Bogotá a punto de dar la estocada

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INFORME ESPECIAL 12 / Enero 16 de 2012 www.elperiodico.com.co 13 / Enero 16 de 2012 www.elperiodico.com.co DE BOGOTÁ LA FIESTA BRAVA, ¿TORTURA O TRADICIÓN? La temporada taurina en la Capital comenzó en medio de una gran polémica, debido al rechazo expresado por el alcalde Gustavo Petro. Los aficionados a los toros la defienden. Bogotá a punto de dar la estocada CAMILO CETINA [email protected] La mayoría de los manifestantes eran jóvenes, que de manera pacífica decidieron volcarse a las calles para ratificar su compromiso con el respeto de la vida animal. Gustavo Petro, alcalde de Bogotá. Mujeres de todas las edades expresaron su repudio a la tauromaquia. Óscar Silva, matador de toros colombiano. NO A ESPECTÁCULOS EN TORNO A LA MUERTE “LO NUESTRO ES ABOLIR LAS CORRIDAS” NO TIENEN LA MORAL PARA ACABAR LA FIESTA BRAVA Petro toma el toro por los cachos ¡No más ole! “Los aficionados nos sentimos agredidos” Opinómetro El nuevo alcalde de Bogotá se mos- tró en desacuerdo con las corridas de toros, al afirmar que durante su campaña para llegar al palacio de Liévano siempre promulgó que no aceptaría el desarrollo de espectá- culos en torno a la muerte. Una manera de ser coherente con lo expuesto durante su cami- no a la Alcaldía, fue no hacer uso del palco al que la Administración Distrital tiene derecho siempre que se adelanta la temporada taurina en Bogotá. Debido a esto el debate sobre el apoyo o no de la Alcaldía al espectáculo taurino tomó fuerza, por lo que Petro anunció que sería prudente que la Capital abriera es- pacios de discusión públicos en lo que la misma ciudadanía debatie- ra la permanencia de este tipo de prácticas en Bogotá. Así mismo, el Alcalde aseguró que no permitirá que la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá ETB ni Codensa, sirvan como pa- trocinadores de las corridas de to- ros mientras él sea el Burgomaestre de la Capital. Cerca de 200 manifestantes se agolparon en la Plaza de Toros de La Santamaría para exigir la abolición de la fiesta brava en Bogotá. Con parodias que buscaban ridiculizar el papel del torero, niños, jóvenes y adultos, de todos los estratos pretendían crear conciencia sobre el maltrato y la burla a la que son sometidos los toros en estos espectáculos. ¡Aquí están, ellos son, asesinos sin razón!, gritaban de manera eufórica mientras soste- nían pancartas con mensajes contundentes que rechazaban tajantemente la fiesta brava. Para Emiliano Castro, vocero de la Fundación Proyecto Etica Animal y Ambiental – Bogotá (Prea), la idea es estigmatizar a quienes apoyan la tauromaquia, ya que esta práctica refuerza la cultura violenta de la sociedad. Así mismo, Castro afirma que su misión y la de su organización, es hacer visible ante el Go- bierno Distrital y Nacional, el clamor de miles de ciudadanos que no toleran que para diver- sión de unos se maltrate a un animal, “las co- rridas son legales ante la ley, pero ante la moral universal son ilegítimas”, aseguró el activista. El matador de toros Óscar Silva criticó rotundamente el anuncio hecho por el alcalde de Bogotá Gustavo Petro, de querer acabar con las corridas de toros y aseguró que el mandatario no tiene la au- toridad moral para acabar con la fiesta brava, debido su pasado en el grupo guerrillero M-19. Silva dice que tanto él como el resto de los aficionados a los toros, se sienten agredidos por las decla- raciones de Petro y afirma que a diferencia de los mataderos, en las corridas se le da al toro la oportu- nidad de defenderse. “Verlo embestir (al toro) es una hermosura, los que rechazan este espectácu- lo son ignorantes. Acá se mata un toro con arte y con belleza; los que nos critican son la minoría”, dice Silva. El matador que parti- cipó en corridas de toros en diferentes países del mundo, también afirmó que es muy difícil que se elimine esta tradición que no solo representa un arte, sino dinero y turis- mo para Bogotá. Ernesto Quiroga Es un espectáculo que nos permite trabajar. No creo que sea justo acabar con este tipo de eventos que sirven de empleo a muchos de los bogotanos. Me parecería una arbitra- riedad con nosotros los vendedores. Juan Ruíz Si esto es cultura y la gente piensa que cul- tura es ridiculizar a un animal, allí se de- muestra que tan culto puede llegar a ser el ser humano. No hay derecho a que se bur- len así de un animal, de un ser vivo. Hernando Alzate ‘Rondeño’ Esto es un legado que nos dio España. El hecho de que a mí no me guste el fútbol, no significa que me pare en un estadio a agre- dir a los aficionados. El Alcalde debe pen- sar mucho mejor las cosas. Pablo Sierra Los contradictores prefieren morirse de hambre que ver el espectáculo. Acabar la fiesta taurina en Bogotá sería la peor estupidez que podría cometer el alcalde Petro. Son animales criados para esto. Fabián Camacho Nosotros vivimos de vender los sombreros, las botas y este tipo de cosas. No creo que la solución sea acabar con la fiesta brava. Pienso que hay que llegar a un acuerdo entre los aficionados y sus opositores. Lo que para algunos es un arte, para otros no deja de ser una práctica que reafirma la violencia en la sociedad. La tauromaquia, que llegó a Colombia proveniente de España en la época de la colonia, es una tradición que logra despertar miles de pasiones dentro de sus segui- dores y detractores. Diferentes son los convocados cada vez que inicia una temporada taurina. Desde los vende- dores de ‘botas’, carpas, y cojines que se agol- pan a los alrededores de la Santamaría, pasando por los fervientes críticos que rechazan median- te arengas, pancartas y silbidos este tipo de es- pectáculos, hasta la clase alta bogotana que no duda en asistir a las corridas cada vez que la Corporación Taurina de Bogotá anuncia el co- mienzo de una nueva temporada. Para muchos el ambiente, los gritos del público cada vez que el capote burla al toro, la manzanilla y las bellas mujeres, son motivos suficientes para decir que una corri- da no es un acto de muerte, sino un arte en el que se enfrentan la fuerza bruta y la inteligen- cia. Para otros no es más que una burla a un ser vivo y una manera de fomentar la violencia de la sociedad en torno a un animal que lucha por sobrevivir. Son ellos los que sin importar el peso del animal, si es de casta o no o de que ganade- ría proviene, claman porque lo que muchos lla- man arte desaparezca para siempre de la cultu- ra capitalina. Ayer los hijos del presidente Juan Manuel Santos no quisieron perderse la corrida y asistieron muy puntuales a la cita. FOTOS: LINDA SARMIENTO

