Biologia expociciòn
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EVOLUCIÓN DE LOS CETÁCEOS.
Las evidencias fósiles indican que los cetáceos se originaron hace más de 50 millones de años
durante el Eoceno. Muchas de las especies más primitivas se extinguieron sin llegar a nuestros días.
Ciertas características anatómicas de los cetáceos son excelentes muestras de la completa
adaptación de estos animales a la vida acuática.
El término "cetáceos" (del Griego ketos, ballena) se refiere al grupo de mamíferos marinos más
diverso. En la actualidad se reconocen dos grandes grupos de cetáceos: los Misticetos o cetáceos
con barbas (las verdaderas ballenas), y los Odontocetos o cetáceos con dientes (delfines, marsopas,
el cachalote). Se conocen 11 especies de ballenas barbadas, mientras que los odontocetos son más
numerosos, pues existen unas 76 especies.
Estas especies son los "Arqueocetos", que los paleontólogos nombraron con exóticos nombres como
Pakicetus, Basilosaurus y Ambulocetus.
Cetáceos dentados y barbados divergieron de un ancestro común arqueoceto hace unos 35 millones
de años. Los restos fosilizados de aquellas antiguas ballenas muestran que originalmente fueron
animales terrestres, que evolucionaron gradualmente hacia una existencia acuática.
Los mamíferos terrestres evolutivamente más emparentados con las ballenas son los actuales
ungulados, es decir, animales tan familiares para nosotros como los caballos, ciervos, cerdos e
hipopótamos. El detalle de las relaciones evolutivas entre estos grupos animales, así como también
dentro del mismo grupo de los cetáceos, es aún fuente de debate científico.
Ciertas características anatómicas de los cetáceos son excelentes muestras de la completa
adaptación de estos animales a la vida acuática. Por ejemplo, su cuerpo recibe aislación térmica
gracias a una gruesa capa de grasa debajo de la piel lisa y delicada que favorece la hidrodinámica,
careciendo del pelaje típico de los mamíferos para protegerse del frío.
Las extremidades posteriores han desaparecido por completo de la anatomía exterior de las especies
actuales, aunque hay vestigios de los huesos de la cintura pélvica embebidos en la musculatura
corporal y sin conexión con la columna vertebral. Esta reducción de las patas traseras y la cintura
fue un proceso evolutivo gradual.
Por ejemplo, Ambulocetus tenía patas traseras grandes, mientras que Basilosaurus tenía pequeñas
extremidades posteriores que servían quizás para desplazarse en aguas poco profundas o también
para facilitar la cópula.
El principal órgano de locomoción de los cetáceos es la aleta caudal, que carece de esqueleto,
manteniendo su forma rígida gracias a los densos tejidos fibrosos que la componen. Al contrario de
los peces, que mueven su cola lateralmente para avanzar en el agua, ballenas y delfines se desplazan
mediante movimientos verticales de su aleta caudal. El control de la dirección del desplazamiento
así como el mantenimiento de la estabilidad se logra gracias a la aleta dorsal (ausente en algunos
cetáceos como las ballenas francas) y mediante movimientos de las aletas pectorales.
Las aletas pectorales sí tienen estructura ósea conectada a la columna vertebral, y muestran una
característica evolutiva única entre los vertebrados. Los "dedos" (embebidos dentro de las aletas y
no visibles) exhiben "hiperfalangea", es decir, un número mayor de falanges (los huesitos de los
dedos) que el habitual, llegando a ser hasta 15 en el segundo dedo de la ballena piloto.
Estas y otras características anatómicas que evolucionaron paralelamente a atributos
comportamentales y fisiológicos únicos de los cetáceos, hacen que ballenas y delfines sean el grupo
de mamíferos mejor adaptado a la vida continua en el mar. Su conquista del océano como hábitat
permanente es un maravilloso ejemplo de la capacidad evolutiva que los seres vivos pueden revelar
cuando el tiempo no es un factor limitante para sus potenciales cambios adaptativos.
Los cetáceos son descendientes de ancestros que habitaron antiguamente en tierra. Su origen queda
claro cuando notamos que respiran aire de la superficie, los huesos de sus aletas pectorales
asemejan manos, y presentan un movimiento vertical de la columna vertebral al nadar
(característica más semejante al caminar de los mamíferos que al nadar de los peces).
La forma en como estos animales evolucionaron de la vida terrestre a una total dependencia del
agua fue un misterio por mucho tiempo, debido a las «lagunas» de registros fósiles. Sin embargo,
recientes descubrimientos han posibilitado ver la transición de los cetáceos a la vida acuática.
PRIMEROS ANCESTROS
Árbol evolutivo, incluye ungulados.
La teoría tradicional de la evolución de cetáceos es que las ballenas estaban relacionados con los
Mesonychia, un orden extinto de ungulados carnívoros, que parecían más bien lobos con pezuñas.
Estos animales poseían inusuales dientes triangulares, similares a los de las ballenas. Por esta razón,
los científicos han creído por mucho tiempo que las ballenas evolucionaron de una forma de
Mesonychia.
Sin embargo, desde comienzos de la década de 1990 el análisis de ADN indica que las ballenas
deben incluirse entre artiodáctilos. Lo más probable es que son un grupo Hippopotamidae,
profundamente emparentado a los artiodáctilos. El reciente descubrimiento de Pakicetus, la primera
proto-ballena, apoya los estudios de ADN. Los esqueletos de Pakicetus no derivan directamente de
Mesonychia, pues realmente los proto-ballenas fueron artiodactilos. Una implicación interesante es
que los primeros antepasados de todos los mamíferos con pezuña, fueron probablemente al menos
en parte carnívoros o carroñeros. Los cetáceos, debido a la fácil disponibilidad de animales de presa
y su necesidad de mayor contenido calórico para vivir como marinos endotermos, conservaron su
dieta carnívora, al igual que los Mesonychia.
PAKICETIDAE, ¿LOS PRIMEROS CETÁCEOS?
Reconstrucción de Pakicetus
Los Pakicetus fueron mamíferos terrestres con pezuñas, clasificados como cetáceos muy primitivos.
Vivieron en el Eoceno temprano, alrededor de 53 millones de años atrás. Recuerdan a un perro,
pero con pezuñas y un cola gruesa. Se les vincula con los cetáceos por sus oídos: la estructura de la
bulla auditiva se forma únicamente a partir del hueso ectotimpánico, lo cual es muy inusual y sólo
se asemeja a la de los cráneos de cetáceos; esta característica es definitoria de los cetáceos y no se
halla en ningún otro mamífero. Al principio se creyó que el oído de Pakicetus estaba adaptado a oír
bajo el agua, pero como se podría esperar de la anatomía del resto del esqueleto, los oídos estaban
especializados en oír en el aire y la adaptación a oír bajo el agua debió ser posterior.
Los dientes de Pakicetus también se asemejan a los dientes de ballenas fósiles; eran aserrados y
tenían forma triangular (recuerdan a los dientes de los tiburones).
Esta estructura de los oídos también fue descubierta en fósiles de Indohyus, animales hoy extintos
que vivieron hace de 48 millones de años en Cachemira. De tamaño similar a un mapache o gato
doméstico, estos herbívoros compartieron algunas características con los hipopótamos (como la baja
flotabilidad, que les permitía permanecer mucho tiempo bajo el agua). Esto hace suponer que tenían
métodos de defensa similares a los ciervos-ratón Tragulidae de África, que ante la presencia de un
ave de rapiña, se sumergen y esconden bajo el agua, hasta cuatro minutos.
AMBULOCETUS Y PROTOCETOS
Ambulocetus
El más notable descubrimientos de los últimos tiempos en cuanto a paleontología llevados a cabo en
Pakistán, ha sido Ambulocetus, animal que parecía una mezcla entre mamífero y cocodrilo. De unos
3 m de largo, estaba adaptado a la vida en agua tanto como en tierra firme. Es probable que nadara
con ondulaciones verticales de la columna, como las nutrias, focas y ballenas.
Los protocetos forman un variado y heterogéneo grupo de fósiles, descubiertos en Asia, Europa,
África y América del Norte. Hay muchos géneros, algunos de ellos bien estudiados (por ejemplo,
Rodhocetus). Aun conservaban miembros posteriores que les permitían desplazarse en tierra firme.
BASILOSAURUS Y DORUDON
Dorudon
El Basilosaurus (descubierto en 1840 e inicialmente confundido con un reptil, de ahí su nombre) y
el Dorudon vivieron alrededor de 38 millones de años atrás (en ellos ya son reconocibles los rasgos
de cetáceos, modernos) viviendo en su totalidad en el océano. El Basilosaurus era una criatura
monstruosa, hasta 18 m de largo; el Dorudon alrededor de 5 m de largo.
A pesar de que se parecen mucho a los cetáceos modernos, tanto los basilosáuridos como
dorudóntidos carecía del órgano del melón que permite a sus descendientes la ecolocalización.
Tenían pequeños cerebros, lo que sugiere que fueron animales solitarios y no poseían la compleja
estructura social moderna de algunos cetáceos. El Basilosaurus tenía dos pequeñas pero bien
formadas piernas traseras que probablemente fueron utilizados para el agarre durante el
apareamiento (un pequeño recordatorio de la vida de sus antepasados terrestres).
APARICIÓN DE LOS MISTICETOS
Los Mysticeti modernos son las ballenas con barbas, que se alimentan filtrando el agua, aunque
puede variar un poco el tipo de alimento (desde krill a arenques). Los primeros miembros de estos
grupos aparecieron durante el Mioceno medio. Estos cambios en su alimentación pudieron deberse
a cambios ambientales y físicos en los océanos. Un gran cambio en la escala de las corrientes
marinas y la temperatura podría haber iniciado la evolución de los modernos misticetos, dando
lugar a la desaparición de las formas arcaicas (como por ejemplo, los Basilosaurus).
En general se piensa que los cuatro representantes modernos de los mistocetos (Balaenidae,
Balaenopteridae, Eschrichtiidae y Neobalaenidae) evolucionaron a partir del Cetotherium, sin
embargo, esto es solo una especulación, pues estas cuatro familias modernas poseen características
desconocidas en cualquier Cetotherium.
APARICIÓN DE LOS ODONTOCETOS
Durante el Mioceno temprano, comenzó a desarrollarse la ecolocalización por parte de los cetáceos,
en su forma moderna. Florecieron diversas familias de delfines (Kentriodon y Hadrodelphis). Estos
pertenecieron a los Kentriodontidae, que fueron pequeños y medianos cetáceos con gran cantidad de
dientes, durante el Oligoceno tardío al Mioceno tardío.
EVOLUCIÓN DEL ESQUELETO
Hoy en día, los cetáceos presentan como órgano vestigial lo que en algún momento de su evolución
correspondía al coxal (hueso de la pelvis). Su función actual se reduce al anclaje de órganos
genitales.
En un comienzo, cetáceos como el Pakicetus tenían las aberturas nasales en el extremo del hocico,
más tarde en especies como el Rodhocetus, las aberturas habían iniciado la deriva hacia la parte
superior del cráneo. Esto se conoce como deriva nasal
CETACEOS DEL PERIODO EOCENO
El acontecimiento más importante en la evolución de mamíferos durante el Eoceno fue,
probablemente, la evolución de los cetáceos. Después de que sus antepasados abandonaran la vida
acuática 300 millones de años atrás, un grupo de mamíferos relacionado con los artiodáctilos
primitivos consiguió efectuar la transición de un medio terrestre a un medio acuático.
Se cree que surgieron de mamíferos terrestres con características de cetáceos como los Pakicetus.
