Boletín El Heraldo AMECDAi 8 de noviembre de 2015

4
E n esta reflexión continuamos el análisis de los encuentros que Saulo de Tarso tiene con Dios. Tal y como ha sucedido con otras reflexiones de esta serie, estos análisis forman parte de una batería de reflexiones acerca de encuentros con Dios que experimentaron hombres y mujeres que aparecen en la Biblia. Se trata de encuentros con Dios que nos permiten avances espirituales significativos. Por último, casi todos ellos ocurren en tiempos en los que enfrentamos crisis de los niveles más altos. La reflexión anterior fue cerrada aseverando que en la narrativa del encuentro que Saulo tiene con Dios en Hch 9:1-20, podemos observar que el Evangelio es definido como sinónimo de cambio de camino. Una de las conclusiones vertidas allí dice que el mensaje del Evangelio ofrece mucho más que una filosofía de vida a partir de un encuentro con la divinidad. Este mensaje plantea la necesidad de un proceso de transformación. Algunos de los escenarios de esa transformación son inmediatos (la conversión) y otros toman la vida entera. E stos escenarios o dimensiones de la vida que son transformadas incluyen pasar de la autosuficiencia a la dependencia absoluta, del carácter impulsivo a la sumisión, del coraje y la violencia a la capacidad para soportar los abusos más injustos y de ser un enemigo a convertirse en hermano. La base fundamental que el griego bíblico utiliza para describir esto se llama “metanoia” (G3340); arrepentimiento. Lo que hace interesante el concepto es que no tiene nada que ver con llanto (aunque todo el que se convierte llora como un niño), ni con un arranque emocional (aunque todo el que arrepiente de corazón ante Cristo experimenta que su corazón se compunge). E n el mundo helénico el remordimiento y el arrepentimiento andaban unidos. Esto no es así en los escenarios del Nuevo Testamento. 1 Este concepto define mucho más que un cambio radical en la forma de pensar. “Metanoia” predica un cambio de voluntad y un cambio absoluto de la forma en que uno vive. Esto, como resultado de un cambio completo de la forma en que uno piensa y en las actitudes que uno tiene hacia el pecado y la justicia de Dios. El problema con este concepto (“arrepentimiento”) es que la Biblia gusta de acompañarlo del concepto “conversión” (Hcs 3:19). Este último proviene del griego “epistrephō” (G1994) que describe una super imposición del proceso para hacernos girar hacia la ruta completamente opuesta en la que andábamos. Pablo y Bernabé lo usan para describir que dejan a los judíos y se “vuelven” a los gentiles (Hcs 13:46). Juan lo usa para describir en la autoridad que tienen los dos (2) testigos para “convertir” las aguas en sangre (Apo 11:6). O sea, que la transformación que produce el Espíritu Santo trae consigo una transformación de la voluntad, un cambio absoluto de la forma en que uno vive, un cambio completo de la forma en que uno piensa y en las actitudes que uno tiene hacia el pecado y la justicia de Dios y un cambio de ruta. Todos aquellos que reciben la revelación de ese “meta-conocimiento” que el Espíritu Santo trae acerca de Dios (arrepentimiento), tienen que decidir darle permiso al Espíritu para que les cambie y transforme todo lo que solo Él puede transformar (conversión). Es esto lo que experimentan Saulo de Tarso y todos los creyentes que aceptan a Cristo con todo su corazón. En la reflexión anterior compartimos que la presencia de Cristo convierte y transforma. La Palabra de Cristo transforma y coloca la conversión del ser humano en una dimensión en la que solo puede ser vista como una acción divina y no como un desarrollo humano. Pero esta conversión no solo es radical; ella envuelve un peregrinaje transformacional que dura toda la vida. 8 de noviembre de 2015 • Volumen X • No. 506

description

Tema: Dios Sale a Nuestro Encuentro: El Modelo de Saulo De Tarzo Parte II. Mensaje por Pastor/Rector Mizraím Esquilín García. Fecha de la publicación 8 de Noviembre de 2015, Vol. X, Número 506. Desde la Iglesia Agrupación Misionera Evangelista de Canóvanas, AMEC Casa de Alabanza, Puerto Rico. Búsquenos en www.ameccda.org.

Transcript of Boletín El Heraldo AMECDAi 8 de noviembre de 2015

En esta reflexión continuamos el análisis de los encuentros que Saulo de Tarso tiene con Dios. Tal y como ha sucedido con otras reflexiones

de esta serie, estos análisis forman parte de una batería de reflexiones acerca de encuentros con Dios que experimentaron hombres y mujeres que aparecen en la Biblia. Se trata de encuentros con Dios que nos permiten avances espirituales significativos. Por último, casi todos ellos ocurren en tiempos en los que enfrentamos crisis de los niveles más altos. La reflexión anterior fue cerrada aseverando que en la narrativa del encuentro que Saulo tiene con Dios en Hch 9:1-20, podemos observar que el Evangelio es definido como sinónimo de cambio de camino. Una de las conclusiones vertidas allí dice que el mensaje del Evangelio ofrece mucho más que una filosofía de vida a partir de un encuentro con la divinidad. Este mensaje plantea la necesidad de un proceso de transformación. Algunos de los escenarios de esa transformación son inmediatos (la conversión) y otros toman la vida entera.