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Informe Especial sobre el debate de las corridas de toros en Bogotá.

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La fiEsta brava, ¿tortura o tradición?

La temporada taurina en la capital comenzó en medio de una gran polémica, debido al rechazo expresado por el alcalde Gustavo

Petro. Los aficionados a los toros la defienden.

Bogotá a punto de dar la estocadaCamilo [email protected]

La mayoría de los manifestantes eran

jóvenes, que de manera pacífica decidieron

volcarse a las calles para ratificar su compromiso

con el respeto de la vida animal.

Gustavo Petro, alcalde de Bogotá.

Mujeres de todas las edades expresaron su repudio a la tauromaquia.

Óscar Silva, matador de toros colombiano.

no a EsPEctácuLos En torno a La muErtE

“Lo nuEstro Es aboLir Las corridas”

no tiEnEn La moraL Para acabar La fiEsta brava

Petro toma el toro por los cachos

¡No más ole!

“Los aficionados nos sentimos agredidos”

Opinómetro

El nuevo alcalde de Bogotá se mos-tró en desacuerdo con las corridas de toros, al afirmar que durante su campaña para llegar al palacio de Liévano siempre promulgó que no aceptaría el desarrollo de espectá-culos en torno a la muerte.

Una manera de ser coherente con lo expuesto durante su cami-no a la Alcaldía, fue no hacer uso del palco al que la Administración Distrital tiene derecho siempre que se adelanta la temporada taurina en Bogotá.

Debido a esto el debate sobre el apoyo o no de la Alcaldía al

espectáculo taurino tomó fuerza, por lo que Petro anunció que sería prudente que la Capital abriera es-pacios de discusión públicos en lo que la misma ciudadanía debatie-ra la permanencia de este tipo de prácticas en Bogotá.

Así mismo, el Alcalde aseguró que no permitirá que la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá ETB ni Codensa, sirvan como pa-trocinadores de las corridas de to-ros mientras él sea el Burgomaestre de la Capital.

Cerca de 200 manifestantes se agolparon en la Plaza de Toros de La Santamaría para exigir la abolición de la fiesta brava en Bogotá. Con parodias que buscaban ridiculizar el papel del torero, niños, jóvenes y adultos, de todos los estratos pretendían crear conciencia sobre el maltrato y la burla a la que son sometidos los toros en estos espectáculos.

