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LO QUE NO SABEMOS DE LAS CARCELESDurante el último mes, los estudiantes de la Universidad de los Andes realizaron un estudio sociológico con el fin de establecer contrastes entre lo que se imaginan las personas de lo que es y lo que sucede en una cárcel, y quienes ya estuvieron en una de ellas analizando diferentes aspectos de su situación. Se tuvieron en cuenta diferentes elementos al momento de encuestar a las personas tratando de abarcar con ellos la totalidad de problemas y la realidad cotidiana en la que viven los reos. Las preguntas se enfocaron de este modo en identificar el perfil socioeconómico de quienes van a la cárcel, por qué delitos, las condiciones en las que viven los prisioneros y la función de la pena. Los resultados de las encuestas arrojaron algunas respuestas sorprendentes, como también otros predecibles. El cambio en la muestra analizada, como el género y la edad, puede ser un factor trascendental en la percepción de estos centros penitenciarios.

LA MUESTRA60

40

GÉNERO

HombresMujeres

• La totalidad de la muestra estudiada es estrato 6.• La mayoría de los encuestados han sido víctimas de algún delito menor. • Alrededor de la mitad de encuestados tienen entre 15 y 25 años de edad.• El 60 % de los encuestados son hombres y el 40 % son mujeres.•La muestra es de 50 personas encuestadas

Es importante tener bien claro las características de la muestra para no caer en generalizaciones ni falsos estadísticos. Esta será la muestra objeto de este estudio.

5218

30

EDAD

15-25 Años

25-35 Años

35 Años o mayor

88

12

VICTIMA DE ALGUN DELITO MENOR

SiNo

A la pregunta: ¿cuál cree usted que es el género más encarcelado?, la totalidad de encuestados respondieron:

ANÁLISIS•A esta pregunta la mayoría de los encuestados respondieron que los hombres son quienes más van a la cárcel. •Entre las divisiones de la muestra tampoco hubo un cambio significativo en la respuesta.

Los hombres encuestados respondieron:

Hombre: 88% (44)Mujer: 12% (6)

Hombre: 97% (29)Mujer: 3% (1)

Las mujeres encuestadas respondieron:

Los encuestados entre 15-25 años respondieron:


Los encuestados entre 35 años o mayor respondieron:

Hombre: 75% (15)Mujer: 25% (5)

Hombre: 92% (24)Mujer: 8% (2)

Hombre: 78% (7)Mujer: 22% (2)

Hombre: 87% (13)Mujer: 13% (2)

A la pregunta: ¿cuál cree usted que es el promedio de edad de los encarcelados?, la totalidad de encuestados respondieron:

ANÁLISIS•A esta pregunta la mayoría de los encuestados respondieron que quienes más van a la cárcel son las personas entre 18 y 30 años. •Entre las divisiones de la muestra las mujeres respondieron que la mayoría está entre los 30 y 40 años. •También se puede notar que los encuestados con más de 35 años piensan que la población carcelaria está entre los 30 y 40 años.






18-30 Años: 68% (34) 30-40 Años: 28% (14)40 en adelante: 4% (2)






A la pregunta: ¿cuál cree usted que es el perfil socioeconómico de los encarcelados?, la totalidad de encuestados respondieron:

ANÁLISIS•A esta pregunta la mayoría de los encuestados respondieron que quienes más van a la cárcel son las personas de un perfil socioeconómico bajo. •Entre las divisiones de la muestra las respuestas tuvieron la misma tendencia de la totalidad de la muestra. •Ninguna persona respondió que quienes más eran encarcelados era las personas de clase alta.






Bajo: 88% (44)Medio: 12% (6)Alto: 0% (0)

Bajo: 93% (28)Medio: 7% (2)Alto: 0% (0)

Bajo: 80% (16)Medio: 20% (4)Alto: 0% (0)

Bajo: 92% (24)Medio: 8% (2)Alto: 0% (0)

Bajo: 66% (8)Medio: 11% (1)Alto: 0% (0)

Bajo: 80% (12)Medio: 20% (3)Alto: 0% (0)

A la pregunta: ¿cuál cree usted que es el nivel de educación de los encarcelados?, la totalidad de encuestados respondieron:

ANÁLISIS•A esta pregunta la mayoría de los encuestados respondieron que quienes más van a la cárcel son las personas con un nivel de educación hasta la primaria. •Entre las divisiones de la muestra los de 35 años o mayores respondieron que la mayoría de los encarcelados habían alcanzado una educación secundaria.