Los primeros cetáceos completamente marinos aparecieron hace unos cuarenta y cinco millones de
años. De los primeros estaba el Basilosauridae.
Los cetáceos son mamíferos perfectamente adaptados a la vida acuática. Presentan morfología
claramente pisciforme, sin cuello visible y con vértebras cervicales cortas y a menudo soldadas. La
fuerza locomotora está confiada a la aleta caudal, extendida en el plano horizontal, fibrosa y sin
esqueleto. Faltan totalmente los miembros posteriores y la cintura pelviana y los miembros
anteriores tienen el brazo y antebrazo de longitud notablemente reducida; los dedos presentan
hiperfalangea y externamente se han transformado en aletas natatorias. No tienen pelo y presentan
una capa de grasa aislante debajo de la piel.
La vida marina ha modificado también la anatomía interna de estos animales, en especial por lo que
respecta al cráneo. Éste difiere del resto de los mamíferos por cambios en las relaciones
topográficas de sus elementos y en las proporciones de éstos. El cráneo resultante en los cetáceos
actuales es alto, ancho y corto; los huesos de la parte anterior han retrocedido deslizándose hacia
atrás, introduciéndose entre los elementos de posición originariamente posterior; a su vez los huesos
posteriores avanzan; además hay un alargamiento antero-posterior de los huesos de la región facial,
ya que los orificios nasales se han trasladado a la parte superior del cráneo para facilitar la
respiración dentro del agua. Estas modificaciones aparecen claramente en los cetáceos modernos
(ballenas y delfines), pero no en los cetáceos fósiles más antiguos (Arqueocetos) que tienen el
cráneo normal, así como los embriones de los cetáceos actuales que lo tienen muy parecido al de los
mamíferos terrestres. Este proceso se designa con el nombre de telescopage ya que los huesos
encajan unos dentro de otros. También la dentición se transforma en dos sentidos: se adopta una
homodontia, con un gran número de dientes muy parecidos o bien no hay dientes sino unas
formaciones de origen ectodérmico, llamadas barbas.
Por lo que respecta al resto de las características, y aparte de la uniformidad más o menos marcada
de la morfología interna, difieren tanto en peso como en tamaño, medidas y proporciones del
cuerpo, desde los dos metros de longitud de algunos delfines hasta los treinta metros y más de cien
toneladas de peso de algunas ballenas. La distribución geográfica es muy amplia y se encuentran
cetáceos en todos los mares.
Debemos destacar el mayor desarrollo de los cetáceos en tiempos pasados; hoy constituyen un
grupo relativamente pequeño, en regresión, en el cual predominan los odontocetos, siendo los
misticetos mucho más raros.
Los cetáceos comprenden tres subórdenes, cada uno de los cuales tiene numerosas familias y
géneros.
SO. Archaeoceti: enteramente fósiles. Caja craneana estrecha, alargada y baja, cráneo poco
especializado conservando los huesos su posición y relación normal; morro alargado, orificios
nasales bastante desplazados hacia atrás y dentición heterodonta, con un número normal de dientes.
Se localizan en el Eoceno-Mioceno; en el curso de este período se produce una marcada evolución y
modificación de diversas estructuras (dentición); este grupo puede considerarse intermedio entre los
mamíferos terrestres y los odontocetos (delfines) modernos, pero de ningún modo antecesores
directos de estos últimos.
SO. Odontoceti: rostro más o menos asimétrico; caja craneana telescopada por el desplazamiento
hacia atrás de los huesos anteriores, con cambios en la relación entre los diferentes huesos; los
orificios nasales están ya en la parte superior del cráneo. Las ramas mandibulares están muy
comprimidas y unidas por una larga sínfisis ósea. Pentadáctilos. Dientes presentes en estados
adultos y en general numerosos. Un sólo orificio nasal externo. Delfines, cachalote, etc.
SO. Mysticeti: caja craneana telescopada sobre todo por la parte posterior; los diversos elementos
conservan las relaciones normales, perdidas en los odeontocetos; rostro simétrico; dientes presentes
en gran número en el embrión y ausentes en el adulto, el cual tiene barbas córneas en el maxilar
superior. Dos orificios nasales externos. Sínfisis mandibular ligamentosa. Ballenas.
Por lo que respecta al origen y evolución de estos grupos, no hay más que hipótesis de varios
autores, y la falta de datos seguros es muy considerable. En primer lugar los restos de cetáceos
fósiles (esqueleto, en especial cráneo) encontrados hasta la fecha son insuficientes y en general mal
conservados; en segundo lugar los primeros restos de cada suborden muestran una tal diferenciación
que no se ve una relación clara ni entre ellos ni entre los más antiguos y los mamíferos terrestres.
Ateniéndose al origen los antepasados exactos se desconocen; de hecho, los primeros arqueocetos
están ya muy diferenciados y es difícil señalar el tronco original de donde salieron estos
extraordinarios animales. Se ha de prescindir de los caracteres resultantes de la especialización,
atniéndose sólo a los que son fundamentales; por tanto los cetáceos sólo podrían derivar de
carnívoros y ungulados, y con reservas porque al parecer los aspectos estudiados no tienen valor
filogenético. De todas formas, con los datos recogidos, algunos autores han buscado el origen de los
cetáceos en algún antepasado Euterio muy lejano, y probablemente anterior a la diferenciación de
los mamíferos en carnívoros, ungulados e insectívoros, de los cuales también sería el origen. Este
supuesto Euterio sería un creodonte-insectivoro de cuerpo alargado, cola comprimida y miembros
posteriores reducidos, que hasta ahora no ha sido encontrado en ningún yacimiento fósil.
Referente a la evolución del grupo, los Archaeoceti debieron aparecer antes del Eoceno medio de
Egipto, que es donde se encuentran los restos más antiguos conocidos. Varían muy poco a lo largo
del tiempo que pueblan los mares del planeta. Sólo la dentición se modifica, pasan de una
heterodontia muy marcada a una reducción del número de raíces molar4es, compresión transversal
de los dientes y paso a una sola cúspide.
Los Mysticeti y Odontoceti no derivarían directamente de los Archaeoceti, a pesar de que estos
últimos son bastante primitivos. El problema principal es explicar cómo el cráneo normal de un
mamífero terrestre puede pasar a una cosa tan diferenciada como es el cráneo de los cetáceos, y para
explicarlo faltan datos. Los Mysticeti más primitivos podrían derivar con seguridad de un cetáceo
don dientes, pero ningún Odontoceti puede ser su antecesor. Podríamos aceptar tres líneas bien
caracterizadas para una adaptación al mismo tipo de vida, pero claramente muy separadas desde
antiguo, no habiendo ninguna forma fósil conocida que pueda ser ascendiente directo de ninguna de
tales líneas, pero es admisible la hipótesis de un posible antepasado insectivoro-crodonte como
origen común de los tres grupos, el cual habría dado primero formas del tipo de los Protocetidae,
que más tarde habrían pasado a diferenciarse en los tres subórdenes: arqueocetos (todos fósiles),
misticetos (a partir de los Cetotheridae) y odontocetos (los primeros fueron los Squalodontidae).
Los Cetáceos se dividen a su vez en dos
SUBORDENES:
MISTICETOS, cetáceos con barbas.....Ballenas
ODONTOCETOS, cetáceos con dientes... Delfines, Cachalote, Calderones, etc.
A su vez los Cetáceos Odontocetos se dividen en las seis FAMILIAS siguientes: (Activar para
establecer hipervínculos)
1 Platanístidos:
Familia de delfines fluviales. Existen 5 especies. Presentan dientes en ambas mandíbulas y carecen
de aleta dorsal.
2 Zífidos:
Es la familia de Cetáceos menos conocida, pues normalmente se trata de especies de aguas
profundas. Se caracterizan por una reducción extrema del número de dientes, de tal manera que en
todas las especies menos tres, tan sólo quedan un par en la mandíbula inferior, que no acostumbran
a ser visibles en las hembras. Esta característica está de acuerdo con su alimentación a base de
cefalópodos.
3 Monodóntidos Naval:
Narval, miembro del grupo de las ballenas con dientes que vive en el Ártico, casi siempre cerca de
los bloques de hielo flotantes. Es un cetáceo de tamaño pequeño, con el cuerpo robusto, parecido a
la beluga por el abultamiento de la frente y por carecer de aleta dorsal. La piel desnuda del narval
está moteada de manchas negras sobre fondo claro, especialmente en la espalda. Un macho adulto
puede medir hasta 5,5 m de longitud y las hembras son algo más pequeñas. Los narvales sólo tienen
dos dientes, que son los incisivos de la mandíbula superior; el derecho está muy reducido y casi no
se ve, pero el izquierdo crece hasta formar una especie de cuerno recto, espiralado, que puede
alcanzar una longitud de 3 m. Esto hace que un macho adulto pueda medir cerca de los 8 m. Los
incisivos de la hembra son poco visibles.
Los narvales suelen vivir en grupos pequeños, con un número de individuos que oscila entre dos y
doce, pero se forman concentraciones más grandes cuando migran. Durante la migración, existe una
segregación según el sexo y la edad, y los grupos de machos sub adultos y de adultos se diferencian
muy bien porque todos los miembros de edad similar tienen una longitud de cuerno parecida. Los
narvales se alimentan en aguas profundas de calamares, pulpos, peces y crustáceos.
El sistema social y la reproducción de los narvales no son muy conocidos, aunque el dimorfismo
sexual sugiere que la función del cuerno está más bien relacionada con el apareamiento. Se han
visto machos entrechocando sus cuernos y algunos de ellos los presentaban incluso rotos; sin
embargo, no es lógico pensar que esta estrategia sea la más ventajosa para acceder a una hembra,
sobre todo si se tiene en cuenta el peligro potencial del cuerno del narval.
Los narvales suelen ser cazados por los inuit, además de por algún otro pueblo de la zona ártica. Se
aprovecha la piel, la carne, la grasa y, sobre todo, los cuernos (son de marfil). Éstos se utilizan
como adorno, para esculpir figuras y con menos frecuencia, como medicamento, pues se les
atribuyen ciertas propiedades medicinales. Aunque el narval no está considerado como una especie
en peligro de extinción, sus poblaciones pueden disminuir tanto por la caza como por la
sobreexplotación de las especies de las que este animal se alimenta.
4 Fisitéridos
Cachalote
5 Delfínidos
Delfín común
Delfín mular
Delfín listado
Otros delfines
Orca
Otras orcas
Calderón
6 Focénidos
Marsopa
TAMAÑO: En los siguientes esquemas se hace un estudio comparativo de los tamaños y pesos de los Cetáceos.
Proporción de tamaños de cetáceos comunes en el Estrecho de Gibaltrar
1.- Delfín común... 1,7 a 2,4 m... 70 a 110 Kg
2.- Delfín listado... 1,8 a 2,5 m... 90 a 150 Kg
3.- Delfín mular... 1,9 a 3,9 m..... 150 a 650 Kg
4.- Calderón común... 3,8 a 6 m..... 1,8 a 3,5 Tm
5.- Orca... 5,5 a 9,8 m... 2,6 a 9 Tm
6.- Cachalote... 11 a 18 m... 20 a 50 Tm
7.- Rorcual común... 18 a 22 m... 30 a 80 Tm
TAMAÑOS DE ALGUNOS CETÁCEOS COMPARADOS CON EL HOMBRE
EVOLUCIÓN DE LOS CETÁCEOS
1.- Balenidae
2.- Balaenopteridae
3.- Eschrichtiidae
4.- Phocoenidae
5.- Platanistidae
6.- Delphinidae
7.- Phiciidae
8.- Physeteridae
9.- Monodontidae
CETÁCEOS EN LA ACTUALIDAD
Mamíferos adaptados a la vida acuática. Cuerpo fusiforme, cuello corto e inmóvil con vértebras
cervicales anquilosadas. Extremidades anteriores pinniformes, con muchas falanges. No tienen
clavícula y el esternón está atrofiado. Las extremidades posteriores están atrofiadas, no son visibles
externamente, y solo subsisten restos de la pelvis y del fémur sin diferenciación de una región sacra.
