Desde el jueves 25 de junio entramos en una nueva fase de movilización. La Confech, presionada por los paros y tomas de carácter nacional, llamó a un paro indefinido. A su vez, los profesores, superando a sus dirigencias burocrá-ticas, ratificaron la continuación de su movilización. Y, por otro lado, en la Usach, este viernes, se entregó el petitorio interno, mientras Zolezzi transita-ba por EE.UU.

Recordemos que la corrupción y la falta de infraestructura fueron las causas que detonaron que las primeras carreras de nuestra universidad paralizaran. Ahora vemos que estas problemáticas, junto a la democratización forman puntos centrales en nuestro petitorio. Sin embargo, una solución profunda, necesariamente, será a causa de una movilización profunda. Esto sobrepasa a la Usach y exige una coordinación con otros sectores, como los secundarios y los profesores.

Estos últimos, los docentes, han sido un ejemplo de lucha. El gobierno quiere implementar una Ley que aumenta aún más la precaria situación laboral, mantiene el tiempo de trabajo no remunerado que hacen los profesores en casa y establece un sistema de evaluación que sólo acentúa el agobio laboral.

En la Usach, existen nueve carreras de pedagogías, por lo que el retiro a la Ley de Carrera Docente es un punto fundamental en el petitorio, sin ser necesa-riamente una demanda interna. Esto es lo que debemos tomar de ejemplo, pues la mayoría de las problemáticas que nos aquejan cotidianamente, las podremos solucionar si tomamos en nuestras manos las demandas naciona-les, tal es el caso del financiamiento, la democratización y la corrupción en la educación.

En relación a lo anterior, el Confech hizo un llamado a paro indefinido, lo que es muy progresivo, ya que sirve para articular las luchas en todos los espacios y no golpear por separado. No obstante, junto a este llamado las mismas di-recciones del Confech, a nivel local han optado por desmovilizar.

Por ejemplo, en la universidad de Chile, respaldados por una decisión que no se discutió en ninguna asamblea, la Presidenta de la Fech, junto a los militan-tes de Izquierda Autónoma, las Juventudes Socialistas y el Partido Comunistas fueron a “sacar a patadas” (en palabras de Valentina Saavedra) a los estudian-tes movilizados de la toma de casa central, fueron a desalojar para cumplir con un acuerdo y una petición de rectoría. Asimismo la ofensiva para bajar los paros y tomas ha afectado a universidades privadas y a regiones.

Entonces, estamos frente a un doble discurso: Mien- tras convocan a un paro masivo, impiden la moviliza-

ción en cada estructura que dirigen.

Es por esto que los estudiantes movilizados, deben ponerse a la cabeza de hacer activo el paro. Si la Confech no organiza algo más que la marcha del jueves pasado, en medio de la paralización, seamos nosotros los que llene-mos cada espacio y cada día con actividades. Impulsemos el paro indefinido

El gobierno ya hizo su jugada con el cambio ministerial. En un momento que vio que la movilización de los profesores podía tener a Eyzaguirre con-tra las cuerdas, pusieron en el MINEDUC a Delpiano, esperando dar nuevos aires al conflicto. Ahora nos toca el turno a nosotros.

La Feusach, dirigida por el “Somos” no ha hecho ningún esfuerzo serio para que la movilización de la Usach se ligue a las demandas nacionales, lo que se contradice con nuestra posición de Universidad como voceros del Con-fech. Así, por ejemplo, postulan (en un documento de democratización presentado en asambleas) que volveremos a clases cuando ganemos el petitorio interno. Esto no toma la demanda de las pedagogías, quienes plantean continuar hasta el retiro del proyecto de ley de carrera docente.

En torno a eso debemos pensar si acaso ¿basta con quedarse en el localis-mo? o si ¿tiene sentido que los profesores, los secundarios, y los universita-rios peleen cada uno por su lado? Y finalmente, ¿En qué puede aportar la Usach a la lucha por la educación?

Una de las tareas actuales es recuperar las lecciones más profundas del proceso de reforma universitaria en donde la ex universidad del estado UTE, actual Usach, se puso en función de las necesidades de los trabajado-res y el pueblo.

Las medidas más importantes del proceso fueron las cátedras nocturnas para trabajadores que aumentaron enormemente la cantidad de matricula-dos de origen obrero y popular. Asimismo, se establecieron diversos conve-nios con sindicatos y organizaciones de pobladores que permitieron vincu-lar la acción de los estudiantes al pueblo.

