BOLETÍN JURÍDICO NÚMERO 18 -OFICINA ASESORA JURÍDICA ...
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BOLETN JURDICO NMERO 18 -OFICINA ASESORA JURDICA
Enero a Marzo de 2010. Mario Meja Cardona Superintendente Nacional de Salud Mara Elisa Morn Baute Secretaria General Superintendencias Delegadas Doctora Andrea Torres Matiz. Superintendente Delegada Para la Generacin y Gestin de los Recursos Econmicos para Salud, Doctor Daro Jos Cantillo Gmez Superintendente Delegado para la Atencin en Salud, Doctora Leonor Arias Barreto. Superintendente Delegada para la Proteccin al Usuario y la Participacin Ciudadana, Pascual Mauricio Correa Superintendente Delegado para las Medidas Especiales: Pedro vila Orjuela Superintendencia Delegada para la Funcin Jurisdiccional y de Conciliacin Jefes de Oficina Luz Karime Fernndez Castillo Oficina Asesora Jurdica Olga Mireya Morales Torres Oficina de Planeacin
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NDICE 1. CORTE CONSTITUCIONAL
SENTENCIA T-035 DE 2010, Salud, Vida Digna y Seguridad Social SENTENCIA T-069 DE2010, Despido con Fuero de Maternidad SENTENCIA T-003 DE 2010, Despido a trabajador Incapacitado SENTENCIA T-019 DE 2010, Cubrimiento del transporte y la estada, No copagos SENTENCIA T-158 DE 2010, Ordena procedimientos medicina prepagada COMUNICADO (C-225 DE 2010), Declara inconstitucional Decretos de Emergencia
2. MINISTERIO DE LA PROTECCIN SOCIAL
RESOLUCIN 172 DE 2010, Crea Direccin Territorial de Orinoqua Amazona
3. SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE SALUD
CIRCULAR EXTERNA 059 DE 2010, Adiciones, y mod. Circular nica 47/07 CIRCULAR EXTERNA 060 DE 2010, Adiciones, y mod. Circular nica 47/07
4. CONCEPTOS SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE SALUD
RECONOCIMIENTO DE INCAPACIDAD HABILITACION HEMODIALISIS
PENSIONADOS DEL ISS VINCULADOS UC
LIQUIDACIN DE CONTRATOS
CUENTA MAESTRA
COBERTURA POS
DECRETO 133 DE 2010
CONCESION SALUD
PRINCIPIO DE INTEGRALIDAD
ESTAMPILLAS
ESPECIALIDADES ALTO COSTO
ESCISION
TRAFICO DE ORGANOS
GIRO DIRECTO
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1. CORTE CONSTITUCIONAL
Sentencia T-035/10 Referencia: Expedientes T- 2388609 y T-2379850.
Magistrado Ponente: Dr. JORGE IVN PALACIO PALACIO.
Bogot, D.C., primero (1) de febrero de dos mil diez (2010).
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES DEL EXPEDIENTE T-2388609.
Vida digna, seguridad social y al debido proceso.
1. Hechos.
1.2. Relata que el da 5 de mayo de 2009, al acudir a la Nueva EPS para requerir una
cita mdica, le informaron que haba sido desvinculada a solicitud del cotizante, quien
present ante la demandada una declaracin extra juicio de separacin de bienes y de
cuerpos.
1.3. La demandante aduce que la Nueva EPS actu de manera arbitraria al cancelar su
afiliacin como beneficiaria, debido a que no le notific con anterioridad dicho
proceso, sin tener en cuenta que estaba en un tratamiento mdico desde haca 8 meses y
a espera de una posible ciruga, por lo que considera se le estn vulnerando sus
derechos fundamentales por capricho del cotizante y con la anuencia de la EPS.
III. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS.
3. Procedencia excepcional de la accin de tutela contra particulares (EPS).
3.1 En cuanto a la procedencia de la accin de tutela contra particulares, la
Constitucin, en su artculo 86, inciso final, establece que opera cuando:
(i) El particular est encargado de la prestacin de un servicio pblico
(ii) La conducta del particular afecte grave y directamente el inters colectivo
(iii) En aquellos eventos en los cuales el accionante se encuentre en estado de
subordinacin o indefensin frente al particular accionado.
Al respecto, el artculo 42 del Decreto 2591 de 1991 desarrolla tal prescripcin de la
siguiente manera:
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Art. 42. Procedencia. La accin de tutela proceder contra acciones u
omisiones de los particulares en los siguientes casos:
9. Cuando la solicitud sea para tutelar a[2] quien se encuentre en situacin
de subordinacin o indefensin respecto del particular contra el cual se
interpuso la accin. Se presume la indefensin del menor que solicite la
tutela.
. En este sentido, en Sentencia C-134 de 1994 la Corte seal[3]:
..., la accin de tutela contra particulares procede en las situaciones en
que el solicitante se encuentre en estado de indefensin o de
subordinacin. Al igual que en el caso del servicio pblico, esta facultad
tiene su fundamento jurdico en el derecho de igualdad, toda vez que
quien se encuentra en alguna de las situaciones referidas no cuenta con
las mismas posibilidades de defensa que otro particular. Por ello, el
Estado debe acudir a su proteccin -en caso de haberse violado un
derecho constitucional fundamental-, la cual no es otra cosa que una
compensacin entre el perjuicio sufrido y el amparo inmediato del
derecho. Con todo, tambin debe advertirse que las situaciones de
indefensin o de subordinacin deben apreciarse en cada caso en
concreto.
4. Proteccin del derecho fundamental a la salud[4] y principio de continuidad en
la prestacin del servicio[5].
4.1 La Constitucin Poltica consagra en sus artculos 48 y 49 el derecho a la seguridad
social y determina que la salud es un servicio pblico esencial a cargo del Estado, que
debe ser prestado con sujecin a los principios de eficiencia, universalidad y
solidaridad, en los trminos que establezca la ley[6].
4.2 La Corte Constitucional en principio diferenci los derechos protegidos mediante la
accin de tutela de los de contenido exclusivamente prestacional, de tal suerte que el
derecho a la salud, para ser amparado por va de tutela deba tener conexidad con el
derecho a la vida, la integridad personal o la dignidad humana. Sin embargo, se protega
como derecho fundamental autnomo cuando se trataba de los nios, en razn a lo
dispuesto en el artculo 44 de la Constitucin, y en el mbito bsico cuando el
accionante era un sujeto de especial proteccin.
4.3 Desde la sentencia T-858 de 2003 la Corte Constitucional refiere las dimensiones de
amparo de este derecho, para lo cual precis lo siguiente:
()En abundante jurisprudencia esta Corporacin ha sealado que la
proteccin ofrecida por el texto constitucional a la salud, como bien jurdico
que goza de especial proteccin, tal como lo ensea el tramado de disposiciones
que componen el articulado superior y el bloque de constitucionalidad, se da en
dos sentidos: (i) en primer lugar, de acuerdo al artculo 49 de la Constitucin,
la salud es un servicio pblico cuya organizacin, direccin y reglamentacin
corresponde al Estado. La prestacin de este servicio debe ser realizado bajo el
impostergable compromiso de satisfacer los principios de universalidad,
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solidaridad y eficiencia que, segn dispone el artculo 49 superior, orientan
dicho servicio[1]. En el mismo sentido, como fue precisado por esta Sala de
revisin en sentencia T-016 de 2007, el diseo de las polticas encaminadas a la
efectiva prestacin del servicio pblico de salud debe estar, en todo caso,
fielmente orientado a la consecucin de los altos fines a los cuales se
compromete el Estado, segn lo establece el artculo 2 del texto constitucional.
(ii) La segunda dimensin en la cual es protegido este bien jurdico es su
estructuracin como derecho. Sobre el particular, la jurisprudencia de esta
Corporacin ha sealado que el derecho a la salud no es de aquellos cuya
proteccin puede ser solicitada prima facie por va de tutela[1]. No obstante, en
una decantada lnea que ha hecho carrera en los pronunciamientos de la Corte
Constitucional, se ha considerado que una vez se ha superado la
indeterminacin de su contenido que es el obstculo principal a su
estructuracin como derecho fundamental- por medio de la regulacin ofrecida
por el Congreso de la Repblica y por las autoridades que participan en el
Sistema de Seguridad Social; las prestaciones a las cuales se encuentran
obligadas las instituciones del Sistema adquieren el carcter de derechos
subjetivos(). (Negrillas fuera del texto original).
Esta corporacin ha sealado que el derecho a la salud posee una doble connotacin: (i)
como un derecho fundamental y (ii) como un servicio pblico y en tal razn se ha
considerado que:
en materia de amparo del derecho fundamental a la salud por va de tutela una
vez adoptadas las medidas de orden legislativo y reglamentario orientadas a
determinar cules son las prestaciones obligatorias en salud y a trazar las vas de
acceso a la seguridad social, si se cumplen los requisitos previstos en estos
escenarios, todas las personas sin excepcin pueden acudir a la accin de tutela
para lograr la efectiva proteccin de su derecho constitucional fundamental a la
salud cuando quiera que este derecho se encuentre amenazado de vulneracin o
haya sido conculcado.
Por tal motivo, la jurisprudencia de la Corte Constitucional ha sido constante y
enftica en afirmar que tratndose de la negacin de un servicio, medicamento o
procedimiento incluido en el Plan Obligatorio de Salud (P.O.S.), en el Plan
Obligatorio de Salud Subsidiado (POSS), en el Plan de Atencin Bsica (PAB), en
el Plan de Atencin Complementaria (PAC) as como ante la no prestacin de
servicios relacionados con la obligaciones bsicas definidas en la Observacin
No. 14 del Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales, puede acudirse
directamente a la tutela para lograr su proteccin[7].
