BIBLIOTECAS ESPECIALIZADAS

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Bibliotecas especializadas, desarrollo económico y ventaja competitiva Posted in Bibliotecas, Documentación, Gestión del conocimiento, Profesionales de la información y usuarios, Sociedad de la información By Samuel Castro Ponce On enero 15, 2014 En cierto sentido, cada biblioteca puede ser considerada como una biblioteca ‘especial’ en virtud de su adaptación a las necesidades y requerimientos particulares de sus usuarios. Jesse H. Shera (1952) Las personas buscan información por diferentes razones, y para ello, recurren a los servicios de información y documentación que más satisfagan sus necesidades de acuerdo a sus requerimientos. Los cuales pueden ser muy generales a demasiado específicos, como por ejemplo, para la toma de decisiones en una organización, para el diseño de nuevos proyectos y productos, o para apoyar el desarrollo de investigaciones en el área científica o industrial. Con base en lo anterior, los servicios bibliotecarios que ofrecen este tipo información específica y puntual, son los se encuentran en las bibliotecas especializadas o de investigación y en los centros de documentación e información, ya sea del sector público o privado. Características de las bibliotecas especializadas Las bibliotecas especializadas surgieron hace dos siglos por la necesidad creciente de información científica, técnica y estadística que se requería para apoyar el desarrollo de los negocios que empezaban a proliferar por aquel tiempo (Semertzaki, 2012). Este mismo fenómeno de demanda de información, será el mismo que hará posible el perfeccionamiento y diversificación de los servicios bibliotecarios especializados como hoy los conocemos. Por otra parte, la evolución del concepto de biblioteca especializada a lo largo de los años y su desarrollo como unidades de información, ha sido tratado por varios autores, entre los que destacan Shera (1952), Woods (1972), Christianson (1976), Dana (1991) y Williams (1997), aunque abarcan etapas distintas, ellos concuerdan que durante los primeros años del siglo XX es cuando se inicia el gran impulso a la bibliotecología especializada, y por ende, a las bibliotecas del mismo tipo. John Cotton Dana, fundador y primer presidente de la Special Libraries Association, originalmente señaló en el primer número de la revista Special Libraries, publicado hace poco más de un siglo, en 1910, que las bibliotecas especializadas estaban consideradas como las bibliotecas del hombre de negocios moderno, pues éste empezó a darse cuenta de la importancia y utilidad de contar con información de rápida localización y fácil acceso. La cual era proporcionada por personal experto en la materia, quien se encargaba de reunir el material relacionado con los temas afines a los intereses de The Library of Congress (ca. 1910). Fuente: Flickr

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Bibliotecas especializadas, desarrollo económico y ventaja competitivaPosted in Bibliotecas, Documentación, Gestión del conocimiento, Profesionales de la información y usuarios, Sociedad de la información By Samuel Castro Ponce On enero 15, 2014

En cierto sentido, cada biblioteca puede ser considerada como una biblioteca ‘especial’ en

virtud de su adaptación a las necesidades y requerimientos particulares de sus usuarios.

Jesse H. Shera (1952)

Las personas buscan información por diferentes razones, y para ello, recurren a los

servicios de información y documentación que más satisfagan sus necesidades de acuerdo

a sus requerimientos. Los cuales pueden ser muy generales a demasiado específicos,

como por ejemplo, para la toma de decisiones en una organización, para el diseño de

nuevos proyectos y productos, o para apoyar el desarrollo de investigaciones en el área

científica o industrial. Con base en lo anterior, los servicios bibliotecarios que ofrecen este

tipo información específica y puntual, son los se encuentran en las bibliotecas

especializadas o de investigación y en los centros de documentación e información, ya sea

del sector público o privado.