Ante el debate de “seguridad del campus”, es necesario retomar ese legado histórico con medidas concretas. Debemos eliminar el sistema de cámaras y la figura del guardia y reemplazarla por un sistema de porterías con funcio-narios. Por otro lado, tenemos que suprimir las restricciones de acceso para que la universidad esté disponible para todos quienes quieran ingresar a sus instalaciones, bibliotecas o simplemente atravesar por su interior, como los vecinos de la zona.

La Usach hoy cuenta con un funcionamiento sumamente antidemocrático, en donde el rector posee todas las facultades para decidir el destino de la universidad sin preguntarle a nadie. Al mismo tiempo este sistema permite que los altos cargos de dirección puedan gobernar en torno a intereses mez-quinos y en desmedro de profesores, trabajadores y estudiantes, que no son escuchados ni menos tienen injerencia en las políticas implementadas.

¿Por qué Zolezzi debe irse?

El rector ha demostrado que no tiene ni tendrá voluntad política para reali-zar ninguno de los cambios estructurales que exige el movimiento estudian-til, como ejemplo de esto y de su arbitrariedad es en cada movilización deja ingresar a FF.EE a la universidad para que repriman y dejen heridos de grave-dad a estudiantes, como sucedió con Luciano Debrott .

Zolezzi es el rostro del autoritarismo universitario, es la cabeza que permite el robo de más de diez mil millones en la universidad y responsable de la corrupción. Pedro Palominos no podría sólo, el espaldarazo de Zolezzi, con un régimen que les permite hacer lo que quieran, es fundamental para esta-far. Es por esto que Zolezzi no puede ser más el rector de la Usach, debemos sacarlo

de su sillón acomodado, de rectoría y de la universidad, tanto por lo dicho, como por no respetar en lo más mínimo a sus estudiantes. Prueba de esto es su viaje de esta semana que lo mantuvo en EE.UU mientras la Usach se moviliza ¿Es acorde esto a su “gran disposición de dialogo” que pregona en sus falsos comunicados? Zolezzi debe irse si queremos golpear la estructura e iniciar un proceso de Claustro que cambie las cosas de verdad.

En base a lo expuesto, es necesario levan-tar un claustro autoconvocado entre los tres estamentos para cambiar los estatu-tos que

fueron impuestos en dictadura y que aún en la actualidad, siguen vigentes. Es urgente democratizar la usach para que seamos nosotros quienes decida-mos la educación que queremos, pero hay que considerar que el proceso de claustro puede extenderse por mucho tiempo.

Por esto es que tenemos que garantizar que no hayan desvíos y sin tener que esperar, con la fuerza de la movilización debemos imponer un “Consejo” donde estén incluidos los tres estamentos y que cumpla la función de gober-nar la Universidad mientras dura el proceso de claustro. Un consejo de hecho con decisión paritaria.

La propuesta de democratización que hegemoniza

Consiste en pedir al gobierno la restitución de la ley delegatoria, que permi-tiría enviar un nuevo proyecto de estatuto orgánico. Luego de establecerse lo anterior, se llevaría a cabo un plebiscito para respaldar que se hagan modifi-caciones en el Estatuto del 2008 y presionar a rectoría para que permita di-chos cambios por la comunidad universitaria. Al mismo tiempo convocar a un proceso de Claustro

Las contradicciones de esta propuesta

En el contexto actual es ingenuo pensar que el gobierno accederá a restituir la Ley delegatoria. Pues, este ya ha anunciado su propósito para establecer una “Ley marco” para todas las universidades, lo que se contrapone a las propuestas de democratización levantadas por los distintos estamentos. Por otro lado, en caso de tener éxito, sería en un plazo de varios años donde po-dríamos tener un Estatuto que realmente sea democrático y a la medida de los estudiantes, académicos y funcionarios. (El del 2008 es insuficiente es este aspecto)

Un plan alternativo en el caso de que esta propuesta de democratización no llegue a buen puerto.

Lo más probable, por la actual postura del gobierno es que la Ley delegato-ria no se restituya. Es por esto que necesitamos un nuevo plan que contemple levantar un claustro refundacional para cambiar los estatutos y establecer un cogobierno universitario donde seamos nosotros quienes decidamos.

Cabe destacar que lo resuelto en el claustro de la Usach debe implementar-se de hecho desde el momento en que los estamentos de la universidad lo aprueben. Proponemos esto, tomando los hechos históricos que demues-tran que todos los cambios estructurales se imponen en primera instancia en la práctica y posteriormente se legalizan. Un ejemplo de ello es que el estatuto que tenía nuestra universidad antes de la dictadura fue implemen-tado en 1968 y recién luego de tres años el gobierno lo aprobó. (1971).