La cola termina en una aleta cutánea horizontal, si existe aleta dorsal también es cutánea. La piel no
tiene pelos o son escasos y no presenta glándulas. Las mamas están en posición inguinal. Solo en el
feto se observan restos de uñas. La dentadura es uniforme, o bien se reduce durante el desarrollo y
desaparece antes de nacer siendo substituida funcionalmente por las ballenas. Los orificios nasales
están desplazados sobre la cabeza formando uno o dos espiráculos.
ORDEN: ODONTOCETOS
Provistos de dientes generalmente homodontos. Carecen de ballenas. Tienen un solo orificio nasal.
El cráneo es asimétrico.
Familia: Platanistidos
Son delfines fluviales. Existen 5 especies. Presentan dientes en ambas mandíbulas y carecen de
aleta dorsal.
Delfín del Amazonas (Inia Geoffrensis) (2,5 m)
Se extiende por las cuencas del Orinoco, del Amazonas y los ríos del norte de Bolivia. Fórmula
dentaria 25-34/25-34.
Delfín Fluvial Chino (Lipotes Vexillifer) (2,5 m)
Descubierto en 1914 en el lago Tungt'ing se encuentra a todo lo largo de la cuenca del Yangtzé.
Fórmula dentaria 34/34.
Delfín del Ganges (Platanista Gangeática) (2 m)
Se trata de un delfín prácticamente ciego, solo puede distinguir la luz, pero no imágenes, pero tiene
un sistema de ecolocación muy sensible. Presenta dos láminas oseas que son extensiones de los
maxilares que forman una especie de cresta y que funcionan como un sistema transmisor y receptor
de sonidos. Se encuentra en el río Ganges. Fórmula dentaria 30/30.
Delfín del Indo (Platanista Minor) (2 m)
(No tengo ninguna imagen) Este delfín no es ciego, pero también tiene el sistema de ecolocación
que presenta Platanista Gangeática. Se encuentra en el río Indo.
Delfín del Plata (Pontoporia Blainvillei) (1,5 m)
Solo ocasionalmente supera el 1,5 m de longitud. Se encuentra en los ríos Paraguay y Uruguay, y en
el río de la Plata, pero también a lo largo de las costas de Brasil, Uruguay y Argentina desde Sâo
Paulo a Península Valdés. Fórmula dentaria 50-60/50-60.
Familia: Zifidos
Es la familia de cetáceos menos conocida, pues normalmente se trata de especies de aguas
profundas. Se caracterizan por una reducción extrema del número de dientes, de tal manera que en
todas las especies menos tres, tan solo quedan un par en la mandíbula inferior, que no acostumbran
a ser visibles en las hembras. Esta característica está de acuerdo con su alimentación a base de
cefalópodos.
Zifio de Cuvier (Ziphius Cavirostris) (6 m)
Es la especie más conocida de la familia. De color gris oscuro, con la cabeza y la parte anterior del
dorso más claras. Su distribución es cosmopolita, pero evita los mares polares y prefiere las aguas
profundas. Fórmula dentaria 0/1.
Tasmacetus Shepherdi (6 m)
Es el zífido de características más peculiares, su hocico es más largo y estrecho que en las demás
especies. Su fórmula dentaria es 19-21/1+26-27. El conocimiento de esta especie es muy limitado.
Su color es grisáceo con el vientre blanco. Se han visto ejemplares en Nueva Zelanda, Chile y
Argentina.
Berardius Bairdii
(No tengo ninguna imagen) Se extiende por el Pacífico norte, a lo largo de Japón a Baja California.
El color dominante es gris azulado, con la zona ventral blanca. Presentan muchas marcas
semejantes a cicatrices. Fórmula dentaria 0/2,
Berardius Arnuxii
Circumpolar antártica. El color dominante es gris azulado, con la zona ventral blanca. Presentan
muchas marcas semejantes a cicatrices. Formula dentaria 0/2
Mesoplodon Europaeus (7 m)
Tiene un tono oscuro que puede llegar a ser casi negro, si bien el vientre es ligeramente más pálido,
pueden presentar una mancha blanca en la zona anal. Fórmula dentaria 0/1.
Mesoplodon Mirus (5 m)
De color casi negro que se aclara en los flancos y en el vientre. Las zonas de la garganta y anal
pueden ser casi blancas. Distribución cosmopolita en todo el Atlántico. Fórmula dentaria 0/1.
Mesoplodon Grayi (4 m)
Su coloración es casi negro en el dorso, aclarándose en los costados y vientre, con una serie de
manchas blancas que en ocasiones le dan un aspecto moteado. El típico par de dientes, de borde
serrado está separado de la punta de la mandíbula. La particularidad es la presencia, casi siempre,
de numerosos dientes vestigiales. Fórmula dentaria 0/1.
Mesoplodon Densirostris (5 m)
Es la especie más cosmopolita. Aunque la población más numerosa sería tropical. Se han registrado
pocos individuos. El color es gris ceniza con una zona ventral mucho más clara. El único par de
dientes está situado hacia la mitad de la mandíbula inferior, insertos sobre unas protuberancias más
exageradas en los machos que en las hembras, pero en ambos casos visibles exteriormente. Fórmula
dentaria 0/1.
Mesoplodon Bidens (4,5 m)
Su coloración es gris negruzco, salvo en el vientre que es mucho más clara. La mandíbula inferior
es más larga que la superior y en la zona central de esta se encuentra situado el único par de dientes.
Su fórmula dentaria es 0/1. Se encuentra en el atlántico norte.
Mesoplodon Layardii (7 m)
Su coloración es gris oscuro. El único par de dientes que posee crece desmesuradamente en el
macho. Su zona de distribución son las aguas templadas del hemisferio sur. Su fórmula dentaria es
0/1.
Hyperoodon Ampullatus (10 m)
Presenta un abultamiento en la frente semejante al de los calderones. Su fórmula dentaria es 0/1. Se
encuentra en el atlántico en las zonas frías y templado-frías del hemisferio norte.
Hyperoodon Planifrons (9 m)
En todos los mares del hemisferio sur. Presenta un abultamiento en la frente semejante al de los
calderones. Su formula dentaria es 0/1.
FAMILIA: FISITERIDOS
Esta familia se caracteriza por poseer la boca en posición ventral. En la mandíbula superior no
poseen dientes. En la inferior presentan dientes cónicos. Poseen un órgano denominado espermaceti
que regula la densidad del animal.
Cachalote (Physeter Macrocephalus) (9-19 m)
Poseen un cráneo muy grande, una frente cuadrada y una pequeña mandíbula inferior con dientes.
Fórmula dentaria 0/18-25. Forman harenes dirigidos por un macho. Las hembras son mucho más
pequeñas que los machos. Su coloración va desde el gris con manchas blancas hasta el blanco casi
puro. Es capaz de realizar grandes inmersiones, hasta más de 1000 metros de profundidad. Se
alimenta de calamares. Su peso está entre 30 y 50 toneladas.
Cachalote Pigmeo (Kogia Breviceps) (4 m)
Se encuentran en aguas cálidas. Su fórmula dentaria es 0/12-16. Su coloración es gris con el vientre
blanco.
Cachalote Enano (Kogia Simus) (3 m)
(No tengo ninguna imagen) Se distribuye en aguas cálidas. Su coloración es gris con el vientre
blanco y su fórmula dentaria es 0/7-13.
FAMILIA: MONODONTIDOS
Se trata de especies de hocico obtuso, sin aleta dorsal y con dientes multituberculados.
Narval (Monodon monoceros) (3-5 m)
Esta especie habita en el océano ártico. Presenta una cabeza globosa. Su fórmula dentaria es 2/0. En
el macho el diente del maxilar izquierdo se desarrolla hasta formar un "cuerno" en espiral que puede
llegar a alcanzar los 3 metros de longitud.
Beluga (Delphinapterus Leucas) (6 m)
También esta especie se distribuye por el océano ártico, pero en invierno puede realizar migraciones
algo más al sur. Su coloración es blanca y presenta una cabeza globosa. Su fórmula dentaria es 8-
11/8-11.
FAMILIA: DELFINIDOS
Existen 32 especies dentro de esta familia. Presentan dientes cónicos uniformes en ambas
mandíbulas. Se alimentan de peces por lo general.
Sousa Teuszii (2 m)
Habita en la costa atlántica africana. Presentan un "joroba" de tejido adiposo bajo la aleta dorsal. Su
formula dentaria es 26-38/26-38.
Delfín rosa de Hong Kong (Sousa Chinensis) (2 m)
Su zona de distribución es desde el cabo de Buena Esperanza hasta China y el norte de Australia.
Nace presentando la piel negra, pero con el tiempo va cambiando hasta adquirir la coloración rosada
de los adultos. Al igual que Sousa Teuszii presenta una joroba de tejido adiposo bajo la aleta dorsal
y su fórmula dentaria es 26-38/26-38.
Sotalia Fluviatilis (1,5 m)
Existen dos poblaciones diferenciadas, la marítima y otra que vive en la cuenca amazónica. Su
formula dentaria es 26-35/26-35. Por lo general son de un color grisáceo.
Delfín Común (Delphinus Delphis) (1,8-2,6 m)
Vive en las aguas costeras templadas y cálidas. Su fórmula dentaria es 40-50/40-50. En el
Mediterráneo ha disminuido mucho su número llegando casi a desaparecer.
Delfín Mular (Tursiops Truncatus) (2,6-4,1 m)
Vive en las aguas costeras templadas y cálidas. Su fórmula dentaria es 20-26/20-26. Vive en grupos
relativamente sedentarios realizando migraciones regulares. Es el delfín que se suele ver en los
acuarios.
Tursiops Tursio
No tengo datos de esta especie.
Delfín de Hocico Largo (Stenella Longirostris) (2 m)
Aguas tropicales de todos los océanos. Su fórmula dentaria es 46-65/46-65. La coloración es en
extremo variable.
Delfín de Yelmo (Stenella Clymene) (2 m)
Endémico de las aguas tropicales y subtropicales del Atlántico. Su fórmula dentaria es 43-58/43-58.
Delfín Listado (Stenella Coerulealba) (2,5 m)
Se encuentra en las aguas templadas, tropicales y frías. Habitual en el Mediterráneo. Su fórmula
dentaria es 36-45/36-45.
Delfín Moteado (Stenella Plagiodon) (2,5 m)
Aguas tropicales Atlánticas llegando a aguas templadas del hemisferio sur. El número de manchas
se incrementa con la edad. Su fórmula dentaria es 28-37/28-37.
Delfín Moteado (Stenella Attenuatta) (2,5 m)
Distribución cosmopolita. Muy similar a Stenella Plagiodon, pero presenta un antifaz. Las manchas
son más abundantes con el paso de los años. Su fórmula dentaria es 34-48/34-48.
Delfín de Commerson (Cephalorhynchus Commersonii) (1,5 m)
Se distribuye por el extremo sur del continente Americano (Patagonia, Tierra de Fuego), en algunas
islas oceánicas atlánticas (Malvinas, Georgia del Sur) e índicas (Kerguelen). Su fórmula dentaria es
29-32/29-32.
