Boedo y Florida

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Boedo y Florida DE "LA LITERATURA SOCIAL EN LA ARGENTINA" ALVARO YUNQUE. 1941. EDITORIAL CLARIDAD. BUENOS AIRES Integrantes de la Peña de Salta y Victoria, de izquierda a derecha: Pedro Juan Vignale, D. Salguera De la Hanty, Luis Emilio Soto, Alberto Hidalgo, Jorge Luis Borges, Alvaro Yunque, C. Delgado Fito, E. Orozco Zárate, Alfredo Chiabra Acosta (Atalaya), Martín Perea, Conrado Eggers-Lecour, César Tiempo. Alrededor del año 1925, la juventud literaria de Buenos Aires se halló dividida en dos bandos inquietos, combativos, hostiles: Boedo y Florida. El principal órgano de Boedo era la revista - que más tarde cambio su nombre por el de "Claridad", definitivo - llamada "Los Pensadores". La dirigía Antonio Zamora. ¡ Cuánta juventud tienen aquellos leves y agresivos números de "Los Pensadores"! La vida generosa y fuerte está en ellos a pesar de toda su injusticia, entrando a puñetazos con lo establecido, social y literariamente. Elías Castelnuovo, Roberto Mariani, Leonidas Barletta, Nicolás Olivari, Gustavo Riccio, Juan Guijarro, Alvaro Yunque...; constituyeron el primitivo grupo, al que se agregaron otros más jóvenes. También se editó allá, en la "covacha" de Boedo, "Dínamo" y "Extrema izquierda", y algunos muchachos de Boedo colaboraron en Acción de Arte", "Campana de Palo", en el "Suplemento de La Protesta" y en el "Suplemento de 1

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Boedo y FloridaDE "LA LITERATURA SOCIAL EN LA ARGENTINA" ALVARO YUNQUE. 1941. EDITORIAL CLARIDAD. BUENOS AIRES

Integrantes de la Pea de Salta y Victoria, de izquierda a derecha: Pedro Juan Vignale, D. Salguera De la Hanty, Luis Emilio Soto, Alberto Hidalgo, Jorge Luis Borges, Alvaro Yunque, C. Delgado Fito, E. Orozco Zrate, Alfredo Chiabra Acosta (Atalaya), Martn Perea, Conrado Eggers-Lecour, Csar Tiempo.Alrededor del ao 1925, la juventud literaria de Buenos Aires se hall dividida en dos bandos inquietos, combativos, hostiles: Boedo y Florida.El principal rgano de Boedo era la revista - que ms tarde cambio su nombre por el de "Claridad", definitivo - llamada "Los Pensadores". La diriga Antonio Zamora. Cunta juventud tienen aquellos leves y agresivos nmeros de "Los Pensadores"! La vida generosa y fuerte est en ellos a pesar de toda su injusticia, entrando a puetazos con lo establecido, social y literariamente. Elas Castelnuovo, Roberto Mariani, Leonidas Barletta, Nicols Olivari, Gustavo Riccio, Juan Guijarro, Alvaro Yunque...; constituyeron el primitivo grupo, al que se agregaron otros ms jvenes. Tambin se edit all, en la "covacha" de Boedo, "Dnamo" y "Extrema izquierda", y algunos muchachos de Boedo colaboraron en Accin de Arte", "Campana de Palo", en el "Suplemento de La Protesta" y en el "Suplemento de La Vanguardia". Como se ve, all haba anarquistas, comunistas, socialistas y, a veces, slo liberales sonrosados. El grupo no tena orientacin ideolgica, ni esttica. Este grupo fue el que, con Octavio Pallazolo de director artstico, y los pintores Fascio Hebecquer y Abraham Vigo como decoradores, inici, bajo el rubro de "Teatro Libre", y por primera vez en Buenos Aires, la constitucin de un teatro independiente.Los de Florida, animados por el poeta Evar Mndez, editaban "Martn Fierro"; tambin eran colaboradores de "La Nacin" y "La Prensa" y fueron de ese grupo los que publicaron "Inicial" y "Proa" y alborotaron los stanos del viejo Royal Keller con la tumultuosa Revista Oral.Uno y otro grupo, constituidas "Claridad" y "Martn Fierro" en editoriales, comenzaron a publicar libros.Inteligentes, bulliciosos, audaces, qu separaba a los jvenes de esos bandos? Lo que ha separado siempre a todos los escritores: Que los de Boedo queran transformar el mundo y los de Florida se conformaban con transformar la literatura. Aquellos eran "revolucionarios". Estos eran "vanguardistas".Se gast buen humor y malas palabras desde ambas riberas. No se transform el mundo ni la literatura. Pero inquietaron, apedrearon de eptetos el cascaron de muchas falsas reputaciones, y las hicieron sonar a hueco, pusieron de