Estos escenarios o dimensiones de la vida que son transformadas incluyen pasar de la autosuficiencia a la dependencia absoluta, del carácter impulsivo a la sumisión, del coraje y la violencia a la capacidad

para soportar los abusos más injustos y de ser un enemigo a convertirse en hermano. La base fundamental que el griego bíblico utiliza para describir esto se llama “metanoia” (G3340); arrepentimiento. Lo que hace interesante el concepto es que no tiene nada que ver con llanto (aunque todo el que se convierte llora como un niño), ni con un arranque emocional (aunque todo el que arrepiente de corazón ante Cristo experimenta que su corazón se compunge).

En el mundo helénico el remordimiento y el arrepentimiento andaban unidos. Esto no es así en los escenarios del Nuevo Testamento.1 Este concepto define mucho más que un cambio radical en la

forma de pensar. “Metanoia” predica un cambio de voluntad y un cambio absoluto de la forma en que uno vive. Esto, como resultado de un cambio completo de la forma en que uno piensa y en las actitudes que uno tiene hacia el pecado y la justicia de Dios. El problema con este concepto (“arrepentimiento”) es que la Biblia gusta de acompañarlo del concepto “conversión” (Hcs 3:19). Este último proviene del griego “epistrephō” (G1994) que describe una super imposición del proceso para hacernos girar hacia la ruta completamente opuesta en la que andábamos. Pablo y Bernabé lo usan para describir que dejan a los judíos y se “vuelven” a los gentiles (Hcs 13:46). Juan lo usa para describir en la autoridad que tienen los dos (2) testigos para “convertir” las aguas en sangre (Apo 11:6).

O sea, que la transformación que produce el Espíritu Santo trae consigo una transformación de la voluntad, un cambio absoluto de la forma en que uno vive, un cambio completo de la forma en

que uno piensa y en las actitudes que uno tiene hacia el pecado y la justicia de Dios y un cambio de ruta. Todos aquellos que reciben la revelación de ese “meta-conocimiento” que el Espíritu Santo trae acerca de Dios (arrepentimiento), tienen que decidir darle permiso al Espíritu para que les cambie y transforme todo lo que solo Él puede transformar (conversión). Es esto lo que experimentan Saulo de Tarso y todos los creyentes que aceptan a Cristo con todo su corazón. En la reflexión anterior compartimos que la presencia de Cristo convierte y transforma. La Palabra de Cristo transforma y coloca la conversión del ser humano en una dimensión en la que solo puede ser vista como una acción divina y no como un desarrollo humano. Pero esta conversión no solo es radical; ella envuelve un peregrinaje transformacional que dura toda la vida.

8 de noviembre de 2015 • Volumen X • No. 506

Hans Mol postula en su libro “Identity and the sacred” 2algunos elementos que posee el proceso de conversión-

transformación. Esta es una tesis que procura hacernos entender cómo es que se forma esa nueva identidad que adquirimos en Cristo Jesús cuando nos entregamos en los brazos de nuestro Salvador ( 2Cor 5:17). Para entender la tesis de Mol, hay que subrayar que nadie puede poner en duda que la conversión es instantánea. O sea, si la persona que acepta a Cristo muere en el mismo momento de su conversión, va al cielo sin tropiezo alguno. Hans Mol parte de la combinación de los procesos de conversión y transformación. Mol destaca que una de las primeras cosas que se experimentan en la separación de los patrones de identidad pasados. Hay unos frutos de arrepentimiento que se tienen que evidenciar (Lcs 3:8). Este proceso para cambiar nuestra identidad, nos lleva a abandonar los falsos patrones de seguridad y conducta (Efe 4:21-32).

Mol añade que otro elemento que se puede identificar en este proceso es la presencia de un tiempo sin significado

y de posible confusión. Esto es, se desarrolla un tiempo en el que nos preguntamos qué es lo que ha sucedido y en qué ruta nos lleva Dios. Otro elemento descrito por Mol es el de la transición dinámica de las tinieblas a la luz. Cada creyente en Cristo experimenta que todas aquellas áreas de nuestras vidas que estaban o se desarrollaban en las tinieblas del pecado de la carne y del mundo, son traídas a la luz de Cristo. Cada vez que esto sucede, sufrimos un proceso de arrepentimiento y de transformación, de abandono de la forma en que vivíamos para abrazar la vida en la luz de Jesús.