Lo anterior quiere decir que procede el amparo en sede de tutela cuando resulta
imperioso velar por los intereses de cualquier persona que as lo requiera[8]. En tal sentido, la salud como servicio pblico esencial a cargo del Estado, adems de regirse
por los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad, que consagra expresamente
el artculo 49 de la Constitucin Poltica, debe dar cumplimiento al principio de
continuidad, que conlleva su prestacin de forma ininterrumpida, constante y
permanente, sin que sea admisible su interrupcin sin la debida justificacin
constitucional.
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4.4. En cuanto al principio de continuidad en la prestacin del servicio de salud, esta
corporacin en Sentencia C-800 de 2003, seal en qu eventos son
constitucionalmente inaceptables las decisiones de interrumpir abruptamente el servicio
por parte de las entidades prestadoras de salud, tanto del rgimen subsidiado como del
contributivo:
Por otra parte, tambin se ha ido precisando en cada caso, si los motivos en
los que la EPS ha fundado su decisin de interrumpir el servicio son
constitucionalmente aceptables. As, la jurisprudencia, al fallar casos concretos,
ha decidido que una EPS no puede suspender un tratamiento o un medicamento
necesario para salvaguardar la vida y la integridad de un paciente, invocando,
entre otras, las siguientes razones: (i) porque la persona encargada de hacer
los aportes dej de pagarlos;[9] (ii) porque el paciente ya no esta inscrito en la
EPS correspondiente, en razn a que fue desvinculado de su lugar de
trabajo;[10] (iii) porque la persona perdi la calidad que lo hacia
beneficiario[11]; (iv) porque la EPS considera que la persona nunca reuni los
requisitos para haber sido inscrita, a pesar de ya haberla afiliado;[12] (v)
porque el afiliado se acaba de trasladar de otra EPS y su empleador no ha
hecho an aportes a la nueva entidad;[13] o (vi) porque se trata de un servicio
especfico que no se haba prestado antes al paciente, pero que hace parte
integral de un tratamiento que se le viene prestando.[14]
Sin embargo, como se observa en la Sentencia citada anteriormente[15],
para mantener el equilibrio entre las partes, se establecieron ciertos lmites
en los cuales es constitucionalmente aceptable que la EPS se niegue a
seguir prestando el servicio de salud cuando ya se ha cumplido con la
garanta constitucional inicial. Estos eventos son:
El principio de continuidad busca evitar que se deje de prestar un servicio
bsico para todas las personas, pero no pretende resolver la discusin
econmica de quin debe asumir el costo del tratamiento, y hasta cundo.
Inclusive, la Corte ha sealado algunos eventos en que constitucionalmente es
aceptable que se suspenda la prestacin del servicio de salud[16]. Por ejemplo,
cuando el tratamiento fue eficaz y ces el peligro para la vida y la integridad,
en conexidad con la salud, el principio de continuidad del servicio pblico no
exige que siga un tratamiento inocuo ni tampoco ordena que pasados varios
meses de haberse terminado un tratamiento por una enfermedad se inicie uno
nuevo y distinto por otra enfermedad diferente. Sin embargo, estas
circunstancias han de ser apreciadas caso por caso mientras no exista una
regulacin especfica de la materia.
En atencin a lo anterior, se puede concluir, en primer lugar, que el legislador al
consagrar en el artculo 2 de la ley 100 de 1993 que los servicios de salud deben ser
prestados acorde con los principios de eficiencia, universalidad, solidaridad,
integralidad, unidad y participacin, busc su aplicacin procurando la mejor
utilizacin social y econmica de los recursos administrativos, tcnicos y financieros
disponibles para que los beneficios a que da derecho la seguridad social sean prestados
en forma adecuada, oportuna y suficiente.
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En segundo lugar, respecto de la salud y la seguridad social, la jurisprudencia ha
precisado que la continuidad[17] en su prestacin garantiza el derecho de los usuarios a recibirlo de manera diligente y prohbe a las entidades responsables realizar actos u
omitir obligaciones que afecten sus garantas fundamentales.
Por ltimo, el principio de continuidad en la prestacin del servicio no pretende resolver
quin debe asumir los costos de los tratamientos y hasta cundo, sino los eventos en los
que constitucionalmente es inaceptable que se suspenda la prestacin del servicio de
salud, cuando se atente contra los derechos fundamentales a la vida y dignidad de las
personas.
5. El debido proceso en la desafiliacin de un beneficiario del sistema de seguridad social en salud por parte de una EPS.
De acuerdo con el artculo 183 de la Ley 100 de 1993[22], las entidades promotoras de salud no podrn, en forma unilateral, terminar la relacin contractual con sus afiliados;
sin embargo, esta prohibicin conforme con la jurisprudencia de esta Corporacin no es
absoluta.
Precisamente, la misma Ley 100 de 1993 contiene en su artculo 160 los deberes de los
afiliados y beneficiarios, los cuales deben ser cumplidos en su integridad para que el
derecho a la prestacin de los servicios de salud pueda hacerse exigible ante las
entidades encargadas de la promocin y prestacin de tales servicios[23].
Dentro de los deberes de los afiliados cotizantes se encuentra el de facilitar el pago de
las cotizaciones y asumirlo cuando haya lugar, y su incumplimiento acarrea, de acuerdo
con el artculo 209, como se expres anteriormente, la suspensin de la afiliacin y el
derecho a la atencin del Plan Obligatorio de Salud.
El Decreto 806 de 1998 dispone, en el artculo 57, que la afiliacin ser suspendida despus de un mes de
no pago de la cotizacin que le corresponde al afiliado. Por su parte, el artculo 10 del Decreto 1703 de
2002, modificado por el artculo 2 del Decreto 2400 de 2002, establece que la desafiliacin al Sistema
ocurre en la E.P.S. a la cual se encuentra inscrito el afiliado cotizante y su grupo familiar, entre otros, en
el caso en que transcurran tres meses continuos de suspensin de la afiliacin por causa del no pago de las
cotizaciones o del no pago de la UPC adicional al Sistema General de Seguridad Social en Salud.
Sin embargo, la decisin de desafiliacin debe ser adoptada una vez se haya seguido el
procedimiento a que se refiere el artculo 11 del Decreto 1703 de 2002, que dice lo
siguiente:
Artculo 11. Procedimiento para la desafiliacin. Para efectos de la
desafiliacin, la entidad promotora de salud, EPS, deber enviar de
manera previa a la ltima direccin del afiliado, con una antelacin no
menor a un (1) mes, una comunicacin por correo certificado en la cual se
precisen las razones que motivan la decisin, indicndole la fecha a partir
de la cual se har efectiva la medida. En caso de mora, copia de la
comunicacin deber enviarse al empleador o la entidad pagadora de
pensiones.
Antes de la fecha en que se haga efectiva la desafiliacin, el aportante
podr acreditar o efectuar el pago de los aportes en mora o entregar la
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documentacin que acredite la continuidad del derecho de permanencia de
los beneficiarios. En este evento, se restablecer la prestacin de servicios
de salud y habr lugar a efectuar la compensacin por los perodos en que
la afiliacin estuvo suspendida.
Una vez desafiliado el cotizante y sus beneficiarios, el empleador o la
administradora de pensiones para efectos de afiliar nuevamente a sus
trabajadores y pensionados, debern pagar las cotizaciones en mora a la
entidad promotora de salud, EPS, a la cual se encontraba afiliado. En este
caso el afiliado y su grupo familiar perdern el derecho a la antigedad. A
partir del mes en que se efecten los pagos se empezar a contabilizar el
perodo mnimo de cotizacin y la entidad promotora de salud, EPS, tendr
derecho a efectuar las compensaciones que resulten procedentes.
En caso de controversias, la Superintendencia Nacional de Salud
proceder en los trminos previstos en el artculo 77 del Decreto 806 de
1998. Por otro lado, en la prestacin del servicio pblico de salud las E.P.S. deben atender al principio de
continuidad sin que ello sea impedimento para que ejerzan actividades de control y prevencin con el fin
de contrarrestar las irregularidades que se presenten en relacin con la afiliacin de los usuarios al
sistema.
En todo caso, cabe precisar que las decisiones de las E.P.S. de suspender la prestacin del servicio o
desafiliar a una persona del Sistema no pueden adoptarse de manera unilateral o arbitraria, pues siempre
habr de garantizarse el debido proceso a los afiliados. En tal sentido la Corte ha explicado lo siguiente
En todo caso, cuando constitucional y legalmente no corresponda a una EPS
continuar un tratamiento mdico, lo que se decida al respecto ha de ser
producto de un debido proceso bsico (artculo 29, C.P.), precepto
desarrollado por el legislador al impedir categricamente a las EPS
desafiliar de forma unilateral y caprichosamente a una persona, () Ahora
bien, lo anterior no significa que en el evento en que se presentan
afiliaciones mltiples en desmedro de los principios constitucionales que
rigen el sistema de salud, est prohibido efectuar los correctivos
encaminados a evitar que una misma persona contine afiliado a dos EPS,
(...).[24]
5.2 Debido proceso para la desafiliacin de cnyuge dependiente[25].
En esta situacin en particular, cuando el cnyuge cotizante solicita ante la entidad
prestadora de salud, la desafiliacin de su cnyuge beneficiario, se deben tener en
cuenta varios aspectos:
Como primera medida, se tendr que precisar por parte de la EPS si subsiste o no entre
los cnyuges o compaeros permanentes, el deber de alimentos[26], que comprende la prestacin del servicio de salud, para lo cual ser necesario exigir al cnyuge o
compaero permanente cotizante la presentacin de una prueba idnea que brinde a la
EPS la certeza suficiente para proceder a la desvinculacin del cnyuge o compaero
permanente beneficiario.