Características de las bibliotecas especializadasLas bibliotecas especializadas surgieron hace dos siglos por la necesidad creciente de

información científica, técnica y estadística que se requería para apoyar el desarrollo de

los negocios que empezaban a proliferar por aquel tiempo (Semertzaki, 2012). Este mismo

fenómeno de demanda de información, será el mismo que hará posible el

perfeccionamiento y diversificación de los servicios bibliotecarios especializados como hoy

los conocemos. Por otra parte, la evolución del concepto de biblioteca especializada a lo

largo de los años y su desarrollo como unidades de información, ha sido tratado por varios

autores, entre los que destacan Shera (1952), Woods (1972), Christianson (1976), Dana

(1991) y Williams (1997), aunque abarcan etapas distintas, ellos concuerdan que durante

los primeros años del siglo XX es cuando se inicia el gran impulso a la bibliotecología

especializada, y por ende, a las bibliotecas del mismo tipo.

John Cotton Dana, fundador y primer presidente de la Special

Libraries Association, originalmente señaló en el primer

número de la revista Special Libraries, publicado hace poco

más de un siglo, en 1910, que las bibliotecas especializadas

estaban consideradas como las bibliotecas del hombre de

negocios moderno, pues éste empezó a darse cuenta de la

importancia y utilidad de contar con información de rápida

localización y fácil acceso. La cual era proporcionada por

personal experto en la materia, quien se encargaba de reunir

el material relacionado con los temas afines a los intereses de

The Library of Congress(ca. 1910). Fuente:

Flickr

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la empresa a la que pertenecía la biblioteca (Dana, 1991, pp. 53–54).

Hoy en día, el concepto de biblioteca especializada ha cambiado a lo largo de los años,

pero lo ha hecho porque su papel en la sociedad ha ido evolucionando, así como los

servicios y colecciones que ofrece. Esto se debe a su gran capacidad de adaptabilidad a

los cambios (Morales Campos, 1997, p. 118) y porque siempre han sido grandes

promotoras de la innovación y la adopción de nuevas tecnologías. Así por ejemplo,

podemos mencionar que la biblioteca especializada actualmente es considerada como un

centro de información que utiliza los últimos avances en tecnologías de la información y la

comunicación para recabar, revisar, organizar, analizar, evaluar, resumir y difundir

material de apoyo para los usuarios miembros de corporaciones, empresas privadas,

agencias gubernamentales, museos, universidades, hospitales, asociaciones y otras

organizaciones con necesidades de información especializadas (Bender, 2003 , p . 616).

Las bibliotecas especializadas también son conocidas como especiales, en el sentido literal

de la palabra en inglés “special“, la realidad es que se refiere al mismo tipo de unidades de

información. Según Caravia (1995, p. 12), el término especializada es como se conoce en

castellano, pues denota aquellas bibliotecas que adquieren materiales relacionados a una

disciplina determinada o temas afines entre sí. Coincide también que este tipo de

bibliotecas generalmente son parte de centros e instituciones de investigación u otras

organizaciones como empresas y asociaciones.

El bibliotecario especializadoUno de los elementos esenciales y característicos de las bibliotecas especializadas es su

personal altamente capacitado, generalmente un profesional de la información, pero

también habrá profesionistas de otras áreas afines a la temática de las colecciones. En

cualquier caso, su participación como bibliotecarios es de suma importancia, pues

mediante el uso de información especializada y la utilización de tecnologías, son capaces

de desarrollar, implementar y administrar los recursos y servicios de información que

apoyan las funciones y metas establecidas por la organización a la que sirve (Special

Libraries Association, 2003). Los bibliotecarios especializados de hoy utilizan las

tecnologías de la información, como muchos otros profesionistas de la información, pero

además las consideran como herramientas esenciales para recopilar, evaluar, analizar,

organizar, resumir y presentar la información solicitada, y no solicitada, por los usuarios de

sus instituciones u organizaciones.

Con relación a lo anterior, Wittwer (2001, p. 221) identifica ocho actividades que los

bibliotecarios especializados realizan, y que los diferencian de los demás:

1. Preparar informes de investigación en respuesta a las peticiones específicas de

información por parte del personal.

2. Espiar a la competencia.

3. Identificar las investigaciones llevadas a cabo en otras organizaciones para evitar la

duplicación innecesaria.

4. Verificar datos para informes y publicaciones internas y externas.

5. Crear bases de datos para las organizaciones que les permitan acceder a su información

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interna.