Preescolar: 12% (6)Primaria: 64% (32)Secundaria: 24% (12)






A la pregunta: ¿cuál cree usted que es la situación laboral del encarcelado?, la totalidad de encuestados respondieron:

ANÁLISIS•A esta pregunta la mayoría de los encuestados respondieron que los desempleados son quienes más van a la cárcel. •Entre las divisiones de la muestra no hubo un cambio significativo en la respuesta.






Empleado: 8% (4)Desempleado: 92% (46)






Perfil de quienes van a la cárcel: contraste entre imaginario común y la realidad.

Las primeras cuatro preguntas iban dirigidas a establecer las características generales de quiénes son los que van a la cárcel.Las personas encuestadas respondieron que la gente que va a la cárcel en su mayoría son hombres, entre los 18 y los 30 años, de clase social baja, con máximo nivel de educación alcanzado primaria y desempleados en su mayoríaNo muy diferente a ellos está la percepción que lograron los estudiantes que vieron las características de los encarcelados de primera mano. Los estudiantes vieron hombres (por ser la Cárcel Modelo sólo de hombres), perfil socioeconómico bajo (algunos medio en el patio 3), con edades entre 18 y 35 años. No se logró obtener empíricamente resultados que establecieran su nivel educativo. Sin embargo para estos datos que no se lograron alcanzar a partir de la observación es importante el uso de estudios sociales. Iturralde en uno de sus estudios dice que “la mayoría de la población reclusa en Colombia son hombres (…) entre los16 y los 30 años”(Iturralde, 2010: pg 8) También da cuenta del perfil socioeconómico, de su educación y su situación laboral: “las personas que suelen terminar en la cárcel pertenecen a una clase marginada que comparte rasgos socio-económicos similares, marcados por la exclusión y la falta de oportunidades (…) aquellos que acaban en prisión son en su mayor parte hombres jóvenes, con bajos niveles de educación y normalmente desempleados. (Iturralde, 2010: pg.9)

A la pregunta: ¿qué tipo de delitos cree usted que son los que más comenten quienes son encarcelados?, la totalidad de encuestados respondieron:

ANÁLISIS•A esta pregunta la mayoría de los encuestados respondieron que el hurto es el tipo de delito que más cometen los que están en las cárceles.•Entre las divisiones de la muestra no hubo un cambio significativo en la respuesta.






Hurto: 72% (36)Homicidio: 18% (9)Trafico o porte drogas: 6% (3)Porte ilegal de armas: 2% (1)Otros: 2% (1)




Hurto: 77% (7)Homicidio: 11% (1)Trafico o porte drogas: 11% (1)Porte ilegal de armas: 0% (0)Otros: 0% (0) Hurto: 80% (12)

Homicidio: 13% (2)Trafico o porte drogas: 0% (0)Porte ilegal de armas: 7% (1)Otros: 0% (0)

Por qué delitos van los delincuentes a la cárcel: contraste entre imaginario común y la realidad.

Esta quinta pregunta estaba dirigida a establecer cuál es el delito por el que más van las personas a las cárceles.Las personas encuestadas respondieron que la gente que va a la cárcel en su mayoría son acusados de hurto en primer lugar, homicidio en segundo lugar y trafico de drogas en tercer lugar.La percepción que lograron los estudiantes que vieron las características de los encarcelados de primera mano, fue la de delincuentes comunes y también de desmovilizados paramilitares y guerrilleros. Debido al poco contacto y a la poca interlocución que se tuvo entre estudiantes y prisioneros no se logró la mejor percepción de los delitos cometidos. Según los estudios realizados se dice que “En 2008 los delitos contra la vida e integridad personal y contra el patrimonio económico continuaron ocupando los dos primeros lugares con el 26.66% y 24.82% (…) seguidos por los delitos relacionados con el narcotráfico, los delitos sexuales, delitos contra la seguridad pública y los delitos contra la libertad individual” (Iturralde, 2010: pg 11)