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Por tanto, en principio se hace necesario resaltar la obligacin de socorro y ayuda que la
ley predica de los cnyuges (artculo 176 C.C.) y el alcance del deber de alimentos
sustentado en el principio de reciprocidad. En consecuencia, sern exigibles por parte de
la EPS:
(i) En caso de divorcio: se deber verificar en la sentencia judicial de
terminacin del vnculo matrimonial, o en la escritura pblica segn
corresponda, si se pactaron disposiciones sobre el cumplimiento de las
obligaciones alimentarias en favor del cnyuge dependiente, ya que en este
caso deber seguir afiliado. Pero si en la sentencia judicial de divorcio no se
dispuso la trascendencia del deber de alimentos podr ser desafiliado[27] siempre y cuando no se compruebe la existencia de un tratamiento a una
enfermedad adquirida con anterioridad a la fecha de divorcio, pues de ser as,
deber garantizrsele la continuidad e integralidad del tratamiento.
(ii) En caso de separacin de bienes y de cuerpos se deber exigir la presentacin y protocolizacin de la escritura pblica o sentencia judicial
segn sea el caso para corroborar si se acord total independencia entre los
cnyuges de las obligaciones alimentarias, porque de no ser as persiste el
deber de alimentos hasta tanto no se disponga lo contrario, ya sea por mutuo
acuerdo entre las partes ante notario o por sentencia judicial.
(iii) Lo anterior, de acuerdo a lo consagrado en el artculo 152 del Cdigo Civil,
modificado por la Ley 1 de 1976, artculo 1 modificado por la Ley 25 de
1992, artculo 5, que dispone lo siguiente
El matrimonio civil se disuelve por la muerte real o presunta de uno de los
cnyuges o por divorcio judicialmente decretado En materia de vnculo
de los matrimonios religiosos regirn los cnones y normas del
correspondiente ordenamiento religioso
Y el artculo 167 del Cdigo. Civil: modificado por la Ley 1 de 1976, Art 17
que seala:
La separacin de cuerpos no disuelve el matrimonio, pero suspende la
vida en comn de los casados. La separacin de cuerpos disuelve la
sociedad conyugal salvo que fundndose en el mutuo consentimiento de los
cnyuges y siendo temporal, ellos manifiesten su deseo de que se mantenga
vigente..
(iv) En caso de conciliacin entre los cnyuges o compaeros permanentes, se deber exigir la copia autntica del acta de conciliacin, y verificarse si se
pact que los cnyuges atendieran individualmente su subsistencia o si por el
contrario persiste el deber de alimentos.
De acuerdo a lo anterior, se puede concluir: (i) que en ningn evento puede una EPS
desafilar abruptamente a un usuario ya sea en la condicin de cotizante o de
beneficiario, sin antes haber agotado el debido proceso, (ii)que si un usuario se
encuentra en tratamiento mdico y por alguna circunstancia no puede seguir aportando
http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2010/T-035-10.htm#_ftn27
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las cuotas correspondientes, ya sea en calidad de cotizante o beneficiario, deber
segursele brindando la atencin en salud para garantizar los principios de continuidad e
integralidad; y (iii) que en el caso de los cnyuges o compaeros permanentes se debe
verificar, adems del debido proceso y la continuidad, si subsiste el deber de alimentos
fundado en el principio de reciprocidad.
Sin embargo, la Sala estima que el deber de asistencia dentro de los que se encuentra el
de la salud, no se extingue simplemente por no hacer vida en comn, y mientras no se
profiera sentencia judicial o se pacte un acuerdo entre las partes en el que se disponga lo
contrario, no se ha perdido el derecho a acceder al servicio de salud como beneficiario
del cnyuge cotizante.
La Corte considera que dentro del deber de alimentos se encuentra la salud, y no se
extingue simplemente por no hacer vida en comn, pues mientras no se profiera
sentencia judicial o se pacte un acuerdo entre las partes en el que disponga lo contrario,
no se ha perdido el derecho a acceder al servicio de salud como beneficiario del
cnyuge cotizante.
Sentencia T-069/10 Referencia: expedientes T-2.426.390 T-
2.422.019 T- 2.417.622 T- 2.422.761 y T- 2.420.047
Magistrado Ponente: Dr. JORGE IGNACIO PRETELT
CHALJUB
Bogot D.C., 4 de febrero de dos mil diez (2010)
SENTENCIA
1. ANTECEDENTES
1.1. EXPEDIENTE T- 2.426.390- 1.1.2 Hechos y argumentos de derecho
1.1.2.2 Seala que en mayo de 2009, comunic por escrito al empleador
su estado de gravidez y adjunt el respectivo certificado mdico. Sin
embargo, el da 30 de julio de 2009, fecha en la cual venca el
ltimo contrato suscrito, recibi una carta en la cual se le
comunicaba la terminacin y la no renovacin del contrato.
1.1.2.3 Afirma la peticionaria, que es desplazada por la violencia y que no
cuenta con recursos econmicos para su subsistencia, motivo por el
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cual solicita su reintegro a las labores que vena desempeando, as
como el pago de los salarios dejados de percibir y la indemnizacin
por despido ilegal, toda vez que la empresa contina desarrollando
su objeto social en condiciones normales y con el mismo personal.
2. CONSIDERACIONES DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
2.2.1. Estabilidad laboral reforzada de la mujer embarazada.
Reiteracin de jurisprudencia
Como desarrollo del Estado Social de Derecho, la Constitucin
Poltica de Colombia, en su artculo 13, prev una proteccin
especial a un cierto grupo de personas dadas sus caractersticas
particulares de indefensin y vulnerabilidad, como es el caso de las
mujeres que se encuentran en estado de embarazo.
De la misma manera, el artculo 43 de la Carta Poltica, no obstante
seala la igualdad existente entre el hombre y la mujer, consagra a
favor de sta cuando se encuentra en estado de maternidad, una
proteccin reforzada al indicar que durante el embarazo y despus
del parto gozar de especial asistencia y proteccin del Estado, y
recibir de ste subsidio alimentario si entonces estuviere
desempleada o desamparada.
Siguiendo esta lnea proteccionista, la Constitucin otorga una
especial defensa a la mujer en embarazo particularmente en relacin
a su estabilidad laboral, al consagrar en su artculo 53 los principios
mnimos fundamentales que deben regir las relaciones laborales, los
cuales son:
igualdad de oportunidades para los trabajadores;
remuneracin mnima vital y mvil, proporcional a la
cantidad y calidad de trabajo; estabilidad en el empleo;
irrenunciabilidad a los beneficios mnimos establecidos en
normas laborales, facultades para transigir y conciliar sobre
derechos inciertos y discutibles; situacin ms favorable al
trabajador en caso de duda en la aplicacin e interpretacin
de las fuentes formales de derecho; primaca de la realidad
sobre las formalidades establecidas por los sujetos de las
relaciones laborales; garanta de la seguridad social, la
capacitacin, el adiestramiento y el descanso necesario;
proteccin especial a la mujer, a la maternidad y al
trabajador menor de edad. (Subrayado fuera de texto).
-
Los anteriores preceptos estn desarrollados en diferentes
Instrumentos Internacionales, como la Declaracin Universal de
Derechos Humanos[1], segn la cual tanto la maternidad como la
infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales (art. 25
num. 2).
Por su parte, el Pacto Internacional de Derechos Econmicos,
Sociales y Culturales[2] (art. 10 num. 2) seal a los Estados Partes
el deber de conceder especial proteccin a las madres durante un
perodo de tiempo razonable antes y despus del parto, adems de
la concesin de licencia con remuneracin o con prestaciones
adecuadas de seguridad social dentro de ese perodo.
De igual forma, en la Convencin sobre la eliminacin de todas las
formas de discriminacin contra la mujer[3], los Estados Partes se
comprometieron a adoptar las medidas tendientes a impedir actos u
omisiones contra las embarazadas y a asegurar la efectividad de su
derecho a trabajar, prohibindose el despido por motivo del
embarazo e implementndose la licencia de maternidad, con sueldo
pagado o prestaciones sociales similares, sin que implique prdida
del empleo, ni efectos contra la antigedad y los beneficios sociales
(art. 11 num. 2, literales a y b).
En virtud de lo anterior, es decir, de la aplicacin de los referentes
internacionales y de la proteccin constitucional a la mujer, se ha
consolidado que el amparo de quien se halle en estado de gravidez
implica una estabilidad laboral reforzada, que conlleva la
prohibicin de ser despedida por razn del mismo[4], por ser un
criterio discriminatorio que atenta contra el artculo 13 de la Carta y
deviene en afectacin de los derechos de quien est por nacer. [5]
La mencionada estabilidad laboral reforzada que ostenta la mujer en
embarazo, se deriva de la presuncin legal prevista en los artculos
239 y 240 del Cdigo Sustantivo del Trabajo, que sealan:
Ninguna trabajadora puede ser despedida por motivo de
embarazo o lactancia. 2. Se presume que el despido se ha
efectuado por motivos del embarazo o lactancia, cuando ha
tenido lugar dentro del perodo de embarazo o dentro de los
tres meses posteriores al parto, y sin la autorizacin de que
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trata el artculo siguiente. 3. La trabajadora despedida sin
autorizacin de la autoridad tiene el derecho al pago de una
indemnizacin equivalente a los salarios de (60) das fuera de
las indemnizaciones y prestaciones a que hubiera lugar de
acuerdo con el contrato de trabajo y, adems, al pago de las
doce (12) semanas de descanso remunerado de que trata este
captulo si no lo ha tomado.