6. Efectuar búsqueda de patentes y marcas.

7. Evaluar y comparar software de información y bases de datos antes de la compra.

8. Formar personal para que utilicen de manera eficiente las bases datos en línea.

Bibliotecas especializadas y desarrollo económicoAlgunos autores como Woods (1972, p. 760), Carrión Rodríguez (1992, p. 59), Morales

Campos (1997, p. 118), García Pérez (1997, p. 136) y Fernández de Zamora (2003, p. 66)

concuerdan que las bibliotecas especializadas son las unidades de información que más se

han desarrollado en los últimos años. Situación que se evidencia en todas partes del

mundo, no solo en Estados Unidos o Europa, sino también en América Latina y el Caribe,

donde se ha visto un fuerte impulso a las bibliotecas especializadas a causa de los

avances científicos y tecnológicos, y por la creciente necesidad de apoyar el crecimiento

económico y el desarrollo social de los países (Vergueiro, p. 591). En menos de un siglo, la

concepción de la biblioteca especializada como parte de una organización o institución, se

amplió a ser considerada también como una pieza necesaria en el progreso económico de

una sociedad.

En este sentido, muy recientemente se ha identificado una

fuerte tendencia a considerar a las bibliotecas especializadas

como indispensables en el desarrollo económico y social de los

países. Por ejemplo, Semertzaki (2012) considera a las

bibliotecas especializadas como pilares del desarrollo

económico, ambiental y equitativo de los países y sus

organizaciones, pues estas entidades dependen del

conocimiento que aporta el capital intelectual. La autora

respalda la idea de transformar a la biblioteca especializada en

un centro de administración del conocimiento. Señala además,

que en nuestros días, este cambio es posible gracias a las

características y servicios que ofrecen las actuales bibliotecas,

entre los que destacan:

• Se apegan a la misión y objetivos de la organización matriz.

• Poseen una orientación temática en sus colecciones.

• Ofrecen servicios especializados a la medida para satisfacer las necesidades de

información del personal de la institución.

• Actúan como mediadores o puentes que conectan a los usuarios con la información y el

conocimiento.

• Generalmente emplean personal especializado titulado.

• Regularmente son bibliotecas pequeñas o medianas con respecto a sus colecciones.

• Son bibliotecas híbridas debido a la gran diversidad de materiales y formatos que poseen.

• Agregan valor a su organización a través del ahorro de tiempo y dinero en la búsqueda de

información para las investigaciones.

• En consecuencia, las competencias de los bibliotecarios son cada vez más exigentes.

Dentro de las bibliotecas especializadas, según Fernández de Zamora (2001, p. 40), uno

(2005). Fuente:Wikimedia Commons

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de los segmentos que más se ha desarrollado en cuanto a su organización, acervo, uso de

tecnologías de la información, y por su tendencia a modernizarse día con día, son las

bibliotecas del sector industrial o corporativo. Estas unidades de información, muchas

veces reciben el nombre de centros de información o de recursos, debido al tipo de

actividades que realizan los bibliotecarios, las cuales son erróneamente consideradas de

mayor selección y análisis de la información a diferencia de una biblioteca especializada

(Murray, 2013, p. 277). Sin embargo, para este caso, lo dejaremos como bibliotecas

especializadas, apoyándonos en la misma Murray, la cual señala que actualmente las

bibliotecas especializadas proporcionan un alto nivel de servicio personalizado y de

especialización temática.

El valor de las bibliotecas especializadasLa economía mundial no solo se basa en los insumos naturales, materiales o monetarios

con los que cuentan las sociedades contemporáneas y sus organizaciones, hoy en día

nuestro sistema económico necesita forzosamente de la información y el conocimiento

que aportan los recursos intelectuales disponibles en las unidades de información. Por lo

que en este momento, es válido declarar que el capital intelectual de las organizaciones

resulta tan importante como su capital financiero (Mocanu, Litan, Olaru & Munteanu, 2010,

p. 11). Es precisamente aquí donde las bibliotecas especializadas adquieren un papel

fundamental, pues como ya se señaló, éstas surgieron por la necesidad de apoyar a los

negocios, y por ende, a la investigación en las instituciones u organizaciones.