A la pregunta: ¿cree usted que actualmente existe hacinamiento en las cárceles?, la totalidad de encuestados respondieron:

ANÁLISIS•A esta pregunta la mayoría de los encuestados respondieron sí hay hacinamiento en las cárceles •Entre las divisiones de la muestra no hubo un cambio significativo en la respuesta.






Si: 92% (46)No: 8% (4)

Si: 97% (27)No: 3% (1)

Si: 85% (17)No: 15% (3)

Si: 92% (24)No: 8% (2)

Si: 88% (8)No: 12% (1)

Si: 93% (14)No: 7% (1)

A la pregunta: ¿cree usted que existe violencia y discriminación dentro de las cárceles?, la totalidad de encuestados respondieron:

ANÁLISIS•A esta pregunta la mayoría de los encuestados respondieron que sí existe violencia y discriminación dentro de las cárceles.•Entre las divisiones de la muestra no hubo un cambio significativo en la respuesta.






Si: 92% (46)No: 10% (5)

Si: 93% (28)No: 7% (2)

Si: 90% (18)No: 10% (2)

Si: 96% (25)No: 4% (1)

Si: 88% (8)No: 12% (1)

Si: 86% (13)No: 14% (2)

A la pregunta: ¿cree usted que existen condiciones de insalubridad en las cárceles?, la totalidad de encuestados respondieron:

ANÁLISIS•A esta pregunta la mayoría de los encuestados respondieron que sí existen condiciones de insalubridad dentro de las cárceles (mala higiene, enfermedades, etc. •Entre las divisiones de la muestra no hubo un cambio significativo en la respuesta.






Si: 90% (45)No: 10% (5)

Si: 93% (28)No: 7% (2)

Si: 85% (17)No: 15% (3)

Si: 92% (24)No: 8% (2)

Si: 88% (8)No: 12% (1)

Si: 86% (13)No: 14% (2)

En qué condiciones están los prisioneros de las cárceles: contraste entre imaginario común y la realidad.

Las preguntas siete, ocho y nueve están enfocadas en establecer qué piensan las personas que no han ido a las cárceles de las condiciones en las que viven los prisioneros.Las personas encuestadas respondieron que dentro de la cárcel existen condiciones de insalubridad, de hacinamiento, y de violencia y discriminación. La percepción de los estudiantes que vieron las condiciones en las que viven los prisioneros fue totalmente diferente. Hacinamiento sólo se percibió en los patios 4 y 5 de la cárcel Modelo. Y la restricción de poder ingresar a dichos patios quizás hizo que no vieran las condiciones reales de espacio y hacinamiento. Sin embargo con lo que vieron por fuera fue suficiente para notar que sí hay más prisioneros de lo que puede albergar. En cuanto a la violencia y discriminación, los estudiantes no notaron situaciones tensas ni entre los prisioneros, ni entre prisioneros y guardias. Se notaron en su defecto grandes logros de convivencia con líderes de paz escogidos en cada patio que logran una interlocución entre prisioneros y guardias, velan por los derechos de los prisioneros y fomentan la buena convivencia. En cuanto a higiene se nota descuido en las instalaciones y en el cuidado de las celdas y patios. Sin embargo , según los estudios de Ariza “las prisiones resultan insuficientes para suplir la demanda de celdas y cupos, lo que genera condiciones de reclusión insalubres, la imposibilidad de adelantar programas eficaces de trabajo y educación y, principalmente, violencia, discriminación y explotación económica dentro de las prisiones” (Ariza, 2010: pg 4)

A la pregunta: ¿cree usted que la cárcel es un lugar para la rehabilitación del delincuente?, la totalidad de encuestados respondieron:

ANÁLISIS•A esta pregunta la mayoría de los encuestados respondieron que la cárcel no es un lugar para rehabilitar a un delincuente.•Entre las divisiones de la muestra no hubo un cambio significativo en la respuesta.