1. Para poder despedir a una trabajadora durante el perodo
de embarazo o los tres meses posteriores al parto, el
empleador necesita la autorizacin del Inspector del Trabajo,
o del Alcalde Municipal en los lugares en donde no existiere
aquel funcionario. / El permiso de que trata este artculo slo
puede concederse con el fundamento en alguna de las causas
que tiene para dar por terminado el contrato de trabajo y que
se enumeran en los artculos 62 y 63. Antes de resolver, el
funcionario debe or a la trabajadora y practicar todas las
pruebas conducentes solicitadas por las partes. 3. Cuando sea
un Alcalde Municipal quien conozca de la solicitud de
permiso, su providencia tiene carcter provisional y debe ser
revisada por el Inspector del Trabajo residente en el lugar
ms cercano.
Con sustento en estas disposiciones legales, la Corte Constitucional
en diferentes pronunciamientos indic que para ser procedente la
proteccin a la estabilidad laboral reforzada de la mujer gestante,
deba comprobarse el cumplimiento de los siguientes requisitos:
i) Que el despido se ocasione durante el perodo amparado por el
fuero de maternidad, esto es, que se produzca en la poca del
embarazo o dentro de los tres meses siguientes al parto;
ii) que a la fecha del despido el empleador conociera o debiera conocer la existencia del estado de gravidez, pues la
trabajadora notific su estado oportunamente y en las
condiciones que establece la ley;
iii) que el despido sea una consecuencia del embarazo, por ende que el despido no est directamente relacionado con una
causal objetiva y relevante que lo justifique;
-
iv) que no medie autorizacin expresa del inspector del trabajo, si se
trata de trabajadora oficial o privada, o resolucin motivada del
jefe del respectivo organismo si se trata de empleada pblica; y
v) que el despido amenace el mnimo vital de la actora o del nio
que est por nacer[6]
2.2.2. La ausencia de aviso sobre el estado de embarazo no habilita al
empleador para desvincular a la mujer gestante.
En relacin con el segundo requisito segn el cual, el empleador
deba tener conocimiento sobre el estado de embarazo de la
trabajadora, este Tribunal en Sentencia T-095 del 7 de febrero de
2008, Magistrado Ponente Humberto Antonio Sierra Porto, tras
considerar dicha exigencia como una carga que restringe la
proteccin otorgada por la Constitucin y al estimar que el
legislador no contempl precepto alguno que exija que el estado de
gravidez haya sido conocido por el empleador antes de la
terminacin del contrato sino que el despido se haya efectuado
dentro del perodo del embarazo o dentro de los tres meses
posteriores al parto, ampli el mbito de proteccin y concluy que
() un despido de la trabajadora embarazada es decir dentro
del perodo de embarazo o dentro de los tres meses posteriores al
parto se presume que fue por causa o en razn del embarazo a
menos que quepa aplicar las causales de despido con justa causa,
asunto en el cual, se debe cumplir con las exigencias previstas en la
legislacin. Esta presuncin opera tambin en relacin con los
contratos a trmino fijo que por prorrogarse de modo consecutivo
se equiparan a contratos a trmino indefinido.
En esta medida, no es necesario que la mujer gestante demuestre y ni
siquiera comunique su estado de embarazo al empleador con
anterioridad al preaviso de la terminacin del contrato o del despido,
toda vez que para materializar la proteccin especial otorgada a las
mujeres embarazadas, es importante garantizarles que la terminacin
de su vnculo laboral se produzca por una justa causa, evento en el
cual el empleador debe observar las ritualidades legales previstas
http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2010/T-069-10.htm#_ftn6
-
como probar la existencia de la causal y solicitar la autorizacin de la
autoridad de trabajo competente, y no por un acto discriminatorio en
razn a su particular estado, lo cual quebrantara el derecho a la
igualdad y afectara el pleno goce de la maternidad. En consecuencia,
se exonera a la mujer embarazada de esta carga probatoria limitante
en muchas ocasiones de la efectiva realizacin de sus derechos.
2.2.3. El fuero de maternidad opera independientemente del tipo de
vinculacin.
El fuero de maternidad de naturaleza constitucional, debe
garantizarse en cualquier tipo de relacin laboral. En consecuencia,
sin importar si es un contrato laboral o uno de prestacin de
servicios, o si el servicio se presta por intermedio de una
cooperativa de trabajo asociado e incluso en el evento de presentarse
sustitucin patronal, siempre ser obligatorio para el empleador no
desvincular a la mujer que se encuentre en estado de embarazo o en
periodo de lactancia.
Respecto al tipo de relacin contractual existente, la Corte ha sido
enftica en sealar que:
En tanto exista una relacin laboral, cualquiera que ella sea,
es predicable de la mujer embarazada el derecho a una
estabilidad laboral reforzada, como una consecuencia del
principio de igualdad, y por ende, su relacin laboral no
puede quedar ni suspendida ni anulada al punto de que se
afecte su condicin de mujer en estado de embarazo, toda vez
que al margen del tipo de relacin laboral que este operando,
durante el perodo de embarazo la mujer es acreedora de un
derecho especial de asistencia y estabilidad reforzada, que
obliga, en el evento de ser despedida, a apelar a una
presuncin de despido por discriminacin en razn del
embarazo, siendo el empleador quien asuma la carga de la
prueba que sustente el factor objetivo que le permita su
despido de manera legal. [7]
En efecto, independientemente del tipo de relacin contractual
vigente y sin distincin del tipo de empleador - pblico o privado-,
la estabilidad laboral es predicable de todos los contratos, pues su
finalidad es garantizar la proteccin de los derechos fundamentales
de la mujer gestante, de la madre y del menor.
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La jurisprudencia constitucional ha extendido esta proteccin a las
mujeres vinculadas mediante contratos a trmino fijo, de labor u
obra, en donde el solo hecho del vencimiento del plazo pactado no
es motivo suficiente para convalidar la decisin del empleador de no
renovar el contrato y que el vencimiento del plazo pactado no
constituye por s mismo una causal objetiva para legitimar la
desvinculacin.[8]
En este sentido, la citada sentencia T-095 de 2008 precis:
La madre gestante debe comprobar que qued embarazada
antes del vencimiento del contrato a trmino fijo o por obra pero no resulta indispensable que lo haga con antelacin al
preaviso. Esto ltimo resulta de la mayor importancia porque
muchos empleadores niegan la proteccin con el argumento
de que desconocan el estado de la trabajadora al momento
de comunicarles el preaviso.
Igualmente, manifiesta la Corte que si al momento de la expiracin
del contrato, las causas que le dieron origen subsisten, y si la
trabajadora cumpli a cabalidad sus obligaciones, resulta preciso
garantizar su renovacin.[9]
En conclusin, el fuero de maternidad debe garantizarse y el
empleador bajo ninguna circunstancia podr despedir o no renovar
el contrato laboral, sin importar su modalidad, a una mujer que est
embarazada o que quede en esa condicin despus del preaviso,
pues ello constituye una prctica abiertamente desconocedora del
derecho fundamental a la estabilidad laboral de la mujer
embarazada.
2.2.4. Aplicacin directa del principio constitucional de solidaridad en
los casos de desvinculacin laboral de la mujer embarazada.
El principio de solidaridad, uno de los fundamentos de nuestro
Estado Social de Derecho, es un desarrollo del artculo primero de la
Constitucin Poltica en virtud del cual, tanto el Estado como la
sociedad deben observar una serie de deberes para el logro de los
fines esenciales de la organizacin poltica, es decir, que tanto el
Estado como los particulares son responsables de proteger los
derechos fundamentales e implica una cooperacin y un apoyo
mutuo entre las personas y los grupos sociales.
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En este sentido, en la Sentencia T-458 de 2009[10], la Corte indic:
En este orden de ideas, no solamente el Estado es
responsable de proteger la vida y la salud de los asociados;
estas garantas, como todos los derechos fundamentales,
deben tambin ser resguardadas por los particulares, y se
convierten por ello en su responsabilidad constitucional.
Puede decirse entonces, que la proteccin a la persona
humana se concreta frente a los actos u omisiones tanto del
estado como de los particulares[1].
Y no podra ser de otra forma, puesto que en la base de la estructura de
nuestro ordenamiento jurdico, el Constituyente de 1991 fund el
principio de solidaridad social como una forma de cumplir con los fines
estatales y asegurar el reconocimiento de los derechos de todos los
miembros de la comunidad. Se trata de un principio que, sin duda,
recuerda la vocacin humana de vivir en sociedad y resalta la necesidad
de la cooperacin mutua para alcanzar el bienestar y la tranquilidad -
ciertamente, tambin la salud -.
Por tal razn, la solidaridad entraa un valor superior que sita la
interpretacin de los derechos fundamentales en la exigencia para los
empleadores de asumir ciertos deberes que contribuyan a la
materializacin del principio de la estabilidad laboral y, por ende, la
obligacin de no discriminar a la mujer embarazada, garantizando la
estabilidad del vnculo laboral sealada expresamente en el artculo
53 de la Carta Constitucional.