Delfín Negro (Cephalorhynchus Eutropia) (1,5 m)
Endémico de la mitad sur de las costas chilenas. Su coloración es negra, salvo tres grandes manchas
ventrales blancas. Su fórmula dentaria es 28-31/28-31.
Delfín de Hocico blanco (Lagenorhynchus Albirostris) (3 m)
Se distribuye en el Atlántico norte hasta el canal de la Mancha. Su coloración es muy compleja. Su
fórmula dentaria es 22-25/22-25.
Delfín de flancos blancos (Lagenorhynchus acutus) (2,7 m)
Se distribuye en todo el Atlántico norte y por el sur hasta el golfo de Vizcaya. Su fórmula dentaria
es 30-40/30-40.
Delfín de flancos blancos del pacífico (Lagenorhynchus Obliquidens) (2,5 m)
Es endémico de la zona norte del Pacífico. Su fórmula dentaria es 22-33/22-33.
Delfín Oscuro (Lagenorhynchus Obscurus) (2 m)
Especie costera circumpolar del hemisferio sur. Alcanza los extremos sur de América, África y
Australia. Su fórmula dentaria es 28-32/28-32.
Delfín Cruzado (Lagenorhynchus Cruciger) (2 m)
Se encuentra en la zona circumantártica, pudiendo alcanzar el extremo sur americano. Su fórmula
dentaria es 28/28.
Delfín Austral (Lagenorhynchus Australis) (2,5 m)
Se encuentra en el cono sur americano. Su fórmula dentaria es 30/30.
Delfín de Fraser (Lagenodelphis Hosei) (2,5 m)
Distribución intertropical. Fórmula dentaria 34-44/34-44.
Lissodelphis Borealis (3 m)
Se encuentra en el Pacífico norte. De coloración oscura tiene el vientre blanco. Fórmula dentaria
37-53/37-53.
Lissodelphis Peronii (2 m)
(No tengo ninguna imagen) Su distribución es circumpolar antártica, pero puede llegar a latitudes
tropicales a través de las corrientes frías.
Delfín de pico largo (Steno Bredanensis)
Especie cosmopolita de las zonas tropicales, subtropicales y aguas templadas. De color gris presenta
manchas blancas o rosadas. Tiene el vientre blanco. Su fórmula dentaria es 20-27/20-27.
Orca (Orcinus Orca) (3,8-10 m)
Su coloración es negra con manchas blancas. Es una especie cosmopolita que prefiere las aguas
profundas, aunque no duda en acercarse a la costa para cazar crías de foca. Los machos presentan
una aleta dorsal mucho mayor que la de las hembras. Su fórmula dentaria es 10-13/10-13. Existen
poblaciones sedentarias y poblaciones migratorias.
Orca Bastarda (Pseudorca crassidens) (3,7-6 m)
Su coloración es negra, con una mancha gris en el vientre. Su distribución es tropical, subtropical y
de aguas templadas. Su fórmula dentaria es 8-11/8-11.
Orca Pigmea (Feresa Attenuata)
Su distribución es tropical y subtropical. De color oscuro presenta los flancos más claros que la
zona dorsal. Tiene manchas de color blanco sucio entre los pectorales y a la altura del ano. Fórmula
dentaria 10-13/10-13.
Orca Enana (Peponocephala Electra)
De coloración gris oscuro, casi negro presenta las mismas manchas ventrales que Feresa Attenuata.
Su distribución es tropical y subtropical. Su fórmula dentaria es 16-25/16-25.
Calderón Común (Globicephala Melaena) (4,3-7,5 m)
Se encuentran en el océano atlántico desde los trópicos hasta los polos, pero con una franja central
en la que está ausente. Su coloración es negra, con una mancha blanca en el pecho. Su fórmula
dentaria es 9-12/9-12.
Calderón Tropical (Globicephala Macrorhynchus) (4,3-7,5 m)
Su zona de distribución se sitúa entre ambos trópicos, la zona donde no está presente el calderón
común. La coloración es muy similar a la del calderón común. Su fórmula dentaria es 6-10/6-10.
Calderón Gris (Grampus Griseus) (2,4 - 4 m)
Su coloración es gris, con marcas parecidas a cicatrices. Se encuentra en todos los océanos en las
zonas tropicales y templadas. Su fórmula dentaria es 0/3-7.
Calderón de Irrawaddy (Orcaella Brevirostris)
Lo podemos encontrar en el Irrawaddy, el Ganges, el Brahmaputra y el Mekong, además de en las
aguas costeras del Golfo de Bengala, Malasia, Indochina, Indonesia y norte de Australia. Su
fórmula dentaria es 12-19/12-19.
FAMILIA: PHOCENIDOS
Se caracterizan por la ausencia de pico. Se conocen 6 especies de phocenidos distribuidas por todos
los mares del mundo. Todas son de pequeño tamaño. Tienen los dientes planos, en forma de pala y
con la corona polilobulada.
Marsopa (Phocaena Phocaena) (1,4-1,8 m)
Su distribución original eran las aguas costeras de todo el hemisferio norte, pero actualmente ha
disminuido mucho se supone que debido a la contaminación, a la cual es muy sensible. En la zona
dorsal es de color gris negruzco, mientras que la zona ventral es blanca. Su fórmula dentaria es 23-
28/23-28.
Marsopa Espinosa (Phocaena Spinipinnis) (1,4-1,8 m)
Se encuentra en las costas del cono sur americano. Su coloración es gris casi negra. Su fórmula
dentaria es 23-28/23-28.
Marsopa de Anteojos (Phocaena Dioptrica) (1,4-1,8 m)
Se encuentra en la costa atlántica del cono sur americano. La zona dorsal es de color negro,
mientras que la zona ventral es blanca, presentando un antifaz negro. Su fórmula dentaria es 17-
23/16-20.
Cochito (Phocaena Sinus) (1,5 m)
Solo se encuentra en el golfo de California. Su coloración es gris en la zona dorsal y blanca en la
ventral. Su fórmula dentaria es 20-21/18.
Marsopa sin aleta (Neophocaena Phocaenoides) (1,4-1,8 m)
Se trata de una marsopa sin aleta. La podemos encontrar en las zonas costeras y los estuarios del
océano Índico y Pacífico, desde el golfo Pérsico hasta el Japón. También puede remontar los
grandes ríos de la zona. Su coloración es gris azulada y su fórmula dentaria es 14-21/14-21.
Marsopa de flancos blancos (Phocaenoides Dalli) (1,4-1,8 m)
Se encuentra en las zonas costeras del Pacífico norte (Japón y California). Su coloración es negra,
salvo la zona ventral y los lados que son de color blanco. Su fórmula dentaria es 19-28/19-28.
Misticetos: Carecen de dientes, pero están provistos de ballenas con las que recogen los pequeños
organismos plantónicos. Tienen dos espiráculos y cráneo generalmente asimétrico.
RAQUIANECTIDOS: COMPRENDE UNA SOLA ESPECIE, LA BALLENA GRIS.
Ballena Gris (Eschrichtius Robustus) (15 m)
Constituye por si sola una familia. No tiene aleta dorsal. La comisura bucal es recta y presenta dos
únicos surcos, cortos, en la garganta. Su distribución es circumpacífica, desde el mar de Behring a
Corea, por el oeste, y baja california por el este.
Presenta 160 barbas por lado de promedio de una longitud de 50 cm y de color gris oscuro con
flecos amarillos.
Balaenopteridae: Especies provistas de aleta dorsal, de rostro ancho y aplanado, con pliegues
longitudinales en el cuello. Dos morfotipos, los Rorcuales y la Jibarte.
Ballena Azul (Balaenoptera Musculus) (33,58 m)
Es el mayor de todos los animales que jamás han existido. La aleta dorsal es muy pequeña. Tiene
entre 250 y 400 barbas por lada de hasta 1 m de longitud y de color negro. Color del cuerpo gris
azulado. Es una especie cosmopolita. El mayor ejemplar documentado fue atrapado en 1909 y
medía 33,58 metros.
Yubarta (Megaptera Novaeangliae) (16 m)
Lo más característico de su morfología externa son los tubérculos cefálicos y unas aletas pectorales
desmesuradas (hasta una tercera parte de la longitud del animal). Entre 14 y 24 surcos ventrales y
300 a 400 barbas por cada henmimandíbula, y de 80 centímetros de largo. Color del cuerpo negro,
con manchas inferiores blancas. Especie cosmopolita.
Rorcual Tropical (Balaenoptera Edeni) (15 m)
Entre 40 y 65 pliegues ventrales que llegan hasta el ombligo. De 250 a 350 barbas de tonalidad
clara. El color del cuerpo es gris azulado.
Se concentra en zonas tropicales y subtropicales.
Rorcual Aliblanco (Balaenoptera Acutorostrata) (8-10,5 m)
Aleta dorsal de tamaño medio al comienzo del tercio posterior del cuerpo. Entre 50 y 60 círculos
ventrales que no llegan al ombligo. Unas 300 barbas por lado de 30 cm. de longitud y color blanco
amarillento. Su distribución es cosmopolita.
Rorcual Franco (Balaenoptera Physalus) (18,5-22 m)
La aleta dorsal es pequeña y falciforme. Tiene entre 70 y 110 surcos ventrales desde la punta de la
mandíbula hasta el ombligo. Las barbas son de una longitud de 80 cm. y hay unas 300 por lado,
blancas en el tercio anterior derecho y el resto gris azuladas. Su distribución es cosmopolita y su
coloración gris oscuro con el vientre blanco.
Rorcual Norteño (Balaenoptera Borealis) (12-18,5 m)
La aleta dorsal es grande y está al inicio del tercio final del cuerpo. Entre 40 y 50 surcos ventrales
muy cortos. De 200 a 400 barbas de 80 cm. de longitud y color negro.
Cosmopolita de de color gris y con una mancha blanca irregular de la región de los surcos al
vientre.
Balaenidae: Especies desprovistas de aleta dorsal y con la piel ventral lisa. Gran tamaño de la
cabeza en comparación con la longitud total y una comisura bucal extremadamente arqueada.
Ballena Pigmea (Caperea Marginata) (6 m)
Es el único balénido con aleta dorsal. Dos surcos en la garganta. Especie circumpolar antártica. 230
barbas por lado de una longitud de 70 cm, de color marfil.
Su coloración es gris azulada.
Ballena Vasca (Balaena Glacialis Glacialis) (15 m)
Entre 250 y 390 barbas por lado de hasta algo más de 2 metros. Distribución aguas frías y
templadas del hemisferio norte.
Ballena Franca (Balaena Glacialis Australis) (15 m)
Entre 250 y 350 barbas por lado de hasta algo más de 2 metros. Distribución aguas subantárticas,
desde el círculo polar al extremo sur de áfrica, américa y australia. Puede resistir veinte minutos
bajo el agua sin salir a respirar.
MORFOLOGÍA, ANATOMÍA Y BIOLOGÍA DE LOS CETÁCEOS
El Orden de los Cetáceos está formado por un conjunto de mamíferos admirablemente adaptados a
la vida marina, gracias a su morfología, anatomía y fisiología muy específicas alcanzadas a lo largo
de su camino evolutivo. Estas adaptaciones les confieren un aspecto más parecido al de los peces
que al resto de mamíferos "normales".
En la presente nota intentaremos poner de manifiesto únicamente estas peculiaridades, sin tratar de
los rasgos generales característicos de todos los mamíferos.