Evidentemente, las bibliotecas especializadas no contribuyen directamente con ingresos

económicos mesurables a las instituciones u organizaciones. En otras palabras, no

generan utilidades. Es más, para muchas autoridades representan un gasto, tanto que

muchas de ellas tienen que sobrevivir para no desaparecer, y los propios bibliotecarios

deben esforzarse para demostrarle a los ejecutivos la importancia de la biblioteca, hasta

en términos financieros (Murray, 2013, p. 276).

Continuando, es posible medir el valor económico de las bibliotecas en función de la

eficiencia de algún servicio, por ejemplo, evaluar los beneficios reales o potenciales

cuantificables en dinero a los usuarios, y esto se puede obtener de la siguiente manera:

1. Calculando los precios que se pagan por un servicio de biblioteca en el mercado libre.

2. Encontrando pruebas de que las bibliotecas afectan directamente a la economía de una

institución o comunidad.

3. Evaluando el valor que una empresa comercial o institución pone para contabilizar el uso

de la biblioteca mediante el cálculo del tiempo dedicado a dicho uso por parte de los

miembros de la empresa o institución (Poll, 2003, p. 7).

Lo anterior, es considerando el aspecto cuantitativo, pero también es posible hacerlo

contemplando el lado cualitativo, pues existe también la evidencia histórica de que sin

información, no hay progreso social ni desarrollo económico. Se puede afirmar, sin ningún

inconveniente, que la información ha sido pilar elemental para el progreso social e

individual de la humanidad. Por ejemplo, para el historiador Arnold Toynbee, citado por

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Ferrer (1998, p. 158), la información es una de las mayores representaciones estructurales

de la sostenibilidad de una sociedad, al grado de considerar que la mayor parte de las

civilizaciones que han desaparecido se debió a fallas de información.

Ahora bien, con relación a las bibliotecas, por ejemplo, García Pérez (1997, p. 145) señala

que la biblioteca especializada incide directamente en el progreso social y económico de

los países latinoamericanos, pues a través de ella, los usuarios de su comunidad obtienen

la información indispensable para sus investigaciones, pero además, una vez que éstos

han efectuado sus pesquisas, pueden publicar los resultados de sus estudios y difundir el

nuevo conocimiento entre la misma institución u organización.

Bibliotecas especializadas y ventaja competitivaEn los últimos años, debido a las tecnologías de la información, el Internet y la

globalización, la cantidad de información disponible en forma impresa y digital ha

aumentado considerablemente, ocasionando que las empresas y negocios ahora formen

parte de un ambiente altamente competitivo, ocasionando muchas veces que tengan que

luchar por su propia supervivencia en el mercado, y para remediarlo, las empresas tengan

que esforzarse para hacer uso de las mejores práctica en inteligencia competitiva y así

actuar de una manera más eficiente y rápida (Yap & Rashid, 2011, p. 175).

Otros de los aspectos que ha traído la situación descrita arriba, es que para estructurar

esa gran cantidad de información y crear nuevo conocimiento a partir de ella, los sistemas

bibliotecarios y de información se convierten en una necesidad para toda sociedad que

requiere ser competitiva. El componente más crítico para el éxito de toda organización

moderna es su capacidad para aprovechar toda la información disponible. Usar la

información como materia prima dentro de una organización puede aumentar la ventaja

competitiva en el mercado.

Por otro lado, Rubin (2004, p. 125) apunta que el valor de tener la información correcta en

el momento correcto, o simplemente la posibilidad de privar a otros de la información para

obtener una ventaja, ha llegado a ser tan fundamental, que actualmente es inevitable que

no solo los individuos, sino también las organizaciones y los gobiernos, ven en la

información un valor económico y político incuestionable.

Concluyendo, no podemos negar que tanto las organizaciones, así como las personas que

tienen las mejores posibilidades de acceso a la información, son las que están mejor

preparadas en comparación con aquellas que no las tienen. La ventaja económica que

proporciona la información es ya tan poderosa, que las bibliotecas especializadas dentro

del sector industrial están desempeñando un fuerte papel en el desarrollo no solo de sus

organizaciones o instituciones de investigación, sino también en el progreso económico de

los países.

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