La mejora

continua

La mejora continua se ha

convertido en un medio

que nos permite identificar

falencias, detectar aspectos

en los que podemos

mejorar y de esta forma

optimizar nuestros

procesos y satisfacer a

nuestros clientes.

Con los datos siniestrados

en los procesos de

auditoria, seguimiento y

medición, tanto del

producto como del proceso,

garantizamos mejorar día a

día y de esta forma

contribuir a la

supervivencia de nuestra

empresa en el mundo

actual, cada vez más

competitivo y cambiante.

El mejoramiento continuo en nuestra

empresa.

¿Qué es el mejoramiento continuo?

Todo empresa que tenga como meta sobrevivir,

perdurar y crecer, debe ser consiente que en la

actualidad los cambios, los gustos, los adelantos y

las nuevas tendencias son imparables y veces muy

aceleradas, y la única forma de poder tener un

producto competitivo, o una empresa competitiva

es a través del cambio, de la innovación, del análisis

y mejora de nuestros productos.

Esto implica no esperar que el producto este

“pasado de moda” o a que detectemos un problema

para cambiar y mejorar. Todos los estamentos de la

empresa deben estar vigilantes, detectando fallas,

anticipando fallas, buscando mejoras.

En síntesis el mejoramiento continuo es la

búsqueda, el esfuerzo que deben realizar cada

sección, cada departamento, cada trabajador para

realizar mejoras, tanto al producto como a la

organización, con el fin de que el cliente tenga cada

vez un mejor bien o un mejor servicio. Este es un

Boletín interno Motores S.A.S 27/04/2015 [Edición 1, volumen 1]

Esto implica no esperar a que el producto

este “pasado de moda” o a que

detectemos un problema para cambiar y

mejorar

procesos en espiral e interminable, pues la perfección nunca se alcanza, siempre

podremos mejorar un poco más, aspirar e intentar ser un poco mejor.

Como aplicar la mejora continua.

La mejora continua, como necesidad de la empresa, debe estar presente en la

política de calidad y en los objetivos, a partir de ese punto, se dinamiza y se concreta en el

seguimiento, la medición y el análisis de aspectos tan importantes como el cliente y su

satisfacción frente al producto, sus quejas y sus opiniones. Las auditorías internas son una

herramienta útil, necesaria e infaltable en un proceso de estos, pues ella nos dará un

diagnóstico de nuestra empresa.

También debemos estar atentos a las no conformidades: ¿Dónde se originan? ¿Por qué se

originan? ¿Cómo remediar de forma definitiva la no conformidad? El seguimiento y análisis

de los procesos, del producto y el análisis de estos puntos nos permitirán tener un panorama

claro de nuestra empresa e idear planes de mejora más ubicados y acordes con nuestra

realidad.