actualidad, otra vez, el debatido tema del "arte por el arte" contra el "arte social", y los de Boedo, hijos de obreros o de la burguesa media, demostraron con el xito editorial de sus libros de rpida difusin que ya haba en Sudamrica un gran publico lector, ansioso de gustar un arte americano en donde palpitase el problema social con sus angustias y sus esperanzas.Los primeros libros que lanz la editorial Claridad, y que fueron expresin del movimiento artistico-social del grupo "Boedo", se vendieron por miles. Los libros del grupo "Florida", en cambio, permanecieron inertes en las libreras y su editorial se extingui, en tanto "Claridad" ensanchaba sus limites hasta adquirir volumen continental.Artsticamente, de donde provenan los jvenes de Florida? De Francia, que es de donde han llegado a Amrica sus mayores inquietudes artsticas, desde el romanticismo en adelante, y de los "vanguardismos" artsticos de la postguerra, los que llevaron hasta el paroxismo la formula del "arte por el arte".Los de Boedo venan de Rusia, y no slo de sus literatos: Tolstoy y Dostoievsky en primer trmino, Gorky, Checov, Gogol, Andreiev, Kuprin, Korolenko...,sino tambin de sus idelogos: Bakunin y Kropotkine. Y de Marx y Engels. Tambin de Rafael Barrett y Gonzlez Prada. Esto sin negar la influencia que los franceses ejercan sobre todos.Ya lo dije: el grupo no era homogneo. Y as fue que, al correr de los aos, algunos aparecieron en Florida; otros de Florida, sintiendo complicarse su inquietud artstica con la de la justicia social, se aproximaron a Boedo. La muerte, el silencio y la vida hicieron lo dems. El grupo de Boedo - como el de Florida - se disgreg. Pero su existencia tuvo un significado: Por primera vez en Buenos Aires - y no es difcil que en la Amrica hispana - el arte ideolgico, con preocupaciones sociales, se haba concretado en un grupo pleno de tumultuosa inquietud y rebelda ariscada. Nada nuevo traa, en verdad, ya que el arte social se haba cultivado desde siempre en el mundo, y aun en la Argentina; pero su vehemencia lo actualiz.Las dos calles que dieron nombre a uno y otro movimiento, no son meros simbolismos. Florida era el centro de Buenos Aires, la va de las grandes tiendas, la del lujo exquisito, la calle donde est el Jockey Club y donde una clase social - y sus aclitos - exhiba su cotidiano ocio. (Ya tambin esto ha desaparecido en este perpetuo transformarse de Buenos Aires). Boedo era el suburbio chato y gris, calles de boliches, de cafetines y teatrejos refugio del dominical cansancio obrero, calle que nunca tuvo poeta suntuoso que le cantara, calle cosmopolita, ruidosa, de futbaliers, guaranga, amenazante... Florida tena pasado, tradicin portea. Boedo era lo gringo, lo importado, lo actual.Florida alz como demostracin de arte el bello libro de Ricardo Giraldes, un escritor de generaciones pasadas: "Don Segundo Sombra", y que no era, en rigor, una exhibicin de arte por el arte, pese a sus sutilidades y primores de estilo. Tambin expuso las paradojas de Macedonio Fernndez.Los de Boedo demostraron los sangrantes libros de Rafael Barrett, tan corajudos y que bien escritos!: eso era arte social! Y como Roberto Payr, el que haba escrito "Marcos Severi" y los "Cuentos de Pago Chico" y "Las Divertidas Aventuras del Nieto de Juan Moreira", tan plenos de realidad cuanto condenatorios de la politiquera burguesa, acababa de regresar de Europa, nimbado de herosmo periodstico, los de Boedo se acercaron a Payr.Otros maestros argentinos?: Para Boedo, tal vez algo de Almafuerte o de Carriego o de Florencio Snchez.En Florida, con respecto a la literatura local precedente, quizs fueron ms iconoclastas: ellos estaban inventando el arte de escribir en la Argentina. Quizs Leopoldo Lugones, ya para 1925 todo l entregado al conservadurismo, proclamando "La Hora de la Espada", que a los boedenses repela por esto, hallaban en los de Florida artfices sin escrpulos de ideologa, admiradores aunque no devotos. Algunos, criollistas, veneraban al "Martn Fierro". Otros lectores casi exclusivos de libros franceses, demasiado sumidos en ultrasmo y dadasmos, no lo haban hojeado... (O te