Sobre el punto considera oportuno la Sala recordar que los artculos
13 y 44 de la Constitucin Poltica exigen un especial compromiso
no solo al Estado sino tambin a la sociedad y a la familia en
relacin con el desarrollo integral de los menores, imponiendo el
deber de preservarlos de todo tipo de discriminacin o abuso y en
especial destacando el deber de proteger a la vida, el cual goza de
relevancia constitucional y vincula a todos los poderes pblicos y a
todas las autoridades estatales. Precisamente, una de las
manifestaciones de esta proteccin es el derecho a la estabilidad
laboral de la mujer embarazada quien debe contar con los medios
suficientes para sufragar sus necesidades y las de su hijo que est por
nacer.
De esta manera y como desarrollo del principio de solidaridad, las
autoridades se encuentran obligadas a prestar el servicio de salud a
los menores de un ao, en este sentido, el artculo 50 de la Carta
Poltica contempla que todo nio menor de un ao que no est
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cubierto de proteccin o de seguridad social, tendr derecho a
recibir atencin gratuita en todas las instituciones de salud que reciban aportes del Estado.
Como consecuencia de esta proteccin constitucional al
nasciturue y a los nios menores de un ao, las Empresas
Promotoras de Salud debern prestar el servicio independientemente
de la afiliacin o no directa del nio, pues, justamente, por su
situacin de indefensin y vulnerabilidad tienen derecho a una
atencin gratuita.
Ahora bien, frente a la procedencia de la accin de tutela para
garantizar la estabilidad laboral de una mujer en estado de embarazo
y, su competencia para ordenar el pago de salarios dejados de
percibir, ha de precisarse que, la misma slo opera en la medida de
encontrarse amenazados o vulnerados derechos fundamentales de la
mujer embarazada y del menor. En efecto, la Corte ha sealado que
la tutela procede excepcionalmente como mecanismo transitorio
siempre que se trate de proteger el mnimo vital de la futura madre,
o de sta y del recin nacido, a pesar de existir otro mecanismo
ordinario de defensa judicial.
De acuerdo con las consideraciones expuestas, la Sala fijar las reglas
aplicables a todos los casos en estudio, precisando que el amparo a la
estabilidad laboral reforzada de la mujer embarazada opera
independientemente del vnculo, es decir, habr de respetarse el fuero de
maternidad de aquellas mujeres vinculadas mediante contrato laboral a
trmino fijo o de duracin indefinida, de prestacin de servicios, de obra o
labor e incluso extendindose a aquellas circunstancias en las que se
presenta sustitucin patronal.
De igual forma, se establecer que dicha proteccin opera an cuando el
empleador manifiesta que al momento de la desvinculacin o del preaviso
de la terminacin laboral desconoca el estado de embarazo de su
trabajadora, siendo lo relevante que la desvinculacin se produzca durante
la gestacin o dentro de los tres meses siguientes al parto, eximiendo a la
mujer de demostrar la notificacin sobre su estado y trasladando la carga de
la prueba al empleador, quien para desvirtuar la presuncin de despido por
el embarazo deber probar la existencia de una justa causa previo el aval de
la autoridad laboral correspondiente.
-
Sentencia T-003/10
Magistrado Ponente: Dr. JORGE IGNACIO PRETELT HALJUB
Bogot D.C., catorce (14) de enero de dos mil diez (2010)
1. ANTECEDENTES
1.2. HECHOS Y RAZONES DE LA ACCIN DE TUTELA
1.2.1. El seor Robert Guerra Villamizar, a travs de apoderado judicial,
manifest ser miembro de la Cooperativa de Trabajo Asociado
Gestionar, a travs de la cual presta sus servicios laborales por
contrato de suministro de personal a la empresa Siderrgica del
Norte, y que est afiliado en salud a la EPS Salud Total y en riesgos
profesionales a la ARP Suratep. Es padre de familia, y el sustento de
su ncleo familiar depende nica y exclusivamente de su salario
como empleado de la empresa Siderrgica del Norte.
1.2.3. Como consecuencia del accidente, ha tenido incapacidades
temporales, desde el 29 de julio de 2005 hasta el 18 de enero de
2007, incapacidades atendidas por la ARP Suratep, mientras que los
tratamientos mdicos lo fueron por los mdicos adscritos de la EPS
Salud total, quienes le diagnosticaron un estado vertiginoso.
1.2.4. Sostiene adems, el accionante, que el da 17 de enero de 2007, la
ARP Suratep le inform que daba por terminadas sus incapacidades
y ordenaba reintegrarse a su actividad laboral, a partir del da 18 de
enero de 2007.
1.2.5. Agrega el seor Guerra Villamizar, que el da 19 de enero de 2007, se
present a la empresa Siderrgica del Norte para incorporarse a su
actividad laboral. Cuando ya se encontraba en la planta de potencia
reclamando su dotacin, el ruido generado por la planta le produjo
-
un fuerte mareo que le hizo perder el equilibrio y caer de espaldas al
piso, recibiendo golpes fuertes en la espalda y en ambos codos.
1.2.6. Desde la fecha del segundo accidente, el seor Guerra Villamizar ha
sido incapacitado en repetidas ocasiones por su mdico
otorrinolaringlogo, debido a afecciones generadas por vrtigo.
Cuando an estaba incapacitado, el da 30 de abril de 2008, recibi la
carta de despido de la Cooperativa de Trabajo Asociado Gestionar y
de la empresa Siderrgica del Norte Sidunor S.A., quedando
desprotegido del sistema de salud, y corriendo el riesgo de perder su
vida.
3. CONSIDERACIONES DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
3.2.1. Procedencia de la accin de tutela para el reintegro laboral de
una persona afectada por un accidente de trabajo o por una
enfermedad consecuencia de la ejecucin del contrato de trabajo.
El artculo 13 inciso 3, de la Constitucin Poltica ordena al Estado
adoptar medidas a favor de grupos discriminados o marginados, en
especial aquellos que por su condicin fsica o mental, se encuentran
es situaciones de debilidad manifiesta.
Adems, en cuanto a las personas discapacitadas, el Artculo 47 de la
Carta, seala que el Estado tiene el deber de adelantar polticas de
previsin, rehabilitacin e integracin social para los disminuidos
fsicos, sensoriales y psquicos, a quienes se prestar la atencin especializada que requieran.
Este mandato constitucional ha sido desarrollado esencialmente por
la Ley 361 de 1997, la cual establece mecanismos de integracin
laboral a favor de las personas con discapacidad.
El artculo 26 de la Ley consagra, la denominada proteccin laboral
reforzada a favor de las personas con discapacidad, beneficio
extendido no solo a los trabajadores discapacitados como tales, sino
tambin a aquellos que sufren deterioros de salud en el desarrollo de
sus funciones.
En efecto, la norma establece, que la limitacin de una persona no
ser motivo para obstaculizar una vinculacin laboral, a menos que
dicha limitacin demuestre ser claramente insuperable con el cargo
que se va a desempear. Por otra parte, ordena que ninguna persona
-
limitada podr ser despedida o su contrato terminado por razn de su
limitacin, salvo que medie autorizacin de la Oficina de Trabajo.
Con base en esta norma, la Corte Constitucional, en Sentencia C-531 del 10 de
mayo de 2000[1], declar la exequibilidad condicionada del artculo 26 de la Ley 361 de 1997, bajo el entendido de que el pago de una indemnizacin al
trabajador discapacitado no convierte el despido en eficaz, si ste no cont con
la previa autorizacin del Ministerio del Trabajo. En consecuencia, el despido de
un trabajador discapacitado sin el cumplimiento de este trmite resulta ineficaz.
Adems de la garanta legal antes sealada, cuando se ha despedido de manera unilateral a una
persona debido a su condicin fsica limitada, la Corte ha encontrado que tal trato constituye una
discriminacin, por cuanto a las personas en estado de debilidad fsica no se les puede tratar de
igual manera que a las sanas.
En este sentido, la Corte sostuvo lo siguiente:
la empresa (...) dio a la actora un tratamiento discriminatorio, porque la trat como si fuera un empleado sano, al que basta indemnizar en los trminos del artculo 62 del Cdigo Sustantivo del Trabajo, para
dejar cesante de manera unilateral, cuando esa firma saba, por las incapacidades que el Instituto de
Seguros Sociales le haba otorgado a la actora, que sta se encontraba disminuida fsicamente, y mereca un trato diferente al que exige la ley para una persona en buenas condiciones de salud. De esa manera, la
dej expuesta a perder la atencin mdica que precisa, pues dej de darle el trato que, de acuerdo con el
artculo 13 de la Carta Poltica, debe otorgarse al que est en condiciones de debilidad manifiesta; al omitir considerar la situacin de invalidez de su trabajadora, para dar por terminada la relacin laboral de
la manera ms gravosa para la empleada, tambin vulner la entidad empleadora el derecho de la
accionante a un trabajo en condiciones dignas y justas y, en consecuencia, los argumentos que adujo no
son de recibo.[2]
Sin embargo, esta Corporacin ha sostenido que, en casos
excepcionales, como los de las personas en estado de debilidad
manifiesta o aquellos a los cuales la Constitucin les otorga una
estabilidad laboral reforzada, se impone al juez de tutela conceder la
accin de amparo para obtener el reintegro del trabajador despedido.
3.2.2. Se estudiar la proteccin laboral reforzada del trabajador aun
cuando no se ha calificado el grado de invalidez, pero s ha
sufrido una disminucin en su estado de salud.
La jurisprudencia ha extendido el beneficio de la proteccin laboral
reforzada establecida en la Ley 361 de 1997, a favor, no slo de los
trabajadores discapacitados calificados como tales, sino a aquellos
que sufren deterioros de salud en el desarrollo de sus funciones. En
efecto, en virtud de la aplicacin directa de la Constitucin,
constituye un trato discriminatorio el despido de un empleado en
razn de la enfermedad por l padecida, frente a la cual procede la
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-
tutela como mecanismo de proteccin. Para justificar tal actuacin
no cabe invocar argumentos legales que soporten la desvinculacin
como la posibilidad legal de despido sin justa causa. El empleador
tiene el deber de reubicar a los trabajadores que durante el transcurso
del contrato de trabajo sufren disminuciones de su capacidad fsica.
