Boletín dominical 15 de mayo de 2016.
-
Upload
mario-reyes -
Category
Documents
-
view
217 -
download
0
description
Transcript of Boletín dominical 15 de mayo de 2016.
…Tres etapas marcan la entrega de estas santas mujeres. Primera: Se
distinguieron por su fidelidad y su amor durante los tres años de la predicación
del Señor: “les daban de sus bienes” (Lucas 22: 30). Además, Lo
acompañaban tanto en los momentos de alegría (por ejemplo: la Entrada
triunfal a Jerusalén), como en los momentos donde aparece hundirse la
esperanza del Reino de Dios (por ejemplo: en la condenación, la pasión y la
crucifixión). El peligro de formar parte de su compañía no las indujo a huir. Se
quedaron con Él, observando su muerte.
Segunda: Participaron de la sepultura, junto con
José y Nicodemo. Allí pusieron junto con el Cuerpo
del Señor, su amor, su corazón, todo. Tercera:
Estuvieron a cargo del anuncio de la Resurrección.
Ellas Le habían servido humildemente durante su
vida, habían ofrecido su tiempo, sus bienes,
quedándose en el último rango. Son éstas mujeres,
tan poco mencionadas, quienes son las primeras
testigos de la Resurrección y las primeras en llevar la
buena nueva a los apóstoles.
A los Once, el Señor les había reprendido su
incredulidad y su dureza de corazón: “por cuanto no
habían creído a los que Lo habían visto resucitado de entre los muertos” (Marcos 16: 14), como así también a los dos discípulos de Emaús: “¡hombres
sin inteligencia y lentos de corazón!” (Lucas 24: 25). En cambio, el Señor
invistió a estas mujeres de una misión, la única en el Evangelio, de anunciar la
Resurrección a sus discípulos: “No teman; vayan y digan a mis hermanos
que se dirijan a Galilea, y que allí me verán” (Mateo 28: 10). Fueron
enviadas a los apóstoles, quienes permanecían atemorizados, y quienes, en
varias oportunidades, no pudieron reconocerlo en sus apariciones. Fueron
instituidas primeras testigos de la Resurrección, y como dicen algunos padres
de la Iglesia, fueron “maestras de los maestros”, mientras que María
Magdalena fue intitulada “apóstol de los apóstoles”.
En realidad, el cambio era indescriptible. De portadoras del bálsamo, hacia la
nueva de la muerte, estas mujeres se transformaron en portadoras de la nueva
de la Resurrección. El amor transformó los testigos de la muerte en testigos de
la Resurrección. Es el amor valiente que no teme a nada ni a nadie. Es el amor
que se entrega al servicio, y crece en el servicio. Esperando que este amor
valiente, toque y transforme nuestro ministerio y nuestro servicio; exclamemos:
¡Cristo ha Resucitado! ¡En verdad ha Resucitado!
Este tercer domingo de Pascua, es dedicado a las Mujeres Portadoras de Mirra, y es una
celebración para todas las mujeres cristianas ortodoxas, y es llamado el Día de la
Mujer Cristiana Ortodoxa. Diócesis de México
Iglesia Ortodoxa en América
www.ocamexico.org
Catedral Ortodoxa
La Ascensión del Señor
Este Tercer Domingo de Pascua,
conmemoramos a las Santas Mujeres
Portadoras de Mirra.
¿Quiénes son estas santas mujeres?
María Magdalena, María la esposa de
Cleofás, Salomé, María y Martha:
hermanas de Lázaro; La Santísima Virgen
María, Susana, entre muchas otras.
Estas mujeres fueron las primeras en ver a
Cristo Resucitado, porque fueron las únicas
en acompañarlo hasta Su muerte, y aún
más, después de Su muerte, Le trajeron
aromas a su sepulcro.
Por ellas; las Portadoras de la Mirra, se enteró el mundo entero de que
Cristo había Resucitado, siendo María Magdalena la primera discípula a
la que se le presentó el Salvador por primera vez después de Su muerte
en la Cruz.
Es cierto que hay mujeres piadosas, pero éstas en especial son mujeres
valientes. Desafiaron el peligro de mostrarse abiertamente a favor de un
condenado. ¿Acaso Jesús no había dicho: “Bienaventurado el que no se
escandalice de Mí” (Lucas 7: 23)? Ellas fueron las únicas que no se
escandalizaron por Él. Pero, ¿por qué ellas soportaron el escándalo de la
cruz? ¿Por qué estuvieron tan cerca cuando todo parecía terminar, y que
todos los discípulos que Lo habían abandonado, preparaban su regreso a
casa? Jesús dio la respuesta de manera anticipada, cuando, en la casa de
Simón, hablando de la mujer pecadora que Le había lavado y besado sus
pies, reveló la razón: “porque amó mucho” (Lucas 7: 47).
