Blanca Nieves y Los 7 enanitos
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BLANCA NIEVES Y LOS 7 ENANITOS
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Tabla de contenido 1. Blanca nieve tuvo una niita
1.1. La reina tomo un espejo
1.1.1. Blanca nieves era bella como la luz
2. Mi habitacin se puso amarilla
2.1. La nia creca mas ante mis ojos
2.1.1. El cazador quiso atravesar el bosque
2.2. Un cerdito mato el cocinero
3. Grandes bosques asustaban a los animales
3.1. En la cabaita haba una mesita con un mantel blando
4. Siete enanos encendieron el cuarto
4.1. La casa por la maana permaneca sola
5. Blanca nieve viva disfrazada
5.1. A la noche blanca nieve volvi a su casa pasando los bosques
6. La nia compra el peine
6.1. Los enanos encontraron la casa blanca
6.2. La campesina toma la bella manzana
7. Los enanitos levantaron un atad.
7.1. El prncipe aun conservaba la boda.
7.2. La fiestas con sus hermosos trajes es la ms hermosa de esta regin
7.3. La boda blanca obligo a la bruja a bailar
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Haba unas ves una mujer que se dedicaba a la
costura sentada cerca de una ventana con marco de
bano negro.
Los copos de nieve caan del cielo como plumones.
Mirando nevar se pinch un dedo con su aguja y tres
gotas de sangre cayeron en la nieve.
Como el efecto que haca el rojo sobre la blanca
nieves blanca nieve era tan bello, la reina se dijo.
-Ojal tuviera una nia tan blanca como la nieve, tan
roja como la sangre y tan negra como la madera de
bano!
Poco despus tuvo una niita que era tan blanca
como la nieve, tan encarnada como la sangre y cuyos
cabellos eran tan negros como el bano.
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Por todo eso fue llamada
Blanca nieves. Y al nacer la
nia, la reina muri.
Un ao ms tarde el rey
tom otra esposa. Era
una mujer bella pero
orgullosa y arrogante, y
no poda soportar que
nadie la superara en
belleza. Tena un espejo
maravilloso y cuando se pona frente a l, mirndose le preguntaba:
Espejito, espejito de mi habitacin! Quin es la ms hermosa de esta regin?
Entonces el espejo responda:
La Reina es la ms hermosa de esta regin.
Ella quedaba satisfecha pues saba que su espejo siempre deca la verdad.
Pero Blanca nieves creca y embelleca cada vez ms; cuando alcanz los siete aos
era tan bella como la clara luz del da y an ms linda que la reina. Ocurri
que un da cuando le pregunt al espejo:
Espejito, espejito de mi habitacin! Quin es la ms hermosa de esta regin?
el espejo respondi:
La Reina es la hermosa de este lugar,
pero la linda Blanca nieves lo es mucho ms.
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Entonces la reina tuvo miedo y se puso amarilla y verde de envidia. A partir de ese momento, cuando vea a Blanca nieves
el corazn le daba un vuelco en el pecho, tal era el odio que senta por la nia. Y su envidia y su orgullo crecan cada da
ms, como una mala hierba, de tal modo que no encontraba reposo, ni de da ni de noche.
Entonces hizo llamar a un cazador y le dijo:
-Lleva esa nia al bosque; no quiero que aparezca ms ante mis ojos. La matars y me traers sus pulmones y su hgado
como prueba.
El cazador obedeci y se la llev, pero cuando quiso atravesar el corazn de Blanca nieves, la nia se puso a llorar y
exclam:
-Mi buen cazador, no me mates!; correr hacia el bosque espeso y no volver nunca ms.
Como era tan linda el cazador tuvo piedad y dijo:
-Corre, pues, mi pobre nia!
Pensaba, sin embargo, que las fieras pronto la devoraran. . No obstante, no tener que
matarla fue para l como si le quitaran un peso del corazn. Un cerdito vena saltando; el
cazador lo mat, extrajo sus pulmones y su hgado y los llev a la reina como prueba de
que haba cumplido su misin. El cocinero los cocin con sal y la mala mujer los comi
creyendo comer los pulmones y el hgado de Blanca nieves. .
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Por su parte, la pobre nia se encontraba en
medio de los grandes bosques, abandonada
por todos y con tal miedo que todas las
hojas de los rboles la asustaban. No tena
idea de cmo arreglrselas y
entonces corri y corri sobre guijarros
filosos y a travs de las zarzas. Los
animales salvajes se cruzaban con ella pero
no le hacan ningn dao. Corri hasta la cada de la tarde; entonces vio una casita a la
que entr para descansar. En la cabaita todo era pequeo, pero tan lindo y limpio
como se pueda imaginar. Haba una mesita pequea con un mantel blanco y sobre l
siete platitos, cada uno con su pequea cuchara, ms siete cuchillos, siete tenedores y
siete vasos, todos pequeos. A lo largo de la pared estaban dispuestas, una junto a las
otras, siete camitas cubiertas con sbanas blancas como la nieve. Como tena mucha
hambre y mucha sed, Blanca nieves comi trozos de legumbres y de pan de cada
platito y bebi una gota de vino de cada vasito. Luego se sinti muy cansada y se quiso
acostar en una de las camas Cuando cay la noche volvieron los dueos de casa; eran
siete enanos que excavaban y extraan metal en las montaas. s. Pero ninguna era de
su medida; una era demasiado larga, otra un poco corta, hasta que finalmente la
sptima le vino bien. Se acost, se encomend a Dios y se durmi.