La normatividad vigente sobre este tema, se encamina a una real
proteccin de las personas con limitaciones, para que stas conserven
su trabajo y tengan una vida digna en igualdad de condiciones que
las dems personas, y en aras de la adecuada reintegracin social.
Ahora bien, el asunto es qu personas deben estar amparadas por
estas disposiciones? En principio, se podra considerar que la
estabilidad laboral reforzada slo se aplica a quienes tengan algn
grado de discapacidad. Sin embargo, la Corte en forma reiterada ha
ampliado el concepto de discapacidad.
En conclusin, la reubicacin laboral es un derecho del trabajador que sufre una
mengua en su capacidad laboral. El empleador tiene una facultad legal limitada
para despedir al trabajador con discapacidad, an cuando se le indemnice, por
cuanto debe cumplir con el procedimiento establecido en la Ley 361 de 1997. El
despido hecho en circunstancias de discapacidad, se torna ineficaz a menos que
el empleador pruebe, ante la oficina del Trabajo, que no le es posible reubicarlo.
De lo contrario, se presume que la terminacin laboral fue en razn de su
enfermedad.
3.2.3. Alcance del concepto: accidente de trabajo, y la proteccin al trabajador que, en desarrollo
de sus labores, ha sufrido un accidente que hace mella en su salud.
Las disposiciones que definen y dan alcance al concepto de accidente
de trabajo, al igual que ocurre con la totalidad del ordenamiento
jurdico colombiano, estn supeditadas a las normas constitucionales.
As tenemos que, el artculo 53 de la Carta, consagra como una de
los principios fundamentales de la regulacin laboral la garanta a
la seguridad social, y el artculo 48, ampla el contenido del derecho irrenunciable a la seguridad social.
En desarrollo de las normas constitucionales, se erige el Sistema de
Seguridad Social creado por la Ley 100 de 1993, el cual en el
artculo 8 dispone: Conformacin del Sistema de Seguridad Social
Integral. El Sistema de Seguridad Social Integral es el conjunto
armnico de entidades pblicas y privadas, normas y
procedimientos y est conformado por los regmenes generales
establecidos para pensiones, salud, riesgos profesionales y los
-
servicios sociales complementarios que se definen en la presente
ley
El artculo 1 del Decreto 1295 de 1994[15] estableci como fines
del Sistema General de Riesgos Profesionales prevenir, proteger y
atender a los trabajadores frente a las enfermedades y accidentes
que, con ocasin o como consecuencia del trabajo les ocurran.[16]
Estas normas garantizan al trabajador, que pone a disposicin del
empleador su fuerza de trabajo, una especial proteccin que parte del
reconocimiento de la subordinacin que caracteriza las relaciones
laborales.
Por su parte, en el artculo 9 del Decreto 1295 de 1994 recoge los
elementos esenciales del concepto de accidente de trabajo. La
disposicin establece: () todo suceso repentino que sobrevenga por causa o con ocasin del trabajo
As, y de acuerdo con el artculo 3 de la ley 776 de 2002, todo
trabajador que sufra un accidente de trabajo adems de recibir
asistencia mdica, quirrgica, teraputica y farmacutica ()
[cuyos gastos estarn] a cargo de la entidad administradora de
riesgos profesionales correspondiente[17], tiene derecho a un
subsidio por incapacidad temporal[18] cuando la incapacidad le
impida desarrollar la labor para la cual fue contratado, y que equivale
al 100% del salario base de cotizacin.
La ley establece, que esta prestacin temporal tiene un plazo inicial
de 180 das. Sin embargo, el inciso 3 del articulo 3 de la ley 776 de
2002, da la posibilidad de prorrogarlo, por un lapso igual, si es
necesaria para el tratamiento del afiliado, o para culminar su
rehabilitacin. En principio, no debe superar los 180 das. Pero, una
vez agotado este trmino sin que se haya logrado la curacin o
rehabilitacin del trabajador, deber seguirse cancelando el subsidio,
hasta tanto se establezca el grado de incapacidad o invalidez del
accidentado.
La ley 776 debe interpretarse en el sentido de que, aun cuando el
lapso inicial de 360 das haya culminado, el pago del subsidio por
incapacidad no puede cesar hasta cuando, efectivamente, se haya
establecido o bien la incapacidad parcial[19] o la invalidez[20]. As,
se garantizan el bienestar y la estabilidad econmica para el
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-
trabajador y su familia, evitando que su mnimo vital se vea
conculcado.
En este orden de ideas, el sistema de riesgos profesionales, hace
parte del sistema de seguridad social integral, y fue diseado para
atender las contingencias derivadas de enfermedades profesionales y
de accidentes de trabajo.
3.2.4. Por ltimo, se analizar el tipo de relacin o vnculo laboral
existente entre el accionante, la cooperativa de trabajo asociado
y la empresa contratante.
En el presente asunto, se suscita un debate entre una cooperativa de
trabajo asociado y uno de sus miembros. Por lo tanto, la Sala
considera necesario realizar un anlisis sobre la naturaleza jurdica
de estas relaciones y los derechos de sus asociados.
Las cooperativas de trabajo asociado "son aquellas que vinculan el trabajo
personal de sus asociados para la produccin de bienes, ejecucin de obras o la
prestacin de servicios.[22] Por ende, el principal aporte de los asociados en esta clase de organizaciones es su trabajo.
Las Cooperativas de Trabajo Asociado poseen, entre otros, los
siguientes caracteres bsicos: tienen como objetivo crear y mantener
puestos de trabajo sustentables con el fin de mejorar la calidad de
vida de sus socios trabajadores y promover el desarrollo comunitario;
la adhesin es libre y voluntaria y el trabajo est a cargo de sus
socios y proteger a los trabajadores con adecuados sistemas de
seguridad social y salud ocupacional.
Los estatutos y los Regimenes de Trabajo y de Compensaciones,
como instrumentos bsicos de regulacin interna de las Cooperativas
de Trabajo Asociado, deben ajustarse a los lineamientos contenidos
en la Declaracin Mundial sobre el Cooperativismo de Trabajo
Asociado, aprobado en la Asamblea General de CICOPA, celebrada
en Oslo en el ao 2003, que, entre otras cosas, expresa que se
encuentran estructuradas con base en los principios, valores y
mtodos de operacin que tienen las cooperativas a nivel universal y
que estn consagrados en la Declaracin sobre Identidad Cooperativa
http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2010/T-003-10.htm#_ftn22
-
(Manchester, 1995), acordados en el marco de la Alianza
Cooperativa Internacional (ACI), e incluidos en la Recomendacin
193 de 2002 de la OIT sobre la promocin de las Cooperativas.
Las condiciones y requisitos para el ingreso y retiro de la
Cooperativa no podrn exceder de los previstos en la Ley 79 de
1988, conservando la esencia de que, tanto el ingreso como el retiro
de este tipo de organizaciones, nace de la libre voluntad de la
persona y, en consonancia, con el derecho fundamental de
asociacin, no pudiendo ser objeto de restricciones o limitaciones
que desvirten su contenido.
Al respecto, en sentencia C-211 del 1 de marzo de 2000[23], la Corte
sostuvo que las caractersticas ms relevantes de las mencionadas
cooperativas son las siguientes: La asociacin es voluntaria y libre,
Se rigen por el principio de igualdad de los asociados, No existe nimo de lucro, La organizacin es democrtica, El trabajo de los
asociados es su base fundamental, Desarrolla actividades econmico
sociales, Hay solidaridad en la compensacin o retribucin, Existe autonoma empresarial.
As mismo, la anterior sentencia precis, que en algunos casos, a los trabajadores
vinculados con las Cooperativas de trabajo asociado se les aplica la legislacin
laboral.[24] Uno de ellos se da, cuando las cooperativas contratan trabajadores
ocasionales o permanentes,[25] caso de carcter excepcional debido a su propia naturaleza de asociacin para trabajar. En estas ocasiones se dan todos los
supuestos de una relacin laboral subordinada, a saber: existe un empleador, un
trabajador que labora bajo la subordinacin de aqul, y una remuneracin o
salario.[26]
La otra situacin ocurre, cuando se configura bajo la regla de la
vinculacin formal a una cooperativa de trabajo asociado no
excluye que en la prctica entre sta y el trabajador asociado surja
una relacin laboral[27], es decir, cuando el cooperado no trabaja
directamente para la cooperativa, sino para un tercero, respecto del
cual recibe ordenes y cumple horarios y la relacin con el tercero
surge por mandato de la Cooperativa.[28]
El legislador tambin fij los propsitos que deben regir el
cooperativismo por pertenecer al sector de la economa solidaria. En
particular, en los artculos 17 del Decreto 4588 de 2006 y 7 de la
Ley 1233 de 2008 se sealan los limites de las cooperativas
http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2010/T-003-10.htm#_ftn23http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2010/T-003-10.htm#_ftn24http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2010/T-003-10.htm#_ftn25http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2010/T-003-10.htm#_ftn26http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2010/T-003-10.htm#_ftn27http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2010/T-003-10.htm#_ftn28
-
asociativas de trabajo, entre ellos la prohibicin de actuar como
empresas de intermediacin laboral para impedir que se usara la
forma asociativa de la cooperativa de trabajo asociado para evadir
las cargas prestacionales propias de un contrato de trabajo. (negrillas fuera del texto original)
Segn la jurisprudencia anterior, no es admisible
constitucionalmente que las cooperativas de trabajo asociado,
basndose en sus estatutos, dejen desprotegidos los derechos tanto de
los asociados como de los trabajadores. Sobre todo, en aquellas que
desarrollan inapropiadamente su objeto social, ofreciendo
actividades que corresponden a otras empresas, desconociendo las
relaciones laborales, y con ello, realizando actos de intermediacin
laboral que vulneran los derechos y las garantas de los asociados,
amparados por nuestro ordenamiento constitucional.