Estas mujeres siguieron a Jesús por Su persona, en reconocimiento del bien
recibido de Él, y no en la espera de obtener algo de Él. No se les había
prometido sentarse “sobre tronos como jueces de las doce tribus de
Israel” (Lucas 22: 30), tampoco habían pedido sentarse a su derecha o su
izquierda en su gloria (Marcos 10: 37). Lo siguieron, como está escrito, para
servirle (Lucas 8: 3; Mateo 27: 55). A la mujer que le había ungido en
Betania, en la casa de Simón el leproso, el Señor señaló: “Derramando este
ungüento sobre mi cuerpo, me ha ungido para mi sepultura. En verdad,
les digo, dondequiera que sea predicado este evangelio en todo el mundo,
se hablará también de lo que ha hecho ésta en memoria suya” (Mateo 26:
12-13)…
SANTAS MUJERES PORTADORAS DE MIRRA Y DISCÍPULAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
TROPARIO DE LA RESURRECCIÓN - Tono 2º
Coro: Cuando descendiste a la muerte, Oh Vida Inmortal, / diste muerte al infierno /
con la brillantez de tu deidad. / Y cuando de las entrañas de la tierra levantaste a los
muertos, / todas las potestades celestiales exclamaron, / Oh Dador de vida, Cristo
nuestro Dios, / gloria a Ti //.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
TROPARIO AL NOBLE JOSÉ DE ARIMATEA - Tono 2º
Coro: El Noble José, habiendo bajado Tu Inmaculado Cuerpo del Madero, / lo
envolvió en lino puro y especias, / y lamentándose, lo colocó en una tumba nueva. /
Pero Tú, ¡Oh Señor!, resucitaste al tercer día, / dando al mundo gran misericordia. //
Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
CONTAQUIO DE LAS MUJERES PORTADORAS DE MIRRA - Tono 2º
Coro: El Ángel se había presentado cerca del Sepulcro, / diciendo a las mujeres
portadoras de la mirra: / La mirra es solo para los muertos, / y Cristo es ajeno a la
corrupción. / Exclamen, pues, diciendo: / El Señor ha resucitado, dando al mundo gran
misericordia. //
Diácono: Atendamos.
Sacerdote: Paz a todos.
Lector: Y a tu espíritu.
Diácono: Sabiduría.
Lector: PROQUIMENO, en el Tono 2º
Lector: El Señor es mi fortaleza y mi cantar, y se ha hecho mi salvación. Mi salvación.
Coro: El Señor es mi fortaleza y mi cantar, / y se ha hecho mi salvación. Mi
salvación //.
Verso: El Señor me ha castigado sobremanera, más no me ha entregado a la muerte.
Coro: El Señor es mi fortaleza y mi cantar, / y se ha hecho mi salvación. Mi
salvación //.
Verso: El Señor es mi fortaleza y mi cantar.
Coro: Y se ha hecho mi salvación. Mi salvación //.
Diácono: Sabiduría.
ECTURA DEL LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS
APÓSTOLES. (Hechos. 6: 1 – 7) Diácono: Atendamos.
Hermanos: En aquellos días, como el número de discípulos aumentaba, los
helenistas comenzaron a murmurar contra los hebreos porque eran desatendidas
sus viudas en la distribución diaria de los alimentos. Entonces los Doce
convocaron -en asamblea- a todos los discípulos y les dijeron: No es justo que descuidemos el ministerio de la Palabra de Dios para ocuparnos de servir las
mesas. Es preferible, hermanos, que busquen entre ustedes a siete hombres de
buena fama, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, y nosotros les encargaremos
esta tarea. De esa manera, podremos dedicarnos a la oración y al ministerio de la
Palabra. La asamblea aprobó esta propuesta y eligieron a Esteban, hombre lleno de
fe y del Espíritu Santo, a Felipe y a Prócoro, a Nicanor y a Timón, a Pármenas y a
Nicolás, prosélito de Antioquía. Los presentaron a los Apóstoles, y estos, después
de orar, les impusieron las manos…
…Así la Palabra de Dios se extendía cada vez más, el número de discípulos
aumentaba considerablemente en Jerusalén y muchos sacerdotes abrazaban la fe.
Sacerdote: Paz a ti.
Lector: Y a tu espíritu.
Diácono: Sabiduría.
Lector: ALELUYA, en el Tono 2º
Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.
Lector: Que el Señor te escuche en el día de tribulación; que te escude el nombre del
Dios de Jacob.
Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.
Verso: Oh Señor, salva al rey, y escúchanos en el día en que te clamemos.
Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.
Diácono: Sabiduría. Estemos de pie; escuchemos el Santo Evangelio.
Sacerdote: Paz a todos.
Coro: Y a tu espíritu.
ECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN
MARCOS (Marcos 15: 43 – 16: 8).
Coro: GLORIA A TI, SEÑOR, GLORIA A TI.
Sacerdote: Atendamos.
En aquel tiempo: Vino José de Arimatea, miembro respetable del
Sanedrín, que esperaba también el Reino de Dios, y entró audazmente
donde Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Se extrañó Pilato de que Jesús
hubiese muerto tan pronto, e hizo llamar al centurión; le preguntó si ya
había muerto tiempo antes. Enterado por el centurión, concedió el Cuerpo
a José, quien, compró una sábana, bajó a Jesús de la Cruz, lo envolvió en
la sábana y lo puso en un sepulcro que estaba excavado en roca, e hizo
rodar una gran piedra contra la entrada del sepulcro. María Magdalena y
María, madre de José, observaban dónde quedaba puesto. Pasado el
sábado, María Magdalena, María la madre de Santiago y Salomé,
compraron aromas para ir a ungirlo; y muy de madrugada, el primer día
de la semana, llegaron al sepulcro, a penas salido el sol. Y se decían unas
a otras: ¿Quién nos rodará la piedra de la entrada del sepulcro? Y
levantando los ojos ven que la piedra, que era muy grande, había sido
retirada. Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado en el
lado derecho, vestido con una túnica blanca, y se sorprendieron. Él les
dijo: No se asusten; ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el crucificado: Ha
resucitado, no está aquí. Este es el lugar donde lo pusieron. Pero vayan a
digan a sus discípulos y a Pedro, que irá delante de ustedes a Galilea; allí
lo verán, como les dijo. Ellas, saliendo del sepulcro, huyeron, pues el
temblor y asombro se habían apoderado de ellas, y no dijeron nada a
nadie, porque tenían miedo.
Coro: GLORIA A TI, SEÑOR, GLORIA A TI.
L
+L