Biomasa Forestal en Andalucía. 2. Procesos de … · plantaciones forestales con fines...

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Biomasa Forestal en Andalucía. 2. Procesos de extracción y costes

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INTRODUCCIÓN

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Introducción

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Biomasa Forestal en Andalucía. 2. Procesos de extracción y costes

En términos generales, los actuales sistemas de producción y consumo necesitan grandes cantidades de energía para mantenerse. Pese a los procesos más eficientes y a las campañas de concienciación para el ahorro energético, el consumo continúa manifestando una tendencia general creciente. En el caso concreto de la Unión Europea, se ha puesto en marcha de manera específica una estrategia energética cuya finalidad es importante aumentar progresivamente el grado de autoabastecimiento energético y reducir el consumo de energías fósiles emisoras de gases de efecto invernadero, lo que implica un cambio de modelo energético, con la implantación progresiva de energías obtenidas a partir de fuentes renovables.

Para España, con una dependencia energética exterior aún mayor, resulta todavía más apremiante y estratégico avanzar en este campo, mediante la transición y transformación del modelo energético hacia uno nuevo en el que el papel de las energías renovables sean cada vez más relevante a medio y largo plazo.

Por otra parte, en el contexto de la lucha contra el cambio climático, el uso de las energías renovables constituye una parte fundamental del paquete de medidas necesarias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y para cumplir con el Protocolo de Kioto y otros compromisos internacionales. En su conjunto, cabe establecer que los beneficios de las energías renovables son elevados y estables mientras que los mayores costes de producción tienden a reducirse con el tiempo. Todo lo anterior se traduce en un marco regulatorio específico de apoyo a las energías renovables. Tras una primera etapa de lanzamiento de la tecnología, en la actualidad nos encontramos en la fase de consolidación y desarrollo de las energías renovables.

En lo que respecta a la biomasa como recurso energético, la Agencia Internacional de la Energía señala que aproximadamente el 10% de la energía primaria mundial procede de la biomasa, siendo en países pobres y en desarrollo la materia prima más utilizada para la producción de energía. Por otra parte, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático adelanta que antes de 2100 la cuota de participación de la biomasa en la producción mundial de energía estará entre el 25% y el 46%. Si hablamos de Europa, el 54% de la energía primaria de origen renovable procede de esta fuente, aunque sólo supone el 4% sobre el total energético. En general, en torno al 83% de la energía procedente de la biomasa se destina a usos térmicos y el 17% a la producción de electricidad. Es importante señalar que la biomasa es con gran diferencia la tecnología que genera más empleo directo en la explotación de las plantas.

Tabla 1. Empleos directos generados por energíaENERGÍA EMPLEOS DIRECTOS/MW

Biomasa 28,79

Solar-termoeléctrica 3,40

Hidroeléctrica 0,54

Fotovoltaica 2,59

Eólica 0,91Fuente. Deloitte y Comisión Nacional de la Energía. 2012

También es de destacar que la generación eléctrica con biomasa mejora la balanza comercial (reducción de importaciones de combustible y de la compra de derechos de emisión de CO2), y que es además la energía renovable que más contribuye a la estabilidad de la red, pues garantiza el suministro, y reduce las pérdidas de la red por transporte, ya que en la mayoría de los casos se ubica muy próxima a los centros de consumo: presenta por tanto un alto grado de lo que se conoce como ‘gestionabilidad’, que podríamos definir como la posibilidad de generar energía en el momento que se estime necesario, sin dependencia de factores externos como el viento o la insolación.

En España, bajo hipótesis conservadoras, el potencial de biomasa disponible se sitúa en torno a 89 millones de toneladas de biomasa primaria en verde a los que habría que añadir los 12 millones de toneladas de biomasa secundaria seca obtenida de residuos de industrias agroforestales (IDAE).

La biomasa con fines térmicos tiene un gran potencial de desarrollo en edificios e instalaciones industriales, desarrollo que al igual que el uso eléctrico, estará influenciado por el marco regulatorio específico de las energías renovables.

El uso energético de la biomasa forestal plantea una serie de barreras que dificultan su desarrollo y entre las que cabe destacar las siguientes: complejidad y dificultad para la evaluación de la cantidad de material y su introducción en el circuito comercial, competencia con mercados alternativos, dificultades para

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INTRODUCCIÓN

la mecanización del aprovechamiento de biomasa forestal y su movilización desde el monte a planta, limitaciones de derivadas del régimen de propiedad y de los modelos de planificación y gestión forestal, así como necesidad de una mayor capacitación profesional e insuficiente conocimiento por la sociedad.

El actual Plan de Energías Renovables (PER 2011-2020), para intentar superar estas barreras, plantea una serie de medidas económicas y legislativas que refuerzan e impulsan el uso energético de la biomasa forestal. Estas medidas van desde la elaboración de un programa nacional de desarrollo agro-energético, la implantación de la regulación y normalización de los combustibles de biomasa, el establecimiento de planes plurianuales de aprovechamientos forestales o agrícolas con uso energético, el fomento de las plantaciones forestales con fines energéticos y la mejora del marco económico para aprovechar tanto restos de operaciones forestales y cultivos agrícolas como la biomasa procedente de masas forestales a implantar o cultivos con fines energéticos. así como la implantación de una prima asociada al kilovatio hora térmicoproducido (Icaren).

En Andalucía el aprovechamiento energético de la biomasa suscita en la actualidad gran interés, retomando un aprovechamiento histórico de nuestros montes, pero en un contexto novedoso. Fruto de ello ha sido, por ejemplo, la publicación de la Orden de 29 de diciembre de 2011, por la que se regula el aprovechamiento de la biomasa forestal con destino energético, en la que se establece la necesidad de llevar a cabo este aprovechamiento bajo criterios de gestión forestal sostenible, lo que supone que los criterios tradicionales de gestión energética basados en lograr la mayor competitividad de costes y seguridad de suministro posible, deben hacerse compatibles con la protección del medio ambiente y, específicamente, con la persistencia de las formaciones forestales.

Siguiendo esta línea, el vigente Plan Andaluz de Sostenibilidad Energética (PASENER) se plantea entre sus objetivos para 2013 alcanzar 649 Ktep procedentes de biomasa de uso térmico, 256 MW por biomasa de generación eléctrica y 122 MW de biomasa en co-combustión. Esto supondrá la consolidación del sector energético a partir de la biomasa, para lo que resultará imprescindible incrementar la cuantía de generación de energía procedente de la biomasa forestal.

Andalucía cuenta con una extensión muy importante de pinares procedentes de repoblaciones efectuadas sobre todo entre en los años 50 y 70, con una distribución superficial que abarca un buen número de montes públicos. Estos pinares requieren de una gestión específica a través de actuaciones selvícolas que aseguren su sostenibilidad.

Estos tratamientos selvícolas (podas, clareos, cortas fitosanitarias y desbroces), generan biomasa que puede ser objeto de aprovechamiento para fin energético. También se genera biomasa en los aprovechamientos madereros, bien de las cortas finales o de las cortas intermedias, y en las actuaciones de restauración de zonas incendiadas. En este trabajo se exponen los resultados de experiencias demostrativas que se han llevado a cabo en montes de la comunidad autónoma de Andalucía para mejorar el conocimiento de los procedimientos de extracción de esta biomasa y sus costes asociados.

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