¡Aquí están, ellos son, asesinos sin razón!, gritaban de manera eufórica mientras soste-nían pancartas con mensajes contundentes que rechazaban tajantemente la fiesta brava. Para Emiliano Castro, vocero de la Fundación Proyecto Etica Animal y Ambiental – Bogotá (Prea), la idea es estigmatizar a quienes apoyan la tauromaquia, ya que esta práctica refuerza la cultura violenta de la sociedad.

Así mismo, Castro afirma que su misión y la de su organización, es hacer visible ante el Go-bierno Distrital y Nacional, el clamor de miles de ciudadanos que no toleran que para diver-sión de unos se maltrate a un animal, “las co-rridas son legales ante la ley, pero ante la moral universal son ilegítimas”, aseguró el activista.

El matador de toros Óscar Silva criticó rotundamente el anuncio hecho por el alcalde de Bogotá Gustavo Petro, de querer acabar con las corridas de toros y aseguró que el mandatario no tiene la au-toridad moral para acabar con la fiesta brava, debido su pasado en el grupo guerrillero M-19.

Silva dice que tanto él como el resto de los aficionados a los toros, se sienten agredidos por las decla-raciones de Petro y afirma que a diferencia de los mataderos, en las corridas se le da al toro la oportu-nidad de defenderse.

“Verlo embestir (al toro) es una hermosura, los que rechazan este espectácu-lo son ignorantes. Acá se mata un toro con arte y con belleza; los que nos critican son la minoría”, dice Silva.

El matador que parti-cipó en corridas de toros en diferentes países del mundo, también afirmó que es muy difícil que se elimine esta tradición que no solo representa un arte, sino dinero y turis-mo para Bogotá.

ErnestoQuiroga

Es un espectáculo que nos permite trabajar. No creo que sea justo acabar con este tipo de eventos que sirven de empleo a muchos de los bogotanos. Me parecería una arbitra-riedad con nosotros los vendedores.

JuanRuíz

Si esto es cultura y la gente piensa que cul-tura es ridiculizar a un animal, allí se de-muestra que tan culto puede llegar a ser el ser humano. No hay derecho a que se bur-len así de un animal, de un ser vivo.

HernandoAlzate ‘Rondeño’

Esto es un legado que nos dio España. El hecho de que a mí no me guste el fútbol, no significa que me pare en un estadio a agre-dir a los aficionados. El Alcalde debe pen-sar mucho mejor las cosas.

PabloSierra

Los contradictores prefieren morirse de hambre que ver el espectáculo. Acabar la fiesta taurina en Bogotá sería la peor estupidez que podría cometer el alcalde Petro. Son animales criados para esto.

FabiánCamacho

Nosotros vivimos de vender los sombreros, las botas y este tipo de cosas. No creo que la solución sea acabar con la fiesta brava. Pienso que hay que llegar a un acuerdo entre los aficionados y sus opositores.

Lo que para algunos es un arte, para otros no deja de ser una práctica que reafirma la violencia en la sociedad. La tauromaquia, que llegó a Colombia proveniente de España en la época de la colonia, es una tradición que logra despertar miles de pasiones dentro de sus segui-dores y detractores.

Diferentes son los convocados cada vez que inicia una temporada taurina. Desde los vende-dores de ‘botas’, carpas, y cojines que se agol-pan a los alrededores de la Santamaría, pasando por los fervientes críticos que rechazan median-te arengas, pancartas y silbidos este tipo de es-pectáculos, hasta la clase alta bogotana que no duda en asistir a las corridas cada vez que la Corporación Taurina de Bogotá anuncia el co-mienzo de una nueva temporada.

Para muchos el ambiente, los gritos del público cada vez que el capote burla al

toro, la manzanilla y las bellas mujeres, son motivos suficientes para decir que una corri-da no es un acto de muerte, sino un arte en el que se enfrentan la fuerza bruta y la inteligen-cia.

Para otros no es más que una burla a un ser vivo y una manera de fomentar la violencia de la sociedad en torno a un animal que lucha por sobrevivir. Son ellos los que sin importar el peso del animal, si es de casta o no o de que ganade-ría proviene, claman porque lo que muchos lla-man arte desaparezca para siempre de la cultu-ra capitalina. Ayer los hijos del presidente Juan Manuel Santos no quisieron perderse la corrida y asistieron muy puntuales a la cita.

FOTOS: Linda SarMienTO