MORFOLOGÍA EXTERNA
El cuerpo de los cetáceos es "pisciforme", alargado y redondeado, con los miembros torácicos
convertidos en aletas y los pelvianos atrofiados total o parcialmente, según las especies. La parte
dorsal del cuerpo presenta una aleta y la región posterior acaba en una "cola" o aleta caudal
colocada en posición horizontal y no vertical como la de los peces.
La piel es lisa y carece casi por completo de pelos y glándulas tegumentarias (excepto, claro está, de
las mamarias).
La cabeza es alargada, con un largo y fino morro, que según las especies puede ser también corto y
redondeada. Carecen de pabellones auditivos y los orificios nasales se han desplazado hasta ocupar
una posición dorsal.
Las dimensiones de los cetáceos son muy variables. Oscilan entre los 1,50 m y 25 m. en los
Odontocetos y entre los 10 y 30 m. en Misticetos.
El peso es, lógicamente, muy variable. En los delfines oscila entre los 250 y 300 Kg. mientras que
las ballenas y cachalotes alcanzan pesos de 100 y 120 Tm.
RASGOS ANATÓMICOS MÁS TÍPICOS
TEGUMENTO
De las dos capas que forman la piel, la epidermis es muy fina y está compuesta de dos láminas bien
delimitadas: el stratum corneum, finísimo y el stratum germinativum, con células en constante
mitosis y pigmentadas. La dermis por el contrario es muy gruesa, formada por fibras conjuntivas
paralelas al eje longitudinal del cuerpo, con abundancia de capilares e histiocitos. Por debajo de la
dermis se desarrolla una capa de tejido adiposo que puede alcanzar hasta 25 o 30 cm de espesor en
Balaenoptera musculus.
Los pelos, formación típica de los mamíferos, se encuentran en los cetáceos, localizados en la
barbilla. Son pelos largos y sensitivos (tip vibrisa) y poco numerosos en los Misticetos. En los
Odontocetos, sólo se pueden observar pelos, muy pocos, en el extremo superior del morro de los
embriones.
ESQUELETO
Está formado según el plan general de los mamíferos, pero presenta numerosas modificaciones.
Como rasgo general destaca la escasa longitud y esponjosidad de los huesos.
El cráneo está muy modificado debido al "telescopage" de los huesos que lo constituyen. Este
fenómeno de imbricación ósea puede producirse ya sea por alargamiento hacia atrás de los
maxilares y premaxilares, que incluso pueden ponerse en contacto con el supraoccipital, (caso de
los Odontocetos), o bien por crecimiento hacia delante de los huesos posteriores, occipital y
supraoccipital, que se alargan hasta llegar a nivel del interorbitario (Misticetos).
Tanto en un caso como en otro se consigue un cráneo de bóveda corta, alta y amplia, con reducción
de los temporales, parietales y etmoides y desaparición prácticamente total de las láminas cribosas
del hueso citado en último lugar.
Las mandíbulas no presentan nunca rama ascendente y son rectas y comprimidas. Pueden estar
soldadas una con la otra (Odontocetos), o bien solamente unidas por fibras de naturaleza conjuntiva
(Misticetos) (fig.1).
Columna vertebral. Presenta la configuración típica en los animales acuáticos, es decir, sin las
regiones y flexiones que encontramos en los mamíferos terrestres. Las vértebras son aplanadas, con
las apófisis también planas. Las de la región cervical pueden presentarse libres o bien soldadas en
una sola pieza (adaptación a la natación).
En la región toracolumbar, las vértebras no están articuladas directamente, sino que poseen piezas
intervertebrales, lo que permite una gran flexibilidad a la columna. No existe hueso sacro sino
vértebras sacras.
Los cetáceos poseen de 9 a 13 pares de costillas (4-6 verdaderas y 8-9 falsas), con un esternón muy
reducido.
Cintura y miembros. La cintura escapular no posee clavícula. La escápula es plan y muy amplia,
con acromion y apófisis coracoidea (en el caso de los Balénidos, ambos están muy
reducidos)(fig.2).
Los miembros anteriores aun y cuando estructurados según el plan general, presentan un aspecto
muy típico. Los huesos son cortos (húmero, cubito y radio) y carecen de crestas de inserción
muscular. Los carpianos y metacarpianos están incluidos dentro de la masa cartilaginosa. Los
dedos, en número variable (5, 4 o 3) presentan generalmente hiperfalangia. No existe articulación
carpiana, ni tampoco la hay entre el húmero y el cubito y el radio. Únicamente la articulación
húmero-cintura posee una gran movilidad. Todo el miembro está recubierto externamente por la
piel y musculatura, adoptando la forma de un típica aleta (fig.3).
La cintura pélvica se presenta extraordinariamente reducida y sin relación con la columna vertebral.
Los miembros posteriores se han atrofiado por completo y únicamente se encuentran vestigios de
los fémures en el grupo de los Misticetos.
APARATO DIGESTIVO
También presenta adaptaciones a la vida en el mar. Una de las más peculiares es la de la faringe (de
diámetro muy variable según los grupos) la cual está atravesada por la laringe. Esta posición
determina una independencia entre las vías respiratorias y digestivas de tal manera que los cetáceos
pueden deglutir aunque estén sumergidos, sin que el agua pase nunca a las vías respiratorias.
El estómago es pluriloculado. Por lo general encontramos un estómago anterior que carece de
glándulas digestivas (en realidad no es más que una dilatación del último tramo del esófago); un
estómago medio, más pequeño, con paredes plisadas y glándulas digestivas, y por último un
estómago pilórico, replegado en "U", que comunica con el intestino.
El intestino es largo y uniforme con una dilatación (ampolla del duodeno) próxima al estómago, en
la que desembocan el canal colédoco procedente del hígado y el pancreático (fig. 4).
En los Odontocetos no existe un colon diferenciado, mientras que en los Misticetos es muy clara la
diferencia entre el intestino delgado y el grueso.
APARATO RESPIRATORIO
Ya hemos dicho que los poros nasales o espiráculos (dos en los Misticetos y uno en los
Odontocetos) han pasado a una posición dorsal, de manera que los cetáceos pueden respirar sin
necesidad de sacar toda la cabeza del agua.
Las vías respiratorias pueden ser o tubos sencillos (dos en Misticetos) o tubos con cámaras y
cavidades bien diferenciadas y distribuidas a lo largo de su recorrido (Odontocetos). Estos
conductos se cierran durante la inmersión, gracias a dos o tres válvulas dispuestas desde el exterior
hasta la comunicación con la laringe.
Los pulmones no presentan ni un tamaño excesivamente grande, como sería de esperar, ni excesivas
modificaciones. Los alvéolos son muy grandes y existen esfínteres musculares que permiten
dividirlos en compartimentos independientes. Estos son los rasgos más destacables (fig. 11).
APARATO EXCRETOR Y EXCRECIÓN
Los riñones son muy grandes y de aspecto granuloso. Cada uno de estos "gránulos" es una pequeña
esfera con una constitución histológica y funcionamiento semejantes al de un pequeño riñón
individual, con su propio sistema de arteriolas y vénulas.
El mayor problema que se presenta a los cetáceos, sobre todo a los Misticetos, es la gran cantidad
de sal que engullen con los alimentos. Este problema ha sido solucionado, no excretando una orina
con alta concentración de sal, sino excretando una elevadísima cantidad de orina, pero menos
concentrada.
APARATO REPRODUCTOR Y REPRODUCCIÓN
En el macho los testículos son siempre internos, y están situados en la parte dorsal de la cavidad
abdominal. El epidídimo carece de "cabeza" y faltan también las vesículas seminales. El pene, en
reposo, queda escondido dentro de la cavidad abdominal. Únicamente sobresale al exterior en
estado de erección durante el acto sexual o después de la muerte (fig. 6).
Las hembras poseen dos ovarios lisos. El oviducto es fino y largo y el útero bicorne, con el cuerno
izquierdo más desarrollado que el derecho, debido a que es el único funcional en la mayoría de los
casos. La vagina es larga, cilíndrica y en ella desemboca directamente, en amplio agujero, el útero.
La cavidad vulvar es larga, amplia e interna.
El aparato mamario de los cetáceos está formado por dos mamas lobuladas colocadas a ambos lados
de los órganos genitales externos. Cada una de las mamas está recubierta por un músculo
compresor.
A pesar de que en los últimos años el conocimiento sobre la reproducción de los cetáceos ha
aumentado en gran medida, aún quedan bastantes rasgos por descifrar.
El acoplamiento tiene lugar siempre en el seno del agua. Los ciclos reproductores varían mucho de
un grupo a otro, pero podemos generalizar diciendo que oscila entre la primavera, verano y parte del
otoño, con épocas más o menos definidas par cada género.
El período de gestación varía entre 8 y 12-13 meses. Las hembras paren una sola cría. El recién
nacido sale de la vagina con la cola por delante (así disminuye el peligro de asfixia) y es la misma
madre quien corta el cordón umbilical. La placenta se expulsa más tarde.
El período de amamantamiento oscila entre 8 meses en los Delfinápteros, 10 meses en los
Megápteros y de 5 a 7 en los Balenópteros. El recién nacido mama debajo del agua, lo cual
determina que las mamadas sean cortas ya que el pequeño necesita respirar cada 30 segundos, más
o menos. El pequeño no puede succionar y es la misma madre quien, mediante la contracción de la
musculatura mamaria hace salir la leche que cae en la boda de su hijo.
La leche de los cetáceos es muy rica en materias grasas (50%), lo cual condiciona un crecimiento
realmente extraordinario de las crías (un recién nacido de B. musculus mide 7 m. al nacer y pesa
unos 2000 Kg; a los 7 meses mide 16 m. y a los 2 años, ya alcanzada la pubertad, mide 24 m. y pesa
79000 Kg.).
Este rápido crecimiento permite a los cetáceos, sobre todo a los Misticetos, que nacen en aguas
templadas, poder adquirir una considerable capa adiposa antes de emigrar hacia los mares fríos,
donde vivirán hasta el momento de la reproducción.
SISTEMA NERVIOSO
El encéfalo tiene un peso relativamente elevado. Morfológicamente es corto, ancho, redondeado y
los hemisferios cerebrales presentan numerosos pliegues. No existen (o son muy rudimentarios) los
lóbulos, nervios y córtex olfativos.
El cerebelo está muy desarrollado en relación con los hemisferios cerebrales.
En el encéfalo de los cetáceos hay una gran preponderancia de los centros acústicos, al mismo
tiempo que están poco desarrollados los centros visuales (fig. 5).
ORGANOS DE LOS SENTIDOS
Olfato. Hemos indicado anteriormente que los centros nerviosos olfativos estaban casi atrofiados,
esto nos induce a creer que los cetáceos son animales anósmicos.
Tacto. Las células táctiles se encuentran distribuidas por la piel y en la base de vibrisas que hemos
visto en los Misticetos (fig.7).
Visión. El ojo de los cetáceos es relativamente pequeño y aplanado. La esclerótica es muy gruesa.
La coroides está muy irrigada, al igual que la retina la cual posee abundantes bastones. El cristalino
es casi esferoidal. Los nervios ópticos están bien desarrollados y sus fibras presentan decusación
total (por lo menos en Delphinus). Los procesos ciliares y la musculatura están muy atrofiados, lo
que determina que los cetáceos no puedan realizar la acomodación visual (fig. 8).
Esta falta de acomodación, junto con el índice de refringencia del líquido de la cámara anterior del
ojo igual al del agua del mar, proporciona una buena adaptación de la visión bajo el agua, mientras
que fuera de ella los cetáceos son miopes (fig. 9).