sonrean desdeosos, gran Hernndez!, como a un folletinero que compuso milongas).En Boedo ocurra lo propio. Algunos con ascendencia criolla, lo admirbamos por instinto potico y porque tambin sentamos su protesta antimilitarista; otros, puramente gringos, lo miraban con el gesto que los gringos agricultores, sudorosamente picos, haban tenido para con el gaucho de la vihuela y el mate.En cuanto a cultura: los de Florida, seguramente la posean ms extensa e intensa, desde un ngulo exclusivamente literario. No haban perdido su tiempo en mitines, ni en sindicatos, ni en comits, ni en la biblioteca del Partido Socialista (Mxico 2070), encendindose la sangre con los libros de la biblioteca Blanca Sempere. (Oh, si te estoy agradecido, tu que pusiste, ms o menos mtilos, a la altura de mi bolsillo estudiantil, 40 centavos, "El Capital" de Marx o "El Origen de las Especies" de Darwin o "La Ayuda Mutua"de Kropotkine!...).En suma: Boedo era la calle; Florida, la torre de marfil. Buenos Aires, cerebro de la Argentina, entonces ms que hoy, afortunadamente para sta; vio as, representados por dos grupos turbulentos, excesivos hasta la injusticia, las dos ramas estticas que, desde el renacimiento, o sea desde que naci al mundo occidental la teora del arte por la belleza, del arte-forma, se han disputado la posesin del arte. En Florida: los neogrecolatinos, los estetas, los que cultivaban un arte para minoras, hermtico y vanguardista. En Boedo: los antimitolgicos, los socializantes, los que iban hacia el pueblo con sus narraciones y sus poemas hoscos de palabras crudas, cargadas de sangre, sudor y lagrimas. Los revolucionarios.Un parntesis: Los "vanguardismos" estticos son aparentemente revolucionarios; pero ante la realidad de la vida son reaccionarios: Los gobiernos, los diarios grandes sostenedores de aquellos gobiernos, y la iglesia, cmplice de todos, siempre han acogido con simpata esos movimientos puramente formales y por los que han escapado gran parte de los mpetus juveniles de muchas generaciones. En los conventos fue donde ms se practic - sin el talento de Gngora - el gongorismo. En nuestra teocrtica Crdoba tuvimos a Luis de Tejeda.Pero, por qu no antes de 1925 vio la metrpoli sudamericana un debate "esttico" representado por grupos? Simplemente por esto: Porque la lucha social se enardeca porque el conflicto econmico polarizaba fuerzas a tal punto que hasta al campo de arte literario llegaba. Ya el mundo haba sufrido dos acontecimientos trascendentales: La primera Guerra Mundial y la Revolucin Rusa.La guerra mundial de 1914, con su torpe tratado de Versalles, fue una desencantadora de bobos seudodemocratas. A raz de ella, muchos rompieron definitivamente las amarras que los ligaban al capitalismo, el pasado. La revolucin rusa afirmo a muchos vacilantes, dio la prueba sobre la posibilidad de una revolucin de la clase trabajadora y de su capacidad para sostenerse en la direccin del Estado.El proletariado argentino -como todos- se haba llenado de fe en el porvenir. Y la voz de los muchachos de Boedo se levantaba, unida y fuerte, para llevar al verso, al cuento, a la novela, al ensayo, a la crtica y al drama, esa visin de futuro que en las masas del suburbio comenzaba a encenderse. Los otros, los de Florida, seguan excepticos o enemigos de la luz (groseramente roja - luz de incendio) que se aproximaba.Unos y otros, aunque se creyeran "colones o hernancorteses" de sus respectivos modos artsticos, tenan antecedentes en la propia Argentina. Es lo que me propuse historiar en este libro para recordar a los que, desde los albores de la nacionalidad, desde antes de mayo, cultivaron el arte de la palabra escrita considerndola como una til, fuerte, eficaz, imprescindible herramienta de perfeccionamiento humano.En mi concepto, este es el gran arte. A l, por instinto, le entregu mis bros juveniles. En l persisto, aunque ahora por madura conviccin reflexiva. El ser - afirmo - el arte de las sociedades del futuro, sin clases todoposeedoras y parasitarias que puedan tener a su servicio artfices uniformados de retrica.

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