Sin embargo, todas estas propuestas son realizables en la medida que man-tengamos una fuerte movilización. Las demandas jamás han sido ganadas en base a buenos argumentos, la fuerza que exista para sostener estas exigen-cias son la clave para el triunfo. La democratización de nuestra universidad depende si tenemos la fuerza, la organización y la movilización para impo-nerla.

¡Por un claustro refundacional que democratice la Usach!

¡Por cogobierno para decidir!

¡Fuera Zolezzi!

Los profesores cumplieron la cuarta semana de paro nacional superando las trabas impuestas por la burocracia del CdP enca-bezado por Jaime Gajardo (PC), y su política de modi-ficaciones al proyecto de Carrera Docente en con-cordancia a los plantea-mientos del Gobierno de

la Nueva Mayoría. Estos hechos se enmarcan en la convocatoria a Paro Na-cional indefinido impulsado por la Confech y el nombramiento de Adriana Delpiano como nueva Ministra de Educación. Los profesores llevan al cen-tro de la discusión el cumplimiento de un piso mínimo de demandas que apuntan a mejorar la calidad de la educación y que deben formar parte de un nuevo proyecto de Carrera Docente.

Entre estos puntos destaca la titularidad inmediata sin condiciones, un suel-do base equivalente al sector público, 50/50 horas lectivas y no lectivas, la reducción de alumnos por sala, y un plan de jubilación permanente.

La Usach exige el retiro de la Carrera Docente

Las y los estudiantes de las nueve carreras de pedagogía que integran la Usach, manifestaron el rechazo a la Carrera Profesional Docente afirmando que el actual proyecto sostiene la lógica de regular y estandarizar la labor, manteniendo la educación de mercado, aumentando el agobio laboral y las malas condiciones para ejercer la pedagogía.

Es por esto que en discusiones de base, se levantó la exigencia a la FEUSACH de integrar al petitorio de Universidad el retiro de la Carrera Docente, si-tuándola como una demanda central, lo que se definió tras la votación en el ampliado estudiantil del pasado viernes.

Saludamos esta iniciativa y hacemos un llamado a no bajar los brazos, a unir-nos con los profesores, porque esto no sólo les afecta a ellos o a los estu-diantes de pedagogía.

# NI UNA MENOS

La lucha feminista ha dado grandes frutos. Aún la lógica del patriarcado, ha dado pie para que se generen situaciones de peligro para nuestras compañe-ras. Esta se basa en el posicionamiento de unos por sobre otros (en donde la posición de lo femenino sigue estancada unos pisos por debajo de lo mascu-lino).

Nos seguimos viendo preocupadas por la ropa que llevamos, por qué tan tar-de nos vamos a casa, si andamos solas o si nos aceptarán en cierto trabajo si estamos embarazadas. La mujer aún es vista como un objeto procreador, el cuál es encargado de producir mano de obra para un sistema que considera importante a las personas, sólo mientras estas le son útiles. (Por eso el des-cuido con lxs niñxs, lxs ancianxs, las personas con facultades distintas, etc. )

Desde ahí, se genera un camino ascendente de violencia, en donde la mayor expresión es el femicidio: una muerte motivada por la rabia de saber que las mujeres no son posesión de nadie, que somos libres, que nadie tiene derecho a decirnos qué o cómo queremos ser o con quienes debemos estar.

Es decir, una posición revolucionaria en un mundo en donde desde pequeñas nos enseñan que el único color disponible es el rosado y que la belleza es la principal virtud que debes alcanzar. En algún momento pasamos del “Puedes ser lo que tú quieras” a “Debes serlo todo”. Ya no sólo tenemos que cumplir los roles impuestos, los cuales conllevan en ellos la sumisión, sino que nos vemos enfrentadas a trabajos y salarios que están por debajo a los de nues-tros compañeros hombres.

En lo que lleva del año, Chile ya ha alcanzado los 32 femicidios. Una cifra preocupante, ya que las implicancias de un número cómo este nos hace cues-tionar: ¿a cuántas más están insultando?, ¿a cuántas más están gritándoles?, ¿a cuántas más les están cortando el pelo, la piel, la voz? ¿A cuántas más están matando?

Más allá de la cifra cuantitativa, lo que es conflictivo es que no son muertes accidentales, hay todo un sistema social actuando de base. En este contexto, desde Pan & Rosas en conjunto con otras organizaciones se está impulsando la campaña Ni Una Menos, la cual va por la derogación de toda la lógica pa-triarcal, pero que como acción directa y primera apela a la la confrontación y castigo del camino hacia el maltrato y el femicidio.

Denunciar, pedir ayuda, levantar la voz, generar solidaridad. Para que al final del camino podamos decir que hay una menos. A una menos le gritaron, le pegaron, la humillaron. A una menos la mataron.