Los párpados no poseen cartílagos ni pestañas, pero son móviles en la mayoría de especies, de
manera que los cetáceos duermen con los ojos cerrados.
Oído. El órgano auditivo de los cetáceos presenta variaciones morfológicas muy interesantes. El
pabellón auditivo ha desaparecido y los conductos auditivos externos muy finos, se abren al exterior
a través de un pequeño orificio. Este conducto o bien está tapado por una formación cérea
(Odontocetos) o bien está interrumpido (Misticetos). La parte media presenta un grueso tímpano,
cónico; la cadena de huesecillos está soldada y la ventana redonda se encuentra obliterada. La
cápsula óptica está situada fuera del endocráneo y el conjunto petrotimpánico se relaciona con el
cráneo por medio de unos haces de fibras. En la cavidad auditiva se encuentra el caracol y los
canales semicirculares perfectamente desarrollados.
Toda esta disposición anatómica plantea una serie de problemas de tipo funcional, al menos a la
hora de interpretar de qué manera reciben los sonidos los cetáceos. No hay duda alguna de que la
audición está bien desarrollada y que los animales en cuestión poseen un oído excelente, así como
la propia capacidad de emitir sonidos, gritos e incluso comunicarse entre ellos mediante un lenguaje
especial.
APARATO CIRCULATORIO
Es el típico de los mamíferos con el añadido de una "retia mirabilia" intercalada en el trayecto de las
arterias. La más importante es la "retia mirabilia torácica" situada en la parte ventral de la columna
vertebral e incluida, junto con la red venosa, dentro de una gran masa de tejido adiposo. Esta R.M.
llega hasta la médula espinal comunicándose con las arterias meníngeas espinales.
Un rasgo a destacar es la circulación cerebral, típica de los cetáceos. La carótida interna queda
obliterada en forma de "cul de sac", una vez atravesada la cavidad timpánica. La rama oftálmica
origina una R.M. que se comunica con la arteria meníngea. Al parecer esta disposición está
relacionada con la inmersión.
INMERSIÓN
Capítulo aparte merece la capacidad de resistencia debajo del agua de los cetáceos. Este hecho nos
coloca frente a una serie de problemas biológicos aún no del todo resueltos. ¿Cómo pueden resistir
30 y hasta 40 minutos sumergidos? ¿Como pueden resistir presiones tan elevadas como las que se
dan a 1000 m. o más, de profundidad? Explicaciones teóricas e ideas se han dado muchas. Pruebas,
hasta el momento, muchas menos.
Sabemos que los cetáceos poseen un número muy elevado de glóbulos rojos (de 7 a 11,5 mill/cc;
que incluso las células musculares poseen hemoglobina (miohemoglobina); que en inmersión hay
una caída del ritmo circulatorio (de 110 lat/mn, se pasa a 50 en Tursiops); que posiblemente y en
estas circunstancias de inmersión, la circulación sanguínea quede restringida solamente a la región
cefálica; que no poseen esternón y que los pulmones no pueden quedar colapsados debido a la
presión; que los centros nerviosos ventriculares son poco sensibles a la concentración de anhídrido
carbónico... todos estos fenómenos pueden ayudar a aumentar el tiempo de inmersión. Sin embargo,
todo ello no es suficiente como para permitir períodos tan largos de inmersión, sobre todo teniendo
en cuenta la gran masa muscular que presentan los cetáceos y la elevadísima cantidad de oxígeno
que necesitan gastar las células para un esfuerzo como el que representa sumergirse y volver a
ascender. Faltan aún muchos datos de tipo biológico y fisiológico para poder explicar de qué
manera los animales en cuestión pueden permanecer tanto tiempo sumergidos.
No se poseen tampoco demasiados datos de cómo reposan los cetáceos. Parece ser que duermen
flotando en el agua o bien a unos 30 cm de profundidad, saliendo de manera automática y mediante
un ligero golpe de cola, cada 30-40 segundos para respirar, sin despertarse en absoluto.
MIGRACIÓN Y VIDA SOCIAL
La repartición geográfica de los cetáceos depende de factores tales como la temperatura de las
aguas y de la cantidad de elementos nutritivos que haya en el mar. Esto determina unos cambios de
hábitat estacionales y regulares, cambios que se realizan mediante migraciones.
Con los datos obtenidos en los últimos años se han podido realizar importantes precisiones
biológicas en relación a las migraciones. Sabemos hoy que las Megapteras frecuentan el Antártico
en verano y regresan al N.W. de Australia y Madagascar en invierno. Que el rorcual azul
(Balaenoptera musculus) y el rorcual común (B. physalus) van desde las costas africanas, donde
viven en invierno, hasta el Antártico. Los Misticetos por lo general se reproducen en zonas de agua
templadas y después emigran hacia zonas de aguas más frías, etc.
Generalmente, por no decir siempre, los cetáceos llevan una vida gregaria. A pesar de todo, su
organización social ha sido muy poco estudiada. Al parecer dentro del grupo (de pocos individuos o
de algunos centenares) se establece una jerarquía, con un macho dominante (Mc Bride y Hebb,
1948, en Tursiops tursio en cautividad).
LOS CETÁCEOS Y EL CAMBIO CLIMÁTICO
Un informe de WWF World Wildlife Fund señala que el cambio climático es el factor de
destrucción de los hábitats polares de los cetáceos y un crustáceo que es su principal alimento, el
krill.
Los cetáceos sufren cada vez más el cambio climático, lo cual provoca alteración en las
temperaturas del mar, así como su aumento de nivel, debido al deshielo y al aumento de las
lluvias en la zona, comentó hoy wl WWF (Foro mundial para la naturaleza).
El calentamiento global se suma a la contaminación provocada por el hombre, especialmente la
química y acústica, que afecta de forma especial al equilibrio de estos cetáceos: ballenas, delfines
y marsopas principalmente.
Solo un dato para que nos hagamos a la idea del alcance de la destrucción provocada por el ser
humano a estas especies: la pesca industrial causa la muerte de 1000 cetáceos al día por el uso
indiscriminado y excesivo de redes de pesca.
El problema estriba que aunque los cetáceos tienen una gran capacidad de adaptación no parece
posible que puedan adaptarse a los cambios tan rápidos que se están produciendo. En el futuro
más próximo, parece ser que las primeras especies en verse amenazadas serán estas, ya que el
deshielo y el aumento de temperaturas en el mar hará imposible su supervivencia.
El WWF preveé que la situación empeorará cuando el deshielo ponga a descubierto zonas que
hasta ahora estaban cubiertas, exponiéndolas a actividades militares, de pesca y de explotación de
gases y petróleo.
Otra de las consecuencias es la disminución del hábitat de los delfines de rio por ejemplo, que se
ven imposibilitados a desplazarse a aguas más frías, y la acidificación de los océanos debido a la
gran concentración de CO2.
La recomendación de la WWF para mediados de este siglo es la reducción en un 50% de la
emisión de gases de efecto invernadero.
El último informe del IPCC señala que sería posible detener el calentamiento global del planeta si la
emisiones globales empezaran a disminuir notablemente antes del año 2015.
Existen muy pocos indicadores de la salud de nuestros océanos mejores que el estado de
conservación de las poblaciones de mamíferos marinos. Estos se encuentran distribuidos por todos
los mares y océanos del planeta, tienen ciclos de vida largos, se integran en grupos sociales
complejos y se sitúan en las posiciones mas altas de la red trófica marina, por lo que concentran los
contaminantes, están expuestos a organismos patógenos y permiten visualizar muchas de las
interacciones entre el medio marino y los organismos que lo habitan (López et al, 2003).
Los cetáceos son un orden de mamíferos marinos compuestos por delfines, ballenas, marsopas y
cachalotes que se reparten por las aguas de todo el planeta, desde el trópico hasta ambos polos. Son
alrededor de 80 las especies de cetáceos descritas en todo el mundo (DELPHIS, 2004). Están
completamente adaptados a la vida acuática, tienen las extremidades anteriores en forma de aletas,
las posteriores atrofiadas formando una aleta caudal y una aleta dorsal (Gómez, 1963).
Son de un tamaño mediano o muy grande, el cuerpo suele tener forma fusiforme; cabeza alargada, a
menudo puntiaguda, unida directamente al cuello (sin región de cuello); algunos con una aleta
dorsal carnosa, sin extremidades posteriores; cola larga terminada en dos anchos lóbulos carnosos
transversos y escotada en la línea media; cuando tienen dientes éstos son iguales, carecen de
esmalte; aberturas nasales en la parte superior de la cabeza; aberturas auditivas diminutas;
superficie del cuerpo lisa, sin pelos salvo unos pocos en el hocico; sin glándulas en la piel excepto
las mamarias y las conjuntivas; una gruesa capa de grasa debajo de la piel que suministra
aislamiento; estómago complicado; oceánicos, distribución por todo el mundo siempre en el agua, si
se les arrastra a tierra firme mueren por rotura de órganos internos; las ballenas pueden bucear hasta
unos 1200 m y pueden permanecer sumergidas durante muchos minutos sin respirar, al volver a la
superficie expulsan de los pulmones aire caliente y húmedo, que forma un surtidor cuando el aire
caliente se condensa con el aire mas frío del océano; se aparean y crían en el mar, las crías son
grandes al nacer y son amamantados (Storer et al, 1980).
Este es uno de los órdenes de mamíferos menos conocidos en Venezuela, los registros son escasos y
los estudios locales son generalmente incompletos y puntuales. Se han señalado para Venezuela 31
especies de cetáceos, lo que corresponde al 40 % de la diversidad de este grupo a nivel mundial, 20
especies ya han sido confirmadas en aguas territoriales venezolanas, lo cual es un porcentaje
relativamente elevado ya que la mayor parte de las costas de Venezuela están confinadas al mar
Caribe. Todas las especies han sido señaladas como amenazadas de extinción de acuerdo a
organismo internacionales (Romero et al, 1991; Romero y Agudo, 1993).
El orden Cetácea se divide en tres sub ordenes, el grupo extinto archaeoceti representados por
zenglodontos, distribuido entre el eoceno al oligoceno; el grupo odontoceti que incluye a todos los
que están provistos de dientes, de 2 a 40 dientes según la especie, una abertura nasal, tienen hábitos
carnívoros y depredadores, representados por delfines, cachalotes y orcas; y el sub orden mysticeti
que abarca a todos aquellos que en lugar de dientes presentan numerosas láminas córneas paralelas
denominadas barbas o ballenas en los lados de la mandíbula superior, las cuales utilizan para filtrar
las grandes masas de pequeños crustáceos o peces de los que se alimentan, presentan dos aberturas
nasales, estas son las grandes ballenas. (Gómez, 1963; Storer et al, 1980; Bolaños y Boher, 1996).
A lo largo de setenta millones de años de adaptación al medio marino, los cetáceos han desarrollado
los cambios necesarios para utilizar las ondas sonoras que encuentran en las aguas saladas un medio
idóneo para su propagación. Los estudios de bioacústica en cetáceos han mostrado aspectos tan
sorprendentes como las canciones de las yubartas, los silbidos de comunicación de las orcas, la
utilización de ondas de baja frecuencia por parte de delfines para orientarse y comunicarse a escala
transoceánica o incluso la utilización de ondas acústicas por parte de diversos odontocetos como
arma para atontar o matar presas.
Desafortunadamente, desde mediados del siglo XX, la proliferación de motores, hélices, sonares y
explosiones han convertido a los océanos en un medio ruidoso que dificulta la comunicación,
orientación y alimentación de los cetáceos (López et al, 2003).