Se concluye que no existe autonoma estatutaria absoluta, sino
limitada por parmetros constitucionales; en particular, por los
derechos fundamentales de los trabajadores.
Por lo tanto, las cooperativas deben cumplir todas las obligaciones
laborales, incluyendo la proteccin al trabajador, ms aun cuando
ste ha sufrido una mengua en su estado de salud.
Sentencia T-019/10 Referencia: expediente T-2386690
Magistrado Ponente: Dr. JUAN CARLOS HENAO PREZ
Bogot, D.C., veintids (22) de enero de dos mil diez (2.010).
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES.
-
El seor OMAR TRIANA CALLEJAS, adulto mayor de 69 aos de edad[1], de escasos recursos y precario estado de salud, afiliado al Rgimen Subsidiado de Salud
Nivel I, manifiesta que no ha podido acceder a la atencin de un especialista mdico
porque no cuenta con los recursos para desplazarse desde San Vicente del Cagun hasta
la ciudad de Florencia, Caquet[2]. l relata los siguientes hechos:
El actor manifiesta que la EPS tambin ha incumplido la obligacin de no exigir el pago
de cuotas moderadoras cuando las personas no tienen capacidad econmica de pago
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS.
Cubrimiento del transporte y la estada como medio para acceder a un servicio de
salud.
4. A partir del 1 de enero de 2010, el servicio de transporte o traslado de pacientes
se encuentra incluido en el Plan Obligatorio de Salud, conforme a los artculos 33 y 34
del Acuerdo 008 de 2009 de la Comisin de Regulacin en Salud que rige a partir de tal
fecha[11]; tanto para el rgimen contributivo como para el rgimen subsidiado.
La inclusin de este servicio qued prevista (i) en ambulancia para el traslado entre
instituciones prestadoras de servicios de salud de pacientes remitidos por la institucin,
y (ii) en un medio diferente a la ambulancia cuando el servicio que requiere el paciente
no est disponible en el municipio de su residencia.
5. Con anterioridad a esta normatividad, la Corte ya se haba apoyado en el
principio constitucional de solidaridad, consagrado en el numeral 2 del artculo 95 de la
Constitucin Poltica, para ordenar la financiacin de los gastos de desplazamiento y
estada de una persona para facilitarle el acceso a los servicios de salud que requiriera.
Este principio impone a toda persona el deber de responder con acciones
humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las
personas. La Corte ha indicado que si una persona afectada en su salud no puede
acceder a un servicio mdico excluido del POS por carecer de los recursos econmicos
para sufragar los gastos de transporte, los familiares y parientes ms cercanos son
quienes deben suministrar estos recursos.[12] Sin embargo, cuando la familia ms cercana al enfermo tambin carece de los medios econmicos, nace para el Estado la
obligacin de suministrarlos, sea directamente, o a travs de la entidad prestadora del
servicio de salud () Para los efectos de la obligacin que se produce en cabeza del
Estado, es indiferente que el afectado se encuentre en el rgimen contributivo o
subsidiado[13].
6. En la sentencia T-760 de 2008 se afirm que, Si bien el transporte y hospedaje
del paciente no son servicios mdicos, en ciertos eventos el acceso al servicio de salud
depende de que al paciente le sean financiados los gastos de desplazamiento y estada
en el lugar donde se le pueda prestar atencin mdica. () As pues, toda persona tiene
derecho a que se remuevan las barreras y obstculos que impidan a una persona
acceder a los servicios de salud que requiere con necesidad, cuando stas implican el
desplazamiento a un lugar distinto al de residencia, debido a que en su territorio no
existen instituciones en capacidad de prestarlo, y la persona no puede asumir los costos
de dicho traslado.[14]
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7. De acuerdo con la Ley 715 de 2001[15], cuando el usuario pertenece al rgimen subsidiado, los entes territoriales deben asumir el costo de la prestacin del servicio de
salud de la poblacin pobre en lo no cubierto con los subsidios a la demanda[16].
Exoneracin de hacer los pagos moderadores.
8. El legislador y la reiterada jurisprudencia de la Corte Constitucional han
establecido que el cobro de las cuotas moderadoras y de copagos no puede constituirse
en una barrera de acceso a los servicios de salud de la poblacin ms pobre.
9. La regla conforme a la cual, en ningn caso los pagos moderadores podrn
convertirse en barreras de acceso para los ms pobres, fue plasmada por el legislador
en el artculo 187 de la ley 100 de 1993[17].
10. Asimismo la Ley 1122 de 2007[18], en su artculo 14, literal g),
exoner del cobro de copagos y cuotas moderadoras a los afiliados al
Rgimen Subsidiado en Salud clasificados en el nivel I del Sisbn[19]:
Artculo 14. Organizacin del Aseguramiento. Para efectos
de esta ley entindase por aseguramiento en salud, la
administracin del riesgo financiero, la gestin del riesgo en
salud, la articulacin de los servicios que garantice el acceso
efectivo, la garanta de la calidad en la prestacin de los
servicios de salud y la representacin del afiliado ante el
prestador y los dems actores sin perjuicio de la autonoma
del usuario. Lo anterior exige que el asegurador asuma el
riesgo transferido por el usuario y cumpla con las obligaciones
establecidas en los Planes Obligatorios de Salud.
()
A partir de la vigencia de la presente Ley el Sistema tendr
las siguientes reglas adicionales para su operacin:
()
g. No habr copagos ni cuotas moderadoras para los
afiliados del Rgimen Subsidiado en Salud clasificados en el
nivel I del SISBEN o el instrumento que lo remplace. ()
11. En conclusin, los pagos moderadores no pueden constituir barreras de acceso a
los servicios de salud para quienes no tienen la capacidad econmica de sufragarlos, y
los grupos mas vulnerables de la poblacin al igual que los usuarios que pertenecen al
Rgimen Subsidiado Nivel I del Sisben se encuentran exonerados por la ley de hacer
dicho pago.
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Sentencia T-158/10 Referencia: expedientes T-2458210 y T-2460872.
Magistrado Ponente: Dr. LUIS ERNESTO VARGAS SILVA
Bogot D.C., cinco (05) de marzo de dos mil diez (2010).
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES:
1. Hechos y acciones de tutela interpuestas:
La accionante tiene 70 aos de edad[1] y se encuentra afiliada al servicio de salud de la empresa Medicall Group de Colseguros, siendo beneficiaria de la pliza MGRO 133
FLIA 2464 PLAN VOL 1, desde el 1 de junio de 1981[2]. Indica que el pago mensual del servicio de salud lo ha realizado en forma oportuna, por cuanto es descontado de la
nmina de su hija Hiroshima Soruco Gabriel, quien es empleada del Banco BBVA.
En uso del derecho a la asistencia mdica, la accionante consult un especialista en
ortopedia y traumatologa adscrito a Colseguros, con el fin de obtener diagnstico
respecto al intenso dolor que vena sintiendo en su rodilla derecha desde hace
aproximadamente 3 aos. El galeno determin que la paciente sufre de gonartrosis y,
que necesita un reemplazo total de rodilla anatmica derecha[3] y un injerto seo en la
tibia derecha[4]
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DE LA CORTE.
3. Los Planes Adicionales de Salud en el marco del Sistema General de Seguridad
Social en Salud:
3.1. En desarrollo de la amplia facultad legislativa, el Congreso de la Repblica expidi
la Ley 100 de 1993, por medio de la cual organiz el Sistema de Seguridad Social
Integral como un conjunto armnico de entidades pblicas y privadas, normas y
procedimientos, que est conformado por los regmenes generales establecidos para
Pensiones, Salud, Riesgos Profesionales y los servicios sociales complementarios que se
definen en la misma Ley.
Concretamente, el Sistema General de Seguridad Social en Salud tiene por objeto
regular el servicio pblico esencial de salud y crear condiciones de acceso de la
poblacin al servicio en todos los niveles de atencin[14], bajo la estricta direccin, coordinacin, vigilancia y control por parte del Estado, quien tiene la responsabilidad de
garantizar una prestacin eficiente del mismo[15]. Los colombianos pueden acceder al sistema de dos maneras: como afiliados, bien sea del rgimen contributivo o del
rgimen subsidiado, o como vinculados, que son aquellas personas que por falta de
capacidad de pago y mientras logran ser beneficiarias del rgimen subsidiado, tienen
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derecho a los servicios de atencin de salud que prestan las instituciones pblicas y
privadas contratadas por el Estado[16].
3.2. Los afiliados al rgimen contributivo, adems de tener derecho a los servicios
incluidos en el Plan Obligatorio de Salud (POS), pueden contratar Planes Adicionales
de Salud (PAS)[17] que, segn el artculo 18 del Decreto 806 de 1998, son un conjunto de beneficios opcionales y voluntarios contratados de manera voluntaria, que garantizan
la atencin en eventos de requerirse actividades, procedimientos o intervenciones no
incluidas en el POS, o condiciones diferentes o adicionales de hostelera o
tecnologa[18], o cualquier otra caracterstica no incluida en el manual de actividades, intervenciones y procedimientos. Se trata de un servicio privado de inters pblico, de
responsabilidad exclusiva de los particulares, financiados con recursos diferentes a los
de las cotizaciones obligatorias, y que no corresponde prestar al Estado, sin perjuicio de
las facultades de vigilancia y control que le son propias.
