Más allá de algunos fun-cionarios resistentes a la nue-va costumbre, el siglo XX trajo nuevos candidatos a todos los cargos posibles deseosos por cargar, arrullar y besuquear a bebes ajenos en busca del vo-to femenino, legalizado en Es-tados Unidos desde 1920. “Un hombre que besa niños no po-dría romper el corazón de sus electores”, declaró una mujer anónima al diario “The Na-tion” en 1920. Un ensayo foto-gráfico de “Life” en noviembre de 1960 aconsejaba: “Un buen político nunca debe permitir al bebe colocarse entre su rostro y la cámara”.

Pero la aparente insensatez de los padres tiene una lógica. “Si un político carga a tu bebe, lo carga alguien poderoso e im-portante, haciendo al bebe im-portante por extensión, toca-do por la grandeza”, explicaba el psicoterapeuta Robi Ludwig

a NBC en el 2012. La familia se convierte así en parte de una historia más grande, aunque el niño pueda intuir que se en-cuentra en una situación desa-gradable y reaccione con la na-turalidad del caso.

NO MÁS LÁGRIMASLa motivación de un político al iniciar el besuqueo es mani-fiesta: proyectar simpatía e in-tegridad. Un tipo que se lleva bien con los niños debe ser una buena persona.

Un factor más siniestro, por lo psicológico, es lo que la ciu-dadanía busca en ellos: la sa-biduría y protección de una fi-gura paterna. Ese mensaje es especialmente peligroso en democracias jóvenes, donde el paternalismo nunca está muy lejos de las reducciones a la li-bertad y a la autonomía. Que la manipulación en potencia se ejecute con pequeños indefen-

sos es más que una anécdota de campaña.

Por lo pronto, es la excusa que el Unicef y la Sociedad Na-cional de Radio y Televisión (SNRTV) han utilizado para lanzar #UnBesoUnaPropues-ta, proyecto que pretende co-brar a los políticos por cada apapacho. “Esperamos que por cada beso o abrazo, los candidatos presenten medi-das concretas y viables que fo-menten el desarrollo de la ni-ñez y adolescencia peruana”, señala María Luisa Fornara, representante del Unicef en el Perú.

La iniciativa pretende, ade-más, movilizar la atención del electorado de las fotografías de campaña al compromiso verdadero de incorporar la niñez a la agenda. Más que un retrato con el político del mo-mento, ese podría ser el mejor recuerdo.

El primer registro del uso político de bebes en campaña data de 1833, en la previa de las elecciones de Esta-dos Unidos. Una madre pobre le en-tregó al entonces candidato An-drew Jackson –el hombre del billete de 20 dólares– un pequeño de ros-tro sucio. “Es un hermoso ejemplar de la infancia estadounidense”, le dijo a la madre. Acto seguido, acercó al niño a la cara de su secretario de Guerra. “Bésalo”, le ordenó.

Un mínimo de higiene

EL PRECURSOR

“Si un político carga a tu bebe, lo carga alguien poderoso e importante, haciendo al bebe importante por extensión, tocado por la grandeza”.

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liliana michelena

maRÍa lUiSa FORnaRaRepresentante del Unicef en el Perú

RObi lUdwigPsicoterapeuta estadounidense

jUAnPonCEAlonso ChEroConsUElo vArGAs

AlEssAndro CUrrArino

MiGUEl bEllido dAnTE PiAGGio

eleccionesgenerales2016