Las ballenas se enfrentan en la actualidad a un conjunto aplastante de amenazas ambientales
producto de la acción humana. Existen cada vez un mayor número de pruebas que muestran como
perjudican a los cetáceos, principalmente las ballenas, el cambio climático, la disminución de la
capa de ozono, la contaminación química y acústica, las capturas accidentales, además de la escasez
de presas producto de la sobre pesca (Greenpeace, 2001).
Muchas de las especies de cetáceos están catalogadas por la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (UICN) como "vulnerables", "amenazadas" y "en peligro" (Romero
et al,1991). En el Libro Rojo de la Fauna Venezolana de 1999 se reportan 14 especies de cetáceos,
de las cuales 10 se clasifican como "Insuficientemente conocido", 2 de "Menor Riesgo – casi
amenazado" y 2 de tipo "Vulnerable" (Rodríguez y Rojas, 1999).
La contaminación acústica en el medio marino es producida en un rango de frecuencias y niveles, el
origen primario incluye barcos, sismos, sonares, explosiones y la actividad industrial (Gordon y
Moscrop, 1996; National Research Council 2003). Sin embargo, el tráfico de embarcaciones
pequeñas y grandes, producen los sonidos de baja frecuencia hechos por el hombre de mayor
alcance. Un tono de 6,8 Hz de un petrolero gigante puede ser detectado a una distancia entre 139 y
463 Km, con fuentes de niveles de 190 dB (Gordon y Moscrop, 1996).
A pesar de la agudeza del extraordinario sistema de ecolocación de los cetáceos, y tal vez incluso
por que depende de él casi por completo, periódicamente se encuentran varamientos individuales y
colectivos. Existen las incógnitas de cómo animales tan inteligentes, con dominios de navegación
ampliamente demostrados, de pronto pierdan el sentido de orientación y se desplacen hacia bancos
de arena donde no pueden liberarse.
Y mas desconcertante aun luego de rescatados y ayudados por personas, estos regresan hacia la
orilla. Existe una hipótesis de una forma de espejismo auditivo susceptible a desorientar a los
cetáceos (Jácome, 1990). De los 48 varamientos contabilizados y reportados en Venezuela entre
1841 y 1992, se determinó que en el 56 % estuvieron signados por intervención humana diversa
(Agudo, 1992).
BIOACUSTÍCA
Todos los odontocetos presentan grandes depósitos de grasa en la frente llamado melón, por delante
del cráneo y en la mandíbula inferior justamente debajo de una zona donde el hueso es muy fino y
llega hasta la zona del oído medio. Tales depósitos son únicos en el reino animal y notables por una
serie de razones.
En primer lugar son bastante grandes en relación al tamaño del animal, representan una inmensa
energía metabólica potencial, pero al parecer no se utilizan como tejidos de reserva. En segundo
lugar la composición química de esta grasa es notablemente diferente de la composición de las
grasas corrientes del cuerpo y de las que ingieren con la dieta normal. En tercer lugar la forma y la
posición de estos depósitos tiene tanta importancia que se han producido importantes
modificaciones en la forma y estructura del cráneo para hacerles sitio (Maldonado y Alcalá, 1996).
Los cetáceos emiten dos clases de sonidos, uno de alta frecuencia llamados chasquidos utilizados
para la ecolocación; y sonidos de baja frecuencia como silbidos, chillidos y ráfagas de graznidos los
cuales sirven en la comunicación entre ellos.
Para explorar su entorno los delfines emiten un chasquido o una serie de chasquidos cuya
frecuencia varía desde 2.000 ciclos a más de 10.000 ciclos por segundo. Siendo capaces de
orientarse, calcular distancias, tamaño, forma, estructura y densidad de los objetos. Las
informaciones proporcionadas por un eco son por lo menos de cuatro órdenes: sobre la dirección,
las variaciones de la frecuencia, la amplitud del sonido y el tiempo que trascurre desde el momento
de la emisión hasta el retorno del eco (Jácome, 1990; Maldonado y Alcalá, 1996).
El aire, inspirado a través del espiráculo (orificio respiratorio), que permanece cerrado durante la
inmersión, es conducido a través de un complicado sistema de "sondeo" compuesto por varias
solapas vibrátiles y cámaras de resonancia que producen los ultrasonidos. Estos se reflejan en la
superficie del cráneo, que actúa a modo de reflector parabólico, dirigiendo el sonido hacia el melón.
El melón actúa como una lente de sonido, de manera que dirige muy efectivamente los sonidos.
Los ecos de retorno son recogidos en la mandíbula inferior, donde hay un hueco a todo lo largo
relleno de grasa de composición semejante a la del melón, y son conducidos al oído interno. De ahí,
en forma de pulsos nerviosos son enviados al cerebro y analizados. La cantidad de tejido nervioso
que conecta el oído medio con el cerebro de los odontocetos es mas del doble que en el humano
(Maldonado y Alcalá, 1996).
Los odontocetos son los únicos cetáceos que han adquirido una verdadera capacidad de
ecolocalización, los misticetos utilizan sonidos de baja frecuencia para comunicarse y crean
"canciones" complejas, pero si tienen algún sentido acústico comparable al de los odontocetos ha de
ser, en el mejor de los casos, muy primitivo.
Existen datos referentes a ciertas especies de misticetos que emiten chasquidos de frecuencia
bastante concreta y se ha propuesto que podrían tener la función del sonar, detectar objetos y
determinar la profundidad, pero no ha sido comprobado (Maldonado y Alcalá, 1996).
Los estudios experimentales de la habilidad de escuchar han sido conducidos a unos pocos
odontocetos (Gordon et al, 1998; National Research Council, 2003). Además se asume que los
misticetos escuchan en el mismo rango de frecuencia de los sonidos que producen,
aproximadamente entre 5 a 10 Hz (Richardson et al, 1995).
Investigadores soviéticos consideran que una particularidad del lenguaje de los cetáceos es su
capacidad de combinar, con diverso grado de complejidad, algunos elementos indivisibles (algo por
el estilo de fonemas o sonidos del alfabeto del habla humana) en secuencias complicadas de sonidos
parecidos a palabras y frases. Los científicos señalan que existen determinadas regularidades en la
estructuración de estas señales "frases" de los cetáceos, el carácter jerárquico en la utilización de
algunos elementos del alfabeto, la estructura de bloque en la formación de señales complicadas, la
existencia como mínimo, de tres y no menos de cinco niveles de agrupación de señales idénticas,
entre otras características.
Los científicos consideran que este tipo de formación de señales de los delfines es propio de los
sistemas de comunicación del llamado tipo abierto (entre los cuales figura también el habla
humana), que sirven para transmitir una información complicada (Maldonado y Alcalá, 1996).
CONTAMINACIÓN ACÚSTICA
Las mortandades mas altas de cetáceos, exceptuando a las causadas por agentes infecciosos, son las
producidas por actividades humanas, la contaminación química procedente de vertidos industriales
o accidentes, el trafico marítimo conllevando contaminación acústica y atropellos, redes a la deriva
y otros objetos potencialmente peligrosos, destrucción del litoral y ecosistemas asociados, y las
actividades turísticas masivas como el turismo de avistamientos sin control ni regulación
(DELPHIS, 2004).
En las últimas cinco décadas, la investigación acústica ha enfocado un esfuerzo sustancial sobre el
estudio de los cetáceos, por lo que se dispone hoy de suficientes datos científicos sobre su sistema
sonar biológico (bio-sonar) y su dependencia de las señales acústicas como fuente de información y
sistema de comunicación en el medio marino.
El ruido submarino producido por actividades humanas aumenta cada día e incluye el tráfico
marítimo, la explotación y producción de gas y petróleo, el sonar industrial y militar, las fuentes
sonoras de experimentación industrial, los explosivos submarinos, etc. De hecho, no existe ningún
rincón del mundo que no esté afectado por la contaminación acústica.
Dentro del conjunto de los factores de riesgo que pesan sobre el hábitat marino, esta contaminación
constituye una de las mayores amenazas a corto plazo y escala mundial para el equilibrio de los
océanos. Dado que los cetáceos dependen del sonido en todos los aspectos de sus vidas, no cabe
duda de que son especialmente vulnerables a las fuentes de ruido artificial (López et al, 2003).
Los cetáceos son altamente dependientes de su aparato auditivo para su supervivencia. Muchas
especies utilizan sonidos para localizar presas, navegar y comunicarse, alcanzando distancias
considerables en el caso de numerosas especies de grandes ballenas. Los cetólogos están cada vez
mas preocupados por la contaminación acústica de los océanos derivada del intenso tráfico
marítimo, los muestreos sísmicos, la extracción del petróleo o los dispositivos de sonar, elementos
que pueden estar teniendo importantes impactos negativos en muchas especies (López et al, 2003).
Estudios referentes a las respuestas de los cetáceos a la contaminación acústica incluyen la evitación
a la fuente del ruido y la alteración del comportamiento (Gordon y Moscrop, 1996; Moore y Clarke,
2002; Williams et al, 2002). Algunos odontocetos ocasionalmente se acercan a embarcaciones y
nadan paralelas a ellas, y cetáceos habituados al trafico marino se aproximan a los barcos,
aparentemente para socializar (Lusseau, 2003; National Research Council, 2003). El efecto del
ruido en la fisiología y sicología de los mamíferos marinos es pobremente entendido (Richardson et
al, 1995).
A la luz de recientes mortalidades en aguas españolas, parece claro que fuentes de ruido, a
diferentes niveles de intensidad, pueden afectar de forma negativa a poblaciones de cetáceos. El
impacto de estas fuentes puede variar de forma significativa, desde causar molestias y
desplazamiento de poblaciones hasta lesiones de distinta gravedad en el sistema auditivo: de ligeras,
y posiblemente reversibles, a graves, produciendo sorderas permanentes e incluso la muerte
inmediata del animal (López et al, 2003).
La modernización y aumento del trafico marítimo, junto con practicas de exploración geológica,
prospecciones petrolíferas y el empleo militar de sonares activos en España vuelven particularmente
sensibles a las poblaciones de cetáceos existentes en aguas como las de Canarias, de donde se
disponen de datos más recientes, y probablemente las del estrecho de Gibraltar y Baleares.
Sin embargo, no se debe de descartar este impacto en otras áreas hasta la fecha no estudiadas
(López et al, 2003).
Las plataformas petroleras afectan en la distribución de las ballenas (Balaena mysticetus) a
distancias de mas de 50 km (Schick y Urban, 2000). Sin embargo no existen experimentos que
demuestren fehacientemente la relación de causa y efecto, niveles de 143 db en el rango de 20 a
1000 Hz fueron determinados a 1 km de una plataforma de petróleo de California, lo que indica que
un amplio rango de frecuencias son audibles a distancias significantes de esas plataformas. Los
taladros utilizados en la extracción de petróleo generan sonidos con fuertes tonos en bajas
frecuencias (< 20 Hz) (Gordon y Moscrop, 1996).
El conocimiento científico actual sobre el efecto del ruido en mamíferos marinos y su hábitat es
insuficiente para entender la relación entre frecuencias, intensidades y duración de las exposiciones
que pueden conllevar consecuencias negativas. Ante estas incertidumbres se considera que:
Es urgente investigar los efectos del ruido artificial sobre los mamíferos marinos bajo los
máximos estándares de credibilidad científica y pública evitando conflictos de interés.
Se deben desarrollar e implementar medidas mitigadoras no invasivas.
El uso de fuentes acústicas intensas debería limitarse en áreas de concentración de cetáceos
hasta conocerse sus efectos, a corto o largo plazo, en los mamíferos marinos.