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Cuando cay la noche volvieron los dueos de casa; eran siete enanos que excavaban y
extraan metal en las montaas. Encendieron sus siete farolitos y vieron que alguien haba
venido, pues las cosas no estaban en el orden en que las haban dejado. El primero dijo:
-Quin se sent en mi sillita?
El segundo:
-Quin comi en mi platito?
El tercero:
-Quin comi de mi pan?
El cuarto:
-Quin comi de mis legumbres?
El quinto.
-Quin pinch con mi tenedor?
El sexto:
-Quin cort con mi cuchillo?
El sptimo:
-Quin bebi en mi vaso?
Luego el primero pas su vista alrededor y vio una pequea arruga en su cama y dijo:
-Quin anduvo en mi lecho?
Los otros acudieron y exclamaron:
-Alguien se ha acostado en el mo tambin! Mirando en el suyo, el sptimo descubri a
Blanca nieves, acostada y dormida
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Llam a los otros, que se precipitaron
con exclamaciones de asombro.
Entonces fueron a buscar sus siete
farolitos para alumbrar a Blanca
nieves.
-Oh, mi Dios -exclamaron- qu bella
es esta nia!
Y sintieron una alegra tan grande que
no la despertaron y la dejaron proseguir su sueo. El sptimo enano se
acost una hora con cada uno de sus compaeros y as pas la noche.
Al amanecer, Blanca nieves despert y viendo a los siete enanos tuvo
miedo. Pero ellos se mostraron amables y le preguntaron.
-Cmo te llamas?
-Me llamo Blanca nieves -respondi ella.
-Como llegaste hasta nuestra casa?
Entonces ella les cont que su madrastra haba querido matarla pero el
cazador haba tenido piedad de ella permitindole correr durante todo el
da hasta encontrar la casita.
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Los enanos le dijeron:
-Si quieres hacer la tarea de la casa, cocinar, hacer las camas, lavar, coser y tejer y si
tienes todo en orden y bien limpio puedes quedarte con nosotros; no te faltar nada -S -
respondi Blanca nieves- acepto de todo corazn. Y se qued con ellos.
Blanca nieves tuvo la casa en orden. Por las maanas los enanos partan hacia las
montaas, donde buscaban los minerales y
el oro, y regresaban por la noche.
Para ese entonces la comida estaba lista.
Durante todo el da la nia permaneca sola;
los buenos enanos la previnieron:
-Cudate de tu madrastra; pronto sabr
que ests aqu! No dejes entrar a nadie!
La reina, una vez que comi los que crea
que eran los pulmones y el hgado de
Blanca nieves, se crey de nuevo la
principal y la ms bella de todas las
mujeres. Se puso ante el espejo y dijo:
Espejito, espejito de mi habitacin! Quin es la ms hermosa de esta regin?
Entonces el espejo respondi.
Pero, pasando los bosques,
en la casa de los enanos,
la linda Blanca nieves lo es mucho ms.
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La Reina es la ms hermosa de este lugar
La reina qued aterrorizada pues saba que el espejo no menta nunca. Se dio cuenta de
que el cazador la haba engaado y de que Blanca nieves viva. Reflexion y busc un
nuevo modo de deshacerse de ella pues hasta que no fuera la ms bella de la regin la
envidia no le dara tregua ni reposo. Cuando finalmente urdi un plan se pint la cara, se
visti como una vieja buhonera y qued totalmente irreconocible.
As disfrazada atraves las siete montaas y lleg a la casa de los siete enanos, golpe a
la puerta y grit:
-Vendo buena mercadera! Vendo! Vendo!
Blanca nieves mir por la ventana y dijo:
-Buen da, buena mujer. Qu vende usted?
-Una excelente mercadera -respondi-; cintas de todos colores.
La vieja sac una trenzada en seda multicolor, y Blanca nieves pens:
-Bien puedo dejar entrar a esta buena mujer.
Corri el cerrojo para permitirle el paso y poder comprar esa linda cinta.
-Nia -dijo la vieja- qu mal te has puesto esa cinta! Acrcate que te la arreglo como se debe.
Blanca nieves, que no desconfiaba, se coloc delante de ella para que le arreglara el lazo. Pero rpidamente la vieja lo
oprimi tan fuerte que Blanca nieves perdi el aliento y cay como muerta.