3.3. Los Planes Adicionales de Salud pueden ser de tres tipos, a saber: (i) Planes de
atencin complementaria en salud (PAC)[19], que son aquellos beneficios que comprenden actividades, intervenciones y procedimientos no incluidos en el POS o
expresamente excluidos de ste, o condiciones de atencin diferentes, como por
ejemplo, el ofrecer ms comodidad y una completa red prestadora de servicios[20]; (ii) Los planes de medicina prepagada, que se estipulan a travs de contratos privados que
se rigen por clusulas determinadas y que se convierten en ley para las partes; y, (iii)
Las plizas de salud, que se rigen por las normas contractuales del seguro de salud
respectivo y son expedidas por las compaas aseguradoras.
Estos planes, en su conjunto, se caracterizan porque (i) quienes los suscriben deben
estar tambin afiliados al rgimen contributivo en salud[21] y, por ello, reciben cubrimientos de algunos servicios no incluidos en el POS; (ii) la prestaciones de los
servicios contratados se rigen exclusivamente por las clusulas del contrato suscrito
entre el usuario y la entidad, razn por la cual la relacin surgida es eminentemente de
derecho privado, aunque tenga ciertas dimensiones pblicas, por cuanto involucra la
garanta de derechos fundamentales del contratante[22]; (iii) el usuario puede escoger libremente si acude a la EPS o al ente prestador del PAS para solicitar un servicio
determinado que se encuentre incluido dentro de las obligaciones de stas, sin que la
entidad que elija para tal efecto, pueda obligarlo a acudir previamente a la otra
institucin[23]; y, (iv) la concepcin del contrato radica en que su celebracin se hace para la cobertura integral del servicio de salud, habida cuenta que solo se entienden
excluidos los padecimientos del usuario que previa, clara y taxativamente[24] se hayan sealado en las clusulas del mismo o en sus anexos, sin que sea vlido que con
posterioridad la entidad pueda ampliar, unilateralmente, el catlogo de exclusiones[25]. No obstante, en materia de plizas de salud, el contrato limita su cobertura a los riesgos
asegurados.
4. Procedencia excepcional de la accin de tutela para que el juez constitucional
analice el clausulado de los contratos adicionales de salud, cuando el debate
comprometa derechos fundamentales:
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4.1. Por regla general las controversias que se presenten en virtud de la celebracin y
ejecucin de un contrato adicional de salud, entindase de planes complementarios, de
medicina prepagada y de plizas de salud, deben ser ventiladas ante la jurisdiccin
ordinaria por tratarse de contratos que se rigen por normas de derecho privado[26]. Empero, puede ser que aquellas trasciendan al plano de los derechos fundamentales,
evento en el cual debern ser resueltas por la jurisdiccin constitucional cuando resulten
vulnerados o amenazados derechos de raigambre fundamental[27], por la accin u omisin de cualquier autoridad pblica o de los particulares que prestan el servicio
pblico esencial de salud.
En esos casos, la jurisprudencia de esta Corporacin[28] ha sido enftica en reiterar que procede la accin de tutela para que el juez constitucional examine, de manera
excepcional, el clausulado contractual por cuanto: (i) Se trata de personas jurdicas
privadas que participan en la prestacin del servicio pblico de salud; (ii) los usuarios
de las empresas que prestan los servicios adicionales de salud se encuentran en estado
de indefensin frente a stas, toda vez que dichas empresas tienen bajo su control el
manejo de todos los instrumentos que inciden en el disfrute efectivo de los servicios
mdicos, quirrgicos, hospitalarios y asistenciales ofrecidos hasta el punto que, en la
prctica, son ellas las que deciden de manera concreta si cubren o no el respectivo
gasto en cada momento de la ejecucin del contrato[29] y, adicionalmente, tratndose de planes de medicina prepagada e incluso de plizas de salud, los contratos son
considerados de adhesin[30], lo que significa que las clusulas son redactadas por las empresas y poco son discutidas con el usuario-contratante, situacin que lo convierte en
la parte dbil de la relacin negocial; y, (iii) la va ordinaria no es idnea ni eficaz para
la resolucin de un conflicto que involucra la violacin o amenaza de derechos
fundamentales como la vida y la dignidad de las personas, mxime cuando se acredita la
existencia de un perjuicio irremediable, ya que la decisin resultara tarda frente a la
impostergable prestacin del servicio de salud.
Al respecto, la sentencia T-089 de 2005, seal como regla jurisprudencial que ()
tratndose de la afectacin de derechos fundamentales, el juez de tutela, atendiendo a
los hechos particulares de un caso, puede entrar a analizar el contenido, la
interpretacin o el cumplimiento de un contrato determinado, y puede adoptar medidas
tendientes a la proteccin de los derechos fundamentales vulnerados, de manera
permanente o de manera transitoria, dependiendo de la claridad de los hechos
alegados y de si se requiere el desarrollo de un proceso judicial especfico en la
jurisdiccin correspondiente.
4.2. En sntesis, la generalidad ensea que la accin de tutela es improcedente para
resolver las controversias que se deriven de los contratos adicionales de salud, por
cuanto gozan de una naturaleza contractual que se rige por las normas del derecho civil
y comercial, para lo cual el ordenamiento jurdico prev acciones judiciales en procura
de proteger los derechos de los contratantes. Sin embargo, si se tiene que el objeto de
esos contratos es la prestacin del servicio pblico de salud y que, en consecuencia, su
ejecucin involucra la efectividad de derechos fundamentales del afiliado, la accin de
tutela se torna procedente como medio de defensa judicial cuando la empresa, haciendo
uso de su posicin dominante mediante acciones u omisiones, viola o amenaza tales
http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2010/T-158-10.htm#_ftn26#_ftn26http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2010/T-158-10.htm#_ftn27#_ftn27http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2010/T-158-10.htm#_ftn28#_ftn28http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2010/T-158-10.htm#_ftn29#_ftn29http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2010/T-158-10.htm#_ftn30#_ftn30
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derechos, y se establece que los mecanismos ordinarios de proteccin son ineficaces o
carecen de idoneidad.
5. Tratamiento jurisprudencial a los contratos de medicina prepagada, la
importancia del examen de ingreso y la identificacin previa de las denominadas
preexistencias:
5.1. El legislador en la Ley 10 de 1990, por medio de la cual se reorganiza el Sistema
Nacional de Salud y se dictan otras disposiciones, antes de la Constitucin de 1991 y
de la Ley 100 de 1993, autoriz la prestacin del servicio de salud mediante la forma de
medicina prepagada, dentro de un esquema de contratacin particular y voluntario, bajo
la intervencin del Estado a fin de establecer su organizacin y funcionamiento[31].
En desarrollo de esa funcin interventora, el Gobierno Nacional expidi los Decretos
1570 de 1993 -modificado por el Decreto 1486 de 1994- y 1222 de 1994[32], mediante los cuales estableci los lineamientos que rigen la prestacin del servicio de medicina
prepagada. Precisamente, el artculo 1 del Decreto 1486 de 1994, la defini como un
sistema organizado y establecido por entidades autorizadas, para la gestin -directa o
indirecta- de la atencin mdica y la prestacin de los servicios de salud incluidos en un
plan preestablecido, mediante el cobro de un precio regular previamente acordado.
De la anterior definicin, la Corte en sentencias SU-039 de 1998 y SU-1554 de 2000,
posteriormente reiteradas en varias sentencias de tutela, indic que existen dos
presupuestos bsicos sobre los cuales descansan las actividades ejercidas por la
empresas de medicina prepagada (naturaleza del servicio), a saber: (i) El ejercicio del
derecho a la libertad econmica y a la iniciativa privada dentro del marco de la libertad
de accin limitada, el cual se cumple con el fin de obtener unas utilidades; y, (ii) por
tratarse de la prestacin del servicio pblico de salud, la medicina prepagada est sujeta
a un control estatal riguroso, ya que constituye una forma de actividad aseguradora de
riesgos mdicos y que, por ende, maneja recursos captados del pblico.
5.2. La jurisprudencia constitucional tambin ha sido enftica en afirmar (i) que el
contrato de servicios que suscribe la entidad de medicina prepagada y una persona
interesada en obtener beneficios directos o el de terceros, o de ambos, debe ser aprobado
por la Superintendencia Nacional de Salud[33]; (ii) que su celebracin al desarrollarse en la forma de acuerdo de voluntades que produce efectos jurdicos, se nutre del
principio de la buena fe desde su inicio y especialmente durante su ejecucin[34], toda
vez que entre los contratantes debe reinar una confianza mutua[35]; y, (iii) que el contrato de servicio de medicina prepagada rene las caractersticas de ser bilateral,
oneroso, aleatorio, principal, consensual y de ejecucin sucesiva en los trminos del
Cdigo Civil y surge al mundo jurdico como un contrato de adhesin, segn el cual
las partes contratantes se obligan mutuamente a travs de clusulas y condiciones que
no son discutidas libre y previamente, sino preestablecidas por una de las partes en los
trminos aprobados por el organismo de intervencin estatal y sobre las cuales la otra
expresa su aceptacin y adherencia o su rechazo absoluto[36]. Significa lo anterior que en los contratos de adhesin una de las partes impone su ley a la otra, con lo cual
una parte se convierte en el sujeto dbil de la relacin negocial.
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