El diseño de parámetros objetivos para asesorar la conservación de la biodiversidad marina
es necesario para establecer normativas nacionales y europeas sobre contaminación acústica
marina (López et al, 2003).
EFECTOS DEL TRÁFICO MARINO SOBRE LOS CETÁCEOS:
Una de las principales amenazas para los cetáceos está relacionada con el incremento exponencial
del tráfico marítimo en las últimas décadas (López et al, 2003). Los ruidos de baja frecuencia
producidos por grandes barcos y las altas frecuencias de pequeñas embarcaciones pueden tener
grandes efectos sobre pequeños cetáceos (Richarson et al, 1995; Gordon y Moscrop, 1996).
Hasta la aparición de los motores de vapor, el mar era un medio ideal para la utilización de sonidos
por parte de los cetáceos, tanto para comunicarse, orientarse y alimentarse. Pero además de la
contaminación acústica, las embarcaciones constituyen hoy también una nueva amenaza para
muchas especies de cetáceos.
En 1985 el barco de pasajeros Princesa Teguise que realizaba la línea las Palmas - Santa Cruz de
Tenerife, colisionaba con un cachalote ocasionando la muerte de éste así como la de un pasajero. A
pesar de este accidente, desde entonces las líneas de ferrys de alta velocidad han proliferado en
diferentes puntos de nuestra geografía, coincidiendo en algunos lugares con importantes áreas de
interés para la alimentación y migración de diversas especies de cetáceos (López et al, 2003).
El estudio de Zacharias y Gregr (2004), encontró que la vulnerabilidad de dos grupos de ballenas
sometidas a cuatro tipos de estrés acuático, trafico de transbordadores, tráfico de barcos
comerciales, tráfico de embarcaciones pequeñas y potencial producción de petróleo lejos de la
costa; fue relativamente similar, sin embargo las especies cercanas a la costa fueron mas sensibles a
actividades costera como la producción de hidrocarburos, tráfico de transbordadores y de pequeñas
embarcaciones.
Hace 30 años se crea una nueva industria, el avistaje de ballenas; se trata de una búsqueda
aparentemente inofensiva de cetáceos con fines turísticos. En la ausencia de códigos de conducta
esta industria ha traído nuevos peligros para las ballenas, mientras que el avistamiento desde tierra
es inofensivo, la gran cantidad de barcos moviéndose muy rápido y operando con mucho ruido
pueden interrumpir comportamientos tales como alimentación y reproducción además de causar
daños físicos (Piedra et al, 2003).
Tres de las regiones más importantes para los cetáceos en las costas españolas, las islas Canarias, la
zona costera de Galicia y el Mar de Alborán, son puntos claves para el tráfico marítimo
internacional. Más de un 20 % de este tráfico marítimo transita por estas aguas.
Además de estos buques mercantes hay que resaltar la proliferación de embarcaciones dedicadas al
turismo de avistamiento de cetáceos y otras como motos acuáticas o embarcaciones ligeras que
causan molestias por persecución reiterada a los animales. Actualmente existe únicamente en las
islas Canarias una legislación que evita el acercamiento inadecuado de estas embarcaciones a los
cetáceos, que puede no solo ocasionar un riesgo de colisión, sino también un estrés que puede llegar
a poner en peligro a esos animales (López et al, 2003).
EFECTOS DE LOS SISMOS SOBRE LOS CETÁCEOS
Las mediciones sísmicas son usualmente conducidas utilizando pistolas de aire que generan
principalmente sonidos de baja frecuencia como cortos pulsos en fracciones de segundo y repetidas
cada 5 a 10 segundos. Aunque se disponen normalmente apuntando hacia abajo, significante
cantidad de energía de sonido es proyectada de los lados.
Niveles de origen superiores 200 dB han sido medidos (Gordon y Moscrop, 1996). Estudios de
respuestas de mamíferos marinos a los sismos han documentado cambios de conducta a más de 10
km para ballenas azules (Mcdonald et al, 1995) y de 8 km para ballenas jorobadas (McCauley et al,
1998). Por esta razón muchos estudios sugieren un horario para las exploraciones sísmicas durante
periodos donde las potenciales especies afectadas se encuentren ausentes (LGL Consulting, 2000;
Environmental Australia, 2001; Moore y Clark, 2002).
EFECTOS DE LOS SONARES SOBRE LOS CETÁCEOS
La reciente coincidencia en espacio y tiempo de maniobras militares y varamientos masivos de
cetáceos, sobre todo de especies de hábito de inmersión profunda, ha producido alarmas sobre el
impacto que esta tecnología puede causar sobre los mamíferos marinos. Aunque los sistemas
sonares actuales no son los únicos o mayores causantes de problemas acústicos, si son un claro
exponente de lo dañino que puede ser el ruido antropogénico en su forma mas aguda y letal (López
et al, 2003).
Un sonar activo es básicamente un radar submarino que mediante la emisión de sonidos permite la
composición de una imagen y detección de objetos por la recepción del eco que se produce por
reflexión. Debido a las características físicas del sonido este viaja 4,5 veces mas rápido por agua
que por aire y las bajas frecuencias se propagan a mayor distancia (López et al, 2003; Guevara,
2004).
La armada española posee sonares de gran potencia y medio alcance utilizados cualquier objeto
hundido, especialmente submarinos. Estos sonares han sido implicados en varamientos masivos de
zifios, especies poco conocidas y de reducida tasa de varamiento. Los casos más recientes se han
dado en Bahamas en el 2000 y en las islas Canarias en el 2002, en los que estaban implicados estos
sistemas sónicos de detección submarina.
El uso extensivo de estos sistemas por los buques de la OTAN en aguas españolas y europeas
representan un claro factor de riesgo para las poblaciones de cetáceos. Aún mas cuando se
desconoce el efecto de la combinación de varios sonares como posible factor potenciador del
impacto negativo (López et al, 2003).
Considerando la capacidad directa o indirectamente letal de estos sistemas acústicos activos quizás
no se tiene en consideración los daños a largo plazo que pueden sufrir las poblaciones expuestas. El
riesgo sobre los mamíferos marinos que producen estos sonares hace perentorio el estudio y
seguimiento de estas actividades, establecer limites de seguridad y las medidas mitigadoras para
establecer su viabilidad y en su caso los parámetros sobre los que desarrollarlas (López et al, 2003).
EFECTOS DEL LFAS SOBRE LOS CETÁCEOS
El LFAS o SURTASS LFAS es el termino con el que se conoce a un sistema de sonar de gran
precisión cuyas siglas significan Surveillance Towed Array Sonar System (Sistema de Sonar de
Vigilancia por Medio de Barrido Reticular) Low Frequency Active Sonar (Sónar Activo de Baja
Frecuencia). Se basa en la utilización de ondas de sonido de alta intensidad (superior a 200 dB) y
baja frecuencia (entre 450 y 700 Hz) que pueden viajar mayores distancias bajo el agua y detectar
objetivos a cientos de kilómetros de distancia.
Se emiten decenas de ondas en periodos de pocos segundos (cerca de 250 en 4-5 segundos) que
golpean sobre los objetos y rebotan hasta un receptor que las interpreta, también pueden utilizarse
sonidos durante un minuto o mas a intervalos de 10 a 15 minutos. Este emisor se encuentra
suspendido desde el barco a unos 50 metros de profundidad (Guevara, 2004).
El LFAS ha sido recientemente implementado por la marina norteamericana, este sistema además
de emitir sonidos de alta intensidad a través de 18 elementos emisores, utiliza bajas frecuencias para
aumentar considerablemente su radio de acción. El potencial impacto sobre grandes cetáceos,
quienes utilizan frecuencias similares, es motivo de gran preocupación a la que se añade la de su
uso proyectado en todos los océanos (López et al, 2003).
El objetivo de este sistema de sonar en los navíos militares es el de poder localizar con total
precisión a los submarinos (tanto nucleares como diesel), incluidos los más silenciosos o incluso
submarinos parados. La OTAN, y especialmente la Armada estadounidense, tiene como objetivo
implantar este sistema en sus embarcaciones para poder cubrir el 75 % - 80 % de los océanos del
Planeta (Guevara, 2004).
El LFAS puede provocar efectos sobre los cetáceos hasta a 100 kilómetros de distancia. La
resonancia de estos sonares provoca la vibración de todas las cavidades del cuerpo, la tráquea,
mandíbulas, senos craneales y órganos internos, con mayores repercusiones sobre aquellos que
contienen aires. Pueden provocar hemorragias en los pulmones y los oídos incluso destruirlos
(Guevara, 2004).
En 1997, la MMPA, Comisión del Congreso Estadounidense sobre Mamíferos Marinos presentó un
informe en el que reconocía el impacto del LFAS sobre los cetáceos, indicando que esté podía
producir efectos como muerte por hemorragia en los pulmones y traumas en otros tejidos, pérdida
parcial o total de la audición dificultando la comunicación, estrés y otras alteraciones psicológicas,
haciendo a los individuos mas vulnerables a patologías como virus, bacterias y parásitos, cambios
en las rutas migratoria evitando las zonas habituales de alimentación y reproducción, además de
otras alteraciones del comportamiento; si estos efectos son de carácter severo o continuo se podrían
provocar fallos reproductivos y de supervivencia, disminuyendo las poblaciones y colocando en
peligro la perpetuación de la especie.
Entre 1996 - 1998 la armada estadounidense probó su LFAS sobre ballenas de Hawái, las
evidencias demostraron que los cetáceos modificaban sus migraciones y movimientos
desapareciendo de la zona y, en el caso de las yubartas, paraban sus cantos. En estos experimentos
con 140 decibelios era suficiente para provocar que las ballenas abandonaran la zona, aunque
algunos investigadores consideran que más de 120 dB ya es suficiente para ser perjudicial para la
salud de estos animales.
Según los propios estudios de la armada los LFAS pueden generas ondas de sonido de 140 dB
capaces de superar las 300 millas (Guevara, 2004).
Un estudio de impacto ambiental realizado por la armada estadounidense, generado por denuncias
de numerosos colectivos sociales que mostraban sus preocupaciones por las maniobras militares,
demostró que los zifios podían verse afectados por estas operaciones. En 2001, un año después de la
mortandad de Bahamas, oficiales de la Armada estadounidense anunciaron que, basándose en las
necropsias y otras evidencias de los animales varados, era "altamente probable" que fueran debidas
a trasmisiones de sonar de la armada (Guevara, 2004).
CONCLUSIONES
Los cetáceos presentan una serie de condiciones y actividades antropogénicas que afectan
seriamente la preservación de sus especies, la pesca de cetáceos y la contaminación química
en las aguas son temas ampliamente estudiados, pero no conocemos realmente el grado de
afectación de la contaminación acústica marina, la cual ha crecido de manera exponencial
en los últimos años.
Es necesario reglamentar el tráfico marino y las actividades de avistamiento, cuando las
embarcaciones naveguen en zonas frecuentadas por cetáceos.
Se deben estudiar y clasificar las principales zonas donde se concentran los cetáceos con el
fin de decretarlas zonas marinas protegidas y así controlar las actividades humanas.
Los procesos de extracción de petróleo producen alteraciones en los cetáceos, del estudio de
estos efectos se puede obtener nuevos equipos y recomendaciones para minimizar el estrés
causado.
Los sonares en general afectan los sistemas de comunicación y localización de los cetáceos,
pero se ha determinado que los nuevos y poderosos sonares de baja frecuencia y largo
alcance causan muertes masivas a los cetáceos, haciendo inminente su estudio y regulación
ya que este puede afectar además a otros organismos marinos, e incluso poner en peligro la
vida de buzos.
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