El último elemento que Mol describe como parte de este proceso es el apoyo de la comunidad de fe y aceptación del

nuevo convertido para iniciar su vida en la familia de la fe.La experiencia de conversión de Saulo es relatada tres (3) veces en el libro de los Hechos (Hch 9:1:19; 22:4-16; 26:12-18). En los otros relatos se señala que el suceso aconteció al mediodía (Hch 22:6; Hch 26:13). En estos relatos se dice que los que andaban con él vieron la luz, pero no a Jesús. Ellos escucharon una voz, pero no la pudieron entender (Hch 9:7; Hch 22:9). En adición a esto, siguiendo el mismo modelo de otros llamados que aparecen en la Sagradas Escrituras, en los tres pasajes se describe que el nombre de Saulo es mencionado dos (2) veces (“Saulo, Saulo;” Gn 22:11 - Abraham, Gn 46:2 - Jacob, Ex 3:4 - Moisés).

Cuando estudiamos las tres (3) narrativas de esta experiencia de conversión, nos percatamos de que en los pasajes del

capítulo 9 y el capítulo 26 se usa la frase “Dura cosa te es dar coces...”. Esta frase, que es un proverbio popular de la época, la encontramos en los trabajos de algunos escritores griegos seculares (Eurípides, “Bacantes,” 795; Esquilo, “Agamenón,” 1624 y Terencio, “Formión,” 7.8). Aunque hay muchos exégetas dicen que no hay referencia para esta frase en el Antiguo Testamento, más de uno cree que Dt 32:15 puede ser la cita bíblica que Pablo tiene en su mente cuando relata esta experiencia. En otras palabras, Saulo está destacando que Jesús le señala que debe someterse sin pelear con la revelación celestial para que no se haga daño.

En todas las narraciones Jesús se identifica a sí mismo como el perseguido. En la narración de Hch 22, el verso 11 nos dice

que la luz de la revelación dejó ciego a Saulo y que tuvo que ser llevado de la mano. En otras palabras, aquél que respiraba amenazas y muerte ahora necesita ser conducido a la ciudad. Este poder que dejó ciego a Saulo es el mismo poder que levanta al cojo del Pórtico de la Hermosa (Hch 3). Este es el mismo poder que fulmina a Ananías y Safira (Hch 5). Este poder es el que convierte, le transforma, le convoca y le comisiona. Este último concepto (“comisión”) está presente en todas las narrativas de la conversión de Saulo de Tarso. En todos ellos se destaca que hay una tarea que se ha comisionado. Veamos:

Hch15-17 15 El Señor le dijo: Vé, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; 16 porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre. 17 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.

Cada creyente en Cristo experimenta que todas

aquellas áreas de nuestras vidas que estaban o se desarrollaban en las

tinieblas del pecado de la carne y del mundo, son

traídas a la luz de Cristo.

Cada vez que esto sucede, sufrimos un proceso de arrepentimiento y de transformación, de

abandono de la forma en que vivíamos para

abrazar la vida en la luz de Jesús.””

Pastor-Rector: Mizraím Esquilín García2 Hans Mol. (1977). “Identity and the sacred”, NY: Macmillan Publishing Co. (pg 45-53).

Hch 22 14 Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca. 15 Porque serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído.

Hch 26:16-9 16 Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, 17 librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, 18 para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados. 19 Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial,

Algunas de las definiciones que nos ofrece el Diccionario de la Real Academia Española sobre el concepto “comisión”

son las siguientes:

• Orden y facultad que alguien da por escrito a otra persona para que ejecute algún encargo o entienda en algún negocio.• Encargo que alguien da a otra persona para que haga algo.• Conjunto de personas encargadas por la ley, o por una corporación o autoridad, de ejercer unas determinadas competencias permanentes o entender en algún asunto específico. Si la comisión es de servicio: Situación de una persona que, con autorización de la autoridad correspondiente,

presta sus servicios transitoriamente fuera de su puesto habitual de trabajo. Si la comisión es rogatoria:- Comunicación entre tribunales de distintos países para la práctica de diligencias judiciales.

Saulo de Tarso tiene este primer encuentro con Dios porque el Todopoderoso desea realizar una tarea imposible y para eso

toma a este ser humano imposible y decide molerlo.

3

4

A la Hna. Ana Rosa por su cumpleaños el 2 de noviembre, que te siga bendiciendo con mucha salud y nuevas fuerzas.

Muchas felicidades a Mizraim Velázquez y Noemi Cordero por su aniversario de bodas el 11 de noviembre.

MIERCOLES 18 DE NOVIEMBRE, 2015´7:30PM - ANEXO DE AMEC

REUNION´HOMBRES DE IMPACTO

“Promete reconciliartecon tu pasado”

MINISTERIO

20 DE NOVIEMBRE 7:30 PM

SIRVIENDO JUNTOSCOMO FAMILIA

Con Nosotros el Ministeriode Misiones CDA Te Esperamos!

Palabras de Agradecimiento

Estoy muy agradecida con todas las personas que nos han demostrado su cariño en estos

momentos difíciles, enfrentar el fallecimiento de una persona amada es muy doloroso, sin embargo sentimos el consuelo de Dios, su apoyo ha sido fundamental para sobrellevar todas las situaciones que se presentaron con la enfermedad y posterior partida de mi amado esposo Eduardo. Gracias y que el Señor derrame abundantes bendiciones en

sus vidas. Att. Ruth, Ruthgalys y Andrea.