Bicentenario de colombia

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BICENTENARIO DE COLOMBIA Utilizando las competencias que han desarrollado en las etapas anteriores, los estudiantes investigarán qué papel jugó su localidad (vereda, municipio, ciudad, departamento, región, etc.) durante el proceso de la Independencia y cómo se experimentó la construcción de la nación. Para hacerlo, los alumnos tendrán varios recursos y fuentes sobre la historia regional (tanto actuales como del pasado) que, gracias al trabajo previo de los estudiantes de Educación Superior, estarán a su disposición en el Portal Colombia Aprende. Así mismo, habrá apoyo del Ministerio de Cultura, a través del fortalecimiento de la red de bibliotecas, casas de cultura y programas de recuperación del patrimonio nacional, entre otros. Como explica Germán Mejía (ver sección La voz de los educadores), es imperativo que nos preguntemos por esas muchas "independencias" que hubo a lo largo y ancho del país y que necesariamente amplían la visión de "ese mítico origen que encuentra en las fechas del 20 de julio de 1810 y del 7 de agosto de 1819 sus hitos fundamentales". "Sólo de esta manera podremos construir una memoria histórica que visibilice las muchas realidades a menudo silenciadas por las historias oficiales y así honrar la Colombia pluriétnica y multirracial que somos", agrega Laura Barragán. Después de haber redactado estas historias locales, los estudiantes convertirán esos textos en lugares de la memoria. ¿Cómo? Haciendo uso de sus competencias comunicativas y expresiones artísticas, niños, niñas y jóvenes alrededor del país representarán las historias regionales a través de pinturas, bailes, multimedia, esculturas, videos, teatro o cualquier otro formato que deseen. Además de hacer esta representación de su memoria, la idea es que honren también la historia local de otro estudiante y la integran a su obra

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bicentenario de colombia , una puerta abierta a la historia de nuestro país.

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BICENTENARIO DE COLOMBIA

Utilizando las competencias que han desarrollado en las etapas anteriores, los estudiantes investigarán qué papel jugó su localidad (vereda, municipio, ciudad, departamento, región, etc.) durante el proceso de la Independencia y cómo se experimentó la construcción de la nación. Para hacerlo, los alumnos tendrán varios recursos y fuentes sobre la historia regional (tanto actuales como del pasado) que, gracias al trabajo previo de los estudiantes de Educación Superior, estarán a su disposición en el Portal Colombia Aprende. Así mismo, habrá apoyo del Ministerio de Cultura, a través del fortalecimiento de la red de bibliotecas, casas de cultura y programas de recuperación del patrimonio nacional, entre otros.

Como explica Germán Mejía (ver sección La voz de los educadores), es imperativo que nos preguntemos por esas muchas "independencias" que hubo a lo largo y ancho del país y que necesariamente amplían la visión de "ese mítico origen que encuentra en las fechas del 20 de julio de 1810 y del 7 de agosto de 1819 sus hitos fundamentales". "Sólo de esta manera podremos construir una memoria histórica que visibilice las muchas realidades a menudo silenciadas por las historias oficiales y así honrar la Colombia pluriétnica y multirracial que somos", agrega Laura Barragán.

Después de haber redactado estas historias locales, los estudiantes convertirán esos textos en lugares de la memoria. ¿Cómo? Haciendo uso de sus competencias comunicativas y expresiones artísticas, niños, niñas y jóvenes alrededor del país representarán las historias regionales a través de pinturas, bailes, multimedia, esculturas, videos, teatro o cualquier otro formato que deseen. Además de hacer esta representación de su memoria, la idea es que honren también la historia local de otro estudiante y la integran a su obra original.

Este vínculo entre el arte y las ciencias sociales no sólo es una manera de llevar el pensamiento histórico un paso más allá (véanse artículos de Liz Dawes y Verónica Boix y Daniel Castro) sino que ilustra el vínculo entre el estudio del pasado y las decisiones que se toman en el presente. No es gratuito que el proyecto culmine con este ejercicio pues los mismos estándares en ciencias establecen la importancia del desarrollo de compromisos personales y sociales que se deben asumir cuando se conocen y valoran críticamente los descubrimientos de las ciencias sociales. Por lo mismo, es una oportunidad para desarrollar competencias ciudadanas en los niños y niñas, abriendo espacios de diálogo que permitan realmente valorar las diferencias, comprender al otro y aprender de las historias de localidades y regiones distintas a las propias.

Reconstruir y resignificar"En una palabra, [la celebración del bicentenario] sería un buen momento para reconstruir y resignificar los sentidos de la historia, representar nuevos pasados, y no UNO monolítico, ni homogéneo ni lineal ni ascendente ni teleológico ni prestado a los procesos europeos ni regido por el consenso del grupo social dominante ni enfocado en el centro y en el estado

como principal sujeto ni periodizado por los hitos oficiales ni ausente de diferencias, divergencias o conflictos que se ocultan a las estadísticas, no narrado como gesta o como romance ni patrimonio de un grupo, de un género y de una región o de unas pocas locales. [...] Por lo contrario, debemos hacer del bicentenario un acicate para la búsqueda del relato que necesitamos: diverso, democrático, desde varios puntos de vista, desde varias experiencias de grupos, de localidades, con tiempos y ritmos distintos [...]" (Margarita Garrido, "¿Qué celebrar en el Bicentenario de 1810?" en Bicentenario ¿Qué celebrar?, Bogotá: Academia Colombiana de Historia, Comité Bicentenario José Manuel Restrepo, Cuadernos del Bicentenario, 2007, pp 26-27.