Si: 24% (12)No: 76% (38)

Si: 27% (8)No: 73% (22)

Si: 20% (4)No: 80% (16)

Si: 23% (6)No: 77% (20)

Si: 22% (2)No: 78% (7)

Si: 27% (4)No: 73% (11)

A la pregunta: ¿cree usted que los servicios de trabajo y educación dentro de la cárcel son accesibles fácilmente?, la totalidad de encuestados respondieron:

ANÁLISIS•A esta pregunta la mayoría de los encuestados respondieron que en la cárcel no se puede acceder fácilmente a los servicios de trabajo y educación.•Entre las divisiones de la muestra no hubo un cambio significativo en la respuesta.






Si: 14% (7)No: 86% (43)

Si: 13% (4)No: 87% (26)

Si: 15% (3)No: 85% (17)

Si: 8% (2)No: 92% (24)

Si: 15% (1)No: 88% (8)

Si: 27% (4)No: 73% (11)

A la pregunta: ¿cree usted que la cárcel es una buena herramienta del Estado para disminuir los delitos?, la totalidad de encuestados respondieron:

ANÁLISIS•En esta pregunta los resultados de la totalidad de la muestra dan una percepción muy dividida. Sin embargo, el 54% de la muestra piensa que la cárcel sí es una buena herramienta para disminuir los delitos. •Entre las divisiones de la muestra hay diferencias notables. El 80% de los hombres encuestados piensan que la cárcel sí es una institución efectiva para disminuir delitos.• El 85% de las mujeres piensan que la cárcel no es una buena herramienta para disminuir el crimen.•El 50 % de los encuestados entre 15-25 piensan que sí es una buena herramienta y el otro 50% no.•El 66% de los encuestados entre 25-35 piensan que no es una buena herramienta .•El 66% de los encuestados de 35 años o mayor piensan que sí es una buena herramienta.






Si: 54% (27)No: 46% (23)

Si: 80% (24)No: 20% (6)

Si: 15% (3)No: 85% (17)

Si: 50% (13)No: 50% (13)

Si: 33% (4)No: 66% (5)

Si: 66% (10)No: 33% (5)

Cuál debería se la función de la pena: contraste entre imaginario común y la realidad.

Las preguntas diez, once y doce están enfocadas en establecer qué piensan las personas que no han ido a las cárceles de lo que debería ser la función de la pena.Las personas encuestadas respondieron que la cárcel no logra rehabilitar ni reintegrar socialmente a un delincuente, que las oportunidades de acceder a un empleo o a la educación dentro de la cárcel son limitadas, pero que sin embargo la cárcel es una buena herramienta para disminuir los delitos. La percepción de los estudiantes en cuanto a la rehabilitación es muy cercana a la visión de el imaginario común. El simple hecho de que el patio 4, que sufre de hacinamiento, sea el de reincidentes muestra que la pena no está sirviendo a los delincuentes. En cuanto a las oportunidades de trabajo y educación, las observaciones realizadas indican que son muy pocos los que realizan estas actividades. La mayoría de reos permanecen en su patio esperando las comidas y son muy pocos los que van a los talleres a hacer manualidades o a los recintos destinados al estudio. En cuanto a esto Iturralde dice que “La prisión no reforma ni educa; es una institución puramente punitiva, no un mecanismo de rehabilitación” (Iturralde, 2010: pg 8) Refiriéndose al trabajo y la educación Iturralde opina que “En Colombia hay escasas oportunidades de educación y trabajo que las cárceles les ofrecen a los internos (…) la educación y el trabajo son los dos pilares del esquema de rehabilitación” (Iturralde, 2010: pg 6). Ariza por su lado, opina que una consecuencia del hacinamiento es “(…) la imposibilidad de adelantar programas eficaces de trabajo y educación” (Ariza, 2010: pg 4). En ambos casos se identifica el déficit del Estado Colombiano a la hora de establecer buenas políticas que disminuyan los delitos.

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